Jueves 13 de Febrero de 2020

La jornada de ayer, al contrario de las anteriores, ofreció muchísimo material informativo y para la acción comunicativa y la interpretación que intente reflexión inteligente respecto a los sucesos que impactan en la vida de los Argentinos. 


Es que los trascendidos y los actos y hechos en torno a un nuevo “recuerdo del futuro” … paradoja temporal de la historia Nacional respecto a la nueva Deuda externa contraída de modos compulsivos e irracionales, como piedra sobre la que volvemos a tropezar, fruto de esa “enfermedad” que nos aqueja como sociedad … el alzheimer colectivo sobre el que se asienta todo poder anti-popular, que logra imponer lo que se sabe diezma e impide desarrollos nacionales legítimos y posibles y mejorar la vida y la dignidad de nuestro pueblo.

La realidad está allí fuera de nuestras percepciones, ideas, emociones, sensaciones, sentidos y pensamientos, actos e imaginaciones … sin embargo, no nos impacta tal y como es y resulta que nos definimos en identidades que, en general, resisten a esa realidad, la niegan, la mienten, la tergiversan de mil maneras, al reconocer la imposibilidad de conocerla completamente y de entenderla tal cual de modos inequívocos y absolutos. He aquí que reconocer que “solo se que no se nada”, es lo que produce que el conocimiento, en tanto construcción social, deje de ser conocimiento y solo se transforme en un recurso discursivo del poder. Poder que no es mas que el ejercicio de la posibilidad de influir y determinar decisiones y acciones, pensamientos y subjetividades de otros imponiendo visiones parciales e interesadas de esa realidad imposible, en los desganos, desidias, comodidades, no voluntad de pensar, intereses individuales o sectoriales que ayudan a esa imposibilidad de conocimiento, para que unos pocos resuelvan el destino y la vida … en una mirada impuesta sobre la realidad, que se convierte en mirada de todos.

Todo, Nada … el mismo vacío

Que no se acceda al conocimiento cabal, completo, cerrado, absoluto de la realidad, no implica negar la posibilidad de conocer algo y de sostener las certezas producidas en ese intento como verdad (lo certeza que se dice sobre esa parte de la realidad que se conoce), siempre referida a eso que se conoce y que es una parte, una porción, un aspecto de algo mas grande e inabarcable …

La principal fuente de conocimiento es la experiencia. La experiencia individual se da en un “contexto” (con texto) esto es que lo que se vive es parte de un texto que se viene escribiendo como historia y que se escribirá en el futuro, como sueño, deseo, utopía, anhelo que desde el presente proyecta el “contexto” que signara ese otro futuro que quizá ya no sea el nuestro, sino el que estén escribiendo nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.

Pasado y futuro, consisten en un constante fluir que signa la vida y la da dirección, en relaciones. Son las relaciones humanas y con las cosas que están fuera de “lo humano”, “naturaleza” o “cosas” (Vida o materia inerte ) y esas otras “cosas” fruto de la capacidad de conocer y de transformar esas cosas en otras, que poseemos los humanos como cualidad.



La realidad entonces puede ser comprendida ( Voz patrimonial del latín comprehendere “abarcar”, ‘”tomar”, “asir” y en el sentido de “sujetada intelectualmente”, de donde ‘entender’. De la familia etimológica de prender (V.). ), parcialmente en la posibilidad de la conciencia que sostiene la razón como capacidad. Razonar inteligentemente es un proceso de comunicación que se dá entre la realidad y la persona que piensa esa realidad, de modos de producir un resultado que signifique “Tomar” “agarrar” esa parte como conocimiento, en la medida que se devuelve a la realidad y resulta como se piensa. La prueba de que eso que “comprendió” es parte de la realidad y no un invento en la propia cabeza, se da en la comunicación y en la posibilidad de que “otro” como “otro” repita dicha experiencia con el mismo resultado … por tanto esa comprensión se torna social y colectiva. No hay conocimiento individual sino es probado en la realidad y confirmado por la experiencia de otros que obtienen el mismo resultado de esa prueba en la realidad.

Como la realidad es inabarcable en su totalidad … todo o nada refieren al mismo vacío … en tanto no existe allí conocimiento.

Pero como vivir con la mente vacía es la misma muerte … ese vacío se llena con otras cosas … mentiras, mitos, religiones, pseudociencias, creencias varias, intereses, poder.

