Dimensiones

Por un nuevo orden económico mundial

Mariana Mazzucato Economista, con doble nacionalidad estadounidense e italiana.​ Es profesora en la Economía de Innovación y Valor Público y directora del Instituto para Innovación y Propósito Público en University College London y el RM Phillips Chair en Economía de Innovación en la Universidad de Sussex.

Su artículo, tomado de Socompa, fue publicado originalmente en Project Syndicate. (Traducción al español por Ant-Translation).

Ahora que la pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve las deficiencias de la desregulación económica y la liberalización del mercado, está surgiendo un nuevo paradigma de formulación de políticas. Pero su éxito depende de reformas concretas y de la creación de nuevas instituciones impulsadas por una misión.

El Consenso de Cornwall

El Consenso de Washington está llegando a su fin. En un informe publicado esta semana, el Grupo de Expertos del G7 sobre Resiliencia Económica (donde represento a Italia) exige una relación radicalmente distinta entre los sectores público y privado para crear una economía sostenible, equitativa y resiliente. Cuando los líderes del G20 se reúnan el 30 y 31 de octubre para discutir sobre la manera de «superar los grandes desafíos actuales» -entre ellos, la pandemia, el cambio climático, la creciente desigualdad y la fragilidad económica- deben evitar caer nuevamente en los supuestos desactualizados que nos condujeron al desastre actual.

El Consenso de Washington definió las reglas del juego para la economía mundial durante casi medio siglo. El término se puso de moda 1989 -el año en que el capitalismo al estilo occidental consolidó su alcance mundial- para describir la batería de políticas fiscales, impositivas y comerciales fomentadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Se convirtió en el lema de la globalización neoliberal y fue por eso atacado -incluso por las figuras más eminentes de sus instituciones centrales- por exacerbar las desigualdades y perpetuar la subordinación de los países del Sur global a los del Norte.

Después de escapar dos veces, por poco, de un colapso económico mundial -primero en 2008 y luego, en 2020, cuando la crisis del coronavirus casi hizo caer al sistema financiero- el mundo enfrenta ahora un futuro con riesgos, incertidumbres, agitación y una degradación climática sin precedentes. Los líderes mundiales tienen una opción simple: seguir apoyando a un sistema económico fracasado, o deshacerse del Consenso de Washington y reemplazarlo con un nuevo contrato social internacional.

La alternativa es el «Consenso de Cornwall», recientemente propuesto. Mientras que el consenso de Washington minimizó el papel del Estado en la economía y presionó a favor de una agresiva agenda de libre mercado, desregulación, privatización y liberalización comercial; el Consenso de Cornwall (que refleja los compromisos expresados en la cumbre del G7 en Cornwall en junio del año pasado) invertiría esos mandatos. Con la revitalización del papel económico del Estado, nos permitiría dedicarnos a implementar metas sociales, crear solidaridad a escala internacional y reformar la gobernanza mundial en pos del bien común.

Esto significa que para obtener subsidios e inversiones de las organizaciones estatales y multilaterales los beneficiarios estarían obligados a implementar una rápida descarbonización (en vez de una rápida liberalización del mercado, que exigen los préstamos del FMI para programas de ajuste estructural). Esto significa que los gobiernos pasarían de reparar —intervenir solo cuando el daño ya fue hecho— a preparar: actuar anticipadamente para protegernos de los riesgos e impactos futuros.

El Consenso de Cornwall también nos llevaría de la corrección reactiva de las fallas de mercado a la modificación y creación proactiva de los tipos de mercados que necesitamos para cultivar una economía verde. Nos llevaría a reemplazar la redistribución por predistribución. El Estado coordinaría asociaciones público-privadas orientadas a misiones para crear una economía resiliente, sostenible y equitativa.

¿Por qué es necesario un nuevo consenso? La respuesta más obvia es que el modelo anterior ya no produce beneficios ampliamente distribuidos, si es que alguna vez lo hizo. Demostró ser desastrosamente incapaz de responder con eficacia a los grandes impactos económicos, ecológicos y epidemiológicos.

Cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas adoptados en 2015 ya iba a ser difícil con los acuerdos de gobernanza mundial predominantes, pero ahora, después de una pandemia que llevó a las capacidades estatales y de los mercados más allá del punto de quiebre, la tarea se tornó imposible. La actual situación de crisis hace que un nuevo consenso mundial sea fundamental para la supervivencia de la humanidad en este planeta.

Estamos en el punto de inflexión de un cambio de paradigma que debió haber ocurrido mucho tiempo atrás, pero este progreso fácilmente se puede desandar. La mayoría de las instituciones económicas siguen rigiéndose por normas anticuadas que les impiden conseguir las respuestas necesarias para poner fin a la pandemia, ni que hablar de la meta del acuerdo climático de París de limitar el calentamiento mundial 1,5 °C respecto de los niveles preindustriales.

Nuestro informe destaca la urgente necesidad de fortalecer la resiliencia de la economía mundial contra futuros riesgos e impactos, ya sean agudos (como las pandemias) o crónicos (como la polarización extrema de la riqueza y el ingreso). Argumentamos a favor de una reorientación radical en nuestra forma de pensar el desarrollo económico: pasar de medir el crecimiento en términos de PBI, VAB (valor agregado bruto) o rentabilidad financiera a evaluar el éxito sobre la base de la consecución de metas comunes ambiciosas.

Tres de las recomendaciones más destacadas del informe están vinculadas con la COVID-19, la recuperación económica pospandemia y la degradación climática. En primer lugar pedimos al G7 que garantice la equidad en las vacunaciones a escala mundial, y que invierta sustancialmente en la preparación para pandemias y el financiamiento de la salud orientado a misiones. Debemos lograr que el acceso equitativo, especialmente a las innovaciones que se benefician gracias a las grandes inversiones y los compromisos de compra anticipada del Estado, se convierta en una prioridad.

Reconocemos que para esto será necesario un nuevo enfoque en la determinación de los derechos de propiedad intelectual. De manera similar, el Consejo de Economía de la Salud para Todos de la Organización Mundial de la Salud (que presido) enfatiza que se debe reformar la gobernanza de la propiedad intelectual para reconocer que el conocimiento es resultado de un proceso de creación de valor colectivo.

En segundo lugar, sostenemos que es necesaria una mayor inversión estatal para la recuperación económica pospandemia y compartimos la recomendación del economista Nicholas Stern de aumentar ese gasto al 2 % del PBI por año, captando así un billón de dólares por año desde ahora hasta 2030. Pero conseguir más dinero no es suficiente, la forma en que se lo gasta es igualmente importante. Se debe canalizar la inversión pública a través de nuevos mecanismos contractuales e institucionales que midan e incentiven la creación de valor a largo plazo en vez de beneficios privados a corto plazo.

Y en respuesta al mayor de los desafíos -la crisis climática- solicitamos un «CERN de tecnología climática». Inspirado en la Organización Europea para la Investigación Nuclear, un centro de investigación orientado a misiones y centrado en la descarbonización de la economía concentraría la inversión pública y privada en proyectos ambiciosos, entre ellos, la eliminación del dióxido de carbono de la atmósfera y la creación de soluciones sin emisiones de carbono para sectores «de difícil mitigación» como el transporte, la aviación, el acero y el cemento. Esta nueva institución multilateral e interdisciplinaria funcionaría como catalizador para crear y modificar nuevos mercados de energías renovables y producción circular.

Estas son solo tres de las siete recomendaciones que hicimos para los próximos años. Juntas proporcionan el andamiaje para construir un nuevo consenso mundial, una agenda de políticas para regir el nuevo paradigma económico que ya empieza a tomar forma.

Está por verse si el Consenso de Cornwall se mantendrá, pero algo debe reemplazar al consenso de Washington si queremos prosperar en vez de simplemente sobrevivir en este planeta. La COVID-19 nos permite entrever los problemas trascendentales de acción colectiva que enfrentamos. Solo la cooperación y coordinación internacional renovada de las capacidades estatales ampliadas -un nuevo contrato social avalado por un nuevo consenso- puede prepararnos para abordar las crecientes crisis entrelazadas que nos aguardan.

