Entre pronósticos y oposiciones suicidas

YPF y el juego kamikaze de la oposición

A diferencia de lo que se ha dicho y escrito en los últimos días, en YPF se da un fenómeno muy singular en la Argentina de los límites difusos que es enfrentar un proceso de reestructuración de deuda de la principal petrolera del país sin la intervención -todavía- de la política. 

La situación de la compañía incluía una enorme cantidad de deuda y una tasa de interés demasiado cara. La negociación, de la que hablaremos más adelante, tiene activos y riesgos. De resultar exitosa, YPF tendría liberado el horizonte por un par de años. Como contrapartida, la generación de instrumentos de deuda muy bajos en términos de tasa de interés podría impedir el regreso al mercado de deuda. 

La deuda de la compañía son unos 6800 millones de dólares que contempla toda la deuda emitida a lo largo de los últimos años. Sin ir más lejos, YPF tenía un vencimiento de 1000 millones de dólares en marzo por el cual ya hizo un proceso de renegociación previa en junio del 2020 donde logró una aceptación superior al 50% por parte de acreedores; por fuera quedaron US$ 430 millones . La resolución del BCRA de noviembre en la que le impidió a las empresas el acceso al MULC para pago de deuda y donde la autoridad monetaria obligaba a renegociar -o sólo te daba el 40% de las divisas necesarias- generó una ventana de oportunidad para encarar un proceso de renegociación más agresivo en base a que el Central no iba a permitir el acceso a los dólares para pagar la deuda y eso podía provocar un “susto” en los tenedores de bonos.

¿Por qué ventana de oportunidad? Porque el problema central no es el vencimiento de los US$ 430 millones en marzo sino que YPF tiene un flujo de pago de intereses financieros de 800 millones de dólares anuales. Entonces, el proceso de renegociación y extensión de plazos de los nuevos bonos -y evitar el pago durante los dos primeros años- le permitiría a la compañía canalizar 1600 millones de dólares a la inversión en los próximos 24 meses. Por el precio de los combustibles a nivel local y el precio internacional de los hidrocarburos, si paga los 800 millones YPF difícilmente llegue al nivel de inversión de 2500/3 mil millones de dólares que son los necesarios para que la compañía se estabilice y empiece a recuperar producción.

Desde la gestión del ex presidente Mauricio Macri, bajaron los precios y la compañía se fue achicando cada vez más, con menos producción y niveles de endeudamiento relativamente constantes. Romper esa inercia precisa de fondos y si esos fondos no los puede aportar el surtidor ni el Estado a través de una capitalización podrían surgir de una renegociación de la deuda donde el (no) pago de intereses te permitirá desarrollar inversión. 

Sin embargo, hay riesgos. Si la renegociación sale mal se abre una disyuntiva: YPF defaultea o mantiene el cumplimiento de la deuda -en el Gobierno aseguran que Economía ya tiene una hoja de ruta en caso que esto ocurra. ¿Cuál sería el problema del default? Fundamentalmente que más del 85% está bajo legislación extranjera y si bien es cierto que un proceso de cesación de pagos se lleva a cabo en la economía local, los acreedores lo van a judicializar en el exterior y, como mínimo, lograrían el embargo del flujo de exportaciones, un número que ronda los US$ 1500 millones anuales.

Tal vez más grave que esto es la cotización de la compañía. El valor bursátil de YPF no es relevante, pero sí los activos como las refinerías, oleoductos o el acreaje en Vaca Muerta. En caso de judicializarse, los acreedores podrían ir por esos activos y, si bien este gobierno está claro que no lo permitiría, el panorama es más brumoso en caso de una administración de otro signo. La alternativa del default tendría un riesgo muy alto en el mediano o largo plazo.

Pagar los vencimientos de la deuda, por su parte, impacta en las reservas del BCRA y saca flujo de caja para dinamizar la inversión. La situación de la reestructuración, que según pudo averiguar #OffTheRecord está enteramente conducida por el management de YPF a cargo de Alejandro Lew, es delicada. 

