Martes 1 de setiembre de 2020

(2da Entrega)


La ciudad ha ocupado un lugar central en la construcción del pensamiento social moderno en toda la cultura occidental. Ella ha encarnado el espacio privilegiado para la constitución de lo político, del orden social y económico, de las instituciones, de la monumentalidad y del arte que expresa su proyección en el tiempo. Ha escenificado, por tanto, distintos ideales de la modernidad capitalista, ya sea en su variante industrial o en la global y neoliberal.



Sin embargo, la ciudad también ha sido la instancia predilecta para, a través de las sociabilidades que hace posible, cuestionar colectivamente esos ideales y generar nuevas alternativas, reinventando formas de ciudadanía y participación política. En América Latina, la ciudad como materialidad, como idea y como escenario político, es el artefacto cultural que inventa e instala, a veces dolorosamente, la modernidad. No hablamos de las ciudades ancestrales que, por cierto, precedieron a nuestras ciudades modernas, sino de aquellas ciudades coloniales que operaron como enclaves y trofeos del viejo mundo; o de las ciudades republicanas que configuraron con sus trazas y arquitectura monumental las naciones imaginadas; o de las ciudades como polos de desarrollo y progreso que promovieron la violenta “aculturación” de masas campesinas a la manera de la “civilización urbana”. Lo cierto es que, en la conformación de las culturas y el pensamiento social latinoamericano del siglo XX, el debate sobre lo urbano, y sobre la representación social de la ciudad y las posibilidades de emancipación que promueve, ha ocupado un sitial central.


Una invitación a pensar en claves de pasado y presente nuestras ciudades latinoamericanas del siglo XXI, territorios marcados por la desigualdad, la expoliación de derechos, distintos tipos de violencias, la mercantilización y modelos económicos que privilegian los grandes intereses transnacionales.


Paradójicamente, nuestras ciudades, mientras se visten de nuevas diversidades culturales, se homogeneizan en su estética de fronteras, cordones de miseria, enclaves de riqueza, carreteras y proyectos inmobiliarios. Nos enfrentamos así a contradicciones y fracturas que permean nuestras ciudades en sus memorias colectivas, en sus maneras de construir, habitar y transitar, y que nos hablan de procesos que nos son propios y a la vez comunes a otras ciudades del planeta.


Tales contradicciones y fracturas, sin embargo, no son completamente naturalizadas ni están totalmente anquilosadas en el tiempo. Tal como observamos en Buenos Aires en 2001, en La Paz en 2003, en São Paulo en 2011 o, recientemente, en Quito y Santiago en 2019, los residentes urbanos responden creativamente a la desigualdad. No solo abren nuevas oportunidades de movilización, sino que también ensayan nuevas alternativas políticas, expanden nuestro entendimiento de los derechos y redefinen los criterios de membresía de los modelos de ciudadanía. Las ciudades y sus transformaciones, en definitiva, nos hablan de cómo los ciudadanos, en su relación con los Estados nacionales, buscan responder imaginativamente a un dilema central de la sociedad moderna: cómo administrar el problema de la pertenencia a la comunidad política a través de distintas formas de representación.

Márquez, F., Pérez, M., & Rodríguez, P. (2020). Culturas urbanas en ciudades latinoamericanas. Nuevas y antiguas miradas. Ensayos. Persona Y Sociedad, 34(1), 1,12. https://doi.org/10.11565/pys.v34i1.303( https://personaysociedad.uahurtado.cl/index.php/ps/article/view/303 )


AMBÁ


-Mirá la tapa, nos quieren hacer pelear. Lo que dije no fue en contra tuyo sino que realmente no puedo seguir abriendo.


-No nos vamos a pelear. Podemos pensar distinto en muchas cosas, pero sé que es todo con buena leche.


El diálogo entre Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta respectivamente se dio a través de WhatsApp luego de la conferencia del gobernador con intendentes oficialistas y opositores y con la jefa del servicio de Unidad de Terapia Intensiva del hospital San Martín de La Plata, Elisa Estenssoro, en la que el mandamás bonaerense se diferenció de su par porteño en cuanto a las nuevas actividades. 


