Viernes 28 de febrero de 2020

El Gobierno logró aprobar la ley que baja las jubilaciones a los jueces y diplomáticos en una polémica sesión que empezó con el quórum justo y la ayuda clave de Daniel Scioli, que pese a haber sido designado embajador en Brasil asistió a su banca y permitió llegar a 129.

Cambiemos se retiró y a través de su jefe Mario Negri anticipó que denunciará en la justicia la idoneidad de la sesión. Recordó que el bloque rechaza los haberes previsionales de hasta 400 mil pesos que cobran los jueces pero que negoció sin éxito una cláusula para evitar que renuncien para jubilarse rápido y dejen los Tribunales vacíos.



El quórum estuvo al límite porque faltaron tres propios (Magdalena Sierra, Liliana Yambrun y Walberto Allende) y nunca llegaron 7 de los 11 diputados del interbloque federal, que sólo aportó los cuatro diputados cercanos a Juan Schiaretti.  Alejandro "Topo" Rodríguez y Enrique Estevez llegaron cuando la sesión ya había comenzado.
Pasada media hora, Máximo Kirchner y Cristina Álvarez Rodríguez caminaban por las escaleras esperando llegar a los 129: faltaban varios propios y sólo los ayudaban los dos de izquierda (Romina del Plá y Nicolás del Caño) y la neuquina Alma Sapag.  

Fue necesaria una prórroga de 15 minutos para que llegaran los 8 de Unidad Federal para el Desarrollo, el bloque de José Luis Ramón, y los 4 cordobeses y el arribo con demora de Edurado Valdés y con la fueguina Mabel Caparros.  

La ley aumenta 7% los aportes de los jueces y diplomáticos y les reduce la jubilación inicial, al no computarse más como el 82% del último año, sino de los salarios percibidos los últimos 10, actualizados al momento del cese. 

Con los votos justos, el oficialismo tuvo que ceder al reclamo del gremio de Julio Piumato (UEJN) y de la diputada kirchnerista Vanesa Siley (Sitraju) y sumó a las categorías de prosecretario y jefe de despacho entre los sostenidos en el régimen especial de magistrados. 

Fue también una propuesta de Ramón y el ministro de Trabajo Claudio Moroni, en el plenario de comisiones de este miércoles, les había sugerido hacer una caja compensatoria propia, pero sin los números claros, Máximo y Massa tuvieron que ceder.



Las asociaciones de fiscales y magistrados rechazaron la ley y anticiparon una lluvia de amparos, que ahora tendrá como nuevo argumento la presencia de Scioli. Para restarle argumentos, uno de los cambios al proyecto fue que no se subirá hasta 65 años la edad jubilatoria de las mujeres, pero sí la de los hombres. También se eliminaron los artículos que permitían a los jubilados seguir activos si eran convocados para cubrir reemplazos.

El presidente Alberto Fernández cuestionó este viernes el planteo opositor respecto del proyecto de ley para modificar las jubilaciones de privilegios: desmintió que tenga " interés en que los jueces renuncien y se vayan" y recordó que un juez de la Corte "gana tres o cuatro veces más que lo que gana el Presidente o un senador". Adelantó que enviará un proyecto de reforma de la justicia federal la semana próxima.

Es un avance a favor de la igualdad. Yo no induzco a nadie a jubilarse, no tengo ningún interés en que nadie renuncie o se vaya. Si resulta que es más importante privilegiar su bolsillo que el servicio de justicia también tienen el derecho a hacerlo, pero nadie busca semejante cosa”, aseguró sobre el debate en diputados de los cambios en las jubilaciones de los jueces.


Fernández opinó que la oposición se manejó con una "desvergüenza asombrosa", luego de que ayer los diputados de Juntos por el Cambio se retiraran del recinto donde se debatía la ley en la Cámara de Diputados. Y cargó contra la postura de Cambiemos de acusarlo de atacar al Poder Judicial cuando fue el gobierno de Mauricio Macri el que tuvo la intensión de “colonizar la justicia”. “No sólo han manejado la Justicia a su antojo, sino que convirtieron jueces ordinarios en camaristas, quisieron poner jueces ordinarios en tribunales federales y manejaron el Consejo de la Magistratura a su antojo. ¿Ahora quieren explicarme a mí? A mí, no. Yo sé lo que pasa en la Justicia”, sostuvo.

