Sábado
6 de Junio de 2020
La
elites nos proponen un reseteo de la globalización, pero ¿Están
verdaderamente dispuestos a modificar el sistema de relaciones
capitalistas y neoliberales que les han colocado en esos lugares de
privilegios?
En
un artículo de reciente publicación en el Foro Económico Mundial
leemos: “ Existe
una necesidad urgente de que las partes interesadas globales cooperen
en la gestión simultánea de las consecuencias directas de la crisis
COVID-19. Para mejorar el estado del mundo, el Foro
Económico Mundial
está iniciando la iniciativa “The Great Reset.” (
El Gran reseteo).
El
contexto
La
crisis de Covid-19, y las interrupciones políticas, económicas y
sociales que ha causado, está cambiando fundamentalmente el contexto
tradicional para la toma de decisiones. Las inconsistencias,
deficiencias y contradicciones de múltiples sistemas –desde la
salud y las finanzas hasta la energía y la educación– están más
expuestas que nunca en un contexto global de preocupación por las
vidas, los medios de subsistencia y el planeta. Los líderes se
encuentran en una encrucijada histórica, gestionando presiones a
corto plazo contra incertidumbres a medio y largo plazo.
La
oportunidad
A
medida que ingresamos en una ventana de oportunidad única para dar
forma a la recuperación, esta iniciativa ofrecerá ideas para ayudar
a informar a todos aquellos que determinan el estado futuro de las
relaciones globales, la dirección de las economías nacionales, las
prioridades de las sociedades, la naturaleza de los modelos de
negocios y la gestión de un bien común global. A partir de la
visión y la vasta experiencia de los líderes involucrados en las
comunidades del Foro, la iniciativa Great Reset tiene un conjunto de
dimensiones para construir un nuevo contrato social que honre la
dignidad de cada ser humano.
- "The Great Reset" será el tema de una cumbre gemela única en enero de 2021, convocada por el Foro Económico Mundial.
- "The Great Reset" es un compromiso para construir de manera conjunta y urgente las bases de nuestro sistema económico y social para un futuro más justo, sostenible y resistente.
- Requiere un nuevo contrato social centrado en la dignidad humana, la justicia social y donde el progreso social no se quede atrás del desarrollo económico.
- La crisis de salud global ha dejado al descubierto rupturas de larga data en nuestras economías y sociedades, y ha creado una crisis social que requiere urgentemente empleos decentes y significativos.
- La cumbre gemela será tanto en persona como virtual, conectando a líderes gubernamentales y empresariales globales clave en Davos con una red global de múltiples partes interesadas en 400 ciudades de todo el mundo para un diálogo orientado hacia el futuro impulsado por la generación más joven.
Ponentes
para la transmisión en vivo 1430:
- Victoria Alonsoperez, fundadora y directora ejecutiva, Chipsafer, Uruguay, y una joven líder mundial
- Caroline Anstey, presidenta y directora ejecutiva, Pact, EE. UU.
- Ajay S. Banga, Director Ejecutivo, Mastercard, EE. UU.
- Sharan Burrow, Secretaria General, Confederación Sindical Internacional (CSI), Bruselas
- Ma Jun, Presidente, Comité de Finanzas Verdes, Sociedad China de Finanzas y Banca, y miembro del Comité de Política Monetaria del Banco Popular de China;
- Bernard Looney, Director Ejecutivo, bp, Reino Unido
- Juliana Rotich, Venture Partner, Atlantica Ventures, Kenia
- Bradford L. Smith, presidente, Microsoft, EE. UU.
- Nick Stern, presidente del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente, Reino Unido
Ginebra,
Suiza, 3 de junio de 2020: "El gran reinicio" será el tema
de una cumbre gemela única que convocará el Foro Económico Mundial
en enero de 2021. La 51a Reunión Anual del Foro Económico Mundial
reunirá a líderes mundiales del gobierno, las empresas y la
sociedad civil y las partes interesadas de todo el mundo en una
configuración única que incluye diálogos tanto en persona como
virtuales.
