Sábado 25 de enero de 2020

A fuerza de aquello de que toda causa tiene su consecuencia o de que toda acción su reacción o todo dicho o juicio regresa a uno de alguna manera, es indisoluble en todo orden social que intente cualquier comunidad del planeta, la tensión de esas relaciones con su contrario … ¿Pero podría ser de otras maneras? 

Pintura: Andrew Salgado
 
El cerebro humano necesita separar, distinguir, fragmentar, comparar, como formas para poder esbozar algún relato que surja como conocimiento, ya de experiencias reales o experimentales en laboratorios o en los mismos escenarios donde se producen. Esas necesidades son en función de las capacidades sensoriales por un lado, que establece procesos de comunicación entre el habitat, el individuo y la especie como tal, y las capacidades cognitivas y racionales que, en el uso de la razón consciente, cualifica lo humano como tal. He aquí una primera concepción diferencial … son tres y no dos los elementos que se relacionan. Entonces cualquier polarización reduce, diluye o niega alguno de esos términos. Hay un afuera no humano, un afuera humano y un interior individual (indivisible, uno) que interactúa con esos dos elementos externos … es aquí dónde la ciencia intenta la “objetividad”, es decir pensar esas relaciones y pensar los resultados de esa comunicación sensible con el afuera, reduciendo a dos los elementos … prescindiendo del “yo” para entender de modos menos subjetivos (Dónde el individuo juega como parte) e interpretar lo que sucede en el afuera, en esa relación entre otro y ambiente, o entre otro y otro. Pero como, lenguaje y percepción son parte del individuo … en realidad la objetividad es un esfuerzo necesario pero imposible. 

Se trata entonces de alcanzar el mayor grado de objetividad posible y este es solo posible en la medida que se comparen muchas “objetividades individuales” que constituyan alguna “objetividad colectiva” … de esta forma el conocimiento no es un objeto de posesión o al que el individuo accede … sino resultado colectivo de los intentos de objetividad individual puesto al servicio de una construcción común que aporta al orden social … a la generación de conocimientos sociales como parte de las formas y contenidos que nutren el orden social y definen el carácter de una época, una asociación o un colectivo humano en esa época.


La sociedad argentina se encuentra conceptualmente sometida a una división binaria sustentada por la lógica de un sector minoritario con gran influencia mediática, económica y política, que busca afirmar en la conciencia colectiva la idea que esta fragmentación social no solo es natural sino también necesaria. Concretamente, han categorizado como “la grieta” a una fórmula construida bajo los vaivenes de las tensiones sociales que les ha servido para acentuar sus intereses de dominación y crear de esta forma una definición antagónica y claramente conflictiva.

En este sentido, es posible reconocer el poder simbólico de las palabras en donde “grieta” y “conflicto” se acercan, se reconocen y se fusionan para trazar una distancia considerable entre dos grupos de la población que buscan polarizar constantemente sobre aquellas problemáticas o cuestiones sociales que suelen desencadenar en discusiones intensas con pocos puntos en común. Por consiguiente, desde una mirada de las Ciencias sociales se afirma que el conflicto que se instala en cualquier sociedad está gestado para ser reconocido y enfrentado (pero nunca negarlo), asumiendo que en contadas ocasiones de la vida en comunidad solo algunos de estos conflictos logran aproximarse a una resolución, pero que de cualquier manera deben ser interpretados como emergentes de todo lazo social.

Ahora bien, también está claro que quien nomina, domina. Y allí vemos que la llamada grieta no es otra cosa que el esquema necesario para buscar legitimar, aceptar y normalizar una distribución de la riqueza ampliamente inequitativa, profundizada por las condiciones impuestas mediante las políticas neoliberales del odio y la exclusión, que han desencadenado en una lucha social de confrontación y antagonismo constante en donde sus participantes compiten solo para diferenciarse, pero con el objetivo real de estar en el lado más beneficioso de la grieta.

De esta forma, el mapa discursivo sobre el que está diseñado este conflicto deja expuesto que son las relaciones de poder concentradas entre lo político, económico y mediático las que se encargan de construir el lenguaje, imponer las reglas y los objetivos para que el resto de la sociedad se apropie de ello y genere la autopercepción de que están formando parte de una unidad que los incluye. En consecuencia, la profundidad de la grieta va consolidando la noción del “nosotros” y “ellos” que termina siendo el fundamento mismo de ese conflicto, pues la distancia que separa a las partes comienza a ampliarse desde el momento en que uno de los polos no tiene bien en claro que es lo que identifica a sus miembros y los agrupa, pero reconoce muy bien su frontera antagónica, lo que no son ni quieren ser.

Por consiguiente, se pone en funcionamiento un sistema agrietado y pensado para polarizar entre un sector social minoritario amparado en su poder ideológico y clasista que les da a sus integrantes el estatus autorreferencial de ser los verdaderos representantes del país, los que aportan el valor cultural, social y productivo; frente al otro margen de la población que es contemplado por los primeros como un “ancla social” que se aprovechan de la generosidad de sus aportes y simplemente gastan lo que ellos generan.

