Jueves 9 de enero de 2020

Uno de los temas de confrontación en estos días en Argentina refiere al complejo juego de relaciones que se desarrolla en la geopolítica internacional y en América Latina en particular. Viene como parte del discurso que permitió en 2015 llegar al gobierno a la Alianza Cambiemos … aquello de “volver al mundo”, “dejar de aislarnos”, en clara alusión a los alineamientos internacionales que, obviamente no significaban que Argentina estaba aislada durante el período kirchnerista, sino mas bien que no estaba alineada con las políticas que para la región emanaban de Washington. Macri recompuso eso y significó, en el plano internacional, desarticular la organización Latinoamericana y caribeña que se había venido forjando con los gobiernos progresistas y otros no tanto pero que veían en la alineación regional ventajas para sus gobiernos. 

 

Hay tres ejes principales en las cuestiones que tensan las relaciones internacionales y un cuarto tema particularmente sensible para el presente Nacional. En Primer lugar, Venezuela como símbolo de aquellas alianzas tejidas al calor de los gobiernos populares y liderados por el entonces presidente de Aquel país, Hugo Chavez. Eje de la “grieta” a nivel continental, que reedita la vieja versión de la guerra Fria entre alineados con EEUU o con Rusia, en un formato diferente … alineados con EEUU o con un eje del mal constituido por China/Rusia/Iran/Corea … Obviamente el trasfondo es monetario-financiero y de acceso a recursos que permiten manejar los precios de esos recursos e imponer las condiciones comerciales al resto. El segundo tema es el Golpe de Estado en Bolivia contra Evo Morales y el Tercero la posición Argentina respecto al Ataque de los EEUU que provocó la muerte de Qasem Soleimani, comandante de la fuerza élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, que vuelve a poner a ambos estados al borde de una guerra de proporciones impredescibles.
Estas cuestiones agravadas para Argentina en tanto la relación con EEUU es fundamental respecto a las negociaciones que se están llevando a cabo por la Deuda Externa contraída por el gobierno cambiemista con el FMI, dónde EEUU tiene un rol decisorio.

Argentina ante el mundo: tensiones, defensas e incertidumbre

Alberto Fernández hereda un país vulnerable, en un contexto de disputas globales donde ninguna relación bilateral ofrece certezas.
Diez días después de su asunción, el gobierno de Alberto Fernández mantiene algunos interrogantes, mientras empieza a delinear certezas en relación a su política exterior. El mundo aparece desordenado, poco predecible y muchas veces hostil, marcado por las desavenencias regionales y el enfrentamiento entre Estados Unidos, la superpotencia establecida y China, la emergente. Argentina deberá transitar equilibrios entre intereses de corto y largo plazo; posibilidades y algunas amenazas que obligarán a políticas defensivas o de control de daños, en un contexto de vulnerabilidad creciente. 

 
El desafío será mayúsculo. Como señaló Juan Gabriel Tokatlian en una entrevista (...), la concatenación de una alta volatilidad internacional, una fuerte inestabilidad regional y una gran vulnerabilidad nacional es un escenario inédito para un gobierno argentino.

La agenda estará marcada por las urgencias, la primera de ellas vinculada al endeudamiento externo, y la renegociación de los compromisos con el Fondo Monetario y los acreedores privados, que deberá ser considerada a la hora de pensar los términos de la relación con Estados Unidos. El peso que tiene en el organismo y el haber sido uno de los pocos países que apostaron al préstamo más grande en la historia de la entidad de crédito lo convierten en el actor más importante a la hora de discutir la deuda. Las primeras medidas económicas del gobierno hacen pensar que, junto con la modificación de las prioridades en la asignación del gasto público, la búsqueda de un compromiso aceptable para deudor y acreedores, que pueda ser creíble y sostenible en el tiempo, está entre las preocupaciones a las que mayor atención otorgarán el presidente y su gabinete.

En el plano externo, sin embargo, las necesidades vinculadas con el endeudamiento chocan con algunas preferencias políticas y con intereses argentinos de vital importancia. Si las exigencias de Washington, desde el final de la Guerra Fría, se vinculan a una agenda de reformas pro mercado y a la cooperación en materia de lucha contra el terrorismo, y antes contra el narcotráfico, de acuerdo a su propia agenda de seguridad, en la etapa actual las demandas podrían incrementar su complejidad, afectando las relaciones con China y con América Latina.

