Domingo 20 de setiembre de 2020


Francisco nació durante el cautiverio de su madre, secuestrada el 17 de enero de 1977 y vista en el centro clandestino El Campito, en Campo de Mayo. En julio de ese año le hicieron una cesárea en el Hospital Militar de esa guarnición, donde dio a luz a un varón que llamó Francisco. Abel se había exiliado en Suecia y luego en México, hasta que volvió al país en 1983 y se integró a Abuelas. “Con su inteligencia y creatividad, Abel generó nuevas estrategias de búsqueda de los nietos y nietas”, recordó el organismo.

 


Vivió más de 32 años con una identidad falsa, apropiado como botín de guerra por un represor de Campo de Mayo. A principios de 2010, gracias a Abuelas de Plaza de Mayo, recuperó su historia y conoció a su padre, Abel Madariaga, miembro de la comisión directiva del organismo. Comenzó entonces una nueva vida, rodeado de afectos, pero la violencia física y psicológica acumulada se tradujo en una diabetes insulinodependiente con la que peleaba a diario. El viernes, con 43 años, murió por problemas de salud producto de una diabetes que arrastraba desde hace tiempo, Francisco Madariaga Quintela, hijo de Abel y de Silvia Quintela, que ejerció como médica en cautiverio hasta que el Ejército la borró de la tierra. “Era demasiado dolor para un solo cuerpo”, resumió Alan Iud, ex abogado de Abuelas. Con mensajes de afecto lo despidieron también el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández.

( https://www.pagina12.com.ar/293225-murio-francisco-madariaga-quintela-el-nieto-recuperado-101)


Es en esta misma Argentina que hace algo mas de 40 años padecía la realidad de una de las Dictaduras militares mas cruentas de la historia, hoy un puñado de “individuos” con banderas sin sentido y consignas sin contenido, desvirtúan el legado que tanto muerto por entonces escribió como historia en la memoria de un pueblo profundamente dividido precisamente por las mismas causas y los mismos sentidos que provocaron aquello. Una historia negada y mentida por quienes “apurados” por sus intereses personales o de grupos privilegiados y que demuestran que se han invertido aunque sea un poco esos sentidos en tanto quienes sienten en peligro libertades y república son los que golpeaban cuarteles pidiendo dictaduras y son los mismos que defienden sus “libertades privilegiadas” por encima del cuidado y la salud de todes. Son los que alientan su odio a todo lo que huela a popular. Enarbolan la bandera Nacional en aras de un idea de republica para pocos, sectaria que favorezca los privilegios que ostentan y la democracia que sostiene las diferencias y las desigualdades…


Los sectores macristas, lejos de haber abrazado las condiciones de la vida democrática, se esfuerzan por tensar al máximo sus debilidades … Ellos que hablan y marchan por la república y la justicia, la patria y la libertad, en tiempos donde juntarse exponé a muchos a enfermedad y muerte, es la paradoja irreductible con la que viven sus vidas … mi interés es el interés colectivo aunque la “ley natural”, define por el poder del privilegio, quienes viven y quienes mueren, quienes disfrutan y quienes padecen.


Ellos que hablan de “meritocracia” desvirtúan el sentido del mejor esfuerzo y las mejores cualidades al servicio de la comunidad y no del “si mismo” que es el mérito posible que el pueblo alienta para sí.


La hipocresía es el homenaje que el vicio le rinde a la virtud”. La primera vez que escuché la frase, se la escuché a Horacio Verbitsky. No recuerdo dónde exactamente, y hubiese jurado que fue en la audiencia ante la Corte por la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Pero acabo de repasar la intervención de Horacio y no fue allí.

Internet atribuye la frase a François La Rochefoucauld, conde francés y gran conspirador en la corte francesa, aun cuando al final de su vida devino escritor. Luego de complots varios, y de sobrevivir a Richelieu y a Mazzarino, escribió sus Memorias. Que él mismo señaló como inauténticas, dado que, como le pasaría varios siglos después a Truman Capote, en ellas dejaba muy mal paradas a muchas personas a las que había frecuentado. Un tiempo después escribiría el libro por el cual lo recordarían todos, llamado Reflexiones o sentencias y máximas morales. Y así este frustrado conspirador pasó a la historia como escritor. (Y yo pasaría a modo pausa en esta nota, para hacerme unas tostadas francesas y un jugo de naranja y zanahorias.)


 
Desayunada que fui, regreso, ya no a la Francia que amo por culpa de Dumas, sino a la citada frase, para sostener que estos días en la Argentina la virtud debe sentirse de lo más homenajeada por el vicio. Parte de eso vimos cuando los señores de la oposición al gobierno de Les Fernández salieron tardíamente a repudiar el virtual levantamiento de un sector de la policía Bonaerense.

Me tienen harta los niveles de hipocresía con los que buena parte de la oposición y de muchos periodistas se manejan en estos días. Con toda seriedad les digo que se nota mucho como son todos parte del operativo “Disparen contra Les Fernández”.

