Martes 1 de setiembre de 2020

LAS OTRAS PANDEMIAS

I

Habiendo Recorrido ocho meses de este atípico 2020, uno de los graves problemas que se van sumando al de la crisis sanitaria y económica que sacude al planeta todo, es el cansancio. El abrupto cambio de muchos aspectos de la cotidianidad y de las formas de relacionarnos, producir y hacer lo que fuese que hiciésemos hasta antes de iniciado todo este desbarajuste, nos ha provocado, aún quienes fuimos o somos respetuosos del aislamiento y de las medidas de confinamientos como las únicas medidas que al momento dan la posibilidad de que el virus se esparza menos y de modo mas gradual se vayan produciendo los contagios permitiendo al sistema de salud responder adecuadamente a la creciente demanda, sentimos el agotamiento. ¡Quisieramos volver al ritmo que perdimos lo mas pronto posible! … Pero el virus, lejos esta de darnos tregua y respiro.



Es necesario que todes tomemos conciencia de la realidad. Vivimos en un sistema profundamente desigual e injusto (Que sea un problema que ha crecidos gradualmente o que haya existido desde siempre en la historia de la humanidad aunque haya adoptado diferentes formas, no por ello lo hace tolerable o justo). Un Sistema que no es resultado de la pandemia y que no podemos cambiar de un día para el otro y menos en estos días de la peste dónde los esfuerzos deben estar abocados a evitar el mayor número de contagios y muertes que nos sea posible con las posibilidades y los conocimientos que tenemos y la voluntad y fuerza que aún conservemos.


Cada quién debe pensar y hacer lo que cree mejor desde el lugar y con los recursos con que cuenta … siempre pensando y priorizando el bien de la comunidad y no el de uno propio, en tanto y en cuanto esta pandemia, no entiende de egos humanos y ataca por igual a ricos y pobres, inteligentes e ignorantes, anticuarentenas o respetuosos del aislamiento, políticos o apolíticos, libertarios o comunistas, rubios, morochos o teñidos de cualquier color, de la raza que sean o profesen la religión que profesen … en este sentido parece un llamado a que repensemos las desigualdades … no para que desaparezcan sino para que no sean consideradas razones válidas para generar relaciones de poder, injustas, dónde la libertad de algunos se construya sobre la dependencia, el hambre y las necesidades insatisfechas de muchos otros.


Para esto es fundamental escuchar a quienes desde el principio de la crisis se han puesto el asunto al hombro y la pelean a diario … Si durante la cruel dictadura que sufrió nuestro país durante los 70 transformó las instituciones armadas de nuestra patria en lo que son hoy … tan lejos de los agoreros de aquel pasado que la recuerdan con nostalgia … sin embargo, debemos escucharlos.


Si la pandemia nos ha puesto frente a los ojos las injusticias de sociedades que privilegia los trabajos superfluos, la avaricia y el egoísmo por encima de la cooperación, la solidaridad y el esfuerzo común, y nos muestra a diario donde están los trabajos esenciales y quienes son los que los “encarnan” … Trabajadores de la salud, recolectores de basura, prestadores de servicios básicos, investigadores y cientificos ...debemos escucharlos …


Mientras el personal médico y paramédico, especialmente les enfermeres de las salas de terapia intensiva están al borde del nocáut en casi todo el planeta y a riesgo de que me tomen el pelo por seguir publicando materiales provenientes del Ejército, me parece que este texto de los médicos del Hospital Militar de Río Gallegos (que desde 2015 atiende a la población civil con gran demanda) amerita que se lo difunda.


Los Médicos del Hospital Militar, a la población en general:


Queremos hacer un llamamiento cordial al sentido común de las personas que han tomado el desconfinamiento como si se hubiese terminado la pandemia y como si hubiésemos vuelto a la normalidad anterior al comienzo de esta crisis.


Infectarse con el coronavirus no es un resfriado común: hay fiebres altas, dolores de garganta y opresión en el pecho a tal punto que se siente como si se le fuera la vida y ahí llega lo peor; se necesita reanimación.

Se habla de ventilación, pero NO es una máscara de oxígeno puesta en boca y nariz mientras usted disfruta acostado pensando en su vida, no!

La ventilación invasiva para el COVID-19 es la intubación que se hace bajo anestesia general y que consiste en quedarse mínimo 2 a 3 semanas sin moverse, muchas veces boca abajo (decúbito prono) con un tubo en la boca hasta la tráquea, que le permite respirar al ritmo de la máquina a la que se está conectado.



Usted no puede hablar, ni comer, ni hacer nada de manera natural porque la molestia y el dolor que siente necesitan de la administración de sedantes y analgésicos para asegurar la tolerancia al tubo.

