Domingo 15 de marzo de 2020

Hay momentos contingentes que marcan el devenir de la historia, ya como interpretación del pasado, ya como motor de los sueños de lo que se desea hacia delante, ya como interpretación de la propia individualidad respecto a la colectividad humana de la que formo parte. Esta pandemia siglo XXI , que ni de cerca es o está por constituirse en una de esas terribles experiencias que ha vivido la raza humana con poblaciones enteras exterminadas por epidemias varias veces mas mortales que esta. Sin embargo esta tiene una virulencia mayor que su propia viralidad o tasa de morbilidad o mortandad, en tanto pone en evidencia la precariedad del sistema patriarcal Colonial Capitalista neoliberal que se ha convertido a partir de la caída del muro, en el sistema de orden global y universal mas universal logrado en tiempo alguno de la historia de nuestra existencia como humanos sobre la tierra. XXI siglos alimentando un sistema que no logra incluir, humanizar, generar conocimientos colectivos y civillización capaz de pensar la vida y las sociedades de otros modos menos destructivos y autodestructivos de los que la humanidad ha venido constituyendo en occidente.



La precariedad de la vida frente a contingencias como estas muestran la gran apuesta a la irracionalidad que es precisamente la cualidad que nos hace mas parecido a las especies animales mas violentas y agresivas, cuyos miedos provocan esas respuestas violentas como defensa ¿Defensa respecto a que o defenderse de quienes? Precisamente si irracional, ni siquiera da lugar a la pregunta.

Los poderes que alcanzan sitiales de privilegio respecto del resto, solo atinan a racionalizar excusas para sostenerse allí, creyendo que tales sitiales les da alguna seguridad mayor respecto de aquellos que son sometidos a condiciones de mera servidumbre en distintas gradaciones y mentidas su condiciones bajo posibles “meritocracias” “ascenso social” o “esfuerzo personal”y “dignificación del trabajo para otros” … todos conceptos que encubren las formas brutales de sustracción del esfuerzo de unos muchos para que otros pocos adquieran un “nivel de vida” mas cómodo.

Contingencias como estas no hacen mas que poner en evidencia nuestros temores mas temidos … la realidad de la precariedad y fragilidad de la vida que vivimos y la realidad de la muerte como un horizonte común al individuo y que solo puede ser trascendido en la vida puesta al servicio del “otro” y dejar en su memoria conciencia de nuestro paso por esta experiencia vital que nos anima en este tiempo/espacio, en esta época y como partes de este capítulo de la humana historia.

Es el amor a la humanidad misma y ese “otro” que tenemos en cuerpo y alma a nuestro lado lo único capaz de vencer el miedo y permitir a la razón tomar el mando de la propia vida y de las decisiones colectivas en las que participamos.

En la semana surco la imagen en video de los monos en Tailandia … La pandemia del coronavirus afecta ya a todo el mundo.Más de cien países han registrado contagios de esta enfermedad, que afecta ya a gran parte de la población. A pesar de que la OMS ha declarado que los animales no se contagian con el COVID-19, estas criaturas también sufren las consecuencias de la pandemia.

Un claro ejemplo de esta situación la han protagonizado los monos tailandeses. En la ciudad de Songkhla, en el centro del país, la población de primates salvajes se cuenta por miles. En este lugar, los monos habitan los antiguos templos budistas de la ciudad y son alimentados por los turistas que visitan la zona a diario.

Debido a la propagación del coronavirus, la tasa de turistas en Songkhla ha descendido considerablemente en los últimos días. Estos visitantes eran los que solían dar de comer a los monos, pero ahora ya no lo hacen. Como consecuencia, los miles de primates que viven en un parque público de Songkhla tienen mucha hambre.

Decenas de monos salvajes hambrientos luchan por un plátano. Cuando uno de los animales huye con el botín, los demás primates corren tras él, queriendo hacerse con parte de la comida. Los hechos ocurrieron el 11 de marzo.

Los lugareños de Songkhla están acostumbrados a ver a estas criaturas deambular por la ciudad, pero se sorprendieron al ver la ferocidad con la que actuaban porque estaban hambrientos. Sasaluk Rattanachai fue quien grabó el vídeo y cuenta que nunca había visto a los monos “tan agresivos”: “Creo que tenían mucha, mucha hambre”.

Tras este incidente, los habitantes de Songkhla han dado a los monos sandías y tomates frescos para que coman. En el vídeo de la parte superior puedes apreciar cómo fue el momento.

Como espejo, los monos nos devuelven la imagen de aquello que elegimos ser, cuándo negamos la cualidad que nos permite distinguirnos de ellos (Ni mejores ni peores … distintos … humanos … usando las posibilidades que tal condición nos confiere), la capacidad de razonar y generar pensamiento y de elegir el amor para vencer el miedo. 

 

Somos lo que elijamos ser. Sentipensantes en la posibilidad, embrutecidos por el miedo o solidarios en el amor, según elijamos en nuestro libre albedrío posible. Ninguna opción da seguridad alguna. Solo una nos permite trascender la propia muerte signando en la memoria, el recuerdo de que alguna vez fuimos humanos privilegiando al otro en lugar de comportarnos como simios.

