Hospitalidad, comunicaciones, Justicia, el "otro" y el "lawfare" en estos tiempos de peste.


 

Algo de la socialidad presencial ha retornado, y acaso la vacuna sea umbral de la post-pandemia, pero: ¿qué rasgos de la subjetividad ya no volverán a ser tal como eran? Si la forma de vida adoptada como resguardo ante la amenaza consistió sobre todo en la profundización de tendencias previas: la mediatización, la celularización, la virtualización, la conectividad como técnica y como modo de pensar y vivir. Por ejemplo, “estuve todo el día haciendo cosas sin parar, y sin embargo llega la noche y siento que no hice nada” es un testimonio de la vida mediatizada. Esa sensación, ese saldo sensible al final del día, es propio de una experiencia donde las cosas se viven todas pegoteadas; las actividades -y también por tanto nuestras facetas o roles vinculares- amontonadas, en simultáneo o una tras otra sin solución de continuidad. Las diferencias que tienen las cosas, en tanto experiencias sensibles, quedan limadas, homogeneizadas por el ritmo patrón regido por la conectividad. Como señala Bifo Berardi, siempre solicitudes excesivas respecto de la posibilidad orgánica; siempre detrás de la interminable lista de deberes: en deuda siempre. Un rato desconectadxs, algo nos perdemos, algo podríamos hacer o responder. Vivimos pagando, para dormir debiendo: la mediósfera no es solo asunto técnico, sino que reproduce la matriz deudora (de raigambre moral en el fondo) en la subjetividad.

Es que la mediatización no consiste solo en que las actividades y relaciones se efectúen mediante conexión virtual; damos forma a nuestras herramientas, y luego ellas nos dan forma a nosotros, decía McLuhan. En el uso de la técnica de comunicación instantánea se forja un tipo de sujeto. Más cuando la mediósfera es nuestro hábitat en última instancia. Si el campo producía campesinos, la ciudad ciudadanos, ¿qué tipo subjetivo produce la mediósfera? ¿Qué formas tiene el humano mediatizado?

Una forma cabizbaja, con la mirada clavada en la mano, una mano que no muestra ya su palma sino el aparato que la ocupa (ah, ¡el atávico gesto de mirarse la palma de la mano!). Una vida sin entres. Porque la conectividad tiende a un régimen de acoplamientos funcionales sin pérdida. Abundan las encuestas que muestran cuánto las empresas -y muchxs trabajadorxs- esperan seguir implementando teletrabajo, pero quienes aún se trasladen, tienen la pantalla celular para llenar ese entre. ¿Cuánta conexión hay al momento de despertar, cuánta justo antes de dormir, cuánta en el baño? ¿Cuánto se filtra la conectividad como líquido que llena todo entre o incluso se cuela si en principio no lo hay?

La economía de la atención es una guerra cuyo botín son los cuerpos vivos, y así los dispone: constantemente enganchados, sin instancias de silencio, de vacío, de flotación, de aburrimiento o vagancia (distraídos sí, libres no…). En este imperio de la luz sin entres, se atrofia el ensueño -el ensueño, tan bellamente teorizado por León Rozitchner en su Materialismo ensoñado como potencia subjetiva que logra ver las dimensiones de lo real no dispuestas ya en acto-.
Con el continuo conectivo como técnica central, vivimos el despliegue de un renovado modo de producción de sujetxs. Ignacio Lewkowicz decía que “una subjetividad consiste en un conjunto de operaciones necesarias para habitar determinada circunstancia histórica”. Vemos pues el muteo, el googleo, el multitasking, o el llamado hating, como ejemplos del vasto repertorio de operaciones de cuño mediático. Pero también operaciones menos obvias, como la indiferencia, en principio necesaria para tolerar la saturación de estímulos, pero luego instalada como modo de relación con los otros. Las operaciones propias de un entorno entrenan al cuerpo, le dan forma (los “gestos del trabajo y la vida cotidiana”, en palabras de André Haudicort), y así quedamos hechos, bichos humanos mediáticos. Bichos escroleros.

Todo el día haciendo y al final no sentir ninguna cosa realizada”, sí, pero también su inversa: “hoy estuve todo el día sin hacer nada, y sin embargo llega la noche y estoy agotada como si hubiera hecho cosas sin parar”. Ambos testimonios son dos espejos que muestran opuestos costados de lo mismo: la dominación sensible del patrón temporal conectivo por sobre la experiencia de la singularidad de las cosas, incluido el reposo (o el “esparcimiento”, que también resulta acaparado por ofertas pantalliles). El continuo de la Actualidad es un operador de sujeción central de nuestra época, y el escroleo es una de las operaciones que reproducen su inserción en el cuerpo. El escroleo es una parte del dispositivo, que pone al cuerpo -único creador de valor- dispuesto para la Actualidad constante.

El capitalismo 24/7 (como lo llama Jonathan Crary) necesita esta suerte de tic masivo que nos mantiene disponibles. El escroleo mantiene activa la cinta del continuo. Con la vista encuadrada en la luminosa pantalla, y el dedo meta frotarla, incorporamos y reproducimos la matriz perceptiva de nuestro tiempo. El dedo manda al pasado lo ya visto, para traer rápidamente lo más nuevo… ¿después acaso lo que vemos en persona también empezamos a verlo como ya viejo, esperando rápido algo más actualizado? El dedo va pasando las imágenes, los mensajes, y si es por el dispositivo, la cinta vertical es sin fin, nunca llegamos a algún lugar donde estar. Es que el escroleo es el horizonte de nuestra cabizbaja época; o acaso el escroleo sirve para que nuestra época no tenga horizonte, especulando infinitamente la Actualidad.

Sin fin, pero no eterno, es el patrón conectivo. Lo eterno daría serenidad en vez de esta proliferante ansiedad. La ansiedad -otra pandemia- puede entenderse como la incorporación fisiológica del diseño de los dispositivos; como reflejo psíquico automatizado (es decir, que ya no requiere la presencia del artefacto). La ansiedad: una necesidad de actualización constante, que pase algo ya. Necesidad de producción de futuro inmediato ya -un futuro, pues, desfuturizado-. Sometido a rendir en la Actualidad.

Suele señalarse que las notificaciones y solicitudes virtuales generan un golpe de dopamina que vuelve a las redes y artefactos conectivos una fuente de adicción (por ejemplo, los escritos de la española Marta Peirano). El celu sería, en la praxis, menos teléfono que máquina tragamonedas (tal como las describe Andrés Fuentes en La cueva de los sueños. Precariedad, bingos y política): lo abro, escroleo a ver si esta vez pinta golpe de suerte…. Pero en las teorías de adicción por “chutes” de dopamina falta incluir, por un lado, la condición de los artefactos como pieza de un régimen económico general en cuyo sistema de alienación se integra (además, ¿pasaremos por alto que tanto el capital, como la mediósfera, son dos entidades abstractas que dominan lo vivo?). Y, además, en todo caso hay que pensar por qué produce la bendita dopamina (si es que sucede tal cosa), por qué excita y logra preeminencia.

En este punto, no podemos desentendernos, en este punto, de la herencia teológica de la pantalla y las redes conectivas. Su sacralidad, su condición divina, brillante, ultraterrena, omnisciente y paradisíaca (sugerida en la obra de Paul Virilio, por ejemplo, pero también en películas como Her). Son el aparato que nos religa. El celular es jackpot, sí; pero también es un rosario: objeto que agarramos y tocamos incluso “porque sí”, palpando en él una reconfirmación efímera de que sí, existimos; un módico sosiego por chequear que acá estamos -en tanto conectados a un más allá-.

Revista Bordes

Cuando entramos en un lugar desconocido, la emoción sentida es casi siempre la de una indefinible inquietud. Luego comienza el lento trabajo de domesticación de los desconocido. Y poco a poco el malestar se esfuma.”   Anne Dufourmantelle

La llegada del otro, la advenida del extranjero o de lo extranjero, lo unheimlich de una realidad, nos interroga desde su lugar, desde su cercanía y hasta desde su ocupación en un espacio que creíamos nuestro, de nuestra propiedad. En una situación pandemica, que se va perpetuando, extendiendo en el tiempo, aquello (lo raro, lo radicalmente distinto) y aquellas cuestiones que eran extrañas se van asimilando, pero hay algo de lo perdido que no se quiere resignar, que se necesita recuperar de alguna forma: el contacto con el otro, con el semejante, el acercamiento físico. Pero, sin embargo, hay algo de la convivencia que se comienza a plantear de hecho en esta pandemia. Ante la imposibilidad actual de erradicar el virus, disminuir los casos de contagios, pensamos alternativas de convivencia con el mismo y con nuestros semejantes

No es que lo invitemos, ni que lo dejemos pasar libremente. Todo lo contrario; como mencionaba en los artículos anteriores (La pandemia y la hospitalidad y La hospitalidad obligada), la tendencia es, en cuanto al abordaje general de las medidas sanitarias, aislarnos (físicamente, tomando distancia entre los cuerpos, interponiendo distintos tipos de barreras: los barbijos, por ejemplo, e implementando conductas de higiene, que van, desde la desinfección con alcohol y/o o lavandina hasta con el simple lavado de manos con agua y jabón). Mientras tanto, se espera que los científicos de los laboratorios creen una vacuna efectiva para controlar la situación que pone en riesgo a la humanidad.

Cabe destacar que este abordaje de la pandemia tiene que ver con una cosmovisión, tiene que ver con cómo entendemos la vida, cómo entendemos los modos o formas de vida.

En este sentido, estos textos que propongo son un punto de vista más para colaborar en un pensamiento, un pensamiento que aloje, que se deje interpelar por lo ajeno e incluso ¿por qué no?, que plantee posibilidades de convivencia con el virus. Como decía con Derrida: “no existe Hospitalidad” (con mayúscula), es decir, que no existe la hospitalidad incondicional o absoluta (en antinomia). Entonces, plantearnos la convivencia con el otro, con lo otro es una apuesta interesante, pero que difícilmente se pueda adentrar más en la cuestión si no nos preguntamos sobre la vida.

