ESTADOS EN DISPUTA

 

Poder, verdad y realidad.

 

Hace poco me preguntaron si frente a la disputa de modelos, el avance de la derecha y de la oposición mediática, sirve o es eficaz responder con razones.

Muchas veces parece que esto no es eficaz pero igual tenemos que perseverar en las razones. Una característica del poder real es la de imponer su verdad. Esa es una de las tesis de José Pablo Feinmann quien dijo que "el poder tiene el poder de imponer la verdad".

¿Cómo se acciona sobre La Verdad del poder dominante? El poder logra imponer una construcción de verdad aunque en realidad no hay una realidad absoluta porque todas las verdades son relativas.

Friedrich Nietzsche dijo que no hay hechos, hay interpretaciones. Pero sí existen verdades silenciadas, eso es lo que habilita La Verdad que impone el poder.

El poder real, a través de la hegemonía que construye, se arroga la capacidad de decidir qué se nombra y qué no. Ahí es donde discutir con argumentos es muy difícil.

Si el objetivo fuera solo la eficacia y solo ser efectivo frente a esa gran hegemonía, muchas veces perdemos, pero tenemos derecho a contar nuestra verdad.

Hay que perseverar en establecer una contracomunicación. Generar un contrasentido, una masa crítica, una nueva semiótica del combate. Que construir una sociedad que se piense no sea una utopía.

Editorial de la periodista Cynthia García en AM750. El poder real, la contracomunicación y las verdades relativas.

Movimientos sociales en el siglo XXI 

Geoffrey Pleyers es investigador del Fondo Belga de la Investigación Científica (FNRS) y profesor en el centro CriDIS de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, donde coordina el grupo de investigación “SMAG - Movimientos sociales en la era global”. Es investigador asociado en el Collège d’Etudes Mondiales, en la Fondation des Maisons des Sciences de l’Homme en París, donde coordina el programa “Movimientos sociales en la era global”. Geoffrey Pleyers es el vicepresidente de la Asociación Internacional de Sociología y, entre 2014 y 2018, ha sido presidente del Comité de Investigación 47 “Clases sociales y movimientos sociales” de dicha asociación. Es doctor en sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en París (EHESS, 2006) y realizó investigaciones postdoctorales en la London School of Economics (2006) y en la New York University (2010). Ha sido profesor invitado en nueve universidades latinoamericanas, incluyendo la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto de Estudios Políticos y Sociales (IESP) de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, la Universidad Nacional de Colombia, y la Universidad Alberto Hurtado. Es miembro del comité editorial o científico de dieciocho revistas, incluyendo la Revista Mexicana de Sociología y la Revista Colombiana de Sociología. Es autor de varios libros, incluido Alter-Globalization. Becoming Actors in the Global Age (Cambridge, Polity Press, 2011), así como de más de ciento veinte artículos de revistas académicas y capítulos de libros. Coordinó ocho libros y siete números de revistas en español, inglés y francés. Entre sus libros recientes se destacan Mouvements sociaux. Quand le sujet devient acteur (con Brieg Capitaine, París, Editions MSH, 2016), Mouvements sociaux et économie solidaire (con Jean-Louis Laville, París, DDB, 2018) y México en Movimientos (con Manuel Garza, Ciudad de México, Porrúa, 2017). Con Breno Bringel, fundó y edita desde 2015 la plataforma “Open Movements: For a global and public sociology of social movements” y coordinó el libro Protestas e indignación global (Buenos Aires, CLACSO, 2017)

Este artículo resume el argumento central del libro Alter-Globalization. Becoming Actors in the Global Age (Cambridge: Polity). El artículo ha sido publicado en 2015 en la Revista de Estudios Sociales de la Universidad de Los Andes en Bogotá

Frente a la magnitud de los desafíos globales, como son el cambio climático, el poder de los mercados financieros y la concentración de los recursos en el 1% de los más ricos, los ciudadanos se sienten a menudo muy alejados de los lugares donde se toman las decisiones políticas. La globalización parece reducir drásticamente la capacidad de actuar de los ciudadanos. Sin embargo, esta misma globalización también ofrece nuevas oportunidades y nuevos espacios para que los ciudadanos se construyan como actores de su vida y de su mundo. Siguiendo los caminos de la sociología de la acción (Melucci, 1996; Touraine, 1979 y 2002) y de la emergencia (Santos, 2014), me parece importante analizar las culturas políticas y las vías por las cuales los individuos y comunidades se oponen a la forma dominante de globalización económica, la manera cómo implementan alternativas concretas, y sus visiones del mundo y del cambio social, a partir de las cuales construyen proyectos de emancipación.

El movimiento global de 1968 (Fazio, 2014) abre una nueva etapa, a partir de la cual se difunden paulatinamente perspectivas más culturales del cambio social. Sin embargo, y a pesar de la creatividad de las resistencias culturales de la “anti-política” en Europa del Este y en varias partes del mundo, el peso del modelo de cambio social del siglo XX siguió dominando el panorama geopolítico, aunque en menor proporción intelectual.

El pensamiento y las prácticas de la emancipación en el siglo XX estuvieron dominados por un modelo de cambio social centrado en una estrategia en dos etapas: la toma del poder del Estado (por vías electorales o revolucionarias), y luego, la transformación de la sociedad a partir del Estado. Como lo resume John Holloway (2002: 29): “Durante más de cien años los sueños de aquellos que han querido un mundo adecuado para la humanidad se han burocratizado y militarizado, todo para que un gobierno ganara el poder del Estado y que, entonces, se lo pudiera acusar de ‘traicionar’ el movimiento que lo llevó hasta allí”. La caída del Muro de Berlín dio una teatralización al fracaso de esta perspectiva y propulsó al mundo y a los movimientos sociales en la historia global del siglo XXI (Hobsbawm, 2002). En la década de 1990, la globalización fue dominada por las políticas económicas neoliberales, que rápidamente conquistaron los países del desaparecido bloque del Este, pero también los países no-alineados de Bandung, desde la vuelta al capitalismo en China, las reformas de 1991 en India y el dominio de las políticas neoliberales en casi todos los países de América Latina. El fracaso del modelo soviético también promovió una desideologización, que además fue en muchos casos sinónimo de despolitización. Frente a este triple desafío de la globalización, del dominio del neoliberalismo y de la despolitización de la sociedad civil institucionalizada, los actores y movimientos sociales reinventaron las vías para volverse actores de su vida y de su mundo. En mi libro Alter-Globalization. Becoming Actors in the Global Age analizo dos de estas vías. Con la “vía de la razón”, los ciudadanos se apoyan en una sociedad civil capaz de cuestionar la ideología neoliberal a través de análisis científicos y técnicos, y en una ciudadanía activa que se moviliza en contra del neoliberalismo para constituir sociedades más democráticas; mientras que los actores de la “vía de la subjetividad” defienden la autonomía de su experiencia vivida, de su subjetividad y de su creatividad, ya sea a nivel de una comunidad o a nivel individual. Estas dos vías fueron particularmente visibles en el movimiento altermundialista y en su lucha en contra del dominio de las finanzas globales, pero también han ocupado un lugar central en muchos de los movimientos contemporáneos, incluidos los movimientos ecologistas, los que están en contra de la violencia y los que buscan la democratización en la segunda década del siglo XXI, tales como algunas revoluciones árabes, el 15M en España, los movimientos Occupy, o los movimientos ciudadanos de junio 2013 en Turquía, Brasil y Bulgaria. Estas dos vías son “gramáticas de acción” y se deben considerar como herramientas analíticas. Son lógicas de acción que no existen de manera pura en la realidad —y ningún actor es la encarnación perfecta de una lógica de acción—, pero nos permiten entender las acciones de los actores y las visiones del mundo que ellos agitan. Ningún actor concreto se puede resumir en una de estas vías, entendiendo que las vías de la razón y de la subjetividad se mezclan en la acción y en la subjetividad de los actores de los movimientos contemporáneos

