Martes
30 de junio de 2020
GLOBALIZACIÓN: HUMANIZACIÓN O BARBARIE
La
globalización es un término reciente utilizado para describir una
amplia variedad de procesos y eventos, en los cuales se encuentran
algunos aspectos relacionados con la salud colectiva y de los
individuos. Para algunos, la globalización refleja una expansión
sin precedente de la internacionalización de la economía, que ha
modificado a la sociedad y a la cultura nacional. Para otros es un
proceso de la expansión global del mercado, y el predominio del
mundo corporativo sobre el Estado nacional. Al margen de alguna otra
posición, se podría decir que se está antela presencia de una
serie de cambios globales, que sacuden a la sociedad. El impacto de
la globalización sobre el nivel de salud de la población y los
servicios de atención médica es fuerte. Se trata de un proceso de
múltiples facetas que provoca cambios en la producción, el medio
ambiente, la tecnología yen el orden social y político.
La
liberalización del comercio y la reducción de las barreras
culturales integraron a los mercados locales al mundo global. La
globalización de las fuerzas del mercado se produjo de forma
desigual abriendo la brecha entre los países y entre los individuos.
La
globalización y los acuerdos comerciales que surgieron con la
culminación de la Ronda de Uruguay tienen ya un impacto sobre la
comercialización de los bienes y servicios en general. Con los TRIPS
(siglas en inglés de los derechos de propiedad industrial e
intelectual), se fortalece el control de los mercados de productos,
insumos y servicios de la salud por parte de las grandes
corporaciones transnacionales del ramo. Los TRIPS propician una
mayor concentración del mercado en favor de las empresas que tienen
una elevada inversión en investigación y desarrollo (I&D) y
gasto en la comercialización. Los medicamentos, los medios de
diagnóstico e insumos auxiliares de la salud, así como la
prestación de los servicios sin duda alguna serán afectados por el
proceso de globalización, más aún dado que la ausencia de
competencia en los mercados de la salud propiciará una mayor
concentración y elevación de sus precios relativos, con lo que el
acceso a estos productos y servicios en los países no
industrializados se hará más difícil.
La
geopolítica, nuevamente entre nosotros
Simbólicamente,
la geopolítica nace cuando el mapa empieza a percibirse como una
formalización del espacio para la dominación del espacio. Por otro
lado, el nacimiento real de esta disciplina se sitúa en el último
cuarto del siglo XIX cuando un área específica del conocimiento se
transforma en un discurso legitimador de la expansión imperial
reflejado en una nueva forma de interpretar el espacio global y la
política internacional. El interés por la geopolítica aumenta
súbitamente en la primera mitad del siglo XX a raíz de las Guerras
Mundiales pero, sobre todo, al terminar la Guerra Fría y las
implicaciones que la misma tuvo con respecto a una nueva
configuración planetaria.
En
los múltiples casos en los que hoy se utiliza este término, se
trata de hecho, de rivalidades de poder sobre territorios y sobre las
personas que los habitan. En estos choques entre fuerzas políticas,
cada una de éstas utiliza medios diversos y, en particular,
argumentos que demuestren las razones para una dominación
justificada y moralmente legitima. Cualquiera que sea su extensión
territorial (planetaria, estatal, regional, local) y la complejidad
de los datos geográficos (relieve, clima, vegetación, repartición
de la población etc.), una situación geopolítica se define, en un
momento dado de evolución histórica transgredida, a través de las
rivalidades en poder de mayor o menor momento, y a través de las
relaciones entre fuerzas que ocupan partes diversas del territorio en
cuestión (Lacoste, 1995).