El miedo al conocimiento es miedo a la realidad

Como conocer nos devuelve esa imposibilidad de saberlo todo, el miedo a lo que falta, que es mucho mas de lo que se sabe, produce la defensa que distorsiona la posibilidad, del conocimiento “comprendido” de alguna parte de esa realidad, en el poder que crea la ilusión de “comprenderlo” todo en la manipulación de las conciencias para que se sometan a una versión de la realidad como totalidad o absoluto. Quien intente desmentir esa visión o comprensión totalitaria, será víctima del poder (represiones, muertes, torturas, violencias de diversos tipos juegan en la acción de repartir ese miedo original que nos provoca la incertidumbre de una realidad que nos es imposible de conocer y dominar, y que ilusoriamente engañamos, obligando a otros a someterse a la propia comprensión).

Pero como el saber es experiencia. Lo que se sabe se sabe. Y la deuda externa argentina es un ejemplo de esto. Ya habíamos pasado por esto y volvemos a vivir y repetir una experiencia que debió ser comprendida.

El neoliberalismo en tanto ejercicio del poder queda perfectamente evidenciado en estas dinámicas sociales, políticas y de comprensión mentirosa de la realidad.

Recuerdos del futuro …

Lo que esta sucediendo resulta de una compleja red de comunicaciones de actores y relaciones del pasado en su fluir en el tiempo de la historia, que va reflejando, como imagen en el espejo, cuánto de la realidad en tanto tal y cuánto de los inventos que imponemos desde el poder, van constituyendo esa realidad en el presente.

En tanto sostenimiento de ilusiones, la realidad neoliberal se niega a si misma en tanto imposible su demostración en la realidad, porque se sabe mentira e ilusión … Ningún neoliberal se reconocerá como tal. El discurso imaginario mas común para lograr escaparse de esa “Autoimagen” que le devuelve la realidad cuando la piensa y se piensa en ella, es la de liberal, libertario o algún nombre que obstruya la percepción de la realidad en tanto algo fuera de la propia percepción y de la propia constitución del yo y de ese absoluto que construí en mi cabeza para negar lo que realmente ocurre como relaciones y construcción social, con la naturaleza y con las cosas y con las cosas que humanos hemos ido creando …


El artilugio se construye sobre dos elementos que se alimentan reciprocamente y un tercero que lo impone …

Uno de los elementos se constituye en la articulación de conceptos sobre el proceso por el cual cada individuo constituye su individualidad. Se trata del “ego” como distorsión del “yo”, y de “la libertad” que se despoja así de su constitución relacional (No soy libre sino me relaciono en libertad con otro igualmente libre con quien acuerdo que hacer con las cosas - Naturaleza – Cosa inerte – o con las cosas creadas o por crear – invento, innovación, herramienta, máquina - ), para reducirla a la idea de “libre en si” (El ego se cree a si mismo libre, sin ninguna relación o injerencia de la realidad respecto de su ilusión de libertad a la que se sujeta para despojarse de la experiencia que la signa con “otro” en tanto “otro”). “yo soy yo” y “yo soy libre”, primer artilugio de la ilusión neoliberal.

El otro elemento es el de excluir todo pensamiento gregario, socialmente construído, donde la evidencia de la acción de otros no puede ser negada, por tanto todo decir, pensar, hacer, sentir tiene que tener firma, rostro, identidad, “yo”, de lo contrario nos devuelve la realidad de que sin “otro” el “yo” es un imposible … en tanto realidad como totalidad imposible. Es el “individualismo” como canon social. Es la exacerbación de la individualidad, ocultando su carácter relacional, e imponiendo el ego por sobre el “yo”, fragmentando la consciencia, imponiendo un “ser” que aleja del pensamiento consciente y alimenta las ilusiones del “yo libre” “yo mismo”.

Por último la instalación de un sistema de formas y relaciones que lo confirman como realidad absoluta, totalitaria. Nadie puede discutir que “yo soy yo” y “yo soy libre” porque dentro del sistema, puedo “ser lo que yo quiera” si me esfuerzo y produzco lo suficiente y construyo poder “egoista” ,“avaro” , exento de “otro”. Montado en una imaginación teórica y conceptual que jamás tuvo su referencia en realidad histórica alguna, y por tanto no se reconoce en ninguna práctica histórica concreta y actual sino por medio de partes de la realidad que permiten la mentira. Toda mentira tiene aspectos de la realidad y certezas respecto de ella, caso contrario no serviría como mentira en tanto, si nada de ella aplica a la realidad, sería facilmente detectada y rápidamente reconocida como mentira.