En relación con ello, cualquier modelo de Estado regulador, intervencionista y con un mayor compromiso social no forma parte de un diseño estatal aceptado por el lado más rupturista de la grieta, ya que el carácter progresivo de las políticas tributarias que surjan de este modelo estarían pensadas como puentes de recaudación y reparto que se moverían del lado social que más tiene para aportar al que más necesita.

Frente a esta coyuntura, el Gobierno del Frente de Todos se muestra como una coalición política que ha logrado interpretar que en la conflictividad empírica de la grieta no hay neutralidad, sino más bien una conjunción de intereses contrapuestos que responden a un puñado de actores sociales y políticos claramente influyentes en el esquema de cualquier programa de Estado. A partir de ello se percibe una relación coherente entre la postura conciliadora de Alberto Fernández como candidato y la posición actual como presidente de la Nación que busca fomentar un acuerdo social entre aquellas agrupaciones necesarias para la construcción de su legitimidad política; tal es el caso de la Unión Industrial Argentina, la CGT, los movimientos sociales y trabajadores de la economía popular y el sector más destacado del campo, agrupado en una Mesa de Enlace que inicialmente ha mostrado sus reparos para formar parte de este compromiso solidario que gestiona el oficialismo.

En definitiva, esta nueva etapa del peronismo en el poder da cuenta de un viraje estratégico sobre cómo trabajar con la grieta. Pues si en la etapa anterior al macrismo, el plan era centrifugar hacia uno de los polos sin tomar los recaudos sobre la calidad del impacto que esta postura podía generar en el modelo político desarrollado; ahora el Gobierno que encabeza el binomio Fernández-Fernández asume como propio ese error y busca alejarse de una confrontación directa con la grieta para dar lugar a una estrategia que no excluya ni polarice y que reconozca a este conflicto como inherente a nuestra sociedad, permitiéndole al Frente de Todos establecer una posición más centrípeta con el objetivo de encauzar la diversidad de intereses y compensar las asimetrías de poder.

( https://www.diariolapatria.com/esteban-pastoriza-la-grieta-como-conflicto-social/ )


El 18 de diciembre de 2019, el doctor Marcelo Saín, ministro de seguridad de la provincia de Santa Fe, el quinto territorio con más casos de delitos vinculados al narcotráfico según la última estadística subida a la página oficial del gobierno nacional, decidió desplazar a 30 oficiales de La Santafesina SA e intervenir la Unidad Regional XVII, con asiento en el departamento San Lorenzo, allí donde alguna vez peleara José de San Martín para iniciar su sueño de Patria Grande.


Un mes después de aquella purga policial, 18 asesinatos, uno por día en lo que va del año en la geografía de la ex ciudad obrera, industrial y ferroviaria, devenida en mapa de servicios colaterales al mayor flujo de dinero de la Argentina, consecuencia del ochenta por ciento de las exportaciones cerealeras que salen, justamente, de los muelles rosarinos y sanlorencinos, allí donde sangró el hombre que será retirado del billete de cinco pesos.

14 personas menores de 35 años, es decir el 77,7 por ciento de los casos. 14 asesinatos con armas de fuego, también el 77,7 por ciento de los casos. Una persona muerta por día. La mayoría, gente joven. La mayoría de los asesinatos producida por armas de fuego.

La sucesión de los hechos en la línea de tiempo no da margen para muchas interpretaciones: sacar del juego a oficiales con mando de tropa desbarató un conjunto de cajas negras.

Una persona muerta por día es resultado del contragolpe político mafioso de las bandas narcopoliciales que, como sucede en cada una de las cinco grandes provincias argentinas, son responsables de los negocios ilegales que se dan en las calles de las ciudades de esos estados.

-Sangre, dinero y pólvora … – eran las palabras más repetidas por el desesperado general Belgrano cuando quería enarbolar la bandera de la igualdad en el trono de la vida cotidiana de estas pampas y ríos sin límites.

Doscientos años después de su muerte en la pobreza, consecuencia de su obstinación revolucionaria, “sangre, dinero y pólvora” parecen ser las palabras que identifican dos de los grandes negocios del capitalismo argentino y mundial, narcotráfico y contrabando de armas, máscaras, en definitiva, del movimiento del dinero, verdadero corazón del perverso sistema.

Las cifras del Ministerio de Seguridad de la Nación no dejan margen para otras muchas lecturas.

El último año cargado de información es el de 2018.
61.688 hechos delictivos vinculados al narcotráfico.

359, solamente, los hechos delictivos contra el orden económico y financiero.

En la Argentina del presente, los negocios de la pólvora y la sangre tienen cuentas pendientes, pero el negocio del dinero es apenas molestado.

No es casual que la ley de entidades financieras siga siendo la de la dictadura de las desapariciones, la de 1977.

