De identidades locales, nacionales, universales, globales

 

Los enfrentamientos de estos tiempos

David Cufré periodista en página12 escribe:

El movimiento desestabilizador que impulsan dos entidades de productores agropecuarios identificadas con el PRO y Juntos por el Cambio, mediante el tractorazo de este sábado a la Ciudad de Buenos Aires, contrasta con la política del gobierno nacional hacia la actividad y, sobre todo, con las ganancias extraordinarias que embolsan a partir de la guerra en Europa.

Nunca en la vida sembraron trigo con un precio de 300 dólares la tonelada. El precio histórico está en torno a los 160 dólares. El Ministerio de Agricultura abrió de manera anticipada el registro de exportaciones para permitirles captar el precio actual. A esta altura todos los años se registraban un millón de toneladas. Ahora van seis millones”, explica un especialista del sector. El cupo habilitado por el Ministerio de Agricultura, de 10 millones de toneladas, se completará en los próximos días.

Desde que gobierna Alberto Fernández se tomaron múltiples medidas de estímulo a la producción rural, como la quita de retenciones a numerosas economías regionales, el lanzamiento del plan ganadero, con créditos subsidiados por 100 mil millones de pesos, asistencia creciente por emergencias climáticas, aportes especiales para la actividad caprina y ovina, derechos de exportación diferenciados para sectores que aportan valor agregado y un abanico de programas específicos para producciones de distintas provincias. También aguarda tratamiento en el Congreso un proyecto de ley del Poder Ejecutivo para la agroindustria, pactado con el Consejo Agroindustrial, el mismo que ahora se opone al cobro de un impuesto por las rentas extraordinarias.

Los piquetes de la abundancia contrastan especialmente con la realidad de las mayorías populares, sacudidas por la estampida inflacionaria, el atraso de los salarios y la incertidumbre por la evolución de sus ingresos, con mucha menos espalda para aguantar que sectores empresarios del campo que disfrutan de ganancias record.

"Beneficios caídos del cielo"

La excusa para la protesta de hoy es el intento del Gobierno de tomar una porción de esas rentas imprevistas, surgidas del aumento de los precios internacionales de las materias primas, con una sobretasa del impuesto a las Ganancias. Será para aquellos que ganaron más de 1000 millones de pesos en 2021, sobre la diferencia arriba de ese volumen. Es una acción que encuentra experiencias similares en distintos países, desde el impuesto a los "beneficios caídos del cielo" en España; los proyectos de gravámenes especiales a multimillonarios en Estados Unidos, para terminar con "la avaricia corporativa"; un nuevo tributo a las petroleras en el Reino Unido, y un gravamen a las "rentas aleatorias e inesperadas" sobre empresas alimenticias y energéticas en Portugal.

Sin embargo, el ex ministro de Agricultura del gobierno de Juntos por el Cambio, Luis Miguel Etchevehere, intentó comparar la situación actual con el conflicto agropecuario de 2008. "Esto se parece muchísimo a la 125", aseguró. La referencia fue por la intervención del Estado en ambos casos frente a la escalada de los precios de los alimentos, buscando amortiguar el impacto en la mesa de los argentinos. La 125 lo hacía con las retenciones móviles. Ahora no hay nada de eso. Incluso el oficialismo se desangra en peleas internas entre quienes consideran imperioso avanzar con medidas de ese tipo y quienes lo rechazan, como finalmente se impuso.

Las crisis económicas del macrismo y la pandemia dejaron un tendal de sectores castigados que todavía intentan recuperarse. Entre 2016 y 2019 la industria padeció un ataque violento de apertura de importaciones, achicamiento del mercado interno, escalada de las tasas de interés y quita de financiamiento estatal, entre otros factores, que provocó el cierre de miles y miles de empresas. Se perdieron puestos de trabajo fabriles en 46 de los 48 meses que gobernó Macri. Pese a ello, nunca hubo una protesta como la que se convocó para este sábado, con la prepotencia de tractores entrando a las calles de la ciudad, pasando por arriba de todos.

Tractorazo en medio del boom de ventas de maquinaria agrícola

El mensaje del ministro de Producción de Juntos por el Cambio, Francisco Cabrera, cuando la industria se caída a pedazos era que se tenían que "reconvertir" y dedicarse a importar. Hubo represión en distintas fábricas donde los trabajadores reclamaban por sus derechos. Ahora la acción de los ruralistas se produce cuando el conjunto de indicadores estadísticos reflejan la pujanza sectorial. La producción y las ventas de maquinaria agrícola, por ejemplo, no paran de crecer. Las de cosechadoras escalaron 37 por ciento en marzo en relación a igual mes de 2021. Pero no serán esas máquinas último modelo las que irrumpan en las calles porteñas, sino tractores viejos traídos para la ocasión.

La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que las exportaciones de 13 productos derivados de cinco cultivos, soja, maíz, trigo, cebada y girasol, anotarán este año un salto hasta 41.053 millones de dólares, unos 3000 millones más que el año pasado, cuando totalizaron 38.049 millones.

Son datos que dejan de lado los organizadores del tractorazo, ofuscados por el proyecto de impuesto a la renta inesperada, el gasto público en general y la carga tributaria sobre el sector. Un actor preponderante es Etchevehere. La agrupación Campo Más Ciudad, que lo tiene como uno de sus referentes, fue clave en la organización y la logística de la protesta. Es una entidad vinculada al PRO que viene militando para la oposición desde hace años, bajo el supuesto cartel de ser productores "autoconvocados". Algo similar ocurre con una entidad más nueva, la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios (AAPA), bajo la conducción de Pedro Zabala, de la zona núcleo.