Hace alrededor de un año, la conducción de la compañía había tenido una diferencia de criterios con el ministro de Economía por la propuesta de reestructuración que emanaba de la cartera de Guzmán. Por qué YPF eligió tomar ese camino con una estrategia propia y diez meses después de aquel episodio lo saben pocos. Guzmán, por su parte, logró que una persona de su confianza llegue al directorio de la petrolera: se trata de Damián Tupac Panigo, a quien conoce desde su paso por la UNLP y quien oficia de nexo con el ministerio. 

La tentación de descargar las culpas sobre el saliente Guillermo Nielsen son muchas y de todos los puntos cardinales, pero insuficientes. Si bien el economista tenía picado el boleto desde que el Presidente se enteró que jugó en contra de la estrategia de Guzmán en la negociación con los bonistas, su salida poco tiene que ver con la situación de la compañía. Aislado por completo de la toma de decisiones, Nielsen se enteraba de las visitas de los ministros a YPF cuando se habían ido. Un gobernador le contó a #OffTheRecord que el ex secretario de Finanzas lo recibió las dos veces que se encontraron encima de un elemento de yoga que tenía en su oficina: “Hablamos mientras saltaba arriba de una pelota azul”. Nielsen, según cuentan quienes lo conocen, sufre de dolores en la espalda. Si era necesario hacer los ejercicios en medio de esas reuniones es algo que sólo él sabe. Sea como fuere, una anécdota. Más atención merecen los comentarios de algunos fondos que están negociando con YPF. Aseguran que desde la propia compañía les sugerían no entrar en la reestructuración. Algunos mencionan a Nielsen y otros a su yerno Leo Madcur. Rumores. 

Quien ocupará el lugar del saliente hombre de finanzas será Pablo González. Si bien es insoslayable emparentar su nombramiento al frente de la compañía como un espacio ganado del kirchnerismo dentro del mapa de la política energética, los resultados de esta decisión se verán con el tiempo. Con un posgrado en petróleo y un paso como fiscal de Estado en Santa Cruz, González no parece tener peor palmarés para dirigir YPF que sus predecesores Nielsen o Miguel Gutiérrez. Por lo tanto, a González -que estará a cargo de la presidencia del directorio y no de la gestión diaria que seguirá llevando adelante el CEO, Sergio Affronti, hombre recomendado en su momento por Miguel Galuccio- parecen estar facturándole más su pertenencia política que su capacidad o no de gestión.

En cuanto a las posibles medidas a tomar, es simpático recordar que Macri congeló por decreto el precio de los combustibles a días de haber perdido las PASO por primera vez en la historia argentina. Una tarea difícil para quienes declaman pragmatismo, pero operan con la ideología: con CFK el precio de los combustibles estuvo siempre por encima del export parity y con Macri siempre debajo.  

En los últimos días una de las herramientas que utilizaron quienes pretenden que fracase la reestructuración es invocar una presunta interna entre Affronti y la representación de La Cámpora en la compañía. La información no sólo es incorrecta y fue desmentida por todos los protagonistas ante la consulta de #OffTheRecord sino que puede verificarse por arriba: Galuccio, que -repetimos- recomendó a Affronti, es uno de los empresarios de mayor llegada y consulta de Cristina Fernández de Kirchner. Cuál es el negocio de pegarle a YPF mientras reestructura su deuda, en esta nota muy recomendable de Nicolás Gandini en EconoJournal.

Las PASO y el precio de los precios

El principal problema del oficialismo, sin embargo, son los precios. La suba del 45.5% en alimentos y la expectativa de actualización tarifaria en el primer semestre ponen un foco de tensión interno en la coalición. La última encuesta de circulación interna que recibió Cristina Fernández de Kirchner muestra que el 70% de los consultados cree que el Gobierno debería ejercer un control más fuerte del precio de los alimentos y un 67% responsabiliza al oficialismo por esos aumentos.

En el primer semestre los precios van a ser más altos que en el segundo porque la actualización del cuadro tarifario y los combustibles va a poner presión inflacionaria”, le confirma a #OffTheRecord uno de los integrantes del equipo económico. Guzmán dio una pauta en Chaco. El ministro de Economía advirtió al campo que preferían no tener que aumentar retenciones, pero no iban a permitir que el shock sea regresivo. ¿Cuánto podría influir un rápido acuerdo con el Fondo? ¿Y si se dilata?