Entre Washington y Beijing

Para Esteban Actis, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario, a diferencia de otras negociaciones de deuda como la del 2005, un paquete de reformas económicas para garantizar la sustentabilidad de la deuda no va ser suficiente, ya que pueden aparecer otras exigencias geopolíticas, principalmente las ligadas a la relación con China.

Actis distingue dos variables a tener en cuenta: la externa y la temporal. En relación a la primera, "la Argentina va a tener mayor margen de maniobra a mayor distensión del vínculo entre Estados Unidos y China. Si la primera fase del acuerdo comercial se consolida y vamos hacia un 2020 en el que tanto Trump -en campaña- como Xi Xinping busquen aligerar tensiones, eso le puede permitir a Argentina un mayor oxígeno y evitar que EEUU tenga la necesidad de obtener mayores compromisos estratégicos. Un clima de distensión implica una ventana de oportunidad", explica...


Durante el último año la región ha sido testigo de la búsqueda de compromisos estratégicos por parte de Washington. En una gira por Chile, el Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo advirtió sobre la presencia de Huawei en el continente, y el riesgo de seguridad que, en su visión, significaba para la región la presencia china. Hace unas semanas, el Huffington Post reveló que Estados Unidos amenaza con cancelar el acuerdo militar con Brasil para la explotación de una base si el país decide construir la red 5G con la empresa china. La cooperación con China de diferentes países sudamericanos, en materia tecnológica y energética, se ha convertido en la obsesión norteamericana a la hora de dirigirse a una región históricamente bajo su influencia. En cada visita de algún funcionario, la alarma aparece.

En segundo lugar, la variable temporal. Para Actis, Argentina tiene que evitar, al menos durante los meses en los que la negociación de la deuda sea protagonista, hacer declaraciones o anuncios en relación a sus compromisos con China. "Sería un error que en estos meses el gobierno salga a decir que va adherirse a la iniciativa de la Ruta de la Seda o que hay una decisión en relación a la tecnología china en 5G. Lo que tiene que hacer es dilatar esos anuncios", dice. El desafío es alejar cualquier tipo de compromisos que Washington podría vincular a la agenda de la deuda. "Una vez despejado eso -dice Actis-, Estados Unidos puede vincular otras agendas pero no una tan costosa como la de entorpecer la negociación".

Para navegar en un contexto signado por la tensión entre Estados Unidos y China, que se perfila como una constante a la hora de plantear las relaciones exteriores en función de la reconstrucción de una senda de desarrollo para la Argentina, la administración deberá honrar su compromiso de "desideologizar" su política exterior y formular un diagnóstico quirúrgico en cada uno de los escenarios que aparecen complicados. Para Actis será clave la supervisión de la Cancillería o la Secretaria de Asuntos Estratégicos en las misiones diplomáticas, de modo que los embajadores no actúen de manera aislada o en función de los intereses de la sede en la que se encuentran, algo que podría ser muy costoso para Argentina.

En un escenario de alta vulnerabilidad interna, con la necesidad de buscar nuevos mercados y el objetivo de mejorar el perfil exportador del país, el énfasis que ponen el canciller Felipe Solá y Alberto Fernández en el comercio exterior no parece menor. La cancillería será protagonista.

La importancia de la defensa

Quizás por primera vez desde 1983, otro ministerio debería tener un rol importante en la formulación de la política exterior en los próximos años. La tarea de Agustín Rossi será compleja y determinante: Argentina debe tener una política de Defensa acorde al tiempo y al mundo que corre.


El último año ha sido testigo de la importancia que han recobrado los ministerios de Defensa, en un paradigma cada vez más signado por la tecnología. En los países desarrollados de occidente, la puja intergubernamental, entre las carteras de Defensa, que alertan sobre los riesgos del poderío chino, y las económicas, que no quieren desaprovechar la chequera del país asiático, parecen un síntoma de época. En América Latina, la ausencia de desarrollos tecnológicos propios ocultan el problema tras un halo de inevitabilidad que, tarde o temprano, terminará por alcanzar a nuestros países.

Para Mariana Altieri, directora de la Fundación Meridiano, Defensa tendrá un mayor protagonismo durante estos años, en coordinación con Cancillería, con una mejora en las capacidades de las Fuerzas Armadas. Con respecto al rol del gigante asiático, Altieri considera que todavía hay incógnitas por despejar. "Va a ser complejo. China ofrece capacidad tecnológica, armamento más económico y accesible, pero nuestras FFAA no han visto con buenos ojos esos desarrollos, no se le tiene tanta confianza. Ese resquemor es generalizado. La pregunta es si China pretende ser solo un socio comercial. Su asertividad ha cambiado desde la llegada de Xi. ¿Hasta qué punto no vamos a tener que ceder, por ejemplo con tecnología? ".