CAPÍTULO 2 VOLVERSE ACTORES. DOS VÍAS DEL ACTIVISMO EN EL SIGLO XXI

Movimientos sociales en el siglo XX - perspectivas y herramientas analíticas GEOFFREY PLEYERS CLACSO https://www.jstor.org/stable/j.ctvnp0kds.6

Movimientos sociales en el siglo XXI es el resultado de diversas investigaciones realizadas por su autor sobre el altermundialismo y que ahora amplía y teoriza con claridad y profundidad en el presente libro. Geoffrey Pleyers, discípulo de Alain Touraine, consigue arrojar luz y comprensión sociológica a un nuevo contexto de movimientos y acciones ciudadanas que, a pesar de las resistencias, están teniendo un impacto en la sociedad, tanto en las instituciones como en las relaciones personales y con los grupos de referencia.

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO |

 GANAR EL FUTURO: CUATRO DESAFÍOS PARA EL PROGRESISMO Y LA IZQUIERDA  

Curso Internacional “Estado, política y democracia en América Latina”

Quiero comenzar con una especie de declaración de principios. Siempre me he aproximado a Latinoamérica con respeto y humildad. Esto forma parte de mi filosofía política. La historia nos ha demostrado, y mi experiencia personal también, que en demasiadas ocasiones y en demasiados momentos decisivos trascendentales, hay una aproximación a los países latinoamericanos, con una visión de superioridad y de lejanía, con una visión equivocada. Para mí, la política es ante todo un ejercicio de conocimiento desde los valores. He procurado conocer y acercarme a Latinoamérica con esa humildad y ese respeto.

Esta es una región joven. Sus naciones tienen 200 años de independencia, después de un proceso de colonización, con avatares, en búsqueda de su identidad y de su futuro, en búsqueda de democracias y procesos participativos y con demasiados regímenes autoritarios. La lista de golpes de Estado en Latinoamérica es excesiva y produce fatiga histórica y fatiga moral. Esta es una región con una fuerte influencia de la primera potencia del mundo. Diversos países en diferentes momentos han venido condicionando el libre futuro y el libre desarrollo de Venezuela y de toda Latinoamérica. Y digo Venezuela porque quizás ha sido, en los últimos tiempos, ese objetivo geopolítico tan decisivo en donde se han disputado las pretensiones y las grandes aspiraciones de muchos de los poderes más importantes del mundo, frente a lo que ha podido ser, con errores, una expectativa de cambio y de transformación.

Es un continente joven en todos los sentidos: naciones jóvenes, poblaciones jóvenes y por tanto con un gran futuro. Es un continente con fuertes recursos, con materias primas, con una gran diversidad, una gran homogeneidad. Si uno hace un repaso de las distintas regiones del mundo, apreciará que hay pocos continentes con tantas dimensiones en común como Latinoamérica a lo largo y ancho de todos los países que la integran. Hay raíces indígenas, una geografía abrumadora, recursos materiales y materias primas impresionantes y, lo que es más importante para mí, hay un importantísimo número de jóvenes y mujeres que han decidido tomar el futuro, ganar el futuro para que la historia de desigualdades e injusticias sociales en Latinoamérica escriba unas páginas distintas.

Cuatro principios para un programa común de los progresismos y las izquierdas latinoamericanas

Sabemos que la tarea de ganar el futuro cuesta décadas y está llena de altibajos. Sin embargo, creo que América Latina tendrá en el siglo XXI sus mejores realizaciones democráticas y sociales. Ahora estamos en un momento muy condicionado por la crisis de la pandemia y por lo que ha sido la política de la administración de Donald Trump hacia la región. Dos factores que quizá no nos dejan ver con claridad cuáles van a ser los ritmos de construcción del futuro inmediato.

La grave crisis que estamos viviendo trae consecuencias muy claras. La primera es que todas las crisis que vamos a vivir en el siglo XXI, y por tanto todas las esperanzas del presente siglo, serán globales. La crisis del 2008 fue una crisis global, así como lo es la crisis de la pandemia de Covid-19, y también lo es la gran crisis del cambio climático que enfrentamos. Ninguna fuerza de izquierda, ninguna fuerza progresista, podrá actuar de forma efectiva si no tiene una visión amplia y precisa de los grandes movimientos que van a condicionar las políticas nacionales y globales en el futuro inmediato. Por ello seré directo: si fuera un dirigente político de la izquierda latinoamericana, mi primera tarea, mi primer compromiso, sería lograr una plataforma común de todas las fuerzas progresistas y de izquierda en América Latina. Si yo fuera un dirigente latinoamericano y me preguntaran cuáles son nuestros principales desafíos, mencionaría cuatro que considero que son imprescindibles en un programa común de la izquierda latinoamericana.

Desafió 1

El primero de ellos es la integración, la unión latinoamericana. América Latina es una región homogénea con necesidades sociales, con una gran desigualdad y que está frente a un mundo con un poder financiero, económico y tecnológico global, y que tendrá frente a sí o a su lado potencias como Estados Unidos, China o la Unión Europea. Solo la voz unida de Latinoamérica tendrá fuerza, no exclusivamente ante el mundo, sino ante cada uno de los latinoamericanos y las latinoamericanas, si logramos abrir un proceso efectivo de integración. La izquierda, el progresismo, debe trabajar con el ejemplo, creyendo y construyendo esa gran unidad Latinoamérica, promoviendo la confluencia de las fuerzas progresistas en un programa común de integración política, económica y social.