La Deuda, la Casa, la Palabra

José Muchnik, Poeta y antropólogo, escribe en “La Tecla Ñ”

Carta de un viejo poeta al Señor Presidente de la República Argentina, Alberto Fernández.

Poetas, salgan de sus clósets, Abran sus ventanas, abran sus puertas […] Los árboles siguen cayendo y no iremos más a los bosques. No hay tiempo para sentarse en ellos Mientras el hombre quema su propia casa para asar un cerdo” Lawrence Ferlinghetti, Manifesto Populista, San Francisco-USA, Junio 1975

¡¿Por qué esa sonrisita maliciosa!? ¿Acaso un viejo poeta no tiene derecho a escribirle al Presidente de la República? ¡Corrió tanta tinta desde el 12 de setiembre! Personas más idóneas que el suscripto analizaron la paliza electoral sufrida por el oficialismo, expusieron hipótesis, detallaron causas, prodigaron consejos. Me pregunto ¿Para qué echar más sílabas al fuego? ¿Qué puede agregar un viejo poeta? Usted dirá Señor Presidente. Pasa que la patria duele y el exilio agregó lo suyo, entonces escribo, me alivia. A pesar de la gravedad del momento y de las tragedias que vivimos, privarse de humor agravaría el drama, privarse de poesía sería suicida. Esta es una lucha a largo plazo, no apta para ansiosos, los que tenemos madrugadas y lágrimas acumuladas en el haber, lo sabemos en demasía. La paliza electoral produjo desasosiego, bronca, tristeza… Una oleada de sentimientos busca su cauce, la frágil unidad del Frente de Todos corre riesgo de derrumbarse, el gorilaje embravecido afina sus instrumentos… Noviembre no es línea de llegada sino línea de partida, juntemos fuerzas que el camino viene cuesta arriba, y no olvidemos la ley primera: “los hermanos sean unidos”. Armarse de sabiduría popular: en cualquier batalla no podemos atacar todos los frentes al mismo tiempo, se deben privilegiar blancos y flancos.

La Deuda:

No sé si recuerda Señor Presidente, la pandemia no había comenzado, Usted visitó Francia, corría el mes de febrero del año 2020, el día cinco brindó una conferencia magistral en el Instituto de Ciencia Políticas de París, cuando terminó me acerqué y le obsequié “Proposición poética para anular la deuda externa”, publicado en Francia (versión bilingüe) en 1993[“Proposición poética para anular la deuda externa: quién debe a quién”, 2da edición, 2021, éd. CICCUS, Buenos Aires.]. ¿Es un chiste? Me interpeló Usted con una sonrisa al ver la tapa. No me lo permitiría Señor Presidente, mire la dedicatoria: “Estos versos no sirven para pagar la deuda, sí para enaltecer valores”. Puede verificar, por ahí debe andar el libro, en algún estante de alguna biblioteca.

Punta del ovillo, la Soberanía Financiera: hay cientos de prioridades, pero como decía mi madre “si no tenés para comer no hay poesía que valga”, hablaba su propia experiencia de las hambrunas en Rusia, años veinte del siglo veinte. La sabiduría popular también nos enseña que para desenredar el ovillo hay que encontrar la punta. Todos coinciden, la famosa “restricción externa” constituye un nudo central. Claro que no todos comprenden el lenguaje deshidratado que disimula emociones y pasiones, por eso debemos re inyectar sangre y sentido en el lenguaje, hablemos de “soberanía financiera”, disipa el humo, aporta sentido: sin recuperar soberanía financiera, sin manejar nuestro propio bolsillo, seguiremos condenados a perder las monedas que juntamos.

