La ignorancia y la desmemoria son las armas de las elites.

 

Claro y oculto

El poder de las elites se alimenta de la ignorancia y la desmemoria de los pueblos.

No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni hay nada secreto que no llegue a conocerse públicamente.

La desmemoria es un asunto de pereza intelectual

Nestor Bustamante (Desde Berlín) Egresado de la Universidad Nacional de Córdoba y Senior Lean Agile Portfolio Manager en Springer Nature y Vicepresidente en Asociación de Argentinos en China Antes se desempeño en Deposit Solutions GmbH y Toastmasters International STAR Club, publicó en su cuenta de Facebook:

En 1979 la Unión Soviética invadió Afganistán. Estados Unidos no podía permitir esa prepoteada de su enemigo acérrimo en plena guerra fría, así que volcó millones y millones de dólares en soporte de los rebeldes, los muyahidín. Si no los ubican son la gente a la que Sylvester Stallone le da una mano en Rambo III.

Cuando los muyahidín desaparecieron, el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, se alineó con los talibanes y heredaron de los vencidos la inversión de Estados Unidos en armas y entrenamiento originalmente destinada a los muyahidín. Usaron una parte de dicha inversión para volar las Torres Gemelas de Nueva York y cometer muchos atentados más.

Estados Unidos, en las sucesivas invasiones a Irak, Libia y Siria, apoyó con otros millones y millones de dólares más a todos los fundamentalistas que le tuvieran bronca a sus enemigos de turno. Ya sea, Sadam Huseín, Muamar el Gadafi o Bashar al-Ásad, respectivamente. Gran parte de esos millones terminaron financiando el Estado Islámico de Irak y el Levante, o ISIS por sus siglas en inglés.

ISIS después esparció el terror con decapitaciones masivas en Medio Oriente y atentados en Estados Unidos, Reino Unido, acá en Alemania y en Francia. Como el del teatro parisino Bataclan, en el que murieron 130 personas y por el que muchos se pusieron la banderita francesa en la foto de perfil de Facebook en 2015.

No es casualidad que Estados Unidos y sus aliados le den tanto dinero y recursos a ese tipo de gente. Si querés ganar una guerra, tus mejores chances están con los fundamentalistas. Los extremistas no se rinden. Mientras más radicalizados están, más útiles son. Lo mismo sucedió con los nazis en los 40s. Una ideología extremista es un motor imparable, sobre todo con millones y millones de dólares en armamento de alta tecnología.

En todos los casos en los que Estados Unidos aportó millones y millones de dólares para financiar extremistas, esos extremistas terminaron eventualmente y en pocos años llevando terror a Estados Unidos y sus aliados.

Hoy en día existen grupos extremistas en Occidente, también. Ucrania cuenta con, entre otros, el batallón Azov, que es un grupo fundamentalista nazi. Similarmente a lo que sucede con los otros grupos radicalizados, pelean sin tregua. Por eso han sido asimilados por el ejército ucraniano y hasta condecorados por Zelenski. Ellos también reciben de Estados Unidos y sus aliados millones y millones de dólares en armamento de alta tecnología. La historia no tiende a repetirse, simplemente hay gente a la que parece darle mucha pereza estudiarla.

Mechadito”

  • Por el “Día de la Tierra” Organizaciones sociales, ambientales y políticas se movilizaron este viernes en el microcentro porteño y en diversas ciudades en una Marcha Global por el Clima bajo la consigna "la deuda es con el sur", en la que reclamaron por el avance del proyecto de ley de humedales, la transición energética justa y el fomento a la agroecología.

    Los miles de manifestantes,
    la mayoría de ellos jóvenes que acompañaban a las diversas organizaciones, se reunieron alrededor de la Plaza de Mayo y avanzaron por Avenida de Mayo hasta el Congreso de la Nación con carteles y pancartas donde se leían "Ley de humedales ya" y "Transición energética justa".

    Marcharon junto a los jóvenes organizaciones ambientalistas como
    Jóvenes por el Clima , Consciente Colectivo, Eco House, Climate Save Argentina y diversas organizaciones políticas y movimientos sociales como Barrios de Pie.

