Domingo 23 de Agosto de 2020


En la tradición marxista, el concepto clave para la comprensión del desempleo ha sido el del ejército industrial de reserva, cuya emergencia se ha concebido principalmente como efecto de los intereses políticos de la clase capitalista para aumentar la explotación sobre la clase trabajadora. Sin embargo, el auge y persistencia del desempleo estructural global señala que el problema básico de la población trabajadora no es sólo la explotación, sino también y de un modo creciente el progresivo aumento de poblaciones superfluas directa o indirectamente para el capital. 

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La critica a la interpretación marxista clásica a partir de la reinterpretación del concepto de tiempo superfluo que Moishe Postone ( profesor universitario, filósofo y economista político canadiense. Fue profesor en el departamento de historia y de estudios judíos de la Universidad de Chicago) permite “actualizar” las relaciones capitalistas entre la producción y el trabajo, en estos tiempos neoliberales y en los desarrollos históricos que fueron determinando la evolución de las relaciones capitalistas en el proceso de universalización y globalización.


En cierto modo estamos entrando en una fase histórica en la que el proletariado está acercándose más al modelo romano, en el que el trabajo superfluo está siendo redefinido estructuralmente como población superflua. El precariado es un ejemplo; creo que las gigantescas poblaciones de chabolas (En España, vivienda humilde hecha con materiales de desecho o de mala calidad que carece de condiciones de habitabilidad; generalmente está situada en zonas suburbiales sin urbanizar.), en buena parte del mundo es otro ejemplo. Quizá un antropólogo que estudie a la gente que sobrevive a duras penas recogiendo basura en los vertederos de Rio pueda mostrarnos cómo esta gente se las arregla para subsistir, e incluso que tienen sus propios sistemas de significado. Pero creo que eso deja de lado la gran cuestión de la crisis de la sociedad del trabajo, para la cual no tenemos respuesta.”

( Moishe POSTONE; Silvia L.LÓPEZ, “Para una teoría crítica del presente: en conversación con Moishe Postone sobre las nuevas lecturas de Marx, la crisis y el antisemitismo”,Constelaciones: Revista de Teoría Crítica, 2012, no 4, pág. 389)


En la interpretación de Postone, la función principal del trabajo en el capitalismo no es crear riqueza, sino crear valor, pues tal como sostiene Marx, el trabajo “crea valor, pero no es valor” La fuerza de trabajo humana en estado líquido, o el trabajo humano, crea valor, pero no es valor. Se convierte en valor al solidificarse, al pasar a la forma objetiva.” Karl MARX,El capital. Libro primero. El proceso de producción del capital, op. cit., pág. 63. La distinción fundamental entre valor y riqueza, que no es exactamente lo mismo que valor de uso, se encuentra en Ibíd., págs. 52-7. El desconocimiento u omisión de esta distinción en buena parte del marxismo no puede ser explicado porque se encontró tardíamente en algún momento iluminado de Marx en un borrador perdido, en algún capítulo poco leído o en unos escritos de juventud: está en el primer capítulo de El Capital.


En la actualidad tales distinciones parecerían haber extinguido su sentido en tanto el financierismo otorga valor a lo intangible (Valor monetario y financiero que lo transforma en “objeto” en tanto ese algo que tiene representación como dinero, en el valor monetario y financiero que obtiene o le es adjudicado. Las ideas son dinero.)


La Actual industria digital y la revolución 4.0 está produciendo una formidable conversión de las formas de trabajo hacia formas de Servicio, mas que de producción que cada vez se dirige a procesos automáticos y mega-procesos digitalizados y globalizados por imperio de los avances tecnológícos y tecnocráticos ...


Los procesos devienen en “cadenas de valor” y cada proceso que pudiere identificarse dispara una serie de servicios adicionales o subsidiarios de estos que son los que están impulsando la reconversión en las formas de trabajo y empleo.


