Martes 11 de agosto de 2020

La Pandemia Hoy

 


Otras 159 personas murieron y 7.369 fueron diagnosticados con coronavirus en las últimas 24 horas en la Argentina, con lo que suman 4.764 los fallecidos y 253.868 los contagiados desde el inicio de la pandemia, informó hoy el Ministerio de Salud. La cartera sanitaria indicó que son 1.569 los internados en unidades de terapia intensiva, con un porcentaje de ocupación de camas de adultos de 57,3% en el país y del 67,4% en la Área Metropolitana Buenos Aires.

Un 87,50% (6.449 personas) de los infectados de hoy (7.369) corresponden a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires. De los 253.868 casos positivos, el 68,92% (174.974) recibió el alta.

El reporte vespertino consignó que murieron 71 hombres, 49 residentes en la provincia de Buenos Aires; 13 en la Ciudad de Buenos Aires; 2 en la provincia de Córdoba; 1 en la provincia de Mendoza; 1 en la provincia de Chaco; 1 en la provincia de Jujuy; 3 en la provincia de Río Negro; 1 en la provincia de Tierra del Fuego; y 60 mujeres; 40 residentes en la provincia de Buenos Aires; 16 en la Ciudad de Buenos Aires; 2 en la provincia de Chaco; 1 en la provincia de Tierra del Fuego y 1 en la provincia de Córdoba.

El parte matutino consignó que murieron 20 hombres, 14 residentes en la provincia de Buenos Aires; 4 en la Ciudad de Buenos Aires; 1 en la provincia de Mendoza; 1 en la provincia de Río Negro; y 8 mujeres; 6 residentes en la provincia de Buenos Aires; 1 en la provincia de Mendoza y 1 en la provincia de Santa Fe.

Del total de infectados, 1.136 (0,4%) son importados, 67.245 (26,5%) son contactos estrechos de casos confirmados, 144.896 (57,1%) son casos de circulación comunitaria y el resto se encuentra en investigación epidemiológica.

Hoy se registraron en la provincia de Buenos Aires 5.402 casos; en la Ciudad de Buenos Aires, 1.047; Chaco, 16; Chubut, 2; en Córdoba, 170; en Corrientes, 2; Entre Ríos, 45; en Formosa, 1; Jujuy, 139; en La Pampa, 2; en La Rioja, 2; en Mendoza, 94; en Misiones, 1; Neuquén, 27; en Río Negro, 105; en Salta, 22; en Santa Cruz, 57; en Santa Fe, 140; en Santiago del Estero, 3; Tierra del Fuego, 68; y en Tucumán 27. En tanto, Catamarca y San Juan no reportaron casos positivos, mientras que San Luis (-3) mostró números negativos porque reclasificaron contagios a otras jurisdicciones.

El total de acumulados por distrito indica que la provincia de Buenos Aires suma 156.666 casos; la Ciudad de Buenos Aires, 71.113; Catamarca, 62; Chaco, 4.085; Chubut, 350; Córdoba, 3.682; Corrientes, 215; Entre Ríos, 1.209; Formosa, 84; Jujuy, 3.566; La Pampa, 180; La Rioja, 518; Mendoza, 2.244; Misiones, 53; Neuquén, 1.492; Río Negro, 3.008; Salta, 607; San Juan, 22; San Luis, 31; Santa Cruz, 805; Santa Fe, 2.276; Santiago del Estero, 137; Tierra del Fuego, 1.054, y Tucumán, 419. Además, se incluyen, en Tierra del Fuego, 13 casos en las Islas Malvinas, según información de prensa debido a que por la ocupación ilegal del Reino Unido, Gran Bretaña e Irlanda del Norte no es posible contar con información propia sobre el impacto de la Covid-19 en esa parte del territorio argentino.