La tensión sino norteamericana se traducirá sin dudas en discusiones y tensiones en el ámbito de la defensa. La base espacial en Neuquén, el despliegue de poder naval en el Atlántico Sur, y los convenios de cooperación en materia energética y tecnológica dan cuenta de la relevancia de cuestiones potencialmente conflictivas vinculadas al nuevo protagonismo chino. Del lado norteamericano, la reactivación en la última década de la Cuarta Flota de la Armada, con presencia en América Latina, y los escándalos de ciberespionaje contra dirigentes extranjeros por parte de la Agencia Nacional de Seguridad suman motivos de preocupación.

El estado de las capacidades defensivas argentinas cuela en el debate sobre las vulnerabilidades nacionales a otra potencia extranjera. "Un riesgo que tenemos y arrastramos es nuestra dependencia del armamento británico, en el nivel de la cadena de producción.

Tenemos problemas de interoperabilidad entre nuestras fuerzas, con equipamiento diferente". La limitación, sin embargo, abre también oportunidades de desarrollar vínculos regionales. "Sería importante desarrollar alguna política conjunta, vincular intereses y tener una apuesta común. Eso incentiva a que si hubiera que cambiar proveedores, poder hacerlo en conjunto y no en solitario", sostiene Altieri.

La relación con Brasil también estará surcada por cuestiones de defensa. La cooperación en ese ámbito es una de las garantías de la relación bilateral, que tiene entre los militares a varios de sus mayores abogados. Como señala Alejandro Frenkel, investigador de la Universidad Nacional de San Martín, de acuerdo a la visión brasileña "la relación con Argentina es importante para garantizar estabilidad regional, la Marina considera como prioritario el Atlántico Sur, donde Argentina es un actor importante, es parte de una visión estratégica".
Por último, la insistencia de Alberto Fernández en la soberanía de Malvinas y la campaña argentina en Antártida, mencionadas en el discurso inaugural, suman otros flancos desde donde Rossi proyectará protagonismo.

Brasil y la Región
La vecindad no aportará tranquilidad al marco de complejidades. La región vive una etapa de movilización social, un ciclo que inició hace algunos años en Brasil y cuya emergencia sistémica más evidente es el caso chileno, pero que reverbera en toda la región, como lo demuestran desde el caso de Colombia o la Bolivia de antes del golpe, los conflictos en Perú y Ecuador y las insatisfacciones con la representación política que llegaron a manifestarse incluso en Uruguay, donde el ex-general Guido Manini Ríos garantizó el triunfo del bloque a la derecha, y más de cuatro de cada diez votantes se pronunciaron en favor de devolver a las Fuerzas Armadas un rol en la seguridad interior.



El apoyo de los uniformados se ha vuelto un factor de peso para determinar la suerte de líderes y gobernantes. Si en Venezuela, Chile, Perú y Ecuador, con distintos grados de apego a la normativa democrática, el apoyo de las fuerzas terminó por garantizar la continuidad de los gobiernos, el retiro de ese apoyo en Bolivia selló la suerte de Evo Morales. Las Fuerzas Armadas se mantienen entre las instituciones de mayor prestigio en la región. Para Alberto Fernández, y para todo el sistema político local, donde la prescindencia de las Fuerzas Armadas en cuestiones políticas internas es un pilar de la democracia, esta coyuntura presenta desafíos evidentes.

La relación con nuestro principal socio estratégico será también puesta a prueba en los próximos años. Las recientes manifestaciones de Bolsonaro en contra del presidente argentino, en redes sociales y declaraciones a la prensa, dan cuenta de una beligerancia retórica destinada a la platea interna que las aperturas del discurso inaugural de Fernández no lograron conmover, y difícilmente vaya a modificarse.

Tampoco la relación comercial, a pesar de su importancia, ofrece garantías para la preservación estratégica de la relación, si bien Brasil es el principal socio comercial de Argentina, y Argentina el principal mercado para las exportaciones industriales brasileñas, los críticos señalan que el volumen del intercambio es decreciente, y que la relación es cada vez menos importante para un Brasil donde el proteccionismo cotiza en baja, y acumula críticos en un sistema político volcado mayormente hacia la liberalización, cuyo representante más cabal es el propio ministro de economía, Paulo Guedes.

