Historias de monstruos pasados y presentes

Richard W. Pantoja, hombres cola de lagarto, crónica fabulada, 2018

Las huestes de Lucas Vázquez de Ayllón andaban por Chicora (Georgia), cerca de las de Ponce de León que buscaban en La Florida la fuente de la eterna juventud. Fue en Chicora donde aprendieron a un indio a quien llamaron Francisco Chicorano. Este les contó que al otro lado de su país estaban los reinos de Dahure habitado por gigantes blancos, del país de Xapida donde abundaban las perlas y de un extraño reino llamado Inzingnanin donde habitaba la gente cola de lagarto. Estos cola de lagarto eran gente de las tierras cerca del agua. Vivían entre ríos, cerca de lagunas, pantanos y manglares. Durante el día se dedicaban a la pesca, la recolección de conchas y animales del agua: tortugas, ranas, cangrejos, iguanas, culebras y todo cuanto en el agua se moviera. También comían vegetales, pero no conocían la agricultura. Su principal alimento era el pescado, especialmente crudo, aderezado con frutas, sal de mar y, a veces, con mucho picante. Eran una gente bella, de piel bronceada, cabellos lacios. Les encantaban los adornos, de ahí su costumbre de usar esas prendas que otros decían colas. Todas las noches danzaban en torno a sus fogatas, tocando sus tambores, casi siempre hasta el amanecer. Los cola de lagarto en general era gente pacífica. Pero, cuando la comida escaseaba o se sentían acosados, se convertían en fieros guerreros en busca de provisiones o en defensa propia.

Este fue el caso de los españoles, que llegaron acorralándolos y exigiéndoles tributos en oro y perlas. Llegaron haciendo lo que mejor sabían: saquear, atropellar, aperrear y arrasar aldeas.Lo que no sabían esra que, por su ferocidad y su extremada habilidad de guerreros, eran temidos en el Nuevo Mundo. Y que pronto los invasores sufrirían la derrota y una sanguinaria persecución; que serían cazados sin tregua, como animales, en las espesas marañas de la selva caribeña.Pero la defensa heroica del indio americano no sería suficiente. Solo fue la excusa que agrandará la barbarie. Pronto llegaría la noche más triste y oscura, de la mano de aquellos hombres perdidos que nunca supieron dónde estaban y que no mostraron piedad.

De la gente cola de lagarto se creyó habían desaparecido para siempre. A causa de las extremas sequías, cuando no había suficiente pescado para comer. Así lo relató el nativo Francisco Chicorano. Los dos mundos se encontraron. Los más fuertes y malvados se impusieron. De los muchos desaparecidos, casi no sabemos nada. Solo retazos de la historia contada por los europeos, donde narran sus miedos y sus hazañas venciendo terribles monstruos. Venciendo al mundo americano. La gente cola de lagarto se perdió para siempre en el pasado... Nosotros los estamos buscando, los imaginamos, los estamos rescatando.

Narrar la historia desde una teoría del monstruo La palabra monstruo, con su origen etimológico en latín monstrum, hace referencia tanto a los seres extraordinarios de características físicas fuera de la norma como a la acción de ver, íntimamente ligada a la aparición monstruosa en la historia. Como lo menciona Courtine (2005), “no hay monstruo sin imágenes” (365), y esto ha quedado claro en la amplia producción de bestiarios, grabados, tratados científicos, exhibiciones de curiosidades, obras literarias y cine-matográficas, donde el monstruo se representa visualmente y se lo exhibe con el objetivo siempre común de ser visto. Sin embargo, este carácter visual no siempre constituye una imagen de fácil comprensión, más bien, el monstruo resulta un ser ontológicamente marginal y volátil, cuyo rastro puede encontrarse en varios momentos de la historia, pero nunca es sufi-ciente para terminar de examinarlo en su totalidad.Al ser observado, el monstruo se convierte en signo, y es necesario leerlo a la luz de las socie-dades que lo engendran (Cohen 1996, 3). En su aparición sombría, el monstruo funciona como categoría analítica para examinar los miedos, las frustraciones y las estructuras de poder que lo han creado. El proyecto Imágenes de lo extraordinario que aquí se presenta toma como base teórica los postulados de Jeffrey J. Cohen, profesor norteamericano de literatura, quien en 1996 publicó el libro Monster Culture: Seven Thesis como un método para examinar y comprender las culturas a partir de los monstruos que estas generan.Para Cohen (1996), el monstruo es un ser cuyo cuerpo está definido culturalmente, y solo existe cuando es leído o interpretado frente a una estructura (una norma) de la cual se separa. Pero, para tal interpretación, es necesario realizar una especie de arqueología que reúna los fragmentos que constituyen al monstruo, ya que su naturaleza es efímera. Pese a ser algo corpóreo, característica de común acuerdo asignada al monstruo entre autores tanto de la escuela francesa como de la académica norteamericana, la corporalidad del monstruo juega en el límite de lo que la constituye y evade los límites de todo sistema clasificatorio. Al ser liminal, el monstruo señala puntos de quiebre en la historia y en las sociedades que lo formulan. Augura tiempos de crisis, porque señala las debilidades de sistemas que se yerguen sobre la explotación o la segregación de la diferencia. 

 

“Cualquier tipo de alteridad puede ser construida a través del cuerpo monstruoso, pero, en la mayoría de los casos, la diferencia monstruosa tiende a ser cultural, política, económica, racial y/o sexual” (Cohen 1996, 7). Esta fórmula se repite constantemente en la historia, por lo que el autor señala el proceso de monsterization, para señalar la transformación de un sujeto o una cultura en monstruo por la diferencia cultural de este con quien está contando la historia. Es justamente desde ese concepto que este trabajo se sustenta, para señalar los procesos simbólicos que permitieron a los cronistas e ilustradores europeos convertir en monstruos a los habitantes americanos.

Sin embargo, es necesario señalar que el monstruo no es solo un elemento que puede ser usado negativamente, sino que la reivindicación de lo monstruoso desde los sujetos mismos que son señalados como tal funciona como un ejercicio de autodeterminación política. Comprendernos como americanos, herederos de una historia colonial que ha marcado nuestros cuerpos, terri-torios, pensamientos y creencias, implica realizar no solo ejercicios de memoria para rescatar nuestro pasado negado y marcado por discursos de miedo, sino también desarrollar estra-tegias de reconocimiento de nosotros mismos, de nuestra riqueza cultural y epistemológica señalada ya desde décadas atrás por autores como Silvia Rivera Cusicanqui, quien señala el valor de construir sistemas propios para contar nuestra historia.

Imágenes de lo extraordinario: memorias de un continente poblado por monstruos

Artículo de investigación, resultado del proyecto de investigación del semillero de investigación del programa de Artes Visuales de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). El proyecto contó con financiación institucional asignada por convocatoria interna de la UNAD durante los años 2018-2019

Autores: Slenka Leandra Botello Gi Historiadora por la Universidad Nacional de Colombia y magíster en Estudios de Arte por la Universidad Iberoamericana. Profesora e investigadora de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Y Daianna Sierra Camacho Maestra en Artes Visuales por la Universidad Nacional Abierta y a Distancia y realizadora audiovisual por la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Pensar la realidad es re-pensarnos en nuestros pasados y percibir el presente desde modelos que nos sean propios, no inventados por la “actualidad” sino rescatados como herencia, de esa historia ancestral que nos puebla y nos define a pesar de nosotros mismos. Tenemos la tendencia al plural como somos plural aunque firmemos nuestras reflexiones y textos o los que compartimos con nombres propios y respetando “derechos de autoría” que, si tales, imponen lo individual como propiedad y no como resultado de esa herencia.