Y los pueblos del mundo responden… Debemos retomar la iniciativa, esta es una pelea de fondo, la manera de pararse es un factor determinante en el desarrollo del combate, para eso se inventaron los estribos, para no caerse del caballo, aunque parezca mentira ese pequeño objeto fue esencial para el desenlace de numerosas batallas en la edad media[Lynn White : Medieval technology and social change, 1962, Oxford University Press.]. Frente al FMI, los fondos de inversión, las agencias de notación y otros SEFIKILL [SEFIKILL: SErial Financial KILLers, 2015, éd. CICCUS, Buenos Aires.] de pelambre diversa, debemos adoptar una postura de combate firme, no caerse a la primera embestida. Entonces, Señor Presidente, ensillemos bien el pingo y a dar pelea. No se trata de una “negociación” entre gente respetable para llegar a un acuerdo, para Ellos imponer, aplastar y negociar son sinónimos. Esta es una batalla con armas letales no convencionales: lobbies, presiones, extorsiones… Joseph Stieglitz explicó recientemente la movida de banqueros made in USA para “para reemplazar o al menos debilitar en gran medida a Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional desde 2019” [https://www.infobae.com/economia/2021/09/27/el-premio-nobel-que-apadrina-a-guzman-denuncio-un-golpe-de-estado-contra-la-jefa-de-fmi/], así son las “negociaciones” en el “mundo de las finanzas”. Infunden miedo, si no pagáis sufrimientos terribles vendrán, y los sufrimientos llegan, miseria a granel, que todos sepan que con Ellos no se juega. La experiencia Griega y el plan de “salvación” (léase masacre) que le impusieron en el año 2012, constituye un triste ejemplo. Yanis Varoufakis, ex-ministro de economía griego, nos relata lo vivido en esos días en su emotiva carta de despedida a Angela Merkel[https://jacobinlat.com/2021/09/26/yanis-varoufakis-se-despide-de-angela-merkel/], vale la pena leerla para descubrir quién se ocultaba bajo la recatada apariencia de la canciller alemana.

La sabiduría popular es buena consejera, Señor Presidente: “la mejor defensa es un buen ataque”. Habrá que juntar tropa aliada y retomar la iniciativa, lanzar oficialmente un llamado internacional contra la deuda especulativa, y sus consecuencias. Los pueblos del mundo responderán, no lo digo por chovinismo, somos un país querible ¿Vaya a saber por qué? ¿Tal vez porque Argentina es el pulso de múltiples venas en un mismo estuario? He viajado en esta vida, estaba en Atenas cuando el pueblo griego manifestaba contra  la troika[Troika: Así designaron a la instancia compuesta por el FMI, el BCE (Banco Central Europeo) y la CE (Comisión Europea) que impuso el plan de austeridad en Grecia.] que lo puso de rodillas ¿Sos argentino? Tomá esta bandera, estamos en la misma, por culpa de los mismos… La deuda es impagable, Ellos lo saben mejor que nadie Señor Presidente, arrastran la humanidad hacia un precipicio. Si desean consultar cifras ver el enlace [https://datosmacro.expansion.com/deuda] , podrán comprobar que no somos los peores, ni por el monto, ni por el porcentaje del PBI adeudado. Señor Presidente, la República Argentina debería encabezar una iniciativa mundial contra la Deuda Triple i (injusta, ilegítima, impagable)[La Tecla Ñ: https://lateclaenerevista.com/la-deuda-triple-i-injusta-ilegitima-impagable-por-jose-muchnik/]. Numerosas asociaciones civiles ya iniciaron esa lucha, se trata de un combate ético, por la justicia, contra la miseria organizada, por el derecho de los pueblos a decidir sus destinos. No debemos avergonzarnos, no somos nosotros los malos alumnos, son Ellos los culpables, los que armaron sabiamente el endeudamiento, los que impusieron legislaciones para facilitar la especulación, los que construyeron paraísos fiscales para proteger el fruto del saqueo… Si no cortamos por lo sano, el círculo infernal continuará.

En el caso del último préstamo contraído con el FMI por el gobierno de Macri, por un monto de 44.000 millones, ya se ha dicho hasta el cansancio que no se respetaron las normas jurídicas del FMI y que tampoco fue aprobado por el Congreso Nacional, y por si fuera poco esos 44.000 mil millones de dólares no sirvieron ni para inversiones productivas ni para crear empleos, se volatilizaron como por arte de magia, fugados. Entonces Señor Presidente, qué esperamos para plantear bien clarito, sin ofender a nadie, con la calma que confiere la razón: “Señores, por vicios de legalidad suspendemos sine die el pago de la deuda hasta que una investigación, realizada por profesionales competentes, determine la legalidad de la misma”. Y no olvidar los millones de dólares “desaparecidos”, identificar y castigar a los responsables.