El total de acumulados por distrito indica que la provincia de Buenos Aires suma 156.666 casos; la Ciudad de Buenos Aires, 71.113; Catamarca, 62; Chaco, 4.085; Chubut, 350; Córdoba, 3.682; Corrientes, 215; Entre Ríos, 1.209; Formosa, 84; Jujuy, 3.566; La Pampa, 180; La Rioja, 518; Mendoza, 2.244; Misiones, 53; Neuquén, 1.492; Río Negro, 3.008; Salta, 607; San Juan, 22; San Luis, 31; Santa Cruz, 805; Santa Fe, 2.276; Santiago del Estero, 137; Tierra del Fuego, 1.054, y Tucumán, 419. Además, se incluyen, en Tierra del Fuego, 13 casos en las Islas Malvinas, según información de prensa debido a que por la ocupación ilegal del Reino Unido, Gran Bretaña e Irlanda del Norte no es posible contar con información propia sobre el impacto de la Covid-19 en esa parte del territorio argentino.

( https://www.tiempoar.com.ar/nota/coronavirus-otros-7369-contagiados-y-159-fallecidos-en-argentina )

Dimensiones


Las estadísticas y las matemáticas no nos dan la verdadera dimensión del asunto … el drama humano detrás de cada número, el dilema ético y los graves problemas sociales y sanitarios por los que atravesamos como individuos y sociedad en estos tiempos “apestados” …


Entre confusión y soberbias ignorancias, buscamos culpables. Chivos expiatorios que encubran nuestra desidia y nuestra poca voluntad y capacidad para el esfuerzo y por ende para reconocer el esfuerzo de otros.

 


Dejamos que nos expliquen razones a nuestras propias conductas, pero solo escuchamos explicaciones que no nos comprometan ni nos hagan ver la irracionalidad con la que tomamos cotidianamente decisiones.


Ladrona de la nación”. “Se robó dos PBI”.


Esos exabruptos son propios del reino de los mitos urbanos, un territorio donde se creen y circulan las historias más descabelladas, y, sin embargo, cristalizaron en conductas judiciales (un fiscal usando excavadoras en la Patagonia para buscar “el tesoro de los K”), y también en los medios y en las redes (últimamente una plataforma mundial acusando a la expresidenta).

El componente irracional interviniendo en los mundos judiciales, mediáticos y virtuales.


¿Qué lo impulsa? Piénsese que estas acusaciones se lanzan en un país donde por primera vez en la historia una mujer es la que acumula el mayor apoyo político --esto no sucedió ni en los tiempos de Evita--. Después de cuatro años de macrismo rápido y furioso, Cristina Fernández, la enemiga, consolidó su liderazgo valiéndose de un perfil bajo, y logró desbancar a una fuerza política que ha contado con un bloque de poder como pocas veces en la historia.

Y, en un país en el que la violencia de género es algo cotidiano, esta mujer cedió, digamos, su capital político a un hombre para que gobernara el país.


Es absolutamente inédito.


La vicepresidenta inició juicio contra la plataforma planetaria Google por presentarla como ladrona de la nación: una más de la catarata de terribles agresiones que Cristina Fernández viene sufriendo desde hace 13 años, aun antes de asumir como presidenta. Y lo señalo porque cuando Cristina fue votada por primera vez y yo trabajaba en Radio Mitre, enviamos a un productor a hacer encuestas en Recoleta y Once sobre el triunfo, y muchos testimonios fueron tan violentos que en algunos casos clamaban para que los militares “echaran pronto del poder a esa mujer” (sic).


Aquellos exabruptos de furia y el ataque de los medios fueron tan intensos que alguien como yo, que, lo reconozco, no me he caracterizado por ser tan sensible a los temas de género, escribí junto a Diego Tomasi en 2009 un libro que últimamente mi hija, releyéndolo, me lo describía como “feminista” (“Las muchachas peronistas: Eva, Isabel y Cristina; ¿por qué desatan odios las mujeres en el poder”).


