Entre lo universal y lo individual, Nosotros.

 

Calidad y precio

Fernando Bercovich, Estudió Sociología en la UBA y cursó maestrías en Sociología Económica (UNSAM) y en Ciudades (The New School, Nueva York). temas urbanos. Vivienda, transporte, infraestructura y espacio público son los ejes principales de su trabajo. Escribe el newsletter TRAMA URBANA” en la plataforma informativa CENITAL

Una de las tantas cosas que la pandemia puso en jaque es la forma en que nos relacionamos con los alimentos que comemos. No solo qué comemos sino, con perdón de la cacofonía, cómo comemos. Y dónde compramos eso que ingerimos a diario. Los envíos a domicilio vía apps de delivery se volvieron mucho más comunes durante las distintas etapas de confinamiento, sobre todo en los barrios de clase media para arriba de las grandes ciudades, donde se convirtieron en un servicio casi esencial, pero muy poco reconocido. 

Otro vínculo que se modificó fue con las compras en supermercados, que aumentaron su caudal vía internet. Pero una cantidad importante de productores y mayoristas aprovecharon para empezar a saltearse intermediarios y vender directo a los hogares que se subieron a la propuesta en búsqueda de mejor calidad y precio. Todas esas dinámicas tienen imbricaciones con lo urbano por tres variables centrales que intervienen en ella: la propiedad y precio de la tierra urbana, la movilidad entre los centros de producción de alimentos y los de consumo y la infraestructura urbana necesaria tanto para permitir esa movilidad como para garantizar el funcionamiento de dicho circuito. Y sobre este punto quiero explayarme. 

Una nota de revista Crisis aborda el problema de la suba del precio de los alimentos pero se detiene en un lugar fundamental para entenderlo: el Mercado Central (MC). Este espacio, además, adquiere otra dimensión urbana, que es la gestión metropolitana. El MC es uno de los pocos organismos -junto al CEAMSE y AySA- que funciona de forma más o menos efectiva en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Pero, ¿cómo podríamos definir a un espacio de 540 hectáreas por donde transitan alrededor de 10 mil personas por día y donde entran y salen 700 camiones en cuestión de horas? La nota que te mencioné lo describe como “un nexo entre productores y consumidores, que concentra el 20% del comercio frutihortícola de todo el país y el 60% de lo que se compra y vende en el área Metropolitana de Buenos Aires”. Es eso y mucho más también. Si bien en el país hay otros 60 mercados concentradores, el MC es el más importante y constituye una de las infraestructuras comerciales más grandes del mundo.

La larga gestación

En La planificación del abastecimiento alimentario a la gran ciudad: Marchas y contramarchas del Mercado Central de Buenos Aires (1960-2019), los investigadores Joaquín Pérez Martín y Andrés Barsky de la Facultad de Agronomía de la UBA y del Instituto del Conurbano de la UNGS respectivamente, analizan en detalle la compleja forma en que se gestó el MC y, una vez inaugurado, cómo fue mutando. En breve será publicado.  

Para la década del 60, el desarrollo urbano que generó la industrialización del país había comenzado a poner en duda que tener mercados mayoristas de alimentos en el medio de la ciudad fuera una buena idea. Dificultades en el tránsito y otros factores como los residuos generados en los alrededores, sobre todo el de Abasto, hacían que la autoridades -la, en ese momento, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (MCBA)- empezaran a plantear mudar todos los mercados presentes en su territorio hacia el conurbano bonaerense. Por eso, para 1963 la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires propone desterrar la comercialización mayorista de la Capital y crea el Ente Regulador del Mercado Central de Buenos Aires. Además, la tendencia era mundial. 

No era tarea fácil. El proyecto requería hacer pie en territorio bonaerense. Ahí es cuando la escala metropolitana se hace carne y se institucionaliza bajo el nombre de Corporación Mercado Central, conformada por autoridades porteñas, nacionales y de la provincia de Buenos Aires. Con una lógica parecida a la que se formaría años más tarde para vender la tierra portuaria en desuso de la ciudad de Buenos Aires, mediante la Corporación Puerto Madero.     

