Lunes
2 de marzo de 2020
Esta
crónica solo puede escribirse en la Argentina, donde hoy la noticia
es que arrancan
las clases para la mayoría de los estudiantes en el día previsto
por el calendario oficial. Este
lunes volverán al aula unos 6
millones de chicos de la primaria y el jardín:
son los alumnos de todo el país que cursan esos niveles educativos,
menos los de las escuelas estatales de Santa Fe, Neuquén, Santa
Cruz, Jujuy y Chubut (unos 670.000), donde habrá paro. El lunes que
viene, 9 de marzo, se sumarán a las aulas los casi 4 millones de
estudiantes de la secundaria.
Todo
esto es noticia porque hace
9 años que no sucedía: que
no arrancaban las clases en casi todas las provincias en forma
simultánea. La
última vez había sido en 2011,
cuando, como hoy, en solo unas pocas provincias -chicas- hubo paro
...
Durante
todos estos años -de 2012 en adelante- las
huelgas docentes se fueron consolidando como parte del ritual del
inicio escolar.
El arranque más conflictivo fue el de 2014. Ese año, a causa de los
paros docentes, la provincia de Buenos Aires -que suma casi el 40% de
la matrícula nacional- empezó
las clases 17 días más tarde de lo previsto.
Gobernaba Daniel Scioli.
La
Provincia siempre fue el territorio más complejo. Allí, el Frente
Gremial Docente (que hoy agrupa a los sindicatos Suteba, FEB, UDA,
AMET, Udocba y Sadop) demoró el inicio de clases todos estos años,
con la única excepción de 2016. Sin embargo, ese primer año del
gobierno de Macri fue conflictivo en el resto del país: diez
provincias no arrancaron las clases en tiempo, entre ellas las
populosas Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
En síntesis, la conflictividad docente estuvo presente todos los
inicios de clases esta última década y sin
distinción de color político en el poder:
no arrancaban con Cristina, tampoco con Macri ni María Eugenia
Vidal. Y menos con Scioli.
Pero
este año es distinto. Fue destacado por el presidente Fernández en
su discurso ante la Asamblea Legislativa. Aunque los motivos no
parecen estar precisamente en la oferta salarial que están
recibiendo los docentes por esto días. ¿Acaso el 16% de aumento por
medio año de Provincia y Capital es muy diferente a lo que venían
escuchando los gremialistas en las temporadas anteriores? ¿Y en qué
quedó aquella exigencia de la cláusula gatillo?
Las
razones del cambio de actitud de los gremios podrían explicarse por
otros factores. Entre ellos, que hay un
Gobierno nuevo (al
que se le da un tiempo de gracia antes de los paros) combinado con el
hecho de que existe una afinidad
política entre el kirchnerismo que volvió al poder y Ctera,
el sindicato de maestros más representativo, y que lideró las
huelgas docentes nacionales en los últimos años del macrismo.
A
esto se suma que una de las primeras medidas que tomó Alberto
Fernández fue
haber restablecido la paritaria nacional docente,
el ámbito de negociación por el salario mínimo entre el Ministerio
de Educación nacional, las 24 jurisdicciones y los cinco sindicatos
docentes con representación en todo el país, que había sido
disuelta por el macrismo. Era un pedido de todo el espectro de
sindicatos docentes estos años, desde la kirchnerista Ctera (que
está en la CTA) hasta el resto de las organizaciones, que no son
kirchneristas y juegan dentro de la CGT.
Pero
en el Gobierno saben que la paz conseguida es, de algún modo,
precaria; y que deberán profundizar
el diálogo y las negociaciones
para que se mantenga. Acecha la crítica situación social y salarial
en algunos de distritos, donde el sueldo apenas va a estar llegando
este mes a $23.000 por cargo, por debajo de la línea pobreza -hoy de
$ 40.373,01-, según destacaron desde UDA.
Ese
mismo gremio lo advirtió en un comunicado: “La
aceptación (de la propuesta oficial en la paritaria nacional) no
significa la firma de un cheque en blanco.
