Lunes 24 de Agosto de 2020


El Poder se ejerce, no se declama. Las debilidades de la democracia radica en el hecho de que el poder precisamente no es ejercido por sus instituciones políticas y democráticas sino por otros agrupamientos e instituciones que concentran para si la capacidad de definir agendas y apretar actores en función de sus intereses minoritarios y de grupos. Algunos dentro de las mismas instituciones del Estado (Parte del poder Judicial y parte de los actores de la política).


Algunos elementos claves en ese ejercicio tienen que ver con los rumbos económicos y la agenda mediática. La capacidad de instalar e influir en los “ánimos sociales” y trastocar adhesiones en aversiones según importe a los intereses de esos ejercicios.


"Telecom, del Grupo Clarín, estuvo detrás de más del 48% de las operaciones vinculadas a la suba del dólar Contado con Liqui (CCL) y dólar bolsa de esta semana, una maniobra para la que Héctor Magnetto y sus socios pusieron casi $2.400 millones. El dato revela que, mientras convocaban a la marcha de los contagios, compraban casi la mitad de los bonos que empujaron el 'dólar bolsa' un 4% y lo llevaron a un nuevo récord. Movilizaciones y devaluación, la campaña para Clarín ya empezó. E invierte fuerte.


El mecanismo que utilizó Telecom fue la compra del bono AY24, que es el que se usa para luego hacer las operaciones de dólar CCL y dólar bolsa. En total, en los últimos 3 días, Telecom compró 44,5 millones de bonos. Cada bono ronda los $5.380. En total, $2.394 millones. Con estas operaciones Magnetto y sus socios lograron llevar el dólar CCL a $133, un nuevo récord en la puja por la devaluación.


( nota de la web K El Destape, con la firma de Ari Lijalad)


Los datos surgen de un informe sobre las transacciones en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y en Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) al que accedió El Destape."


Para el Gobierno, fue una 'puñalada trapera' que dejó al propio Alberto Fernández sin posibilidad de defender, si hubiese querido, a un holding empresarial con el que históricamente mantuvo una relación privilegiada para los de Hector Magnetto.


Al caer la noche se conoció una decisión que unos dirán que no tiene nada que ver pero otros afirmarán que sí: se declaró a la telefonía celular y fija, a los servicios de internet y a la TV paga como servicios públicos esenciales y se congelan los precios hasta el 31/12/2020.


Por lo tanto,

** Mediante un DNU (decreto de necesidad y urgencia), el Gobierno nacional declarará a la telefonía celular y fija, a los servicios de internet y a la TV paga como un servicio público y esencial. 

** Además se congelarán hasta el 31 de diciembre de 2020 las tarifas de los servicios telefónicos, de internet y de la televisión paga.

** Tampoco podrá haber aumento de tarifas en el futuro sin previa autorización del Estado.

** Se resuelve también que el Estado recupere las herramientas regulatorias.

** La educación, el acceso al conocimiento, a la cultura y la comunicación son derechos básicos. Por eso se ha decidido que habrá planes inclusivos de prestación básica universal y obligatoria para los que menos tienen.

Muy importante: todo esto tendrá consecuencias. La tregua ha durado bastante poco.

( https://urgente24.com/zona/data/punalada-trapera-dolar-ccl-choque-con-clarin-y-tarifas-de-telcos-congeladas-hasta?fbclid=IwAR0zE-pmaFxfJd1sHTL1iJ4swF67onTyh8PtN2gmDC27wjINIFArBrmZrWc )


El gobierno anunció una medida. La oposición clamó “¡Venezuela!” Tres juristas, elenco estable, denunciaron inconstitucionalidad. Cinco opineitors se encolerizaron, demostrando ignorancia absoluta sobre la medida. No importa cuando leas esto.

 

Vamos al enésimo episodio de la saga.


El presidente Alberto Fernández instituyó como "servicios públicos" a la telefonía celular, los servicios de Internet y la televisión paga. El primer objetivo es garantizar el acceso a toda la población. Tuiteó: "de esta manera estamos recuperando herramientas regulatorias que el gobierno anterior quitó al Estado”. La oposición clamó: “¡Venezuela!”.


El primer instrumento según el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 690/2020 es la suspensión de aumentos de dichos servicios hasta el 31 de diciembre. Las prestadoras los habían anunciado, varias llegaron a enviar facturas con nuevas tarifas para pagar en septiembre. Fernández recibió durante la semana a empresarios del sector, intentó disuadirlos, se negaron de plano.


Era el segundo incremento en el año de pandemia, queda sin efecto. El impacto inmediato aliviará a millones de ciudadanos que, por motivos evidentes, usan más el celular e Internet. Muchos están obligados porque realizan trabajo a distancia o porque tienen hijos en edad escolar que suplen, como mejor pueden, la ausencia de clases presenciales. Crece exponencialmente la demanda de particulares para mantener contacto con los afectos, para actividades culturales, para esparcimiento. La suba del consumo cuasi forzosa afecta al bolsillo de la gente común. La regulación procura protegerla.


Los precios no se congelan eternamente pero eventuales futuras subas deberán ser aprobadas por el Estado.

Más relevante aunque menos ostensible de entrada es el derecho a una prestación “básica, universal y obligatoria para los que menos tienen”. El acceso a bienes indispensables en el siglo XXI constituye una de las claves de los servicios públicos. La nómina de bienes se amplía, algunos lo llamamos progreso o equidad o hasta justicia social, con perdón de la palabra.


El Gobierno interviene, toma partido en un conflicto de intereses entre las prestadoras y millones de argentinos de a pie.

Vocifere “¡Venezuela!” si quiere. O lea, escuche, repase la historia.


La sanata sobre el péndulo:

La normativa restituye valores derechos consagrados por la ley “Argentina Digital” del año 2014, suprimidos por el ex presidente Mauricio Macri. La Vulgata dominante se queja: “¿cómo es posible que las reglas cambien cada cuatro años?” La primera respuesta: hay democracia, con alternancia. Quienes reniegan del “péndulo” no quieren que haya equilibrio en improbable centro sino vivir en su extremo derecho.


Los gurúes económicos elevan preces al cielo: “que haya políticas de Estado”. Llaman así a la eternización de las decisiones de gobiernos de derecha.


Piden amplios debates, los hubo previamente a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LdSCA) incluyendo Foros provinciales. Macri la desguazó con un DNU a pocos días de asumir.


En el caso que nos ocupa, son más los derechos reestablecidos que las innovaciones, si tal cuestión importara.

Son numerosos los países en el que el acceso de Internet es considerado derecho esencial . La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo reconoce también. Abundan en el centro del mundo, Europa especialmente, Estados que reconocen como derecho esencial el acceso a la telefonía celular, un bien imprescindible en los tiempos que corren. Dejamos a los especialistas el listado.


La opción inexistente:

La actual gestión estableció precios máximos para un conjunto vasto de productos, las reglas se cumplen… apenas en parte. Median escollos para que funcionarios ejerzan control activo. El público, a su vez, no puede seguir los consejos de la inefable Lita de Lázzari. La peste impone comprar en los negocios de cercanía. Peregrinar en busca de mejores precios pondría en riesgo la salud propia y la del prójimo.


Las tarifas de gas y electricidad están congeladas. En el ámbito privado, también los alquileres de viviendas .


Los combustibles líquidos mantuvieron precios durante meses, ahora se dispuso un aumento, por debajo de la inflación. Se atiende a varios objetivos: impedir la falencia de las empresas, en particular la estatal YPF. Sostener los puestos de trabajo y las finanzas de las provincias petroleras. Mantener vivo el potencial de Vaca Muerta. De cualquier manera, la suba afectará a las familias y las empresas. Se trata de optar, cualquier solución es opinable e imperfecta.


Empresas como Telecom, Cablevisión, Fibertel, Telefónica, Claro, Telecentro, protestan. El presidente suele pedirles que sean solidarias, que acepten “no perder sino ganar menos”. El imaginario de “los grandes jugadores” desconoce o niega la diferencia que señala Fernández. Para ellos, ganar menos equivale a perder, tout court. El Grupo Clarín es titular de las tres primeras empresas de la lista, son su principal fuente de ganancias. El poder se construye también con el imperio mediático pero el flujo de dinero no.


Huelga decir que el DNU que nos ocupa no legisla sobre contenidos ni sobre libertad de expresión. Esa evidencia jamás será reconocida por la oposición política y el establishment económico que se pintan la cara.


En el manual de operaciones de las corporaciones prevalece la judicialización. Si algo abunda en el Poder Judicial son magistrados dispuestos a admitir medidas cautelares absurdas en defensa de intereses concentrados. Esas medidas, como las prisiones preventivas del macrismo a sus adversarios, se transforman en eternas. Funcionan como sentencias firmes, sin serlo. Posiblemente mientras se tipea esta nota, en la tarde del sábado, estén trabajando a destajo abogados amigos del presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, tal vez ex socios. O gente parecida, tanto da.


Derechos en juego:

Los regímenes legales inclusivos buscan compensaciones entre el poder de los grandes proveedores de servicios y los usuarios, individuales y dispersos. Mitigar las asimetrías de poder. Los contratos de adhesión, en caso de duda, se interpretan a favor del cliente.


Los prestadores de telefonía móvil e Internet marchan a la vanguardia de quejas por mal servicio. Los organismos de Defensa del Consumidor o las Defensorías Públicas registran marcas récord.

Atienden a una clientela vasta, es verdad. Pero es ilustrativo leer sus cuentas de Twitter. Proliferan hallazgos como estos:

Cliente: “Ustedes cagándose en sus clientes, un clásico”.

Respuesta: “¡Hola! ¿Cómo estás? Mi nombre es Flor y voy a ayudarte ¿Podrías indicarme el DNI del titular y el detalle de tu consulta por privado así lo vemos? Te espero”.

Otra.

C:“Dejen de hacerse los pelotudos”-

R: “Te respondimos por DM”.


Hay cantidades, divertido y pedagógico leer dicho material.

La parla macrista hecha y derecha. Te tuteo, le echo almíbar a la réplica, te “duermo” o mando a un callejón sin salida.


Transferencias de ingresos:

La decisión presidencial es audaz porque aviva el odio de grandes corporaciones. Guarda coherencia con varias anteriores, el aluvional programa de salvataje en pandemia. Transferencias de ingresos como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o los ATP. Miles de empresas, anche de gran porte, embolsaron los subsidios sin quejarse del intervencionismo estatal. Chillaron, eso sí, cuando se les exigieron mínimas contrapartidas. Los conflictos escalaron cuando se fijó doble indemnización, cuando se prohibieron despidos sin causa o alegando fuerza mayor.


El abanico de acciones apunta a mantener fuentes de trabajo, minimizar la cantidad de despidos. Interviene en la puja de derechos entre trabajadores y patrones.

El DNU 690/2020 guarda coherencia con el resto, lo cualifica. Ingresa en la puja distributiva, redistribuye recursos. Es válido que los capitalistas defiendan su lucro. Es capcioso que usen como argumento los intereses de la contraparte.