££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££

Pese a tanta psicosis colectiva y esquizofrenia alimentada por los medios de comunicación, el nuevo gobierno que intenta políticas nacionales y populares, signa sus diferencias respecto a los supuestos republicanos neoliberales que colocan la libertad del simio por encima de la razón colectiva …

He aquí que a pesar de los pesares, las cosas no van tan mal.
Si se compara la reacción ante esta emergencia con lo que ocurrió con la pandemia de N1H1 en 2009, la Argentina ha dado pasos gigantescos. En aquel momento, al frente del ministerio de Salud había una contadora, sin el menor conocimiento sobre epidemiología y cuestiones sanitarias, y el médico consultado como si se tratara de una eminencia era un vendedor de vacunas, muy conocido por el marketing de su empresa. Maurizio Macrì directamente eliminó el Ministerio de Salud, lo cual no lo privó de alardear de su ignorancia, comparando la enfermedad con lo que él llama populismo, que en este caso equivale a la adopción de medidas adecuadas de prevención y protección. Días después recomendó «estemos unidos, cuidémonos entre todos», como si a alguien le importara su comentario de vecina.

El actual ministro, Ginés González García, cometió un error inicial, al pensar que el virus originado en China y replicado en Italia no llegaría aquí antes del invierno, pero esto forma parte de la incertidumbre que en todo el mundo acompaña la aparición del Cevid-19.  Ya en 2006 el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Michael Leavitt, sintetizó que «todo lo que digas antes de que ocurra una pandemia es alarmista; cualquier cosa que digas después, es inadecuada».



Ginés lo reconoció e intervino en forma activa en la extensión de la emergencia sanitaria, que la Argentina adoptó antes que Estados Unidos, pese a que allí el virus comenzó a circular dos meses antes. Habrá que aguardar que la plaga se agote para medir con exactitud la tasa de mortalidad, que con los datos conocidos hasta ahora parece de una inquietante magnitud. Pero igual que en criminología, donde lo único seguro es la cifra de homicidios dolosos, que cuesta ponderar sobre el total de delitos cometidos porque se subdeclaran, aquí no se conoce más que la cantidad de víctimas fatales previamente diagnosticadas. Los números de afectados son apenas tentativos. Cuando más significativa sea la subdeclaración de casos, menor será la verdadera tasa de mortalidad.

GGG también dijo en los primeros días que le preocupaba más el dengue que el coronavirus. Hasta ahora no hay elementos que desmientan esa apreciación. Por ejemplo, en la provincia de Jujuy, el gobernador Gerardo Morales cerró las escuelas por dos semanas sin consultarlo con las autoridades nacionales, suspendió la distribución de las tarjetas AlimentAR pero nada dijo en su conferencia de prensa sobre el centenar de casos sospechosos de dengue informados por el interventor del Hospital Oscar Orias en Libertador General San Martín, César Mulqui. Entre ellos, 39 en Yuto, 4 en San Salvador de Jujuy, 3 en Fraile Pintado, 2 en Monterrico y 1 en Villa Jardín de Reyes, Libertador, San Pedro y Lozano. Al mismo tiempo, los enfermeros se movilizan denunciando que carecen de elementos de bioseguridad ante el virus, «el traje de astronauta», como dijo uno de ellos.
El monitoreo de Twitter y Facebook realizado por la empresa de Big Data Social Now, sostiene que entre quienes escucharon la cadena nacional del Presidente hubo quienes lo criticaron por «hipócrita», «mentiroso» y «apátrida» y quienes destacaron su temperamento y sensibilidad al tratar la crisis sanitaria. También se contrapone la ira de quienes destacan la tardanza en tomar medidas con el sentimiento de anticipación y el reconocimiento de ONGs europeas por las medidas tomadas, con pocos casos en el país.

££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££

Aprender no es poco para los tiempos que corren … al mundo le cuesta mucho comprender de formas correctas y sin los sesgos neoliberales, aquello que trasciende la precariedad de las propias construcciones sistémicas para forzarnos a ver aquello que hacemos muy mal.



La incertidumbre y el miedo recorren el mundo al compás del avance arrollador de un virus, cuyo origen, duración, capacidad de mutación, y cura, son desconocidos. Convertido en pandemia por la Organización Mundial de la Salud, el coronavirus (Covid-19) ha entrado en el panteón de las plagas que azotaron a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Su galope retumba por todas partes, trasciende la vida humana y penetra los confines del orden social establecido. Así, el virus arremete contra los pilares que sostienen la estructura económica y financiera mundial y penetra en los territorios mas alejados. Nos precipita hacia un caos, cuya duración y fin desconocemos. Sin embargo, no todo es oscuridad.