Entendemos imperiosa la necesidad de mantener abierta en forma
permanente la vigencia y continuidad de esta negociación a los
efectos de encontrar en el más breve lapso posible los
caminos hacia un salario justo”.
Los
docentes de escuelas técnicas nucleados en AMET fueron más duros.
Rechazaron por “insuficiente”
la
propuesta del Gobierno Nacional y se declararon “en
estado de asamblea permanente” para
respaldar “las medidas de acción directa que se puedan determinar
en cada provincia”. Este lunes estos profesores no arrancan las
clases en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Tucumán, Entre Ríos
y Santa Fe.
El
presidente Alberto Fernández dejó en claro en sus primeras palabras
ante la Asamblea Legislativa cuáles serán sus prioridades de
gestión para “construir la transformación” profunda en el país.
“Vengo a ratificar con mi presencia y mis palabras el compromiso de cambiar el rumbo que nuestro país venía transitando”, subrayó Fernández al hacer hincapié en “la situación extremadamente delicada” de la Argentina que dejó Mauricio Macri: “un país dañado en su tejido social y productivo con su alma herida por divisiones profundas”.
“Vengo a ratificar con mi presencia y mis palabras el compromiso de cambiar el rumbo que nuestro país venía transitando”, subrayó Fernández al hacer hincapié en “la situación extremadamente delicada” de la Argentina que dejó Mauricio Macri: “un país dañado en su tejido social y productivo con su alma herida por divisiones profundas”.
Las
medidas en sus primeros 100 días
El
Presidente recordó las medidas gubernamentales que impulsó desde el
comienzo de su gestión, que tuvieron como norte el objetivo claro de
ocuparse “antes que nada de los que han sido olvidados”.
“Después persistimos en el diálogo económico y social como el modo más perfecto de alcanzar el desarrollo en armonía”, puntualizó.
“Después persistimos en el diálogo económico y social como el modo más perfecto de alcanzar el desarrollo en armonía”, puntualizó.
En
ese sentido, explicó que “el preámbulo” de su nuevo “contrato
de ciudadanía social” consistió y “aún consiste en detener la
caída de argentinos en la pobreza”, en “tranquilizar la economía
para recuperar el trabajo y recomponer los ingresos de quienes menos
tienen”. En ese marco, celebró la sanción de la Ley de
Solidaridad social y Reactivación Productiva.
Fernández
recordó que tomó medidas urgentes “que estuvieron destinadas a
recomponer la capacidad de consumo de los sectores más
desprotegidos” y enumeró al salario mínimo y uniforme dispuesto
para los trabajadores en relación de dependencia del sector privado,
los aumentos al sector Estatal, a las Fuerzas Armadas y Seguridad,
además del Bono de Emergencia de $5000 para jubilados en los meses
de enero y diciembre y el subsidio extraordinario de $2000 dispuesto
en el mes de diciembre por cada hijo de la titular de la asignación
universal por hijo.
En
cuanto a la economía, subrayó la baja de la tasa de interés en los
créditos del Anses y la suspensión del cobro de cuotas disminuidas
de las tasas de interés para las tarjetas de crédito como parte de
una disminución general de la tasa de interés. “En los 81 días
de gestión que llevamos la tasa de interés bancaria se ha reducido
del 63% al 40% establecimos una moratoria de la afip para pymes
monotributistas y entidades sin fines de lucro y se dispuso una nueva
línea de créditos del Banco Nación para pymes, decretamos la doble
indemnización para los despidos sin causa y relanzamos el programa
de precios cuidados”, detalló.
Aborto
En
uno de los anuncios más esperados de la sesión, Alberto Fernández
señaló que en los próximos 10 días presentará un proyecto sobre
la despenalización del aborto. "Es un tema que llevamos mucho
tiempo debatiéndolo entre nosotros y que tiene profundas
implicancias personales. La situación de las mujeres gestantes en
Argentina presenta aspectos diversos, distintos son los desafíos que
enfrenta la mujer que desea tener a su hijo y aquellas que deciden
interrumpir su embarazo".