En este marco algunos sectores del oficialismo recuperan el debate sobre las PASO. En términos prácticos, las Primarias Abiertas son un problema para los oficialismos. No sólo por el riesgo de organizar una jornada electoral en medio de una pandemia que no estará ni cerca de terminar sino también por la presión que ejercen los gobernadores que insisten en suspenderlas al menos por un año con dos motivos: el formal y el informal. O el del on y el del off. El argumento del costo de las PASO en un año con un crecimiento de la pobreza récord a nivel mundial es una serenata que suele caer muy bien en los oídos de una buena porción del electorado, pero no es el motivo real del ímpetu de los mandatarios provinciales. El riesgo que las primarias le permitan a la(s) oposición(es) resolver sus diferencias políticas y esto les brinde la posibilidad de verse ganadores el día de la elección es algo que peronistas, radicales, macristas y partidos provinciales prefieren evitar. El primero que se expresó públicamente a favor de la suspensión fue el peronista Sergio Uñac y el domingo lo hizo el radical Gustavo Valdés. “Si van todos juntos acá, el día siguiente se va a leer que me sacaron 15 puntos”, se confió un gobernador oficialista ante #OffTheRecord. 

Sin embargo, la demora global de la producción de vacunas invita a evaluar seriamente la propuesta. Con excepción de Israel, todas las potencias han demostrado dificultades para el acceso a la vacuna o con el operativo de inmunización a sus sociedades. Es difícil pensar que Argentina pueda tener una performance más destacada que, por ejemplo, Alemania.

Macri, Larreta y el Niño Yo no fui

Mientras Martín Lousteau y Gustavo Valdés lo mencionan como parte del pasado y se rodea de figuras a las que en otro momento marginó como Hernán Lombardi, el ex presidente Mauricio Macri regresa el viernes de Villa La Angostura envuelto en una serie de rumores que anticipamos en la última entrega del 2020 y a la que Jorge Fontevecchia en su columna dominical le puso números: catorce millones de dólares. 

Ese sería el monto con el que Macri junto a un pool de empresarios desembarcó en LN+. Fuentes de la industria mencionan a Nicolás Martín Caputo como el encargado de las efectividades conducentes, Marcos Galperín “a título personal, no por MeLi” según una persona al tanto del proceso -aunque desde el entorno del CEO y fundador del exitoso unicornio lo negaron ante la consulta de #OffTheRecord-, la filial argentina de la empresa SC Johnson, el financista habitué de Cumelén y heredero de una de las mayores fortunas del mundo, Eduardo Cohen Watkins, y el empresario todoterreno Alejandro Macfarlane. Esta nueva conformación se sumaría a la presencia que algunos le sindican también al Grupo Techint en el diario de los Saguier a partir de 2018 luego de una operación que llevó un par de años. Así se explicaría que la minuciosa investigación de los Cuadernos de las Coimas omitió a la empresa que preside Paolo Rocca aún cuando estaba mencionada nueve veces por el chofer memorioso.


 
Hasta acá una historia más o menos conocida. Lo novedoso es que al menos dos referentes del PRO de CABA fueron a hacerle el careo a alguno de los presuntos financistas mencionados para pedirles precisiones por la operación y la respuesta que recibieron fue la misma: “Yo no soy, el que está atrás de esto es tu jefe”, en referencia al mandamás porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Desde el entorno del jefe de Gobierno lo niegan con énfasis. Su primer anillo no se atreve a tanto.

Larreta, por su parte, tiene otro problema: la posible candidatura de Patricia Bullrich en CABA. En el peor de los casos, la ex ministra de Seguridad podría encabezar la lista de diputados porteños este año y obtener un porcentaje de votos que la sitúe de inmediato como candidata para suceder a Larreta...o a Alberto Fernández. Un llamado de atención para el jefe de Gobierno, pero también para el resbaladizo Martín Lousteau, cuyas declaraciones sobre Macri generaron rechazo en una figura muy cercana al ex Presidente que a través de WhatsApp reaccionó ante #OffTheRecord: “Estos pibes quieren convocar a Stolbizer, a Lifschitz, ¡están perdidos!”. 