La irrupción de China durante las últimas dos décadas como comprador de materias primas afectó enormemente la relación, que sufrió además las crisis económicas sucesivas de los dos países. "Argentina y Brasil cada vez comercian menos entre sí y están magnetizados por China, que reprimariza ambas economías. Eso opera estructuralmente, al margen de la voluntad de los gobiernos", señala Frenkel. La mayor preeminencia del agronegocio en la estructura productiva brasileña, y el fortalecimiento relativo de su peso político por sobre el del sector industrial es consecuencia de este fenómeno.

El destino del Mercosur estará en juego, con gobiernos aperturistas también en Uruguay y Paraguay. El reciente acuerdo celebrado con la Unión Europea, cuya ratificación en el Viejo Continente aparece en cuestión, genera un dilema para la Argentina que, de intentar modificarlo, por sus consecuencias en materia de empleo industrial, patentes y compras públicas, enfrenta la posibilidad de un intento de acciones unilaterales de sus socios en materia arancelaria, e incluso la amenaza de una salida brasileña del bloque, que sería su acta de defunción. Dado que el acuerdo no será con el Mercosur como único bloque sino que habrá cuatro acuerdos separados por cada país, los costos que pagaría Argentina ante una eventual dilatación de la firma pueden ser importantes tanto en materia política como comercial.

A pesar de todo, la Argentina conserva buenas voluntades en varios sectores del país vecino. Entre la dirigencia política, las recientes visitas del presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del vicepresidente de la nación, Hamilton Mourao, dan cuenta de la importancia, aunque decreciente, que el vínculo conserva. Preservar y fortalecer los lazos existentes será una clave hacia el futuro. Frenkel y Altieri coinciden en que la mirada es, antes que nada, defensiva. Mantener algunas agendas vigentes, incluso más allá de los estados, dice Frenkel. Altieri pregona una agenda que apunte en primer lugar a la reducción de riesgos, apostar a que se deje de deteriorar el Mercosur, para luego fortalecerlo, "no en términos políticos sino económicos, de manera que sea costoso retirarse".

Principios y pragmatismo

La aproximación al mundo y a la región, entre la volatilidad externa y la vulnerabilidad interna, será forzosamente diferente de la que caracterizó la década pasada, cuando cobraron protagonismo órganos y foros alternativos de carácter sudamericano y regional. No aparece aún con claridad cuál será calibración de principios e intereses del flamante gobierno.


La posición argentina frente a Venezuela y el otorgamiento de status de refugiado a Evo Morales abren interrogantes respecto de las consecuencias en relación a Brasil y Estados Unidos, los principales actores hemisféricos. Para Frenkel, el enfoque allí es de poco pragmatismo. "Es una decisión importante, que como toda decisión, traerá consecuencias". Sobre Venezuela, considera que la postura argentina obedece a la correlación de fuerzas dentro del espacio gobernante, con una aproximación algo más leniente de la que preferiría el presidente. Altieri coincide respecto de este último punto, aunque señala que los equilibrios también abarcan a quienes buscan, dentro del gobierno, una relación más cercana con Washington. La intención de Alberto Fernández, en este marco, sería presentar estas posturas de acuerdo al interés nacional argentino. No como adhesión a Morales o al régimen venezolano que como una defensa del Estado de Derecho y el principio de no intervención. De acuerdo a Actis, el intento de reconstruir un bloque progresista regional traería, inevitablemente, un conflicto con Washington.

Los riesgos que enfrentará argentina son claros y patentes, pero no hay por qué descartar la idea de oportuncrisis. "En el corto plazo, hay posibilidades de aprovechar los incentivos de la competencia hegemónica para obtener beneficios tanto de China como de Estados Unidos", dice Altieri. Actis identifica signos positivos en ambas potencias, coincidentes con los intereses argentinos. "Estados Unidos tiene interés en que la cuestión de la deuda se resuelva bien, el crédito del Fondo, y el apoyo, han sido muy importantes". Sobre China, destaca la complementariedad económica y la potencia inversora. En cuanto a Brasil, recuerda Frenkel, nuestros países intercambian entre sí algo que casi no intercambian con el resto del mundo: valor agregado. En la voluntad de nuestros gobiernos, aún no demostrada, de enfrentar la tendencia a la primarización, la relación bilateral podría jerarquizarse.