Esto que vemos es el exabrupto y el patoterismo incorporado a la escena cotidiana de la política.


Pero es útil no ceñirnos a la violencia de género. Complementemos la imagen.


El hombre elegido por Cristina y ungido por casi la mitad de los votantes es un moderado.


Nos gobierna un profesor universitario, que es autocontenido (¿ejemplo de autocontenido?, que haya retirado el proyecto de intervención a Vicentin ante las reacciones de algunos sectores; ¿otro ejemplo?, que reciba a los periodistas de todos los sectores y responda a todo. ¿otro ejemplo? Que no haya dado lugar a un “6,7,8” en los medios públicos --yo puedo desear que haya un 6,7,8 , pero enfatizo que Alberto evita la confrontación--).

Gobierna, entonces, un profesor universitario moderado y dialoguista que eligió a un ministro de Economía que es un experto en negociación de la deuda. Y el presidente enfrenta la pandemia asesorándose con infectólogos y científicos.


Es decir que el gobierno tiene la marca de la racionalidad y la moderación.


¿Y cómo actúa la oposición? Un sector que incluye al jefe de gobierno de CABA, Rodríguez Larreta, a intendentes de JxC en la provincia de Buenos Aires y gobernadores --es decir, los que tienen gestión-- se alínea en general con el presidente en la gestión de la pandemia y baja sus críticas en otros temas.


Pero otro sector con mucha mayor repercusión, porque está fogoneado por Clarín y los grandes medios, hacen oposición exactamente con la cara inversa de la racionalidad y la moderación.


Con exabruptos, violencia verbal e irracionalidad.

Si Macri gozó de su tiempo de tregua de la oposición y los medios (en realidad los medios lo cuidaron hasta hoy), al gobierno de los Fernández le niegan la tregua desde el primer día, como lo hicieron desde 2007 con Cristina presidenta.


Exabruptos, violencia verbal e irracionalidad.


Lo vivimos desde el principio de la cuarentena, cuando se propagó y creyó el rumor de que el gobierno dispuso que comandos de asesinos y violadores soltados de la cárcel patrullarían las ciudades y cuando ante la intervención de Vicentin se escuchaba de los caceroleros “Vuelve el comunismo”.


Y lo vivimos en estos días en que una promocionada presentadora de televisión bebe en cámara dióxido de cloro, y Lanata se burla del cuerpo de la vocera del ministerio de Salud, Carla Vizzotti, y Pergolini trata de imbéciles e hijos de puta a quienes votaron la ley de teletrabajo, y Carlos Rodríguez, gurú de los economistas ultraliberales, postea en Twitter “No quiero más empleadas domésticas con gobierno peronista”, y Baby Etchecopar dice que Cristina es un cáncer, y Fernando Iglesias retuitea un mensaje que llama a armarse con ametralladoras, y presuntos intelectuales del macrismo denuncian que el gobierno impone una infectadura, y proliferan en la televisión los mensajes anticuarentena y antivacuna.


Quiero decir: no son sólo los ciudadanos comunes desobedeciendo la cuarentena y juntándose en los cacerolazos cuando aumentan los contagios y muertes, y gritando barbaridades como “prefiero morirme antes que escuchar a Alberto Fernández”.

Son personajes públicos compitiendo para ver quién es más convincente con la consigna de romper todo.


Frente a un gobierno que enfatiza la racionalidad y la moderación, tenemos este fenómeno de la vereda de enfrente cuyos líderes de opinión dicen: “Ellos van por la racionalidad y la moderación; muy bien, seamos irracionales y violentos. Nos lo podemos permitir porque ellos son los negros peronistas y nosotros los republicanos”.


Si hubo 18 años de proscripción al peronismo, si se intentó en los cuatro años de Macri convertir al kirchnerismo en una fuerza ilegal, ¿por qué respetar las reglas ahora que ellos volvieron al poder?


