Lunes 10 de Febrero de 2020
Hambre, Impunidad, mal servicio
de justicia y los condicionamientos económicos heredados de la
gestión de cambiemos, son el combo que a dos meses de
gestión, ocupan y preocupan al gobierno de Alberto Fernandez, pero
estos asuntos no comenzaron con el gobierno anterior … hay una
trama subterránea de poder que entrelaza acuerdos y sectores que
atraviesan transversalmente movimientos y partidos políticos y
sociales, legisladores, medios de comunicación, actores de las
fuerzas de seguridad, armadas y de inteligencia y por supuesto
empresas y actores financieros nacionales y extranjeros que se
benefician en detrimento del mal que padece el pueblo.
Hasta ahora, solo intenciones,
buenas voluntades y promesas, pero la realidad no ha cambiado
demasiado mas allá de las expectativas y del corto período de
gestión en un escenario altamente conflictivo y con escasos recursos
y fuertes condicionamientos internos y externos.
Kicillof consideró que en el
gobierno anterior "apostaron a una política de marketing.
Afirmaban que era un gobierno de cercanía, con los timbreos, por
ejemplo. Pero después se empezó a ver que eso estaba todo
armado".
Para el gobernador bonaerense afirmó que "hubo un plan económico neoliberal, con perfil de especulación financiera" que posibilitó que a "unos pocos sectores privilegiados" les haya ido bien, como por ejemplo el "sector energético, obviamente el financiero, los servicios públicos monopólicos. Y no mucho más".
"Eso fue un garrotazo a la provincia", evaluó Kicillof en una entrevista publicada en Perfil, dado que el gobierno de Macri "le pasó al de Vidal un montón de gastos" y "le sacó muchos recursos que tenían que ver con programas de diferentes ministerios".
En otro orden, explicó las variables que influyeron en su negociación por la deuda provincial y el pago de vencimientos. "Las cosas que hubieran dicho si la Provincia iba al default", afirmó. Y añadió que "lo peor que podría haber pasado es que la Provincia pague el vencimiento sin chistar".
Para el gobernador bonaerense afirmó que "hubo un plan económico neoliberal, con perfil de especulación financiera" que posibilitó que a "unos pocos sectores privilegiados" les haya ido bien, como por ejemplo el "sector energético, obviamente el financiero, los servicios públicos monopólicos. Y no mucho más".
"Eso fue un garrotazo a la provincia", evaluó Kicillof en una entrevista publicada en Perfil, dado que el gobierno de Macri "le pasó al de Vidal un montón de gastos" y "le sacó muchos recursos que tenían que ver con programas de diferentes ministerios".
En otro orden, explicó las variables que influyeron en su negociación por la deuda provincial y el pago de vencimientos. "Las cosas que hubieran dicho si la Provincia iba al default", afirmó. Y añadió que "lo peor que podría haber pasado es que la Provincia pague el vencimiento sin chistar".
El mandatario provincial dijo
que, en contraste con la administración anterior, su gestión tiene
otras prioridades: salud, educación, trabajo y producción",
además de la "urgencia del hambre".
El desastre macrista fue sentido
en los bolsillos populares todo lo necesario como para que perdieran
las elecciones.
Pero era -y es- otra cosa tener
conciencia real y masiva del estado calamitoso en la macroeconomía.
Así se le llama a esas cifras
que, entre otros grandes aspectos, revelan qué produce el país
(repartido entre cuántos, si las cuentas aspiran a ser más
honorables); sus niveles de inversión, crecimiento y empleo; la
diferencia entre importaciones y exportaciones para ver cómo se
generan divisas genuinas, que además pueden provenir de acceso al
crédito a tasas razonables para aplicarse a la producción.
Y, ay, lo que se debe en qué
moneda, que en su monto, plazos, capital e intereses tiene que
pagarse a quiénes.
No faltaron antecedentes ni
prevenciones varias, nunca suficientes, sobre la catástrofe
endeudadora de la pandilla gobernante hasta hace, hoy, dos meses.
Sin
embargo, la herencia maldita no es exclusiva de estos últimos 4 años
y pese a los esfuerzos que levantaron al país tras la crisis del
2001, hubo y hay deudas pendientes de aquel entonces ...
Todos los años mueren niños
wichies en Salta, por diferentes razones: desnutrición,
deshidratación, falta de ambulancias, falta de agua, etc. Algunos lo
llaman el “lento genocidio Wichi”, otros hablan de ecocidio
(asociado a la brutal tasa de deforestación).
Estas últimas semanas murieron 7
niños y una mujer, además de haber cientos de niños en estado
crítico. Los caciques y la gente, denuncian la falta de agua potable
y de alimentos, el corrimiento de sus tierras ancestrales, debido a
la expansión de la soja transgénica y el uso de glifosato.
La escasez de comida se debe
fundamentalmente a que han perdido la posibilidad de acceder a la
tierra y a los frutos del bosque, debido a la deforestación para el
cultivo de soja. Este año, además de plantear todas estas
cuestiones, un médico denuncia la falta de infraestructura médica,
servicios sanitarios básicos, pocos médicos. Podríamos decir que
no está funcionando tampoco, la atención primaria de la salud que
detecta las situaciones críticas y deriva a los centros de mayor
complejidad. etc.
La situación es la misma desde
hace muchos años y ningún gobierno le ha dado una repuesta de fondo
al problema. Esta atrocidad e inhumanidad nos coloca en el centro de
las noticias nacionales y a veces internacionales.
Hace unos días vino el nuevo
ministro de Desarrollo Social de la Nación y reconoció que el
problema era la falta de agua potable, el acceso a servicios de salud
y alimentos. En el acto donde se firmaban acuerdos con la provincia,
vinculados con el acceso al agua en la zona, el gobernador dijo que
“venimos a traer agua segura” (¿que habrá querido decir con
eso?).
En su momento, cuando sucedieron
casos similares el gobernador de ese entonces, Juan Manuel Urtubey
dijo que la causa de la desnutrición y las muertes por hambre eran
culturales. Había visto, en el Hospital de niños, hace unos años,
a mujeres wichies cuidar a sus hijos enfermos con tanto cariño, que
me pareció algo inconcebible de parte de un gobernante, echarle la
culpa a la víctima y de paso lavarse las manos, en lo que hace a la
responsabilidad social que le cabe, al estar a cargo del cuidado del
bien común de los ciudadanos de esta provincia.
En ese entonces escribí un
artículo sobre el tema (1) cuyas reflexiones y conclusiones están
vigentes. Demostré allí, que con respecto a la explicación del
hambre en la cultura Wichi, los discursos gubernamentales locales,
del presente y del largo tiempo (durante el siglo XX y parte del
XXI), lo explican como producto de sus hábitos culturales
considerados inferiores, atrasados, arcaicos, no modernos, a partir
de un racismo anti indígena particular neocolonial que reproduce la
pobreza y la exclusión.
Observé cómo, en el largo
tiempo, las respuestas gubernamentales no actúan sobre los procesos
coyunturales e históricos estructurales que producen el hambre, ni
tampoco sobre los perpetradores, al contrario, en la mayoría de los
casos, apoyan y promueven políticas que lo producen, como la
expansión de la soja o defienden a los dueños de las tierras que
los acorralan y le quitan la tierra y el acceso al agua.
Disciplinados y civilizados
Cuando mueren los niños, se
despliegan renovados dispositivos disciplinarios y “civilizatorios”.
Por ejemplo se dice, que hay que enseñarles a comer, a higienizarse,
a cuidar a sus hijos, que el problema es el alcoholismo y el
abandono, etc. La muerte por hambre o deshidratación, se podría
erradicar -según estos discursos- a partir de la educación. Es en
las propias víctimas en las que se corporiza el problema de la falta
de medios de subsistencia (trabajo, acceso a alimentos, protección
social para vivir una vida digna, etc.).
