Viernes 31 de julio de 2020

"Lamentablemente, no se logró acordar ninguna de las condiciones exigidas. Hemos decidido dejar aquí la negociación. Es un capítulo cerrado", señaló el secretario de Justicia de Santa Fe, Gabriel Somaglia, al describir la situación en que quedó la frustrada negociación con los directivos de Vicentin, en las que se buscaba acordar la formación de un fideicomiso para ponerlo a cargo de la administración  de la firma concursada.

La segunda reunión de conciliación convocada por el juez Fabian Lorenzini, a cargo del concurso de acreedores de Vicentin, entre los representantes del gobierno de Santa Fe y los directivos de la firma, terminó en la tarde del jueves, cerrando definitivamente toda posibilidad de acuerdo en torno a la continuidad de la gestión y administración de la empresa.



El gobierno de Santa Fe había solicitado anteriormente la intervención judicial de la firma, entendiendo que los mismos directivos acusados de vaciamiento y mala administración no podían seguir al frente. Como alternativa, había ofrecido que un fideicomiso se hiciera cargo de la firma hasta tanto se concluyera el proceso de convocatoria de acreedores.

"Las dos condiciones que pretendía el gobierno provincial y que compartía el Estado Nacional para participar del acuerdo, eran que los directores de Vicentin se apartaran inmediatamente de sus cargos, y que las acciones de la empresa fueran transferidas en administración al fideicomiso. Han decidido no hacer ninguna de las dos, por lo cual hemos resuelto dar por concluida la negociación. Ponemos aquí el punto de tolerancia. Es un capítulo cerrado", sentenció Somaglia al finalizar el encuentro.

La pretensión de los directivos de Vicentin era permanecer con una participación minoritaria tanto en el Directorio de la empresa como en el capital, a través de una porción menor de acciones. Además, trascendió que habían solicitado una suerte de inmunidad penal para evitar que pudieran ir presos algunos de los responsables de la firma desde 2017 para acá.

La instrucción que recibió Omar Perotti de parte de Alberto Fernández, cuando le llevó la propuesta de fideicomiso como "alternativa" a Olivos, fue que la única posibilidad en  la que dicho acuerdo sería viable era con el clan Vicentin afuera de la empresa. Sin opciones, este jueves Perotti debió dar por fracasada su gestión.

Sin resultados en la convocatoria a conciliación, el magistrado deberá resolver sobre el pedido de intervención judicial que reclamó la Inspección general de justicia. Y si la rechaza, no haría más que dejar todas las irregularidades del proceso concursal a la intemperie. Entre ellos, la falta de balance, para el cual el juez le otorgó 40 días hábiles más a la empresa para cumplir.

Desde el gobierno nacional, en tanto, quedó planteada la encrucijada de cómo seguir con un proceso que definitivamente se trabó por todos lados, pero que lo dejó seriamente comprometido. Propuso una expropiación y debió mar marcha atrás. Dispuso una intervención que no pudo cumplir su tarea porque el juez comercial la desplazó. Se echó sobre los hombros el impacto político del derrumbe de la cerealera y el plan alternativo también falló. Se esperaba una definición oficial este jueves, a última hora, que en definitiva no se tomó o quedó postergada.

En tanto, en la causa penal por el posible fraude contra el Banco Nación por el otorgamiento de créditos de prefinanciación de modo irregular, el fiscal Gerardo Pollicita pidió el allanamiento de las oficinas de Vicentin en busca de documentación que pudiera explicar el destino de los fondos. Pero este jueves la acción no pudo ejecutarse, según había explicado el juez federal local interviniente, Aldo Alurralde, porque no recibió la aprobación del fiscal local al que le corrió vista del requerimiento. El allanamiento recién tendría lugar este viernes, 24 horas después que los allanados ya hayan tomado conocimiento del hecho. 

Los delegados de la provincia de Santa Fe se retiraron ayer de las negociaciones con Vicentin ante el juez de Reconquista que tramita el concurso de acreedores, Fabián Lorenzini, por la negativa del presidente de la empresa, Daniel Buyatti y el vice Alberto Macua, de apartarse de sus cargos y ceder las acciones del grupo a un fideicomiso que opere el salvataje financiero. El plan del gobernador Omar Perotti quedó al borde del fracaso. “Hemos decidido dejar la negociaciones y ponerle un punto. Esta es la línea de tolerancia. Capítulo cerrado”, dijo el secretario de Justicia Gabriel Somaglia en un mensaje de voz que llegó a la Casa Gris apenas terminó la audiencia en el Juzgado Civil y Comercial de Reconquista. Buyatti y Macua rechazaron las dos condiciones que planteó Perotti con el apoyo del Presidente Alberto Fernández, cuando ya habían transcurrido varias horas de un allanamiento a la sede central de Vicentin, en Avellaneda, que ordenó el juez de Comodoro Py, Julian Ercolini. El procedimiento lo pidió el fiscal Gerardo Pollicita, que investiga el destino de los 300 millones de dólares del Banco Nación que recibió Vicentin antes del default. Ahora, el juez Lorenzini deberá resolver el pedido de la provincia en el concurso: que separe de sus cargos a Buyatti, Macua y al resto del directorio y designe a los tres interventores que propuso Perotti: Gabriel Delgado y Luciano Zarich por el Estado nacional y Alejandro Bento, por Santa Fe.