En esos años, además, había una tendencia mundial: se inauguraron mercados centrales con similares características en Nueva York, Boston, Viena, Barcelona y París. De hecho, para proyectar el MC de Buenos Aires se encargaron estudios a la Société Centrale pour l'Equipement du Territoire, organismo que había estado a cargo de generar 53 mercados en toda Francia bajo la denominación de “Mercados de Interés Nacional”. El modelo era el Mercado de Rungis en el sur de París

Más de dos décadas después de surgida la propuesta, en 1983, Raúl Alfonsín inauguró la primera etapa del Mercado Central. Al año siguiente, en el marco de la batalla contra la inflación heredada de la dictadura que libraría sin éxito el gobierno radical, se inaugura formalmente el centro de distribución de alimentos. Fueron un factor clave algo de los que hablamos en este espacio varias veces: las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno -las únicas dos del Plan de Autopistas Urbanas que se llegaron a inaugurar- que irrumpieron en la Ciudad de Buenos Aires hacían más viable el transporte de cargas desde La Matanza hacia el resto del aglomerado urbano más extenso del país. De todas formas, el plan original del MC había previsto la logística, aunque por medio de trenes, al punto tal que las vías férreas irrumpen aún hoy en su interior.            

La construcción de las autopistas fue quizás una de las razones por las que la inauguración del MC tardó tres décadas, pero existen otras dos: el costo de la obra, cercano a los 1.000 millones de dólares, y un debate interno entre atomizadores y centralizadores -o mejor dicho entre regulacionistas y liberales- que estuvo presente en casi todos los gobiernos del período y que en algún punto sigue hasta el presente.¿Concentrar o descentralizar?

Como dijimos, algo de lo que recorre subterráneamente la estructura de precios de los alimentos en Argentina es un elemento bien urbano: la propiedad de la tierra, que está cada vez más concentrada en pocas manos en las grandes ciudades. De hecho, otra de las razones por la cual se demoró el comienzo de la construcción del MC fue la dificultad para conseguir un predio de ese tamaño, ubicado estratégicamente, y cuyo costo no fuera sideral.

De manera explícita, la centralización del comercio mayorista en un solo lugar buscaba frenar la inflación de tres dígitos anuales que venía castigando a la economía. Claro que el fracaso alfonsinista por frenar la escalada de precios no podría imputarse a la creación del MC, pero el debate acerca de cómo incide la concentración de los lugares de compras en los precios -en particular los super e hipermercados- sigue muy vigente. 

Por eso le pregunté a Joaquín Pérez Martín, uno de los autores del artículo que te mencioné al principio, si era una buena idea llevar sedes del MC desde el periurbano a los barrios de la ciudad consolidada, algo que se intentó hace poco años pero que no perduró. Me dijo que no es tan viable como generar mercados de cercanía en los barrios donde la propiedad del establecimiento sea estatal y la gestión de los locales sea privada. Como sucede en muchos mercados de ciudades europeas. De esa manera, según Joaquín, el Estado reduciría los costos de los comerciantes y a la vez ejercería cierto poder de planificación sobre ellos, que redundaría en una estructura de precios y abastecimiento más razonable, y a su vez competiría con las cadenas de supermercados.    

Uno de los efectos negativos de la expansión de las manchas urbanas con baja densidad (por lo general en forma de casas quinta o barrios cerrados) es el alejamiento de los llamados cinturones frutihortícolas -la periferia urbana con fines de producción de frutas y hortalizas- de los centros urbanos consolidados, que puede redundar en un encarecimiento de los alimentos una vez que llegan a la góndola. Sin embargo, para el investigador del Instituto del Transporte de la UNSAM el efecto no es tanto sobre el precio final sino sobre qué autores tienen la capacidad de operar a lo largo y a lo ancho de una metrópolis cada vez más extensa y con menor demanda. La respuesta: las grandes cadenas de supermercados. “La escala y la dimensión de la Ciudad lo que hace es excluir actores pymes y concentrar la góndola”, concluye.   

