Sábado 18 de Julio de 2020
“En
tiempos de incertidumbre y desesperanza, es imprescindible gestar
proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto a
otros"
Enrique
Pichón Riviere
En
1930 Sigmund Freud creó uno de sus trabajos más filosóficos: El
Malestar en la Cultura,
en el cual nos propone reflexionar sobre el malestar permanente de
los sujetos por el hecho de estar sometidos a la coacción cultural.
En aquel momento, Europa vivía una de las etapas más oscuras y
convulsionadas de su historia. Faltaban apenas tres años para que
Hitler comience su carrera como canciller y de ahí en adelante, todo
el hecho harto conocido por el mundo.
En nuestros tiempos, podríamos
pensar que ya no sería, solamente, la represión de los deseos en su
estado más puro, ahora se suma la imposibilidad producida por la
evolución del sistema capitalista, que encarna lo más despiadado e
incrementa este malestar exponencialmente. El capitalismo
enferma.
Estudios
de la sociedad
argentina de cardiología,
del mes de abril de 2018 confirman que más del 40% de la población
nacional tiene alta presión, más del 60% tiene sobre peso y más
del 30% tiene muy elevado el colesterol en sangre, con lo cual es muy
preocupante el panorama sanitario en nuestro país.
Así mismo, el INDEC (índice de
precios al consumidor) confirmó que, en el segundo semestre del
2018, la pobreza ascendió al 32% en Argentina. Son 14.3 millones de
personas las que viven en la pobreza, mientras que la indigencia está
en los 6.7%.
Para pensar este malestar que
sufren hoy los sujetos, podríamos contextualizarlo a nivel social.
En el pasado más reciente, se ha observado una caída del Estado
Nación como institución donadora de sentido, una función que
podría asimilarse a la paterna en tanto operaba como referente de
los sujetos. Por otro la emergencia de una operatoria radicalmente
otra, la emergencia de un sistema que fue ocupando el lugar del
Estado Nación, pero desentendido de su función primordial dadora de
sentido.
A partir de la década del 70, el
sistema capitalista profundizó sus formas de acumulación, mutando
al neoliberalismo. En la Argentina y América Latina, a través, de
un plan sistemático, logra penetrar con la furia de un huracán y
arrasar con todo a su paso. El pico neoliberal se dio, en primer
lugar, en la década de los 90 y posteriormente, en la actualidad
recrudece su avance dejando una huella negra en nuestra historia.
El plan fundamental del
neoliberalismo consiste en denigrar y deprimir al Estado Nación,
además de incapacitarlo operativamente. Lograda esta primera etapa,
sin un Estado Nación que done sentido, el lugar fue ocupado por el
Mercado.
El Estado Nación ya no la
instancia dominante productora de subjetividad, y ese corrimiento de
su lugar afecta profundamente a los sujetos generando un malestar aún
mayor al ya mencionado por Freud, en su texto de referencia.
De un tiempo a esta parte, se
hace más evidente la dificultad que el neoliberalismo genera en los
lazos sociales, ya sea obstaculizando el establecimiento de los lazos
como su sostenimiento. El discurso neoliberal rompe los vínculos
sociales ya que apunta a un sujeto individual que goza solo a partir
de su transformación en un mero consumidor de objetos. La
proliferación del consumo como un (no) sentido es la (no) lógica.
Es por excelencia el lugar de individuación de los sujetos. Es allí
en donde el lazo de diluye y rige la lógica del “sálvese quien
pueda”.
En condiciones neoliberales, la
dominación del sujeto no es la alienación - como lo fue durante la
hegemonía del Estado Nación - sino la fragmentación. Podemos
pensar en este sentido, que lo propuesto culturalmente, es coercitivo
y a la vez fragmentario. Lo cual elevaría el nivel de malestar dada
la imposibilidad de encontrar algún paliativo pensando con esos
otros.