Otra opción podría ser una interna entre Bullrich y el ministro Fernán Quirós. En caso de perder, la titular del partido podría quedarse con el 35/40% de los votos de la interna y por lo tanto el distrito no tendría una jefatura igual de clara que la de hoy. Larreta, sin embargo, ha demostrado habilidad para navegar esas aguas. “Horacio es capaz de convencernos a todos que Patricia es su candidata”, bromeó ante este medio un intendente que conoce bien al jefe de Gobierno.

Bonus track

  • Alberto Fernández habló ayer con Angela Merkel durante 40 minutos y le pidió apoyo en la negociación con el FMI y el Club de París. Merkel tuvo también otra bilateral en tiempos de Covid: con Joe Biden. 

  • La CABA va a hacer las campañas de vacunación en función de las entregas garantizadas de vacunas. Personal de salud, mayores de 70 e institucionalizados en geriátricos, mayores de 60, estratégicos (seguridad, educación), 18 a 60 comórbidos y funcionarios de gobierno, el orden de prioridad.

En el mundo: 98.794.942 casos confirmados y 2.124.193 muertes. Ayer se confirmaron 514.098 casos nuevos (OMS).

En Argentina: 1.874.801 casos confirmados y 47.034 muertes. Ayer se confirmaron 7.578 casos nuevos y 208 fallecimientos (Ministerio de Salud de la Nación y Sala de Situación).

El Ministerio de Salud informó una desaceleración de los casos pero advirtió que el nivel de contagios todavía es elevado. Aerolíneas Argentinas confirmará la fecha del próximo vuelo a Rusia una vez que cuente con la aprobación de todos los actores de la cadena logística para su traslado. 

Moderna asegura que su vacuna es efectiva contra las variantes de la cepa encontrada en Brasil y Sudáfrica. Ucrania denuncia que todavía no recibió ninguna dosis de la vacuna. En esta nota hay resultados alentadores de la vacunación en Israel (como todo dato provisorio tomémoslo como tal)

La Unión Europea volvió a reclamar a AstraZeneca por la demora en la entrega de vacunas y amenaza con bloquear exportaciones de la vacuna fuera del bloque continental. Islandia emitirá certificados de vacunación para circular. El Instituto Pasteur de Francia descartó la vacuna que estaba desarrollando tras no pasar la fase clínica. Nueva York retrasa apertura de más centros de vacunación ante falta de dosis. 

La UE recomendó aislar cualquier ciudad con más de 500 casos cada 100 mil habitantes. Reino Unido exigirá cuarentena obligatoria a quienes ingresen al país. California comenzó a liberar algunas restricciones. Vuelven a saturarse hospitales en regiones de Bolivia. Austria obligará a usar mascarillas de tipo quirúrgico en comercios y transporte público, mientras Francia prohíbe las mascarillas de tela en oficinas. 

Acá un paper encontró señales en Twitter sobre la llegada de la pandemia: evidencia de aumento de conversaciones sobre casos de neumonía antes que estalle la pandemia en los lugares donde luego estalló. Como los animalitos que se van a un lugar alto antes que venga el tsunami. 

Cenital.com

Tan solo tres meses después de la publicación de nuestras últimas proyecciones en octubre, las muertes registradas por COVID-19 se han duplicado hasta rebasar los 2 millones, y nuevas olas han elevado las infecciones por encima de los máximos observados previamente en muchos países. En esos mismos tres meses, diversas vacunas han logrado resultados inesperadamente buenos y varios países han puesto en marcha amplias campañas de vacunación. Mucho de lo que ocurra a partir de ahora depende del resultado de esta carrera entre un virus que muta y las vacunas concebidas para acabar con la pandemia, así como de la capacidad de las políticas para proporcionar un respaldo eficaz hasta entonces. Persiste una excepcional incertidumbre y las perspectivas varían notablemente de unos países a otros.