En lo personal, me siento muy afectado por esta pandemia: me preocupan los efectos secundarios o colaterales de las medidas sanitarias, pero aún más las causas de todo esto, que a grandes rasgos tendría que ver con los sistemas que hemos creado: de producción, de mercado, de vida…

Se entiende fácilmente (pero no lo justifico) que el otro o lo otro sea, en tendencia, sospechado de ser enemigo, temido. El temor a lo desconocido, a que lo desconocido sea peligroso y atente contra la vida, contra el yo, la persona, el individuo… Esta representación, este pensamiento se encuentra, percibo yo, muy instalado. Esta tendencia se argumenta y afirma aún más cuando las formas de convivencia (económicas y productivas) se basan en concepciones darwinistas de la evolución por medio de la selección, que plantean la lógica de la competencia (en la que sobrevive el más fuerte, el más apto). Entonces el otro es siempre una amenaza para mí, a no ser que me pueda nutrir de él.

Estás lógicas o sistemas basados en la competencia tienden, por un lado, a incentivar a alcanzar una elite productiva, a la concentración de capital, de poder en manos de unos pocos (los que entran en el podio), a costa de los que no les fue bien en la carrera o que ni pudieron anotarse, y por el otro, a tener al otro como adversario o como enemigo, lo que implica que estés o no dentro del juego.

Esto tendría que ver con reglas de hospitalidad excluyentes, segregativas, capitalistas…

La hospitalidad regenerativa invita a la pandemia, le brinda hospedaje, la interroga, la piensa y, al mismo tiempo, se interpela para sanarse.

Las etimologías de las palabras son interesantes; buscarlas tiene que ver con saber de dónde provienen, en tanto, a estructuras y significados, a historias y lugares.

La R.A.E. define tres acepciones para “hospitalidad”:

Del lat. hospitalĭtas, -ātis.

1. f. Virtud que se ejercita con peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestán-doles la debida asistencia en sus necesidades.

2. f. Buena acogida y recibimiento que se hace a los extranjeros o visitantes.

3. f. Estancia de los enfermos en el hospital.

Hospitalidad” es la traducción de la palabra griega fi‧lo‧xe‧ní‧a, que representa los actos amorosos y bondadosos que se tienen con los extraños y en latín hospitare, significa recibir como invitado. A su vez, host quiere decir anfitrión pero también está ligado a hostis que se refiere tanto a huésped como a enemigo.

Si se me pidiera que asocie libremente con palabras que compartan la misma raíz, rápidamente, pensaría en hospital, hospedaje, hostil, hotel.

Voy a elegir dos de aquellas, las que me resultan más significativas en este momento: hotel y hospital. ¿Qué pasa con esas dos instituciones, esas dos figuras en este contexto de pandemia? En realidad. pienso primero en los hospitales, pero voy a empezar por los hoteles.

Hoteles y Hospitales

¿Qué son los hoteles? ¿Para qué fueron creados? Evidentemente, en el mundo cuando se cerraron las fronteras y se prohibió la migración, podemos imaginar y tener conocimiento efectivo, que la mayoría de los hoteles han quedado vacíos, sin huéspedes: habitaciones y habitaciones para pasajeros vacías.

De los hoteles podemos decir que son edificios construidos con las propiedades para poder albergar personas (a veces se admiten otros animales, mascotas) por un determinado tiempo. Hay distintos tipos de hoteles y diferentes formas de clasificarlos. Hay hoteles de vacaciones, hoteles de residencia, de alojamiento, etc. Según sus servicios se suelen clasificar del 1 al 5 con estrellas. Por lo tanto, los hoteles ofrecen un lugar donde parar para el descanso, el abrigo, el ocio, etc.  con diferentes comodidades y servicios (comidas, entretenimientos, salas de usos múltiples, etc.), y también, para el trabajo y la actividad sexual, por ejemplo.

Podemos ver cómo vienen los hoteles a satisfacer distintas necesidades y/o pulsiones humanas.

En este contexto, a muchos de los hoteles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se les está dando un uso totalmente diferente. Dichos establecimientos, vaciados por las medidas tomadas por la declaración de la emergencia sanitaria, cumplen, hoy en día, una muy importante función dentro del programa nacional Detectar (desarrollado en articulación de los gobiernos de la Ciudad y Nacional). Dicho plan se lleva a cabo en los sectores sociales más vulnerables, más que nada, en las villas de la capital. (También se empezó a implementar en la provincia de Buenos Aires). En cada sede intervienen de forma particular (ya que la situación epidemiológica es distinta en cada lugar) coordinado con y por los comités de crisis auto organizados en los barrios, que supervisan y realizan seguimientos de casos y situaciones para garantizar la mejor efectividad posible en sus implementaciones.


El Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Territorio de Argentina (Detectar) surgió a partir del incremento en el número de casos de COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el coronavirus SARS-CoV-2, en barrios vulnerables de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de los municipios bonaerenses del AMBA, cuyos habitantes presentaban distintas barreras de acceso al diagnóstico oportuno y a la posibilidad de aislamiento domiciliario[http://www.comuna8.com.ar/comienza-el-detectar-en-complejo-habitacional-de-soldati/]”, explicaron desde el Ministerio de Salud de Nación.

Los objetivos de estos operativos consisten en la detección precoz, el cuidado de los casos confirmados y el aislamiento para minimizar la transmisión del virus.  También se realizan visitas casa por casa por casos relevados, que pueden ser proclives de ser COVID-19 positivo y se hacen diagnósticos diferenciales de otras posibles enfermedades con síntomas compatibles o similares. Entonces, ante la detección de síntomas o testimonios de contactos estrechos se practica el hisopado correspondiente y se traslada a la persona al hospital u hotel más cercano donde es alojada a la espera del resultado.

En consecuencia, vemos cómo, en este operativo complejo, muchos de los hoteles de la Ciudad tienen una nueva función, sanitaria de aislamiento y prevención, en la cuarentena.

Cabe resaltar, ya que he acompañado (telefónicamente) a algunas personas en ese proceso de detección y aislamiento, que es una experiencia muy movilizante y que acarrea bastante sufrimiento (más allá de los síntomas del propio virus) en la esfera psíquica. Y por eso, el acompañamiento, en este procedimiento es muy importante. Es muy importante la presencia de un otro que acompañe a la persona que está viviendo una situación completamente novedosa, extraña, que la aleja de sus vínculos significativos, de manera obligatoria, con mucha incertidumbre, imposibilidad para poder elegir… en fin, son muchos aspectos que hacen de esto una experiencia difícil de transitar mentalmente, emocionalmente.

Por un lado, los hoteles se quedaron vacíos o fueron utilizados para fines sanitarios y, por el otro, los hospitales están en constante amenaza de saturación.

Dentro del sistema sanitario, entendido como la integralidad de todas aquellos efectores de salud, el hospital cumple un papel indispensable para la atención de los casos más graves determinados por el contagio del coronavirus. Como todos sabemos, el agravamiento de la enfermedad (gripe) producida por el virus trae complicaciones respiratorias, entre otras, que demandan cuidados intensivos y respiradores artificiales para el tratamiento de eses pacientes.

No solamente el sistema de salud puede saturarse en esa área de atención sino en todas sus órbitas, ya que les profesionales de la salud están expuestes al contagio. En muchos casos, no cuentan con los recursos necesarios de cuidados y prevención. Cuando se infectan, son servicios  enteros (bloques de trabajadores) que deben entrar en aislamiento. Además, hay muches trabajadores con licencia porque ser personas de riesgo. Todos estos motivos influyen en conjunto para complicar la situación, ya que la capacidad de atención también se ve disminuida. Entonces, faltan o pueden faltar personal profesional, de maestranza y de todes les trabajadores que sostienen los dispositivos de atención y asistencia médica, camas de terapia intensiva y oxígeno.

Por eso, sostienen les expertes que las medidas de prevención para controlar la propagación del virus tienen como fin evitar llegar a las situaciones de tener que decidir quién vive y quién muere.

Cuarta herida narcisista de la humanidad: Diagnóstico. Etiología de la pandemia. Tratamiento. Hospitalidad regenerativa.

¿Qué está pasando? ¿Cómo seguimos? ¿Dejaremos que ésta sea una cuarta herida narcisista para la humanidad?

El psicoanálisis es la última en cuanto a fecha de las graves humillaciones que el narcisismo, el amor propio del hombre en general, ha recibido hasta el presente de la investigación científica. Existió ante todo la humillación cosmológica que le infligió Copérnico, destruyendo la ilusión narcisista según la cual el habitáculo del hombre estaría en reposo en el centro de las cosas; luego fue la humillación biológica, cuando Darwin puso fin a la pretensión del hombre de hallarse escindido del reino animal. Finalmente vino la humillación psicológica: el hombre que sabía que ya no es ni el señor del cosmos, ni el señor de los seres vivos, descubre que no es ni siquiera el señor de su psiquis.”

Sigmund Freud.

Si llegamos a esta situación es por algo. Tendríamos que preguntarnos cómo llegamos a esto. Cuáles fueron los mecanismos por los que se generan estas pandemias de origen zoonótico. Considero bastante hipócrita creer que de golpe hay una intención de salvar vidas, de preservar la dignidad humana, cuando coexistimos con muchísimas otras realidades más o menos penosas, a las que no se les destinan los recursos para remediarlas.

Me parece que hay una dirección directa entre cómo se plantea o se define una situación problemática y cómo se la aborda o resuelve. Pretendo criticar, impulsar a que nos interroguemos acerca de las condiciones que determinan todo este escenario. Y desde allí pensar y actuar en consecuencia. Porque el riesgo es atravesar esta situación sin dejarnos interpelar y negar que estamos generando las condiciones para la autodestrucción, aniquilación que comienza por lo general por les más débiles o menos aptos a los sistemas o formas de vida que nosotres mismes como humanidad hemos creado.

Una perspectiva de vida posible, que plantea una lógica diferente a la darwiniana es la que se propone desde una convivencia cooperativa, solidaria, generativa (productiva) en la que les seres humanos somos apenas una especie de ser vivo más junto a los seres de los otros “reinos” en convivencia. Si lográsemos realizar ese o un otro cambio de cosmovisión, muy probablemente, abordaríamos la situación de otras maneras y/o se destinarían intervenciones a trasformar las realidades que generan las condiciones para que se genere la pandemia por coronavirus en este caso, pero también otras tantas situaciones graves y aberrantes.