La sangre de las dieciocho personas asesinadas en Rosario en los primeros dieciocho días de 2020 es consecuencia de la impunidad del flujo de dinero que siempre debe circular.

Las bandas narcopoliciales afectadas por la decisión del doctor Marcelo Saín, las que multiplican la pólvora y la sangre, pretenden las soluciones funcionales a su continuidad: mano dura de cualquier fuerza de seguridad, nacionales o provinciales.

El domingo 12 de enero, gente vinculada a la banda de Los Monos, pedía el regreso de la policía que sabía torturar sin dejar marcas ni huellas en los cuerpos mutilados.

La mano dura es el atajo de la cultura de derecha que es patrimonio de la mayoría de los partidos que gestionan las andanzas del sistema del dinero impune.

Ahora La Santafesina SA está más tranquila, no solamente por la llegada de fuerzas federales, tan o más corruptas que la policía provincial, sino porque el gobierno del contador Omar Perotti, dispuso el regreso de las municiones de guerra para las cartucheras de los uniformados. La purga democrática y a fondo que inició Saín aquel miércoles 18 de diciembre empieza a ser cercada por las voces que piden pactar o regresar a la misma mano dura que pretenden las bandas narcos.

Mientras tanto, más allá de los asqueantes relatos que se hacen desde algunos grandes medios de comunicación de Capital Federal, las grandes mayorías rosarinas, tozudamente, insisten en su vida cotidiana, lejos del miedo que quieren inocular las berretas usinas de rumores que pululan alrededor de las bandas narcopoliciales.
El dinero, la pólvora y la sangre, en definitiva, a dos siglos de la muerte de Belgrano, son tres ingredientes del impune negocio del sistema en la geografía rosarina.



Es hora de saber que estas 18 vidas que piantaron muy antes de tiempo a la pampa de arriba forman parte de un momento en que la antinomia vuelve a ser mafias o democracia verdadera.
Las mayorías rosarinas, en su porfiada insistencia, merecen el intento de construir algo diferente al miedo que intentan imponer las minorías con poder económico y de fuego.
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Esa lógica binaria que los medios de comunicación hegemónicos y los poderes sostienen en las formas neoliberales de “orden social”, diluyen, deforman y manipulan esa capacidad necesaria de los cerebros humanos (Distinguir, separar, fragmentar, comparar), para reducirlas a dos polos irreconciliables que permiten la manipulación de la sociedad en su conjunto al forzar pertenencias a uno u otro lado.

El conocimiento en el desarrollo de la capacidad humana de razonar, nos permite plantear una realidad bien diferente. De Hecho hasta no hace mucho tiempo atrás, la provincia de Santa Fe estaba gobernada por una Fuerza política que no pertenecía a esa grieta, el Partido socialista. Hace poco menos de tres meses fue reemplazado por el Parido Justicialista que integra el Frente de Todos. El gobierno anterior servil a la grieta neoliberal creada y alimentada por el grupo hegémonico de medios masivos de comunicación en Argentina, el Grupo Clarín, hizo de la lucha contra el Narcotráfico una de sus banderas. Sin embargo, Santa Fe no fue precisamente el ejemplo de los logros de tales intenciones discursivas. Tampoco lo fueron Córdoba (Gobernada por el Peronismo Federal, otra facción del Partido Justicialista por fuera de la grieta) y en CABA y Provincia de Buenos Aires , (Si gobernadas por Cambiemos).

En realidad, el discurso que se alentó durante cuatro años, mas allá de que el narcotráfico constituye un problema real y de difícil tratamiento y solución, ya que forma parte de las formas neoliberales de organizar la globalización y permitir las injerencias de las naciones mas poderosas del planeta en aquellas de menor fuerza e influencia para sus propios beneficios imperiales, asunto del que dan cuenta Colombia y México como los territorios de América Latina que mas sufren las consecuencias de estas dinámicas de violencia, negocios ilegales y excusas para dominar e intervenir en teritorios y sus administraciones para el beneficio de las potencias globales, fueron precisamente las “excusas” para permitir esas injerencias y modificar la relación de fuerzas y de alianzas en la región, poniendo al país en situación de dependencia respecto a las políticas que los Estados Unidos, Europa e Israel consensúan para el resto del mundo. 
 
A las tensiones geopolíticas globales, les surgen como consecuencias y retroalimentación, las realidades que se tejen bajo sus influencias en los territorios y que impactan de modo vívido y cotidiano en la vida de las personas.

Mas allá de los delitos reales, permiten alimentar una cultura de represión y odio, hacia sectores sociales estigmatizados y empobrecidos.
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En la segunda ronda de reconocimiento, cinco de los diez detenidos por el homicidio de Fernando Báez Sosa fueron señalados por los testigos como participantes en la golpiza. Hasta ahora, los tres que han sido señalados de manera fehaciente son Máximo Thomsen, a quien se le adjudicaría el accionar más violento, Enzo Commeli y Ciro Pertossi, según trascendidos, ya que hasta ahora lo único que se dijo fue que hubo tres señalados en la primera ronda y cinco en la segunda.