Durante el tiempo que el paciente necesite la máquina para respirar, estará en un coma inducido, esto es, un coma artificial.

En 20 días con este tratamiento, un paciente joven llega a tener una pérdida de masa muscular de un 40% y la posterior reeducación será de 6 a 12 meses, asociado a traumatismos severos de la boca o de las cuerdas vocales.

Es por esta razón que las personas ancianas o frágiles en su salud, no aguantan.

Si llegaron a leer este mensaje hasta aquí, le agradeceríamos que lo compartiera para que entre todos nos tomemos en serio esto, ahora que se está volviendo a salir. Sigan por favor las indicaciones y recuerden que es necesario que se lo tomen mucho más en serio.

Está pandemia termina cuando la vacuna este lista, distribuida y aplicada a toda o la mayor parte de la población, y se observé la disminución importante de contagios y muertes por COVID19, NO ANTES.

( https://pajarorojo.com.ar/?p=49858 )

II

La escritora Angela Pradelli, autora de títulos como "Amigas mías", "Turdera" y "La violenta respiración del mundo", decidió ponerle el cuerpo -literalmente- al coronavirus y se convirtió en una de las voluntarias que desde hace unos días prueban la primera vacuna contra el virus SARS-CoV-2, una experiencia que todavía no sabe si trasladará a la escritura porque, según dice a Télam, "todo esto es tan cruel que no puedo pensar este ensayo de la vacuna en relación a la literatura".

No lo meditó demasiado. Venía siguiendo las notas sobre las distintas vacunas contra el COVID 19 que estaban en desarrollo y cuando el 26 de julio supo a través de una nota que la Argentina estaba en los seis países elegidos para probar la fórmula del laboratorio estadounidense Pfizer y su par alemán BioNTech en conjunto con el infectólogo argentino Fernando Polack, la narradora se tomó apenas unas horas para analizar la decisión y sobre la noche de ese mismo día envió su postulación al correo que se indicaba al final del artículo.

"Tres o cuatro días después sonó mi celular, en la pantalla se iluminaba un logo con la leyenda 'Arg Vacuna Covid' -cuenta Pradelli en diálogo con Télam-. Ahí Marta se presentó como integrante del programa y me dijo que había quedado seleccionada como voluntarie para probar la vacuna y que, si yo finalmente aceptaba ser parte, ella me acompañaría virtualmente durante todo el ensayo respondiendo mis preguntas, coordinando citas médicas, horarios, viajes, etc".

Marta es una de las 700 personas asignadas para asistir a los voluntarios durante los 26 meses que durará la prueba: es la "reclutadora", una denominación que despierta guiños cómplices entre ambas. "Yo le hago chistes con semejante denominación y aunque sé que es una cuestión de la traducción, le insisto en que tendrían que incorporar una escritora en el programa. Nos reímos juntas -relata la escritora-. Marta es una persona muy amable y delicada, muy contenedora también. Está disponible durante todo el día, de lunes a lunes. A cualquier hora".



"Me acuesto bastante tarde, especialmente ahora que estoy escribiendo tres libros en paralelo, así que si a último momento hay algún cambio (de horario, de remises) Marta sabe que puede comunicármelo sin problema porque estoy escribiendo hasta la madrugada", acota.

Escritora, profesora de Letras y merecedora de distintos galardones como el Premio Clarín de Novela y el People´s Literature Press -que le otorgó en 2018 la Asociación de Escritores Chinos en Shangai- Pradelli tiene un perfil ligado a las experiencias colectivas, ya sea desde sus múltiples ficciones que exploran las secuelas de la última dictadura cívico militar como desde las crónicas que integran "En mi nombre. Historias de identidades restituidas" (2014) o "Por qué llora esa mujer", un texto colaborativo que recoge testimonios sobre las violencias a las que son sometidas las mujeres y que surgió de una convocatoria nacida en Facebook en 2016.

A diferencia de esos registros de lo colectivo en los que la autora de "El sol detrás del limonero" dio cuenta a través de la escritura de experiencias próximas pero no autobiográficas, su postulación como voluntaria para la primera vacuna que se está probando en la Argentina abrió un horizonte impensado: colocarse a sí misma como centro de una experiencia que implica poner todo el cuerpo, contribuir a uno de los desarrollos que en simultáneo intentan ponerle un freno a la despiadada secuencia de muertos y contagios que sigue provocando el COVID-19 a escala global.

"Leí en las redes que nos anotamos 15000 personas para participar en el ensayo de la vacuna, creo entonces que tuve mucha suerte en ser aceptada, estoy muy contenta de ser parte, y ojalá la vacuna funcione bien, esta y todas las que ya están en la tercera fase", asegura.

