Economía y democracia en los días de la peste

Repunte y rebrote

Luego del cimbronazo que provocó la pandemia el año pasado, en particular durante el segundo trimestre (el momento de menor circulación), la actividad económica mostró una sostenida recuperación hasta principios de este año, momento donde comenzó a mostrar signos de agotamiento. Luego de eso vino el rebrote de los contagios y las medidas establecidas por el gobierno para frenar la circulación, lo que llevó a una leve caída de la actividad. No obstante, con el fuerte avance que mostró la campaña de vacunación en los últimos meses, el gobierno fue flexibilizando las medidas y así la actividad en junio mostró un repunte significativo (+2,5% mensual). Para lo que resta del año, las consultoras privadas proyectan que se mantendría la recuperación, terminando el 2021 con un repunte del 7,2% (aunque sin alcanzar los niveles de actividad que había antes de la pandemia).

En línea con el repunte de la producción, el empleo también se recompuso, aunque en este caso la caída durante la pandemia había sido mucho menor, tanto por las medidas adoptadas (el ATP, políticas de financiamiento, prohibición de despidos), como por el comportamiento típico que presenta el empleo formal frente a las crisis, que suele reaccionar con menor virulencia. En cambio, donde se suele observar un ajuste más fuerte es en el empleo informal, justamente por el hecho de no estar amparado por las leyes laborales, mientras que el cuentapropismo termina funcionando como el amortiguador (absorbiendo parte de los puestos de trabajo perdidos, tanto los formales como los informales).

El empleo registrado se mantuvo prácticamente estable durante la pandemia y para el primer trimestre del 2021 se ubica 2% por encima de los niveles del primer trimestre del año anterior, mientras que el cuentapropismo mostró un rebote mucho más pronunciado y se ubica 9% por encima. El empleo informal, en cambio, se redujo significativamente y la recuperación fue mucho más tenue, por lo que en la actualidad se ubica 12% por debajo de los niveles prepandemia.

Donde por ahora no hubo recuperación es en el poder adquisitivo del salario. En cambio, lo que se vio en los últimos meses es que por lo menos se frenó su caída, a medida que fue desacelerando la inflación. Así, durante el primer semestre del año, el salario real se redujo 5,5% respecto del 2020 (último dato disponible). No obstante, como mostramos acá, la activación de las cláusulas gatillo y la reapertura de paritarias probablemente tengan un efecto positivo en la segunda mitad del año, llevando a una recuperación más pronunciada (pero sin lograr recuperar los niveles del 2020).

La combinación de estos dos elementos, una heterogénea recuperación en el empleo combinado con la caída del poder adquisitivo, llevan a pensar que la tasa de pobreza va a continuar en niveles sumamente elevados, en torno al 40% de la población.

Por detrás se encuentra el principal problema que aqueja a la economía desde hace muchos años, la inflación. Si bien durante buena parte del 2020 la suba de los precios aminoró, esto estuvo explicado más que nada por el freno en la producción que provocó la pandemia. Como se ve en el gráfico a continuación, y como analizamos acá, a partir de la segunda mitad del 2020 empezó a acelerarse, donde además del repunte de la movilidad y la actividad económica también hubo un impulso externo debido al fuerte aumento que se observó en los precios internacionales de la mayoría de los insumos básicos y de los alimentos.

Así, en lo que va del 2021, los precios ya acumularon una suba del 29% (que era lo que el gobierno había estimado para todo el año), y eso explica en buena medida la caída del poder adquisitivo. Como dato positivo podemos decir que la tendencia de los últimos meses muestra una desaceleración y que, como adelantó Guzmán, en agosto por primera vez en el año la inflación se ubicaría por debajo del 3%.

En definitiva, lo que observamos es que la economía se encuentra en una situación muy frágil, pero que llega a las elecciones con cierto envión, explicado más que nada por la recuperación que vino tras la pandemia. Por último, podemos comparar a ver cómo se encontraba la situación económica en las elecciones anteriores. Esto es lo que refleja el cuadro a continuación. En todos los casos, se pusieron los niveles de las variables, pero también su variación en los meses previos a las elecciones, de modo de captar no solo la “foto” del momento, sino la “película”, como solemos decir en economía. Como sabemos, podría darse que la situación económica fuese floja (y que por ende el nivel de las variables sea bajo), pero que al momento de las elecciones la situación económica estuviese mejorando significativamente, lo cual podría crear un momentum que influya en la decisión.

