Domingo 22 de marzo de 2020
Este artículo es una traducción
al español del original de Tomás Pueyo The Hammer and the Dance (El
martillo y el baile), y una continuación del artículo Coronavirus:
Why You Must Act Now (Coronavirus: ¿Por qué hay que actuar
ahora?), del mismo autor, con más de 40 millones de visitas en todo
el mundo (casi un millón de ellas en la versión publicada por
Página/12) , traducido a 20 idiomas, describiendo la urgencia del
problema del coronavirus
Resumen del artículo: Las
drásticas medidas que se han tomado contra el coronavirus en estos
momentos solamente deberían durar unas cuantas semanas, y no debería
haber otro pico de infecciones después; todo ello debería
realizarse con un coste razonable para la sociedad, salvando millones
de vidas de ciudadanos por el camino. Si no se toman estas medidas,
decenas de millones de personas van a infectarse, muchas de ellas
morirán, junto con las que van a necesitar cuidados intensivos,
porque el sistema sanitario se habrá colapsado.
En
una semana, los líderes de todo el mundo habrán pasado de: “Este
coronavirus no es un problema tan grave”
a declarar el estado de emergencia. Sin embargo, no todos los países
están haciéndolo. ¿Por qué?
Todos los países se hacen la
misma pregunta : ¿Cómo debemos responder a esta situación? La
respuesta no es obvia.
Algunos países, como Francia,
España o Filipinas han decretado drásticos confinamientos de la
población. Otros como EE.UU., Reino Unido, Suiza u Holanda han
venido arrastrando los pies con tibias medidas, aventurándose con
ciertas dudas a tomar medidas de distanciamiento social.
Lo siguiente es lo que vamos a
cubrir con este artículo. De nuevo con muchas gráficas, datos y
modelos de una variedad de fuentes :
- ¿Cuál es la situación actual?
- ¿Qué opciones tenemos?
- ¿Qué es lo único que importa ahora? El tiempo
- ¿Cuál sería una buena estrategia contra el coronavirus?
- ¿Cómo debemos reflexionar sobre los impactos económicos y sociales?
Cuando hayas leído este
artículo, esto es lo que habrás aprendido:
Nuestro sistema sanitario ya está
colapsándose.
Los países tienen dos opciones: o luchar con fuerza contra el virus ahora mismo, o sufrir una epidemia masiva.
Si eligen sufrir la epidemia, centenas de miles de personas morirán. En algunos países millones.Y esto último ni siquiera eliminará futuras oleadas de infecciones.
Si luchamos con fuerza ahora, frenaremos las muertes.
Aliviaremos nuestro sistema sanitario.
Nos prepararemos mejor.
Aprenderemos.
El mundo nunca ha aprendido tan
rápido sobre algo como en estos momentos, jamás. Y lo necesitamos,
porque conocemos muy poco sobre este virus. Todo lo que vamos a
conseguir ahora es algo crítico: conseguir más tiempo.
Si elegimos luchar con fuerza
contra el virus, la lucha será abrupta al principio, y luego
gradual.
Estaremos confinados durante semanas, no meses.
Posteriormente recuperaremos gradualmente nuestras libertades.
Seguramente no volveremos a una vida normal inmediatamente.
Pero será algo alcanzable, y eventualmente volveremos a una vida completamente normal.
Y podemos hacerlo mientras consideramos el resto de la economía también.
Ok, hagámoslo.
¿Cuál es la situación?
(…) el número de casos ha
estallado en una docena de países. Aquí, me he visto obligado a
mostrar países con más de 1.000 casos. Unos cuantos detalles que
remarcar:
- España, Alemania, Francia y los Estados Unidos tenían todos más casos que Italia cuando ordenaron el confinamiento.
- 16 países adicionales tienen ya más casos que Hubei cuando ordenó su confinamiento: Japón, Malasia, Canadá, Portugal, Australia, República Checa, Brasil y Qatar tienen más que Hubei pero por debajo de 1.000 casos. Suiza, Suecia, Noruega, Austria, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca tienen más de 1.000 casos cada uno.
¿No notas nada extraño en esta
lista de países? Aparte de China e Irán, que han sufrido brotes
masivos e innegables, y de Brasil y Malasia, cada uno de estos países
está en la lista de los países con economías más desarrolladas
del mundo.