En cuanto a los agravantes por premeditación y alevosía, se estima que podrían tener relevancia algunas frases que dijeron los amigos de la víctima al declarar en la causa, tales como “te vamos a matar”, “te vamos a reventar” o insultos como “negro de mierda”, que le darían un marco preciso al nivel de las amenazas previas que después se convirtieron en hechos comprobables.



Las lógicas represoras operan colocando siempre los efectos como si fueran causas. Y niega que los efectos en realidad sean causas que nunca se analizaron en profundidad. Es lo que hemos denominado la “Lógica Cromañón”. La consigna “ni la bengala, ni el rock and roll, a nuestros chicos los mató la corrupción” escuchada nuevamente a los 15 años de la masacre, pone en evidencia esta situación. Entonces vale la pena y a veces vale la alegría, pero siempre vale el pensamiento, que es realmente la corrupción.

Asociado siempre a cuestiones económicas y monetarias, me interesa remarcar la dimensión cultural y política de la corrupción. Marca indeleble de la guerra cultural perdida, en múltiples batallas que desde hace siglos los pobres y empobrecidos de la tierra vienen sosteniendo. Botón de muestra: el voto secreto, universal y obligatorio legaliza y por lo tanto, pensamiento de derecha mediante, legitima al saqueo, la estafa, y varios robos del siglo. Por eso la respuesta fue tan débil y el arco opositor siempre dispuesto a hablar y con muy poca disposición a luchar.


La corrupción es una degradación no reversible que logró el pasaje del paraíso hippie al infierno rugbier. Y no se trata, obviamente, del deporte rugby. Pero sí se trata, obviamente, de la lógica en la cual ese deporte se sostiene. La cultura represora siempre ha ponderado la condición de amateur. O sea: de no profesional. A pesar de ser un deporte de alta competencia internacional, con un seleccionado idealizado como los Pumas, con íconos de valor, coraje, fuerza comparables al Mío Cid o al invencible Aquiles, la condición de amateur lo colocaba en el sagrado lugar de los deportistas puros. Donde el motivador era el puro amor, la pura pasión, la pura nobleza. Pero el amateurismo no es una causa: es un efecto. Porque la competencia nacional e internacional está subsidiada desde sectores de poder económico y político que pueden “bancar” los enormes gastos. O sea: la élite. Lo que denomino “cotos de privilegio”.

En un trabajo escrito para esta agencia, hice un detalle de la declaración universal de los privilegios humanos. Por cada derecho, se organizan mil privilegios. Por lo tanto la distribución de la riqueza, o sea, la vulneración de los privilegios, no será posible. Las “elites” heredan los títulos de nobleza que la asamblea del año XIII había abolido. Lamentablemente, abolieron la abolición y hoy tenemos al mundo dividido en castas. Los pocos ricos muy famosos y los muchos empobrecidos que no tendrán ni fama ni comida, ni techo, ni salud, ni vivienda. Son amateurs de la vida sin financiación alguna. Estos “cotos de privilegio” tienen prebendas de las cuales los mortales carecemos.

El rugby es una de las marcas registradas en que se organizan esos privilegios. No es la única. Todas las mal llamadas fuerzas de seguridad, las jerarquías clericales, lo gran familia mafiosa judicial, las castas partidocráticas, las burocracias obreras y empresarias. Lo interesante es que en todos los cotos de privilegio hay una obsesión: condenar la violencia. Y viene a mi mente el concepto de Freud: “cuando el estado se opone a la violencia no es para suprimirla, sino para monopolizarla”. Y no sólo es el Estado. Todos los cotos de privilegio actúan exactamente igual. Simultáneamente, condena la violencia pero organiza la crueldad. Entendida como la planificación sistemática del sufrimiento.

El asesinato en Gesell podría ser caratulado como actos de tortura seguida de muerte. Golpear a un indefenso hasta matarlo, no difiere del proceder de otros cotos de privilegio como eran (¿eran?) los denominados grupos de tareas. Pero Milani absuelto y entonces pasa la posta a otros actores sociales. La cultura de castas debe ser mantenida.


En estos tiempos, donde no hay captura revolucionaria de la violencia, opera la captura reaccionaria de la violencia, que es la crueldad. El fundante del anatema de la violencia es impedir que los atacados se defiendan. La violencia siempre estuvo al lado de la supervivencia. Desde conseguir alimentos, defenderse de tribus hostiles, sostener el territorio vital, cuidar a las crías, enfrentar a predadores de todo tipo. Las idealizadas guerras de la independencia, las revoluciones, siempre fueron violentas. En esos tiempos, que no son estos, la historia tenía su partera. Lo que en el posmodernismo tardío queda es la crueldad. Real y simbólica. Que no activa la vergüenza de haber sido, pero sí activa el dolor de ya no ser.