Desafío 2

En segundo lugar, la defensa activa del multilateralismo. Vivimos en un mundo que exige respuestas multilaterales a sus principales problemas y desafíos. Creo que la peor respuesta que la izquierda podría dar a esta disyuntiva crucial de la historia, en esta pospandemia que va a definir el siglo XXI, sería tener un reflejo nacionalista. Debemos reforzar y afirmar ese carácter internacionalista que ha escrito las mejores páginas de la izquierda en la historia. La defensa del multilateralismo, de las instituciones internacionales y, por supuesto, la reforma de los organismos internacionales como Naciones Unidas, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, teniendo la perspectiva del nuevo mapa geopolítico existente, donde el peso político y económico se está desplazando a Asia, con esa potencia emergente que es China.

Occidente, Estados Unidos y Europa, tendrán que asumir urgentemente la nueva realidad multilateral, el nuevo proceso geopolítico global y relanzar nuevas instituciones. Si Estados Unidos o la Unión Europea se encierran en sí mismos y ven a China y a los otros grandes actores de Asia solo como rivales, seguramente tendremos un siglo XXI con graves grietas, un siglo en el que no se realizarán los deseos de muchos de los pueblos del mundo. Si esto sucede, Europa y Estados Unidos enfrentarán grandes dificultades, lo que podría ser una decadencia anunciada. Creo que esa es la visión que el conjunto de la izquierda de Latinoamérica debe tener, ponerse de pie, mirar al mundo y compartir que es importante que haya programas de izquierda en Perú, en Argentina, en Chile, en cada país de la región, y, por supuesto, que las fuerzas progresistas se unan en coaliciones. La auténtica credibilidad de la izquierda y del progresismo está asociada a lograr un programa común, con unidad regional y de defensa del multilateralismo, donde cuestiones como los bienes públicos globales o el control del sistema financiero internacional deberán reformarse desde nuevas ideas. Estas ideas deben transformarse en compromisos políticos efectivos de las fuerzas políticas progresistas y de izquierda.

Desafío 3

En tercer lugar, la gran prioridad de Latinoamérica debe ser abolir la miseria y la pobreza. No hay ningún motivo que pueda unir más a los progresismos y a las izquierdas de América Latina que la cuestión social, la lucha por la igualdad y la reducción de las desigualdades. Tengo el convencimiento de que, en un programa común, se multiplicarán las adhesiones y los apoyos sociales, electorales, de colectivos y sectores que hoy están fragmentados y a los que hay que presentarles una alternativa política sólida y creíble. Para abolir la miseria y la pobreza extrema necesitamos Estados sociales. Y para hacer Estados sociales necesitamos Estados que tengan viabilidad económica y capacidad financiera. En este mundo global de los mercados abiertos, solo lo lograremos si se unen los Bancos Centrales de los países y se unen las políticas económicas para establecer una fiscalidad justa y necesaria. Las élites de Latinoamérica tienen que entender que sin cohesión social y sin justicia social no habrá países que tengan estabilidad, no habrá sociedades en donde se realicen los valores de la democracia representativa, los valores fundamentales de lo que supone la convivencia y unas democracias con separación de poderes, representatividad y libertades individuales. Este reto es fundamental y la experiencia que hemos tenido muestra que la mayoría de los países en Latinoamérica tienen una capacidad fiscal limitada que restringe extraordinariamente sus políticas sociales.

El anhelo de los socialistas, la protección de cada ser humano desde la cuna a la tumba; es decir, el acceso a la educación sin restricciones tengas o no tengas fortuna económica, la protección hasta los últimos días de tu vida con una pensión digna, el derecho a la salud universal, el apoyo a las personas con dependencia y los derechos laborales de protección social frente al infortunio, solo se podrá realizar si hay una visión integral para Latinoamérica. Se requiere una política fiscal que permita la recaudación de entre 35% y 40% del Producto Interior Bruto de cada país y del conjunto de Latinoamérica. He llegado a esta conclusión luego de mucho tiempo, después de saber que ese compromiso fiscal que se ha logrado en Europa occidental, se alcanzó, básicamente, porque hay un proyecto común que se llama “Unión Europea”. Si pensáramos en una Unión Latinoamericana, tendríamos mucha más capacidad para limitar ese gran drama que existe en región: muchos de los capitales que se generan y producen acaban fuera de América Latina y, cuando hay dificultades, no retornan en inversión, no vuelven a aportar las divisas necesarias y suficientes. Insisto que habrá muchas dificultades en cada país para tener esa robustez y solidez en lo fiscal y un Estado redistributivo que, por supuesto, ha de respetar todas las condiciones básicas de transparencia y sometimiento a la ley, porque hasta las políticas sociales necesitan la máxima seriedad y el máximo ejercicio de responsabilidad pública.

Las derechas pretenden ganar y donde ganan lo han hecho alimentando las desigualdades, o mirando hacia otro lado, considerando las desigualdades como algo inevitable o natural que explica esa gran división social que, en algunos países, tiene componentes supremacistas. Por tanto, nuestra razón de ser, la razón de ser de los y las progresistas es rebelarse y actuar contra estas desigualdades. Como consecuencia de la pandemia sabemos que se van a incrementar en millones el número de personas que van a pasar a la pobreza extrema, y esto debería de ser el mayor catalizador para todos los partidos políticos y líderes progresistas de izquierda en Latinoamérica. Deberían sentarse y unirse para hacer un programa común que permita llevar a Latinoamérica a esa segunda etapa después de su independencia y de consolidación de las naciones jóvenes, un salto más allá en el proceso civilizatorio de la historia a partir de la convocatoria a una gran unidad, defensa del multilateralismo, igualdad social y políticas fiscales con redistribución.

Desafío 4

En cuarto lugar, la izquierda y el progresismo deben ser los grandes promotores de los derechos civiles, de los derechos sociales y de la libertad. No habrá en Latinoamérica una alternativa convincente y contundente desde la izquierda y el progresismo, si no convertimos al feminismo en un factor que nos identifique, que nos una y que nos sume. La izquierda debe rendir homenaje al feminismo. El feminismo ha transformado conciencias, ha abierto ventanas, ha liberado mentes, ha permitido que mujeres y hombres nos sintamos más libres, más felices, con más capacidad para resolver los grandes problemas de nuestras vidas y ha aportado una idea profunda de justicia que nace cuando uno abraza la igualdad y mira la historia denunciando tanta injusticia. La izquierda debe afirmar que la mayor discriminación que la historia ha dado es la discriminación que han sufrido las mujeres y aquellas personas que han optado en sus vidas por amar a quien quieren, por defender su libertad individual, por tener una vida abierta, una visión nueva, constructiva, enriquecedora, donde no se imponga ninguna doctrina, ninguna moral, donde la libertad sea una libertad auténtica, profunda sin límites, sin normas, que la limiten en aquello que es la expresión más profunda de cada uno de nosotros. El machismo es uno de los frenos más lacerantes del progreso de la historia. El machismo es incompatible con la izquierda y con el progresismo, con una visión de la igualdad y con un afán por la justicia.