¿Crees que el virus afecta solo
a los países ricos? ¿O piensas que es más probable que los países
desarrollados sean más capaces de detectar el virus?
Es
muy poco probable que los países más pobres no estén afectados. El
hecho de que tengan climas más cálidos y húmedos probablemente
ayuda , pero no previene un brote por sí mismo — Si eso fuese así,
países como Singapur, Malasia o Brasil no estarían sufriendo un
brote ahora mismo.
La interpretación más plausible
es que o bien el coronavirus tardó más en llegar a estos países
porque están menos conectados, o que ya esté presente y que no
hayan invertido lo suficiente en detectarlo.
En cualquier caso, si esto es
cierto, significa que la mayoría de países no van a poder evitar el
coronavirus. Es cuestión de tiempo que empiecen a surgir brotes y
tengan que tomar medidas.
¿Cuáles son nuestras opciones?
Desde el artículo de la semana
pasada, el debate ha cambiado y muchos países han empezado a tomar
medidas. Aquí están algunos de los ejemplos más ilustrativos:
Medidas en España y Francia
En un extremo, tenemos España y
Francia. Esta es la secuencia temporal de medidas que se han tomado
en España:
El Jueves, 12 de Marzo, el
Presidente Sánchez rechazaba las afirmaciones de que las autoridades
españolas habían estado subestimando la amenaza de salud pública.
El Viernes 13 de Marzo se declaraba el estado de alarma.
- Los ciudadanos no podrán abandonar sus hogares excepto por las siguientes razones: trabajo, compra de alimentos, compra de productos farmacéuticos, desplazamientos médicos, bancos o seguros (con justificación de caso extremo).
- Específicamente se prohíbe salir a pasear con niños y visitar a amigos o familiares (excepto para asistir a personas dependientes, pero con medidas de distanciamiento e higiene)
- Todos los bares y restaurantes cerrados. Solamente la comida para llevar con entrega a domicilio es aceptable.
- Todos los espectáculos y entretenientos cerrados y cancelados: eventos deportivos, salas de cine, museos y celebraciones municipales .
- Las bodas no pueden tener invitados. A los funerales no pueden asistir más que un reducido grupo de personas.
- El transporte público y tráfico siguen abiertos, con restricciones.
El lunes, se cerraron las
fronteras.
Mucha gente está de acuerdo con
este tipo de medidas, otros se llevan las manos a la cabeza con
desesperación. Estas diferencias es lo que va a tratar de explicar
este artículo.
Las medidas en Francia siguieron
una pauta similar, aunque se tomaron más tiempo en aplicarlas y en
estos momentos son más agresivas. Por ejempo, los alquileres,
impuestos y los cortes de servicios básicos se han suspendido.
Medidas en Estados Unidos y Reino
Unido
Los EE.UU y Reino Unido, al igual
que países como Suiza o Países Bajos, han tardado más en
implementar medidas. Estas son las medidas que ha tomado Estados
Unidos:
- Miércoles 11 de Marzo: prohibición de viajar.
- Viernes 13 de Marzo: Estado de emergencia nacional declarado. No hay medidas de distanciamiento social.
- Lunes 16 de Marzo: El gobierno solicita a los ciudadanos que eviten restaurantes y bares, y congregaciones de más de 10 personas. No son obligatorias las medidas de distanciamiento social. Es únicamente una sugerencia.
Muchos estados y ciudades están
tomando la iniciativa e instaurando medidas mucho más restrictivas.
El Reino Unido ha tomado una
serie de medidas similares: muchas recomendaciones, pero muy pocas
obligaciones.
Estos
dos grupos de países ilustran los dos enfoques extremos para luchar
contra el coronavirus: Mitigación
o
Supresión.
Veamos que significa cada uno.
Opción 1. No hacer nada
Antes de hacer esto, veamos las
implicaciones de esta opción para un país como Estados Unidos.
Si no hacemos nada: todo el mundo
se infectará, el sistema de salud se verá desbordado, la mortalidad
estallará, y unos 10 millones de personas morirán (barras azules).
Unos cálculos rápidos : si aproximadamente un 75% de los americanos
se infectan y un 4% muere, esto significa unos 10 millones de
muertes, o unas 25 veces las muertes de estadounidenses en la Segunda
Guerra Mundial.
Te
puedes estar preguntando : “Esas
cifras son muy altas. ¡He oído números mucho más bajos!”