Parte de esa herencia es esa monstruosidad que heredamos como autoimagén y cuándo descubierta en su falsedad, promueve otra falsa imagen, su contrario/opuesto … monstruos son los que nos ven como monstruos y ángelamos las respuestas a esa herencia patriarcal, colonial, mercantilista, violenta, racista que invadio nuestras tierras latinoamericanas y aún reivindican como “cultura” y no como lo que realmente fué “xenofobia y genocidio”.

Es que todo “otro” que modifica nuestras formas de percibirnos y percibir el mundo, nos resulta violento y respondemos con violencia. La diferencia irrita porque nos devuelve el conocimiento no deseado de que no somos lo que queremos ser sino lo que nos hacen ser como herencia y lo que hacemos con esa herencia. Casí siempre es negarla. Decir que no tenemos nada que ver con la historia que nos hace. Con la familia, con la cultura, con el idioma, con los lenguajes, simbolos, iconos y mitos que construyen nuestra singular forma colectiva de ser.

Y aunque en nuestros presentes los monstruos adquieran aspectos mas humanos, siguen siendo “caricaturas deformadas” de esos mismos mitos que constituyen nuestros modelos de pensamiento. 

 
El Monstruo Trump
El derrumbe de Estados Unidos

por Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump. Ante nuestros ojos la gran farsa de las "primaveras árabes" (2017).

Todo tiene un fin, incluso los imperios. Después de la URSS, hoy estamos viendo ‎el fin de Estados Unidos. Washington ha favorecido escandalosamente a una reducida ‎camarilla de ultra-multimillonarios y ahora se ve ante sus viejos demonios, reducido a ‎prepararse para la secesión y la guerra civil.‎

La reducida camarilla que se ha apoderado de Estados Unidos ha decidido censurar al ‎presidente Donald Trump, aún en ejercicio. Uno de sus miembros es el hombre más rico del ‎mundo, Jeff Bezos, propietario de Amazon, de Blue Origin y del “Washington Post”.‎

Cada uno de los dos bandos hoy enfrentados en Estados Unidos –los ‎“jacksonianos”‎ y los ‎‎“neopuritanos” [Sobre “jacksonianos” y “neopuritanos”‎, ver «Estados Unidos, ‎‎¿se reforma o se desgarra?», 26 de octubre ‎de 2016; ‎‎«Elección presidencial estadounidense 2020‎. ‎¡Abrid los ojos!‎», 10 de noviembre de 2020; y «La guerra civil ‎se hace ‎inevitable en ‎Estados Unidos», 15 de ‎diciembre ‎de 2020, todos por Thierry Meyssan y publicados en Red Voltaire.‎

]– pretende liquidar al otro. ‎Los jacksonianos hablan de insurrección mientras que los neopuritanos apuestan por la represión, ‎pero ambos bandos se preparan para el enfrentamiento. Dos tercios de la ciudadanía ‎estadounidense viene preparándose para una guerra civil. ‎

El punto de vista de los “jacksonianos”

Los jacksonianos –así llamados en referencia al 7º presidente de Estados Unidos (1829 a 1837), ‎Andrew Jackson, quien se opuso, antes de la Guerra de Secesión, a la creación de la Reserva ‎Federal (el banco central estadounidense)– desaparecieron de la escena política estadounidense ‎durante todo un siglo, hasta que uno de ellos –Donald Trump– ganó la elección presidencial. ‎Los jacksonianos se oponen, primero que todo, a los vínculos incestuosos que existen entre los ‎bancos privados y la ya mencionada Reserva Federal, la entidad que imprime el dólar. ‎

Durante la última elección presidencial estadounidense, en numerosos Estados, los funcionarios ‎a cargo del conteo de los sufragios emitidos el 3 de noviembre de 2021 impartieron instrucciones ‎para que los observadores no tuvieran acceso al proceso de conteo, privando así el resultado de ‎la elección de toda legitimidad democrática. ‎

A estas alturas, la cuestión ya no es saber quién resultó electo sino qué es lo más conveniente ‎después de esa ruptura del pacto nacional. ‎

Según la 2ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, los estadounidenses tienen derecho ‎a armarse y a organizarse en milicias para defender la libertad de su Estado si esta se ve ‎amenazada. ‎

Esa Enmienda es parte de la «Carta de Derechos de Estados Unidos» (Bill of Rights) cuya ‎adopción fue la condición no negociable para que los ciudadanos que habían luchado por la ‎independencia aceptaran la Constitución redactada por la Convención de Filadelfia.

En virtud de ‎la 2ª Enmienda, todo estadounidense puede poseer armas de guerra –de cualquier tipo–, lo cual ‎ha hecho posible la repetición de masacres perpetradas con armas de fuego que han enlutado la ‎sociedad estadounidense. A pesar del indudable costo humano de esos crímenes, la 2ª Enmienda ‎no ha sido derogada por considerarse un elemento fundamental del equilibrio del sistema ‎político estadounidense. ‎

Precisamente, para un 39% de los estadounidenses recurrir a las armas contra autoridades ‎corruptas no es sólo un derecho sino un deber. Al mismo tiempo, un 17% de los ‎estadounidenses estima que ha llegado el momento de actuar [Encuesta de Ipsos titulada ‎‎Game changers, 13 de enero de 2021.]. ‎

Grupos armados están preparándose en cada Estado para realizar manifestaciones el próximo 20 ‎de enero, en ocasión de la entronización de Joe Biden en Washington D.C. El FBI teme que ‎ocurran graves motines en al menos 17 Estados. ‎

Por supuesto, esos hechos pueden ser interpretados en muchos sentidos diferentes y siempre cabe ‎la posibilidad de acusar a quienes se plantean la insurrección –que son una masa ‎extremadamente heterogénea– de ser todos «conspiracionistas» o «neonazis»… o ‎ambas cosas. Pero es incuestionable que su decisión de sublevarse es la única legítima a la luz de ‎la Historia estadounidense e incluso del derecho reconocido en su país. ‎

Habrá quien vincule ese descontento a la extraña y efímera irrupción de manifestantes en ‎el Capitolio de Washington que marcó la jornada del 6 de enero. El hecho es que no hay relación ‎entre ambas cosas. Nadie aspira a “derrocar” el poder legislativo estadounidense sino a ‎neutralizar a la clase política en su conjunto y obtener la realización de nuevas elecciones, que ‎sean realmente transparentes. ‎

Los estadounidenses que protestan contra «el robo del sistema electoral» son principalmente ‎electores de Donald Trump, pero no son estos últimos los únicos que protestan. No se trata de ‎simple recriminaciones de los partidarios de Donald Trump –descontentos de que su candidato ‎haya perdido– sino de un problema de fondo sobre la transparencia de las elecciones ‎estadounidenses, condición sine qua non de todo sistema que aspire al calificativo de ‎‎“democrático”. ‎

La ausencia de transparencia del conteo de los votos de la elección presidencial estadounidense ‎ha desencadenado las pasiones, ya existentes desde la crisis financiera de 2007-2010. ‎La mayoría de la población no estuvo de acuerdo con el plan de salvamento de los bancos –un ‎desembolso de 787 000 millones de dólares– propuesto por el entonces presidente –el demócrata ‎Barack Obama–, suma que se agregó a los 422 000 millones ya asignados por su predecesor ‎republicano, George Bush hijo, para compensar préstamos tóxicos. En aquel momento, millones ‎de estadounidenses que declaraban que «ya pagaban suficientes impuestos» (Taxed Enough ‎Already, fórmula recogida en el acrónimo TEA) fundaron el Tea Party Movement, referencia al ‎hecho histórico conocido como Boston tea party (el “Motín del té” del 16 de diciembre ‎de 1773), que abrió la marcha hacia la guerra de independencia. El movimiento contra la ‎adopción de pesados impuestos tendientes única y exclusivamente a salvar los intereses de los ‎ultra-multimillonarios se desarrolló tanto en el seno de la derecha como en las filas de la ‎izquierda, como quedó demostrado con las campañas de la gobernadora republicana Sarah Palin y ‎del senador Bernie Sanders, dos veces aspirante a la nominación como candidato a la ‎presidencia por el Partido Demócrata.‎

