Lunes
6 de abril de 2020
La
pandemia pone en conciencia muchas cosas que cuestionan las formas en
que vivimos y actuamos. También saca a relucir eso que nos
constituye como individuos y el grado de capacidad de sentir y pensar
de modos coherentes y humanizados frente a tanta bestialidad alentada
por intereses concretos de grupos de poder y por la idiotez propia de
mucho humano que cree que su individualidad esta mas allá de
cualquier compromiso con la sociedad, con la geografía y con los
otros que allí cohabitan.
Es
obvio que en materia de orden social es el Estado el primer
responsable, lo que resulta contradictorio es que en estos tiempos se
demande del Estado una perfección que es no solo imposible por la
imposibilidad humana de la perfección, sino porque ademas durante
cuatro años se ha alentado la idea del Estado mínimo y de quitarle
recursos y capacidades de intervención al Estado en materia social y
económica.
No
he escuchado ni leído respecto a quienes no hace mas de dos meses
defendían al gobierno saliente y postulaban reducciones del Estado y
achicar el gasto publico y que hoy desvían las cuestiones
importantes intensificando operaciones contra la política y los
políticos, el Estado y las decisiones de gobierno y que importe mas
la vida que la economía en las decisiones políticas del Estado
Nacional, atizando “cacerolazos” como si el problema de la
ineficiencia del Estado proviniera exclusivamente del nivel de
ingresos de los políticos y no de un Sistema de reparto impuesto por
quienes en sus libertades individuales concentran fortunas a costa y
expensas del trabajo de muchos, y que conforman esa “invisible
mano” del mercado que se sostiene en las ganancias especulativas
financieras y que se ven hoy en “grave peligro” por el parate
económico que supone el cuidado publico respecto a una pandemia de
consecuencias aún imprevisibles.
#Noalacosoporcovid.
“No naturalicemos la violencia.
Nadie
tiene por qué atacarte por tener coronavirus”, dice Marisol San
Román, muy activa en las redes sociales con una campaña contra el
acoso y la discriminación a las personas que padecen coronavirus. Es
que el bullying no solo se da contra personal de la salud sino contra
las propias víctimas de esta enfermedad, e incluso persigue a
aquellos de quienes se sospecha podrían estar contagiados. “El
escrache y el acoso a las personas que tienen coronavirus, lo único
que va a generar, es que nadie se quiera hacer los test. Nos vamos a
perjudicar todos si esto pasa”, advierte la paciente número 130
del coronavirus.
“No
hay que buscar enemigos. El enemigo invisible ya está, no hay que
buscar culpables, hay que intentar no contagiarnos más”, dice
Marisol. Esta joven de 25 años se presenta como cientista social.
Vive en Boedo pero ahora está haciendo la cuarentena en Vicente
López, en la casa de su padre.
Marisol
estaba haciendo una maestría en España y se volvió cuando se
desataron las primeras alertas de la pandemia. A los días de estar
en Buenos Aires, supo que tenía coronavirus. “Respeté la
cuarentena, no contagié a nadie”, aclara, por las dudas, porque
desde que hizo pública su enfermedad a través de un video el 19 de
marzo, además de mensajes de apoyo, no dejó de recibir insultos y
agresiones: “por tu culpa nos vamos a morir”, “ojalá te
mueras”.
Dos
días atrás se decidió a hacer una denuncia por “ciberacoso
agravado por violencia de género” en el Ministerio Público Fiscal
contra un hombre, porque sintió que el mensaje iba más allá de una
puteada lanzada al viento virtual. “Me dijo ‘hija de re mil
putas, dejá de mentir, dejá de hacer esto para hacerte famosa, sos
una ciberpelotuda, farsante’. Le pedí que no me insultase y le
advertí que si seguìa el acoso, lo iba a denunciar. Me contestó
‘sé donde estás, estás adentro de tu casa, cagándote de risa,
te voy avisando que no vas a hablar más’. No sabés si es un loco
que quiere matarte o solo te quiere asustar”, contó Marisol.
Lo
cierto es que este hombre logró asustarla. “Esa situación me
angustió muchísimo, porque acabo de salir de tres internaciones,
fue muy feo, me asusté mucho, me dio miedo. No me pareció un
mensaje más”, cuenta a este diario.
-¿Por
qué decidió hacer pública su historia?
-Porque
me pareció que era la mejor forma de concientizar sobre lo que
estaba pasando. Tenemos que hacer que la gente tome conciencia de que
esto no es una gripe, que le puede pasar a cualquiera. Es muy duro.
Tengo un cuadro complicado. Tengo escrito en la pared “voy a
vivir”, no sé si lo voy a lograr. La forma que usé para canalizar
todo esto es ayudar a los demás.
Leprosa
En
más de un mensaje a Marisol le dijeron leprosa. Algo del estigma que
históricamente se asoció a esa enfermedad parece activarse con el
coronavirus. La persona que la padecía en la Edad Media no sólo
sufría el dolor físico, sino que también era condenada a la
marginación hasta su muerte. Debía aislarse y llevar cencerro o
golpear unas maderas para avisar que tenía lepra, por si se cruzaba
con alguien en los caminos. En
el Levítico, se llama “inmundos” a los que la padecen y ordena
su humillación pública:
“Y el leproso en quien hubiera llaga llevará vestidos rasgados y
la cabeza descubierta, y embozado deberá pregonar: «¡Soy inmundo!
¡Soy inmundo!”.
Al
coronavirus y la lepra los une el espanto. El clima de persecución
ciudadana generalizado, en algunos casos llega al acoso, la amenaza y
el escrache. De acuerdo a las consultas recibidas desde el 20 de
marzo pasado en los whatsapp de guardia de la Dirección de
Asistencia a la Víctima del Instituto Nacional contra la
Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), el 46,46% de los
llamados fue para buscar información sobre diversos temas
relacionados con la pandemia. Mientras que el 53,54% fue para
denunciar alguna situación discriminatoria.
En
los últimos días “comenzamos a notar un incremento en los casos
de discriminación por ser positivo en coronavirus, o aún por ser
algún familiar positivo. En algunos casos, vecinos que “escrachan”
y acusan a personas de estar infectados, y en otros en casos personas
a quienes les dio positivo el test pero que obtuvieron el alta
hospitalaria. En estos casos se denunciaron insultos a estas personas
y sus allegados por parte de sus vecinos”, informaron desde el
organismo.
La
semana pasada se supo que Tomás Duarte, un joven rosarino, fue
escrachado en las redes sociales luego de recibir un llamado falso en
el que le comunicaron que su test de coronavirus había dado
positivo. El 21 de marzo Tomás empezó con fiebre y llamó a su obra
social. Al día siguiente el Sistema Integrado de Emergencias
Sanitarias (SIES) fue a hacerle el hisopado para descartar Covid-19.
Lo hicieron salir a la vereda y se lo practicaron en la puerta de la
casa, a la vista de toda la gente que circulaba en la avenida donde
reside y en la farmacia contigua.
"A
los días me llega un llamado que confirmó mi hisopado, que tenía
que aislarme y contarle a las personas con las que me vi.
Paralelamente ya estaba circulando mi foto, mi dirección, ¡audios
donde contaban cosas de mi vida! Cuando abro mi Instagram, tenía
insultos de personas que decían que yo volví de Miami y no respeté
la cuarentena, y que me iban a venir a prender fuego la casa,
mensajes al negocio. Tuve que aclarar que estaba en cuarentena y que
el test me había dado positivo”, explicó Duarte. Finalmente,
después de días de angustia por la cantidad de mensajes que le
llegaban por las distintas redes sociales, supo que simplemente tenía
anginas.
(…)
Al
día diez de la reclusión, tuvo fiebre y diarrea, por lo que fue
trasladada en ambulancia para descartar que tuviera el virus. A la
vuelta, un vecino, que ya la había agredido cuando supo que su hijo
venía del exterior, volvió a la carga contra ella y a los gritos le
exigió que le diera un certificado médico de su estado de salud.
