La inteligencia Artificial y la inteligencia humana

 

Propuestas para iniciar un debate

La inteligencia artificial (IA) no reemplaza a la inteligencia humana. La ilusión de que los datos y la información son “puros” e independientes de sesgos, interpretaciones, emociones o percepciones que no responden exclusivamente a la lógica o a lo “razonado”, y que estas “¿deformaciones?” no afectan la producción de algoritmos y sistemas lógicos que permiten las IA, son solo un paso mas de aquellos que deciden e intentan “afianzar” y “automatizar” una inteligencia que no cuestione los poderes que se ejercen en la realidad presente y los privilegios que se desprenden de estos ejercicios.

Estigmatización y las lógicas discursivas de la comunicación.

Juan Alfonso Cruz Vázquez. Licenciado en Sociología y Maestro en Gestión y Desarrollo Social, Universidad de Guadalajara, México. Ex Analista Relator de la Fiscalía General del Estado de Jalisco, México. Coordinador de proyectos de intervención social en México con fondos de Subsemun (Subsidios para la Seguridad de los Municipios) y Pronapred (Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia). Miembro y Coordinador de Análisis sobre Estado, en el Laboratorio de Estudios sobre Violencia de la Universidad de Guadalajara, México, escribió el artículo “Entre la estigmatización y las lógicas discursivas de la comunicación. Configuración de escenarios mediáticos para el control social en las sociedades contemporáneas”, publicado en revista margen N° 102 – setiembre de 2021

La preponderancia de los medios de comunicación de masas en las sociedades contemporáneas es innegable y contundente, pues muestran un infinito torrente de imágenes e información que configuran diferentes discursos acerca de un sinfín de fenómenos sociales (Bauman, 2000; Sandoval, 2018). desde eventos internacionales (como los atentados terroristas, los mundiales de futbol o las olimpiadas) hasta sucesos locales que atañen a nuestra cotidianidad (elecciones municipales, transporte público) (Bauman, 2001).


Sin embargo, la información que se transmite en los diferentes medios masivos de comunicación implica concepciones que señalan y clasifican las temáticas sociales que abordan. es decir, los contenidos informativos adquieren un carácter calificativo y estigmatizador al definir, explícita o implícitamente, cómo “puede” o “debe” verse y entenderse tal o cual asunto.

Esto es especialmente relevante en el tema de la violencia, ya que se visualizan una serie de actores y contextos sociales que son catalogados dentro del imaginario social como “peligrosos”,
“dañinos” y “problemáticos”, que fomentan diversas creencias y supuestos culturales, las cuales, en reiteradas ocasiones sólo estigmatizan y juzgan de manera superficial el carácter “omnipresente” de la violencia en sus diversas manifestaciones (física, psicológica, económica, social).

Por ello, el objetivo del presente trabajo consiste en reflexionar sobre algunos efectos sociales de los medios de comunicación en la contemporaneidad. de manera más específica, se identifican ciertos vasos comunicantes entre procesos mediáticos de la información y procesos de estigmatización que posibilitan la configuración de escenarios de control y dominación social, a partir de discursos mediáticos que normalizan y amplifican la tematización de la inseguridad en contextos con altos índices de violencia y de desigualdad social (Pacheco, 2008), dando cabida a la generación de percepciones que emiten juicios y temores en la cotidianidad de los sujetos y que son acrecentadas por el papel transmisor e interventor de algunas instituciones sociales (sobre todo las policiacas y la prensa).

Medios de comunicación y estigmatización

La comunicación representa un aspecto esencial en las interacciones humanas, pues permite establecer canales y mecanismos para entablar relaciones sociales con otros sujetos. en este sentido, Martini (2012) menciona que por medio de la comunicación “circulan los relatos con que una sociedad explica la realidad y se explica ante sí misma y el mundo: la narración es la forma más antigua con que los individuos expresan su experiencias” (Martini, 2012: 23).


Es por ello que el aspecto comunicacional viene a ser parte constitutiva de los sujetos y las instituciones sociales. máxime para las sociedades contemporáneas, ya que de acuerdo a Castells (2009) estamos inmersos en la sociedad red global, que abarca desde las esferas interpersonales hasta las sistémicas. Por su parte, Martini señala que la comunicación pública “implica a los individuos en sus conversaciones sociales o grupales, laborales u ociosas, intencionales o azarosas también, y los atraviesa y confronta con aquellas que producen las instituciones, la misma sociedad organizada y los medios masivos...” (Martini, 2012: 21).

No obstante, hay una cuestión muy interesante al respecto: la comunicación pública no está desprovista de intereses particulares, sino todo lo contrario. Se constituye bajo una lógica política en la medida en que existe “comunicación de certezas y de incertezas, circulan versiones documentadas, verosímiles, otras falseadas, y entre ellas, rumores, mitos y leyendas cuyas fuentes son imprecisas” (Martini, 2012: 1). En este sentido, Castells (2009) menciona que el poder desempeña un papel importante en la sociedad red, debido a que existen disputas sempiternas por los contenidos y las redes que se generan dentro de los intercambios económicos, financieros y políticos que revelan la capacidad relacional del poder para constituir mecanismos de control, así como las asimetrías que produce en la capacidad de agencia que diversos actores sociales pueden ejercer ante estructuras de dominación en un marco de desigualdad social (Giddens, 2005).

De esto puede colegirse que en los actuales medios de comunicación –sea la televisión, la radio, el periódico impreso o el internet– el tema de la violencia es tratado desde una lógica
comunicativa-política a través de una infinidad de casos y situaciones cotidianas que “reclaman” la urgencia de (im)poner un determinado orden social (Bauman, 2001). En este sentido, para Martini y Contursi (2012), los medios de comunicación –en la narrativa de las noticias policiacas–, fungen como espacios de influencia para establecer una gestión del control social:
El control social se exige cuando las instituciones no lo garantizan o la falta de seguridad se hace una sensación cuasi objetiva, y la noticia policial reiterada y enfatizada se ofrece como el formato discursivo más idóneo para hacer natural el reclamo y por tanto hacerlo de todos [...] los discursos sobre infracciones y delitos, sobre las penas, las leyes y las relaciones consecuentemente implicadas en las prácticas institucionales y sociales tienen en los medios, por su mismo alcance y masividad, el soporte y el canal con mayor posibilidad de eficacia comunicacional (Martini y Contursi, 2012: 9-10).


Por medio de este afán de legitimar el control social en los medios de comunicación, se visualizan “escenificaciones, actuaciones y argumentos que ordenan la demanda o la justificación de acciones represivas y de exclusión [...] a partir del tópico de la violencia urbana” (Martini y Contursi, 2012: 11).

-1- Esto deriva en la cuestión del deber ser, que viene a clasificar y delinear las fronteras entre lo permitido y lo censurado, los valores que se defienden y los que hay que atacar (torres, 2018). en suma, las normas sociales

-2- –sustentadas muchas veces en el ámbito comunicacional y societal– propician la gestación y proliferación de imaginarios y percepciones sociales

-3- que estigmatizan

-4- A determinados grupos o sectores sociales desde una ideología político-económica: En este sentido, las lógicas productivas de los representantes de políticas de derecha y de los medios masivos de comunicación, particularmente, apelan a la caracterización del desorden en el espacio público a partir de acciones y escenarios que tienen la marca común de la estigmatización: ocupación de “indeseables” (sujetos/sectores sociales estigmatizados) en forma permanente o circunstancial; [...] ausencia de elementos probatorios de alta calidad de vida (plazas, iluminación, vigilancia policial, cercanía de enclaves habitacionales de la pobreza, entre otros; accionar de la delincuencia; presencia de sospechosos; ausencia de legislación con mayor carga punitiva y de planes de prevención y vigilancia; carencia o debilitamiento de un “orden moral”, entre otros (Martini y Contursi, 2012: 11).

