Miércoles
19 de febrero de 2020
Fresca
mañana de verano sobre la ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los
hechos salientes que destacan los medios de prensa en sus versiones
digitales, dan cuenta en primera plana de la multitudinaria
convocatoria que tuvo como eje, en la tarde de ayer, el
reclamo
de
justicia
por el asesinato de Fernando Baéz en la ciudad de Villa Gesell,
perpetrado por un grupo de jugadores de Rugby. “Una
multitud en Congreso con los padres de Fernando Báez
“ÉL ESTÁ ENTRE NOSOTROS”.
Miles de personas reclamaron justicia y condenaron la violencia junto
a la familia y los amigos de Fernando Báez, el joven asesinado hace
un mes por los rugbiers en Villa Gesell. Abrazada por la multitud, la
madre compartió su dolor y la decisión de no bajar los brazos
“hasta que paguen los asesinos” A un mes del crimen del joven,
decenas de miles de personas se concentraron bajo el lema “Basta de
violencia.”
Las
muertes de jóvenes son mas habituales de lo que la prensa consigna.
Las causas son variadas pero concluyen en la idea de una adolescencia
y juventud en peligro y una sociedad que no cuida y atiende
debidamente este aspecto del “orden social”.
Luciano
Arruga, Santiago Maldonado y Rafael Nahuel son tres nombres que
surgen rápidos en la memoria. La movilización de ayer recuerda otro
suceso de hace mas de 15 años … Axel Blumberg, fue secuestrado el
17 de marzo del 2004 y posteriormente asesinado por sus captores.
Este hecho lo convirtió en un referente mediático. Se realizaron
multitudinarias marchas para exigir el esclarecimiento del caso y
mayores controles por parte de la policía.
Sin
embargo hay una vara que maneja diferente las consideraciones
mediáticas … Enfáticamente debemos afirmarnos en la idea de que
toda muerte violenta y evitable es una acto contrario al derecho
humano mas elemental … el de la vida. Y que es tarea fundamental de
toda la sociedad y de sus instituciones de gobierno proveer y
promover los recursos necesarios para minimizarlas lo mas que sea
posible. Ahora,
¿Porque marchamos frente a casos que los medios convierten en
noticia y otros quedan sumergidos en el silencio y el dolor de unos
pocos que luchan por sostener alguna memoria?
“
Los
familiares de Christian Stehli recién pueden denunciar públicamente
el hecho porque quedaron devastados tras el crimen del joven. El
pasado 12 de diciembre Christian fue demorado en la Comisaría 2° de
Gesell y la inverosímil versión de los uniformados dice que «El
Punki», así lo llamaban sus amigxs, se ahorcó con un buzo luego de
unas dos horas de estar en el calabozo.
Christian
iba al gimnasio, trabajaba y tenía proyectos, entre ellos un viaje y
no pasaba por ningún estado depresivo. A pesar de todas las
irregularidades cometidas, el Informe Preliminar de los peritos
afirma que se hallaron lesiones en el cuerpo de Christian.
COMUNICADO
DE LXS FAMILIRARES
Christian, un joven de 38 años
fue detenido por la policía de Villa Gesell el pasado 12 de
diciembre y a pocas horas apareció muerte en el interior de la
comisaria. La versión policial dice que Christian se “Suicido”,
pero los familiares y amigos de Christian, tenemos fundada razones
para dudar de la versión policial de los hechos y exigiremos una
investigación seria, eficaz y profunda para conocer la verdad. La
policía de esa ciudad es maldita y cruel con los jóvenes.
Por ello el día 6 de enero del
corriente año nos presentadnos con un abogado particular en causa
IPP n° 03-04-003849-19, de trámite ante Unidad Fiscal n° 6 de
Villa Gesell a cargo de la Fiscal Dra. Verónica Zamboni, en la que
se investiga la causa de muerte de nuestro ser querido en el interior
de la Comisaría 2° de Villa Gesell el pasado 12 de diciembre
mientras se encontraba demorado y en custodia de la policía del
lugar.
