Viernes 12 de junio de 2020

Mientras para el Fondo Monetario Internacional (FMI), el buen devenir de la post pandemia depende de la capacidad para fortalecer el sistema financiero y hacerlo resiliente, Líderes latinoamericanos proponen reformas urgentes en la OMC para reducir impacto del Covid-19 en el comercio internacional. 
 

Algunos analistas sostienen que las semanas de confinamiento protagonizadas por formas de comunicación que seguramente se mantendrán en el futuro; horas de formación que deben ayudar a afrontar con más fuerza la recuperación; y la consciencia de que no hay economía fuerte sin un sector industrial más eficiente, más productivo y más sostenible. Las tecnologías que definen la Industria 4.0 parecen erigirse como la base sobre la que construir un futuro digital que si bien ya muchos habían anunciaban debía llegar, ahora se hace necesario para sobrevivir.

Los tiempos excepcionales exigen medidas excepcionales. En respuesta a la COVID 19, el FMI ha movilizado, con una velocidad y en una magnitud sin precedentes, asistencia financiera para ayudar a los países a proteger vidas y medios de vida. Sin embargo, lograr que la economía se estabilice y la recuperación sea sostenible exigirá algo más que asistencia financiera. Para que la recuperación sea sostenible, las autoridades económicas tendrán que fortalecer las instituciones económicas que posibilitan políticas inclusivas y resilientes.

Integrar el fortalecimiento de las capacidades con el apoyo financiero

Actualmente, los gobiernos se enfrentan a decisiones difíciles en materia de políticas, pero muchos de ellos carecen de bases sólidas de conocimientos económicos y técnicos para diseñar e implementar las políticas necesarias. Observemos, por ejemplo, el impacto de la COVID-19 sobre los presupuestos nacionales, que incluye grandes presiones de gasto, la pérdida de ingresos fiscales y un mayor nivel de deuda. Esto hace que sea aún más difícil avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial para los países más frágiles y vulnerables.

Por esta razón, el FMI ha proporcionado un apoyo inmediato y en tiempo real, en forma de fortalecimiento de las capacidades y asesoramiento de política económica, a más de 160 países para que hagan frente a problemas urgentes, por ejemplo en materia de gestión de tesorería, supervisión financiera, ciberseguridad y gobernanza económica. El apoyo financiero del FMI está siempre vinculado a conversaciones directas y regulares con las autoridades económicas a fin de fortalecer la capacidad para abordar estos problemas. Hasta la fecha, más del 90% de los países que han solicitado financiamiento de emergencia relacionado con la pandemia han recibido también apoyo para el fortalecimiento de las capacidades en forma de asesoramiento técnico activo, herramientas prácticas y capacitación orientada a la formulación de políticas.


Fortalecer las finanzas públicas y la gestión de la deuda
La continuidad de las operaciones y la protección del flujo de ingresos son fundamentales para que los gobiernos movilicen con rapidez sus recursos internos y puedan mantenerlos. Además, a medida que los países aumentan su gasto de emergencia, también quieren tener marcos institucionales sólidos y una buena gobernanza, para que el dinero llegue rápidamente a quienes más lo necesitan, en especial cuando se trata de gastos sanitarios y sistemas de protección social. El FMI ha trabajado con administraciones tributarias y oficinas presupuestarias de muchos países para ayudarlos a restablecer las operaciones y fortalecer el apoyo a las empresas y a las personas, sin comprometer las salvaguardias ni la rendición de cuentas.

Un reto incluso mayor para las autoridades económicas es la gestión de la deuda, debido al deterioro de las finanzas públicas y al aumento de los costos de financiamiento. El FMI ha proporcionado un alivio inmediato del servicio de la deuda a 27 de sus países más pobres y, junto con el Banco Mundial, ha liderado la petición para que los principales acreedores bilaterales suspendan los pagos del servicio de la deuda para los países más pobres. Administradores de deuda de todo el mundo tratan de resolver cuestiones estratégicas, de registro y de gestión en el contexto de la COVID-19, y trabajan con expertos técnicos del FMI para revisar y actualizar sus sistemas y estrategias de gestión de la deuda. Un elemento importante de este proceso son los datos, ya que proporcionan información fundamental para analizar la crisis y las consiguientes necesidades de financiamiento. Para poder gestionar bien la deuda, las estadísticas son fundamentales. También, se han elaborado breves videos de microaprendizaje para el canal de YouTube del Instituto del FMI que abordan cuestiones relacionadas con los datos de la deuda del sector público.