Veamos algunos ejemplos. Hace algunos días, el miércoles para ser precisos, el Senado de la Nación rechazó dar acuerdo a tres jueces que habían sido trasladados. ¿La razón del rechazo? Que los jueces no se habían presentado a la convocatoria que el propio Senado les había hecho, conforme ordena el trámite constitucional para obtener dicho acuerdo. Se había convocado a 10 jueces. Solo 3 se ausentaron, con aviso. Los viciosos homenajeadores de la virtud salieron en coro a decir dos mentiras grandes como una casa. La primera de ellas es que estos jueces no obtenían el acuerdo porque era parte de un plan de impunidad K.

Veamos cómo son las cosas en realidad. Dos de esos jueces ya intervinieron en las causas que podrían involucrar al kirchnerismo, por lo que no darles acuerdo de modo alguno podría llevar a impunidad alguna. Y para mayor tranquilidad de todos, el propio Poder Ejecutivo, en el decreto que deja sin efecto su traslado señaló: “En consecuencia, no habiendo el Honorable Senado de la Nación prestado acuerdo para la designación que pretendió instrumentarse mediante el Decreto….., corresponde dejarlo sin efecto; ello sin perjuicio de la validez de los actos cumplidos de acuerdo a la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación detallada en la citada Acordada N° 7/18”. Léase bien: todos los actos que los jueces en cuestión llevaron adelante son válidos, y el dejar sin efecto el traslado no afecta su validez.

El tercer juez aún no intervino como juez de tribunal oral. Y los tribunales orales se conforman con tres jueces, por lo que no se explica de qué manera el apartamiento de uno de ellos podría implicar alguna forma de impunidad.

El segundo gran homenaje de los argumentos viciosos a la virtud fue que la falta de acuerdo implicaba la remoción de los jueces. No señores, remoción de jueces fue lo que hizo el Consejo de la Magistratura con Eduardo Freiler, en base además a una maniobra ardidosa que incluyó tener esperando al senador Mario Pais para tomarle juramento y aprovechar la mayoría circunstancial –y para nada accidental— que brindaba la ausencia de País para suspender al juez Freiler y removerlo de su cargo. Nota al pie, la causa que usaron para fundar su remoción fue luego cerrada por Py. Porque así son los hipócritas, alegan públicamente moral y por izquierda hacen cosas horribles.

Pero volvamos a los tres jueces que no obtuvieron el acuerdo… ¿son removidos como jueces? La respuesta es enfáticamente No. Seguirán siendo jueces, y se desempeñarán como tales en los juzgados donde el Senado de la Nación sí les dio acuerdo. Entonces, ¿de qué remoción me hablan, señores?

Y para que no queden dudas voy a explicar esto de nuevo. La Constitución Nacional establece clarito que los jueces son designados por el Poder Ejecutivo, “en base a una propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos”. El acuerdo del Senado es necesario, como bien explica Hamilton en El Federalista cuando a propósito de la exigencia del acuerdo del Senado, señala: “Entonces, ¿con qué finalidad se requiere la cooperación del Senado? Respondo que la necesidad de su colaboración tendrá un efecto considerable, aunque en general poco visible. Constituirá un excelente freno sobre el posible favoritismo presidencial y tenderá marcadamente a impedir la designación de personas poco adecuadas, debido a prejuicios locales, a relaciones familiares o con miras de popularidad. Por añadidura, sería un factor eficaz de estabilidad en la administración”.

Alguien podría decirme que, como son jueces, ya obtuvieron el acuerdo de Senado. Y yo debería contestarle invocando entre otras cosas, la Acordada 4/18 de la Corte Suprema que dice: “El traslado» de un juez constituye en rigor un «nuevo nombramiento»…  y que “así, el constituyente ha regulado un único proceso de designación por el que se obtiene ‘la calidad de juez’, tal la expresión utilizada por esta Corte en el precedente «Rosza» (Fallos: 330:2361, cons.11). En base a esta única vía de acceso a la magistratura federal, queda descartada la designación permanente de magistrados que ya ostentan tal calidad para ejercer en un tribunal con una competencia específica, en otro tribunal con otra competencia radicalmente distinta bajo la forma de ‘una transformación’ o de ‘un traslado’. Este ‘no está’ previsto en parte alguna de la Constitución Nacional y no constituye una categoría constitucional autónoma respecto del nombramiento”.

En pocas palabras, el traslado de un juez a un tribunal con distinta competencia implica un nuevo nombramiento de ese juez en el nuevo tribunal. Y ese nuevo nombramiento implica un nuevo acuerdo del Senado.

