Viernes
20 de marzo de 2020
Tu
llegada fue magistral, con trompetas y miles de súbditos para que el
mundo entero te conociera y respetara. Para que hasta los más
poderosos temieran tenerte cerca.
Empezaste
tu reinado y desde entonces no creo que hayas sido el más
democrático. Atacas a los débiles y le haces la vida difícil a los
que ya la tienen bastante complicada.
Nos
diste la lección que nunca nadie ni nada se atrevió a darnos en
mucho tiempo. Nos hiciste ir
en reversa
porque todo lo que veníamos haciendo hasta ahora solo trajo las
peores consecuencias. Y vaya que nos has hecho reflexionar…
¿De
qué vale el dinero que no podemos gastar? ¿Qué es lo que realmente
nos importa? ¿De qué se alimenta nuestra alma? ¿De puro ego o de
un sentimiento verdadero? ¿Cuánto queremos o soportamos a los que
tenemos cerca? ¿Para qué tener la guarida más lujosa si al final
todos vamos hacia el mismo camino?
Eres
pequeñito, pero has hechos estragos desde que estás en el poder.
Paralizaste
al mundo,
y créeme que no soy de las tuyas, pero opino que era extremadamente
necesario hacerlo.
No
todo ha sido en vano. Gracias a tu llegada, las
grandes metrópolis tienen un cielo más despejado,
los mares retomaron su azul cristalino, el aire está más limpio y
las calles poco saben de papeles y desperdicios. Todavía falta, pero
el planeta da señales de vida. El planeta finalmente respira.
La
cuarentena endurecida decretada en la noche de ayer por el gobierno
modifica el ritmo y estilo de vida de muchos … tal ves en la calma
de nuestros hogares nos permitamos pensar en el país del que
formamos parte y en el mundo en el que nuestra identidad nacional se
desarrolla y manifiesta.
El
coronavirus no respeta clase social dicen los preocupados conductores
de televisión. Pero llega en vuelos internacionales y en camarotes
de cruceros de lujo. El vector de la pandemia es la burguesía
globalizada. No son los cortadores de caña que van a la zafra, o los
recolectores de frutas. No son trabajadores golondrinas. No son
migrantes de África que buscan cruzar a nado el Mediterráneo.
Tampoco son los que desde Centroamérica caminan hasta la frontera de
México con EEUU.
Son ciudadanos globales para
quienes no existen las fronteras. De ahí la preocupación global.
Porque amenaza a la oligarquía del mundo, su posición social y su
sistema de valores. Un vigilador tuvo la osadía de decirle a un
ciudadano global que acababa de llegar de USA, que estaba rompiendo
la cuarentena y recibió una golpiza memorable. Los conductores de
televisión se desgarraban las vestiduras diciendo lo irresponsable y
salvaje que había sido el sujeto.
Pero él no actuaba por sí, sino
por su clase social. Era mostrarle al vigilador que se había salido
de su posición subordinada. La golpiza es un intento desesperado por
restaurar la jerarquía social que el COVID 19 habilitó romper. El
esclavo levantó la mirada y lo miró directamente a los ojos. La
burguesía global no puede permitir que el orden social se rompa ni
siquiera por la peste. Tenía que mostrarle quien tiene el poder.
La burguesía vuelve a imponer al
conjunto de la sociedad mundial su visión del problema como si fuera
la visión del conjunto. Y ciertamente termina siendo un problema del
conjunto, pero lo grave es que logra licuar las responsabilidades,
disimular sus excesos y proteger sus privilegios. La enfermedad
terminará afectando a los más pobres seguramente, pero esto no
podrá disimular que es producto de la orgía de consumo que
contrasta con el infra-consumo de sectores populares y salarios
paupérrimos de sectores trabajadores.
El coronavirus no respeta clases
sociales, pero seguro es necesario tener una mirada de clase.