Los gobiernos empiezan a moverse hacia la reapertura con prudencia, y contar con instituciones económicas más sólidas les permitirá analizar mejor los retos generados por la pandemia y reanudar los esfuerzos mediante políticas que promuevan oportunidades para toda su población, como la lucha contra la desigualdad, la adopción de medidas frente al cambio climático y el aprovechamiento de las tecnologías digitales.

Mantener una colaboración estrecha

La adaptación a nuevas formas de trabajar es territorio desconocido para todos. El FMI es consciente de ello y está poniendo en marcha plataformas virtuales que faciliten el intercambio de conocimientos, entre otras, un observatorio de políticas que recopila las medidas adoptadas por 196 economías para contrarrestar el impacto de la COVID-19. Sobre la base de las décadas de trabajo conjunto con los países, hemos elaborado 45 notas de series especiales que ofrecen a los países una orientación práctica sobre los elementos básicos de los desafíos comunes de política económica relacionados con la crisis. Hemos ampliado los cursos en línea gratuitos para aumentar el acceso global a los conocimientos especializados del FMI en temas como la política fiscal, la inclusión financiera y la gestión macroeconómica. El FMI también está haciendo uso de su red mundial de centros regionales de capacitación para responder con rapidez a las necesidades de emergencia de los países y asegurar una coordinación más estrecha con otras entidades que apoyan su desarrollo.

Por mis funciones anteriores como responsable de la formulación de políticas, conozco de primera mano el importante papel que pueden desempeñar las instituciones económicas en el diseño de políticas que tengan un impacto en la gente. La ardua tarea de fortalecer la base de conocimientos económicos no es glamorosa, pero es la que puede tener un mayor impacto a largo plazo en el bienestar económico y social de las personas. A medida que el mundo emerge del Gran Confinamiento, las autoridades económicas y los socios que apoyan el desarrollo de los países deben tener como principal prioridad la reconstrucción de instituciones más sólidas y resilientes.

Tras sufrir los embates de la guerra comercial entre Estados Unidos y China durante gran parte de 2019, este 2020 el comercio mundial libra otras batallas mucho más duras: el COVID-19 y la reciente renuncia del director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el brasileño Roberto Azevedo, en medio de una crisis económica que llevará a la mayor contracción de la actividad económica en la historia de América Latina.

Tal es la amenaza que el escenario para el comercio mundial es bastante pesimista. Según proyecciones de la propia OMC, se estima que este año el volumen del comercio internacional, del que América Latina depende en gran medida, caería entre 13% y 32%, teniendo graves consecuencias en los países de la región.


Ante ello, un grupo de académicos, economistas, exdiplomáticos, expresidentes y ministros de diferentes países latinoamericanos y europeos suscribió el documento de análisis y propuestas sobre América Latina y el Nuevo Orden Internacional “Presencia es esencia. América Latina debe concertarse para participar activamente en la construcción del orden mundial post crisis”.
Las proyecciones indican que nuestra región marcha hacia una contracción del producto estimada en 5,2%. Será la peor en la historia de sus cuentas nacionales. Tal destrucción de riqueza y empleo, en dimensiones prácticamente desconocidas, aparejará un importante retraso en el proceso de desarrollo y en el común combate a la pobreza y la desigualdad. La caída en las exportaciones afectará nuestras exportaciones, habrá menos empleo, impactará en las cuentas públicas y el financiamiento de los sistemas de seguridad social y traerá repercusiones sociales”, dice el documento que tiene entre sus firmantes al expresidente de Chile Ricardo Lagos, a Ernesto Zedillo, exmandatario mexicano, a Enrique Iglesias, expresidente de BID, entre otros.