El descontento de los antiguos miembros de la pequeña burguesía, que hoy se ven masivamente ‎desclasados como resultado del éxodo de empresas hacia el exterior y la subsiguiente ‎desaparición de empleos en Estados Unidos, da como resultado que el 79% de los ‎estadounidenses estima ahora que «América se derrumba», una proporción de “desencantados” ‎que no tiene equivalente en Europa, exceptuando los «Chalecos amarillos» franceses. ‎

Por supuesto, es muy poco probable que eventuales motines en ocasión de la investidura de Biden, ‎el próximo 20 de enero, lleguen a convertirse en revolución. Pero hace ya una decena de años ‎que esa noción ha venido ganando espacio en la populación y hoy cuenta con suficientes ‎partidarios –en todo el espectro político estadounidense– como para iniciar la batalla y perdurar. ‎

El punto de vista de los neopuritanos

Frente a los jacksonianos, los grupos que arremeten contra el presidente aún en ejercicio ‎también se creen en todo su derecho. Como el Lord Protector Oliver Cromwell (1653-1658), ‎dicen representar una moral superior a la Ley. Lo único que los diferencia de aquel republicano ‎inglés es que no utilizan referencias religiosas. Son calvinistas sin Dios. ‎

Los neopuritanos dicen querer una Nación “para todos”… pero no para sus adversarios y ‎excluyendo a todo el que no esté de acuerdo con ellos. Así que celebran que Twitter, Facebook, ‎Instagram, Snapchat y Twitch hayan decidido censurar a todo aquel que ponga en duda la honestidad de la elección estadounidense. No les importa que esas transnacionales se arroguen ‎así un poder político que contradice el espíritu y la letra de la 1ª Enmienda de la Constitución ya que tienen un concepto muy particular de la Pureza: la libertad de expresión no es para herejes ‎ni “trumpistas”. ‎

En su delirio “purificador”, los neopuritanos reescriben la historia de Estados Unidos, nación que ‎proclaman «la luz sobre la colina» cuya misión es iluminar el mundo. Ignoran premeditadamente ‎toda forma de conciencia de clase y enaltecen las minorías, no por los valores de esas minorías ‎sino sólo porque son grupos minoritarios. Pretenden purificar las universidades, imponer la ‎llamada «escritura inclusiva», sacralizan la naturaleza salvaje, quieren etiquetar las noticias como ‎‎«información verificada» o «fake news», derriban estatuas de personajes históricos, etc. Y hoy ‎tratan de destituir al presidente saliente Donald Trump, no tanto por considerarlo el organizador ‎de lo ocurrido en el Capitolio sino porque quienes penetraron en ese recinto ven a Trump como ‎su líder. Ninguno de esos “herejes” debe quedar sin castigo. ‎

Los puritanos del siglo XVII practicaban confesiones públicas como medio de alcanzar la vida ‎eterna. Sus sucesores, los neopuritanos del siglo XXI, pretenden alcanzar el mismo objetivo ‎fustigándose por el «privilegio blanco». Ultra-multimillonarios como Jeff Bezos, Bill Gates, Arthur ‎Levinson, Sundar Pichai, Sheryl Sandberg, Eric Schmidt, John W. Thompson y Mark Zuckerberg ‎promueven una nueva «ideología» que plantea la superioridad del «hombre numérico» sobre el ‎resto de la humanidad y dicen aspirar a vencer la enfermedad y la muerte. ‎

Hace tiempo que esas personas, supuestamente tan racionales, se han alejado de la razón, tanto ‎que, según estiman dos tercios de los estadounidenses, ya se ha vuelto imposible entenderse ‎con ellos sobre hechos básicos. Aclaro que al escribir esto no me refiero a los “trumpistas” sino ‎a los neopuritanos. ‎

El fanatismo que hoy exhiben ya dio lugar a la guerra civil inglesa, a la guerra de independencia ‎estadounidense y, finalmente, a la Guerra de Secesión. El principal temor del presidente Richard ‎Nixon era que llegara a provocar una cuarta guerra en Estados Unidos. Esa es la posibilidad que ‎hoy se cierne sobre ese país. ‎

Una parte del poder ya ha pasado de las instituciones democráticas nacionales a las manos de unos cuantos ‎ultra-multimillonarios. Estados Unidos ya no es el país que alguna vez conocimos. Y ‎ha comenzado su agonía. ‎


El monstruo Viral y el Monstruo de la desigualdad …

Aquí en Washington es la toma de posesión de Joe Biden como el 46º presidente de los Estados Unidos. Entre las muchas crisis en su plato, la desigualdad es quizás la más generalizada. Heather Boushey, miembro entrante del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca del presidente electo Biden, elaboró ​​ un plan para abordar este mismo problema.

La pandemia de COVID-19 está iluminando implacablemente las muchas desigualdades en los Estados Unidos, lo que demuestra lo generalizadas que son y que ponen a la nación en riesgo de sufrir otros choques sistémicos. Para detener la propagación del virus y salir de una recesión aplastante, se deben abordar estas desigualdades fundamentales. De lo contrario, no solo es más que probable una lenta recuperación económica, sino que aumentan las probabilidades de que el próximo impacto, ya sea de salud o de otro tipo, vuelva a dejar a millones sin trabajo y someta a sus familias al miedo, el hambre y las cicatrices económicas duraderas.

Antes de la pandemia, Estados Unidos se encontraba en medio de una década de recuperación de la Gran Recesión, que comenzó en diciembre de 2007. Pero no todos los estadounidenses experimentaron esa recuperación de la misma manera. El 1 por ciento más rico emergió tan fuerte como siempre en términos de riqueza, recuperando lo que había perdido en 2012. Sin embargo, a marzo de 2020, las familias de clase media y trabajadora de EE. UU. Apenas habían recuperado su riqueza perdida, y muchas familias, especialmente aquellas de color, nunca recuperado . Incluso en medio de una fuerte recuperación, Estados Unidos se vio agobiado por una extraordinaria desigualdad económica y racial.

Hoy, las marcadas diferencias entre los trabajadores estadounidenses y sus familias hacen que la recuperación actual no tenga forma de U ni de V, sino más bien una que se asemeja a una Y lateral, y los que se benefician de una recuperación del mercado de valores o los empleados se encuentran en la rama de la Y que apunta hacia arriba. no afectados por la recesión, y aquellos en la rama inferior que quizás enfrentan años de lucha. Y existen marcadas diferencias de raza y clase entre los miembros superiores e inferiores de esa Y lateral. Esta recesión brinda una oportunidad para que los legisladores aborden estas desigualdades con cambios de política transformadores para producir una economía más saludable y resistente que genere una economía fuerte, estable y crecimiento y prosperidad de base amplia.

Abundan las disparidades

Los trabajadores y sus familias que se encuentran en el lado equivocado de las muchas disparidades económicas de EE. UU. Están allí por varias razones, incluida la obstinada dependencia de los políticos en los mercados para hacer el trabajo del gobierno y el racismo y el sexismo, a veces plasmados en la ley, que ciegan a los políticos ante la injusticia. y al sentido económico.

Este artículo identificará las causas específicas de la desigualdad económica en los Estados Unidos y luego explicará cómo abordarlas.