Muchos de los manifestantes vienen de Córdoba. La provincia fue la principal beneficiada por la eliminación de retenciones a la producción de maní, con ventas al exterior por más de 1000 millones de dólares al año. La quita y rebaja de derechos de exportación alcanzó a muchos otros cultivos, desde un máximo de 12 por ciento a 0. Por ejemplo, el maíz pisingallo, grasas y aceites de ricino, uva y cera de abejas; productos de molinería como harina de avena, centeno, garbanzo, lentejas, porotos y copos de papa; también para preparaciones de pepinos, hongos, arvejas, maíz dulce, espárragos, alcauciles, palmitos, entre otros, y jaleas, mermeladas y purés de membrillo, peras, manzanas, entre otros. Bajaron a 0 las retenciones de las semillas para siembra de distintas especies hortícolas, para siembra de lino, nabo o colza, algodón, ricino, mostaza, cártamo, cáñamo, amapola, pino, eucalipto, melón, alfalfa, trébol blanco y rojo, entro otros. También, de plantas aromáticas o medicinales, como la manzanilla. La lista es más larga e incluye otros productos de economías regionales.

Un argumento repetido por los ruralistas es que el Estado toma una parte de la renta del sector cuando los precios suben, pero no está cuando hay crisis. Sin embargo, este año lleva desembolsados 4000 millones de pesos en asistencia por emergencias climáticas, como los graves incendios en Corrientes durante el verano, la misma cifra que el Ministerio de Agricultura desembolsó en todo 2021, dando muestra de una rápida reacción en auxilio de los productores.

El movimiento desestabilizador de entidades agropecuarias vinculadas al PRO y Juntos por el Cambio reafirma la necesidad del Frente de Todos de fortalecerse para sostener la agenda que interesa a las mayorías populares. Para que las botas y los tractores no les pasen por encima.

Pese a la supersoja, el BCRA no logra sumar reservas: estos son los 3 motivos

Informe de "El Economista"

En el primer trimestre, el saldo a favor del BCRA en el MULC fue de solo US$ 25 millones. En abril va US$ apenas US$ 160 millones.

Luego de un 2021 en el que las exportaciones argentinas alcanzaron su mayor valor en 10 años de la mano de un histórico aporte de las cadenas agroalimentarias, el comienzo de 2022 ha mostrado una saludable continuidad en ese sentido.

Gracias al fuerte impulso de los productos agroindustriales, en los primeros dos meses del 2022 las exportaciones argentinas alcanzaron US$ 11.991 millones, un récord para un primer bimestre del año”, señala un nuevo informe de la Bolsa de Cereales (BCR).

¿Sobran dólares y el tipo de cambio se aprecia? No. BCRA

Luego de un 2021 en el que las exportaciones argentinas alcanzaron su mayor valor en 10 años de la mano de un histórico aporte de las cadenas agroalimentarias, el comienzo de 2022 ha mostrado una saludable continuidad en ese sentido.

Gracias al fuerte impulso de los productos agroindustriales, en los primeros dos meses del 2022 las exportaciones argentinas alcanzaron US$ 11.991 millones, un récord para un primer bimestre del año”, señala un nuevo informe de la Bolsa de Cereales (BCR).

Siguiendo con el análisis de la Cuenta Corriente Cambiaria, hay otros dos ítems que tuvieron un marcado incremento en el déficit de un año a otro y que, por ende, atentan contra la acumulación de reservas.

  • El primero de ellos es la exportación neta de servicios. En los primeros dos meses del 2022, ese factura arrojó un resultado negativo de US$ 1.313 millones, casi US$ 1.000 millones más que en el primer bimestre del 2021. Esto se debe, en parte, a la normalización paulatina de la cuenta “viajes” luego de la pandemia y, en parte, al incremento en el costo de los fletes marítimos hacia fines del año previo que decantó en una mayor erogación para sustentar el flujo del comercio exterior.

  • El segundo ítem es el Ingreso Primario, que muestra el pago de intereses de deuda tanto pública como privada, que en el primer bimestre del año arrojó un déficit de US$ 1.626 millones, casi US$ 700 millones más que en igual período del año previo. En los primeros dos meses del año hubo erogaciones de intereses por el préstamo con el FMI previo al acuerdo, lo cual explica una parte de este saldo negativo. 

  • Por otro lado, saliendo ya de la Cuenta Corriente y tornando la atención a la Cuenta Financiera, se aprecia que esta arroja un déficit de US$ 1.945 millones, más que duplicando el saldo negativo observado el año anterior. “Esto se explica principalmente por la cancelación de capital de deuda privada”, señala la BCR.

Agregando los resultados de la Cuenta Corriente Cambiaria, la Cuenta Capital y la Cuenta Financiera, y teniendo en cuenta el ajuste por tipo de pase y variación, las reservas internacionales del BCRA cayeron US$ 2.645 millones en el primer bimestre de 2022, a pesar de la liquidación récord de divisas del agro.

La situación actual contrasta con la de hace un año, cuando a pesar de la menor liquidación de dólares por exportación de oleaginosas y cereales, el BCRA acumulaba US$ 130 millones en reservas en los primeros dos meses del año. Ante este escenario de pérdida de reservas internacionales, las reservas netas calculadas se ubicaron en un mínimo desde 2015, sumando US$ 670 millones a fines de febrero.

En los primeros días de marzo se recuperaron levemente, para terminar cerrando en US$ 1.055 millones la semana del 23 de marzo.

A fin de marzo, en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, éste hizo un desembolso que permitió incrementar las reservas en más de US$ 6.300 millones. Además, un análisis adicional interesante es que, si no hubiese existido el ingreso récord de dólares por el agro del último año y el sector hubiera liquidado el promedio mensual de los últimos cinco años, las reservas netas se hubieran ubicado a finales de febrero en niveles negativos por US$ 11.099 millones”, señala la BCR.

Asimismo, el primer trimestre del año culmina prácticamente con un saldo neutral del BCRA en el MULC, con compras netas de apenas US$ 25 millones. “Esto contrasta fuertemente con lo ocurrido en el año 2021, cuando en el primer trimestre el BCRA acumuló compras por US$ 2.266 millones, lo que condice con lo mencionado anteriormente”, señaló el informe.