Luego de analizar las Constancias
de la causa, tenemos fundadas razones para dudar de la versión
policial de los hechos y que Christian se haya suicidado e
impulsaremos y exigiremos al Ministerio Publico Fiscal una
investigación eficaz y profunda para conocer la verdad de lo
sucedido, esclarecer las circunstancias en que se produjo la muerte
de Christian mientras se encontraba en custodia de la policía.
Vale resaltar que el informe
preliminar elaborado por los peritos de la Oficina Pericial de la
Plata no descarta hasta la fecha que el ahorcamiento por asfixia
sufrido por Christian no hayan participado terceras personas,
surgiendo además de dicho informe que el cuerpo presentaba diversas
escoriaciones ( lesiones).
Existiendo además en la causa
elementos de prueba que indican que el día que fue encontrado muerto
Christian, la policía del lugar encerró y golpeó salvajemente a un
amigo de Steheli que se encontraba detenido, estando la tortura
prohibida como método de confesión y constituyendo la misma un
grave delito penal.
Ante ello y en este marco y como
particulares damnificados, solicitaremos la realización de numerosas
medidas de pruebas, incluyéndose una nueva autopsia del cuerpo.-
Lamentablemente, desde el
Ministerio Publico Fiscal se han cometido irregularidades en el
inicio de la investigación que pueden afectar gravemente el
esclarecimiento del hecho, como ser la demora en el apartamiento de a
la policía de la investigación del hecho y haber encomendado
inicialmente el trabajo de autopsia al personal médico policial de
la ciudad de Pinamar, estando ello expresamente prohibido.
El
viernes 8
de noviembre de 2019,
poco antes de las 20, Jorge Alberto Romero (28) salió del local de
diseño y decoración Carmina en la localidad santafesina de
Esperanza, entró en una panadería y compró una botella de agua
mineral. Estaba algo agitado, pero no usó el agua para saciar su
sed. En realidad la había comprado para enjuagarse las manos:
estaban cubiertas de sangre. Lo primero que dijo para explicar la
extraña situación es que había mantenido una pelea, pero no era
cierto: las manchas hemáticas se debían a que minutos antes había
asesinado de manera violenta a Gabriela Degiorgio, una comerciante de
36 años y dueña del local.
Sin esperar mucho más, Romero
tomó un remís y viajó poco más de 20 kilómetros hasta llegar a
la localidad de Recreo, su lugar de residencia. Un día después se
entregó y confesó el hecho. “Ya lo teníamos identificado con las
cámaras de seguridad y la Policía de Investigación (PDI) ya lo
tenía, pero él mismo se presentó”, dijo a Infobae el fiscal del
caso, Alejandro Benítez, quien contó cómo fue la secuencia del
brutal crimen. “Prefiero no dar mayores datos o detalles
específicos de lo que pasó por respeto a la familia, pero se trató
en un comienzo de un intento de robo que pasó a mayores”, expresó
el funcionario.
De
acuerdo con los primeros datos de la investigación, Romero habría
viajado desde Santa Fe o Recreo hasta la localidad de Esperanza
específicamente para cometer el crimen, con una víctima elegida al
azar. Al llegar, entró directamente al local de Degiorgio, en
principio con la intención de robarlo.“Se hizo pasar por un
cliente, la empujó y la forzó a entrar en un vestidor de ropa, le
exigió dinero e intentó abusar sexualmente de ella. Como la mujer
se resistió y comenzó a gritar, el acusado la golpeó en reiteradas
oportunidades hasta dejarla inconsciente. En ese contexto fue que
aprovechó la situación y abusó sexualmente de la víctima. Después
del ataque sexual, la volvió a golpear hasta quitarle la vida”,
precisó el fiscal.
La
acusación habla por sí sola: "Homicidio calificado criminis
causae y por mediar violencia de género -femicidio-, abuso sexual
con acceso carnal y robo. Todos en concurso real entre sí". El
ataque perpetrado por Jorge
Romero (28), alias "El Tío", contra Gabriela Degiorgio
(36) conmovió
la calma de la ciudad santafesina de Esperanza. Cuando todo parecía
ser un misterio, la investigación encontró el hilo que la llevó a
una resolución casi absoluta del hecho.