América Latina está así, nuevamente, ante el reto de contribuir a establecer las normas o simplemente tener que aceptarlas. Este desafío es aún mayor cuando en el horizonte se vislumbra un escenario de confrontación geopolítica, similar al que nuestra región vivió y sufrió en las décadas de la Guerra Fría”, dice el documento.

La exministra de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Magali Silva, también ha suscrito este documento a fines de mayo. “En 2019 el volumen del comercio internacional se contrajo en 0,1%, por primera vez casi no creció, lo cual indica que no hubo este dinamismo que se había observado en la década anterior. Para este año las proyecciones de la OMC son realmente trágicas”, dice.

Hace más de un año presentamos una carta en rechazo a las medidas proteccionistas de Estados Unidos y China porque los firmantes somos firmes creyentes de las bondades que ha tenido el comercio para combatir la pobreza a través de fuentes de inversión y sobre todo la cooperación. En esta carta proponíamos que se adelante la propuesta de reforma de la OMC que es el organismo multilateral que tiene en sus bases la capacidad de promover los consensos e iniciativas que ayuden a derribar las barreras que existen en el comercio”, dice Magali Silva. “Luego vino el detonante de esta renuncia del director general de la OMC, que además es un latinoamericano, un brasileño y sentimos que América Latina podría perder presencia ante cambios en la administración. Por ello decidimos redactar este nuevo documento y pronunciarnos sobre las preocupaciones latentes que tenemos”.

Propuestas concretas

El documento  “Presencia es esencia” ha sido refrendado por más de 100 personas, entre políticos, economistas y académicos de diversas áreas quienes han formulado una serie de propuestas para encarar la actual crisis económica producida por la pandemia.

América Latina está así, nuevamente, ante el reto de contribuir a establecer las normas o simplemente tener que aceptarlas. Este desafío es aún mayor cuando en el horizonte se vislumbra un escenario de confrontación geopolítica, similar al que nuestra región vivió y sufrió en las décadas de la Guerra Fría. Este contexto puede ser fuertemente adverso y condicionante para una sólida y rápida recuperación económica. Debemos rechazar falsas oposiciones y convocarnos a una concertación mínima que asegure nuestra proyección internacional”, dice el documento.

La exfuncionaria peruana apunta que la renuncia de Roberto Azevedo a la OMC en plena crisis económica –que será efectiva a partir del primero de septiembre– podría hacer que América Latina pierda presencia en este organismo multilateral.

Asimismo, este acuerdo señala que Latinoamérica debe tomar conciencia y promover que sin un comercio internacional fluido no existirá un sólido crecimiento económico, al igual que sin instituciones fuertes a nivel global y regional no existirá la predictibilidad necesaria para que prosperen el comercio y las inversiones.

Otra de las propuestas –que serán presentadas a los gobiernos, parlamentos, organismos del sistema multilateral y de integración regional– destaca que la actual situación de crisis global, debe dar lugar a un liderazgo latinoamericano renovado, con personas e ideas que nutran con un nuevo impulso las instituciones multilaterales y regionales. “Se precisa de un grupo de mujeres y hombres que puedan apoyar una defensa y reforma de la OMC, de la UNCTAD y del CCI, pero también con igual espíritu velar, defender y revitalizar las instituciones regionales que hacen estrechamente a la integración regional, como son la Cepal, la Aladi y el BID, ellas también sujetas a recambio de sus liderazgos, en mayor o menor plazo”, se incluye en el documento.

Lo que se necesita es una reforma urgente del sistema multilateral del comercio que se hace más apremiante con el surgimiento de la pandemia y en medio ella, el debilitamiento del movimiento comercial en el mundo. El COVID-19 nos pone una nueva urgencia en el panorama en este espectro de necesidades”, dice Magali Silva. 
El riesgo es aún mayor si consideramos que América Latina será una de las regiones en el mundo que sufrirá las consecuencias más graves y severas después de la pandemia dado los altos niveles de informalidad, los altos índices de pobreza, desigualdad e ineficientes sistemas de salud y educación que se evidencian hoy más que nunca con el colapso de hospitales y el difícil reto de proveer educación a distancia de calidad.