En
el periodo conocido como “clásico”, los principales teóricos de
la geopolítica establecidos en las sociedades geográficas y las
universidades de las capitales coloniales se empeñaron en describir
y analizar las condiciones geográficas del orden mundial y sus
repercusiones relativas a los Grandes Poderes de los Estados
imperiales. El alemán Friedrich Ratzel, estudiaba el espacio global
bajo el enfoque del biologismo social, el norteamericano Alfred Mahan
lo hacia introduciendo el concepto de la “mirada estratégica”,
el sueco Rudolf Kjellen aplicando la categoría del territorio
como un elemento decisivo para los estudios del Estado, otro alemán,
Kart Haushofer insistía en una especie de espacialización
del deseo imperialista mientras que el emigrante holandés Nicholas
J. Spykman escribía en Estados Unidos su tesis sobre la
(im)posibilidad de una mirada geopolítica. Todos ellos, de alguna
manera influenciaron las ideas de Halford Mackinder hoy nuevamente
citado con gran frecuencia, sobre todo por la enorme importancia que
este autor británico atribuye al control estratégico del heatland,
una especie del pivote que permite el control absoluto de la gran
isla mundial. Mackinder observa los desafíos que enfrenta el Impero
Británico ante los acelerados cambios sociales y económicos
acompañados por las grandes transformaciones en la materia del
transporte. Su planteamiento responde a la inevitable necesidad de
reformar y reestructurar un imperio que, a principios del siglo XX,
empieza a sufrir un acoso creciente de las potencias rivales.
El
desvanecimiento del modelo hegemónico que encarnaba el imperio
británico no afectó la validez teórica y la vigencia histórica de
la idea de “heartland”
que, en el cruce del tercer mileno, a partir de la guerra por Kosovo,
la invasión de Afganistán y la segunda guerra del Golfo Pérsico,
cobró una importancia de grandes proporciones en la estructura
actual del orden global.
La
instauración del proyecto moderno sustentado por la consolidación
del sistema-mundo capitalista ha tenido una dinámica cíclica cuyos
elementos decisivos fueron un modelo hegemónico de la potencia en
turno, una guerra con repercusiones mundiales resguardando la
hegemonía, y dos periodos que marcan el auge y el declive del modelo
hegemónico en cuestión. La mayoría de los autores identificados
con la geopolítica “clásica” coincidía en la necesidad de
definir un orden global y una política internacional a partir de los
componentes que, posteriormente, fueron expuestos por
Wallerstein para sustentar su teoría del capitalismo como
sistema-mundo.
Si
la pandemia ha venido a ser la luz que deja en evidencia todos los
males del capitalismo actual, como efectivamente ocurre, es esa misma
evidencia la que pone en frente una realidad igualmente dolorosa a la
producida por el virus que mata de ha ciento de miles a la población
mundial, y es la carencia de un proyecto alternativo, de un modelo
capaz de suplir o al menos transformar los aspectos del Capitalismo
que corrijan o subviertan los defectos de este.
De
igual modo, el Capitalismo ya no es Capitalismo de los modos en que
surgió durante las dos primeras revoluciones industriales y tampoco
es el mismo capitalismo que emergió después de las dos grandes
guerras. El actual también comienza a dejar atrás la centralidad
financiera y la guerra monetaria en tanto la emisión diabolizada
resulta la herramienta adecuada para enfrentar la crisis y con
distintos nombres la mayoría de los Estados del orbe acuden a este
instrumento para palear los efectos de la caída de producción,
consumo e intercambio de bienes y servicios, dejando inútil los
mecanismos de especulación, pero al mismo tiempo dejándolos
desnudos y visibles.
Vicentin
es el ejemplo mas clarificador al respecto, el gobierno anterior
queda expuesto a la luz de esta realidad global, en lo que el
neoliberalismo impuso como dogma, subjetividad y regla, la total
sumisión no a la economía del trabajo y del esfuerzo como rezaban
sus slogans, sino de la especulación y el robo bajo formas
subrepticias de inversiones y negocios financieros y el juego de las
bolsas de comercio y las Tasas de Interés con las que los capitales
concentrados concentraban cada vez mas dinero.
En
un informe reciente elaborado por el Observatorio de Politicas
Publicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) se obtienen
los datos que sostienen la veracidad de estas afirmaciones.