Si bien el diálogo entre ambos es fluido, Kicillof en privado reniega del proceso aperturista por dos motivos: el sanitario y el simbólico. “Le explotaron dos geriátricos, en la Villa 31 el estudio de seroprevalencia les dio 53%, ¡se contagiaron todos! Al principio decían que había que hacer más tests y ahora hace dos meses que están clavados en tres mil diarios, tiene la mayor tasa de incidencia de contagios y muertos del país y abren bares con 1300 casos por día”, analizaba, visiblemente molesto, un funcionario bonaerense ...

 



El diagnóstico está basado en datos que son públicos. En el anteúltimo informe, la CABA tenía 2984 casos cada 100 mil habitantes mientras que la PBA alcanzaba los 1392; en muertos cada millón de habitantes la relación es 670 versus 268. Por eso, el fastidio de Kicillof y su equipo no es con Larreta sino con los medios. “Si la mitad de eso me hubiera pasado a mí me hubieran masacrado. En Villa Azul, donde todos nos criticaron por cerrar, los estudios nos dieron 13% de seroprevalencia”, repite en privado el Gobernador. 


El viernes 29 de mayo, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, dijo: “Se viene una curva ascendente absolutamente controlada”. El 22 de junio, aseguró: “Tenemos una cantidad importante de casos, pero la velocidad de crecimiento está relativamente contenida”. El 1 de julio, planteó que se estaba viendo “una estabilidad en los casos”. El 13 que “el espíritu general de la curva de las ciudades está relativamente estabilizada” y el 18 que “hay datos que indican que la curva en la Ciudad podría empezar a descender”. El 20 de julio señaló: “Estamos entre dos a cuatro semanas de completar el ciclo de madurez de la curva”. El 27 de julio, sostuvo que “los números están relativamente estables” y el 10 de agosto que “la curva está madura y es cuestión de pocas semanas que empiece a descender”. Para el 17 de agosto era “una curva que empieza a marcar el descenso” y el 21 ya había “una tendencia leve, pero sostenida al descenso de casos”. El 25 nos enteramos que “del 3 al 5 de agosto tuvimos el pico de la curva” y ayer por la mañana, por fin, nos informó que “hemos pasado ya el peor momento”. Será cuestión de creerle. 


El párrafo anterior, obra del periodista Nicolás Lantos, giró ayer en los teléfonos de los especialistas que asesoran al gobierno nacional y provincial. Quirós, por su parte, elige la prudencia y evita confrontar. Tanto en público como en privado reconoce que la cuarentena que decidieron el Presidente y el jefe de Gobierno “salvó a la Ciudad de una catástrofe sanitaria”. 


En medio de esta discusión, en el ministerio de Salud de la Nación no pasaron desapercibidas las declaraciones de la titular de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Rosa Reina, que en diálogo con el programa radial El fin de la metáfora aseguró que “estamos cerca del colapso” y cifró la ocupación de UTI en un 80% en el AMBA. Y los casos que la Ciudad esperaba se estabilicen en 1100 no bajan de 1300 en los últimos días. Bien lo sabe ese empresario cercano a Juntos por el Cambio que le transmitió a Alberto Fernández que en el Hospital Rivadavia desenchufaron a un familiar de su empleada doméstica y tuvo que intervenir él personalmente para resolver el entuerto. Así y todo, PBA -por condiciones de infraestructura y volumen poblacional- tiene más chances hoy de saturar el sistema que sus vecinos de la General Paz y el Riachuelo. 


Mientras tanto, Río Negro y Mendoza son dos provincias muy comprometidas por la escalada del virus. La centralidad de los medios en la Capital produce estas distorsiones: en ambos distritos la sociedad se compró la grieta metropolitana y hay un sector que no está dispuesto a aceptar la cuarentena estricta que necesitan Arabela Carreras y Rodolfo Suárez para evitar males mayores. “Te advertí que esto iba a pasar”, lo rigoreó el Presidente al gobernador mendocino. Ayer, por primera vez excluyeron a un paciente por la saturación del sistema sanitario en Río Negro.


¿A desalambrar?


El sábado, el ministerio de Seguridad de la Nación presentó una denuncia penal ante la Justicia Federal por “la posible comisión de delitos” contra los organizadores de una manifestación que convocaron a marchar “en defensa de los vecinos de la localidad de Villa Mascardi”, una de las zonas más comprometidas por los conflictos de las tomas de tierras. La denuncia pedía que se investigue a los organizadores por instigación a cometer delitos, apología del crimen y asociación ilícita.