Viéndolo desde esta perspectiva, no cambia demasiado el panorama de este año. Como decíamos antes, la situación económica dista de ser buena y la recuperación es tenue. No obstante, es imposible no remarcar el hecho de que se encuentra atravesada por una pandemia que tuvo un impacto muy negativo, sobre una economía que ya venía muy golpeada (fíjense cómo a medida que pasan los años todo se vuelve cada vez más rojo). Asimismo, si bien la situación económica es relevante, hay muchos otros factores que entran en juego a la hora de votar y por ende esto solo es uno de los tantos elementos que la gente va a poner en consideración el domingo cuando deposite su voto en la urna.

Va el resumen del panorama económico a partir de los datos que salieron durante la última semana: la recaudación en agosto recuperó la senda alcista y mejora el panorama en el frente fiscal. El empleo en junio se redujo en unos 20.000 puestos, explicado por la fuerte caída en el monotributo, mientras que el empleo privado registrado se incrementó en más de 5.000 puestos. Las consultoras privadas ajustaron al alza su proyección del crecimiento para este año, que pasó del 6,8% al 7,2%. La nota completa la podés leer acá.

Juan Manuel TelecheaRollover” en Cenital.

Criptomonedas de curso legal

A partir del 7 de septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar el bitcoin como divisa de curso legal, en un movimiento que ha hecho que la nación y muchos otros países debatan las oportunidades y los peligros de las criptomonedas.

A partir de este martes, las empresas salvadoreñas y los negocios están obligados, en la medida de lo posible, a aceptar las controvertidas monedas digitales como forma de pago.

La aceptación de la nueva moneda llega tres meses después de que la Asamblea Legislativa aprobara en formato exprés la llamada Ley Bitcoin, que salió adelante gracias al voto a favor de 62 de los 84 diputados que componen el Parlamento, de mayoría oficialista.

El Gobierno dispone de más de 200 millones de dólares para la puesta en marcha del proyecto y, en la víspera de la entrada en vigencia de la normativa, compró bitcoin equivalente a más de 21 millones de dólares al precio registrado el lunes.

La Ley Bitcoin cobró vigencia en medio de una amplía desaprobación de los salvadoreños, según distintas encuestas, y con distintas protestas convocadas para hoy para rechazar la normativa. El uso del bitcoin se convirtió, desde su sorpresivo anuncio en una conferencia en Miami (EE.UU.) y su pronta aprobación, en la principal apuesta económica del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tras la pandemia de la covid-19.

Para incentivar su uso en un país donde la mayoría de la población no tiene acceso a internet, el gobierno está invitando a los salvadoreños a descargar una nueva aplicación de billetera digital que regala US$30 en bitcoins a todos los ciudadanos.

Como toda innovación, el proceso del #Bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes”, publicó en Twitter Bukele la noche del lunes. “Pero -agregó- debemos romper los paradigmas del pasado. El Salvador tiene derecho a avanzar hacia el primer mundo”.

Los sondeos de opinión revelan que este es el primer proyecto de Bukele rechazado por buena parte de la población a pesar de que el mandatario mantiene altos niveles de popularidad. Según la encuesta del Instituto de Opinión Pública, el 66,7 % de la población opina que la Ley Bitcoin se debía derogar y el 65,2 % se mostró en desacuerdo en que el Gobierno utilice fondos públicos para financiar la implementación del criptoactivo.

¿Cuáles son los riesgos?

La principal crítica al proyecto es, sin lugar a duda, la gran volatilidad que caracteriza al bitcoin.

Se teme que esta gran fluctuación pueda fomentar ataques especulativos que lleven a un caos en el sistema monetario salvadoreño y con esto, que se vea afectado el valor de los ahorros, las pensiones o los salarios.

Para evitar que la población vea comprometido su poder adquisitivo, el gobierno anunció la creación de un fideicomiso de US$150 millones en el Banco de Desarrollo del país para canjear de manera automática los bitcoins de los salvadoreños que así lo deseen.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó que los peligros de adoptar la criptodivisa como moneda de curso legal van más allá de su volatilidad y que pueden implicar “riesgos significativos“.

El plan de El Salvador ha puesto de relieve también el impacto ambiental de las criptomonedas (su producción gasta más energía que muchos países), sobre lo que alertó el Banco Mundial.

Bukele anunció en junio que había dado instrucciones a la empresa estatal de electricidad geotérmica LaGeo para desarrollar un plan para ofrecer instalaciones mineras de bitcoins utilizando energía renovable de los volcanes del país, aunque aún se desconoce si será factible.

¿Qué beneficios puede traer?

Entre las principales ventajas que señalan los defensores de esta iniciativa se destaca que, gracias a las transacciones en bitcoins, la población podría ahorrarse las comisiones de intermediarios en las remesas que reciben del extranjero y que pueden ascender hasta un 30% del dinero enviado, según dijo Bukele.

El mandatario ha opinado que el cambio llevará también a la generación de empleos y al aumento de las inversiones.

Las remesas son un sustento vital de la economía salvadoreña, al suponer cerca del 16% de su Producto Interno Bruto (PIB).