Si en las décadas de los noventa y los dosmil, Argentina decidió abrazar desenfadadamente los caminos que le marcaban las tendencias globales, y durante la última década transitó un péndulo que acompañó la pérdida de recetas económicas evidentes, hoy aparece desafiada por un marco externo de incertidumbre, en el que cada actor relevante ofrece dosis similares de incentivos a asociarse, riesgos y capacidad de daño. En la pericia de Fernández para decidir qué golpes absorber, cuáles evitar y analizar precios y recompensas de cada decisión, en función de un rumbo estratégico, se jugará una parte importante del objetivo declamado de poner a Argentina de pie.


Los medios y los miedos.

En un mundo tensado y dirigido a la polaridad que fomenta los EEUU con sus políticas de Defensa y de Seguridad nacional que internacionaliza, se le enfrenta otro que propicia acuerdos multinacionales y multiregionales, que intenta equilibrios mas participativos, un mundo pluripolar liderado actualmente por China y Rusia.

Irán y Corea a diferencia de los dos primeros, aparecen como enemigos declarados de EEUU, signados mas por las propias decisiones norteamericanas que por la existencia de conflictos que los enfrenten realmente.

Los llamados “populismos” se los asocia a esta última corriente.

En medio de estas simplificaciones es obvio que hablar de alguna posición Soberana y apelar al pragmatismo en las relaciones internacionales suene y resulte ambiguo … ¿Lo es? 


En la situación actual colocarse decididamente a un lado u otro de esta linea de conflicto implica alimentar hacia dentro la famosa grieta inventada por Clarín y alimentada por el Lawfare en Argentina.

Y Aunque hagasé lo que se haga los medios van a actuar de acuerdo a sus intereses alineados con EEUU y el financierismo transnacional, en la realidad, operar con un sentido prescindente de conflictos que no son nuestros, nos permiten un amplio margen de maniobra para dirimir de a uno los problemas en los que el macrismo nos dejo inmersos.

Venezuela: La teoría pendular

El gobierno argentino camina en una delgada línea en medio de la crisis venezolana

La administración de Alberto Fernández describió como “inaceptable” y “un nuevo obstáculo para el pleno funcionamiento del estado de derecho” a los recientes hechos en el país que preside Nicolás Maduro, pero no firmó una declaración condenatoria del Grupo de Lima

El nuevo gobierno izquierdista de Argentina está realizando un acto de equilibrismo en su política hacia Venezuela, alejándose del Grupo de Lima que ve al presidente Nicolás Maduro como dictador, al tiempo que condena su asalto a la Asamblea Nacional controlada por la oposición. La administración del presidente Alberto Fernández dijo el domingo que el impulso de las fuerzas de seguridad de Maduro para impedir al líder de la oposición, Juan Guaidó, y sus partidarios ingresar a la Asamblea Nacional fue “inaceptable” y “un nuevo obstáculo para el pleno funcionamiento del estado de derecho”. Aún así, el gobierno argentino declinó firmar una declaración
condenatoria del Grupo de Lima, un equipo ad-hoc creado en 2017 por varios países, incluido Argentina, que busca elecciones libres en Venezuela.

Este enfoque dual resalta el delicado acto de equilibrio de Fernández sobre un tema muy debatido que está dividiendo las lealtades políticas de América Latina. 

 

Como jefe de una coalición de izquierda, el presidente argentino ha señalado que está realineando la política exterior del país; en parte otorgando asilo al expresidente boliviano Evo Morales e interactuando con los funcionarios de Maduro durante su posesión el mes pasado. Al mismo tiempo, acercarse demasiado a un régimen que el gobierno de Donald Trump está tratando de eliminar puede poner en peligro el apoyo de Estados Unidos en negociaciones económicas clave para Argentina.


Un alto funcionario de la administración Trump le dijo a Bloomberg News el mes pasado que refugiar a Morales e involucrarse con el régimen de Venezuela cruzaba una línea roja y podría costarle a Argentina el respaldo para un nuevo paquete financiero del Fondo Monetario Internacional y la inversión estadounidense en los vastos campos de petróleo y gas de esquisto del país.

Fernández está buscando un punto medio para Venezuela sin molestar a Trump en el camino, asegura Andrés Malamud, profesor argentino de ciencia política en la Universidad de Lisboa.