“Solo
tenemos un planeta y sabemos que el cambio climático podría ser el
próximo desastre global con consecuencias aún más dramáticas para
la humanidad. Tenemos que descarbonizar la economía en la breve
ventana que aún queda y poner nuestro pensamiento y comportamiento
una vez más en armonía con la naturaleza ", dijo Klaus Schwab,
fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.
“Para
asegurar nuestro futuro y prosperar, necesitamos evolucionar nuestro
modelo económico y poner a las personas y al planeta en el corazón
de la creación de valor global. Si hay una lección crítica que
aprender de esta crisis, es que necesitamos poner a la naturaleza en
el centro de cómo operamos. Simplemente no podemos perder más
tiempo ”, dijo SAR el Príncipe de Gales.
“The
Great Reset es un reconocimiento bienvenido de que esta tragedia
humana debe ser una llamada de atención. Debemos construir economías
y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles que sean más
resistentes frente a las pandemias, el cambio climático y los muchos
otros cambios globales que enfrentamos ”, dijo António Guterres,
Secretario General, Naciones Unidas, Nueva York.
"Es
necesario un gran reinicio para construir un nuevo contrato social
que honre la dignidad de cada ser humano", agregó Schwab. "La
crisis de salud global ha dejado al descubierto la insostenibilidad
de nuestro antiguo sistema en términos de cohesión social, la falta
de igualdad de oportunidades e inclusividad.
Tampoco
podemos darle la espalda a los males del racismo y la discriminación.
Necesitamos incorporar a este nuevo contrato social nuestra
responsabilidad intergeneracional para garantizar que cumplamos con
las expectativas de los jóvenes ”.
La
crisis del coronavirus es una crisis sin igual que en las economías
de mercados emergentes y en desarrollo (EMED) ha desencadenado una
respuesta de política económica sin igual, tanto en su alcance como
en su magnitud.
Pese a su diversidad y, en
algunos casos, a sus recursos limitados, este amplio grupo de países
—formado por mercados emergentes y países de bajo ingreso— ha
reforzado la provisión de servicios sanitarios y proporcionado un
apoyo sin precedentes a hogares, empresas y mercados financieros.
Aunque debido al limitado margen de maniobra de la política
económica la magnitud de la respuesta se ha mantenido en un nivel
inferior al de las economías avanzadas, algunos han conseguido
incluso ayudar a otros países.
Un
mundo totalmente nuevo
La actividad económica en las
EMED se ha desacelerado a un ritmo no visto en los últimos 50 años,
a medida que el impacto de la pandemia de COVID-19 devasta la
economía mundial. Varios países están experimentando un brusco
descenso de los flujos comerciales y de capitales, así como el
impacto de un descenso sin precedentes de los precios del petróleo y
otras materias primas. Se ha producido una oleada de rebajas en las
calificaciones de la deuda soberana.
El observatorio de políticas del
FMI resume las principales respuestas de política económica frente
a la pandemia de COVID-19 y, en estas respuestas, se observan algunos
denominadores comunes.
Política
fiscal para salvar vidas y proteger los medios de vida
La política fiscal se ha situado
al frente de la respuesta de las EMED. En las EMED, la crisis
sanitaria hace necesario un enorme gasto en atención de la salud,
aunque este incremento se ve eclipsado frente al volumen de recursos
necesarios para apoyar a toda la economía. Los países han ofrecido
préstamos, garantías y exoneraciones fiscales a sociedades y pymes
y han ampliado el apoyo a los hogares vulnerables mediante el aumento
de las prestaciones por desempleo y subsidios sobre las tarifas de
los servicios públicos.
El financiamiento de estas nuevas
medidas proviene de distintas fuentes, entre otras, el endeudamiento,
la utilización de reservas, la reorganización de prioridades dentro
de los presupuestos existentes y el apoyo multilateral.