Ni hablemos de las inversiones extranjeras, que se ahuyentarían. El neoliberalismo market friendly no las atrajo en cuatro años. Absurdo esperarlas en la “nueva normalidad”: todos los estados agrandarán el gasto social, la protección del trabajo de sus nacionales, revisarán las relocalizaciones dispuestas en tiempos que no volverán.


Indignados contagiosos:

Volvamos al principio. La oposición amanece indignada. No sabe todavía por qué, ya lo decidirá. Convoca a un banderazo contra algo cuyos alcances desconoce.


No importa cuando digas esto.


La indignación se agrava con violencia verbal y un creciente desprecio por el prójimo. El intendente de Avellaneda (Santa Fe), Dionisio Scarpin, que marchó el lunes 17 sin barbijo, abrazó a vecinas-grupos de riesgo y al día siguiente anunció padecer covid dista de ser un caso excepcional. Expresa a una minoría intensa, irresponsable, insolidaria.


En estas horas la indignación trepa contra una norma que, como señala el académico especialista Glenn Postolski “restituye la concepción del rol del Estado como garante del derecho humano a la comunicación”. Amplía derechos, redistribuye bienes, beneficia a millones de personas. Achica los márgenes de ganancia a un puñado de corporaciones que hasta ahora se alzaban entre las contadas grandes ganadoras en medio de la debacle colectiva. Resignarán una fracción de las super ganancias. Seguramente eso les preocupará menos que el avance de los derechos de los ciudadanos-consumidores. Pero no lo gritarán.

( https://www.pagina12.com.ar/286908-la-verdadera-disputa-tras-el-dnu-sobre-telefonos-television- )


La actual pandemia ha contribuido a desnudar algunos aspectos de la forma en que se construye el miedo/odio como forma de disciplinamiento social al interior de los Estados y en el plano geopolítico.



El drama que hoy vivimos se desarrolla en un escenario mundial inundado por los rugidos altisonantes de un grupo de monopolios y los lamentos de una población mundial fragmentada, dispersa y confinada a su intimidad. Los primeros se apresuran a definir al mundo de la pos pandemia, la segunda en cambio se estremece agobiada por los obstáculos que le impiden acumular fuerza e incidir sobre las decisiones que se toman.


La incompatibilidad entre la concentración del poder económico y el funcionamiento democrático de las instituciones políticas se resuelve por estos días, con una creciente injerencia de un puñado de monopolios en la construcción de sentido en una civilización cuyos valores hacen agua por los cuatro costados. La enorme concentración de los medios de comunicación los ha convertido en el “cuarto poder” del Estado. Su incidencia sobre las decisiones políticas y sobre la formación de la opinión pública se independiza de todo control, sea este ejercido por los tres Poderes de los estados democráticos o por el pueblo a través del voto. El uso de tecnologías complejas ha potenciado la capacidad que hoy tienen los medios de comunicación para imponer su agenda construyendo y falseando información, según sus intereses. Esto constituye el eje de una dinámica del miedo y del odio frente a las diferencias raciales y de clase, que opera como mecanismo de contención del conflicto social dentro de los territorios nacionales.


Por estos días, nuestro país es un ejemplo de los extremos a los que puede llegar la manipulación mediática de la información para impedir una inclusión social que amenaza privilegios de poder establecidos.



Paralelamente, un puñado de monopolios que controlan las tecnologías de punta en informática y redes sociales, adquiere cada vez más importancia en el control social y en la manipulación de las opiniones. Un pequeño grupo de monopolios tecnológicos, sin regulación efectiva que pueda restringir su accionar, controla a escala mundial innumerables fuentes esenciales de información, servicios y productos. Así, discriminan quien accede a sus productos y en qué condiciones. Escogen la información que van a dar, cuándo y cómo la van a dar. Determinan los precios que se pagan, los clientes y los usuarios. Deciden además sobre los movimientos, acciones, percepciones, deseos y miedos, de centenares de millones de individuos. El resultado es una enorme concentración del mercado, una brutal fragmentación de la información y de la población, y un mayor control sobre esta última sin que se dé cuenta o pueda hacer algo al respecto. Todo esto asegura enormes ganancias y un poder que, en épocas de crisis sistémica, irrumpe a la luz del día. Esto está ocurriendo en los Estados Unidos, centro del capitalismo global monopólico. Allí, los conflictos geopolíticos, el enfrentamiento dentro de la élite dominante y la amenaza de un estallido social han llevado a los monopolios tecnológicos a posicionarse políticamente mostrando la hilacha de una construcción social del miedo/odio que busca contener los conflictos y reproducir la estructura de poder.


La violencia en tanto construcción social puede ser deconstruida. Buena parte de su fuerza destructiva radica en su carácter subliminal. De ahí la importancia de volver consciente al fenómeno y las relaciones sociales que le dan origen. Esto supone, entre otras cosas, una reflexión crítica y acciones concretas para descentralizar el poder en todos los niveles de la vida social e impulsar nuevas formas de representación y control ciudadano.

Monopolios y geopolítica en las elecciones


Esta semana la Convención del partido demócrata nominó a Joe Biden y Kamala Harris como candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de Estados Unidos. Al mismo tiempo, desnudó las tensiones que sacuden a una dirigencia demócrata muy cuestionada por las bases del partido, que responden a Bernie Sanders. La dirigencia del partido asignó solo un minuto a la diputada Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), principal dirigente de este sector progresista, para que exponga su nominación simbólica de Bernie Sanders a la Presidencia. AOC lo aprovechó para promover la formación de un amplio movimiento de masas que pueda consagrar reformas “profundas y sistémicas” que reconozcan y superen las heridas de la injusticia racial y “la brutalidad de una economía que premia con enorme riqueza a unos pocos en detrimento de la estabilidad y bienestar de la mayoría”. El tiempo asignado a AOC y el tenor de su alocución contrastó con los concedidos a numerosos y prominentes dirigentes de la derecha del partido republicano, ex funcionarios de los gobiernos de Bush, y fervientes partidarios del poder militar norteamericano, que este año apoyan al candidato demócrata. Este sector considera que AOC no representa al partido demócrata (businessinsider.com 17.8 2020, zerohedge.com 17 y 18 2020, rollingstone.com 19 8 2020). 

 


En la Convención, realizada virtualmente, todos los dirigentes demócratas centraron sus discursos en torno a la búsqueda de unidad en oposición a la figura de Trump. Faltó delinear las políticas destinadas a aglutinar al electorado detrás de Biden (zerohedge.com 21 8 2020).



El clima político se ha caldeado por las acusaciones demócratas de posible fraude electoral manipulando la logística del Correo. Al mismo tiempo, el bloqueo político de los demócratas a la renovación del estímulo económico busca afectar la reelección de Trump en un contexto de fuerte contraste social: mientras las 12 personas mas ricas del país aumentaron un 40% sus fortunas desde el inicio de la pandemia, el desempleo está en los niveles mas altos desde que se lleva registro, un tercio de la población no llega a pagar sus gastos de alojamiento (créditos y alquileres) y, según el Bank of America, la mayoría de las familias deben recurrir al endeudamiento para satisfacer sus necesidades básicas (inequality.org 17 8 2020,zerohedge.com 14, 29/8 2020).


La ofensiva de Trump en torno a la represión de la protesta social, y su creciente agresividad contra China, parecen ser efectivas: la última encuesta de CNN muestra que ha logrado recortar sustancialmente la ventaja de Biden, disminuyéndola al 1% en los 15 estados que deciden la elección (zerohedge.com 17 8 2020).


Esta semana Trump profundizó esta ofensiva prohibiendo a la empresa china Huawei todo acceso a tecnología norteamericana ya sea directa o indirectamente. Asimismo, conminó a universidades y empresas a deshacerse de activos financieros chinos, y advirtió sobre una posible prohibición al funcionamiento de corporaciones chinas en los mercados financieros norteamericanos (wsj.com 6 8 2020, bloombergquint.com 18 8 2020. Zerohedge.com 18 18).


El enfrentamiento entre los medios de comunicación enrolados en su mayoría en contra de Trump, y un poderoso medio que lo apoya continúa a la orden del día. En un contexto de continuo despliegue de acusaciones de falsa información de un lado y del otro, esta semana Facebook eliminó más de 10.000 grupos, paginas y cuentas de Instagram asociadas a QAnon, un grupo conspirativo de meteórica trayectoria y miles de activistas que apoyan a Trump y lo considera víctima de fuerzas satánicas. Facebook acusa a este grupo de “demostrar riesgos a la seguridad publica”. Sin embargo, ha dejado intactas innumerables páginas y cuentas de partidarios de Antifa. Esta organización, declarada terrorista por Trump, ha tenido activa participación en la promoción de tumultos armados y disturbios durante las protestas antiracistas a lo largo de los últimos dos meses (zerohedge.com 20 8 2020).


Ya estamos soplando en la nuca del peronismo”


Así definía un alto dirigente radical de JxC al resultado de una semana signada por una ofensiva llevada adelante por sectores de la oposición contra la cuarentena y el proyecto oficial de reforma del sistema judicial (infobae.com 20 8 2020).


Mientras los contagios y muertes han roto todos los récords en el país y el sistema sanitario de Jujuy —gobernada por un dirigente de JxC— ha colapsado, los dirigentes de JxC se felicitan por el ruido metido con un banderazo que mandó un mensaje claro de impunidad política y de desestabilización por cualquier medio. Esta movilización muestra el éxito de una construcción social del odio dirigida a sectores medios de la población perjudicados por las políticas del macrismo durante su gobierno y agobiados ahora por la situación económica. Si bien el antiperonismo ha sido una constante en la vida política del país, su rabiosa movilización constituye un legado de las operaciones mediático judiciales del gobierno macrista y de un periodismo de guerra que sigue embarcado en un relato basado en noticias falsas, buscando así despertar el miedo y el odio hacia “los de abajo” y al peronismo que los representa. Adjudicando a este último los graves delitos que ellos mismos han cometido y repitiendo los agravios hasta el cansancio, el periodismo de guerra ha logrado imponer un mensaje hipnótico que prende la iracundia de sectores sociales amenazados por la situación económica actual. No es de extrañar que ahora JxC amenace con más de lo mismo, al tiempo que se acumulan pruebas contra Macri en la causa judicial sobre el espionaje clandestino de su gobierno y se discute la reforma judicial en el Senado.


Desde un inicio, el gobierno ha ignorado la necesidad de mostrar a la opinión publica el drama concreto de la pandemia y del hambre.


Este silencio ha favorecido la táctica macrista basada en un relato que invisibiliza el hambre, los muertos y los enfermos y despotrica contra la corrupción oficial y la falta de libertades: los dos fenómenos que sintetizan su propio reinado. La falta de una política de comunicación oficial coexiste con un protagonismo en los medios que no ayuda al Presidente. El ex senador Duhalde se ocupó de advertirle sibilinamente que descanse porque sino puede terminar como De la Rúa, “quien en los últimos meses era un boxeador que no respondía” (bae.com 19 8 2020).