Por ahora, abril viene mejor. Ayer, el BCRA cerró por segunda rueda consecutiva con compras elevadas (fueron US$ 80 millones), acumulando un saldo positivo de US$ 160 millones para lo transcurrido de abril. Aun así, parece poco…

Desigualdad

Guillermo Wierzba, en “Elcohete a la Luna

La distribución del ingreso no depende del crecimiento, se dirime en la política

El discurso del poder económico concentrado asumió el pensamiento del liberalismo neo que reivindica las políticas ofertistas. Estas políticas son las que reducen los costos empresariales para que las ganancias de los propietarios de medios de producción crezcan con el presunto objetivo de que los estimulen a una mayor producción, a partir de lo cual la economía crecería. Este crecimiento sería del tipo profit led (impulsado por las ganancias). Como cuando las ganancias agregadas de la economía crecen en su participación en el ingreso total, la porción que captan los salarios y otros ingresos de los no propietarios cae, un crecimiento de este tipo lleva a una redistribución regresiva del ingreso.

La enunciación de la necesidad de que el crecimiento preceda a la distribución desestima la igualdad como un objetivo esencial de la política económica. En cambio se designa axiomáticamente que el crecimiento es la fuente de la que emanan las virtudes de un programa económico. Subyace la idea de que el crecimiento promueve el aumento de la riqueza nacional y que el bienestar que produce va a impregnar al conjunto social. Nada nuevo, es la teoría del derrame. Si los empresarios ganan más, los sectores subalternos mejorarían su nivel de vida. En realidad el discurso de la derecha respecto a su presunta preocupación por la pobreza omite –con la intención de encubrir— toda referencia a la igualdad. Así la “Economía” a secas, cercenada de su indisoluble vínculo con la política, desplaza un valor constitutivo, junto al de la libertad, de la dignidad humana, de la centralidad de su objeto, para encumbrar un instrumento (el crecimiento) que proveería en el futuro un mayor bienestar disminuyendo la pobreza. La derecha por este rumbo concluye –tácita y encubiertamente— que el aumento de la desigualdad sería el método de la disminución de la pobreza. Común es su ataque a los regímenes populares cuando los descalifica como “socializadores de la pobreza”.

Presión (contra)tributaria

Este es el enfoque por el que se plantea la oposición al “impuesto a las ganancias inesperadas” que hoy intenta implementar el gobierno, frente al cual han reaccionado las organizaciones del empresariado local. Impuesto que alcanzaría a las empresas y productores que hubieran obtenido más de mil millones de pesos de ganancias. La razón de su implementación es el impacto de la guerra sobre los precios de los commodities, que tiene perjudicados a millones de argentinos pero también le ha generado fabulosas ganancias a una plutocracia que no está dispuesta a aceptar, por más tibia que sea, una carga tributaria compensatoria de beneficios cuyo origen no es ningún aumento de la productividad o de la inversión. La AEA (Asociación Empresarial Argentina) ha manifestado que “Argentina debe retomar la senda del desarrollo económico y social sostenible. Para ello resulta esencial generar las condiciones para que las pequeñas, medianas y grandes empresas puedan concretar inversiones que generen empleo y hagan crecer la producción y las exportaciones.

La creación de nuevos impuestos —como el recientemente anunciado ‘impuesto a la renta inesperada’— va en la dirección opuesta a lo señalado… En Argentina ya están en vigencia 165 impuestos y la carga tributaria sobre el sector formal de la economía es muy elevada y ha crecido fuertemente en los últimos 20 años, superando holgadamente el promedio de la región. Con menos impuestos generaremos más inversiones y empleo”.

Mientras, la UIA (Unión Industrial Argentina) debatió con “preocupación” por la implementación del impuesto, respecto al impacto sobre la inversión de “un nuevo incremento en la presión tributaria sobre el sector formal de la economía y el impacto negativo que tendrá en la actividad y el empleo”. CIARA, que reúne a los aceiteros, y CEC (centro exportador de cereales), se orientan en el mismo sentido impugnador. Mientras la Sociedad Rural se suma a un “tractorazo” organizado contra el tributo. Como se ve, el enfoque es contra cualquier impuesto que se pretenda instrumentar y crítico del nivel de la presión tributaria existente.

En tal sentido la presentación de AEA incurre en una verdadera manipulación de datos. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) aclara que la cifra de 165 impuestos que invoca el gran empresariado mezcla impuestos con tasas municipales, y otras recaudaciones como derechos de cementerio, otras contribuciones que alcanzan a un universo limitado de ciudadanos. Las contribuciones, las tasas y los derechos que corresponden a contraprestaciones de servicios con destinarios específicos no son impuestos con lo que la cifra se reduce de 164 a 70, tampoco lo son los aportes que realizan los trabajadores al sistema de seguridad social que incluyen. El aporte de las grandes fortunas fue por única vez. Finalmente CEPA señala que algunos impuestos se duplican deliberadamente en el cómputo de AEA. También elaboró un cuadro que se muestra al pie en el que queda claro que el país no tiene una presión tributaria excesiva en un marco internacional comparativo. La otra cuestión señalada es la regresividad del régimen tributario argentino, aunque mitigada durante el gobierno del Frente de Todos.

Esta reacción que se toma es contra un impuesto justo pero insuficiente para la situación de sobre-ganancias provocada por la suba internacional del precio de los commodities y por la decidida acción de las empresas dominantes en la formación de precios, que sumadas provocan y aceleran una inflación de recomposición de ganancias. Ese impuesto debería tener un mínimo no imponible más bajo que le permitiera alcanzar un número mayor de empresas. Si el mínimo fuera el trascendido, el universo de empresas alcanzado no llegaría al centenar. Pero además es urgente cambiar el clima que se ha creado en contra de los derechos de exportación. Es imprescindible acometer el desacople de los precios internacionales de los locales para detener la espiralización inflacionaria, como así también con el mismo objetivo recomponer una intervención del Estado en la cadena de formación de precios en todos los eslabones de los procesos productivos y de distribución. Estamos, en realidad, frente a un proyecto del poder económico de avanzar y consolidar el cambio de relación capital-trabajo en la apropiación del excedente hacia un vuelco a favor del primero de carácter sustancial.