(
http://laseñalmedios.com.ar/2020/03/20/el-coronavirus-y-la-burguesia-global/
)
La
nueva configuración de relación de producción del poder, donde el
estado y el capital no funcionan igual, pero mantienen la acumulación
por desposesión, cambia la vida de las personas y con ello surgen
nuevas formas organizativas (Zibechi, 2008). Para ver esas salidas al
sistema de despojo, es muy valioso poner la perspectiva en otro
lugar, como recupera Ramón Vera, John Berger. Silvia Rivera y tantas
autoras sobre Frantz Fanon, en dejar de juzgarnos con los criterios
de quienes nos oprimen. Ceceña plantea dos ámbitos, uno que viene
de los estudios sobre la creación de modos en el cual las
resistencias se expresan, y el otro sobre territorialidades como
centros que movilizan resistencias, en la relación de ambos es donde
me gustaría ubicar el despliegue de los saberes emancipatorios en
relación con lo comunitario. Para Ceceña, E.P. Thompson, James
Scott, Carlo Ginzburg y Ranajit Guha se contribuye a [...] “descubrir
las reglas invisibles de acción” de la plebe, en defensa de “su
costumbre” y tradiciones, de su moralidad o sentido de la vida, que
orientan las formas y contenidos de su rebeldía (Thompson); a
encontrar los códigos y discursos ocultos mediante los cuales se va
construyendo el sentido general que lleva a la irrupción
aparentemente espontánea, pero que recurre cotidianamente, que se
acumula y se refina en los espacios sociales propios de los dominados
[...] (2008: 20). La construcción de la territorialidad como espacio
de vida, propuesta compilada por Walter Porto Gonçalvez, Raul
Zibechi, Luis Tapia, es a la vez un espacio de lucha, donde los
generadores esenciales no tienen explícitamente un carácter
político (ibíd., p. 22), pero claramente señalan la necesidad de
protegerse contra el cercamiento, los límites hacia sus bienes
comunes. Al ser la lucha por la tierra lo que entrevera
saberes/comunidad como territorialidad. Zibechi señala que una de
las características más destacadas de la organización territorial
es su carácter comunitario (Zibechi, 2008:77), el cual pone en común
movimientos urbanos, con pueblos indígenas, campesinos y por qué
no, luchas feministas, por la diversidad. Trae una nueva vivencia de
la temporalidad y nuevos usos del espacio.
La
comunidad como espacio de saberes emancipatorios Zuiri
Méndez-Benavides
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Día
uno de calles semivacías y argentinos autoacuartelados en sus
hogares. La decisión del gobierno nacional del aislamiento social,
obligatorio y preventivo encontró un alto eco en la población de
todo el país. La medida “extraordinaria” que tomó el
presidente, recomendada por los especialistas en salud, avalada por
todo el arco político y que supervisan las fuerzas de seguridad,
llegó después de que una minoría activa de ciudadanos ignorara la
sugerencia de evitar el movimiento de personas para bajar la
circulación del virus. Para la mayoría de los habitantes de las
ciudades, el dato más directo de la efectividad de la medida es la
disminución del nivel de ruido que llega desde afuera.
Los servicios de transporte
público funcionan con cronograma de fin de semana o feriado, y los
automovilistas, que recién ayer se apiñaban en las calles, hoy son
mucho más escasos y se encuentran con retenes que verifican que
quienes viajan pertenezcan a alguno de los 24 sectores exceptuados de
la cuarentena que rige hasta el 31 de marzo. La misma norma impera
para los pasajeros de colectivos y trenes. En la ciudad de Buenos
Aires, los subtes solo se detienen en las cabeceras y paradas de
trasbordo, y en las entradas de esas estaciones agentes de policía
también corroboran que quienes bajen tengan un buen motivo para
hacerlo.
Muchos negocios pequeños se
encuentran abiertos por la mañana, son los que aseguran el
aprovisionamiento de alimentos y medicinas a la población. La
estación de Once es uno de los centros de control, ya que allí el
miércoles hubo apiñamiento de pasajeros, esa fue una de las
imágenes que decidieron a Alberto Fernández a formalizar la
cuarentena obligatoria. Las postales del primer día de cuarentena
nacional parecen encuadrarse dentro de lo que se esperaba dado la
gravedad de la situación sanitaria.