¿Cuál es la trampa? Con todos
estos números, es fácil confundirse. Pero sólo hay dos números
que importan: Qué proporción de la población va a contraer la
enfermedad, y qué proporción de infectados va a morir. Si
únicamente el 25% enferma (porque el resto no tiene síntomas, y no
se contabilizan como casos), y el índice de mortalidad es del 0.6%
en vez del 4%, acabaríamos con 500.000 muertes en los EE.UU. Todavía
masivo, pero 20 veces menos que antes.
El índice de mortalidad es
crucial, así que vamos a analizarlo mejor. ¿Qué causa exactamente
las muertes por coronavirus?
¿Cómo debemos analizar el
índice de mortalidad?
Aparte
de las camas de UCI, también vamos a necesitar ventiladores para
respiración asistida, pero el resultado es prácticamente el mismo,
ya que tenemos menos de 100.000 ventiladores en Estados Unidos.
A día de hoy, al menos un
hospital en Seattle ya no puede entubar pacientes de más de 65 años
debido a la escasez de equipamiento, lo cual implica unas
probabilidades de 90% de que el paciente fallezca.
Esta es la razón por la cual la
gente moría en masa en Hubei, y por la cual están muriendo en
Italia e Irán. La mortalidad en Hubei acabó mejor porque fueron
capaces de construir 2 hospitales casi de forma instantánea. Italia
e Irán no pueden hacer lo mismo. Hay pocos países que tienen la
capacidad de hacer lo mismo. Vamos a ver que acaba ocurriendo.
¿Asi que, por que la tasa de
mortalidad está cercana al 4%?
Si el 5% de los casos requieren
cuidados intensivos, y no pueden proporcionarlo, la mayoría de estos
enfermos morirán. Tan simple como esto.
Adicionalmente, los datos más
recientes indican que los casos en Estados Unidos son más graves que
en China. Desearía que esto fuese todo, pero no lo es.
Daños colaterales
Estos números únicamente
muestran gente muriendo por el coronavirus. ¿Pero qué ocurre si el
sistema sanitario se colapsa por los pacientes del coronavirus? Otros
pacientes van a morir por otras dolencias.
Hay unos 4 millones de admisiones
a las UCIs en Estados Unidos cada año, y unos 500.000 (~13%) de esos
pacientes mueren. Sin camas disponibles en las UCIs, esas muertes
irán probablemente al 80%. Incluso si solamente el 50% de ellos
murieran, en una epidemia de 1 año de duración, iríamos de 500.000
muertes al año a 2 millones, con lo cual estamos añadiendo 1.5
millones sólamente en daños colaterales.
Si dejamos que el coronavirus se
extienda, el sistema sanitario americano va a colapsarse, y las
muertes las contaremos por millones, probablemente más de 10
millones.
Las mismas reflexiones son
válidas para otros países. Los números de camas UCI, ventiladores
y facultativos sanitarios son similares a Estados Unidos o inferiores
en la mayoría de países. Un coronavirus descontrolado significa que
el sistema sanitario se colapsará, y esto significa muertes masivas.
Opción 2 : Estrategia de
Mitigación
En este momento, creo que queda
claro que debemos actuar. Las dos opciones que tenemos son mitigación
y supresión.
La
mitigación funciona así : “Es
imposible prevenir el coronavirus ahora, de modo que dejemos que siga
su curso, mientras intentamos reducir el pico de infecciones.
Intentemos aplanar la curva un poco para hacerla más gestionable
para el sistema sanitario.”
Opción 3. La Estrategia de
Supresión
La estrategia de Mitigación no
intenta contener la epidemia, sólamente intenta suavizar la curva un
poco. Mientras que la estrategia de Supresión lo que pretende es
aplicar duras medidas de contención para conseguir tener la epidemia
bajo control rápidamente. Especificamente:
- Dureza inmediata. Ordenar distanciamiento social estricto. Tomar el control de la situación rápidamente.
- Después, relajar las medidas de control, de modo que podamos recuperar nuestras libertades y volver a un estado de vida social y económica normales
Dicho esto, parece que no hay
duda. Todo el mundo debería seguir la estrategia de supresión.
Entonces, ¿por qué algunos
gobiernos dudan?
Tienen miedo de 3 cosas:
- El primer confinamiento puede durar meses, lo cual parece inaceptable para mucha gente.
- Un confinamiento que dure meses destruiría la economía.
