Entre Muertos y Brujas: Los dias de fines de Octubre

 

Sábado 30 de Octubre de 2021 y Domingo 31 de Octubre


Entre las Brujas y el fin de Octubre

Los lazos entre la realidad y la historia se entretejen en las experiencias cotidianas como esos hilos que teje la araña para conseguir su alimento. La razón humana se alimenta de la experiencia histórica y de las historias colectivas que le dan sentido a su presente.

Ayer, un corte de luz impidió mi acceso a los dispositivos para poder compartir este diario espacio de intercambio reflexivo. Hoy intento ponerme al día.

Cuestión de Brujas

Aunque apena ver a nuestros niños replicando festividades de otras tierras a pocos días de que las nuestras propias pacen casi inadvertidas, el hecho que durante la jornada del sábado, muchos salieron a dar rienda suelta a uno de los fenómenos que va alimentando la “colonización mental” del planeta. Antes lo Fueron Papa Noel y la Coca Cola. Por tanto no es nuevo que en lugar de alimentar tradiciones de nuestra propia historia, estemos abiertos a las nuevas “viejas” de otros lares.

El Halloween, también denominada Noche de Halloween o Noche de Brujas, es una fiesta de origen anglosajón que se celebra cada año el 31 de octubre.

La festividad es la conmemoración a la víspera de Todos los Santos. Para la tradición original, durante esta noche las almas de los familiares fallecidos volvían a la tierra a visitarnos.

Es una fecha usual en el calendario de días laborables, puesto que la celebración no posee un carácter oficial.

El término Halloween proviene de la contracción inglesa: All Hallows’ Eve, cuyo significado se refiere a la víspera de Todos los Santos o a la víspera de los difuntos.

Tiene su origen en la Europa de la Edad Antigua, hace aproximadamente unos 3000 años.

En la tradición celta la víspera del 1 de noviembre era conocida como el festival del Samhain, nombre que a la vez procede del irlandés antiguo y está relacionado con el fin del verano.

El Samhain, originalmente celebraba el fin de las cosechas y el comienzo del año nuevo para esta cultura, coincidiendo con el solsticio de otoño. En la noche del 31 de octubre la tradición creía que los difuntos caminaban entre los vivos y para ello se hacían rituales de comunicación con los muertos, ayudándolos a encontrar su camino hacia el descanso eterno.

En Estados Unidos y Canadá la tradición llegó de manos de los inmigrantes irlandeses en 1840, quienes originalmente celebraban la festividad de manera menos pomposa que la actualmente conocida.

En el año 1912, Elizabeth Krebs con su ingenio, le dio el carácter de fiesta, disfraces y celebración, al que actualmente estamos acostumbrados.

En 1921, la festividad se hizo popular entre los jóvenes gracias a un desfile en honor al día ocurrido en Minnesota, convirtiendo la festividad en un evento popular.

Aproximadamente, entre las décadas de 1970 y 1980, la festividad fue adquiriendo un carácter internacional gracias a diversos hechos relacionados con el cine y series de televisión.

Halloween en Argentina

En Argentina, la festividad es una celebración que se fue haciendo muy popular, sobre todo, entre los niños, quienes esperan la noche para disfrazarse y efectuar el popular juego de "truco o trato".

El fruto popular por excelencia del Halloween es la calabaza, sin embargo, originalmente se usaban los nabos como linternas y servían como amuleto de protección contra los espíritus malignos.

Con la llegada de inmigrantes irlandeses a Estados Unidos en el siglo XIX, el nabo fue sustituido por una calabaza la cual era mucho más fácil de tallar.

A pesar de ser una festividad tomada de la influencia norteamericana, los niños planean para este día disfrazarse y salir a la calle en búsqueda de caramelos, chocolates y dulces.

La juventud argentina también participa de la fiesta sobre todo en discotecas, boliches y clubs donde hacen gala de sus vestimentas de zombis, fantasmas o brujas.

Nuestra versión desvalorada

Sin las estridencias de las calabazas y la tradición Sajona, la nuestra tiene otras características.

El Día de los muertos (o Día de los Fieles Difuntos)

Es una tradicional celebración hispanoamericana dedicada a honrar a los ancestros difuntos. La celebración indígena, por lo general, se lleva a cabo a finales de octubre (del 25 al 30) y principios de noviembre (del 1 al 3). La fecha de inicio de estas celebraciones varía según las tradiciones de cada región. Esta celebración es considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En este Día se celebra el regreso temporal de los seres queridos difuntos con distintas expresiones populares diversas, muchas veces transmitidas de generación en generación, un día en el que se celebra la memoria, el recuerdo sobre el olvido.

Desde hace ya varios años Argentina adoptó este día y cada 2 de noviembre se realizan distintas celebraciones en todo el país, incluso por los organismos oficiales.

Sin embargo, este día no es considerado no laborable y mucho menos feriado.

El Día de los Muertos conmemora a los difuntos. Se ora por su descanso eterno en la paz de Dios. Esta festividad data del siglo VIII y se debe a San Odilón, abad del monasterio benedictino de Cluny quien la instituyó en 998. Sin embargo existen testimonios de piedad popular de que la fiesta tiene orígenes mucho más antiguos. En la Biblia se habla sobre la angustia que le produce la muerte a las personas el corazón del hombre permanece inquieto hasta que repose en Dios (Confesiones 1, 1), pero también nos invita a no recaer en el temor (Romanos 8, 15). La misa que se oficia de este día, denominada Misa de Réquiem bendice a los difuntos para el descanso eterno. Se celebra el 2 de noviembre, o el 3 si este coincide con otra fiesta solemne o domingo.

En la Página de la Ciudad de Buenos Aires realizan una “combinación” que al menos no niega la raíz colonial que la impulsa, uniendo ambas festividades.