Nuestros grandes problemas para el futuro serán el aumento de la informalidad, de la pobreza y de la exclusión que ha sido un objetivo muy claro en las políticas de la mayor parte de los gobiernos de América Latina en los últimos 10 años. La esencia de nuestras propuestas es acercar a la OMC, un organismo hoy, a mi parecer, se ha alejado mucho de las necesidades de los más pequeños. Por ello, es importante entender la capacidad que tiene el comercio para combatir la pobreza en países”, concluye Magali Silva.

Mientras tanto, en Argentina, ayer al mediodía El Gobierno concretó la intervención de la empresa agroexportadora Vicentin, que dispuso el Presidente, Alberto Fernández, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) este martes. 

El subinterventor, Luciano Zarich, ingresó a la sede administrativa de la empresa en la localidad santafesina de Avellaneda junto al escribano oficial Carlos Gaitán y directivos de Vicentin.
Tras el ingreso Zarich y los directivos de la empresa iniciaron una reunión en la que se elabora el acta acuerdo de traspaso formal de la empresa”, informó un comunicado oficial.

A través del DNU 522/2020, el Ejecutivo oficializó la intervención de la compañía con “el fin de asegurar la continuidad de las actividades de la empresa, la conservación de los puestos de trabajo y la preservación de sus activos y patrimonio”.

Ese mismo día, Zarich, notificó la designación de las nuevas autoridades dispuestas por el Gobierno nacional en la empresa agroexportadora ante el juez Fabián Lorenzini, a cargo del Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial de la Segunda Nominación de Reconquista, que tramita el concurso preventivo de la compañía.
Asimismo, a comienzos de esta semana Fernández remitió al Congreso de la Nación un proyecto de ley que propicie la declaración de utilidad pública de la empresa y “sujeta a expropiación a la sociedad Vicentin”.


Esta tarde el Presidente recibirá a los directivos de la empresa Vicentin y estará presente el CEO de la compañía, Sergio Nardelli.
El encuentro entre el jefe del Estado y el nieto del fundador de la agroexportadora se da tras la comunicación telefónica que mantuvieron ambos ayer y de que, también, los interventores tuvieran su primer contacto con directivos de compañía.

Ayer, Fernández contó que mantuvo “una muy buena charla con Sergio Nardelli, uno de los dueños de Vicentin”, a quien le dijo que lo que buscaba el Gobierno era “preservar la empresa en manos argentinas” y que esto “no debería ser motivo de pelea porque lo que estamos haciendo es rescatar a una empresa de la quiebra”.

Rescate” fue desde el vamos la palabra clave elegida por el presidente Alberto Fernández. El objetivo, el fin en otra jerga, es que el Estado nacional sea actor principal en el rescate de Vicentin.

Los instrumentos, los medios escogidos fueron la intervención y la expropiación que vienen en combo. Siguen siéndolo.

El concepto se reiteró en la reunión del jueves que sumó como protagonista al gobernador de Santa Fe Omar Perotti. Y, del otro lado del mostrador, a directivos y un abogado de la empresa.
AF armó el encuentro, según sus palabras, como gesto de buena fe. Puesto con más detalle: para abrir el diálogo. Para probar que lo mueve el interés general y no la animadversión o venganza hacia el principal aportante a la campaña de Mauricio Macri. Nada personal, todo institucional.

Otra funcionalidad fue darle espacio a Perotti quien participó en la previa de la decisión sorpresiva pero no en su diseño definitivo ni en el anuncio.

La liturgia enseña tanto como el sermón. El mandatario provincial salió por el célebre portón de la calle Villate. Se le reservó el rol de vocero de los dos gobiernos. Remachó el vocablo “rescate”, enalteció tradiciones santafesinas, anunció una reunión hoy mismo entre los capos de Vicentin y el interventor Gabriel Delgado. Subrayó que el presidente está abierto a escuchar “alternativas superadoras” a la expropiación que no podría ser jamás la compra por un conglomerado extranjero. Esos tópicos fueron aludidos dentro de la quinta presidencial pero, resaltan funcionarios que estuvieron en la tertulia, la supuesta “alternativa superadora” no está a la vista. 
 