Mercados: a partir de la década de 1980, los economistas conservadores comenzaron a argumentar que los mercados sin restricciones eran la única forma de generar un crecimiento y bienestar sostenidos. Esta ideología, con modestas excepciones, ha gobernado la política económica estadounidense desde entonces. Pero no ha cumplido. Además, las reglas supuestamente neutrales y justas que gobiernan los mercados, de hecho, han desplazado el riesgo económico de las corporaciones y los ricos hacia las familias de ingresos medios y bajos. Esto nunca ha sido más evidente que ahora, cuando el coronavirus ha provocado que la mayoría de los trabajadores de bajos ingresos pierdan sus trabajos o tengan que trabajar en empleos que los exponen al riesgo de contraer y propagar la enfermedad. 

 

Recortes de impuestos, inversión pública débil: el recorte de impuestos del presidente Donald Trump en 2017, que benefició en gran medida a los más pudientes, es solo la manifestación más reciente de una filosofía de reducción de impuestos que ha regido la política fiscal de Estados Unidos durante décadas. Estas medidas han privado a la nación de recursos que podrían usarse para financiar funciones gubernamentales básicas e inversiones públicas críticas. Como resultado, la inversión pública como porcentaje del PIB (el valor de los bienes y servicios producidos en los Estados Unidos en un año) ha caído a su nivel más bajo desde 1947.

Erosionando el poder de los trabajadores: La capacidad de los trabajadores estadounidenses para negociar salarios y beneficios más altos y condiciones de trabajo mejores y más seguras ha sido minada por años de fallos administrativos y judiciales antisindicales. Y en 27 estados, las leyes sobre el derecho al trabajo dificultan la formación de sindicatos. A medida que los empleadores tomaron ventaja, los salarios se estancaron y la seguridad de los trabajadores se vio afectada, especialmente durante la pandemia. 

Concentración económica: . la política antimonopolio de EE UU. Y su aplicación han permitido que las industrias de los Estados Unidos se concentren cada vez más, dando a las grandes empresas poder de mercado para fijar precios, eliminar competidores, suprimir los salarios y obstaculizar la innovación . Además, hay evidencia de que esto está frenando la inversión de las empresas. Algunos prosperan en medio de la pandemia, de hecho debido a ella, mientras que las pequeñas empresas luchan por sobrevivir.
Medición de la economía: antes de la década de 1980, cuando la desigualdad económica en Estados Unidos comenzó su trayectoria ascendente, el crecimiento del PIB era un indicador razonablemente confiable del bienestar de la mayoría de los estadounidenses. Pero a medida que la desigualdad económica se ha acercado a sus niveles de 1920, los beneficios del crecimiento del PIB han ido desproporcionadamente al 10 por ciento de los que más ganan, mientras que el crecimiento de los ingresos para la gran mayoría de las personas ha sido más lento que el del PIB; en algunos casos, ninguno en absoluto. Por esa razón, el PIB refleja principalmente cómo les va a los más acomodados. A medida que el PIB se recupere en los próximos meses, por lo tanto, dará autoridades señales falsas a las sobre si los estadounidenses promedio se están recuperando.

Racismo y sexismo: las consecuencias sanitarias y económicas dispares de la recesión del coronavirus refuerzan la realidad y la historia del racismo y el sexismo en los Estados Unidos. Los ingresos medios de un hogar negro son el 59 por ciento de los de un hogar blanco, y para hombres y mujeres de todas las razas, una mujer mediana gana 81 centavos por cada dólar ganado por un hombre. Los resultados de la segregación laboral son evidentes, con los trabajadores de servicios y atención médica en la primera línea de la pandemia. A pesar de ser esenciales, algunos de estos trabajos, en los que las mujeres y las minorías están sobrerrepresentadas, son los que tienen menos probabilidades de tener beneficios, como tiempo de enfermedad pagado o seguro médico proporcionado por el empleador.

Estos problemas son en gran parte el resultado de décadas de políticas fallidas apoyadas más por la ideología que por la evidencia. Una narrativa económica distorsionada que enaltece los mercados ha llevado al debilitamiento de las instituciones públicas y la aceptabilidad de una menor financiación para las instituciones democráticas de gobierno, una mayor concentración económica, una reducción del poder de los trabajadores y el efecto discriminatorio de las normas laborales del laissez-faire. El papel de las decisiones políticas en la organización de la estructura del mercado es inconfundible y perdurable.

Construyendo una economía fuerte y equitativa

La transformación de la economía estadounidense requiere que los legisladores reconozcan que los mercados no pueden realizar el trabajo del gobierno.

El primer paso es erradicar el COVID-19. Tiene que ser la primera prioridad, no solo para la salud pública sino también para la economía estadounidense. Más allá de eso, fomentar una recuperación sólida y sostenida que genere un crecimiento ampliamente compartido también requiere que Estados Unidos aborde sus problemas a largo plazo: un sistema de salud costoso que deja a millones sin atención suficiente, un sistema educativo diseñado no para acabar con la desigualdad sino para preservarla. , falta de estabilidad económica básica para la mayoría de las familias y cambio climático.

Se requieren grandes inversiones públicas para abordar cada tema. Si bien no es necesario preocuparse ahora por pagar por ellos, la nación debería implementar aumentos de impuestos significativos, principalmente o completamente para los ricos, para comenzar a invertir en estas soluciones a largo plazo. El país debería gravar la enorme riqueza concentrada en la parte superior que se ahorra o se mantiene en el extranjero y que no se invierte en la economía ni en la solución de problemas sociales.

Los formuladores de políticas también deben abordar la concentración económica que ha creado el poder del monopsonio (un solo o un puñado de compradores o empleadores) que mantiene bajos los salarios y amenaza a las pequeñas empresas, que son el elemento vital de la innovación y el dinamismo económico. El primer paso es asegurar que la recesión y los programas diseñados para ayudar a las empresas a sobrevivir a la crisis no exacerben esta tendencia. Hasta ahora, las políticas federales para abordar la recesión económica han proporcionado una ayuda mucho mayor a las grandes empresas que a las pequeñas.

Los legisladores también deben garantizar que los fondos del gobierno federal se dirijan a usos productivos que apoyen a los trabajadores y clientes, y no a recompensar a los accionistas adinerados. Se debería prohibir a las empresas que reciben ayuda emitir dividendos y realizar recompras de acciones, y se debería exigir a los bancos que suspendan la distribución de capital durante la crisis para respaldar los préstamos a la economía real.

Aún más fundamental para abordar la concentración excesiva es fortalecer la aplicación de las leyes antimonopolio en Estados Unidos, que es más débil de lo que ha sido en décadas. Las leyes antimonopolio en sí mismas también deben reforzarse , particularmente con respecto a las reglas que rigen las fusiones y las conductas excluyentes. Los legisladores deberían considerar la creación de una autoridad reguladora digital para hacer cumplir las leyes de privacidad y mejorar la competencia en los mercados digitales.

El país también debe comprender mejor quién se beneficia o no de las políticas de recuperación y qué acciones adicionales se necesitan. Debido a que el PIB general no está a la altura de esa tarea, los ingresos deben desglosarse en todos los niveles para medir el progreso o la falta del mismo para todos los grupos, lo que permitiría a los Estados Unidos sentar las bases para comprender qué otras acciones se necesitan para garantizar que más personas se beneficien de la recuperación.

La desigualdad económica de Estados Unidos está firmemente ligada al tema de la desigualdad racial. El mensaje inconfundible del movimiento Black Lives Matter es que los estadounidenses de color nunca han podido confiar en que el gobierno actuará en su nombre. El gobierno debe trabajar para garantizar que los negros, latinos y nativos americanos de bajos ingresos puedan desarrollar y desplegar sus talentos y habilidades en la economía.  