Cuando
Romero entró a la panadería tenía las manos llenas de sangre.
Compró un agua y la usó para enjuagarse. Tenía una gorra, una
remera negra y un jean camuflado. Para excusarse dijo que se había
peleado pero en realidad acababa de matar
a una mujer. Viajó
22 kilómetros buscando atacar en un lugar donde no lo conocieran y
después del crimen regresó a su ciudad; se
entregó al día siguiente.
Otro
hecho en la misma ciudad ocurría 11 meses antes. El cuerpo
de Agustina
Imvinkelried,
una joven de 17 años que salió a bailar con sus amigas y nunca
regresó a su casa en la ciudad de Esperanza, en Santa Fe, fue
encontrado tapado con hojas y ramas en la zona sur de la ciudad
ubicada a 40 kilómetros de Santa Fe capital y con una población de
45.000 habitantes.
Según
la fiscal, la causa quedó caratulada como “femicidio” y que “el
principal sospechoso” es Pablo Trionfini (39), quien esta mañana
fue encontrado ahorcado en su vivienda de Esperanza en un presunto
suicidio que cometió cuando la Policía lo buscaba para
interrogarlo.
Sobre el sospechoso, la fiscal dijo que existe evidencia que lo vincula al hecho y que ahora se realizarán peritajes para establecer “si mantenían algún tipo de relación por redes sociales”. Entre las evidencias, la fiscal mencionó “testimonios de personas que dicen que él se dirigió el domingo por la tarde a lo de un vecino para pedirle prestada una pala y que después ubicaron su auto en horas de la mañana en el lugar donde fue hallado el cuerpo”.
Alfredo
Trionfini le envió una carta contundente a la intendenta de
Esperanza, en Santa Fe, para explicar por qué deja su cargo tras el
asesinato perpetrado por su hermano, Pablo Trionfini.
Alfredo
Trionfini renunció esta semana a su cargo como Secretario de
Producción de Esperanza, la localidad de Santa
Fe donde se produjo el femicidio
de Agustina Imvinkelried. ¿El motivo? Que el
principal sospechoso por el crimen era su hermano, Pablo Trionfini,
quien se quitó la vida.
El ahora ex funcionario le
presentó el jueves su renuncia "indeclinable" a la
intendenta de Esperanza, Ana María Meiners, por "los hechos de
público conocimiento que involucran a un familiar directo en un
crimen ocurrido en la ciudad", como se puede leer en su carta de
dimisión.
“
Las
amenazas actuales para adolescentes y jóvenes son predominantemente
de conducta y no biomédicas. Más adolescentes están involucrados
en conductas de riesgo. Se involucran en conductas riesgosas para la
salud a una edad más temprana. Muchos, aunque no todos, los
adolescentes se involucran en múltiples conductas de salud riesgosas
simultáneamente. La mayoría de los jóvenes está involucrada en
algún tipo de conducta personal que amenaza su salud y bienestar. La
violencia está muy presente en la vida de la adolescencia y juventud
en todo el mundo.
Violencia
en Latinoamérica y el Caribe
Latinoamérica
y el Caribe (LAC) es una de las regiones más violentas del mundo y
son los adolescentes y jóvenes quienes sufren desproporcionadamente
esta violencia. El perfil y el impacto de la violencia sobre la
juventud es tan diverso como las culturas y las historias que
representan. Mientras que los hombres jóvenes son los principales
agresores y las víctimas de violencia colectiva en interpersonal,
ellos también mueren por suicidio y accidentes de tránsito. Las
mujeres jóvenes son impactadas en mayor medida por la violencia
sexual y la violencia inflingida por su pareja.
Raíces históricas, culturales y sociopolíticas que incluyen falta
de oportunidades educativas y laborales, la desigualdad de la
distribución de los ingresos, la influencia de la cultura
consumista, una toleranacia social a la violencia, la falta de
ejecución de leyes yun aumento del abuso de alcohol y drogas, las
expectativas tradicionales de género y el machismo y el fácil
acceso a las armas de fuego constituyen la base de la violencia en
las américas.