Esto se encuentra en consonancia con las ideas de Bahl (2012), quien resalta que los actores sociales –la autora destaca a los ciudadanos y a los medios de comunicación– están referenciados en espacios comunicativos desiguales, exponiéndose, de forma diferencial, a una diversidad de elementos discursivos y políticos, en donde los medios de comunicación sacan mejor partida para la espectacularización de la vida social.

En el juego de la comunicación política, los diferentes actores sociales ocupan el campo en relación de desigualdad. en tanto los ciudadanos son los actores que están a la búsqueda de información, los medios masivos acumulan poder por su capacidad para instalar los temas de agenda urgente, para otorgar o no visibilidad a algunas prácticas y actores sociales y para proveer los marcos cognitivos desde los cuales se piensa la realidad. son, pues, los agentes sociales más poderosos, porque inciden en la opinión pública y en los imaginarios sociales (Bahl, 2012: 201).

Se puede vislumbrar el papel preponderante que juegan los medios de comunicación para legitimar el control social y estigmatizar todo aquello que se genera a partir de la construcción de una opinión pública que delinea ciertas normas y prácticas sociales que retroalimentan una arena política basada en relaciones de dominación comunicacional.

Esto es especialmente relevante en los contextos democráticos, porque no sólo se trata de conocer unas cuantas opiniones individuales sobre un determinado tema, sino que el asunto va más allá y conforma hechos sociales intangibles como la cultura política, en la que existe una infinidad de intereses colectivos heterogéneos que tienden a adquirir mayor visibilidad y protagonismo por los mismos medios de comunicación, provocando que el papel de las instituciones democráticas sea aún más complejo. Al respecto, Santana (1998) menciona lo siguiente: "Para abordar el tema de la democracia y de la cultura democrática es imprescindible el tratamiento de la llamada opinión pública. y para tratar el tema de su formación hay que tomar en consideración tanto las nociones sobre bien común o público como a la forma como en las sociedades actuales se construyen los intereses generales o colectivos. parte del debate contemporáneo sobre esta construcción destaca que los intereses generales o públicos se elaboran partiendo del reconocimiento de los intereses diversos, sectoriales, de género, ambientales, laborales, es decir, del reconocimiento de las diferencias y de la necesidad de su negociación" (Santana, 1998: 92).

 

Por consiguiente, al producirse en espacios y tiempos concretos, los discursos mediáticos entrañan una serie de significantes simbólicos que caracterizan a un determinado contexto social, lo que provoca a su vez la conformación de rasgos sociogeográficos donde los actores, sujetos, instituciones, prácticas y normas sociales manifiestan dentro de la arena política sus intereses y pugnas por los recursos materiales y simbólicos en un sistema político democrático (Long, 2007; Giddens, 2005).

Por tal motivo, para describir las problemáticas que presenta un determinado lugar, resulta pertinente atender la importancia que guarda el ámbito de la “contextualidad”, debido a que representa una veta analítica insoslayable en el análisis sociológico. En palabras de la socióloga Loeza (2008): “es preciso concebir el contexto como espacio geográfico temporal, donde ocurren las interacciones sociales que influyen sobre las actitudes y las percepciones de los individuos” (citada en Náteras, 2010: 225). No obstante, resulta útil retomar el desarrollo que Alfredo Náteras (2010) hace sobre esta noción de “contexto”, pues lo sitúa en un plano analítico más amplio.

Actualmente, en el debate en ciencias sociales los contextos son una de las claves interpretativas que posibilitan una mejor comprensión de varios acontecimientos a nivel social, político,
económico y cultural. en términos amplios, lo vamos a conceptualizar como un espacio geográfico, social y temporal, es decir, histórico (Náteras, 2010: 225).

En este sentido, el espacio urbano más inmediato para cualquier individuo es la colonia o el barrio en donde vive, ya que representa el “hábitat” social en donde tiene contacto inmediato –y mediato– con otros sujetos con los que comparte una amplia gama de referentes simbólicos y materiales, así como también comparte, en distintos grados, las carencias y limitaciones institucionales que pueden encontrarse en dichos lugares (Coronado, 2010: 37-38). Sin embargo, en una colonia atravesada por lo que Coronado (2010) llama “crisis institucional”, la violencia se convierte en el principal referente simbólico-cultural del mundo de la vida -5- de sus habitantes.

Creación de escenarios discursivos: pautas para el control mediático de la violencia. De acuerdo con Gobbi (2012), los discursos periodísticos buscan conducirse bajo una narrativa
“objetiva” cuando dan a conocer una noticia policial, debido a que buscan responder a las preguntas básicas del periodismo: “¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué?”. Esto, dentro del discurso periodístico, permitiría identificar a los actores, los escenarios, los tiempos y los posibles móviles que llevan a la comisión de crímenes y delitos. Sin embargo, Gobbi (2012) señala que aún con esta pretensión de objetividad por parte de los medios de comunicación para transmitir sus contenidos informativos, generan una configuración mediática negativa de los entornos sociales al presentarlos como espacios violentos e inseguros, pues provocan que: ...la consecuente aparición de más notas que alimentan y acrecientan el temor generalizado a causa del delito y la violencia, [...] fomenta una imagen estigmatizadora que marca y señala negativamente a sectores sociales desfavorecidos, hasta el punto de generar imaginarios y percepciones sociales del miedo, que nublan las posibles resoluciones que se pudieran dar a las problemáticas de las colonias (Gobbi, 2012: 133).

Esto último se detecta en el análisis de notas periodísticas por ejemplo, pero también en espacios noticiosos televisivos o por internet. en tal sentido, se han desarrollado perspectivas desde diversos autores para formular lineamientos y criterios metodológicos que sean capaces de captar la espectacularidad de la vida y la banalización del mal en los análisis comunicacionales (Bahl, 2012: 207; Crivelli y Claps, 2012: 183-191), lo cual permite destacar los siguientes puntos para detectar elementos claves que se entrelazan entre el proceso mediático de análisis discursivo y los procesos sociales que dan origen y sedimento a los fenómenos de la estigmatización y la violencia:
1. se indica el lugar de los hechos (contextualización).
2. se identifican los actores principales.
3. se detecta la neutralidad aparente del discurso empleado dependiendo del distanciamiento “objetivo” de la nota (se deja hablar a los hechos por sí mismos).
4. luego del lenguaje moderado y concreto se abre paso una amplificación del conflicto, en la que se gestan diversas modalidades discursivas de la amenaza.
5. acto seguido se utilizan etiquetas que destacan características identitarias (estigmas) por medio de adjetivos calificativos que denostan y discriminan contextos, instituciones, personas, etc., fomentando la espectacularidad de la noticia, en la que el contenido se “actualiza” para mantener una espiral que genera y alimenta una situación de permanente miedo, inseguridad e incertidumbre generalizada.
6. lo anterior deriva en una concepción normativa del deber ser, que dicta lo que puedepermitirse y lo que no.
7. como consecuencia, se generan posturas que consideran necesaria y legítima la idea de ejercer un mayor control social.
De acuerdo con Bahl (2012), los contenidos periodísticos sobre hechos delictivos y violentos configuran una diversidad de referentes simbólicos que marcan la pauta para establecer y
amplificar ciertas percepciones sociales hacia determinados sectores o poblaciones, derivando en la conformación de discursos que alimentan una cultura política caracterizada por la estigmatización y otros elementos negativos que se generan por
Mecanismos específicos de construcción de la información que amplifican y sobrerrepresentan los significados anclados al crimen, la violencia y la inseguridad. a estos mecanismos se suma el uso de atributos con los cuales construyen y caracterizan las identidades de las figuras centrales de las noticias analizadas, las víctimas y los victimarios, y cómo, remitiendo para ello a modelos identitarios arquetípicos, sus discursos estigmatizan, discriminan y criminalizan a amplios sectores de la sociedad (Bahl, 2012:
225-226).