Mañana en el Abasto

El Abasto era el mercado mayorista de alimentos más importante en territorio porteño. Pero antes del surgimiento del MC, existían en el AMBA más de 20 mercados mayoristas (el de Valentín Alsina era de los más grande del conurbano), 8 de los cuales estaban en la Ciudad de Buenos Aires. Además del Abasto, los más emblemáticos de la Capital eran el Mercado Nacional de Papas de Casa Amarilla (donde hubo un proyecto de viviendas baratas nunca concretado), en La Boca; el Mercado de Concentración Mayorista de Pescado en Barracas (hoy reciclado como Centro Metropolitano de Diseño); el Mercado de Frutas de Saldías (hoy Polo Cultural Saldías) y el Mercado Dorrego (también de frutas y verduras hoy Mercado de Pulgas). 

Recuerdos del Abasto

Pero volvamos a esa intersección hermosa entre Balvanera y Almagro.

Cuando Luca Prodan escribió uno de los temas emblemáticos de Sumo, el Mercado de Abasto había cerrado hacía ya tres años, el mismo año que el MC había sido inaugurado. Él, como Carlos Gardel, había elegido ese barrio para instalarse y vivió de cerca la decadencia que le siguió a su clausura. Es que, contrariamente a lo que se buscaba, la zona quedó derruida y más hostil que antes una vez que el mercado dejó de funcionar. 

Tomates podridos por las calles del Abasto,
podridos por el sol que quiebra las calles del Abasto.
Hombre sentado ahí, con su botella de Resero,
los bares tristes y vacíos ya, por la clausura del Abasto.

Es que no había demasiados planes para la mole de hormigón de estilo brutalista -mezcla con art decó- que había diseñado en 1929 Viktor Sulčič, el mismo que dos años después dibujaría los planos del estadio más lindo del mundo. En realidad, el Abasto funcionaba en ese lugar desde fines del siglo XIX, en un edificio que tenía el estilo de los mercados franceses de esa época. Pero en la década del 30 el aumento demográfico porteño demandaba la ampliación de los mercados de proveedores de la Ciudad. 

A fines de los 70, las autopistas planificadas por el intendente de facto Osvaldo Cacciatore vuelven a colarse en la historia. El Abasto se situaba molesto en la traza de la famosa y nunca construida Autopista Central (AU3) que buscaba cortar la la Ciudad de Buenos Aires a la mitad para agilizar el tránsito vehicular. Es decir que, en los planes de la última dictadura cívico militar, el Abasto debía ser demolido. Por suerte eso no sucedió y ya no es posible porque en 1985 fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad.    

Entre el 84 y el 97 nacen distintos proyectos para recuperar el Abasto. El más conocido fue el de la cooperativa el Hogar Obrero, encargada desde que había sido creada por Juan B. Justo en 1905 de muchos proyectos habitacionales para sectores populares en todo el país. En un raro giro simbólico, la cooperativa había comenzado a construir shoppings centers como el Spinetto y propuso para el Abasto construir uno similar pero reservando una parte para un centro cultural. El Hogar Obrero entra finalmente en quiebra hacia mediados de los 80 y desaparece a principios de los 90 ante la negativa del gobierno menemista de otorgarle un salvataje financiero.  

Siempre paciente para los negocios, acá entra un actor que venimos mencionando mucho en las últimas ediciones y que empezaba a despegar: IRSA, la empresa de Eduardo Elzstain, en ese momento asociada con el magnate George Soros. En 1998 (al año siguiente que IRSA había comprado el predio de la ex ciudad deportiva de Boca Jrs. en Costanera Sur) el shopping del Abasto es inaugurado con la presencia del Presidente Carlos Menem y el jefe de Gobierno Fernando de la Rúa. La fisionomía del barrio de Luca y Gardel cambiaría para siempre. 

Control de precios de medicamentos

Gobierno y laboratorios: "principio de acuerdo" para congelar los precios de los medicamentos
La respuesta de los laboratorios se conocerá en los próximos días, pero el Gobierno cree que un acuerdo consensuado es posible

Tras la reunión que tuvo lugar esta tarde entre el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti; la ministra de Salud, Carla Vizzotti y los representantes de laboratorios, el Gobierno anunció un "principio de acuerdo" para el congelamiento de los precios de los medicamentos en todo el país.

