Miércoles
29 de febrero de 2020
El
Observatorio de políticas Públicas dependiente del MÓDULO DE
POLÍTICAS ECONÓMICAS Coordinado por Santiago Fraschina, una
iniciativa que hace algo mas de 6 años viene desarrollando una
fecunda taréa de investigación y análisis en el ámbito de la
Universidad Nacional de Avellaneda, consigno en su último informe un
panorama de las medidas tomadas por el ejecutivo Nacional en
referencia a la inversión social, en el primer trimestre del año,
debido a la cuarentena preventiva y obligatoria decretada en razón
de la pandemia que afecta al planeta.
En
su Introducción consigna el informe que “ El aislamiento general
y obligatorio decretado por el gobierno nacional el 19 de marzo del
corriente debido a la crisis sanitaria desatada a nivel mundial por
el coronavirus golpeó la economía doméstica, que de cualquier
manera hubiese sido fuertemente afectada por una crisis mundial
generalizada, como puede observarse en otros países que no tomaron
un aislamiento preventivo de manera temprana. Estados Unidos y Brasil
como ejemplos paradigmáticos de éste último caso.
El freno a la
actividad comercial y productiva, como consecuencia de la pandemia de
proporciones inéditas en al menos el último centenio, redunda en
una contracción de la actividad económica. La caída del consumo de
bienes y servicios “no esenciales”pulverizólos ingresos de
muchas unidades productivas, erosionando su normal funcionamiento y
poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo. Asimismo, la
recaudación impositiva se vio afectada por la reducción del
comercio a niveles mínimos, lo que derivó en un desfinanciamiento
del Estado en todos sus niveles. En el corto plazo, si el riesgo
sanitario persiste, la incertidumbre seguirá reinando. En este
marco, la presencia del Estado es fundamental, no sólo para mitigar
las consecuencias de este shock externo, sino también para empezar a
construir un sujeto social que una a la sociedad en un contexto de
crisis.
El Gobierno Nacional tomó cartas en el asunto: se ha
incrementado el gasto público para combatir y mitigar los impactos
económicos y sociales que está causando la mencionada crisis
sanitaria yeconómica. Durante este primer mes de aislamiento
obligatorio se fueron anunciando distintas medidas expansivas, tanto
fiscales como monetarias. El primer paquete anunciado, a fines de
marzo, proyectó desembolsar $555.550 millones, equivalente al 2,5%
de PBI actual, y entre las medidas impulsadas se encontraban créditos
a tasa de 24% para pagar salarios, rebaja de contribuciones
patronales, ampliación de Programas de Recuperación Productiva
(REPROS), construcción de 8 hospitales modulares de emergencia (que
hoy son 12), bonos para trabajadores de la salud y fuerzas de
seguridad, aumento de la obra pública, un Ingreso Familiar
Extraordinario (IFE) de $10.000 (que alcanzó a 7,8 millones de
familias), nuevos bonos extraordinarios para jubilados y pensionados
que perciben el haber mínimo y prestaciones adicionales para
beneficiarios de Asignación Universal por Hijo (AUH) y Asignación
Universal por Embarazo (AUE).Con el avance de las crisis, y luego de
varios problemas con los bancos que inicialmente habían prestado a
solo al 20% de las pymes (según la UIA), el gobierno amplió la
ayuda a las empresas a través de un canal directo como el Programa
de Asistencia de Emergencia para el Trabajo y la Producción (ATP).
Este consiste en el pago de un salario complementario para el sector
privado afectado por la pandemia (50% a cargo del Estado), además de
impulsar créditos directos a trabajadores autónomos y
monotributistas a tasa cero y un aumento del seguro de desempleo de
$6.000 a $10.000, con extensiones hasta junio y octubre, para algunos
casos.
La
caída del consumo de bienes y servicios “no esenciales”pulverizó
los ingresos de muchas unidades productivas, erosionando su normal
funcionamiento y poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo.
La
recaudación impositiva se vio afectada por la reducción del
comercio a niveles mínimos, lo que derivó en un desfinanciamiento
del Estado en todos sus niveles.