Se naturaliza, así, una visión
del mundo que reafirma la superioridad del que diagnostica por sobre
“la cultura” del otro, en este caso “el indio”, que "deja
morir": Argumentación que justifica los dispositivos de
intervención social disciplinatorios para "educarlos" e
"integrarlos".
La muerte por hambre o
deshidratación en esta zona no es nueva, pero se ha visto agudizada
por los procesos intensos de expropiación brutal de medios de
subsistencia básicos para la vida que brindaba el bosque y el agua.
Considero, como Josué de Castro, que las zonas de hambre endémica
son una muestra de las relaciones de expropiación de riqueza y de
medios de subsistencia neocoloniales persistentes y brutales.
La ciudad más importante del
área Tartagal, vivió en estos últimos tiempos una serie de
procesos que pueden ser considerados paradigmáticos de la “gran
transformación neoliberal”, vinculada a las privatizaciones
petroleras, la desfinanciación de la Salud Pública, la expansión
de los agronegocios, la deforestación, el creciente empobrecimiento
de las poblaciones rurales y su migración a las zonas periurbanas.
Al mismo tiempo, fue escenario de
luchas sociales tanto de obreros industriales piqueteras, como de
organizaciones indígenas que demandaban, trabajo las primeras y las
segundas derechos básicos como la tierra y el agua.
Hechos catastróficos producidos
en los últimos años, dan cuenta de lo que está sucediendo: el
aluvión del río seco que se llevó gran parte de viviendas de la
ciudad, el brote de dengue en el año 2008 y 2009, las inundaciones
debidas a la crecida del Río Pilcomayo entre 2018 y 2019, donde
poblaciones de la zona fueron fuertemente afectadas. En esa ocasión,
el gobernador Urtubey dijo que era un hecho “paradójico” ya que
“perdieron todo y al lado, no perdieron nada porque no tienen casi
nada”.
Esta falta de sensibilidad y
humanidad, demuestra su desdén sobre los que tienen poco, porque
justamente eso que tienen (casa, ropa, colchones, utensilios, etc.)
vale mucho más cuando se pierde que aquellos que tienen más.
Manifestó, además, que “los desmontes no tienen nada que ver con
la inundación”. Sin embargo está probada la relación entre
deforestación, aparición de enfermedades endémicas, inundaciones y
diversas catástrofes naturales (2), todos problemas sufridos en la
región.
Estos días de nuevo se repite la
historia, manifestamos nuestro descontento y tristeza por lo que está
pasando, pero nunca se hizo nada para resolverla, solo parches. Las
fotos de niños piel y hueso estremecen nuestra sensibilidad, pero
¿cuánto dura?, muy poco. Lo necesario para que nuestras conciencias
se adecuen rápidamente a las comodidades cotidianas. Y el año que
viene, volveremos a ser noticia, porque niños perderán la vida por
causas evitables, o porque enfermedades endémicas, o desastres
naturales arrasen con sus vidas.
(1) “El racismo indio sobre las
comunidades indígenas” en Formas de racismo indio en la Argentina
y configuraciones sociales de poder. Editorial Pro Historia, Rosario,
2017 (es capitulo es una re escritura de otro que escribí en el
2004)
https://www.academia.edu/37449443/Formas_de_racismo_indio_en_la_Argentina_y_configuraciones_sociales_de_poder
(2) “Según el Informe Geo
Argentina, los factores básicos de riesgo ambiental para la salud
relacionados con la deforestación, son el aumento de las catástrofes
naturales y de los animales transmisores de enfermedades (vectores).
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud señala a la
deforestación como un factor más que -junto al desarrollo agrícola,
los embalses y los planes de regadío- puede desencadenar brotes de
enfermedades parasitarias u otras de carácter infeccioso (…).
Entre otras enfermedades afectadas por los cambios ambientales se
hallan (…), la fiebre dengue, la leishmaniasis, la enfermedad de
Chagas y la meningitis bacteriana (Informe sobre las Enfermedades
Infecciosas, Eliminar Obstáculos al Desarrollo Sustentable citado en
IEDPN, 2009)
A 11 años del crimen aún impune
de Luciano Arruga
El sábado 1° de febrero una
masiva marcha recorrió las calles de La Matanza, para reclamar
justicia por Luciano Arruga, el joven de 16 años desaparecido tras
haber sido detenido por la Policía Bonaerense el 31 de enero de
2009. Se había negado a robar para los efectivos policiales del
destacamento de Lomas del Mirador.
Alguna vez los libros de historia
contarán la verdad: Luciano Arruga fue héroe popular ejecutado en
el genocidio encubierto que las mayorías llaman «Democracia»,
durante el gobierno kirchnerista que supo impunizar -como nadie- los
crímenes de su presente cometidos por las fuerzas de Seguridad bajo
su mando. Las gestiones constitucionales precedentes, aunque sin
tanta eficacia, también lo hicieron. Y la que le continuó, con
Macri y Bullrich, acrecentó el voltaje de la matanza, el
disciplinamiento social y los convirtió en bandera declarada del
Estado. Los gobiernos capitalistas actúan diferentes en el
despliegue del contenido de sus políticas, nunca son lo mismo. Sin
embargo, hay una esencia que se mantiene inalterable.
En el caso concreto del gatillo
fácil y tortura en sitios de encierro, cada gestión superó a la
anterior a partir de 1983, sobre todo desde los ’90 con la
exponencial exclusión de millones de habitantes lanzados a la
desesperación. Resulta nítido que al genocidio de los 30 mil por la
dictadura cívico-militar, cuyo blanco fueron los militantes
organizados contra el capitalismo -aunque no exclusivamente-, le
prosiguió otra forma de genocidiar dirigida a los más vulnerables.
Con Balas, Tortura, Trata Prostibularia, «Accidentes» Laborales;
Femicidios; Naciones Originarias diezmadas; Hambre, Paco, Desmonte;
Envenenamiento del Agua, la Tierra y el Aire, entre otros, hasta
llegar hasta diversos Ecocidios. Se trata de una dinámica genocida
bajo otras formas, diferentes a las conocidas.
En ese marco, el crimen de Estado
de Luciano contó con el concurso de los tres poderes oficiales y los
Familiares y Amigos denunciaron, sin pausa, a responsables como el
juez Gustavo Banco, el intendente Fernando Espinoza o Daniel Scioli.
El ex gobernador se tomó 1000 días para recibir a los familiares de
Luciano, el Poder Judicial realizó espionaje sobre ellos, protegió
a los matadores y todos hostigaron a los reclamantes. También está
reciclado el fiscal Carlos Stornelli, ex ministro de Seguridad de
Scioli.
La Muerte del Juez Federal Carlos
Bonadio abre una zona de incertidumbre respecto a la continuidad del
pacto mafioso en Comodoro Py y algún que otro juzgado, que sostiene
el entramado del Lawfare en el capitulo nacional … Stornelli es
parte importante de la red-Asociado también a la Seguridad del Club
Boca Juniors en tiempos dónde Macri era su presidente.
En Jujuy, la Justicia es un
resorte mas en manos del gobernador Morales, mientras la situación
social se sigue agravando …
Organizaciones que trabajan en
los barrios junto a comunidades originarias y de campesinos de
distintas regiones movilizaron y protestaron en las Secretarias y
Ministerios pertenecientes al poder ejecutivo del Gobierno
Provincial.
Los reclamos se realizaron a
partir de horas de la mañana hasta pasado el mediodía, en distintos
puntos de la ciudad: en la Secretaria de Tierra y Vivienda , SU.SE
PU, Ministerio de Medioambiente y Ministerio de Desarrollo Humano, y
posteriormente en Casa de Gobierno.
En el Ministerio de Desarrollo
Humano la unica parte del Gobierno Provincial que salió a recibir
los petitorios de las organizaciones sociales fue infanteria con
escudos y escopetas, ningun funcionario se hizo presente para
dialogar y dar una respuesta, las puertas estuvieron cerradas.