Gravar la riqueza, que es propiedad desproporcionada de estadounidenses blancos, es una solución. Pero para que eso aborde las desigualdades raciales de manera adecuada, las ganancias del impuesto a la riqueza deben beneficiar a la mayoría de los no ricos. Las ganancias deben dirigirse a las inversiones que se necesitan con más urgencia, como en las pruebas y el tratamiento de COVID-19 en comunidades de color, en políticas que apoyen de manera expresa y progresiva a los trabajadores de bajos salarios y los trabajadores del cuidado, y en el compromiso con las pequeñas empresas propiedad de minorías. . De lo contrario, las desigualdades generalizadas se afianzarán aún más.

Una razón importante de la brecha salarial de género es la falta de una nacional de licencia familiar y médica remunerada política y la ausencia de un programa nacional para garantizar que las familias tengan acceso a servicios de calidad y asequibles guardería y educación preescolar de . Las familias con niños que no tienen acceso a licencias pagadas y cuidado de niños, o que no pueden pagarlos, no tienen más remedio que suspender sus carreras. Esto les sucede a las mujeres con mucha más frecuencia que a los hombres. Se ha introducido legislación en el Congreso para lograr ambos objetivos, y estas medidas deberían ser consideradas seriamente en el próximo Congreso.

Razón para el optimismo

Hay razones para creer que Estados Unidos puede promulgar políticas para transformar su economía y sociedad. Hasta hace poco, algunas de las conversaciones que tenían lugar entre los legisladores y alrededor de las mesas de la cena —inspiradas por COVID-19, la profunda recesión, el movimiento Black Lives Matter y las recientes elecciones presidenciales— habrían quedado relegadas a los márgenes del debate público. Hoy ese no es el caso.

Sin embargo, el sistema político estadounidense está acosado por un profundo partidismo y un sistema constitucional y electoral que hace que sea mucho más fácil bloquear las políticas transformadoras que promulgarlas. Pero soy optimista y sigo creyendo que el país podría estar en un punto de inflexión, con la ventaja de quienes desarrollan y abogan por políticas progresistas para reducir la desigualdad y construir una economía que produzca un crecimiento fuerte, estable y de base amplia. .

Rahim Kanani Editor digital, F&D

Todo tiembla

Al menos 25 réplicas del sismo que en la madrugada conmocionó a San Juan se produjeron desde entonces en distintos puntos de la provincia pero que también alcanzaron a Jujuy, Salta y La Rioja, informó el Instituto Nacional de Previsión Sísmica (Inpres).
De acuerdo al instituto, las réplicas fueron con intensidades variables de entre 3.9 y 2.5 grados de magnitud.
Con una intensidad de 3.0, el último sismo fue registrado a las 8:30, con epicentro en la localidad de Media Agua, a 45 kilómetros al suroeste de San Juan y con una profundidad de 10 kilómetros.
La zona de Media Agua fue la más afectada y allí se registraron la mayor parte de las réplicas, dos de ellas con una intensidad de 3.9 y 3.8.
Aunque la mayor parte de ellas se produjo dentro de San Juan, los movimientos se sintieron en Salta, cerca de San Antonio de los Cobres; en La Rioja, en la frontera con Chile y a otro a 52 kilómetros de la capital provincial; y en Jujuy, a 145 kilómetros de San Salvador.
Al brindar una conferencia de prensa durante la madrugada de hoy, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, no descartó que pueda haber réplicas del sismo de 6,4 grados de magnitud que se registró en la provincia con epicentro a 42 kilómetros al suroeste de la ciudad capital.


 

 

"Es probable que pueda haber réplicas, pero hay que ser prudentes", había alertado el gobernador.

Virginia, vecina de Media Agua, contó a TN que el sismo la encontró durmiendo en su casa. "Se iban cayendo las paredes y nosotros habíamos quedado adentro, no podíamos salir. La ropa saltó del ropero", relató la mujer y mostró los restos en que quedó convertida su humilde vivienda, la que perdió todo el techo.
"Acá no se puede seguir, no sé que vamos a hacer, no tengo donde ir, mi familia no me puede ayudar", se lamentó, y agregó que uno de sus cinco hijos se encontraba jugando a la pelota con amigos y le dijo que "se tiraron al suelo y lloraban juntos".
Durante la conferencia de prensa Uñac destacó que "después del terremoto de 1944 la Provincia viene trabajando con un código edilicio que ha permitido tener un alto porcentaje de su construcción sismorresistente y eso ha permitido soportar de una manera distinta habiendo sido de una magnitud parecida al terremoto de 1944, como también a 1977".
El gobernador también informó que "hay distintas rutas de jurisdicción nacional o provincial en las que se produjeron algunas grietas, por ejemplo en ruta 40, en tránsito entre el departamento de Pocito y Sarmiento", por lo que aconsejó transitar con cuidado por las arterias afectadas.

(Telam)

Los Monstruos en la memoria y en los juicios del presente.

Laura Franchi y sus hijas, María y Silvina Stirnemann, declararon desde Francia durante la jornada de debate del Juicio Pozos de Quilmes y Banfield, y el Infierno realizada el 12 de enero, la última durante el período de feria judicial. El juicio se reanudará el martes 2 de febrero desde las 9:30 con el testimonio de Miriam Stella Maris Segado.

Los rostros empiezan a aparecer en la pantallas a la hora señalada. Constatada la presencia de todas las partes intervinientes, el Juez Ricardo Basílico da comienzo a la doceava jornada del Juicio a las Brigadas de manera virtual. Las cuadrículas son ocupadas por la Fiscalía, las querellas, las defensas y sólo algunos de los imputados. En esta Audiencia hay una novedad, declaran desde el consulado argentino en Francia: Laura Franchi y sus hijas María Laura Stirnemann y Silvina Valeria Stirnemann.

Al comienzo de la audiencia y a pesar de todos los avances técnicos de la actualidad, las conexiones de internet del consulado juegan una mala pasada, “llevo esperando 45 años para declarar” alcanza a decir claramente Laura, acto seguido la conexión se interrumpe. Sin embargo, utilizando el celular de la cónsul, como medio para la videollamada, la conexión se vuelve estable y esta vez, aun con algunas interrupciones, Laura empieza su testimonio.

El primer testimonio en vivo de una sobreviviente:

Laura fue detenida el 23 de noviembre de 1974 por la policía de Quilmes, estaba embarazada de 3 meses, mientras paseaba con su cuñado Juan José Stirnemann, su hija María Laura de 4 años de edad, una amiga y el hijo de esta. La pusieron bajo arresto y la llevaron a la cocina de la Comisaría de Quilmes, desde donde podían escuchar cómo torturaban a José. La niña estuvo cerca de un día y medio o dos en estas circunstancias.

En la comisaria de Quilmes, personal de la Policía Federal, la interrogó para saber dónde estaba su esposo Mario Alfredo Stirnemann.“Ellos estaban preparados para torturar” contaban con la asistencia de un médico que le iba tomando el pulso para indicarles si podían continuar o no con la tortura, asegura.

Posteriormente fue llevada al Pozo de Banfield, donde al bajar de la camioneta fue sometida a un simulacro de fusilamiento y la volvieron a interrogar con reflectores que le apuntaban al rostro para que no pudiera reconocer a sus interrogadores.

Después de 10 días de tenerla detenida sin un motivo claro, “la blanquearon” y la acusaron de asociación ilícita, por pertenecer a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y por tenencia de material subversivo. Posteriormente, le pidieron dinero a la familia para borrar las pruebas, pero ella se negó a aceptar esa extorsión.

Pasa cerca de un mes en la comisaría de Banfield, sin recibir atención médica alguna, hasta que es llevada a la Cárcel de Olmos donde se encuentra con un grupo de mujeres que también estaban embarazadas.