El
Gobierno Nacional ha incrementado el gasto público para combatir y
mitigar los impactos económicos y sociales que está causando la
mencionada crisis sanitaria y económica.
El
primer paquete anunciado, afines de marzo, proyectó desembolsar
$555.550 millones, equivalente al 2,5% de PBI actual.
Entre
las medidas impulsadas se encontraban créditos a tasa de 24% para
pagar salarios, rebaja de contribuciones patronales, ampliación de
Programas de RecuperaciónProductiva (REPROS), para el sector
productivo.
Asimismo,
se anunció la construcción de 8 hospitales modulares de emergencia
(que hoy son 12), bonos para trabajadores de la salud y fuerzas de
seguridad, aumento de la obra pública, un Ingreso Familiar
Extraordinario (IFE) de $10.000 (que alcanzó a 7,8 millones de
familias), nuevos bonos extraordinarios para jubilados y pensionados
que percibenel haber mínimo y prestaciones adicionales para
beneficiarios de Asignación Universal por Hijo (AUH) y Asignación
Universal por Embarazo (AUE).
El
gobierno amplió la ayuda a las empresas a través de un canal
directo como el Programa de Asistencia de Emergencia para el Trabajo
y la Producción (ATP).
La
ATP consiste en el pago de un salario complementario para el sector
privado afectado por la pandemia (50% a cargo del Estado), además de
impulsar créditos directos a trabajadores autónomos y
monotributistas a tasa cero y un aumento del seguro de desempleo de
$6.000 a $10.000, con extensiones hasta junio y octubre, para algunos
casos.
En
total, el nuevo paquete, al que se suma un incremento en la obra
pública ($7.000 millones más de lo anunciado al principio), el
diferimiento de créditos ANSES, impulso del PROCREAR, refuerzo de
planes sociales y alimentos a comedores, créditos para parques
industriales, entre otros, representa un gasto público de $857.900
millones (incremento del 54% con lo presupuestado inicialmente) y
alcanza un 3,85% del PBI.
La
siguiente infografía analizará en profundidad el esfuerzo fiscal
llevado a cabo por el ejecutivo nacional para amortiguar los efectos
del confinamiento. (
https://mcusercontent.com/219db79b15bd598643ad6537b/files/75303647-41d8-4a1e-b9c0-c234e9ea8f2f/Infografi_a_Medidas_Contra_la_Pandemia.pdf)
La
pandemia del Covid-19 ha generado repercusiones en el sector de la
salud pero también en el ámbito económico. Sebastián
Schulz, sociólogo e investigador, becario doctoral
de CONICET, e investigador del Centro de Estudios Chinos de la
Universidad de La Plata, responde preguntas en la siguiente
entrevista:
-¿Qué
significa la baja abrupta del precio del petróleo en el orden
mundial y qué implicancias tiene a futuro?
–Nos
despertamos con esta caída histórica del precio del barril del
petróleo. Hay que hacer algunas consideraciones para tener lecturas
más complejas y alejadas de las tapas sensacionalistas de los
diarios. Primero, lo importante es conceptualizar y poner blanco
sobre negro. Específicamente lo que pasó: el petróleo que se
cotiza en un lugar específico que se llama West Texas Intermediate
conocido como WTI, es el precio de referencia norteamericano. El
martes vencían los plazos de las ventas de petróleo a futuro y
producto de la situación actual- que se expresa en el coronavirus-
una merma en la producción industrial y un conjunto de pujas
geopolíticas que produjeron este derrumbe, el precio del petróleo
cerró a casi 40 dólares en negativo. Sin embargo, el precio de lo
que se llama el Petróleo Brent, que es el petróleo del mar del
norte europeo -que se cotiza en Europa- tuvo un descenso importante
pero terminó cerrando a un poco más de 25 dólares por barril. Y la
cotización del petróleo estadounidense WTI, se espera que en junio
suba a 22 dólares y la tercer cotización anual en setiembre, se
espera que supere los 30 dólares. Igualmente esto sigue siendo bajo,
teniendo en cuenta que el promedio del año pasado -de la venta de
petróleo- estuvo entre los 60 y 70 dólares. La extracción del
petróleo de esquisto en los Estados Unidos, que se obtiene mediante
el fracking, tiene un alto costo y no se puede vender o no es
rentable venderlo a menos de 50 o 55 dólares. Y estamos diciendo que
en setiembre se espera a que llegue a 30 dólares.