La despedida abre interrogantes

Une puede pensar la experiencia de la hospitalidad en tres tiempos: Un tiempo previo a la estadía que tiene que ver con lo que en algunos ámbitos se entiende por “proceso de admisión”, el tiempo de la hospitalidad propiamente dicha con sus leyes y derechos y uno tercero, que se refiere a la “despedida”, se podría decir.

La experiencia, lo que se sabe, en hospitalidad, suele estar más centrada en los “procesos de admisión”, “requisitos para entrar” y los derechos de les alojades y las reglas de convivencia, que en esta etapa de despedida, de cierre o de final.

No sé si es una simple casualidad la curiosa similitud que encuentro en esto y la experiencia misma de escritura en estos tres artículos que escribo en este contexto de cuarentena. Pareciera ser que ya tenía el pretexto, los conocimientos e ideas para escribirlos sin dificultades. Estos tres textos pensados con la hospitalidad los escribí, de manera bastante fluida, los primeros dos tercios de cada uno y, cuando ya me encontraba como para ir haciendo las conclusiones de los mismos, me costó un poco, encontrarle la vuelta.

En esta conclusión, se me ocurrió proponerla en estos tres tiempos, siendo el último, este último, el que vuelve a abrir interrogantes:

  • ¿Cómo será la vuelta a la normalidad? ¿Cómo era la vida en eso que creíamos normal?

  • ¿Qué perdimos en esta situación? Y acá aparece la cuestión del duelo que da para indagar.

  • ¿Qué vamos a recuperar? ¿Cómo vamos a recuperar nuestras vidas? ¿Cómo será? ¿Quedará algo propio del estado de excepción en lo que recuperemos o en lo que sea aquello a lo que arribemos después de haber atravesado esta situación?

  • ¿Volveremos para atrás? ¿Cuándo se termina?

  • ¿Qué magnitud tendrán las consecuencias?

La hospitalidad es amigable cuando deja abierta sus puertas para una nueva advenida, nuevas preguntas, nueves invitades, nuevos debates, nuevas ideas, paradigmas, convivencias,  métodos de producción, de sanación…

Sobre el autor

Laurentz Federico Stefanini Andriessen  Nacido en Brasil el 5 de junio de 1981. Llega a establecerse en Argentina en 1987 porque sus xadres se mudaron al país. Padre de dos hijes, Frida y Caetano. Tiene una formación (académica e informal) en humanismo, trabajos sociales, comunitarios y clínicos (en sus aspectos psicológicos) que aplica y se retroalimenta con sus trabajos. A partir de su inicio en el mundo del trabajo hasta la fecha se dedicó a trabajar por ese deseo que lo habita que tiene que ver con causas de injusticias sociales. Actualmente, trabaja en un dispositivo territorial del Gobierno de la Ciudad para el abordaje asistencial y comunitario de los consumos problemáticos de sustancias psicoactivas en el CeSAC 24 de Villa Soldati y en Casa Pueblo, una casa de atención y acompañamiento comunitario con perspectiva de géneros financiado por Sedronar, también, en la misma zona de vulnerabilidad social. Pero también ha pasado por la experiencia laboral con otras minorías como lo son las personas con patologías mentales severas en el Hospital Infanto juvenil Carolina Tobar García y  también con personas adultas de manera particular, con niños, niñas y adolescentes con problemáticas de consumos y, ahora, especialmente, con mujeres y disidencias en contexto de vulnerabilidad social. Se encuentra en su horizonte trabajar con los pueblos originarios y lxs extranjeros. Otro aspecto personal que pretende desarrollar con más fuerza es la potencialidad creativa y  artística.

La tercera fue la vencida. Al revocar la condena que pesaba en primera y segunda instancia contra la Revista Barcelona en la demanda iniciada hace una década por Cecilia Pando, la Corte Suprema de Justicia dirimió un caso importante para el derecho a la libertad de expresión. Al mismo tiempo, la decisión del máximo tribunal proyecta a futuro una referencia obligada para futuros casos donde se dirimen el derecho al honor, al acceso social a ideas y opiniones -no sólo informaciones- diversas, a la publicación de quienes poseen medios de comunicación y a la protección del discurso paródico en una democracia.

Pando denunció a Barcelona por la publicación de un fotomontaje en la contratapa de la revista en agosto de 2010, después de que Pando se encadenara al Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa, para solidarizarse con presos condenados en juicios por delitos de lesa humanidad. El fotomontaje fue considerado ultrajante por Pando, quien reclamó indemnización por  daños  y  perjuicios. De estética sadomasoquista, el fotomontaje de Barcelona utilizó la cara de Pando y un cuerpo en situación de bondage que la querellante calificó de pornográfico.

Los ejes centrales en consideración en la causa ahora resuelta son el carácter público (funcionario o persona de acción y reconocimiento públicos) de la demandante y los contornos del género mismo (la sátira). Así lo expresa la Corte Suprema y explica la ex directora de Barcelona, Ingrid Beck: “elegimos un personaje público para hacer una sátira. Ese personaje público se había manifestado, encadenándose a un edificio público, a favor de criminales de lesa humanidad y la Corte entendió el contexto satírico y el contrato de lectura de un tipo de revista que, hace diez años, era común en los kioscos de diarios”.

En efecto, mientras que los fallos de primera instancia de la jueza Susana Nóvile (mayo de 2016) y de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil (marzo de 2017) condenaban a la Revista Barcelona con peligrosas consideraciones sobre el exceso del “ejercicio lícito del derecho de información en perjuicio a los derechos individuales o personalísimos de otro, en este caso, la actora” (Pando), la Corte revoca esos antecedentes con una fundamentación más estudiada e informada que la de los jueces de las instancias inferiores. Ni en primera instancia ni en Cámara se atendió realmente a la especificidad del discurso satírico (que según la Corte “se  caracteriza  por  exagerar  y  deformar  agudamente  la  realidad  de  modo  burlesco”) y al carácter público de las acciones de Pando. Para peor, los fallos eludían toda demostración acerca de los presuntos perjuicios sufridos por la demandante e imponían una carga económica a la revista que amenazaba su propia existencia.

Pero Pando, al asociarse en actos públicos (en este caso, con organizaciones que defienden a partícipes de la represión estatal y paraestatal de la última dictadura, pero incluso si lo hubiera hecho en defensa del medio ambiente o del reclamo por la injusticia social), trascendió la categoría de persona privada y debe ser reconocida como figura pública. Como señala Roberto Saba, “el carácter de funcionario público o de personalidad pública opera como un indicador a priori que permite presuponer la relevancia para el debate público del tema que los involucra”, lo cual habilita el ejercicio de críticas corrosivas e irónicas sobre esa persona. Estos ejes son comunes a muchos otros casos registrados en toda América Latina en años recientes y se inscribe en una serie histórica mayor sobre las incomodidades entre prensa y figuras públicas y entre humor y moral. Cuando la sátira se domestica, pierde su razón de ser.

 

Además, como sostuvo la defensa del colectivo de periodistas de Barcelona, “las reglas que deben gobernar el caso no son las referentes al derecho a publicar informaciones sino las atinentes  al  derecho  a  expresar  opiniones “, por lo que ejerció el derecho crítica  en  forma  de  sátira  acerca  de  la  actividad  política  de  Pando.

El caso que dirime la Corte es, en definitiva, si la publicación cometió daños al honor o a la imagen de la demandante en el ejercicio de la libertad de expresión, toda vez que este no es un derecho absoluto sino que está sujeto a responsabilidades ulteriores. Después de citar a Eliseo Verón y la noción de “contrato de lectura” entre medios y públicos, noción propia de la teoría de los discursos sociales que subraya “la relación entre un soporte y su lectura”, la Corte reconoce en las condiciones y modalidades de enunciación de la Revista Barcelona su obvia naturaleza caricaturesca y satírica, lo que “puede colegirse de la simple observación de sus  diferentes  ejemplares”.

La sátira es un recurso que amplió históricamente el horizonte de debate democrático, del que la crítica es una cualidad insoslayable. Por eso, la Corte cita uno de los casos más resonantes familiarizados con esta causa, cuando en “Hustler Magazine, Inc. v. Falwell” la Corte Suprema de Justicia de EEUU sentenció que “a pesar de su naturaleza algunas veces cáustica (…), las representaciones gráficas y las caricaturas satíricas han jugado un rol prominente en el debate público  y  político  (…)  Desde  un  punto  de  vista  histórico,  es  claro    que    nuestro    discurso    político    habría    sido    considerablemente más pobre sin ellas”.

En su resolución, la Corte también recuerda un caso emblemático para la libertad de expresión en la Argentina, cuando en la causa “Kimel,  Eduardo  G.  c/  República  Argentina” la  Corte  Interamericana  de  Derechos  Humanos  planteó que  “en  la  arena  del  debate  sobre  temas  de  alto  interés  público,  no  solo  se  protege  la  emisión  de  expresiones inofensivas o bien recibidas por la opinión pública, sino  también  la  de  aquellas  que  chocan,  irritan  o  inquietan  a  los  funcionarios  públicos  o  a  un  sector  cualquiera  de  la  población”.

La resolución de la Corte Suprema pondera así el equilibrio entre derechos que no siempre conviven armónicamente, como el derecho al honor, a la imagen, a la privacidad y el derecho a la libertad de expresión y de opinión, al acceso a ideas diversas y a la crítica de personas públicas. Como la libertad de expresión comprende la difusión y el acceso a perspectivas plurales -en ambos casos, por todos los soportes existentes- la decisión de la Corte Suprema es una buena noticia para quienes hacen la Revista Barcelona y para el resto de la comunidad.

El texto es tomado del blog Quipu y fue escrito por Martín Becerra  Investigador Principal en el Conicet y Profesor Titular por concurso en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Doctor en Ciencias de la Información (U. Autónoma de Barcelona), donde también se recibió de Magíster en Ciencias de la Comunicación. Especialista en políticas de medios, telecomunicaciones y TIC.

