Viernes 3 de enero de 2020

Entre mate y mate comparto reflexiones en torno a las noticias aparecidas en los distintos medios digitales en Argentina. 

 
A pocas semanas de asumir, el nuevo gobierno presidido por Alberto Fernandez está impulsando un ambicioso plan para palear las necesidades mas urgentes de los sectores mas carenciados de la población, al mismo tiempo que recuperar el Estado de la difícil situación económica/financiera en la que ha sido puesta, no por ineficiencia o ineptitud como sostienen muchos, sino precisamente porque de eso se trata el neoliberalismo y sus Ceos en las funciones de gobierno.

  1. Ahora como oposición

Los medios de comunicación que ocultaban el drama social durante la gestión de Macri, ahora aparecen preocupados y señalando que las medidas son de “ajuste” (Aumento de impuestos y reducción de ingresos) … “ Como todo discurso defensivo que se precie, el de los aumentos de los impuestos y las retenciones y la baja de las jubilaciones supone que quienes lo cuestionen son insolidarios con los pobres. Una vieja coartada para una crisis más grande.” sostuvo en su columna de hoy en el diario La Nación, el periodista Sergio Suppo ( https://www.lanacion.com.ar/opinion/alberto-fernandez-toma-medidas-similares-macri-pero-nid2320698 )

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó los efectos del aumento de los derechos de exportación de productos agropecuarios, y por otro lado el adicional para comprar dólares o pagar mediante tarjeta compras en el exterior con esa moneda. Ambas medidas, dispuestas por el nuevo gobierno y que son muy criticadas por los medios de comunicación opositores y por el macrismo, afectan solo a un mínimo sector de la población.
Los derechos para vender al exterior productos agrícolas, también conocidos como “retenciones”, afectan principalmente a 10 empresas exportadores que concentran el 93% del mercado. Por otro lado, las compras en dólares en el exterior que ahora pagarán un impuesto, es una operación que realiza apenas un 4% de la población.

 
Las dos medidas forman parte de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, aprobada por el Congreso, que fue el primer proyecto legislativo impulsado por Alberto Fernández. El CEPA analizó el impacto económico y social del paquete de reformas, en lo cual también incluyó los cambios en el impuesto a los Bienes Personales y las contribuciones patronales.
Respecto del recargo para operaciones en dólares, el informe precisó que en un primer momento se fijó un impuesto de 30% a la compra de pasajes al exterior y a los consumos y gastos con tarjeta realizados en otros países, basado “en una lógica de solidaridad: que los que tuvieran capacidad para viajar al exterior hicieran un aporte por los que menos tienen”, ya que lo recaudado “se destinaría a gasto previsional” (como jubilaciones, entre otros) “y a la construcción de viviendas”.

Posteriormente, esta primera medida fue ampliada como impuesto de 30% también a la adquisición de moneda extranjera para atesoramiento.

Las personas físicas -es decir que no son empresas, bancos, financistas o cualquier institución- que compraron dólares en el mes de noviembre de 2019, fueron 1.770.000. Ello indica un porcentaje muy bajo de la población afectada con el impuesto, porque tomando en cuenta “una población económicamente activa de 20 millones de personas, las personas que atesoran en moneda extranjera no llegan al 10% de la misma”.

A su vez, el dato sobre las personas que viajaron al exterior por turismo y ocio también arroja un resultado similar, ya que “considerando únicamente las salidas desde los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, fueron solo el 4% de la población argentina”.
De acuerdo a las estimaciones, por ambos rubros el fisco podría recaudar 221.623 millones de pesos, ya que “en noviembre de 2019 hubo 1,7 millones de personas que compraron dólares, por un monto promedio de 184 dólares por persona, y si se sostiene esta demanda, la compra en 2020 ascendería a 3.772 millones de dólares, proporcionando una recaudación anual de 85.775 millones de pesos”.