En
los últimos cuatro años, Vicentin aumentó un 25% su exposición a
deuda con acreedores externos
En
el ranking de Exportaciones del 2019, elaborado por el Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Pesca, Vicentintuvo una performance
notable, en las ventas de aceite de soja por tonelada, siendo el
principal exportador con un 23,04% del mercado, 10% por encima de
A.G.D.
Igual
resultado obtuvo en las exportaciones de pellets de soja, en donde su
participación en el total representó un 19,19%, seguido por A.G.D.
con un 16,37%.
Estos
datos son muy relevantes puesto que el Complejo Oleaginoso representa
el 30% de las exportaciones totales del país, aproximadamente. La
facturación anual de Vicentin, que fue similar en los últimos
años,da cuenta de un desempeño comercial óptimo, por lo que su
insolvencia no es debido a malos resultados comerciales, sino a un
mal manejo financiero y una serie de irregularidades, especialmente
ligado a la banca pública y al gobierno anterior.
Los
pasivos de la compañía, al 20 de febrero del 2020,asciende a los
$99.345 millones de pesos, que al tipo de cambio actual (24/06), lo
convierte en unos1.344 millones de dólares
En
cantidad, del total de acreedores, los productores de granos
representan un 71,80%, asimismo, los productores de bienes y
servicios un 22,20%, pero a nivel de peso en el total de los pasivos,
las entidades financieras y los productores de granos representan el
90,20% de la deuda de la cerealera.
Las
entidades financieras representan el 64,4% del total, por lo que una
gran parte de los pasivos corresponden a deudas de préstamos
financieros con 37 entidades financieras nacionales e
internacionales. Con respecto a las entidades nacionales, se
contabilizan 19, que corresponden a bancos, fideicomisos y entidades
argentinas, con un total de la deuda de $27.623 millones (43%),
mientras que con bancos y otras entidades financieras extranjeras se
contabiliza una deuda total de $36.338 millones (57%).
El
mayor acreedor, tanto nacional como del total, que tiene el grupo de
la cerealera agroexportadora es el Banco Nación, que acapara el
65,8% de la deuda total dentro del grupo de entidades y bancos
nacionales y representa el 18,3% del total a nivel agregado de los
pasivos. Es decir, casi el 20% de la deuda defaulteada del grupo en
cuestiónes solo con el Estado Nacional. El segundo banco que más
deuda retiene sobre el grupo, luego del Banco Nación, es el Banco de
la Provincia de Buenos Aires, con un 6,6% del total de las entidades
financieras argentinas y el 1,8% del pasivo total agregado.
Como
puede observarse, se trata de una megaempresa exportadora que depende
en algo mas de la mitad de su funcionamiento de los dineros
inyectados por el Estado Nacional, y el gobierno de la provincia de
buenos Aires, mientras que las ganancias declaradas y las
triambuladas o obtenidas por fraudes y mecanismos ilegales alimenta
el sistema financiero transnacional y apoyaron la campaña del
Macrismo para acceder al gobierno en 2015 y estos devolvieron
favores, autorizando prestamos cuatro dias antes de la declaración
de “Stres Financiero” y la posterior convocatoria de acreedores.
Cuando
se observa los pasivos acumulados (a marzo 2020)de las principales
empresas exportadoras de granos con bancos y entidades financieras
nacionales, el 43% del total de pasivos acumulados entre todas las
empresas representa a Vicentin, seguida de Bunge con un 20% y
Asociación de Cooperativas Argentinas con un 12%
Hay
una serie de irregularidades muy difíciles de explicar:en el mes de
noviembre de 2019, a menos de un mes de la salida de la
administración anterior, y ya con la empresa en cesación de pagos,
el Banco Nación, a través de Javier Gonzalez Fraga (presidente de
la entidad bancaria de aquel entonces), le otorgó prestamos en
calidad de créditos de prefinanciación de exportaciones a un monto
de $5.785 millones, equivalente a 95,5 millones de dólares de ese
entonces, violando varias normativas del BCRA.