Latinoamérica
presenta la mayor tasa de muertes debidas a violencia debidas a
causas diferentes a la guerra: América Latina es la región del
mundo donde las tasas de homicidios para la población entre 15 y 26
años son más altas, con 36,4 por 100.000 habitantes. Es seguida por
África con 17,6por 100.000, y, todavía más lejos, Europa
Occidental y algunos países de Asia y el Pacífico, con 0,9 por
100.000. Por otro lado, los estudios sobre violencia no mortal
permiten complementar los datos anteriores, revelando que por cada
homicidio de un joven, hay entre 20 y 40 víctimas jóvenes que
reciben
tratamiento en los hospitales. Los estudios realizados en ciudades
africanas y latinoamericanas revelan que los traumatismos causados
por la violencia tienden a aumentar extraordinariamente conforme se
avanza de la adolescencia a la juventud, y hacia los primeros años
de la vida adulta
(
Krug E, Dahlberg L, Mercy J, Zwi A. y Lozano R. Informe Mundial sobre
la Violencia y la Salud, 2003. Washington, DC: PAHO (Publicación
Científica y Técnica N. º 588). Disponible en
http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/Violencia_2003.html)
En
los siguientes años, lejos de disminuir, esos números se han
ampliado.
El
tratamiento de la información que realizan los medios de
comunicación de masas, lejos
de aportar en sentidos positivos a la conciencia y al debate que la
sociedad se debe respecto al tema de la violencia en general y de la
violencia contra niños y jóvenes, no
sería responsable concluir que el fenómeno en sí se ha convertido
en una colección de anécdotas, o que la investigación y la
intervención han podido dar con una fórmula mágica que lo explique
o lo prevenga.
Aunque
ambas situaciones reflejen algo de la realidad, el asunto en tanto
complejo, no es abordado en esas dimensiones complejas, por ningún
ámbito de la sociedad en general y las instituciones que deberían
abocarse al estudio y las búsquedas de soluciones mas en la
prevención que en la represión y recolección posterior de hechos
luctuosos. Manifestaciones
como las de ayer parecen no tener otro contenido que cierto desahogo
y la ilusión de que uno hace algo y otros deberían hacer pero no
hacen, cosa que tiene algo de certeza pero imposibilita la
inteligencia en tanto construcción social como resultado de la
acción social que no es representada por manifestaciones espontáneas
e inconducentes de quienes solo reclaman, olvidando la parte de
participación que les corresponde.
“
La
adolescencia, según la Organización
Mundial de la Salud,
se vive entre los 10 y los 19 años. Para Unicef
Argentina,
“es una etapa del desarrollo humano única y decisiva,
caracterizada por un desarrollo cerebral y un crecimiento físico
rápidos, un aumento de la capacidad cognitiva, el inicio de la
pubertad y de la conciencia sexual, y la aparición de nuevas
habilidades, capacidades y aptitudes”. Estas características hacen
que durante estos años los jóvenes atraviesen problemáticas
específicas de esa fase de la vida.
“Lo
primero que tenemos que analizar son las principales causas de
muertes de adolescentes en Argentina, que son los accidentes y los
suicidios”, destacó la doctora Sandra
Magirena.
La
doctora Sandra
Magirena,
Médica Ginecóloga certificada en Ginecología Infanto Juvenil,
especialista del Sanatorio Finochietto, miembro de la Comisión
Directiva de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil y
parte del Comité contra las Violencia del Hospital Teodoro Álvarez,
detalló: “Son dos causas evitables que están íntimamente
relacionadas con factores que pueden prevenirse".
Magirena
mencionó que “con
respecto a los accidentes, en general, hay que tener en cuenta el
consumo de sustancias, ya sea de alcohol o de tóxicos, como así
también el uso no consciente del celular mientras se maneja. Con
respecto a los suicidios,
que en nuestro país es la segunda causa de muertes mientras en el
resto del mundo es la tercera, tenemos que tener en cuenta que hay
situaciones del entorno de la vida de los adolescentes que están
generando estrés y ansiedad, que son los caminos previos a la
depresión”.