Humanismo económico

Por eso el imperativo es restablecer un criterio humanista en el análisis económico. El problema central que dejaron los neoliberalismos, en el tiempo más reciente el gobierno de Juntos por el Cambio, es la desigualdad. El contrato electoral del Frente de Todos con sus votantes incluyó el ataque a la injusticia social como uno de sus puntos fundamentales. La distribución del ingreso no es endógena a un proceso económico, dicho en otros términos no depende del crecimiento, sino que es de orden. Se dirime en la política. Esta es una cuestión vital de la democracia y los derechos humanos. Detrás de la idea de que las empresas del agronegocio, la minería, el petróleo e insumos difundidos deben recibir estímulos por la vía de la reducción de costos – como sería la disminución de la presión tributaria— mientras se posterga la recuperación salarial de los más de 20 puntos perdidos desde el 2015 hasta el presente, está la lógica del velo encubridor del liberalismo neo que se grafica con la idea de la torta grande para que las porciones crezcan.

Por otro lado, la noción de la pobreza y la indigencia requieren de una convención como es el establecimiento de canastas que constituyen límites de dignidad y subsistencia. El enfoque de la derecha sobre la misma omite la exhibición de la riqueza concentrada en pocas manos como relación dialéctica con aquélla. El discurso del crecimiento presenta la concentración de la riqueza y la eliminación de la pobreza como términos complementarios. Es el colmo de las conclusiones de la corriente principal de la “Economía” con pretensiones de apoliticismo. ¿Un obrero metalúrgico aunque gane por sobre la línea determinada de pobreza estadística no es pobre en relación al dueño de Techint? ¿Un desocupado estructural no sería pobre frente a ese trabajador?

Un rey en el siglo XVIII no tenía luz eléctrica y hoy la tiene un trabajador informal. ¿Quién es el rico y quien el pobre? En cambio la desigualdad no necesita de esas convenciones. Porque es una posición relativa en la sociedad, no una determinación convencional de orden individual y sin relación con su otredad.

La idea de que la redistribución y la búsqueda de la igualdad por vía de la política resulta inconveniente para el estímulo inversor en la economía resulta desmentida comparando los datos duros del período democrático, nacional y popular de los doce años de kirchnerismo con los períodos de los gobiernos de Menem, De la Rúa y Macri, por más que el presidente de la AEA se esmere por mostrar cuan alta es la presión tributaria actual respecto de la del período 1990-2002 (dice él 30,7% contra 20,6%, aunque CEPA en base a OCDE muestre que la de hoy es de 28,6%). El cuadro que sigue demuestra que con mayor presión tributaria la inversión tuvo un crecimiento cualitativo. Esto estaría demostrando que en las sociedades con el tejido social como el argentino, y sus características culturales y comportamientos económico-sociales, la inversión estaría mucho más vinculada al nivel de la demanda agregada que a la tasa de ganancia. Los estímulos ofertistas a los grandes empresarios no serían el camino para aumentar la inversión, sino que el crecimiento de ésta estaría ligado al impulso del consumo y el gasto autónomo del Estado. Entonces, no son políticas adecuadas ni la prudencia en la recomposición salarial ni el empeño por la moderación en el crecimiento del gasto público.

Otra cuestión a considerar respecto del objetivo matriz de la política económica de un gobierno nacional y popular es que no es el mismo tipo de estructura productiva y de composición de la oferta en un modelo profit led (impulsado por las ganancias) que en otro wage led (impulsado por los salarios). Mientras que en el primero predominaría la producción de bienes dirigidos a un volumen menor de población con altos ingresos, en el segundo estaría dirigida a un mercado mucho más grande de ingresos medios. La cuestión no es menor, se trata de apoyarse en el crecimiento para agrandar la torta o de hacerlo en la igualdad para promover el desarrollo económico.

En este marco analítico la política de austeridad que impone el FMI apunta a moderar (veladamente reducir en términos relativos) el gasto público y contener los salarios para impulsar una política export led (crecimiento impulsado por las exportaciones), para lo que el estímulo de la ganancia – la lógica profit led— es el estímulo indicado. El camino de estructurar la economía desde el impulso exportador, basado en lógicas de competitividad espuria como el tipo de cambio alto, la disminución de la presión tributaria o el permiso para la apropiación privada de abultadas rentas diferenciales sin capturarlas con los derechos de exportación (retenciones), conduce a la profundización de la desigualdad y un diseño estructural de mediano plazo a medida para ese proyecto político.

Revanchismo

El poder económico y su formación política Juntos por el Cambio se niegan a crear y a subir impuestos y, también, a aumentar el gasto público eliminando la opción secundaria para redistribuir el ingreso. El poder económico usa al mercado como espacio para consolidar una tendencia de despojo a los no propietarios de los espacios alcanzados en la distribución del ingreso en el año 2015. Es urgente detener esta cruzada antipopular. Sin desmercantilizar, la distribución del ingreso resultará un objetivo inalcanzable. La conducción de la economía debe ser recuperada para el Estado y eso requiere desbaratar el papel de los formadores de precios. En la vida económica de la Argentina actual estos son la mano visible que construye y controla los movimientos del mercado. Así es la inflación de hoy. Viene por el lado de la oferta.