Y en lo que refiere a Turismo y Viajes, la estimación arroja una demanda de dólares por 5.937 millones en 2020, y una recaudación asociada de 135.848 millones de pesos, según el estudio del Centro de Economía Política Argentina.

    2. Recaudación y Finanzas del Estado

Este diciembre resultó un mes claramente atípico para el desempeño de la recaudación tributaria, no sólo porque como ocurre cada cuatro años, un poco menos de un tercio del período estuvo a cargo del gobierno saliente, y más de dos tercios al entrante; aunque la mayor parte de los impuestos responden a la actividad económica del período inmediato anterior, con algunas excepciones, como los gravámenes sobre el comercio exterior y sobre los créditos y débitos bancarios principalmente; sino porque además fue un mes en el que el Poder Ejecutivo propuso un trámite acelerado en el Congreso de una nueva reforma tributaria y ampliación de facilidades de pagos para las pymes, que habrían contribuido a cambiar el natural ritmo de pago de las obligaciones tributarias.


Otra particularidad que tuvo la difusión del resultado de la recaudación tributaria que fue de $492.366,6 millones, un 53,9% mayor a la de un año atrás, pero levemente inferior a la tasa de inflación acumulada en los 12 meses meses, en torno a 55%, es se hizo únicamente “por escrito”, sin conferencia de prensa, como fue costumbre casi en forma ininterrumpida desde mediados de 2002, con el gobierno de Eduardo Duhalde.
Lo percibido por IVA se ubicó unos 7 puntos porcentuales por debajo de la inflación, pero fue contrarrestado con el singular aporte de las retenciones a las exportaciones, las cuales se vieron potenciadas por la recuperación de las cosechas, la alícuota adicional fija de $4 y $3 por dólar, según el rubro, y la fuerte devaluación.

El efecto inercial de la recesión, como lo mostraron los primeros datos de diciembre de patentamiento de automotores, que se manifestó en una singular contracción de los ingresos por IVA-DGI en términos reales, apenas se incrementaron 26,2%, fue largamente contrarrestado con el anticipo de las liquidación de las exportaciones de productos pampeanos, principalmente, del complejo oleaginoso, frente al prenunciado aumento de las retenciones. De ahí que el mes cerró con una leve contracción en términos reales.

    3. Redistribución y Solidaridad

La canasta básica de alimentos aumentó 4,1 por ciento en diciembre y acumuló un incremento de 63,3 por ciento en el año, según informó Consumidores Libres. El relevamiento incluye 38 artículos de primera necesidad. De este modo, los bienes esenciales se incrementaron unos diez puntos por encima de la inflación de 2019. 
El próximo 15 de enero el INDEC presentará la estimación para diciembre, así como el índice anual de inflación. Para las consultoras privadas de referencia se ubicaría por encima del 4 por ciento.

Héctor Polino lidera Consumidores Libres, entidad que mensualmente elabora una canasta básica compuesta por 28 alimentos esenciales. Los precios tomados en consideración son producto de un relevamiento realizado sobre los principales supermercados de la Ciudad de Buenos Aires y puntos de abastecimiento de los barrios de La Boca, Caballito, Liniers y Pompeya. 
 
A través de un comunicado, la entidad destacó los productos que más subieron su precio a lo largo de 2019: salchichas tipo viena (101,5 por ciento), tomate perita (100,4), aguas minerales (95,3), yerba (93,4), banana (92,4), carnaza (90,9), asado (88,8), falda (86,5) y mermeladas (85,4 por ciento).


Otros alimentos que incrementaron su precio por encima del nivel general son: carne picada común (77,4 por ciento), paleta (76.6), manteca (76,1), bola de lomo (75,3), detergentes (68,7), acelga (65) y queso port salut (63,5 por ciento).