Si el valor –tiempo abstracto– no fuera la medida de la riqueza, cada aumento de productividad podría conllevar una menor necesidad global de trabajo. O, en otras palabras, si la función fundamental del trabajo fuera la de crear riqueza en general, el tiempo global de trabajo se podría reducir con los sucesivos desarrollos tecnológicos u organizacionales, como parecería lógico pensar. Sin embargo, a diferencia de otras sociedades, eso no es lo que ocurre en la sociedad moderna. Según Postone, el fundamento que explica teóricamente esa particularidad histórica es que la forma de la riqueza en el capitalismo es el valor, es decir, el tiempo de trabajo abstracto que es necesario para el capital independientemente del nivel de productividad de la riqueza material . ( “El mismo trabajo, pues, por más que cambie la fuerza productiva, rinde siempre la misma magnitud de valor en los mismos espacios de tiempo. Pero en el mismo espacio de tiempo suministra valores de uso [riqueza material] en diferentes cantidades: más, cuando aumenta la fuerza productiva, y menos cuando disminuye.” Ibíd., pág. 57)



Debido a esta peculiaridad determinante de la sociedad capitalista, en vez de reducir el tiempo de trabajo global sin reducir el acceso a la riqueza, las mejoras productivas tienden a producir trabajos socialmente superfluos y trabajadores superfluos, mientras que las mercancías cada vez son más abundantes y requieren menor tiempo de trabajo para su producción. Por tanto, en las condiciones del imperativo de la competitividad generalizada y en las tendencias históricas de largo plazo( Esta afirmación no implica un determinismo de lo que puede ocurrir en periodos históricos concretos o en realidades locales determinadas, ya que la historia del capitalismo demuestra la existencia de contingencias en múltiples niveles. No obstante, ello no es incompatible con el reconocimiento de una trayectoria histórica en el proceso de acumulación capitalista.), aumenta la productividad general por unidad de tiempo, y la necesidad de tiempo de trabajo disminuye para producir la misma riqueza que antes se producía en más tiempo. En consecuencia, el valor incorporado en cada unidad de producto es menor a medida que aumenta la capacidad del sistema para producir riqueza, de modo que a corto plazo es más fácil obtener beneficio con menos tiempo de traba-jo. Sin embargo, como los aumentos de la productividad no necesitan más absorción de tiempo de trabajo en términos absolutos, no se crea nuevo valor, ni por tanto plusvalor, ni por tanto beneficio. En definitiva, el trabajo se reproduce a sí mismo mientras que paradójicamente se hace cada vez más insignificante en términos de su importancia relativa para la producción de riqueza material.

ENTRE EL EJÉRCITO DE RESERVA Y EL TIEMPO SUPERFLUO: ACTUALIZACIONES PARA UNA INTERPRETACIÓN DEL DESEMPLEODESDE LA TEORÍA CRÍTICA DE MARX

ÁLVARO BRIALES - Universidad Complutense de Madrid

Constelaciones – Revista de Teoría Crítica N.º 8/9 (2016-2017)


(…) En relación a esta dinámica, precisamente, cuando Marx introduce su famoso concepto del ejército de reserva y su discusión sobre las tendencias generales a la polarización de la distribución del tiempo social entre masas de ocupados y desocupados. En sus palabras: “La condena de una parte de la clase obrera al ocio forzoso mediante el exceso de trabajo impuesto a la otra parte, y viceversa, se convierte en medio de enriquecimiento del capitalista singular y, a la vez, acelera la producción del ejército industrial de reserva en una escala acorde con el progreso de la acumulación social.” ( Karl MARX,El capital. Libro primero. El proceso de producción del capital,)


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 (…) Todos los días siguen teniendo 24 horas, y todas las personas disponen formalmente del mismo número de horas, pero sin embargo las normas temporales de la vida social se transforman constantemente, mientras que la unidad abstracta –una hora- se vuelve a reconstituir como una hora. Esta compresión no lineal del tiempo no se refleja en el aparente movimiento lineal de las horas, los días y los años. En nuestra interpretación, este es el motivo por el que el contenido de la sociedad está cambiando constantemente mientras que mantiene su forma capitalista. En este sentido, esta dinámica implica, por un lado, que en un mismo espacio, una hora del pasado es menos densa que una hora del futuro(“...el próximo año está más cerca de nosotros delo que lo estaba el próximo mes en una época más tranquila” Alvin TOFFLER, El "shock" del futuro. Barcelona: Plaza & Janés, 1972, pág. 326. “...no hay que decir que una hora (detrabajo) de un hombre equivalea una hora de otro hombre, si-no,más bien, que un hombre en una hora equivale a otro hombre en una hora. (”GeorgLUKÁCS, “La cosificación y la conciencia del proletariado”, en Historia y consciencia de clase. La Habana: Instituto del libro, 1970, pág. 116.) ; y por otro lado, en un mismo momento, la heterogeneidad social tiende estructuralmente a la homogeneidad temporal. Esta producción constante de homogeneidad implica relaciones mediadas por efectos fetichistas entre el tiempo percibido y el tiempo de las relaciones sociales ( Algunos ejemplos clásicos de estos efectos fetichistas son, por ejemplo: la apariencia del salario que se mantiene cuantitativamente igual pero no refleja el salario real; dos mercancías empíricamente idénticas pueden ser diferentes en valor si han sido producidas en momentos diferentes; la reproducción de la fuerza de trabajo cada vez requiere menos tiempo de trabajo, y así ocurre que se apropia de menos valor y está más explotada, aunque su capacidad de consumo aumente, como típicamente ocurrió en las décadas del capitalismo estatalmente regulado.)