La multicausalidad –siempre hay concurrencia de razones— no es un argumento político que conduzca a resolver el problema porque disipa responsabilidades. Hay una conducta empresarial de consolidar una revancha clasista y antipopular contra lo conseguido durante el período 2003-2015; una ofensiva incesante de acciones preventivas contra la recuperación de los ingresos populares, acompañada de una intensa acción político-corporativa para destruir al kirchnerismo, como en otras instancias históricas la oligarquía se obsesionaba y conspiraba para liquidar al peronismo. No es la hora de consensualismos ni de pactos de la Moncloa porque no hay disposición democrática del poder concentrado, y resulta muy diferente ser una formación política que actúa en democracia respecto a ser una formación política democrática. El contubernio entre Juntos por el Cambio y la maniobra de la Corte Suprema exhiben esa diferencia que califica a la alianza política que expresa mayoritariamente a la derecha argentina, sin autonomía relativa alguna con las expresiones de la plutocracia empresarial. Son tiempos de dar todas las peleas que sean necesarias

Elecciones en Francia

La victoria de Macron puso un límite al ascenso de la ultraderecha de Le Pen

Eduardo Febro desde París para Página 12

El liberalismo crea monstruos a los que luego no puede vencer sin la fuerza de sus otros adversarios. El más del 58% de los votos con los cuales el presidente francés, Emmanuel Macron, fue reelecto este domingo ante la candidata de la ultraderecha Marine Le Pen (41,8 %) contiene ese ingrediente paradójico. Fueron en gran parte los votos de la izquierda los que contribuyeron a que, por primera vez en la historia, un presidente de la república sea reelecto sin que haya habido cohabitación con otra corriente política. Ello ocurrió dos veces: primero en 1988 con el difunto presidente socialista François Mitterrand, cuando éste derrotó a quien fue su primer ministro conservador, Jacques Chirac: luego en 2002 cuando el mismo Jacques Chirac fue reelecto tras haber cohabitado con el socialista Lionel Jospin como Primer Ministro. Hace 20 años, Chirac le ganó la segunda vuelta al padre de Marine Le Pen, Jean-Marie Le Pen. Emmanuel Macron es el primero que pasa dos veces sin la condición de la cohabitación y el primero que derrota dos veces seguidas al fascismo.

Uno, dos, cinco años más”, cantaban los simpatizantes de Emmanuel Macron reunidos en el Champ-de-Mars, delante de la Torre Eiffel, mientras que los de Marine Le Pen fueron perdiendo la fuerza del “Marine, Marine, Marine” a medida que los resultados de la victoria macronista iban desfilando en las pantallas. Como se preveía, la elevada abstención fue la otra protagonista de la consulta: 28%, según la consultora Ipsos. Se trata del porcentaje más alto desde 1969. A ello hay que sumarle los 3 millones de electores (de un total de 47 millones) que votaron en blanco o emitieron un voto nulo.

A las 8 y cuarto de la noche (tres de la tarde de Argentina), quince minutos después de que se conociera la amplitud de los porcentajes, la fiesta se lanzó en el Champ-de- Mars donde los macronistas esperaban impacientes el primer discurso del Jefe del Estado en medio de una enorme algarabía, una expresión de alivio inocultable, abrazos y hasta ministros del gabinete bailando entre ellos. ”Pasamos cerca del abismo”, decía en voz baja un Secretario de Estado. Jean-Yves le Drian, el actual ministro de Relaciones Exteriores, se felicitaba por “la fuerza de la movilización de los franceses para el mantenimiento de nuestros valores”.

Marine Le Pen perdió por segunda vez ante el mismo adversario que hace cinco años. Sin embargo, supo llevar a la ultraderecha al porcentaje más alto conseguido por este movimiento durante la Quinta República. La fecha es doblemente histórica: para Emmanuel Macron por su reelección y para Marine Le Pen por el porcentaje. "El resultado de esta noche es una gran victoria”, dijo Marine Le Pen, y no exagera. La distancia entre Macron y Le Pen es menor a la de hace cinco años: en 2017 el hoy presidente fue electo con más de 30 puntos (66% frente a 34%) Ahora, la distancia bajó a 16. Asimismo, el 58,2% del mandatario relecto es superior al máximo pronosticado por los sondeos (55%).

Francia no cedió al odio y a la negación de la política como ocurrió en Gran Bretaña en 2016 y en Estados Unidos el mismo año. Francia no fue la tercera columna de Occidente que pasó bajo el gobierno del extremismo, pero sí revalidó el mandato de un hombre que, en sus cinco años pasados a la cabeza del Estado, dejó a mucha gente al borde de la ruta y la pobreza.

Las promesas de Macron.

Nadie será dejado por el camino”, prometió esta noche Macron en su primera intervención pública. Apareció en la Torre Eiffel rodeado de su familia bajo las notas musicales del himno de Europa y no de la Marsellesa, que fue cantada al final por la interprete egipcia Farrah El Dibany.

El mandatario pronunció un discurso realista y modesto más que una proclama encendida. La intervención presidencial se dividió en tres partes: agradecimiento a quienes votaron por él, referencia a quienes lo hicieron por Le Pen y, por último, hoja de ruta hacia el porvenir. ”Muchos compatriotas me han votado para bloquear a la extrema derecha. Eso me compromete para los próximos cinco años”, dijo Macron en su alocución.

Antes, cuando se dirigió a los electores, Marine Le Pen había dicho que "para los dirigentes europeos y franceses este resultado testimonia una gran desconfianza del pueblo francés hacia ellos”. Macron pareció, el menos en sus palabras, haber tomado conciencia de esa “desconfianza”. El jefe del Estado reconoció el papel que desempeñaron los electores de la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon en su victoria, así como el hecho de que muchos de quienes votaron por él no lo hicieron por sus ideas “sino para levantar una barrera contra la extrema derecha”. ”Soy depositario de su sentido del deber”, dijo Macron, que también agregó: ”Soy consciente de aquello a lo que este voto me obliga”. 42% de los electores de Mélenchon optaron ayer por Macron y 17% a favor de Marine Le Pen.

El mandatario reelecto prometió “una nueva era” que no será “la continuidad con el mandato que se termina”. Según Macron, su nueva presidencia se llevará a cabo con un método “refundado” y “nadie se quedará a la vera del camino”.