Los nuevos derechos sociales abren un gran abanico para potenciar a la izquierda, como el derecho a la intimidad frente al desarrollo tecnológico, la reivindicación de cada uno de nosotros como los actores clave de una sociedad que no puede ser una suma de datos acumulados por una empresa. Somos algo más que cien, mil o mil quinientos datos. Somos seres conscientes, con libre albedrío, con aspiraciones, con sentimientos y con ganas de vivir. Vamos hacia una sociedad donde esos nuevos derechos deben formar parte esencial de un proyecto y de una propuesta de izquierda.

Otros derechos nuevos son los ambientales, que han empezado a tener un papel importante en la historia. La izquierda debe liderar la lucha contra el cambio climático, lo que representa el derecho a la vida y a la diversidad, el derecho de cada uno de nosotros a mirar la tierra, al planeta, nuestro ambiente, con capacidad de decidir. Tenemos y debemos tener capacidad de decidir sobre nuestro entorno, sobre el consumo de la energía, sobre la biodiversidad. Esa capacidad solo nos la pueden las leyes, el Estado y la acción política. Pero ha de promoverse desde una fuerza común. Este es un campo extraordinariamente rico, es la nueva frontera de la izquierda, la más ambiciosa y la que más voluntades puede conquistar. Es la frontera que produce las realizaciones más auténticas de lo que representa tener una visión progresista de la vida: dejar que cada uno sea libre, combatir y rechazar cualquier discriminación contra una mujer, permitir que cada joven pueda decidir sobre cómo quiere que sea el consumo de la energía, o sus derechos ambientales y saber que podemos hacer una sociedad donde no seamos un cúmulo de datos sino que las estadísticas y la inteligencia artificial sean un aporte a la dignidad de los seres humanos, a la abolición de la pobreza, y, por supuesto, a la expectativa de una sociedad más justa.

conclusiones

Esos serían para mí los cuatro grandes planteamientos, los cuatro grandes objetivos de la izquierda. Pero tenemos que ser muy claros, y lo he vivido en mi experiencia política: si nosotros no somos coherentes con esos planteamientos será difícil que tengamos el respaldo popular. Si nosotros no demostramos que lo que decimos se parece a nosotros, no tendremos la confianza de la gente. Será un proyecto lábil, será un proyecto basado en posiciones superficiales. La derecha está en otras cosas siempre, está en lo inmediato, está en la economía para algunos. Pero es la izquierda la que tiene que estar en las transformaciones profundas, en las transformaciones de fondo. Lo que supuso en su día la Declaración de los Derechos del Hombre, la negación de la discriminación, la abolición de la esclavitud, que para mí es un periodo tan importante de la historia, ese es el potencial que contempla Latinoamérica.

El presente texto es una adaptación de la clase que José Luis Rodríguez Zapatero realizó en el Curso “Estado, política y democracia en América Latina”, donde fue presentada por Pablo Gentili. La clase completa puede encontrarse en: www.americalatina.global

El Curso Internacional “Estado, política y democracia en América Latina” es una iniciativa destinada a militantes y activistas sociales, funcionarios públicos, docentes, estudiantes universitarios/as, investigadores/as, sindicalistas, dirigentes de organizaciones políticas y no gubernamentales, trabajadores/as de prensa y toda persona interesada en los desafíos de la democracia en América Latina y el Caribe. Ha sido promovido por el Grupo de Puebla, el Observatorio Latinoamericano de la New School University, el Programa Latinoamericano de Extensión y Cultura de la Universidade do Estado do Rio de Janeiro y la UMET. Fue organizado por la Escuela de Estudios Latinoamericanos y Globales, ELAG, y contó con el apoyo de Página12.

Precarización Laboral

Entre 1996 y 2019 se sucedieron en Argentina períodos de expansión, estabilización y contracción del empleo asalariado en empresas privadas. Una dinámica cambiante que no estuvo relacionada con la normativa laboral existente en cada período, ya que ésta fue siempre la misma y, claramente, no fue la determinante del comportamiento del empleo formal. La propuesta de Juntos por el Cambio, expresada por Horacio Rodríguez Larreta este martes en una entrevista televisiva, no es la primera oportunidad en que los sectores propatronales exponen propuestas de flexibilización o, directamente, de precarización laboral justificadas en que "así se crearán más trabajos". Una y otra vez chocan con la demostración empírica: esa supuesta causalidad nunca se cumple. Reducir derechos de los trabajadores fue históricamente sinónimo de maximización de las ganancias empresarias, no de generación de más empleo. 

Las estadísticas oficiales, recabadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para la segunda mitad de la década del 90 y las primeras dos de este siglo, demuestran que el período en el que el empleo asalariado registrado del sector privado creció en forma persistente y acelerada fue entre 2003 y 2015. Es decir, los doce años de kirchnerismo, y no precisamente porque los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner hubieran echado mano a políticas de flexibilización del empleo o dejaran el mercado laboral al libre criterio y abuso de las patronales. 

Datos

El crecimiento acumulado del empleo registrado a lo largo de esos doce años fue del 75 por ciento, que equivale a la creación de más de tres millones de puestos de trabajo formales: de poco más de 3,5 millones de empleos en 2003 se pasó a 6,5 millones al final de ese período. Podría haber sido un ciclo de crecimiento ininterrupido, sino fuera porque la crisis financiera global de 2008 (Lehman Brothers y estallido de la burbuja inmobiliaria) se reflejó por estas costas hacia 2009 provocando una pérdida de más de 100 mil empleos, que se recuperaron totalmente en el año siguiente. 

Antes de ese ciclo, entre 1996 y 1998, también había habido un ciclo de alza del empleo registrado, acumulando una suba de aproximadamente 15 al 18 por ciento entre esos años, que se interrumpió con la crisis de deuda y de la convertibilidad en el epílogo de la etapa menemista e inicio del gobierno de De la Rúa. Entre 1999 y 2002, la caída del empleo formal al compás de la crisis económica sumó casi 15% en poco más de tres años. 

Es fácil concluir que en ninguno de estos períodos, entre los cuales no hubo cambios sustanciales en la nomativa laboral --y mucho menos la eliminación de una institución del contrato laboral como la indemnización por despido--, la evolución del empleo formal  haya estado determinada por la vigencia o no de regímenes de protección laboral. 

Con posterioridad al ciclo largo de crecimiento del empleo formal durante el kirchnerismo, las estadísticas oficiales revelan que durante los cuatro años del macrismo el empleo formal volvió a retroceder. Un tres por ciento entre 2015 y 2019, reflejo de la pérdida de 216 mil puestos de trabajo. 