Autor de libros y artículos sobre políticas de comunicación, medios y tecnologías de la información y la comunicación, entre ellos: La concentración infocomunicacional en América Latina (2000-2015): nuevos medios y tecnologías, menos actores, en coautoría con Guillermo Mastrini (Universidad Nacional de Quilmes y Observacom, 2017); Medios en guerra: balance, crítica y desguace de las políticas de comunicación 2003-2016, en coautoría con Guillermo Mastrini y otros (Biblos, 2017); De la concentración a la convergencia: políticas de medios en Argentina y América Latina (Paidós, 2015); Cajas mágicas: el renacimiento de la tv pública en América Latina, con Ángel García Castillejo, Óscar Santamaría y Luis Arroyo  (Tecnos, 2013); WikiMediaLeaks: la relación entre medios y gobiernos en América Latina bajo el prisma de WikiLeaks con Sebastián Lacunza (Ediciones B, 2012);  Los dueños de la palabra: Acceso, estructura y concentración de los medios en la América latina del Siglo XXI, con Guillermo Mastrini (Prometeo, 2009); Los monopolios de la verdad: descifrando la estructura de los medios en Centroamérica y República Dominicana, con Guillermo Mastrini (Prometeo, 2009); Periodistas y magnates: estructura y concentración de las industrias culturales en América Latina, con Guillermo Mastrini (Prometeo, 2006); La educación superior en entornos virtuales: el caso del Programa Universidad Virtual de Quilmes, con Jorge Flores (Editorial Universidad Nacional de Quilmes, 2005), y Sociedad de la Información: proyecto, convergencia, divergencia, (Norma, 2003).

Dirige el Programa de Investigación “Industrias culturales y espacio público: comunicación y política en la Argentina” de la UNQ y proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (PICT, PIO).

De entre tantos paradigmas, marcos conceptuales, mentalidades, sistemas mundos, subjetividades mentales o no, modelos epistemológicos, o cualquier definición que a este respecto propongan pensadores desde cualquier rama de la reflexión, la investigación y la producción de conocimiento humana en este siglo XXI, lo que esta claro es que con mas o menos desarrollo cada individuo tiene una idea del mundo y una idea de su presencia en él (En este, ese o algún mundo).

Cada lector y cada mente puesta a reflexionar, cada idea o conocimiento colectivamente producido, cada fragmento que se define para investigar, puede atribuir igualdades, semejanzas y diferencias a cada uno de esos conceptos, pero en todos prima esa vaga y común idea, sensación, percepción, de que hay aspectos comunes y aspectos particulares/propios en cada individuo, respecto a como piensa/entiende/idealiza el mundo y su lugar en él.

En el individuo, con mayor o menor conciencia de su propia producción, en lo social igualmente diversa la percepción o conciencia y la escala o patron de medida que se utilice para comparar mas o menos, alto o bajo, la escala de gradaciones con las que se percibe mejores o mayores niveles de esa conciencia respecto a eso que se torna objeto para la investigación, reflexión o descripción.

Toda esta posibilidad solo lo es mediante el lenguaje y la comunicación humana. El individuo aislado no produce nada en “si”, sino existe (coloca fuera de “si”) algo “otro” para producir el proceso de cognición. Esto es, separar, distinguir, constituir el “yo” en la diferencia (percibir el “mi” distitnto de aquello que percibo “fuera de mi”) y desde esa diferencia, investigar las relaciones que “me” diferencian o asemejan a “eso fuera”. 

En cada instancia, nivel, dimensión, de esas relaciones, se van produciendo las experiencias que, al mismo tiempo individuales y colectivas, van dibujando la vida de cada individuo, de cada uno de nosotros. De quien escribe y de cada uno que lee y piensa lo que lee y en lo que comunico con mi escritura. Eventualmente, sus comentarios o interacciones, permitirán que de esto salga algo parecido a una comunicación entre humanos, en tatno la doble vía es elemento indispensable para que el proceso pueda considerarse comunicación. Entiendo que la comunicación nunca se produce si uno dice y quien escucha o lee no produce reacción alguna respecto a mi decir, escribir. Si el mensaje muere en el receptor, no hubo comunicación alguna. Si el mensaje no produce algún efecto fuera de quién comunica, habra sido mera catarsis, palabras al viento, ideas vacías. No se habrá producido ese maravilloso proceso humanizante, el de la comunicación que permite la construcción colectiva de una mirada del mundo y la posibilidad concreta de que todos podamos separarnos, distinguir “otros” y distinguir “me”, para de esta forma, individuo y relación produzcan realidad humana consciente.

En tiempos confusos y vertiginosos, la aceleración forma parte del caos. No hay comunicación sin algún orden que permita que la escucha no sea mero oir y la mirada sea simplemente ver. Utilización del órgano y de la función pero sin cognición o consciencia respecto de que hay “otro” que emite “señales” en el lenguaje que “me” permiten corregir, mejorar, ajustar mi propio pensamiento respecto de “mi” y del “mundo” en el que ese “mi” produce conductas, manifestaciones, acciones, palabras, pensamiento … y que tales producciónes “me” confieren identidad e individualidad, al solo efecto de constituirme en “sujeto” (“Yo Otro” para “mi otro”) e ir precisando asi las formas, lenguajes y modos de las relaciones y experiencias que vivo en sociedad, en comunidad.

De la vida en comunidad deviene la civilización humana y la posibilidad de organización social que la produce. Las individualidades y los individuos son parte única e importante de ese orden en la medida que su deseo, voluntad, expectativas y conductas, promueban el bien común y la búsqueda del conocimiento, la sabiduría y la resolución o minimización de conflictos y del sufrimiento de las personas. La comunicación es clave para ello.

En estos tiempos neoliberales, la comunicación sin embargo, aparece asociada en sus expresiones de mayor impacto, a otros menesteres. Los llamados Servicios de información y Comunicación son en general empresas privadas que apuestan a grandes negocios aosciados a los sectores que financian cada publicación, cada medio audiovisual, y que además crean grandes asociaciones de producción de contenidos, restringiendo cada vez mas la posibilidad de que sean mas y mas diversas las voces, los mensajes, las miradas, las palabras que en el lenguaje intenten describir la realidad.

Cuándo la vida en comunidad y la organización social va perdiendo cohesión y los individuos comienzan a dudar de su rol en ese armado y a desconfiar del rol de los otros, el lento proceso de degradación genera tiempos como los presentes, de grandes confusiones ideológicas, políticas y que la comunicación expresa de diversas maneras alternativas o abroquelándose en el discurso del poder de los sectores del privilegio o en las mentalidades irreflexivas del “siempre fue así” “que puedo hacer yo” o en estos tiempos, aún peor, en discursos que se inscriben en la teoría posverdadera. Esa que sostiene que realidad es creer y reniega acríticamente de cualquier intento de pensar porque necesitamos de la comunidad organizada y alimenta la idea del “yoismo” “del egoismo” y de la “división y fragmentación de las conciencias”.

Cuestiones de poder.

Muchas veces se habla del poder para justificar la propia inacción. Poder es el ejercicio de la posibilidad. En tanto ejercicio se da en un contexto que limita fuertemente cualquier intento transformador o de prueba de caminos alternativos toda vez que lo supuestamente sabido ofrece a la subjetividad la falsa idea de una seguridad que, sin embargo, entra en crisis constantemente por imperio de una realidad que no puede disimular injusticias, relaciones que hacen que otros sufran, marginalidad, pobreza, muertes innecesarias.

Muchas veces otras, el poder ejerce efectivamente violencia física, institucional o no, respecto de aquellas personas o grupos que intentan esas alternativas o esas otras formas.

La historia, la cultura, la conformación de las mentalidades de época estan fuertemente impregnadas de esa violencia que normaliza y normatiza relaciones injustas y favorece posiciones de privilegio.

Es parte inherente a la constitución de la realidad presente. Las huellas que en el lenguaje, el estudio de la comunicación humana permite detectar, en esos pasados que signan el hoy Patriarcal, colonial, Capitalista y neoliberal.

Quiza en un ejemplo podamos resumir todo esto …

Mujer, indigena, Pobre y víctima del Lawfare en una de las provincias cuya comunidad aún conserva mucho de aquellas divisiones sociales producidas en los tiempos virreinales, dónde los habitantes originarios eran esclavos o subhumanos al servicio de los blancos españoles europeos.

El 16 de enero de 2016, la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, fue detenida en su casa por haber participado de un acampe frente a la casa de gobierno de la provincia de Jujuy. A partir de allí hubo un entramado de acusaciones consecutivas con el objetivo de mantenerla privada de su libertad de manera indefinida.
La persecución política y judicial estuvo encabezada por el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Basta ver el video de ese día: un hombre alto, de camisa blanca ejecutando la orden de detención: se trata del entonces Ministro de Seguridad Ekel Meyer. Hoy flamante vocal del Superior Tribunal de Justicia jujeño. 
Desde entonces pasaron 1825 días, repletos de irregularidades y arbitrariedades. Milagro lleva 5 años presa sin una sola condena firme. Fue hostigada judicialmente, maltratada en la cárcel, se le negaron garantías básicas en el proceso penal y se incumplieron las órdenes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que pidió medidas alternativas al encarcelamiento para garantizar la vida, integridad personal y salud de Milagro.

