Miércoles 22 de enero de 2020

La palabra horda es freudiana, pero Freud la remitía a la horda ‘paterna’, término con el cual calificaba el pasaje de un modo de organización social de los primates a un modo de organización de los homínidos, marcado por un asesinato original, el asesinato del padre, que abría paso a la sociedad de hermanos. Este momento de pasaje, a la vez que era original, no cesaba de repetirse.“Los sentimientos sociales fraternos sobre los cuales descansa la gran subversión conservan a partir de entonces y por mucho tiempo el influjo más hondo sobre el desarrollo de la sociedad. Se procuran expresión en la santidad de la sangre común, en el realce de la solidaridad entre todo lo vivo que pertenezca al mismo clan. (...) 

 "Utopía de solentiname" Óscar Mairena, en la que Ernesto Cardenal figura a la derecha, de gafas y barbas blancas. Foto: Cortesía Museo Jumex

Previenen que pueda repetirse el destino del padre. A la prohibición, de raigambre religiosa, de matar al tótem, se agrega la prohibición, de raigambre social, de matar al hermano. Pasará mucho tiempo hasta que ese mandamiento deje de regir con exclusividad para los miembros del linaje y adopte el sencillo texto: ‘No matarás’. Para empezar, la horda paterna es remplazada por el clan de hermanos, que se reasegura mediante el lazo de sangre. La sociedad descansa ahora en la culpa compartida por el crimen perpetrado en común; la religión, en la conciencia de culpa y el arrepentimiento consiguiente; la eticidad, en parte en las necesidades objetivas de esta sociedad y, en lo restante, en las expiaciones exigidas por la conciencia de culpa”. [1]“Al introducirse las divinidades paternas, la sociedad sin padre se trasmudó poco a poco en la sociedad de régimen patriarcal. La familia fue una restauración de la antigua horda primordial y además devolvió a los padres un gran fragmento de sus anteriores derechos. Ahora había de nuevo padres, pero las conquistas sociales del clan fraterno no fueron resignadas, y la distancia fáctica entre los nuevos padres de familia y el irrestricto padre primordial de la horda fue lo bastante grande para asegurar la perduración de la necesidad religiosa y la conservación de la insaciada añoranza del padre». [2)
(1)y(2) Freud, S., “Tótem y tabú”, Obras Completas, Vol. XIII, Amorrortu, Buenos Aires, 1980, pp. 147-148, p. 151
De la locura de la horda a los triunfos de las religiones Éric Laurent
Revista “Virtualia” Julio-Agosto 2016 Nº 32

El texto viene a cuento de varias Barbaries de época que se reflejan en las noticias de hoy.

Las enumeraré a modo de contexto, el orden es aleatorio y no expresa nada de jerarquía, importancia o cualidad sino mas bien que intenta un recorrido desde lo particular- particular, particular - público y Publico – publico que enunciáramos en un texto anterior: “ Para apreciar su calidad democrática, podemos partir, tal y como hace Castoriadis, de una división en tres grandes campos: la esfera privada-privada (vida privada, doméstica, amistades, familiar, amorosa, etc. que el filósofo llama oikos), la privada-pública (vida social no directamente política, sociedad civil, práctica del deporte, vida asociativa, encuentros culturales, económicos que el filósofo agrupa bajo el término de ágora), la pública-pública (vida cívico-política llamada ecclesia). El criterio de la democracia es doble: el desarrollo real de la ecclesia por un lado y, más generalmente, el de las tres esferas, por el otro. Primer ejemplo histórico (sin duda limitado): la Grecia del siglo V a.C.”


Un orden democrático es el resumen de las hordas en un espacio de convergencias donde culpas y juicios tengan un espacio neutral en el cual licuarse y permitir solucionar los conflictos y resolver el gobierno de formas menos violentas. Las hordas o devienen en “religiones” que oficializan y angelan la violencia contra los herejes y naturalizan las “purgas” o “expulsión violenta del hereje” o devienen en eclessia, asambleas donde se intenta un sentido de justicia que trascienda el comportamiento bárbaro de la horda y el comportamiento místico del que la legitima en un orden falsamente humano.

El neoliberalismo propone una nueva subespecie de horda … aquella diseñada a gusto y placer de los medios de comunicación y de la manipulación de ciertos odios y aversiones públicas ...contra otras hordas … pero esta subespecie de horda tiene la característica de no comportarse como horda … aunque lo haga. No es un juego de palabras … son las patotas que no tiene comportamiento de patota, porque son individuales, son “egos” que solo advierten el peligro de las hordas a ser “yo”, pero ese yo es el “yo” liberal, anárquico, independiente … que se constituye en horda junto a aquellos que anárquicos e independientes ven en peligro su independencia y anarquía. Son los que van a las convocatorias públicas con sus “propios medios”. Los que se solidarizan con “Nisman”, Los que alientan una república de “individuos” sin política y sin agrupaciones que puedan peligrar sus privilegios individuales … que no son sino el resultado de la migajas que la hordas de poderosos les dejan como limosnas a sus mediocres y miserables vidas de serviles sin cerebros a hordas que les inventan el sueño del “yo”, libre, puro, ético, que no forma parte de ninguna hora fanática, que no necesita de nada ni de nadie sino que le dejen ser y hacer su propio deseo …

Del otro lado de la grieta, la eclessia … los que intentamos debates sinceros y acuerdos para que lo humano prime por encima de la bestia y las hordas avengan a un orden democrático, no a un orden religioso que subordine todo a sus violentos y mezquinos intereses…

Daniel Roberto Távora Mac Cormack



Comentarios

  1. TE FALTO LA HORDA POLITICA, LA HORDA PERONISTA, LA HORDA DE LOS SIEMPRE ETERNOS FUNCIONARIOS DEL ESTADO, QUE NUNCA LABURAN , ETC. ETC. ETC.

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    1. ¿Porque considera que el trabajo político o de los funcionarios del Estado no es trabajo y el de los Gerentes de las empresas o ceos si lo es?

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