"El país está pasando por un momento muy difícil, entonces esos regímenes son insoportables, simplemente desde la lógica, porque que haya jubilaciones promedio de 350 mil pesos, y otras que están cerca de los 700 mil es de un costo fiscal altísimo", puntualizó y explicó: “Personalmente es un tema que conozco mucho, porque soy hijo de un juez. En los últimos años ha ocurrido que los jueces han logrado tener sueldos muy importantes. Muy distintos al del resto de la administración. Hoy un juez de la corte gana 3 o 4 veces lo que gana un presidente o un senador”.

El Presidente también afirmó que convocaron a los miembros del Poder Judicial para debatir la ley, aunque encontraron "una resistencia muy grande", y agregó que el presidente del Consejo de la Magistratura le llevó una propuesta que incorporó (la de cambiar las edades jubilatorias), también para "tratar de darle certezas a algunas dudas que tenían".

 Reforma judicial. “Estamos trabajando sobre la reforma judicial que busca que esto funcione mejor. La justicia argentina necesita una revisión, llegamos a un punto donde no está funcionando bien”, adelantó y detalló que el proyecto que enviará la semana próxima “trata de poner orden en el funcionamiento de la justicia que le corresponde al estado nacional, que es la justicia federal. También qué hacemos con los tribunales ordinarios de la Ciudad; hay que traspasar ciertas jurisdicciones que vienen demoradas”.

El fiscal federal Enrique Senestrari se mostró a favor del proyecto de ley que impulsa el gobierno de Alberto Fernández para modificar los regímenes especiales de jueces y diplomáticos, que ayer obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados, y consideró que los integrantes del Poder Judicial -entre los que se incluye- "son unos privilegiados".

El magistrado, que integra Justicia Legítima, la agrupación de jueces afín al kirchnerismo, dijo en declaraciones radiales a Cadena 3 que cobra 598 mil pesos en bruto y 498 mil pesos en mano tras los descuentos.

"Es hora de que los miembros, los magistrados de la Justicia acepten que somos parte de la sociedad y no podemos tener tantos privilegios. No podemos estar siempre por fuera de las decisiones que afectan al pueblo", dijo Senestrari.

Cifras de los privilegios


El presidente de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, Marcelo Casaretto, aportó cifras para fundamentar el proyecto. Precisó que actualmente hay 17.622 trabajadores activos del Poder Judicial que aportan, en promedio, 32.000 pesos al sistema previsional. Los pasivos son casi 7.000, cuyo haber promedio es de 272.000 pesos.

El legislador contó que hay jubilaciones de jueces que llegan hasta los 770.000 pesos por mes. Dijo puntualmente que hay cuatro jubilaciones otorgadas por 750.000 pesos, y ocho por 700.000. Detalló además que otros 2.265 retirados de cargos judiciales jerárquicos están por encima de los 300.000 pesos.

En el régimen general hubo una movilidad del 51%, ¿y cuánto aumentaron los beneficios de quienes están en el Poder Judicial? El 67,8%. O sea que en una situación de emergencia de la Argentina, el sistema judicial tuvo 18 puntos de aumento por encima de los beneficiarios del sistema general”, puntualizó Casaretto.

Leopoldo Moreau, a cargo de cerrar el debate antes de someter a votación el proyecto, afirmó que “es indignante que algunos representantes del Poder Judicial diciendo que venían a defender la Constitución y apoyan todos estos privilegios”.

Venimos a tratar de poner en orden el sistema de seguridad social. Queremos recomponer el sistema público de reparto para que no se lo lleven puesto”, advirtió Moreau.