¿Por qué tanto ensañamiento con ella? Tal vez tenga que ver con las miles de casas construidas en los barrios populares de Jujuy, los 23 polideportivos, la escuela, el centro de salud, las fábricas. Milagro cometió el delito de quebrar el monopolio en la obra pública en su provincia y construir más viviendas que el gobierno de Morales.
Pero, además, construyó poder. Una cosa es una colla que construye viviendas y otra cosa es que se propusiera gobernar y transformar la provincia. Morales pasó de pedirle apoyo a Milagro en 2007 para las elecciones a acusarla de montar un Estado paralelo y perseguirla hasta su detención.
La respuesta más contundente llegó de Pablo Baca, entonces juez del Supremo Tribunal de Justicia provincial: "Está presa porque si ella está suelta es un peligro para el gobierno; no por sus delitos, sino para que no tengamos que volver al quilombo permanente, a los cortes, a la quema de gomas". Baca renunció poco después, sin dar muchas explicaciones. Ironías de la vida: lo reemplazó Meyer, el responsable de la detención de Milagro hace 5 años.
El de Milagro es un caso emblemático de criminalización de la protesta, que buscó disciplinar y amedrentar a todo aquel que saliera a reclamar por sus derechos. No tuvo éxito. Los dirigentes sindicales y sociales siguen luchando y siguen siendo criminalizados, como sucedió en las últimas semanas con referentes de la UTEP. A pesar de la persecución de Morales, la protesta social no es un delito. Cuando la justicia no funcio
na y el lawfare es moneda corriente, la democracia se deteriora. La libertad de Milagro es urgente.  «( https://www.tiempoar.com.ar/nota/el-delito-de-ser-mujer-negra-y-luchadora)

Organizaciones políticas y sociales, sindicales y de derechos humanos se movilizaron en el centro porteño, hasta la Plaza Lavalle y los tribunales, para reclamarle a la Corte Suprema de Justicia la libertad de la referente social y líder de la agrupación Túpac Amaru, Milagro Sala, a cinco años de su detención en Jujuy. “La Corte es el basurero de la democracia” fue una de las consignas de la protesta y montones de bolsas con residuos fueron arrojadas frente a la sede judicial.

La concentración comenzó al mediodía en la Avenida 9 de Julio, que ofició de punto de encuentro para los manifestantes que llegaban desde distintas vías de acces. Pasadas las 13.30, y con la Túpac Amaru y La Cámpora a la cabeza de las columnas que se extendían hacia la Avenida Independencia, comenzaron a marchar hacia el Palacio de Tribunales, donde se encuentran los despachos de los miembros de la Corte Suprema.

Es justamente la Corte la que tiene que resolver la apertura de los expedientes y de los recursos en queja que presentamos”, explicó el coordinador nacional de la Túpac Amaru, Alejandro Garfagnini, sobre el motivo para dirigirse al máximo tribunal. “La Corte tiene que dictar la nulidad de las causas”, añadió.

Entre las banderas y pancartas se vieron los nombres y los colores del Frente Milagro Sala, Militancia Popular, CNCT, Patria Justa, Corriente Peronista 13 de abril, CTD Aníbal Verón, Frente Barrial de la CTA, MTL, Movimiento Mayo, Peronismo de Base Envar El Kadri, Frente Transversal, Espacio Puebla, entre otros. Del el ámbito gremial participaron el Sindicato de Curtidores de Cuero, ATE Capital, el sindicato de trabajadores judiciales Sitraju y la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte.

Este es el momento para una reforma judicial profunda, definitivamente. Y yo creo que debe empezar por la cabeza de ese poder del Estado”, sostuvo la diputada nacional Vanesa Silley, durante la marcha. El diputado Walter Correa llamó al Ejecutivo y al Legislativo “a pujar y luchar para modificar esta situación de monarquía judicial que va en contra de las libertades y los intereses del pueblo”. La diputada Paula Penacca habló de “una Corte Suprema no adicta al gobierno de Macri sino al poder económico” y aseguró que “es responsabilidad política” del proyecto del Frente de Todos “corregir las atrocidades que se cometieron” desde el Poder Judicial en tiempos del macrismo.

Al pie de las escalinatas de los Tribunales, con custodia policial, un grupo de manifestantes desenrolló y colocó sobre las vallas de protección una enorme bandera del Frente Milagro Sala con el rostro de la fundadora de la Túpac Amaru, la leyenda “5 años presa” y el leit motiv pensado especialmente para el acto: “Corte Suprema basurero de la democracia”. En ese momento, algunos manifestantes se acercaron hasta las vallas y arrojaron bolsas de residuos llenas de basura hacia el asfalto de la calle. La basura se acumuló desde la esquina de Lavalle hasta la mitad de la cuadra.

(https://www.pagina12.com.ar/317845-marcha-a-tribunales-por-milagro-sala-la-corte-es-el-basurero )

Al mismo tiempo, en Jujuy, el gobernador Gerardo Morales acudía a un aparatoso despliegue represivo para impedir que una movilización de la Túpac Amaru pudiera llegar a la plaza Belgrano, frente a la sede gubernativa.

Fueron convocados para la tarea el grupo especial Halcón del Comando de Seguridad y Prevención de la policía, el Cuerpo Especial de Operaciones Policiales (CEOP), la caballería de Perico, San Pedro y Alto Comedero, los bomberos con perros rastreadores de bombas, la Infantería de La Quiaca, Humahuaca, Ledesma. La Orden de Operaciones de la policía provincial afirma en forma explícita que las fuerzas policiales deben impedir que los asistentes realicen un acampe en la plaza Belgrano, que no está en sus planes anunciados, y tiene nada menos que 18 fojas, que podés ver en detalle acá.

Esto mide tanto la relevancia de la dirigente que Morales tomó como rehén hace cinco años, como el pánico gubernativo a un renacimiento de la organización, pese a que lleva cinco años dedicado a desmantelar todas y cada una de sus sedes y actividades, de las que se apoderó el gobierno: escuelas, unidades productivas, centros de atención de la salud. La Orden de Operaciones afirma en forma explícita que las fuerzas policiales deben impedir que los asistentes realicen un acampe en la plaza Belgrano, que no está en sus planes anunciados. Lo que dispusieron, además de la concentración en San Salvador, es montar ollas populares al costado de las rutas en Libertador y Calilegua, El Carmen, Perico, San Pedro, La Esperanza, Humahuaca. Los días previos la policía citó a los dirigentes de cada localidad para que revelaran qué harían el sábado.

La remake

El gobierno de Morales también comenzó con el intento de copar con tropas la plaza Belgrano, para evitar que la Túpac Amaru estableciera allí un acampe, lo que terminó en una tragedia. Pero en 2015, el contador Morales llegó a la gobernación con el 58,1% de los votos y en 2019 consiguió la reelección con apenas 43,8%, una cuarta parte menos. Milagro y sus compañeras y compañeros Graciela López, María y Adriana Condorí, Mirta Aizama, Gladys Díaz, Mirta Shakira Guerrero, Iván El diablo Altamirano, Miguel Sibila, Javier Nieva y Patricia Pachila Cabana fueron los primeros presos políticos en cuanto comenzó la administración nacional de la Alianza Cambiemos. Maurizio Macrì respaldó a Morales, pese al consejo en contrario de su asesor Jaime Durán Barba, quien conoció en Ecuador el arraigo de las organizaciones indígenas. La solución está en manos de la Corte Suprema de Justicia, que tiene a consideración el recurso de queja de la defensa de Milagro por la condena que se le impuso a nada menos que 13 años de cárcel, en la causa conocida como Pibes Villeros. Ese es el nombre de una de las cooperativas que se agrupaban en red con la Túpac, para construir en forma más eficiente y bajar costos, lo que enfurecía a las empresas constructoras y al bipartidismo PJ-UCR que sostenía el statu quo. Los últimos años los pasó en arresto domiciliario, por un fallo de la Corte Suprema que acató la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ante el riesgo para su vida, de haber continuado la detención en el penal de Alto Sufridero. El actual presidente Alberto Fernández la visitó en esa prisión, el 31 de diciembre de 2016, y luego de asumir el cargo dijo que el proceso por el que había sido condenada fue irregular y plagado de arbitrariedades, que la Corte Suprema deberá revisar. Al año siguiente recibió la visita del presidente y la vicepresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos humanos, Francisco Eguiguren y Esmeralda Arosemena. La Comisión dictó la primera medida cautelar para que Milagro dejara ese sitio donde su vida estaba en peligro.

Hacer la Corte

El contador Morales suspendió la entrega de fondos a las cooperativas, lo que paralizó las obras. Esto fue utilizado luego para acusarlas de incumplimientos.

Morales no se proponía dialogar, sino reprimir. Aduciendo que se preveían protestas y saqueos, pidió refuerzos de Gendarmería Nacional y Macrì se los remitió sin discusión. El fundamento era un parte de información confidencial, sin membrete pero firmado por la delegación Salta de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Titulado “Movilización de la Túpac Amaru que acabaría en saqueos en la Plaza Belgrano”. Describía un presunto acuerdo entre la organización “liderada por Milagros Salas” (sic) y “dirigentes ligados a la agrupación juvenil La Cámpora”. Con la prosa y las mayúsculas clásicas de esa subespecie literaria anunciaba que “los manifestantes cuentan con armas de fuego…con el objeto de sembrar el caos”. Mencionaba «material fílmico, fotografías, grabaciones de conversaciones telefónicas, aunque se desconoce si eso es así”.

Los 150 gendarmes enviados desde Santiago del Estero nunca llegaron a San Salvador. En la madrugada del lunes 14 de diciembre uno de los tres colectivos en que viajaban se desbarrancó en Salta, por el desgaste de los neumáticos. Cuarenta y tres murieron por la caída desde 25 metros, pocas horas antes de que miles de personas acamparan en la plaza Belgrano, a la espera de una respuesta de Morales acerca de los planes de vivienda. Las armas, el material fílmico, las fotografías y las grabaciones nunca aparecieron y los saqueos no se produjeron, porque nunca formaron parte de ningún plan de la Túpac Amaru.

Quien tenía una hoja de ruta clarísima era Morales. El 10 de diciembre de 2015 envió a la Legislatura un proyecto de ampliación del Superior Tribunal de Justicia, de cinco a nueve miembros. El 15 la Legislatura lo convirtió en ley, con el voto de Pablo Baca y Beatriz Altamirano. El 16, Morales los designó para integrar el tribunal, junto con el ex candidato radical a la vicegobernación Federico Francisco Otaola y a su amiga la jueza Laura Lamas. El 17 a las 10 de la mañana, Baca y Altamirano presentaron su renuncia a la Legislatura, con sus sellos como diputadxs por la UCR. A las 3.36 de la madrugada siguiente la Legislatura les dio el acuerdo.

Baca no era un diputado cualquiera. En 2014  formuló una objeción global a la organización de Milagro Sala, con todos y cada uno de los tópicos que Morales retomaría al llegar a la gobernación: la supuesta privatización de la política social, la derivación de fondos del gobierno nacional a las organizaciones sociales, “el uso de una metodología violenta”, la obligación de “participar de actos de protesta, de mítines partidarios, de actos políticos, de cortes de ruta”.