El ensayista Jorge Alemán habla del fenómeno de la No política, cuya novedad, la paranoia, el odio y la sospecha querellante que la acompaña crecen exponencialmente a través de los vínculos sociales en un mundo donde cada vez más hay sujetos que, más que demandar sus derechos democráticos, lo que piden es que sus delirios sean reconocidos. Y reaccionan descontrolados ante miedos que ellos mísmos se inventan.


Dijimos antes que hay dos clases de oposiciones al gobierno peronista, y una de ellas se mueve con racionalidad y moderación parecida a las del gobierno.


Pero, ¡ojo!: como lo señala Alemán, este capitalismo apuesta cada vez más al juego delirante y al estado de excepción. Y, por lo que se ve en el entorno de Argentina, su apuesta le está dando resultados.

( https://www.pagina12.com.ar/284040-cuidarse-es-peronista-rompan-todo )


Fernando Peirano, Presidente de la Agencia I+D+i (Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación) en comunicación con #NoNosQuedaOtra por Radio Rebelde AM 740 sobre el impulso de la Agencia para diversos proyectos en el país y el imprescindible rol que tendrá en el escenario post-pandemia. Su participación en la inédita UNIDAD CORONAVIRUS.La posibilidad de que la Argentina pueda desarrollar una vacuna contra el coronavirus. Convocatoria a la charla de este sábado 8 de agosto para el Foro Agenda Argentina 2020.

 


La Agencia I+D+i y el desarrollo de la ciencia y tecnología

La Agencia tiene 23 años de historia, es el organismo del gobierno nacional que promociona la ciencia y la tecnología. Lo que ocurrió en este último tiempo desde la asunción de Alberto Fernández es que no solo volvimos a tener un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, sino que también se jerarquizó las herramientas que el ministerio dispone en cuanto a recursos humanos al CONICET que subió un pequeño escalón y la Agencia que también ganó autonomía para poder hacer mejor lo que siempre intentó hacer que es vincular las capacidades, las ideas, y convertirlas en proyectos, en resultados con impacto económico-social y esto actualizó la denominación”.


Organización y resultados


Esto ha sido una iniciativa que tomó el Ministro Roberto Salvarezza para coordinar y evitar solapamientos y poder actuar rápido. Nos convocó al CONICET y a la Agencia junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para armar una mesa de trabajo estratégica. Hoy la Agencia tiene 7.800 proyectos, 25.000 investigadores están vinculados a través de las subvenciones que otorgamos, unas 6.000 empresas, y más de 100 empresas de base tecnológica. Es un espacio muy importante en el Estado y que habla también de la fortaleza y diversidad que tiene la base científica-tecnológica en la Argentina. En ese mundo, en ese subconjunto, nosotros buscamos las iniciativas que puedan tener más relevancia frente al coronavirus. Y lo que hicimos inmediatamente es encontrar 4 ligadas al desarrollo de kits de diagnostico y que hoy están en los distintos hospitales contribuyendo al Programa DetectAr, y nos dio una gran satisfacción ver que en muy poco tiempo podíamos tener en la Argentina test tanto moleculares como serológicos para fortalecer la respuesta al coronavirus.


Y además de eso, pusimos financiamiento, organizamos una convocatoria para reorientar al resto del sistema de ciencia y tecnología, focalizarlo en generar respuestas frente a estas necesidades y ahí constituimos una cartera de 84 proyectos que van desde la ingeniería, la biociencia, la genética y también con el software y las ciencias sociales. Y hoy la Argentina, gracias a esto, está recorriendo los mismos caminos que uno puede leer en las revistas internacionales más prestigiosas especializadas en lo que está haciendo el mundo para enfrentar al coronavirus, y cualquiera de esas alternativas en la Argentina las estamos recorriendo y explorando, y eso es muy importante porque de esta manera tener ciencia y tecnología nos está dando un plus en esta lucha que tenemos que dar frente a esta situación tan penosa y tan difícil”.