Honrando a quienes partieron

Esta tradicional celebración hispanoamericana tiene una doble raíz, mesoamericana y europea, y está dedicada a honrar a los ancestros difuntos. La celebración indígena del Día de Muertos, por lo general, se lleva a cabo a finales de octubre (del 25 al 30) y principios de noviembre (del 1 al 3). La fecha de inicio de estas celebraciones varía según las tradiciones o costumbres de cada región, coincidiendo con las conmemoraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. En el imaginario colectivo, la celebración anual destinada a los muertos representa un momento privilegiado de encuentro no sólo de las personas con sus antepasados, sino también entre las y los integrantes de la propia comunidad, algo que, desde hace siglos, ha permanecido.

Prórroga a la emergencia territorial indígena

En medio del “hallowen criollo”, La celebración del pueblo mapuche

Orlando Carriqueo, werken (vocero) de la Confederación Mapuche Tehuelche afirmó que la media sanción a la prorroga de la ley 26.160 en el Senado "es una herramienta que sostiene la paz social porque hay muchas comunidades que tienen suspendidos los desalojos" e indicó que sería "un grave hecho de responsabilidad institucional" que no se apruebe en Diputados.

"Es un paso importante porque ahora espera la media sanción de Diputados y para las comunidades en Argentina es una herramienta que permite determinar el territorio que le corresponde a las comunidades y que sostiene la paz social", resaltó el dirigente en declaraciones a Télam.

El Senado aprobó ayer y giró a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que prorroga por cuatro años la emergencia territorial indígena y evita los desalojos, durante una sesión en la que el oficialismo reclamó a la oposición "no mezclar" el accionar de grupos vandálicos en el sur del país con las necesidades de las comunidades aborígenes.

La prórroga por cuatro años de la emergencia territorial fue votada por 43 votos afirmativos, dos negativos y siete abstenciones, durante la segunda sesión con presencialidad plena que se desarrolla desde el levantamiento de las restricciones por la pandemia de coronavirus.
Carriqueo destacó que la sanción de la ley habilitará al Gobierno de Río Negro, que encabeza Arabela Carreras, a firmar "finalmente" el convenio de relevamiento de territorios indígenas. "La provincia es un lugar en el que tiene especial incidencia. Existen alrededor de 100 comunidades que restan ser relevadas", afirmó Carriqueo.

La Coordinadora Mapuche Tehuelche es una organización que tiene una mesa política de ocho integrantes, más el vocero, y cuatro consejeros indígenas, quienes trabajan con alrededor de 150 comunidades.
Carriqueo indicó que la si bien la Ley 26.160 "es una herramienta más, no resuelve el problema territorial de las comunidades, porque la situación de los Pueblos es más compleja", ya que se trata de "la construcción de una sociedad que refleje parte de la identidad que es una obligación del Estado".

"Es necesario que el Estado Argentino reconozca que hemos sido víctimas de un genocidio y eso abra el debate en la sociedad y ayude a recobrar la identidad sojuzgada, perdida, invisibilizada y criminalizada", aclaró en un reclamo por una reparación histórica "plena y abarcativa"

"Las construcciones sociales no dependen de un artículo de la Constitución, en todo caso las relaciones sociales y la creación de un Estado pluricultural depende de una construcción social que tiene que darse la debate", aseguró.

El werken adelantó que la confederación presentará "un amparo en contra de la megaminería en territorios comunitarios para que no se lleven adelante sin la consulta previa", buscando poner un freno a la característica de "avanzar sin respetar la decisión de las comunidades, más allá de la extrajerización de la tierra que se ha producido en los últimos años con gran impacto en las comunidades".

"Abogamos por el diálogo y esto fue posible con la constitución de la mesa de resolución de conflictos que hoy está frenada y esperamos que pasado el tiempo de las elecciones, que ha tensado la situación política", se reanude para avanzar en las soluciones, dijo al destacar que se reunieron con varios ministros del Gobierno nacional.

Webinar Patrimonial

El Bid, como es obvio, solo apunta al aspecto “patrimonial” de la cultura y Ofrece un Webinar para esta semana.

¿Cómo promover el acceso al patrimonio a través de las nuevas tecnologías?
En la actualidad la adopción de nuevas tecnologías aplicadas al patrimonio cultural está en un estado de desarrollo vertiginoso. Las instituciones tienen la oportunidad de crear contenidos en realidad aumentada o virtual, y generar nuevas interacciones con sus usuarios, sacar provecho de la telepresencia, contribuyendo a aumentar la atracción, e incrementando el mercado de visitantes con el desarrollo del naciente turismo virtual. En esta charla conversaremos sobre cómo las nuevas tecnologías permiten este potencial, considerando casos prácticos e innovadores que pueden servir de ejemplo y referencia para ampliar el acceso de la población al patrimonio cultural de nuestras ciudades. 

El webinar Patrimonio Aumentado y Virtual: El uso de las nuevas tecnologías para un patrimonio más accesible conversatorio con Albert Sierra, responsable de Nuevas Tecnologías de la Agència Catalana del Patrimonio Cultural y quien trabaja desde hace dos décadas en la comunicación del patrimonio, especialmente en la aplicación de las nuevas narrativas y la tecnología en este ámbito.
WEBINAR: Martes 2 de noviembre, 10 AM (EST) - Videoconferencia Zoom

El concepto de Patrimonio Cultural

Como construcción social el patrimonio cultural se basa en unos determinados principios constituyentes (la naturaleza. el pasado y la genialidad) que comparten un carácter extracultural y que legitiman la “sacralidad" de cualquier objeto o fenómeno sensible que provenga o haya estado en contacto con ellos.

Los objetos o fenómenos sensibles así caracterizados constituyen un pool patrimonial virtual sobre el que actúan las diversas activaciones (escogiendo. ordenando e interpretando) para sostener y legitimar discursos políticos acerca de la identidad o, más recientemente, para legitimar la espectacularización de la realidad cultural a fin de integrarla en los circuitos de consumo y atraer visitantes. Desde un punto de vista científico, en cambio, el patrimonio cultural se identifica con la herencia cultural global de nuestra especie, y, por tanto, con el conocimiento formalizado que podamos conservar y transmitir al respecto, sin ningún tipo de distinción por razón de legitimidades extraculturales u otras atribuciones simbólicas. Aunque aparentemente esta visión del patrimonio cultural es incompatible con la anterior, no deja, sin embargo, de ser aprovechada por aquella a fin de corregir sus activaciones y adaptarlas a los cambios sociales, manteniendo así el consenso, y aportándoles el valor añadido que supone en nuestros tiempos la autoridad de la ciencia, con todo lo cual se refuerza su eficacia. 