El Gobierno se mantiene optimista, más allá de que aún no hubo una confirmación oficial. Los representantes del sector acordaron comentar la propuesta con el resto de los actores involucrados y brindar una respuesta formal antes del lunes próximo

La propuesta es similar a la que, semanas atrás, se había planteado para los alimentos, aunque más corta: se considerarán los precios del 1° de noviembre (y no los de octubre) y se mantendrán así hasta el 7 de enero del 2022. Poco más de 60 días. 

Además, se planteó la conformación de una mesa de trabajo permanente que evaluará la evolución del tema.

El objetivo del acuerdo con las cámaras del sector es mejorar el acceso de la población a los medicamentos, disminuir el gasto en los hogares, que los argentinos y argentinas puedan elegir según su conveniencia e incrementar la transparencia y la disponibilidad de información”, anunciaron desde Comercio Interior.

Genéricos y precios

En línea con esa medida, también se planteó la necesidad de prescribir los medicamentos por nombre genérico y, para la población con cobertura de seguridad social, se avanzará en la reimplantación de precios de referencia, para un conjunto de principios activos de uso ambulatorio. Así, será más fácil elegir y reducir los gastos. 

Por último, también consensuaron la necesidad de retomar la carga de precios por parte de los laboratorios en el Vademecum Nacional de Medicamentos que publica la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), de acuerdo a lo establecido por la Resolución 215/2014 de la Secretaría de Comercio Interior.

Desde el sector se mostraron con buena predisposición y abiertos al diálogo con los funcionarios. Entre los presentes estuvieron Nicolás Vaquer y Carlos Escobar, de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME); Laura Fabra y Alejandrina Arauz, de la Cámara Argentina de Productores de Medicamentos Genéricos y de uso Hospitalario (CAPGEN); y Eduardo Macchiavello y Eduardo Franciosi, de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA).

También, participaron Juan José Marconi, de la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (COOPERALA); María Isabel Reinoso y Ricardo Pesenti, de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA); y Carlos Alberto Sandoval y Miguel Osio, de la Federación Farmacéutica (FEFARA).

Por parte del Gobierno, acompañaron al secretario y la ministra, la subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica, Natalia Grinblat; la subsecretaria de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores, Débora Giorgi y el subsecretario de Políticas para el Mercado Interno, Antonio Mezmezian

Tras las idas y vueltas, y las polémicas generadas por el control de precios aplicado por resolución a 1.400 precios de alimentos e ítems de consumo masivo, el Gobierno busca un camino más dialoguista y por ahora no amenazó con imponer el congelamiento. Pero se verá qué respuesta viene desde los laboratorios. 

La reunión fue cordial, con buen tono, en un marco de buena predisposición de todas las partes que intervienen en el tema. El objetivo de esta mesa de diálogo es poder trabajar con un sector que tiene muchas particularidades”, graficaron cerca de Feletti.

La propuesta tratada esta tarde se enmarca en las declaraciones emitidas por Feletti, días atrás, donde afirmaba que “no puede haber consumos esenciales como alimentos o medicamentos que no tengan algún grado de regulación del Estado". 

"No puede quedar librado a la asignación de recursos que hace el mercado. Nadie dice que las empresas prestadoras, productoras o laboratorios no tienen que ganar plata, pero esto es así", remarcó el secretario, día atrás. Tras reuniones con la ministra Vizzotti y la directora del Pami, Luana Volnovich, y el aval de la Casa Rosada, se avanzó con el pedido a los laboratorios. 

La pregunta de fondo sigue siendo la misma. Por ahora, no tiene respuesta. ¿Hay plan para el 8 de enero?

(Tomado de “El Economista”)

Latinoamerica y nuestros conflictos

Hace varios años, en un provocativo ensayo, el intelectual brasileño Silviano Santiago propuso que la construcción de lo literario y lo artístico en Latinoamérica tiene una fuerte carga de lectura y reescritura desde un lugar “en medio” (Santiago, 2001). Santiago fue tajante en su afirmación: “La mayor contribución de Latinoamérica a la cultura occidental se encuentra en su sistemática destrucción de los conceptos de unidad y pureza” (p. 30). Latinoamérica, espacio desposeído de su “pureza original” a la cual no tiene boleto de retorno (nunca existen generalmente los pasajes de vuelta al os lugares “originales”), presenta a su vez la posibilidad de romper lo unitariamente original a partir de la relectura. Lo que de afuera llega unido y con la pretensión de continuar siéndolo (el discurso sobre Dios, sobre el Rey, etc.) es recodificado en esta región. 

