Jueves 13 de Febrero de 2020
La jornada de ayer, al contrario
de las anteriores, ofreció muchísimo material informativo y para la
acción comunicativa y la interpretación que intente reflexión
inteligente respecto a los sucesos que impactan en la vida de los
Argentinos.
Es que los trascendidos y los actos y hechos en torno a
un nuevo “recuerdo del futuro” … paradoja temporal de la
historia Nacional respecto a la nueva Deuda externa contraída de
modos compulsivos e irracionales, como piedra sobre la que volvemos a tropezar, fruto
de esa “enfermedad” que nos aqueja como sociedad … el alzheimer colectivo sobre el que se asienta todo poder anti-popular, que logra
imponer lo que se sabe diezma e impide desarrollos nacionales
legítimos y posibles y mejorar la vida y la dignidad de nuestro
pueblo.
La realidad está allí fuera de
nuestras percepciones, ideas, emociones, sensaciones, sentidos y
pensamientos, actos e imaginaciones … sin embargo, no nos impacta
tal y como es y resulta que nos definimos en identidades que, en
general, resisten a esa realidad, la niegan, la mienten, la
tergiversan de mil maneras, al reconocer la imposibilidad de
conocerla completamente y de entenderla tal cual de modos inequívocos
y absolutos. He aquí que reconocer que “solo se que no se nada”,
es lo que produce que el conocimiento, en tanto construcción social,
deje de ser conocimiento y solo se transforme en un recurso
discursivo del poder. Poder que no es mas que el ejercicio de la
posibilidad de influir y determinar decisiones y acciones,
pensamientos y subjetividades de otros imponiendo visiones parciales
e interesadas de esa realidad imposible, en los desganos, desidias,
comodidades, no voluntad de pensar, intereses individuales o
sectoriales que ayudan a esa imposibilidad de conocimiento, para que
unos pocos resuelvan el destino y la vida … en una mirada impuesta
sobre la realidad, que se convierte en mirada de todos.
Todo, Nada … el mismo vacío
Que no se acceda al conocimiento
cabal, completo, cerrado, absoluto de la realidad, no implica negar
la posibilidad de conocer algo y de sostener las certezas producidas
en ese intento como verdad (lo certeza que se dice sobre esa parte de
la realidad que se conoce), siempre referida a eso que se conoce y
que es una parte, una porción, un aspecto de algo mas grande e
inabarcable …
La principal fuente de
conocimiento es la experiencia. La experiencia individual se da en un
“contexto” (con texto) esto es que lo que se vive es parte de un
texto que se viene escribiendo como historia y que se escribirá en
el futuro, como sueño, deseo, utopía, anhelo que desde el presente
proyecta el “contexto” que signara ese otro futuro que quizá ya
no sea el nuestro, sino el que estén escribiendo nuestros hijos y
los hijos de nuestros hijos.
Pasado y futuro, consisten en un
constante fluir que signa la vida y la da dirección, en relaciones.
Son las relaciones humanas y con las cosas que están fuera de “lo
humano”, “naturaleza” o “cosas” (Vida o materia inerte ) y
esas otras “cosas” fruto de la capacidad de conocer y de
transformar esas cosas en otras, que poseemos los humanos como
cualidad.
La realidad entonces puede ser
comprendida ( Voz patrimonial del latín comprehendere “abarcar”,
‘”tomar”, “asir” y en el sentido de “sujetada
intelectualmente”, de donde ‘entender’. De la familia
etimológica de prender (V.). ), parcialmente en la posibilidad de la
conciencia que sostiene la razón como capacidad. Razonar
inteligentemente es un proceso de comunicación que se dá entre la
realidad y la persona que piensa esa realidad, de modos de producir
un resultado que signifique “Tomar” “agarrar” esa parte como
conocimiento, en la medida que se devuelve a la realidad y resulta
como se piensa. La prueba de que eso que “comprendió” es parte
de la realidad y no un invento en la propia cabeza, se da en la
comunicación y en la posibilidad de que “otro” como “otro”
repita dicha experiencia con el mismo resultado … por tanto esa
comprensión se torna social y colectiva. No hay conocimiento
individual sino es probado en la realidad y confirmado por la
experiencia de otros que obtienen el mismo resultado de esa prueba en
la realidad.