La controversia queda aquí explicitada … el patrimonio cultural como objeto de consumo e insumo que alimenta el negocio del turismo internacional o el valor de aquello que, como memoria histórica, devuelve al presente los hechos y lugares, formas y herramientas, valores y constitución de identidades de las que provienen y como se forjan las propias en el presente.

La historia como memoria de la identidad de los pueblos o como elemento “colonizador” en las narrativas y reconstrucción que en el presente, se fuerzan para orientar futuros dependientes de otras identidades así fijadas como universales, naturales, “de la humanidad”.

Homenaje a Darcy Ribeiro y Jaime Fuchs

Recuperando pensadores para los debates actuales 

Julio Gambina, Doctor en Ciencias Sociales de la UBA y Profesor Titular de Economía Política en la Universidad Nacional de Rosario. escribe en Página 12

El pasado 26 de octubre se cumplieron 99 años del nacimiento del pensador brasileño Darcy Ribeiro (1922-1997) y hace pocos días falleció Jaime Fuchs (1920-2021), intelectual crítico argentino, contemporáneo del brasileño. La cuestión viene a cuento sobre la lectura de nuestra realidad a través del tiempo, en la región y en el mundo, especialmente considerando los desafíos a futuro.

Ambos pensadores cavilaron desde el marxismo, cada uno desde las improntas militantes y especificidades de la historia de vida y de sus países.

Respecto de Ribeiro vale recuperar dos grandes momentos, uno relativo a futuros esperanzadores vividos en tiempos de industrialización de los países en la región, proceso que se recorre (con matices) especialmente en el medio siglo entre 1930 y 1980; el otro, asociado a la ruptura de la bipolaridad del sistema mundial y la hegemonía liberalizadora en los 80/90 hasta hoy. Este, un tiempo de “derrota”, expresión utilizada por el antropólogo nacido en Minas Gerais, al considerar la destrucción operada sobre su actividad como funcionario universitario y del Estado del país hermano, luego del golpe de 1964 y durante 20 años de dictadura. Es una temporalidad de análisis compartida en los estudios de Fuchs, con más tiempo de vida en condiciones del fin de la bipolaridad mundial.

Las esperanzas en el “desarrollo” fueron obturadas por los sucesivos golpes y el terrorismo de Estado, con secuelas que llegan a nuestros días de empobrecimiento social, mayor explotación de la fuerza de trabajo y saqueo de los bienes comunes en los países de América Latina y el Caribe, proveedores de insumos estratégicos al capital transnacional. Pese a las coincidencias de una inserción subordinada en la economía mundial, entre las preocupaciones del intelectual brasileño se encuentra la caracterización de los pueblos en la región. Ribeiro diferencia a los pueblos “trasplantados” entre los que destaca a la Argentina o Uruguay, respecto de los “testimonios”, caso de Bolivia, Ecuador o México entre otros, de los “nuevos” caso de Brasil y los “emergentes” con relación a Cuba y la expectativa en los 60 por el curso socialista de la revolución. Fuchs concentrará sus análisis en la dominación de la gran propiedad agrícola y en la dependencia y subordinación global del sistema económico local y regional.

La preocupación central del intelectual mineiro es la posibilidad de una crítica a la “civilización” contemporánea y a las “civilizaciones” en su interior, por caso América Latina y el Caribe. Se trata de un análisis situado en variados textos, especialmente entre 1968 y 1972, en el exilio por la región y la lectura de la realidad desde prácticas en Uruguay, Chile, Perú o Venezuela, ampliada en múltiples debates en variados países de la Patria Grande. El tema es la “civilización” resultante del orden capitalista y la impronta de las revoluciones tecnológicas en la estructura social, el proceso de desigualdad generado y un rescate muy especial de lo antiguo y lo nuevo en las poblaciones indígenas y los nuevos habitantes producto de las migraciones. El sentido apunta a los dilemas y confrontaciones entre el poder y las fuerzas insurgentes (en tiempos de bipolaridad mundial), tanto como a definir al Brasil, a los brasileños y el lugar de estos en la región y de ésta en el mundo. En Fuchs, la gran preocupación está en la concentración y centralización del capital, especialmente de la tierra, y la transnacionalización de la economía y la subordinación a una lógica global de acumulación.

Resulta de interés la recuperación intelectual de aportes a la discusión sobre el continente y la dependencia, especialmente cuando asistimos a las incertidumbres del presente. Incógnita por el presente de la pandemia en aparente reflujo, pero con la amenaza del “cambio climático” y la destrucción inmanente, con futuro cercano y mediato incierto para la vida y la naturaleza. Del optimismo en el futuro promisorio de los 60/70 a los interrogantes actuales de horizontes pesimistas ¿Hacia dónde se dirige la civilización contemporánea y que papel para América Latina y el Caribe? Resulta importante la recuperación de aportes de generaciones anteriores de intelectuales comprometidos con el estudio en profundidad de nuestras realidades, para pensar circunstanciadamente las respuestas en nuestro tiempo de incertezas e incertidumbres. La recuperación de pensadores universales surgidos de la experiencia en la región puede ayudar a sistematizar los nuevos problemas y desafíos que se nos presentan ante la presente crisis civilizatoria.

¿Qué se puede hacer?  

Hoy, también en Página 12, escribe José Pablo Feinmann

Filósofo, docente, escritor, ensayista, guionista y conductor de radio y televisión argentino.

Si el mercado destituyente gana las elecciones de noviembre tendremos a una derecha guerrera dispuesta a todo. No será ocioso repetir la segunda parte de la frase anterior: “dispuesta a todo”. Aquí hay una gran incógnita que ya tiene dilatada duración. En el golpe duro a Evo Morales participó el ejército. Los militares le sugirieron a Evo que se fuera. Usaron el verbo “sugerir” para cuidar los buenos modales. Pero una palabra carga su significante según quién la emita. Los militares tienen las armas. Eso le otorga especial peligrosidad a cualquier cosa que digan. Detrás de sus palabras están las armas. Detrás de las armas está la muerte.