Estos eventos coincidieron con presiones cambiarias que se multiplican desde el inicio de la cuarentena. La versión oficial de que la reestructuración de la deuda externa pondrá un límite a la presión cambiaria contrasta con la persistencia de la especulación cambiaria a través de distintas maniobras, entre otras: la sobrefacturación de importaciones (dólar barbijo) y las operaciones de 4500 “coleros virtuales” suspendidos recientemente por el BCRA. Hacia principios de la semana los dólares ccl, mep, y blue se habían apreciado cerca de un 4% desde el anuncio de la reestructuración de la deuda externa. Hacia el jueves, la brecha cambiaria llegaba al nivel más alto de los últimos 3 meses. Un total de 3000 millones de dólares salieron de las reservas del BCRA durante la cuarentena, acelerándose este proceso en los últimos tiempos. Según algunas estimaciones, hoy las reservas sólo llegan a cubrir dos meses de importaciones (ámbito.com 18 8 2020, lpo.com 20 8 2020).


La volatilidad cambiaria sumada al aumento de los precios mayoristas en el último mes y al reciente aumento de las naftas anticipan una inflación que pegará de lleno sobre los sectores más vulnerables. Sumado al aumento verificado en las usurpaciones de terrenos por parte de los movimientos sociales, y a la inscripción de casi medio millón de personas en el Registro de Actividades de la Economía Popular, esto muestra que las promesas de campaña constituyen un desafío prioritario en el presente.

( https://www.elcohetealaluna.com/la-construccion-del-odio/ )


Hace ya mil años que leí el maravilloso libro del enorme Martin Buber ¿Qué es el hombre? [original hebreo de 1942, traducido del alemán, 1948: Das Problem des Menschen], aunque seguramente no entendí todo lo que luego, al introducirme en la filosofía, en la facultad, pude ir descubriendo. Y todavía hoy podemos encontrar más y más médula en un librito tan denso. Librito en tamaño, librazo en contenido.


Leerlo fue encontrar una ruptura al individualismo centrado en un yo, y a un colectivismo. Fue entender que no soy sin un yo-tu, y un tender a un nosotros.


Claro… recordar eso después de un universo centrado en un yo, que nos quiso hacer creer que lo que cuenta es cada uno, es la meritocracia y el emprendedurismo, para peor en un universo de la ley del más fuerte, lo que significaba que yo puedo querer, pretender y emprender, pero nada lo permitirá, porque las leyes se han hecho para favorecer a otro-yo, el Poder Judicial lo apañará, las Fuerzas Armadas, de seguridad o militares, lo cuidarán o reprimirán, los medios de comunicación me-nos negarán, invisibilizarán o calumniarán… y entonces no hay yo, no hay tú, hay solo un gigante y omnipotente él que nos niega, y si es el caso, nos mata. Como para él, ni mi yo ni nuestro nosotros le importa, pues no hay empatía, no hay sensibilidad, no hay humanidad. ¿Qué es el hombre? Pues difícil responder ante la inhumanidad. Como no importa el tú, y solo el yo (de ellos) puedo hacer lo que quiero, como ir a una marcha. Y como no importa el ellos, solo el yo (de él) puedo dejar que se venzan millones de vacunas que podrían salvar vidas o la salud de “ellos” que no importan.


¿Se puede ser nosotros sin que ellos lo quieran? En las frases célebres de otro grande, Antoine de Saint-Exupéry consta: “Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección”. En este caso, el nosotros es el de un grupo de peregrinos, caminantes que tienen una meta, sueñan con una meta. Cuando esa meta es ser hermanos y hermanas, ese nosotros puede escribirse con mayúscula.


Buber presenta su método como “filosofía dialógica”, aludiendo al diálogo, ciertamente. Dia-logos supone, como es sabido, al menos a dos entre los que la palabra-logos se pronuncia, se escucha y se encuentra. Opuesta al mono-logos (y no tiene ironía, aunque lo parezca) en el que solo cuenta lo que yo digo y lo que tú tengas para decir no importa en absoluto.

 


Pero si el tú no cuenta, si no importás, se hace difícil cualquier encuentro que no sea un choque. Y no se trata de grieta, se trata de humanidad o inhumanidad. Simplemente. Y mirando hoy la vida, mirando los hospitales casi listos que no se inauguraron, mirando la salud degradada, las vacunas desperdiciadas, las ambulancias arrumbadas y el desprecio por el contagio de miles de , sinceramente se me hace muy difícil pensar en un tú-nosotros con quien me-nos desprecia, ignora e invisibiliza. Para que haya un nosotros (y de eso se tratan la patria y matria) quisiera ser tenido en cuenta, mirado, escuchado y que se mire a los ojos especialmente a los millones de tú olvidados e invisibilizados e invisibilizadas. Y quisiera mirar, escuchar y tener en cuenta a miles de hermanas y hermanos. La patria es el otro, la patria / matria es un nosotros, no es una suma de yo. Y es difícil hablar y encontrarme con quien solo grita.


En los evangelios, con frecuencia, cuando Jesús expulsa demonios, estos se van con estruendo. No estaría de más, quizás, para soñar una patria de hermanos y hermanas, una patria de ustedes y nosotres, empezar por exorcizar ciertos demonios que no nos dejan ser personas, que nos deshumanizan. No se trata de negarnos, no se trata de sacrificios, se trata de mirar juntos en una misma dirección.

( https://www.elcohetealaluna.com/yo-tu-el-nosotros-ustedes-ellos/ )


Que ironía la del lenguaje. El lenguaje manipulado, claro está. Antes las gentes de pro eran quienes gozaban de probidad, virtud asociada con la rectitud y la honestidad. Hoy no quiero ni pensarlo. Pero lo pienso. Porque la ola de odio que se está generando no deja de afectarnos. Contamina la atmósfera y no solo alentando al virus. Esto me lleva casi 20 años atrás, al 11 de septiembre de 2001. Un par de semanas después de la terrible tragedia de las Torres Gemelas decidí volar a Nueva York a solidarizarme con mis queridas amistades y con la ciudad que tanto quise. Manhattan, para ser más precisa, esa isla que tiene pensamiento propio. Cada vez que ganan los republicanos sus habitantes proponen cortar los puentes —esas amarras— y zarpar a la deriva, separándose del país que los traiciona.


Así, viajé en un avión casi vacío dispuesta a escribir unas columnas. Jamás ejercicio del periodismo me costó tanto como aquél. Aterricé de madrugada, a las ocho mis queridísimos Carol Feldman y Jerome Bruner  me esperaban para el desayuno. Habían puesto un barbijo al lado de mi plato, para defenderme del humo y del atroz olor que contaminaba el aire mientras se iban extinguiendo las últimas brasas.


Son varios los puntos para asociar con el aquí y ahora. El odio, sin ir más lejos, que había estallado en todo el país, en ese caso contra los emigrantes en general y sobre todo los árabes aunque nada tuvieran que ver con Al Qaeda. Una ola de odio desatada, salvo en Manhattan, sobre todo en el Village, Soho y la zona sur. Muestras de solidaridad se encontraban por allí a cada paso, de empatía en el duelo.


Hubo para mí un día de alivio en medio de todo aquel espanto, lejos del humo remanente y del olor a carne chamuscada. En su bella chacra en Rheinbeck, Annie Leibovitz festejaba su cumpleaños y su avanzado embarazo. Hacia el atardecer, Susan Sontag reunió a un pequeño grupo de amigos y nos leyó, con su bella voz baja, Rip van Winkle, el cuento de Washington Irving que transcurre sobre el río Hudson, no lejos de allí.


Más tarde, y ya a solas, le pregunté a Susan, criticada por las palabras no suficientemente empáticas que había escrito sobre la tragedia, si habría dicho algo distinto de haberse encontrado en Nueva York cuando sobrevino el horror. “Estaba en Berlín”, me dijo ella, “y vi todo por la tele en tiempo real, como tanta gente. Me conmoví, por supuesto, pero creo que me habría conmovido más de haber estado acá y conocido algunos de los muchos nombres de las víctimas”.


A casi veinte años de distancia de esa escena, como una especie de despertar de Rip van Winkle, saco dos conclusiones. Una, lo bien que le vendría al planeta Tierra que su población en pleno, al igual que el personaje de Irving, o como bella durmiente en su castillo, nos durmiéramos no por cien ni por veinte, al menos por un año, y lo dejáramos totalmente en paz. Sería una hibernación, no necesitaríamos alimentos ni tendríamos angustia alguna, y después despertaríamos quizá más conscientes y empáticos.


La segunda conclusión no es para nada fantasiosa, consiste en preguntarme hasta qué punto se generaría tanto odio y desprecio mal encaminado si de nuestros muertos, que en general sólo conocemos por cifras computadas a diario, conociéramos el nombre propio.


El nombre


Cuanto más larga es nuestra vida, más amistades iremos perdiendo en el camino. Es el duro precio de seguir chapoteando por estas costas. Pero de golpe estamos en inimaginable pandemia, muere contagiado un amigo muy cercano y ni podemos ir a abrazar y acompañar a su querida familia. Y vemos a les otres, eses que andan sueltes por el centro de la ciudad contaminando hasta la atmósfera con sus improperios y huevazos y actitudes extemporáneas, faltas de toda consideración por el otro y de empatía.


¿Libertad, lo llaman? Libertad un carajo, la falta absoluta de responsabilidad es incompatible con ese noble sentimiento.

Vuelvo a preguntarme si sacando del anonimato al número de muertes, les odiadores seriales dejarían de escupir tanta bilis, dejarían de descargar su bronca ciega y sin examinar, bronca que no le pueden manifestar al invisible virus. Estas muertes de ahora son casi desapariciones, si bien no forzadas, igualmente difíciles de imaginar. Pienso en los muros de nombres, en la larguísima bandera de las Madres. Y en el presente contexto, pienso en la Catedral de Lima donde el domingo 14 de junio se celebró la misa de Corpus Cristi en una nave tan solo poblada por 5.000 fotos con sus respectivos nombres de víctimas del Covid-19.

Carlos Brück, el amigo fallecido pocos días atrás, podría haberme dado una respuesta lúcida y esclarecedora. Era un gran conocedor del alma humana, y también de su ausencia o sus mezquindades. Psicólogo nato, psicoanalista tras profundos estudios, escritor y fotógrafo ocasional pero agudo, creó la Fundación al Sur y la revista-libro Mal Estar (“saber mal estar, como aquello que se despliega en el entrecruzamiento; artefacto textual, dispositivo de cruce”) donde el psicoanálisis y la cultura, sobre todo la literaria, se dan la mano.


Tuve el privilegio de escribir un breve prólogo para su último libro, Ningún espejo refleja la pasión. “Aura es lo que tienen estos textos que son cuentos, que son testimonios y son memorias, que son reflexiones y apuntes interiores. La experiencia del aura, dice Benjamin, nos lleva a levantar la mirada. A percibir aquello que vibra más allá de los sentidos”, anoté.