El concepto de tiempo superfluo


Después del recorrido anterior, podemos ya introducir las ideas específicas sobre el tiempo superfluo. En Marx, según la interpretación de Postone al respecto, la idea es la siguiente:“La diferencia entre el tiempo total de trabajo determinado por el capital como socialmente necesario, por un lado; y la cantidad de trabajo que sería necesario, dado el desarrollo de las capacidades productivas socialmente generales, si la riqueza material fuera la forma social de riqueza, por el otro; es lo que Marx llama en los Grundrisse tiempo de trabajo ‘superfluo’” ( Moishe POSTONE,op. cit., pág. 478). Según la definición, el tiempo superfluo es aquel tiempo ahorrado por el aumento de la productividad que, en las condiciones del valor como forma social de la riqueza, produce trabajadores superfluos cuyo tiempo de vida tiende a ser tiempo superfluo para la sociedad. Si el valor no fuera la forma de la riqueza, el tiempo superfluo sería tiempo de trabajo ahorrado para la población en su conjunto, lo que disminuiría el tiempo de trabajo socialmente necesario. En condiciones capitalistas, el tiempo de trabajo socialmente necesario depende principalmente de la necesidad constante del capital de absorber trabajo. Por el contrario, en condiciones postcapitalistas, el tiempo de trabajo socialmente necesario dependería principalmente de las necesidades y capacidades heterogéneas de las personas. Analicemos ahora las tesis de Postone sobre la categoría del tiempo superfluo: “La categoría puede entenderse tanto cuantitativa como cualitativamente, en relación tanto a la duración del trabajo, como a la estructura de la producción y la propia existencia de gran parte del trabajo en la sociedad capitalista. Aplicado a la producción social en general, se trata de una nueva categoría histórica generada por la trayectoria de la producción capitalista.”( Moishe POSTONE,op. cit., pág. 478, 479)



La desocupación y el desempleo conceptualizado como “tiempo Superfluo” permite desmitificar las falacias neoliberales respecto a la vulgarmente llamada “Vagancia” de los desocupados, o la imposición de la idea de que “naturalmente” la persona humana busca optimizar sus esfuerzos … “menor esfuerzo posible para el mayor logro posible” , o ideas semejantes que intentan sostener, por un lado la validez de los nuevos medios de producción que expulsan trabajadores de las posibilidades de empleos productivos y su transformación en actividades “superfluas” (De servicios (en los procesos de las cadenas de valor) y tiempo al servicio de otros), que se precarizan o pierden la fuerza de los colectivos de trabajo bajo ordenes legales mas determinados por los contextos nacionales, quedando estos sometidos a dinámicas transnacionales y globales capaces de imponerse sobre los Estados, y sus políticas. Una especie de producción Capitalista “automatizada” que funciona en Piloto automático mientras que esos trabajos se reconvierten en servicios, en uso de esos tiempos superfluos generados por la automatización y las dinámicas de procesos en cadenas de valor que los generan.