La violencia infringida durante un control médico, le provoca hemorragias, razón por la cual la llevan de urgencia a un establecimiento, donde la encierran en una sala sucia, a pesar de su estado la encadenan a la camilla, junto con un guardia de seguridad y una celadora la cual no quería permanecer en la habitación por la cantidad de ratas que había. En esas paupérrimas condiciones da a luz a su hija Silvina, sin embargo, su estado de salud es frágil y a los pocos días es internada de urgencia, las pésimas condiciones, sumado a la falta de atención y tratamientos médicos adecuados conllevan, entre otras cosas, a contraer una cistitis, la cual no es tratada y que con el tiempo le provocaría la pérdida de un riñón.

En la cárcel la situación era muy precaria, a veces les llevaban el agua para las mamaderas con ratas adentro, los roedores circulaban por las habitaciones, la comida era pésima, mínima o en muy mal estado. Laura padeció vitaminosis y llegó a pesar 47 kilos.

Con Golpe de Estado en marzo de 1976, la situación empeora. Le quitan la radio y aumentan las requisas. Hecho que se vivencio con mucho miedo entre las compañeras detenidas

En 1981, el Poder Ejecutivo le da la opción de salir del país o de continuar detenida. Sin embargo, antes de liberarla, los militares le exigen como requisito para dejarla viajar con sus hijas, que firme el acta de defunción de su marido, a lo cual ella se niega y como consecuencia le prohíben llevarse a sus hijas.

En Francia, recibe el apoyo de organismos de derechos humanos, y un grupo de presos políticos que la esperaban en el lugar.

Laura concluye su testimonio diciendo “La justicia hoy llega muy tarde estamos a 45 años de los hechos, entonces cuando tarda tanto en venir uno pierde la esperanza, (…) lo único que deseo para el futuro de mi país es que la justicia llegue antes mucho antes (…), nosotros no tenemos porque hacer justicia por manos propia ese no es el objetivo, el objetivo es que los hombres se sientan protegidos por su gobierno por su país por su justicia, yo muchas veces me sentí desprotegida por mi país y por mi justicia(…)”.

El testimonio de María Laura Stirnemann.

María empieza contando la detención, ella tenía cuatro años en ese momento. Sus recuerdos llegan hasta el momento de subir a la camioneta, dado que sufre de amnesia post traumática, además con posterioridad a este suceso, desarrolla crisis de nervios recurrentes y afecciones que deben ser tratadas por un médico.

Los policías la mantienen cautiva en la cocina de la comisaría de Quilmes junto a su madre, por alrededor de un día y medio o dos. Luego, la entregan a sus abuelos, desde ese momento y producto de esa experiencia, empieza a padecer de complicaciones en el habla.

Cuenta sonriendo, que su abuela que era muy religiosa y que angustiada, la llevó con el párroco del pueblo, quien afirmó que sus problemas se debían a que tenía el diablo adentro y por este motivo le realizan un exorcismo.

Con tratamiento médico, fue recuperando la capacidad de expresarse.

María relata, que en el momento de recibir la primera comunión escribe una carta a Videla pidiendo que liberara a su mamá para que pudiera asistir a su fiesta de Comunión. El Dictador le responde con un escrito donde afirma que no la podía liberar, pero que se le iba a permitir que realice una visita donde se autorice el contacto físico. Gracias a esto puede volver a estar cerca de su madre después de mucho tiempo, antes se le permitía visitarla, pero debían hablar detrás de un cristal.

Luego de la liberación de su madre, ella viaja a Francia junto con su hermana y su abuela. El tener que dejar su vida en la Argentina y separarse de sus seres queridos que la habían criado, la situación le genera un fuerte impacto anímico. Ella resalta que este exilio no querido es otra de las consecuencias negativas producto de las injusticias que padece su familia.

En relación a su padre le contaron que estaba vivo pero que se había ido a Brasil con otra mujer. Es decir, tuvo que vivir con la idea de que su papá la había abandonado.

Transcurridos unos años, ella decide volver a la Argentina para continuar sus estudios en antropología. Allí comienza a investigar qué ocurrió con su padre y pasados cuatro meses, gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense identifican a su papá, junto con la evidencia de que había sido asesinado. De este modo ella puede organizar un funeral y enterrar sus restos.

En ese momento, intentó hacer un juicio al Estado, pero las leyes de amnistía lo impidieron. Volvió a Francia y allí junto a su hermana y otras víctimas del Terrorismo de Estado, crearon la asociación HIJOS París para luchar, entre otras cosas por la derogación de esas normas injustas.

El relato de Silvina Valeria Stirnemann

Silvina Valeria Stirnemann, nació el 27 de abril de 1975. Sus primeros recuerdos son a los 3 o 4 años cuando visitaban a su madre en el Penal, que el viaje era largo, las requisas sistemáticas y el hecho de no poder tocar a su madre.

Ella estuvo con su mamá desde el parto hasta transcurrido los dos años viviendo en el penal. Relata que sus tíos y abuelos la apoyaron mucho cuando la apartaron de su madre, ya que era muy “rebelde”. El mundo exterior, es decir el mundo afuera de la cárcel le parecía una locura..

Recuerda que cuando asistía al jardín de infantes, había padres que no querían que jugara con sus hijos por ser hija de subversivos.

A los 7 años, va a Francia a reunirse con su mamá, al llegar se da cuenta que no va a volver a argentina, y afirma que fue muy difícil ese momento, la carga de tener que aprender un idioma nuevo y recuperar la relación con la madre. A pesar de todo al abrazar a su madre: “sintió que entendía porque estaba en el mundo, porque existía”.

De su papá solo pensaba que era malo, que su mamá estaba presa por acompañarlo en la militancia Recién cuando vivió con su madre en Francia pudo reconstruir la vida de su padre.

Su mamá tomó la decisión de decirle que su papá estaba muerto, entendió que era una locura para un niño entender lo que significaba que una persona se encontrara desaparecida.

Le fue muy difícil hablar en Francia sobre su experiencia, ella necesitaba expresarse y darle sentido a lo que sentía, pero no encontraba con quien hablar del tema.

A los 19 años vuelve a la Argentina para enterrar a su padre gracias a que su hermana había hallado su cuerpo. Fue un momento muy complejo; encontrarse con familiares, reencontrarse con el país. En ese momento sintió que podía reconstruir con otros ese relato sobre lo que le había pasado.

Relata además que el año pasado, tenía que ser el juicio de su padre, que esperó once años y en el cual habían reunido un montón de pruebas y evidencias incluso el testimonio de la persona que estuvo con él en sus últimos momentos. Sin embargo, dos meses antes, murió el último imputado lo que generó la suspensión del juicio y con ello un profundo dolor y un sentimiento de injusticia.

“Uno no puede ser justicia solo, hacer justicia solo, pienso que la justicia justamente es la parte de lo construido colectivamente de lo que queremos para vivir junto, lo que te hace parte de una historia de un lugar, por eso que señores jueces por mi madre Laura Rosa Franchi, por mi tío Juan José, por mi viejo Mario Alfredo Stirnemann, y por toda mi familia necesito que se haga justicia y que ustedes pronuncien una condena firme y justa”. Concluye Silvina.

 

Una vez concluidos los testimonios, una de las partes querellantes representada por la Dra. Verónica Bogliano solicitó la realización de más audiencias por semana al estimar que hay más de 535 testigos y que si se realizan tres o cuatro declaraciones por jornada, esta etapa podría durar más de 3 años.

El Juez analizó la presentación realizada por la Dra., afirmó tenerla presente y entenderla razonable, pero que por el momento el tribunal está haciendo todo lo posible. Es decir que proseguirán como hasta ahora con una sola audiencia por semana.

Finalmente, el juez indicó el inicio de un cuarto intermedio hasta el próximo martes 2 de febrero a las 9.30, donde se tomará testimonio a la Sra. Miriam Stella Maris Segado.

Por: Nelson Cañete.