El factor Mélenchon

Es muy probable que Macron no conozca lo que comúnmente se llama “estado de gracia” y que interviene luego de una elección. De hecho, en vez de estado de gracia esta noche se percibió un estado de guerra inmediatamente activado por los adversarios del presidente presionados por la proximidad de las elecciones legislativas previstas para los próximos 12 y 19 de junio (primera y segunda vuelta).

La tercera vuelta empieza esta noche”, dijo Mélenchon, quien también recalcó: “las urnas hablaron: Francia rehusó confiarle a Le Pen su porvenir y es una muy buena noticia para el pueblo”. Con todo, según Mélenchon, ”sería un error creer que esta reelección equivale a continuar con la misma política que se aplica desde hace 5 años”. Por esa razón el líder de Francia Insumisa le dijo a la izquierda “no se resignen. Entren en la acción, francamente, masivamente. La democracia puede darnos de nuevo los medios de cambiar de rumbo”. Esos medios están, según Mélenchon, en el voto previsto en la consulta legislativa donde, repitió, ”otro mundo es posible” si se consolida una mayoría parlamentaria en torno a su figura. ” Llamo a que me elijan como Primer Ministro”, les dijo Mélenchon a sus militantes.

En el mismo sentido se pronunció Marine Le Pen. La derrotada candidata presidencial anunció: “Esta noche lanzamos la gran batalla electoral de las legislativas”. Marine Le Pen, muy aguerrida pese a la derrota, invitó a formar un “contra poder fuerte ante Macron” porque, agregó,” Macron no hará nada para reparar los sufrimientos de los franceses”.

En las voces y rostros de la oposición política había mucho encono hacia el presidente. El contraste entre esas declaraciones cargadas de tormentosas palabras y la modesta fiesta que el macronismo organizó en el Champ-de-Mars era realmente muy fuerte. Los unos respiraban rabia, los otros un franco y espontáneo alivio, incluidos los ministros del gabinete del Primer Ministro Jean Castex. En la Torre Eiffel había, sobre todo, gente muy, muy joven, entre 18 y 25 años.

Una jovencita de 21 años, Alice, le contó a PáginaI12 que Macron “no era mi candidato preferido, no voté por él en la primera vuelta, pero ahora si voté por él y es un excelente resultado para la democracia”. Mathilde, otra joven de 23 años, reconocía que “elegí la opción más inteligente, no la del corazón. Pero estoy muy feliz. Desconfío de Macron, pero lo peor que nos hubiese pasado es que hoy ganara la extrema derecha. Estoy orgullosa de mi país”.

El crecimiento de la ultraderecha

El porcentaje de Marine Le Pen y la victoria de Macron son dos hechos considerables que retratan a un país atravesado por una profunda fractura y al que le hizo falta poner de lado sus propias inclinaciones políticas para evitar que gane la ultraderecha. Esta corriente política xenófoba y autoritaria ha recorrido un camino exitoso desde el 18% que obtuvo Jean-Marine Le Pen hace 20 años al 41,8 que su hija cosechó en las urnas este domingo. 

Marine Le Pen hizo pasar a la extrema derecha del repudio a una opción aceptable y asumida. La ruptura no pasa ya por una línea divisoria entre la social democracia y la derecha sino entre el extremismo de derecha y el liberalismo.

A su manera, Macron es también un sobreviviente de varias guerras: la de los chalecos amarillos, primero, que él mismo provocó con un impuesto injustamente volcado en las espaldas de los trabajadores y comerciantes de las periferias: la represión policial brutal con que se buscó aplacar ese movimiento (decenas de personas perdieron ojos y manos bajo las balas de la policía). Las revueltas contra la reforma del sistema de jubilaciones que encendieron al país a finales de 2019. Luego la pandemia, el aislamiento, el dolor colectivo por las muertes y la incertidumbre. Y en plena campaña electoral, la guerra en Ucrania y sus masivas amenazas sobre la economía, los precios, la paz en Europa. Son, una tras otras, crisis hondas que dejaron huellas sociales, económicas, políticas, psicológicas y democráticas.

Pese a ello, Macron fue reelecto no muy lejos de las condiciones que lo llevaron al poder en 2017 tras vencer a la misma adversaria. Encarna, hoy, mucho más de lo que representó hace 5 años. Ahora hay un país descompuesto y bajo la amenaza constante del extremismo de derecha. Salvo la izquierda radical de Mélenchon no hay, a la vista, ninguna otra fuerza política con narrativa fuerte para reconfigurar una alternativa al macronismo y a la ultraderecha.

La derecha tradicional de Los Republicanos y el Partido Socialista desaparecieron. Hay, en el tablero, un centro liberal extremo, una extrema derecha y una izquierda radical. El arraigo local de los candidatos del socialismo y de Los Republicanos puede reinstalar a estos dos partidos en el juego político durante las próximas elecciones legislativas. Francia Insumisa y el PS negocian actualmente una suerte de acuerdo legislativo. Pero es incierto. 

Macron tiene en sus manos todas las esperanzas posibles. Incluso muchas más de las que otros presidentes supieron tener. En Macron convergen hoy las esperanzas de los desesperados de la democracia. Emmanuel Macron se encuentra ante una situación invertida: no tiene que seducir a los electores para que voten por él, sino demostrarles a quienes votaron a su favor contra la extrema derecha y no por adhesión a su programa que no se equivocaron.

De Acá

El Presidente argentino celebró en su cuenta de Twitter la victoria de su par francés en los comicios presidenciales que se llevaron a cabo este domingo. "Las y los franceses se expresaron claramente en favor del proyecto democrático de Emmanuel Macron", dijo el mandatario.

"Las y los franceses se expresaron claramente en favor del proyecto democrático de Emmanuel Macron", dijo Fernández en su cuenta de Twitter, donde emitió el mensaje en español y en francés, con una foto con su homólogo europeo, a quien "arrobó" el tuit.

Añadió que "frente a las voces estridentes de la extrema derecha, propagadoras del odio y del prejuicio, la fuerza tranquila de los demócratas vuelve a ser la mayoría política de Francia".