Acercarse demasiado a un régimen que el gobierno de Donald Trump está tratando de eliminar puede poner en peligro el apoyo de Estados Unidos en negociaciones económicas clave para Argentina
Al no firmar junto con el Grupo de Lima, puede apostar a ser moderador”, dijo en un mensaje. “Argentina necesita el apoyo de Trump para renegociar su deuda”.

El gobierno de Argentina no reconoce a Guaidó como presidente de Venezuela y tampoco considera a Maduro dictador, dijo una persona con conocimiento directo del asunto a Bloomberg News. El comunicado del Grupo de Lima, firmado por países como Brasil y Canadá, describe al gobierno de Maduro como una dictadura, algo que la administración de Fernández no estaba dispuesta a apoyar, dijo la persona, quien declinó ser identificada.

Argentina no fue el único país de izquierda que condenó la medida de Maduro que llevó a Luis Parra, un diputado atrapado en un escándalo de corrupción, a declararse el nuevo líder de la cámara el domingo.

Uruguay, que tampoco considera a Maduro un dictador, dijo que la actitud de su gobierno “daña gravemente” los esfuerzos por encontrar una solución a la crisis venezolana. Aunque se abstuvo de condenar la situación, México pidió que se siguiera el proceso democrático en la votación de la Asamblea Nacional.

Le retiraron el placet a la embajadora de Guaidó en la Argentina
El gobierno de Macri le había entregado credenciales diplomáticas 

El Gobierno le quitó sus credenciales a la embajadora Elisa Trotta Gamus, que no había sido enviada por Venezuela, sino por el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó y cuyo placet había sido aceptado por el gobierno de Mauricio Macri. En la Cancillería aclararon que la diplomática "estaba bajo el formato de misión especial que le había dado la gestión anterior, no como embajadora formalmente de Venezuela". No obstante, a través de una carta le indicaron que se ponía fin a esa "misión especial". El Gobierno argentino se pronunció contra los últimos hechos en Venezuela y cuestionó que se haya impedido el funcionamiento de la Asamblea Legislativa. Desde Juntos por el Cambio, reclamaron que le devuelvan a Trotta el lugar que le dio Macri.

El gobierno de Macri fue uno de los que se alineó con la estrategia para terminar con el mandato de Nicolás Maduro. Reconoció desde un comienzó a Guaidó y denunció una y otra vez a Venezuela como una dictadura. En esa línea, reconoció a quien Guaidó envió como embajadora: el canciller Jorge Faurie le dio cartas credenciales, inmunidades y seguridad como si fuera la embajadora legítima de Venezuela. Esto le pertimió a Trotta Gamus montar una suerte de embajada paralela.

La Cancillería puso fin a esto a partir de una nota forma que le envió la directora nacional de Ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mariángeles Bellusci: "Me dirijo a usted a los efectos de comunicarle que a partir del día de la fecha se pone fin a su misión especial en la República Argentina y a sus funciones en el marco de la misma", dice la misiva. En la Cancillería habían advertido que era un problema la forma en la que la diplomática se venía presentando en sus entrevistas públicas. "Ante la persistencia en los medios de presentarla como embajadora, consideramos oportuno informar que no lo es", indicaron.

La decisión de terminar con la embajada paralela ya había sido adelantada antes de asumir por el canciller Felipe Solá: "Es ilegal. No vamos a buscar excusas. Pensamos que las relaciones son complejas, pero tampoco se puede violar la legislación para tener el embajador que uno quiere", había advertido.

Comunicados Oficiales



En sendos comunicados, Cancillería fijó posiciones entre el sábado 4 y el Domingo 5 de enero. Publicado en el sitio Web del ministerio a Cargo de Felipé Solá ...
Información para la Prensa N°:004/20
La República Argentina ve con preocupación los recientes acontecimientos ocurridos en Medio Oriente. 
Eventos violentos protagonizados en un mundo global y consecuentemente hiper-conectado tienen el potencial de tener consecuencias directas en todo el planeta. 
nformación para la Prensa N°: 
004/20
La República Argentina ve con preocupación los recientes acontecimientos ocurridos en Medio Oriente. 
Eventos violentos protagonizados en un mundo global y consecuentemente hiper-conectado tienen el potencial de tener consecuencias directas en todo el planeta. 
Nosotros, los argentinos, podemos dar testimonio de lo dicho. En nuestro pasado reciente hemos sido víctima al menos en dos oportunidades de actos de terrorismo internacional. 
Ante esa realidad y en virtud de nuestra propia experiencia, el Gobierno Nacional insta a las partes en conflicto a que dispongan las medidas que permitan contener la tensión y trabajar en pos de una salida pacífica y negociada que evite escaladas que pongan en riesgo la seguridad internacional.
Como siempre lo ha hecho, también esta vez privilegiamos la vía de la negociación y la diplomacia para la solución de los conflictos. 
En ese sentido, hace un llamado a la comunidad internacional para que todos asumamos posiciones constructivas y reclama a las organizaciones multilaterales que asuman las responsabilidades que se les han confiado, en particular en materia de paz y seguridad internacional.