En el debate sobre el desempleo y la tecnología, las hipótesis de que la tecnología no destruye empleo –sólo “lo transformaría”– ( Manuel CASTELLS, La era de la información, vol. 1.Alianza, Madrid, 1997, págs.307-21), se han visto parcialmente desacreditadas: por señalar sólo un estudio, recientemente se ha estimado que el 47% de los empleos estadounidenses están en la categoría de “alto riesgo” de desaparecer por su susceptibilidad de ser eliminados por los desarrollos tecnológicos( ,Carl BenediktFREYy Michael A. OSBORNE, The future of employment.How susceptible are jobs to computerisation, 2013. Documento de trabajo, University of Oxford. Disponible online.) en un periodo difícil de precisar estimado en una o dos décadas. Desde nuestra perspectiva, sin embargo, el argumento para la defensa o la crítica de la tecnología no radica en si ésta es la causa de la destrucción o la creación de empleo( Como vemos, con este marco conceptual, carece de sentido una lógica epistemológica simple basada en el contraste de hipótesis, del tipo “la tecnología destruye empleo en Japón.”), pues como hemos argumentado, el capitalismo destruye y crea empleo incesantemente -pero en desigual proporción y dentro de un movimiento no lineal, polarizado y conflictivo. En nuestra opinión, el debate no está tanto en si el nivel de desempleo tecnológico es un poco mayor o menor respecto a lo que predicen los estudios, sino el supuesto incuestionado del propio trabajo, de cuya defensa no dudan ni los argumentos de la ‘tecnolatría’ ni las críticas más reaccionarias contra la tecnología. Dadas las dificultades de criticar la ética del trabajo, la mayoría de argumentos deberán sostener la prioridad de la creación de empleo. El problema fundamental, sin embargo, no sería sólo que el desarrollo tecnológico haga superfluo el trabajo humano, sino que la tecnología esté socialmente determinada para reconstituir la necesidad sistémica de trabajar por trabajar, cuando las posibilidades que abre podrían potencialmente transformar el ahorro de tiempo de trabajo en un tiempo socialmente disponible.

(obra citada: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6223180.pdf )


En el mes de junio de 2020, el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 trabajadores del total de los aglomerados relevados,cayó un 0,1% en relación al mes anterior, continuando con la atenuación de la caída de los meses anteriores (-0,4% en mayo/20 y -0,6%en abril/20).Si bien en junio permanece la vigencia el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio(ASPO)declarado en el marco de la pandemia del COVID 19, en gran parte del país se pasó a una situación de “Distanciamiento social, preventivo y obligatorio (DISPO)” que permitió la recuperación de muchas actividades socio productivas.


Y, más allá de los avances y retrocesos que se van sucediendo en función de la circulación del virus, la flexibilización de las medidas de aislamiento en todo el territorio,permitió la reapertura de varias actividades además de las declaradas esenciales, que se evidencian en los datos de empleo. Al igual que los meses anteriores, la evolución de la crisis causada por la pandemia, impacta de forma directa en las decisiones empresarias de contratación de personal y se pone en evidencia de forma clara en el comportamiento de las tasas de incorporación y desvinculación de trabajadores. En efecto, en este mes, la tasa de incorporación de personal a las empresas (tasa de entrada) alcanzó al 0,7,valor que, si bien permanece entre los más bajos de la serie, casi duplica la tasa de incorporaciones registrada los dos meses anteriores(0,4 puntos porcentuales). Por su parte, la tasa de salida se mantuvo en el mismo nivel de mayo (0,8pp), siendo los registros más bajo de toda la serie ( Cabe destacar que el efecto de la pandemia sobre la economía provocó lareducción de las tasas de entrada y salidade personal de mayor envergadura que en todas las fases recesivas que atravesó la economía argentina en los últimos 20 años La EIL se releva desde el año 1995 en el aglomerado del Gran Buenos Airesy, en ese aglomerado tampoco se registran, a lo largo de toda la serie, tasas de entrada y salida tan bajas como las de los meses pasados.), Según el Informe Encuesta de Indicadores Laborales, producido por el ministerio de Trabajo, empleo y Seguridad Social de la Nación Argentina, en Agosto de este año referido a los datos de Junio del corriente.


El equipo económico definió en los últimos días los cambios a la asistencia estatal a las empresas para el pago de salarios, el conocido ATP. En septiembre, el programa se transformará y en su mayoría volcará recursos a las empresas en forma de créditos a tasas subsidiadas. Sólo las firmas que sigan con actividad cero o muestren una caída nominal de su facturación respecto de la del año pasado del 20% o más seguirán recibiendo los fondos en forma de subsidio.

Pero el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, adelantó la semana pasada que habrá una modificación en la implementación del ATP, por la cual si una empresa toma personal por encima de los niveles de dotación de marzo, podrá solicitar que el crédito se transforme en un subsidio.


"Quizás a partir del mes que viene planeamos la posibilidad de ofrecerles a las empresas en recuperación un crédito convertible en subsidio a metas de empleo", señaló Kulfas antes de la reunión de gabinete económico del jueves pasado.