    "Creo que inevitablemente los jóvenes estamos poniendo el grito en el cielo con esta agenda, porque
    se trata de nuestro presente y de nuestro futuro", manifestó a Télam Mijail Kaufman, vocero de la organización socioambiental Consciente Colectivo.

  • La protesta convocada para este fin de semana a la Plaza de Mayo por ruralistas, con apoyo opositor, fue calificada este viernes por el Gobierno nacional como una "marcha política" sin "consignas claras" que se realiza "por las dudas, contra un proyecto que no conocen".

    "Se trata de una marcha política y tiene que ver con otros intereses que defender los derechos legítimos del campo, que es un sector fundamental para el crecimiento de la Argentina. No hubo suba de retenciones. Están marchando por las dudas contra un proyecto que no conocen", dijo en la mañana del viernes la portavoz de la Presidencia,
    Gabriela Cerruti, en su habitual rueda de prensa en Casa de Gobierno.

    De esta manera, se refirió al denominado '
    tractorazo' convocado para este sábado, a partir de las 15, por productores de distintos puntos del país, convocado a través de las redes sociales con la etiqueta #23A, al que también se le sumaron dirigentes de Juntos por el Cambio con otras consignas políticas "en defensa de la república y la justicia independiente".

    "No entendemos la marcha, no está muy clara, casi con consignas políticas. Si es contra la suba de retenciones, que no existe,
    no está muy claro para qué están marchando", insistió Cerruti en la rueda de prensa.

  • El Ministro en Washington El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que el impacto de la guerra en Ucrania "no está siendo tan negativo para alcanzar las metas" con el Fondo Monetario Internacional, al afirmar que el programa "viene en la línea de lo planeado" y la economía "continúa creciendo a paso firme y generando empleo".

    Así lo manifestó el titular del Palacio San Martín en una entrevista con medios en la Embajada Argentina en Estados Unidos, en el marco de su participación en las Reunión de Primavera del Fondo Monetario y el Banco Mundial, en Washington.

Los principales tramos de la charla de Guzmán con la prensa argentina


Periodista: ¿Cómo fue la reunión con el FMI?
Guzmán: Con Kristalina Georgieva mantenemos el diálogo frecuentemente, casi semanalmente. En este encuentro se revisó el trabajo de la semana y el buen progreso que se viene verificando en la implementación de la pactado con el Fondo. En las reuniones se analizó el contexto internacional y las implicancias de la Guerra en Ucrania, que están generando un proceso inflacionario a nivel global. Hay países que no tenían inflación y hoy tienen indicadores de 2 dígitos. Hay un consenso internacional para evitar las consecuencias distributivas de la crisis. Importancia de los gobiernos para evitar el incremento de la desigualdad y promover una recuperación económica compartida.

Hay un buen progreso. Hemos visto que el sendero fiscal fue en la línea de lo pactado, hay sobrecumplimiento respecto a la emisión monetaria alcanzando el 0.15% del producto. Hemos obtenido crecimiento en la acumulación las reservas internacionales. El programa económico viene en la línea de lo planeado. La economía continúa creciendo a paso firme y generando empleo. El desafío que se presenta con la crisis de Ucrania es el de la inflación de los precios internacionales.

La situación en la guerra ha impactado en 3 dimensiones. Por un lado, en los términos de intercambios, que ha tenido efectos algo positivo en la dinámica de la balanza de pagos. Ya que han habido aumentos en los precios de los commodities, minerales y petróleo, que son productos que Argentina exporta, más que compensa el impacto que se da en el precio del gas natural licuado. Esto además se afianza gracias a un buen acuerdo que tuvimos con Bolivia y el acuerdo con Brasil en el sector energético. Es menos negativo el impacto de la guerra en términos fiscales.

P: ¿Usted ha mencionado en varias oportunidades que la inflación en un fenómeno multicausal, cuáles son las herramientas para atacar el aumento de precios que se están implementando?
G: Para atacar la inflación, necesitamos una política macroeconómica consistente. Un programa fiscal, monetario y cambiario y eso es lo que hemos trazado. Es fundamental que Argentina experimentó un crecimiento de divisas para fortalecer la estabilidad cambiaria para que crezcan las reservas internacionales. Eso se complementa con políticas de precios e ingresos, cuya efectividad depende de la implementación del programa y los efectos del mismo en las expectativas.