No son las políticas de ajuste sobre el costo laboral vía precarización las que impulsaron el empleo en el país. Por el contrario, el empleo formal privado creció en los períodos de expansión económica y cuando los gobierno buscaron darle vigor al consumo interno e impulsaron el desarrollo de la producción nacional. 

Incluso en la actual etapa, en la que la industria va recuperando paulatinamente .los niveles de actividad prepandemia, y en algunos casos alcanzando ritmos de producción más parecidos a los de 2018 --es decir, remontando dos crisis, la de la Covid y la de Macri--, aunque con cierto rezago se va reflejando en el repunte de los empleos registrados. Esto pone en tela de juicio la aseveración de Rodríguez Larreta de que "hoy nadie contrata trabajadores en el país con este sistema". Así, atribuyéndole a la viegencia de la ley de indemnizaciones que "millones de personas no tengan trabajo", pretendió justificar su reemplazo por un seguro que se financiaría con una cuota del monto salarial bruto.

El régimen más flexible del empleo en la construcción, por el carácter temporal de las obras, tampoco es la explicación de la recuperación más dinámica del empleo en este sector en comparación con otros. Otra vez, es el ritmo de actividad lo que define, no la mayor o menor precariedad del trabajador. 

Hugo Godoy, secretario general de la ATE, señaló este miércoles que, con su propuesta, Horacio Rodríguez Larreta "promueve mecanismos de despidos generalizados y de multiplicación y crecimiento de la precariedad en lugar de generar empleo digno y decente, como lo reclama la OIT". Comparó su proyecto con los impuestos por decreto militar durante la dictadura de Juan Carlos Onganía a fines de los 60. "En un escenario de pobreza y desocupación, quiere convertirse en líder político de una derecha reaccionaria y ajustadora para reemplazar y superar a Mauricio Macri", advirtió el dirigente gremial estatal.

(Juan Dellatorre en Página 12)

Coronavirus

Otros seis nuevos casos de la variante Delta de coronavirus se registraron este miércoles en Córdoba, por lo que el total alcanza a 116, mientras que la ocupación de camas críticas bajó a un 12.6%, informó el Ministerio de Salud provincial
Los nuevos contagios con esa variante se relacionan con los ya confirmados, mientras que no se conocieron nuevas internaciones de personas portadoras de la variante de origen indio, detalló la cartera.
El total de nuevos casos nuevos confirmados fue hoy de 447, en tanto que se conocieron nueve fallecimientos.
La ocupación de camas críticas alcanza un 14,3%, con 443 personas internadas, lejos del pico del 13 de junio pasado cuando estaban ocupadas el 87,8% de las camas

Otras 111 personas murieron y 3.531 fueron reportadas con coronavirus en las últimas 24 horas en la Argentina, con lo que suman 112.962 los fallecidos registrados oficialmente a nivel nacional y 5.215.332 los contagiados desde el inicio de la pandemia, informó el Ministerio de Salud.
La cartera sanitaria indicó que
son 2.247 los internados con coronavirus en unidades de terapia intensiva, con un porcentaje de ocupación de camas de adultos de 42% en el país y del 43,6% en la Área Metropolitana Buenos Aires.
De acuerdo al Monitor Público de Vacunación, el total de inoculados asciende a 45.917.635, de los cuales 28.553.239 recibieron una dosis y 17.364.396 las dos, mientras que las vacunas distribuidas a las jurisdicciones llegan a 51.970.024.
De los 5.215.332 contagiados,
el 94,19% (4.912.390) recibió el alta y 189.980 son casos confirmados activos.

Investigaciones

Argentina se sumará al ensayo clínico de molnupiravir, un potencial antiviral de administración oral para el tratamiento inicial de la infección por coronavirus, informó este miércoles el laboratorio que llevará adelante el estudio cuyos resultados se esperan para octubre de 2021.
"La molécula molnupiravir en investigación de Fase 3 consiste en un potencial medicamento antivírico oral que podría prevenir la replicación de virus de ARN, incluidos SARS-CoV-2", describió el laboratorio norteamericano MSD (Merck Sharp & Dohme), responsable de las investigaciones en colaboración con Ridgeback Biotherapeutics, en un comunicado.
El estudio, denominado MOVe-OUT, se lleva a cabo simultáneamente en varios países como Brasil, Chile, Colombia, Francia, Guatemala, Bulgaria, Alemania, Israel, Italia, Japón, Egipto, Filipinas, Polonia, Rusia, Canadá y Estados Unidos.
En Argentina, se realizará en la
Clínica Independencia, en el partido bonaerense de Vicente López, y en el Instituto Médico de la Fundación Estudios Clínicos de Rosario, en Santa Fe.
Según detalló el comunicado, el estudio evaluará el molnupiravir durante cinco días.

"La dosificación y forma de administración se determinó en la fase previa de investigación del fármaco, finalizada en marzo de este año, y que evidenció la actividad antiviral del molnupiravir en pacientes que no fueron hospitalizados con Covid-19 confirmado y síntomas iniciales", indicó el comunicado.
En la etapa actual de la investigación,

se evaluará la seguridad y eficacia del medicamento.
Los requisitos para participar son tener al menos 18 años, haber dado positivo en Covid-19 en los últimos 4 días, tener al menos un síntoma de Covid-19, como fiebre, tos o pérdida del gusto u olfato, no estar hospitalizado y no haber recibido la vacuna, entre otros.
(Telam)

Más Vacunas

El primer lote de vacunas Pfizer con 100.000 inmunizantes llegó este miércoles al país para robustecer al Plan estratégico de Vacunación que lleva adelante el Gobierno nacional.

Se trata del primer cargamento del laboratorio estadounidense, que llega luego del acuerdo alcanzado por el Gobierno para recibir un total de 20 millones de dosis este año.

El cargamento con las primeras 100.620 dosis de vacunas de Pfizer arribó a las 15.11 al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en el vuelo AA991 de American Airlines.

Tras el arribo, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dará una conferencia de prensa en el depósito de Despacho a Plaza (DAP) de la Terminal de Cargas Argentina (TCA).

La ministra estuvo acompañada por la Encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, MaryKay Carlson, y Nicolás Vaquer, del laboratorio Pfizer.

Al lote que llegó este miércoles se sumará en los próximos días un nuevo envío con otras 160.290 vacunas.

Los vuelos seguirán llegando durante septiembre, según disponibilidad, para completar las 580.000 dosis previstas para este mes.

De este modo, durante octubre, noviembre y diciembre se completarán los envíos de los restantes 19,5 millones previstos en el contrato firmado en agosto.