Como la realidad es inabarcable
en su totalidad … todo o nada refieren al mismo vacío … en tanto
no existe allí conocimiento.
Pero como vivir con la mente
vacía es la misma muerte … ese vacío se llena con otras cosas …
mentiras, mitos, religiones, pseudociencias, creencias varias,
intereses, poder.
El miedo al conocimiento es miedo
a la realidad
Como conocer nos devuelve esa
imposibilidad de saberlo todo, el miedo a lo que falta, que es mucho
mas de lo que se sabe, produce la defensa que distorsiona la
posibilidad, del conocimiento “comprendido” de alguna parte de
esa realidad, en el poder que crea la ilusión de “comprenderlo”
todo en la manipulación de las conciencias para que se sometan a una
versión de la realidad como totalidad o absoluto. Quien intente
desmentir esa visión o comprensión totalitaria, será víctima del
poder (represiones, muertes, torturas, violencias de diversos tipos
juegan en la acción de repartir ese miedo original que nos provoca
la incertidumbre de una realidad que nos es imposible de conocer y
dominar, y que ilusoriamente engañamos, obligando a otros a
someterse a la propia comprensión).
Pero como el saber es
experiencia. Lo que se sabe se sabe. Y la deuda externa argentina es
un ejemplo de esto. Ya habíamos pasado por esto y volvemos a vivir y
repetir una experiencia que debió ser comprendida.
El neoliberalismo en tanto
ejercicio del poder queda perfectamente evidenciado en estas
dinámicas sociales, políticas y de comprensión mentirosa de la
realidad.
Recuerdos del futuro …
Lo que esta sucediendo resulta de
una compleja red de comunicaciones de actores y relaciones del pasado
en su fluir en el tiempo de la historia, que va reflejando, como
imagen en el espejo, cuánto de la realidad en tanto tal y cuánto de
los inventos que imponemos desde el poder, van constituyendo esa
realidad en el presente.
En tanto sostenimiento de
ilusiones, la realidad neoliberal se niega a si misma en tanto
imposible su demostración en la realidad, porque se sabe mentira e
ilusión … Ningún neoliberal se reconocerá como tal. El discurso
imaginario mas común para lograr escaparse de esa “Autoimagen”
que le devuelve la realidad cuando la piensa y se piensa en ella, es
la de liberal, libertario o algún nombre que obstruya la percepción
de la realidad en tanto algo fuera de la propia percepción y de la
propia constitución del yo y de ese absoluto que construí en mi
cabeza para negar lo que realmente ocurre como relaciones y
construcción social, con la naturaleza y con las cosas y con las
cosas que humanos hemos ido creando …
El artilugio se construye sobre
dos elementos que se alimentan reciprocamente y un tercero que lo
impone …
Uno de los elementos se
constituye en la articulación de conceptos sobre el proceso por el
cual cada individuo constituye su individualidad. Se trata del “ego”
como distorsión del “yo”, y de “la libertad” que se despoja
así de su constitución relacional (No soy libre sino me relaciono
en libertad con otro igualmente libre con quien acuerdo que hacer con
las cosas - Naturaleza – Cosa inerte – o con las cosas creadas o
por crear – invento, innovación, herramienta, máquina - ), para
reducirla a la idea de “libre en si” (El ego se cree a si mismo
libre, sin ninguna relación o injerencia de la realidad respecto de
su ilusión de libertad a la que se sujeta para despojarse de la
experiencia que la signa con “otro” en tanto “otro”). “yo
soy yo” y “yo soy libre”, primer artilugio de la ilusión
neoliberal.