En el pronóstico de las últimas Perspectivas de la economía mundial (informe WEO) se proyecta un crecimiento mundial para 2021 de 5,5% —0,3 puntos porcentuales superior al pronosticado en octubre—, que se moderará a 4,2% en 2022. La revisión al alza para 2021 refleja los efectos positivos del inicio de la vacunación en algunos países, las políticas de respaldo adicionales aprobadas a finales de 2020 en economías como Estados Unidos y Japón y un previsible aumento de las actividades de contacto personal intensivo una vez que se disipe la crisis sanitaria. Sin embargo, los efectos positivos se ven parcialmente contrarrestados por un cierto deterioro de las perspectivas a muy corto plazo, debido a la moderación de la actividad por la aplicación de medidas para contener la propagación del virus.


La incertidumbre que rodea a este pronóstico es muy elevada. Un mayor avance de las vacunas y los tratamientos y un refuerzo de las políticas de apoyo podrían mejorar los resultados, mientras que una distribución lenta de las vacunas, mutaciones del virus y la retirada prematura de las políticas de respaldo podrían empeorarlos. De materializarse los riesgos a la baja, un endurecimiento de las condiciones financieras podría amplificar la desaceleración en un momento en que el endeudamiento público y de las empresas se encuentra en máximos históricos en todo el mundo. 

Recuperaciones incompletas 

La recuperación del crecimiento proyectada para este año se produce tras el fuerte colapso registrado en 2020. El desplome estimado (-3,5%) es algo menos grave de lo que se había proyectado (-4,4%) gracias a un crecimiento más dinámico de lo esperado en el segundo semestre del año pasado, pero no deja de ser la peor contracción mundial en tiempos de paz desde la Gran Depresión. Dado que el repunte es solo parcial, se prevé que en 2021 más de 150 economías tengan un ingreso per cápita inferior al de 2019. En 2022 la cifra se reduce solo ligeramente a alrededor de 110 economías. La pérdida acumulada de producto proyectada para el período 2020–2025 con respecto a los niveles proyectados antes de la pandemia sigue siendo sustancial, y se sitúa en USD 22 billones.

Amplia divergencia entre países y dentro de ellos

 La solidez de la recuperación proyectada también varía considerablemente entre países, observándose importantes diferencias en las pérdidas proyectadas del producto con respecto al pronóstico previo a la COVID. China volvió a alcanzar el nivel pronosticado antes de la pandemia en el cuarto trimestre de 2020, adelantándose a todas las principales economías. Se proyecta que Estados Unidos supere los niveles previos a la COVID este mismo año, mucho antes que la zona del euro. Puesto que se prevé que las economías avanzadas se recuperen en general más rápidamente, existe el riesgo de que se reviertan los avances hacia la convergencia logrados en los últimos 10 años.  Se prevé que más de un 50% de las economías de mercados emergentes y en desarrollo que estaban convergiendo hacia el ingreso per cápita de las economías avanzadas durante el último decenio se alejen de ese objetivo en el período 2020–2022.

La mayor velocidad de la recuperación en las economías avanzadas obedece en parte a políticas de apoyo más expansivas y al acceso más rápido a las vacunas en comparación con muchos países en desarrollo. Las economías exportadoras de petróleo y las que dependen del turismo se enfrentan a perspectivas especialmente complicadas, dadas las flojas perspectivas para los precios del petróleo y la lenta normalización prevista de los viajes internacionales.

Incluso dentro de los distintos países, la carga de la crisis se ha repartido de forma dispar entre grupos y ha agravado la desigualdad. Las pérdidas de ingresos han sido desproporcionadas entre los trabajadores con un nivel educativo más bajo, los jóvenes, las mujeres y los trabajadores informales. Se prevé que casi 90 millones de personas caigan por debajo del umbral de pobreza extrema durante 2020–21, revirtiendo las tendencias de los últimos 20 años.

Políticas para apuntalar la recuperación y hacerla inclusiva, resiliente y verde

Si las vacunas y los tratamientos también son eficaces ante las nuevas cepas del virus, quizá se logre salir de la crisis con menos cicatrices de lo que se temía y atajar la divergencia de las perspectivas entre países y dentro de ellos. Pero para esto se requerirá una actuación mucho más contundente en el ámbito de las políticas. 