En este punto, pareciera que los medios de comunicación sólo representan un espacio en el que se da a conocer cierta información de manera neutral. sin embargo, “estos relatos, que abierta o solapadamente apelan a la estigmatización y a la culpabilización de crecientes sectores de la sociedad; favorecen, proponen y legitiman el control social” (Bahl, 2012: 218); además de que establecen los temas a abordar en la agenda pública, máxime si hacemos alusión a que: El conflicto, parte del negocio periodístico y tema permanente en cualquier sumario noticioso, exige un escenario, como también el crimen y sus representaciones (horas, momentos, lugares propicios), que permite moralizar didácticamente sobre las opciones entre las cuales se mueve y/o debería moverse el conjunto de la sociedad, entre el control y el descontrol (Martini y Contursi, 2012: 12).

En consecuencia, las lógicas comunicativas que persiguen los medios noticiosos pretenden resaltar procesos de violencia y caos donde emerjan actores a quienes se les pueda identificar (o más bien “estigmatizar”) en una escala bipolar y/o dicotómica como “malos/buenos”, “integrados/desadaptados”, “criminales/víctimas”, sin tener mayor consideración de modulaciones comprensivas sobre la corresponsabilidad de factores estructurales en los conflictos que configuran contextos de violencias, además de entornos de precarización de la vida y de la muerte, lo que genera sentidos y disputas por el control del orden social en las sociedades contemporáneas, particularmente latinoamericanas.

Consideraciones finales

De acuerdo con lo expuesto en este trabajo, los medios de comunicación emplean discursos que, en su afán de transmitir objetividad en sus contenidos informativos, dejan entrever ciertas cuestiones –muchas de ellas sensacionalistas– que tienen que ver con relaciones de poder, cuyo propósito fundamental es establecer el tipo de temáticas que se abordan en las agendas noticiosas.

En este sentido, es pertinente recuperar esta cita textual acerca de las noticias sobre los delitos: “la noticiabilidad de delitos comunes tiende fundamentalmente a desdibujar las responsabilidades políticas y sociales y a dimensionar la problemática únicamente en torno de la culpabilidad que les cabe a los autores materiales de los hechos delictivos y violentos. de ese modo se unidimensionan los sentidos atribuidos al término “delito” (Bahl, 2012: 216). 

Bajo este tenor, la opinión pública resulta de una confluencia entre diferentes factores sociales que enarbolan una serie de intereses diversos provenientes de una pluralidad de actores políticos y sociales que encuentran mayor o menor visibilidad y presencia por mecanismos y dispositivos societales e informacionales como son los medios de comunicación. de tal manera, la construcción de una opinión pública refleja las diferentes estructuras sociales que se forman en las sociedades contemporáneas mediante redes de negociación y confrontación para la obtención de recursos simbólicos, ideológicos, materiales y de prestigio.


En términos sociológicos, dicha construcción desarrolla dinámicas “re-estructurantes” que conforman relaciones de poder asimétricos, al mismo tiempo que las reconfigura constantemente, posicionando a los actores (políticos y sociales) en arenas y espacios sociales distintos con un enfoque diferencial en cuanto a ventajas y desventajas comunicativas se refiere, en un eterno ciclo de disputas sobre lo que aparece y cómo aparecen las tematizaciones en la agenda pública. es decir, ya no sólo es importante lo que se comunica, sino también las maneras en que se transmiten la información, haciendo prevalecer la idea de que “el medio es el mensaje”.

Por lo que en concordancia con Santana (1998), resulta necesario que la opinión pública sea realmente democrática, para que se fomente la apertura y el diálogo con movimientos sociales y organizaciones que deriven en la generación de políticas públicas que coadyuven en el desarrollo social y económico basado en las potencialidades que pueden proveer las esferas comunicacionales con un enfoque de derechos humanos y de luchas que abanderen causas de justicia social, debido a que “en sociedades con fuertes exclusiones sociales y grandes desigualdades, como son las sociedades de América Latina, es imprescindible la construcción de fuertes movimientos sociales y políticos que además de la denuncia formulen alternativas de resolución a las agobiantes necesidades de orden económico y social” (Santana, 1998: 92).

Por consiguiente, este trabajo intentó dar cuenta acerca de las maneras en que las lógicas discursivas que constituyen las líneas y temáticas de los medios de comunicación masiva, no son para nada neutrales, sino que como trasfondo tienen un carácter autorreferencial, estigmatizador y reduccionista, pues si bien existen hechos cotidianos donde se manifiestan altos niveles de delitos graves como los homicidios, o el asunto de las pandillas, los contenidos narrativos de los medios evaden, encubren o realizan análisis superficiales sobre problemáticas que obedecen a causas estructurales –desempleo, deserción escolar, violencia de género, violencia intrafamiliar, falta de servicios municipales básicos como iluminación y drenaje, entre otros.–, pero cuyo fin principal es generalizar escenarios de miedo e incertidumbre para legitimar el uso de la fuerza pública en aras de preservar un orden social determinado.

Por tanto, la responsabilidad del mejoramiento de las condiciones socioeconómicas, políticas, culturales y ambientales de cualquier lugar, radica en la construcción de contextos y entornos de acuerdo común que se van construyendo desde contenidos discursivos de noticias cotidianas que trasciendan la estela del miedo y la zozobra en el imaginario de lo social, para compaginar con procesos que exigen una estrecha colaboración de marcos de legalidad y estado de derecho entre autoridades gubernamentales, empresarios, sociedad civil, medios de comunicación y demás
instituciones sociales.

En este sentido, cabe destacar que el papel que los medios de comunicación desempeñan es crucial en este tipo de asuntos, sobre todo cuando proveen de marcos cognitivos e informativos a cientos y miles de personas que en sus percepciones cotidianas crean y recrean toda una serie de imaginarios sociales que para el caso de la colonia Jalisco contienen elementos estigmatizadores.

La caja negra de la Inteligencia Artificial

Martín Becerra, Investigador Principal en el Conicet y Profesor Titular por concurso en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Doctor en Ciencias de la Información (U. Autónoma de Barcelona), donde también se recibió de Magíster en Ciencias de la Comunicación. Especialista en políticas de medios, telecomunicaciones y TIC.


Autor de libros y artículos sobre políticas de comunicación, medios y tecnologías de la información y la comunicación.

Dirige el Programa de Investigación “Industrias culturales, medios y políticas de comunicación en la convergencia en Argentina” de la UNQ y proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (PICT, PIO).

Fue periodista, desempeñándose como redactor de los diarios El Cronista y Extra y como colaborador trabajó para las revistas Humor, Crisis y Le Monde Diplomatique, y los periódicos LetraP, Perfil, eldiarioAR y El Destape, entre otros.

Ha participado activamente de producciones y debates sobre la estructura y regulación de los medios y las TIC en América Latina.

Escribe en su Blog “Quipu” reproducción de un artículo publicado en elDiarioAR el 24 de septiembre de 2021

Hay que airear la sala de máquinas de la IA


Regular no es prohibir: un reciente informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aboga por la regulación de la Inteligencia Artificial para corregir usos dañinos para los derechos humanos.