¿Cómo le vas a dar guita del Estado al que empieza a conversar violando la ley?”, se preguntaba un funcionario con llegada al Presidente y coincidencias con Sergio Massa. Veamos the whole picture: en este tipo de situaciones, el Estado abdica doblemente de su rol. Por una parte no garantiza derechos fundamentales consagrados en la Constitución y por otro lado convalida que el medio privilegiado para el acceso a la tierra sea una acción de fuerza, muchas veces en perjuicio de otros ciudadanos con los mismos derechos.


Una intendencia del conurbano comandada por los movimientos sociales reconoce como un logro de gestión no haber tenido una sola ocupación de tierras desde el 10 de diciembre, que impidieron más de cien y sin episodios de violencia. Tienen razón de estar orgullosos aunque el problema habitacional, naturalmente, no se resolvió.


Sabina Frederic no denunció a quienes estaban contra las tomas por organizar la marcha sino porque recibió información que un grupo reducido comandado por un porteño de apellido Frutos estaba convocando con videos que enseñaban a hacer silenciadores y municiones caseras. “Frederic vio un potencial conflicto con muertos”, explicaron cerca del Presidente. La ministra cometió un error elemental desde el punto de vista político y fue no notificar del hecho a Carreras y a Alberto Weretilneck. El episodio, además, tuvo una estrategia alternativa de comunicación: que no se entere nadie. Fue exitosa. Quien se anotició de lo ocurrido a través de la prensa cree que Frederic tomó esa decisión sólo por impulsos progresistas. Cerca de la ministra sostiene que sí se contactó con la gobernadora. En el entorno de la mandataria lo niegan. Los ánimos se calmaron y la apuesta nacional y provincial es una salida dialogada.


La travesía por la gripezinha



Hoy la oposición va a apersonarse en el Congreso de la Nación para debatir de manera presencial los proyectos de promoción del turismo y de aumento de penas y sanciones para la pesca ilegal, aunque el trasfondo -naturalmente- es la reforma judicial. Juntos por el Cambio, incluso, va más allá: le hizo llegar al Presidente de la Cámara que exige un protocolo en el que el Frente de Todos se comprometa a no tratar por dos meses el proyecto que viene con media sanción del Senado. Una demanda difícil de explicar. El diálogo es a través de Máximo Kirchner: Massa no le atiende el teléfono a Mario Negri hace 20 días. “Veníamos resolviendo todos los temas a través del diálogo y ellos fueron a primerear a los medios, esas actitudes infantiles no pueden ser gratis”.


La demanda de JxC es particular por otros motivos: tanto en Mendoza como en CABA -distritos gobernados por Cambiemos-, los bloques opositores no pusieron condiciones temáticas cuando hubo que sesionar de forma mixta. En el entorno del diputado Kirchner, incluso, ¿bromean? con la cercanía del jefe del bloque del FdT en la legislatura con el oficialismo porteño. “Larreta debe pagar bienes personales por Ferreño”. Tanto Massa como Kirchner sostienen que hay que elaborar un protocolo hasta fin de año para evitar estas diferencias. Coincide con ellos el gobernador correntino Gustavo Valdés que ayer en Casa Rosada les manifestó a ambos su coincidencia con la necesidad de la reforma judicial.


Calores de Hiroshima



A Darío Martínez le dieron libertad para armar sus equipos. El secretario de Energía ya tiene decididos algunos de sus principales trazos en materia de gestión. El primero es que va a prescindir de todos los funcionarios que llegaron con Sergio Lanziani. El segundo, que ya empezó a asignar prioridades para su primera etapa: barril criollo y plan gas en materia de hidrocarburos junto con un trabajo muy detallado en la ley de homónima; la deuda con Cammesa y la tarifa en biocombustibles completan las prioridades de Martínez. Es probable que -si bien hay una muy correcta consideración sobre su trabajo- el actual subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales, tenga que dar un paso al costado. Para energía eléctrica suena el actual titular de la Empresa de Energía Eléctrica de Tucumán, Santiago Yanotti, a quien lo precede un logro: tiene uno de los VAD más bajos del país. Hay dudas, también, sobre la continuidad del muy solvente Esteban Kiper en Cammesa.   