Sostuvo Fernández que "las voces agresivas y confrontacionales no son la respuesta. En tiempos de redefiniciones en el escenario internacional, la victoria de Emmanuel Macron es fundamental para profundizar el multilateralismo".

En mayo del año pasado Fernández visitó Francia, como parte de una gira por varios países europeos, y recibió el apoyo de Macron en la renegociación de Argentina por la deuda con el FMI.

El camino al sueño europeo está inundado de extorsión y explotación

Desde EL CAIRO, escriben para (InterPressService) –

Era una tarde de verano cuando un grupo de jóvenes residentes en la localidad egipcia de Mit Al Korama se reunieron frente a una de sus casas en una tarde de verano para contar historias de gente de su pueblo y de otros cercanos que habían cruzado con éxito el Mediterráneo hacia Europa.

Algunos migrantes, comentaron en ese encuentro de junio de 2021, volvieron con grandes sumas de dinero y construyeron casas de estilo europeo para sus familias. Otros optaron por quedarse en algún país de la Unión Europea y animaron a sus hermanos a reunirse con ellos.

Un joven treintañero de un pueblo vecino, llamado Mohamed Fakih, se encontraba entre el grupo, y les dijo que ayudó a muchas personas a emigrar ilegalmente a las costas italianas.

A pesar de las advertencias del gobierno egipcio contra la inmigración ilegal y de no visitar Libia, algunos jóvenes siguen intentando emigrar ilegalmente a Italia a través del vecino norafricano. Los contrabandistas egipcios y libios les hacen correr el riesgo de ahogarse o de ser secuestrados por bandas y milicias armadas que exigen grandes rescates.

Fakih informó a los jóvenes de Mit Al Korama de que había plazas disponibles en un barco que partía hacia Italia en 10 días. Esa plaza podría ser suya si le pagaban 5000 dólares.

Ahmed Emad, de 27 años, diplomado en turismo y hostelería, pero sin trabajo, era uno de los cinco jóvenes del pueblo deseosos de buscar una vida mejor en Europa. Para financiar este viaje a Italia, su familia vendió todo lo que tenía y pidió prestado el resto.

«El mediador nos dirigió a la ciudad fronteriza egipcio-libia de Salloum, donde conocimos a un grupo de contrabandistas que nos ayudaron a cruzar la frontera por caminos de montaña y fuera de la vista de los guardias fronterizos. Llegamos a Al Masad, ya dentro de Libia”, dijo Emad a IPS.

Allí los contrabandistas empezaron a tratarnos de forma diferente.

«Nada más llegar, nos empujaron a un enorme edificio lleno de productos de contrabando, combustible, ovejas y vacas, y gente como nosotros que esperaba su turno para emigrar», añadió Emad.

Los contrabandistas no dejaron de maltratar e insultar a los inmigrantes en el almacén. Cuando se quejaron a Fakih, el mediador que les había quitado el dinero, les aconsejó que esperaran pacientemente hasta que llegara el barco que llevaría al grupo a su destino final.

«Estuvimos cautivos en el almacén durante cinco meses y medio, durmiendo en el establo de las vacas, bebiendo de recipientes de gasolina vacíos y teniendo solo una comida al día», añadió Emad.

Emad Eldanaf, su padre, dijo que no tenían contacto con los contrabandistas en Libia y que al principio no pudieron contactar con los jóvenes, lo que les generó una gran ansiedad. Finalmente, se estableció el contacto.

«Había 28 hombres de nuestro pueblo en el barco. El grupo más reciente regresó en las últimas dos semanas, y aún estamos negociando con la milicia sobre los tres restantes», dijo Eldanaf a IPS.

Las experiencias de Emad fueron un reflejo de las padecidas por Ibrahim Abdullah y su hermano menor Kamal.

«Nos movimos entre varios almacenes entre Sabratha y Zuwara, a 120 kilómetros al oeste de Trípoli. En la víspera del 9 de noviembre, nos dijeron que íbamos a navegar desde la costa de Ajilat hasta Italia en horas”, dijo Abdullah a IPS.

«Al final, todos nos trasladamos al barco, éramos unos 50″, recordó.

El barco zarpó a las 11:00 de la noche.

Al amanecer, el agua se filtraba en el barco. Intentamos sacar el agua hasta que nos frustramos”, explicó Abdullah. Todos sentían, dijo, que “la muerte estaba a solo unos metros».

Según Abdullah, los inmigrantes pidieron ayuda a las autoridades italianas, que dijeron que esperarían a que el barco estuviera más cerca de sus costas antes de intervenir.

Las autoridades tunecinas, que también tenían jurisdicción en la zona, también les ignoraron. Era evidente para quienes compartían la embarcación que se hundiría y todos perecerían.

«Sabíamos que llamar a los libios haría que nos arrestaran”, pero era tanta la desesperación que “lo hicimos de todos modos», dijo Abdullah.

«A mediodía, las tropas de la milicia libia nos capturaron y nos trasladaron al puerto de Trípoli, dividiéndonos en dos grupos, uno enviado a la prisión 55 y el otro en la prisión de Bir Al Ghanam.

Bir al Ghanam es una ciudad del oeste de Libia, situada al sur de Zawiya. Ha sido escenario de varias batallas durante la guerra civil libia.

«Las milicias libias se referían a nosotros como ‘la mercancía’. Nos hicieron desear la muerte para librarnos de esta agonía. Mi padre accedió a pagar el rescate por nuestra liberación después de que yo se lo implorara”, recordó Abdullah.

Detalló que “cuando las milicias sospecharon que algunas familias no pagarían el rescate, mataron a los detenidos y arrojaron sus cuerpos al desierto. Dos miembros de mi grupo murieron y fueron arrojados al desierto sin ser enterrados».

Emad, Kamal y Abdullah permanecieron con su milicia durante otros cuatro meses. Los piojos y la sarna fueron sus lugartenientes todo el tiempo. Finalmente, su familia llegó a un acuerdo con los secuestradores, aceptando pagar 6000 dólares por Kamal y Abdullah, mientras que la familia de Emad tuvo que pagar 5000 dólares para liberarlo.

