La Batalla económica

 


El problema es el financierismo ...

Kristalina Georgieva, actual presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), escribe hoy en el blog de dicha institución financiera.

El G20 debería liderar el intercambio de dosis de vacunas, ayudar financieramente a los países en desarrollo y comprometerse a alcanzar emisiones netas de carbono cero para mediados de siglo.

Cuando los líderes del G20 se reúnan en Roma este fin de semana, podrán inspirarse en el atrevido diseño del lugar de la reunión, conocido como La Nuvola (Massimiliano Fuksas (Nacido el 9 de enero, 1944) es el arquitecto Italiano que diseño el Centro de Convenciones de Roma, conocido como La Nuvola, que albergara al G20 en los próximos días. Fuksas es la cabeza del Estudio que administra junto a su esposa. Doriana Mandrelli, que tiene oficinas en Roma, Paris y Shenzen.).

Así como el arquitecto creó un nuevo espacio sorprendente, los líderes mundiales deben tomar medidas audaces ahora para poner fin a la pandemia y crear un espacio para una economía más sostenible e inclusiva.

La buena noticia es que las bases para la recuperación siguen siendo sólidas, debido al efecto combinado de las vacunas y las medidas políticas extraordinarias y sincronizadas lideradas por el G20. Sin embargo, nuestro progreso se ve frenado especialmente por las nuevas variantes de virus y su impacto económico, así como por las interrupciones de la cadena de suministro.

El FMI recientemente redujo su pronóstico de crecimiento global al 5,9 por ciento para este año. Las perspectivas son muy inciertas y dominan los riesgos a la baja. Los niveles de inflación y deuda están aumentando en muchas economías. La divergencia en la suerte económica es cada vez más persistente, ya que demasiados países en desarrollo carecen desesperadamente de vacunas y de recursos para respaldar su recuperación.

¿Entonces qué debería ser hecho?


 Nuestro
nuevo informe al G20 exige acciones decisivas dentro de cada economía. Por ejemplo, la política monetaria debería contemplar aumentos transitorios de la inflación, pero esté preparado para actuar con rapidez si los riesgos de un aumento de las expectativas de inflación se vuelven tangibles. Aquí, la comunicación clara de los planes de políticas es más importante que nunca para evitar efectos secundarios adversos a través de las fronteras.”

El FMI es parte del Problema

Lo que Kristalina Georgieva no puede decir, porque no lo entiende, no lo vé o no le conviene la interpretación correcta de lo que le sucede al mundo en cuánto a las formas de producción y los efectos planetarios de esta, es que la institución que preside es parte del problema y no de la solución.

El presidente Alberto Fernández enfatizó este miércoles que su Gobierno no va a "arrodillarse" ante el FMI y prometió que buscará un acuerdo que "no condicione" el futuro de los argentinos, al trazar un paralelo entre la situación que vivía el país en 2019 y la que afrontó en 2003 al asumir el poder Néstor Kirchner, de cuya muerte se cumplieron en esta jornada 11 años.
"
No vamos a hacer un acuerdo que deje más postergados a los argentinos; si todavía no cerramos un acuerdo es porque no nos vamos a arrodillar por pagar una deuda; voy a cerrar con el fondo el día que sepa que eso no condiciona el futuro de los argentinos", expresó durante su discurso el Presidente, único orador de un multitudinario homenaje a Néstor Kirchner en el estadio del Club Deportivo Morón.
El acto, organizado por el Frente de Todos (FdT), reunió en un gran escenario a gobernadores, intendentes, funcionarios, candidatos y dirigentes sindicales y sociales, bajo la consigna
"primero se crece, luego se paga", una frase con la que Kirchner selló la impronta de su Gobierno y saldó la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2005.
Frente a un estadio colmado de militantes, acompañado por muchas de las principales figuras del FdT, Fernández reivindicó las políticas impulsadas por Kirchner y aseguró que para su gestión "nada hay más importante que sacar del pozo de la pobreza a los argentinos que han caído ahí".
"No pensamos en un país para pocos, sino para todos; no tenemos esa idea que dice que en Argentina sobran 20 millones de habitantes", planteó el mandatario.