Continuó:
"Un Estado que cuida debe acompañar a todas las mujeres para
aquellos procesos que se desarrollan accediendo plenamente al sistema
de salud. La legislación vigente en materia de aborto no es
efectiva. Desde 1921 la Argentina penaliza la interrupción
voluntaria del embarazo en la mayoría de las situaciones. Está
visto que son muchas las mujeres que no se sienten conminadas por la
pena prevista para el aborto y que recurren a él para interrumpir
sus embarazos. La existencia de la amenaza penal no sólo ha sido
ineficiente demostrando que el devenir social transcurre más allá
de la misma norma, también ha condenado a muchas mujeres,
generalmente de escasos recursos, a recurrir a prácticas abortivas
en la más absoluta clandestinidad poniendo en riesgo su salud y a
veces su vida misma".
Agregó:
"El aborto sucede, es un hecho. Un estado presente debe proteger
a los ciudadanos en general y obviamente a las mujeres en particular.
En el siglo XXI toda sociedad necesita respetar la decisión
individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos. Por
eso, dentro de los próximos 10 días presentaré un proyecto de ley
de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el
tiempo inicial del embarazo y permite a las mujeres acceder al sitio
cuando toman la decisión de abortar".
En
otro pasaje de su discurso, expresó: "Junto a la ley que buscar
legalizar el aborto enviaremos al Congreso nacional un proyecto de
ley que instaure el plan de los mil días para garantizar la atención
y el cuidado integral de la vida y la salud de la mujer embarazada y
de sus hijos e hijas en los primeros años de vida".
“Nunca
más al endeudamiento”
En
otro pasaje de su discurso, el Presidente se refirió a su reciente
gira y las entrevistas con distintos mandatarios en las que se abordó
el tema de la deuda externa argentina. “Los líderes de Israel,
España, Francia, Italia y Alemania -a quienes entrevistamos-
manifestaron su posición de acompañar la voluntad argentina de
encarar una salida a la encrucijada del endeudamiento externo. El
propio Fondo Monetario Internacional ha señalado que la deuda
argentina no es sostenible”.
Añadió:
“De ese modo nos ha dado la razón en lo que hemos venido
planteando con persistencia durante todo este tiempo. En el tema de
la deuda hay muchos intereses en juego, hay gente con intereses
distintos a los del país, que no dudan en jugar fuerte.”
También
señaló que “algunos piden más ajuste. Más ajuste lleva a más
recesión, a menos oportunidades, a más pobreza, desigualdad y más
exclusión. No vamos a pagar la deuda a costa del hambre y la
destrucción de los sueños de los argentinos y las argentinas”.
También
habló del “daño inmenso que deberán sufrir varias generaciones
de argentinos” por la deuda externa contraída y reiteró una
consigna que también había enarbolado durante su discurso de
asunción: “Nunca más a un endeudamiento insostenible, nunca más
a decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas de la noche a
la mañana y de espaldas al pueblo, nunca más a la puerta giratoria
de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando
tierra arrasada su paso”.
En
cuanto a las negociaciones con el FMI, expresó: “Con las
autoridades del Fondo Monetario Internacional venimos trabajando en
forma constructiva. Han reconocido lo profundamente grave que es la
situación económica. Hay un creciente entendimiento mutuo en una
crisis en la cual todas las responsabilidades son compartidas por el
gobierno que presidio al nuestro, por los bonistas y por el mismo
Fondo.”
Agregó:
“Necesitamos un acuerdo que le permita a Argentina ponerse de pie y
no volver a caer. Eso es innegociable, si queremos superar para
siempre los ciclos de sobreendeudamiento. Debemos tomar compromisos
que se puedan cumplir. Esa premisa será la base de las ofertas que
le haremos a los acreedores en las próximas semanas”.