Ya verá Señor Presidente, nuestra iniciativa encontrará ecos favorables… ¡Al gran pueblo argentino salud!

La casa

A ella se referían los antiguos griegos cuando hablaban de “economía” (oikos: casa, oikonomía: dirección / administración de la casa). Convengamos Señor Presidente, que una de las prioridades de la casa es que sus moradores coman. Este es un país que produce y exporta comida, es inconcebible que haya millones de compatriotas que sufran hambre. Los equipos de gobierno y especialistas en el tema, tendrán más ideas que este viejo poeta sobre las medidas a implementar para combatir el hambre, pero no asombrarse por la dispersión del caudal electoral si no se atiende la casa como se debe. El pueblo no espera que le pongan la cuchara en la boca, el pueblo supo inventar a lo largo de su historia innombrables formas de resistencia. Los merenderos y comedores populares son una de esas formas, las diversas iniciativas y emprendimientos de la economía popular, también son formas de resistencia. No se trata de “asistencialismo” como pretenden los defensores de la “casa para pocos”, se trata de que el estado atienda las necesidades básicas de los habitantes, apuntalando al mismo tiempo sus economías de resistencia.

Si las casas familiares se desmoronan será muy difícil consolidar la casa nacional, el cuidado del medioambiente es una prioridad, pero el círculo vicioso de la deuda fagocita todo. Para pagar producir divisas a cualquier costo, mega minería que contamina aguas, producción industrial de soja que destruye fertilidad de suelos, fumigando glifosato, envenenando humanos pulmones y napas freáticas. Para exportar la soja transformaron el Río Paraná en hidrovía, lo dragaron hasta perforar sus tripas, la hidrovía devino hidromuerte, tramos del río son ahora vía muerta, con peces asfixiados y pescadores que ya no son. No alcanzan lágrimas para llorar ni elevar el caudal. Ver las excelentes notas de Mempo Giardinelli al respecto[Mempo Giardinelli: https://www.pagina12.com.ar/370982-el-rio-el-bosque-y-la-ceguera]. ¿Y qué hacen con las divisas producidas a ese costo? Pagan la deuda, y así seguimos, con casas hambrientas y medioambiente arrasado.

Los llamados neoliberales, los que atacan las libertades más elementales del ser humano en nombre de la libertad, deben comprender que la economía es antes que nada el funcionamiento de la casa, antes de ser un problema financiero es una cuestión ética, de dignidad… La “teoría del derrame” [“Trickle – down theory” en inglés. Es la teoría que propone reducir los impuestos a las empresas y a los sectores de mayores ingresos. La concentración de riqueza así producida, debería traducirse en mayores inversiones y creación de empleo, beneficiando al conjunto de la sociedad.]ya mostró que no funciona. Los ricos cada vez más ricos, no derraman sus riquezas en inversiones productivas, sino en manipulaciones especulativas. “L’argent apelle l’argent”[Famosa canción africana del compositor congolés Pamelo Mounk’A](la plata atrae la plata) dice una canción popular africana. La economía debe estar al servicio de la dignidad humana, no la dignidad humana al servicio de la economía.

¿Y la casa Universal? Si no cambiamos de manera de pensar y de actuar se seguirá degradando, tal vez ya sea tarde. No habrá planeta sano con naciones y pueblos enfermos. El recalentamiento climático es una alerta roja, podemos observar las catástrofes que provoca. Un desafío a la inteligencia humana ¿Podremos entender algún día que somos parte de un gran equilibrio, que no somos dueños de la naturaleza sino parte de la misma? ¿Podremos pasar de relaciones de opresión y explotación a relaciones de fraternidad y solidaridad entre humanos?