Latinoamérica, y en su seno el intelectual latinoamericano, tiene la posibilidad de darle renacimiento a la producción exterior. No es un sitio estático, no es imitación; es, al contrario, un espacio de deconstrucción y reconstrucción que no se aleja completamente de lo original pero tampoco la adopta como tal. Más bien, en su lectura, el intelectual latinoamericano reacciona al texto original, lo enfrenta, lo corroe, lo transforma, se lo apropia para expresar su propia experiencia. La metáfora de la digestión (el león que come la oveja) es aquí enteramente válida.

Santiago asegura así que: “El escritor latinoamericano juega con los signos de otro escritor y de otro trabajo” (p. 34).
Es cierto que esa posibilidad no es una condición sine qua non del intelectual latinoamericano; es decir, que no necesariamente el intelectual latinoamericano está abocado a romper esencias, orígenes y purezas. De hecho, una buena parte de la constante reflexión del pensamiento latinoamericano reside en cómo volver a las fuentes “originales”. No obstante, cuando se presenta, esa práctica de enfrentar lo externo y utilizarlo y adaptarlo a lo interno, no se reserva a la literatura ni al arte latinoamericano ya que también es una cualidad de las Ciencias Sociales. De hecho, una de las características de las Ciencias Sociales latinoamericanas ha sido la de leer las teorías de la modernidad venidas desde Europa, criticarlas y tratar de construir desde sus conceptos una interpretación del desarrollo histórico,político, económico y cultural de la región.

PRESENTACION: AMERICA LATINA: CONCEPTOS Y CONFLICTOS - Ronny Viales Hurtado - Javier Franzé - David Díaz Arias en América Latina: Conceptos y Conflictos 1ª edición - San José, Costa Rica, 2011 - Editorial Nuevas Perspectivas

Articular mil flores federales

Alejandro Mosquera, director de la revista “La Barraca”, escribe:

El escenario político está en transformación preparándose para el resultado de las elecciones generales. El conflicto sobre el rumbo del país en los próximos años está sobre la mesa. La deuda externa actúa como el principal escollo para un desarrollo armónico y soberano, cumple así su misión de ser instrumento de injerencia a favor de los intereses de los países centrales que lo dirigen y del capital financiero.

La derecha y ultraderecha política intenta lograr que apoyando una negociación con el FMI de cualquier manera y aceptando las condicionalidades que el organismo internacional nos reclama y reclamará, se produzca una gran ajuste y devaluación que distancie a la base social del FdT del gobierno, produzca una crisis interna que lo divida, y que sobre la base de un descalabró económico y social este pavimentado su retorno al gobierno en el 2023.

Esa crisis soñada, con una oposición neoliberal legitimada por el voto como fuerza que puede trabar cualquier movimiento no acordado del gobierno del FdT, es el contexto donde quieren negociar “gobernabilidad” por un pacto para derribar los derechos de los trabajadores, apuntar a desregular la economía y minimizar el papel del estado, como prueba de fe exigirán depurar al gobierno y el estado de los intervencionistas.

El debate electoral no mejoró. Si hay que rescatar que la designación de Roberto Feletti y la pelea para que los precios de alimentos no siguieran la escalada dio instrumentos a la militancia para poder mostrar el conflicto real que vive el país entre los intereses concentrados y la democracia inclusiva.  El FdT tuvo la necesidad de “traer” a la contienda electoral a Mauricio Macri para poder mostrar la relación entre la propuesta de JxC y el pasado cercano con el desastroso gobierno del Ingeniero. A la vez el expresidente utilizó la situación para ponerse dentro del ring de la coalición opositora y como puente con la ultraderecha de Milei y Espert.

Da la impresión de que no alcanzó. El miedo al pasado es un disciplinador de la militancia consciente, nuestro pueblo como conjunto necesita un rumbo, una propuesta de como saldremos del desastre macrista y de la pandemia, de la perspectiva real de conseguir trabajo, y los que tienen de no tener miedo a perderlo, a no sufrir una inflación que se convierte en un ajuste semanal. Para esas batallas, para ese camino también se necesita superar la vieja idea de que se pueden lograr “consensos” donde todos ganan. Consensos y gobernabilidades sin conflicto. En un país tan desigual como el nuestro esas gobernabilidades festejadas por todos son porque es el programa del poder lo que se lleva a cabo.