Derechos
Humanos
En
cuanto a derechos humanos, el Presidente señaló que "hemos
encontrado un panorama de desidia y abandonó en ese tema. La gestión
anterior dejó sin responder al menos 120 casos ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos; el 75% de esos casos tienen el
plazo de respuesta vencido. Cuando el Estado no responde algunas de
esas peticiones las consecuencias pueden incluir la pérdida del
derecho de defensa, graves perjuicios económicos o una situación de
riesgo para la integridad física de alguna víctima sin atender".
Agregó:
"No se otorgaron los insumos básicos para el normal
funcionamiento del archivo Nacional de la memoria, se incumplió el
envío de fondos al equipo argentino de antropología forense y
suspendió tareas como la identificación de los soldados de
Malvinas, la búsqueda de desaparecidos de la dictadura y la
colaboración en casos de femicidios, trata de personas o
desapariciones actuales".
En
otro pasaje de su discurso, afirmó: "Derechos humanos no es la
columna vertebral de un gobierno sino la columna vertebral de la
República Argentina. Sin Memoria, Verdad y Justicia la Argentina no
puede ponerse realmente de pie. Vamos a recuperar el rol activo del
Estado en el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad.
Queremos asegurar con celeridad el papel que históricamente le correspondió al Estado en cuanto responsable de las políticas públicas que garantizan el proceso de Memoria, Verdad y Justicia en el contexto de la ley Nacional de sitios de memoria, preservando el recuerdo colectivo del horror de la dictadura.
Queremos asegurar con celeridad el papel que históricamente le correspondió al Estado en cuanto responsable de las políticas públicas que garantizan el proceso de Memoria, Verdad y Justicia en el contexto de la ley Nacional de sitios de memoria, preservando el recuerdo colectivo del horror de la dictadura.
El
plan contra el hambre
Fernández
citó cifras de la FAO para luego concluir en que ahora se sabe que
"no sólo en endeudamiento externo batimos todos los récords"
en los últimos años, por eso ratificó su compromiso en la lucha
contra el hambre. "Comer no puede ser un privilegio",
definió.
En
ese marco, celebró el lanzamiento de la tarjeta alimentaria, que ya
llegó a casi " 1000000 de personas". "El plan
Argentina contra el hambre es también una herramienta para motorizar
la economía de abajo hacia arriba una cadena virtuosa que acerqué a
productores y consumidores", explicó, al agregar que la
inserción de la tarjeta implica una "inyección de más de 70
mil millones de pesos anuales".
Salud
El
mandatario hizo especial hincapié también en el relanzamiento del
plan Remediar. "Cumpliendo con mi promesa electoral garantizamos
el acceso gratuito de medicamentos esenciales a más de 5000000 de
jubilados y jubiladas". Del mismo modo, resaltó que su gobierno
acordó "una rebaja del 8% en los precios de los medicamentos en
Farmacias comerciales". También celebró que se pudieran
liberar rápidamente "más de 12 millones de vacunas que estaban
retenidas desde hacía meses en la aduana".
Inflación
y defensa del consumidor
En
cuanto a la inflación, afirmó que estamos “trabajando para crear
una política de defensa del consumidor que evite los abusos.
Estamos analizando la estructura de costos de los eslabones de la producción para trabajar en las diferentes relaciones entre intermediarios y canales de comercialización”, de modo de “evitar los abusos de la posición dominante”. “Vamos a fortalecer los mecanismos de defensa del consumidor y la lealtad comercial”, enfatizó.
Estamos analizando la estructura de costos de los eslabones de la producción para trabajar en las diferentes relaciones entre intermediarios y canales de comercialización”, de modo de “evitar los abusos de la posición dominante”. “Vamos a fortalecer los mecanismos de defensa del consumidor y la lealtad comercial”, enfatizó.