Por otro lado, en Córdoba, un hombre fue llevado a un hospital por
una úlcera y cuando regresó, en el chat del barrio algunos audios
aseguraron que tenía coronavirus y debía cumplir cuarentena. Sus
vecinos compartieron información privada de él y toda su familia, y
alentaron la persecución .
Todes bajo sospecha
Quienes
trabajan en el sistema de salud tampoco la están pasando bien. El
jueves un consorcio de Belgrano intimó a una médica a no circular
por el edificio y el viernes pasó lo mismo en Venado Tuerto. Dos
médicos que hacen su residencia en cirugía en el Hospital Gutiérrez
de Venado Tuerto y viven en edificio ubicado en Pellegrini 938 se
encontraron con un mensaje amenazante fijado en el ascensor del
edificio: “Si
sos médico, farmacéutico y/o trabajás en el servicio de salud...
Andate!! Nos vas a contagiar a todos”. Los médicos atribuyeron la
reacción al miedo.
“El
miedo genera modos horrorosos de actuar y puede sacar lo bueno o lo
malo de cada uno. Estos son momentos donde algo de 'lo humano' tan
especifico y que nos distingue, supuestamente, por sobre otras
especies, parecería diluirse dejando lugar al “sálvese quien
pueda”, en vez de un “nos salvamos juntos”, explica a este
diario Sandra Bernabó, psicóloga y psicoanalista, que se desempeña
en el sistema público de salud de la ciudad de Buenos Aires y en
consultorio privado.
Ella
misma siente que quienes trabajan en el sistema de salud son vistos y
tratados como si fueran “el virus caminando”. Por eso llama a una
reflexión en relación a lo que está sucediendo con el personal de
salud (las profesiones, técnicos y administrativos, así como
también el personal de limpieza): “Paradójicamente se aplaude y
se llama héroes a aquellos a quienes luego se discrimina y
estigmatiza. Y es que si alguien carga con el estigma, entonces el
resto queda limpio”, analiza.
“La
angustia nos toca a todes, la cuestión es lo que hacemos con la
angustia, y eso es lo que nos diferencia. En este punto, hay mucho
para trabajar desde lo singular y subjetivo. 'Vomitar' la angustia
afuera no debería ser la alternativa”, dice. Lo que está claro es
que instalar la lógica de la catástrofe nunca salva a nadie. “Las
lógicas de cuidado y cautela, tanto en nuestras acciones como en la
información, son imprescindibles. Revisemos lo que recibimos, lo que
reenviamos, y cuál es el sentido de hacer circular mensajes que
potencian malestares”, aconseja la profesional.
De
excesos y represiones
A
quince días de vigencia del aislamiento obligatorio, es enorme la
cantidad de hechos represivos que se han documentado, protagonizados
por fuerzas de seguridad federales, provinciales y de la Ciudad.
Los
recursos tecnológicos disponibles han permitido registrar desde
detenciones arbitrarias de personas que realizaban actividades
permitidas, como aprovisionamiento de alimentos o remedios y
asistencia a mayores y niñxs, hasta francos hechos de imposición de
tormentos o de uso de armas de fuego, y las redes sociales
habilitaron su difusión. La prensa independiente, autogestiva y
comunitaria es uno de los principales canales de difusión de estos
hechos, junto a las organizaciones antirrepresivas y de DDHH, con el
aporte invalorable de personas que logran fotografiar o filmar las
diferentes situaciones, o simplemente se comunican para dar su
testimonio.
La
difusión masiva de las denuncias, que abarcan todas las fuerzas y
todo el país, logró resquebrajar un poco el muro de invisibilidad y
naturalización de la represión, al punto que el gobierno y la
prensa hegemónica han comenzado a reconocer esos hechos. Hoy, por
ejemplo, el diario La Nación titula “Control en las calles: fue
creado un protocolo para evitar la violencia policial”. Allí,
además de mencionar varios episodios concretos, se anuncian algunas
medidas oficiales, como el protocolo comunicado por el Ministerio de
Seguridad de la Nación a las fuerzas federales, en el que se
recuerda a los agentes “que
los ciudadanos están autorizados a filmar los operativos policiales”
y les prohíbe realizar “detenciones
compulsiva, traslados a comisarías o alcaidías sin informar a
funcionarios judiciales”
y “la
dispersión a bordo de vehículos o motocicletas de personas que se
encuentren en la vía pública”.
Más
allá de lo tardío y obvio de las instrucciones, ese protocolo es un
primer reconocimiento expreso de que, como lo dijimos desde que se
anunció el despliegue policial y de las demás fuerzas, la situación
de excepción potenció el voltaje represivo existente, y lo llevó a
niveles extraordinarios. Informa también la nota, así como otras de
similar tenor en Infobae, Ámbito y muchos diarios provinciales, que,
en videoconferencia con titulares de todas las carteras de Seguridad
del país, la ministra nacional, Sabina Frederic, les pidió “que
instruyan a las fuerzas de seguridad de las provincias a no avanzar
sobre los derechos y garantías de los ciudadanos y evitar todo tipo
de maltrato, violencia u hostigamiento a las personas”.
El
mérito es todo de la conciencia y el valor de quienes realizan los
registros y los comparten, acompañado por el trabajo mancomunado de
las organizaciones que los sistematizamos y difundimos. Por eso, a
continuación resumimos los últimos reportes recibidos por CORREPI:
Lxs
trabajadorxs de la fábrica de alimentación Felfort denuncian que la
patronal sigue priorizando las ganancias por sobre su protección,
obligándolxs a ir a trabajar en medio de la crisis sanitaria, cuando
no producen alimentos esenciales, sino golosinas y huevos de pascuas.
La
policía de la Ciudad interceptó, en la autopista Perito Moreno, un
micro que provenía de Mendoza, con 51 personas a bordo, en su
mayoría europeas, que se dirigía a Retiro. Todo el pasaje,
incluidos los dos choferes, que relataron que personal de gendarmería
escoltó el vehículo hasta salir de Mendoza, con un supuesto
salvoconducto oficial, quedó detenido, a disposición del juez
federal de turno, el que ordenó su traslado a hoteles para cumplir
la cuarentena. Como ya ocurrió con el micro que venía de Jujuy, hay
fuertes contradicciones entre la versión del gobierno nacional y el
provincial sobre cómo se originó el traslado.
Desde
Santiago del Estero nos llegó la denuncia de lo padecido por un
adolescente que estuvo detenido en instalaciones del Tiro Federal por
más de 12 horas, sin agua, comida ni un lugar adecuado para
descansar.
En
CABA, una vecina que estaba mirando por su ventana en un piso alto de
la calle Esmeralda al 500 vio a varios policías de la Ciudad que
rodeaban a un hombre en situación de calle, que estaba guarecido en
el umbral de un comercio cerrado. La mujer logró filmar los golpes y
patadas que le propinaron cuando intentaba recoger sus mantas. Al
mismo tiempo que registraba la escena en su celular, la vecina les
gritó para que dejaran de pegarle. El policía que estaba propinando
las patadas la insultó y le tomó fotografías para intimidarla.
El
Observatorio de la Situación de Salud, Socio Ambiental y Educativa
de niños, niñas y adolescentes de Sierras Chicas, junto con
organizaciones, difundieron un comunicado en el que denunciaron
graves hechos, que se suman a los ya informados en esa zona
cordobesa, especialmente en Cerro Azul, Agua de Oro y Villa Animí.
En
un barrio de la ciudad de Jujuy, la policía golpeó hasta tirar al
piso a una mujer que había salido a buscar provisiones con su bebé
en brazos. Varixs vecinxs empezaron a gritar para defenderla, y
lograron registrar la escena en un video. Recién entonces, al ver
que los estaban filmando, cesó la paliza.