A los cuatro nuevos jueces se sumaría para constituir el bloque oficialista la recién electa presidenta del tribunal, la ex vicepresidenta del bloque de diputados de la UCR, Clara De Langhe de Falcone. Ingresó al Superior Tribunal en cumplimiento del Pacto 2×1: un juez radical por cada dos justicialistas. Pero, ampliación mediante, la mayoría pasaría a ser radical. Ni Menem fue tan efectivo. Poco cambió desde entonces. En enero de 2020, Baca fue denunciado por la violación de la directora de estadísticas y censos de la provincia, Ana Juárez Orieta, como ella misma se lo contó a Alejandra Dandan,

En marzo Morales le pidió la renuncia. En su lugar colocó al ministro de gobierno Ekel Meyer, que fue quien detuvo en persona a Milagro.

En una de sus primeras actuaciones como fiscal de Estado, el recién designado dirigente de la UCR Mariano Miranda denunció a Milagro por sedición y por instigar a terceros a cometer delitos. No pidió que se investigara un hecho, como correspondía, sino a Sala y algunos de sus compañeros “que instigan a un colectivo de personas cuyos datos se desconocen a ocupar los lugares públicos”. El viernes 15 de enero a las 10 de la noche, la fiscal de menores Liliana Fernández de Montiel, a cargo de la fiscalía de mayores en la feria judicial, pidió que Milagro fuera detenida, por “la alarma social que suscita y por el temor que sufre la población”. De otro modo se llegaría “a una situación de anomia y anarquía generalizados, en la que la imputada terminaría haciendo lo que quiere y la población sometida a sus designios”. En la madrugada del sábado 16, el juez Raúl Gutiérrez encomendó al Ministro de gobierno de la Provincia, Ekel Meyer, la detención de Milagro por “mantener el acampe”. Luego de firmar, pidió licencia, y la presidenta de la Suprema Corte designó para reemplazarlo a Gastón Mercau, el padre de tres de sus nietos.

A primera hora del sábado 16 de enero y con previo anuncio a la televisión para que registrara la victoria oficial, Ekel Meyer encabezó el procedimiento. Altísimo, con el cráneo rapado y en mangas de camisa, sobresalía sobre todos los demás.

Montado el dispositivo, faltaba la justificación. El entonces presidente de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, explicó tanta premura a la periodista Cristina Pérez en una entrevista para la radio insignia del Grupo Clarín. Dijo que le haría una confesión:

Morales asume el 10 de diciembre. Si no hacía lo que hizo, en menos de 24 horas dejaba de ser el gobernador de la provincia, porque gobernaba Milagro Sala con un estado paralelo que le impedía ser gobernador.

Era tan escandalosa esa detención por protestar, que el propio radicalismo y sus grandes juristas, eternos candidatos a la Corte Suprema, sobre la que hacen lobby, se pusieron a buscar otro pretexto menos grosero. Así surgieron las denuncias por corrupción.

-Ernesto, a usted lo convencen los términos en que se hizo la detención de Milagro Sala por la protesta?- le preguntó Cristina Pérez a Sanz.

No, es la primera vez que lo digo. No, pero a los tres días se corrigió el error y hoy está detenida por otra causa en otro expediente y por una razón absolutamente distinta de la protesta. Yo le voy a contar ahora y voy a defender a mi amigo el gobernador de Jujuy. Hoy está detenida por asociación ilícita, malversación de caudales, por defraudación, por extorsión, por medio código penal. Hoy está bien detenida, absolutamente bien detenida.

Las 60 causas

El 1° de marzo de 2016 volé a Jujuy para entrevistar a Milagro. Dos filas detrás de la mía, descubrí al contador Morales. Cuando el avión alcanzó su altura de crucero me levanté con la intención de encararlo, pero Morales reclinó la cabeza y cerró los ojos. El trayecto dura más de dos horas. Pero cada vez que miraba en su dirección, seguía durmiendo. O lo fingía.

Recién abrió los ojos cuando el avión comenzó el descenso y se activaron los letreros de abrochar los cinturones y colocar los asientos en posición vertical. Después del aterrizaje, activé el grabador de mi telefonito, lo acomodé en el bolsillo superior del saco, bajé mi valija del compartimento superior, retrocedí una fila y la planté en medio del pasillo. Me volví hacia atrás y quedé frente a frente con el caudillo salteño que gobierna Jujuy.

¿Hasta cuándo piensa tener privada ilegalmente de la libertad a Milagro Sala?- le pregunté.
Ese no es un tema que maneje yo– quiso desligarse.

Es una ex diputada radical a cargo del Superior Tribunal la que designa a su yerno para llevar la causa.
–Ha robado mucho esta gente.

  –Eso hay que probarlo- le repliqué.

Habilitan feria fuera de horario…
–Se han robado todo …

–La orden de detención la firman a la madrugada.
–Se han robado todo.

–¿A usted no la preocupa tener una persona privada ilegalmente de la libertad?
–Es un tema que maneja la justicia.

–Eso no es así. Esa justicia se maneja por izquierda.
–Lo que hubo además fue un intento de golpe de estado, destituyente.

–¿Golpe de estado por un acampe en la plaza, con mujeres y chicos? Un golpe de estado es otra cosa, Morales.
–Verbitsky, no vive usted acá en Jujuy.

–Espero que no les toque a ustedes este tipo de privación ilegal de la libertad. No es bueno cuando le toca a nadie, porque después…
–… si no se cometen delitos…

–Me refiero a la privación ilegal de la libertad.
–Han violado sistemátic
amente los derechos humanos.

–Eso hay que juzgarlo y ustedes comienzan por la detención.
–Hay 60 demandas penales. Hay un juez que denuncié porque escondía todas las causas, cajoneaban todo.

Puede haber 60 o 600, pero eso hay que juzgarlo, no se puede detener sin juicio.
–Tenían mucho miedo los jueces, había mucha violencia.

–Ahora tienen miedo los movimientos sociales.
–No, para nada, desde el primer momento les di todas las garantías, que se las estamos dando. Porque, detrás de este quilombo hay mucha gente. Les estamos dando todas las garantías. El otro tema hay que hablarlo con la justicia.


Tardé en entender qué tenía entre cejas Morales cuando me dijo que había 60 demandas penales contra Milagro: su estrategia era desempolvarlas cada vez que fuera necesario para impedir que recuperara la libertad. El lenguaje lo delata: pretende que la que decide es la justicia, pero él es quien ofrece “las garantías”.

Chau– se despidió Morales, mientras con las puertas del avión ya abiertas, el resto de los pasajeros pugnaban por descender.

En el aeropuerto el gran cartel de recepción no lo firma la provincia sino el Ingenio Ledesma, el verdadero poder en Jujuy, que no perdona el desafío que Milagro y la Túpac le plantearon, origen de todas sus desgracias.

Pibes Villeros

De las 60 causas de Morales, seis ya fueron llevadas a juicio oral y público. Se conocen con estas denominaciones:

  • Pibes Villeros.

  • De los huevos. Fue condenada a 3 años y seis meses aunque se probó que no estuvo presente cuando  fue agredido Morales, antes de ser gobernador. Morales fue querellante, patrocinado por el estudio de Ricardo Gil Lavedra.

  • El acampe. Fueron dos causas en distintos fueros por los mismos hechos.

  • De las bombachas. Fue absuelta en juicio, condenada en apelación. Está en queja en la Corte Suprema.

  • La balacera de Azopardo.  Fue absuelta.

  • Luca Arias. Fue condenada a cuatro años. Está en apelación en el Superior Tribunal jujeño.

  • Otras cinco prosiguen en distintas etapas procesales.

Uno de los jueces que la procesaron, el afiliado del PRO Pablo Pullén Llermanos, intentó menoscabarla, pero Milagro lo puso en su lugar. Esas son las cosas que no se le perdonan a la india retobada.

La causa a la que se refirió Sanz es Pibes Villeros y se fraguó así:

El viernes 15 de enero desde la seis de la tarde y hasta las diez de la noche (es decir al mismo tiempo que escribía la solicitud de detención contra Milagro Sala) la fiscal Fernández de Montiel tomó tres declaraciones y asistió a nueve denunciantes para abrir una nueva causa contra la dirigente social. Como no pudo hacer todo al mismo tiempo es obvio que incurrió en el delito de falsedad ideológica, que consiste en asentar en un documento público afirmaciones que no son ciertas.

La razón de tanto apuro se encuentra en los turnos judiciales para la feria de enero de 2016: el de Liliana Fernández de Montiel terminaba el 15 de enero a medianoche. Elegida para iniciar las nuevas causas contra Milagro esta Cenicienta multitasking tenía que terminar la faena antes de la medianoche. No lo consiguió y siguió actuando, sin siquiera explicar por qué. Con el entusiasmo que la administración esperaba de él, el padre de los nietos de Titina también siguió en funciones: levantó la insostenible orden de detención de Milagro por la “instigación a cometer delitos y tumultos” pero dictó una nueva por los supuestos delitos de administración fraudulenta, extorsión y asociación ilícita con el material aportado por Fernández de Montiel.

El jueves 14 de enero, el contador Morales se reunió con cinco dirigentes de distintas cooperativas.  A las seis de la tarde del día siguiente todos ellos más otros cuatro cooperativistas no pudieron contener su anhelo de justicia y se presentaron en forma espontánea ante la fiscal Fernández de Montiel, quien en admirable demostración de productividad les tomó declaración sin pausa, entre las 18.30 y las 21.55. ¡Un viernes de enero! Aún así a la superfiscal le quedó tiempo para redactar el pedido de detención de Milagro, que presentó a las 21.40.

Todos dijeron que venían a denunciar a Milagro Sala pero describieron conductas delictivas cometidas por cada uno con su respectiva organización. La operatoria consistía en recibir cheques con fondos otorgados por la Nación, endosarlos y entregárselos a colaboradores de Milagro Sala, que los cobraban y le llevaban el dinero a Milagro, que lo repartía. “Para hacer obras”, acotó la defensa de Milagro al pedir la nulidad de esas declaraciones y el enjuiciamiento de sus autores. Ante las preguntas de la fiscal todos respondían con las mismas palabras. «Si bien sabía que facturaba por montos muy superiores a los que correspondían a las obras que me otorgaban, yo obtenía un beneficio para mi cooperativa, pero igual era como una orden que nos daban y no podíamos decir que no». Algunos dijeron que esas operatorias se realizaban desde 2009, pero no explicaron ni les preguntaron por qué esperaron seis años para denunciarlas. El único que dijo haber sido amenazado para endosar los cheques no identificó por quién.