El tumulto que levanta el virus permite que la codicia sistémica del capitalismo global monopólico se descarne en el escenario internacional y en nuestro propio país. El dinero se esfuma como cenizas al viento y el ciudadano de a pie tiene oportunidad de cuestionar el sentido ultimo de una vida atropellada por relatos interesados y plagados de signos y valores efímeros, huecos, donde los sound bytes sustituyen a las palabras y estas al pensamiento. Ante sus ojos se abre el contraste de una vida navegada bajo la ignorancia y la impotencia y una realidad salvaje impuesta por la voluntad y el cinismo de unos pocos. La avaricia infinita de un Minotauro que todo lo devora pierde ahora, por un fugaz instante, su índole natural, invisible y eterna. El laberinto se llena de grietas y la posibilidad de orientar el camino hacia la prevalencia del bien común revela una posible salida. Mientras unos pocos se apresuran a pescar en el rio revuelto para hacer ganancias, los que son más pueden empezar a vislumbrar el porqué de tantas injusticias.
 
Coronavirus en el sistema financiero internacional

Este virus salvaje no cayó sobre un mundo apacible. Sin embargo, parece haber dinamitado la pestilencia de la impunidad financiera en un mundo altamente integrado en lo económico.

La brecha creciente entre el endeudamiento y la producción generó en las últimas décadas burbujas de precios en los mercados financieros. Desde la crisis de 2008, la Reserva Federal y los bancos centrales de los países más desarrollados contribuyeron a impulsar este fenómeno con políticas de flexibilidad monetaria y tasas de interés cercanas a cero. Así, el endeudamiento creciente y la especulación financiera se desparramaron desde el centro hacia la periferia del mundo. El acceso de Trump a la Presidencia de los Estados Unidos en 2016 habría de dar mayor dinamismo a estas políticas.



Trump hizo del auge especulativo de acciones y bonos y de la militarización de la política financiera el eje de la estrategia norteamericana para dominar el mundo. Desde un inicio fue acosado por un golpe blando liderado por facciones del Estado en las Sombras, que buscaban destituirlo acusándolo de connivencia con Rusia para ganar las elecciones. En esas circunstancias, Trump fugó hacia adelante dando fuerte impulso a la inversión en la industria de guerra y al desarrollo del mercado financiero. Fuertes incentivos impositivos permitieron a las grandes corporaciones sustituir la inversión productiva por la compra masiva de sus propias acciones (buybacks) y hacer ganancias extraordinarias en el mercado financiero. El auge de la especulación financiera pretendió concretar la promesa electoral de restituir la grandeza norteamericana (Make America Great Again, cuya sigla suena muy graciosa en castellano, MAGA). Los síntomas de la recesión, sin embargo, se agolpaban en el horizonte y hoy atropellan nuestro presente.

Los primeros síntomas de una incipiente crisis de liquidez del sistema financiero aparecen a fines de 2018 y se consolidan desde septiembre de 2019 en el mercado de pases interbancarios (repos). Sin embargo, el derrumbe del mercado financiero salió a plena luz del día entre fines de febrero y la primera semana de este mes. Por ese entonces, la constatación del impacto económico global del coronavirus detonó la venta masiva de acciones y bonos y la consiguiente destrucción de 2 billones (trillions) de dólares. En ese breve lapso, tres de cada cuatro acciones del índice S&P 500 perdieron más del 10% de su valor (nytimes.com 7 3 2020). Esto fue el comienzo de un drama que continua escalando en intensidad.
 
Petróleo y crisis financiera

El sábado 7 de marzo, la negativa de Rusia a recortar la producción de petróleo propuesta por Arabia Saudita para capear la caída de la demanda provocada por el impacto del coronavirus sobre la producción mundial, intensificó la crisis financiera.

En los últimos años los países productores de petróleo reunidos en la OPEP ampliada, buscaron estabilizar sus precios recortando la producción. En ese mismo lapso, Estados Unidos impulsó la producción de petróleo y gas no convencionales. Ganando mercados a sus competidores se convirtió en el primer exportador mundial de petróleo. Desde esta posición, impuso sanciones a empresas rusas y de otros países que participaban en la comercialización del petróleo iraní y venezolano. En enero impuso nuevas y severas sanciones financieras a empresas rusas y europeas bloqueando la construcción del proyecto Nord Stream2 que pretende abastecer de gas ruso a Alemania, y por esta vía a Europa (Forbes.com 6 8 2019; zerohedge.com 13 3 2019; 17 2 2020).



Rusia aprovechó la debacle ocasionada por el coronavirus para profundizar la crisis que aqueja actualmente a la producción de petróleo norteamericano no convencional. Su negativa a plegarse al recorte de producción propuesto por Arabia Saudita llevó a este país a desatar una guerra de precios anunciando el aumento sin límites de su producción petrolera, bajando sus precios y afectando inmediatamente al precio del barril. A diferencia de Arabia Saudita, Rusia puede aguantar esta guerra de precios por diez años mas (zerohedge.com 7 3 2020. oilprice.com 9 3 2020, fortune.com 12 3 2020).

La depreciación del petróleo repercutió inmediatamente sobre el mercado financiero, amenazando a las empresas energéticas y especialmente a las vinculadas a la producción de petróleo y gas no convencional (zerohedge.com 11 3 2020). En su mayoría estas empresas están al borde de la quiebra, altamente endeudadas y afectadas por la acelerada disminución de la productividad de los pozos de petróleo no convencional. Constituyen un sector importante dentro del universo de deuda corporativa que hoy asciende a 10,5 billones de dólares (trillions), y con 1,5 billones considerada deuda basura (junk) constituye uno de los puntos mas débiles del sistema financiero norteamericano (zerohedge.com 9 3 2020).