En
Zárate, Leila López, una joven transgénero, difundió por redes
sociales un pedido de ayuda, ya que los porteros y un vecino gendarme
del edificio donde vive no le permiten salir del departamento ni
siquiera a comprar alimentos, mientras la insultan por ser trans y el
gendarme la amenaza con meterla presa.
Un
joven integrante de la murga Lxs Imparables de Cuartel V, en el oeste
del conurbanos, fue detenido junto otro compañero cerca de la Parada
La Sonia (José C. Paz). “Nos
levantaron a eso de las 18:00 en la esquina de la casa donde estamos
viviendo, veníamos de comprar con mi amigo. No hicieron preguntas,
ni nos dejaron hablar, doblaron en la esquina y nos apuntaron con una
escopeta, nos pusieron contra el patrullero, nos esposaron y nos
metieron en el móvil”,
relató. El patrullero dio unas vueltas por el barrio, los policías
detuvieron a otro muchacho y los llevaron a los tres a la comisaría
3ª de José C. Paz. Una vez allí, los metieron en la cocina, donde
ya había otros nueve detenidos, a los que se sumaron otras personas
en las siguientes horas, plagadas de insultos y amenazas. Alrededor
de las diez de la noche, ingresaron a un muchacho de unos 20 años,
que se reía y no podía contestar preguntas por los nervios que
tenía. Lo obligaron a desnudarse y hacer sentadillas ante la mirada
angustiada de los demás presos. Otros dos pibes fueron forzados al
mismo tormento en el curso de la madrugada, hasta que, poco a poco,
los fueron liberando, todos notificados de la formación de causa
penal.
En
Ituzaingó, seis motos policiales persiguieron a un chico, también
en moto, que volvía a su casa. Lo apuntaron con sus armas y
golpearon cuando ya estaba frente a su casa.
CORREPI
sigue alerta para difundir todas las denuncias. Mandanos tu
testimonio, audio, foto o video.
La
organización y la solidaridad popular siguen siendo nuestras
herramientas para defendernos.
Cuidémonos
colectivamente, del virus y de la represión.
La
salida es la organización colectiva y popular.
La
Argentina post Macri,
No
era un virus, pero generó una catástrofe de dimensiones mucho mayor
que la actual, duró cuatro años. A pesar de todas las denuncias
realizadas en su momento, no hubo cuarentena ni aislamiento político
obligatorio, ni nadie fue a votar con barbijo. Sería interesante
hacer la lista de los portadores sanos, los enfermos y los muertos
que originó, al menos desde los 90, el virus neoliberal.
Cada
situación que no se pudo
o, mejor dicho, no se quiso resolver, se la llamó “estructural”.
También “núcleo duro”. La indigencia/pobreza de un 25 % antes
de Macri, terminó en el 40 % al final de su mandato: haga patria,
mate un pobre.
Sin
embargo, la clase política, sindical, empresarial,
optó por el cumplimiento total de los 4 años. Obviamente, para que
ese mandato de muerte fuera enfrentado era necesario que el pueblo
pisara las calles nuevamente. Pero ya había un anticipo del
aislamiento político obligatorio. Nunca más un 2001. Por eso pienso
que el covid 19 es la continuación del macrismo por otros medios.
Los comités de expertos piensan, aconsejan y el presidente decide.
El pueblo aunque quiera saber de qué se trata, de la casa a la casa.
Aunque no la tenga. Tardíamente aparece la idea del aislamiento
barrial y comunitario. No deja de ser una trágica paradoja que
aquellos y aquellas que se desayunan con pueblo, terminen cenando con
liderazgos políticos y económicos. Algunos llaman a esto G 20.
La
epidemia/pandemia
es una formidable lupa que en principio, pone en superficie los
siniestros entramados del poder burgués. La cuarentena/ aislamiento
es necesario. Pero también la grieta la atraviesa. Que poco y nada
tiene que ver con la guerra de las vedettes ni los trolls de
Marquitos el Terrible. La grieta es un eufemismo geográfico, para
bautizar en lengua posmo chic, los abismos de clases. Ojalá fuera
una grieta. Es un precipicio que no podés saltar porque caés
inexorablemente. Algunos llaman a esto indigencia. Por lo tanto hay
un aislamiento preventivo obligatorio para las clases medias para
arriba, y para las clases medias para abajo hay un estado de sitio
encubierto.
En
Mendoza
un joven es reprimido, encarcelado por no cumplir el DNU 297. No
sabía que para el hambre no hay un permiso que habilite la
circulación. Su personalidad anti social y potencialmente
subversiva, era vender verduras. Paolo Rocca apenas tiene que ganar
menos. Pero siguen insistiendo en hablarles con el corazón. La clase
empresarial no tiene corazón. La única víscera sensible, como
decía el General, es el bolsillo. Obviamente, contestó con
despidos. La misma situación de la plegaria y el rezo a la clase
parasitaria de los capitalistas, se observa con las denominadas
empresas de medicina prepaga. Esto es una identidad autopercibida
porque apenas son seguros de salud.
Yo
era médico en el Hospital de Clínicas y vi el
crecimiento neoplásico de Medicus. Tanto que empecé a referirme al
Hospital universitario, como “Hospital de Clinicus”. Tendrían
que haber tenido el mismo destino que las AFJP. Pero la historia la
escriben los que vencen y los que vencen son los que pagan. O mejor
dicho: los que cobran. Y porque cobran, tienen capacidad de lobby. O
sea: de coima.
Aldo
Neri
también participó en la elaboración del Sistema Nacional Integrado
de Salud (SNIS) ideado por Domingo Liotta, secretario de Salud del
tercer Gobierno de Juan Domingo Perón. El sistema fue aprobado por
ley, pero sólo fue ejecutado en cuatro provincias, y sólo en Chaco
y San Luis duró hasta el final del gobierno peronista. Y al igual
que la constitución nacional de 1949, ningún gobierno de la
democracia lo retomó. Por eso llegamos a lo que llegamos. Un asesor
presidencial especializado en cuestiones cerebrales remata (sic) su
spot publicitario diciendo: “no es por vos, es por todos”.
Como
siempre recomiendo
cuando deseamos perforar la cultura represora, usemos la técnica de
Jack. Destripemos el discurso. “No es por vos”. Caramba, debería
serlo. Porque sin mí, el todos es abstracto. La expresión adecuada
es: “es por vos y es por todos”. Y todes. Pero a confesión de
parte, igual no hagamos relevo de prueba.
La
epidemia pone en superficie,
amplifica, las infamias, los crímenes contra la humanidad de más de
40 años de dominación del pequeño, mediano y gran capital. Algunos
llaman a esto democracia representativa. Es obvio que habrá cambios
revolucionarios, que no es lo mismo que “la revolución”. Pero es
un comienzo. Hoy tenemos viejos y viejas (adultos mayores me parece
un eufemismo encubridor) que están haciendo filas de muchas cuadras.
Cobrarán la limosna que los príncipes decidan. No pueden hacer
cuarentena. No se pueden quedar en su casa. No pueden mantener el
metro y medio de distancia. Y de facto han quebrado la cuarentena.
Para intentar sostener su vida.
Hace
frío.
Seguramente no están vacunados. Estoy convencido de que cooperativas
de fleteros podrían hacer el reparto casa por casa. Habría
problemas operativos, dirá un bicho canasto burocrático. Si bien la
crisis es peligro y oportunidad, cada vez son más los peligros y
menos las oportunidades.
Vuelve
a aflorar el fascismo
de consorcio que describí en tres artículos en mi libro “Cultura
represora: de la queja al combate” (ediciones APe). Discriminan a
médicos, enfermeros, farmacéuticos en los edificios donde viven. Un
efecto colateral del aislamiento obligatorio. Presentado como vacuna
cuando apenas es un campo de refugiados versión propiedad
horizontal.