El experimento arrancó para Pradelli el pasado jueves con su primera cita en el Hospital Militar, el territorio de operaciones donde tiene lugar esta prueba que involucra a 5000 voluntarios argentinos y 30000 a nivel mundial: "Vino el remis a buscarme puntualmente. El chofer era un muchacho joven que hace varios viajes al día llevando voluntaries, así que, aunque él nunca pasó la puerta del hospital, sabe bastante acerca del programa, tiene mucha información que le fueron contando les voluntaries en el viaje de regreso. Fuimos conversando durante todo el camino y me fue adelantando varias cosas de esa primera cita", evoca.

Acaso por la ansiedad lógica de lo que iba a acontecer en el hospital, la llegada al hospital comenzó con un pequeño contratiempo, cuando detectó que había olvidado su billetera en el auto que acababa de irse. "'Yo me ocupo', me dijo una de las muchachas de la entrada. Comencé la primera etapa, me reuní con la médica que tenía asignada y leímos juntas el documento en el cual se acepta ingresar el programa. Es difícil leer en voz alta con el barbijo, cada tanto hacíamos algún breve corte para armonizar la respiración. En uno de esos cortes me llamó el dueño de la remisería para decirme que efectivamente la billetera había quedado en el asiento de atrás y que el auto ya estaba volviendo al hospital. Firmé el contrato, me despedí de la doctora y comencé con los estudios y chequeos", cuenta.

"Ya me habían sacado sangre cuando la muchacha de la recepción vino a mi encuentro con la billetera envuelta en una bolsita", dice Pradelli y detalla con entusiasmo la sincronía entre los aspectos sanitarios y afectivos que confluyen armoniosamente en esta fase 3 de experimentación de la vacuna: "Todos son muy amables y todo funciona muy bien en cada sector, los equipos están tan coordinados que ni te das cuenta cuándo empieza uno y termina el otro. Y no sólo estoy hablando de eficacia, también de amorosidad y respeto", destaca.

Unas tres horas después de su llegada, y con la pequeña desilusión de saber que no iba a ver al infectólogo Polack recorriendo los pasillos ("esa mañana los diarios dieron la noticia de que se había contagiado de covid por segunda vez, así que no lo vimos"), llegó el momento crucial donde sería inyectada con un preparado cuyo contenido desconoce, ya que por método aleatorio la mitad recibirá la vacuna y la otra mitad, solución fisiológica.

"Cuando llegó la enfermera y apoyó la bandeja sobre la mesa próxima a mí, miré los tubos (unos contenían vacunas, otros, placebos), cerré los ojos e imploré en secreto que me tocara la vacuna. Yo sé que los 5000 cumplimos una función igualmente importante dentro del programa, que todes seremos evaluados según nuestros registros, pero por alguna razón que no puedo explicar bien, me siento más adentro del programa con la vacuna. Un pensamiento mágico, pensarán, podría ser", confiesa.

La autora de "El lugar del padre" fue una de las últimas en salir del hospital. "Caminé por los pasillos, a esa hora ya silenciosos, con dos enfermeras que terminaban su trabajo, les pregunté sobre sus horas de trabajo. En la vereda me encontré con dos o tres voluntaries más que esperaban también sus remises. La cabeza blanca de una de ellas iluminaba la oscuridad de la noche fría. Ella me miró, levantó sus cejas como preguntándome algo. 'No sé, le dije, pero tengo la intuición de que me tocó vacuna'. Ella levantó su pulgar. 'Qué bueno, creo que a mí también', dijo y se subió a su auto", rememora.

 



"Esa noche no escribí, creo que de alguna manera quise quedarme un poco más en ese universo del programa, en todo lo que había vivido, sólo ahí, en esa trama que les científiques están desarrollando, tratando de que sea grande para sostenernos a todos, fuerte para que nadie más se caiga por los agujeros que nos está abriendo la muerte cada día", agrega.

Durante los próximos 26 meses, Pradelli y el resto de los voluntarios tendrán que asistir a controles periódicos pero además deben registrar la temperatura y cualquier síntoma que aparezca. Y una vez por semana, volcar los datos en una aplicación.


El diario se ha transformado en el registro elegido para retratar la excepcionalidad de estos tiempos tramados por la pandemia ¿Imagina la escritora este formato para dar cuenta de la experiencia o más bien será la crónica o la ficción el modo en que se alojará en su escritura? "No sé si más adelante esta experiencia aparecerá en algún texto, no estoy segura, todo es tan grave que no pienso este momento tan cruel ni este ensayo en relación a la literatura", confiesa.