La situación es seria. Porque la oposición que buscar el asalto al gobierno hace tiempo que muestra las garras. Y si hay una unidad en este país es la unidad de eso que llamamos el poder real. Sabemos que todo lo tienen. Sabemos del poder de los oligopolios, hegemonizados por el poder mediático. Escribí un libro gordo y ambicioso bajo el título de Filosofía política del poder mediático. No sé si se leyó poco o satisfactoriamente. Ha quedado algo fuera de época porque los culos y la telebasura pasaron su momento de gloria con el ocaso de los de los Show Match y la sonrisa del ahora políitico preocupado por el país M. Tinelli. 


 Hay que cuidar el orden democrático. Una gran fraccíón de los opositores los inventa y ofende como corruptos, hambreadores del pueblo, malos e inefectivos en la lucha contra la pandemia. Este gobierno recibe sugerencias, tiene respeto internacional, está a favor de la autonomía estratégica del patrimonio, avanza y retrocede, pero pareciera haber comprendido algunas cosas. Basta de caricias en la cara de los duros adversarios (que cada vez se parecen más a los enemigos que analiza Carl Schmitt), basta de “mi amigo”, basta de vamos todos juntos “a construir la Argentina que nos debemos”. 

La política es un duro juego de intereses contrapuestros. El más efectivo es el que mejor dinamiza la iniciativa política. Hay que mostrarles la mayor firmeza a los formadores de precios. Precios para el pueblo. Precios para que los hambreados se alimenten bien. Que los buenos y sanos productos de nuestro campo se distribuyan para alegría del pueblo trabajador. Este país no puede permitirse el hambre de los de abajo. Sobre todo si lo que les falta es lo que les sobra a los de arriba. Y así será –no lo duden- lo que nos espera con los que ya saborean una victoria en noviembre. ¿Quiere darle un sentido a su vida? Haga todo lo que pueda por impedir ese horizonte sombrío.

Monopolios: el sonido y la furia

Plantarse ante los poderosos conduce a la salida del laberinto

Mónica Peralta Ramos, HOY EN “EL COHETE A LA LUNA”

El mundo avanza hacia la post-pandemia sin haber eliminado a Covid-19. El virus persiste y, mutando constantemente, amenaza a vastos sectores de la población del planeta que aún no han sido vacunados. Un puñado de monopolios farmacéuticos se apropia de ganancias extraordinarias al controlar las patentes de las vacunas que, sin embargo, fueron financiadas por los Estados de los países centrales con los aportes tributarios del conjunto de sus habitantes. Estas pinceladas desnudan algunas de las contradicciones de un presente caótico y doloroso. En los tiempos que vivimos, los excluidos constituyen un fenómeno natural y cuando sus quejas rasguñan el presente se convierten en una amenaza para el status quo. Es entonces que los discursos oficiales apelan frenéticamente al miedo y al odio e inundan de noticias falsas a las redes sociales y a los medios de comunicación. Los intereses colectivos, la solidaridad, la cooperación y el bien común son sustituidos por la guerra de todos contra todos. Al amparo de esta vorágine, unos pocos concentran cada vez más poder. No obstante, al desatar profundos conflictos sociales y geopolíticos, esparcen las semillas de las grandes transformaciones sociales y políticas.

Una escalada belicista agita al escenario internacional, pero nadie escucha el rumor de la guerra. Al asumir la presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden prometió a Ucrania protección militar y futura participación en la OTAN. Desde ese entonces, la tensión con Rusia fue creciendo y derivó en vastos ejercicios militares rusos, con despliegue de armamento nuclear en sus fronteras con Ucrania y Bielorrusia. Al mismo tiempo, Rusia advirtió que responderá “por cualquier medio” si tropas norteamericanas o de la OTAN se aproximan a sus fronteras [zerohedge.com, 11/09/2021 y 28/10/2021.

]. Esta situación se ha agravado en las últimas semanas. Luego de que la OTAN expulsara de su sede central a ocho diplomáticos rusos acusándolos de espionaje, Rusia cortó relaciones diplomáticas con esta organización. Escalando el conflicto, la OTAN anunció un “plan mayor de operaciones” para defenderse de un ataque ruso que podría ocurrir simultáneamente en distintos frentes, y la ministra de Defensa de Alemania, Annegret Kramp-Karrenbauer, respondió que la OTAN “está preparada y lista para activar su arsenal nuclear como estrategia disuasiva” para prevenir un posible ataque ruso [zerohedge.com, 23 y 27/10/2021.].

La tensión militar también crece en la región del Indo-Pacífico, donde por primera vez se realizaron ejercicios militares de China y Rusia. Durante varios días, buques y aviones de guerra de ambos países recorrieron miles de kilómetros bordeando las costas de Japón. Según la prensa china, el patrullaje pretendió advertir a los Estados Unidos y a sus aliados que China y Rusia que están dispuestos a impedir, por cualquier medio, la desestabilización política y militar de la región [zerohedge.com, 02/10/2021.].

En paralelo, se agudiza la dislocación de las cadenas de valor global que analizamos en otras notas, y los cuellos de botella en la logística, la distribución, la producción y el comercio de todo tipo de bienes impactan sobre los precios internacionales en un mundo cada vez mas polarizado por la desigualdad económica y social. El proteccionismo cunde en las esferas vinculadas a la seguridad nacional norteamericana mientras se profundiza la pelea entre monopolios por consolidar su expansión global y acrecentar su control sobre las finanzas estadounidenses. Esta situación engendra contradicciones y conflictos de nuevo tipo y, paradójicamente, brinda una oportunidad para que los países de la periferia miren hacia dentro de sus fronteras e inicien los cambios en su matriz productiva necesarios para generar un crecimiento económico más independiente e inclusivo.

