Miércoles
8 de julio de 2020
“Llegó
la hora de poner al capitalismo en su verdadera dimensión",
porque, advirtió, ese sistema "se degradó" a partir de la
pandemia de coronavirus. Además, planteó que el mundo está
analizando "una vuelta atrás del libre comercio que proponía
la globalización".
El
presidente participó en forma virtual del encuentro de la Asociación
Cristiana de Dirigentes de Empresa
El mandatario señaló en el
cierre de esa reunión anual que "el capitalismo debe revisar
cosas, porque cuando empezó a tener más importancia el gerente
financiero que el de producción, empezó a ser menos noble y más
débil". También advirtió que la pandemia degradó al sistema.
El presidente participó vía
teleconferencia del cierre del encuentro anual de la Asociación
Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), que contó con la
bendición del papa Francisco. Alberto Fernández habló desde la
Quinta de Olivos, y estuvo acompañado por el secretario de Asuntos
Estratégicos, Gustavo Beliz.
En otro pasaje de su intervención, el mandatario señaló que "la pregunta que uno se hace es por qué la pandemia fue capaz de desmoronar imperios económicos y una primera respuesta es que muchos de esos imperios olvidaron lo mejor del capitalismo y se aferraron a la lógica financiera, que es lo peor" del sistema.
Agregó: "Había un valor ficticio sobre muchas empresas que tenía que ver con la especulación financiera. El capitalismo debe revisar esas cosas, porque cuando empezó a tener más importancia el gerente financiero que el de producción, empezó a ser menos noble y más débil".
En otro pasaje de su intervención, el mandatario señaló que "la pregunta que uno se hace es por qué la pandemia fue capaz de desmoronar imperios económicos y una primera respuesta es que muchos de esos imperios olvidaron lo mejor del capitalismo y se aferraron a la lógica financiera, que es lo peor" del sistema.
Agregó: "Había un valor ficticio sobre muchas empresas que tenía que ver con la especulación financiera. El capitalismo debe revisar esas cosas, porque cuando empezó a tener más importancia el gerente financiero que el de producción, empezó a ser menos noble y más débil".
También se refirió al rol del
Estado durante la pandemia: "Los valores de los estados han
caído enormemente y las empresas han caído en crisis terminales, lo
que obligó a los estados a salir en auxilio de esas empresas.
Alemania nacionalizó un laboratorio que trabajaba en búsqueda de
una vacuna contra el coronavirus. Y antes tuvo que hacer una
inversión en Lufthansa, que ahora es un 20% propiedad del Estado. En
Italia el Estado tuvo que invertir en Fiat para que no cayera",
Además, planteó que en todo el mundo se está dando una "revisión" sobre "el encierro de las economías, como una vuelta atrás del libre comercio que la globalización proponía". Al respecto, señaló que "es un dilema que tenemos y no tenemos certezas".
Además, planteó que en todo el mundo se está dando una "revisión" sobre "el encierro de las economías, como una vuelta atrás del libre comercio que la globalización proponía". Al respecto, señaló que "es un dilema que tenemos y no tenemos certezas".
El presidente concluyó su
participación con una mirada sobre el medio ambiente: "Tenemos
que darnos cuenta de que en esta cuarentena el mundo mejoró
ambientalmente. ¿No ha llegado la hora de reflexionar si podemos
elaborar mecanismos de desarrollo que cuiden el medio ambiente?"
Para poder evaluar correctamente
ciertos postulados debe tenerse en cuenta varias cuestiones. Separar
entre deseo y realidad para que esos postulados sean modificaciones
posibles y en el rumbo de los deseos aunque no sean exactamente las
ideas del deseo consumado en tanto, no todos deseamos las mismas
cosas.
Quienes hemos acompañado los
gobiernos de Nestor y Cristina podemos caer rápidamente en el juicio
decepcionado, porque aspiramos a cambios mas profundos y a
pronunciamientos mas radicalizados o de cambios mas impactantes o que
se alejen mucho de lo que esta ocurriendo y se considera equivocado o
defectuoso. Sin embargo una mirada rápida a la realidad
latinoamericana nos devuelve una foto muy distinta a aquella de la
“Década ganada”.
El
fin de semana pasado se dio
un nuevo resultado electoral que pone de manifiesto el escenario
extrañamente contradictorio de la política de los Estados en el
Continente. El
líder opositor dominicano Luis
Abinader
se proclamó ganador de las elecciones
presidenciales de la República Dominicana,
despojando
al gobierno progresista que presidía Danilo Medina, cuya
administración se vio
mezclada en el escándalo Odebretch y matriculado
en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en
la
carrera de Ingeniería Química la cual culminó en el año 1978, fué
acusado de plagiar su tesis por lo que se le intento invalidar el
título universitario … (¿Otro Capítulo del Lawfare?), lo que
sumergió a su candidato Gonzalo
Castillo,
el elegido por el Partido
de la Liberación Dominicana (PLD), al
segundo lugar en el conteo de los votos.
Luis
Rodolfo Abinader Corona es un político, economista y empresario
dominicano. Es presidente electo de la República Dominicana por
el Partido Revolucionario Moderno. Curso estudios en el Instituto
Tecnológico de Santo Domingo, Hult International Business School y
la Universidad Harvard
en
EEUU.
El
contexto continental deja casi en soledad a los gobiernos de
Fernandez y Lopez Obrador en México, con alguna intención de
“socialismo democrático” o moderado rumbo de políticas
populares que sostengan lo hecho durante los gobiernos de Chavez,
Lula, Evo entre otros …
No
es un hecho menor que, además, no haya verdadero modelos que
propongan otros rumbos al capitalismo globalilzador, mas allá de que
la crisis del Covid19, genera un margen impensado frente a la
evidencia de defectos estructurales que no puede resolver el mercado
libre que postulan quienes dominan los idearios en el mundo y
recuperaron hegemonía en América Latina y el Caribe.
Específicamente deje a un lado los casos excepcionales de Venezuela y Cuba, donde arraígo un fuerte y mayoritario espíritu Nacional que los coloca precisamente como excepciones, pero que, cualquier referencia positiva hacia ellos (Esto es un logro de la derecha continental) nos coloca en situaciones mas débiles en las "miradas" locales y Nacionales del resto, que ven en ambos procesos, el peligro de totalitarismo de Estado o la tiranía fascista.
Esto
significa un desafío nuevo para la izquierda y el progresismo
continental que deberá reformular teoría y práctica para
comprender las dimensiones de lo que sucede en el mundo y actuar en
consecuencia y en orden a una mejor distribución de la riqueza
producida y con mayor atención al cuidado del ambiente y a los
desarrollos territoriales y locales sin los cuales cualquier idea de
mundo es una mera entelequia.
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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