El escenario pos-pandemia


Nosotros hemos entendido que hoy el desafió, además de dar una respuesta en el presente, es buscar cómo las acciones contingentes, cómo lo que buscamos resolver hoy se une con un futuro, cómo construimos un futuro y ese puente lo estamos trazando con dos convocatorias nuevas, por un lado hemos convocado a las ciencias sociales a pensar la pos-pandemia, cuáles van a ser los conflictos, los actores emergentes, la geopolítica, cómo tenemos que mejorar las políticas publicas en general a partir del conocimiento que aporta la ciencia, los estudios, los análisis. Y la otra apuesta que estamos haciendo es a crear empresas a partir de estos dispositivos, de estas soluciones que se están generando en el ámbito de los laboratorios, de las universidades, y esas empresas las vemos como respuesta al surgimiento de demanda muy puntual y muy localizada en 4 grandes temas, los cuales coinciden todos con una “D”, la D de los diagnósticos, D de distancia social, D de dispositivos de protección personal y D de digital que hoy atraviesa el mundo del trabajo, del comercio y de la educación. Entonces creemos que los que han diseñado una App para mejorar la capacidad de mirar y monitorear como avanza la epidemia, seguramente tienen conocimientos que se podrán aplicar a otros temas y ámbitos y queremos que eso se convierta en un servicio, en un producto permanente, en casilleros que se han abierto, que están en disputa y que otros países también quieren ocupar y creemos que nosotros tenemos que acompañarlo para que puedan intentarlo. Hasta el 8 de septiembre estamos recibiendo propuestas en ese sentido”.


La posibilidad de desarrollar una vacuna en la Agentina


La primera ronda de la vacuna ya está definida y son las vacunas que vienen de los grandes laboratorios de los países que tienen un enorme apoyo económico en esto, pero el coronavirus no va a desaparecer, va a convivir con nosotros, nos vamos a tener que cuidar como nos cuidamos del Sarampión, de la Gripe A, etc. Hoy la Argentina produce la vacuna para la Gripe A, entonces nosotros tenemos que, en lo inmediato, tomar la vacuna que este disponible, y a futuro volver a tener provisión de vacunas internamente. Para hacer eso, no es solo montar una planta fabril, hay que tener conocimiento, hay que hacer mejoras, posiblemente la primer versión de la vacuna no sea la definitiva, y en eso yo creo que la Argentina tiene mucho para aportar en las mejoras, en la absorción de esa tecnología, en la provisión inteligente de ese recurso.

 


Entonces me parece que el rol nuestro en la vacuna va a estar ahí en la segunda ronda, va a estar en la provisión y en la aplicación. La Organización Mundial de la Salud (O.M.S) definió 64 productos como esenciales para enfrentar al coronavirus y Argentina hoy, después de 4/5 meses de mucho esfuerzo, está produciendo 63 de esos 64 bienes sofisticados que ayudan al sistema de salud a atravesar esto. Entonces creo que a futuro, si estamos haciendo hoy las cosas bien, vamos a poder producir, entender y tener nuestra propia vacuna“.


La ciencia y la tecnología en la Argentina trabajan todos los días desde hace mucho tiempo con proyectos de manera sostenida. Cada tanto nos fijamos públicamente en eso, pero en la Argentina es un tema casi político, deberíamos saber mirar mejor nuestro país y saber mirar esas capacidades que tenemos, que en muchos casos son oportunidades latentes que no le damos la importancia que se merecen, pero creo que gran parte de cuando decimos que hay que encender la economía, que hay que poner de pie a la Argentina, eso lo vamos a poder hacer gracias a estas capacidades que tenemos y hoy es el turno de un gobierno que confía en los científicos argentinos y estoy orgulloso de sus resultados y por eso además queremos ayudar a que eso llegue a toda América Latina, que se puedan convertir en productos, que exportemos estas soluciones y que donde haya una necesidad llegue una solución generada desde la ciencia y la tecnología de Argentina”.