(ElDiarioAr)

crisis ética de la justicia argentina

Aunque está curtido por los años, Alberto Binder permanece todavía en estado de incredulidad. El sobreseimiento de Paolo Rocca y los directivos de Techint Luis Betnaza y Héctor Zabaleta que firmó el juez federal Julián Ercolini en la causa Cuadernos superó todos los antecedentes en la materia y confirmó que al poder económico no lo tocan las generales de la ley. Hace casi un mes, Ercolini benefició a la cúpula de la multinacional siderúrgica, todos arrepentidos confesos de haber pagado coimas durante el kirchnerismo. Lo hizo en el mismo fallo que confirmó el procesamiento del ex funcionario Roberto Baratta, con el argumento de que hicieron los pagos ilegales bajo "estado de necesidad" y con el objetivo de que el gobierno del Frente para la Victoria hiciera gestiones ante la Venezuela de Hugo Chávez en medio del proceso de expropiación de Sidor.

Profesor de posgrado de Derecho Procesal Penal en la UBA y asesor técnico en los procesos de reforma judicial en Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala y República Dominicana, Binder prepara una presentación contra el fallo de Ercolini por considerarlo "cosa juzgada irrita", producto del prevaricato. "Es una decisión totalmente inválida, nula, porque se dicta a sabiendas de que es una medida irregular", dice. El presidente del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) y el Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (CIPCE) no sólo cuestiona al juez sino también a una serie de actores que avalaron a Ercolini: primero, el fiscal Carlos Stornelli y el ministerio Público Fiscal que sigue a cargo de Eduardo Casal porque no apelaron la medida; después, a la Unidad de Información Financiera, de Carlos Cruz, que lo hizo tarde y en forma incorrecta; finalmente, a los grandes medios de comunicación y a la oposición que suelen tener el tema de la corrupción como prioridad y en este caso hicieron un silencio abrumador.

Reapareció Paolo Rocca en el Día de la Industria planteando que la salida de la Argentina no es con planes ni con empleo público. ¿Qué impresión le genera?

Es muy sintomático. El empresariado argentino no tiene vergüenza en hablar de la decadencia pero muy rara vez se le va a escuchar una autocrítica por haberse aprovechado de un Estado prebendario. Se trata de una participación muy consciente y cómplice en un esquema de corrupción muy profundo. Más allá de que los Cuadernos fue una operación de inteligencia, por virtud, por negocio o por miedo decenas de los empresarios más poderosos de la Argentina han confesado ser parte de este esquema de la peor de las corrupciones. La Constitución de 1994 considera ese tipo de corrupción como un grave atentado a la democracia en su artículo 36. Rocca, Betnaza y Zabaleta estaban imputados por formar parte de una asociación ilícita.  ¿Qué significa esto? Que es un esquema organizado, no un acto puntual. Rocca es solamente una manifestación más de este problema estructural y yo creo que ha salido a la luz una pequeña porción de esta matriz corrupta del Estado. Con este empresariado que no tiene ningún pudor, no hay ninguna garantía de que esto no se vaya a repetir. 

¿Por qué piensa que Ercolini decide el sobreseimiento de Rocca, Betnaza y Zabaleta en el mismo fallo que confirma el procesamiento de Baratta?

Es posible que lo haya hecho porque nuestros jueces no toman decisiones fundadas en una interpretación razonada del Derecho sino en una arquitectura político-comunicacional. Hay un prevaricato muy claro, eso está pensado y es el resultado no solo de abogados sino de operadores político-judiciales. 

Usted sostiene que Rocca no podía no estar al tanto del pago de coimas.

No, por la magnitud de los negocios que tenía en Venezuela. Cuando Bonadio procesa a Rocca, a Betnaza y a Zabaleta, lo hace -a diferencia de otros casos- sin prisión preventiva. Al resto de los empresarios, los procesaba con prisión preventiva y eso forzaba mayores confesiones, después negociaban las prisiones preventivas como parte del esquema extorsivo que el mismo Stornelli había montado. A Rocca lo procesan sin prisión preventiva y Stornelli y Rívolo apelan en diciembre de 2018 y dicen que Rocca tenía que estar preso, que conocía todo, que los hechos estaban probados y que eran gravísimos. Ahora Ercolini procesa a Baratta y los exculpa a ellos con el argumento del estado de necesidad. Es increíble.

¿Por qué Ercolini falla de esa manera a favor de Techint? ¿Comodoro Py intenta dejar en claro su compromiso político con el poder económico? 

Hace años que vengo cuestionando a los jueces de instrucción de Comodoro Py. Comodoro Py se está reconfigurando para continuar con el mismo juego político. Hoy el comando de operaciones no está en la inteligencia pero los operadores siguen dando vueltas por ahí. La operación política sobre el poder judicial se ha restablecido.  

Se murió Bonadio, se murió Oyarbide, se jubiló Canicoba Corral y de la generación de jueces del menemismo sólo queda Servini...

Si, pero quedan los Ercolini, los Lijo y tantos otros impresentables.

Muchos de ellos son los jueces que nombró el primer kirchnerismo.

Va más allá de los gobiernos. Se van aggiornando. Pero en este caso cometieron el error de pretender salvar con un barniz académico, muy a lo Ercolini, una decisión escandalosa. El modelo Stiuso era potente porque era eficaz y poco pretencioso en sus formas. Esta segunda generación primero no es tan inteligente, segundo no tiene las habilidades del poder y tercero no maneja los resortes de inteligencia, pronto va a quedar muy claro el grotesco. Es una decisión obscena y torpe, muestra que han perdido la noción de realidad.

Van a hacer una presentación judicial contra el fallo de Ercolini. ¿Por qué hablan de cosa juzgada írrita? 

Porque se trata de una absolución que es nula porque está precedida de una conducta de prevaricato. Buscamos revertir la cosa juzgada de estos sobreseimientos, que son totalmente inválidos, nulos. Es una decisión que se dicta a sabiendas de que es una medida irregular.

¿Cómo lo decidieron?

La cosa juzgada es algo que hay que cuidar mucho. Yo no soy de los que piensan que cuando un caso no nos gusta tenemos que reabrirlo porque eso termina debilitando al poder judicial que queremos fortalecer. Pero existe la figura, la misma Corte Interamericana de Derechos Humanos ha hecho uso y hay casos reconocidos en el derecho internacional y el derecho comparado cuando una decisión es producto de prevaricato, es decir, de dejar de lado dolosamente la ley con intención, entonces no se puede convalidar la cosa juzgada. Si vos sobornaste a una persona, esa persona por dar favores toma una decisión y produce cosa juzgada y ya no la podes tocar más, la cosa juzgada misma se vuelve un chiste. 

¿Cuándo van a hacer esa presentación?