Ayer Martínez se comunicó con varios de los gobernadores de la OFEPHI -Carreras, Sergio Ziliotto, Omar Gutiérrez, Alicia Kirchner los que pudo confirmar este medio-, hoy lo hará con las empresas y los gremios y mañana con las cámaras del sector. El objetivo inmediato es federalizar la gestión: un asiento de la secretaría va a estar en el interior de Neuquén que se le sumará a la oficina que el vicepresidente upstream de YPF, Pablo Iuliano, tiene en la ciudad capital de la provincia.


Una de las principales demandas de los últimos meses era que Kicillof reclamaba que Buenos Aires ingresara a la OFEPHI. La alternativa que se está explorando es una nueva herramienta donde se incluya a quienes producen e industrializan y ahí podría entrar la PBA. 

OFF THE RECORD Iván Schargrodsky Información, ideas y apuntes sobre política y justicia.

( https://www.cenital.com/ )


Trás el anuncio de ayer, del acuerdo por parte del gobierno nacional con los acreedores externos, referido a la deuda externa que adquirió el país en tiempos del gobierno de Mauricio Macri, el presidente espresó “

Ahora la Argentina puede pensar en su futuro y en cómo construirse”.


La aceptación de los bonistas fue del 93,5 por ciento y a partir de la activación de las cláusulas de acción colectiva se consiguió reestructurar el 99 por ciento de la deuda. El alivio de pagos para los próximos cinco años suma 42.500 millones de dólares.


Hoy tenemos la tranquilidad de no haber traicionada la confianza de los argentinos. Hicimos las cosas como pensábamos hacerlas. Esta vez la deuda no la van a pagar los que menos tienen, los que peor están, los que más lo necesitan”, dijo el presidente.



Nos decían que había que arreglar rápido a cualquier precio o sino todo iba a ser peor. Nos decían que si no arreglábamos la Argentina iba a caer en default. Pero el país ya había ingresado hace tiempo en un default virtual”, agregó.


El Presidente precisó algunos datos duros. “Sepan que en 2030 la Argentina deberá 38 mil millones de dólares menos que lo que debía en diciembre del año pasado. Nada de esto fue fácil. Pero lo hicimos. Los argentinos sabemos levantarnos cuando nos caemos. En diciembre sentíamos que estábamos caídos. Ahora estamos otra vez de pie y en marcha”.


La negociación con los bonistas internacionales comenzó en diciembre y se cerró luego de nueve meses. El Gobierno hizo un acuerdo que le permitió al país bajar del 7,00 al 3,07 por ciento la tasa de interés de los bonos y despejar los pagos de deuda en los próximos años.


Nunca más a la deuda


Empecemos a construir una Argentina que sea sostenible. Ser sostenible no es solamente que podamos pagar las deudas que asumimos. Un país es sostenible cuando todos tienen posibilidad de crecer en el lugar en el que nacen. En ese momento seremos un país sostenible”, dijo Alberto Fernández en el evento realizado en el Museo del Bicentenario.

Agregó que “nos queda mucho para llegar a eso. Pero hace falta asumir la responsabilidad de no volver a entrar nunca más al laberinto de la deuda”. El Presidente criticó las condicionalidades que genera el endeudamiento irresponsable para una economía.


Cuando tenemos deuda significa que tenemos menos dinero para financiar la investigación. Para educar a nuestros hijos. Para nuestros maestros. Para los hospitales que atienden a la gente. Que un país se endeude implica que el Ministerio de Salud se cierra, que se cierran las Pymes, que cae el empleo registrado”, aseguró el mandatario.


Fernández indicó que la Argentina perdió su rumbo como consecuencia del endeudamiento. “Entre mayo de 2018 y diciembre de 2019 soportamos 3 grandes devaluaciones y tuvimos la inflación más alta en 30 años. Pido que grabemos en la memoria aquello que nos duele. Para que nunca más nos vuelva a doler”, propuso Alberto Fernández.


Reestructuración y pandemia



La crisis sanitaria global generó nuevas exigencias al país mientras se negociaba el canje con los bonistas extranjeros. “La historia quiso que esta reestructuración se lleve adelante en medio de una pandemia que asola al mundo”, aseguró el presidente.