Agregó:
“Que los precios dejen de crecer en Argentina es una
responsabilidad de todos. El gobierno nacional se va a poner al
frente de la batalla contra la inflación, usando todas las
herramientas legales con las que cuenta. No es posible que con la
moneda estabilizada y las tarifas congeladas, al igual que los
combustibles, el precio de los alimentos siga creciendo”. Con
respecto a los formadores de precios, expresó: “Vamos a exigirles
total responsabilidad a los formadores de precios. Argentina no
resiste más el abuso de quienes preservan su rentabilidad a costa de
consumidores condenados a pagar sus excesos. Debemos terminar con la
Argentina de los vivos”.
AFI
y reforma judicial
Alberto
Fernández propuso abrir un debate respecto a "la mejor
democracia que aún nos debemos”. “Apostamos a una democracia
profunda y una mejor calidad institucional. Como lo anuncie el día
de mi Asunción tenemos la decisión Irreversible de terminar para
siempre para siempre con los sótanos de la democracia”, indicó al
resaltar la intervención a la Agencia Federal de Inteligencia.
“Terminamos con el oscurantismo que imperó en estos años”,
celebró.
Anunció
que en pos de “reponer el orden” dictará esta misma semana un
DNU “que modifique la Ley de Inteligencia para impedir a los
organismos inteligencia y a sus miembros realizar tareas represivas,
poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o
desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la
justicia”.
Luego,
detalló en qué consistirá su reforma al Poder Judicial. “Venimos
a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación
judicial, a la utilización política de la justicia y el
nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de
cualquier naturaleza”. En ese sentido, anunció un “reordenamiento
de la justicia Federal” para evitar “el cajoneo de expedientes y
la activación de causas en función de los tiempos políticos”.
Fernández
subrayó que para que ese proceso de “desarrollo económico federal
“ tiene que tener como “protagonista importante al campo”. “Los
hemos convocado para que con su esfuerzo colaboren en la lucha contra
el hambre los horticultores, los productores de fruta, de cereales,
de carne o de leche”, destacó al subrayar en el “esfuerzo que
tiene que dar aquellos que producen y exportan porque tienen mejores
condiciones en la Argentina de hoy”.
“Queriendo
preservar el mejor desarrollo del campo hemos hecho una propuesta
generosa en materia de derechos a las exportaciones”, aseguró.
Detalló que se incrementa “sólo uno de un total de 25 cultivos
que hoy están afectados por esos derechos”, en una clara
referencia a la soja.
“Queriendo
preservar el mejor desarrollo del campo hemos hecho una propuesta
generosa en materia de derechos a las exportaciones”, aseguró. “Yo
aspiro a que esta vez a través del diálogo encontremos el camino
que nos conduzca a sostener el desarrollo y a preservar las cuentas
públicas nuestro país”, indicó luego respecto a las
negociaciones encaradas con ese sector.
“La
propuesta que hemos sometido a consideración del sector preserva la
situación de los pequeños productores y además respeta con todo
las condiciones que nos fueron impuestas por la ley de solidaridad
social y reactivación productiva. Esto resulta absolutamente
favorable para muchos cultivos pero particularmente para el
desarrollo de las economías regionales”, amplió.
Desarrollo
productivo y ley de Economía del Conocimiento
El
Presidente afirmó que quiere proponerle a la Nación “un conjunto
de acciones colectivas para el período 2020-2021” relacionados a
la recuperación de la capacidad productiva del país. En ese marco,
aseguró que su gestión inició “una renovada batalla nacional por
el gas y el petróleo”, al anunciar que enviará un proyecto de ley
“para el desarrollo del sector hidrocarburífero y minero, que
promueva y estimule la inversión nacional e internacional en el
sector y facilite el desarrollo de la cadena de valor Industrial
tecnológico y de servicios” con el objetivo de “crear cientos de
miles de empleos directos”.
Los
hidrocarburos serán la palanca para el desarrollo productivo de
nuestro país”, definió, al asegurar que extraerá los recursos “a
partir de un entramado productivo tecnológico y diversificado en
todas las provincias argentinas motorizando la creación de empleos”.
“También tenemos grandes posibilidades pendientes con pleno
respeto a estándares ambientales y participación social en
particular la minería metalífera y la de litio”, completó.