La Mesa Provincial de
Organizaciones Sociales organizó esta medida de fuerza a causa de la
inoperancia y la falta de respuesta a los ya reiterados pedidos
dirigidos al gobierno para que resuelva la dificil situación social
y económica que atraviezan las familias afectadas por la
desocupación, los aumentos desmedidos, la falta tierra y viviendas,
y el crecimiento de la pobreza en la provincia de Jujuy.
Algunas de las organizaciones que
participaron fueron: A.T.D(Asamblea Trabajo Dignidad), C.C.C
(Corriente Clasista Combativa), M.T.E Movimiento de Trabajadores
Excluidos, MP DIGNIDAD, PADRES SOLIDARIOS, PUEBLO UNIDO, CONSEJO DE
PUEBLOS ORIGINARIOS LLANKAJ MAKI, M.N.C.I Movimiento Nacional
Campesino Indigena , OPL(Organizacion de los Perilagos), A.F.F.A.J,
Ni un Pibe Menos Por la Droga, F.O.B(Federación de Organizaciones de
Base), entre otras.
Entre injusticias y seguridades ...
Las políticas de seguridad que
implementará la Argentina dependerán de la adopción de una agenda
ad hoc, es decir, una agenda que sea eficaz para garantizar la
seguridad de los argentinos y que, por ello, deberá ser
confeccionada por el Estado nacional y que designará como enemigos
no a quienes son designados como tales en otras latitudes sino a
quienes el propio Estado argentino reputará amenazas a su seguridad.
Se trata de interrumpir el muy
perjudicial círculo vicioso iniciado por el incomprensible gobierno
de ese personaje mínimo llamado Mauricio Macri que, exhibiendo una
incapacidad para la gestión francamente sin antecedentes en
Argentina, sustituyó su falta de atributos para pensar por sí mismo
por el expediente de entregar, alegremente, decisiones vinculadas a
la seguridad del Estado a potencias extranjeras que son las mismas
que vienen colocando a la Argentina -desde la época de Menem y
Carlos Corach y cada vez que pueden- en el casillero del peón que va
al frente a jugar la partida que el ajedrecista jefe ha dispuesto
para él.
Las políticas de seguridad
también constituyen, en sentido propio, manifestación del Poder. Y
el poder no es sólo represión. En el principio, fue guerra -dice
Nietzsche-, y si no es así, la trashumancia humana, hoy, se parece
bastante a una guerra cuya procedencia tal vez haya que buscarla en
donde dice el autor de Genealogía de la Moral que hay que buscarla.
Hoy el poder es, además, política y régimen de verdad.
Por caso, en el plano jurídico,
el funcionalismo sistémico penal y el garantismo -antónimos- viven
bajo la forma de discursos que circulan y de enunciados que se
formulan y se reformulan permanentemente. Toda sociedad tiene un
régimen de verdad propio y una política general de la verdad. El
conjunto de discursos que circulan en una sociedad y que ésta acoge
y hace funcionar como verdaderos, es lo que se llama régimen de
verdad. Y la sociedad hace funcionar como verdaderos ciertos
discursos valiéndose de la familia, de la escuela, de la
universidad, de las religiones... y de los medios de comunicación.
Es decir que los discursos
circulan en el espacio societal. Niklas Luhmann (1927-1998) va a
decir en su La ciencia de la sociedad, que sin la comunicación no
habría hoy sociedad; en particular, no habría derecho penal, pues
éste existe cuando su destinatario, el pueblo, sabe que hay una
norma que castiga. La norma y el castigo -según Luhmann- deben ser,
ante todo, noticia. El derecho penal, así, no existe en la
conciencia individual sino en la comunicación. Es lo no dicho
implícito en los dichos de Luhmann.
La consecuencia es que, una vez
que dos discursos antagónicos (como mano blanda-mano dura) se
autoconstruyen como discursos, la comunicación los hace circular
como verdaderos o como falsos. Es esto lo que está ocurriendo en la
Argentina y en todo el mundo.
La policía debe armarse y
defender a la sociedad de una delincuencia que, frecuentemente, por
no decir siempre, vive y actúa asociada al narcotráfico y al
terrorismo: hay que bajar la edad de imputabilidad penal. Ese es, ni
más ni menos, un régimen de verdad. Aunque no sea verdad. Y es un
régimen de verdad porque circula como discurso y enunciado en una
sociedad, en un país, en una región, en el occidente capitalista
todo. Los medios controlan la circulación de ese discurso. Dice la
verdad el que enuncia en adecuación perfecta con ese régimen de
verdad.
Las sociedades no tienen un único
régimen de verdad. En materia de seguridad interior, por caso,
circulan, en la Argentina de hoy, por lo menos dos discursos
constitutivos de sendos regímenes de verdad. Berni-Frederic expresan
una oposición discursiva y sus respectivos discursos configuran,
cada uno, un específico régimen de verdad.
Es ilustrativo hacer alusión
aquí a un fragmento de nota periodística que resulta menos
anecdótico de lo que parece. Sobre esa "tensión de opuestos"
que configuran Frederic y Berni, se ha expresado, en modo
desopilante, Carlos Pagni, una vez más. No entiende, dice el hombre,
cómo ha podido Alberto Fernández pasar de Diego Gorgal -que era su
elegido, al principio, para atender la seguridad a nivel Nación- a
Sabina Frederic. Y deja plasmado su estupor con la siguiente tirada:
Berni, al lado de Gorgal, es Michel Foucault, ha dicho el periodista
de La Nación. Felicitaciones a Pagni. Es una pena que tanto ingenio
provenga de un cuadrante ideológico como el suyo, respetable como
todos, pero incompartible. Incompartible, digo. Está diciendo que
apadrinar a Gorgal y luego hacerlo con Frederic involucra algo
parecido a una contraditio in adjecto, que es una de las especies del
oxímoron.
Infiere el periodista de La
Nación que Frederic -con sus declaraciones públicas sobre las
pericias en el caso Nisman y sobre lo actuado en el caso Maldonado-
ha disparado la preocupación de Berni, pues éste estaría
necesitando a una Gendarmería con la moral alta y el músculo
dispuesto para hacerse cargo de la agenda de seguridad en la
provincia de Buenos Aires como ministro de Axel Kicillof. Frederic,
según Berni, enerva (debilita) a la institución.
Parecería que Berni está
preocupado y, por ello, reclamando una fuerza en condiciones de
reprimir con dureza un delito que, en el conurbano, y atento la
histórica ausencia de políticas sociales, si no se ataca duro y
parejo, puede hacer fracasar su gestión. El delito disparado por la
necesidad debe ser reprimido sin concesiones al garantismo, sería la
política de Berni. Si los pobres tienen hambre y no van a la
escuela, no por eso tienen que delinquir. ¿Qué tienen que hacer?
Se verá. Lo único cierto, hasta
ahora, es que Berni es mejor político que Frederic. Comunica y,
desde el período kirchnerista, lo hace con él como centro del
mensaje. El crimen abominable cometido por diez alienados en Villa
Gesell, lo tiene nuevamente como declarante compulsivo en los canales
de televisión. El caso es que juega y gusta. No golea, pero gusta.
Le gusta al medio pelo. Frederic, con una sutileza, una formación y
una visión de conjunto de lo que ocurre en materia de seguridad en
los espacios nacional, regional y global, le ofrece al país el
acucioso y solvente discurrir de una intelectual de lujo en busca de
una concepción de seguridad integrada a un proyecto de país. Lo
suyo rinde insertado en una planificación china: a largo plazo. Lo
suyo es lo mejor. Es lo más humano y, a la larga, lo más eficaz.
Pero la turba, azuzada siempre
por la "libertad de expresión" de los canales de
televisión, exige, también siempre, que las hogueras ardan pronto y
bien y, si es posible, con leña verde, que es la única que
garantiza un sufrimiento lento y una goteante efusión de sangre. La
otra, la otra leña, la leña seca, quema rápido, y quema hasta la
sangre que, así, no se puede ver, y el espectáculo pierde
adrenalina.
