Filosofía para la vida ...

De libros, filosofía de vida y el arte de vivir que nos enseñan otros …


Mariana Hales Beseler, Periodista chilena. 

Desde el año 2003 trabaja en distintas editoriales como encargada de comunicaciones, en relación con muchos autores y sus creaciones. El año 2012 creó una oficina de servicios editoriales y comunicacionales a través de la cual hace prensa y difusión, asesorías para autores y temas relacionados a la edición y publicación de libros. Desde ese mismo año trabaja con Chilevisión para la concreción del proyecto audiovisual "Inés", basado en el libro "Inés del Alma Mía" de Isabel Allende, el que próximamente será exhibido en Chile. Comenta en “Pressenza”, la obra de Gloria Liberman. “El misterio de los Días”. Una más que apunta a las neoliberales espiritualidades de hoy en día, en estos tiempos de “dinerocracia” y “yocentrismo”.

Somos herederos del amor de muchas personas que vivieron antes que nosotros, sin embargo, a veces nos sentimos incompletos, como si algo faltara. Comenzar analizando nuestra historia y rehacer la biografía de una manera amorosa es un camino que nos lleva, poco a poco, a llenar nuestros vacíos, a aceptar lo que es, a una reconciliación con nosotros mismos y con la vida. Diariamente se nos presentan oportunidades y mensajes espirituales que nos ayudan a ser más conscientes como seres humanos. Dicen los sabios que cada día tiene un misterio y que la persona que logra descubrirlos encuentra el camino de la felicidad. Este libro se basa en hechos reales. “En mi peregrinaje por el mundo he sido una buscadora eterna, desde el sentido de mi propia vida, los pensamientos y sentimientos, las múltiples caras del ser humano hasta la escarcha que puede cubrir un corazón. Abismada de ver los contrastes de la existencia en cada rostro que conocí, en cada fragmento de respiración, a veces dolida por cada historia, otras con sol radiante en la alegría de haber entendido un poco más, quizás haber descubierto el brillo de mis ojos a través del espejo que nunca quise mirar. Así descubrí una parte del misterio de los días y les dedico estas palabras a todos los buscadores y buscadoras de respuestas, del oro interior”, dice Gloria Liberman.

Gloria Liberman es ancestróloga, consteladora familiar, terapeuta, maestra de Reiki, tarotista, investigadora y escritora.Vivió en África catorce años (Kenya y Mozambique), aprendió con chamanes y trabajó en proyectos del área género y mujer en el desarrollo rural. Viajando por el mundo, ha desarrollado técnicas de sanación que recogen el conocimiento ancestral y lo más moderno de la Nueva Era. En la década de 1970 comenzó sus estudios universitarios en el área de las Ciencias Sociales (cursos de Antropología y Pedagogía en Historia y Geografía, Licenciatura en estudios Humanísticos). En Estados Unidos estudió EMF Balancing, TFT (Thought Field Therapy), y Terapia de vidas pasadas. Junto con Pedro Engel ha desarrollado la Ancestrología. Entre sus libros están: Sanar con los ancestros; Magia y chamanismo en la vida cotidiana; Los sueños, interpretación y experiencia. Y en coautoría con Pedro Engel: Caminos alternativos de sanación; La sabiduría del zodíaco; Ancestrología en la empresa; Medicina alternativa.

Por qué leer este libro?

Gloria Liberman entrega una nueva obra para contribuir al desarollo emocional y espiritual de cada persona. A partir de su propia experiencia en el proceso de autovaloración, la autora comparte reflexiones que abren caminos para leer la propia historia desde el amor y el perdón. Esta es una guía para la reconciliación, para llenar vacíos y aceptar lo que cada uno es, lo que permite reconciliarse con los demás y con la vida en general. Nos enseña a estar alerta frente a las oportunidades que diariamente se nos presentan, mensajes espirituales que nos ayudan a ser más conscientes como seres humanos. Cada día tiene un misterio y la persona que logra descubrirlos encuentra el camino de la felicidad.

Un libro muy interpelador y a la vez contenedor, dedicado a todos los buscadores y buscadoras de joyas, de respuestas, del oro interior.

https://www.pressenza.com/es/2022/04/el-misterio-de-los-dias-claves-para-sanar-y-reinventar-la-vida/

Somos el lenguaje que dice lo que somos

Algunas concepciones suelen ser insuficientes o equivocadas a la hora de nombrar las carencias y las faltas de los individuos, toda vez que apelan a ciertos lugares comunes en la búsqueda: “La felicidad”, “La libertad”, en tanto sentimientos y sensaciones individuales mas que referidos a relaciones concretas y prácticas que se fundamentan en las conductas individuales y que, aceptadas socialmente, ordenan las vidas individuales en función de la comunidad a la cual pertenecen esas vidas individuales.