Sigo
pensando
que sólo el pueblo salvará al pueblo. Pero no cualquier pueblo,
pero no cualquier salvación. Alberto Morlachetti proponía la
pedagogía de los abrazos, de la ternura, de la niñez feliz, única
garantía de adultos responsables. Hoy después de la multiplicidad
de grietas consolidadas en democracia, la niñez no es feliz y los
adultos sostienen las pedagogías de la crueldad. El aislamiento
obligatorio logra el triunfo del aforismo represor: “ojos que no
ven, corazón que no siente”. El aislamiento consagra el triunfo de
los espacios cerrados, alambrados, vallados, atrincherados. Lo
colectivo en retiro afectivo. Y efectivo.
Pero
mal que les pesen
a los gerenciadores que transforman la vida en muerte, los colectivos
autogestionarios renacerán. Serán la única garantía de que los
días después de la pandemia no sean comprados por los jeques de las
finanzas. Hoy son los únicos que siguen sosteniendo la dignidad de
la vida.
Lo
colectivo
de este lado de la grieta es una necesidad, pero ya ha engendrado el
deseo. La fe es otro de los nombres del deseo. Construiremos
“respiradores vinculares” porque sabemos que la culpa no la tiene
el virus sino los que le dan de comer/contagiar. Culpables,
copartícipes y cómplices de la destrucción de la vida no serán
invitados a la lucha por otro mundo cada vez más posible, cada vez
más necesario. Los poderosos sonríen porque la cuarentena los ama.
Han inmovilizado la potencia transformadora de las masas.
Nosotros
sabemos
que el amor de los demás, como enseñara Rosa Luxemburgo, prolonga
el mío hasta el infinito. El virus pasará. Nosotros, los que
tenemos la fe de mover la montaña de todos los capitalismos y de las
diferentes formas de la cultura represora, nos quedaremos. Como nos
enseñan nuestros hermanos de la tierra originaria. Nos quedamos. Y
venceremos. Ahora y siempre.
La
aparición del coronavirus ha dejado en evidencia el alcance de las
desigualdades sociales, la tendencia a la concentración de la
riqueza y el monstruoso daño ambiental que trajo aparejado el
neoliberalismo, dijo Maristella Svampa, en charla con
Télam.
Investigadora del Conicet, socióloga y autora de libros como "Fronteras del neoextracivismo en América Latina" y "Maldesarrollo", entre muchos de una intensa actividad intelectual, Svampa precisa que "estamos en una situación de crisis sistémica, en la que el horizonte civilizatorio no está cerrado y permanece en disputa".
- Télam: ¿Cuál cree usted que son los elementos que está poniendo de manifiesto la aparición del coronavirus en relación con el mundo en el que vivimos?
- Maristella Svampa: Un elemento central es que la pandemia pone al descubierto el alcance de las desigualdades sociales y la enorme tendencia a la concentración de la riqueza que existe en el planeta. Esto no constituye una novedad, pero sí nos lleva a reflexionar sobre las salidas que han tenido otras crisis globales. Otro elemento central es el discurso bélico instalado, la idea de que hay una guerra contra el virus, como si fuese algo externo a la humanidad. Esto confunde y oculta las raíces del problema, ya que ataca el síntoma, pero no las causas profundas, que son socioambientales. La circulación de estos virus está asociada al modelo de sociedad instaurado por el capitalismo neoliberal y depredador, a través de la expansión de las fronteras de explotación y, en este marco, por la intensificación de los circuitos de intercambio con animales silvestres, que provienen de ecosistemas devastados.
- T: ¿Cómo evaluar la respuesta de los aparatos político-estatales?
- M.S: Estamos ante un Leviatán sanitario transitorio que tiene una doble faz. Por un lado, hay un retorno de un Estado social, como puede verse en las medidas que se están aplicando en el mundo, que incluye gobiernos con Estados fuertes -Alemania y Francia-, hasta gobiernos con una marcada vocación liberal, como Estados Unidos. A mediano y largo plazo, la pregunta siempre es a qué sectores beneficiarán estas políticas sociales y económicas. Por otro lado, el Leviatán sanitario viene acompañado también del Estado de excepción. Los mayores controles sociales se hacen visibles en diferentes países bajo la forma de violación de los derechos, de militarización de territorios, de represión de los sectores más vulnerables.
- T:¿Cómo pensar el estado de una civilización que al tiempo que invierte en geoingeniería para sostener la inviabilidad de un sistema de producción al límite de la autodestrucción, desinvierte en aspectos básicos como salud?
- M.S: El estado de la salud pública debe hacernos reflexionar sobre las falsas soluciones adoptadas en contextos de crisis. La crisis global que aparece como el antecedente más reciente, aun si tuvo características diferentes, es la de 2008. Causada por la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, ésta fue de orden financiero y se trasladó a otras partes del mundo para convertirse en una convulsión económica de proporciones globales. Salvo excepciones, los gobiernos organizaron salvatajes de grandes corporaciones financieras. En términos sociales y a escala mundial, la reconfiguración fue regresiva y la brecha de la desigualdad creció. En términos políticos globales produjo enormes movimientos tectónicos, ilustrados por la emergencia de nuevos partidos y liderazgos autoritarios en todo el mundo: una derecha reaccionaria y autoritaria, que incluye desde el Tea Party a Donald Trump, desde Jair Bolsonaro a Scott Morrison, desde Matteo Salvini a Boris Johnson, entre otros. Así, estas salidas que acentuaron la concentración de la riqueza y el neoliberalismo depredador, deben funcionar hoy como un contraejemplo eficaz y convincente, para apelar a propuestas innovadoras y democráticas que apunten a la igualdad y la solidaridad.
T:¿ Hay espacio en la crisis de repensarnos sociopolíticamente?
M.S: Las crisis también generan procesos de «liberación cognitiva», que hacen posible la transformación de la conciencia de los potenciales afectados sacándolos del fatalismo o la inacción y tornando viable aquello que hasta hace poco era inimaginable. La suerte no está echada, existen oportunidades para una acción transformadora en medio del desastre. Lo peor que podría ocurrir es que nos quedemos en casa convencidos de que las cartas están marcadas y que ello nos lleve a la parálisis, pensando que de nada sirve tratar de influir en los procesos sociales y políticos que se abren, así como en las agendas públicas que se están instalando. Hay que partir de la idea de que estamos en una situación extraordinaria, de crisis sistémica, y que el horizonte civilizatorio no está cerrado y todavía está en disputa.
Esta crisis bien debería ser la oportunidad para discutir soluciones más globales, en términos de políticas públicas. Es necesario pensar un gran pacto ecosocial y económico, esto es, un New Deal, no solo desde el punto de vista económico y social, sino también ecológico.
- T: ¿Cómo construir un lenguaje que permita pensar un mundo posterior a la devastación?
- M.S: En América Latina hay lenguajes ligados a las luchas ecoterritoriales que proponen otra visión de las relaciones sociales, que cuestionan la actual destrucción de la naturaleza y los ecosistemas, que incluyen desde los derechos de la naturaleza a la ética del cuidado. Más que nunca, hay que valorizar el cuidado, como venimos insistiendo desde el ecofeminismo y los feminismos populares, la conciencia de que la supervivencia es un problema que nos incumbe como humanidad.
Dificultades candentes. Cadena de pagos. Conclusiones políticas. Un mundo que se cierra, un mundo que se abre.
El análisis de la situación actual y de los escenarios posibles en el futuro mediato es el eje de las conversaciones internas del gobierno, así como de las sugerencias y presiones que intentan influir en la administración mientras se avizora el 13 de abril. Vale recordar que tras la reunión con la dirección de la Confederación del Trabajo se anunció esa fecha como el inicio paulatino de la vuelta al trabajo.