Quiero contar una triste anécdota. En julio de 2018, como abogados de Amado Boudou, con el doctor Alejandro Rúa recusamos al doctor Bertuzzi por estar negociando con el Poder Ejecutivo su traslado a la Cámara Criminal y Correccional, mientras al mismo tiempo se desempeñaba como juez de juicio en el caso de Amado Boudou, ya que el mismo Poder Ejecutivo señalaba su interés en que Amado fuese condenado. No pretendíamos anular el juicio, solo que el doctor Bertuzzi se apartara y dejase a otro juez decidir, para evitar el conflicto de intereses del magistrado, que era ostensible.  En aquella oportunidad, Bertuzzi, no sin cinismo, nos contestó que él ya era camarista y que su eventual llegada a la Cámara no implicaba para él ascenso alguno ni interés especial. A la luz de la enjundia con la que está defendiendo su lugar en la Cámara Criminal y Correccional, a la que llegó pese a la oposición de la propia Cámara incluso, parecería que en aquella ocasión Bertuzzi no dijo la verdad.

Pero más aún, tampoco fue preciso en su apreciación respecto a otra cosa muy importante. El hecho que alguien tenga la categoría –escalafón– de camarista no lo convierte en Camarista de cualquier competencia. Bien lo señaló el Consejo de la Magistratura y el juez que rechazó en primera instancia el amparo de Bertuzzi. “En el supuesto bajo examen, debo señalar que la Cámara de Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal actúa como tribunal de alzada de los Juzgados en lo Criminal y Correccional Federal de la Ciudad de Buenos Aires. Es decir, se trata de una segunda instancia, revisora de la actuación de los juzgados de primera instancia durante la etapa de instrucción del proceso penal (v. art. 31 del Código Procesal Penal de la Nación). En cambio, los Tribunales Orales en lo Criminal Federal actúan en instancia única llevando a cabo los juicios orales de delitos de competencia federal que tiene lugar, cuando corresponda, una vez concluida dicha instrucción penal (v. art. 32 del Código Procesal Penal de la Nación)”.

Ello demuestra que, no sólo la tarea desempeñada por unos y por otros es esencialmente distinta, sino que además su función dentro del proceso penal difiere claramente tanto en cuanto a su naturaleza como al momento de su intervención”.

Verán ustedes con claridad que lo sostenido por Bertuzzi en 2018 no solo no fue cierto, sino que además fue técnicamente incorrecto.

 


Y verán que Bertuzzi debía obtener el acuerdo del Senado para ser miembro de la Cámara Criminal y Correccional de Py. Y que decidió no presentarse al Senado, junto con otros dos colegas. Y es por eso que ninguno de los tres jueces obtuvo el acuerdo del Senado en sesión pública, como exige la Constitución. Y por lo tanto seguirán siendo jueces en aquellos tribunales para los cuales sí tuvieron acuerdo del Senado. Nadie los removió. Simplemente, los jueces que no se presentaron decidieron no concluir el trámite que les exige la Constitución.

Ya la Cámara de Casación limitó en sus funciones a los jueces subrogantes que los reemplazaban en los tribunales orales de donde ejercían originalmente, antes de ser trasladados. En el caso de Bertuzzi, además, que debe regresar a los juzgados orales de La Plata, será cuando regrese el único juez correctamente designado para ese tribunal. Porque así de cachivache fue todo durante el macrismo. Que vació cámaras y tribunales. Y el Consejo de la Magistratura funcionó durante años como una empresa de mudanzas de jueces, conforme fuese el designio del Poder Ejecutivo Nacional.

A mi me conmovió profundamente un comunicado de la Asociación de Fiscales y Funcionarios Judiciales, que llamaba a la mesura… ¿De qué mesura hablan? Justo esa Asociación, que hace unos días adhirió a una acción promovida por una fundación que no tenía personería legal. Sí, así como leen. Tan escandaloso y poco mesurada fue su presentación, que su presidente tuvo que presentarse ante el mismo juzgado a “desadherir” a la acción. Me resultó particularmente conmovedor que se presentó la adhesión y el desistimiento con el mismo patrocinio letrado que tenía la fundación. Como si fuesen lo mismo. Le concedo al firmante del desistimiento que en materia de absurdos tiene experiencia. Ya lidió en una ocasión con unos cuadernos que se quemaron y renacieron de sus cenizas ante sus ojos.

( https://www.elcohetealaluna.com/hipocresias-vicios-y-virtudes/)


Sin memoria y sin justicia nos quieren y para lograrlo esgrimen argumentos donde hablan de justicia y libertad vaciandoles de contenido, como si hoy, la libertad estuviese en peligro. En realidad es posible … la libertad de los que exhiben sus privilegios en detrimentos de la mayoría y las fortunas malavidas a expensas de lo público y a favor de intereses transnacionales y de la acumulación financiera que hambrea y somete al mundo a crisis sanitarias donde los paises mas desarrollados se ven forzados a elegir quienes viven y quienes mueren porque no hay servicio de salud ni personal de salud para atender a todes … Eso es lo que quieren igualmente en estas tierras … porque si todes tenemos acceso se derrumban las desigualdades y los privilegios que son los valores de su República y de la libertad de ellos … nuestra república es otra y nuestra libertad comenzamos a ganarla en 1983.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack





Comentarios

Entradas populares de este blog