La
pandemia del coronavirus, la ralentización del crecimiento y la
crisis de la producción provocó que la demanda del petróleo
disminuya rápidamente. Sin embargo, hay un conjunto de pujas
políticas porque tanto Rusia como Estados Unidos -dos actores
importantes en la comercialización de energía- empezaron a producir
más petróleo y esto también generó una caída del precio que
afectó a estas empresas. Cuando uno se pone a ver ¿cuáles fueron
las compañías más afectadas?, porque esto no afecta a todos por
igual. En general, aparecen algunos nombres de compañías
norteamericanas o globales que operan en el mercado de Texas y la
gran mayoría están radicadas en Delaware, el paraíso fiscal más
grande del mundo. Entonces vamos a ver cómo esta crisis del petróleo
que tiene que ver con la pandemia del coronavirus, muestra lo que
estaba escondido en una burbuja especulativa -que se infló 10 veces
más respecto de la crisis del 2008- y que está apunto de estallar.
Entre estas empresas la más perjudicadas son la Noble Energy,
Marathon Oil, Halliburton, Whiting Petroleum -que se declaró
directamente en bancarrota-, la ExxonMobil también muy perjudicada.
Todas estas empresas están fuertemente orientadas a la extracción
de petróleo y gas de esquisto en Estados Unidos y en el NAFTA
(Tratado de Libre Comercio de América del Norte que incluye a 3
países: Canadá, Estados Unidos y México ), por eso están tan
comprometidos con esta fuerte baja”.
-¿Cómo
inside sobre aquellos estados que asientan su economía interior en
base al petróleo? Hay una paradoja, sabemos que le va a pegar fuerte
a Venezuela. Pero ¿por qué Arabia Saudita apretó el acelerador en
la producción el mes pasado?, ¿por qué algunas naciones
participaron, siendo propietarias de enormes reservas petrolíferas,
de este exceso de producción que determinó- entre otros factores
más políticos- una caída extrema del precio? y ¿cuál es la
ventaja para naciones cómo Rusia o cómo Arabia Saudita, el haber
co-participado de esta situación?
–Es
muy interesante la pregunta. Muy atinada porque hace al nudo de la
cuestión, que es lo que está en juego. Porque esto no es un
problema del mercado, ni siquiera se está discutiendo simplemente el
precio del petróleo. En realidad, hay un conjunto de
reacomodamientos y lo que está puesto en jaque -pero queda expresado
más que nunca- es el sistema petrodólar que se construyó en 1973,
y que pone esta complementación entre Estados Unidos -en tanto
potencia productiva a nivel mundial que expresaba más del 40% del
PBI mundial- y Arabia Saudita -el principal productor de petróleo
del planeta- en donde todo el mundo que quisiera comprar el petróleo
tenía primero que adquirir dólares para después comprarlo. La
crisis del patrón dólar y el establecimiento del petrodólar que
hace a la hegemonía unipolar continentalista norteamericana, es lo
que de alguna manera se está discutiendo desde el 2014 hasta la
actualidad. Y que se expresa en esta crisis del precio del petróleo.
Hay
un conjunto de actores que están siendo parte de la puja -en el
marco de esta crisis del petróleo- dos de los cuales son Rusia y
Arabia Saudita. Y cuando la gran parte de las empresas
norteamericanas empiezan a plantear la necesidad de bajar la
producción de petróleo para sostener el precio -porque si el precio
baja las hace insostenibles-, Arabia Saudita y Rusia, en algo que
parece una disputa pero parece más un acuerdo que otra cosa,
empiezan a aumentar su producción y eso es un golpe muy fuerte a las
empresas norteamericanas. Después, otro actor es Donald Trump que
acuerda con Rusia y con Arabia Saudita el descenso progresivo de la
producción. Pero en realidad, lo que se deja traslucir es que Trump
de alguna manera ya cerró algunas empresas norteamericanas para que
el derrumbe del precio lo paguen determinadas empresas y no otras.