Domingo 5 de Enero de 2020
Información para la Prensa N°: 
005/20
El Gobierno argentino lamenta profundamente los episodios registrados en el día de la fecha en la República Bolivariana de Venezuela.
Resultan inadmisibles para la convivencia democrática los actos de hostigamiento padecidos por diputados, periodistas y miembros del cuerpo diplomático al momento de procurar ingresar al recinto de la Asamblea Nacional, para elegir a las nuevas autoridades de su junta directiva.
Al frustrarse el funcionamiento de un cuerpo democrático colegiado, lo ocurrido resulta un nuevo obstáculo para el pleno funcionamiento del Estado de Derecho, condición esencial para permitir encaminar una salida transparente a la situación que hoy vive el pueblo venezolano.
Recuperar el diálogo entre las fuerzas políticas de Venezuela en un marco de pleno respeto de las libertades y los mecanismos institucionales, es el objetivo al que busca propender el Gobierno argentino, para aliviar el padecimiento de millones de venezolanos dentro y fuera del país.
En esa búsqueda, y sin pretender involucrarnos en la situación interna de otros países, instamos a todos los partidos representados en la Asamblea a reencauzar el proceso de elección de sus autoridades en el pleno respeto de las reglas constitucionalmente establecidas.
El Gobierno argentino también hace un llamado a las democracias del mundo a que ayuden a facilitar ese proceso de diálogo para que Venezuela pueda recuperar a la brevedad la normalidad democrática que históricamente ha caracterizado a ese país.
El resguardo de la independencia de los poderes y de las inmunidades de los parlamentarios son condiciones indispensables para el normal funcionamiento del sistema democrático.
 
Argentina: Tras la presión de Israel y EEUU, Alberto Fernández confirma al partido legal libanés Hezbollah como «terrorista»
Resumen Medio Oriente, 14 de diciembre de 2019—

Alineamientos y desalineamientos Internacionales

Semanas atrás se le hizo un guiño a las políticas internacionales de Trump, al sostener al Hezbollah en la lista de “Grupos Terroristas”, debido a presiones manifiestas, luego desmentidas desde la embajada de los EEUU, por este Estado e Israel, en relación directa al tema AMIA.

No vamos a hacer cosas que nos traigan problemas», aclaró el canciller Solá

Pero si no las hacen, los medios de comunicación se encargan de inventarlas.
«No vamos a hacer ningún cambio, no vamos a hacer cosas que nos traigan problemas», dijo el canciller Felipe Solá a un medio radial nacional.

El tema le había ocasionado a Alberto Fernández uno de sus primeros conflictos diplomáticos. Pocos días antes de la asunción, la actual ministra de Seguridad, Sabina Frederic, dijo que calificar al Hezbollah como una organización terrorista, como había hecho Maurcio Macri por decreto, es «comprar un problema que no tenemos».

Como represalia, el gobierno de Israel no envió a ningún representante a la asunción presidencial de Alberto, pese a que había anunciado que enviaría un ministro.
El día después de asumir, el presidente y Solá se reunieron con enviados del gobierno de Donald Trump. Y menos de 24 horas después el canciller hizo el anuncio de que mantendrán a Hezbollah en la lista de grupos terroristas.

Nuevos espacios, Nuevas Agendas ...

Antes de asumir, Alberto Fernandez había participado en Buenos Aires, de la segunda reunión del Grupo de Puebla, un nuevo intento de producir un eje político alternativo a aquel que proponen las políticas norteamericanas en la región.

Hoy la apuesta es decida por la CELAC …
El canciller Felipe Solá, en su primer viaje al exterior desde que asumió el cargo, advirtió en su discurso en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que la región requiere que los países “apostemos a la innovación: no seamos conservadores”.
El ministro de Relaciones Exteriores argentino llegó el martes al DF junto a su jefe de gabinete Guillermo Justo Chaves y enfatizó que “la unidad es la clave para que nuestra región se inserte con éxito y dignidad en el mundo”. Ahondó luego en que existen coincidencias sobre las “grandes amenazas de la región” y que “existe un diagnóstico sobre el malestar de nuestros pueblos como consecuencia de la desigualdad”. Abogó, por otra parte, que “quienes no estuvieron hoy aquí se arrepientan de no haber participado”.