Pero el nudo de la cuestión y el
éxito o fracaso de la gestión en seguridad, se asienta, una vez
más, en las políticas antitráfico de narcóticos y cuidado de las
fronteras con el fin de desalentar el uso de la Argentina como
plataforma de concentración de droga para su posterior envío al
exterior.
El tema podría decantar,
nuevamente, en torno de si las fuerzas armadas deben hacerse cargo de
esta lucha o ésta debe ser encarada por las fuerzas de seguridad, en
particular, Gendarmería Nacional, que para eso fue creada, para
cuidar las fronteras, no para hacer pericias o vigilantear
barrabravas en los estadios.
Desde 2007, las fuerzas armadas
(ejército y fuerza aérea) prestan apoyo logístico a las fuerzas de
seguridad integrándose al sistema de vigilancia y control del
espacio aéreo en las fronteras noroeste y nordeste. La política
oficial de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner contra el
narcotráfico fue integral y aumentó su dimensión en 2011 cuando se
lanzó, en coordinación con el anterior, el Operativo Escudo Norte,
que extendió la actividad represiva a trata de personas y
contrabando. La nueva ministra decidirá cómo y qué tipo de
continuidad se le dará a esas políticas.
Mientras tanto, y en relación
con lo anterior, Sabina Frederic ha recibido a Edward Prado, el
embajador top del cuerpo diplomático. Lo hizo el miércoles 22 de
enero, y la amena charla giró en torno a los "programas"
que Estados Unidos tiene en la Argentina para "enfrentar al
terrorismo, al narcotráfico y a la COT", como le dicen en las
escuelas de inteligencia a la criminalidad organizada transnacional.
Nada se dijo acerca de si hablaron de los programas que Argentina
tiene en Estados Unidos para enfrentar allí a los mismos enemigos.
Tal vez haya sido porque Argentina no moja la medialuna en Estados
Unidos más que a través del turismo de plástico de los argentinos
que van a comprar menudencias a Miami.
Es lo más probable.
En todo caso, la ministra de
Seguridad de la Argentina ha estado reunida con el embajador de un
país que acaba de asesinar a un jefe de Estado (o casi) de otro
país, y lo escandaloso del asunto es que el asunto no suscita ningún
escándalo. Prado habla en nombre de ese presidente.
La definición de seguridad
interior que contiene la ley 24.059/92 consta en su artículo 2º que
dice: "A los fines de la presente ley se define como seguridad
interior a la situación de hecho basada en el derecho en la cual se
encuentran resguardadas la libertad, la vida y el patrimonio de los
habitantes, sus derechos y garantías y la plena vigencia de las
instituciones del sistema representativo, republicano y federal que
establece la Constitución Nacional".
Es decir que la ley de seguridad
interior está para hacer posible que todos los argentinos puedan
usar y gozar de los derechos que les confiere la Constitución
Nacional.
Una lectura posible de ese texto
legal podría ser ésta: la connivencia dolosa entre dueños de
supermercados para subir precios, atenta contra el derecho
constitucional a una vida digna y sin apremios para las familias y
los hijos (Perón, en 1948, con una inflación del 30 %, dijo en un
discurso que iba a pasar por las armas de la crítica y por la
crítica de las armas a los que se plegaran a la joda del agio y la
especulación. La inflación, en dos meses, bajó al 4 %).
En cambio, otra lectura, la de un
"mano dura" diría: el piquete que corta la ruta a Mar del
Plata e impide a los ciudadanos ir a la playa en pleno mes de enero,
viola la ley de seguridad interior y hay que sacarlos de la ruta a
balazo limpio.
Y ahí se traba la litis. Es una
prueba palmaria de que gris es la teoría pero verde es el árbol de
la vida, como decía Goethe que decía Mefistófeles. La letra de la
ley dice lo que dice pero a la hora de interpretarla las ideologías
mandan. Por lo cual la solución del problema se desplaza desde lo
jurídico hacia lo político: hay que definir, previamente, cuál es
la ideología que prioriza lo social comunitario por sobre el egoísmo
liso y llano y pronunciarse, desde el Estado, por privilegiar lo
primero.
Pero la Argentina y la seguridad
interior de la Argentina viven en un mundo que, según el secretario
general de la ONU acaba de explicar, es un mundo que confía cada vez
menos en las instituciones políticas; dos de cada tres personas
viven en países donde crece la desigualdad y cada vez hay más
personas que ponen en duda los beneficios de la globalización. Eso
acaba de decir Antonio Guterres.
Los pueblos, los pueblos pobres y
ninguneados por el sistema capitalista protestarán. No admitirán
-los pueblos no lo han hecho nunca- resignarse a sufrir sin pelear.
Si ardiera el conurbano y los
conurbanos y si la Argentina se desbarrancara por el camino de la
violencia callejera ante las mentiras de una clase dirigente que
desde hace un siglo viene diciendo que quiere combatir la pobreza
mientras ellos desde hace cien años son los privilegiados de la
política; y toda vez que los pobres hace ese mismo siglo que siguen
siendo pobres, en ese caso, la seguridad interior debería consistir
en impedir que la protesta social violenta ponga en riesgo,
precisamente, los objetivos definidos por la ley de seguridad
interior.
Eso diría y haría Berni. Sería
su interpretación de la situación de crisis abierta por la protesta
social. No llegaría, se supone, a los extremos de Piñera en Chile,
que dijo que la rebelión de los estudiantes de secundaria era la
prueba de que "estamos en guerra con un enemigo peligrosísimo".
Ni a los de Patricia Bullrich, que, como una suerte de Millán de
Astray, cada vez que escuchaba ruidos de manifestación callejera,
echaba la mano al cinto al grito de ¡terrorismo, terrorismo...!
Y si ese fuera el caso,
estaríamos en un problema. Seríamos un gobierno popular que tiene
que proteger el orden y la propiedad privada de un caos que estaría
poniendo en peligro sólo la propiedad privada de los que tienen
propiedad privada digna de tal nombre: los 2000 dueños de toda la
tierra fértil, los banqueros, los empresarios concentrados, los
supermercadistas, los dueños de los medios de comunicación y los de
los laboratorios medicinales. Ese es el bloque burgués que domina en
la Argentina y se opone, entre lobys y bambalinas, a cualquier medida
que sirva para eliminar la pobreza en la Argentina; y lo hacen con el
argumento de que "así no se elimina la pobreza". Hace cien
años que dicen lo mismo y hace cien años que no hay gobierno que
pueda o quiera ponerles el cascabel en el cogote.
Mientras haya paz social, la
tensión Frederic-Berni permanecerá allí, como anomalía y
contradicción al interior de un gobierno popular que es todo lo
popular que las circunstancias históricas le permiten. En cambio, si
hubiera desbalance en el equilibrio inestable de esa contradicción
(que sólo la actividad de un pueblo impaciente en modo irrupción
disruptiva podría modificar), habría que optar: Frederic o Berni.
Son los problemas que irroga el
tener que administrar las demandas políticas de los pueblos en el
marco de un sistema institucional pensado no para empoderar a esos
pueblos sino para administrar su desesperación de modo tal que esta
desesperación no se desborde hacia lo políticamente incorrecto. Y
en este instante, me acuerdo de Milagro Sala, de lo que hizo esa
mujer en Jujuy.
La dictadura implantada en 1976
es, en tanto continuidad de la gestada en 1955, el origen de muchos
de los problemas que padece la Argentina. A través del terror y la
anulación de la vida política, los jefes de las Fuerzas Armadas
comandados por José Alfredo Martínez de Hoz impusieron un modelo
oligárquico concentrador y rentístico que sigue costando
desmantelar. Esto es así y algunos peronistas lo comprendimos
inmediatamente, al punto de combatir ese régimen –con pertrechos
menores, hasta ingenuos- desde el primer día.