Tanto podría decir del talento de Carlos Brück, más bien su sabiduría, de su rica y plácida personalidad. Pero opto por dejarlo hablar a él, en esa voz que por estar escrita nunca habrá de acallarse. Se trata de “un texto que se aprovechó de un insomnio pasajero”, según me escribió. Me lo envió por mail a fines de febrero. Luego nos cayó encima la pandemia, y en estos últimos días el dolor de su muerte.


Extimidad es el extraño y bello título. Extimidad, palabra que indica –hube de aprenderlo— que lo más íntimo está en el exterior, como un cuerpo extraño.


¿Qué estás haciendo acá? Una pregunta que no es otra cosa que la alusión a la impertinencia de querer estar ahí, donde como en tantas películas se puede asar un pollo a la luz de la luna. Donde se puede encontrar un cuerpo grácil a la luz de la luna, donde la luz de la luna es la canción que legiones de chicas y muchachos vestidos de traje bailan en la fiesta de egresados en la Universidad.

¿Qué estás haciendo acá? ¿Cuando los próceres platenses, solo agrimensores, abogados, médicos, fuerzas vivas del lugar, entonaban felices todos juntos “gaudeamus igitur”?


El himno que les correspondía por ser médicos, abogados y agrimensores egresados en una tierra cortada y dividida a cuchillo y diagonales con un escuadrón de teodolitos, símbolo de la medida incorruptible.


¿Qué estás haciendo acá? en un recinto que hacía de templo  donde personas mayores cubiertas con lazos de cuero que después supe se llamaban filacterias y cajitas de madera cuadrada que no imponían respeto aunque me habían dicho que guardaban páginas de libros judíos sagrados.


Pero el canto a la inoportunidad era conversar a los 11 años con la chica del perfil más bello y mirada más natural que podía ser compasiva o interesada en ese chico que mostraba como una proeza sus conocimientos de matemáticas, listos para superar las pruebas del colegio.


Pero el momento en que la epifanía podía ser una implosión es cuando irrumpía la fantasía, nada más que la fantasía de esa pregunta, estando en el lugar más protegido de la casa, el baño por supuesto, tratando de averiguar qué era eso que sugería Memorias de una princesa rusa, con un título mucho más atrevido que las revistas porno llamadas Dinamita o Cabeza Fresca que un ángel guardián con toda la franqueza necesaria desparramaba como un aviador que se liberaba del arnés luego de la caída y dejaba libre la seda de una textura tan sensual que podía acompañar la pierna de una mujer.


Es cierto: Sex Pol fue una de las mejores palabras compuestas que acuñaron los  soviéticos en su afán de nomenclar cualquier actividad que reuniera el Manifiesto Comunista con el sexo y con el aparato moral del Estado.


Claro que Maiacovski y Malevich le dieron todo otro giro a eso (lo que no significa que ese giro fuese todo lo triunfante que sus acciones podían predecir en otra moral), pero aun así yo no estaba en condiciones de apreciar la potencia fallida de esas acciones.

 

¿Que estás haciendo acá?”, fue la pregunta que se planteó cuando ingresé al Colegio Industrial acompañado por un grupo tan particular que a futuro incluyó un jugador profesional de póker, un militante de la rama facha de Tacuara, un compañero cuyo nombre comenzaba con un prefijo de nobleza y que rápidamente nuestra ignorancia transformó de Von a Bon y un oficial guardia cárcel que años después quizás me salvó al vida en épocas difíciles y arbitrarias, o lo que es más posible, jugó a que me salvaba la vida.

Mientras otros se preocupaban más en serio de hacerlo, pero sin ningún gesto benefactor en esos años de plomo a los que uno terminaba (y sé que voy a decir una inoportunidad más) acostumbrado y vomitando a la canalla, a la doblez y como me pasó a mí, que fui expulsado de una institución pública y que muchos años después me hizo preguntar qué estaba haciendo yo allí.


A veces y contradiciendo los manuales de Náutica y el río amenazante, la desorientación mueve la Rosa de los Vientos para algún lugar que responda a esa interrogación. Entonces esa brújula cuelga una flecha que dice que sea seguida. Que al final no hay un destino dorado porque no hay destino asegurado, pero que siga.

Entonces ciertos juegos de palabras que me gustaba practicar y las novelas policiales que me fascinaban leer me hicieron soportables la psicología existencial, la eurobiología y las psicomatemáticas que nada tenían que ver con los matemas ni con leer a Freud por indicación de Lacan para saber, sin garantías, que estaba ahí porque si.


Y que entonces alguna vez, ahora, iba a decir con escritura propia una respuesta sin necesidad de final feliz, eso que resulta una maldición que no permite jugárselas.


Carlos Brück se la jugó, y a fondo. Pero con su ingente y sutil sentido del humor se burlaba de sí mismo y solía decir que en realidad él era un simple maestro mayor de obra. Ahora entiendo. Sí, fue Maestro Mayor de la Gran Obra, la alquímica, porque supo ser el artífice de la amistad y unir a los seres más dispares que en el encuentro, en lugar de sacarse chispas como sería de prever, generaban y generan el oro de la empatía.


Magia única y personal que sigue viva en todos quienes tuvimos la fortuna de frecuentarlo, en el diván o fuera de él, como yo.

( https://www.elcohetealaluna.com/todos-los-nombres-el-nombre/ )


La decisión presidencial según la cual la telefonía celular, Internet y la televisión paga son desde ahora "servicios esenciales" ha levantado casi tanta polvareda como el jaleo de la reforma judicial. Y se comprende: el poder real de la Argentina, encabezado por el tandem Magnetto-Rocca, más en la sombra el Calabrés MM, no acepta perder ni un gramo de poder ni un centavo de negocios.


Exageran y sobreactúan, desde luego, y por eso vomitan el odio antivenezolano como ridícula amenaza ya que en realidad son muchos los países en que los servicios audiovisuales están regulados. Y no puede ser menos, por tratarse de un derecho esencial para la vida comunitaria y la participación democrática. De modo que lo que Alberto hizo, e hizo bien, fue restablecer herramientas legales regulatorias que ya existían y que el macrismo había anulado por decreto, en agradecimiento a servicios prestados por los mentimedios y la servil telebasura que aún hoy usa y abusa.


El decreto sirvió, por una vez, para que la frutilla del postre pueda ser degustada por la gran masa del pueblo: los eventuales aumentos futuros deberán ser consultados –-previamente, y a ver si se los aprueba–- por el Estado.


Y no sólo eso: además, y era hora, se establece el derecho a una prestación "básica, universal y obligatoria" para los que menos tienen, o sea el inmensurable pobrerío compuesto por millones de hombres y mujeres, de todas las edades, que también necesitan y dependen de las comunicaciones y que siempre resultaron los más perjudicados también en esta materia.


El resultado inmediato, benéfico para las grandes mayorías, es evidente: en el año de la pandemia -–con las clases presenciales suspendidas en toda la geografía nacional y siendo que las únicas posibilidades educativas para millones de chicos y chicas de primaria, y las muchachadas de secundaria y los universitarios, dependen de la televisión y de las redes que se insiste en llamar "sociales"–- aumentar nuevamente los costos de este servicio era lisa y llanamente un acto de crueldad.


Pero quizá lo más interesante es que la nueva normativa dispuesta por el gobierno restituye derechos consagrados por la llamada Ley Argentina Digital del año 2014, que fue arbitrariamente anulada por Macri y sus lacayos sostenedores junto con la Ley de Medios (en realidad, Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual) a poco de asumir en diciembre de 2015.


Todo esto no es poco para un país que en 2001 de cada 10 habitantes tenía 6 pobres, 2 indigentes y sólo 2 de clase media y media alta, lo que implicaba en los hechos la masiva carencia de obras sociales, servicios de salud y jubilaciones. Y país que después de la extraordinaria recuperación laboral, educativa, sanitaria y previsional de los años 2003 a 2015, en 2019 había retrocedido nuevamente a los niveles infames de 20 años atrás.


A 40 años del Informe MacBride, que fue el primer manifiesto que propuso incorporar a la comunicación entre los derechos humanos, y a 10 desde que las Naciones Unidas declararon el acceso a Internet como un Derecho Humano, la decisión presidencial apunta claramente no sólo a restablecer un derecho pisoteado en el período 2015-2019 sino también y sobre todo a recuperar el espíritu de la Ley de Medios, que en 2009 estipuló que en la República Argentina los servicios de comunicación audiovisual se consideran "actividad de interés público", por lo que se garantiza el derecho humano "a expresar, recibir, difundir e investigar informaciones, ideas y opiniones”. Y a consecuencia de lo cual y a resultas de la Ley 27.078, llamada Ley Argentina Digital, nació el extraordinario sistema TDA (Televisión Digital Argentina) que esta columna ha venido reclamando, en diversas notas, que se restituya en plenitud y con urgencia.


Hoy la TDA anda renga y es de toda urgencia repotenciarla como un servicio verdaderamente democratizador. Aunque en la CABA se usa poco, pareciera que por eso mismo el abandono de este sistema excepcional es mal valorado. Un rápido repaso específico para esta nota permitió establecer que en plena patagonia, por ejemplo, usuarios rionegrinos de Fiske Menuco (como llaman a la ciudad de General Roca) añoran "esa maravilla democrática que es la TDA. Acá desde el gobierno de Cristina tenemos una antena en Mainque, a 30 kms, pero no se la pone en función y entonces con dificultades tomamos la señal de Neuquén. Hay cosas dificiles de entender".

En la otra punta del país, en Salta, la TDA sigue, como los últimos 4 años, sin Telesur y en su lugar el canal del diario La Nación. Y en Orán, cerca de la frontera con Bolivia, "teníamos el proyecto autorizado antes de 2015, la disponibilidad de materiales y terreno cedido por la provincia para instalar la antena, pero el gobierno de Urtubey y su cómplice, el intendente oranense, lo desactivaron. Y nosotros seguimos consumiendo basura por radio y TV".

En el otro norte, en Misiones, la antena de TDA se inauguró en 2014 en el campus de la UNaM y funciona asociada a un canal con producción propia, y sale por Gigared y por un cable local y con un espectro muy acotado.


En Córdoba son muchos los que se quejan de la TDA porque "o no funciona o anda muy deficientemente". Cierto que en la capital provincial arrasa lo que el vulgo llama "Condena 3", pero muchos piensan que las limitaciones no son sólo técnicas y hay quienes acusan censura y boicot de los medios privados. En el interior, en general, se dice que "la TDA es un desastre, desde hace tres meses ya no se ven Encuentro ni PakaPaka, y nada de noticias. La TVP se ve fragmentada e imposible de mirar, lo que anula las clases para los chicos". Y en las Sierras de Punilla (Icho Cruz, Cuesta Blanca) "nunca es buena la transmisión pero algo se ve, salvo c5n".

En la bonaerense Tandil la TDA va de mal en peor: "antes no se cortaba, pero ahora si y tiene menos canales que hace 4 años. Ya no está Telesur pero sí La Naciontv y un canal frances". Y en Tucumán sucede algo que no deja de ser gracioso: no se ve la TVP, y sí se ve muy bien c5n. Claro que con el audio evangélico de cn23.