Allí se abrirá una nueva etapa en el orden local, con interesantes enlaces con el panorama internacional.
EMISIÓN,
CUENTAS Y SALIDA.
El
gobierno que conduce Alberto Fernández tiene previsto recobrar las
actividades lo más plenamente posible entre mayo y la mitad del año.
Claro que el andar será escalonado y siempre referenciado en los
datos que surjan de las mediciones de la pandemia. Para eso debe
afrontar una serie de desafíos organizativos con fuerte rastro
político. El primero de ellos es la ratificación del derecho
estatal a la emisión de moneda según las necesidades nacionales.
Es
ostensible que la capacidad recaudatoria del fisco argentino es vasta
y rauda cuando la actividad está en marcha, pero también que el
último mes ha decaído por razones ostensibles. Las autoridades
saben que esa carta, que ya está generando críticas de Los
Miserables,
es el aprovechamiento justo de una herramienta común a las naciones
soberanas. Entre las sugerencias para la salida de la cuarentena se
cuenta la intencionada presión canalizada por La
Nación
para realizar recortes en algunas decisiones destinadas a activar la
economía.
Si
las corporaciones
que dan a conocer su parecer a través del diario que comparte zonas
de interés con el Grupo
Noble
lograran imponer el criterio, la reversión del proceso de desarrollo
latente lanzado en diciembre del año pasado durante la asunción
presidencial, será catastrófica. Es probable inferir que el
gobierno no cederá a esas demandas y ratificará el rumbo; pero
también es cierto que al no adoptar medidas intensas para recortar
el poder de los conglomerados, estos hacen uso del mismo.
Como
dato auspicioso, es preciso indicar que Alberto respaldó el proyecto
que el diputado nacional Máximo Kirchner presentará en el Congreso:
contempla un impuesto extraordinario para aquellas personas que
entraron en el último blanqueo de capitales. Mostró su rechazo ante
la idea de bajar los salarios de la administración pública.
Fernández consideró que tiene «más lógica» exigir un aporte a
los que más ganaron o se beneficiaron «por el blanqueo después de
defraudar al Estado y no pagar impuestos». Un aliado para algunos
inesperado, el ex presidente Eduardo Duhalde, tensiona como puede
para que el Congreso abra sus puertas y defina estas y otras medidas.
RESPONSABILIDADES
PROPIAS.
En
continuidad con el tema económico, necesitamos advertir, como lo
hemos hecho en los terrenos del transporte y los servicios bancarios
antes de las dificultades conocidas, que la ausencia de trabajadores
estatales en las áreas específicas está generando una ruptura en
la cadena de pagos preocupante. Objetivamente cientos de miles de
personas que no funcionan como estatales directos, sino que realizan
actividades ligadas a la estructura, no están percibiendo las
liquidaciones adecuadas. Pero viven de las mismas, razonablemente y
sin que exista irregularidad alguna.
(Esto
se percibe con claridad en la administración pública de la Ciudad
de Buenos Aires, donde ya muchos proveedores y segmentos que operan
en ida y vuelta con la misma presuponen que hay una combinación de
prevención y de “hacerse el oso pangolín” por parte de un
funcionariado que usufructúa las circunstancias. Como ejemplo:
mientras se retienen los pagos por publicidad a los medios porteños
cooperativos, medianos y chicos, se sigue derivando parte de los
ingresos a los concentrados. Esto es: para algunos, las reparticiones
estales no funcionan; pero para otros, sí. Alguien firma).
LOS
MISERABLES.
Asimismo
preocupa a las autoridades nacionales la persistencia del alza de
precios. Los sectores agropecuarios, los elaboradores de alimentos y
de productos de primera necesidad, están al acecho diario para que
cada peso inyectado por el Estado nacional sobre las clases populares
–una digna preocupación bien orientada desde Desarrollo Social-
sea absorbido por nuevos incrementos. Como contracara la Economía
Popular está ofreciendo producción de calidad con precios
moderados, pero al estar concentradas las cadenas de distribución y
venta su influencia para poner coto –valga la mención- a la
voracidad de los grandes es relativamente baja. Aquí, en la
práctica, se observa uno de los puntos centrales a abordar para que
la economía argentina pueda crecer en un futuro post pandemia.
Como
semejante filosofía abarca a otros espacios empresariales, muchas de
las firmas mejor rentadas de la vida local sacaron cuentas sencillas
y con el objetivo de equilibrar sus finanzas, siguieron despidiendo.
Las consideraciones públicas del presidente al respecto -enérgicas
y respaldadas por el cuerpo social- lograron retraer la acción
insensible de un puñado de compañías que cajonearon telegramas ya
redactados, pero no la de tantas otras que definieron cesantías y
suspensiones. De allí que brindáramos especial relevancia cultural
a las apreciaciones de Miguel Angel Toma por sobre otras, debido a su
franqueza: si no nos obligan a hacer tal o cual cosa, vamos a hacer
lo que queremos. Esa es la idea.
Pues
como hemos visto, uno de los grandes desafíos del gobierno peronista
radica en desmonopolizar la mayor cantidad de actividades posibles
para establecer un mercado interno dinámico y competitivo. El
problema debe ser evidenciado en defensa propia; de lo acaecido
durante esta emergencia sanitaria vale sacar conclusiones en el
debate social de trazo grueso y evaluar qué es lo que realmente
conviene al país, quiénes se han comportado adecuadamente y quiénes
sólo han desplegado su mezquindad previa hacia el desolado presente.
En
esa balanza será pertinente involucrar al sindicalismo argentino, a
las organizaciones populares, los clubes sociales y a todas aquellas
personas que han sostenido el funcionamiento de comedores y lugares
de asistencia para una población damnificada, más que por el
coronavirus, por el coloniavirus que asoló en tiempo reciente y
desde el mismo Estado los ejes cruciales de la existencia nacional.
Haga lo que haga el gobierno, aunque presumimos que su acción será
satisfactoria, es el mismo pueblo argentino quien merece emerger de
la dificultad pisando fuerte y hablando en voz alta.
Esos
ejemplos tendrán que cotizarse inteligentemente en el decurso
político nacional, en especial por el contraste que evidencian. Si
antes señalamos a los monopolios protagónicos, es justo abrir el
abanico y recordar que las empresas privadas de salud no han estado
–ni mucho menos- en la vanguardia de la pelea. Que los laboratorios
privados no mueven un tubo de ensayo sin autorización de los dueños
de las patentes y las acciones. Que los bancos siguen cobrando
intereses astronómicos a sus usuarios de tarjeta de crédito (y
complicaron el débil esquema oficial a la hora de satisfacer una
necesidad pública). Que los agroexportadores declararon un lock out
ni bien empezó la emergencia. Que las privatizadas de servicios
públicos ni siquiera consideran las sugerencias gubernamentales para
alivianar la carga. En definitiva, que todo es como era antes, pero
con perfiles acentuados. El asesino te asesina; el trabalenguas
trabalenguas.
ARGENTINA
Y EL MUNDO.
Al
fin, la deuda externa –contraída innecesariamente por la gestión
macrista y cargada injustamente sobre el conjunto de la sociedad- ha
pasado a un lugar de debate adecuado. La Argentina está acostumbrada
a insertar su interés en medio de los grandes remezones
internacionales, menos de lo que aprovechan las grandes potencias
pero con más perspicacia que otras naciones en situación semejante.
Con sapiencia histórica Alberto señaló pocas horas atrás que «Las
prioridades cambiaron, por ejemplo en repensar la renegociación de
la deuda, porque tenemos una nueva realidad, y pasó a otro plano,
uno segundo o tercer plano. También la cuestión fiscal, que siempre
preocupó, pasó a un segundo plano».