El allanamiento a Vicentin generó un revuelo político en Avellaneda. Somaglia y la inspectora de Personas Jurídicas de la provincia María Victoria Strata se enteraron cuando llegaron a Reconquista. El operativo había comenzado alrededor de las 13 y la audiencia con el juez Lorenzini era a las 15.30, aunque arrancó a las 16 y se extendió hasta las 17.30. “Fue bastante prolongada”, dijo Somaglia. Así que el procedimiento en la sede de la empresa en la búsqueda de balances y libros contables de la cerealera coincidió con la conciliación que intentó Lorenzini. “¿Impactó en la audiencia?”, preguntó Rosario/12. “Nos enteramos cuando llegamos a Reconquista. Es una causa de naturaleza penal que se tramita en Buenos Aires, donde el fiscal es Pollicita, pero que no guarda relación con el concurso de acreedores. Lo que investiga Pollicita son delitos que pueden haber cometido estos administradores de Vicentin que nosotros solicitamos su apartamiento, pero que no quieren retirarse de sus cargos en estos momentos”, agregó el secretario de Justicia.

Lamentablemente no hemos podido llegar a un acuerdo” porque Vicentin rechazó “las dos condiciones que plantean el Estado nacional y el gobierno de la provincia: que los directores actuales se aparten inmediatamente de sus cargos, pero han decidido no hacerlo. Y tampoco aceptan transferir las acciones de la empresa para que sean administradas por un fideicomiso”, explicó Somaglia. “Por lo tanto, hemos decidido dejar las negociaciones y ponerle un punto. Esta es la línea de tolerancia. El doctor Lorenzini, como conductor y rector del proceso (del concurso), puede convocarnos en cualquier otro momento, pero este marco de negociación institucional ante el juez es un capítulo cerrado.

Es que si Buyatti y Macua siguen al frente de la empresa y no ceden las acciones al fideicomiso para su administración, “no podemos avanzar con todos los detalles que merecen ser consignados en un contrato de fideicomiso. Y tampoco podemos entablar relaciones formales con los acreedores. Motivo por el cual consideramos que esas dos condiciones que no se pudieron consensuar son suficientes para que nos retiremos de la mesa ante el juez. Por lo tanto, el resultado no fue satisfactorio”, insistió Somaglia.

Ahora, Lorenzini deberá resolver el pedido que hizo la provincia: que “separe a los administradores de Vicentin y designe los tres interventores (Delgado, Zarich y Bento). Se deberán de terminar de producir las pruebas y luego, el juez tendrá que aceptar o rechazar el planteo de la provincia.

-¿Es optimista? Parece que la empresa no acepta nada-, le planteó este diario.

-Entiendo que los elementos que se aportaron en el proceso son bastante amplios y suficientes para que el juez admita nuestra pretensión -respondió Somaglia.

-¿Sacar a los directivos de Vicentin?

-Exactamente. Si el juez atiende nuestros reclamos, tendría que removerlos de los cargos y designar a los interventores que hemos propuestos nosotros.

La Cámara de Diputados aprobó -con 250 votos afirmativos y dos abstenciones- un proyecto consensuado entre todos los bloques parlamentarios que declara la emergencia hasta el 31 de marzo de 2021 para procesos de concursos preventivos y quiebras, en el marco de la pandemia por coronavirus. En tanto, a continuación tratarán el proyecto de moratoria impositiva y previsional.

Los proyectos que modifican de forma temporaria la Ley 24.522 de concursos y quiebras, que determina la ampliación de los plazos procesales en el caso de los concursos acreedores y la suspensión de ejecuciones por 180 días, y que fueran presentados por diversos bloques, fueron debatidos esta mañana en la Comisión de Justicia de la Cámara baja.

Durante la reunión de labor parlamentaria que mantuvieron -previo a la sesión- el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los jefes de bloque acordaron impulsar la iniciativa con la firma de todos los espacios -excepto la izquierda, que optó por la abstensión-. 
 

La reforma de la ley de quiebras fue reclamada por diversas entidades empresarias para evitar que se sucedan decenas de quiebras cuando se normalice la actividad en la justicia.
Al inicio del debate, el diputado oficialista, Rodolfo Tailhade, destacó que se haya "podido avanzar a un acuerdo político en torno a un texto".

En tanto, su compañero de bancada, Carlos Selva, destacó que "el proyecto original tenía plazo de cobertura hasta el 31 de diciembre y con muy buen criterio, los miembros de la Comisión de Justicia interpretaron razonablemente llevar este plazo hasta el 31 de marzo" de 2021.