P: ¿Se ha hablado con el fondo sobre el impuesto a la renta inesperada?
G: Respecto al proyecto a la renta inesperada lo hemos hablado con el FMI y junto con muchos otros países que están buscando contener los efectos distributivos por la guerra. Por ejemplo, Italia anunció un esquema a la renta inesperada por el impacto en el sector energético. Nosotros buscamos que el contexto internacional no genere un efecto inequitativo en el país.

A lo que se apunta es capturar parte de la renta inesperada y fomentar la inversión. Si los ingresos inesperados se reinvierten, la contribución de las empresas será menor. Estamos hablando de un impuesto único a empresas con ganancias superiores a 1.000 millones de pesos, ingresos en números reales y que tengan un margen de ganancia elevado. Es menos del 1% de las empresas Argentinas que han tenido ingresos superiores a mil millones. Es un impuesto único, para el año 2022.

 
 

P: ¿Qué reajustes se realizarán en el acuerdo con el FMI?
G: El programa económico ayuda a la Argentina a continuar el crecimiento y atacar la inflación. Las metas no se van a cambiar. Lo que hay es que se está repriorizando la política de la protección social dado el impacto de la guerra en los precios de los alimentos.

P: ¿Qué sectores se identifican para apuntalar las inversiones y generar un proceso de crecimiento?
G: Se viene dando un crecimiento en todos los sectores de la economía Argentina, fundamentalmente en los sectores con capacidad de generar divisas, la agroindustria, la minería, la economía del conocimiento.

Estamos enfocados en generar un autoabastecimiento energético que permita el aumento de la escala de producción. Estamos desarrollando infraestructura, el proyecto principal es el gasoducto Néstor Kirchner para conectar el sur con el norte del país y poder exportar gas.

También se están desarrollando ductos de gas. El principal proyecto que estamos analizando es del gas natural licuado, que requiere plazos largos y condiciones de certeza. Este ha sido el principal tema en las reuniones particularmente con Europa. Dada la situación generada por el conflicto bélico están diversificando sus fuentes de oferta energética y en ese contexto Argentina puede cumplir un rol importante para producir gas natural licuado. Estamos trabajando con YPF y otras empresas del sector. Hay un gran entusiasmo y sabemos que vamos a necesitar capital internacional y know how. Necesitamos garantizar demanda internacional y para eso estamos trabajando en establecer el marco normativo. Para lo que vamos a necesitar construir consensos en el Congreso de la Nación para que se convierta en una política de Estado.

P: ¿Es posible pensar en producción de gas natural licuado cuando todavía hay cepo e inestabilidad cambiaria?
G: Muchos de los inversores estaban a la expectativa del cierre del acuerdo con el Fondo. Estamos trabajando para que haya inversión en escala, mayor inversión por parte de capital internacional. Estas son inversiones en la economía real. Es necesario adaptar las regulaciones de la cuenta capital y estamos trabajando en un marco normativo que garantice que ingresen capitales y que puedan moverse internacionalmente.

P: Algunos ministros se levantaron durante las declaraciones del representante de Rusia en la reunión del G20, ¿Está causando tironeo la situación de Ucrania en el G20?
G: Casi se expulsa a Rusia del G20, que es un foro muy importante para el mundo. Se necesita generar más diálogo, no menos diálogo. Lo que está sucediendo es muy dañino desde el punto de vista humanitario con la invasión de Rusia en Ucrania. Lo que necesitamos es una solución negociada a la guerra.

Neoliberalismo y los intentos por hacer otra cosa

Emir Sader, Sociólogo y politólogo brasileño, escribe en Página 12

América Latina ingresó al siglo XXI dominada por gobiernos neoliberales. Era la región del mundo con los gobiernos más neoliberales y los más radicales. El neoliberalismo llegó a América Latina a través de los Chicago Boys durante la dictadura de Pinochet.