La comprensión de la realidad como en fotos

Como dijimos que el conocimiento de la realidad nunca es absoluta, una de las formas de comprenderla es sacando fotos y construyendo una escena o tomando escenas y construyendo una historia, un relato que deberá ser probado en la realidad para poder sostenerse como verdad en al certeza de que esa verdad se cumple como percepción y conocimiento en las experiencias de muchos …

Un ejemplo de lo ocurrido ayer en el parlamento Nacional …

Unos minutos antes de las 18 horas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzó su exposición en la Cámara de Diputados. Mientras el encargado de renegociar la deuda del Estado nacional explicaba los lineamientos centrales de la estrategia para abordar la relación con los bonistas privados y con el FMI, en los pasillos del Congreso, en los palcos,  en las bancas, “pasaban cosas”, como en todas las sesiones.

*Cuchicheo. Los presidentes del bloque de Juntos por el Cambio no pararon de hablar durante toda la exposición de Guzmán en el recinto. Mientras Luciano Laspina tomaba nota, Mario Negri, Cristian Ritondo, Luis Petri y Maximiliano Ferrarro murmurban por lo bajo. El bloque que respondió al gobierno de Mauricio Macri decidió no tomar la palabra en la sesión de hoy y brindar una conferencia de prensa. Pero al finalizar la exposición de Guzmán parecían con muchas ganas de pisar el palito y hablar.

*Los Moyano.  El diputado Facundo Moyano, que hoy forma parte del Frente de Todos, tras recibir un llamado telefónico de su padre, Hugo, que casualmente se había ubicado en la bandeja superior del recinto de la Cámara baja, salió del recinto para ir a verlo. Moyano recibió a su hijo con un beso y un abrazo. Entre risas, hablaron por más de 15 minutos con el titular del gremio de panaderos, Abel Frutos.
*Carteles. Los diputados del FIT Romina del Pla y Nicolás del Caño llegaron al recinto con dos grandes carteles cuya leyenda rezaba: " No al pago de la deuda, fuera del FMI". Los referentes que están totalmente en contra de la reestructuración de la sostenibilidad de la deuda fueron acompañados por la movilización puertas afueras del Congreso. Sus carteles fueron los únicos en el recinto.

*Los aplausos a Guzmán. El ministro de Economía ingresó al recinto presentado por Sergio Massa, quien presidió la sesión informativa “sui generis” de este miércoles. A lo largo de su exposición hubo algunas ovaciones, del Frente de Todos, al funcionario, ya que se trató de mantener un clima serio. Sin embargo, los aplausos surgieron en dos tramos del discurso. Las frases celebradas por el oficialismo fueron: “No vamos a permitir que los fondos de inversión extranjera marquen la pauta de la política económica” y “todos vamos a tener que definir de qué lado estamos, nosotros estamos del lado de la gente”.


*Presencias en los palcos. La cantidad de invitados que tuvo la sesión  informativa del ministro de Economía, Martín Guzmán,  fue similar a la que tiene la asamblea legislativa que se hace todos los años cuando el presidente de la Nación abre el periodo de sesiones ordinarias en el Congreso. En las bandejas del primer piso del recinto se ubicaron por sector los empresarios, gremios, representantes del Banco Central e intendentes. La CGT uso doble palco, en uno se ubicó la cúpula del sindicato de trabajadores con Héctor Daher y Carlos Acuña en el balcón de al lado estuvo el camionero Hugo Moyano, junto al titular del gremio de Panaderos, Abel Frutos. El sector empresarial eligió el palco del medio. Allí siguieron la palabra del ministro José Urtubey (UIA), Daniel Funes de Rioja (UIA), Cristiano Ratazzi (FIAT) y Jorge Brito (Banco Macro). Al salir del recinto, los empresarios apostaron a brindar un voto de confianza al gobierno nacional en su plan de acción: “Se está hablando en serio de que se puede crecer para pagar la deuda”, sostuvo Brito.

Cerca del estuvo parte del gabinete de Alberto Fernández. Se pudo ver a los ministros Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo). También estuvieron la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó Del Pont.