Por
otra parte, la médica hizo una aclaración vital a la hora de hablar
de adolescencia: “Mucho se habla de la violencia y de sus factores
determinantes. La violencia en el humano está potenciada y
determinada básicamente por dos factores: el
miedo y la falta de cobertura de las necesidades básicas.
Necesidades
básicas son el alimento, la vivienda y las relaciones interhumanas y
el afecto”.
1.
Consumo de alcohol, tabaco y marihuana
La médica destacó los “efectos
nocivos y tóxicos” que generan estos hábitos en los jóvenes. “El
consumo excesivo de alcohol en un tiempo corto, que es lo que hacen
los adolescentes los fines de semana, produce serios deterioros a
nivel del neurodesarrollo y de la plasticidad neuronal, que tiene un
pico muy importante en la adolescencia media; y eso, por supuesto, va
a traer consecuencias posteriores en cuanto a alteraciones de la
conducta en general”, sostuvo.
El
Estudio 2017 de consumo de sustancias psicoactivas de Sedronar
determinó que en el país 3
de cada 100 niños y adolescentes consumieron marihuana en el último
mes,
de los cuales más de 9.800 son dependientes de esa droga. “La
marihuana produce daños a nivel cerebral porque es un cannabinoide
que compite con una sustancia interna normal que tenemos los humanos
que se llama endocannabinoides y ocupa los mismos receptores que la
sustancia interna, nada más que de manera sintética. Esto puede
traer alteraciones a nivel del desarrollo cognitivo y también pueda
afectar la fertilidad futura de las personas, si hay un consumo
continuo”, aseguró Magirena.
2.
Embarazo adolescente
Unicef
alertó que cada tres horas una niña de entre 10 y 14 años se
convierte en madre en la Argentina y la mayoría de esos embarazos
son consecuencia de abuso sexual. “El embarazo adolescente es una
problemática que nos preocupa muchísimo. Si bien en las últimas
estadísticas que envió la Secretaría de Salud se ha notado un leve
descenso en el la población de entre 15 y 19 años, no fue así en
la población de adolescentes menores de 15 años. Esto
está íntimamente relacionado con el abuso sexual y la iniciación
sexual violenta que sufren estas adolescentes”,
dijo la ginecóloga. En tanto, resaltó el papel imprescindible de la
educación sexual en los colegios:
“La incorporación de la ESI en las escuelas obviamente cambiaría
la estadística. No se puede creer que en este país, donde hay una
Ley de Educación Sexual Integral sancionada y puesta en
funcionamiento en 2006, todavía nos estemos cuestionando si vale o
no hacer ESI. Los niños deben recibir educación sexual integral
desde el jardín de infantes”.
3.
Uso excesivo de pantallas
“Está demostrado
científicamente por las neurociencias que el uso excesivo de
pantallas produce deterioro en el neurodesarrollo de los niños. De
hecho, las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría y
de otras entidades a nivel mundial indican que los niños no debe
estar expuestos a pantallas hasta después de los dos años y la
incorporación de las mismas debe ser lenta, progresiva y gradual”,
expuso la especialista. En el caso de los adolescentes, recomendó
menos exposición al uso de pantallas que la que tienen actualmente,
aunque aclaró que “si los adultos no cambian la dinámica del
vínculo que tienen con el uso de pantallas, sobre todo con
celulares, va a ser muy difícil que los adolescentes entiendan”.
Para ella, uno de los principales problemas es que “estamos
entrando en una situación donde la virtualidad parece ser el espacio
donde se mueven los adolescentes, pero todos sabemos que la
virtualidad no es real”.
“En
la virtualidad lo que no hay es cuerpo, y si retiramos el cuerpo de
las acciones y de la vida de las personas, no se puede generar
conciencia. El
adolescente que está en contacto con lo virtual en mayor cantidad de
tiempo está alejado de lo que le está pasando a él internamente
y no puede aprender, no puede analizar, no puede reconocer las
sensaciones y no puede tomar conductas saludables consigo mismo”,
concluyó.
Una buena muestra de cómo esto
puede convertirse en adicción se da en un capítulo de “Salvados”,
programa español conducido por el periodista Jordi Évole y que
puede encontrarse en Netflix. Allí se expone cómo cambia la vida de
una persona cuando se vuelve dependiente del teléfono celular.