Por ello, fue la región del mundo donde surgieron las mayores manifestaciones de resistencia popular a los efectos de las políticas neoliberales. Desde el caracazo en Venezuela, en 1989, hasta las manifestaciones en Argentina, a principios de este siglo, hasta expresarse en gobiernos antineoliberales.

El continente vivió así la impresionante secuencia de elecciones de gobiernos antineoliberales: Hugo Chávez en 1988, Lula en 2022, Néstor Kirchner en 2003, Tabaré Vázquez en 2004, Evo Morales en 2005, Rafael Correa en 2006. Gobiernos que favorecieron políticas sociales en lugar de los ajustes fiscales, procesos de integración regional en lugar de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, el rescate del papel activo del Estado, en lugar de la centralidad del mercado.

La primera década del siglo XXI estuvo marcada por estos gobiernos, que lograron reducir significativamente las desigualdades, el desempleo y la pobreza en esos seis países. Y se proyectaron los principales líderes políticos de izquierda en el mundo.

En la segunda década hubo crisis de algunos de estos gobiernos, retorno efímero de gobiernos conservadores --algunos vía golpes de Estado--, hasta que los gobiernos antineoliberales se extendieron a México, Honduras, Chile, Perú. Y el continente llega a la tercera década del siglo con la posibilidad de que Colombia y Brasil se sumen a este grupo de gobiernos, constituyendo el mayor bloque de gobiernos progresistas que haya conocido el continente. Lo que, a la vez, representa la situación de mayor aislamiento de Estados Unidos en América Latina.

A partir de la tercera década del siglo, ¿qué futuro podemos imaginar para América Latina?

La primera pregunta es saber, ¿hasta qué punto los gobiernos progresistas podrán superar el neoliberalismo e instalar un nuevo modelo económico? ¿Hasta qué punto podrán pasar de ser antineoliberales a posneoliberales?

Es un obstáculo muy grande, porque el neoliberalismo sigue predominando en el capitalismo a escala mundial. Además, incluso en los países latinoamericanos, el peso del capital financiero sigue siendo muy grande, bloqueando la posibilidad de retomar un nuevo ciclo de crecimiento económico, condición para la generación de empleo y las políticas de distribución del ingreso.


Será un gran desafío para los gobiernos progresistas implementar políticas que puedan pasar la página del neoliberalismo. Esto solo es posible a través de la integración de los gobiernos latinoamericanos y la construcción de políticas económicas coordinadas.

El segundo es la necesidad de superar el aislamiento de América Latina, lo que se puede hacer a través de los BRICS, un espacio que reúne a gobiernos favorables a un mundo multipolar, con países emergentes.

El tercero es la necesidad de construir otro tipo de Estado que pueda democratizar radicalmente nuestras sociedades.

El futuro de América Latina depende de estos factores, pero depende especialmente del futuro de algunos países clave del continente, como Brasil, Argentina, México, Colombia, Bolivia, cuyo peso en el continente es decisivo.

Que en Argentina, aprovechando la crisis de gobierno, la derecha no pueda ganar las próximas elecciones presidenciales. Que el peronismo logre, una vez más, reencontrarse, tener una candidatura consensual y dar continuidad a la reconstrucción del país.

Que López Obrador, a pesar del sabotaje de las grandes empresas, logre que la economía mexicana vuelva a crecer, para apoyar las políticas sociales del gobierno.

Que Petro triunfe en Colombia y logre pacificar el país, luego de décadas de violencia e inestabilidad.

Que Lula vuelva a ser elegido presidente en Brasil y logre recuperar al país de la peor crisis de su historia, vuelva a ser el gran líder que necesita Brasil, con una destacada actuación internacional, que vuelva a proyectar a América Latina como el epicentro de la democracia.

El futuro de América Latina está abierto. Ya cuenta con varios gobiernos progresistas y un apoyo popular antineoliberal muy fuerte. Pero la supervivencia del neoliberalismo en el continente y en el mundo, y la existencia de una derecha y una ultraderecha que llegaron para quedarse, presentan desafíos que los gobiernos y líderes políticos latinoamericanos tienen que enfrentar.