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Alberto” sabe manejarse como anfitrión amable. Los invitados respondieron con buenos modales. Pero según fuentes oficiales, son poco creíbles. Hablan como si fueran ajenos a lo que le sucedió a Vicentin. Como si estuvieran al frente de una empresa próspera y no tuvieran una deuda faraónica. “Quieren ser rescatados sin pagar las consecuencias”, pintan desde el Gobierno dejando diáfano que en ese sentido no hay acuerdo posible, ni contramarcha en el camino emprendido.

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Los hechos enseñan tanto o más que la liturgia. La intervención entró a la sede de Vicentin en la ciudad de Avellaneda, Santa Fe. Tomaron posesión, empiezan a actuar. El primer gesto público es garantizar el pago de salarios. Lo anunció Perotti.

La Unidad de Investigación Financiera (UIF) que comanda Carlos Cruz se presentó como querellante en la causa penal que tramita ante el Juzgado Federal de Julián Ercolini.

El Gobierno no retractó ninguna de sus movidas respecto de la cerealera y sus cabezas. Sigue en pie la hipótesis de la fuga de divisas, un modo de vaciamiento. Subsidiado entre otros sponsors involuntarios por el Banco de la Nación Argentina mediante maniobras injustificables, posiblemente ilícitas.


La UIF es un organismo con autonomía funcional pero jamás una patrulla perdida. Propone pesquisar si medió fuga de divisas, si se fraguó la cesación de pagos que es condición necesaria para a la convocatoria de acreedores. Algo mucho más serio que negligencia en el manejo del negocio, posiblemente inscripto en el Código Penal. En la Casa Rosada y zonas de influencia cunde la misma sospecha.

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Perotti ensalzó la cultura santafesina, la tradición productiva, “el arraigo” en ciudades del interior provincial. La de Rafaela, su pago chico. Especuló con la posibilidad de que aparezca un jugador nacional. En el Gobierno nacional admiten esa perspectiva como hipótesis. Virtual, hasta ahora. “Cualquier empresa argentina parte de la base que el Estado pagará parte de la factura y Alberto no lo acepta”. Resignarse al rol de socio bobo quedaba fuera del radar el lunes, circunstancia que no cambió el jueves.

Imaginar una ingeniería legal y financiera que cubra las deudas y diseñe una nueva empresa privada acaso sería interesante. Subrayamos el potencial: hasta el cierre de esta nota no superaba el nivel de una quimera… nadie propuso una forma práctica para concretarlo. En el plano de la fantasía, si Vicentin anhelara ceder parte importante de su propiedad a los acreedores, ya lo habría concretado.

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Repasemos. El rescate preserva la fuente de trabajo, el funcionamiento económico de Santa Fe en especial y de otras provincias. La intervención en marcha, cuya legitimidad reconoce la cúpula de Vicentin y avala Perotti, consiguió que se garantizara el pago de sueldos sobre los que rondaban dudas.
Legal y prácticamente la intervención carece de finalidad si en un lapso breve no se envía al Congreso el proyecto de ley de expropiación.

El presidente --que a menudo practica un modo zen-- recibió a empresarios desacreditados e irresponsables que cometieron el milagro inverso de derrumbar una empresa en un contexto floreciente para su actividad. Tal vez no fue un milagro sino un designio. Tal vez no hubo errores de administración sino abusos en manejos financieros.

Si se corporiza una alternativa superadora se la escuchará. A condición de mantener las fuentes de trabajo, cancelar las deudas, devolver los fondos del BNA, proveedores, cooperativas etc. Sin hacer que el Estado nacional pague la factura.
Mientras no exista ese conjunto de requisitos, la medida iniciada esta semana sigue su curso. Jugadores extranjeros quedan afuera. Y eventuales jugadores argentinos, por lo que se conoce de su idiosincrasia, no dan la impresión de estar a cargo de hacerse cargo de los costos.

Sumar cooperativas a la estructura por crearse es muy otra cosa. Un prospecto difícil pero no ajeno a la voluntad de Alberto Fernández, de su equipo y del gobierno santafesino.

Decididamente presente y futuro deparan muy pocas certezas y muchísima incertidumbre … de lo que todos estamos seguros es de que nada permanecerá igual.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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