El presidente destacó también que en torno al 70% de la población no tiene cuenta bancaria y trabaja en la economía informal, por lo que las criptomonedas podrían mejorar su inclusión financiera.

Solo el 45% de la población salvadoreña tiene acceso a internet y más del 90% de hogares rurales carecen de ella, según un estudio de 2020 del BID, el IICA y Microsoft.

(T&N Magazine)

Cumbre Climática

El presidente Alberto Fernández encabezó desde el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada la apertura de la Cumbre Latinoamericana sobre Cambio Climático denominada "Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas", que tiene a la Argentina como anfitriona y de la que participan el enviado especial para el Clima de los Estados Unidos, John Kerry; el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, mandatarios de la región y autoridades de organismos internacionales, entre otros líderes e invitados especiales. "El reloj del cambio climático no se va a detener salvo que hagamos algo", arrancó el primer mandatario su discurso.

Y luego, en su introducción, planteó la postura de la Argentina sobre la problemática. "No hay una crisis ecológica ajena a la crisis social, como dice el Papa Francisco. La riqueza en el mundo debe ser contemplada poniendo en valor los activos ambientales. Las lecciones aprendidas en pandemia con las vacunas deben ser aplicadas. Debemos aplicar los derechos de giros del FMI para reducir el shock climático y el shock financiero", sostuvo Fernández. "Necesitamos que los organismos de desarrollo como el BID destinen el 50% de su dinero a las políticas ambientales", agregó el primer mandatario.

"Necesitamos una justicia social ambiental, que es el nombre de la justicia social en nuestra región, la importancia de una política no está dada sólo por una declamación, sino por el monto que se destina a desarrollarla. Hago votos para que de esta cumbre salgan soluciones. Separados, caeremos. Glasgow nos espera. Le doy la palabra a John Kerry", dijo Fernández y finalizó su discurso de apertura.

Kerry, a su turno, criticó la pérdida de tiempo durante el Gobierno de Donald Trump para impulsar políticas que detengan el calentamiento global, pero dijo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a aumentar el presupuesto ambiental. "Salvo que cada uno de los países emisores hagan lo suficiente, el resto del mundo va a estar condenado. La naturaleza nos está gritando que no estamos haciendo lo suficiente: vemos inundaciones, sequías, avalanchas, glaciares que se derriten. Les pregunté a los científicos lo que más les preocupa y dijeron es que lo que está pasando es irreversible. Tenemos que establecer planes claros de lo que se va a hacer porque si no, entre el 2020 y 2030 va a seguir aumentando el calentamiento global", dijo.

"Esto es una cuestión matemática, no vamos a lograr la emisión neta cero para 2050 si no avanzamos. Los pasos que tomemos ahora van a crear puestos de trabajo y Estados Unidos se comprometió a a reducir para el 2035 años las emisiones de carbono en un 50%. El Presidente tiene la decisión de ayudar a los vecinos. Hemos estado trabajando con los seis bancos más importantes de Estados Unidos y están dispuestos a invertir más de 4 billones de dólares. Tenemos la capacidad de poner el financiamiento sobre la mesa. Necesitamos que haya acciones", dijo.

"Creo que tenemos una gran oportunidad para saber cómo vamos a acelerar la ambición. Nos complace ser parte de este esfuerzo", finalizó.

El evento, que se realiza de manera virtual con el objetivo de colaborar en el diseño de mecanismos innovadores que permitan una acción climática efectiva en el continente y promuevan una recuperación económica pospandemia de una manera resiliente y sostenible, alineada con el Acuerdo de París, es la antesala de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 25) que se realizará en Glasgow, Escocia, del 31 de octubre al 12 de noviembre próximos.

Luego de la exposición de Fernández, en el primer segmento de la cumbre que se titula “Camino hacia Glasgow. Mejorando la ambición climática”, brindó un mensaje John Kerry. Le siguen António Guterres, la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley; los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada; de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen; de República Dominicana, Luis Abinader; y de Paraguay, Mario Abdo Benítez; la Presidenta de la COP25 y ministra del Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt; y el presidente de la COP26, Alok Sharma.

El segundo segmento de la actividad se divide en cinco paneles. El primero de ellos, “Mecanismos innovadores para medios de implementación", será moderado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y contará con la participación de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, (CEPAL).

Al término del resto de los paneles ("Acelerando la acción climática a través de la cooperación regional", "Comprometiendo al sector privado en la acción climática", "Fortalecer la resiliencia costero-marina a la vulnerabilidad climática" y "Naturaleza y clima: enfoques transformadores para la adaptación y la acción climática"), en el cierre de la jornada, se realizará una Mesa Redonda Ministerial que será moderada por John Kerry y el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié.