- Ni siquiera resolvería el problema, porque únicamente postpondría la epidemia. Cuando se relajen las medidas de contención, la gente volvería a infectarse y millones de personas morirían.
El Imperial College de Londres ha
modelizado la supresión. Las líneas verdes y amarillas son los
diferentes escenarios de la estrategia de supresión. Puedes ver que
no pinta bien: todavía tenemos picos muy grandes, así que ¿para
qué molestarse?
3. El valor del tiempo
En nuestro post previo explicamos
el valor del tiempo a la hora de salvar vidas. Cada día, cada hora
que pasaba sin tomar medidas hacían que la amenaza exponencial
continuara expandiéndose. Vimos cómo el tomar medidas un solo día
antes podía reducir el número de casos totales en un 40% y todavía
más el número de muertes.
Pero tener tiempo nos aporta aún
más valor.
Nos enfrentamos a una ola de
presión sobre nuestro sistema sanitario nunca vista en la historia.
No estamos preparados para esto y nos enfrentamos a un enemigo que no
conocemos. Nuestra posición no es la mejor para una guerra.
Imagínate tener que enfrentarte
a tu peor enemigo, del cual conoces muy poco, y tener dos opciones:
correr hacia él o escapar para ganar un poco de tiempo y poder
prepararte. ¿Qué opción elegirías?
Esto es lo que hoy necesitamos.
El mundo ha despertado. Cada día que retrasamos el coronavirus nos
permite estar mejor preparados. Los puntos siguientes detallan lo que
nos permitirá hacer este tiempo ganado.
Bajar el número de casos
Con una supresión efectiva, el
número de casos reales se desplomaría, tal y como se vio en Hubei
la semana pasada.
A día de hoy, hay 0 nuevos casos
diarios de coronavirus en toda la region de Hubei, de 60 millones de
personas.
Los diagnósticos se mantendría
en aumento durante un par de semanas, pero después empezarían a
bajar. Con menos casos, la tasa de mortalidad también empieza a
bajar. Y el daño colateral también se reduce: moriría menos gente
por causas no relacionadas con coronavirus porque el sistema
sanitario está simplemente sobrepasado.
La supresión nos permitiría:
· Menos casos totales de
Coronavirus
· Alivio inmediato del sistema
sanitario y de las personas que trabajan en él
· Reducción de la tasa de
mortalidad
· Reducción de los daños
colaterales
· Posibilidad de recuperación y
de vuelta al trabajo de los trabajadores sanitarios infectados,
aislados y en cuarentena. En Italia, los sanitarios representan un 8%
de todos los contagios.
Entender el Verdadero Problema:
Tests y seguimiento
Ahora mismo, Reino Unido y EE.UU.
desconocen el número de casos reales. No sabemos cuántos hay. Sólo
sabemos que la cifra oficial no es correcta, y la verdadera está en
el orden de decenas de miles de casos. Esto ocurre porque no se están
haciendo pruebas y porque no se está haciendo un seguimiento.
·
Con unas cuantas semanas más, podríamos poner nuestra situación de
tests bajo control y empezar a hacer tests a todo
el mundo.
Con esa información, conoceríamos finalmente la extensión real del
problema, dónde necesitamos ser más agresivos y qué comunidades se
pueden liberar de forma segura del aislamiento.
· Nuevos métodos de pruebas
podrían acelerar los tests y reducir los costes de forma sustancial.
·
Podríamos establecer una operación de seguimiento similar a la
realizada en China o en otros países del este asiático, donde
pueden identificar a las personas con las que tuvo contacto un
enfermo y ponerlas en cuarentena. Esto nos proporcionaría toneladas
de inteligencia para liberar a partir de entonces nuestras medidas de
distanciamiento social: si sabemos dónde
está
el virus, podemos centrarnos únicamente en estos lugares. Esto no es
ciencia ficción, son las medidas básicas que han realizado los
países del este asiático con las que han sido capaces de controlar
este brote sin necesidad de las medidas draconianas de
distanciamiento social que se están haciendo esenciales en otros
países.
Únicamente con medidas de tests
y seguimiento consiguió frenarse el crecimiento del coronavirus en
Corea del Sur y controlaron la epidemia, sin una imposición fuerte
de medidas de distanciamiento social.
Construir capacidad
Estados Unidos (y probablemente
Reino Unido) están a punto de entrar en una guerra sin armadura.