Es inexacto el título de la nota publicada el 22 de septiembre por elDiarioAR y elDiario.es. El título, además, reproduce la confusión entre regulación y prohibición, conceptos que no son sinónimos y que, en cuestiones novedosas como la Inteligencia Artificial y su “caja negra”, es importante distinguir. El tema del artículo en cuestión, sensible como pocos, lo demuestra. Con el título “Michelle Bachelet alerta en la ONU sobre la expansión de sistemas peligrosos de inteligencia artificial y pide paralizar su uso”, la nota comunica las conclusiones del informe sobre los usos de IA publicado esta semana por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet.

La IA, la automatización, la extracción y el procesamiento algorítmico de datos en volúmenes inéditos y crecientes, que suelen incluir datos personales recolectados y almacenados sin consentimiento explícito de sus titulares, han capturado la imaginación contemporánea, como afirma el informe. Más aún, su ubicua y veloz aplicación en todos los procesos productivos es un indicador de su impacto en la estructuración de las sociedades y en las prácticas de individuos, grupos y organizaciones. La IA moldea nuestra vida, mercantiliza y utiliza datos para obtener beneficios económicos y/o políticos por parte de empresas y gobiernos y, en tal sentido, prescribe comportamientos. Desde luego, hay efectos virtuosos de la IA en el marco del progreso de las comunicaciones, y también experiencias catastróficas por sesgo en la programación de inferencias acerca del comportamiento de grupos vulnerables y por la exposición de información confidencial de millones de personas e instituciones.

Como dice Sofía Scasserra en un artículo publicado en Nueva Sociedad, “se han detectado algoritmos que estigmatizan a las personas de color, que otorgan menos crédito a mujeres por el solo hecho de ser mujeres o que directamente imposibilitan el acceso a empleos por diversos motivos (…) Si los algoritmos deciden sobre las personas, sobre su libertad, sobre su empleo, sobre su capacidad de acceder a seguros, servicios médicos y otras cuestiones fundamentales de la vida, es menester tener la posibilidad de regularlos”.

Pero quien lea el reporte oficial de la ONU corroborará que no existe un pedido para “paralizar el uso” de la IA sino que, a partir de la descripción de los aspectos de la IA que facilitan la interferencia en la privacidad y los derechos asociados, formula recomendaciones para los Estados y las empresas relativas al diseño y la implementación de salvaguardas para prevenir y minimizar los resultados nocivos y para acceder a los beneficios que la tecnología puede brindar.

El contenido de la nota en cuestión, en cambio, sí refleja el reporte encargado por el Consejo de DDHH de la ONU. Este documento es un aporte al debate, imprescindible en el estado actual de desarrollo de las TIC, porque define el respeto (o no) por los derechos humanos como son la protección de datos personales, el acceso a la cultura, la libertad de expresión, la privacidad y la no discriminación, sin cuyas garantías algunas tecnologías pueden carcomen las cualidades democráticas de las sociedades.

Este documento es un aporte al debate, imprescindible porque define el respeto (o no) por los derechos humanos como son la protección de datos personales, el acceso a la cultura, la libertad de expresión, la privacidad y la no discriminación

La interferencia con la privacidad es uno de los ejes tratados en el informe, que recuerda que “los Estados pueden interferir con el derecho a la privacidad sólo sobre la base de la ley y de conformidad con esa ley” en la medida que cumpla con los estándares internacionales en materia de derechos humanos, es decir, que las eventuales injerencias a la privacidad deben tener un propósito legítimo, ser necesaria para lograr ese propósito legítimo y ser proporcionadas. “Cualquier restricción también debe ser la opción menos intrusiva disponible y no debe menoscabar la esencia del derecho a la privacidad”, subraya.

Otra dimensión de la IA que preocupa a la comisionada de DDHH de la ONU es que los procesos de toma de decisiones de muchos sistemas de IA son opacos. La veda actual, para que la “caja negra” de la IA pueda ser auditada y para que sus procedimientos sean conocidos por parte de los sujetos cuyos datos nutren su actividad impiden que las personas y organizaciones puedan recurrir ante efectos lesivos de sus derechos. El refuerzo de los sistemas de propiedad intelectual colisiona, pues, con otros derechos. De allí la necesidad de instituir autoridades regulatorias independientes, abiertas al escrutinio de la sociedad civil, y que trabajen con autoridades administrativas, judiciales y órganos dedicados a la protección de datos personales, agencias de protección de consumidores, reguladores sectoriales, organismos contra la discriminación e instituciones de defensa de los derechos humanos para armonizar una controversia compleja en la que coexisten intereses diversos.

Los sistemas automatizados de predicción de comportamientos son, además de opacos, fuertemente disciplinadores. Son tan performativos como prescriptivos, en el sentido que predisponen conductas basadas en las inferencias que los sujetos a quienes les son aplicados esos sistemas realizan respecto del modelo esperado y respecto de las prácticas sancionables. Esta estandarización del control social produce errores frecuentes que documentan el sesgo algorítmico y las consecuencias desastrosas del mal empleo de la inteligencia artificial, por ejemplo en predicción de conductas delictivas en barrios de bajos recursos, en sistemas de crédito social (scoring) en China o en políticas de evaluación docente en EEUU y estudiantil en el Reino Unido. Tras citar algunas de estas evidencias, Strasserra concluye que “la vigilancia para captar datos y su consecuente procesamiento para emitir juicios de valor sobre la ciudadanía puede tener un efecto muy nocivo en la sociedad: el miedo a equivocarse”.

La oficina de la ONU presidida por Bachelet reclama una moratoria en la aplicación de sistemas de reconocimiento de emociones o identificación biométrica, entre otros, y reclama tanto a Estados como a compañías privadas que evalúen su impacto en los derechos humanos. “La escalabilidad de las soluciones de IA puede aumentar drásticamente los efectos negativos de tasas de error aparentemente pequeñas”, sobre todo si, como constatan muchos casos del pasado reciente en materia de seguridad pública, los sistemas de IA se basan en datos defectuosos o incompletos pero sus resultados se usan como si fueran representativos. 

Además, en la escala actual la IA afecta la libertad de expresión, dado que “los vastos conjuntos de datos en los que se basan los sistemas de curación, amplificación y moderación se crean y amplían continuamente a través de un extenso monitoreo en línea y perfiles de los usuarios de la plataforma y sus redes personales”, lo que, “combinado con una concentración extrema del mercado, ha llevado a la situación en la que un puñado de empresas a nivel mundial mantienen y controlan perfiles sobre miles de millones de personas y la esfera pública en red en general”. No es casual que la edición de la conversación pública por parte de las plataformas digitales mediante sistemas automatizados, cuyos parámetros de programación son también una “caja negra” pero cuyo sesgo exhibe discriminación por motivos raciales, culturales o de género, sea crecientemente criticada por representantes políticos y sociales de distintas perspectivas ideológicas.

Regular no es prohibir: el informe aboga por regulaciones democráticas e inteligentes que sean a la vez específicas para abordar los problemas que presenta la IA. “Cuanto mayor sea el riesgo para los derechos humanos, más estrictos deberían ser los requisitos legales para el uso de la tecnología de IA. En consecuencia, los sectores en los que hay mucho en juego para las personas, como la aplicación de la ley, la seguridad nacional, la justicia penal, la protección social, el empleo, la atención de la salud, la educación y el sector financiero, deberían tener prioridad”. Ciertamente, para la oficina de la ONU no deberían permitirse sistemas de IA estén directamente en conflicto con la prohibición de la discriminación, pero ello también vale para las prácticas y regulación de conductas en el mundo físico o analógico, que no pueden violar los derechos humanos, incluso si se trata de empresas u organizaciones privadas.