Que es algo parecido a lo que pasó en el 2008 con la crisis
financiera global, donde estalló la burbuja y el gobierno
norteamericano -en ese entonces también bajo el mando republicano-
ya tenían decidido a qué bancos iban a salvar y a que bancos iban a
dejar caer. Pareciera que está pasando algo de eso. De hecho, Trump
publicó en su twitter que estaba agradecido a Rusia y a Arabia
Saudita por cerrar ese acuerdo. Y hoy, después del martes negro,
Trump publica que nunca va a dejar caer a la industria del petróleo
norteamericano y que ha dado órdenes al secretario de Energía para
que formulen un plan para salvar a algunas compañías nortamericanas
que han sufrido esta crisis.
-Tomando
en cuenta la estructura productiva china, que necesita ingentes
cantidades de petróleo y no tiene una producción propia, ha tenido
en Irak, en Irán y en Rusia algunos proveedores adecuados. ¿China
se beneficia debido a su voracidad petrolera con este nuevo precio?
–Lo
que la mayoría de los indicadores señalan, es que China de a poco
está retomando su carrera productiva, de a poco está saliendo del
parate productivo por el coronavirus, está poniendo su industria a
funcionar y no es un dato menor. China -hoy- es el taller del mundo,
el motor del mundo y también el principal consumidor de petróleo.
China es un actor central en esta disputa. Trump, Arabia Saudita y
Rusia son actores centrales. Pero el gran actor que está poniendo en
crisis la forma de ordenar el mundo -después de la caída de la
Unión Soviética- es China. Y como decías, es uno de los
principales consumidores de energía pero no la tiene en su
territorio, la tiene que traer de otro lado. En este marco,
claramente, China se consolida porque Arabia Saudita vende petróleo
en dólares, pero se lo vende a China y no a los Estados Unidos.
Entonces, Rusia es un aliado clave de China al igual que Irán, son
socios claves de China en la ruta de la seda. Lo mismo Venezuela, son
aliados estratégicos de China.
-Irán,
si bien tiene un proyecto industrial apreciable, no ha terminado de
diversificar su economía a punto de tener un proyecto económico
integral, pero lo está desarrollando. Esto de ser aliado de China,
implicaría que a pesar de la baja de los precios, ¿China no dejaría
caer la economía de sus aliados, esa sería la idea básica?
–Es
una crisis del petróleo que está afectando principalmente al
mercado estadounidense y dentro de eso, se está viendo que las
principales afectadas van a ser las transnacionales que operan en
Estados Unidos. Ni siquiera las empresas más cercanas al Partido
Republicano. En ese marco hoy el principal blanco tanto de Trump, de
Rusia, de Arabia Saudita, como de China son estas transnacionales
globales. Esta caída va empezar a atenuarse y China va ser una de
las favorecidas porque se empieza a poner en crisis el patrón del
petrodólar, del petróleo anclado en el dólar. Y empezarán a ganar
terreno otras propuestas empujadas por China, por Rusia, por sectores
del estado hindú y por Sudáfrica, que tienen que ver con consolidar
un esquema monetario comercial financiero alternativo. Y en esto es
muy importante el rol de Europa, porque acá también se está
jugando qué rol toma Europa -principalmente Alemania y Francia- en
esta puja. Por un lado, Europa tiene mucha dependencia del gas
norteamericano- que es un gas muy caro- pero por otro lado, está
construyendo el gaseoducto Nord Stream 2 que es mucho más barato
para Europa. Pero que todo el tiempo recibe palos en la rueda por
parte de los Estados Unidos.
-Consultado
por la audiencia: ¿qué significa, cotización negativa del
petróleo?
–Cotización
negativa significa que Estados Unidos tiene una determinada capacidad
de almacenamiento del petróleo, porque este se vende generalmente a
futuro. Primero se almacena y después se vende. Lo que está
pasando es porque la producción mundial está parada, recién
China está empezando a poner en funcionamiento su producción.