Tenemos mascarillas solo para dos
semanas, pocos equipos de protección personal (PPE), insuficientes
respiradores, insuficientes camas de UCI, insuficientes ECMOs
(maquinas de oxigenación de sangre)… Esta es la razón por la que
la tasa de mortalidad sería tan alta en una estrategia de
mitigación.
Pero si conseguimos ganar tiempo,
podemos solucionarlo:
· Tenemos más tiempo para
comprar todo el equipo necesario
· Podemos mejorar rápidamente
nuestra producción de mascarillas, PPEs, respiradores, ECMOs, y
otros dispositivos críticos necesarios para reducir la tasa de
mortalidad.
Visto de otra manera: no
necesitamos años para construirnos nuestra armadura, necesitamos
semanas. Hagamos lo que sea necesario para aumentar nuestra
producción ahora. Los países se han movilizado. La gente está
siendo creativa, como al utilizar impresoras 3D para crear partes de
los respiradores. Podemos hacerlo. Sólo necesitamos más tiempo.
¿Esperarías varias semanas para conseguirte una armadura antes de
enfrentarte a un enemigo mortal?
Esta no es la única capacidad
que necesitamos. Necesitaremos más trabajadores sanitarios lo antes
posible. ¿Dónde los vamos a encontrar? Necesitamos entrenar a la
gente como asistentes de enfermería y necesitamos reclutar médicos
ya jubilados. Muchos países ya han empezado pero esto lleva tiempo.
Podemos hacerlo en pocas semanas, pero no si todo colapsa.
Bajar el contagio en la población
La población está asustada. El
coronavirus es nuevo. ¡Hay tantas cosas que todavía no sabemos
hacer! La gente todavía no ha aprendido a evitar darse la mano.
Todavía se abraza. No abren las puertas con el codo. No se lavan las
manos después de haber tocado un picaporte. No desinfectan las mesas
después de haber estado sentados.
Una vez tengamos suficientes
mascarillas, también podemos utilizarlas fuera del sistema
sanitario. Ahora mismo, es mejor reservar las mascarillas para los
sanitarios. Pero si no tuviéramos escasez, la gente podría
llevarlas en su vida diaria, evitando que infecten a los demás
cuando enferman y, con un entrenamiento adecuado, podríamos reducir
la probabilidad de que los que llevan las mascarillas se infecten.
(Mientras tanto, llevar algo es mejor que nada).
Todo esto son formas bastante
baratas de reducir la tasa de contagio. Cuanto menos se propague el
virus, menos medidas necesitaremos en el futuro para contenerlo. Pero
necesitamos tiempo para educar a la gente en todas estas medidas y
para equiparlos.
La nota completa incluye gráficos
y estadísticas interpretadas que amplían el desarrollo planteado en
este “recorte” del texto completo que figura en el link.
En plena expansión de la
pandemia de coronavirus en Europa y con una rápida propagación en
casi todos los continentes, los casos de infectados superaron hoy los
300.000 y los muertos los 13.000, y los gobiernos de los países más
afectados advierten que la situación empeorará.
El seguimiento actualizado de la Universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos, también informó que la pandemia se expandió a 171 países y territorios en los cinco continentes con un balance exacto de 307.341 infectados y 13.049 fallecidos, según su página web.
El dato positivo es que 92.393 infectados ya lograron recuperarse, casi 60.000 solo en la provincia china de Hubei, donde la pandemia comenzó a finales del año pasado.
El seguimiento actualizado de la Universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos, también informó que la pandemia se expandió a 171 países y territorios en los cinco continentes con un balance exacto de 307.341 infectados y 13.049 fallecidos, según su página web.
El dato positivo es que 92.393 infectados ya lograron recuperarse, casi 60.000 solo en la provincia china de Hubei, donde la pandemia comenzó a finales del año pasado.
China sigue siendo el país más golpeado en términos de cantidad de infectados, pero Italia lo ha superado ampliamente en número de muertos, pese a que la población de ese país europeo es mucho más pequeña y que la curva de contagio sigue creciendo con fuerza, mientras que en la potencia asiática ya se está desacelerando con ninguno o un caso nuevo local por día.
Después de Italia y China, los países más afectados por ahora son Irán, España, Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido, entre otros.