Cuando comenzó la crisis,
algunas economías estaban ya en una situación vulnerable, con un
crecimiento débil, altos niveles de deuda y un espacio fiscal
limitado para apoyar al sector sanitario y a la economía decaída.
Alrededor de la mitad de los países de bajo ingreso se encontraban
en una situación crítica causada por el sobreendeudamiento, o en
alto riesgo de estarlo, incluso antes de la crisis, según el
análisis de sostenibilidad de la deuda realizado por el FMI. Como
consecuencia en parte de estas limitaciones, en el plano fiscal la
respuesta discrecional total al shock ha sido menor (aunque aun así
considerable) tanto en las economías de mercados emergentes como en
las de bajo ingreso, del 2,8 y 1,4% del PIB, respectivamente, en
gastos adicionales y reducciones de impuestos, en comparación con el
8,6% del PIB en las economías avanzadas.
Respaldo
monetario y al sector financiero: Un ancla para la estabilidad
Los bancos centrales de las EMED
han amortiguado el impacto del shock en las condiciones crediticias
mediante recortes de las tasas de interés de política monetaria e
inyecciones de liquidez. A diferencia de episodios anteriores de
presiones debidas a la salida de capitales —como la primera etapa
de la Crisis Financiera Mundial—, la mayoría de las economías de
mercados emergentes han rebajado sus tasas de política monetaria (la
mayoría en 50 o más puntos básicos) en lugar de elevarlas. Esto
podría atribuirse a que las presiones inflacionarias son menores y
los marcos de política monetaria por lo general gozan de mayor
credibilidad.
Al igual que muchas economías
avanzadas, algunos mercados emergentes cuentan con poco margen para
nuevos recortes de las tasas de interés y han implementado
respuestas de «política monetaria no convencional», como son las
compras de bonos corporativos y públicos.
Las restricciones regulatorias,
incluidas las restricciones en materia de liquidez y clasificación
de préstamos, se han flexibilizado para que los bancos puedan
brindar un mayor apoyo durante la pandemia.
Además,
algunos países, entre ellos China, Colombia y Turquía, han relajado
ciertas medidas macroprudenciales, como las limitaciones a la
concesión de préstamos y el endeudamiento introducidas para
contener el crecimiento excesivo de los préstamos así como la
acumulación de riesgos sistémicos en el sector financiero que puede
suceder en épocas
de bonanza.
En estos momentos, esa relajación de las medidas puede sostener la
oferta de crédito a las personas y los sectores económicos más
afectados.
Mantenimiento
de la flexibilidad
Las monedas de las EMED con tipos
de cambio flexibles se han depreciado en respuesta a las presiones
causadas por la salida de capitales y al aumento de la aversión al
riesgo, por encima del 25% en algunos casos.
Muchas economías han recurrido a
sus reservas para compensar parte de la presión, para lo cual han
intervenido en los mercados de divisas y han utilizado sus reservas
internacionales. Unos pocos países han relajado los controles a la
entrada de capitales, mientras que la aplicación de medidas para
frenar la salida de capitales ha sido muy limitada.
Digitalización:
Una tabla de salvación para proteger a los sectores vulnerables
Países como Bolivia e Indonesia
están utilizando la tecnología digital para contrarrestar las
repentinas dificultades económicas por las que atraviesan los
hogares y las pequeñas y medianas empresas, así como para limitar
la propagación de la enfermedad creando incentivos para evitar los
pagos en efectivo. Otros, como Colombia y Kenya, están garantizando
el acceso a bajo costo a servicios digitales (relajando las
restricciones al acceso a internet) y financieros (comisiones de
pagos electrónicos y dinero móvil). Zambia ofrece subsidios a
pequeños agricultores mediante una plataforma digital.