La
acción estatal sobre la empresa es una herramienta muy importante
para el desarrollo económico del país por dos razones. Por un lado,
por su importancia en la generación de divisas y en el posible
control de ciertos precios (acapara aproximadamente entre el 6% y 10%
de la exportación de granos del país). Por otro, se busca evitar su
extranjerización en un mercado ya de por si extranjerizado, por lo
cual perder una gran empresade capitales nacionales en un sector tan
estratégico para la nación es un gran error.Además, casi un cuarto
de los pasivos de la empresa es con distintos sectores de las
administraciones públicas (nacional, provincial y municipal), por lo
que los Estados pueden ser grandes perjudicados del desfalco de la
cerealera.
El
Estado buscará hacerse cargo a través de la intervención vía
judicial y la propuesta del gobierno santafesino o, en última
instancia, de la expropiación. El objetivo sigue siendo el mismo, el
rescate de Vicentín
y
su conversión en una empresa estatal mixta, concluye
el informe citado.
Hacia
delante, resulta una decisión estratégica de importancia
especialmente en dos ámbitos: Teniendo en cuenta que es una empresa
que opera en el mercado internacional de cereales,bajo la órbita del
Estado nacional, por un lado, por su importancia en la generación de
divisas y en el posible control de ciertos precios (acapara
aproximadamente entre el 6% y 10% de la exportación de granos del
país), y por otro, evitar su extranjerización en un mercado ya de
por si extranjerizado, por lo cual perder una gran empresas de
capitales nacionales en un sector tan estratégico para la nación es
un gran error. Analizar por qué se encuentra al borde de la quiebra
una empresa tan importante y que aumentó su facturación en los
últimos años y también busca plantear porqué es necesario que el
Estado, de algún modo, la rescate y tenga un rol relevante y
estratégico para el futuro.
Ante
la ausencia de modelos teóricos que representen o propongan, como
resultado de la acción de organizaciones populares o de actores
ilustrados capaces de liderar o movilizar las transformaciones, otras
formas de relaciones globales que superen las presentes y corrijan y
mejoren los defectos que la pandemia deja crudamente al desnudo, el
camino de utilizar las herramientas de gobierno del Estado nacional
para intentar otra presencia en el contexto transnacional y sostener
políticas que alienten a largo plazo el surgimiento de esas formas
alternativas, sostenta en el entretanto, políticas públicas y
gestiones de gobierno que posibiliten a la ciudadanía la toma de
conciencia y la posibilidad de una creciente participación en las
decisiones publicas para sostener una verdadera democratización de
las instituciones y de la sociedad toda para horizontalizar la toma
de decisiones con criterio Nacional y popular, enfatizando las
condiciones negativas que el Capitalismo expone para superarlas de
modos colectivos y evitando el mayor sufrimiento posible.
Pese
a la evidencia a la que la pandemia somete al sistema económico
global, en América Latina siguen siendo fuertes e importantes los
poderes que han sostenido el Lawfare que pudo dar vuelta toda la
iniciativa generada a principio de siglo con la irrupción de
gobiernos de carácter popular que alcanzaron un nivel de integración
en América Latina como nunca antes se había podido desarrollar y
que dieron muestra de la necesidad de estas alianzas en un planeta
que se desintegra en su forma civilizatoria a pasos agigantados.
Recomponer
tales tramas en un universo desfavorable de gobiernos neoliberales en
la región y de medios de comunicación abyectos al poder financiero
que ven como se resquebrajan los ladrillos de cartón de sus
edificios, no será sin embargo algo que se producirá de suyo, sino
mas bien de la acción consciente y meditada de las organizaciones
políticas y sociales de carácter popular que vuelvan a encolumnarse
detrás de estas ideas y generen espacios de organización y
participación para que la toma de decisiones sea genuinamente
democrática y participativa.
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
Las
imágenes que acompañan el texto pertenecen a
Luis
Felipe Noé. Artista plástico Argentino, crítico de arte y docente,
exponente de la Nueva Figuración.
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