 

La regulación recomendada por el informe desemboca en el reconocimiento de derechos de la ciudadanía digital, que es un ejercicio pendiente de concreción. En su trabajo Terms of Disservice, Dipayan Ghosh pregunta, en la lectura que hace Ángel Melguizo en El Mundo, “qué tan representativos son en verdad los datos que usan los algoritmos; de qué manera se entrena a los modelos para que funcionen mejor, y en particular la necesidad de identificar causalidad y correlación” que opera en la programación de la inteligencia artificial. Ghosh aboga por “el consentimiento (aceptación explícita), la elección (que incluya una forma fácil de salir), y el control sobre el acceso, uso y retención de datos (que incluye el derecho a la información sobre el uso de nuestros datos, su corrección, o remoción)”. Este inventario puede colaborar en que la democracia sobreviva y logre ingresar a la sala de máquinas donde funciona la caja negra de la IA.

Perdiendo el punto

Cuando la IA manipula la libertad de expresión, la censura no es la solución. Mejorar el código lo es.

Lessig, profesor de Derecho y activista escribe en OneZero, una publicación de Medium sobre el impacto de la tecnología en las personas y el futuro. Nuestro equipo editorial también está detrás de Debugger, una publicación sobre gadgets, y Future Human, una publicación científica sobre la supervivencia de nuestra especie. Como publicación periodística propiedad de Medium, OneZero mantiene la independencia editorial sobre las historias que publica en la plataforma Medium.

Cada problema es fácil, si simplemente ignora los hechos. Y Glenn Greenwald ahora nos ha dado un hermoso ejemplo de esta verdad eterna y cada vez más vital.

En su Substack, Glenn ataca a la denunciante de Facebook (él no la llama así; la llama entre comillas -denunciante-), Frances Haugen, por ser una víctima involuntaria de la Gran Conspiración de la Izquierda que ahora se centra tan intensamente en censurar libertad de expresión. Criticar lo que ha hecho Facebook, en el mundo simple de Glenn, es respaldar la derogación de la Primera Enmienda. ...

Pero todo esto le parece tan simple a Glenn, porque es muy bueno ignorando la importancia de la tecnología, para todo, y especialmente para los medios modernos. Glenn no hace tecnología. Está debajo de la teconología. En su libro sobre el trabajo que hizo con la denunciante (¿o es una "denunciante"?) Edward Snowden, Glenn relata que casi pierde la conexión con Snowden porque no podía averiguar cómo hacer que las comunicaciones cifradas funcionen en su computadora. (Nota para nosotros los boomers (y los casi boomers como Glenn) no presumas de tu desorientación técnica; te hace ver como el abuelo con el control remoto del televisor). Las cosas que nos resultan difíciles, las encontramos en la forma de ignorarlas. Y eso es precisamente lo que Greenwald ha hecho en su diatriba de 2.500 palabras contra una mujer que lo ha arriesgado todo para ayudarnos a entender lo que nos oculta la empresa de redes sociales más poderosa del mundo.

Si va a comprender el problema que describe Frances Haugen, debe comenzar con la tecnología. Y no hay mejor historia tecnológica para empezar que la que Pro Publica rompió hace cuatro años .

En esa historia, Pro Publica describió cómo Facebook había comenzado a ofrecer una nueva categoría de usuarios a los anunciantes de Facebook: "odiadores de judíos". Cualquiera que estuviera ansioso por llegar a los "odiadores de judíos" ahora tenía una forma sencilla de hacerlo: Facebook le daría acceso a las personas que habían identificado como "odiadores de judíos", al menos si les pagaba el precio correcto. Su contenido de "odio a los judíos" podría entonces ser entregado de manera segura a ellos, y solo a ellos. Perfecta eficiencia de mercado, y sí, esto realmente sucedió.

Cuando estalló la historia, Facebook actuó asombrado y luego actuó rápidamente para desactivar esta característica (para los racistas, al menos, muy valiosa) de la plataforma publicitaria de Facebook. Pero Facebook no despidió al autor de esa categoría. Ni siquiera le redujo la paga. Porque esa categoría fue creada por un empleado (que no sea Zuckerberg) que Facebook nunca disparará: su IA. Fue la inteligencia artificial de Facebook la que decidió que la publicidad dirigida a los "odiadores de judíos" era una buena idea. Fue la inteligencia artificial de Facebook la que creó esa categoría y luego comenzó a ofrecerla a los usuarios de publicidad de Facebook.

Ahora, por supuesto, podría describir la decisión de Facebook de eliminar la categoría "odiadores de judíos" como "censura". Una categoría de habla es el habla; decidir prohibirlo es la decisión de prohibir la expresión. Se podría decir que todo esto fue solo una prueba más de la vasta conspiración de la izquierda que está destruyendo de manera tan efectiva la libertad de expresión en Estados Unidos en la actualidad.

O simplemente podría decir que este fue un ejemplo de Facebook que no censuró el discurso de nadie, porque literalmente, nadie había hablado. Una máquina, entrenada en un objetivo simple, maximizar los ingresos publicitarios, había descubierto una técnica que le ayudó a hacer precisamente eso. Por supuesto, había usado el habla para lograr ese objetivo: "odiadores de judíos". Pero describir lo que esa máquina había hecho como "hablar" o "hablar" es simplemente confundir ese ideal vital y democráticamente crítico con el resultado de un dispositivo que maximiza las ganancias. Las máquinas no hablan; la gente hace.

Sin embargo, sorprendentemente, llevamos mucho tiempo en una batalla legal sobre si esa simple declaración es de hecho cierta. Creo que lo es, o al menos, como he explicado , creo que la Primera Enmienda no debe tomarse para proteger lo que yo llamo "discurso replicante", un subconjunto importante del discurso automático. 

Pero hace casi una década, uno de los académicos legales más brillantes de Estados Unidos, Eugene Volokh, declaró en un documento encargado por Google que no era cierto. Y aunque estaría en contra de esa declaración para todo tipo de discurso automático, también creo que es solo una confusión extender ese respaldo (“¡Esto es libertad de expresión!”) A todo lo que se expresa con significado. El 11 ° Circuito fue lo suficientemente inteligente como para concluir que un gato que habla no merecía las protecciones de la Primera Enmienda. Los replicantes entre nosotros podrían retroceder ante esa decisión. Creo que habla con sentido común del Medio Oeste.

La razón es que en manos de los replicantes, el "habla" es una herramienta de manipulación. Como demostró la propia investigación de Facebook, por ejemplo, el algoritmo de Instagram se basa en muchas fuentes para determinar que un usuario en particular es dismórfico corporal. Una vez que determina tanto, alimenta esa alma cada vez con más imágenes dismórficas corporales. No hace esto porque sea malo. No lo hace porque esté tratando de inducir al usuario al suicidio. Lo hace porque el usuario responde a estas imágenes "interactuando" más con la plataforma de Instagram. La función objetiva de la IA que impulsa el feed es maximizar el compromiso. Los algoritmos son asombrosamente buenos para encontrar nuestros puntos débiles y terriblemente eficientes para alimentarnos con lo que no necesitamos.