Es inminente pero invitamos a sumarse a todos los que cuestionan el fallo. Lo primero que hay que hacer es restablecer los plazos de tal manera que vuelvan a apelar otras personas que no sean las que dejaron correr a propósito los plazos. Lo de Stornelli fue un silencio ruidoso. La UIF lo dejó pasar no se sabe si por descuido y después quiso hacer una jugarreta muy tonta porque va en contra de cualquier manual de Derecho Procesal Penal. Lo hizo para producir un efecto en la prensa pero la Cámara Federal tardó 30 segundos en desestimarla. 

Desde la UIF de Carlos Cruz sostienen que ellos hicieron una apelación.

Eso no es así. Ellos dejaron pasar el plazo. Acá hay cuatro decisiones distintas. Una lo procesa a Baratta, otra lo sobresee a Rocca, otra lo sobresee a Betnaza y otra a Zabaleta. Cada una de esas decisiones debe ser impugnada. Sin embargo, ninguno de los tres sobreseimientos fue impugnado por ninguno de los acusadores, ni la UIF ni Stornelli ni el ministerio Público Fiscal de Eduardo Casal. Obviamente el defensor de Baratta impugnó y pidió la revisión de su procesamiento. Lo único que hizo la UIF fue adherir al recurso del defensor de Baratta pero eso no servía para revocar el sobreseimiento de Rocca y los demás directivos de Techint. Eso que hizo la UIF, si un estudiante de Derecho te lo plantea, lo tenés que reprobar. La UIF tenía que apelar el sobreseimiento. 

Es difícil pensar que hubo ingenuidad en eso. Si no se apeló en tiempo y forma es porque la decisión de la UIF era convalidar el sobreseimiento de Ercolini.

No lo sé. Yo creo que hay desorientación porque se cree que la causa Cuadernos es solo una cuestión contra Cristina. Piensan que convalidar la impunidad para 40 empresarios corruptos es un mal menor frente a la necesidad de sacar la nulidad para Cristina, porque ni siquiera piensan en los otros funcionarios. Ese es el modo como razonan. 

Hace tres años, Cuadernos tuvo un grandísimo impacto porque no sólo involucraba al kirchnerismo sino a gran parte del establishment que había permanecido siempre intocable. Mirado desde hoy ¿Qué fue lo que se buscó con la causa? ¿Qué quedó?

La causa Cuadernos es información guardada en inteligencia, toscamente judicializable. Vino a confirmar algo que muchas veces denunciamos: estaban los servicios de inteligencia autonomizados y lo judicializaron de un modo muy torpe. Entregar cuadernos, quemarlos, armar una causa con fotocopias. Ahora por fuera de eso, que es una barbaridad, se montó una arquitectura para salvar a los empresarios. La Fiscalía de Investigaciones Administrativas ha desaparecido, nadie sabe dónde está. Comenzó un operativo sofisticado de impunidad que va a tener el aval de los medios y de un sector importante de la Justicia, de los dos sectores porque quedaron embarrados profundamente para que queden liberados también los funcionarios y los políticos, salvo la entrega que va haber de unos poquitos al estilo María Julia. 

¿Qué falló en el diseño original para que aparecieran los empresarios involucrados en esta causa?  

Eso se vincula con otra cosa a nivel regional, que tiene que ver con el movimiento Odebrecht, que repartía tipo capo de la mafia a pequeñas y medianas empresas. En el caso de la Argentina no se dejó que una empresa hiciera lo mismo porque lo hacía el Estado. Esa cartelización de los negocios más rentables impedía que otras multinacionales entraran.

En Brasil, Marcelo Odebrecht estuvo preso dos años y medio. Ustedes cuestionan la impunidad de los empresarios corruptos. ¿Qué tipo de consecuencias tiene ese criterio?

Los que dominan la cartelización son los funcionarios públicos. Si el sistema económico quiere corromper la política, tiene posibilidades inmensas de hacerlo una y otra vez. Si naturalizamos el financiamiento ilegal de la política, no estamos atacando a la causa principal del problema: estamos atacando a los gerentes de turno. Se puede pensar que en el kirchnerismo hubo gerentes muy hábiles pero hay un problema estructural. El gobierno macrista también quiso gerenciar la corrupción. Los funcionarios pasan, el poder económico queda.

¿Cómo se explica el silencio general en un país donde la corrupción es un tema muchas veces central de la agenda?

Hagamos la lista. ¿Habló Carrió de esto? ¿Habló Ocaña? ¿Habló Olivetto? ¿Hablo Sabsay? Me refiero a las voces que se pasean en forma habitual por los medios. ¿Cuántos periodistas han hablado de esto? Dos o tres nada más. Esto es el poder económico. Alguna vez vamos a entender que atrás de todo esto hay un problema de plata. No hay ideología, no hay política, no hay nada, hay plata. Lo grave es el silencio general ante la impunidad de los empresarios corruptos. 

¿Por qué dice que el financiamiento de la política es el problema principal?

Hay tres tipos de corrupción: la de la policía, la del funcionario que junta plata para ponerse una empresita y la gran maquinaria que hay que atacar, donde se hace política y se gestiona el Estado, se ganan elecciones, se hacen alianzas. El financiamiento de la política no es solamente que llegó el día de la campaña y te pasan unos bolsos negros. Es todo un modelo donde se va gestionando el Estado y por eso todo es una gran caja de favores. La política se ha convertido en una especie de bazar donde se entregan cosas, vos me ayudas a que yo gane, vos me ayudas a que haga la alianza con este y hay empresarios que se mueven, Techint, Cristóbal López, Mindlin, el mismo Macri, que viene de eso. La Justicia forma parte de este esquema de favores porque ahí adentro también se hace lo mismo. Te asciendo, asciendo a los miembros de tu tribu, ¿Por qué duran años los concursos en el Consejo de la Magistratura? Ya llevamos un año desde la decisión de urgencia institucional de las vacantes de Bruglia y Bertuzzi. Pero no alcanza con la indignación sino con una acción como la que queremos hacer. 

¿Hay antecedentes de una presentación de este tipo?

Si hay varios. En el caso Skanska, se reabrió la causa. El gobierno anterior lo quería hacer y yo me opuse porque vuelvo a decir: creo que hay que ser prudente. Si no te abre la puerta a la persecución política permanente. Las cárceles del país están llenas de gente que está presa por razones reales de estado de necesidad. Vos sos pobre y le quisiste dar lo básico a tus hijos y te meten preso si tuviste un antecedente. Es un insulto que estos tipos hipermillonarios hablen de estado de necesidad y digan que tuvieron que salir a coimear a funcionarios de tercer nivel para que les arreglaran sus negocios en Venezuela. No sé cómo Ercolini puede durar un minuto después de un fallo así. Tendrían que hacerle un juicio académico además en la universidad. Dirige una maestría y es gente que no tiene aptitud moral para enseñar a los jóvenes abogados. Mientras el Consejo de Beliz lanza una discusión sobre la ética de la abogacía se permite y se guarda silencio sobre los casos más elementales de inmoralidad judicial. Nadie sale a decir nada. Ni la Asociación de Magistrados ni la asociación de fiscales. 