Estamos todo el mundo en nuestras casas, básicamente. Las reservas
de petróleo empiezan a llenarse, entonces las empresas petroleras
siguen produciendo petróleo pero ya no tienen donde guardarlo y es
ahí, cuando el precio empieza a descender. Quiere decir que te
empiezo a pagar para que te lleves parte de lo que yo tengo y para
que yo pueda seguir acumulando. Porque sino, las opciones serían
parar la producción- que en el caso de la producción de petróleo
no se puede parar- o empezar a tirar petróleo a la basura. Eso
quiere decir cotización negativa y fue lo que pasó, de a pocos se
está empezando a recuperar y el precio se está levantando.
-¿Cuál
será el rol del litio en el futuro?
–Tiene
que ver con la disputa central que hoy está llevando adelante
Estados Unidos y China, que es la carrera tecnológica. Hoy lo que se
está discutiendo es ¿cuál va a ser la potencia que va encabezar
los avances tecnológicos, lo que se llama la cuarta y la quinta
revolución industrial con los algoritmos, el big data, el 5g, los
microprocesadores, las computadoras, los teléfonos, smartphones y
los celulares. Es una disputa muy fuerte entre Estados Unidos y China
para ver quién encabeza, porque de alguna manera el que encabece va
a poner los estándares sobre los cuales el resto del mundo se va a
tener que regir. Y gran parte de esos componentes requieren del litio
y una de los principales reservas de litio del mundo está en América
latina- en el triángulo entre Bolivia, Argentina y Chile- y creo que
no es casual el golpe de estado en Bolivia contra Evo Morales, para
correr a Bolivia de la alianza estratégica con China y volver a
subordinarla a los intereses norteamericanos.
-¿Si
baja el petróleo por qué no baja la nafta?
–El
mercado no funciona como nos lo explicaron. El capitalismo se basa en
eso. Hoy, más que una guerra de precios es una disputa
geoestratégica para que determinados actores empiecen a perder y
queden rezagados frente a otros. La crisis financiera del 2008,
nosotros la vimos como una gran crisis que tuvo un impacto muy fuerte
en la economía y después hubo un conjunto de realineamientos, uno
no lo sintió muy fuerte en su vida cotidiana. Acá, lo que se está
tratando es que determinadas empresas, determinadas compañías y
determinado patrón monetario queden derrotados frente a un patrón
nuevo. Ahora, la principal potencia en ascenso es la República
Popular China. Su moneda, el yuan, es la principal compradora de
petróleo y a su vez tanto China como Rusia están comprando grandes
cantidades de oro y también, son los principales productores de oro.
Entonces están anclando sus monedas en el oro”.(
http://laseñalmedios.com.ar/2020/04/25/petroleo-y-pandemia-china-se-convierte-en-la-locomotora/)
Un
reordenamiento de la economía global dentro del sistema solo será
posible apalancando las monedas nuevamente en las reservas en oro y
consolidando los servicios e intangibles en el Bitcoín o algunas
otras monedas virtuales que hayan probado su solvencia y robustez …
el dólar se diluirá con las deudas condonadas (Impagables frente a
tamaña marcha atrás de los intercambios comerciales ) y los bancos
deberán reducir sus activos y apostar a reactivar las economías
locales y nacionales para evitar revueltas masivas y grupos sociales
alterados que no podrán ser detenidos si se continúa en este
irracional camino de transformar la economía globalizada en una
timba donde unos pocos tienen asegurado ganancias de por vida y por
varias generaciones hacia delante mientras el resto de los mortales
quedan sujetos a la suerte del bolillero que juega con su salud,sus
bienes, esfuerzos y ahorros …
La
post pandemia será mas cooperativa y menos competitiva, mas
solidaria y menos egoísta, mas inclusiva y menos oligopólica y
concentrada o se convertirá en un caos de consecuencias
impredescibles ya que no hay un modelo alternativo al Capitalismo que
ya huele a muerto ...
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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