El otro elemento es el de excluir
todo pensamiento gregario, socialmente construído, donde la
evidencia de la acción de otros no puede ser negada, por tanto todo
decir, pensar, hacer, sentir tiene que tener firma, rostro,
identidad, “yo”, de lo contrario nos devuelve la realidad de que
sin “otro” el “yo” es un imposible … en tanto realidad como
totalidad imposible. Es el “individualismo” como canon social. Es
la exacerbación de la individualidad, ocultando su carácter
relacional, e imponiendo el ego por sobre el “yo”, fragmentando
la consciencia, imponiendo un “ser” que aleja del pensamiento
consciente y alimenta las ilusiones del “yo libre” “yo mismo”.
Por último la instalación de un
sistema de formas y relaciones que lo confirman como realidad
absoluta, totalitaria. Nadie puede discutir que “yo soy yo” y “yo
soy libre” porque dentro del sistema, puedo “ser lo que yo
quiera” si me esfuerzo y produzco lo suficiente y construyo poder
“egoista” ,“avaro” , exento de “otro”. Montado en una
imaginación teórica y conceptual que jamás tuvo su referencia en
realidad histórica alguna, y por tanto no se reconoce en ninguna
práctica histórica concreta y actual sino por medio de partes de la
realidad que permiten la mentira. Toda mentira tiene aspectos de la
realidad y certezas respecto de ella, caso contrario no serviría
como mentira en tanto, si nada de ella aplica a la realidad, sería
facilmente detectada y rápidamente reconocida como mentira.
La comprensión de la realidad
como en fotos
Como dijimos que el conocimiento
de la realidad nunca es absoluta, una de las formas de comprenderla
es sacando fotos y construyendo una escena o tomando escenas y
construyendo una historia, un relato que deberá ser probado en la
realidad para poder sostenerse como verdad en al certeza de que esa
verdad se cumple como percepción y conocimiento en las experiencias
de muchos …
Un ejemplo de lo ocurrido ayer en
el parlamento Nacional …
Unos minutos antes de las 18
horas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzó su
exposición en la Cámara de Diputados. Mientras el encargado de
renegociar la deuda del Estado nacional explicaba los lineamientos
centrales de la estrategia para abordar la relación con los bonistas
privados y con el FMI, en los pasillos del Congreso, en los palcos,
en las bancas, “pasaban cosas”, como en todas las sesiones.
*Cuchicheo.
Los presidentes del bloque de Juntos por el Cambio no pararon de
hablar durante toda la exposición de Guzmán en el recinto. Mientras
Luciano Laspina tomaba nota, Mario Negri, Cristian Ritondo, Luis
Petri y Maximiliano Ferrarro murmurban por lo bajo. El bloque que
respondió al gobierno de Mauricio Macri decidió no tomar la palabra
en la sesión de hoy y brindar una conferencia de prensa. Pero al
finalizar la exposición de Guzmán parecían con muchas ganas de
pisar el palito y hablar.
*Los
Moyano.
El diputado Facundo Moyano, que hoy forma parte del Frente de
Todos, tras recibir un llamado telefónico de su padre, Hugo, que
casualmente se había ubicado en la bandeja superior del recinto de
la Cámara baja, salió del recinto para ir a verlo. Moyano recibió
a su hijo con un beso y un abrazo. Entre risas, hablaron por más de
15 minutos con el titular del gremio de panaderos, Abel Frutos.
*Carteles.
Los
diputados del FIT Romina del Pla y Nicolás del Caño llegaron al
recinto con dos grandes carteles cuya leyenda rezaba: " No al
pago de la deuda, fuera del FMI". Los referentes que están
totalmente en contra de la reestructuración de la sostenibilidad de
la deuda fueron acompañados por la movilización puertas afueras del
Congreso. Sus carteles fueron los únicos en el recinto.