Sin embargo, el llamado proyecto
contra el negacionismo que impulsan varios organismos defensores de
los derechos humanos, con los cuales hemos colaborado en su búsqueda
de justicia, ingresa en un terreno delicado y objetable. Aún
coincidiendo con su diagnóstico –en algunos casos sólo
parcialmente, en otros con mayor profundidad- es preciso señalar que
no es justo (paradoja) ni culturalmente fructífero anular el debate
histórico. Esto se parece bastante, porque las aguas turbias que
corren por debajo son semejantes, a la discusión sobre la libertad
de prensa. No se asuste lector y lea hasta el final.
El asunto no es prohibir todos
los medios liberal conservadores, sino alimentar adecuadamente a los
propios, del Estado por un lado y nacional populares por el otro,
para que puedan vertir su visión sobre la realidad. En vez de
clausurar tal o cual espacio, cabe desmonopolizar por un lado y
equilibrar los auspicios y publicidades por el otro. Igualá y
largamos. En el campo periodístico asentado en el Pensamiento
Nacional, tenemos con qué. La ausencia de debate público sobre la
actualidad –historia presente- sólo derivaría en un tono
monocorde, cerrado y por tanto abrumador.
En materia histórica –política
previa- la cuestión tiene lazos que hilvanan esos criterios. Lo que
se hace imprescindible es insertar el Revisionismo Histórico –espejo
retrovisor del Pensamiento Nacional- en las escuelas, los centros de
estudios, las universidades y por supuesto, los medios. No es
necesario prohibir la visión oligárquica sino otorgar un justo
lugar en el debate, la elaboración, la publicación, las cátedras,
a quienes narran la vida desde el Pueblo y desde el Sur. Carece de
sentido penalizar un investigador, un docente, un periodista, porque
posee una mirada justificatoria de la dictadura. Lo que hay que hacer
es refutarlo con pruebas claras y difundir esas concepciones con
altavoz.
El problema presente, que no
alcanzan a visualizar muchos organismos, es la escasez de docentes y
programas revisionistas en las aulas, y la endeblez económica de los
medios de comunicación que informan y analizan desde una perspectiva
nacional popular. Si no se resuelve ese desequilibrio, hoy a favor
del mitrismo en claustros y periódicos, la prohibición del
“negacionismo” puede ser una torpeza que aprovecharán los
grandes emisores educativos y comunicacionales para presentarse como
víctimas… a los gritos, en las facultades y en las pantallas.
La historia está de nuestro
lado, pero se insiste en facilitar la difusión de quienes la ocultan
y desfiguran. El macartismo en la Argentina se asienta en considerar
“militante” la verdad histórica y la información presente. De
tal modo se anulan el pensamiento y la crítica. Como contracara, se
presenta como “objetiva” la mirada oligárquica en el sistema
educativo y en el mundo periodístico. Esa acción devaluatoria del
razonamiento y por tanto de la acción política arrasó la vida
interna norteamericana y busca eliminar el rico despliegue de ideas
argentino. Prohibir un debate, darlo por cerrado, no modificará el
cuadro de situación y apenas facilitará los argumentos de quienes
hegemonizan y al mismo tiempo se dicen perseguidos.
Seguimos bregando por la
construcción de un gran medio nacional y popular. Es deseable que
los trabajadores de la educación y los investigadores hagan lo
propio, sentando las bases de un sistema educativo basado en ese
mismo perfil.
(
http://laseñalmedios.com.ar/2020/02/09/negacionismo-al-borde-de-un-error-historico-lo-que-hace-falta-es-insertar-el-revisionismo-y-el-pensamiento-nacional-en-aulas-y-medios/
)
De larga data ... el problema Histórico - cultural.
Los problemas ponen de manifiesto
cuestiones que tienen sus raíces en las mismas constituciones de
nuestras naciones. La herencia patriarcal, colonial, Capitalista,
neoliberal, de miles y complejas formas impiden desarrollos
colectivos solidarios y propone mentalidades de elite aún en los
sectores medios y bajos de nuestras sociedades que sostienen
aspiraciones de clase contrarias a sus realidades.
Horacio
González es, sin duda, uno de los intelectuales más lúcidos, a lo
que suma una permanente disposición a la acción. Su gestión al
frente de la Biblioteca Nacional durante el gobierno de Cristina
Kirchner dejó una huella profunda. Durante ese período la
institución abrió sus puertas a un grupo mucho más amplio que el
habitual. No sólo se amplió significativamente el horario de
atención, sino que se multiplicaron los eventos culturales con un
criterio más amplio que el académico. La muestra-homenaje dedicada
a Luis Alberto Spinetta fue un ejemplo paradigmático de su apertura.
Por otra parte, durante su gestión, la actividad editorial de la
Biblioteca se multiplicó, rescatando publicaciones fundamentales de
la cultura argentina que ninguna editorial comercial estaría
dispuesta a editar. Se rescataron, además, partituras de músicos
argentinos que se concretaron en ediciones discográficas. En esta
nota, una radiografía cultural de la Argentina actual.
–¿Cómo podría sintetizar lo que nos pasó culturalmente en estos cuatro años de macrismo?
–El macrismo tuvo un gran poder de destrucción en todas las esferas donde colocó su impronta. El desmantelamiento del aparato productivo argentino es notorio. Quizá sea menos notorio o más difícil de percibir, aunque para algunos fue muy evidente, el grado de desfibramiento del mundo cultural e intelectual que produjo. Pero cuando en el mundo cultural se presenta "un abismo profundo y oscuro", como diría Dante Alighieri, ese abismo puede ser un estímulo para la creación.
–¿Cómo podría sintetizar lo que nos pasó culturalmente en estos cuatro años de macrismo?
–El macrismo tuvo un gran poder de destrucción en todas las esferas donde colocó su impronta. El desmantelamiento del aparato productivo argentino es notorio. Quizá sea menos notorio o más difícil de percibir, aunque para algunos fue muy evidente, el grado de desfibramiento del mundo cultural e intelectual que produjo. Pero cuando en el mundo cultural se presenta "un abismo profundo y oscuro", como diría Dante Alighieri, ese abismo puede ser un estímulo para la creación.
–¿Y fue así en este caso?
–Sí, de hecho hubo muchas obras y la inquietud crítica de carácter intelectual y moral nunca ha desaparecido. Nadie dejó de pensar y quien tenía cosas para decir desde el punto de vista de su poética, de su escritura o del espectáculo, lo dijo. De todos modos, se extendió por todo el país una atmósfera tenebrosa.
–¿Cuál fue la característica de la cultura macrista?
–El aspecto institucional de la cultura macrista trajo una lógica empresarial al gobierno, un mensaje de disolución de instituciones públicas y presentó como un logro para el país el encadenamiento al mundo de las grandes ficciones financieras. Sin embargo, todo eso tarde o temprano va a ser registrado por el arte y la vida cultural argentina como un modo de respuesta, porque el arte y la vida intelectual tienen en su propia esencia, precisamente, indagar sobre lo lúgubre. Entiendo lo que llamamos macrismo como una especie de danza chistosa sobre una plataforma que parece sustentable pero que, sin embargo, nos induce a pensar en un mundo muy resquebrajado. Lo representa simbólicamente el modo en que Macri bailaba sobre las desgracias que él mismo producía, su tipo de sonrisa, su modo de manejar un cuerpo desencajado danzante sobre las desazones de las desigualdades, de los resultados que afectaban a la vida pública, institucional, cultural.
–¿Con qué concepción de lo que debe ser hoy una biblioteca asumió su cargo al frente de la Biblioteca Nacional?