Cabe destacar que enero trae el impacto del final de la quita del IVA a los productos que componen la canasta básica, 13 categorías de alimentos, y el aumento de precios entre 5 y 10,5 por ciento. En el caso de la leche se mantedrá su valor, mientras para el arroz se pautó que podrá subir hasta un 7 por ciento. El 14 por ciento, producto de la diferencia entre el 21 por ciento del IVA y el valor acordado por el Gobierno, deberá ser absorbido entre el supermercado y el productor a través de una negociación entre ambas partes. ( https://www.pagina12.com.ar/239778-la-canasta-de-alimentos-aumento-un-63-3-por-ciento-en-2019
 
El gobierno resolvió finalmente que el incremento salarial otorgado por decreto para los trabajadores del sector privado será de 3000 pesos con el sueldo de enero y en febrero se sumarán otros 1000 pesos, en ambos casos a cuenta de paritarias.

Los empleados públicos, los trabajadores rurales y el personal de casas particulares quedan excluidos del aumento por decreto, pero su situación será contemplada en particular. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, harán el anuncio este viernes y mañana será publicado en el Boletín Oficial.
El decreto aclara que el aumento no deberá ser tenido en cuenta para el cálculo de ningún adicional salarial previsto en el convenio colectivo o en el contrato individual de trabajo, en tanto no sea pactado específicamente para este incremento un criterio distinto mediante negociación colectiva. A su vez, se aclara que “para facilitar el control por parte de los trabajadores y trabajadoras, deberá consignarse en el recibo de haberes, como un rubro independiente denominado `incremento solidario´”.

La norma precisa además que cuando la prestación de servicios fuere inferior a la jornada legal o convencional, los trabajadores percibirán “el incremento en forma proporcional, de acuerdo con las pautas del convenio colectivo aplicable o, supletoriamente, según las reglas generales contenidas en la Ley N° 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias”.

Como parte de la negociación con las empresas se decidió que las micro, pequeñas y medianas empresas que cuenten con Certificado MiPyME vigente, quedarán eximidas del pago de las contribuciones patronales por el término de tres meses o “el menor plazo en que tal incremento sea absorbido por las futuras negociaciones paritarias”.
Las micro, pequeñas y medianas empresas que no cuenten con su “Certificado MiPyME” vigente podrán quedar eximidas del pago de los aportes siempre que lo obtuvieran dentro de 60 días corridos, desde la fecha de entrada en vigencia del decreto. Igual exención gozarán las entidades civiles sin fines de lucro.

Empleados públicos, trabajadores rurales y personal de casas particulares quedaron excluidos del decreto, aunque la norma establece que “a través de la Comisión Nacional del Trabajo Agrario y de la Comisión Nacional de Trabajadores de Casas Particulares respectivamente, respectivamente, se evaluará la posibilidad de instrumentar medidas tendientes a contemplar la situación de dichos trabajadores”. ( https://www.pagina12.com.ar/239801-el-gobierno-decidio-un-aumento-de-4000-para-los-privados )
    4. Hombres libres
No hay nada menos independiente que un hombre libre”.
¿Quién lanzó semejante provocación? Es sorprendente pensar que fue Alexis de Tocqueville, el autor del texto más importante que se haya escrito sobre la democracia (La democracia en América).
Lo cita el antropólogo mexicano Roger Bartra en su inspirador librito de ensayos “La melancolía moderna”.

Leí a Bartra hace varias décadas como un profundo estudioso del Modo de producción asiático, una categoría marxista para comprender las relaciones de producción en sociedades precapitalistas.

Desde entonces cambiaron muchas cosas y también el siglo, y el mexicano no es el único pensador de las izquierdas en interesarse por el carácter melancólico del mundo de hoy, asunto que el ensayista italiano Enzo Traverso relaciona con el derrumbe de la utopía socialista. Pero Bartra ausculta la melancolía en todas las épocas. Así y todo, trae en este otro ensayo al presente la frase de Tocqueville del comienzo, explicando que:
Las personas son hoy seguramente más libres que en la época de Tocqueville, pero dependen más de la inmensa fuerza de la globalización y de las redes económicas, políticas y mediáticas que las rodean”.