"Si
el destino reactivo para la subjetividad ciudadana era la alienación
en un sentido dominante, el destino reactivo de la subjetividad
consumidora es la ausencia de sentido"
Digamos que la ausencia de
sentido banaliza la posibilidad de hacer lazo social y concluye en la
fragmentación, elevando los niveles de malestar del sujeto.
"El
agotamiento del Estado Nación como pan-institución donadora de
sentido no sólo implica el agotamiento de esa lógica social y sus
tipos subjetivos, sino también el agotamiento de sus estrategias de
subjetivación."[“Del
fragmento a la situación” – Grupo Doce]
Dicho de otro modo, el pasaje del
Estado al mercado, altera radicalmente el estatuto de la subjetividad
instituida en los tiempos actuales. El soporte subjetivo de la
organización social ya no es el ciudadano producido por las
instituciones sino el consumidor instalado por los artefactos del
mercado. Con este pasaje se expropia al sujeto de lo colectivo.
La serie, formada por personas
que se encuentran agrupadas con un fin inmediato, pero sin
vinculación como lazo social, también se ve fulminada desde el
discurso neoliberal. Hoy se accede al banco desde el "home
banking", se ha reducido la necesidad de hacer "cola en un
banco" y los jóvenes se envían mensajes a través de alguna
red social, a pesar de estar en el mismo recinto y en el mismo
momento. Se llega al emburbujamiento del sujeto y la imposibilidad de
hacer lazo.
El mercado se encarga de
convertir al Estado en un administrador y lo precariza. Es allí en
donde pierde su más importante función, la de donar sentido en su
“función paterna” a las instituciones transmisoras, y deja
vacíos, lagunas que afectan que aíslan a los sujetos. Esta
disgregación también constituye demandas aisladas, dispersas.
Digamos que, todos estos cambios
de organización social, produjeron en el sujeto un entendimiento
distinto de la realidad. El sistema comenzó a organizar las
relaciones vinculares, ya no desde la hegemonía del Estado,
articulando en su función paterna, sino desde la lógica de mercado,
que tiene como fin fundamental la propuesta del consumo para aumentar
la rentabilidad. Ya no importan los límites impuestos desde el
Estado a través de sus instituciones. Ya no son necesarios. Ya no se
trata del “capitalismo antiguo” que nos mostraba a un sujeto
alienado. El Neoliberalismo es una fábrica de subjetividades.
Reviste mayor gravedad en lo que respecta al malestar del sujeto ya
que lo que en el capitalismo industrial era exclusiva responsabilidad
del otro, encarnado en la clase social dominante, hoy se vuelve
contra el propio sujeto que a partir de su propio rendimiento es amo
y esclavo en un mismo lugar. Tal como lo argumentó Foucault, el
sujeto se volvió un “empresario de sí mismo”.
Teniendo en cuenta que una de las
herramientas fundamentales utilizadas contra el sujeto es el
aislamiento, podríamos pensar en la posibilidad de encausar en lo
colectivo como una forma de alivio del malestar. Pensar con otros,
entre otros, como una salida posible al enfrascamiento consumista.
Lo colectivo no únicamente como
“masa” o “populismo” sino haciendo hincapié en el lazo
social como sostén de una subjetividad que de otro modo se ve
altamente fragmentada por los discursos imperantes.
Sigmund
Freud trabajo el concepto de Masa
en su texto “Psicología
de las masas y análisis del yo”
(1905) como la suma de lo individual que deviene plural. La
construcción populista produce acciones que limitan a ese Otro al
que se dirigen las demandas. Se configura como un límite al
neoliberalismo, y a partir de esta concepción el sujeto se incluye
en un colectivo que puede acercar las demandas de los sujetos al
Estado y sus representantes.
En
"Psicología
de las masas y análisis del yo"
Freud nos muestra cómo una persona que forma parte de una masa se
subordina y deja de ser independiente. Las masas son asociaciones de
individuos que se someten a la autoridad de un líder que los domina
con sugestión. Esta masa de individuos se manifiesta con
características arcaicas: violentas, impulsivas, bárbaras. Estos
grupos sin tarea, hipnotizados, sin posibilidad de análisis alguno
se sostienen por la identificación con el líder que genera de modo
secundario identificaciones entre los participantes de la masa.