–En primer lugar, quiero decir que la presencia de Juan Sasturain en la Biblioteca Nacional es la más adecuada para proseguir lo que haya podido tener de bueno la gestión de la que formé parte y de la que participaron muchas personas que hicieron una gran tarea. Muchas de ellas están trabajando hoy con Sasturain. Conozco a Juan y a la gente que trabajó conmigo y ahora con él. Confío mucho en él para proseguir con lo que se hizo en estas nuevas condiciones de escasez, de carencia y de la rareza de esta situación. Creo que con su dirección la Biblioteca va a poder recrearse del mundo macrista que tuvo dos expresiones muy oscuras. Una es la de Alberto Manguel y otra la de la señora que lo siguió en la dirección, Elsa Barber.
–¿Cómo definiría sus gestiones?
–Como gestiones de tipo empresarial basadas en el contacto con empresas privadas, con un estilo privatizador. El estilo de Manguel fue un estilo pomposo y vacío. Él escribió un buen libro sobre la historia del libro, pero su estilo es el del neoliberalismo cultural que ha perdido las aristas de la crítica y la posibilidad de ver las bibliotecas nacionales del mundo, que son viejos artefactos del siglo XIX, en su capacidad de recrearse. Más bien las ve como lugares donde hacer negocios reclinados sobre la posibilidad de que las grandes empresas pongan su óbolo como esponsors. Son lugares de la cultura nacional esponsoreados por grandes empresas que de este modo se convierten en órdenes mendicantes. Eso fue Manguel y eso fue Barber, sin que esto signifique hablar mal de ellos como personas.
–¿Y
cómo considera usted las bibliotecas nacionales?
–Son viejas instituciones, muchas de ellas milenarias, como la biblioteca de Alejandría, que en el mundo tecnológico de hoy sólo parecen lugares obsoletos destinados a guardar libros y archivos. Estos viejos artefactos no tienen que quedar enmohecidos, sino que hay que revivirlos a través de la vida cultural que incluye la vida bibliotecaria, la catalogación de libros y el software. Pero eso no significa que la vida empresarial deba ser trasladada a las bibliotecas. También hay que tomar en cuenta las industrias culturales, siempre y cuando tengan la capacidad de recrearse y de tener la pepita de oro intelectual en su seno. Sin eso la industria cultural también se convierte en una industria apática. No hay industria cultural sin crítica cultural. La película coreana Parásitos se refiere a la industria cultural coreana y muestra lo que puede pasar en un país si se deja el espíritu de la crítica de lado. Me animaría incluso a hablar de la espiritualidad de la crítica, porque sin esa espiritualidad de la crítica no hay industria cultural que pueda salvar a un país. Una biblioteca nacional no puede ser un lugar no espiritualizado, aunque tenga una buena catalogación, una buena digitalización. Y lo que produjo el macrismo fue el fin del espíritu.
–Durante su gestión la Biblioteca estuvo abierta a todo el mundo, se multiplicaron los actos culturales, las exposiciones de todo tipo…
–Sí,
pero me pueden decir que no me preocupé por la digitalización, lo
que no es cierto. Lo que sí hice es tratar de que no tuviera que ver
con las grandes empresas como Google. Francia estaba a la cabeza de
la discusión de quién digitaliza el patrimonio mundial. España
terminó firmando un acuerdo con Google y luego también lo hizo
Francia. Argentina siempre estuvo a punto de hacer un acuerdo y en
algún momento lo hará. Pero una vez que lo hacés, el control de la
cultura mundial queda a cargo de Google. Ese es un problema que el
gobierno argentino debe tener en cuenta. La Argentina no puede
digitalizar ahora todo su patrimonio, pero podrá en algún momento,
pero con un software libre, con la universidad argentina. Creo que la
biblioteca estaría en condiciones de hacer digitalizaciones sin
someterse al imperio mundial de la globalización que es Google.
Durante mi gestión no se pudo hacer porque la subdirectora Barber,
que pesó mucho, estaba vinculada a empresas internacionales.
–Usted será el encargado de dar este año el discurso inaugural de la Feria del Libro. Esto viene precedido de la discusión que planteó cuando la abrió Vargas Llosa. Si no recuerdo mal, tenía que ver con el hecho de que era tradición que la Feria fuera inaugurada por un escritor argentino. ¿Eso lo condiciona de alguna manera?
–Quiero aclarar que mi reacción no tuvo que ver con eso. A muchas ferias del libro de otros países las abren escritores que no son de ese país. La Argentina no tendría por qué ser la excepción. Una cosa que me parece central en el caso de Vargas Llosa es que es un gran escritor, a pesar de que ya no escribe como en los tiempos de Conversación en la catedral o La ciudad y los perros. Hoy es un escritor de la globalización que no ha perdido su condición de gran escritor. Yo no me opuse a que abriera la Feria como escritor, pero sí como escritor de la fundación que lo traía, como escritor del neoliberalismo y la globalización. Como joven lector del joven Vargas Llosa lamenté mucho tener que decir lo que dije. El de Vargas Llosa no es un problema fácil y tampoco lo es que este año abra yo la Feria porque alguien puede volver sobre ese tema que señalaste. Los grandes diarios, por su parte, dirán que abrió la Feria alguien que quiso ejercer la censura, lo que no es así porque jamás negué que Vargas Llosa fuera un gran escritor. Hay grandes escritores de derecha a los de izquierda. Es bien conocido que Rodolfo Walsh aprende a escribir con Borges.
–¿Por qué se disolvió Carta Abierta?
–Lo decidimos entre muchos, era un grupo que ya tenía diez años y se repetía. De las 400 personas iniciales quedaron unas 60. No sé si era bien visto por al nuevo gobierno que iba a asumir, pero creo que quedó su espíritu y muchas personas que estarían dispuestas bajo a otras formas a seguir inspiradas en la crítica cultural. Hoy dentro del gobierno hay mucha gente importante de la cultura y creo que de ahí tiene que salir algo. También creo que debe haber algo fuera del gobierno para acompañarlo y para generar un pensamiento innovador que tenga dimensiones filosóficas, metafísicas, culturales destinadas a pensar la industria y pensar la producción, las industrias culturales, el cine como problemas culturales. Es un gobierno que no puede fracasar, pero que tiene que navegar en un mar de tormentas, por lo que, que haya cultura crítica dentro y fuera de él, me parece importante.
–¿Y cómo considera usted las bibliotecas nacionales?
–Son viejas instituciones, muchas de ellas milenarias, como la biblioteca de Alejandría, que en el mundo tecnológico de hoy sólo parecen lugares obsoletos destinados a guardar libros y archivos. Estos viejos artefactos no tienen que quedar enmohecidos, sino que hay que revivirlos a través de la vida cultural que incluye la vida bibliotecaria, la catalogación de libros y el software. Pero eso no significa que la vida empresarial deba ser trasladada a las bibliotecas. También hay que tomar en cuenta las industrias culturales, siempre y cuando tengan la capacidad de recrearse y de tener la pepita de oro intelectual en su seno. Sin eso la industria cultural también se convierte en una industria apática. No hay industria cultural sin crítica cultural. La película coreana Parásitos se refiere a la industria cultural coreana y muestra lo que puede pasar en un país si se deja el espíritu de la crítica de lado. Me animaría incluso a hablar de la espiritualidad de la crítica, porque sin esa espiritualidad de la crítica no hay industria cultural que pueda salvar a un país. Una biblioteca nacional no puede ser un lugar no espiritualizado, aunque tenga una buena catalogación, una buena digitalización. Y lo que produjo el macrismo fue el fin del espíritu.
–Durante su gestión la Biblioteca estuvo abierta a todo el mundo, se multiplicaron los actos culturales, las exposiciones de todo tipo…
–Sí,
pero me pueden decir que no me preocupé por la digitalización, lo
que no es cierto. Lo que sí hice es tratar de que no tuviera que ver
con las grandes empresas como Google. Francia estaba a la cabeza de
la discusión de quién digitaliza el patrimonio mundial. España
terminó firmando un acuerdo con Google y luego también lo hizo
Francia. Argentina siempre estuvo a punto de hacer un acuerdo y en
algún momento lo hará. Pero una vez que lo hacés, el control de la
cultura mundial queda a cargo de Google. Ese es un problema que el
gobierno argentino debe tener en cuenta. La Argentina no puede
digitalizar ahora todo su patrimonio, pero podrá en algún momento,
pero con un software libre, con la universidad argentina. Creo que la
biblioteca estaría en condiciones de hacer digitalizaciones sin
someterse al imperio mundial de la globalización que es Google.