Solá aseguró que “no es casual que sea México -un país hermano con el que tenemos una historia de solidaridad- y la cumbre de la CELAC, un foro que posee enorme significado para nuestro país”, que representen su primer viaje como Canciller de la Argentina.  En el mismo sentido afirmó el ministro argentino: “‪Vine a renovar el compromiso argentino por una América Latina y Caribe que trabajen en unidad”. Luego reafirmó que “la unidad es la clave para que nuestra región se inserte con éxito y dignidad en el mundo y por eso resulta imprescindible fortalecer la integración regional con instrumentos como la CELAC.
El canciller también felicitó, en nombre del Gobierno argentino, al presidente Andrés Manuel López Obrador y al canciller Marcelo Ebrard “por la Presidencia pro tempore de México en la CELAC. No tengo dudas de que esta será una gestión histórica para la integración regional en pos de la igualdad entre las naciones”.
Solá afirmó que “América latina atraviesa circunstancias como las que todos conocemos, con datos acompañados de dolor y de un estado de cierto resentimiento y de malestar en buena parte de nuestros pueblos”, que “se va expresando de distintas maneras y puede sorprender a cualquiera, por lo cual nadie puede arrogarse el acusar a otro de cómo gobierna”.
La delegación argentina participa de una nutrida agenda apretada, que por supuesto está impregnada por la crisis en Venezuela, la situación institucional en Bolivia y por el proceso electoral en la Organización de Estados Americanos (OEA), con reuniones bilaterales con representantes locales y de Cuba, Ecuador, Perú, Panamá Surinam y Guyanas, entre otros países, como así también con la Secretaria Gral. Iberoamericana, Rebeca Grynspan. Y aunque excede de los límites regionales, por supuesto que uno de los temas tratados fue las implicancias de la crisis en Medio Oriente por la escalada del conflicto entre Estados Unidos y el régimen de Irán.
La CELAC agrupa a los 33 países de América Latina y el Caribe. Las decisiones se toman por consenso. La creación de la CELAC en 2010, producto de la fusión entre el Grupo Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC), obedeció a la voluntad política de la región de conformar un espacio de coordinación y concertación política sobre la base de valores, intereses y objetivos compartidos, y como la voz concertada de América Latina y el Caribe en foros regionales y multilaterales.
Argentina no concurrió a la anterior cumbre CELAC 2019, por divergencias en el posicionamiento regional. Por lo que este retorno significa la recuperación del rol activo que supo tener el país en la Comunidad.
Entre los ejes temáticos previstos para la CELAC 2020 figuran: Cooperación aeroespacial y aeronáutica; Gestión integral de riesgos de desastres naturales; Foros de Ciencia y Tecnología para la sociedad; Encuentro de rectores; Compras consolidadas en común; Monitoreo de virus y bacterias por resistencia a antibióticos; Transparencia y lucha contra la corrupción; Foro Economía azul/Gestión sustentable de los recursos oceánicos.
La situación en Bolivia también fue parte de esta trama. Ampliamente tratada a ambos lados de la grieta, en los días anteriores, se evidencio la carga mediática contra el gobierno de Alberto Fernandez, aunque mas específicamente en los intentos por enfrentar a diferentes sectores que conformaron el movimiento de unidad que alcanzo la holgada victoria en las urnas el pasado Octubre. Con las situaciones en Venezuela y Oriente Medio no se privaron de lo mismo, tanto que llevaron a muchos a criticar a un lado y otro la posición internacional Argentina y hasta algún enfervorizado propuso la renuncia del canciller Felipé Solá. 

Obviamente no serán tiempos calmos. El gobierno lo sabe. Los medios de comunicación en pie de guerra también lo saben. Y en esta puja por relatos y posiciones que definen acciones y capacidades de definir rumbos y agendas políticas y de gestión de la administración pública, deberemos, mas atentos que siempre, no caer en el juego tan milenario como efectivo que propone el neoliberalismo en Argentina, “Divide y reinarás”, Solo un campo popular dividido permitirá re-editar la tragedia neoliberal en Argentina.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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