El inconsciente surge así, en lo que supone como afirmación toda argumentación consciente que solo puede ser transmitida en una estructura del lenguaje que, social e históricamente constituida, produce ese universo común donde lo que se dice es entendido e interpretado.


Nadie publica un libro para que nadie lo lea. Se puede escribir un “diario personal” como catarsis de la propia experiencia y guardarlo en secreto para que ningún otro pueda leer lo que referimos de uno mismo, pero no es así si publicamos lo que decimos o escribimos, si lo comunicamos y lo ponemos en ese escenario donde el lenguaje común hace posible la comunicación.

Ya sea el decir o escribir productos de la imaginación, de la propia experiencia, de narrativas que hemos recibido de otros y de sus otras experiencias, de la memoria o del presente o de como percibimos que será el futuro, colectivo o individual y creemos que tales cuestiones pueden tener valor en la vida de otros, en la consciencia de que otros han representado eso mismo para lo propio. Es decir, ningún individuo puede llenarse a si mismo. Por eso la radicalidad del lenguaje en la construcción de “lo humano”.

Hay otras carencias mas elementales … Comer, dormir, sentirse cómodo según la temperatura ambiente, calentándonos cuándo percibimos sensación de frio o buscando lo fresco cuándo padecemos los rigores de las altas temperaturas, el sexo, el agua, respirar … en fin, todas necesidades vitales sin las cuales la vida se hace extremadamente limitada o decididamente imposible siendo experiencias anteriores a la muerte. El asunto es como el lenguaje estructura el pensamiento para distinguir, nombrar, comprender y modelizar la experiencia individual que es imposible distinguirla aislada, separada, total y absolutamente individual, del mismo modo que imposible, no distinguir particularidades y singularidades que nos hacen únicos, distintos, singulares en tanto individuos.

Una manera de percibirnos en esas molestias o carencias, deseos insatisfechos o pérdidas que suponen alejarnos de “la felicidad”, “la libertad”, etc. es precisamente distinguir aquellos aspectos básicos y esenciales de esos otros mas “espirituales”. Esta es la prueba mas clara de como funciona nuestro cerebro y de la importancia que en el lenguaje adquiere nuestra “forma de pensar” (Constituida históricamente, en el desarrollo de nuestras herencias pero también en nuestra historia de vida individual y común con otros que igualmente tienen sus historias situadas en otras historias del pasado y en la presentes y como influimos, en tanto la historia pasada que seremos y la historia que somo en presente para hijos, nietos, eventualmente bisnietos…

El artilugio mas paradójico de estos tiempos neoliberales consiste en la predominancia casi absoluta que se la adjudica al individuo y a toda consideración respecto del “yoísmo” que sin embargo no advierte la contradicción evidente de que toda formulación “Yoíca” pasible de modificar conductas propias, esta depositada en las palabras y los relatos de otros. En los libros de “autoayuda” que escriben otros (¿Que tipo de “auto – ayuda” es la que necesita que otros escriban lo que debemos hacer para encontrar por nosotros mismos eso que falta?). Mucho peor aún si entendemos que el acceso a la Felicidad o al ejercicio de la libertad dependen de que podamos acceder a la lectura o a la disertación del “coach” que tiene el don del liderazgo de introducirnos en los secretos de “ayudarme a mi mismo”. Lo peor de todo es ese inconsciente que nunca es nombrado pero está allí. Un libro de “autoayuda” es un “medio de vida”. Instalada en el lenguaje otra idea equivocada, la vida es mediatizada y debe ser “ganada”. Y esto refiere casi siempre a lo económico y muchas veces a un aspecto de lo económico: el acceso al dinero. Toda la estructura del lenguaje en estos sentidos apunta a sostener el modo de vida neoliberal. Sostener el status quo de quienes acumulan bienes y capacidad financiera, especialmente dinero.

Individuos atomizados, células sueltas de sociedades que caminan inconscientes a su destrucción en tanto un “individualismo suicida” que termina enroscado, sin distinguir que soy, y como la imagen del uroboro, termina sin distinguir su propia cola como propia y comienza a engullirla.

No soy de aquí, ni soy de allá

La otra condición imprescindible para que la disociación yoíca y el “si mismo” funcionen de los modos atractivos con los que nos venden la completud y el camino a la felicidad, es esa condición que, contrariamente con aquellos aspectos materiales que se completan con la necesidad vital y el deseo (Que también son “espirituales” en tanto nadie hambriento puede sentirse “feliz”, cuándo el hambre no es una elección en tanto no elige morir … y se supone que ningún suicida se suicida por su plena “felicidad”), es que la felicidad y la libertad, estando en “uno mismo” y producto de la búsqueda que uno entabla para encontrarse “a si mismo” supone salirse de sus constituciones concretas, territoriales, culturales, sociales, afectivas, familiares y comunitarias. Lo universal sin lugar … el nómade …ciudadano del mundo que busca su propio lugar en el mundo que es cualquier lugar dónde encuentre felicidad en si mismo.