Soy consciente de mi inocencia, que la realidad es muy compleja, que no es fácil gobernar un país, pero también soy consciente de que sin un cambio cualitativo, sin una refundación del edificio llegaremos a un callejón sin salida. Disculpe la sinceridad Señor Presidente, sé que usted prefiere los cambios graduales, pero la gradualidad tiene sus límites, casas se van desmoronando, hambreando, inundando… el tiempo no espera.

La palabra

Así vamos, así va el mundo Señor Presidente, tiempos y cumbres borrascosas, no me refiero a la famosa novela de Emily Brontë, sino a las cumbres de la ONU, del G20, de la COP 26… Ya ni siquiera se entienden las siglas. “Llamar a las cosas por su nombre”, otra vieja enseñanza de buen sentido. Claro que el lenguaje es a menudo manipulado, no para mostrar la realidad sino para ocultarla. Llaman “libre mercado” a un entramado que no tiene nada de libre, “volatilidad de precios” a la especulación financiera, “optimización fiscal” a la evasión impositiva… Deformación del oficio pensará Usted, este viejo poeta está obsesionado por el lenguaje, y no se equivoca, el lenguaje es más importante de lo que muchos creen. Recientemente hubo un debate sobre si hubo o no hubo ajuste. El término se refiere al “ajuste estructural”, terminología creada por el FMI para designar la dosis letal de medidas que imponen a los países sometidos a su tratamiento: reducción del gasto público, privatizaciones, y el resto, con las desastrosas consecuencias que son ampliamente conocidas. La gente no entiende ese debate, porque la gente ya “está ajustada”, con salarios raquíticos, sin trabajo, con hambre… Acercar las palabras a la verdad, no es cuestión secundaria, también tiene que ver con el caudal electoral.

La batalla del lenguaje existe y es fundamental, sin dar esa batalla, sin combatir la manipulación que hacen del mismo los poderes dominantes, perderemos las batallas en los terrenos, económico, social o político. La batalla por el sentido que se le asignan a palabras y expresiones se presenta en cotidianos espectáculos, las imágenes / logos / emojis… con su fuerza simbólica, se asocian a los lenguajes existentes, confiriendo una nueva dimensión a las formas de comunicación. Las “fake news”, noticias falsas, mejor dicho falseadas, irrumpen, contaminan medios, prensa, redes, blogs… También irrumpe la pos verdad (post truth), se fabrican verdades a pedido. La instrumentalización política de las grandes bases de datos, el célebre big-data, deviene una actividad rentable. Cuando se vuelve difícil distinguir la verdad de la mentira, significa que “algo” muy grave está pasando.

Para que los hombres dialoguen, se entiendan y convengan las formas sociales y normas jurídicas que les permitan convivir, necesitan palabras para pronunciar el mundo sin confusiones, necesitan que libertad sea libertad, que justicia sea justicia, que humanidad sea humanidad, palabras para nombrar objetos, seres, sentimientos… El significado atribuido a esas palabras es fundamental, por eso el lenguaje se convierte en un campo de batalla entre diversas concepciones del mundo. Batalla menos visible que otras, pero no menos fundamental para decidir en qué tipo de sociedad queremos vivir, basada en qué tipo de relaciones entre los humanos y con la naturaleza. Batalla que se agudiza en momentos de crisis como el que estamos atravesando [https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Escuela/23/JoseMuchnik01/]

Disculpe si he sido un poco extenso Señor Presidente, estas líneas fueron escritas con respeto y esperanza de que contribuyan a la lucha de nuestro pueblo por su felicidad en un mundo mejor.

Se despide de Usted con un abrazo fraterno.

17 de octubre: Un Día de la Lealtad de celebración y reencuentro 

En un festejo que se repitió en varias plazas del país, una multitud recordó el 17 de octubre y su significado. La principal oradora fue Hebe de Bonafini, con el pedido de no pagar al FMI. 

Karina Micheletto, Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y periodista. Editora de la sección El País de Página/12. 

La militancia y las organizaciones sociales volvieron a llenar la Plaza de Mayo.