*Los
aplausos a Guzmán. El
ministro de Economía ingresó al recinto presentado por Sergio
Massa, quien presidió la sesión informativa “sui generis” de
este miércoles. A lo largo de su exposición hubo algunas ovaciones,
del Frente de Todos, al funcionario, ya que se trató de mantener un
clima serio. Sin embargo, los aplausos surgieron en dos tramos del
discurso. Las frases celebradas por el oficialismo fueron: “No
vamos a permitir que los fondos de inversión extranjera marquen la
pauta de la política económica” y “todos vamos a tener que
definir de qué lado estamos, nosotros estamos del lado de la gente”.
*Presencias
en los palcos.
La cantidad de invitados que tuvo la sesión informativa del
ministro de Economía, Martín Guzmán, fue similar a la que
tiene la asamblea legislativa que se hace todos los años cuando el
presidente de la Nación abre el periodo de sesiones ordinarias en el
Congreso. En las bandejas del primer piso del recinto se ubicaron por
sector los empresarios, gremios, representantes del Banco Central e
intendentes. La CGT uso doble palco, en uno se ubicó la cúpula del
sindicato de trabajadores con Héctor Daher y Carlos Acuña en el
balcón de al lado estuvo el camionero Hugo Moyano, junto al titular
del gremio de Panaderos, Abel Frutos. El sector empresarial eligió
el palco del medio. Allí siguieron la palabra del ministro José
Urtubey (UIA), Daniel Funes de Rioja (UIA), Cristiano Ratazzi (FIAT)
y Jorge Brito (Banco Macro). Al salir del recinto, los empresarios
apostaron a brindar un voto de confianza al gobierno nacional en su
plan de acción: “Se está hablando en serio de que se puede crecer
para pagar la deuda”, sostuvo Brito.
Cerca del estuvo parte del
gabinete de Alberto Fernández. Se pudo ver a los ministros Daniel
Arroyo (Desarrollo Social), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y
Claudio Moroni (Trabajo). También estuvieron la vicejefa de
Gabinete, Cecilia Todesca; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó Del
Pont.
Una mente brillante
Guzmán se mostró seguro, preparado y mantuvo el mismo tono durante toda la exposición. Sin entrar en chicanas, se respaldó de los apuntes que tenía en el escritorio que desde los palcos de prensa se pudo visualizar que fueron escritos por el mismo ministro. En una de las bancas del recinto lo escuchaba atentamente un ex compañero de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata. El diputado de la oposición lo recordó como una “una mente brillante” y hasta mencionó que en alguna oportunidad usos sus apuntes.
Para que las fotos constituyan
un relato que sea coherente y pasible de certeza, debe contener
conceptos claros y basarse en datos que permiten evidencias respecto
a esa parte de la realidad a la que acceder …
¿Qué es una reestructuración?
Significa que el gobierno
reconoce no tener los recursos suficientes para hacer frente a los
sucesivos vencimientos de deuda que enfrenta en los próximos años.
Ante eso, la solución que ofrece es la de "reestructurar"
las condiciones del pago de la deuda, con el objetivo de poder
afrontarlas y evitar la cesación de pagos (el famoso "default").
¿Cómo llegamos a esto?
Por los mismos motivos que las
otras veces: un excesivo endeudamiento en moneda extranjera. Es
importante la aclaración sobre el uso desmedido, porque si bien
tiene sus riesgos, utilizada de manera responsable forma parte de las
herramientas de política económica con las que cuenta cualquier
país del mundo.
En condiciones normales, los
países financian la mayoría de los vencimientos por medio de la
colocación (o "roll over") de nueva deuda. Por ende, si
las emisiones de deuda son superiores a los desembolsos, el stock de
la deuda pública aumenta (que es lo mismo que decir que se
incrementan los vencimientos futuros). Lo contrario sucede cuando se
paga más deuda de la que se contrae, con la salvedad de que de algún
lado se deben haber obtenido los recursos en dólares para poder
afrontar dichos pagos. Para el caso argentino, el único flujo
significativo de recursos en moneda extranjera con que se cuenta son
las exportaciones de bienes y servicios.