El mismo panorama de ciudades
semivacías se espera hasta fin de mes, las autoridades de ejecución
tienen orden de no relajar el control con el paso de los días. Para
aquellos que viajar es una obligación, las líneas Roca, Mitre,
Sarmiento, San Martín y Belgrano Sur circularán con cronograma de
día sábado, deteniéndose en todas las estaciones intermedias, pero
desde el domingo –y hasta el martes 24–, los trenes marcharán
con cronograma de día domingo, también deteniéndose en todas las
estaciones intermedias. Quienes necesiten información sobre este
medio de transporte cuentan con la línea 0800-222-TREN (8736).
90
detenidos en todo el país
A pesar de que todas las vías de
comunicación continúan anunciando sobre los peligros de la
propagación del covid-19, unas 90 personas fueron detenidas hasta
este mediodía en distintas ciudades de todo el país por violar el
aislamiento preventivo y obligatorio. En la ciudad de Buenos Aires,
la Brigada de la comisaría 13 detuvo en el barrio de Belgrano a
siete hombres, uno de ellos armado. Mientras que en un albergue
transitorio de calle Perón al 3100 (Balvanera) se retuvo a cinco
parejas y a tres empleados. Cerca de allí, en la Plaza Once, la
policía retuvo a un joven que entró al país desde Brasil por
Puerto Iguazú hace tres días, se trasladó a la ciudad en micro y
no cumplía el aislamiento obligatorio. El fiscal a cargo,
Maximiliano Vence explicó que se estaba buscando la manera de
trasladarlo a Mercedes (donde vive) en un móvil sanitario o
conseguirle un hotel en la ciudad para que pueda cumplir 14 días de
cuarentena obligatoria”.
En
provincia de Buenos Aires, hubo dos detenidos. Uno fue detenido en La
Plata mientras tranquilamente hacía footing
por
la tradicional rambla como si no hubiera prohibición. El otro, en
Bahía Blanca. En Córdoba, para el mediodía ya había 12
detenciones por la misma causa, violar la cuarentena. El comisario
Gustavo Piva de la policía cordobesa detalló a medios locales que
desde la medianoche se montaron operativos en toda la provincia para
"hacer cumplir las medidas dictadas" por el Decreto de
Necesidad y Urgencia.
En Santa Fe, ya suman 27 las
personas detenidas, entre ellos, el abogado Luis Pianelli, con
residencia en la localidad de Arroyo Seco, quien vino desde Bogotá
como asesor letrado del equipo argentino de la Copa Davis. En la
capital de Santiago del Estero, hubo 16 detenidos que violaron
la cuarentena obligatoria, mientras que en Tucumán, fueron
arrestadas otras diez.
La
sucesión de los encuentros fue ejemplar, edificante. Signos
secuenciales de cultura política y responsabilidad pluripartidista.
El presidente Alberto Fernández reunido con el jefe de gobierno
porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense,
Axel Kicillof, el domingo pasado. Con legisladores de la oposición
el miércoles. Con los gobernadores el jueves, en Olivos. Para
terminar, Alberto Fernández anunció el aislamiento social (casi
instantáneo, con menos de tres horas de antelación) flanqueado por
los gobernadores santafesino Omar Perotti, el jujeño Gerardo
Morales, Kicillof y Rodríguez Larreta. Dos peronistas, uno de PRO,
un radical. El mensaje será captado: cuando los hechos son rotundos
y promisorios, la comunicación política suele funcionar bien.
La
pandemia se propagará, asumió el orador que optó por su habitual
tono reflexivo. Al comenzar, lucía más nervioso que en otras
ocasiones. Vaciló en algunas frases. Se fue asentando mientras
corrían los minutos de la breve exposición.
Sobran motivos para preocuparse.
Los expertos anticipan el agravamiento de la pandemia y aconsejan
ralentarlo.