Proteccionismo y conflicto social en Estados Unidos

La dislocación de las cadenas de valor global ya afecta a la producción de muchas empresas norteamericanas, al tiempo que proliferan las demandas de distintos sectores sociales por mejores condiciones de trabajo y salarios más dignos. Entre la multiplicidad de conflictos, se destaca el protagonizado por 10.000 obreros de la fabricante de maquinaria agrícola John Deere, donde –a diferencia de lo que sucede en otros sectores de la economía– sus trabajadores están sindicalizados. La intransigencia de la empresa y la incapacidad de los dirigentes de uno de los sindicatos más importantes del país para defender las demandas obreras llevó a los afiliados a votar masivamente en contra de lo acordado y “a ir a la huelga para obligar a ambas partes a que nos escuchen (…) He trabajado 14 años en la empresa (…) y recién ahora entiendo en cada uno de mis huesos el significado de la palabra solidaridad” [nakedcapitalism.com, 30/10/2021.].

Esta ola de conflictos ha llevado a grupos del establishment vinculados a la seguridad nacional a exigir “desacoplarnos de China con urgencia y traer al país las cadenas de abastecimientos que son críticas” [Decano del Colegio Internacional de Estudios de Defensa Nacional, Marshall Center y ex comandante general de las fuerzas norteamericanas en Europa, zerohedge.com, 21/10/2021.], y a reclamar la urgente construcción de “una flota mercante de propiedad norteamericana, operada comercialmente por el país” [forbes.com, 08/10/2021.]. En este contexto, el proyecto Reconstrucción Nacional (Build Back Better) de Biden languidece en el Congreso. Los fuertes estímulos destinados a reavivar la demanda de los sectores de menores ingresos y a promover inversiones en infraestructura y en el cambio climático han sido rechazados por los lobbistas de las corporaciones, los republicanos y dos demócratas conservadores. Esta oposición ha logrado eliminar importantes subsidios sociales y recortar los impuestos a los ricos, que constituyen la principal fuente de financiación de los proyectos.

Este jueves, el Presidente convocó a sus diputados y senadores a aprobar rápidamente los proyectos, advirtiendo que con ellos se juega el futuro de su gobierno. Aceptando los recortes que ya se han hecho, interpeló a “los más ricos” al postular que la nación enfrenta un punto de inflexión: el liderazgo del país en el mundo se ha debilitado y hay que reconstruirlo “invirtiendo en la gente”. Recordó que el 1% más rico evadió impuestos el año pasado por valor de 120.000 millones (billions) de dólares y que las 55 corporaciones más grandes del país no pagan impuestos desde hace varios años. Finalmente, sostuvo que el crecimiento no se produce de “arriba hacia abajo”, sino incluyendo a los sectores medios y de bajos ingresos y que “los más ricos” deben contribuir a la reconstrucción nacional “pagando lo que corresponde” [cnbc.com, 28/10/2021; zerohedge.com, 28/10/2021.]. Esta exhortación expone la debilidad del Presidente frente al poder económico y político de un núcleo pequeño de corporaciones que, como ya hemos señalado anteriormente, han aprovechado la política monetaria de la ultima década para acumular aceleradamente porciones cada vez más grandes de los ingresos producidos, al tiempo que manipulaban a las regulaciones existentes para evadir con total impunidad el pago de impuestos. Paradójicamente, este núcleo de corporaciones contribuyó financieramente al éxito de Biden en las últimas elecciones.

Las finanzas y la puja entre monopolios

Los vientos del proteccionismo también soplan en el mundo de las finanzas. El magnate financiero George Soros [Soros tuvo una conspicua actuación en las “revoluciones de colores”, impulsadas por los organismos de inteligencia norteamericanos en Europa y Medio Oriente para terminar, en un caso, con la Unión Soviética, y en otros, con gobiernos considerados díscolos por Estados Unidos.] ha acusado al fondo de inversión BlackRock de invertir miles de millones de dólares en China, poniendo en riesgo el dinero de sus clientes y “dañando la seguridad y el interés nacional de los Estados Unidos y de otras democracias del mundo” [ft.com, 30/08/2021; wsj.com, 06/09/2021.]. Para impedir que el mal ejemplo cunda, Soros presiona al Congreso para que restrinja los flujos financieros hacia China. Frente a este ataque, el vocero de BlackRock se limitó a destacar la importancia de sus actividades financieras en China para “asegurar la compleja interrelación entre las dos economías más grandes del mundo” [zerohedge.com, 08/10/2021.].

BlackRock no es el único interesado en penetrar las finanzas chinas. Ray Dalio, titular de Bridgewaters Associates –el fondo de inversión más grande del mundo–, dice que hay que aprovechar las oportunidades que brinda la reforma capitalista en China, uno de los fenómenos más importantes del presente [bloomberg.com, 07/10/2021.]. Recientemente, el gobierno chino ha alentado a instituciones financieras extranjeras a invertir en las finanzas chinas. Para ello, otorgó a dos de los principales bancos norteamericanos, Goldman Sachs y J. P. Morgan, control total sobre todas sus inversiones financieras en China. Asimismo, reconoció a BlackRock como el primer fondo privado extranjero con fuertes inversiones destinadas a captar los pequeños ahorros chinos. Este nuevo status adjudicado a las entidades financieras norteamericanas les permite ahora expandir sus operaciones al conjunto del sistema financiero chino e integrar estas inversiones con el resto de sus operaciones financieras en el mundo [reuters.com, 17/10/2021.]

La expansión global de estos monopolios financieros se da al mismo tiempo que el gobierno refuerza el control regulatorio de la SEC (Securities and Exchange Commission) sobre las criptomonedas [zerohedge.com, 11/09/2021 y 28/10/2021.] y, especialmente, sobre aquellas que se referencian con el dólar (stablecoins), pues el Tesoro las considera un peligro para la estabilidad de la moneda y de las finanzas norteamericanas [zerohedge.com, 14/10/2021.]. Estas regulaciones apuntan, además, a controlar las actividades futuras de Diem, la criptomoneda que Facebook quiere emitir a pesar de la oposición oficial. De concretar este proyecto, Facebook tendrá una enorme capacidad para disputar la emisión de dinero. Por otra parte, el gobierno intenta dar otro paso de gran envergadura: con la nominación de Saule Omarova como titular de la Oficina del Contralor de la Moneda, OCC (Office of the Comptroller of the Currency) [La entidad federal que regula y supervisa a todas las entidades financieras locales y extranjeras que operan en el país.], el gobierno busca concretar una transformación radical de la arquitectura financiera del país.