Una mente brillante
 
Guzmán se mostró seguro, preparado y mantuvo el mismo tono durante toda la exposición. Sin entrar en chicanas, se respaldó de los apuntes que tenía en el escritorio que desde los palcos de prensa se pudo visualizar que fueron escritos por el mismo ministro. En una de las bancas del recinto lo escuchaba atentamente un ex compañero de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata. El diputado de la oposición lo recordó como una “una mente brillante” y hasta mencionó que en alguna oportunidad usos sus apuntes.

Para que las fotos constituyan un relato que sea coherente y pasible de certeza, debe contener conceptos claros y basarse en datos que permiten evidencias respecto a esa parte de la realidad a la que acceder …

¿Qué es una reestructuración?
Significa que el gobierno reconoce no tener los recursos suficientes para hacer frente a los sucesivos vencimientos de deuda que enfrenta en los próximos años. Ante eso, la solución que ofrece es la de "reestructurar" las condiciones del pago de la deuda, con el objetivo de poder afrontarlas y evitar la cesación de pagos (el famoso "default").

¿Cómo llegamos a esto?
Por los mismos motivos que las otras veces: un excesivo endeudamiento en moneda extranjera. Es importante la aclaración sobre el uso desmedido, porque si bien tiene sus riesgos, utilizada de manera responsable forma parte de las herramientas de política económica con las que cuenta cualquier país del mundo.

En condiciones normales, los países financian la mayoría de los vencimientos por medio de la colocación (o "roll over") de nueva deuda. Por ende, si las emisiones de deuda son superiores a los desembolsos, el stock de la deuda pública aumenta (que es lo mismo que decir que se incrementan los vencimientos futuros). Lo contrario sucede cuando se paga más deuda de la que se contrae, con la salvedad de que de algún lado se deben haber obtenido los recursos en dólares para poder afrontar dichos pagos. Para el caso argentino, el único flujo significativo de recursos en moneda extranjera con que se cuenta son las exportaciones de bienes y servicios.

Para que este proceso sea sostenible en el tiempo, es decir que se pueda mantener sin sobresaltos, la emisión de deuda en moneda extranjera no puede aumentar sistemáticamente por encima de los vencimientos y de las exportaciones. Si esto sucediera, más temprano que tarde la economía se encontraría en una situación donde no tendría los recursos suficientes para afrontar los pagos. En realidad, antes de que eso sucediera, los prestamistas se anticiparían, dejando de tomar la deuda argentina ya que se darían cuenta que la economía va camino al default.

Esto fue precisamente lo que sucedió en 2018, y que llevó al gobierno a acudir al FMI (que por algo se lo define como el "prestamista de última instancia"). Previo a eso, en poco más de 2 años el gobierno había emitido deuda en moneda extranjera por casi USD 90.000 millones de dólares, una cantidad sin precedentes en tan poco tiempo (tanto en 2016 como en 2017 Argentina fue el país emergente con mayor cantidad de deuda contraída). Como muestra el gráfico a continuación, el salto en relación a la capacidad de generar recursos en dólares (las exportaciones) también fue notable, dando los primeros indicios de insostenibilidad de este proceso.

 
  Nota: Se tomaron solo las colocaciones de bonos en moneda extranjera y la emisión neta de letras del tesoro. No se incluyó el préstamo con el FMI.

A partir del acuerdo con el FMI, comenzó la larga letanía del camino inexorable hacia la reestructuración. Ni siquiera habiendo logrado el préstamo más grande en la historia del organismo, por más de USD 51.000, alcanzó. A partir de ese momento, el gobierno nunca pudo convencer a los acreedores de que tenía la capacidad para pagar toda la deuda, algo que terminó de materializarse en 2019 con la postergación del pago de las letras del tesoro.

Llegamos así a la actualidad. Tras la salida de Macri, el gobierno de Alberto Fernández anuncia que no se encuentra en condiciones de pagar el total de la deuda. Entonces, la solución para evitar el default es lograr una reestructuración de la deuda en común acuerdo con los acreedores. En la práctica, esto significa que el gobierno les ofrezca (y ellos acepten) un canje de deuda que implique redefinir el esquema de los pagos futuros de modo que sean compatibles con la capacidad de pago de la economía argentina.

¿Por qué no defaultear directamente? Primero, porque la deuda es un contrato, y como tal, su incumplimiento permite la acción legal por parte de los acreedores (aunque claro, eso les demanda tiempo y dinero). En segundo lugar, porque la cesación de pagos también tiene costos reputacionales: en lo inmediato el cierre total a cualquier posibilidad de conseguir financiamiento, aunque luego de su resolución también puede haber consecuencias más duraderas, como por ejemplo un costo de financiamiento más elevado en relación al resto de los países.