Una suerte de celebración del reencuentro se vivió en la Plaza de Mayo en una fecha cara para el pueblo peronista: el 17 de octubre, que al igual que el de 1945, este año cayó Día de la Madre. Una multitud se congregó en el lugar que simboliza el corazón político de la Argentina y también en numerosas plazas del país, en actos que tuvieron mucho de liturgia, de festejo y de reclamo. La principal oradora en el escenario ubicado frente a la Casa Rosada fue la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, primera impulsora del acto en esta fecha --junto a diferentes organizaciones políticas, sindicales y de derechos humanos--, que encaró su discurso con un pedido concreto dirigido al Presidente: "Le quiero decir que este acto es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda externa. Hoy empezamos". Hoy tendrá lugar otro acto, organizado por la CGT, frente al monumento al trabajo. 

La consigna convocante

"Las Madres estamos muy felices de haber tirado esta idea y que todos los compañeros la hayan tomado como propia, sobre todo los compañeros de los sindicatos", comenzó marcando Hebe. Su voz fue la que dio comienzo el acto anunciado desde los altoparlantes como "del Día de la Lealtad y contra el pago al Fondo Monetario Internacional", y hacia allí se dirigió el discurso de la presidenta de Madres: "Señor presidente, la mitad de los argentinos estamos bajo la línea de la pobreza, hay una gran mayoría de pibes que hoy están comiendo apenas, ¿y usted quiere pagar la deuda?, ¿con qué?, ¿usted quiere pagarle la deuda a Macri, que es el chorro más grande del país? Usted quiere hacernos pagar un robo. La deuda no es nuestra", enfatizó. 

Tras su discurso, de unos quince minutos, siguieron otros más breves e igualmente contundentes: del exministro de Economía, Amado Boudou (que no estaba originalmente anunciado entre los oradores); el secretario de ATE Capital, Daniel Catalano; el diputado y secretario del Sindicato de Obreros Curtidores, Walter Correa; el secretario de Suteba, Roberto Baradel; el intendente de Ensenada, Mario Secco (tampoco había sido anunciado en la convocatoria de Madres), el dirigente gremial de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera, Heber Ríos, y la secretaria de la cooperativa La Pascana, Ana Nuciari, en representación de la economía social. 

En un momento de la tarde corrió el rumor de que Alberto Fernández iría a la Plaza --el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Alberto Ferraresi, lo anunció de hecho en diálogo radial desde la plaza con Raúl Kollman--, pero finalmente eso no ocurrió. El mensaje del presidente circuló desde la mañana, y fue enviado a través de su cuenta de Twitter, con un video con imágenes del histórico día de 1945. "Hace 76 años, argentinas y argentinos salieron a las calles en reclamo de la libertad de un coronel que defendió a quienes trabajaban. Ese día marcó un camino de lealtad inquebrantable con el pueblo. Compañeras y compañeros, celebremos en unidad esta fiesta de la democracia", escribió el mandatario. 

Además de Ferraresi, los ministros Jorge Taiana, Daniel Filmus, Gabriel Katopodis, Juan Zabaleta, Santiago Cafiero, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, estuvieron presentes. También el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, los candidatos Leandro Santoro, Gisela Marziotta, Victoria Tolosa Paz, Daniel Arroyo, los ministros bonaerenses Andrés Larroque, Martín Insaurralde, Leonardo Nardini, los intendentes Fernando Espinoza, Gustavo Menéndez, el secretario del Suterh y coordinador del Grupo Octubre, Víctor Santa María, el secretario de UTE, Eduardo López, la directora de Asuntos Jurídicos en el Senado, Graciana Peñafortentre muchos otros y otras. 

Un día peronista 

Cerca de las 16, las inmediaciones de la Plaza, y de 9 de Julio y Avenida de Mayo --el punto de partida de la convocatoria a la marcha--, ya lucían con una gran cantidad de manifestantes reunidos. Sobre la 9 de Julio concentraron las numerosas columnas de las organizaciones. Entre las más nutridas, las de la CTA, H.I.JO.S, Barrios de Pie, La Cámpora, Corriente Peronista 13 de Abril, Peronismo Militante, la CTD Aníbal Verón, el Frente Social Peronista. 