Durante mi gestión no se pudo hacer porque la subdirectora Barber,
que pesó mucho, estaba vinculada a empresas internacionales.
–Usted será el encargado de dar este año el discurso inaugural de la Feria del Libro. Esto viene precedido de la discusión que planteó cuando la abrió Vargas Llosa. Si no recuerdo mal, tenía que ver con el hecho de que era tradición que la Feria fuera inaugurada por un escritor argentino. ¿Eso lo condiciona de alguna manera?
–Quiero aclarar que mi reacción no tuvo que ver con eso. A muchas ferias del libro de otros países las abren escritores que no son de ese país. La Argentina no tendría por qué ser la excepción. Una cosa que me parece central en el caso de Vargas Llosa es que es un gran escritor, a pesar de que ya no escribe como en los tiempos de Conversación en la catedral o La ciudad y los perros. Hoy es un escritor de la globalización que no ha perdido su condición de gran escritor. Yo no me opuse a que abriera la Feria como escritor, pero sí como escritor de la fundación que lo traía, como escritor del neoliberalismo y la globalización. Como joven lector del joven Vargas Llosa lamenté mucho tener que decir lo que dije. El de Vargas Llosa no es un problema fácil y tampoco lo es que este año abra yo la Feria porque alguien puede volver sobre ese tema que señalaste. Los grandes diarios, por su parte, dirán que abrió la Feria alguien que quiso ejercer la censura, lo que no es así porque jamás negué que Vargas Llosa fuera un gran escritor. Hay grandes escritores de derecha a los de izquierda. Es bien conocido que Rodolfo Walsh aprende a escribir con Borges.
–¿Por qué se disolvió Carta Abierta?
–Lo decidimos entre muchos, era un grupo que ya tenía diez años y se repetía. De las 400 personas iniciales quedaron unas 60. No sé si era bien visto por al nuevo gobierno que iba a asumir, pero creo que quedó su espíritu y muchas personas que estarían dispuestas bajo a otras formas a seguir inspiradas en la crítica cultural. Hoy dentro del gobierno hay mucha gente importante de la cultura y creo que de ahí tiene que salir algo. También creo que debe haber algo fuera del gobierno para acompañarlo y para generar un pensamiento innovador que tenga dimensiones filosóficas, metafísicas, culturales destinadas a pensar la industria y pensar la producción, las industrias culturales, el cine como problemas culturales. Es un gobierno que no puede fracasar, pero que tiene que navegar en un mar de tormentas, por lo que, que haya cultura crítica dentro y fuera de él, me parece importante.
(
https://www.tiempoar.com.ar/nota/horacio-gonzalez-lo-que-produjo-el-macrismo-es-el-fin-del-espiritu
)
Y para colmo, La deuda …
Como
era esperable, el Gobierno intentará nuevamente descomprimir los
vencimientos de los Bonos Duales (AF20) de este jueves, por unos
$95.000 millones. El Palacio de Hacienda saldrá a licitar los mismos
títulos que ofreció en el canje de la semana pasada, con excepción
de los Bonos Duales a 2021, que esta vez quedaron afuera, pero en
mejores condiciones, ya que ha fijado precios mínimos para la
operación. La novedad es que desde el oficialismo descartan la
posibilidad de emitir.
El
intento fallido del lunes pasado, en el cual el Tesoro logró apenas
un 10% de adhesión para el canje, obligó al oficialismo a pensar un
cambio en la estrategia. Es que los inversores, principalmente los
extranjeros, que poseen un 80% de los AF20, se hicieron escuchar y le
avisaron al Gobierno que no están dispuestos a convalidar cualquier
quita, más allá de los problemas económicos y financieros que está
atravesando la Argentina. Es por eso que la cartera que dirige Martín
Guzmán deberá intentar refutar al bachiller Sansón Carrasco, el
personaje de la novela Don Quijote de la Mancha, de Miguel de
Cervantes Saavedra, el cual postuló, quizás sabiamente: “Nunca
segundas partes fueron buenas”.
Ya
no hay margen de error. Fuentes oficiales destacaron que un traspié
con esta operación implicaría un nuevo reperfilamiento de la deuda
en pesos, algo que hasta el momento parecía descartado, dada la
estrategia oficial de cumplir con los vencimientos en moneda local a
medida que los iba refinanciando. Hasta el momento, el oficialismo
había venido cumpliendo con su palabra, refinanciando las Letras
Capitalizables en pesos (Lecap) por otras con tasa Badlar (Lebad).
Pero la mala pasada del canje abrió la posibilidad al retorno de un
(no tan) viejo conocido: el reperfilamiento. Si bien este mecanismo
daría una señal negativa a los acreedores, el Gobierno no está
dispuesto a convalidar una mayor emisión de pesos, dado que la misma
terminaría generando una ampliación de la brecha cambiaria, que
podría provocar efectos adversos sobre la balanza comercial y el
nivel de precios de la economía. Todo queda reducido a un todo o
nada: el Gobierno deberá captar hoy la mayor cantidad de fondos
posibles y pagar (en el caso de que sea un monto razonable) lo que
quede fuera de la operación o reperfilará los vencimientos. Hoy por
hoy está descartada la posibilidad de que el Banco Central asista al
Tesoro, y éste no puede “generar” los pesos necesarios para
pagar la deuda, dado que el organismo que hoy lidera Miguel Ángel
Pesce es el único con la facultad de crear moneda.
El
Palacio de Hacienda realizará la reapertura de los Bonos del Tesoro
en Pesos ajustables por CER (+1%), con un precio mínimo de $980,67
por cada $1.000, de los Bonos con Tasa Badlar + 100 puntos básicos,
con un precio mínimo de $991,03 por cada $1.000 y de los vinculados
a la evolución del dólar estadounidense (dollar-linked) más un 4%,
con un valor mínimo de $1.000,88 por cada $1.000.
Todos con vencimiento en 2021. La recepción de ofertas comenzará a
las 10 y finalizará a las 15. Las suscripciones se realizarán
únicamente en pesos, aunque para el caso de los bonos dollar-linked
se hará utilizando el tipo de cambio anunciado por el Banco Central
el viernes. En esta oportunidad, los tenedores del AF20 no podrán
usar este título para acceder a los nuevos bonos, a pesar de que el
mercado venía descontando este hecho.
La capacidad del Gobierno de
hacer frente a esta situación será fundamental de cara a la
reestructuración de la deuda soberana en dólares. En realidad, una
mala señal podría complicar las negociaciones, lo que hace
necesario que el Tesoro tenga éxito con su estrategia para esta
semana, dado que es un bono chico en pesos y hoy en día las señales
a favor de los acreedores son claves. En adelante, también será
fundamental la postura del FMI con respecto a la magnitud de la quita
de capital requerida para lograr la sustentabilidad de la deuda y
alcanzar un programa económico consistente.
El
ministro de Economía, Martín Guzmán, expondrá el miércoles ante
el recinto de la Cámara de Diputados sobre la nueva ley de
Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa, en
una sesión informativa especial convocada para analizar
exclusivamente este proyecto.
En un hecho inédito, ya que desde la reforma constitucional de 1994 únicamente los jefes de Gabinete concurren al recinto a informar, Guzmán se sentará a las 17 frente al pleno de la Cámara baja, para exponer alrededor de dos horas, tras lo cual los legisladores podrán hacerle preguntas.
En un hecho inédito, ya que desde la reforma constitucional de 1994 únicamente los jefes de Gabinete concurren al recinto a informar, Guzmán se sentará a las 17 frente al pleno de la Cámara baja, para exponer alrededor de dos horas, tras lo cual los legisladores podrán hacerle preguntas.