Para que este proceso sea
sostenible en el tiempo, es decir que se pueda mantener sin
sobresaltos, la emisión de deuda en moneda extranjera no puede
aumentar sistemáticamente por encima de los vencimientos y de las
exportaciones. Si esto sucediera, más temprano que tarde la economía
se encontraría en una situación donde no tendría los recursos
suficientes para afrontar los pagos. En realidad, antes de que eso
sucediera, los prestamistas se anticiparían, dejando de tomar la
deuda argentina ya que se darían cuenta que la economía va camino
al default.
Esto fue precisamente lo que
sucedió en 2018, y que llevó al gobierno a acudir al FMI (que por
algo se lo define como el "prestamista de última instancia").
Previo a eso, en poco más de 2 años el gobierno había emitido
deuda en moneda extranjera por casi USD 90.000 millones de dólares,
una cantidad sin precedentes en tan poco tiempo (tanto en 2016 como
en 2017 Argentina fue el país emergente con mayor cantidad de deuda
contraída). Como muestra el gráfico a continuación, el salto en
relación a la capacidad de generar recursos en dólares (las
exportaciones) también fue notable, dando los primeros indicios de
insostenibilidad de este proceso.
Nota:
Se tomaron solo las colocaciones de bonos en moneda extranjera y la
emisión neta de letras del tesoro. No se incluyó el préstamo con
el FMI.
A partir del acuerdo con el FMI,
comenzó la larga letanía del camino inexorable hacia la
reestructuración. Ni siquiera habiendo logrado el préstamo más
grande en la historia del organismo, por más de USD 51.000, alcanzó.
A partir de ese momento, el gobierno nunca pudo convencer a los
acreedores de que tenía la capacidad para pagar toda la deuda, algo
que terminó de materializarse en 2019 con la postergación del pago
de las letras del tesoro.
Llegamos así a la actualidad.
Tras la salida de Macri, el gobierno de Alberto Fernández anuncia
que no se encuentra en condiciones de pagar el total de la deuda.
Entonces, la solución para evitar el default es lograr una
reestructuración de la deuda en común acuerdo con los acreedores.
En la práctica, esto significa que el gobierno les ofrezca (y ellos
acepten) un canje de deuda que implique redefinir el esquema de los
pagos futuros de modo que sean compatibles con la capacidad de pago
de la economía argentina.
¿Por qué no defaultear
directamente? Primero, porque la deuda es un contrato, y como tal, su
incumplimiento permite la acción legal por parte de los acreedores
(aunque claro, eso les demanda tiempo y dinero). En segundo lugar,
porque la cesación de pagos también tiene costos reputacionales: en
lo inmediato el cierre total a cualquier posibilidad de conseguir
financiamiento, aunque luego de su resolución también puede haber
consecuencias más duraderas, como por ejemplo un costo de
financiamiento más elevado en relación al resto de los países.
¿Y por qué los acreedores
aceptarían una reducción de sus pagos?
Porque si no aceptan, corren el
riesgo de que no les paguen nada, lo cual sería el peor escenario
posible para ellos. Por eso ahora comienza un proceso bastante arduo
de negociación, donde cada parte va a tratar de obtener el mayor
beneficio, pero a la vez buscando no tensar demasiado la cuerda y que
se rompa (lo de la Provincia de Buenos Aires sirve como muestra).
Para entender esto, lo mejor es
utilizar lo que en economía se conoce como "teoría de los
juegos". Porque, efectivamente como su nombre lo indica, esto
puede ser analizado como un juego donde cada uno debe definir cuál
es su mejor estrategia de acción, teniendo en cuenta la probable
decisión del adversario. No es casualidad que hace unos días el
presidente haya usado la misma analogía.
Utilicemos el más conocido, que
es el juego de la gallina. Imaginate dos autos enfrentados yendo a
toda velocidad. La idea del juego es analizar qué sucede a medida
que se acercan cada vez más. Hay dos posibilidades: alguno de los
dos se asusta y pega el volantazo, o chocan y pierden los dos (eso
representaría la situación de default).