En Concordia, Entre Ríos, la TDA se puede ver incluso con canales de la vecina Salto, Uruguay. Pero varios informantes coinciden en que "si lo bueno fue que todas las marcas de televisores traían incorporado el decodificador de TDA, los nuevos modelos con tecnología 4K ya no lo traen. Entonces para ver TDA hay que comprarlo aparte y no es fácil conseguirlo. Por eso aquí muchos no cambiamos el televisor, total en este barrio nadie tiene Cable ni DirecTv".


El clamor generalizado es para llamar la atención de las autoridades para multiplicar las antenas y que la señal de la TDA llegue a todo el territorio nacional. Claro que no sobra el optimismo y todos los informantes coinciden en algo: "Qué les importará esto a los porteños".

( https://www.pagina12.com.ar/287117-comunicaciones-argentinas-2020 )


Baja el dólar. Atención. Novedad, la brecha entre el blue y el oficial podría acortarse. Y el Gobierno reforzaría el efecto, como ya se verá más adelante. Al margen, existe, de fondo, algo más árido que seguramente reaparecerá en algunas semanas. Que el Banco Central pierda reservas, que no logre componerlas, habilita al ejercicio: devaluar, reforzar el cepo, subir la tasa, pegarle un subidón a los impuestos o apelar al canje en la repentina conjetura que no podrá hacerse contado con liquidación por algunos días con los bonos que deben ingresar desde hoy en el canje local. Se supone que algo de todo eso debería acortar la brecha.


Si hiciese falta, todo este corpus heterogéneo, refuerza lo ya dicho. El afectado es el mercado cambiario, que siempre encuentra, de fondo, la verificación de que hay más argentinos comprando dólares (en el mercado formal) y vendiéndolos (en el mercado blue). El BCRA mantiene reservas en la zona de los u$s45.000 millones desde comienzos de año. Pero las reservas netas rondan, promedio, los u$s9.000 millones, entonces el dato pasa a ser que las compras hormigas de dólares de u$s200 prácticamente ya podrían contar, en un mes, por el 8% de las reservas. Otro dato para el escalofrío: esas mismas compras con casi el 50% de un buen mes de superávit comercial, ayudado por el parate de las importaciones y con la economía arrancando. Suponiendo que el BCRA empuje alguna de todas las medidas en carpeta, por ejemplo, estimular que los dólares que compran los argentinos queden en las cuentas bancarias, eso podría constituir un detalle cosmético (son encajes), pero no soluciona el fondo de la cuestión.


Hay quienes sostienen que también sería contraproducente sumar restricciones al dólar ahorro porque aceleraría el blue (ahora en $138) y permearía en precios tarde o temprano. Por un lado, sabido es que el blue no es referencia debido a que se trata de un mercado muy reducido, con poco volumen. Por otro, es mentira que el dólar, en el blue, aún esté atrasado. Pero la cuestión estará dada en el grado de confianza del BCRA, y también del plan exportador del Gobierno (si es que como parece no habrá ingreso de dólares producto del mercado de deuda).

( https://www.ambito.com/economia/reservas/un-dolar-mas-bajo-canje-tasa-y-el-secreto-alberto-n5127213 )


Dos meses atrás, cuando el Banco Central emitió la Comunicación A 7030, empezó una pulseada con las empresas por los escasos dólares de las reservas. En ese momento, al calor de la presentación del informe sobre endeudamiento y fuga de capitales durante el macrismo, la autoridad monetaria intentó limitar la compra de divisas para importaciones con el argumento de que las empresas debían emplear los dólares que habían adquirido en el país para atesorar.


Dos meses después y con casi 1500 millones de dólares de reservas menos en su tesoro, el BCRA se encuentra ante un problema cuya resolución escapa a sus posibilidades, algo que quedó reflejado en el rechazo del Poder Ejecutivo al planteo de Miguel Pesce, el presidente del Central, de que se limitara o eliminara la posibilidad de que los particulares adquieran hasta 200 dólares por mes. Y, al mismo tiempo, si intenta ajustar sobre las empresas, las presiones que estas pueden ejercer en la economía real –por caso, reduciendo importaciones esenciales– deriva en un aflojamiento de las restricciones para evitar que la economía se paralice "por responsabilidad del BCRA", como transmitieron industriales en julio.


El gobierno y el BCRA están trabajando juntos para buscar una salida al problema de la falta de reservas. Hay dos acciones simultáneas: cómo hacer para que haya más ingreso de divisas y, al mismo tiempo, se reduzca la salida.


Los ingresos de divisas están por ahora limitados al comercio exterior. No entran capitales al país por inversiones productivas ni especulativas. Tampoco por emisión de deuda. Pero en lo que hace al comercio exterior, comienza a percibirse una distancia entre los números positivos de la balanza comercial y lo que efectivamente se liquida en el mercado de cambios. El economista Gabriel Monzón lo describió así: "Creer que por la compra del dólar ahorro seguirá la caída de reservas cuando no existe una presión para la liquidación de las agroexportaciones es ver la realidad de manera parcial".


En Economía apuestan a que este panorama podría cambiar sustancialmente en poco tiempo más con la consumación del canje de bonos de la deuda en dólares a partir del acuerdo con los grandes fondos internacionales. Aseguran que ello mejorará los valores de cotización de los títulos públicos, reducirá el riesgo país y generará un shock de imagen favorable ante los inversores. Pero este escenario, que tiene un plazo perentorio, la primera semana de septiembre, no es compartido. Un reciente informe de Bloomberg –muy criticado entre funcionarios– ponía de relieve que los bonos argentinos en dólares no levantan vuelo ahora, a pesar de que el acuerdo con los bonistas ya está cerrado y el final está cantado. Y concluía que eso tenía un significado ominoso: "Los inversores se preparan para un nuevo default argentino".

Economía hizo trascender que también tiene expectativas en la balanza turística, pero es probable que ello no funcione así: en primer lugar, porque esa balanza fue deficitaria en los últimos años; y en segundo, porque el impacto de la pandemia de coronavirus no terminó y no queda claro cuándo podría haber flujos de divisas por esa vía.


Tapar las salidas


Por el lado de las salidas de dólares de la Argentina, la canilla abierta más conocida es la de los 200 dólares mensuales. Datos privados indican que por esta vía se irán en agosto unos 1000 millones de dólares de las reservas. El gobierno ya rechazó "por ahora" cortar esa vía, pero fuentes oficiales admiten que se estudian alternativas como reducir el cupo a un monto anual previa autorización de Afip. También se menciona su contrario, incentivar la permanencia de los dólares en las cajas de ahorro y que no se vendan en el mercado ilegal. Esa opción no evitaría la continua caída de las reservas.

El escenario internacional no ayuda a la gestión económica argentina. Hay una salida de fondos de mercados emergentes en general y de Latinoamérica en particular. Ello ha derivado en una desvalorización de la moneda brasileña respecto del dólar, cosa que es registrada por los analistas argentinos por la relación comercial y económica bilateral.

( https://www.tiempoar.com.ar/nota/la-caida-de-las-reservas-del-banco-central-agita-las-aguas-en-el-gobierno )


Están entre nosotros hace años pero pasan inadvertidos para el imaginario colectivo. Su fortaleza se basa en cierta discreción para no parecer lo que en realidad son: grupos de presión. Se resguardan bajo la etiqueta de un think tank (del inglés “tanque de pensamiento”) o en una definición intelectualmente más refinada: usina de ideas. Atlas Network es entre todas ellas la red más omnipresente de las que influyen en América Latina. Recibe un financiamiento generoso e interactúa con cientos de organizaciones satélites. En estos días de marchas anticuarentena por el mundo, de Madrid a Buenos Aires y de Estados Unidos a Brasil estimuladas por fuerzas opositoras de derecha o presidentes en el ejercicio del poder como Trump y Bolsonaro, la red creada por el británico Antony Fisher en 1981 bajo el nombre de Atlas Economic Research Foundation, volvió a hacerse visible. El mentor de este espacio era admirador de las ideas del economista Friedrich Hayek. Falleció en 1988 pero dejó como custodio de su legado a un argentino que presidió la fundación entre 1991 y 2017: Alejandro Antonio Chafuen. Se trata de un personaje con dilatada trayectoria en el mundo económico y académico de EEUU, que en la Argentina también dejó su huella en la liquidación de la financiera Coimpro y fue condenado en 2005 por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal.


No es menor la herencia ideólogica de Fisher. En 1955 fundó el Instituto de Asuntos Económicos (IEA) en Londres que dejó el camino sembrado para lo que en la década del ‘80 se convertiría en la Revolución Conservadora de Margaret Thatcher. Su otra criatura, Atlas Network, es un núcleo que ya supera las quinientas fundaciones, ONGs y grupos lobbistas que disponen de enormes recursos puestos al servicio del ideario ultraliberal que machaca sobre la jibarización del Estado. En su CV, Chafuen, un nostálgico de la dictadura cívico militar del ’76, sostiene que desde la red “ayudó a otorgar más de treinta millones de dólares en donaciones privadas a institutos de estudios económicos”. La filial argentina de Atlas – con el agregado a ese nombre de “por una sociedad libre”- la preside Eduardo Maschwitz, un banquero que es director titular del Comafi y acompañó la iniciativa de sus fundadores Guillermo M. Yeatts y José Esteves. La organización tiene un largo recorrido: se constituyó el 9 de noviembre de 1998.


En el plano internacional Atlas mantiene relaciones con los primeros niveles del gobierno de EEUU. Sus vínculos con el Departamento de Estado y la NED (National Endowment for Democracy) aparecen en sus propias publicaciones pese a que abjuran de la intervención estatal en la economía. El especialista español en redes sociales Julián Macías Tovar brindó una radiografía del grupo fundado por Fisher en el ’81 durante una entrevista que le realizó Gustavo Sylvestre la semana pasada en su programa de radio: “Hay una red que es Atlas Network que componen más de 580 fundaciones, y algunas de ellas se sumaron en 2014 al proyecto de Macri. Tienen un carácter libertario económicamente pero también muchos vínculos con la extrema derecha”.


Macías Tovar dirige el sitio Pandemia Digital que analiza el comportamiento de cuentas, trolls, bots y operaciones de desinformación basadas en ese entramado virtual. En la entrevista también consideró que “hay un Operativo Cóndor 2.0 con financiación de Estados Unidos. Y en Argentina cuentas que apoyan a Trump o a Bolsonaro, algunas de ellas tienen también un recordatorio afectivo hacia Videla”.


Chafuen es coherente con ese pensamiento. En 1979, con 25 años, publicó un ensayo al que tituló Guerra sin fin y en el que comparaba a los grupos de izquierda con el Clan Manson que asesinó en Beverly Hills a Sharon Tate, la actriz y esposa del director de cine Roman Polansky. También escribió sobre la Argentina que “el ejército había actuado por necesidad para evitar una toma comunista del país”.