En un país tan desigual, sin lucha se profundiza la desigualdad.

Sin lucha habrá mas hambre. Sin defensa de los derechos de los trabajadores no habrá mas laburo por el contrario mas desocupación, subocupación y contratos basura.

Sin discutir y disputa por la necesidad de producción estatal de medicamentos en escala, sin resolver en la practica que el medicamento es un bien social, seguirá la concentración de los laboratorios y la desigualdad profunda y estructural en la salud.

Si no se lucha por la democratización de la tierra, por desconcentrar la propiedad latifundista, por poner limites a su extranjerización no hay soberanía ni un país que nos incluya a todas y todos.

Se ganen o se pierdan las elecciones de medio término no es tiempo de excusas. El FdT necesita transformarse realmente en un frente político organizado y participativo. Necesitamos promover un Congreso del proyecto nacional con todos los partidos integrantes, las centrales de trabajadores, los movimientos sociales, los productores del campo y los empresarios nacionales, con los centros/institutos, con las universidades, con las organizaciones libres del pueblo para diseñar un programa de emergencia nacional y desde allí proponerlo a todo el país. Y no al revés como algunos intentan de acordar la “gobernabilidad” con el circulo rojo y luego imponérsela en un falso consenso a nuestro pueblo.

 El movimiento nacional y popular necesita conducción. Cuando no se resume en una persona hay que construir una conducción colectiva. Hay que superar la idea de que el FdT son 4 dirigentes importantes, y recuperar y desarrollar que es una coalición del pueblo.

 Una parte de esa coalición popular se expresó en las Plazas del país el 17, son las mil flores que resisten, que expresan un reclamo profundo y transformador. Hay que crear el continente que articule esas voces, esa militancia, esa propuesta hacia el Fdt y hacia el país. Una articulación autónoma, federal, soberana, igualitarista. Canal y fermento de las batallas que vienen.

Lo público, lo privado, lo ciudadano, lo común

Domenico Di Siena, Diseñador Cívico, Investigador, Consultor, Emprendedor y Activista. Socio cooperativista de la plataforma fairbnb.coop donde coordina el área de desarrollo de la Comunidad y la Oficina de Activación Territorial. Responsable del desarrollo de Volumes Media.

Instigador y cofundador de diferentes espacios, redes y comunidades, conocidas por su capacidad de innovación e intercambio de conocimiento. Entre ellas destacan los espacios Volumes Lab en París, Factoría Cívica en Valencia, la plataforma Ciudades Comunes, la red internacional CivicWise y la Civic Innovation School enfocados a procesos de Inteligencia Colectiva, Innovación Cívica. Autor del libro blanco “Método de Diseño Cívico”.

Promueve y desarrolla procesos, herramientas y espacios que ayudan a las autoridades locales, las organizaciones y las universidades a colaborar con los ciudadanos para generar procesos de Inteligencia Colectiva con impacto positivo en el territorio. 

Trabaja con organizaciones internacionales, universidades e instituciones públicas y privadas en Europa y América Latina.

Observamos una tensión no resuelta entre lo público y lo privado, y los nuevos imaginarios que nos traen los ámbitos de los “comunes”, parece que ya no son suficientes. Necesitamos que entre el “yo” reconocido como “privado”, y el “todo” reconocible con lo “público”, exista un paso intermedio, el “nosotros” donde el “yo” puede reconocerse sin diluirse en el todo, y al mismo tiempo se le facilita la salida del aislamiento individual.”

También es evidente que existe una tensión entre los ámbitos cerrados que son el “institucional” y el “doméstico” versus los ámbitos con carácter más abiertos como son el “mercado” y lo “social”.

