Domingo 2 de febrero de 2020
I
Un domingo de verano entre
futbol, represión, lawfare y manejo partidario neoliberal de la
justicia…
El vértice del triángulo se
cierra sobre Gerardo Morales. El bloque de diputados peronistas de
Jujuy prepara el borrador de un pedido de juicio político al
presidente del Superior Tribunal de Justicia, Pablo Baca. El proyecto
busca apoyo de un sector del gobierno capaz de partir el sostén
político de Morales, cuya arbitrariedad respecto de Milagro Sala es
cada día menos sostenible.
Las
escandalosas filtraciones difundidas el domingo pasado por El
Cohete a la Luna
admiten la subordinación del Poder Judicial a la jefatura del
carcelero de Milagro Sala. Baca dice en los audios que Milagro no
está presa por delitos, sino por su capacidad de movilización
popular. Y sostiene, entre risas, que no sale de prisión porque
Gerardo Morales no quiere. Esto surge del diálogo con una amiga que
entregó el archivos a este medio. Allí Baca, cansado, se
Iipregunta
por qué no liberan a Milagro. Su amiga responde que es porque su
jefe no quiere, en relación a Morales. Y Baca afirma que eso es así.
—No la quiere soltar.
Hacía casi ocho meses que el
juez Sergio Torres le había enviado un oficio a la entonces
Secretaría de Inteligencia (SI) pidiéndole información de una
pareja asesinada durante un operativo conjunto de la patota de la
Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y las fuerzas uruguayas. Ya
casi nadie tenía esperanza que la ex SIDE contestara cuando llegó
un sobre cerrado al Juzgado Federal 12 de Comodoro Py. Era el 6 de
noviembre de 2013 y las entonces autoridades reconocían que había
información en la Secretaría de Inteligencia sobre las víctimas de
la última dictadura.
Esa información sigue allí. La
actual interventora ordenó que se releve todo el material, que son
decenas de miles de fichas, en busca de información que pueda servir
al proceso de memoria, verdad y justicia.
Un
sobre cerrado
El sobre contenía información
sobre Juan Alejandro Barry y su compañera, Susana Beatriz Mata.
Ambos militaban en Montoneros. Tenían una hijita, Alejandrina, que
había nacido en marzo de 1975, mientras Susana estaba detenida en el
Penal de Olmos después de un primer tiempo secuestrada en el Pozo de
Banfield. Alejandro y Susana resultaron muertos en el operativo de
mediados de diciembre de 1977. Alejandrina quedó a merced de los
militares uruguayos y las revistas de la editorial Atlántida usaron
su imagen para hacer propaganda contra los militantes que estaban
sufriendo la represión.
La ex SIDE aportaba datos sobre
los períodos en los que sus padres habían estado presos e incluía
menciones a supuestos operativos en los que habría participado
Barry. Alejandrina, con su abogada Myriam Bregman, le habían
solicitado a Torres que reclamara información del Ministerio de
Defensa, de la ex SIDE e incluso de las autoridades uruguayas.
“Se hace saber que, realizada
una amplia búsqueda en las diferentes áreas de este organismo con
posible incumbencia en aquello que resulta objeto de requerimiento,
ésta ha arrojado como resultado en una de ellas información que
podría resultar de interés para la investigación», decía el
oficio que recibió Torres en 2013.
El año pasado, Bregman presentó
un nuevo pedido amparándose en la ley de acceso a la información,
reclamando información sobre Alejandrina y sus padres. La respuesta
de la actual Agencia Federal de Inteligencia (AFI) llegó el 30 de
mayo último. Eran dos hojas con información repetida sobre
Alejandrina, actual legisladora porteña por el PTS/FIT, y sus
padres. La información era más sucinta que la que había recibido
el juez Torres en 2013.
“Cada una de las informaciones
que hemos ido recibiendo de Uruguay como de Argentina en dos
oportunidades es distinta a la otra. Eso demuestra que, a pesar de
las constancias de que la comunidad informativa actuaba
coordinadamente, la información que nos dieron fue filtrada. Nunca
nos entregan todo”, dice Bregman.