En un artículo reciente, Omarova propone la emisión del dólar digital controlado por la Reserva y el reemplazo de los depósitos de los bancos privados comerciales por cuentas en la Reserva Federal (fed-accounts) con el objetivo de “democratizar” las finanzas. Sin embargo, esta reforma dará mayor autoridad y control a un puñado de funcionarios que no son elegidos democráticamente, al tiempo que asegurará la pérdida total de privacidad e independencia financiera de los usuarios de estas cuentas. Incluso permitirá que “en raras y extremas circunstancias, cuando la Reserva sea incapaz de controlar a la inflación aumentando las tasas de interés, esta pueda confiscar depósitos de las cuentas privadas con el objetivo de restringir la expansión monetaria”. Asimismo, en circunstancias extremas, cuando “la suba del valor de mercado de las acciones sugiere la existencia de una burbuja financiera” –como ocurre con las acciones tecnológicas–, la Reserva Federal podrá intervenir en el mercado para bajar el precio de las mismas. Por último, la reforma incluye la eliminación de la garantía oficial sobre los depósitos y la consolidación de todas las funciones regulatorias en la propia OCC [zerohedge.com, 20/10/2021; wallstreetonparade.com, 26/10/2021.].

Así, esta propuesta apunta a reforzar el control que tiene la Reserva –y de los seis bancos más grandes del país que la controlan– sobre la arquitectura del sistema financiero. Al mismo tiempo, otorga a la autoridad monetaria un mecanismo para enfrentar la crisis financiera que se avecina, que consiste en la intervención directa en las cuentas privadas, sin autorización de sus titulares, para imponer la restricción monetaria, o la liquidez, según las circunstancias lo indiquen. Más aún, la reforma implica un avance de la Reserva (y de los bancos que la controlan) sobre el territorio de un puñado de monopolios tecnológicos y sobre el mecanismo que nutre su poder de fuego financiero: es decir, sobre el valor de sus acciones y sobre la recompra de las mismas para incrementar su valor.

Poco a poco, se va delineando el escenario donde se juegan los principales conflictos que definen a la actual estructura de poder global y a la posibilidad de cambiarla.

Argentina y el rugido de los monopolios

En 1876, Juan Bautista Alberdi reconocía en sus Escritos económicos el papel ejercido por el Banco y por la Aduana en la consolidación de la hegemonía de Buenos Aires sobre el resto de la República. Veinte años después, Ernesto Quesada iluminaba las raíces del problema: “La cuestión del Tesoro es, en el fondo, el eje de toda la política argentina desde la emancipación (…) las luchas civiles, las disensiones partidistas, las complicaciones políticas, el enardecimiento de unitarios y federales, de porteños y provincianos, el caudillaje mismo, todo ha nacido de ahí y ha gravitado a su derredor. Tocar esta cuestión es ‘pisar arena candente’; aclararla, es encontrar el hilo de Ariadna que nos guía en el laberinto de la política argentina” [Ernesto Quesada, La época de Rosas, Editorial Urbanita, 2011.].

Más de un siglo ha transcurrido desde ese entonces, y la “cuestión del Tesoro” se encarna en una estructura de poder monopólica recorrida por la voracidad de ganancias sin límites y por el rechazo del bien común y de los intereses de la nación. Hoy, un pequeño núcleo de monopolios controla los sectores claves de la economía, las divisas que el país genera y la información que circula, y utiliza con impunidad este enorme poder para desplumar a la Argentina, fugando divisas y recursos y desestabilizando al gobierno con corridas cambiarias y remarcación de precios. La incapacidad de los poderosos de hacer concesiones e incluir a los que menos tienen nos encierra en un laberinto del cual sólo se puede salir introduciendo cambios en la matriz productiva tendientes a desatar a los monopolios, y crear nuevas instituciones y nuevas formas de organización social que aseguren la participación de la ciudadanía en las políticas que se deciden y en el control de sus representantes.

A diferencia de otras épocas, hoy los monopolios tienen nombre y apellido, actúan a cara descubierta, amenazan explícitamente con el desabastecimiento, el desempleo y el caos social y convierten al hambre y a la miseria en fenómenos naturales. Algunos anticipan que el gobierno no terminará su mandato y otros admiten que no importa si se firma o no el acuerdo con el FMI, porque “a los cuatro meses habrá una corrida cambiaria” [Alejandro Werner y Ricardo Arriazu en lapoliticaonline.com, 27/10/2021.]. Mientras tanto, Mauricio Macri y sus tribus manipulan e incendian las instituciones, bloquean la actividad del Congreso, instan a un mayor endeudamiento y flexibilidad laboral e infunden miedo y odio hacia los que menos tienen. Nunca se llegó a erosionar tanto a las instituciones en democracia, nunca estuvieron tan abiertamente definidos los intereses y los objetivos de los poderosos. Como dice el Presidente, hay que plantarse ante ellos y no hay que arrodillarse ante el FMI [infobae.com 27/10/2021.]. Esto ilumina la salida del laberinto.

Un sociólogo ahí

Por José Natanson, en Le Monde Diplomatique

Atrapado en los laberintos superestructurales del Frente de Todos, en el juego finito e infinito de los equilibrios internos y los vetos cruzados, el gobierno perdió de vista las transformaciones que viene atravesando la sociedad argentina desde que el ciclo de crecimiento con inclusión del kirchnerismo comenzó a agotarse, allá por el segundo mandato de Cristina: una “crisis larga” del modelo de desarrollo (diez años de recesión con inflación, pobreza estancada y deterioro del mercado laboral), sobre la que estalló la “crisis corta” de la pandemia, produciendo una serie de temblores sociales que los radares del oficialismo no llegaron a captar: si algo le falta al gobierno es una mirada más precisa de la sociedad que lo eligió para que la conduzca, y en particular de los sectores populares, que son, o deberían ser, su electorado natural. Más que un problema politológico, un desafío de pura sociología.