A lo largo de toda la marcha también se convocó mucha gente "suelta", familias, personas de todas las edades, muchos y muchas portando banderas y carteles de confección casera: "No al pago de la deuda", "Más kirchnerismo, por favor", "Ya es tiempo de que Milagro quede libre", con un reloj gigante marcando los más de 2.000 días que la dirigente social lleva presa.

Con un soleado "día peronista" al tono, el clima fue de celebración: "Recuperamos la calle", se escuchaba. "Nunca la perdimos", también a modo de respuesta. Algunos manifestaron haberse movilizado el año pasado en pandemia, desde sus autos. Recorriendo los muchos metros de rejas que rodean la Casa Rosada, se vio una inmensa bandera con la leyenda “Imposible apagar tanto fuego - Néstor Vive” e imágenes pintadas del expresidente Néstor Kirchner. Otro cartel de dimensiones atravesaba la plaza con la leyenda “Encuentro peronista” y los dibujos de los rostros de José de San Martín, Juan Perón, Eva Perón, Manuel Belgrano, el Indio Solari, Carlos Mugica y Estela de Carlotto. 

Los discursos

A las 17.15 conmenzó el acto con el discurso de Hebe de Bonafini, quien habló rodeada de otras Madres, bien enfocado en el pedido del "No al pago de la deuda externa", y con pedidos críticos dirigidos a Alberto Fernández: "Nos da mucha tristeza que usted siempre se junte con los ricos, con los grandes empresarios, con los gordos de la CGT, y no nos escuche a nosotros", expresó. "Somos parte del pueblo que lo votó, y que lo va a seguir votando si se comporta como debe. Le pido que nos escuche, que nos atienda, no somos dos o tres, somos millones, más de la mitad de la población argentina que está pobre y más que pobre", pidió. 

En la misma línea se manifestó Boudou: "El Frente es con todos, también con nosotros, nuestra voz también tiene que estar ahí adentro", expresó. Y reiteró la consigna convocante: "La deuda no es solo un problema político, económiico o financiero. Es la cadena con la que pretenden condicionar nuestros sueños", definió. 

"Nos encontramos en esta plaza de los sueños, de la resistencia, bajo una consigna que es el 'no pago de la deuda'. Cuando las Madres convocaron esta marcha muchos dijeron que sería opositora, en contra del Gobierno, pero nosotros sabemos muy bien dónde está el enemigo. Queremos que la deuda la pague Macri y no el pueblo", dijo a su turno Catalano. 

Baradel consignó que "no se puede pagar la deuda con las necesidades de nuestro pueblo" y pidió "que la pague quien la contrajo, quienes fugaron los capitales". "Vamos a trabajar como siempre lo hicimos compañeros, con nuestras verdades. Este 17 de octubre nos hace más fuertes, a no bajar los brazos. Nosotros no timbreamos, no nos sacamos fotitos con la gente, nosotros somos parte de esa gente que lucha todos los días", sumó Secco. 

El pedido de libertad de Milagro Sala también atravesó varios de los discursos: "No puede ser que Milagro y sus compañeros de la Tupac estén presos todavía por causas inventadas", sintetizó Nuciari.  

Dimensiones

Mundo, Patria, individuo. Dimensiones de una compleja realidad en la que vivimos nuestra cotidianidad. Decisiones y conocimiento que nutren esas decisiones dependen en definitiva de conceptos y valores que no tienen mucho que ver con el conocimiento sino mas bien en como ejercemos la consciencia tomando decisiones con ese conocimiento y optando, seleccionado, aceptando aquello sobre lo cual sostendremos pensamientos, acciones e idearios … generando el presente continuo que definiría las mismas cuestiones en las opciones y posibilidades de nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos y los que vendrán después de ellos.

Esas opciones podrían sintetizarse en dos cuestiones que, irresolubles, definirán el sentido y la dirección de nuestras vidas. O nos colocamos como centro o nos ubicamos como parte de un todo que nos trasciende. Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack




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