El desafío de la digitalización en la Argentina


Nosotros tenemos el gran desafío de cómo convertirnos en las practicas a lo digital y eso tiene distintas aristas, una es la tecnológica que es cómo podemos tener más herramientas hechas desde Argentina porque hoy los datos son una nueva mina de oro, quien tiene los datos maneja y estructura las actividades, las cadenas de valor, define los negocios. Entonces ahí el Estado tiene que hacer un doble ejercicio, por un lado la regulación porque hay que definir bien los límites de lo que es público de lo que es privado, de cómo se concentran estos mercados, quién maneja esos datos, y la otra es la innovación porque las oportunidades vienen de la mano de la innovación, tenemos que hacer ambas cosas como política pública y eso a mí me parece que es uno de los desafíos que nos va a atravesar y que tenemos que resolver en estos próximos años, y después buscar más espacios donde la ciencia y la tecnología se combina positivamente con la producción, esto es cómo pasamos a un paradigma de producción con más atención a lo ambiental, cómo pasamos a desarrollar un sector de salud con todos los dispositivos asociados a eso, cómo hacemos la transición energética, estamos pasando de un mundo que se apoyaba principalmente en el petróleo. Hay 5 vectores que tienen que ver con la energía, salud, el valor agregado en alimentos, lo ambiental y digital, son las apuestas donde tenemos que combinar ciencia y tecnología con producción”.


Foro Agenda Argentina 2020


Nosotros lo que estamos proponiendo es que sabemos que de esta doble crisis en la que ya estaba Argentina antes del 10 de diciembre y la crisis que se le suma con el coronavirus, de esta combinación de crisis no salimos con un rebote o con una recuperación, salimos con una transformación, no nos alcanza volver a crecer, tenemos que cambiar y modificar muchas cosas y eso es la transformación. Y la transformación se construye a partir de tener una mirada compartida de identificar dónde están esas capacidades y un Estado que tenga políticas publicas que sepa descifrar este escenario y generar las guías necesarias porque todo el esfuerzo que vamos a tener que hacer, si no tenemos una buena hoja de ruta va a ser un esfuerzo que no va a llevar a esa transformación que el país que queremos y anhelamos requiere”.


Este sábado 8 de agosto se produjo el evento. Un ejercicio que permitió pensar colectivamente. Fue un espacio muy federal donde tenemos la perspectiva de género como uno de los pilares y lo que estamos haciendo es un ejercicio de devolverle a la política la capacidad de intercambiar y construir ideas de manera colectiva y dejar un poco de lado esa situación en la que han captado a la política y la han convertido en un escenario para el agravio, la descalificación y la grieta”.

( http://www.hamartia.com.ar/2020/08/07/peirano-ciencia-tecnologia/ )


En tiempos de confusión, incertidumbre, desconfianza … ¿A quién creer? ¿Como tomar decisiones? ¿Que hacer cuándo descubrimos que es mucho, pero mucho mas lo que desconocemos que lo que verdaderamente sabemos no solo respecto a como funcionan los otros, la naturaleza, la vida, sino incluso porque hacemos lo que hacemos, pensamos lo que pensamos y vivimos como vivimos?


El aislamiento preventivo puso en crisis al mundo, y los gobiernos mostraron salidas administradas frente a la encrucijada por resolver el golpe en las economías locales. En tanto, los ciudadanos digitales nos quedamos en casa y pasamos el rato consumiendo datos, hablando por Whatsapp o Zoom, entre otras aplicaciones.

Tomando las últimas estadísticas estamos mal pero no tanto. Seguimos haciendo la parabólica humana, como en los años noventa, para tener señal y mantenemos en línea. Según la Cámara Argentina de Internet en septiembre de 2019, contábamos con 9.164.684 conexiones, equivalente a un 65,8 % de penetración en los hogares. Para el INDEC, 8 de cada 10 habitantes de conglomerados urbanos usaron datos desde un celular durante el último tercio del año pasado.