Otro
de los proyectos anunciados tiene que ver con los “sectores
intensivos en el conocimiento”. Fernández confirmó que enviará
una modificación de la ley de economía del conocimiento que
incorporará “una perspectiva de género y federal para la
generación de empleo”. “Para aumentar las capacidades de
investigación y desarrollo y la sustentabilidad ambiental en el
sector productivo necesitamos potenciar nuestro sistema de ciencia y
tecnología comenzamos en los primeros días ampliando los ingresos
al Conicet y aumentando sustancialmente los montos de las becas de
nuestros jóvenes”, indicó luego sobre el rumbo de su política de
ciencia y tecnología.
Herencia
Alberto
Fernández planteó el escenario que recibió del macrismo.
“Soportamos un nivel récord de inflación del 53,8% durante el año
2019. Debemos enfrentar una deuda pública récord en monto y
concentración temporal de vencimientos. Sólo en el 2020 los
vencimientos de capital representan el equivalente a 48.968 millones
de dólares. A ello deberíamos adicionarle 14.838 millones de
dólares en concepto de intereses de esa deuda. La desocupación
trepó 9,7 por ciento destruyendo más de 240.000 empleos privados
entre 2015 y 2019. La industria instalada registra un nivel de
capacidad ociosa que roza el 40%, llevamos 19 meses consecutivos de
caída de la actividad Industrial nuestro país. Hace dos años que
está sumido en una recesión profunda”.
También
señaló que el “estado nacional registró una deuda en materia de
obras públicas de más de 35000 billones de pesos, el 60% de las
obras iniciadas se encuentran paralizadas, los aumentos tarifarios de
los servicios públicos en los cuatro años que precedieron a nuestra
llegada registraron incrementos excesivos: el servicio de gas 2000
por ciento y el de electricidad cerca del 3000 por ciento”.
El
Presidente señaló que aumentos llevaron “a situaciones críticas
a miles de familias, jubilados, comercios, pymes e industrias más de
5 millones de argentinos y argentinas que son parte de los sectores
más vulnerables de nuestra sociedad”.
En
cuanto a la función reguladora del este durante los cuatro años de
gobierno de Macri, señaló que “encontramos un estado debilitado
donde casi desaparecieron los instrumentos de regulación, ha habido
problemas recurrentes con el mantenimiento de la infraestructura y el
patrimonio, se lastimó la relación con los trabajadores del Estado,
postergados por la llegada gerentes que fueron recompensados con
sueldos que el resto de los empleados no recibieron”.
Agregó:
“El nivel de depreciación Argentina es tal que sólo un esfuerzo
mancomunado, honestidad intelectual y fraternidad comunitaria será
capaz de encaminar nuevamente a nuestra Patria a un desarrollo
inclusivo y sostenible. Lo afirmó con humildad y también con
profunda convicción. Lo dije al jurar como presidente de la
Argentina.
La
apertura de sesiones ordinarias de Alberto Fernández, enmarca las
líneas que siguen y, aún más, las refuerza.
El
pronóstico vuelve a ser sencillo tras otra semana cargada de
tiranteces y nerviosismo, esta vez en dos ámbitos principales que
también eran muy previsibles como focos de conflicto.
Es
la aproximación de grandes definiciones. Ejecutivas, ya no
retóricas. Se terminaron las vacaciones. Y eso, como fue comentado
aquí hace un par de columnas, alude no sólo al período estival,
sino al abierto tras el impactante triunfo del Frente de Todos en las
primarias de agosto. Ratificación en octubre, después la asunción
y al cabo el verano. Lo que concluye es ese bloque temporal, en que
rigieron mucho más las expectativas --generales y sectoriales-- que
las tomas de posición frente a medidas o anuncios específicos.
Es
el caso de lo que parece ser el inminente y nuevo choque con “el
campo”, según la definición unívoca que los sectores de derecha
lograron imponer como si el concepto, por arte de magia, sirviese
para meter todo en la misma bolsa. Pequeños, medianos y gigantescos
productores.