En primer lugar, la comunidad internacional tiene que actuar sin demora para garantizar un acceso rápido y amplio a las vacunas y los tratamientos en todo el mundo, a fin de corregir las profundas inequidades de acceso que existen en la actualidad.  Para ello será necesario acelerar la producción y reforzar el financiamiento del fondo COVAX y de la logística de vacunación en los países más pobres.  Los argumentos sanitarios y económicos a favor de estas medidas son poderosos. Las nuevas cepas del virus son un recordatorio de que la pandemia no terminará hasta que desaparezca en todo el mundo, y estimamos que si se logra poner fin a la crisis más pronto el ingreso mundial experimentará un aumento acumulado de USD 9 billones durante 2020–25, con beneficios para todos los países, incluidos alrededor de USD 4 billones para las economías avanzadas.

En segundo lugar, las ayudas económicas focalizadas en hogares y empresas deben mantenerse en los casos en que las infecciones estén repuntando, para ayudar a preservar los medios de vida y evitar quiebras de empresas que en otras circunstancias serían viables, permitiendo así una recuperación más rápida cuando se levanten las restricciones. En países en los que el espacio fiscal es limitado, se debería dar prioridad al gasto en salud y las transferencias a los pobres. Una vez que las infecciones disminuyan de forma duradera al aumentar la inmunidad ante el virus, las ayudas de emergencia pueden retirarse de forma gradual, endureciendo los parámetros paulatinamente para incentivar la movilidad laboral y para reducir el riesgo de que surjan empresas zombis que menoscaben la productividad.

Si el margen para la aplicación de políticas lo permite, los recursos liberados pueden reasignarse para respaldar la recuperación. Los ámbitos prioritarios incluyen el gasto en educación para remediar los retrocesos sufridos en la acumulación de capital humano, la digitalización para estimular el crecimiento de la productividad y la inversión verde para crear empleo y acelerar la transición a una nueva economía del clima. Un esfuerzo sincronizado de inversión pública verde por parte de las principales economías que disponen de espacio fiscal para hacerlo puede realzar la eficacia de las acciones individuales y potenciar los efectos transfronterizos secundarios a través de los vínculos comerciales.

En tercer lugar, en estos momentos de gran incertidumbre debe garantizarse la estabilidad financiera. La política monetaria debería seguir siendo acomodaticia para apoyar la recuperación siempre que la inflación no constituya un riesgo, vigilando con mucha atención los riesgos que probablemente se derivarán de los niveles históricamente bajos de las tasas de interés. Cuando se retiren las medidas adoptadas con motivo de la pandemia, como la moratoria en los pagos de préstamos, es probable que aumenten las quiebras y las carteras de préstamos en mora, con lo cual los sistemas bancarios que ya son frágiles pueden entrar en situaciones de tensión. Los países deberían formular marcos especiales de reestructuración extrajudicial para agilizar los procesos de quiebra y evitar así que se trabe la generación de crédito. El gasto fiscal y el hundimiento del producto han llevado los niveles mundiales de deuda soberana a máximos históricos. Aunque las reducidas tasas de interés y el repunte del crecimiento proyectado para 2021 estabilizarán los niveles de deuda en muchos países, todos se beneficiarán de un marco fiscal a mediano plazo que garantice la sostenibilidad de la deuda.

Por último, la comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para ayudar a las naciones más pobres a combatir la crisis y evitar graves retrasos en la consecución de sus objetivos de desarrollo sostenible. La marcada distensión de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales mejoró las condiciones de financiamiento para muchos en el mundo en desarrollo. Pero hay otros que se enfrentan a restricciones más severas, y que necesitarán más apoyo internacional en forma de donaciones, préstamos concesionarios y alivio de la deuda, y, en ciertos casos, reestructuraciones directas de la deuda conforme al nuevo marco común acordado por el G-20.

Ante un reto mundial sin precedentes, la comunidad internacional debe actuar ahora para garantizar que la pandemia sea derrotada en todo el mundo, para revertir la divergencia de las perspectivas entre los países y dentro de ellos, y para que en adelante el mundo construya un futuro más próspero, verde e inclusivo.

(Dialogo a Fondo)

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

 



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