**
Duraron relativamente poco las
reuniones mencionadas. No había plafón para corrillos,
intervenciones largas o el ansia irrefrenable de colar un parrafito.
Cuando tomaba la palabra Ginés González García --concuerdan los
asistentes-- atronaba el silencio de los demás. El ministro de Salud
es el responsable institucional del área crítica y, por encima de
todo, una autoridad en su materia. Todos lo reconocen, cuando se
habla en serio o se aborda una crisis tremenda, inesperada.
Objetivamente, la economía
mundial mutó forzando regresos a las políticas expansivas, a los
subsidios, a fortalecer programas de ingresos. En un mundo colonizado
por la derecha, Keynes renació por imperio de la necesidad.
El presidente Alberto Fernández
mencionó la palabra “enemigo” el domingo. El diputado radical
Mario Negri se valió de “batalla” y calificó al Presidente como
“comandante”. Palabras incómodas en momentos convencionales,
lógicas en la contingencia.
En ese contexto, el rol de
Fernández se metamorfosea, trasciende el rol de mandatario. Lidera
una lucha nacional, en la que están en juego una cantidad no
precisada de vidas. La condición de líder “en la batalla” o
contra el enemigo invisible no garantiza éxito desde ya.
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Las medidas adoptadas no
concuerdan con el estado de sitio previsto en la Constitución.
Tampoco tienen, aventura este cronista atento a futuros debates en
ciernes, precedentes idénticos en democracia. Así como el tsunami
económico revitaliza el intervencionismo estatal, la restricción de
libertades configura empoderamiento de las fuerzas de seguridad
nacionales y provinciales. No queda otra, no da tranquilidad ni
certezas. El Presidente alertó contra la psicosis, una reacción
colectiva que puede inducir a la violencia. Habrá que evitar arrojar
al niño con el agua, transformar la custodia y la cuasi
desertificación de calles y rutas en pretexto para excesos de poder.
Si
la gente común acata las reglas de convivencia, si se queda en sus
hogares saliendo solo lo imprescindible, la batalla contra el virus
tendrá mejores perspectivas. Dicha sabiduría colectiva, de paso,
coadyuvaría al objetivo de evitar abusos o prepotencias de agentes
de seguridad
Ahora
que hay tiempo para dedicarle tiempo a la lectura … (La redundancia
es intencional), es interesante repasar el detalle del DNU publicado
esta mañana en el Boletín Oficial de la República Argentina, por
la cual, EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA EN ACUERDO GENERAL DE
MINISTROS
DECRETA:
ARTÍCULO 1º.- A fin de proteger
la salud pública, lo que constituye una obligación inalienable del
Estado nacional, se establece para todas las personas que habitan en
el país o se encuentren en él en forma temporaria, la medida de
“aislamiento social, preventivo y obligatorio” en los términos
indicados en el presente decreto. La misma regirá desde el 20 hasta
el 31 de marzo inclusive del corriente año, pudiéndose prorrogar
este plazo por el tiempo que se considere necesario en atención a la
situación epidemiológica.
Esta disposición se adopta en el
marco de la declaración de pandemia emitida por la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la Emergencia Sanitaria ampliada por el
Decreto N° 260/20 y su modificatorio, y en atención a la evolución
de la situación epidemiológica, con relación al CORONAVIRUS- COVID
19.
Gustavo
González, licenciado en Psicología y director del Observatorio de
Psicología Social Aplicada de la Universidad de Buenos Aires analizó
los efectos de la pandemia y definió que “se juega nada más ni
nada menos que la incertidumbre respecto de la vida y la muerte”,
que a la vez “se monta sobre un fenómeno absolutamente desconocido
y no solamente por el hombre de a pie, sino por los propios
especialistas médicos, sanitaristas, epidemiólogos”.