En agosto, el ATP llegó a un total de 273.809 firmas. En forma de subsidio, alcanzó a 135.484 empresas, mientras que otras 75.400 aplicaron para los créditos subsidiados. En cantidad de trabajadores, el Estado cubrió el ingreso de 1.740.617 asalariados: 1.387.186 por salario complementario (subsidio) y otros 353.431 a partir de los préstamos.

( https://www.tiempoar.com.ar/nota/el-proximo-atp-tendra-un-mix-de-subsidios-y-creditos-atados-al-nuevo-empleo )


Con la tenacidad y paciencia del artesano, el equipo que dirige el ministro Martín Guzmán logra postergar para el año 2024 el pago de la amortización del capital tanto de la deuda externa en jurisdicción extranjera, 21 bonos por 66.137 millones de dólares y, por extensión por la cláusula RUFO (RUFO es la sigla de Rights Upon Future Offers. Se trata de una cláusula que se incluyó en los canjes de deuda de 2005 y 2010, a partir de la cual se prohíbe pagarle a los holdouts (que son los que no entran en el canje) más que los que sí lo hicieron.


Por extensión implica que a los bonistas con jurisdicción Argentina se le da las mismas condiciones que a los de jurisdicción extranjera.) , también extiende los vencimientos con los tenedores de títulos públicos de deuda con jurisdicción nacional que asciende a 41.715 millones de dólares que es ley. Por eso ahora el camino es reestructurar el acuerdo con el FMI en el mayor plazo posible, abonando aproximadamente 300 millones de dólares por trimestre como se viene haciendo y no pagar nada de capital hasta 2025.


Los capitales financieros se mueven por su propia cuenta (autónomos de los gobiernos, incluso del de Estados Unidos) y saben que la Argentina no está en condiciones de amortizar capital de la deuda.


La situación es similar a la de al menos otros 50 países y, los administradores de fondos no quieren lidiar con una cadena de default, porque los dueños de las divisas que ellos administran querrán retirar esos recursos, entonces van a tener que mal vender activos para poder cubrir dicho retiro y, ante el primer problema, se produce una fuga en estampida.Por lo tanto, el pago de los intereses de los 152.000 millones de dólares que es la masa crítica por la suma adeudada al FMI y a los bonistas (en jurisdicción local y extranjera), irrogará en total unos 11.200 millones de dólares desde septiembre de 2020 hasta diciembre 2024, suma que se debe pagar con la recaudación de impuestos y derechos de exportación (retenciones) ante un superávit comercial esperado de no menos de 15.990 millones de dólares para este año 2020 (repitiendo la cifra en que las exportaciones superaron a las importaciones en el año 2019) y en los años subsiguientes. Y decimos esto porque la Argentina que es sólo el 0,3% del PIB mundial, es el décimo exportador de alimentos y el tercero en soja, en un mundo que en mayor o menor medida tuvo que aislar a su población y garantizarle el sustento por una parte. Por otro lado, estructuralmente, gran porcentaje de la población rural de la República Popular China y los súper habitados países del este asiático ha migrado en los últimos años a las ciudades. A su vez han mecanizado e industrializado la producción sobre todo de carne aviar y porcina. El consecuente hacinamiento de los animales provoca la mutación de los virus y su contagio a las personas humanas. Para evitar el problema, van a importar sistemáticamente parte de las proteínas que consumen y la Argentina con sus actuales 37,5 millones de hectáreas cultivables y para cría de animales es un referente obligado a tener en cuenta.


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Ahora bien, si ese es el estado de situación y su posible evolución, el superávit comercial referido y los menores pagos de la deuda (básicamente intereses) hasta diciembre de 2024, implican que la oferta de divisas supera y superará a la demanda, por lo que deberían converger el tipo de cambio oficial de 77,77 pesos por dólar y el paralelo en cualquiera de sus formas (contado con liqui, dólar bolsa, informal, etc.). Sin embargo eso no está ocurriendo y la pregunta es por qué.


¿Por qué ocurre?


Hay varios factores que se conjugan.