La lógica fundante de gendarmes persiguiendo y asesinando a Santiago Maldonado es la misma, la misma, la misma, de una manada de rugbiers persiguiendo y asesinando a un joven. Querían asesinar a Santiago, querían asesinar a Fernando.

La impunidad se encargará de que el asesinato sea permanente. Todos los cotos de privilegio garantizan la producción de crueldad. Y el extremo límite del sufrimiento que la crueldad implica es el asesinato. Los asesinatos. Que podemos llamar masacres, pero nunca tragedias y menos accidentes.

La cultura represora no solamente es incapaz de prevenir la catástrofe. La cultura represora provoca la catástrofe y de esa manera piensa mantener los privilegios de casta. El mayor problema, el gravísimo problema, es no poder actuar nuestra propia violencia para enfrentar la crueldad del enemigo. Por eso, parafraseando una vez a José Martí, diré que “para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo y ortiga cultivo, nunca más la rosa blanca”.




Moreno, uno de los distritos con mayores problemáticas económicas y sociales de todo el Conurbano bonaerense, asiste a un momento histórico, con aires nuevos en medio de la crisis. En diciembre pasado, por primera vez una mujer resultó elegida para estar al mando del Ejecutivo municipal. Mariel Fernández, de 42 años, asumió como intendenta, además, como emergente y referente de los movimientos sociales, concretamente del Movimiento Evita, y también de la militancia y el trabajo de las mujeres en el territorio.
Casada con Esteban “El Gringo” Castro, secretario general de la CTEP, Mariel es madre de dos hijos, Jonathan y León. Para resultar electa como jefa comunal, en el marco del Frente de Todos, previamente se impuso en las PASO al exalcalde Walter Festa. En octubre alcanzó una victoria contundente, con más de 30 puntos de ventaja sobre Juntos por el Cambio.

¿Cómo comenzó  a trabajar en el territorio?


Me crié y viví siempre en Moreno, en una de las zonas más alejadas del centro, que es Cuartel V. Un lugar con muchas necesidades. Hay una  historia en esa localidad, que ante la ausencia o la poca presencia del Estado, la comunidad, para garantizarse derechos, se fue organizando. Para tener la comisaría, los asfaltos, las instituciones educativas. Entonces, estoy acostumbrada a participar de espacios de organización de muy chica. De la iglesia, de lo que eran los concejos de la comunidad. Como niña, porque era mi mamá la que participaba en esos espacios, pero yo la acompañaba. Después fui catequista. Y después, a partir del fallecimiento de mi papá en un hecho violento, de inseguridad, una vecina me propone si me quiero sumar al voluntariado de apoyo escolar de la Mutual El Colmenar.

Durante el gobierno de Néstor Kirchner, se fundó el Movimiento Evita. ¿Cómo fue esa etapa en Moreno?

Las organizaciones que trabajamos en los barrios queríamos ser parte de algún tipo de articulación. Nosotros decíamos que en realidad no éramos desocupados, sino trabajadores que perdieron su trabajo , y nos reivindicábamos también como trabajadores comunitarios, porque la construcción de la economía popular no estaba reconocida como trabajo. Cuando en realidad nosotros cumplíamos un horario, prestábamos un servicio, cuidábamos a chicos de la comunidad, brindábamos talleres culturales, servicio alimentario. Y cumplíamos una función garantizando cosas que el Estado no podía garantizar.


¿Cómo se llega a una interna con el exintendente Festa?

Moreno entró en una crisis política y social muy grande, a partir por supuesto del gobierno de Macri, pero también con una gestión totalmente ausente del último gobierno municipal que tuvimos. Había un malestar muy grande en Moreno con el jefe comunal. Y entonces nos propusimos que nosotros estábamos en condiciones de presentarnos. Había también en esta discusión del movimiento de mujeres, el tema de que existieran candidatas. Moreno nunca había tenido una intendenta mujer. En Moreno nos decíamos “Las Cayetanas”, porque las responsables de los movimientos sociales éramos todas mujeres. Un poco era eso, y también que entendiera el peronismo que necesitábamos la unidad, y que en un distrito tan peronista como Moreno hubiera PASO.

Durante la campaña recibieron un gesto de respaldo fuerte de Máximo Kirchner.

Me vino a visitar. En realidad, yo lo había ido a visitar  antes, llevándole esta preocupación de que necesitábamos PASO en Moreno, pero también que hiciéramos todos los esfuerzos por la unidad del peronismo, porque hasta ahí todavía no estaba unificado. Y en sintonía un poco con esa charla, me propuso él ir a Moreno. Fue un gesto muy grande hacia nosotros, porque sabía que yo tenía intenciones de presentarme como candidata.

¿Qué reflexión le generan los feminismos hoy? ¿Hay resabios de machismo en la política y en los movimientos sociales?