4.
Noviazgos violentos
Sólo
en la Ciudad de Buenos Aires, en
dos años se triplicó la asistencia a adolescentes por noviazgos con
señales de violencia.
Los datos se desprenden de un informe del Ministerio de Desarrollo
Humano y Hábitat porteño. Las estadísticas corresponden a las
asistencias a adolescentes entre 13 y 18 años con vínculos
violentos (físico, emocional y/o sexual) en sus relaciones de pareja
que acuden al Programa Noviazgos Sin Violencia. Las características
de noviazgos adolescentes violentos incluyen entre otras cosas abuso
de poder, manipulación y dominación del otro, y restricción de
derechos, detalló la coalición Infancia en Deuda, quien brega desde
hace 13 años por la designación del Defensor del Niño.
En tanto, Unicef informó en 2017
que el 4,2% de las adolescentes en la Argentina declaró haber
sufrido presión en su primera relación sexual.
Por último, la asociación civil
La Casa del Encuentro informó que más de 300 chicas de entre 16 y
21 años fueron víctimas de femicidios en Argentina en la última
década.
5.
Bullying
Unicef reveló que 1 de cada 3
estudiantes en el mundo sufre acoso escolar o bullying, una forma de
violencia entre pares que produce que los chicos y chicas sientan
miedo, soledad, inseguridad, desconfianza en ellos mismos e incluso
que tengan pensamientos suicidas.
La
ONG Basta de Bullying detalla que “insultar,
divulgar rumores, lastimar físicamente o intencionalmente ignorar a
alguien también son formas de bullying”.
Asimismo, añadió que este hostigamiento puede darse “a través
del celular, en persona, escrito, en la escuela, en el barrio, en
algún transporte, e incluso en redes sociales”. Finalmente, la ONG
destacó que este “problema afecta a millones de niños sin
importar de dónde son ni de dónde vienen. Es un problema grave,
principalmente en las escuelas y necesita ser resuelto cuanto antes”.
Violencia Institucional y
“Gatillo fácil”
El saldo más criminal de los
cuatro años del gobierno de Mauricio Macri es una muerte cada 19
horas por violencia institucional y policial, que obviamente incluye
el gatillo fácil. Así lo explicó María del Carmen Verdú, la
titular de la Coordinadora contra la Represión Policial e
Institucional (Correpi), que este viernes presentó su informe sobre
el área. Según la organización, el termómetro de violencia
institucional marcó una situación inédita desde la vuelta de la
democracia: en cuatro años se produjo casi el 26 por ciento de los
casos registrados de ese tipo de homicidios entre 1983 y 2019.
Ante la falta de información
pública sobre los casos de muertes en manos de las fuerzas de
seguridad, la organización empezó, hace 24 años, a recopilar
datos, organizarlos y chequear información, para presentar cada año
un informe con las distintas formas de violencia institucional.
Hace seis años, recuerda Verdú,
se encontró con un nombre grabado sobre la puerta de uno de los
baños de Tribunales. “Decía ‘lo mató la policía’, entonces
nos pusimos a investigar y sumamos el caso al informe”. En el caso
del interior del país, la obtención de datos es más complicada.
“Hay algunas provincias, como Formosa, donde hay un subregistro no
porque no haya casos sino porque no tenemos fuentes”, señala la
titular de Correpi. En ciertos lugares, la información depende solo
de los contactos que tenga la organización y de los datos que otros
grupos, personas individuales o medios de comunicación puedan
brindar.
Entre diciembre de 2015 y el 15
de noviembre de 2019, “un total de 1833 personas fueron asesinadas
por el aparato represivo estatal, en 1435 días de gobierno”, según
determina el informe.
Por eso, se hace hincapié en
algunas de las decisiones de la gestión de Cambiemos en materia de
seguridad, que dieron cauce a una “profunda transformación de la
política represiva en el país”:
* La desaparición forzada de
Santiago Maldonado y el “fusilamiento del joven mapuche Rafael
Nahuel”.