La identificación se produce a
partir de que la masa - un gran grupo de individuos - pone en el
líder el lugar del ideal del yo, operador simbólico que sostiene la
identificación de los yoes de los miembros entre sí.
A
diferencia de lo que sucede en "la masa", la idea de
Populismo
implica
algo más que la identificación con el líder. Desde su
inicio, los sujetos que integran el colectivo deben estar implicados
en el colectivo con sus necesidades y demandas. Podríamos decir que
la demanda ocupa el lugar del líder. A diferencia del sujeto
de la masa, sometido a un amo que lo sugestiona y en donde no es
necesaria la participación intelectual de los sujetos, en el
populismo el sujeto se implica con su identidad en tanto ésta es
política.
"El
populismo es todo proyecto político hegemónico aplicable a
situaciones en las que existan demandas sociales insatisfechas. La
articulación de esas demandas democráticas es el objetivo principal
del líder populista".
El populismo es un modo de
construcción de lo político inherente a una comunidad. Sabemos que
es impensable que una comunidad pueda satisfacer todas las demandas
de los sujetos. La demanda populista implica hablar y hacerse
escuchar.
Laclau concibe al populismo como
expresión indiferente a la ideología, a las versiones, grupos,
clases o momentos históricos. También al desarrollo económico y
social de una sociedad. Lo define como "lucha popular
democrática", formación social que depende de una lógica de
articulación de demandas.
Postula a la demanda como una
centralidad. Porque son las demandas insatisfechas de los sujetos las
que se transformarán en reclamos y devendrán políticas. Es la
tarea de poder sostener esas demandas, expresadas en una equivalencia
simbólica, tomada como bandera del propio reclamo popular.
El populismo propicia la
articulación de esas demandas dispersas expresadas en una que
tracciona como equivalencia y comienza con la construcción de lo
político como forma identitaria de la sociedad.
El populismo es contingente,
sostiene. Construcción política que tiene su origen en la demanda
social. Podríamos pensar en una demanda que nace de una
necesidad insatisfecha, que en la vincularidad con sus pares se
evidencia como emergente de realidad. La demanda es colectiva, se
manifesta, se cristaliza en demanda social. Una lucha popular
democrática. Populismo como formación social que depende de una
lógica de articulación de demandas que se relacionan y conforman
identidad.
La posibilidad de articular una
demanda popular produce lazo social.
La construcción de algo nuevo,
que se inaugura desde una posición humana por lo tanto siempre
carente y no sustentada en ideales narcisistas ni en amos
omnipotentes.
El psicoanálisis y el populismo
tienen puntos de encuentro en tanto ambos abogan por la emancipación
del sujeto y proponen el lazo social como constituyente de la
subjetividad.
La construcción de la identidad
en tanto política –como propone el populismo-, da razón de ser a
un colectivo a partir de demandas genuinas y no de ideales encarnados
en la figura del líder –como sucede en la masa-. Instituye la
directa "participación" democrática en los sujetos que
están en relación con sus propias necesidades y sus propios deseos,
dejando de lado la "representación" democrática que los
hace legos. Delegar, en ese sentido es darle a otro la representación
de lo propio. Esto es una amenaza al sistema. Hacerse cargo de lo
propio, dejar de estar sometido al Otro. Categorías de la
emancipación del sujeto que cobran sentido en populismo y
psicoanálisis.
Pensar la implicancia del
discurso psicoanalítico y el populismo como discursos que pueden
formar un horizonte común para intentar contrarrestar el tremendo
malestar que en la época actual constituye el avance del
neoliberalismo.
El 37,3 por ciento de toda la
población latinoamericana podría verse en situación de pobreza en
2020 debido al impacto de la pandemia del coronavirus, según un
informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL).