Como era difícilmente sostenible,  Fernández de Montiel llamó a varios de estos cooperativistas a ampliar su declaración espontánea. En la declaración del 20 de enero dijeron lo que se habían olvidado en la inicial: que fueron amenazados o amedrentados  en persona por Milagro Sala. ¿Nadie les avisó que hubieran podido negarse a declarar y que al hacerlo bajo juramento se acusaban a si mismos? Todos arguyeron temor a represalias contra su cooperativa y su familia.


 En todos los casos la mecánica fue la misma: descargar en Milagro la responsabilidad por los delitos que cada uno confesó haber cometido.

Milagro fue detenida por asociación ilícita y fraude debido a múltiples denuncias: de los cooperativistas extorsionados, de Miranda y del Instituto de Vivienda y Urbanismo jujeño (IVUJ), firmada por su nuevo presidente Walter Morales.

Una de esas denuncias ganó abusiva difusión en la televisión oficial, con las cámaras de seguridad de un banco en el momento que los cooperativistas presentan un cheque por ventanilla. El canal de noticias del Grupo Clarín acompañó la escena con un fondo musical, una locución y títulos dramáticos: “Los millones de Milagro”. La imagen y la percusión se aceleran hasta el paroxismo mientras dos hombres y una mujer entran y salen del banco con bolsos que acomodan en el asiento trasero de un auto. “Los integrantes de la Túpac Amaru se llevan, a la vista de todos y en plena luz del día 14 millones de pesos repartidos en ocho bolsos”. La imagen se repetirá en ese y en todos los canales hasta que todos crean que han sido testigos de un asalto, y no del simple cobro de un cheque.

Bajo el gobierno de Morales, en Jujuy las opciones son binarias. Cada uno tiene libertad de ser acusador o acusado. Y si elige bien, puede contar como estos cooperativistas con el asesoramiento del abogado Gastón Morales, hijo del gobernador.

Más denuncias se presentaron el 18 de enero a las 19:40 y a las 19.45, cuando Montiel ya no debería haber intervenido. Una nueva feliz coincidencia: estos casos forman parte de la auditoría de urgencia realizada por el director radical de la AGN, Alejandro Nieva, según la cual en diciembre de 2015 se pagó un anticipo por obras que el 18 de enero no habrían comenzado. En la imagen del Banco Nación que repite la televisión los cooperativistas estaban cobrando el anticipo para esas obras.

Las cooperativas tenían 30 días para comenzar las obras. A lo sumo podía discutirse si eran días hábiles o calendarios. En el medio se produjo el cambio de gobierno, la suspensión de las personerías y la interrupción de los pagos,  y frente a incumplimientos los convenios prevén una intimación a las cooperativas, que no se realizó. Pero esos detalles de la realidad no tienen por qué colisionar con el mundo ideal del expediente.

Sobre esa base tan endeble la fiscal Fernández de Montiel pidió y el juez Mercau ordenó la nueva detención de Milagro Sala y de varios de sus colaboradores por defraudación contra la administración pública, extorsión y asociación ilícita.

Un show obsceno

Como la detención por el acampe era insostenible y los cargos por defraudación no le parecían suficientes, Morales también acusó a Milagro Sala por tres homicidios. Lo hizo en la televisión porteña, ante la complacencia del vocero oficioso Luis Majul, quien  se limitó a amplificar las afirmaciones de su invitado y subrayarlas con gestos de indignada aprobación. Los cargos de Morales son falsos: en ninguno de los tres casos está involucrada Milagro Sala. Mientras Morales hablaba, a sus espaldas se veían párrafos de la Carta Abierta en la que Rodolfo J. Walsh investigó y denunció desde la clandestinidad los crímenes de la dictadura más poderosa de la historia argentina contra militantes populares indefensos. Emplear ese texto como imagen de fondo para la acusación falaz de un gobernador contra una militante popular privada en forma ilegal de su libertad agregó un costado obsceno a esa operación burda de propaganda política disfrazada de periodismo.

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Una masiva movilización salió a las calles de Jujuy a reclamar por la liberación de la dirigente social Milagro Sala, quien este sábado cumplió cinco años privada de su libertad. La multitud también tomó como reclamo el pedido de libertad para los otros y otras políticos detenidos del país. Hubo concentraciones en toda la provincia. Desplazamientos hasta la Casa de Gobierno. Y una marcha que logró hacerse espacio, aún atomizada, con ollas populares y actividades a los costados de la ruta, reorganizada para escaparle al dispositivo del Operativo Aniversario, ordenado por Gerardo Morales para impedir la movilización de las organizaciones hacia la ciudad Capital. Policías sacaron fotos desde el techo de la Casa de Gobierno y un pequeño drone filmó a quienes marchaban.


 

«Milagro nunca tendría que haber estado privada de su libertad», dijo Luis Paz, abogado de la lideresa social. Paz explicó las causas judiciales y detalló que desde su detención «viene enfrentando 16 procesos penales, de los cuales en la gran mayoría se le ha dictado sobreseimiento o se los han anulado. Solo está privada preventivamente de su libertad en una causa denominada Pibes Villeros», informó. El expediente “está en la Corte Suprema desde marzo del año pasado –dijo–, con un recurso de queja que presentó la defensa y esperando que se decida la nulidad de la causa y se lleve adelante un nuevo juicio».

Antes de finalizar el acto en la plaza Belgrano, de espaldas a la Casa de Gobierno, la familia de Milagro Sala acercó unas palabras.  “Me siento orgullosa de que mis compañeros salieran a la calle para reclamar –dijo–, no solo por mi libertad sino por la de todos los presos políticos”. También resaltaron que “Milagro está conmovida de ver a los compañeros presentes después de estos cinco años de su detención. Los que creían que habían sepultado a la Tupac, vean que sigue viva y con el mismo espíritu de lucha».

Milagro seguía cada una de las noticias desde su casa cárcel, prendida a la pantalla de un celular. En la Plaza San Martín, frente a la Casa de Gobierno, Rodrigo Vedia le decía a las cámaras de Telesur que algo empezaba a cambiar con la salida a la calle: «La verdad es que perdimos el miedo, de las amenazas, de cuando nos robaban las casas y nos detenían. Ahora, ver las plazas llena en todas las localidades, manfestándose por la liberación de Milagro, emociona. Sigue la persecución y siguen marcando las casas, pero ver que los compañeros perdieron el miedo te emociona».

 Organizaciones sociales, políticas y sindicales, entre ellas la CTA, ATE Verde y Blanca, Unidos y Organizados y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) acompañaron a la Túpac Amaru, que reapareció por segunda vez desde el inicio de la pandemia en el mes de marzo. La marcha partió desde el estadio 23 de agosto de Gimnasia Esgrima de Jujuy y recorrió parte de la ciudad capital, como lo hacía antes de la detención de Milagro. La concentración finalizó con un acto en la puerta de la Casa de Gobierno, que amaneció rodeada del enorme operativo policial. La movilización anterior había sido a mediados de diciembre de 2020 con las organizaciones que llevaban los mismos reclamos.

¿Qué significa la Túpac para los sectores más humildes de la provincia? –preguntó nuevamente una de las cámaras.

La dignidad –dijo Luis Oscar Segovia, en medio de la calle, en medio de la marcha–. El trabajo, una vivienda digna, el poder llevar el sustento a la casa, eso es lo que siempre se hizo, y eso tiene un valor muy grande para los que menos tienen.

Hubo también manifestaciones en Humahuaca, Libertador General San Martín, San Pedro De Jujuy y Calilegua, entre otras localidades del interior de la provincia. En algunos puntos se organizaron ollas populares y se mantuvo presencia en rutas, a causa de los operativos policiales desplegados  con el fin de, precisamente, evitar una mayor concentración en la capital provincial.

Uno de los principales referentes de la Túpac, Juan Manuel Esquivel, reiteró que en Jujuy «la justicia es un apéndice del Poder Ejecutivo, como la Legislatura, que también es una escribanía para Morales». Y advirtió: «no están garantizados los derechos humanos». Esquivel destacó la convocatoria realizada “a pesar de las amenazas de Gerardo Morales», en alusión a los dispositivos armados desde el gobierno con fuerte presencia policial y los operativos de control en rutas. «Ninguna organización ha sido recibida así –dijo–. Gracias por resistir, por soportar el miedo».

 Dispositivo de seguridad

El gobierno diagramó el “Operativo Aniversario» encabezado por el Ministerio de Seguridad y la policía local, por orden del gobernador Gerardo Morales, quien lo aplicó en toda la capital provincial para intentar frenar, el desarrollo de la marcha. Ante esta situación que incluyó tareas de vigilancia y controles vehiculares en las rutas de la provincia, algunas organizaciones, decidieron hacer los reclamos a los costados de la ruta porque había orden de impedir el ingreso a la ciudad por parte de los manifestantes. Las autoridades agitaron fantasmas haciendo correr el rumor de un nuevo acampe de la organización.

Situación legal

Milagro ya pasó por seis juicios y no tiene una sola condena firme. En la causa federal conocida como el escrache de los huevos, tuvo una condena a tres años de prisión en suspenso que la Corte Suprema dejó sin efecto en el mes de diciembre. El fallo sostuvo que la sentencia confirmada por la Cámara de Casación de la provincia no garantizó el derecho a defensa de uno de los imputados porque le impidió elegir a su abogado. El juicio contravencional por el acampe en plaza Belgrano terminó con una condena a tres años, pero posteriormente fue anulado. Los cuatro restantes se desarrollaron en la justicia ordinaria provincial y todos están aún a la espera de resolución definitiva. El más relevante es la causa Pibes Villeros, en la que recibió una condena a 13 años, y actualmente se encuentra a la espera de una decisión de la Corte Suprema de Nación. En el mes de diciembre, la Corte pidió al Superior Tribunal de Justicia de Jujuy el expediente completo de la causa. Un movimiento que no garantiza resultados, pero alejó la posibilidad de que el pedido de revisión de condena concluyera sólo con un rechazo, a través de la firma de un 280.