Son pocos los analistas que se han ocupado de Atlas y su influencia sostenida en distintos países. Aram Aharonian y Álvaro Verzi Rangel del Observatorio en Comunicación y Democracia del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) señalan en un trabajo publicado el 9 de octubre de 2017: “La internacional capitalista existe, la moviliza el movimiento libertario de extrema derecha (en inglés los llaman libertarians) y, obviamente, está muy bien financiada: funciona a través de un inmenso conglomerado de fundaciones, institutos, ONGs, centros y sociedades unidos entre sí por hilos poco detectables, entre los que se destaca la Atlas Economic Research Foundation, o la Red Atlas”.


The Intercept, el sitio de periodismo de investigación que publica informes extensos sobre temas que la mayoría de los medios comerciales no tocan, también se ocupó de la red Atlas. Su periodista Lee Fang describió que durante un encuentro ocurrido en mayo de 2017 en el Hotel Brick del barrio de Recoleta, Chafuen le confesó que su labor de tantos años había empezado a dar frutos. Tras esa reunión organizada por Atlas y la filial argentina de la Fundación Libertad que preside en el plano internacional Mario Vargas Llosa, el cronista escribió: “Para muchos, Chafuen desde su posición en Atlas ha sido un mentor, un patrocinador financiero y un faro que los guió hacia nuevos modelos políticos”.

Los persistentes procesos de desestabilización política en Venezuela contra el gobierno de Nicolás Maduro, el desplazamiento mediante un impeachment de la expresidenta Dilma Rousseff en Brasil y el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia son algunos de los hechos que contaron con la participación velada pero activa de la red a través de sus contactos locales. La propagación de fake news contra los mandatarios constitucionales también hizo su aporte previo. Los cuadros libertarios en economía y ultraconservadores en política regional que formó la ONG acompañaron varios procesos destituyentes.


Chafuen dio una pista en aquella nota de The Intercept: “Estuve en las manifestaciones callejeras de Brasil. De pronto, me doy cuenta de que un muchacho que había conocido de adolescente ahora estaba en la caja de un camión dirigiendo las protestas. ¡Una locura!”, dijo el economista argentino que se fotografió con una camiseta de la selección brasileña en las protestas contra Dilma. Unos años después se muestra activo en su cuenta de Twitter apoyando anuncios de Mike Pompeo o Jair Bolsonaro indistintamente. En su defensa, la organización con base en Estados Unidos sostiene que “cualquier informe que afirme o implique que Atlas Network es responsable o ha buscado lograr un cambio político en los EE.UU. o en cualquier otro país es evidentemente falso e indefendible”. Las pruebas de su influencia en la región y el nivel de llegada al Departamento de Estado indican lo contrario.

( https://www.pagina12.com.ar/287045-el-lobby-ultraliberal-detras-de-las-marchas-anticuarentena )



La demanda de dólares es continua desde hace más de diez años sin distinguir orientación política de los gobiernos ni política económica. La necesidad de un discurso unificado del Banco Central y del Ministerio de Economía. La brecha cambiaria y las presiones del poder económico para una fuerte devaluación.


Con un superávit comercial importante, sin tener que hacer desembolsos para pagar deuda en moneda extranjera, con restricciones de compra y para girar divisas al exterior y con una muy fuerte caída de la economía y, por consiguiente, del ingreso disponible de la población, igual existe una presión intensa en el mercado cambiario.


Este escenario económico-financiero debería haber brindado cierto alivio en un frente muy sensible. Pero no lo hubo, más bien las tensiones se han agudizado a lo largo de estos meses, incluso luego de cerrar el acuerdo de deuda con los acreedores privados del exterior.

Existen indudables factores coyunturales y de base de la estructura productiva y del régimen financiero-cambiario para comprender la permanente incertidumbre alrededor de la cotización del dólar.

La inestabilidad cambiaria es constante independientemente del origen político del gobierno y de la estrategia económica que se despliega.


Intervención


La paridad cambiaria tiene además un componente político que no puede desconocerse a riesgo de erosionar la legitimidad de gestión de un gobierno. Es también una variable clave en la economía local en la distribución del ingreso.


La capacidad de intervención en ese mercado tan emotivo, que tienen jugadores de peso del bloque de poder económico, desde grandes corporaciones locales hasta el cartel de firmas exportadoras, exige una estrategia oficial coordinada para tratar de contrarrestar movimientos especulativos.


Exhibir falencias en esa tarea tiene costos elevados.


A esta altura, después de tantas crisis cambiarias en las últimas décadas, es sabido que medidas o análisis acerca del mercado del dólar no se debaten públicamente entre funcionarios ni se entregan trascendidos a los medios y muchos menos se anuncian eventuales modificaciones del régimen cambiario que luego no se concretan.

El precio del dólar es un componente muy delicado del manejo de las expectativas  económicas. Merece por lo tanto una estrategia comunicacional específica, además del prioritario diseño de una política cambiaria que atienda el persistente comportamiento de ahorrar en dólares.


Cortocircuitos


En las últimas semanas aparecieron cortocircuitos en la misión oficial de comunicar acerca del panorama cambiario, que es un cuadro complicado como lo está siendo desde hace mucho.

El Banco Central envió el mensaje de que el cupo mensual de compra de 200 dólares debería ser eliminado o limitarse porque se estaban perdiendo muchas reservas por esa vía.

La vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y el presidente Alberto Fernández comentaron en entrevistas radiales que les preocupaba esa filtración de dólares.


El Ministerio de Economía difundió en cambio que no se está estudiando ninguna modificación en el esquema de compra de dólares ahorro.


Después, en el Banco Central aseguraron que, por ahora, no están evaluando la alteración de ese régimen de acceso a dólares ni de la estrategia de ajuste del tipo de cambio.

En una economía con hipersensibilidad cambiaria y el asedio imperturbable de la conducción política del poder económico , esa participación en el espacio público de figuras relevantes del Gobierno agrega un factor innecesario de confusión en una cuestión complicada.


Economía y BCRA


La posición de Economía se resume en que superada la instancia del canje de deuda con acreedores privados , en los tramos externo y local, en los primeros días del mes próximo, se aliviarían las presiones cambiarias.


Evalúan que entonces habría ingreso de dólares financieros motivado por un eventual mejor clima para invertir en activos locales. Esas divisas permitirían al Banco Central sumar reservas y la demanda mensual del cupo de 200 dólares no afectaría ese stock. Incluso estiman que podría disminuir esa demanda por la reversión de la tendencia dolarizadora por el atractivo de las colocaciones en pesos, ya sea por tasas de interés reales de plazos fijos o por rendimientos elevados de los nuevos títulos públicos en moneda nacional.


En el Banco Central, en tanto, dicen que no hay ninguna posibilidad de hacer algo diferente mientras se desarrolle el canje, pero dejan abierta la puerta para hacer algo después de la operación con los acreedores privados.

Aseguran que la presión sobre las reservas es manejable y que no está previsto activar el swap de monedas con China.

Consideran que el actual tipo de cambio es competitivo, indicando que se ubica por encima del nivel de unificación cambiaria de fines de 2015 del gobierno de Macri, que se alcanzó luego de una fortísima devaluación.

Sostienen que la demanda de dólares de estas últimas semanas está muy relacionada con el reinicio de la actividad económica y de importadores vinculados a esa recuperación. Aclaran que se privilegiará el nivel de actividad y, por lo tanto, no está previsto cerrar el grifo de dólares para los importadores.

Para evitar costos mayores a una economía golpeada sería importante que Economía y el Banco Central pudieran coordinar la estrategia cambiaria y, fundamentalmente, administrar sus disidencias.


Corridas


La actual inestabilidad del mercado cambiario no tiene que ver con los impactos dramáticos de la pandemia ni con la política económica del gobierno de Fernández.


Este ciclo de turbulencias alrededor de la paridad se mantiene constante desde hace trece años. La crisis del coronavirus le agregó un elemento adicional a esta corrida cambiaria permanente.

La pérdida de dólares de las arcas del Banco Central es continua desde mediados de 2007, meses previos a la primera elección presidencial ganada por Cristina Fernández de Kirchner. Se intensificó con la crisis del campo en 2008, luego con la debacle financiera internacional de 2009, y antes de la reelección de CFK en 2011.


En cada uno de esos momentos, la presión era por una fuerte devaluación, que CFK resistió instrumentar.


En esos años, la demanda de dólares fue atendida con el superávit de la balanza comercial. Esos dólares comerciales excedentes se agotaron y la economía volvió a toparse con la denominada restricción externa, o sea la escasez relativa de divisas.

El aumento de las importaciones impulsado por el fuerte crecimiento del Producto evaporó el superávit comercial, siendo un componente relevante el déficit energético. En esa instancia se diseñó un régimen de control y administración de divisas en el período 2011-2015, que limitó pero no detuvo la sangría de reservas, dólares que también se utilizaron para seguir pagando vencimientos de intereses y capital de deuda.


Durante el gobierno de Macri 2015-2019 la corrida no se frenó pese a la liberación total del mercado cambiario. La demanda fue atendida por un endeudamiento desaforado y por el ingreso de dólares financieros para aprovechar las fabulosas ganancias en bicicletas entregadas por el Banco Central.


Cuando se agotaron esas dos fuentes de abastecimiento de dólares y, sin que la corrida hubiera detenido su marcha en esos años, se reinstalaron restricciones de acceso a las divisas.


El gobierno de Alberto Fernández mantuvo las limitaciones de compra de dólares en un contexto de tensiones cambiarias que no cesaron.


Trampa


El mercado del dólar, además de ser un refugio financiero, es un espacio de disputa económica y política sobre cómo se reparte el ingreso. La trampa no por conocida deja de repetirse; eludirla es el desafío principal. Consiste en el consejo reiterado de una fuerte devaluación para aliviar las presiones en el mercado cambiario.

 

Ese brusco ajuste, teóricamente, equilibraría la oferta y demanda de dólares en un valor superior al oficial; hoy sería al del blue. Se sabe cuál sería el saldo de esa decisión: un shock inflacionario, con ganancias para titulares de activos dolarizados y para firmas exportadoras, y fuerte retroceso del poder adquisitivo del salario y jubilaciones salvo que existan medidas reparadoras inmediatas.

Experiencias recientes permiten exhibir que una devaluación violenta es la peor salida para una situación de estrés cambiario. El 23 de enero de 2014 el ajuste cambiario derivó en un alza de precios, que terminó siendo compensado en los ingresos de trabajadores y jubilados a lo largo del año. En cambio, las devaluaciones macristas de diciembre de 2015 y del bienio 2018/2019 consolidaron la pérdida de esos ingresos en términos reales.


En esos tres episodios cambiarios lo que hubo fue una suba generalizada de precios, que hoy no sería diferente en un contexto mucho más complejo, puesto que el cuadro socioeconómico está muy castigado por el deterioro en los años macrista a lo que se sumó el impacto fulminante de la pandemia.


La brecha


La diferencia entre el tipo de cambio oficial y las cotizaciones del dólar Bolsa (MEP y contado con liquidación) alimenta las expectativas de devaluación.