En un informe de investigación publicado antes de los Archivos de Facebook, el Wall Street Journal produjo una poderosa demostración de esta dinámica. Los investigadores habían construido bots que pretendían ser humanos usando la plataforma TikTok. Esos bots interactuaron con el contenido de TikTok. Su participación indujo a TikTok a alimentar a los bots con contenido cada vez más específico. Dependiendo del contenido seleccionado, el bot se redujo rápidamente a una madriguera de contenido, independientemente del efecto que el contenido pudiera tener en el usuario. Un "bot deprimido" se alimentó rápidamente con contenido aún más deprimente porque ese contenido indujo al bot a participar más. Una vez más, el "compromiso" es el objetivo por el que se maximizan estas IA.

Nada de esto es terriblemente nuevo. Ha sido el foco de los investigadores durante muchos años; vea especialmente el trabajo de Renee DiResta . Y más allá de las redes sociales, durante mucho tiempo hemos tenido filósofos preocupados por las IA eficientes que llevan al mundo a la locura. (Piense en filósofo de Oxford el experimento mental del Nick Bostrom sobre una IA superinteligente programada para maximizar la producción de clips; a medida que la IA aprende cómo lograr su objetivo, pronto convierte al mundo entero en la producción de clips).

Lo nuevo es la clara evidencia de que Facebook vio esta dinámica, pero optó repetidamente por ignorarla. El testimonio de Frances Haugen mostró una y otra vez que cuando se enfrentaba a la elección entre hacer que su plataforma fuera menos dañina y hacer que su plataforma fuera más rentable, Facebook eligió las ganancias (casi) siempre. (El artículo de Aaron Mak en Slate ofrece un excelente resumen del testimonio y la evidencia). Sabían cómo su tecnología estaba provocando daños en las clases vulnerables. Eligieron aceptar ese daño para asegurar aún más ganancias para la plataforma. Como testificó Haugen , Facebook está "comprando sus ganancias con nuestra seguridad".

Criticar todo esto no es pedir censura. De hecho, como mostró el testimonio de Haugen, la censura (a través de "verificación de hechos" y tecnologías similares) fue una de las técnicas menos efectivas para abordar el problema. En cambio, el remedio es reducir la intensidad de estos motores de manipulación de monstruos. (Llámelos "Monster Mes" para abreviar). El remedio, en otras palabras, es un límite de velocidad para Monster Mes, lo que ralentiza su capacidad de manipulación y, por lo tanto, les da a los humanos la oportunidad de alcanzarlos.

La propia investigación de Facebook muestra este punto con precisión. Como el informó Wall Street Journal , cuando el Equipo de Integridad Cívica de Facebook descubrió que su algoritmo estaba impulsando contenido tóxico, también descubrió que cuanto más frecuentemente se compartía contenido, más probable era que el contenido fuera tóxico. Como Jeff Horwitz, autor de la serie WSJ, lo resumió en un podcast, "si una cosa se ha vuelto a compartir 20 veces seguidas, será 10 veces más probable que contenga desnudez, violencia, discursos de odio, desinformación, que un algo que simplemente no se ha vuelto a compartir ". Eso llevó a los científicos de datos a recomendar simplemente limitar la cantidad de posibilidades de compartir. Por supuesto, esto no deshabilitaría la capacidad de alguien para compartir ningún contenido en particular. Cualquiera es libre de copiar y pegar el enlace a ese contenido y enviarlo por correo electrónico o mensaje a sus amigos. Pero al deshabilitar la opción de compartir simple más allá de dos saltos, la plataforma podría ralentizar radicalmente la propagación de contenido incitante y odioso. 

Ese cambio bien puede costar algo a Facebook, pero nos compraría a todos una red mucho más segura. Y aunque es poco probable que el Congreso promulgue tal requisito, porque es poco probable que este Congreso corrupto haga algo, ciertamente es factible que una empresa como Apple, dirigida por un hombre como Tim Cook, prohíba tecnologías virales venenosas como Facebook. , hasta que demuestren que han incorporado límites de velocidad como este para frenar la propagación del odio.

Los absolutistas de la libertad de expresión responderán que todo discurso es manipulación. Sin duda, eso es cierto. Los comentarios de Tucker Carlson son más manipuladores que los comentarios de Bill Moyers (lamentablemente). Sin embargo, la Primera Enmienda protege correctamente a ambos.

Pero si no podemos distinguir entre las manipulaciones de IA de miles de millones de dólares y las manipulaciones de otros seres humanos, entonces estamos realmente perdidos. El argumento en contra de Facebook no es que permitió que existiera un mal discurso en su plataforma. El argumento es que implementó una tecnología para amplificar ese discurso a los más vulnerables, una tecnología de la que los humanos aún no pueden defenderse. No sabemos que estamos siendo manipulados. No vemos el juego que se está jugando. La evolución no nos ha dado las herramientas psicológicas para resistirnos a convertirnos en una herramienta de estos Monster Mes de mil millones de dólares. Y la Primera Enmienda en particular, y la retórica de la libertad de expresión en general, deben dar cuenta de estos hechos sobre nosotros y de los esfuerzos para protegernos contra las consecuencias de la manipulación de máquinas en bruto.

Una analogía con un bar podría ayudar: ¿Cuándo es un cantinero responsable del daño causado por un cliente que bebe y conduce y luego mata a alguien con su automóvil? Ciertamente no cuando simplemente sirve una bebida al cliente. Hemos aceptado ese riesgo en nuestra sociedad. Tal vez sea responsable si tiene una hora feliz extrema que lleve a muchos a beber más de lo que deberían. En ciertos estados, sin duda será responsable si sabe que el cliente está ebrio y que conducirá y, sin embargo, lo atiende de todos modos. Pero todos deberíamos estar de acuerdo en que ella debería ser absolutamente responsable si agrega sustancias químicas a las bebidas que sabe que harán que sea extremadamente difícil dejar de consumir alcohol.

Esa es la acusación contra Monster Mes: están aumentando las bebidas. La manipulación selectiva de contenido impulsada por máquinas explota las debilidades de quienes lo consumen. Ese aumento no es simplemente reflejar quiénes somos; ese aumento nos está convirtiendo en personas que no queremos ser.

Los remedios aquí no serán simples. No hay bala de plata. En el período previo a las elecciones de 2020, Facebook demostró que sabía cómo frenar el "nerviosismo" de su red; esos esfuerzos frenaron la propagación viral. Esa desaceleración fue muy eficaz para evitar el tipo de locura que siguió después de las elecciones, es decir, después de que Facebook hubiera desactivado esos esfuerzos.

Sin embargo, a pesar de la complejidad, la pregunta planteada por el testimonio de Haugen es simplemente esta: ¿podemos confiar en que Facebook elija nuestra seguridad, para los vulnerables, para nuestra democracia, sobre sus ganancias? Si los archivos de Facebook nos enseñan algo, nos enseñan que la respuesta a esa pregunta es simplemente "no".

Por supuesto, algunos creen que las redes sociales son " inseguras a cualquier velocidad ", para remezclar una línea de Ralph Nader. Ese no fue el testimonio de Haugen. Haugen dijo explícitamente que cree en el potencial para el bien que Facebook ofrece a Estados Unidos y al mundo. Y argumentó explícitamente que las opciones de diseño dentro de Facebook podrían hacer posible eso. 

Tenemos que centrarnos en esas opciones de diseño, por incómodo que resulte ese enfoque para los tecnófobos. Tales elecciones ajustan la tecnología a los límites de nuestra psicología. Son regulaciones para adaptarse a la debilidad humana, no regulaciones para negar un derecho humano. Oponerse a tecnologías que tienen un efecto secundario claro, si no intencionado, de volver locos a los individuos y a la sociedad no es apoyar la censura del discurso. Por el contrario, deberíamos oponernos a las soluciones que se basan en juicios subjetivos y, por tanto, inherentemente políticos, sobre el contenido.