"Ahora la preocupación está en que esta pesadilla termine y salir adelante lo antes posible. Pienso mucho en los que partieron, en toda la gente que trabaja en los hospitales, que se juegan la vida en cada minuto, que sale a trabajar por la mañana sin saber si podrá volver a ver a su familia", dice Pradelli.

"Me encantaría ser optimista y pensar que las sociedades van a transformarse, que vamos a mejorar a partir de la pandemia, me gustaría verlo así pero me cuesta eso. Conozco mucha gente que está haciendo esfuerzos enormes para ayudar a otres, pero ya era buena gente antes, solidaria. Conozco muchas personas generosas que lo son más aun en este escenario atroz de la pandemia. ¿Se replegará el egoísmo y la miserabilidad a partir del covid-19? Cómo saberlo, no? Algunos gestos y discursos sociales no parecen promisorios en ese sentido", concluye.
 

( https://www.telam.com.ar/notas/202008/508827-angela-pradelli-voluntaria-vacuna-covid.html )


III

Una parte de la militancia nacional popular está atrapada por la narración de los medios monopólicos, mientras el conjunto del pueblo reflexiona según la realidad que vive. Enmienda Parrilli. Medios públicos. Medios populares. Y la intransferible responsabilidad individual.

(Gabriel Fernandez en una editorial de audio de Radio Gráfica)

( https://youtu.be/oqFFUFISmkc )

Y en esto de escucharnos

Recogiendo el guante lanzado por Luis D´Elía

DENTRE. Aunque en el seno de este artículo se incluya la información, es honrado advertir que pretendo ahondar un debate destinado a comprender sentido y proyección de la misma. Esto es así porque me interesa tomar muy en cuenta las posibilidades concretas de las advertencias, por encima de los antecedentes de los protagonistas. El decurso de un sector sirve para configurar su interés, su personalidad y su comportamiento, pero no necesariamente para prever su accionar, pues el mismo suele estar ligado a la necesidad y el potencial acumulado en el presente.

Como ejemplo: sobre el comienzo de la pandemia descarté, por falta de evidencias, las versiones acerca de “esto es una guerra bacteriológica, seguro que fueron los Estados Unidos o algún poder interno de ese país”. Cuando señalé que no me constaba, que nadie aportaba pruebas contundentes y que además entre los damnificados estaba la misma potencia del Norte, se me respondió con antecedentes: “pero si son capaces de cualquier cosa, porque hicieron esto, aquello y lo de más allá. Todos crímenes contra la humanidad”.


 Insistente, repliqué que eso es lo que hicieron pero para aseverar tal cosa en tiempo presente resulta preciso contar con elementos sólidos que corroboren su responsabilidad. No es posible efectuar una acusación en el aire, sin siquiera lograr explicar a quién beneficia y a quién perjudica semejante movida contra la salud pública. Hago esta precisión como ejemplo del razonamiento que intento llevar adelante frente a las distintas situaciones. Fin del dentre. Vamos al tema.

LA DENUNCIA DE LUIS. El secretario general de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) y presidente del partido Miles, Luis D´Elía, denunció que «en la Argentina un golpe de Estado está en marcha contra (el presidente Alberto) Fernández y (la vicepresidenta) Cristina Fernández de Kirchner» y que ese accionar político desestabilizador «está motorizado por poderosos empresarios de los medios de prensa» quienes «no aceptan una reforma judicial en la Argentina».

Mauricio «Macri y Magnetto, Magnetto y Macri, Clarín y Cambiemos, Cambiemos y Clarín, seguramente con el guiño de Edward Prado, el embajador de Estados Unidos (EEUU) en la Argentina, han dado comienzo a un proceso de demolición política al que yo le llamo golpe blando o golpe de nuevo cuño, contra Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner», afirmó D´Elía en declaraciones a Prensa Mac.

«Esos sectores opositores políticos y de los empresarios del poder mediático buscan que Alberto (Fernández) tenga el mismo final que De La Rúa en el año 2001, quieren ese final», remarcó el dirigente social.

Para el titular de la FTV «hoy hay claros síntomas, muy claros síntomas de ese intento de golpe, debido a la resistencia frontal del Poder Judicial argentino -que es el principal ejecutor del Lawfare en la Argentina-, y son esos factores de poder en la Argentina que se niegan a modificar esta situación política y proponen una feroz resistencia a la reforma judicial en marcha». Hasta aquí, la denuncia de Luis.


PENSAR PARA ACCIONAR.