Crisis de liquidez y emergencia sanitaria

El impacto de la caída de los precios del petróleo trascendió rápidamente al mundo de las corporaciones energéticas, golpeando sobre un amplio espectro de artefactos financieros que incluyen activos vinculados al petróleo. Estos están dispersos entre distintas entidades financieras y especialmente entre algunos de los principales fondos de inversión (zerohedge.com. 11 3 2020). Las ventas masivas también erosionaron los precios de las acciones vinculadas a los viajes y al turismo afectadas por la explosión del coronavirus, y a los bancos y entidades financieras vinculadas con deuda corporativa en general, y especialmente con las empresas dedicadas a la producción de petróleo no convencional. (zerohedge.com.9 3 2020). Asimismo, y como ocurriera en otras ocasiones, el uso de algoritmos en las transacciones financieras amplificó el impacto negativo de las ventas masivas. El algoritmo es una especie que se desplaza en manada.

A lo largo de la semana recrudeció la crisis de liquidez en el mercado de pases interbancarios (repos). A esto se sumo la creciente avidez de grandes corporaciones que, como Boeing, Carlyle y BlackStone, se abastecieron de dinero en efectivo acudiendo a líneas de crédito secundarias (revolver credit), pasibles de ser utilizadas en caso de crisis. Este fenómeno, reminiscente de la crisis financiera de 2008, amenaza a la estabilidad de los bancos y puede desembocar en una corrida bancaria (zerohedge.com 11 3 2020).


El miércoles Trump suspendió por 30 días todos los vuelos desde y hacia Europa, con excepción del Reino Unido, reconociendo así por primera vez la gravedad de una situación que al principio intentó minimizar. Asimismo, la Reserva Federal descargó en un día 1,5 billones (trillions) de dólares en una inyección sin precedentes de liquidez en el mercado financiero (zerohedge.com 12 3 2020). Aún así, no pudo contener las ventas masivas de activos y hacia el jueves los mercados financieros del mundo volvían a caer con  estrépito. El valor de los bonos del Tesoro norteamericano se evaporaba rápidamente, el S&P 500 perdía 9,51% de su valor y el Dow Jones se precipitaba en la peor caída desde 1987. Mientras tanto, el precio del petróleo se licuaba rápidamente, llegando a representar la mitad del valor que tenía a principios de año.

Paralelamente con estos desarrollos, distintos estados proclamaban la emergencia sanitaria en sus respectivos territorios, el CDC estadounidense (Center for Disease Control) alertaba sobre la incapacidad del sistema hospitalario para enfrentar la vertiginosa propagación del virus y cundían los cuestionamientos sobre la escasa cantidad de kits utilizados hasta el momento para detectarlo.

El coronavirus expuso la desarticulación de un sistema de salud fuertemente privatizado. Los Estados Unidos tienen hoy 2,8 camas de hospital por cada 1,000 habitantes. Es decir, menos camas disponibles que en Italia (3,2), China (4,3) y Corea del Sur (12,3). Asimismo, el sistema hospitalario solo cuenta con 45.000 camas para terapia intensiva cuando, según estimaciones médicas, se necesitan 200.000 para enfrentar un desarrollo moderado del virus en una cantidad de población semejante a la norteamericana (nytimes.com 12 3 2020).

El país más poderoso del mundo, con mayor inversión militar del planeta, carece de las máscaras y otros recursos necesarios para proteger a sus habitantes de una pandemia como la actual. Asimismo, su población carece de los recursos financieros necesarios para enfrentar una enfermedad o una cuarentena. Hay más de 27,5 millones de personas sin seguro médico, cerca del 78% de la población vive al día, sin posibilidad de ahorrar para enfrentar una crisis como esta, y el endeudamiento por todo concepto de los individuos, asciende a los 13,5 billones (trillions) de dólares (Forbes.com 11. 1 2017; bloomberg.quint.com 5 3 2019).

Paro agropecuario y coronavirus


Esta semana culminó el paro agropecuario impulsado por el macrismo y productores autoconvocados en contra de la propuesta oficial de aumentar 3 puntos porcentuales las retenciones a las exportaciones de soja. Esta medida solo afecta a un 26% del total de los productores sojeros, es decir a la minoría empresaria con mayor poder económico. Los resultados del paro fueron deslucidos. Si bien se produjo una disminución drástica del comercio de la carne, la comercialización de granos no fue afectada en la medida que se esperaba. El paro contribuyó además a mostrar las disidencias internas del “campo” y las limitaciones del modelo agropecuario basado en los agro negocios.