El acto se inició con la marcha peronista y con la proyección de un video que reprodujo los conceptos políticos de Néstor Kirchner en sus discursos, luego de que las principales figuras habían ocupado el escenario y poco antes de que ingresaran el Presidente, acompañado por el el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el jefe del bloque del FdT en la Cámara de Diputados e hijo de Néstor, Máximo Kirchner.
Tras definirlo como una "guía" y remarcar el honor que significó para él haberlo acompañado como jefe de Gabinete de su Gobierno, Fernández aseguró que la figura de Néstor Kirchner tiene un lugar clave en la historia argentina.

Homenajes

El homenaje, como describió Fernández al inicio de su discurso, consistió en un "abrazo de militancia" para recordar a quien -dijo- pudo "poner de pie a un país profundamente lastimado" y que llegó al Gobierno "con más desempleados que votos".
"Tenemos la suerte de tener ese bagaje de experiencia de lo que vivió Néstor", dijo Fernández y lo calificó como "un maestro increíble".
La figura de Kirchner, el tenor de sus discursos y sus principales conceptos resonaron durante todo el día en las redes sociales y medios de comunicación, a once años de su muerte.
Horas antes del inicio del encuentro en Morón, su esposa, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, posteó el mismo video que se reprodujo luego en el estadio y que muestra al exjefe de Estado en distintas etapas de su vida política y permite escuchar algunos de sus discursos más significativos.

"No estamos en el negocio de la política, estamos en la transformación de la Patria", es la primera frase que dice Néstor Kirchner en el video, que suma las ideas centrales que orientaron sus políticas y concluye con una frase destinada a los acreedores externos del país: "Negociar con dignidad, con firmeza, pero primero la Argentina. Es hora que los argentinos pensemos primero fuertemente en nosotros".
Entre las figuras de la coalición gobernante que participaron del tributo al expresidente estuvieron los candidatos a diputados Victoria Tolosa Paz, Daniel Gollan, Daniel Arroyo y Leandro Santoro.

También, el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y otros ministros Aníbal Fernández, Claudio Moroni, Jorge Taiana, Jorge Ferraresi, Santiago Cafiero, Gabriel Katopodis, Daniel Filmus, Juan Zabaleta y Tristán Bauer.

Fueron parte del homenaje, además, el secretario general del gremio de camioneros, Hugo Moyano; el dirigente de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional, Hugo Yasky; el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, Roberto Baradel; y el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.
Otras personalidades presentes fueron el diputado Leopoldo Moreau; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la titular del Inadi, Victoria Donda; y la legisladora Victoria Montenegro.

En el palco se vio además al secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social Emilio Pérsico; y al secretario de Políticas Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil de la Jefatura de Gabinete y dirigente del Movimiento Evita; Fernando Chino Navarro; así como al jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde; y al referente social Juan Grabois. (TELAM )

La moneda

El problema nodular de la economía argentina es la alta dependencia al dólar y la especulación que los sectores que concentran el ingreso de divisas producen para generar devaluaciones y someter al gobierno impidiendo que Argentina cuente con una moneda fuerte que permita su desarrollo sin dependencias ni endeudamientos.

Esto sucede por un alto nivel de ignorancia económica de vastos sectores del país, que, apoyados en la falsa memoria de los tiempos de la hiper de Alfonsin, repiten sin datos y sin análisis el versito liberal de que la emisión, la inflación y la política son el problema y no otras razones mas argumentadas en datos e información.