Los
coronavirus conviven con la especie humana
desde hace más de 5000 años; identificamos casi 40 especies de
ellos y 7 eran las cepas que nos enfermaban de una manera bastante
banal (resfrío común y algo de laringo-bronquitis) aunque también
explican un 6% de los hospitalizados de cada invierno en EEUU y han
llegado a tener una tasa de letalidad de 8% cuando irrumpen en algún
hogar de ancianos. Por su amplia difusión mundial consideramos que
todos hemos tenido varias infecciones por coronavirus en nuestras
vidas, pero ahora nos encontramos con una especie aparentemente
nueva, para la cual no tenemos protección (inmunidad).
Muchas
dudas surgen sobre su súbita aparición. Es probable que los
profundos cambios ecológicos que viene generando nuestro modelo
civilizatorio haya puesto al Covid 19 en nuestro camino en este
momento. El desmonte masivo, el cambio climático y la industria
agropecuaria intensiva de base química parece que pudieron
condicionar su mutación y diseminación. Esta irrupción también
puede ser consecuencia de una acción deliberada en el marco de la
guerra comercial que Trump lleva en contra de China (altos
funcionarios chinos dicen que el ejército norteamericano la propagó
en Wuhan durante las 7° Olimpíadas Mundiales de Ejércitos que se
realizó en esa ciudad en octubre del año pasado). Tal vez nunca
sepamos cómo llegó, pero lo cierto es que este virus ya está aquí.
La
preocupación y el nerviosismo
generalizado se sustenta en que el impacto sanitario de la epidemia
china fue muy fuerte y sobre todo muy rápida, en pocas semanas miles
de personas se contagiaron y 20% de ellas requirieron cuidados
médicos, el 5% cuidados intensivos y el Índice de Letalidad parece
alcanzar el 3.8% de los infectados según la OMS. La población más
afectada es la de personas mayores donde manifiesta cuadros de
neumonía y distress respiratorio que requiere sostén intensivo lo
que demanda muchos esfuerzos al sistema de salud (China construyó
dos hospitales de alta complejidad para 1000 internados en 10 días).
Aun así la mortalidad en el grupo de mayores de 65 años alcanzó al
15%.
Personas con factores de riesgo como cardiopatía, neumopatías,
convalecientes de otras enfermedades como cánceres, renales,
diabetes, inmunodeprimidos, tabaquistas y obesos están en riesgo de
hacer formas graves y morir. La experiencia de China muestra que en
poco más de mes y medio fallecieron personas de frágil salud que
probablemente hubieran muerto en los próximos dos años, seguramente
también por la intercurrencia de alguna infección viral menor como
influenza, VRS u otro coronavirus. Por suerte los niños y las
embarazadas parecen no desarrollar las formas graves, pero sí
diseminar la infección.
La
capacidad de contagio, de diseminación, en una comunidad es muy alta
y el invierno boreal parece que la aceleró muchísimo en el
hemisferio norte. La gripe común tiene un Indice de Contagio de 1.3
y la gripe A (de 2009) de 1.6, es decir que de cada 100 infectados se
contagian 130 y 160 respectivamente. Este coronavirus mostró un
Índice de Contagio de 3, de cada 100 infectados se contagiaban 300
personas por contacto directo, persona a persona, por cercanía.
Además las personas infectadas contagian a otras antes de presentar
los síntomas mínimos de resfrío.
Estrategias
en esta etapa
Tenemos
la amenaza
de epidemia con un virus de elevado contagio y alta letalidad. Sin
vacunas y sin medicamentos para proteger a las comunidades las
estrategias actuales tienen dos componentes (a veces superpuestos) la
contención y La mitigación.
La
contención consiste en tratar de evitar la diseminación del virus
en la comunidad o al menos tratar de que su ingreso sea paulatino
para que la cantidad de enfermos no aumente en pocos días saturando
la capacidad de atención del sistema de salud. Las acciones tienen
dos sentidos: 1º: Identificar los infectados para aislarlos y
cuidarlos y 2º: disminuir la actividad social, aumentar el
distanciamiento para enlentecer el proceso de diseminación del
virus.
La
experiencia mundial
muestra dos grupos de países con resultados muy diferentes, una
bastante buena con muchos casos pero baja mortalidad, como pasa en
Taiwán, Corea del Sur y Japón y otros con mala experiencia,
muchísimos casos y alta mortalidad como en Irán, Italia, España y
EEUU.