El destino de América Latina en los próximos años definirá el destino del continente en toda la primera década del siglo y, de alguna manera, pesará en el destino del neoliberalismo y del posneoliberalismo en el mundo.

Pese a los males, las voluntades de los pueblos

En general tendemos a expresar en términos místicos y extra-humanos o supra humanos aquellas relaciones que, complejas pero completamente humanas, producen aspectos de la realidad que se no alcanzan a comprender o racionalizar. El “misticismo”, las religiones, las percepciones sensoriales que no alcanzan a describirse de modos colectivos en sus semejanzas, las intuiciones, las visiones e imaginaciones respecto del futuro, todo ello se convierte en un cúmulo de datos, información y percepciones emocionales, sensitivas, sensibles que acaban en una razón que no alcanza a nombrarlas de manera práctica y material, por tanto se recurre a otros “artilugios” que por fuera de la racionalidad humana sirven para suplir esa falta de conocimiento.

Para la razón, sin embargo, se trata de dato, información y conocimiento en relaciones complejas que no se conocen. A los que no se accede. Que se ocultan y mienten por temor y/o por intención de producir esos estados de desonocimiento, de amnesia, de confusión, de desvió hacia lo que no es humano … el no equilibrio en la razón de toda percepción, emoción, sensación, intuición, sueño, premonición.

Las matrices de lo oculto residen en la intención de que no se sepa lo que algunos saben y/o producir “realidades ficticias” para otros, en el intento por esconder la realidad y manipular y sostener privilegios y poder que de otras formas serían “visibles” “perceptibles” “razonados” por otros y por ende desechadas o transformados en otra cosa, en otras formas de relaciones mas transparentes sensibles y racionales, equilibradas en los consensos y en el conocimiento igualitario respecto de aquello sobre lo que haya que resolver. Es una forma de interpretar la justicia en las tomas de decisiones, en la gobernanza, en todo aquello que tiene que ver con la vida publica y privada en tanto afecte a otros y a las formas que definimos entre todos, ya con nuestro saber y entender, ya con nuestra ignorancia y las mentiras y ocultamientos a las que estamos sometidos.

En América Latina esto surge palpable ni bien nos adentramos en la investigación de la historia: Desde la idea inculcada en las escuelas de un “descubrimiento” como cuento para negar la humanidad y la existencia de civilizaciones existentes siglos antes de la llegada de los Europeos y la colonización del territorio Américano, pasando por las sociedades secretas y las ideas que se gestionan desde lo oculto para socavar los poderes instituidos y reemplazarlos por otros que, con otras historias no contadas, producen las tramas de las revoluciones que se gestan en la clandestinidad y en el control y cuidadosa selección de sus líderes. Logías, Clubes secretos, Masonería, agrupaciones asociadas a la magía, a rituales de los esclavos africanos venidos a estas tierras en los tiempos coloniales, a las prácticas mágicas y espirituales de yamánes y líderes de las culturas sobrevivientes de nuestra américa, constituyen una amalgama intrigante de grupos, minorías, tribús, sectas, que conservan secretos ancestrales, historias perseguidas, un submundo de intrigas en parte necesarias frente al poder que buscaba su extermínio pero a cuento de los cambios de época, de intenciones, de herramientas y de formas con las que los poderosos ejercen su poder, fueron perdiendo eficacia y Racionalidad, descontextulizadas y “carne” para los “lobos” que alimentan la irracionalidad como una de las caras de la alienación de los pueblos para facilitar su dominio y control.

Desde los imaginarios comunes nos formatean y “naturalizan” ficcionando una parte del ejercicio de ese poder que se nutre de las sombras, de lo oculto, de la mentira y de lo secreto, en definitiva del desconocimiento de otros que transforman el conocimiento colectivo en un arma en manos de pocos. Servicios de inteligencia, Espionaje y contra-espionaje, Lawfare, extorsiones de los medios corporativos de información y comunicación, han existido y existen desde siempre en las compulsas por el poder real y por el dominio de la conciencia de las comunidades humanas en base a la imposición subconsciente de categorías que impidan a los grupos humanos el conocimiento de la realidad con la claridad y el equilibrio que la razón puesta común es capaz de producir en los grupos humanos que eligen lo común y no el secreto particular, lo grupal y no el poder del saber individual o de los lideres y dirigentes que les coloca en una posición de superioridad respecto de aquel que ignora y carece de datos e información para comprender y situarse en esa realidad.