¿Y por qué los acreedores aceptarían una reducción de sus pagos?
Porque si no aceptan, corren el riesgo de que no les paguen nada, lo cual sería el peor escenario posible para ellos. Por eso ahora comienza un proceso bastante arduo de negociación, donde cada parte va a tratar de obtener el mayor beneficio, pero a la vez buscando no tensar demasiado la cuerda y que se rompa (lo de la Provincia de Buenos Aires sirve como muestra).

Para entender esto, lo mejor es utilizar lo que en economía se conoce como "teoría de los juegos". Porque, efectivamente como su nombre lo indica, esto puede ser analizado como un juego donde cada uno debe definir cuál es su mejor estrategia de acción, teniendo en cuenta la probable decisión del adversario. No es casualidad que hace unos días el presidente haya usado la misma analogía.

Utilicemos el más conocido, que es el juego de la gallina. Imaginate dos autos enfrentados yendo a toda velocidad. La idea del juego es analizar qué sucede a medida que se acercan cada vez más. Hay dos posibilidades: alguno de los dos se asusta y pega el volantazo, o chocan y pierden los dos (eso representaría la situación de default).
Uno podría pensar que la clave en este juego es el temple, la dureza para negociar, porque es lo que permite no doblar antes que el otro. Sin embargo, lo más importante es la capacidad de análisis, no solo teniendo en cuenta las habilidades del propio jugador y sus "cartas" para negociar, sino también las del contrincante, y en función de eso anticipar cuál es la mejor estrategia a implementar en función de la probable respuesta del rival.

Por ejemplo, del lado de los acreedores es evidente que su mejor jugada no es rechazar toda propuesta de canje que realice el gobierno, ya que eso conduciría indefectiblemente al default y entonces no cobrarían nada. Otro sería el caso, como sucedió en la Provincia de Buenos Aires, si la amenaza de default no resultase creíble para los acreedores. Ante ese escenario, cobraría más fuerza la posibilidad de rechazar todas las propuestas, apostando por el cobro total del desembolso.

¿Quita o reperfilamiento?
Una de las principales cuestiones que surgió a partir del anuncio del Ministro de Economía Martín Guzmán es qué tipo de reestructuración le va a ofrecer a los acreedores. Éstas son, a grandes rasgos, dos: la reestructuración con quita (de capitales y/o intereses) o el reperfilamiento.

Como su nombre lo indica, la quita implica una reducción de los pagos de la deuda. Si (la mayoría de) los acreedores aceptan dicha quita, el gobierno realiza un canje donde les intercambia los títulos de deuda anteriores por unos con las condiciones nuevas. Existe un sinfín de variantes, aunque las variables principales a tener en cuenta son si hay i) reducción y/o ii) aplazamiento de los pagos de iii) capital y/o iv) intereses. A partir de eso, se determina el monto total de quita que se realiza sobre la deuda original.

Por ejemplo, supongamos un título que vencía dentro de un año (pagando todo el capital al final) y que además otorgaba dos pagos semestrales del 5% de interés. Para hacer números sencillos, supongamos que el acreedor tiene 100 unidades, con lo cual recibía 5 dólares a los seis meses y luego 100 + 5 dólares a fin de año. Si el canje fuera por un título que paga en las mismas fechas pero que paga 80 dólares de capital, entonces la quita sería del 20%, mientras que si solo redujera la tasa de interés al 2% la quita sería de alrededor de 6% (porque en lugar de recibir 110, obtendría 104 dólares). Otra alternativa podría ser mantener la misma reducción de la tasa de interés del caso anterior, pero además aplazar el pago del capital por 4 años. Esto conlleva una quita implícita adicional, porque no es lo mismo cobrar el año que viene (el mismo monto) que dentro de 4 años. El tiempo es dinero.

El reperfilamiento tiene una lógica parecida, con la salvedad de que se respetarían los montos originales, tanto del capital como de los intereses. Siguiendo con el ejemplo anterior, esto significaría un canje por un título que paga el 100% del capital original y mantiene la tasa del 5% de interés, pero que en lugar de pagarse el año que viene se aplaza por una determinada cantidad de años. De nuevo, eso conlleva una quita implícita por la extensión de los plazos (cuyo cálculo depende de la tasa de descuento que tenga el dinero), aunque resulta claramente más atractiva para los acreedores ya que se respeta el total del monto adeudado.