Observamos un fenómeno emergente donde aparece, entre lo abierto y lo cerrado, otro ámbito intermedio e híbrido donde la seguridad y estabilidad asegurada por lo cerrado sirve como base para que la capacidad de innovación y transformación asegurada por lo abierto ocurra y se asiente en el territorio . Esto pasa por crear un nuevo marco relacional donde en lugar de relacionarnos desde un “ámbito” cerrado y definido (Jurídico) y otro más de-reglamentado, pasamos a hacerlo desde ámbitos situados donde queda muy claro el punto de partida y los actores implicados, pero con mayor libertad para establecer otro tipo de relaciones.

Se trata de permitir que además de “las normas” seamos capaces de dar fuerza a las “relaciones”, que es esencialmente lo que define a “lo situado” Donna Haraway.

Queremos describir y visibilizar un tipo de práctica que sin necesariamente tener conciencia de ello, está activando un nuevo ámbito de encuentro y acción con capacidad de generar procesos de Inteligencia Colectiva Situada.

La capacidad de pensarnos en red abre abreabree un nuevo ámbito para la construcción colectiva que no podemos adscribir a ninguno de los conocidos hasta la fecha.

La colaboración y los procesos de inteligencia colectiva representan una práctica emergente donde se registra una renovada capacidad de los habitantes de un territorio, para alcanzar procesos de transformación y mejora de su entorno independientemente de la acción del sector público, el sector privado o el tercer sector, sino desde un nuevo ámbito de hibridación que incluye todos ellos. Estas prácticas están fortaleciendo la dimensión espacial del habitar, afianzando las comunidades de proximidad. 

Para activar este tipo de procesos necesitamos un nuevo marco de acción y nuevas formas de articulación que activen la colaboración entre actores que no tienen la costumbre de colaborar. Muchos podrían pensar que la activación de este tipo de procesos es prácticamente imposible, o solo pueden darse de forma espontánea y que en todo caso siempre serían procesos de muy difícil gestión y con poca capacidad de generar resultados realmente importantes y útiles.

En los últimos años cada vez más pensadores, teóricos e investigadores evidencian que existe otro ámbito de acción que llaman “commons” o en castellano procomún o comunes . El concepto es en realidad muy antiguo, sin embargo desde la formación de los estados modernos y de los modelos de mercado, habíamos prácticamente olvidado este ámbito de lo común.

El concepto del procomún es esencial para recuperar la importancia de la capacidad de las personas, y por ende de los habitantes de un territorio, para auto-organizarse y conseguir mejorar la calidad de su entorno, más allá de las prácticas típicas de lo público y de lo privado.
Los elementos que nos permiten describir y diferenciar un ámbito de acción en el territorio. En esta investigación tomamos siempre como punto de referencia a la persona que protagoniza o habita cada ámbito. 

Una de las situaciones más clásicas cuando tenemos en cuenta la posibilidad y la capacidad de actuar de forma colectiva en un territorio está en la sobrevaloración del sentimiento de solidaridad por encima de todo, llegando a obviar la dimensión personal y doméstica, entendida como el ámbito del egoísmo. De manera que lo colectivo se entiende como una forma de equilibrio y de balance de la acción individualista  que hacemos desde lo doméstico o desde el mercado, es decir lo privado. (Blog Urbano Humano)

Inteligencia colectiva y ciudadanía

El Capitalismo surgió y creció al amparo de monarquías coloniales que se enriquecían con lo que robaban a sus colonias. Cuándo las monarquías les fueron frenos y limites a sus avaricias mercantiles, aparecen las revoluciones democráticas y los Estados Parlamentarios. Cuándo estos se afianzaron para facilitar la actividad Imperial depredadora de las colonias, sus propios enfrentamientos produjeron las revoluciones en las colonias que crearon los nuevos estados democráticos en América, Asia y en los Estados Musulmanes en Africa, prolongando sus propias guerras europeas a los otros continentes, pero cualquier intento de esos nuevos Estados por constituirse identidades diferentes a las que el Imperio les imponía, aparecían "guerras" "ideologías" y "mentalidades" trasplantadas que ahogaban los genuinos intentos por constituirse en algo distinto a lo que los Imperios les asignaban. Así llegamos a las "Dos Guerras Mundiales", que en realidad seguía siendo la misma guerra capitalista e imperialista que los Europeos han alimentado siempre y que produjeron la creación del mismo monstruo que les devoró EEUU. 