Hace mucho tiempo que milito. Y el machismo está en todos los ámbitos: en lo político, y en los movimientos sociales. Porque también los movimientos sociales, en un 80%  son mujeres, y vos ves las conducciones, y son hombres. Y en la política también. Soy la única intendenta de la Primera Seccion Electoral. He participado en miles de reuniones donde prácticamente soy la única mujer. O si hay una mujer, está acompañando a un hombre. Siempre me pareció una injusticia que todo el trabajo lo hicieran las compañeras pero después la expresión política de ese trabajo fuera un hombre que no lo hacía. Nosotras empezamos a romper un poco eso en Moreno.

Se cumplieron cuatro años de la prisión de Milagro Sala.  
 
A mí lo que me queda claro es que con Milagro Sala hubo persecución política. Me parece que fue un poco el estilo de Cambiemos, de castigar y perseguir judicialmente a militantes sociales. Y no es casualidad que Milagro sea mujer. Otra vez, la que es judicializada es una mujer. Para mí claramente es una persecución política y espero que en este tiempo, donde ya no va a haber influencia de Cambiemos desde el poder (nacional), se pueda hacer un acto de justicia con Milagro Sala y dejar de condenarla injustamente.

¿Cómo está Brian Gallo hoy, el joven presidente de mesa estigmatizado en redes sociales, después de toda la exposición mediática que tuvo y la entrevista con Alberto Fernández?

Si me preguntás, hubiera preferido que él no tuviera tanta exposición mediática, porque era un joven que también nosotros estábamos cuidando, participaba del espacio de las Casas Pueblo, donde trabajamos el tema de prevención y tratamiento de adicciones. Él dejó de participar después de eso. Si bien consiguió trabajo, yo consideraba que también necesitaba estar en un espacio de contención y cuidado, que todavía le faltaba esa parte. Pero fue muchísima exposición, y para un pibe que es de un barrio, que recién está empezando a participar de una organización, te vuela la cabeza. Me sigo comunicando con él, pero no participa más del espacio nuestro, eso me da un poco de pena. Me da mucha alegría que haya conseguido trabajo. Está trabajando en una empresa de gas, es algo que le consiguió Alberto, y está contento ahí.

¿Cómo articula Moreno con la Provincia en este contexto de crisis y deuda que tiene que afrontar el gobernador Kicillof?

Primero, soy intendenta, pero me siento compañera de mis compañeros. Para mí, tanto Axel como Alberto son compañeros de militancia también. Compartimos un proyecto político, los objetivos de que queremos una Argentina de la producción y del trabajo, con justicia social, porque somos peronistas. Eso es lo que busca el peronismo. Entonces nos vamos acompañando. Nos iremos recuperando económicamente como otras veces, y podremos retomar las obras inconclusas y poner en movimiento la gestión de gobierno.

¿Y con el Gobierno nacional?

-Encuentro la misma predisposición en el Gobierno nacional, me mandaron un primer auxilio a Moreno porque no podíamos pagar el aguinaldo. Tuve ayuda de Nación, y yo también ofrezco, desde mi lugar como intendenta, que sepan que yo también quiero ayudar y colaborar con todo lo que se necesite en Nación y Provincia. Es una relación de compañeros. «
(  https://www.tiempoar.com.ar/nota/mariel-fernandez-las-organizaciones-en-los-barrios-garantizaron-los-derechos-que-nego-el-estado )

 
Denunciaron al titular saliente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Mariano Federici, por encubrir supuestas maniobras de lavado de dinero del narcotráfico. La presentación judicial fue realizada por el diputado nacional Rodolfo Tailhade y cayó por sorteo ante el tribunal del juez federal Luis Rodríguez.
El escrito de diez páginas se mencionan dos casos en que la UIF omitió aplicar sanciones a Gabriel Martino, un banquero amigo de Mauricio Macri. Martino fue hasta hace poco presidente del HSBC y evitó informar maniobras sospechosas de lavado de activos.


En declaraciones a El Destape Radio, el diputado explicó la hipótesis que motivó la denuncia:
Federici y Talerico tenían fuertes lazos con el HSBC y por eso se hicieron los tontos frente al delito de lavado del que era partícipe el banco (…) tienen que ver con el narcotráfico: había uno de Mi Sangre y otro de una banda colombiana, que fue el hecho donde estuvo involucrado Chicho Serna y allanaron el Café de los Angelitos. Federici advertía a Martino sobre las causas para que Martino pueda emprolijar las cosas”.
En el primer caso que detalla Tailhade, Federici y su segunda, María Eugenia Talerico, hicieron un dictamen favorable para el HSBC en el caso de “Mi Sangre”.
Allí se acusaba al banco de avalar operaciones financieras llevadas a cabo por Marcelo Oscar Chirizola, supuesto testaferro del narco colombiano, Henry de Jesús López Londoño, mejor conocido como Mi Sangre. Londoño fue detenido en Argentina y luego extraditado a Estados Unidos, donde fue condenado.
El Consejo Asesor de la UIF rechazó unanimente la decisión pero Frederici avanzó pese a que Chirizola en ese entonces enfrentaba un proceso por lavado de dinero en el juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº2. Se lo acusaba junto a otras personas de integrar un equipo de lavado de dinero originado en el narcotráfico.