(ElDiarioAr)

Lo que se juega en las PASO

Carlos A. Lator, Docente y ex Intendente de Chos Malal (Provicia de Neuquén), escribe en VaConFirma

Con avances y retrocesos, el gobierno pudo poner de pie a un país que cuando lo recibió en diciembre del 2019 estaba en llamas, con todos los indicadores sociales y económicos por el piso y al borde de la disgregación nacional.

En las próximas elecciones nacionales se disputa el rumbo político de la Argentina. Se juegan dos modelos de país. El neoliberal y excluyente que representa Macri y la coalición Juntos por el Cambio, y el proyecto Nacional y Popular que hoy encarnan Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

Se pone a consideración la gestión de un presidente que de los casi dos años de gestión que lleva, sólo tres meses lo hizo sin la presencia del Covid 19, ese tremendo virus que sigue haciendo estragos en todos y cada uno de los rincones del planeta.

Y en ese contexto, con avances y retrocesos, pudo poner de pie a un país que cuando lo recibió en diciembre del 2019 estaba en llamas, con todos los indicadores sociales y económicos por el piso y al borde de la disgregación nacional.

Recuperó la presencia del Estado, restableció el ministerio de Salud de la Nación y puso en marcha un plan de vacunación que a pesar de la temeraria campaña de desprestigio que encabezó la oposición y los medios de comunicación hegemónicos, se convirtió en la política pública más importante desde el regreso de la democracia en 1983. No sólo por la masividad y el alcance de la misma sino porque definió prioridades, privilegió a los sectores más vulnerables y puso en valor lo mejor del sanitarismo argentino.

Un gobierno que en medio de la crisis fue capaz también de refinanciar la deuda externa; de obligar a los que más tienen a solventar parte del gasto social con la aprobación del impuesto a la riqueza; de retomar con la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo la agenda de igualdad de género que iniciaron los gobierno de Néstor y Cristina, y de incorporar las nuevas demandas de la sociedad declarando los servicios de internet, telefonía y televisión paga como servicios públicos esenciales.

Los avances en el campo de la ciencia y la tecnología fueron sustantivos. La enorme tarea que lleva a cabo el hospital Malbrán, el Conicet, el INTI, las Universidades Nacionales y los diferentes centros de investigación se tradujo, por ejemplo, en el desarrollo de seis proyectos de vacunas argentinas. Un logro que reafirma la decisión geopolítica de contar con un recurso indispensable, en un momento donde las vacunas para enfrentar la pandemia siguen siendo escasas y muy desigual su distribución en el mundo.

Del mismo modo, la decisión del gobierno nacional de recuperar el manejo de los trenes de carga después de 30 años en manos privadas y de retomar el control estatal de la hidrovía de los ríos Paraguay y Paraná durante 12 meses, significó un paso adelante en el control de los principales resortes estratégicos y soberanos de la economía nacional.

La recuperación del mercado interno, de la industria y del consumo popular constituye un imperativo. La extranjerización de la economía, la apertura indiscriminada de los mercados y la timba financiera lo único que trajeron fue desocupación, pobreza y desigualdad social.

La pandemia nos abrió el camino para volver a pensar en un proyecto que active todas las potencialidades que supimos construir como Nación. Toda la capacidad acumulada de un pueblo que -con memoria- pudo transformar el dolor en esperanza, y el “sálvese quien pueda”, en solidaridad.

Agrandar el presente, llenarlo de experiencias colectivas”, dice el sociólogo Boaventura de Sousa Santos.

Esa es la tarea. Ese es el desafío. Eso es lo que se juega el próximo domingo, no otra cosa.

Ninguna verdad, solo algunas convicciones

Entre los aciertos discursivos del neoliberalismo, no es menor el apelar a la relatividad de las verdades toda vez que a lo que estamos asistiendo es a una crisis global de representaciones y de confianza respecto a las instituciones que representan voluntades comunes, al mismo tiempo que desde el poder, se apela constantemente a la disgregación y a la fuerza individual independiente de la “política” y de cualquier idea de agregación o construcción colectiva que suponga organización de voluntades para un fin u objetivo común. Asi logran instalar en las subjetividades esa configuración negativa en torno a “la política”, “lo asociativo” “lo público” y el carácter “masificador” de los intentos de organización popular o comunitaria que intente cohersionar intereses individuales en otros mas comunitarios y solidarios.

Por supuesto que este avance discursivo no impide movilizaciones populares y organización de las bases de la sociedad en cualquier estado del planeta como bien registra el estudio de Geoffrey Pleyers. Tampoco impide las respuestas originales y reflexivas que surgen de la disertación de Rodriguez Zapatero, pero si marcan un escenario diferente en estos tiempos de pandemia global y neoliberalismo globalizante, en lo sentidos de esos discursos decididamente de derecha, sostenido por los clubes del 2% mas rico del planeta y sus Ceos y socios “políticos” que disputan la hegemonía de esos relatos en los Estados del planeta. Son estos, los Estados y sus gobiernos, los que adquieren centralidad a la hora de disputar poder en tanto única instancia que tienen los colectivos humanos que piensan, sienten y desarrollan sus vidas, acciones y decisiones en relación a los territorios concretos, geográficos y materiales que habitan, mas allá de las nuevas posibilidades virtuales y digitales que disrumpe los limites materiales y permite visionar realidades en otras dimensiones posibles, pero que coexisten y no extinguen la dimensión territorial de la vida y el anclaje material de los deseos y expectativas de lo humano en la vida. Son los espacios de las democracias soberanas ejercidos en los territorios nacionales las instancia que pueden direccionar y hacer posible mejores distribuciones y calidad de vida para los ciudadanos del mundo en los territorios geográficos, culturales e identatarios que habitan concretamente a diario.

Por estos escenarios de disputas globales y anclajes Nacionales es que cada elección en el planeta adquieren valor y relevancia para toda democracia en cualquier otro Estado del planeta.

Como siempre conviene recordar: Nadie se salva solo y cada quién debe hacer su parte con conciencia y responsabilidad.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Imagenes: Pompeyo Audivert, nació en Torroella de Montgrí, Gerona, el 17 de octubre de 1900 y murió en Buenos Aires el 14 de enero de 1977. Llegó a la Argentina en 1910. Se lo considera un gran grabador argentino. Fue profesor de grabado en el Instituto Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Tucumán. Está representado en varios museos de la Argentina, así como también en Santiago de Chile, Lima y el Museo de Bellas Artes de Virginia, EEUU.



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