La
crisis global presionó los precios de los bonos argentinos a la baja
(llevándolos a paridades de entre u$s25 y u$s30), haciendo que
ofertas que antes parecían agresivas (valores de recupero cercanos a
los u$s50), contengan un aura benéfica. Como el país afrontó sin
chistar los vencimientos y las entidades multilaterales de crédito
realizan diagnósticos terroríficos, se incrementa en el debate con
los acreedores el lugar de la ralentización de los pagos futuros.
Sin embargo (muy entre el lector y este periodista) digamos que la
acentuación discursiva de los problemas derivados del coronavirus
pueden ser un elemento más del renacer sureño.
Es
que las dificultades están recalando sobre el sector financiero
internacional: esta emergencia adelantó un lustro el quiebre que
podía esperarse hacia el 2025. Van quedando de pie, con economías
en pausa pero listas para reposicionarse, los estados fuertes con
prácticas de intervención que abarcan desde el impulso y
regulación de los mercados locales hasta las políticas de salud,
educación, ciencia y tecnología. Lo que es más: esos proyectos
nacionales logran prestigio ante las grandes masas mundiales mientras
el planteo mediático se torna confuso (The
Washington Post, El País, Bild, Der Spiegel, Le Figaro, The
Guardian,
entre tantos, no logran explicar porqué tras atacar al populismo
durante dos décadas admiten la necesidad de vigorizar los estados).
El
gobierno argentino ha dialogado a fondo con su par chino sobre estas
cuestiones, sin desatender la ayuda urgente para combatir el Covid
19. El coloso asiático sacó grandes conclusiones de aquél Efecto
Tequila que rompió el cierre del siglo XX y las aprovechó durante
el grave sinceramiento que detonó en 2008 y fue identificado
públicamente con Lehman Brothers. Sabe dónde pisa. A su vera, un
amigo multipolar con gran mercado, control de las finanzas propias,
industria, armas y petróleo, le acaba de garantizar la permanencia
en el gobierno de Vladimir Putin hasta que el sol deje de brillar.
Como los tres países citados en el párrafo, al igual que tantos
emergentes, apuestan al trabajo y la producción por sobre las
etéreas economías virtuales, Dios los bendice. Lo cual no es
metáfora ya que su vocero terrestre así lo manifiesta.
El
mundo se ha cerrado. El mundo, se está abriendo.
(
http://laseñalmedios.com.ar/2020/04/06/argentina-los-problemas-del-hoy-envueltos-en-una-estrategia/
)
¿Salud vs. Economía?
Esta
es la discusión que recorre el mundo en estos días. Registra la
tensión entre los esfuerzos por aplanar la curva de contagios para
evitar el desborde hospitalario y cuánta recesión puede aguantar la
sociedad.
A
nivel global crecen las tensiones entre el sanitarismo y la economía.
Entre nosotros las prioridades se invirtieron: pandemia sobre deuda,
vida sobre economía, control social sobre libre circulación y
asociación. En apenas dos semanas todo parece haberse dado vuelta.
La evolución geográfica de esta nueva peste ha puesto la emergencia
sanitaria en primer plano.
La
experiencia internacional muestra que el aislamiento social y la
realización masiva de test para aplanar la curva de contagios es lo
más efectivo para combatir al Covid-19. Así lo comprueban en Asia,
China, Corea del Sur, Singapur y Taiwan, en tanto que en Europa,
Italia, España y Gran Bretaña sufren el haber demorado las
decisiones. En nuestro continente los EEUU de Trump, el Brasil de
Bolsonaro y el México de López Obrador sostienen una postura
negacionista de la pandemia, por la sencilla razón que no quieren
ver caer la actividad económica y frenar la circulación de las
mercancías. Por el contrario en Argentina luego de algunos titubeos
el gobierno se adelantó imponiendo el aislamiento preventivo en todo
el país.
¿La
salud o la economía?
Esta
es la discusión que recorre el mundo en estos días. Registra la
tensión entre los esfuerzos por aplanar la curva de contagios para
evitar el desborde hospitalario y cuánta recesión puede aguantar la
sociedad. Esta tensión es lo que ha hecho que el G20 no tuviera, en
la reunión virtual de días atrás un pronunciamiento político
claro frente a la crisis, como si lo tuvo en la de 2008/09, cuando
coordinaron con la FED y el BCE, evitando una mayor recesión. Cierto
que entonces se trataba de salvar a las finanzas internacionales.
Ocurre
que los intentos por aplanar la curva en cada país llevan a medidas
excepcionales. Se aísla a la población en sus viviendas; se cierran
las fronteras (incluso las internas); se declaran estados de
emergencia; se cancelan la mayoría de las actividades productivas y
de servicios; se lanzan las fuerzas de seguridad a las calles; se
restringe la libertad de circulación.
La
contrapartida de este conjunto de medidas es el brusco freno de la
economía. El parate es de tal magnitud que a escala mundial se
espera una recesión (si no depresión) sin precedentes, que algunos
pronostican será mayor que la de 1929. No faltan quiénes auguran
que “la depresión será peor que la pandemia” o como el Wall
Street Journal, vocero de los sectores financieros si los hay, “El
contagio masivo es el mal menor”. Respuesta lógica, todos los
gobiernos impulsan políticas monetarias expansivas para sostener la
demanda y amortiguar la caída, que es inevitable.
Nuestro
país no escapa a esta tendencia. Se ha impuesto una cuarentena total
–solo el 40% de las ramas económicas mantiene su nivel de
actividad- y se está avanzando con los test mientras se acomodan
instalaciones sanitarias ampliando la capacidad de internación, se
compran respiradores e insumos y se capacita personal, mientras se
espera el pico de contagios. A la par las estimaciones económicas
dan que este año el PBI caería entre 5 y 6 puntos porcentuales, lo
que llevaría la desocupación al 13% o más. Se cerraría así un
tercer año consecutivo de recesión en una economía que viene
estancada desde hace más de 8 años. En este cuadro el gobierno
sigue la tendencia general de aumentar el gasto público para atender
la emergencia sanitaria, asistir a los sectores más desprotegidos y
tratar de sostener en lo posible la economía.
¿La
vida sobre la economía o sobre las ganancias?
Se
ha popularizado priorizar la vida sobre la economía, una consigna
que pareciera indicar todos los recursos a salud y que la economía
espere, sin reparar en los efectos catastróficos que podría tener.
Es que el Estado no tiene recursos, no hay reservas, las
exportaciones son débiles y carece de liquidez. En la crisis del
2008/09 el superávit primario era de 2.4% del PBI y CFK nacionalizó
las AFJP y con eso enfrentó la crisis, hoy no hay superávit sino
déficit, y no queda olla que rascar. Todo se hace con emisión, que
no tiene respaldo, por lo que en poco tiempo habrá nuevas presiones
inflacionarias.
Por
el contrario si se prioriza la vida sobre las ganancias de los
capitalistas, se está señalando un curso de acción concreto.
Veamos:
El
gobierno acaba de pagar esta semana 250 millones de dólares por el
vencimiento de un cupón del bono Par, se dice que será el último
pago (no se pagarían los vencimientos de abril y mayo por 2,150
millones). ¿Que se quiso hacer con este pago? ¿Dar una señal de
buena voluntad a los bonistas? En el marco de una deuda a
reestructurar de 68.000 millones es una gota en el mar. Hay que
terminar con esta sangría y suspender de una buena vez los pagos e
investigar la deuda que, como se sabe, está muy floja de papeles.
La
formación de capitales de particulares en el exterior (fuga) alcanza
a los 335.000 millones de dólares, imponer la repatriación de un
porcentaje de esos capitales o bien un impuesto extraordinario sobre
sus bienes locales permitiría al Estado hacerse de un monto
significativo de dólares para financiar la expansión del gasto
necesario en esta coyuntura.
La
liquidez de los bancos está en sus máximos niveles, estatizar estos
fondos, o bien colocar una letra a tasa cero, permitiría recuperar
liquidez y que el Banco Central decida su aplicación.