Lejos de ser un todo homogéneo, el “campo” está compuesto por múltiples actores con intereses divergentes. El lockout patronal permitió que la disidencia entre afiliados a la Federación Agraria y su conducción saliese a la luz del día. Asimismo, mostró la falta de conexión entre las organizaciones empresariales del sector y sus representados, y la falta de representatividad gremial de los productores autoconvocados que, fogoneados por dirigentes del macrismo, alientan desde el mes diciembre la protesta contra el gobierno.
Por otra parte, el lockout patronal permitió visibilizar las falencias de un modelo de desarrollo agropecuario centrado en el monopolio del acceso a las tierras mas fértiles y basado en el desarrollo de agro negocios y pools de siembra con fuerte dependencia de tecnología importada y control de las exportaciones por parte de monopolios extranjeros.

Este modelo agropecuario multiplica la contaminación ambiental y la degradación de las tierras, ha sido incapaz de generar empleo, reproduce la inseguridad alimentaria, aumenta la dependencia tecnológica, la concentración económica y la capacidad política que tiene un reducido sector empresarial para imponer sus intereses inmediatos sobre el conjunto de la sociedad. Este grupo hoy jaquea a la política oficial en materia de precios y de tipo de cambio y se suma a los que, abusando de su posición dominante en sectores clave de la economía, buscan formar precios de acuerdo con sus expectativas sobre la evolución del tipo de cambio.

Este modelo de agronegocios que impera desde hace décadas, se presenta como algo natural. La desmesura de las demandas de los que se benefician con este tipo de desarrollo agropecuario en condiciones en que la pobreza aqueja a un 40% de la población, hay emergencia alimentaria y sanitaria y el Estado carece de los recursos necesarios para enfrentarlas, contribuye a erosionar el carácter natural del modelo. Permite plantear la necesidad de desarrollar políticas tendientes a impulsar un desarrollo agropecuario sostenible que impulse la inclusión social y ponga fin al hambre y la desnutrición. La agricultura familiar y el desarrollo de cooperativas y de pequeñas y medianas empresas con fuerte apoyo tecnológico pueden conducir hacia un modelo que, como en el caso holandés, asegure la multiplicación de la productividad en pequeñas superficies de tierra, independientemente de la fertilidad de los suelos y con un uso racional de agua y nutrientes. La belicosidad de los sectores más concentrados del campo ha abierto la puerta a una toma de conciencia social sobre la necesidad de impulsar otras formas de desarrollo agropecuario.

Impacto de la crisis financiera y reactivación económica


Esta semana se empezó a correr el velo que ha ocultado el impacto que puede tener la crisis económica global detonada por el coronavirus sobre la economía del país.

La caída de los precios del petróleo destruyó la fantasía de ciertos sectores políticos de saldar la deuda externa con los recursos de Vaca Muerta. A esto se sumó la caída de los precios de nuestras exportaciones, agravando la dificultad ya existente para generar los dólares necesarios para saldar los vencimientos e intereses de la deuda externa. En un mundo que se precipita hacia un caos económico y financiero de duración y gravedad todavía desconocidos, la reestructuración de la deuda externa se torna en un ejercicio cada vez más difícil de concretar. En este nuevo contexto, la emergencia alimentaria y sanitaria obliga a dar prioridad al escenario local adoptando todos los recursos que sean necesarios para proteger a la población poniendo dinero en los bolsillos tanto de los sectores más vulnerables como también de vastos sectores medios. Hoy la necesidad de desdolarizar a la economía y de proteger al mercado interno constituyen elementos centrales de la escena política.

En este contexto, el gobierno deberá recurrir a todos los recursos disponibles para impedir el desabastecimiento, el descontrol de la inflación y la crisis cambiaria con las secuelas que hemos conocido en el pasado. El Presidente comprende la gravedad del momento y así lo ha hecho saber cuando, preguntado sobre lo que hará si el campo se niega al dialogo y vuelve a parar, contesto que él es un hombre de dialogo, pero también tiene el poder y lo va a ejercer porque conoce muy bien a los intereses que representa (perfil.com 12 3 2020).

La reconstrucción del tejido social y la solidaridad social están hoy estrechamente ligadas a la reactivación de la economía. De ahí la necesidad de sumar a los que más tienen a este esfuerzo impulsando la constitución de un Fondo Patriótico con aportes voluntarios de estos sectores. Esto permitirá visibilizar lo que cada uno defiende y está dispuesto a dar en este entrevero. Asimismo, será necesario aumentar el control de cambios y gravar las actividades que generan rentas de diversa índole, incluida la financiera. La presión sobre el tipo de cambio oficial obligó esta semana al BCRA a vender cantidades importantes de dólares para contenerlo, algo que en el futuro será cada vez mas difícil.

Otros factores no directamente económicos determinan la crisis que padecemos. Entre ellos se destaca el relato impulsado por los medios de comunicación más concentrados. El mismo busca vaciar a las palabras de contenido, confundir, neutralizar la capacidad critica y polarizar despertando el pánico a las demandas de los “de abajo”. Frente a esto cunde la necesidad de llenar a las palabras de contenido y promover la participación de todos los sectores de la sociedad en el análisis crítico de nuestro presente.

££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££

La crisis global desatada a partir del coronavirus perjudicará la economía argentina en términos de menores ingresos de divisas, una caída de la actividad interna y una potencial pérdida de puestos de trabajo. Todavía no hay certezas sobre la magnitud del impacto, pero sin dudas profundizará el retroceso de una economía que viene de caer en tres de los últimos cuatro años.