Diario del juicio. 12 de enero de 2021. https://diariodeljuicioar.wordpress.com/2021/01/16/un-testimonio-que-tarda-45-anos-en-ser-escuchado/

Fuente: https://www.andaragencia.org/llevo-45-anos-esperando-para-declarar/

(Indymedia. Org)

Contra los Monstruos: hacer posible lo imposible

Los pueblos buscan alcanzar la convivencia y la Paz en su dinámica permanente de transformación social, cultural, política y espiritual, entendiendo la necesidad de encontrar caminos de unidad en la diversidad. 
La humanidad sufrió dos guerras mundiales con millones de muertos, heridos y el aumento de la marginalidad y pobreza; la comunidad de las naciones buscó superar esa tragedia y darse un código de conducta dando nacimiento a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, valioso aporte. La Comunidad de las Naciones avanzó en generar espacios de convivencia y reconstruir las vidas de los pueblos, pero sin modificar las estructuras de dominación económica y política capitalista que afirmaron su poder internacional provocando conflictos y otras guerras que aumentaron la confrontación Este- Oeste, la intolerancia, la discriminación y la concentración económica en pocas manos.

 Esta ponencia la expuse en la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, hace ya algunos años, pero pienso que tiene vigencia frente a la realidad actual y he sumado a la reflexión algunos problemas como la pandemia del Covid 19, tragedia sin precedentes que afecta a toda la humanidad y la otra pandemia que es el hambre en el mundo.

Thomás Merton señala que ningún ejército es garante de la Paz, todos están estructurados para ejercer la violencia del poder de las armas. 

El mundo vive conflictos y guerras de “baja intensidad,” se suman los genocidios cotidianos del hambre, la pobreza y la concentración del poder de quienes manejan el poderío mundial e imponen a los pueblos mecanismos de dominación como la “deuda externa”, apropiándose de los bienes y recursos de países más pobres y débiles.

Hoy, a los golpes militares en diversos países, se suma la Lawfare, es decir la guerra judicial impuesta en Brasil contra Lula, en Honduras contra Manuel Zelaya, en Bolivia para el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales, en Paraguay contra Fernando Lugo y la agresión permanente contra Cuba y Venezuela, que pone en evidencia la política de dominación que intenta imponer los EEUU al continente latinoamericano.

La humanidad debe enfrentar desafíos que supera en muchos aspectos los conocidos hasta nuestra época, la ciencia y técnica han generado nuevos caminos y debemos estar atentos. Simplemente quiero señalar algunos de estos emergentes que nos preocupa.

 La tecnología ha llevado a la humanidad a la aceleración del tiempo que ha alterado el ritmo natural y provocado en el ser humano y nuestras sociedades cambios profundos e irreversibles, como los ritmos asimétricos que viven los pueblos llamados sub-desarrollados que no podrán alcanzar a quienes disponen del conocimiento tecnológico y científico.

El tiempo de la técnica es diferente del tiempo cósmico, así como del tiempo humano. Es más, la tecnocronía no sólo transforma el tiempo cósmico, sino también la temporalidad humana y por ello la técnica tiene el formidable poder de modificar, además, de la naturaleza humana, la naturaleza a secas. - como señala R. Panikkar.

 En todo caso es un hecho que el hombre solo sin la ayuda de la técnica, no sigue a la máquina, sino que es engullido por ella. Por otra parte, debemos tener conciencia que la tecnología llegó para quedarse y por lo tanto es necesario desarrollar la capacidad del equilibrio y no de la dependencia.

La humanidad dispone de condiciones tecnológicas y científicas para superar el hambre, basta leer los informes de la FAO donde afirma que por día mueren en el mundo más de 35 mil niños de hambre. El hambre es un mal crónico y la pandemia del Covid 19 ha profundizado la desigualdad social, se calcula más de 821 millones de personas en el mundo víctimas del hambre. Un genocidio económico del cual no se habla y que pasa a ser parte de los llamados “olvidos intencionados”, en un mundo que está en condiciones de superar ese terrible flagelo que afecta a la humanidad

El médico brasileño Josué de Castro quien fuera director de la FAO, en la década del 60 publica una obra que continúa vigente, “La Geografía del Hambre” señala la grave situación de desigualdad entre los pueblos. Son las guerras silenciosas que afectan a gran parte de la humanidad; “Josué Señala que, “el hambre es la manifestación biológica de una enfermedad sociológica”.
Quiero recordar al Dr.  Norman Burlog, quien recibiera el Premio Nóbel de la Paz en 1970 por la llamada “Revolución Verde”, una excelente persona con quien me reuní en varias oportunidades.  Creía que su trabajo sería comprendido y aplicado para superar el hambre en el mundo, tenía claro la necesidad de encontrar nuevos métodos y técnicas de producción de alimentos; sin embargo sus aportes se utilizaron para los monocultivos y tecnología de alto costo e impacto ambiental, la imposición de los agro tóxicos para alcanzar los rindes de producción, en nombre del desarrollo  y el aumento de las fronteras de los monocultivos  van destruyendo la biodiversidad, expulsando a los pequeños y medianos productores rurales y dañando la vida  y a la Madre Tierra- 

 Con Norman Burlog hemos conversado y discutido sobre la producción, el desarrollo y la soberanía  y la cultura alimentaria de gran diversidad y riqueza de los pueblos, como el  impacto de  los monocultivos impuestos a la  producción sobre los  pequeños y medianos productores rurales. Políticas aplicadas por gobiernos y empresas que confunden desarrollo con explotación, dañando la biodiversidad y riqueza de las comunidades y pueblos y profundizando la desigualdad con aquellos que  no disponen de los recursos  económicos y técnicos para superar las asimetrías y desigualdades y  sufren los impactos ambientales y económicos, siendo desplazados de sus territorios  e imponiendo los agro-tóxicos y la dependencia a las semillas transgénicas. Sumándole a esas políticas económicas  la megaminería, que provoca graves daños a los bienes y recursos naturales como el agua y al medio ambiente.

Estas políticas de explotación no pueden ser aplicadas sin la aprobación y complicidad de los gobiernos, que apuntan a la coyuntura, y no a los cambios estructurales que los pueblos necesitan para su vida y desarrollo.

 En la Universidad de Tokio, Japón, hace ya algunos años tuve la oportunidad de conocer a Vandana Shiva investigadora india, quien viene trabajando y denunciando las causas y efectos de la producción agrícola, las políticas y consecuencias de los grandes intereses económicos.

 Es importante conocer sus trabajos y algunas de sus obras fundamentales, la “Bio-piratería“, “La cosecha robada”, “La democracia de la Tierra,” entre otras , donde expone la grave situación de los campesinos en la India por la apropiación de sus saberes y experiencias sobre las semillas que se fueron transmitiendo de generación en generación y que hoy, empresas trasnacionales se apropian  y patentan, las semillas y saberes de los pueblos, y cuando éstos reclaman sus derechos son reprimidas sus protestas sociales, les obligan a pagar las semillas transgénicas y encima les aplican la ley antiterrorista, violando los gobiernos el derecho de los pueblos.

 Es necesario cambiar los ejes de nuestros análisis, como lo señala F. Kapra: “los nuevos conceptos de la física han ocasionado un profundo cambio en nuestra visión del mundo, determinando el paso de una concepción mecanicista newtoniana, a una holística y ecológica y buscar los valores y ética en nuestras sociedades, universidades, escuelas y promover la participación social y proteger a la Madre Tierra.

Es prioridad de los pueblos el preservar los recursos naturales, el agua y la biodiversidad, hoy en peligro por la devastación y voracidad de aquellos que privilegian el capital financiero sobre la vida de los pueblos; olvidando que precio y valor no son lo mismo. Hay quienes piensan que hay que “humanizar el capitalismo”, no creo que sea posible porque nació sin corazón. Es la deshumanización que pierde el rostro y conciencia de la humanidad.