En Cuánto al billete, la ignorancia se expresa de forma mas grave y gravosa para los Argentinos. Las críticas liberales se asientan en 4 puntos:

1.- "Alta Centralización de la emisión"

Toda moneda Nacional es emitida por el Banco Central de ese Estado Nacional. En todo caso lo que se postula como negativo es que la Centralización la maneje el mismo “sector” que gobierna, y no, como sucede en EEUU dónde la Reserva Federal (FED), responsable centralizada de emitir dólares, es un orgnaismo autarquico e independiente de la Casa Blanca. La diferencia radica básicamente en que la moneda norteamericana se ha impuesto como moneda de cambio de las transacciones globales, cosa que no sucede con el peso. La FED por medio de la emisión y de las tasas de interés interviene indirectamente en las economías de otros Estados por medio de sus deudas en dolares. Deudas que se contraen, entre otros mecanismos, por medio del Fondo Monetario Internacional(FMI), lo que le permite a la FED, transferir problemas económicos domésticos al resto de los Estados endeudados.

2.- "Alta emisión"

En julio la asistencia del BCRA ascendió a $180.000 millones, la misma no se vio reflejada en la expansión de la base monetaria, porque una parte importante se destinó a la compra de dólares para hacer frente a los pagos de la deuda pública y a pagar intereses de Leliqs y Pases. El contraste con 2004 no solo evidencia el bajo nivel de la base monetaria en términos reales (-8,5% en los primeros 7 meses de 2021), sino que ello ocurre en un contexto en el que el tamaño de la economía es 38% superior, por lo que demanda mayor circulación monetaria. Cabe aclarar que esto ocurre en el marco de una activa política de esterilización por parte del BCRA, que llevó a que el stock de leliq y pases supere en 34% a la base monetaria en los primeros días de agosto, lo cual incrementa el déficit cuasi fiscal. La emisión monetaria no fue el factor principal que sostuvo el alto nivel de inflación en este período. Las variables principales que inciden en la misma, en el marco de la caída de los salarios reales, fueron la variación del tipo de cambio nominal y la presión que ejercieron los precios internacionales de alimentos. La velocidad del traslado de esos efectos a los precios domésticos depende, a su vez, de los formadores oligopólicos de precios y la inercia inflacionaria. Variación mensual del IPC, tipo de cambio nominal y precios internacionales de alimentos (%) Marzo 2020-Julio 2021

Tras la desaceleración de la inflación entre abril y septiembre de 2020, la economía acumula 10 meses con variaciones mensuales por encima del 3%, aunque tiende a desacelerarse después del pico de marzo cuando alcanzó el 4,8%.

Entre octubre y marzo la inflación se correspondió con variaciones mensuales del tipo de cambio y de los precios internacionales de los alimentos (es decir, en dólares) en torno al 3,3% en ambos casos. A partir de abril se asistió a un cambio en la política cambiaria con devaluaciones por debajo del 1,4% en promedio y a partir de junio una reducción de los precios internacionales.

3.- “El peso no tiene respaldo"

Al 26 de agosto, las reservas internacionales alcanzaron los US$ 46.188 millones. Cabe mencionar que el 23 de agosto del corriente año, el país recibió por parte del FMI US$ 4.334 millones en concepto de DEG (Derechos Especiales de Giro). .Estos valores son además sostenidos con aumento de recaudación impositiva y balances superavitario del comercio exterior respecto de las importaciones. Por lo tanto, si la moneda representa el valor en circulación del aumento del PBI producido por esa diferencia entre las importaciones y las exportaciones que produce argentina, se diría bien por el contrario, que cada peso esta mas que respaldado en tanto el circulante monetario es menor a esas diferencias a favor producidas en el contexto macroeconómico. ¿Que es lo que desvirtúa la teoría pura? Precisamente la contracción externa. Es decir la necesidad del Estado de “tomar” dólares para pagar sus compromisos externos (Deuda), que es el mecanismo por excelencia que impide a cualquier gestión de gobierno producir políticas publicas soberanas en materia financiera, monetaria y económica en general.