A partir de allí, Bretton Woods mediante, el mundo se repartió entre "Capitalistas" y "socialistas", El asunto aquí es que ningún socialismo logró nunca entender del todo y superar el paradigma creado por el Imperialismo colonial en tanto se seguía y sigue negando la historia. El origen es el poder Imperial y no el esfuerzo, el trabajo, el ahorro fruto de la "libertad humana". Siempre se trató y se trata de ejercicio de poder. El Imperio sustrayendo todo eso de sus colonias.

Las democracias son sistemas políticos creados desde con y para el capitalismo, esto es para formas de producción donde unos mandan y otros obedecen. Y las formas de reparto se producen de la misma manera, unos imponen el precio y otros pagan. Obviamente son mejores y mas participativas que las formas monaquicas mucho mas exclusivas. Hoy las elites globales apuestan a nuevas formas monárquicas escondidas en democracias que crean la ilusión de la participación en la toma de decisiones, pero que en la realidad sigue siendo el sometimiento a un grupo, solo que esta vez, involucra a todo el planeta en una globalización tecnologizada, financiarizada, automatizada en formas y procesos que convalidan esa concentración de riquezas, privilegio y poder.

El imperativo del presente para los habitantes del planeta es que cada quién asuma su condición de habitante. Su rol de protagonismo en su propia historia vital y en su propio espacio de creación/participación.

Se trata de “revolucionar”. Producir una revolución en un lugar o en un colectivo. Producir una alteración en las ideas o costumbres de un colectivo por su novedad o por su calidad excepcional. La etimología de la palabra revolucionar refiere a raíces latinas y significa "provocar un cambio radical". Sus componentes léxicos son: el prefijo re- (hacia atrás), volvere (dar vueltas), -ción (sufijo que indica acción y efecto), más el sufijo -ar (terminación usada para nombrar verbos). Significa una acción de cambiar las raíces de los problemas que nos afectan. Un proceso colectivo revolucionario implica la acción de revisar la historia y el presente, plantear los problemas que se desean modificar y decidir acciones colectivas para producir esas transformaciones en la realidad.

Obviamente estoy hablando de relaciones humanas. De tensiones humanas. De producir acción humana transformadora en esos escenarios de tensión, que hoy se vuelven complejos, tan virtuales como reales, tan universales como particulares, tan abiertos como cerrados y tan propios como ajenos. Construir el nosotros en estas tensiones y en esta realidad que nos toca vivir desafía a procesos de inteligencia colectiva y acción común y comunitaria que privilegie el común, en realidades glocales (Igualmente virtuales que reales y universales que territorialmente y concretamente (Material y psiquicamente) localizadas.

Proponernos ciudadanos activos en una realidad que deseamos transformar para mejorar y que nos resolvemos a actuar consecuentemente con esa intención pero con otros. Construyendo lo común en una comunidad.

Las revoluciones no tienen una forma “predeterminada” sino que se valen de las realidades en las que se gestan. Se nutren de la historia y de las experiencias del pasado y crean lo “nuevo” pensando en mejorar y desarrollar mejores condiciones de vida para la comunidad. Para el nosotros. Por lo tanto no se trata de “revoluciones” como las contadas en la historia (Ya sean por los poderes vigentes como las revoluciones industriales que se desarrollaron a partir del patriarcado, colonialista, capitalista y que hoy impone sus formas financiarizadas y globalizadas que definimos como neoliberalismo y que hoy nos hablan del reseteo económico mundial y de las industrias 4.0 Para imponer las automatizaciones en el formato digital del Capitalismo antes de dueños y analógico por otro de accionistas y virtualizado. O aquellas que se proponían con violencia y técnicas de guerras y guerrillas para minar el poder del monopolio de la violencia concentrado por el Capital en el dominio de los gobiernos de los Estados Nacionales, que hoy aparecen como espacios de disputa en esos escenarios de transnacionalización financiarizada y sistemas corporativos supra -estados que caracterizan el neoliberalismo en la actualidad.) Hablamos de revolucionar las vidas. Desde lo individual hacia lo común. Desde lo local hacia lo universal. Desde lo posible, las decisiones individuales posibles y ciertas para definir que puedo hacer yo con mi vida que sea útil para una mejor vida en común.

Nadie se salva solo. Que cada quíen haga su parte

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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