“La incertidumbre es demasiado
profunda y asociada a la vida y la muerte, y se lo está viviendo con
mucha ansiedad, con mucha preocupación, con una mirada” que está
puesta “en lo inmediato porque no es un problema que uno pueda
verlo a mediano o largo plazo sino que puede ocurrir mañana mismo un
contagio de un ser querido”, explicó González y remarcó que
“los efectos son multidimensionales, desde el punto de vista
afectivo, familiar y de los vínculos sociales”.
En cuanto a las medidas de
aislamiento que dictan los gobiernos, tanto en Argentina como en
otros lugares del mundo, el psicólogo señaló que “hay muchos
estudios respecto del efecto del encierro en la gente; son efectos
muy poderosos desde el punto de vista negativo como el
acrecentamiento de ansiedad, de estrés mayúsculo, de
irritabilidad”.
“Nadie está preparado para
encerrarse en su hogar en el siglo XXI donde uno puede decir que uno
de los cambios más enormes de los últimos 100 años es la
movilidad, en todo sentido, la movilidad laboral, la movilidad
social, la movilidad física con los viajes”, analizó González y
remarcó que “uno no está preparado para vivir otra vez entre
cuatro paredes”.
Un aspecto que planteó el
especialista es el “de las consecuencias económicas” en las
familias y en las personas, que calificó como “muy serio” porque
“esta dimensión de la economía personal va a tener sus
importantes impactos iatrogénicos en la salud mental de la gente”
y las consecuencias “van a ser terribles”.
“El tema económico va a ser
muy cruento, sobre todo para el 40% de la población que está bajo
el índice de pobreza y que está por fuera de la economía formal”,
describió González y se preguntó por lo “que va a pasar cuando
no pueda traer el dinero diario a la casa la familia, en el segmento
de mayor pobreza y quienes son cuentapropistas; qué van a dejar de
pagar”. Y agregó que van a tener que optar entre no pagar “sus
servicios básicos o el celular” y no solamente van a quedar
“aislados sino incomunicados porque no van a tener ni siquiera
dinero para eso”; además de plantear los inconvenientes de “cómo
se van a alimentar las familias” y sobre las condiciones de
hacinamiento en las que viven muchos.
Encuesta
del observatorio
El Observatorio de Psicología
Social Aplicada comenzó a realizar una encuesta para hacer un
seguimiento de los comportamientos de los argentinos y sus
expectativas con respecto al coronavirus.
González explicó que en el
plazo de una semana entre una medición y otra “aumentó el grado
de preocupación” de la gente ya que pasó de un 70% a un 88% “la
cantidad de argentinos que les preocupa mucho o bastante el
coronavirus”.
Otro dato que surgió es que un
93% de los encuestados, que fueron más de 2 mil, indicaron que
harían la denuncia si ven que alguien no cumple con la cuarentena;
lo que “muestra la enorme preocupación respecto del cuidado de la
salud”.
También indagaron sobre la
vacunación, y verificaron “cierto apego a cuestiones de orden más
esotérico como es no creer en la eficacia de vacunarse” ya que un
3,7% dijo que no cree en las vacunas, y el 20% que se vacunaría pero
solo en caso de estar infectado, no a modo preventivo.
“Que la gente tenga esa
actitud, quiere decir que tenemos un 23% que todavía no se
concientizó de la importancia de vacunarse, esto no habla solo del
coronavirus sino de lo que ocurre con el resto de las enfermedades”,
concluyó González.
Los
nefastos resultados de las políticas neoliberales del gobierno de
Cambiemos produjeron una precaria realidad social que agrega un
agravante a la situación planteada por la pandemia.
Precisamente
los sectores favorecidos o al menos perjudicados en menor medida por
tales políticas son paradojicamente quienes, por su pertenencia a
sectores sociales con mayor capacidade económica han podido viajar y
transportar el virus a la Argentina … El dengue hasta ahora mato
mas argentinos pero que pertenecen a sectores económicos menos
favorecidos, esto no significa que las precauciones o medidas sean
elitistas porque los ricos nos pusieron a todos en peligro, aunque de
paso, colaboran con que el dengue también frene su paso mortuorio
por las provincias y barrios mas carenciados de nuestra vasta
geografía …
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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