En
la Argentina de unos 46 millones de habitantes, menos de 20 mil
ciudadanos o personas jurídicas producen casi el 74 por ciento de lo
que se siembra y cosecha.
Como
señala Peretti, (Ver la nota de ayer en el blog: https://andandorealidades.blogspot.com/2020/03/domingo-1-de-marzo-de-2020-lo-largo-de.html ) una concentración
agropecuaria bestial y enmarcada en la pregunta que continúa a
semejantes cifras. “Cómo puede ser que 20 mil tipos (o emporios de
razón jurídica) tengan de rehén a todo un país (…) y que
(parte) de ellos asuman como suyo el discurso de sus expoliadores. Es
un contrasentido difícil de explicar que un pequeño chacarero del
sur santafesino diga que todos los productores son iguales”.
Y
la gran mentira de que no se puede segmentar es “un rotundo triunfo
político de la derecha”, pero también una “falencia notoria del
movimiento nacional y popular (otra vez los errores en la
comunicación, cabe agregar, aunque no sea el único componente), que
nos obliga a una profunda autocrítica porque no tuvimos una correcta
política para desbloquear intereses tan disímiles”.
Parece
mentira que nuevamente se pudiera estar a punto de volver a ver una
película que no termina de gastarse porque, en verdad, lo que no se
agota nunca es el vigor del Partido Antiperonista.
No
es tanto la cuestión de quienes verdaderamente expresan intereses de
clase y casta, que sí es determinante en su poder de fuego real,
sino de aquellos que asumen el discurso del verdugo.
Ya
se habló de esto durante el choque por la 125, al margen de los
errores implementativos. En ese entonces se multiplicaron las figuras
para describirlo. Fueron resumidas, quizá, en la de tanta gente cuya
maceta del balcón contiene toda la tierra que vio en su vida y que,
sin embargo, fue, es, capaz de adjudicarse la defensa del “campo”
como un asunto patriótico. O, peor, como una afectación directa a
sus bolsillos.
Nada
diferente, en la analogía, a lo sucedido durante el debate por la
ley de Medios.
¿Se
acuerdan de “TN puede desaparecer”; y de que la prensa gráfica
“independiente” corría serio peligro siendo que la ley jamás la
alcanzaba, y de que inclusive -en el acabóse del delirio
propagandístico- se pretendía regular a Internet?
¿Cuánta
gente compró ese discurso? ¿Fue acaso un episodio coyuntural o
escenifica, insistamos, a esa parte de la sociedad que tiene activo
poder simbólico en la representación de arrogarse, como propios,
formidables intereses ajenos?
En
el segundo caso protagonista de esta semana, no parece que la
dinástica familia judicial lleve las de ganar en el favor público.
Al contrario. Más allá de que los contenidos técnicos sobre el
régimen especial del sector puedan tener deficiencias, serias,
perturbar las prerrogativas de jueces y entenados concita simpatía
popular.
La
reacción corporativa de los envueltos por el propósito oficial da
una buena idea de las dificultades, para ejecutar cada proyecto que
toque --siquiera en grado de tibieza-- a los que podrán no ser
“privilegiados” en su situación per se. Pero que sí lo son al
compararse su nivel de ingresos con quienes están muy al fondo. Y
con quienes se acercaron allí, dramáticamente, tras la desgracia
macrista.
Que
a propósito: el escándalo desatado por los cambiemitas, a raíz de
la participación de Daniel Scioli para conformar quórum en el
tratamiento del proyecto modificatorio de las jubilaciones de
privilegio, también brinda imagen acabada de lo que es la oposición.
Puede
polemizarse si fue una picardía con tintes legales irreprochables o
dudosos, si se coordinó midiendo las repercusiones o se improvisó
sin calcularlas, etcétera. ¿Interesa? ¿Tiene rango de debate
nacional, o es una nimiedad mediáticamente aprovechada para clavarle
los dientes al Gobierno? ¿El nudo del tema pasa por disquisiciones
burocráticas o por la intención del proyecto?