4.- “Tensión devaluatoria”

El dólar ilegal (alegremente llamado Blue) es el que intenta producir las devaluaciones y es alimentado por los sectores que concentran el ingreso de esa divisa al país. El dolar oficial tuvo poca variación durante toda la gestión de la pandemia. El dolar ilegal se utiliza como instrumento de presión para "dolarizar" las variables económicas, lo que no se produce como devaluación directa se produce como inflación de precios producida por los mismos que exportan y vuelcan sus precios internacionales al mercado interno. Nada tiene que ver la emisión (Que se redujo) en el fenómeno inflacionario actual.

El péndulo argentino

Y si vas a la derecha
Y cambiás hacia la izquierda, ¡adelante!
Es mejor que estarse quieto
Es mejor que ser un vigilante

Charly García, "Raros Peinados Nuevos" ( Piano Bar , 1984).

Cumplió 70 años Charly García, uno de los más grandes del rock nacional. Una de sus –tantas- cualidades es su capacidad para captar y reflejar los cambios de época a través de su música. Y vaya si hubo cambios. Justamente el tema que vamos a ver hoy tiene que ver con eso.

La semana pasada analizamos el congelamiento de precios y marcamos que, a pesar de no ser una medida muy efectiva, fue utilizada prácticamente por todos los gobiernos (sin importar el partido político). (Como se mencionan en otros comentarios y reflexiones) los problemas actuales que afectan al país requieren de acuerdos, pero que los incentivos de cada uno de los espacios políticos parecen ir en la dirección contraria. ¿Hay algún vínculo entre las dificultades para sacar a la economía del estancamiento, la recurrencia de políticas económicas cortoplacistas de dudosa efectividad y la falta de acuerdos para lograrlo?

Las últimas décadas en la Argentina se han caracterizado por cambios muy bruscos y muy frecuentes de la política económica que muestran una oscilación pendular entre dos corrientes antagónicas: la corriente popular y el liberalismo económico. 

La corriente popular refleja las aspiraciones de las grandes masas de la población. Sus principales objetivos son la distribución progresiva del ingreso y el pleno empleo. El primer objetivo se instrumenta mediante mayores beneficios sociales, aumentos nominales de salarios y a menudo controles de precios. También se recurre al manejo de los grandes instrumentos de política económica -fundamentalmente del tipo de cambio y de las tarifas de los servicios públicos- en función del objetivo prioritario de evitar que aumente el costo de vida. El segundo objetivo se logra asegurando un alto nivel de demanda.

Las etapas expansionistas suelen comenzar con el aumento de los salarios reales, el crédito barato y el incremento de la actividad económica. Sin embargo, en la mayoría de las veces esta etapa no dura mucho. El déficit fiscal crece, la balanza comercial se desequilibra, aparece el desborde sindical, surge el desabastecimiento y se acelera la inflación. El proceso culmina con el agotamiento de reservas en el Banco Central y una crisis de balanza de pagos. La expansión se detiene y sobreviene una situación económica caótica. A medida que pasa el tiempo aumenta la oposición de los estratos influyentes de la sociedad y, finalmente, sobreviene la caída del equipo económico del gobierno.

Aunque la corriente popular admite algunos de sus errores y excesos, tiende a minimizar su importancia, y como justificación principal de su fracaso alega la insuficiencia del poder popular para manejar los resortes clave de la economía y la resistencia de poderosos grupos económicos nacionales e internacionales.

La caída de la corriente popular provoca siempre un brusco vuelco hacia la ortodoxia económica. El acento se ve puesto sobre el orden, la disciplina, la eficiencia, el equilibrio del presupuesto, el ahorro, la confianza y la atracción de los capitales del exterior y las virtudes del sacrificio popular.

En general, los equipos ortodoxos llegan al poder en medio de las crisis de balanza de pagos. Su respuesta frente al problema son paquetes de medidas que involucran una brusca devaluación, un aumento de los ingresos del sector agropecuario, una caída de los salarios reales, una política monetaria más contractiva, una recesión de mayor o menor profundidad y un deliberado esfuerzo de atracción de capitales extranjeros. De acuerdo a las afirmaciones de la ortodoxia, la recesión y la caída de los salarios reales no serían más que perjuicios momentáneos que corresponderían a un período inevitable de sacrificio, necesario para ordenar y sanear la economía. Gracias a él, se crearían las bases para el despegue y el crecimiento en un beneficio del conjunto de la población.