El
gobierno ha impuesto precios máximos a miles de productos, sin
embargo los precios siguen subiendo, especialmente en los productos
esenciales, mientras que las empresas aprovechan la crisis para
despedir trabajadores/as. El presidente Alberto Fernández ha dicho
que “…será muy duro con los que despidan gente” y que “…llegó
el momento de ganar menos”. Tomando sus conceptos se impone la
prohibición de los despidos y suspensiones y la intervención del
Estado en las empresas formadoras de precios.
Estas
medidas ampliamente justificadas por la actual coyuntura son a favor
de la gente y van contra las ganancias de los que fugaron capitales;
contra los bancos, los grandes ganadores de las últimas décadas y
buscan controlar (y por qué no, sancionar) a las empresas que
haciendo un uso capitalista de la crisis aumentan los precios y
despiden trabajadores.
Simplemente
será privilegiar la vida sobre sus ganancias. ¡Ahora es cuando!
Eduardo
Lucita es integrante del colectivo EDI –Economistas de Izquierda-
Hasta
el lunes negro, el primer mundo estuvo dando un mensaje tan
tranquilizador como delirante.
Y, algunos presidentes de la región se alinearon a la chifladura
antediluviana. Primero repetían fabulas luego comenzaron a
retroceder con frenesí. Nueva
York se ha convertido en el foco mundial de la epidemia.
El primer ministro británico Johnson resistió sin decretar
cuarentena, hasta que dio positivo él y el rey Carlos de
Inglaterra-heredero. Bolsonaro dijo: “El brasileño bucea en una
alcantarilla”, y se resiste a decretar cuarentena. Este género de
monstruos nos presenta cuestiones complejas y peligrosas como
naturales y hacen bromas grotescas.
Chile
recientemente declaró “cuarentena de sitio”. El presidente hizo
una carambola a tres bandas, sacó a la gente de la protesta en las
calles y postergó hasta octubre el plebiscito para cambiar la
Constitución. Fortuna Maquiavélica para un Gobierno que se caía a
pedazos. - ¿Cómo se entiende que Piñera haya vuelto a ser la
opción de Chile? -
El
mundo se encuentra ante una crisis sanitaria y humanitaria sin
precedentes en un siglo y la provisión de productos farmacéuticos
es objeto de especulación. La realidad sobrepasa la imaginación.
Leemos portales, vemos noticieros y observamos aterrorizados.
En
solo unos años, estos nuevos monstruos han sido capaces de
desorganizar sociedades. Los argentinos lo vivimos en carne propia.
La ex ministra que está de acuerdo con que se bajen los sueldos
políticos y niega haber organizado “cacerolazos”, duplicó su
patrimonio -deflactado- “en blanco”, en solo cuatro años. El ex
presidente que asumió procesado por escuchas ilegales que está en
los “Panamá Papers”, dio lecciones de moral por cuatro años. Un
funcionario menor de Cambiemos se olvidó u$s10.000 dólares en un
cajón. Dejaron vencer vacunas compradas, quitaron medicina a los
ancianos, quebraron el país. Lo único que recuperaron fue el
sarampión y la mano dura.
Al
decir de Serrat: “La tierra cayó en manos de unos locos con
carnet”.
Pandemia demoníaca
Muchos
ciudadanos no perciben estas cosas. En las crisis la clase media se
vuelve egoísta, los empresarios aman al dinero más que nunca, y los
fracasados dan consejos. En las redes se insulta o se hace política
con la adversidad. En
medio de una pandemia numerosos individuos desobedecen a las
autoridades.
Escasa compasión por el otro que exterioriza mucha maldad, algunos
están fuera de control, son crueles y odian tanto que aún lo hacen
con quienes hacen cosas buenas. No es un elogio ser religioso, pero
Trump y Bolsonaro rezaban y aparentaban ser muy piadosos. Lo que
reconcilia a la política con la religión es la honestidad que nos
enseña a respetar y mejorar la vida de los ciudadanos.
No
fue su espiritualidad sino el deseo de reelección y la posibilidad
de un quiebre de la economía lo que ha llevado a Trump a
flexibilizar los lineamientos sanitarios.
Nunca antes había escuchado las advertencias de los gobernadores, se
burlaba de los expertos en salud pública de su misma administración.
Hablaba del virus chino. Las autoridades estadounidenses predicen
alrededor de 200.000 muertes por coronavirus.
No
poseen suficientes equipos de respiración mecánica en Nueva York.
La economía internacional
El
mundo no volverá a ser el de antes de la pandemia.
En América Latina y el Caribe en 2020, la CEPAL espera que el valor
de las exportaciones caiga 10,7%, debido a la disminución de los
precios y a la contracción en la demanda agregada global. Es
necesario facilitar el comercio y reducir las tensiones para
garantizar el paso y acceso a los medicamentos y los equipamientos
médicos. Vamos
hacia una nueva geopolítica de la producción vía nacionalización
y regionalización.
La crisis descubrió la exposición de las economías nacionales a
las vulnerabilidades de la deslocalización de la producción.
Las
bibliotecas ortodoxas hoy no aplican. No existe ningún economista
pro-mercado que sonría.
El FMI y el Banco Mundial piden que se condonen deudas de países
pobres y que los acreedores hagan una quita de hasta u$s85.000
millones a la Argentina. Los macroeconomistas argentinos no querían
que se propongan quitas…”.
Trump
le pidió a GMAC que fabrique respiradores, al tiempo que anuncia una
inyección masiva de préstamos y exenciones fiscales.
El
salvataje estadounidense proporcionará entre otras prestaciones
- Créditos y subvenciones a las principales empresas por u$s500.000 millones. (La ayuda equivale a 1,5 PBI argentino).
- Ayuda para las pymes: u$s 350.000 millones (equivale a más de 1 PBI argentino).
- Pagos directos a millones de ciudadanos: u$s1.200 ($76.800 al cambio oficial de $64).
- Para los adultos de ingresos medios y bajos u$s500 por cada niño ($32.000 al oficial de $64).
- Los hospitales recibirán u$s117.000 millones en asistencia (esto es más de 35% del PBI argentino).
- Sube el monto por seguro de desempleo, además de los beneficios estatales existentes.
Argentina
Necesitamos
proteger el trabajo y los ingresos para reducir el impacto social en
los grupos más vulnerables.
Un plan integral de apoyo a las pymes y las empresas de la economía
popular, con políticas fiscales e instrumentos idóneos. El estímulo
y protección de la actividad económica, proviene también de un
BCRA que establezca políticas monetarias que garanticen la
adaptación del sistema financiero y bancario para preservar la
capacidad productiva por sobre la contemplación financiera
establecida en 1977.
El
país en default desde 2018 soporta una recesión demoledora que ha
profundizado las fracturas sociales y la desigualdad en la
distribución del ingreso.
El nivel de endeudamiento a fines de 2019 era 90% del PBI. Si el PBI
cayera fuerte por la pandemia y se corrige el tipo de cambio, sin una
fuerte quita pasaríamos largamente 100 puntos del PBI.
El
liderazgo empresarial argentino ha demostrado no estar a la altura.
Anunciar despidos en este momento es lo más cercano al tormento
moral para un trabajador. Con la lógica de Marcos Peña los
empresarios que estaban en las fotocopias de los cuadernos que tanto
aventaron merecen un cacerolazo para que hagan donaciones como los
accionistas de Sony en Japón.
Otros monstruos
A
los ominosos economistas-financistas les importa más la caída de la
bolsa (NYSE) que la vida de los seres humanos. Necesitamos
librarnos de esa manera de ver y sentir que la repetición prolongada
ha fijado en la sociedad global.
La
dependencia intelectual que depositan los zonzos en los cuentistas de
fabulas es ridícula. Creen cualquier cosa que les ayude a argumentar
odio. Esa ponzoña ya vuelve a ser inoculada en las redes. Se terminó
la tregua de los que trabajan gracias a la grieta. Ya quieren matar a
Alberto Fernández quienes argumentan su amor tardío por los
ancianos.