Los mayores temores se originan en la posible disminución de las exportaciones, dado que dos de los tres principales socios comerciales de la Argentina están en problemas. Uno es China, el primero en donde se manifestó la pandemia. El segundo es Brasil, cuya moneda se depreció al compás de casi toda la región, por lo cual se descuenta que sus compras al país caerán.

A ello se suma el derrumbe de los precios de las materias primas. El menor valor de la soja y sus derivados repercutirán en los ingresos por ventas. En paralelo, muchos rubros de la economía local están sufriendo por la cancelación de viajes, espectáculos, recitales y otras actividades en sitios públicos. Todos ocurre mientras el gobierno se debate entre su escaso resto presupuestario para dinamizar el mercado interno y la ya de por sí áspera renegociación de la deuda

El problema es mundial. Ya hace diez días, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) alertó que "el impacto del brote de Covid-19 en las perspectivas económicas es grave" y describió el efecto dominó producido a partir de su propagación. "La intensidad del impacto de China se repitió en las economías avanzadas del norte, afectando gravemente la confianza, los viajes y el gasto. El crecimiento mundial podría caer al 1,5% en 2020, la mitad de la tasa proyectada antes del brote del virus". En el detalle por país, la OCDE estimó que en Argentina el PBI caerá este año un 2%, tres décimas porcentuales más que lo previsto en su anterior estudio. En cambio, se mantiene la previsión de una mejora del 0,7% para el año que viene.

Cautela

Los analistas locales son más cautelosos antes de entregar un dato certero. El pronóstico más preciso lo dio la consultora Ecolatina. "Nos vimos obligados a recortar nuestra proyección de PBI para 2020, pasando de una contracción del 1,5% a una del 2% con riesgo a la baja si las restricciones de circulación/cuarentena se profundizan", reza su estudio sobre el tema. Ese medio punto adicional de caída del producto bruto significa una baja en la producción total del país cercana a los U$S 2300 millones, equivalentes a unos 150 mil millones de pesos.

Fausto Spotorno, de la consultora OJF, fue más prudente. "Es muy aventurado dar números, pero sí hay algunas cifras que pueden servir como guía. A nivel global, seis de cada diez consultoras coinciden en que la caída del PBI global va a ser del 0,5%. En ese marco, Sudamérica y África son los menos afectados, con un 0,1%. Por eso, estimo que para Argentina la caída puede ser del 0,2% o 0,3% del PBI", calculó. "El problema es que va a ser muy de golpe, en muy poco tiempo. Y después hay que ver qué se puede recuperar y qué no. Por ejemplo, el turismo que se pierde no se recupera más. La industria tal vez sí, porque hay mucha capacidad ociosa", añadió.

Sin dar números, Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), señaló que "si había expectativas de crecimiento, será bastante imposible que suceda. Tal vez el impacto sea menor que para otros países por cómo estábamos parados. Por ejemplo, si no hubiera cepo cambiario, tendríamos una devaluación de hasta el 20%", razonó.

Lucio Cardinale, analista de Elypsis, dijo que "no estamos dando números porque todo puede cambiar día a día". Pero vaticinó que "el principal impacto es en el comercio exterior. Las exportaciones a China y los países europeos van a ser menores". Por caso, el año pasado la soja y sus derivados significaron un ingreso de U$S 16.494 millones, según los datos del Indec. El principal comprador de esos productos es China, cuyo ritmo de crecimiento caerá a menos del 5%, según estima la OCDE. Para peor, el precio del grano sigue en picada: el viernes cerró a U$S 314 por tonelada, casi 10% menos que a comienzos de año.

Un efecto similar podría ocurrir con Brasil, país que el año pasado adquirió bienes argentinos por U$S 10.836 millones. La desvalorización del real, que pasó de 4,35 a 4,79 unidades por dólar por la salida de capitales para refugiarse en la divisa estadounidense, podría decantar en una caída de ventas a ese mercado.

Actividad interna

Mientras Estados Unidos y Europa planean inyectar liquidez para mantener el crédito entre las empresas que lo necesiten, en Argentina el margen de acción oficial es bastante limitado. El gobierno destinó $ 1700 millones para reforzar el equipamiento sanitario. Pero no se conocieron medidas concretas en favor de pequeñas y medianas empresas que se sumaran a las moratorias y las líneas de crédito subsidiadas lanzadas hace un par de meses.
"El gobierno no puede hacer demasiado, más que atender la situación y tratar de hacer reducción de daños. Largar plata a la calle no sirve de mucho si van a estar cerrados los cines, por ejemplo. Sí se podría ver de quitar algún impuesto a los sectores más afectados, que es lo que está haciendo Estados Unidos", arriesgó Spotorno.


"Si el coronavirus escala y tenemos una situación como en Europa, puede llegar a haber un impacto importante en la actividad local. Pero todavía no estamos ante esta situación", agregó Cardinale. El ejemplo más visible es el perjuicio económico por la cancelación de espectáculos y recitales. Pero hay otras cuestiones vinculadas a la producción de bienes. "Ya hay problemas en empresas industriales que tienen insumos de China. Por ahora aguantan, pero no saben si van a poder sostener la producción", contó Letcher.