Si
bien originalmente se analizaba la posibilidad de que el ministro
asistiera a la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de la
Gestión y Contratación de la Deuda Externa, finalmente se acordó
su presencia ante la totalidad de los diputados.
Acuerdo en el arco político para
la sesión
La visita de Guzmán al recinto fue acordada por el oficialismo y la oposición, que decidió acompañar en ambas cámaras el proyecto sobre deuda del Ejecutivo "para aportar gobernabilidad" a la administración de Alberto Fernández.
De alguna manera, la visita de Guzmán también calma un reclamo de la oposición, porque los informes en comisión sobre la cuestión lo dieron en ambas cámaras el subprocurador del Tesoro Nacional, Sebastián Soler, y el asesor legal de la cartera de Economía, Cristian Dellepiane.
El Ejecutivo no necesitaba mandar el proyecto para renegociar la deuda, pero con el envío de la iniciativa al Congreso buscó sumar el respaldo de todas las fuerzas políticas para acordar con los acreedores desde una posición más sólida.
Guzmán
asistirá al Congreso el mismo día en que desembarcará en Buenos
Aires la misión que enviará el Fondo Monetario Internacional para
auditar las cuentas públicas de la Argentina.
Ante los legisladores, el ministro se referirá a la sustentabilidad de la deuda, una semana después de que el Senado aprobó por unanimidad la ley de Restauración de la Sostenibilidad.
Ante los legisladores, el ministro se referirá a la sustentabilidad de la deuda, una semana después de que el Senado aprobó por unanimidad la ley de Restauración de la Sostenibilidad.
La intención del gobierno nacional es presentar a fines de marzo su propuesta a los deudores y, en ese sentido, Guzmán dará a conocer ante los diputados cómo está compuesta la deuda y su historia.
Fuentes parlamentarias precisaron que Guzmán irá al plenario acompañado por el secretario de Finanzas, Diego Bastourre.
Desde
el interbloque de Juntos por el Cambio, anticiparon que las preguntas
de ese espacio estarán vinculadas con "la explicación que dará
el ministro" y lo que el sector entiende por sostenibilidad de
la deuda pública: cuál es el nivel de endeudamiento y vencimientos
que el país puede soportar sin que afecte el crecimiento.
Fuentes de esa bancada precisaron que responderán las eventuales críticas sobre la "responsabilidad" de Mauricio Macri en el tema porque, dijeron, "es parte de su relato y nosotros tendremos el nuestro. La deuda en este país tiene más de un período de administración de 4 años".
La iniciativa impulsada por el Ejecutivo nacional para renegociar la deuda externa y que el Senado convirtió en ley por unanimidad el miércoles 5 declara "prioritaria para el interés de la República Argentina" la restauración de la sostenibilidad del endeudamiento público externa.
A través del proyecto, se autoriza al Poder Ejecutivo a "efectuar las operaciones de administración de pasivos y/o canjes y/o reestructuraciones de los servicios de vencimiento de intereses y amortizaciones de capital de los títulos públicos emitidos bajo ley extranjera".
Fuentes de esa bancada precisaron que responderán las eventuales críticas sobre la "responsabilidad" de Mauricio Macri en el tema porque, dijeron, "es parte de su relato y nosotros tendremos el nuestro. La deuda en este país tiene más de un período de administración de 4 años".
La iniciativa impulsada por el Ejecutivo nacional para renegociar la deuda externa y que el Senado convirtió en ley por unanimidad el miércoles 5 declara "prioritaria para el interés de la República Argentina" la restauración de la sostenibilidad del endeudamiento público externa.
A través del proyecto, se autoriza al Poder Ejecutivo a "efectuar las operaciones de administración de pasivos y/o canjes y/o reestructuraciones de los servicios de vencimiento de intereses y amortizaciones de capital de los títulos públicos emitidos bajo ley extranjera".
Lo que viene ...
Dos
meses es muy poco tiempo si se tiene en cuenta que se tardaron cuatro
años en reducir a cenizas 12 años de gobierno nacional y popular
que no alcanzaron para resolver cuestiones de fondo como las
analizadas en este informe … y que llevan el lastre de siglos de
historia … Los pueblos llevan sus luchas y sus padecimientos por
generaciones y los logros y mejoras se consiguen a cuenta gotas, con
mucho sacrificio, mucho dolor y mucha muerte …
Es
obvio, sin embargo, que no estamos igual que hace dos meses … que
algún alivio se hace sentir en las economías familiares … que
algo mas que buenas intenciones surcan las definiciones políticas y
la acción social concreta del nuevo gobierno …
Sustituir
importaciones, crear nuevas empresas autogestionadas, generar un
sistema de encadenamiento productivo y ocho esquemas de créditos y
subsidios son algunos de los proyectos que la Dirección de Empresas
Recuperadas tiene como metas de gestión para los próximos años.
De acuerdo con el plan elaborado por el organismo que encabeza Eduardo "Vasco" Murúa, una de las ideas más ambiciosas pasa por "implementar una política de sustitución de importaciones".
De acuerdo con el plan elaborado por el organismo que encabeza Eduardo "Vasco" Murúa, una de las ideas más ambiciosas pasa por "implementar una política de sustitución de importaciones".
El proyecto
El proyecto, que deberá acordarse y materializarse en conjunto con la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Economía, prevé:
•La creación de "pequeñas unidades productivas, altamente tecnificadas, organizadas autogestivamente y conformadas por no más de 10 personas".Para eso, la Secretaría de Comercio deberá elaborará un lista de "productos importados que pueden ser sustituidos por producción nacional y de clientes que aseguren la demanda de esos productos".
•También está en estudio una iniciativa para "crear nuevas empresas autogestionadas y competitivas, que se adapten al mundo de hoy".
"La economía popular o social debe llamarse así por estar en función del bien social y no por ser una economía de segunda no competitiva y dependiente del Estado", sostiene el texto del proyecto.
•"Mejor Producir", "Más Trabajo", "Fuera Cuevas", "Igualar", "Recuperar", "Capacitación Integral", "Cuidándonos, cuidándolos" y "Empezar de nuevo" son los ocho esquemas de ayuda, en créditos o subsidios, para trabajadores autogestionados, que forman parte del proyecto de gestión del área que conduce Murúa.
•"El inicio del funcionamiento de una fábrica autogestionada suele estar precedido por despidos, cesación de pago de salarios, deterioro de las instalaciones, rotura o robo de maquinaria y vencimiento o inexistencia de insumos básicos", se señala en los considerandos de la propuesta.
Por eso la "ayuda" a este sector parte de la premisa que el capital inicial es clave a la hora de iniciar un "proceso de recuperación".
•Del presupuesto de 5.000 millones de pesos que Murúa pedirá para su área saldrá un fideicomiso con el que se buscará agilizar el acceso a créditos y bajar los costos financieros para las empresas recuperadas.
•También, habrá subsidios para la inversión en infraestructura y para "reconversión energética", otro ambicioso plan que la flamante dirección quiere acordar con el INTI, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y universidades de todo el país.
( https://www.telam.com.ar/notas/202002/430617-sustituir-importaciones-y-encadenar-la-produccion-parte-del-plan-del-area-de-fabricas-recuperadas.html)
De
cada uno de nosotros haciendo lo que corresponde en el lugar y de los
modos que se pueda, dependerá volver a la senda del trabajo y la
solidaridad social que nos permita de una vez y para siempre, ir
subsanando la larga lista de deudas … que el patriarcado,
colonialista, Capitalista, neoliberal, nos sigue dejando en cada giro
a la derecha de la historia en está parte del mundo, y que las
izquierdas alejadas de las vivencias y de los dolores del pueblo que
se organiza y resiste, no alcanzan a integrar en sus modelos cerrados
y dogmáticos conformando ideologías que, lejos de ofrecer
soluciones, surgen como excusas para impedirlas …
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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