Gustavo Arribas ya no debe
responder preguntas incómodas sobre su abultado patrimonio. Dejó de
ser el jefe de los desprestigiados espías argentinos y está
volviendo a su medioambiente habitual en los pliegues del fútbol,
del que nunca se fue. Se mantuvo registrado como agente de jugadores
en la AFA mientras era secretario de Estado en la AFI (Agencia
Federal de Inteligencia, hoy intervenida). También lo hizo su hijo
Ezequiel. Su sobrino y socio Juan Manuel Gemelli participó en cada
etapa del pase de Alexis Mac Allister de Argentinos Juniors al
Brighton inglés y de ahí a Boca como jugador a préstamo durante el
año pasado. Ahora el volante anticipó su ida a la Premier League
porque el club dueño de su pase lo necesita para evitar el descenso.
Los tres familiares integran
Soccer Player Agenciamiento Esportivo LTDA, la empresa del escribano
y amigo íntimo del ex presidente Mauricio Macri. Su jefe, ahora en
la oposición, lo definió como "el más vivo, el más
desconfiado, el más acostumbrado a toda esta cosa de las trampas…"
en el libro M de la periodista Laura Di Marco. El ex funcionario más
rico de todos los que pasaron por el gobierno anterior regresa sin
ataduras al mundo del fútbol. Con las mismas habilidades y una
gimnasia en el espionaje que lo hacen un personaje a seguir con
detenimiento.
El intermediario en varias
transferencias resonantes de futbolistas – desde Mascherano y Tevez
al Corinthians en 2005 a las operaciones triangulares a Europa vía
Uruguay de Calleri y Rulli- ahora volvería a vivir en San Pablo,
Brasil, de donde nunca se alejó del todo. Allá mantuvo GHA
Negocios, Participações e Administração de Bens, pero también
las firmas São Jose Desenvolvimento Imobiliario 52 L y la ya
mencionada Soccer Player. En la nación vecina donde amasó su
fortuna todavía lo recordaban cuando se convirtió en el Señor 5.
Alberto Dualib, un ex presidente
del Corinthians, declaró en 2009 que Mauricio Macri, en su etapa
como presidente de Boca, "se llevó 2 millones de dólares y
otros 3 millones fueron divididos por los empresarios" en aquel
pase de Tevez. Arribas intervino en aquella operación. El comentario
del ex dirigente fue citado por el periodista brasileño Paulinho en
su blog, uno de los mejores informados de la ciudad paulista. Dualib
cumplió 100 años el 19 de diciembre pasado. Fue condenado por
estafa en la justicia de San Pablo en 2010 -la pena prescribió en
2018- y todavía no pudo recuperar su condición de socio en
Corinthians, a la que tuvo que renunciar antes de que lo depusieran
como presidente.
La histórica revista deportiva
Placar ubicó a Arribas el 15 de julio de 2011 entre los cinco
empresarios del fútbol más influyentes de Brasil. Un dibujante lo
caricaturizó con un puro en la mano izquierda y una copa de champaña
en la otra, junto a sus colegas. En la nota, uno de ellos, el iraní
Kia Joorabchian, lo acusó de robarle al Corinthians: "Él tomó
a Sebastián Domínguez y lo transfirió al América de México sin
pagar". Arribas se defendió explicando que, si fuera así, no
hubiera intermediado en la venta de otro jugador de ese club: Thiago
Heleno, hoy en Atlético Paranaense.
Si el escribano acaba de regresar
indemne al mundo de los negocios privados después de ser secretario
de Estado, se debe en buena medida a la rapidez con que zafó de la
causa Odebrecht en la que estuvo imputado. En marzo del 2017 lo
sobreseyeron en pocos meses de la investigación local del Lava Jato.
Se lo acusaba de haber recibido del operador financiero brasileño
Leonardo Meirelles una transferencia por 70.475 dólares en el banco
Credit Suisse de Suiza.