Bartra se nos convierte así en un valioso compañero de ruta para comprender algunas formas desconcertantes en que las sociedades de hoy bendicen a sus verdugos y les otorgan poder para ejecutar la acumulación en contra de los intereses de las mayorías.
¿Qué dice el mexicano de ese sentimiento que permea a la sociedad de hoy: la melancolía?:

Domina la idea de que hemos perdido los objetos que antaño abrazábamos con amor. La pérdida del objeto amado produce la cólera del sujeto contra sí mísmo. Según la conocida interpretación de Freud, esta es la clave de la melancolía”.

Y en su librito transita por la melancolía en personajes como Miguel Angel, Goya, De Tocqueville, Abraham Lincoln, pero se propone descifrar claves de la devaluada democracia de hoy:
Se pregunta: “¿Qué significa vivir a comienzos del siglo XXI? ¿Dónde estamos? ¿Cómo se entiende nuestra época?”

Afirma que la desesperación y la tristeza de los nuevos tiempos se relacionan con el mal funcionamiento de la democracia, y hace que muchos se automarginen rechazando en bloque la política por considerarla esencialmente corrupta o maligna.

De Tocqueville expone, según él, “la tristeza democrática”. En su Democracia en América , el francés señala que “cuando la desigualdad es la ley común de la sociedad , las más fuertes desigualdades no saltan a la vista; (en cambio) cuando todo se encuentra más o menos nivelado, las menores desigualdades la hieren. Es por ello que el deseo de igualdad se vuelve cada vez más insaciable a medida que la igualdad es mayor”.

Coincido con la idea de que las sociedades muy desiguales naturalizan la injusticia en buena parte de sus ciudadanos, pero las demandas de igualdad en las convulsiones populares de Chile, Ecuador, Bolivia o Colombia provienen de profundas desigualdades, no de lo contrario.

Si algo puede ayudarnos a entender el aquí y ahora, los progres y republicanos de derecha, es pensar en la ambigüedad del sentimiento democrático: en particular, De Tocqueville era un muy asumido aristócrata francés que, después de la caída de los Borbones en 1830, decidió viajar a los Estados Unidos, esa sociedad que apenas marchaba por medio siglo de independencia. Viajó sin sospechar que allí descubriría la democracia para los europeos.
Diez años después publica su gran obra, donde reconoce: “Me gusta la democracia si uso la cabeza, pero yo soy aristócrata por instinto, es decir que le tengo desprecio y miedo a la muchedumbre”.
Bartra piensa que fue precisamente esa distancia la que le permitió al francés desarrollar una mirada más aguda. En aquel texto que escribió para sí mismo y no para publicar, Tocqueville admitió: “Amo con pasión la libertad, la legalidad, el respeto de los derechos, pero no a la democracia”.

¿Cómo explicaba semejante contradicción?: “Odio la demagogia, la acción desordenada de las masas, su intervención violenta y mal iluminada en los negocios, las pasiones envidiosas de las clases bajas, las tendencias irreligiosas”.

Su cabeza iba por un lado; su instinto, por otro.
Si en Tocqueville operaba la ambigüedad entre el interés por la democracia y su desprecio visceral por el gran sujeto de ella, las mayorías, se nos vuelve más familiar la contradicción de tantos referentes y ciudadanos de nuestra época que claman por la democracia y la República mientras abominan de lo popular y de sus líderes.

    5.- Entre intenciones, intereses y relatos …

La realidad es inaccesible como totalidad y cada quién escogerá datos y relatos que le definen en sus pensamientos y toma de decisiones pero especialmente en los intereses que defiende … Lo que no se puede con la realidad es tornar cierta la mentira durante mucho tiempo, porque la realidad golpea de frente a quién va creyendo relatos interesados que le hacen mirar para otros lados.

Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.” Abraham Lincoln

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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