  1. Entre quienes estuvieron comprando dólares, sobre todo los 100 grandes que adquirieron en menos de cuatro años de la gestión de Cambiemos 24.679 millones de dólares y los fugaron, están los mayores bancos privados (Galicia, Macro, Santander, Bilbao Vizcaya, City, HSBC, BNP Paribas, Patagonia, Supervielle), y

  2. En todas las investigaciones anteriores que realizaron distintas comisiones investigadoras del Congreso de la Nación había tres empresas  con sus principales socios y CEOs que encabezaban la fuga: los Arrieta-Blaquier del Ingenio Ledesma; los Magnetto, Aranda, Rendo, Herrera de Noble y Pagliaro del Grupo Clarín; y los Rocca, Betnazza y Zavaleta del Grupo Techint. Es más, son tan miserables los Rocca de Techint, que apenas comenzó la pandemia no dudaron en echar a 450 trabajadores, e insisten en hacer trabajar a los que quedaron en condiciones de inseguridad laboral por el Covid-19. Peor si cabe es el caso del Ingenio Ledesma, con seis mil trabajadores en Villa Libertador General San Martín en Jujuy: al 18 de agosto 2020 tenía 11 muertos y 306 infectados. Estos son los grandes fugadores y su única obsesión es que el salario que paga su empresa sea, medido en dólares, menor que el salario en Brasil.

  3. Por su parte, el grupo Clarín que tiene su mercado cautivo en la clase media que se subordina ideológicamente al gran capital, presiona al gobierno por ser el poseedor del 5 G que es la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil y, como el gobierno no se lo cede, tiene una prédica constante contra la administración nacional.


Pero siendo una parte importante de la burguesía argentina, no son todos los empresarios locales y como “negocios son negocios”, obviamente que el potencial que implica la demanda de alimentos posicionaría a los productores agro industriales que incluso se unieron y armaron su propia propuesta para los próximos años, generando con su actitud una fisura en la ex Mesa de Enlace, donde los sectores más reaccionarios de la Sociedad Rural Argentina quedan marginados, y lo mismo pasa en la Unión Industrial Argentina cuyo presidente y su familia política polarizan la prédica en que el futuro es nuestro.

El problema es que la economía complementaria es China, y si bien la Embajada no vio con buenos ojos que la Argentina no haya acompañado las decisiones del Grupo de Lima, no haya reconocido al gobierno golpista de Jeanine Añez en Bolivia, pero sí reconoce como gobierno legítimo al de Nicolás Maduro en Venezuela, el acrecentamiento comercial y de inversiones con el país asiático, a lo que se suma la renovación de los swaps chinos y sin quedar sujeto a revisión por el FMI, excede su nivel de tolerancia.


Los principales referentes de la convocatoria del 17 de agosto 2020 fueron los grandes medios de comunicación y figuras de segundo orden, todos ellos asiduos concurrentes a la Embajada y no solo los 4 de julio.


Por lo tanto el dólar refleja una puja mucho más gravitante que la oferta y la demanda, es una cuestión de qué país vamos a ser.

Si se elige el propuesto por la Embajada y en segundo término por los grupos encabezados por Ledesma, Techint y Clarín, la combinación de devaluación y suba de la tasa de interés producirá de hecho un aumento de los precios, y eso implicará menores ventas y menor consumo, profundizando la depresión económica y el padecimiento de nuestro pueblo, sin trabajo y el poco que se genera, mal remunerado.


Si se elige defender el mercado interno y la inserción internacional que le corresponde a la Argentina, el hostigamiento de los nombrados en el párrafo anterior va a ser permanente, que vamos camino a ser Venezuela y otras canalladas por el estilo van a ser su prédica diaria.

A Juan Domingo Perón le gustaba decir: “La economía nunca ha sido libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de este». A Perón y al peronismo también lo acusaban de todo para derrocarlo en 1955.


Por lo tanto un gobierno nacional y popular debe emprender un camino distinto que parta de fortalecer al Estado y eso se consigue con medidas firmes, cobrando impuestos y disciplinando (con pena y multa) la evasión, los sobreprecios, el desabastecimiento, etc.


Un Estado fortalecido puede estimular la exportación mediante la suba de ciertos reintegros y la baja de determinadas retenciones a economías regionales; reactivar las obras públicas con las provincias y los municipios, hay al respecto un interesante trabajo denominado “Iniciativas interprovinciales para el desarrollo” del Ministerio del Interior de la Nación que puede ser la guía a seguir; transformar los IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) en salarios de inserción social; y sobre todo aumentar los salarios para generar un creciente mercado interno, al principio por Decreto y luego con paritarias libres.