Las sutilizas son obvias

Desde la misma lógica de un sistema que coloca el dinero y los recursos financieros como el centro de toda construcción de relaciones desplazando a los lazos humanos que los sentimientos y las emociones equilibran en torno a la razón, se produce la competencia, el individualismo y el imperio del ego que se alimenta de ese dinero al que hay que acceder de cualquier modo o aceptar serviles bajo las condiciones que nos impongan los que pagan, invierten, subvencionan, aportan, y hasta regalan con tal de obtener tu voluntad y tu esfuerzo de los modos que le son convenientes.

Para sostener la concentración de ese dinero ya en formas monetizadas o financieras, es necesario concentrarlo. Para concentrarlo en pocas manos es necesario un sistema de mentiras y engaños que oculte la desigualdad. ¿Que mejor entonces que sostener el monopolio de las armas, de la ley, de los gobiernos y de los esfuerzos de los pueblos bajo el dominio del necesario dinero o capital financiero, imprescindible para cualquier intento?

Ese dinero discurre por canales legales e ilegales. Tráfico de armas, tráfico de personas, Tráfico de órganos, redes de pedofília o de mujeres para satisfacer el placer de los varones, tráfíco de drogas, tráfico de información sensible para las “seguridades de los Estados”, tráfico de influencia, tráfico de dinero en las mónedas y en sus formas financieras en las actividades de bancos, financieras, fondos de inversión y Bolsas de comercio … rutas clandestinas, ocultas, teñidas de misterio, invisibles, que van estructurando los poderes que dominan al planeta. Justifican además, la existencia de las Fuerzas Armadas y de la seguridad, de las inteligencias de Estado y de las formas institucionales de otros “secretos” legitimizados para repirmirlas, controlarlas o minimizar los daños e impactos en la “razón” de los pueblos alejados así de todo conocimiento y de toda información, al mismo tiempo que puestos como víctimas de estas disputas en la sombra.

Producen asi las guerras, las insurgencias, los conflictos armados o no armados que canalizan los descontentos que, alejados del conocimiento de la realidad, no atinan a esbozar soluciones que afecten a los poderosos de forma de cambiar las estructuras sociales y las relaciones que producen y distribuyen el poder en esas redes ocultas y no en las formas visibles, democráticas, participativas, abiertas y publicas de construcción de lo común.

En América Latina, la creación y gestión de los conocimientos estuvieron asociadas a la educación y/o formación de oficios que e sostuvieron en formas institucionales transplantadas de los paises centrales a estas, sus colonias. Pero en esas formas, también trasplantaron las formas clandestinas … el contrabando y la piratería, las asociaciones a potencias extranjeras enemigas a la colonial, el tráfico de esclavos por fuera de los canales legales y el tráfico de armas, etc. Las logias, cultos, sociedades secretas y sectas fueron también parte de ese trasplante.

Modificar los medios de comunicación y los canales de participación para que todos los pueblos de América, a través del estudio, la cooperación, y el intercambio de conocimientos, podamos superar la impronta binaria y de confrontaciones entre “buenos” y “malos”, “poderes ocultos” y “poderes evidentes” como una forma de consolidar una mejor posición frente al fenómeno de la globalización actual y fortalecer la conciencia colectiva común para, de este modo, se vuelvan a asumir de modos responsables, el interés y el conocimiento acerca de las necesidades y las capacidades de los pueblos del continente americano, así como el conocimiento y el convencimiento de que una integración sólida y verdadera es indispensable si queremos superar, realmente, los problemas comunes que padecemos.

No es respondiendo violencias con violencia, Secretismo con mas secreto, irracionalidad con mas irracionalidad, como lograremos transformar este presente en otro mas humano, solidario, justo.

Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack






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