Haj Riad, un contrabandista libio, actuó como intermediario en el pago del rescate. El dinero fue transferido a varias cuentas bancarias libias, donde lo distribuyó a las milicias y transportó a los tres jóvenes de vuelta a la frontera egipcia.

Umm Ayman, una madre de 60 años, vendió algunas de sus tierras para reunir el equivalente a 10 000 dólares, a fin de ayudar a sus dos hijos en sus viajes hacia Europa. Dos de sus tres hijos fueron entonces secuestrados junto con Emad y Abdullah.

Unos meses después, tuvo que vender su casa, sus ovejas, una vaca y el resto de sus pertenencias para pagar 13 000 dólares y lograr así recuperarlos y salvarlos.

«Vendimos todo lo que teníamos para que nuestros hijos pudieran viajar, y pedimos un préstamo para traerlos de vuelta. Incluso los pendientes de oro de mi madre tuvieron que ser vendidos para pagar el rescate”, dijo Ayman a IPS.

Cuando sus hijos finalmente regresaron a finales de enero, buscaron a Fakih, el mediador, y descubrieron que había huido con su familia.

La familia cree que sigue atrapando a las víctimas en el círculo vicioso de los jóvenes que intentan buscar una vida mejor en Europa.

Esta es la transcripción de un mensaje de audio de Ahmed Emad a su padre durante su cautiverio:

«Te lo ruego, padre, sácanos de aquí… Ayer estuve al borde de la muerte. Haz lo que sea necesario para sacarnos de aquí; paga el rescate, lo que sea necesario. Tú y la madre de Ibrahim intentad hacer lo que sea. Nos sentimos muy insultados aquí; nuestros cuerpos están débiles y enfermos.

De Todos lados

Globalización, universalización, humanismo … no refieren a lo mismo. Lo que ocurre en “todos lados” depende de la capacidad que podamos desarrollar para distinguir estos tres aspectos al comparar realidades y las interpretaciones de estas realidades desparramadas en geografías, cosmovisiones, filosofías, creencias bien distintas. 

La globalización nombra los procesos de internacionalización de la economía y la aparición de instancias “transnacionales” que pugnan con los Estados Nacionales por las herramientas y el poder para distribuir los bienes y servicios que se generan en el mundo y que son generados por comunidades bien distintas en territorios bien distintos y que han modificado las transacciones que referían a los bienes y servicios específicos de algún lugar. Hoy se ha mundializado un estilo de vida, de consumo, de intercambio y de como saciar con productos y servicios, las necesidades biológicas, materiales y concretas y los deseos y aspiraciones espirituales, sensoriales, emocionales, de las personas en sus interacciones comunes.

La universalización es la cultura que se genera a partir de los rumbos y formas que comienza a imponer la globalización en esta etapa transnacional. Las costumbres, la civilización y la forma de pensar el mundo que surgen de esa globalización y que rapidamente van transformando formas mas territoriales y conformadas geográficamente por otras que supone lo humano independientemente de diferencias, lugares y formas.

El humanismo es aquello que intenta, de modo complejo, comprender que globalización y universalización no excluye los aspectos que surgen de las identidades localizadas, territoriales, culturales, simbólicas y que administran lo que efectivamente conforman su habitat, como escenario vital. Hoy se impone un humanismo glocal que rescate de la globalización aquello que es efectivamente útil y bueno para las comunidades asentadas en otros territorios y descarte aquello que, por poder e imposición, intenta forjarnos una identidad planetaria diseñada por una elite que se reserva para si el disfrute y los privilegios obtenidos con el esfuerzo de las comunidades territorialmente asentadas y de los ordenes administrativos y de infraestructuras que dependen de los Estados Nacionale (Y en especial de las formas de producir/consumir/prestar servicios, que hacen a la identidad de los lugares y de las personas que habitan esos escenarios.

Hoy es imposible pensar identidades cerrada ajenas e impermeables a lo que sucede en otros lugares, pero esto no impide enfocarse en lo propio y promover acciones e ideas que prioricen lo cercano, lo concreto, lo vívido en el territorio y el sentimiento comunitario como pertenencia gregaria que nos caracteriza como especie.

Se evidencian las tensiones que surgen entre la globalización y los territorios, la universalización de la cultura y la defensa de las formas identatarias de comunidades y pueblos, las formas de producir globalmente y los impactos sobre los territorios locales y el surgimiento de una conciencia planetaria como nunca, pero que, y al mismo tiempo y con la misma intensidad, no puede ni debe resignar su identidad local, su cultura, su idioma, la forma territorial de entenderse a si mismos individuos, pueblos, naciones como parte de una diversidad positiva en un mundo inmensamente diverso.

Las demandas de los productores rurales asociados a esa globalización transnacional que prioriza su ganancia sectorial por sobre la del país que habitan y la tierra que producen. La pobreza, las desigualdades, el poder de unos pocos. La demanda de los Estados para no perder la capacidad de administrar de modos soberanos e independientes de las fuerzas transnacionales, las mejores formas y maneras consensuadas democráticamente de producir y relacionarse con el resto de los Estados/nación. Las formas que adquiere el capitalismo neoliberal en sus formas trasnacionalizadas, que producen fenómenos tan inhumanos como evitables respecto a las migraciones, las guerras, las imposiciones neocoloniales y coloniales que permiten que unos pocos Estados alcancen niveles de bienestar (Las mal llamadas sociedades del bienestar) a costa de la dependencia y el sufrimiento de otros.

Así el mundo, así el barrio, así la vida de cada uno de nosotros que debe elegir de que lado jugar su vida. Si el de un mundo que se sirve de mucho para el disfrute y el privilegio de unos pocos o un mundo donde cada pueblo tiene el derecho y el deber de definirse en función de su propio bienestar y del aporte que dará al resto.

Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack






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