El segundo eposodio que denuncia Tailhade es que funcionarios de la UIF le hicieron saber en noviembre de 2016 a Martino que el narcotraficante colombiano José Bayrn Piedrahita Ceballos estaba siendo investigado por el poder judicial argentino, así como su testaferro local, Mateo Corvo Dolcet.

Éste último realizó varias operaciones financieras con el HSBC y los funcionarios de la oficina antilavado le notificaron a Martino que si no informaba las operaciones vinculadas al narcotráfico significaba un riesgo para él. De este modo, según Tailhade, lo pusieron sobre aviso para que pudiera “limpiar” las pruebas que lo incriminaran. ( https://elagora.digital/uif-federici-lavado-narcotrafico/#.XiwZMuGvG0k)

Uno lee gente en las redes -suele ocultarse tras un seudónimo- que considera tibio reformismo socialdemócrata a un gobierno de un mes, que aún no ha llenado la grilla de funcionarios, tiene que pagar una deuda monstruosa, con provincias en quiebra y rodeado de gobiernos hostiles.

De alguna manera, la discusión está planteada en esos términos: ¿para qué votamos a este gobierno? Y la respuesta no es, ni puede ser, una respuesta científica como quien responde a la pregunta «cuánto es 7 por 9», donde solo cabe una respuesta correcta.

La respuesta es política y se base únicamente en apreciaciones. En mi opinión, el triunfo electoral por un 48 % de los votos a la fórmula F y F se debió, en gran parte al terrible fracaso de la política económica de MM, a la descontrolada inflación, al deterioro del nivel de vida popular, al cierre de miles de pequeñas y medianas empresas y a la consecuente desocupación. Es decir, se votó mayoritariamente contra una posible reelección de MM y sus políticas. Esto implica que no se votó por un programa económico determinado, que ni siquiera fue explicitado puntualmente en la campaña, sino para sacar de la Casa Rosada a un gobierno que la mayoría del electorado consideraba insoportable.

Esa decisión no fue simplemente táctica, fue una decisión estratégica. Implicó un cambio de concepto general que significaba el desarrollo de una política que lograse implicar un amplio conjunto de sectorUno lee gente en las redes -suele ocultarse tras un seudónimo- que considera tibio reformismo socialdemócrata a un gobierno de un mes, que aún no ha llenado la grilla de funcionarios, tiene que pagar una deuda monstruosa, con provincias en quiebra y rodeado de gobiernos hostiles.
De alguna manera, la discusión está planteada en esos términos: ¿para qué votamos a este gobierno? Y la respuesta no es, ni puede ser, una respuesta científica como quien responde a la pregunta «cuánto es 7 por 9», donde solo cabe una respuesta correcta.
La respuesta es política y se base únicamente en apreciaciones. En mi opinión, el triunfo electoral por un 48 % de los votos a la fórmula F y F se debió, en gran parte al terrible fracaso de la política económica de MM, a la descontrolada inflación, al deterioro del nivel de vida popular, al cierre de miles de pequeñas y medianas empresas y a la consecuente desocupación. Es decir, se votó mayoritariamente contra una posible reelección de MM y sus políticas. Esto implica que no se votó por un programa económico determinado, que ni siquiera fue explicitado puntualmente en la campaña, sino para sacar de la Casa Rosada a un gobierno que la mayoría del electorado consideraba insoportable.

Sólo un relativamente pequeño número de electores votaron por propuestas del tipo aumento de las retenciones, nacionalización del comercio exterior, nacionalización de los depósitos bancarios o medidas semejantes. No discutimos acá la validez o necesidad de ese tipo de medidas, sino lo que se votó. A punto tal no se votó ese rango de medidas que el candidato presidencial fue Alberto Fernández y no CFK, quien de una u otra manera podría ser relacionada con un programa de esas características. Y fue Alberto Fernández porque, justamente, CFK consideró que su propia candidatura no lograría el número suficiente para ganar en primera vuelta, descontando que en un balotaje sería perdedora.

Esa decisión no fue simplemente táctica, fue una decisión estratégica. Implicó un cambio de concepto general que significaba el desarrollo de una política que lograse implicar un amplio conjunto de sectores políticos con distintos grados de enfrentamiento al bloque del macrismo.


El gobierno esta llevando a cabo, con enormes dificultades, su compromiso electoral. Soluciones urgentes a los sectores socialmente más castigados y vulnerables, evitar la declaración de un default de la piratesca deuda externa -el default en lo inmediato no haría sino multiplicar el número de vulnerables, sin traerle una solución-, negociar en esas condiciones con los acreedores, intentar con los mecanismos a su alcance, es decir por métodos consensuados, detener la inflación y generar nuevamente las condiciones para un crecimiento del mercado interno, como dinamizador de la economía real.