El laboratorio del Dr. Frankenstein
Las
universidades que estuvieron enseñando a creer en supuestos que
parten de la abstracción,
han hecho que quienes estudiaron de esta manera hayan perdido el
sentido de la realidad, el amor y la solidaridad. Hacen pie en un
cuerpo teórico desarrollado con una visión siglo XVIII-XIX,
determinística científica, sin movilidad. ¿De qué equilibrios
macroeconómicos hablamos hoy?, si vivimos en un mundo de cisnes
negro, de absoluta indeterminación.
Liberales y neoliberales
La
libertad fomenta el pluralismo de opinión. El
pluralismo de opinión implica la renuncia a la posición de certeza
absoluta.
Pero los neo cuantitivistas jamás preguntan o escuchan. - ¿Usted
conoce algún economista -que presume ser liberal-, debatir con
respeto, o reflexionar fuera de su lógica? – Desfilan por TV:
groseros de lenguaje soez, prepotentes, crueles, antisociales y mucho
violento pasivo. Se contentan con soltar el egoísmo que hay en sus
corazones, ante los cuales tuercen su razonamiento y nos imponen
declinar los nuestros. Piensan que es posible que la solidaridad
tenga algún fin trascendente, pero ellos no lo pueden comprender.
Libertad verdadera
En
el contexto de la ilustración Kant decía que la culpabilidad no
reside en la falta de inteligencia sino en la falta de decisión y
valor para usar la propia inteligencia, sin el patrocinio de otro.
Eso es lo que hacen estos arquetipos.
Recuerde:
¡Ten el valor de servirte de tú propia razón! - Significa que el
hombre tiene la posibilidad de usar su razón de manera libre. La
libertad de pensar lleva una razón que no sólo le cabe a un doctor,
sino a todos en general.
Entonces,
nosotros decidimos el destino de Argentina. - ¿Iremos a la
vanguardia o esperaremos que nos digan ellos qué lugar nos
corresponde en el nuevo mundo? -
Globalizacion neoliberal no es liberalismo
Hace
falta una teoría económica distinta y nuevos marcos teóricos.
Los globalizadores solo globalizaron conceptos interesados: negocios
y finanzas. Obviamente el acceso es limitado a los socios del club.
No hay libertad global de acceder a la salud, la educación y la
seguridad. Si
alguien carece de dinero no es libre para elegir el colegio “Élite”,
ni para obtener medicina prepaga. Ni hablar de la “libertad de
elegir” marcas en el mercado o vivir en un country club.
El neoliberalismo vulgar se reagrupa
Estudiaron
en un colegio como el de la serie “Élite”.
El desprestigio de la educación pública argentina que aventaban los
ignaros respondía a reforzar la idea de superioridad de la educación
privada. Pero la serie de Netflix (imperdible) los desnuda.
-
¿Qué hicieron para el país los cuñados de la serie “Élite”?
- ¿Qué inventaron los que fueron a las universidades de mejor
marketing del mundo? - ¿Cómo se puede explicar el desastre que
hicieron sus egresados? - ¿Cómo se puede entender que un colegio y
una universidad religiosa no se distingan por darnos economistas con
valores como: caridad, misericordia, amor al prójimo? - ¿Cómo se
puede explicar el espacio cultural que ocupan esas instituciones? -.
El
sistema mundial es insostenible socialmente -lo dijo Francisco-, pero
claro, esos capullos no se enteran.
Quedaron a la derecha del FMI. Expusieron a sus conciudadanos a la
muerte por no cambiar sus certezas. Llegó una pandemia y, - ¿Qué
recursos dejaron? – ¿La Salud era una Secretaría con vacunas
vencidas? Se habla de pandemia, muerte, desempleo, pobreza e
indigencia y ellos contestan dale que dale: “Hay que bajar la
inflación”. Tienen una visión microscópica de la macroeconomía.
Los
invitados frecuentes “Terminator” nunca sucumben, siempre
presentes en los medios hegemónicos, sirviendo a sus clientes: “Hay
que bajar las retenciones, los sueldos de los políticos, los
impuestos. Ah, y Moyano es malo”.
-
¿Cómo prescindir de los egresados “Élite”, en un momento tan
crítico?
-
¿Quién les enseño a los nuevos monstruos que pueden huir de la
indignación por venir?
Magister
en Economía y Política Económica Internacional y profesor en UADE,
CEO y co-fundador en 1993 del Grupo Hacer
El
gobierno nacional postergó hasta 2021 los pagos de la deuda pública
en dólares correspondientes a este año como consecuencia de la
emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.
Lo
hizo a través del decreto de necesidad y urgencia 346, publicado
este lunes en el Boletín Oficial, en el que se destacó que “la
crisis sanitaria mundial generada por la pandemia del coronavirus
COVID-19 ha alterado los plazos previstos oportunamente” para el
pago de la deuda.
El
ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que la decisión de
prorrogar hasta el año próximo el pago de la deuda pública "estaba
contemplada" en el proceso de reestructuración decidido por el
gobierno nacional.
En
diálogo con Télam, el funcionario subrayó que desde el Gobierno se
apunta "a un tratamiento equitativo para la deuda pública en
dólares bajo la ley argentina y las leyes extranjeras".
El
decreto dispuso la postergación de los pagos de intereses y
amortizaciones de capital de la deuda instrumentada mediante títulos
en dólares emitidos bajo ley de Argentina, hasta el 31 de diciembre
de 2020, por ejemplo los Bonar.
Sin
embargo el DNU exceptuó de esta medida a las Letras del Tesoro
intransferibles denominadas en dólares en poder del Banco Central, y
las Letras suscriptas en forma directa por el Fondo de Garantías de
Sustentabilidad (FGS) de la Administración Nacional de la Seguridad
Social (Anses).
Tampoco
se incluye en la postergación las Letes emitidas en virtud del
Decreto N° 668/19, que obligó a todo el sector público a invertir
en este instrumento; y las emitidas para cancelar deuda con Mendoza.
Del
mismo modo, no se prorroga el pago de las Letes suscriptas en forma
directa por China Machinery Engineering Argentina Sociedad Anónima
(CMEA) a cargo de las obras de reconversión del ferrocarril Belgrano
Cargas, ni tampoco el bono emitido para abonar una deuda con las
empresas gasíferas, por el Plan Gas de 2013; ni las Letes en
Garantía suscriptas por el Fondo para el Desarrollo de Energías
Renovables (Foder).
El
DNU también autorizó a Economía a efectuar las operaciones de
administración de pasivos y canjes o reestructuraciones de los
títulos cuyos pagos se difieren, con el fin de recuperar y asegurar
la sostenibilidad de la deuda pública, la que deberá ser compatible
con la recuperación de la economía productiva y con la mejora de
los indicadores sociales básicos.
Los
pagos de los servicios de intereses y amortizaciones de capital de
las Letes suscriptas por el FGS, y por todo el sector público, serán
reemplazados, a la fecha de su vencimiento, por nuevos títulos
públicos cuyas condiciones serán definidas, en conjunto, por las
secretarías de Finanzas y de Hacienda.
(
https://www.tiempoar.com.ar/nota/el-gobierno-postergo-hasta-2021-los-pagos-de-la-deuda-en-dolares
)
Debería saberse aunque el neoliberalismo ha sido victorioso en generar tales confusiones, que no se trata de la diyuntiva entre libertad y totalitarismo o solidaridad vs represión, sino mas bien del necesario equilibrio vital entre lo propio y lo común, lo social y lo particular, lo universal y lo local. Los humanes somos sociales. No hay libertad individual si ese individuo es libre prohibiendo o enfermando a otro.
Daniel Roberto Távora Mac Cormack
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