La censura no es la solución. Mejorar el código lo es. Porque este código es ley, y esa ley debe respaldar los valores de la libertad de expresión que los humanos pueden comprometer, dados los límites que la evolución ha construido dentro de nuestros cerebros.

Hechos y Sucesos

Dejemos los algoritmos que pretenden suplantar la inteligencia humana y los medios de comunicación que las utilizan como “herramientas de negocio” para optimizar ganancias y adentremos en las noticias del día.

Los Ricos de Argentina

"Nada de ceos, estos son dueños". La frase la pronunció ante este diario uno de los funcionarios presentes en un almuerzo particular. Un mano a mano del Presidente Alberto Fernández y sus ministros más cercanos con la cúpula del poder económico, los propietarios que pagan salarios e influyen en el devenir económico del país. En el convite, que arrancó a las 13 y terminó a las 16, se habló a agenda abierta de un abanico de temas: esquemas de inversiones y un acuerdo post elecciones; el avance de las negociaciones con el Fondo Monetario (FMI), la situación laboral y la doble indemnización; el respaldo empresario a las giras del Gobierno para atraer inversiones y la situación de los precios. 

El salón Eva Perón de la Casa Rosada albergó la comida en la que oficiaron de anfitriones Fernández, el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Del otro lado de la mesa, una plantilla de empresarios de peso: Marcos Bulgheroni, de Pan American Energy; Marcelo Mindlin, de Pampa; Javier Madanes Quintanilla, el dueño de Aluar; Hugo Eurnekian, de Corporación América y Aeropuertos Argentina 2000; Francisco De Nárvaez; Jorge Brito hijo, del Macro; Alejandro Simón, de Sancor; y Juan Martín de la Serna, presidente de Mercado Libre. 

El encuentro es políticamente una gestualidad presidencial hacia el establishment. Un diálogo directo, sin intermediarios, con los que juegan en serio e influyen. Un acercamiento similar al que pidió años atrás la vicepresidenta, Cristina Fernández, cuando en tensión con el sector privado, pidió hablar cara a cara con "los titulares". De hecho, en la reunión se acordó no discutir la agenda en los medios y con entidades o cámaras, sino cara a cara. Toda una declaración de principios conjunta horas antes del lanzamiento del Coloquio de IDEA, un evento donde reinan los gerentes y suele haber críticas y dardos que no suelen compartir los dueños. 

La reunión en Rosada tuvo, además, un carreteo previo: hace unos días, se juntaron a compartir una comida Wado de Pedro, Massa y Máximo Kirchner con De Narváez, Brito y Bulgheroni. Allí los empresarios pidieron seguir con la dinámica y ampliar la mesa para reunirse con el Presidente. Así es que almuerzo, según supo PáginaI12, se convocó desde la Casa Rosada con el fin de acercar posiciones y abrir agendas. Entre entradas y un plato principal de bife de chorizo, el Presidente repasó la marcha de las negociaciones con el FMI y contó detalles del viaje que llevó al ministro Martín Guzmán a los Estados Unidos. Escuchaba Manzur, que sale este jueves para territorio norteamericano para dar una visión política del rumbo de Argentina. El tucumano conocía mejor que nadie a los presentes, por años de vinculación con el poder económico. Y les adelantó que se verá allí con inversores y posibles tenedores de bonos de la Argentina. 


Respecto a la deuda, Fernández aseguró que todas las patas de la alianza de gobierno quieren un acuerdo y expresó que "queremos resolver el problema que nos dejó Cambiemos, para lo cual precisamos el apoyo de todos". Adelantó además que se están negociando mayores plazos y el tema de la sobre tasa. También explicitó que se negocia una cláusula que permita al FMI "incluirnos si salen créditos con mayores plazos". La referencia es al puente que negocia Guzmán desde hace unos meses. Los empresarios se mostraron preocupados por saber si hay consenso político con Cambiemos para votar el acuerdo en el Parlamento. El gobierno dejó entrever que todavía esperan un pronunciamiento al respecto de Juntos por el Cambio. En esa línea, Fernández calificó como "una muy buena noticia" la permanencia de Kristalina Georgieva, la titular del FMI, en su cargo. 

"Lo central fue lo de la deuda", dijo a este diario Madanes, de Aluar. Y contó detalles: "el Presidente fue muy claro en los tiempos y la formas, habló del primer trimestre del año entrante (para acordar) y la negociación por la sobre tasa y los períodos de gracia. Aclaró que no hay vocación rupturista y sí una gran voluntad de llegar a un acuerdo. destacó que en esto tambien Cristina Kirchner está convencida, que hay que buscar un acuerdo". En esa misma sintonía se expresó Hugo Eurnekian, quien aseguró que "el Presidente nos transmitió mucha confianza en relación a la voluntad de alcanzar un acuerdo con el FMI y sentar las bases para un crecimiento económico del país sustentado en la inversión y generación de empleo en el sector privado.”

Luego del capítulo deuda, la charla viró hacia la posibilidad de un acuerdo concreto para la generación de empleo e inversiones tras las elecciones generales de noviembre. También, cada uno de los empresarios repasó ante los funcionarios las inversiones de su sector y hasta se pusieron a disposición para ayudar a la atracción de inversiones. En este punto apareció la discusión sobre la confianza para invertir y se coló el tema de los Pandora Papers. "Parte de la desconfianza viene de que somos el tercer país con más plata afuera", disparó uno de los presentes, con casi el único comentario picante de la comida. El otro, algunas chicanas de Narváez, que trató de "Usted" al Presidente hasta que Fernández le aclaró que "me podés tutear". 

El último tema de la carta fue el pedido de algunos dirigentes de que el Gobierno dé de baja la doble indemnización. El Presidente, que según los presentes tomó las riendas de todas las respuestas, aclaró que eso se irá dando a medida que la crisis sanitaria cese. "Es un proceso, y además son cosas que tenemos que charlar con el sector sindical en la mesa", dijeron desde el Gobierno. No todos los CEOs, de todos modos, están convencidos de que eso sea urgente. Uno de ellos, Madanes: "estamos hablando de algo y aún no salimos de la de la crisis sanitaria. No es el momento de hablar de esto". El jefe de Aluar fue un poco más allá al aseverar que "creo que ni la reforma laboral es el camino hoy, porque no garantiza empleo y menos en países con el desempleo de Argentina". 

En el momento de los postres, hubo incluso felicitaciones empresarias a las medidas que el Gobierno tomó en pandemia, como el ATP para el pago de salarios privados. Y alguna diferencia en el manejo de la política de precios. Pero el tono del encuentro estuvo dado por una reconfiguración de la relación Gobierno-establishment, no para aplacar diferencias, sino para salir de los debates en los titulares y correr a los intermediarios que generan ruido en la conversación. 

Viajar con el Presidente

En el almuerzo que el presidente Alberto Fernández, junto a distintos empresarios, algunos de ellos --como Francisco De Narváez, dueño de Wallmart Argentina-- le propusieron al mandatario acompañarlo durante sus giras internacionales, con el objetivo central de salir a buscar inversiones que beneficien a la Argentina.

Eso es algo que, por ejemplo, también solía hacer el expresidente Néstor Kirchner, que en reiteradas ocasiones viajó junto a empresarios y también sindicalistas a sus giras por el exterior. Un ejemplo de ello, recordaron, fue cuando en junio 2004 Kirchner visitó China y, como parte de su comitiva, lo acompañaron más de 200 empresarios argentinos que cubrían un amplio espectro del sector productivo del país.