Todo esto, rodeado de gobiernos hostiles, con un frente político variopinto y disímil, con una debilidad enorme del estado nacional, sin FF.AA. y con una clase dominante miserable y cortoplacista que solo quiere que no le toquen la parte del león que se ha venido llevando todos estos cuatro años.

Quien no comprenda la dificultad profunda e insalvable del momento y lance consignas tremendistas y abstractas, sin los mecanismos políticos para llevarlas a cabo, solamente contribuye -por decirlo livianamente- a hacer aún más difícil el fortalecimiento político de un gobierno, al que un pequeño sector financiero y agrario se lo quieren llevar puesto.
* https://fernandezbaraibar.blogspot.com/  La Señal Medios
( http://laseñalmedios.com.ar/2020/01/23/polemica-para-que-votamos-a-este-gobierno/)


El Foro Económico Mundial que se celebra en Suiza, conocido popularmente como el Foro de Davos, es una reunión donde empresarios y líderes políticos de todos el mundo se reúnen para tratar diferentes y variados temas de la agenda financiera -a modo general y de cada país en particular-.

Ejemplo de lo segundo es lo que ocurrió en la edición pasada: en aquella ciudad suiza se reunieron la entonces titular del FMI, Christine Lagarde, con quien era el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el ahora expresidente del Banco Central, Guido Sandleris. Allí se analizó y se puso en marcha uno de los suculentos desembolsos que el organismo acordó con el país
 
Por ese y otros motivos, teniendo en cuenta las ideologías y manejos económicos llevados adelante por el Gobierno de Cambiemos de Mauricio Macri, el Foro de Davos era una cita importantísima e impostergable para la gestión anterior, de corte neoliberal.

Allá por 2016, recién asumido, Macri encaró el viaje a suelo europeo como uno de sus primero desafíos. Para esa tarea, quiso mostrarse dialoguista y conciliador a nivel local. ¿Cómo lo consiguió? Llevó a Davos como compañero a Sergio Massa, por ese entonces mediador en la disputa kirchnerismo-macrismo: había sido tercero en las elecciones del 2015.

Hoy el líder del Frente Renovador pertenece a las filas del Frente de Todos y preside la Cámara de Diputados de la Nación tras el acuerdo con los Fernández que le permitió al peronismo recuperar el poder en 2019.

No voy ir representando a mi partido, voy a acompañar al presidente para que los dos, con la camiseta de la Argentina, podamos conseguir trabajo para el país”, había detallado Massa en esa ocasión, para despegarse del empesario y ahora expresidente.

Ahora la situación es diferente. Del 21 al 24 de enero se celebrará la 50° edición del Foro Económico y no contará con la participación del presidente argentino Alberto Fernández, quien decidió cerrar su agenda al exterior para concentrarse en monitorear la economía local. 
 
En el juego de las diferencias no resulta nada complicado encontrar los puntos en los que el Gobierno de Fernández y el de Macri tienen enfoques diferentes. No se descubre nada. Pero no deja de ser oportuno remarcar la ironía: el triste panorama económico que el Gobierno de Cambiemos dejó, en parte craneado y/o fogoneado en citas como la de Davos, es lo que desde el Frente de Todos entienden como el motivo que no le permite al presidente acudir a esos compromisos.

Y ni siquiera es seguro que el ministro de Economía, Martín Guzmán, sea el representante nacional en el Foro. Allí los trascendidos se cruzan y se desmienten en todo momento. Mientras los inversores instalan que en representación argentina viajará el N°1 del Palacio de Hacienda, desde la Casa Rosada no confirman que Alberto Fernández le haya pedido a su funcionario que lo represente en Suiza. Y la fecha se acerca.

Es que con la mira puesta en el relanzamiento de los Precios Cuidados, la negociación por los aumentos salariales y el ordenamiento de las finanzas en muchas de las provincias, entre otros temas, está claro que lo que era crucial para Macri, es secundario para Alberto. 
 
Y se descuenta que así será por los cuatro años que vienen, para que evitar que la economía caiga tan bajo como los cuatro años que pasaron.

 
Así expuestas las relaciones y sus reducciones, el asunto comprensible pero complejo, es el resultado de la trama de relaciones que identifican actores, ideologías, intereses y acciones que van dibujando la trama neoliberal y sus reacciones antagónicas, no como resultado de una “grieta” sino como consecuencia de la acción de grupos de poder que no escatiman el uso de la violencia para sostener sus privilegios.

Una organización humana, Nacional, democrática, popular, que sostenga los principios de independencia económica, soberanía política y Justicia social, deberá fortalecer sus instituciones para resistir y confrontar con esas “violencias” desde posturas consensuadas y el ejercicio de las herramientas del Estado en favor de la inclusión y las razones y los conocimientos que se impongan sin necesidad de la violencia como recurso, en tanto resultado de las relaciones que, mayoritariamente, constituyen las intenciones y deseos de las mayorías de quienes habitamos este suelo.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack


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