Uno podría pensar que la clave
en este juego es el temple, la dureza para negociar, porque es lo que
permite no doblar antes que el otro. Sin embargo, lo más importante
es la capacidad de análisis, no solo teniendo en cuenta las
habilidades del propio jugador y sus "cartas" para
negociar, sino también las del contrincante, y en función de eso
anticipar cuál es la mejor estrategia a implementar en función de
la probable respuesta del rival.
Por ejemplo, del lado de los
acreedores es evidente que su mejor jugada no es rechazar toda
propuesta de canje que realice el gobierno, ya que eso conduciría
indefectiblemente al default y entonces no cobrarían nada. Otro
sería el caso, como sucedió en la Provincia de Buenos Aires, si la
amenaza de default no resultase creíble para los acreedores. Ante
ese escenario, cobraría más fuerza la posibilidad de rechazar todas
las propuestas, apostando por el cobro total del desembolso.
¿Quita o reperfilamiento?
Una de las principales cuestiones
que surgió a partir del anuncio del Ministro de Economía Martín
Guzmán es qué tipo de reestructuración le va a ofrecer a los
acreedores. Éstas son, a grandes rasgos, dos: la reestructuración
con quita (de capitales y/o intereses) o el reperfilamiento.
Como su nombre lo indica, la
quita implica una reducción de los pagos de la deuda. Si (la mayoría
de) los acreedores aceptan dicha quita, el gobierno realiza un canje
donde les intercambia los títulos de deuda anteriores por unos con
las condiciones nuevas. Existe un sinfín de variantes, aunque las
variables principales a tener en cuenta son si hay i) reducción y/o
ii) aplazamiento de los pagos de iii) capital y/o iv) intereses. A
partir de eso, se determina el monto total de quita que se realiza
sobre la deuda original.
Por ejemplo, supongamos un título
que vencía dentro de un año (pagando todo el capital al final) y
que además otorgaba dos pagos semestrales del 5% de interés. Para
hacer números sencillos, supongamos que el acreedor tiene 100
unidades, con lo cual recibía 5 dólares a los seis meses y luego
100 + 5 dólares a fin de año. Si el canje fuera por un título que
paga en las mismas fechas pero que paga 80 dólares de capital,
entonces la quita sería del 20%, mientras que si solo redujera la
tasa de interés al 2% la quita sería de alrededor de 6% (porque en
lugar de recibir 110, obtendría 104 dólares). Otra alternativa
podría ser mantener la misma reducción de la tasa de interés del
caso anterior, pero además aplazar el pago del capital por 4 años.
Esto conlleva una quita implícita adicional, porque no es lo mismo
cobrar el año que viene (el mismo monto) que dentro de 4 años. El
tiempo es dinero.
El reperfilamiento tiene una
lógica parecida, con la salvedad de que se respetarían los montos
originales, tanto del capital como de los intereses. Siguiendo con el
ejemplo anterior, esto significaría un canje por un título que paga
el 100% del capital original y mantiene la tasa del 5% de interés,
pero que en lugar de pagarse el año que viene se aplaza por una
determinada cantidad de años. De nuevo, eso conlleva una quita
implícita por la extensión de los plazos (cuyo cálculo depende de
la tasa de descuento que tenga el dinero), aunque resulta claramente
más atractiva para los acreedores ya que se respeta el total del
monto adeudado.
Como para tener una idea de las
posibilidades, siempre es bueno mirar lo que pasó en casos
anteriores. En esta investigación, los autores analizaron los 180
casos que hubo de reestructuración de deuda en moneda extranjera
durante el período 1970-2010. El gráfico a continuación resume
todo los casos en función del tipo de acuerdo y de la quita
obtenida.
Como se puede observar, los
reperfilamientos casi siempre presentan una reducción de la deuda
menor. Según los autores, la quita promedio fue del 24% para esos
casos, mientras que para las reestructuraciones con quitas de capital
y/o intereses fue del 65%. Por otro lado, también es interesante
destacar que la mayoría de los casos recientes fueron
reestructuraciones con quita, mientras que los reperfilamientos
fueron más comunes en la década del '80.