"Se ha ahondado y se ha ampliado y se han salvado situaciones que en el proyecto original podrían haber generado mayor litigiosidad y conflicto", subrayó Selva al destacar la unificación de proyectos del oficialismo y de la oposición.

A su turno, el titular de la bancada del PRO, Cristian Ritondo, indicó: "Entendimos que este proyecto era el complemento de la ley de moratoria que vamos a tratar luego. El aislamiento obligatorio ha planteado una serie de desafíos que nos demanda respuestas para el aparato de producción. Miles de empresas están en riesgo y con ellas muchos empleos formales".

El desafío que hoy tiene la política es extender esa mano para que los argentinos puedan defender su trabajo. En esta ley, tanto oficialistas como opositores hemos logrado llegar a un consenso común. Desde la política hemos encontrado la forma de colaborar con leyes para salir adelante”, agregó.

Por su parte, la diputada de Consenso Federal, Graciela Caamaño, celebró el acuerdo de todos los bloques para “encauzar esta sesión en este marco donde cerca de 100.000 empresas corren riesgo. Todos entendimos que lo más importante era suspender por 180 días la posibilidad de que estas empresas entren en riesgo y pongan en riesgo las fuentes de trabajo”.

Hay un sector al que no tenemos que dejar solo y ese sector es el empresarial de nuestro país. No podemos darnos el lujo de no acompañarlo. Tenemos que sostenerlo para poder sostener la patria”, continuó y advirtió que sin esta ley “vamos a tener un problema muy serio a partir de la semana que viene”.
En tanto, el titular del interbloque Unidad y Equidad Federal, José Luis Ramón, explicó que este proyecto busca congelar la situación de las quiebras e hizo hincapié en la inclusión de personas humanas.

Desde nuestro bloque incorporamos la cuestión de las personas humanas. Poder ingresar al consumidor y al trabajador en este proyecto es un avance enorme. Para aquel ciudadano común que no es una empresa y que ahora tiene la oportunidad de sanear un proyecto de quiebra es fundamental”, indicó.
El texto consensuado plantea la suspensión del cómputo de los plazos procesales regidos por la ley de quiebras por 180 días e indica que será el juez de cada proceso el que deberá fijar un nuevo cronograma.

Además, quedarán suspendidos “en pleno derecho y sin requerimiento de parte” los procesos de ejecución de cualquier tipo de garantías de obligaciones financieras; la totalidad de las subastas judiciales y extrajudiciales, incluidas las hipotecarias y prendarias; la prescripción y caducidad de los créditos.
También se prohíben “nuevos embargos sobre cuentas bancarias, excepto para el caso de los procedimientos de comprobación y pronto pago de créditos laborales, y créditos de origen alimentarios”.

En tanto, más tarde pasará a discutir el proyecto que amplía la moratoria impositiva -que obtuvo el martes dictamen de mayoría- y contempla que a los beneficios podrán incorporarse las deudas vencidas al 30 de junio pasado, incluye premios para los contribuyentes cumplidores.

Este viernes se cumplió la medida dispuesta por el juez federal Julián Ercolini quien libró una orden de presentación para que la empresa Vicentin entregue documentación contable.
Ercolini hizo lugar a una medida de prueba pedida por el fiscal federal Gerardo Pollicita, quien tiene delegada la investigación por supuestos delitos en el otorgamiento a Vicentin de créditos multimillonarios por parte del Banco Nación durante el gobierno de Mauricio Macri, informaron fuentes judiciales.


El magistrado libró una “orden de presentación” por exhorto con un “allanamiento en subsidio”, que no fue necesario realizar porque la empresa accedió a entregar a los enviados judiciales los libros contables requeridos.

Hace algunos minutos, en su cuenta de Tweeter, el presidente Alberto Fernandez anunció el decreto en el que resuelven dar marcha atrás con la intervención y el envió al Congreso Nacional del proyecto de expropiación de la empresa.


El juez interviniente en el concurso no ha permitido hasta aquí que el Estado pudiera conocer cuál es el pasivo real de la compañía.

Ha impedido también el acceso de la intervención a su gestión y, lo que es peor aún, ha mantenido en sus funciones a los mismos directores que, ante la pasividad del tribunal, siguen sin entregar el Balance y Memoria del ejercicio 2019.

El Estado nacional no va a comprometer recursos públicos mientras el actual directorio permanezca en la empresa, ni tampoco integrará un fideicomiso compartiendo la gestión del mismo.


Nuestra intención siempre fue rescatar a la empresa, preservar los activos, colaborar con los productores damnificados y mantener las fuentes de trabajo.

Pero también nuestra obligación es que se investiguen las maniobras que provocaron el estado de falencia en el que la empresa ha caído.

La intervención por 60 días era fundamental antes de declarar a Vicentin S.A.I.C. como un bien de utilidad pública, para conocer su verdadero estado patrimonial.

En estas condiciones, no estamos dispuestos a adoptar riesgos que podrían traer como consecuencia la estatización de deuda privada para que los argentinos y las argentinas deban hacerse cargo del irresponsable proceder de los actuales administradores, Señalo en sus tweets.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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