Un país con casi nueve millones de personas que reciben el IFE porque no tienen trabajo o si lo tienen es precarizado; donde el Estado abona prácticamente la mitad del salario de 2.040.000 empleados de 242.000 empresas en un universo de 7.595.704 trabajadores en 520.507 establecimientos; donde el salario bruto promedio es de $ 58.000 por mes y la Canasta Básica Total para una familia constituida por matrimonio y dos hijos en junio 2020 fue de $ 43.811; donde la industria reconoce una capacidad ociosa del 47% en promedio y, en la construcción es aún mayor el efecto; debe estimular la demanda a como dé lugar, primero aumentando los salarios por Decreto y segundo haciendo obra pública e incentivando la construcción y el comercio.

Lo decía Néstor Kirchner: “El PBI se conforma de consumo, inversión y comercio exterior. En los ’90, se probó la teoría del derrame y no funcionó. Ahora lo armamos como se arman los buenos equipos de fútbol: de abajo para arriba. Tenemos que lograr que los cuarenta millones de argentinos sean consumidores plenos. El crecimiento del consumo demanda una mayor inversión. Estos dos ítems, consumo e inversión, impulsan las exportaciones: el consumo te da mayor escala de producción y la inversión, mayor eficiencia. Ambos bajan los costos y permiten competir a nivel internacional. Así crecen consumo, inversión y exportaciones y la economía vuela”.


Cuando asumió el 25 de mayo de 2003 lo hizo con el 22,5% de los votos y la desocupación abierta de ese mes fue del 25%. Haciendo una política de decisiones claras y contundentes (lo primero que hizo por ejemplo fue remover a la corte menemista), con lo que no se pagó afuera de deuda aumentó los salarios y las jubilaciones y las pensiones (dio jubilaciones a los que tenían la edad y no los aportes), propició acuerdos comerciales con los países que nos compran y tenemos economías complementarias, acordó con China la venta de alimentos a cambio de inversiones públicas (represas, trenes, energía nuclear, etc.), se opuso al ALCA.


Kirchner afirmaba: “El crecimiento sostenido de China, India y demás países emergentes configura una nueva realidad internacional, de la que nuestro país debe saber sacar provecho, vendiendo cada vez más productos, primero alimentos y materias primas y luego acordar productos con mayor cantidad de mano de obra y tecnología nacional”.

Para ello se debe contar con soberanía fiscal (incluido el Programa Financiero), monetaria, cambiaria, fuerte intervención en resortes claves (energía y transporte), y con acuerdos comerciales, productivos y financieros en la región que permitan emplear tecnología propia”

Y durante sus cuatro años de gobierno crecimos a tasa del 9% anual.

En la Argentina tenemos que decidir nosotros, para ello se necesita concientizar a la población y tomar medidas ejemplificadoras, de otro modo, una parte de nuestro pueblo va a creer que el camino propuesto por Clarín es el que vale.


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Y la Embajada y su país tienen que respetar la soberanía de las otras naciones, quieran o no quieran, porque la dominación se basa en la sumisión del dominado, el solo hecho de levantar la frente y asumir el principio de la igualdad entre pares ha sido siempre el camino de la independencia y de la justicia.

( https://www.elcohetealaluna.com/primero-aumentar-los-salarios/ )


Mientras la producción, el consumo y el empleo dependan cada vez mas de las formas de globalización financiera, la posibilidad de articular políticas públicas de carácter Nacional que propongan otro orden mas justo de esfuerzos, repartos y jerarquías de los trabajos en un nuevo contrato social que premie a los esenciales y no a los especuladores financieros y los concentradores de Capital en sus formas financiarizadas, la posibilidad de que los Estados, puedan ejercer soberanía política, independencia económica, Justicia social, en un marco de democracia participativa seguirá fuertemente limitada por los actores que concentran para si las posibilidades en sus cuentas bancarias y Fondos de Inversión, lejos de las dinámicas de producción y trabajo que cada vez mas queda alejada de las grandes mayorías …


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Imagenes: Artistas Argentinos

(1) Antonio Berni

(2) Miguel Soria

(3) Bonome Rodrigo

(4) Benito Quinquela Martín




Comentarios

  1. muy Bueno, ahora, DIGO, MANDASELO A MASSA, A BELIZ, EN FIN A LOS EMPLEADOS DE LA EMBAJADA, Y TB A GALLUCIO , AGENTE DE LA CORONA , Ja, ja,ja

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