Y
sobre todo, ¿debería poder creerse que justamente la tropa macrista
se escandalice por las formas institucionales, tras haberlas
avasallado a diestra y siniestra y en torno de un tema sobre el que
se desgañitaron hasta diciembre último, reclamando la derogación
de los regímenes de privilegio sin haberla promovido jamás?
Como
botón de muestra y aunque esta vez la voz cantante no la puso ella
sino el cordobés Mario Negri, la reina del denuncismo, Elisa Carrió,
habló de atropello a la Justicia pero después reconoció que no
está de acuerdo sólo “con algunas cosas” que pretende el plan
oficialista.
Mientras
tanto, la madre de todas las batallas comenzará a resolverse, o no,
en las próximas semanas. Ese es el período que ayer anunció el
jefe de Estado.
El
Presidente no lo dijo, por supuesto, pero está clara la hipótesis
de que se defaulteará una sección de la deuda con los bonistas
privados que no accedan (¿por qué deberían acceder? al tómalo o
déjalo ya insinuado por el ministro Martín Guzmán. Y ratificado
ayer por Fernández.
El
Gobierno no tiene previsto a eso como la tragedia que terminará por
aislar al país del mundo “serio”, al que sus portavoces
mediáticos reclaman respetar cual testaferros directos (para quienes
saben leer, sin mayor esfuerzo de interpretar entrelíneas).
La
avanzada mediática, precisamente, también arreció esta semana.
Poder
Judicial intimidado, “el campo” otra vez como pato de la boda,
difusión de internas casi terribles en el gabinete, enojos del
Presidente, parálisis en los ministerios, un Gobierno que no
arranca, impaciencia en el ala izquierda, graves
enfrentamientos entre Máximo y Kicillof, Cristina detrás de cada
movida al solo efecto de cercar a Alberto…
Nada
se escapa, nada deja de inventarse, y/o nada queda sin estimular,
desde la gran patrulla de los medios dominantes.
No
importa que haya partes veraces o verosímiles en su ofensiva (por
cierto, no las que victimizan a la crema del privilegio real).
Importa
de qué lado volverá a verse -y actuarse- esta película que,
históricamente, ya vimos chiquicientas veces.
Alberto Fernández relanzó su
gobierno apoyado sobre tres pilares narrativos: ampliación de
derechos civiles, "solidaridad" distributiva y justicia.
Las alusiones a la “tierra
arrasada”, abundantes en tiempos de campaña pero escasas en el
primer trimestre de gestión, tuvo formato de exposición didáctica.
Para evitar que se tome como chicana -y en línea con la pretensión
de ser un gobierno "post grieta"- el presidente sólo
despelgó cifras para graficar el desastre que recibió. La
enumeración asceta no influirá en los convencidos -los oficialistas
conocen de sobra la historia; el macrismo cultiva la negación-, pero
la contundencia de los datos puede impactar en el porcentaje de la
población que los encuestadores llaman “independiente”, una
oscilante fracción del electorado que prestó sus votos para que
Fernández obtuviera el bastón de mando, aunque de modo condicional.
Buena parte del discurso se
destinó a ese tercio “blando”, una tierra movediza que Fernández
pretende solidificar como base de sustentación política para
engrosar la correlación de fuerzas frente a los desafíos por venir.
El
poder real da muestras a diario de que quiere otras cosas y entiende
el país de otra manera. De la capacidad que tengamos para agruparnos
y esforzarnos por afianzar y lograr el país inclusivo, solidario,
con independencia económica, soberanía política y justicia social
fortaleciendo las instituciones y las vinculaciones democráticas y
participativas, sera la realidad que sepamos construir, para
nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos …
De
no ser así volveremos a repetirnos en los fracasos y los conflictos
que han hecho imposible la Argentina que soñamos.
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
Comentarios
Publicar un comentario