Como para tener una idea de las posibilidades, siempre es bueno mirar lo que pasó en casos anteriores. En esta investigación, los autores analizaron los 180 casos que hubo de reestructuración de deuda en moneda extranjera durante el período 1970-2010. El gráfico a continuación resume todo los casos en función del tipo de acuerdo y de la quita obtenida.
 
Como se puede observar, los reperfilamientos casi siempre presentan una reducción de la deuda menor. Según los autores, la quita promedio fue del 24% para esos casos, mientras que para las reestructuraciones con quitas de capital y/o intereses fue del 65%. Por otro lado, también es interesante destacar que la mayoría de los casos recientes fueron reestructuraciones con quita, mientras que los reperfilamientos fueron más comunes en la década del '80.

¿Cuál de la dos conviene?

Como siempre respondemos los economistas, depende. La decisión recae en el gobierno, que es el encargado de realizar la oferta del canje, y para eso tiene que tener en cuenta distintas variables. La primera y más importante, es que para que la negociación sea exitosa tiene que ser creíble. Y que sea creíble significa que, de lograrse el acuerdo, eso despejaría cualquier duda acerca de la posibilidad de no volver a pagar en el futuro cercano (nadie aceptaría un acuerdo si espera que a los dos años vuelva a pasarle lo mismo).

Ahora bien, hay dos maneras de lograr eso. La primera es obtener una reducción de la deuda lo suficientemente grande que permita ser financiada con recursos propios. El problema de esto es que los acreedores no van a quedar muy contentos y por ende es probable que pase mucho tiempo sin que vuelvan a prestarnos y además que algunos litiguen contra el país buscando que les paguen el total original (algo así sucedió en la reestructuración de 2005).
La otra alternativa es ir por una reestructuración más "amistosa", que probablemente sea una combinación de extensión en los plazos con algo de quita, pero que permita recuperar más rápidamente el (re)acceso a los mercados. Por ejemplo, en el trabajo previamente citado los autores encuentran que en los casos donde la quita fue menor al 30%, los países tienen una probabilidad del 65% de recuperar el acceso a los mercados a los 2 años, mientras que si la quita es del 30-60% se extendería hasta los 7 años, y si supera ese monto llevaría más de 13 años.

Por lo poco que se sabe hasta ahora, parecería que la opción más probable es esta última. El desafío del gobierno va a ser lograr ese milimétrico equilibrio donde la propuesta sea lo suficientemente atractiva para los acreedores y que al mismo tiempo a segure las condiciones de repago de la deuda.

¿Qué hay que seguir?

Hace unos días Guzmán anunció el cronograma con los pasos a seguir. La semana que viene recibe a la misión del FMI, donde analizarán los lineamientos de la propuesta y luego eso será presentado ante el Congreso (del 12 al 17 de febrero). Tras su aprobación, habrá un período de 10 días en donde se reunirá con los principales grupos de acreedores para presentarlas y discutir la propuesta. 
 
Finalmente, durante la segunda semana de marzo se llevará a cabo el lanzamiento de la propuesta formal, donde habrá 15 días para que los acreedores decidan si aceptan o no. De este modo, para fines de marzo sabremos si se logra la reestructuración o si habrá una segunda temporada.

La realidad es que esta historia con otros actores y en otro contexto, ya la vivimos los argentinos. El neoliberalismo adhiere así otro elemento a su ilusión para sostener el privilegio de un pequeño grupo de mortales sin patria y sin bandera manejando pequeños grupos de mortales, en cada territorio Nacional, para ejercer el poder de su representación sin mostrarse directamente … el de “vive Hoy”, “el pasado no importa” “lo que hagas para mañana define lo que eres” y tanta mentira en torno a un “ego” que debe despojarse de la historia y del pasado y de la comprensión y el conocimiento de la historia para constituir su felicidad presente en la ignorancia y la manipulación de la que es objeto, repitiendo historias como si fueran nuevas, remains con giros de “actualización” yoíca para engañar diciendo, en esas diferencias sin sentido, aquello que le insertan sentido a los desarrollos humanos en la historia y en los territorios, con las identidades colectivas y sociales que nos signan y el sentido de conjunto que la construye con valor y haciéndonos parte de algo que nos trasciende como individuos para hacer historia en el nosotros, para nosotros (Inclusivo, solidario, nacional, popular, latinoamericano …) y para la mejor vida y dignidad de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos …

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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