Las características antinacionales y antipopulares de los personajes y sectores mencionados es ostensible y están ratificadas por la historia. Su operatoria presente en esa dirección es clara y jamás se me ocurriría poner en tela de juicio la argamasa con la cual se los caracteriza en la denuncia. El tema es otro, pues del conocimiento de los planes enemigos surge también el diseño de la tarea propia: ¿Están en condiciones de concretar un golpe en cualquiera de sus variantes? Y ¿conviene a sus intereses presentes llevar adelante esa acción?

Creo que además de enunciar los rasgos conocidos, es preciso reflexionar sobre esos dos interrogantes pues las inferencias no son un factor determinante para elaborar un cuadro de situación. Veamos. Aunque tienen un enorme poder económico, los denunciados no poseen respaldo en la población –sólo movilizan franjas radicalizadas minoritarias con bajísima aceptación del conjunto-, ni de las organizaciones de la economía real argentina ligadas al mercado interno; tampoco cuentan con un aval de las Fuerzas Armadas ni tienen influencia en el interior de las mismas.

En la misma línea, la complejidad de la sociedad argentina ha evitado que los Estados Unidos la manejen en modo bananero. Aun en los momentos de mayor dependencia estructural, para descerrajar un golpe no basta con una orden externa sino que resulta imprescindible una acumulación de poder interno de la oligarquía y, entonces sí, el respaldo imperial a modo de cobertura general. La Argentina no es Haiti, pero –y con absoluto respeto por lo logrado en ese país durante el tramo previo- tampoco es Bolivia. La densidad institucional nacional, la potencia de las organizaciones sindicales y los movimientos sociales entre otros factores, permite comprender que sin el concurso de una arrasadora fuerza coordinada con las FF.AA. resulta muy difícil avasallar la Nación.

A De la Rúa lo disparó hacia el helicóptero el pueblo movilizado en las calles. A él y a su ministro Domingo Cavallo. Que haya existido aquiescencia por parte del Justicialismo Bonaerense para esa reacción sólo contribuye a demostrar que el olfato y el sentido de la oportunidad de la estructura partidaria se acomodó a una situación irreversible. A decir verdad, tras diez años de ajuste y entrega, las fuerzas económicas y sociales internas del país resolvieron quebrar el liberalismo y abrir el juego hacia una nación productiva, cosa que con todas las falencias y dificultades, se comprobó en la década posterior. Es decir, contra lo que parece sugerir el querido Luis, el 2001 no fue un golpe blando promovido por Eduardo Alberto Duhalde, sino una digna y firme acción masiva de un pueblo harto de restricciones.

PRESIONES O GOLPES. El intento de los sectores imputados por generar un clima adverso al gobierno es evidente y comparto esa observación. ¿La idea es condicionar o voltear? En realidad la tensión permanente de los poderes rentísticos concentrados –productores exportadores, bancos, firmas públicas privatizadas, empresas afines al macrismo- canalizados a través de los medios que son parte del mismo entramado, es un clásico de la vida nacional que tiene distintos objetivos según el período y la relación de fuerzas. ¿Es intención –asentada en potencia real- de Héctor Magnetto y su compañía hacerse del control estatal pleno al punto de destituir al gobierno constitucional e imponer alguno de su confianza?

Si es así podemos preguntarnos la razón por la cual ningún representante institucional dice algo al respecto. Lo que es más, extendemos la pregunta hacia el específico y direccionado buen trato oficial sobre las franjas empresariales mencionadas. Es viable suponer que el estilo de Alberto Fernández se asienta en el diálogo y la moderación, pero ¿Cristina Fernández de Kirchner cuenta con esa información y ha resuelto no denunciar semejante intento de quiebre político? ¿Ningún gobernador afín a alguno de los dos jefes del Estado tiene nada para señalar, nada para advertir? ¿Ningún medio público va a deslizar siquiera la inquietud?

De registrarse una ofensiva golpista como la denunciada por el compañero, sería adecuado dejar de debatir asuntos menores y enfilar todo el potencial del movimiento nacional y popular en sentido amplio para combatir el intento. A menos que los mismos dirigentes electos en 2019 se encuentren resignados a aceptar el curso de los acontecimientos. Frente a ese panorama eventual, percibo otra realidad, más cercana a la pulseada, al tire y afloje, al avanzar y frenar para luego seguir, que un despliegue decidido hacia el desplazamiento de las autoridades.