Los
países con malos resultados no consideraron el peligro de la
epidemia y sus autoridades minimizaban la amenaza (también aquí el
ministro Ginés manifestaba los primeros días de marzo que la
epidemia no llegaría). Las medidas de distanciamiento en esos países
fueron tardías y la población las acató cuando los muertos se
contaban por cientos. Una fortaleza de nuestra estrategia es que aquí
las medidas se comenzaron a tomar con pocos casos y se están
acentuando en la etapa precoz de la epidemia.
Estudios
de detección masivos o restringidos
Pero
los países
con mejores resultados tuvieron otra acción decisiva, no sólo
rastreaban y buscaban a los sospechosos de infección sino que les
hacían las pruebas de infección en forma masiva, algo que los
países con malos resultados no hicieron.
Por
ejemplo, Corea del Sur en la segunda quincena de febrero tenía una
red de 96 laboratorios que procesaban los hisopados nasales y
orofaríngeos con PCR para identificar el virus. De esta manera
identificaron no sólo a casos “sospechosos” y los mandaron a
cuarentena, sino que identificaron “infectados” a quienes
guardaron en cuarentena y vigilaron su evolución, logrando
enlentecer la diseminación y atender mejor a los enfermos.
Estos
países hoy exitosos
(digamos) en la epidemia tuvieron en 2015 una epidemia de MERS con
coronavirus y aprendieron de la necesidad de desarrollar estas
estrategias. Ese aprendizaje no se socializó.
EEUU
minimizó la amenaza, inicialmente (febrero 2020) sólo un
laboratorio de CDC de Atlanta podía realizar los estudios de
identificación y además usaban un kit de reactivos desarrollados
por norteamericanos. El kit no funcionó, tenía exceso de falsos
negativos y el procedimiento desalentaba realizar pruebas masivas,
resultado: Trump creía que no había infección pero la presión de
los médicos y los ciudadanos generó que el 26 de febrero se
liberara la realización de detecciones a todos los laboratorios
estatales y privados con capacidad técnica del país, y
posteriormente se decidió que los estudios fueran gratuitos. La mala
situación en EEUU hace presumir a algunos epidemiólogos que ese
país podría tener hasta un millón de muertos.
Una
debilidad de nuestra estrategia
es que no se testea con amplitud en la población y estamos a ciegas,
solo se testea a “sospechosos” que son personas con síntomas y
que hayan viajado a países epidémicos. Y lo hace solo un
laboratorio (el Malbrán). El pasado lunes 16 la Federación de
Profesionales de la Salud (FESPROSA) le exigió al Ministerio de
Salud que multiplicaran los estudios por todo el país a través de
una red preexistente de 36 laboratorios con capacidad técnica de
procesar los kits, pero esto aun no se realiza. Y el personal del
Ministerio nos informó confidencialmente que no se iniciaron
procedimientos administrativos para importar los reactivos necesarios
para realizar los cientos de miles de detecciones de coronavirus que
vamos a necesitar. Hay distintas propuestas técnicas, científicos
argentinos proponen su desarrollo, japoneses desarrollaron un kit con
resultados en 30 minutos, todo es caro, pero más caros son los
muertos.
Existe
una inclinación de los funcionarios políticos de manejar con
reservas la información en epidemias, algo que yo presencié durante
las epidemias de dengue y Gripe H1N1 de 2009 cuando era Subsecretario
de Salud de la Ciudad de Córdoba. Incluso muchos plantean estas
situaciones como de “guerra”, guerras en las que todos sabemos
que la primera víctima es la “verdad” y la segunda la
“transparencia”. Esto no es una guerra, las epidemias son
situaciones críticas y catastróficas que viven las sociedades
generadas en su interrelación con la naturaleza de la cual la
humanidad forma parte. No es una agresión externa. Y no es aceptable
no preservar la verdad y la transparencia.
Todavía
estamos a tiempo
de testear, porque otra de las fortalezas argentinas es que estamos
en el hemisferio Sur y que aun no llegan los días fríos que
favorecen notablemente el ingreso del coronavirus al organismo,
porque el frío disminuye la reacción de las células de la mucosa
de las vías aéreas ante la presencia del virus y estos vencen esa
barrera ingresándonos masivamente. Las expectativas es que en
nuestro país los casos se multipliquen desde la segunda quincena de
abril.
Tomemos
conciencia y hagamos la parte que nos toca …
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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