Muchas cámaras empresariales ya están dando señales de alerta. Las vinculadas al turismo pidieron al flamante ministerio del área que declare la emergencia para el sector: dicen que las reservas de viajes al exterior cayeron a cero. Además, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) pidió "un acuerdo de preservación del empleo, con certidumbre fiscal, de seguridad pública y de regulación" para evitar despidos. También sugirió priorizar la fabricación de bienes en el país "ante las dificultades ya existentes para garantizar la provisión de insumos provenientes del este de Asia y la India". «

££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££

Toda Pandemia es política

Las consecuencias económicas que provocará la paralización del transporte, la no concurrencia al trabajo, la retracción del turismo internacional, la caída del consumo de sectores de la población mundial "invitados" a no salir de su domicilio, es innegable. Hay, además, otros impactos que tienen que ver con "causas preexistentes" y que la crisis del coronavirus las elevó a la superficie. Lo que provoca el derrumbe de las bolsas, la cotización de las materias primas y la evaporación del efecto de políticas monetarias de los países centrales (baja de tasas en dólares y euros prácticamente a cero, casi sin respuesta en los mercados) es, también, la enorme fragilidad de un sistema financiero global que quedó herido de muerte con la crisis de 2008 y todavía sigue prolongando su agonía. Un factor externo, el COVID-19, ahora lo ha puesto en jaque. Y nadie puede asegurar que vaya a volver a "su" normalidad una vez que pase la amenaza del virus.

Otro ejemplo de "conflicto latente" fue el del petróleo. El derrumbe del precio fue atribuido al intento de la OPEP de encontrar un acuerdo para reducir la oferta de crudo, para enfrentar una demanda mundial en baja a raíz de la retracción de las compras de China, y así blindar al precio del barril de una previsible caída. Arabia Saudita hizo la propuesta y Rusia la rechazó. La respuesta saudí fue la menos esperada: como no logró el acuerdo ruso, salió a vender el crudo a precios de liquidación en los mercados habitualmente atendidos por Moscú para ganarle esos clientes. La consecuencia fue que se aceleró la caída del precio del petróleo, justo lo contrario de lo que originalmente buscaba, en apariencia, Arabia. La pandemia corrió el telón para dejar ver una crisis latente, una disputa no resuelta por el control del mercado petrolero. Se abrió, así, una guerra de precios que en el marco de la crisis del COVID-19 adquirió modos salvajes.

El derrumbe del precio del petróleo dejó en posición muy debilitada a países exportadores altamente dependientes de los dólares de ese recurso, como Venezuela y Ecuador en Latinoamérica. Otros países exportadores en la región, como México y Colombia, si bien no son tan dependientes del petróleo como los anteriores, también sufrirán el impacto en sus cuentas externas. Además, la caída del petróleo también contagió a otros commodities. Materias primas agrícolas (soja, trigo, maíz) y minerales (cobre) también vieron retroceder sus cotizaciones, no tanto por razones de oferta y demanda sino porque, desde principios de este siglo, estos mercados se manejan como derivados financieros con fuerte incidencia de los fondos especulativos, que son los que terminan definiendo el precio. En situación de incertidumbre y con el petróleo en baja, los fondos se desprenden de sus contratos a futuro en "valor soja" o "valor cobre" y se mudan a activos más seguros: bonos del Tesoro estadounidense o del Banco Central Europeo. Su rendimiento es casi nulo, pero su tasa de riesgo también.

Los que pierden son los países exportadores de esas materias primas que ven caer su valor. Es otra consecuencia nociva de la financiarización de la economía mundial: la especulación le maneja los valores a los países productores: cuanto más primarizados, más dependientes. Argentina (por la soja) y Chile (por el cobre) están entre los perdedores.

Algunas estimaciones oficiales prevén una pérdida de ingresos globales por 2 billones de dólares consecuencia de esta crisis (Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo, Unctad). La misma Unctad estimó en 50 mil millones de dólares las pérdidas en producción manufacturera sólo en febrero. Del monto total de pérdidas globales, un cinco por ciento, 100 mil millones de dólares, se explicarían sólo por las pérdidas en el transporte aéreo (IATA, asociación internacional del sector). El otro rubro que recibirá duramente el impacto es el turismo internacional, porque no se trata de un desvío en los destinos para esquivar a las zonas más riesgosas, sino que en una gran mayoría de casos se tratará de proyectos de viaje de los cuales se desiste. Para algunos países que tienen al turismo como una fuente de ingresos importante, esto puede ser letal.

££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££

Pero pese a las crisis de contingencia, los orangutanes que se creen al margen de los peligros que entraña la inconsciencia y el salvajismo de sus elecciones brutales, no se bajan de sus columpios manipuladores y siguen haciendo sus monadas …

Jorge Alemán afirma que en la TV argentina tienen mucho éxito los suspicaces cuyos análisis consisten en mostrar las relaciones de poder, las luchas por los lugares, las «internas» que hay en juego.