El aporte de quién “autoayuda” se legitima en su experiencia de recorrer el mundo. De no apegarse a comunidad alguna. De situar lo común como herencia de la cual hay que desprenderse para poder “ser uno mismo” sin el lastre de la historia o del pasado o de las identidades que nos imponen desde antes de nacer, cuando nuestros padres nos desean sin siquiera haber sido engendrados o deciden nuestros nombres mientras estamos “felices” en el vientre de “mamá”. La libertad individual es formulada como “desapego” de las “educaciones” y “pertenencias culturales, idiomáticas, sociales, comunitarias, familiares y afectivas” en las que efectivamente adquirimos nuestra individualidad. Hay que “deshumanizarse” para elegir la “humanidad” que queramos ejercer y el individuo que queremos ser. Vaciarnos para llenar con lo que queramos eso que dejamos vacío. ¿Pero puede el vacío llenar por sí mismo algo? ¿Puede la nada convertirse en algo sin intervención de nada? He aquí la imagen del ouroboro que se engulle su propia cola o se contesta con preguntas de imposible respuesta su propias preguntas tan mal formuladas, a sabiendas de que emprendió una búsqueda que termina engullendo su propia vida en la búsqueda de respuestas que es imposible darse a sí mismo.

Las respuestas siempre son de los otros

La radicalidad de la cuestión reside en que las preguntas, dudas, necesidades y respuestas de aquello que “buscamos” residen fuera en tanto y en cuanto necesitan ser buscadas. No se puede buscar en lo propio lo que justifica lo propio o lo que define o nombra lo propio. No es que Daniel puede encontrarse en Daniel o buscar a Daniel si Daniel es la misma persona que pregunta y que responde y que ademas, recibe su nombre de otros, no es el nombre que se dá a si mismo y con el cual el mismo se referencia … Si hay hambre, el alimento será el vegetal, el fruto, el animal, que nos lo provea. Si hay necesidad de cariño, son los afectos de otros (No hay consuelo en el propio abrazo a las palabras de “autoconsuelo” que podamos decirnos). Si hay Daniel es porque alguien decidió llamar Daniel a Daniel y no fue precisamente Daniel.

Las preguntas definen el Yo

Si somos el lenguaje que dice que somos, se trata precisamente de las preguntas y no de las respuestas. Solo en un lenguaje común podemos interrogarnos acerca del sentido, del para que y del porque. Solo en el lenguaje podemos nombrar los alimentos para distinguirlos de aquello que no es alimento y puede envenenarnos y matarnos. Y solo en el lenguaje lo humano se manifiesta humano. En tanto con otros, individuos valiosos que aportan su singularidad a la constitución de lo común dónde las preguntas adquieren el sentido de respuesta que comunitariamente permite el ejercicio de la libertad individual y la posibilidad de algo parecido a lo que pensamos que puede ser la felicidad. Solo en el lenguaje, distorsionamos lo humano transformándolo en búsqueda individual, perdiendo el lenguaje que nombra lo común. (En otros tiempos y otros discursos lo común impide la singularidad y la diferencia y ambas son igualmente distorsivas y alienantes del “yo”. Es tan represivo el “yo mismo” <Que imponen otros >, que la uniformidad y la opresión que impone una forma de “ser” en tanto lo humano se caracteriza por es doble condición que lo hace humano … ser individualmente singular pero al mismo tiempo, dicha singularidad solo adquiere valor y sentido en tanto aporte a la comunidad. Y ese aporte es en la diferencia y no en el deseo de imponer a otros lo propio o de que la igualdad no provenga de distinguir igualdad de oportunidades e igualdad en las relaciones que constituimos, de aquello que nos hace diferente y único, y no en lo que individualmente cada quién “es”, en tanto allí radica el desequilibrio … Soy en el lenguaje lo que reconozco en mí, pero solo puedo reconocer-me si el otro me nombra primero y me conoce. Lo humano solo se distingue en la relación con otro para distinguir que cola es propia y no terminar como el uroboro, engulléndose a si mismo.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack



Imagenes: Guillermo Kuitca pintor nacido en Buenos Aires, Argentina, en el 1961. Es una relevante figura en la historia del arte latinoamericano. Conocido por sus mapas y plantas arquitectónicas.





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