Tuvimos más exigencias. Auxiliamos a 9 millones de personas con el IFE. Sostuvimos a las empresas pagando más de 2,5 millones de salarios con el ATP. Todo esto lo hicimos mientras multiplicamos por dos el sistema sanitario”, remarcó.


Cuento esto para mostrar el esfuerzo enorme que está haciendo este país. Y mostrar lo que la Argentina es capaz de hacer en medio de tanta crisis. Estamos en pandemia. Saliendo del default. Poniendo a la ciencia y la tecnología en el lugar que corresponde”. Alberto Fernández destacó en ese sentido el lanzamiento reciente del satélite argentino.

 

Referentes globales


En el anuncio de los resultados de la reestructuración el Presidente aprovechó para agradecer a distintos referentes globales que ayudaron a lo largo de las negociaciones.


Le quiero dar las gracias al Papa Francisco. Quiero darle las gracias a Andrés Manuel López Obrador. Al primer ministro de Italia. Al presidente de España. De Francia. A la canciller Merkel de Alemania. Todos ellos estuvieron a nuestro lado cuando los necesitamos”.

También mostró sus agradecimientos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a los gobernadores, al Congreso. Antes de su discurso dejó presentar los números del canje al Ministro de Economía, Martín Guzmán, en quién entregó la plena confianza para avanzar en las negociaciones con los bonistas internacionales.


Reconstruir


Alberto Fernández aseguró que a partir de la negociación puede pensarse en otra Argentina. Mencionó que a mediados de septiembre se conocerá la Ley de Presupuesto en donde quedarán plasmados los objetivos fiscales, externos, cambiarios y monetarios del Gobierno.


Tranquilizar a la Argentina toda es poder ir viendo nuestro horizonte de proyección. Mostrar qué destino queremos alcanzar como país. En lo inmediato nuestro objetivo es la producción y trabajo. Son las ideas que tenemos en la cabeza. Inversión. Más producción. Más trabajo”.

Planteó además que “tenemos que pensar en un país que termine con las desigualdades. Tenemos un país profundamente desigual. Debe haber un cambio estructural”.


Fondo Monetario


Hoy despejamos un obstáculo que nos impedía pensar en esto. En breve espero que despejemos la deuda con el Fondo Monetario Internacional. El sábado hablamos con la directora del FMI”, detalló el mandatario.

Dijo que le recordó a la directora del Fondo la forma en que lo habían hecho con Néstor Kirchner. “Vamos a cumplir con ustedes. Pero deje que lo hagamos a nuestro modo. Nosotros no le vamos a pedir a nuestra gente más sacrificio. No está en condiciones. Necesitamos crecer. Exportar. Acumular reservas. Y luego pagar”, le aseguró.


Mencionó que entre los desafíos principales de la Argentina se encuentra recuperar el mercado interno. Planteó que uno de los objetivos será desarrollar la infraestructura pública y la vivienda. Se trata de los motores que moverán la economía en lo inmediato. “Vamos a promover las inversiones. Pero pidiéndole que lo hagan para producir. Generar trabajo. Quedarse en el país. No para aprovechar una oportunidad financiera”, cerró el Presidente.

( https://www.pagina12.com.ar/288849-alberto-fernandez-el-99-por-ciento-de-los-bonos-entraron-en-

 


Con la presencia de gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales; Mendoza, Rodolfo Suárez; y Corrientes, Gustavo Valdés, en Olivos y de la mayoría del resto de las provincias de forma remota …, el presidente convocó a superar el centralismo del puerto de Buenos aires y a construir una patria federal que no sea solo la declamada en el preambulo de nuestra constitución nacional, sino que se ejerza efectivamente en la integridad territorial y la solidaridad.


Desendeudar la economía, propiciar desarrollos industriales y tecnológicos, promover el trabajo y alentar el mercado interno con criterio de integración territorial es el camino que permitirá a la Argentina consolidar un verdadero proyecto de desarrollo que integre el territorio y sostenga las enormes riquezas naturales y humanas que poseemos en el basto territorio Nacional, atendiendo también a pensarlo de modo completo, incluyendo la basta plataforma marítima y el justo reclamo por las Islas Malvinas que son parte de este …


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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