El informe, titulado ‘Enfrentar
los efectos cada vez mayores del COVID-19 para una reactivación con
igualdad: nuevas proyecciones’, estima que el número de personas
en situación de pobreza se incrementará en 45,4 millones en 2020,
por lo que el total de personas en esa condición pasaría de 185,5
millones en 2019 a 230,9 millones este año.
Dentro de este grupo, el
número de personas en situación de pobreza extrema se incrementaría
en 28,5 millones, pasando de 67,7 millones de personas en 2019 a
96,2 millones de personas en 2020, cifra que equivale al 15,5 por
ciento del total de la población.
El documento, presentado por la
secretaria ejecutiva del organismo de Naciones Unidas, Alicia
Bárcena, plantea que la caída en la actividad económica es de
tal magnitud que llevará a que, al cierre de 2020, el nivel del PIB
per cápita de América Latina y el Caribe sea similar al observado
en 2010. Esto significa que habrá un retroceso de diez años en
los niveles de ingreso por habitante.
“Se prevé ahora un aumento
también mayor del desempleo, que a su vez provocará un deterioro
importante en los niveles de pobreza y desigualdad”, dijo Bárcena.
En concreto, se espera que la
tasa de desempleo regional se ubique alrededor del 13,5 por ciento a
final de 2020, lo que representa una revisión al alza de dos
puntos porcentuales de la estimación presentada en abril y un
incremento de 5,4 puntos porcentuales respecto del valor registrado
en 2019, un 8,1 por ciento.
Con la nueva estimación, el
número de desempleados llegaría a 44,1 millones de personas, lo que
representa un aumento cercano a 18 millones con respecto al nivel de
2019, cuando se situó en 26,1 millones de desempleados.
El trabajo destaca que estas
cifras son "significativamente" mayores que las observadas
durante la crisis financiera mundial, cuando la tasa de desempleo se
incrementó del 6,7 por ciento en 2008 al 7,3 por ciento en 2009, es
decir, 0,6 puntos.
MEDIDAS
El informe de CEPAL reconoce que
los países de la región han anunciado grandes paquetes de medidas
fiscales para hacer frente a la emergencia sanitaria y mitigar sus
efectos sociales y económicos.
Así, las acciones de los bancos
centrales de la región han estado encaminadas no solo a atenuar los
efectos de la crisis y sentar las bases para una eventual
reactivación, sino también a la preservación de la estabilidad
macrofinanciera de las economías.
"Los países de la región
han anunciado medidas muy importantes, en la medida que se extiende
el confinamiento se requieren esfuerzos adicionales para satisfacer
necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares", ha
señalado Bárcena.
No obstante, ha recordado
que CEPAL ha propuesto la implementación de un ingreso básico
de emergencia como instrumento de protección social y varias
iniciativas de apoyo a empresas y trabajadores en riesgo, entre
otras medidas.
"Para la implementación de
cualquiera de estas líneas de acción es necesario fortalecer el rol
de las instituciones financieras internacionales de forma que puedan
apoyar mejor a los países", ha concluido Bárcena, que también
ha aludido a la necesidad de la cooperación internacional en este
sentido.
El brote mundial de coronavirus
está causando una "incertidumbre sin precedentes" en las
cadenas mundiales de suministro de alimentos, según un informe
publicado el jueves por la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El informe "Panorama de la
Agricultura 2020-2029" , elaborado por la FAO y la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con sede en
París, indicó que la pandemia está generando "cuellos de
botella en mercados laborales, industrias de insumos, producción
agrícola, procesamiento de alimentos, transporte y logística, así
como cambios en la demanda de alimentos y servicios de alimentos"
.
El informe señaló que los
efectos a corto plazo de la crisis incluyen sacar de curso lo que
había sido en general una tendencia positiva en la producción
agrícola y el consumo de alimentos a nivel mundial, y los
pronósticos a largo plazo son incluso más graves.