Los avances tecnológicos tienen muchas luces y sombras;  por un lado, la ciencia ha prolongado la vida de los seres humanos, eliminado las distancias entre los pueblos, eleva la vida hasta un grado insospechable hasta hace poco tiempo en el mundo y por otro debemos tener conciencia que la máquina ya no se adapta al hombre, sino que es éste quien debe adaptarse al ritmo de la máquina. Lo que debe tenerse presente es la aceleración, la vida del ser humano y la técnica nos ha llevado a preguntarnos hacia donde vamos y para qué.

Quiero plantear brevemente qué entendemos por derechos humanos, si bien en la carta de la Declaración Universal de los DDHH de las Naciones Unidas sus principios están en las bases y valores de las religiones y pensadores en diversos tiempos y épocas, es fundamental clarificar desde donde se debe hacer un abordaje correcto para no caer en el acotamiento y cansancio de las políticas de DDHH. 

Los derechos humanos son integrales y hacen a la vida misma de las personas y los pueblos. Hoy son las comunidades que sufren la falta de garantías para desarrollarse plenamente en la democracia, por lo tanto DDHH y democracia son valores indivisibles, se construye en el hacer cotidiano, en la participación social, cultural y política, por lo tanto debemos comprender los derechos humanos desde su integridad y restablecer el equilibrio entre el ser humano y la Madre Tierra, preservando la creación y su evolución.

Es urgente proteger la vida planetaria antes que sea tarde, en volver la mirada y el pensamiento en restablecer el equilibrio entre las necesidades del ser humano y la Madre Tierra, nuestra Casa Común, hay caminos a seguir teniendo presente la vida planetaria, las Encíclicas del Papa Francisco, Laudato Si y Fratelli Tuti son un llamado a la mente y al corazón. Otros pensadores, teólogos, científicos llaman a encontrar nuevos caminos para la vida.


Es necesario encontrar nuevos paradigmas hacia la construcción de un “Nuevo Contrato Social”, caso contrario los grandes intereses económicos continuarán destruyendo la Casa Común.  La rebelión de los pueblos frente a la situación actual es poder recuperar el equilibrio entre sus necesidades y el respeto a la Madre Tierra antes que sea tarde. Las actuales democracias delegativas no responden a sus necesidades y es necesario la construcción de democracias participativas, donde puedan ejercer sus derechos y tomar decisiones y no derivar todo el poder en sus gobiernos y poder determinar el camino a seguir-.

Algunas posibilidades y pistas para encontrar caminos alternativos: la Academia de Ciencias del Ambiente de Venecia, Italia, ha lanzado la campaña para constituir el Tribunal Penal Internacional sobre los crímenes ambientales que la humanidad viene soportando en el mundo, como la devastación y contaminación, las quemas y deforestación. La propuesta es la reforma del Art. 7 del “Estatuto de Roma” e incluir los crímenes de lesa humanidad contra la Madre Naturaleza, por la degradación que provocan empresas que actúan con total impunidad y complicidad de muchos gobiernos, como la destrucción de la capacidad productiva de los pequeños y medianos productores.

Si vemos el tiempo recorrido desde la Cumbre de Río, hasta Río + 20, tenemos que señalar que fue Río-  20, en donde las posibilidades de avanzar fueron inversas a lo anunciado y que continúa profundizándose la destrucción de los bosques, la biodiversidad y alcanzando en muchos países índices de contaminación y destrucción de los recursos naturales, como el agua, provocando daños ambientales irreversibles.

La campaña de la FAO es llegar al año 30 como meta para superar el hambre en el mundo, pero no creo que ese objetivo se alcance en la actual situación mundial de explotación y dependencia.

Frente a la pandemia del Covid 19 que sufre la humanidad es urgente que las vacunas lleguen a todos los sectores sociales y sean un bien libre y gratuito para toda la humanidad. Las vacunas van a ayudar, pero no van a resolver el mortal virus del Covid 19, el problema es restablecer el equilibrio con la Madre Tierra. Hay que aprender a vivir

Es urgente despertar conciencia crítica, valores, y comprender que somos parte y no dueños de la Madre Tierra; necesitamos cambiar la estructura del pensamiento cartesiano y comprender el pensamiento holístico que nos permitirá recuperar el sentido de pertenencia, identidad y valores, es decir el equilibrio de la creación.

Son muchos los desafíos que enfrentamos en nuestros países y el mundo y debemos buscar en nuestro interior la fuerza de la espiritualidad y poner en práctica el amor en acción. Hacer caminar la palabra del pensamiento crítico y valores, que nos permita generar y construir un “nuevo contrato social” para proteger la creación y no caer en el derrotismo, en que no hay salida al sistema imperante y a los mecanismos de dominación que hoy agobian y sufre las dos terceras partes de la humanidad. La peor de las derrotas es la resignación.

Necesitamos fortalecer la esperanza en que otro mundo es posible, no los paliativos que calman el dolor, pero nada cambia, es decir la necesidad de asumir los desafíos, la resistencia y despertar de los pueblos, dejar de ser espectadores y asumirse como sujetos y constructores de su propia historia antes que sea tarde para la vida planetaria.

Texto firmado por el Premio Nobel de la Paz (1980) Adolfo Perez Esquivel y publicado en Agencia Paco Urondo

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Imágenes: El ser humano busca dar sentido a su existencia por medio de la construcción de referentes espaciales, visuales, conceptuales y corporales que le permitan situarse en un lu-gar propio, y así construir unos marcos de separación entre lo que es y lo que le rodea. Tenemos un cuerpo que es nuestro porque lo hemos aprendido a conocer, reconocer y diferenciar de los otros cuerpos. Una identidad que es propia y que se reconfigura en la experiencia cotidiana de la vida. ¿Pero qué pasa cuando algo externo a nuestro esquema conocido del mundo entra en nuestro universo de percepción? ¿Desde qué recursos retóricos intentamos darle sentido y llenarlo de signi-ficado? Y, en ese desplazamiento, ¿cómo nos situamos frente a lo otro, a lo diferente, a lo que irrumpe en nuestro lugar se-guro de la identidad propia?Estas preguntas fueron el eje articulador del proyecto de investigación creación Imágenes de lo extraordinario: monstruos americanos del siglo XVI desarrollado entre 2018 y 2019 por el Semillero de Investigación en Artes Visuales1 (SINAV) de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). A partir de la investigación histórica sobre un proceso concreto: la representación monstruosa que de los grupos humanos hicieran los cronistas e ilustradores europeos a su llegada al continente americano en el siglo XVI, el grupo de trabajo conformado por siete estudiantes del programa de Artes Visuales, en coordinación con la autora de este artículo, buscó dar respuesta de manera plástica a las preguntas arriba planteadas, tras lo cual se obtuvo como resul-tado la obra multimedial Imágenes de lo extraordinario.

(1) Richard W. Pantoja, Hombre cola de lagarto, 2018, ilustración digital

(2) Leonardo Ávila, Blemia, 2019

(3) Gutiérrez, Diego, Active, Hieronymus Cock, and Lessing J. Rosenwald Collection. Americae sive qvartae orbis partis nova et exactissima descriptio, 1562. Mapa. Library of Congress. Washington D.C. https://www.loc.gov/item/map49000970/ (9 noviembre 2020).

(4) Daianna Sierra Camacho, Caníbales antropófagos, 2018, tinta sobre papel.

(5) Alejandra Correa, Amazona, 2019, lápiz sobre papel

(6) Richard W. Pantoja, Colas de lagarto, 2018, ilustración digital.

(7) Alejandra Correa, Sirena, 2019, lápiz sobre papel

(8) Slenka Leandra Botello Gil y Daianna Sierra Camacho, Imágenes de lo extraordinario, 2019, fotografía



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