Estas reflexiones se basan en el respeto que tengo por D´Elía. En vez de dejar pasar su advertencia sin brindarle trascendencia, pienso que vale considerarla y nutrirla de datos concretos. En realidad desconozco los planes puntuales del poder concentrado en nuestro país. Comprendo su decisión de imponer una transferencia de recursos persistente y de damnificar las posibilidades de crecimiento nacional asentadas en la industria. Para eso necesita debilitar al movimiento obrero, doblegar al espacio social, aplanar el mercado interno. Eso ha hecho y eso pugna por concretar. Se trata de una batalla económico social cultural que se observa al interior de la mayor parte de las naciones.

BOOMERANG. Pero su plasmación práctica en un golpe, blando, duro o lo que fuere, es un asunto distinto por su gradación. Si está en marcha, es preciso que el gobierno lo advierta para entender qué hacer. De no ser así, agitar esa posibilidad de interrupción institucional sin fundamento, puede contribuir a debilitar el mismo poder del Estado que se plantea defender.

Queda abierta la polémica; sólo requiero sinceridad y la mayor dosis de información posible.

( http://laseñalmedios.com.ar/2020/08/23/golpe/ )

IV

Latinoamérica, epicentro actual de la crisis sanitaria mundial, sigue siendo una presa deseada para los inversores extranjeros. En los últimos meses, en plena época de estragos pandémicos, cinco países del continente sufrieron severas amenazas de las multinacionales. Estas se apoyan en el régimen mundial vigente que protege las inversiones extranjeras por sobre los intereses nacionales. Otras naciones arriesgan futuras presiones y demandas en tribunales de arbitraje.

El blanco: Perú, México, Argentina, Bolivia y Guatemala. Las armas:  amenazas o demandas ante tribunales internacionales de arbitraje ante medidas tomadas durante la pandemia. O bien, simplemente, oídos sordos ante la solicitud de los Estados de posponer arbitrajes en curso. El objetivo: evitar a las transnacionales cualquier posible pérdida de ganancias a causa de la crisis actual. Síntesis del Estudio de 20 páginas “Haciendo malabares. América Latina entre la crisis de la pandemia y el arbitraje de inversiones” ( https://longreads.tni.org/es/isds-covid19-alc )  que acaba de publicar el TNI (Transnational Institute), centro de investigación e incidencia política con sede en Ámsterdam, Holanda.


 

América Latina y el Caribe pagan el precio de haber firmado, en las últimas décadas, 470 tratados de comercio y protección de inversiones. De los cuales se han originado 282 demandas -en todo caso conocidas públicamente- de inversores extranjeros contra Estados, resueltas en tribunales de arbitraje internacional.  La gran mayoría de las sentencias favorecieron a las empresas trasnacionales con un costo de 31.000 millones de dólares estadounidenses, cifra astronómica que los Estados debieron desembolsar. Más inabordable aún, el monto que reclaman los inversores en las demandas pendientes cuyas cifras se conocen y que ascienden a 40.000 millones de dólares.

Los tratados de protección de inversiones ya no se consideran remedios de último recurso, sino herramientas importantes en el arsenal de los inversores”, señala un documento de la Oficina inglesa de Abogados Simmons and Simmons citado por las investigadoras Cecilia Olivet y Bettina Müller, autoras del estudio del TNI.

La guerra de los peajes


Perú fue la primera nación en el mundo en recibir amenazas por medidas tomadas durante la pandemia. En abril del 2020, el Congreso aprobó una Ley que suspendía el cobro de peajes durante la emergencia para facilitar la circulación de personas y mercancías. Varias concesionarias que administran el pago del uso de rutas anticiparon la intención de llevar la medida a un arbitraje internacional. La presión surtió efecto. El ejecutivo trasandino abrió en junio un proceso de inconstitucionalidad de dicha ley ante el temor certero frente a las sanciones que podrían producir las denuncias si se presentaran ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), organismo del Banco Mundial.

Debilitar el control soberano de la energía

Las amenazas contra México se dieron a partir de decisiones que su gobierno tomó en el terreno energético como consecuencia de la pandemia. Suspendió, para asegurar ahorros y controlar el mercado energético nacional, la entrada en operación de plantas de energía renovables, ligadas a multinacionales energéticas europeas que cuentan contratos leoninos. Entre estas empresas, las españolas Iberdrola, Naturgy o Acciona, la italiana Enel y la francesa Engie.

Tal como lo confirma el Estudio del Transnational Institute, algunas de las empresas españolas *afectadas* ya comenzaron a preparar demandas de arbitraje contra  México. Así mismo, empresas canadienses, insinuaron que las medidas del gobierno azteca podrían violar el TLCAN 2.0.  Bufetes de abogados especializados -como DLA Piper o Crowell & Moring- ofrecieron sus servicios a las empresas “perjudicadas”.