*
La norma que aprueba el uso de armas taser , reglamentada en mayo de
2019
* La resolución 845 que habilita
el pedido de identificación aleatoria en los trenes.
* La inauguración del servicio
cívico voluntario en valores “para adoctrinar y militarizar a la
juventud”.
* La creación de la Policía de
la Ciudad, responsable de 68 casos de violencia institucional en
2019.
* La represión durante las
marchas del 13, 14 y 18 de diciembre del 2017.
* El “incremento de la
presencia policial de civil”.
La lista es larga. “Son hijos,
hermanos, novias, novios de alguien; se trata de familias completas
destrozadas”, detalla Verdú.
Según el informe, la primera
causa de muerte es estar en un calabozo: 51 por ciento de los casos,
contempla el análisis, ocurrieron en manos del servicio
penitenciario. “Es imposible calcular la 'cifra negra' del gatillo
fácil y de las muertes en cárceles y comisarías o por la tortura”
porque “solo son conocidas en esos pocos distritos, y al año
siguiente de producidas”, señala el informe.
Con un total de 800 policías
cada 100 mil habitantes, casi el triple de lo que recomienda la ONU,
relata el informe que en 2019 se incorporaron “529 casos al
archivo, totalizando 7093 hasta mediados de noviembre, contra 6564
que teníamos registrados hace un año”. A fines de septiembre, la
ex ministra de seguridad Patricia Bullrich presentó un
“contrainforme” después de haber prometido desmentir punto por
punto los casos presentados por Correpi. Sin embargo, tras revisar el
documento, la organización manifestó que el contrainforme “sesga
sus datos a partir de utilizar su propia definición de hecho
represivo”.
En el estudio presentado este
jueves a la tarde en un acto público en Plaza de Mayo, el apartado
"femicidios de uniforme" señala que "una de cada
cinco mujeres asesinada en un contexto de violencia de género es a
la vez víctima de la violencia estatal, encarnada generalmente en el
arma reglamentaria". De los 647 casos registrados de mujeres,
travestis y mujeres trans, 381 corresponden a femicidios. "No
hay ninguna otra ocupación que tenga un 20 por ciento del total de
femicidios", agrega Verdú en referencia a las profesiones
relacionadas con las fuerzas de seguridad.
La segunda parte de la
presentación del informe puso la mirada en el futuro: “Está muy
bien que Alberto Fernández haya dicho que el gatillo fácil existe y
que hay que terminar con eso”, comentó la titular de Correpi en
referencia al discurso inaugural del 10 de diciembre, aunque
puntualizó que “hay una contradicción profunda con Sergio Berni
dirigiendo la Bonaerense”.
El informe es claro: en su
sección central enumera una serie de “medidas urgentes e
imprescindibles para terminar con la doctrina Chocobar, para frenar
la militarización de los barrios y calles, las detenciones
arbitrarias, las torturas y el gatillo fácil”. En ese sentido,
Verdú aclaró que “si las medidas no son tomadas todas juntas y en
sintonía, no representan nada”.
Mas allá de los intereses
mediáticos y de las compulsas judiciales entorno a las políticas de
mayor o menor “mano dura”, se trata de un problema complejo y
multidimensional que necesita de mucho mas debate que atienda a las
causas de fondo y mucho mas acción de parte del Estado para promover
el debate y propiciar soluciones reales a los problemas de seguridad,
contención y cuidado de la sociedad toda, pero en especial de niños,
adolescentes y jóvenes, que son quienes mas expuestos están a los
peligros de sociedades desiguales y cuyas decisiones y
participaciones públicas son escasas y pocas veces adecuadas, debido
a intereses ajenos a las problemáticas en cuestión o que partes,
juegan el juego de intereses y sostener privilegios en lugar de
priorizar el valor de la vida de todos y cada uno de los Jóvenes y
niños de nuetras sociedades, principales víctimas de un sistema que
conserva los males propios de una historia sin asumirse y resolverse
… patriarcal, colonial, Capitalista y neoliberal … que tiene en
esas edades a sus principales víctimas.
Daniel Roberto Távora Mac
Cormack
Comentarios
Publicar un comentario