El informe encontró que "en
los próximos diez años, el crecimiento de la oferta va a superar el
crecimiento de la demanda, lo que hará que los precios reales de la
mayoría de los productos se mantengan en sus niveles actuales o por
debajo de ellos. Las fluctuaciones en los factores que impulsan la
oferta y la demanda podrían conducir a fuertes variaciones del
precio en torno a esta vía general" .
Además, el informe dijo que la
desaceleración económica mundial causada por el brote del
coronavirus tendrá un efecto negativo en el ingreso disponible de
los habitantes de los países pobres, lo que presionará aún más a
la baja los precios y socavará la seguridad alimentaria.
"Necesitamos mejores
políticas, más innovación, mayor inversión y mayor inclusión
para construir sectores agrícolas y alimentarios dinámicos,
productivos y resilientes" , dijo el director general de la FAO,
Qu Dongyu.
La FAO es dirigida por Qu Dongyu,
quien se desempeñaba como vice ministro de Agricultura y Asuntos
Rurales de China.
Qu presentó de manera formal el
informe hoy, junto con el secretario general de la OCDE, José Angel
Gurría.
Las tendencias deflacionarias en
el sector agrícola son problemáticas porque dificultan más a los
agricultores de todo el mundo, especialmente a los de países pobres,
hacer que el dinero rinda, especialmente si los gastos se mantienen
estables o aumentan.
El informe dijo que los
incrementos esperados en la población mundial ayudarán a
incrementar la demanda de producción agrícola.
El titular de la Bolsa de
Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, fue uno de los empresarios
que participó del acto del 9 de Julio en la Quinta de Olivos, le
contestó a Hebe de Bonafini tras la carta pública al presidente
Alberto Fernández.
“Yo nunca secuestré a nadie ni
dejé de pagar un sueldo… En la pandemia no dejé de pagar salarios
y no le pedí ayuda a nadie. No merezco que me trate de antipatria o
que diga que secuestramos a su familia”, aseguró el presidente de
la Bolsa en radio La Red.
La titular de Madres de Plaza de
Mayo criticó anoche que Fernández haya convocado a los integrantes
del Grupo de los 6, entre quienes se encuentra Gabbi. “Usted sentó
en su mesa a todos los que explotan a nuestros trabajadores y
trabajadores y a los que saquearon al país”, escribió Bonafini.
Gabbi también se refirió a la
situación delicada de la economía y sostuvo “que hay una pequeña
luz al final del túnel si el gobierno arregla el tema de la deuda si
no sería terrible para la actividad pública que al caer en default
pierde el financiamiento”.
“Es importante que sea el
Gobierno el que maneje la lapicera. El caso Vicentin, es un
ejemplo. Cuando Fernández está moderado actúa mucho mejor. ¿Qué
país va adelante con dirigentes radicalizados? Ninguno”,
sentenció.
También manifestó dudas
respecto a la moratoria. “Es imprescindible pero tiene que tener
limitaciones. Estoy en contra de la moratoria con el juego y con el
combustible porque es plata mía, no puedo hacerle una moratoria para
el que
robe”.(https://eleconomista.com.ar/2020-07-adelmo-gabbi-yo-nunca-secuestre-a-nadie-ni-deje-de-pagar-un-sueldo/
)
El
neolilberalismo somete toda “humanidad” a la tenencia de dinero o
de recursos financieros que se suponen resultado del esfuerzo propio
o de la propiedad. “lo mío” impide la comprensión respecto a
cuánto de lo que uso y disfruto es sustracción del esfuerzo mal
retribuido y del ejercicio de poder que me posiciona en un lugar de
privilegio para definir los términos del intercambio.
Habría
que comenzar a pensar la realidad no en términos neoliberales, esto
es mérito del ego y propiedad del “yo”, para comenzar a
comprender cuanto de lo que disfruto es esfuerzo de tantos que
aparecen invisibles ante la reducción a objeto de la vida de muchos
representados en las monedas y los números en las cuentas bancarias
de sus representaciones meritocraticas y de “dueños”.
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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