Es una situación con la que tendrá que convivir el equipo económico mientras haya estrictos controles en el acceso a divisas.

El desafío de gestión es cómo administrarla y tratar de que sea la menos amplia posible. Medidas desesperadas que establezcan un control más férreo al existente pueden terminar agravando el cuadro.


No es secreto que las medidas económicas deben ser evaluadas por sus efectos amplios, no sólo por el inmediato, o sea por el impacto en segunda y tercera instancias.


Eliminar el dólar ahorro con cupo mensual de 200 tendría como resultado inicial un freno a la salida de 600 a 800 millones de dólares de las reservas.


Ese sería el impacto primario y parecería efectiva para detener el drenaje de dólares del Banco Central. ¿Cuáles podrían ser otros efectos de esa decisión? Es probable que se amplíe la brecha cambiaria, lo que alimentaría las expectativas de devaluación. Y más importante es que podría generar una mayor incertidumbre sobre la cantidad de reservas, lo que impulsaría a ahorristas de depósitos en dólares a retirar los billetes verdes de los bancos.

Como un porcentaje de esas colocaciones a plazo están como depósitos indisponibles (encajes) en el Banco Central, su disminución se traduciría en una caída de las reservas.


O sea, el objetivo de evitar una merma de reservas por el cupo de dólar ahorro podría terminar con una pérdida aún mayor por el retiro de los bancos de depósitos en dólares.


Otro efecto adicional es que los bancos, cuando registran retroceso de las colocaciones en dólares, suspenden las líneas de prefinanciación de exportaciones, con lo que la pérdida de dólares sería todavía mayor.


No hay que retroceder mucho en el tiempo para descubrir una medida que parecía oportuna para frenar la sangría de dólares del Banco Central que terminó desatando una corrida y una pérdida más abultada de reservas: fue el insólito y desesperado reperfilamiento de la deuda en pesos dispuesto por Hernán Lacunza, el último ministro de Economía de Mauricio Macri.


Qué hacer


El gobierno de Alberto Fernández recibió un tipo de cambio oficial en 63 pesos por dólar. Con una política de minidevaluaciones, el viernes cotizaba a 77,50 pesos. O sea, el Banco Central lo subió 23 por ciento, mientras la tasa de inflación en ese período fue de 19,5 por ciento.


La clave entonces no es devaluar porque ya se está haciendo para mantener el tipo de cambio real en un umbral competitivo (sin atrasarlo), sino en intervenir con efectividad en la oferta y demanda de divisas.


Ante la consulta de qué hacer, el economista Emmanuel Álvarez Agis propuso lo siguiente para aumentar reservas:

* Negociar una línea contingente adicional con bancos del exterior, que con paridades de los bonos en alza tendría un costo más bajo.

* Ofrecer un seguro de cambio a exportadores para aumentar en 5000 millones de dólares su exposición con el exterior (los ingresos de dólares por financiación local y prefinanciación extranjera de exportaciones está en mínimos históricos).

* Negociar con China una ampliación del swap de monedas convertible a dólares.

* Vender bonos luego del canje para bajar la brecha cambiaria con el dólar contado con liquidación.

Para desincentivar el ahorro en dólares, Agis sugiere:

* El Tesoro debe emitir bonos en pesos con rentabilidad sujeta a la evolución del tipo de cambio (en el mercado se denomina "dólar-linked") para conseguir el financiamiento necesario hasta fin de año por 300 mil millones de pesos.

* Ahorristas grandes y pequeños deben poder colocar sus pesos en depósitos también a "dólar-linked".

* Subir la tasa de interés de las colocaciones en pesos.

Son opciones financieras de coyuntura que abren el debate para administrar un mercado cambiario bajo tensión. En tanto, la tarea prioritaria es avanzar con políticas estructurales que mejoren el perfil productivo para incrementar el ingreso de dólares por exportaciones.


Entre la urgencia y las políticas de mediano plazo, el manejo cambiario tiene que evitar la peor salida de ese laberinto: una fuerte devaluación que resultará regresiva en términos de distribución del ingreso.

( https://www.pagina12.com.ar/286894-dolar-la-corrida-cambiaria-permanente )


"En el tiempo que vivimos lo que para nosotros eran las bibliotecas ahora es Internet", señaló Alberto Fernández en relación al DNU sobre Internet, televisión paga y teléfonos celulares. Agregó: "Yo no estoy en guerra con nadie. A Clarín lo puede afectar un poco más porque está en todos esos negocios. Estoy defendiendo los intereses de los argentinos", puntualizó el presidente. También señaló sobre este tema: "Admiro cómo funciona el Estado en Noruega y Finlandia y en esos dos países estos son servicios públicos".


Anadió: "El único interés que toco es el de los usuarios y consumidores La medicina prepaga tiene una característica similar y no puede aumentar sin explicarle al Estado el motivo. Estamos regulando un servicio que es muy importante. Se terminó el país de los ceos y gerentes que dejaban que las empresas hicieran lo que quisieran. No queremos parecernos a Venezuela, como dice la presidenta de algún partido opositor, sino a Noruega y Finlandia".


Fernández afirmó que firmó el DNU después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, le dijera que “6 mil chicos tenían que volver a estudiar a las escuelas porque la conectividad de internet les llegaba mal”. Según el presidente, que los alumnos porteños volvieran a las aulas por no tener acceso a Internet en sus hogares “me pareció una mala lectura de lo que debía hacerse” porque “son chicos que exponemos al contagio del virus”. La solución, sostuvo, es “llevar conectividad a esos chicos”. “Por ese motivo tomamos la decisión”, afirmó en declaraciones radiales.


Reforma judicial


En tanto, sobre la reforma judicial expresó que "algunos quieren mantener la corporación judicial" y acerca del agregado de Parrilli sobre los medios de comunicación en ese proyecto, dijo: "No cambia nada el sentido de la norma y es un agregado casi ocioso porque es casuístico".


El presidente señaló que durante los debates en comisión del Senado, se convocó “a un montón de personas” y que asistió “gente que piensa como el Gobierno y otros que piensan muy diferente, como (Daniel) Sabsay. Inclusive eliminaron toda una parte del proyecto, la unión del foro civil y comercial federal con el contencioso administrativo”, agregó.


Sobre la pandemia de coronavirus


Fernández advirtió que la pandemia de coronavirus no se ha superado. “Estamos trabajando con el gobierno de Jujuy (donde hubo un incremento de los casos), estamos pendientes de lo que pasa en Salta, La Rioja, Mendoza, aunque tiene camas suficientes para atender a la gente -enumeró-. El problema todavía sigue, debemos ser muy cuidadosos, muy atentos”.

En otro orden, Fernández lamentó que el expresidente Mauricio Macri dijera que estaba “orgulloso” de la marcha anticuarentena que se hizo el 17 de agosto y que fue convocada por integrantes de Juntos por el Cambio. “Cuando uno escucha esas cosas piensa ‘qué manera de mandar a la gente a contagiarse’. El (por Macri) pasó por Francia y después de su paso volvieron los rebrotes. ¿Eso no lo cuenta? ¿No lo vio? Es una gran irresponsabilidad. Para mí la política es cuidar a la gente, la salud, el trabajo”.


Mejoras en la actividad industrial


Respecto a la situación económica, el presidente afirmó que “es muy probable que la pobreza haya aumentado”, pero destacó la puesta en marcha de políticas estatales como el Plan contra el Hambre, medicamentos gratis para los jubilados y los ATP, así como la continuidad de las Asignaciones Universales por Hijo (AUH).

Tenemos indicios que dicen que la economía se está recuperando. Y si se recupera a este ritmo es posible que podamos resolver muchos problemas de pobreza y de trabajo. La actividad industrial está produciendo más hoy que el 19 de marzo -sostuvo Fernández-. Si revisamos los primeros cinco meses de la Argentina de 2020, en términos laborales, a la Argentina le fue mejor con el coronavirus que con el gobierno de Macri . Son los datos estadísticos”.


Sobre los dichos del expresidente de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, Fernández opinó que “era mejor cuando estaba callado”. Sanz participó de una conferencia por Zoom con la exministra de Seguridad y titular del Pro, Patricia Bullrich, y criticó las políticas del gobierno nacional. “¿Cuánto tiempo más demora esto en explotar?”, cuestionó el líder radical que en 2015 selló la alianza electoral con el macrismo. Fernández afirmó que Sanz “decidió dejar la política y dedicarse a los negocios. Que se dedique a los negocios”.

Según el presidente, el día que se termine la pandemia “millones de argentinos vamos a salir a la calle a celebrar que entre todos le ganamos al virus”, concluyó.

( https://www.pagina12.com.ar/287000-alberto-fernandez-estoy-defendiendo-los-intereses-de-los-arg )


Datos son Datos


El plan económico de Cambiemos causó más daño sobre los sueldos y en el mercado de trabajo formal que los efectos que está teniendo la pandemia. Así lo revela un informe del Ministerio de Trabajo que compara datos oficiales entre los meses más duros de la cuarentena y lo que sucedía en igual período del año pasado, cuando el programa neoliberal de Mauricio Macri sucumbía entre devaluaciones y acuerdos incumplidos con el FMI.


La situación actual es más grave porque las caídas de este año a causa de la covid-19 se producen tras dos años de un desbarranco vertiginoso con la gestión anterior. Sobre llovido mojado. Pero el dato más impactante es que sin coronavirus, solo como consecuencia del fracaso de los planes económicos de Alfonso Prat Gay, Federico Sturzenegger, Lucas Llach, Luis Caputo, Nicolás Dujovne y Guido Sandleris, los salarios y el empleo registrado sufrieron más entre enero y mayo de 2019 que en los mismos meses de 2020.


La presencia de varios de esos economistas en los medios de comunicación como si nada de lo que hicieron importara busca anular el aprendizaje que debería extraer la ciudadanía para no volver a caer en sus errados planes económicos.


El discurso dominante en los set de televisión sigue siendo el que ellos representan, el modelo financiero y agroexportador que tantos desastres provocó en la Argentina en los últimos cuarenta y cinco años. La derecha tiene como muletilla atribuir los males del país al peronismo, como si los golpes de Estado y los programas de ortodoxia y desregulación de Martínez de Hoz, Domingo Cavallo, Ricardo López Murphy y tantos otros no tuvieran nada que ver.


Los sueldos


Durante los primeros meses de la pandemia el salario real anotó una caída fuerte, del 4 por ciento. Sin embargo, la contracción resultó ser la mitad que la producida en 2019, del 8,3 por ciento.

En mayo de 2020, el poder adquisitivo del salario medio del empleo registrado del sector privado bajó un 4,0 por ciento. En cambio, en mayo de 2019 el salario medio real se contrajo un 8,3 por ciento”, señala el documento de la cartera laboral.


Hasta el momento la pandemia afectó en menor medida la dinámica del empleo asalariado registrado de lo que lo hizo el último período de gestión del gobierno anterior”, agrega. “Esta conclusión surge de la información procesada de los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), analizando la evolución de los salarios y el nivel de empleo formal privado durante 2019 y desde la irrupción del coronavirus hasta el mes de mayo”, completa.