La deuda eterna

Argentina las últimas amenazas le cayeron por su deuda externa. El Centro de investigación holandés recuerda que el 22 de mayo, en medio de la pandemia, el país sudamericano no pudo pagar parte de su deuda pública con un grupo de bonistas internacionales, entre ellos BlackRock -la empresa estadounidense de gestión de inversiones más grande del mundo. Esto se produjo en medio de la negociación de toda su deuda externa heredada del Gobierno anterior y que asciende, según cifras del TNI, a 66 mil millones de dólares.

El Transnational Institute lanza la hipótesis que las presiones de diferente tipo, entre ellas de parte del Bufete de Abogados White & Case – que asesora a los tenedores de bonos argentinos liderados por BlackRock- pudo haber tenido un impacto en el precio final de negociación. El 17 de junio dicho Bufete había publicado un comunicado donde expresaba que “nuestro Grupo está considerando todos los derechos y recursos legales disponibles”. Entre las posibilidades de recursos legales está la de iniciar una demanda de arbitraje de inversiones. 

Como recuerda el TNI, “White & Case no es un estudio jurídico más”. Forma parte de la élite de grupos especializados en arbitraje de inversiones, habiendo participado en por lo menos 73 casos inversor-Estado llevados adelante en el CIADI.

Pero aún más relevante, enfatiza el centro de estudios, es el hecho que White & Case fue el bufete que representó a 60.000 tenedores de bonos italianos que demandaron a la Argentina (el caso Abaclat) en 2007 al no aceptar la reestructuración de la deuda después de la crisis del 2001. Esta oficina legal aseguró en 2016 un pago de 1.350 millones de dólares para esos 60.000 bonistas.

Ninguna tregua


A pesar del pedido expreso de Bolivia para que se suspendan, dadas las consecuencias de la pandemia en su debilitada economía, las demandas de empresas privadas en tribunales arbitrales, la negativa fue la única respuesta.

Según José María Cabrera, actual Procurador General del país andino, los cuatro juicios de arbitraje internacional representan más de 3 mil millones de dólares. Se solicitó una suspensión en dos de ellos en el sector minero. Uno, con la multinacional suiza Glencore y el otro con el inversor estadounidense Julio Miguel Orlandini Agreda. Las dos solicitudes fueron denegadas por el ente arbitral.

Guatemala,

que argumentó el estado de calamidad nacional producto del COVID-19, solicitó la suspensión de un laudo arbitral favorable a la empresa estadounidense TECO, representada por los abogados White & Case, de un valor de 21 millones de dólares. Integrando los intereses, la suma que debe pagar el país centroamericano es del orden de 36,5 millones de dólares. Para Guatemala, entre los países más empobrecidos del continente y con un sistema hospitalario ya colapsado, ese monto le representaría la posibilidad de instalar 108.000 camas extras para pacientes afectados por el coronavirus. O aumentar en un cuarto el presupuesto especial destinado para hacer frente a la pandemia. Un juez del Distrito de Columbia, Estados Unidos, rechazó tal solicitud.

Futuro aún más preocupante

Los cinco países mencionados en la investigación del TNI no son más que ejemplos. La tendencia se perfila más peligrosa y global. Muchos grupos de abogados al servicio de las transnacionales vienen especulando desde el inicio mismo de la pandemia, con nuevas demandas.

El bufete Ropes & Gray, por ejemplo. opina que "para las empresas con inversiones extranjeras, los acuerdos de inversión podrían ser un instrumento poderoso para recuperar o prevenir las pérdidas resultantes de las medidas gubernamentales relacionadas con el COVID-19".

En decenas de comunicaciones a sus clientes corporativos, los abogados de las empresas identifican medidas tomadas por los gobiernos que podrían originar demandas invocando las amplias protecciones que establecen los acuerdos de inversiones vigentes. 

Por ejemplo, Colombia, Honduras, Paraguay y Argentina han tomado medidas durante la crisis que proveen apoyo directo a los usuarios de agua, tales como suspender la desconexión del servicio por falta de pago. El grupo notarial Hogan Lovells advirtió que esas medidas “podrían alentar a los inversores extranjeros a recurrir a las protecciones que figuran en los tratados de inversión”.


 

Por su parte, Chile y Ecuador han facilitado la emisión de licencias obligatorias que buscan evitar que las patentes sobre medicamentos y equipos puedan ser monopolizados por una empresa. Sin embargo, los abogados de arbitraje en materia de inversiones consideran que las medidas de los “gobiernos (...) de obligar a los fabricantes a que vendan medicamentos a precios muy reducidos o de quedarse con la propiedad intelectual o difundirla a terceros sin permiso” constituyen una expropiación y podrían dar lugar a demandas en virtud de tratados de inversión, explica el Informe del Transnational Institute.