Esos consumos en las ciudades coinciden con los lugares en donde más contagia la covid-19. Y es allí donde el flujo de informaciones circula a gran escala, con la particularidad de hacerlo por medios sociales como Tik-Tok, Instagram, Facebook o Whatsapp.

Whatsapp pertenece a Facebook y Zoom es la herramienta de moda, mientras otras plataformas de contenidos nos divierten hasta morir de aburrimiento. Si bien Netflix ocupa el centro del firmamento de las OTT, la vaca lechera sigue siendo el cable que viene incluido en los paquetes de cuádruple play. Desde 2018 Cablevisión Holding es el principal beneficiario gracias al control cruzado del Grupo Clarín sobre los mercados convergentes y sus prácticas de dumping.


Así las cosas, los Estados instrumentaron estrategias aprovechando Internet. Algunos optaron por preservar la salud e integridad de las personas; en tanto, tipos como Donald Trump eligieron la Bolsa en lugar de la vida.


Para pensar la comunicación en pandemia podemos hacerlo desde dos ejes.


El del flujo constante de información horizontal descrito por Pablo J. Boczkowski en “La postverdad” (Anfibia, 2017). Allí, el investigador deja en suspenso el análisis de “cámaras de eco” y “burbujas de filtro” por las cuales Trump torció el rumbo electoral que lo llevó a la presidencia en 2017, tras comprar 87 millones perfiles de Facebook y orientar el voto indeciso, vía Cambridge Analytica.


Para Boczkowski hay una suerte de “curaduría algorítmica” mezclada con una crisis cultural generalizada en todos los ámbitos sociales, se trate del periodismo, la salud o la escuela. En ese terreno se reproducen las fake news.


Además son visibles los errores del periodismo atolondrado que no chequea sus fuentes (o es operado por ellas).


Esta horizontalidad debe cruzarse con el eje vertical de la globalización capitalista, porque los ciudadanos cedemos nuestros datos personales como moneda de cambio.


Confiamos en que los amigos de FB son buenos y cuando escuchamos que Google News Initiative o FB Journalism Project van a mejorar el mundo, les creemos. Todo a pesar de Trump, los Panamá Papers y las wikifiltraciones del Pentágono.


Las redes sociales emulan la tradición oral y juegan al teléfono descompuesto, creando ambientes de información falsa o con sesgos de confirmación, movilizados por pasiones de una sociedad que encuentra en los smartphones las extensiones del cuerpo que adelantó McLuhan. ¡Y estamos fascinados por el sexto sentido de las tecnologías y sus pantallas!


Pero hoy el eje del poder vertical crea una ilusión de horizontalidad que no es lineal como en los tiempos de teléfonos a disco. Sus ruidos en la comunicación reproducen rumores que no son otra cosa que mentiras que nos gustan. Acá en Argentina, en EEUU y en la isla de Hong Kong.

( https://www.pagina12.com.ar/284224-mentime-que-me-gusta )



Muchos dedican mucho tiempo de su vida a producir información y contenidos. No todos con la misma responsabilidad y conciencia social del impacto de su obra y de su esfuerzo. Aquellos que se dedican a las ciencias, a las artes, a la política y ocupan lugares de decisiones que impactan en otros, sino entienden que hacen y porque lo hacen, probablemente sigan alimentando incertidumbres e incertezas … quienes buscamos sinceramente el conocimiento, sabiendo que la verdad y el conocimiento absoluto es un imposible, pero con humildad hacemos lo que sabemos y hablamos de lo que hacemos y sabemos, aportamos lo que aportamos, aún y cuándo todo quede reducido a si alguien decide creer o no creer y abandonar todo atisbo de racionalidad y humanidad.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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