Tras ser aprobado por la casi totalidad de los presentes, excepto las dos abstenciones antes mencionadas, la propuesta legislativa fue enviada al Senado. La reforma establece una nueva fórmula para calcular el haber jubilatorio inicial, con la mira puesta en reducir el déficit fiscal que provocan los regímenes especiales tanto del Poder Judicial como del Servicio Exterior.

El bloque de Juntos por el Cambio está en plena polémica y parece claro que no habrá denuncia penal ni contra Daniel Scioli y menos aún contra el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Varios legisladores ofuscados hicieron un anuncio de esa naturaleza al final de la sesión en la que se dio media sanción a la modificación de las jubilaciones de privilegio de jueces y diplomáticos , pero todo se está diluyendo. La postura mayoritaria hasta el momento es que se presente un pedido de nulidad dentro de la propia Cámara baja, algo casi simbólico. Hay integrantes de la Coalición Cívica que sí quieren ir a tribunales, pero la mayoría piensa que cualquier planteo será rechazado por la justicia y, además, "los casos de la política deben ser resueltos por la política", le dijo a este diario uno de los principales referentes del bloque opositor. 

 
Desde el punto de vista legal, cualquier presentación parece tener poca chances. Como bien explicó el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, un diputado sólo deja de serlo cuando su renuncia es aceptada por el cuerpo. En este caso, Daniel Scioli tiene el acuerdo del Senado para ser embajador en Brasil, todavía no se publicó el decreto de su designación, no presentó la renuncia y, obviamente, no fue aceptada por el pleno. Cuando esto último ocurra, jurará en su lugar Claudia Bernazza, quien por supuesto habría dado quorum este jueves, como ella misma lo dijo públicamente. 
 
La discusión entre los opositores

Aún así, integrantes de la Coalición Cívica insistían en que había que hacer una denuncia penal contra Scioli y contra Massa, azuzados por los sectores duros de Juntos por el Cambio . Sin embargo, los dos hombres claves del bloque, Mario Negri y Cristian Ritondo, están rotundamente en contra. De manera que no habrá ninguna presentación unificada en la justicia, pero sí puede haber integrantes sueltos que den semejante paso.

En Juntos por el Cambio, de todos modos, no dan el brazo a torcer. Afirman que Scioli dijo que va a asumir como embajador el 3 de marzo, o sea el martes próximo, y que presentará la renuncia el lunes. La oposición alega que siguiendo el razonamiento del propio Scioli, entonces estará en funciones de embajador siendo diputado porque el martes no se habrá producido la sesión de aceptación de esa renuncia. Además, insisten en que el ex gobernador bonaerense viajó a Brasil con los gastos pagos por la Cancillería, de manera que ya estaba en funciones. De todos modos, admiten que desde el punto de vista legal los argumentos tienen poca entidad: la Constitución es taxativa, Scioli sigue siendo diputado y está habilitado para debatir y votar.

El camino intermedio

Hay una posición intermedia en el bloque opositor que consiste en hacer un planteo de nulidad --no una denuncia penal-- en el fuero contencioso administrativo, que es el que se ocupa de los litigios en el Estado. Tiene el condimento de judicializar la política, pero no pone sobre la mesa una acusación violenta como sería encuadrar el caso en algo así como un fraude o una estafa.

De todas maneras, la postura mayoritaria pasaba este viernes por hacer un planteo de nulidad en la propia Cámara de Diputados. Requerir que se pronuncie el Comité de Ética o que se establezca una comisión reglamentaria que revise la cuestión. Está claro que este camino consiste en amortiguar el conflicto y reconocer que la media sanción es un hecho.

Lo fundamental de la posición mayoritaria es que sentaría, al menos en este caso, un principio de importancia: que los conflictos de la política los debe arreglar la política. Parece grotesco que los diputados tengan que recurrir a los jueces para algo tan elemental como una polémica reglamentaria en una de las cámaras. Lo que sucede es que, según parece, el ritmo de la confrontación lo marcan los grandes medios que, en forma permanente, le reclaman a los opositores que vayan por todo, en absolutamente todos los terrenos.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack 



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