Antes de crear Soccer Player
Agenciamiento Esportivo LTDA con 20 mil reales de capital, había
pasado por HAZ, otra agencia de colocación de jugadores, un acrónimo
que responde a los apellidos Hidalgo-Arribas-Zahavi. Lo curioso es
que mientras se mantuvo en el directorio, en cada asamblea se
ratificaba su participación en la sociedad por el simbólico valor
de un real. Ahí estuvo vinculado con el empresario argentino
Fernando Hidalgo y el influyente intermediario israelí Pinhas
Zahavi.
El escribano o su compañía
están registrados como agentes en la AFA, la Confederación
Brasileña de Fútbol (CBF) y también en la Asociación Uruguaya de
Fútbol (AUF). En ésta última tenía la licencia vencida al 31 de
marzo de 2019, al igual que Gemelli y su empresa Soccer Player. Lo
curioso es que se había inscripto para operar igual que su sobrino
el 1 de julio de 2016 y el 30 de junio de ese año, respectivamente,
cuando Arribas ya era funcionario del gobierno de Macri. ¿Podía
hacerlo y operar desde su condición de agente cuando estaba al
frente de la AFI? Es difícil encontrar en la ley de Ética Pública
25.188 la incompatibilidad de su caso.
Lo que está claro es que la
sociedad en la que participa intervino en junio del año pasado en el
pase de Mac Allister del Brighton inglés a Boca por medio de su
sobrino Gemelli. La operación se hizo a préstamo por un año y sin
opción de compra. A esa fecha, Arribas estaba activo como agente en
la AFA. En los registros del fútbol inglés que pudo rastrear este
periodista figura una operación del 25 de enero de 2019 en la que
aparecen el Brighton & Hove Albion (tal el nombre completo del
club de la Premier League dueño de la ficha del volante), el nombre
del futbolista, el de Gemelli, el de Soccer Player Agenciamiento
Sportivo LTDA, el de Joshua Barnett y el de Stellar Group, que se
define institucionalmente como "una consultoría de deportes
integral y multinacional. Fundada en 1994 por Jonathan Barnett y
David Manasseh, la compañía ha crecido hasta convertirse en una de
las empresas de gestión deportiva más grandes y exitosas en el
mundo".
El sitio de donde se obtuvo la
información sobre el pase del volante boquense señala que "se
ha hecho pública de acuerdo con los requisitos del Reglamento de la
FIFA sobre el trabajo con intermediarios y el Reglamento de la FA
sobre el trabajo con intermediarios". En otra parte de la página
web se señala: "La información a continuación representa
todas las transacciones que involucran clubes donde se utilizó un
intermediario desde el 1 de febrero de 2018 hasta el 31 de enero de
2019". Por seis días (el 25 de enero del ‘19 se anotó el
pase de Mac Allister) quedaron las huellas de la transacción en un
pdf que puede visualizarse en http://www.thefa.com/ Stellar Group
también es la compañía inglesa que maneja el Deportivo Maldonado
de Uruguay, un club pantalla desde el cual Arribas y sus socios han
triangulado operaciones al fútbol europeo con jugadores como
Jonathan Calleri (Espanyol), Gerónimo Rulli (Montpellier) y Guido
Carrillo (Leganés). Ninguno de los tres jugó siquiera un minuto en
el equipo que acaba de regresar a Primera al otro lado del Río de la
Plata. Con la cancha rematada, plagado de deudas y en el descenso, la
institución se transformó en una sociedad anónima deportiva (SAD)
en mano de los inversionistas británicos. Son los poderosos socios
de Arribas y su Soccer Player Agenciamiento Sportivo, con la que
sigue operando en el mercado que nunca dejó.
El neoliberalismo utiliza la
corrupción, espejo de su propio accionar a favor del sistema
financiero transnacional, como arma contra sus adversarios, sean
estos o no corruptos, en el afán de asociar precisamente lo
democrático, Nacional y popular, con sus propios manejos mafiosos
del poder económico y sus asociaciones con medios de comunicación,
las inteligencias de los Estados y ciertos sectores de la política,
las agrupaciones sociales y el financiamiento buitre y especulativo,
en aras de negocios que privilegia a unos pocos en detrimento del
bienestar de la mayoría de la población.
Los datos confirman el relato …
Daniel Roberto Távora Mac
Cormack
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