Entre enero y mayo del año pasado la inflación acumulada fue del 19,2 por ciento, contra un alza del índice de salarios del 12,1 por ciento. En los mismos cinco meses de 2020, la inflación acumulada disminuyó hasta 11,1 por ciento, mientras que los sueldos medidos por el Indec evolucionaron con un alza del 7,1 por ciento. Como se observa, la diferencia entre precios y salarios en 2019 fue peor para los trabajadores de lo que aconteció este año en igual período.

El análisis del Ministerio de Trabajo con datos del SIPA para el salario medio real de los empleados registrados estira esa diferencia a una pérdida de 8,3 por ciento en cinco meses del año pasado contra otra del 4,0 por ciento en el mismo lapso de 2020.

El informe oficial aclara que la trayectoria del salario fue cada vez peor en 2019, en tanto que en 2020 había arrancado un proceso de recuperación que se interrumpió por la pandemia. “La tendencia de retroceso del salario presente en muchos de los meses de gestión del gobierno anterior se modificó en enero y febrero de este año, como resultado de la implementación de la suma fija remunerativa implementada por el decreto 14/20 y las revisiones salariales definidas en el marco de las paritarias sectoriales”, explica el trabajo elaborado por Diego Schleser, subsecretario de Planificación, Estudios y Estadísticas en la cartera que conduce Claudio Moroni.


Esa definición es importante como rumbo para la pospandemia, cuando será crucial recuperar masa salarial y poder adquisitivo para el crecimiento económico y, sobre todo, para mejorar los indicadores sociales, desde la pobreza a la desigualdad social.

La inflación este año es menor que la de 2019 a pesar de la pandemia, la emisión record y el fuerte aumento del déficit fiscal. El año pasado, con los planes económicos de déficit cero y emisión cero, acordados con el FMI, el IPC acumulaba hasta julio un alza del 25,1 por ciento. Ahora el índice escaló 15,8 por ciento.

Empleo

El parate económico que causó el coronavirus también resultó igual o menos grave en materia de ocupación que el estallido del plan de endeudamiento del gobierno de Cambiemos.

En cuanto al empleo, se advierte que la contracción actual en el marco de la pandemia es prácticamente la misma que en 2019”, dice el informe. “En los meses de marzo, abril y mayo se desvincularon del empleo asalariado formal privado 149 mil trabajadores. En tanto, en los mismos meses de 2019 se perdieron 152 mil empleos asalariados formales”, remarca.


Al ex presidente Macri, que llevó sus vacaciones permanentes a la Costa Azul, no se le exige desde la prensa dominante ninguna autocrítica por tanto descalabro. Esos comunicadores buscan instalar un debate sobre si ahora existe o no un plan económico, sin reparar que medidas como la prohibición de despidos, la doble indemnización y el ATP están resultando más efectivas para amortiguar la crisis laboral que las políticas de libre mercado que se aplicaban durante el gobierno de Cambiemos.


En 2019, sin condicionamientos globales para producir y comerciar, el empleo formal en la Argentina cayó 2,5 por ciento y creció alrededor de 2 por ciento en Estados Unidos, Canadá, Brasil y Chile. En cambio, durante la pandemia la Argentina es donde se verifica la menor caída del empleo registrado, también del 2,5 por ciento, pero Canadá pasó a perder 19,2 por ciento, Estados Unidos bajó 13,8 por ciento, Chile lo hizo un 12,2 por ciento y en Brasil se observa una retracción del 7,5 por ciento”, explica.


El plan económico de los globos financieros, en definitiva, trajo todo tipo de penurias a la Argentina, que se quedó afuera del mundo. En esta etapa, a pesar de la gravedad de la crisis mundial, se empieza a lograr la reinserción internacional, como se observó la semana anterior con el acuerdo por la deuda y esta semana con el anuncio de la producción local de la vacuna para el coronavirus. De los globos a las vacunas, más allá de los relatos.

( https://www.pagina12.com.ar/285217-macri-peor-que-la-pandemia-los-salarios-y-el-empleo-cayeron- )


El Poder Judicial ostenta el privilegio de ser el único de los tres poderes consagrados en el sistema republicano que ejerce sin la legitimidad de ser electo por el voto y con una deslegitimidad en aumento, merced a décadas de mal funcionamiento y vergonzoso accionar.


Gran revuelo en las redes y medios causaron las vacaciones del ex presidente Mauricio Macri con destino europeo, disfrazadas de actividad laboral por su cargo en la FIFA. Cercano al destino del ex presidente, con pocos días de diferencia, el rey emérito de España, Juan Carlos I de Borbón acosado por las causas que parecen prosperar por primera vez en la historia de España, se va de su país. Buscando evadir sus responsabilidades por las causas de corrupción y enriquecimiento, que amenazan con quedar en la nada, ya que el sistema judicial, heredado por el franquismo y los pactos de la Moncloa, prohíbe el juzgamiento del rey: artículo 56 de la Constitución Española, que dice que "la persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad". 

Salvando diferencias de modelo de estados, las dos personas tuvieron en diferentes grados responsabilidad y representación de sus respectivos estados, pero tienen en común, más de lo que se pueda apreciar en los modos y la trama corporativa que han garantizado su impunidad. Su majestad, porque desde el inicio de su reinado, los privilegios le fueron otorgados por la constitución de su país, mientras que el ex presidente argentino, goza de la protección de las principales corporaciones mediáticas y el sistema judicial.


El poder judicial de nuestro país ostenta el privilegio de ser el único de los tres poderes consagrados en el sistema republicano que ejerce su poder, sin la legitimidad de ser electo por el voto ciudadano y con una deslegitimidad en aumento merced a décadas de mal funcionamiento y vergonzoso accionar. Sus principales representantes han estado ligados a una asociación con los grupos de poder económico que tienen su campo de acción en el sistema de representación política, en base al lobby que ejercen, cuando de atacar a quienes ponen en peligro sus privilegios de clase y sus abultados ingresos económicos se trata.

Mientras el sistema de representación política ha resuelto, con sus muchos errores e imperfecta democracia, mediante el voto popular y con consenso social, las transformaciones que permitieron cambios en modelos de estados y paradigmas que al día de hoy siguen en discusión, el Poder judicial sigue con maneras de ejercicio arbitrarias y hasta feudales en muchos casos. 

La reforma de la Constitución Nacional de 1994 creó el Consejo de la Magistratura, que ha mutado en un organismo de dudosa eficacia en cuanto a las funciones encomendadas en el seguimiento, control y mejoramiento de los tribunales, en poco ha contribuido a mejorar un sistema judicial que demuestra en una gran parte de sus integrantes, un matrimonio incestuoso con parte de la política ligada a la derecha.


Los ejemplos van desde el cajoneo de expedientes que acumularon el extinto juez de la servilleta Bonadío, como así también varios de los grupos de fiscales y jueces, que en complicidad con los medios y representantes de Cambiemos han tejido una trama de espías, causas inventadas y persecución política hacia dirigentes sociales y políticos a los que aún, no les han podido demostrar una prueba que los incrimine. 

Estirando plazos para ganar tiempo, ya sabemos cuál será el desenlace. De mínima que se termine en sobreseimientos dentro de mucho tiempo y con juicios al estado que terminaremos pagando toda la sociedad. De máxima, viendo cómo se apaga la vida de muchos de los injustamente procesados por crímenes que sólo tuvieron lugar en las oscuras guaridas en las que se montaron las operaciones de lawfare… No olvidemos a Héctor Timmerman.


Hoy está demostrado que gran parte del Poder Judicial, está hecho de compartimentos estancos comprados o alquilados por los sectores de poder real de nuestro país y está totalmente divorciado desde hace mucho con la sociedad. Las causas iniciadas por los manejos de la AFI del macrismo, no es otra cosa que el ejercicio de la impunidad en su máximo esplendor. Así parece confirmarlo el fallo de casación de los camaristas Bruglia e Irurzun, que limita la investigación del teléfono de Mauricio Macri. Mire usted, uno designado por Macri de manera irregular y el otro integrante de la mesa judicial de Cambiemos.


La distinta vara se ha convertido en la principal doctrina de los tribunales, especialmente en los de Comodoro Py, donde haber sido funcionario o militante del peronismo, es motivo de cárcel inmediata y el debido proceso ha pasado a ser una letanía, como se rumoreaba con sorna entre la fauna tribunalicia, al juzgado de Bonadío lo llamaban ¨la embajada¨, porque allí no imperaba la ley argentina.


Los infamantes procesos a los que han sometido a la ex presidenta Cristina Fernández son prueba fehaciente de ello, por eso se entiende la negativa a transmitir los alegatos y declaraciones a las que es sometida, ya que dónde se ha permitido la transmisión, se ha convertido en un hecho político que desnuda toda la operatoria del lawfare, desmenuzado con conceptos claros y desarmando cada una de las acusaciones, impunemente carentes de cargas probatorias, que no amilana ni avergüenza a los miembros de ese tribunal, ausentes de conciencia de doctrina de derecho y menos de justicia.

Por ello es más claro cada día que el ex presidente, puede hacer y deshacer a su antojo, los ricos y poderosos no pagan crímenes, aunque las pruebas los incriminen. Después de todo, como antecedente, la corte con mayoría automática del menemismo anuló la condena por contrabando y, como corolario asumió la primera magistratura contando con 214 expedientes iniciados en el Poder Judicial, además, sigue sin dar cuenta de la estafa del Correo Argentino, los parques eólicos, las autopistas y siguen las causas… 

Por eso es saludable y esperanzador que se avance sobre la reforma del sistema judicial, aunque llegue tarde para millares de personas que esperaron que el Poder Judicial hiciera justicia. Ahí están familiares de los atentados de los ‘90, que siguen pidiendo lo justo y nada más… ahí están los encarcelados esperando que les muestren pruebas de los supuestos delitos que han cometido, a los que el silencio de los estrados le demuestran, que por tener ideas y llevarlas a la práctica, como poner un plato de comida, techo digno y laburo donde el estado nunca había llegado… es el peor de los delitos, sino miren a Milagro Sala.


El Poder judicial, tal como está, es atraso y negocio para un sector mínimo de los ricos de la argentina, al resto nos cuesta muy caro.

( http://vaconfirma.com.ar/?articulos_seccion_719/id_11827/los-ricos-y-los-borbones-no-necesitan-permiso- )


Ni en tiempos de pestes globales ni grandes catástrofes, los poderes dejan de ser ejercidos. Es que sabido es que un día sin alguna de sus manifestaciones, el pueblo y sus agrupaciones sin poder comenzarían a ejercer el suyo propio … Para ellos la vida y la salud es la economía porque sin poder para dominar el juego económico no podrían sostener sus privilegios de minorías.


El pueblo sufre y espera … ¿Hasta cuándo?

Daniel Roberto Távora Mac Cormack





Comentarios

Entradas populares de este blog