¿Cuál de la dos conviene?
Como siempre respondemos los
economistas, depende. La decisión recae en el gobierno, que es el
encargado de realizar la oferta del canje, y para eso tiene que tener
en cuenta distintas variables. La primera y más importante, es que
para que la negociación sea exitosa tiene que ser creíble. Y que
sea creíble significa que, de lograrse el acuerdo, eso despejaría
cualquier duda acerca de la posibilidad de no volver a pagar en el
futuro cercano (nadie aceptaría un acuerdo si espera que a los dos
años vuelva a pasarle lo mismo).
Ahora bien, hay dos maneras de
lograr eso. La primera es obtener una reducción de la deuda lo
suficientemente grande que permita ser financiada con recursos
propios. El problema de esto es que los acreedores no van a quedar
muy contentos y por ende es probable que pase mucho tiempo sin que
vuelvan a prestarnos y además que algunos litiguen contra el país
buscando que les paguen el total original (algo así sucedió en la
reestructuración de 2005).
La otra alternativa es ir por una
reestructuración más "amistosa", que probablemente sea
una combinación de extensión en los plazos con algo de quita, pero
que permita recuperar más rápidamente el (re)acceso a los mercados.
Por ejemplo, en el trabajo previamente citado los autores encuentran
que en los casos donde la quita fue menor al 30%, los países tienen
una probabilidad del 65% de recuperar el acceso a los mercados a los
2 años, mientras que si la quita es del 30-60% se extendería hasta
los 7 años, y si supera ese monto llevaría más de 13 años.
Por lo poco que se sabe hasta
ahora, parecería que la opción más probable es esta última. El
desafío del gobierno va a ser lograr ese milimétrico equilibrio
donde la propuesta sea lo suficientemente atractiva para los
acreedores y que al mismo tiempo a segure las condiciones de repago
de la deuda.
¿Qué hay que seguir?
Hace unos días Guzmán anunció
el cronograma con los pasos a seguir. La semana que viene recibe a la
misión del FMI, donde analizarán los lineamientos de la propuesta y
luego eso será presentado ante el Congreso (del 12 al 17 de
febrero). Tras su aprobación, habrá un período de 10 días en
donde se reunirá con los principales grupos de acreedores para
presentarlas y discutir la propuesta.
Finalmente, durante la segunda
semana de marzo se llevará a cabo el lanzamiento de la propuesta
formal, donde habrá 15 días para que los acreedores decidan si
aceptan o no. De este modo, para fines de marzo sabremos si se logra
la reestructuración o si habrá una segunda temporada.
La
realidad es que esta historia con otros actores y en otro contexto,
ya la vivimos los argentinos. El neoliberalismo adhiere así otro
elemento a su ilusión para sostener el privilegio de un pequeño
grupo de mortales sin patria y sin bandera manejando pequeños grupos
de mortales, en cada territorio Nacional, para ejercer el poder de su
representación sin mostrarse directamente … el de “vive Hoy”,
“el pasado no importa” “lo que hagas para mañana define lo que
eres” y tanta mentira en torno a un “ego” que debe despojarse
de la historia y del pasado y de la comprensión y el conocimiento de
la historia para constituir su felicidad presente en la
ignorancia y la manipulación de la que es objeto, repitiendo
historias como si fueran nuevas, remains con giros de “actualización”
yoíca para engañar diciendo, en esas diferencias sin sentido,
aquello que le insertan sentido a los desarrollos humanos en la
historia y en los territorios, con las identidades colectivas y
sociales que nos signan y el sentido de conjunto que la construye con
valor y haciéndonos parte de algo que nos trasciende como individuos
para hacer historia en el nosotros, para nosotros (Inclusivo,
solidario, nacional, popular, latinoamericano …) y para la mejor
vida y dignidad de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos …
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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