La política puede lograr ciertos éxitos al comienzo. La tasa de inflación, que siempre aumenta inicialmente a raíz de la devaluación, más adelante suele disminuir; los capitales financieros afluyen del exterior y los salarios reales en parte se recuperan. Sin embargo, en algún momento del proceso sobreviene una crisis de confianza. El flujo de capitales extranjeros se invierte. Los préstamos del exterior que habían ingresado comienzan a huir. Se produce una fuerte presión sobre las reservas de divisas, una crisis en el mercado cambiario y una brusca devaluación. Caen los salarios reales, disminuye la demanda, la tasa de inflación otra vez aumenta vertiginosamente y se vuelve a caer en una recesión, más profunda aun que la anterior.

La reacción de la ortodoxia frente a su falta de éxito ha sido siempre similar a la de la corriente popular. Aunque admite errores de conducción, atribuye siempre su fracaso a la insuficiencia del poder político para efectuar el saneamiento necesario en la administración pública, para eliminar las empresas ineficientes y para mantener los salarios deprimidos por un tiempo suficiente como para que se genere un proceso de autosostenido crecimiento.

Esto que parece escrito ayer, es de 1983. Sí, leyeron bien: 1983, hace casi 40 años (prácticamente en el mismo momento que Charly componía “Raros Peinados Nuevos”). Lo escribió Marcelo Diamand en un trabajo titulado “ El péndulo argentino: ¿Hasta cuándo? ” (con algunos recortes y leves modificaciones semánticas para que no se dieran cuenta que era de esa época).

Es tan perfecto que asusta

La similitud entre el comportamiento pendular descrito por Diamand a principios de los ‘80 y lo sucedido en los últimos años es impresionante. Fíjense que no solo identifica las características generales sino también las mismas medidas económicas.

Por otro lado, como el título del trabajo lo indica, esto ya venía sucediendo desde antes de los ’80. ¿Desde cuándo tenemos este comportamiento pendular? Justamente en los últimos días salió publicado este trabajo de Valeria Arza y Wendy Brau, que hasta donde conozco es el primero en cuantificar el péndulo argentino.

Lo que las autoras hicieron fue analizar una por una las medidas económicas aplicadas por los distintos gobiernos desde 1955 y hasta 2018 en las diferentes áreas (fiscal, monetaria, comercial, de movimiento de capitales, privatizaciones y regulatoria). A partir de eso, definieron cada una de las medidas como “ortodoxas” o “heterodoxas” dependiendo de si están alineadas o no con las recomendaciones del FMI y del Banco Mundial de ese entonces. Por ejemplo, la privatización de empresas públicas en los ‘90s sería considerada una medida ortodoxa por estar alineada con las recomendaciones de los organismos internacionales, mientras que la regulación a la compra de dólares sería considerada heterodoxa por no estar alineada con dichas recomendaciones.

Lo que las autoras encuentran es que, efectivamente se observan cambios importantes y frecuentes en la orientación de las políticas económicas, dando lugar al comportamiento pendular mencionado. De los 63 años analizados, en 32 predominaron las medidas ortodoxas y en 26 las heterodoxas. Cada orientación tuvo una duración promedio de dos años y la mayoría de los cambios de orientación se dieron dentro de un mismo gobierno. Si bien no se puede hacer una asociación unívoca entre el signo político y la orientación de las medidas, durante la mayor parte de los años gobernados por regímenes militares prevalecieron las políticas ortodoxas y durante los gobiernos peronistas las heterodoxas, mientras que en los gobiernos radicales se repartieron de forma pareja entre orientaciones más ortodoxas y más heterodoxas.