El gobierno no comprendió la gravedad del drama social. En el editorial de el Dipló de octubre advertimos sobre la devastación que nos deja la pandemia, sus efectos económicos pero también anímicos: el impacto de los duelos, las cuarentenas y las privaciones sobre la autoestima, los vínculos y las familias, y el error de atribuir la derrota en las PASO a una cuestión estrictamente material, que no se soluciona simplemente con más recursos, y la consiguiente necesidad de repensar el modo de gobernar una sociedad estallada, que no protagonizó una pueblada pero que revienta para adentro todos los días, en cámara lenta, y a la que habrá que comenzar a coser de nuevo: menos la promesa de una normalidad imposible que la empatía necesaria para pararse en el lugar del dolor y la pérdida.

Es curioso, pero al gobierno peronista le está costando captar el estado de ánimo de los sectores populares. Por eso lo sorprendió la derrota de agosto, como en su momento lo había sorprendido la cantidad de personas que se inscribieron en el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), cantidad que subestimó en… 6 millones (los 3 millones previstos originalmente se terminaron convirtiendo en 9). Demasiado pendiente del macrismo, se enredó en temas importantes pero alejados de las urgencias populares, como la reforma judicial. Y confundió las cosas. La agenda de reforma cultural de los progresismos urbanos, sobrerrepresentada en el primer gabinete –porteño, descontracturado y joven, demasiado FM Aspen– debía haberse jugado en paralelo con una agenda de reforma económica, nunca en su reemplazo. Es cierto que a los tres meses sobrevino la pandemia y que la emergencia obligó al gobierno a concentrarse en la política sanitaria y la contención social, pero también es verdad que el énfasis en la recuperación socioecómica se hizo esperar demasiado tiempo, en especial si tenemos en cuenta que las prioridades –precios, empleo, vivienda– son más o menos las mismas… desde hace diez años.

Clase media baja

Entre los problemas que enfrenta el gobierno para entender la realidad de los mundos populares quizás uno de los más relevantes sea la desconexión –o el enfrentamiento– entre los sectores más pobres, por un lado, y las clases medias bajas, por el otro, es decir entre los dos núcleos que –junto al progresismo urbano– conforman el electorado natural del Frente de Todos.

Las tensiones entre los pobres y quienes se encuentran en un estrato social inmediatamente superior (entre el obrero de la construcción y el plomero, entre el vendedor ambulante que se las rebusca con su mantita en la peatonal de Lanús y el pequeño comerciante con vidriera a la calle) son resultado de una combinación de semejanzas y diferencias. Como sostiene Gabriel Kessler (“Empobrecimiento y fragmentación de la clase media argentina”, Revista Proposiciones, Vol 34, Santiago de Chile, 2003.), las clases medias empobrecidas se distinguen de los pobres estructurales en cuestiones del pasado (educación, memoria de trabajos formales, familias poco numerosas), y se asemejan en el presente: ingresos bajos y consumos restringidos, privaciones. Chocan, en gran medida, porque están cerca, porque entre el barrio obrero y la villa apenas media una avenida, una vía o un baldío.

Las investigaciones coinciden en que la clase media baja es el sector social más permeable al discurso anti-asistencial, aquel que enfatiza los “privilegios indebidos” que reciben los grupos más relegados de la población. Esta tendencia, que el sociólogo británico Jock Young define como “resentimiento hacia abajo” (La sociedad excluyente, Marcial Pons, 2010.), se refleja también en la demanda de soluciones coercitivas al problema de la inseguridad: un estudio de la socióloga Alejandra Otamendi demostró que el pedido de mano dura es tanto una respuesta a experiencias concretas de exposición al delito (“reacción funcional”) como un medio para canalizar el miedo ante la posibilidad de descenso social (“reacción simbólica”).

No es un fenómeno exclusivamente argentino. El rechazo de los trabajadores blancos desempleados del Rust Belt estadounidense a las políticas de acción afirmativa a favor de los afrodescendientes, o la transferencia del voto popular del Este de Francia del comunismo al Frente Nacional de Marine Le Pen, constituyen manifestaciones diversas de esta tendencia, que se profundiza en momentos como el actual, en el que los límites entre los sectores sociales se difuminan y la movilidad descendente altera las posiciones de clase.

Y es un problema, porque si algo demostró la experiencia del 2001 es que las políticas de protección social, que tuvieron su germen en el Plan Jefas y Jefes de Hogar lanzando por Eduardo Duhalde y que a partir de ahí se fueron expandiendo y perfeccionando hasta constituir un entramado que ni siquiera el macrismo se atrevió a desmontar (nuestra última política de Estado), son decisivas para garantizar la paz en momentos de crisis. Los movimientos sociales, esa red organizativa de los más pobres reconocida por el Estado pero no por la sociedad, son el emergente político de esta nueva realidad, la última garantía de calma en las calles: a casi veinte años de diciembre del 2001 resulta notable que todavía haya que explicar que un piquete en el microcentro significa un Carrefour sin saqueos –y sin muertos– en el Conurbano.

Transiciones

Desde hace una década, diversas fuerzas políticas le disputan al kirchnerismo la representación de la clase media baja, a menudo con éxito: Sergio Massa y Mauricio Macri en el pasado, Horacio Rodríguez Larreta y Facundo Manes en la actualidad, todos exploran, con diversas declinaciones del discurso manodurista y meritocrático, vías para interpelar a este sector. Si los pobres estructurales cuentan con su representación (la histórica del peronismo y la más nueva de los movimientos sociales), y las elites están siempre sobrerrepresentadas (en la política, los medios y los imaginarios), la clase media baja es la verdadera huérfana de la política de partidos: con los sindicatos limitados a la defensa de los intereses sectoriales de sus afiliados, no hay fuerza política capaz de expresar sus necesidades y temores. Quizás porque perciben sus penurias como transitorias, quienes integran este sector social en expansión no logran estabilizar una representación permanente, y entonces nadan de un partido a otro, en un estado de crónico desencanto.