La respuesta del Gobierno ante el ofrecimiento de los empresarios fue positiva, pero desde el oficialismo no confirmaron que, por ejemplo, se vayan a sumar al viaje que tiene previsto Fernández a Roma a fin de mes, donde piensa asistir a la cumbre del G20.

(Página 12)

Movilidad sustentable

El gobierno presentó ayer un proyecto de Movilidad Sustentable que prevé que a partir de 2041 no se venderán más vehículos 0km con motor de combustión interna. Así, se busca marcar un límite a la fabricación local de unidades que utilizan hidrocarburos como combustible. 

Con el acuerdo, se plantea acelerar la transformación de la industria automotriz en menos de dos décadas. Para ello se creará un régimen que promoverá el diseño, investigación, producción y reconversión de vehículos propulsados por fuentes de energía sustentables. 

Exportaciones de carne

El Gobierno Nacional oficializó por decreto la flexibilización de las exportaciones de carne vacuna hasta el 31 de diciembre del año 2021.

Será un número limitado de 140.000 animales con destino a China, que completarán las 21.500 toneladas comprometidas a fines de septiembre en la reunión entre el Gobierno, gobernadores y entidades rurales.

La decisión había sido tomada luego de la reunión entre el ministro de Agricultura, los gobernadores de cinco provincias productoras (PBA, La Pampa, Santa Fe, Santiago del Estero y Entre Ríos) y representantes de la Mesa de Enlace. 

Negociaciones con el FMI

El ministro de Economía Martín Guzmán se reunió con Kristalina Georgieva en Washington luego de ser ratificada para permanecer al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de avanzar en un acuerdo para la renegociación de la deuda argentina que alcanza los u$s44.000 millones.

"Valioso encuentro con la directora gerente del FMI para avanzar en resolver la deuda insostenible con el organismo", escribió el ministro tras la reunión.

En el encuentro, también participaron el director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos; la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack; y el jefe de la misión para Argentina, Luis Cubeddu.

"En este marco, se continuó avanzando en el proceso de renegociación del programa stand by firmado en 2018 por la administración de Juntos por el Cambio", se informó oficialmente.

Georgieva, en tanto, también compartió en Twitter un balance del encuentro: "Muy buena reunión con Martín Guzmán hoy en Washington. Esperamos continuar con nuestro trabajo en conjunto para abordar de manera duradera los desafíos de Argentina y construir una recuperación más sostenible e inclul gobierno nuevamente insistió en la quita de los sobrecargos en tasas de interés de los préstamos. Así lo había anticipado la semana pasada el ministro en la conferencia en la XV Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). "Las cargas de la deuda insostenibles impiden que los países establezcan caminos de recuperación y crean una dinámica económica y social desestabilizadora", señaló. "La mayoría de los países, cuando realizan reestructuraciones de deuda soberana, no obtienen el alivio de carga necesario para restaurar la sostenibilidad" de sus economías.

Agregó que los países "no tienen la capacidad de luchar de la forma necesaria para lograr una resolución efectiva para la crisis de la deuda soberana y es evidente que necesitamos reformas". Sus palabras fueron en la misma sintonía que su mentor, el premio nobel de economía Joseph Stiglitz.

Por la tarde, el Ministro también se reunió con funcionarios del Tesoro de los Estados Unidos en un encuentro en el que estuvieron presentes el asesor de la secretaria del Tesoro, David Lipton, y el subsecretario de Relaciones Institucionales, Andy Baukol.

Guzmán dialogó sobre las negociaciones con el fondo con funcionarios del Tesoro de EEUU. ""Fue un encuentro productivo y quedamos en continuar el diálogo durante el proceso de negociaciones con el FMI en el cual EEUU tiene un rol clave porque es el principal accionista", remarcó el ministro.

En las últimas horas, un artículo de la agencia Bloomberg alertó sobre un supuesto rechazo del organismo para cumplir esa premisa.

Bloomberg había dado a conocer un pedido el mes pasado en una reunión de la junta del FMI: "El Directorio rechazó una propuesta para discutir el alivio temporal de los sobrecargos", según indicó la agencia. Pero el gobierno desmintió esa información: "Es una nota sin sustento y sin fuentes", aseguraron fuentes del equipo económico, que destacaron que en el propio material de Bloomberg "el FMI manifestó que no hay definiciones y el Ministerio de Economía lo mismo".

(Ámbito Financiero)

Previsiones de crecimiento

El FMI mejoró los pronósticos de crecimiento para la economía argentina este año. De acuerdo a las proyecciones, la recuperación argentina sería del 7,5% para este año, mientras que para 2022 se espera que sea de 2,5%.  


 

Los indicadores mejoraron con respecto a los publicados en el mes de julio, y están por encima del promedio regional y mundial. Para América Latina, el FMI proyecta una recuperación del 6,3% para 2021, mientras que a nivel global será de 5,9%, un punto porcentual menos que lo proyectado en julio. 

Cumbre del G-20

Ayer se realizó la Reunión Extraordinaria de Líderes del G20 , convocada por el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, con el objetivo de fortalecer la coordinación internacional sobre Afganistán. La cumbre virtual aprobó una inversión de 1.300 millones de dólares en ese país, que coordinará la ONU en su implementación. No participaron los jefes de Estado de China y Rusia. Los talibán pidieron tiempo para impulsar reformas. 

Alberto Fernández participó desde la residencia de Olivos y reiteró el llamamiento “a todos los actores políticos en Afganistán a respetar plenamente los derechos humanos adoptando medidas urgentes para proteger a aquellas personas en riesgo inminente”.

El 30 y 31 de octubre tendrá lugar la cumbre presencial con jefes de Estado en Roma, ya que Italia ejerce la presidencia este año. 

Wall Street

La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) abrió una investigación a los bancos de Wall Street para averiguar si realizan seguimientos de las comunicaciones digitales de sus empleados, según Reuters

De acuerdo a dos de las fuentes consultadas , la operación proviene de una investigación que la SEC está llevando adelante contra una institución financiera en particular. El organismo exige que los corredores de bolsa mantengan registro de todas las comunicaciones relacionadas con el negocio, lo que genera un límite difuso sobre la privacidad de las comunicaciones privadas de los empleados. 

Chile

El gobierno de Sebastián Piñera decretó la militarización de la región sur del país por el conflicto con los pobladores originarios mapuches, quienes reclaman recuperar sus tierras, entre otras reivindicaciones. 

La medida dispuesta por el gobierno chileno regirá inicialmente por 15 días en las provincias de Biobío y Arauco.

Pinceladas de presente

Con IA y con la propia, las noticias y la información adquieren el carácter de las lecturas y significaciones que uno produce como forma de interpretar la realidad y de actuar y tomar decisiones en ella.

Estos tiempos que nos tocan vivir nos enfrentan a singulares desaríos, en especial cuándo todo aquello que producimos, nos devuelve en sus consecuencias no esperadas, advertidas, pensadas y conocidas, los defectos que signan la mayoría de los problemas globales y Nacionales del presente. La disputa es tan vieja como la misma humanidad y la historia que signa el devenir en la consciencia humana de cada una de las matrices lógicas, filosóficas y que fundamentan los sistemas de conocimiento, que prevalecieron en cada tiempo y en cada sistema civilizatorio como contexto de esta tensión irresoluble … somos individuos imposibles de sobrevivir sin relacionarnos con otros individuos, con las geografías que habitamos y con las creaciones que somos capaces de inventar. Nuestras acciones hoy no solo tienen consecuencias en el presente sino que signaran en buena medida los tiempos por venir. Nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos y quienes vivan después de ellos, nacerán y vivirán sus vidas en el mundo y con las decisiones que hoy tomamos y diseñan la realidad. Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack






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