Las fuerzas por detrás del péndulo

A partir de lo anterior, queda claro que este comportamiento pendular es un hecho estilizado de la economía argentina. Ahora, la pregunta importante que falta responder es por qué se observa este comportamiento. La alternativa que debería quedar descartada es la de pensar que es debido a una cuestión de ineptitud, errores no forzados o cuestiones de este estilo. Podemos tener un gobierno malo, incluso dos o tres, ¿pero todos? Muy difícil. La otra, muy repetida en este último tiempo, que también debería quedar descartada, es que fue por culpa de “70 años de peronismo”. Como destacan las autoras del trabajo anterior, de los 63 años analizados, un 43% fueron gobiernos peronistas y aliados, 27% radicales y aliados y 30% gobiernos de facto. 


En realidad, una manera más interesante de pensarlo es que haya cuestiones estructurales (elementos que son difíciles de modificar para el gobierno de turno), y que a la vez no sean compatibles entre sí. Esta incompatibilidad es la que se manifestaría a través de tensiones en la economía que los gobiernos tratan de resolver infructuosamente con medidas cortoplacistas (definidas de esta manera, ya sea por su duración temporal o porque luego el mismo gobierno o el que viene a continuación las cambia).

¿Y cuáles serían esas cuestiones estructurales?

El propio Diamand, en un trabajo previo de unos años antes, brinda una explicación: el problema estaría en que la estructura productiva argentina se encuentra desequilibrada, ya que tenemos un sector agropecuario con una productividad muy elevada que es el que puede exportar y generar las divisas, pero que no genera empleo suficiente ni buenos salarios; mientras que la industria tiene esa capacidad, pero al tener una productividad baja, no solo no puede exportar sino que requiere de muchos insumos importados para su funcionamiento. Así, cuando mejoran los precios internacionales de los commodities eso lleva a una expansión de la industria, el empleo y los salarios (gracias a la expansión de las exportaciones que permiten financiar el aumento necesario de las importaciones), pero que no puede mantenerse en el tiempo dado que, tarde o temprano, los precios internacionales de los commodities caen y eso provoca el faltante de divisas y la devaluación del tipo de cambio.

En una línea similar, pero haciendo más énfasis en la cuestión distributiva, Pablo Gerchunoff y Martín Rapetti sostienen que existe un conflicto entre las aspiraciones económicas de la sociedad y las posibilidades productivas del país. Por ende, el nivel de ingresos que demanda la sociedad es más elevado que aquel que permite la capacidad productiva del país, generando un comportamiento cíclico potenciado por las políticas económicas de los distintos gobiernos. 

 

Otra explicación interesante, más enfocada en la cuestión política y con un enfoque gramsciano, es el “ empate hegemónico ” de Juan Carlos Portantiero, que lo define como aquella situación donde hay dos fuerzas en disputa (por un lado, trabajadores y empresas volcadas al mercado doméstico y, por otro, la burguesía pampeana) que tienen suficiente poder como para vetar los proyectos elaborados por la otra, pero donde ninguna logra reunir los recursos necesarios para asumir por sí sola el liderazgo y posicionarse como el bloque dominante.

¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto? Hay demasiada tela para cortar. Pero pensando más que nada en cómo salir hacia adelante, creo que al consenso ya establecido de que tenemos que aumentar la capacidad exportadora, hay que agregarle la necesidad de lograr ciertos consensos mínimos en materia de políticas económicas que sean respetadas por los distintos gobiernos a ver si, de una buena vez por todas, podemos dejar atrás el péndulo.

Dólares son dolores

El asunto como expresamos antes, es que los gobiernos que favorecen las políticas económicas hortodoxa siempre dejan un escenario de deuda que restringe cualquier intento de una comparación igualitaria entre escenarios. A nivel global lo mismo sucede con las economías que no se alinean con esas económicas hortodoxas sostenidas desde el neoliberalismo financiero y los EEUU, que se comparan precisamente sin tener en cuenta los grados de endeudamientos que producen los gobiernos alineados o los embargos y sanciones económicas que EEUU y sus aliados imponen a las economías que, no endeudadas, intentan programas económicos soberanos e independientes de la economía del Imperio del Norte.

Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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