En la TV argentina tienen mucho éxito los suspicaces. Tipos, en general son hombres, cuyos análisis consisten en mostrar las relaciones de poder, las luchas por los lugares, las «internas» que hay en juego. En esta clase de análisis nadie se mueve por una causa, por una fidelidad ética, por una lucha por la igualdad. Siempre se describe un universo donde el ser político es reducido a su pura inmediatez en el único conflicto que interesa: el poder por el poder mismo.

Proliferan las internas para borrar el verdadero antagonismo. Se podría afirmar que es una suerte de «razón cínica” que comparten entrevistadores, entrevistados y analistas políticos. El reverso ético reside en los derechos humanos. El único punto salvífico que aún mantiene el honor junto a la indudable buena fe de algunos políticos con sentido de Estado y de Justicia. Luego, todo lo demás son internas donde siempre se tramitan  lugares, lugares que redundan en intereses que hacen de ese país una suerte de campo de batalla por los negocios o por el poder, o por los dos factores a la vez. Lo más patético de todo esto es la supuesta autoridad moral con la que algunos locutores o analistas políticos practican un chantaje moral y una extorsión afectiva disfrazada de principios éticos.

Pero la verdadera cuestión aquí es que todo esto no se impone exclusivamente desde y por «arriba». Hace mucho que en la vida coloquial de Argentina, todo lo relacionado con la política y sus diversos ámbitos de inscripción, también la vida intelectual, la literatura, el pensamiento y el psicoanálisis, han sido socavados por el «goce» de un tribalismo charlatán y denigrador. A nadie se le concede, salvo excepciones, que juega su ser en una apuesta verdadera.

En la Argentina, salvo la cuestión sagrada de lo acontecido en la dictadura, todo lo demás es la sospecha al infinito. Y eso no la vuelve ni más aguda ni más perspicaz sino más insidiosa. A veces pienso que ser más incautos, más ingenuos, menos advertidos durante un tiempo, podría permitir acceder a análisis de mayor alcance.

££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££££

La democracia en los tiempos del pánico

La irrupción del coronavirus ha desatado un clima de pánico y alarma global similar al vivido luego del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 en los EEUU, en donde la vida de cualquier persona pendía de un hilo frente al peligro inminente de nuevos ataques terroristas masivos.


Actualmente, pareciera que si no cedemos ciertos derechos y no restringimos algunas libertades, el coronavirus arrasará con todos nosotros.

En estas circunstancias cuasi-apocalípticas, nuestra intención es solo analizar cierto peligro que la situación podría representar precisamente sobre nuestras libertades, pues si a nivel global las democracias -desde hace tiempo- vienen experimentando una progresiva fragilidad, la brutal irrupción del coronavirus puede significar un nuevo impacto sobre ellas mediante el regreso de viejas prácticas propias de los Estados de policía, en los cuales no hay límites normativos que detengan el avance sobre los derechos y las garantías de las personas y los pueblos.

Estas palabras dejan de ser una mera predicción académica, desde el preciso momento en que varios países europeos de basta tradición constitucional, están adoptando directamente medidas penales para controlar la propagación del virus. Es decir, están aplicando fuertes controles policiacos y hasta penas de prisión para quienes no cumplan con ciertas disposiciones u ordenes administrativas.

El punto es que ante este tipo de situaciones criticas debemos estar especialmente atentos al resurgimiento de ciertos discursos que, legitimados frente a una gran amenaza que pone en riesgo a la humanidad, relativizan la distinción entre Estado de policía y Estado de Derecho.

Lamentablemente, los discursos regresivos en materia de derechos y libertades no son para nada originales, basta con recordar que en los últimos siglos se han invocado toda clase de amenazas que ponían en riesgo a la humanidad para justificar el ejercicio de poder y control social: desde el diablo y las brujas al comunismo internacional, desde una amenaza nuclear al terrorismo islámico. A través de ellos se legitimó el avasallamiento sobre la libertad, la intimidad e incluso la vida misma de las personas.

Sucede que históricamente todo avance autoritario busca una amenaza a la cual primero magnifica y luego manifiesta que es necesario contenerla de un modo u otro a fin de proteger a la humanidad.

Se advierte aquí una característica definitoria del autoritarismo, el cual mantiene siempre la misma estructura, pero cada determinada cantidad de tiempo remplaza la vieja amenaza por una nueva para legitimar la transgresión de los límites constitucionales.

Lo relevante de este mecanismo de control social no es que se repita a lo largo del tiempo, sino que funcione en el marco de las democracias constitucionales, es decir, dos siglos de constitucionalismo y todo un desarrollo global en materia de derecho internacional de los derechos humanos no han sido suficientes para detener estos avances contra las Constituciones.

En síntesis: siempre a una amenaza le seguirá otra, el punto es que el Estado de derecho, el constitucionalismo y las democracias no cedan ante ellas.

El miedo es el arma mas efectiva para dominar la conciencia y dirigirla, cuando se ostenta poder de algún orden para generarla o manipularla … los orangutanes creen que allí anida la seguridad de sus vidas … lo que no entienden es que al final … todos estaremos muertos.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack


Comentarios

Entradas populares de este blog