«Las
soluciones digitales han contribuido a focalizar el alivio en los
sectores vulnerables y a acrecentar la eficacia de las políticas
macro tradicionales».
Gestión
de las perturbaciones en los suministros
Como respuesta a las trabas en
las cadenas mundiales de suministro debido a la pandemia y el
confinamiento prolongado, muchos países han adoptado medidas para
garantizar la seguridad alimentaria y el acceso continuado a
suministros médicos, en su mayoría de forma temporal. Por ejemplo,
varios países han introducido controles de precios y emitido
regulaciones contra el aumento de los precios de productos
alimenticios básicos y suministros médicos. Algunos han
flexibilizado los controles sobre las importaciones. Lamentablemente,
en varios casos se introdujeron restricciones a la exportación de
alimentos y productos farmacéuticos.
Solidaridad
internacional: Ayudar a los países a ir más allá
En respuesta al shock causado por
la COVID-19 se ha activado y reforzado la red mundial de seguridad
financiera. La Reserva Federal de Estados Unidos ha establecido
nuevas líneas de crédito recíproco con bancos centrales de varias
economías avanzadas y emergentes.
La iniciativa de moratoria de la
deuda liderada por el G-20 y la asistencia financiera del FMI y otras
instituciones está ayudando a las EMED a hacer frente a los
problemas. El FMI ha actuado con rapidez para proporcionar asistencia
de emergencia a más de 60 países. Asimismo, frente al aumento de la
demanda de liquidez, el FMI ha establecido recientemente una nueva
Línea de Liquidez a Corto Plazo (LLCP) como parte de su respuesta
ante la COVID-19 para complementar sus instrumentos de crédito.
Además, los bancos centrales de las principales economías avanzadas
han proporcionado liquidez en forma masiva, que si bien se ha
orientado en primer lugar a apoyar las condiciones financieras
internas también ha aliviado las presiones sobre las economías de
mercados emergentes y en desarrollo.
Al mismo tiempo, las EMED también
están ampliando la asistencia mutua y a otros países que lo
necesitan. En concreto, los bancos regionales de desarrollo están
proporcionando apoyo a empresas del sector privado, financiamiento
comercial y un acceso continuado a suministros médicos. Entre los
ejemplos de asistencia bilateral están Albania, que ha enviado un
equipo de médicos a Italia, y Vietnam, que ha donado suministros
médicos a países vecinos y a economías avanzadas.
Las EMED se han visto duramente
afectadas por el shock de la COVID-19 y la reacción que ha
desencadenado en los mercados. El análisis del observatorio de
políticas del FMI muestra una respuesta de política económica
extraordinaria, reforzada por la innovación y la cooperación
internacional. En esta situación sin precedentes y en rápida
evolución, los países pueden aprender de sus homólogos, y el FMI
tiene la determinación de recopilar e intercambiar información
sobre las prácticas óptimas e incorporar estos datos en sus propios
análisis para continuar brindando asistencia a los países miembros.
Lo que no podemos comprender
ahora es si tanto los poderes e intereses nucleados en el Foro
Económico Mundial y del cual son portavoces los voceros del Fondo
Monetario internacional, son sinceros en este giro humanizador de su
ideología, o solo pretenden, una vez mas, calmar los descontentos de
los sometidos y las revueltas populares que anárquicas y sin
organización o propuesta alternativa concreta, pone en riesgo a
todos y todo en el planeta.
La revalorización de los Estados
como instancia de cohesión y garantía de ese futuro contrato
social, y de como los desclazados y parias del mundo adquieran
capacidades para poder decir sus voces y disputar poder o
socializarlos con estos sectores que hoy proponen el “reseteo”
dependera el futuro de todos nosotros, de nuestros hijos y de los
hijjos de nuestros hijos … Será una nueva forma de esclavitud y
apropiación de esfuerzos o un giro verdaderamente humanizador de las
relaciones globales y territoriales en el planeta.
Daniel Roberto Távora Mac
Cormack
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