Se vio en las PASO, en las que el voto del Frente de Todos se fugó hacia todos los lugares posibles: hacia Juntos, hacia los candidatos de izquierda, hacia las disidencias mínimas del peronismo y hacia la abstención. Como escribió Julio Burdman (“La crisis de la locomotora peronista”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, octubre de 2021), el escaso 31 por ciento obtenido por el oficialismo puso en cuestión la solidez del voto peronista, una de las pocas certezas de la sociología electoral argentina. Es también la tesis de Pablo Touzon y Federico Zapata (https://panamarevista.com/autor/?nameautor=Pablo+Touzon+y+Federico+Zapata), que sostienen que las PASO desmintieron la idea, amasada en cierta pereza intelectual, de que todo seguiría más o menos igual, quizás un poco peor, pero igual, después de la pandemia, como si la transformación social no fuera a reflejarse tarde o temprano en la política.

Hace más de diez años, durante la crisis del campo, el kirchnerismo perdió la batalla por el centro geográfico, se divorció para siempre de la Pampa sojera. El Frente de Todos se había propuesto compensar esta derrota ganando el centro político, que no podía ser pensando como un promedio ideológico entre los dos polos de la coalición (kirchnerismo más massismo dividido dos), como un kirchnerismo diluido, sino como la construcción de un proyecto nuevo, fundado sobre otras bases. El peronismo perdió ese centro en las PASO y hoy busca recuperarlo, porque su futuro está en peligro. Sucede que históricamente el peronismo se refundó siempre desde afuera, buscando en los excluidos o los disidentes la fuerza creativa para renacer (Cafiero contra Herminio, Chacho contra Menem, Massa contra Cristina). Esta vez, sin embargo, la coalición es tan amplia que nadie ha quedado afuera: la incorporación de Juan Manzur al gabinete es una forma de ir a buscar en un afuera geográfico (un gobernador extra-AMBA) la energía para renovarse. Con una paradoja: cuantos más sectores incorpora, menos chances de regenerarse tiene. El problema del Frente de Todos es que están… todos.

Volvamos al comienzo.

La suma de la “crisis larga” del modelo de desarrollo y la “crisis corta” de la pandemia está produciendo una serie de cambios sociales cuya profundidad recién estamos empezando a comprender, que configuran la tercera gran transición desde la recuperación de la democracia (la cuarta si contamos la de 1983). La primera fue un derrumbe: la derrota en Malvinas y la asunción de Raúl Alfonsín al frente de un gobierno inevitablemente refundacionista, que se propuso revisarlo todo, hasta el lugar de la Capital Federal, pero que no logró refundar la economía. La segunda fue la transformación radical del orden económico operada por Carlos Menem a partir de la sanción de la Ley de Convertibilidad. La tercera, tras el estallido del 2001, fue la construcción del modelo lavagnista, el mismo que comenzó a agotarse hacia el segundo mandato de Cristina y que aún no ha sido reemplazado por uno nuevo.

Desde el comienzo, el gobierno de Alberto Fernández se autodefinió como un gobierno de transición. El problema es que nunca aclaró del todo transición hacia qué, y en esa indeterminación se cifra buena parte de sus tropiezos. Porque la pandemia no se lo permitió, porque sin Cristina no se puede pero con Cristina tampoco, o porque revisar el modelo económico exige fuerzas de la que carece, el gobierno no logra ofrecer a la sociedad una visión, un proyecto claro, una síntesis. El eslogan elegido para esta fase de la campaña subraya el desconcierto: un Sí a tantas cosas (ir a la cancha, vacunarse, cuidar al planeta, vivir tu identidad como se te cante, la ciencia argentina, las escapadas de fin de semana, dialogar…) que sólo termina revelando la dificultad para mostrar un rumbo.

Los salarios crecieron 3,2% mensual en agosto

El índice de salarios mostró un crecimiento de 3,2% en agosto respecto al mes anterior, según el último informe publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De esta forma, se ubicó por 0,7 puntos porcentuales (p.p.) por encima de la inflación de ese mes, que fue de 2,5%. Además, acumuló un aumento de 33% en los primeros ocho meses del año.

Post pandemia 

Habrá 100% de aforo para eventos masivos al aire libre a partir del 16 de noviembre

A su vez, la ministra de Salud explicó por qué hubo un aumento en los casos por coronavirus en los últimos días.

Acciones argentinas en baja: El S&P Merval cayó casi 3% y los ADR retrocedieron hasta 8%

A su vez, los bonos operaron en verde y el riesgo país perforó los 1.700 puntos. En el plano cambiario, el dólar financiero no presentó cambios. El MEP o “Bolsa” se ubicó en los $179,22 y el Contado Con Liqui (CCL) en los $179,32. En el mercado paralelo, el blue se vendió en los $197,50, $0,50 menos que el valor que tuvo en la última sesión.

Levantan restricciones

El Consejo de la Unión Europea levantó, a partir de hoy, las restricciones para los viajes desde Argentina, teniendo en cuenta la mejora de la situación epidemiológica en el país, informó la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero.

(El Economista)

El día de Brujas y las mujeres

¿Cuándo se convirtió Halloween en la celebración que conocemos ahora? Tomó forma entre 1500 y 1800.

Las hogueras eran muy populares entonces: se usaban para quemar la paja (recordemos que Samhain celebraba el final de la temporada de cosecha), pero también como un ritual para "repeler" la brujería y las enfermedades.

Otra tradición eran los ejercicios de futurología y adivinación: la gente predecía el nombre de los futuros socios e incluso la fecha en la que morirían.

Esos rituales de adivinación tomaron muchas formas diferentes.

Lo que tan livianamente se “exporta” como fecha, no es otra cosa que el recordatorio de las Cazas de Brujas y de todo conocimiento que la teocracia medieval consideraba peligrosa.

En estos días donde las causas feministas son parte del foco de las disputas globales, el asunto tan histórico como presente, depende de como nuestras mentalidades vayan comprendiendo cuanto de aquello sigue impactando hoy. El patriarcado, colonial, capitalista, neoliberal que hoy rige la globallización en el mundo.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack


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