El futuro está abierto y el punto de ruptura no lejos. Muchas empresas jurídicas ven en la situación de pandemia -como contraofensiva contra medidas sociales tomadas por los gobiernos- la posibilidad de salvar los platos rotos y recuperar inversiones para sus defendidos y ganancias para ellos mismos con el mecanismo de las demandas arbitrales.

También es cierto, que la “voracidad” de las transnacionales y sus asesores jurídicos en época de crisis sanitaria está llegando a un extremo tal que podría poner en cuestión, de cara al futuro, la aceptación de los Estados de esos mecanismos perversos en los acuerdos internacionales.  Si gobiernos-Estados confrontaran esas presiones estarían escuchando a importantes actores de la sociedad civil internacional que impulsan el desconocimiento del arbitraje y la anulación de estos mecanismos coercitivos en el futuro.

( https://ecupres.com/2020/09/01/ni-la-pandemia-le-da-respiro-a-america-latina/ )

V

No ha habido otro momento de estas características en la historia de la Humanidad. Así lo asegura el prestigioso intelectual y activista estadounidense Noam Chomsky, quien dijo que la pandemia del coronavirus ha hecho de estos tiempos los más oscuros de los que se tenga memoria. Chomsky explicó que el presente representa un "punto de confluencia de distintas crisis muy graves", entre las que se incluyen una amenaza de guerra nuclear, cambio climático, la pandemia del coronavirus, una gran depresión económica y una contraofensiva racista que tiene como epicentro a los Estados Unidos.

Este es un momento único en la historia de la humanidad, no solo en mi vida. Nunca ha habido un momento en el que haya surgido tal confluencia de crisis y las decisiones al respecto que deban tomarse muy pronto, no se pueden retrasar", afirmó el pensador que tal vez sea el lingüista vivo más importante del mundo.

Chomsky, activista pacifista desde hace mucho tiempo, criticó al presidente Donald Trump por "desmantelar sistemáticamente las protecciones que ofrecían algún tipo de defensa contra la guerra nuclear".

Los principales expertos como William Perry, exsecretario de Defensa, una persona que no puede ser considerado un exagerado y que muy conservador y a la vez está muy bien informada sobre estos temas, argumenta que la amenaza nuclear hoy es todavía mayor que durante la Guerra Fría”, dijo Chomsky.

Chomsky dijo además que las iniciativas que los gobiernos lleven adelante para hacer frente a la pandemia de coronavirus serán importantes a corto plazo, pero que sus decisiones sobre el cambio climático serán aún más duraderas.

Saldremos de alguna manera de la pandemia pero a un costo terrible, que tiene en su mayoría causas evitables”, dijo el autor de Hegemonía o supervivencia y Estados fallidos, entre muchos otros títulos, en una entrevista concedida al sitio The Hill. "No saldremos del derretimiento de las capas de hielo polar, eso es permanente".

Tenemos tiempo por delante para decidir si la vida humana organizada sobrevivirá en la Tierra o sucumbirá a la amenaza de un desastre ambiental”, agregó Chomsky.

No es la primera vez que el intelectual norteamericano se refiere públicamente al tema en estos términos. En abril de este año advirtió que los gobiernos están siendo “el problema y no la solución” y sobre la situación puntual de Estados Unidos sostuvo que se ve agravada por la condición de “bufones sociópatas” que manejan la administración de ese país con Donald Trump a la cabeza. Sobre los cambios que pueden llegar a producirse alerta que “esto nos podría llevar a estados altamente autoritarios y represivos que expandan el manual neoliberal incluso más que ahora”, aunque aclara que “eso depende de la gente joven” y “de cómo la población mundial reaccione”.

Recientemente, en junio, se refirió al bochornoso rol adoptado por Trump en la gestión de la pandemia y no dudó en calificarlo como "el peor criminal de la historia, sin lugar a dudas”. “Nunca ha habido una figura en la historia política que se haya dedicado tan apasionadamente a destruir los proyectos para la vida humana organizada en la tierra en el futuro cercano”, sentenció el reconocido catedrático.

( https://www.pagina12.com.ar/288631-noam-chomsky-tenemos-poco-tiempo-para-decidir-si-la-vida-hum )

Los peligros que ciernen sobre la humanidad van mas allá de los efectos mortales de una pandemia global. En los días de la peste lo que esta quedando mucho mas claro es que la principal pandemia es la del ego que pone a humanos contra humanos en aras de los privilegios de unos pocos y el malestar de las grandes mayorías.


                                      Daniel Roberto Távora Mac Cormack


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