Milagro enfrenta otras causas aún en investigación o elevadas a juicio sin fecha de debate. El dato saliente de estos años es que cada uno de los movimientos judiciales terminó impactando en los medios locales y nacionales como condenas anticipadas de causas que finalmente terminaron anuladas, cayendo o en revisión.

https://www.elcohetealaluna.com/viva-y-en-lucha/

El lawfare es un fenómeno que, pese a ser mundial, ha venido desarrollándose sistemáticamente y con una frecuencia indeseable en América Latina. Se trata del uso del Poder Judicial, especialmente en lo que respecta a la aplicación de la ley penal, para interferir en la política. Es una guerra jurídica con fines ilegítimos, tal como mis abogados lo plantearon en 2016. Las elites de nuestra región y los defensores de los intereses del capital financiero internacional, que llevan décadas combatiendo las políticas sociales diseñadas para erradicar la pobreza y disminuir las profundas desigualdades sociales, lo que han hecho es promover la corrupción a la categoría de “mal cósmico”, señalándola como el origen y la causa de todos los males. Por supuesto que nadie aprueba que haya gobernantes corruptos. Pero la lucha contra la corrupción no es sino el pretexto del cual aquellos sectores se valen para atacar a gobiernos legítimamente elegidos por el voto popular.

El tribunal ha pasado a ser el ámbito en el que los derrotados en las urnas buscan imponer sus intereses por sobre la soberanía popular. Por esa vía, algunos sectores del Poder Judicial y de los distintos órganos del sistema judicial, con el apoyo oportunista de los medios hegemónicos, se volcaron a atacar a gobiernos populares preocupados por la defensa de los intereses nacionales. Su objetivo es criminalizar y destruir la política, tratando de instalar en la sociedad la idea de que todos los políticos son corruptos. Como en los tiempos que corren ya no se muestra adecuada la destrucción física del adversario, lo que se ansía es su muerte legal y política.

Bajo la excusa de combatir la corrupción, violan el principio legal de debido proceso y las garantías constitucionales de los acusados. El conjunto de los casos que se fueron dando en distintos países de nuestra región muestra siempre el mismo método: una parte de la prensa, políticamente involucrada, crea un hecho y lo divulga ampliamente (una mentira que se cuenta mil veces acaba volviéndose “verdad”); apoyándose con exclusividad en esa noticia fraguada, el cuerpo de la policía judicial abre una investigación; el Ministerio Público sale a la búsqueda de elementos que puedan sustentar formalmente la acusación; en los casos en que no se accede a ningún indicio de prueba, aun así la denuncia muchas veces se encarrila, cosa que ocurrió en Brasil, bajo la afirmación de que “no cuento con pruebas, pero tengo la convicción”. Luego sólo hace falta “identificar algunos jueces dispuestos a colaborar”, ya sea porque se abre ante ellos la anhelada oportunidad del estrellato o porque visualizan una ventaja personal concreta. La vida privada y la intimidad de los acusados queda expuesta a diario en base a esos llamados vazamentos (filtraciones de información), término bajo el cual se camufla la operación de seleccionar perspicazmente uno o más hechos y transmitirlos con toda intención a los “colegas” de los medios, sobre todo de la televisión. Ante la imposibilidad de demostrar lo que no ocurrió, se recurre a escuchas telefónicas ilegales, citaciones compulsivas y encarcelamientos preventivos, tanto de los acusados como de sus familiares, tales son los mecanismos por los que se apunta al objetivo de lograr la “delación premiada” del “arrepentido” (así se denomina en los países hispanohablantes a aquellos que “son capaces de inventar cualquier situación para obtener un beneficio”), para quien el “premio” es la libertad misma y, al menos en Brasil, la chance de conservar buena parte del producto del delito que se confesó. Arrancada, así, la confesión “delatora”, incluso sin la menor prueba, se condena al delatado en juicio de evidencia y, si no se logra demostrar el hecho que se le imputa, se apela a la estrafalaria categoría de “hecho indeterminado”. El circo se completa con la sentencia condenatoria que habrá de confirmar un tribunal igualmente parcial y comprometido con los intereses políticos y económicos de las clases dominantes.

Así es como se aseguran las condiciones legales para que el enemigo sea puesto en prisión y quede imposibilitado de intervenir en la vida política. Los grandes medios de comunicación, con la televisión al frente, se encargan de difundir incesantemente el fallo judicial, dispuestos a darle legitimidad a todo un proceso absolutamente espurio.

Con el enemigo apartado de la arena política queda abierto el camino para la elección de hombres y mujeres de gobierno sometidos a los intereses del mercado, que se desentienden de proteger a la población, especialmente a los más pobres. Se viola la soberanía nacional con la venta de grandes empresas públicas, rematadas siempre a valores muy inferiores a los que realmente poseen, en operaciones que revelan un fuerte desprecio por el medioambiente y por tantos otros derechos básicos de la población.

En Brasil trataron de imponerme la muerte política y legal. Fui víctima de esa maquinación que aquí se analiza: a partir de una noticia falsa publicada en un periódico, fui investigado, procesado y condenado por la llamada Operación Lava Jato, que condensa lo peor del sistema judicial brasileño. Hoy ya nadie tiene dudas de que hubo sectores de la Policía Federal y del Ministerio Público Federal, a las órdenes de un juez notoriamente parcial y ávido de autopromoción, que formaron una organización guiada por el objetivo de anular mis derechos políticos para, de esa forma, evitar que pudiera volver a ser candidato a la presidencia de la República y asegurarle al Partido de los Trabajadores su quinto mandato consecutivo. Con una rapidez nunca vista en la conducción de otros procesos, el Tribunal Regional Federal confirmó la sentencia, cumpliendo la promesa pública hecha en forma expresa por su presidente de que el caso sería juzgado antes de las elecciones. 

No tuvieron en cuenta mi resistencia. No tuvieron en cuenta el apoyo incondicional que me brindaron los movimientos sociales, los trabajadores y todas esas personas que, desde los distintos puntos del país, montaron frente al edificio de la Policía Federal donde estuve preso la conmovedora Vigília Lula Livre. No tuvieron en cuenta la destacada reacción de la comunidad política y jurídica internacional. Y en vez de abandonar Brasil, como llegaron a sugerirme, decidí ir a la cárcel y, desde ahí, enfrentarme a los que cobardemente me acusaban sin pruebas. No fue en vano, puesto que al menos una de las mayores conquistas de las sociedades civilizadas, y una que nuestra Constitución Federal garantiza, ya fue restablecida por el Supremo Tribunal Federal: la presunción de inocencia. Una medida que le puso fin a mi injusta prisión, determinada antes de que el tribunal superior se pronunciase sobre el recurso presentado en mi defensa. Hoy estoy suelto, pero no estoy libre. Mis derechos políticos siguen estando cercenados, incluso antes de que se juzgue el recurso que interpuse al tribunal superior.

En mi caso, como en muchos otros, se desvirtuó el “verdadero derecho penal” para dar origen al “derecho penal vergonzoso”, el cual sirve a la transformación del Poder Judicial en instrumento de persecución política de todos aquellos que, en nuestra querida América Latina, alzan su voz y sus brazos en defensa de quienes han sido abandonados a su propia suerte, plantándose firme frente a los poderosos representantes del capital financiero internacional y los gobernantes serviles al dios mercado.

* Lula Da Silva fue presidente de la República Federativa del Brasil entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2010. El texto está basado en el prólogo al libro Lawfare. Manual de Pasos Básicos para demoler el derecho penal escrito, por E. Raúl Zaffaroni, Cristina Caamaño y Valeria Vegh Weis (Capital Intelectual). Traducción de Cristian De Nápoli.

https://www.pagina12.com.ar/317793-lawfare

La comunicación y la justicia son indispensables para sostener comunidades y sociedades que funden su organización y su orden común en principios democráticos y garantistas de derechos individuales y colec tivos que minimicen los conflictos y produzcan una sociedad donde el bienestar de todos sus miembros sea el objetivo de todos y cada uno de los individuos que la componen.

Si cada uno de nosotros no comienza a hacer propia cada injusticia y a participar en la democracia activamente para defender ese orden aspiracional de organización para el bien común, los poderes actuales en su afán por sostener y ampliar sus privilegios serían usando la comunicación y la justicia para sus propios beneficios como instrumentos de sus propios intereses y en contra de la voluntad democratica y de algún principio que intente devolver equilibrio, justicia y una comunicación que permite que la diversidad sea expresada en el orden comun.

Nadie se salva solo.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack


Imágenes: 

Fotografía de Milagor Sala, Telam 

El 21 de agosto de 1891 nació, en la ciudad de Buenos Aires, Florencio de los Ángeles Molina Campos. Su gran maestra fue la naturaleza y su verdadera escuela el campo argentino.

"Yo le diría a los escritores, a los músicos, a los pintores: vayan a la pampa, a los montes, a las sierras y recojan nuestro inmenso caudal disperso, que aún está a tiempo para salvar el folklore nativo. ¡Triste será que las futuras generaciones nos pidan cuentas! ¡Triste será que no podamos decirles que fue del gaucho, y que hemos hecho por mantener la Tradición Nacional!", Florencio Molina campos.

Las fotógrafas Silvana Lánchez y Laura González Vidal documentaron esa destrucción programada de una obra social admirable .

Este ensayo fotográfico se exhibe hasta el miércoles 28 de febrero en el Centro Cultural Paco Urondo de la Facultad de Filosofìa y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, 25 de Mayo 201. Silvana Lánchez es una de las fotógrafas que durante años documentaron la obra de la Organización Barrial Túpac Amaru en Jujuy. Luego de la detención arbitraria de Milagro Sala por orden del gobernador Gerardo Morales, la consigna fue no dejar piedra sobre piedra, como escarmiento para que nadie lo intentase nuevamente. Laura González Vidal volvió a recorrer los mismos lugares, con lo que se documentó este terrible Antes y Después.



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