Las palabras de cierre de la iniciativa, que organizan junto a la Argentina los gobiernos de Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, estarán a cargo del ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá.

(Página 12)

Brasil: ¿y ahora qué, Jair Bolsonaro?

Emir Sader Sociólogo y politólogo brasileño. Escribe en Página 12

Deblilitado por la acumulación de problemas no resueltos, que se agravan, con el apoyo a su nível mas bajo, Jair Bolsonaro (foto) jugó todas sus cartas en las movilizaciones del 7 de septiembre, feriado de la independencia en Brasil. Desde hace dos meses, cuando empezó a llamar a estas movilizaciones, Bolsonaro anunció que serían las mas grandes que el país había conocido – posteriormente alcanzó a predecir que habría dos millones de personas en San Paulo.

Ataque al poder judicial

Propuso ataques directos al Supremo Tribunal Federal (STF) y hasta a la Embajada de China para que el día desembocara en un contragolpe. Esto, porque Bolsonaro había llegado a la conclusión de que habría un golpe en contra de él, de parte del poder judicial y de los medios, que habrían sacado a Lula de la cárcel para llevarlo a la presidenia de Brasil.

Asimismo, Bolsonaro considera que el poder judicial no lo dejaría gobernar, simplemente porque el STF ha empezado a tomar decisiones en contra de los bolsonaristas que amenazan al mismo poder judicial sistematicamente en internet. Varios de ellos han sido apresados. Ademas, se les ha impedido recaudar recursos por internet y se le han bloqueado sus cuentas bancarias.

Decepción

Con las manifestaciones de este martes, Bolsonaro pretendia recuperar fuerzas, retomar la iniciativa y reforzar sus ataques al poder judicial. Pero salvo en San Palbo, la cantidad de gente fue menor de lo que él suponía. El periódico Valor econômico, por ejemplo, afirma que todo fue decepcionante para Bolsonaro, y que en Brasilia, por ejemplo, la concurrencia alcanzó el cinco por ciento de lo que se esperaba.

En sus discursos, en Brasilia y en San Pablo, Bolsonaro concentró sus ataques en el poder judicial, afirmando que los magistrados pagarán un precio si no reculan y siguen realizando acciones para limitar la capacidad de acción del presidente. Bolsonaro reiteró su disposicion a desobedecer las recientes decisiones judiciales contrarias a sus intereses, postura que agrava drásticamente el enfrentamento entre los dos poderes. Bolsonaro llegó a decir que convocaría al Consejo de la Republica, órgano que podria decretar intervenciones en províncias o directamente un estado de sitio a nivel nacional. Pero, al no tener respuestas positivas de los membros de ese Consejo, retiró la convocatória.

Desgaste

Si con la marcha de este martes Bolsonaro quiso cambiar la situación de desgaste que viene sufriendo a lo largo de este año, no lo logró. Al contrario, ha aumentado el desgaste. El temor a acciones violentas, a algún tipo de invasion del Capitolio en Brasil, no se plasmó en los hechos. El mismo PSDB, el partido de Fernando Henrique Cardoso, convocó una reunión para discutir la posibilidad de hacerle un juicio político a Bolsonaro. 

Al mismo tiempo, como es tradicional en Brasil, para esta misma fecha fue celebrado, en todo el pais, el Grito de los Excluidos. Este año tuvo el valor agregado de servir como manifestacion de repudio a Bolsonaro. Se realizaron concentraciones en 17 capitales y en otras 47 ciudades por todo el pais. La oposicion retomará pronto la dinámica de movilizaciones nacionales en contra de Bolsonaro.

Estagnación y pandemia

Pasada esta fecha, el pais vuelve a su situación de crisis económica, dado que el alza de la inflación y la instabilidad política, han terminado con la posibilidad de algún tipo de recuperación. Bolsonaro tendrá que enfrentar el año electoral con estagnación económica.

No hay indícios de recuperacion con un nivel de desempleo de más del 14 por ciento, al que se suma una cantidad bastante mas grande de gente vivendo en situacion de precariedad. La crisis social solo tiene a agravarse.

La pandemia sigue, aunque haya bajado el numero de casos y de muertes, por el avance, aunque lento, de la vacunacion. Tan solo poco mas del 30 por ciento de la poblacion ha recibido la segunda dosis y está plenamente protegido.

El día después no será bueno para Bolsonaro. Jugó todas sus cartas pero las manifestaciones no fueron tan grandes como esperaba, no hubo los ataques al STF ni a la embajada de China. No pudo dar el contragolpe que él había mencionado. No se fortaleció. Ni siquiera frenó su desgaste. 

Dario Pignotti, Comunicador y periodista. Corresponsal de Página/12 en Brasil. 

Brasil: marcha y amenaza golpista a la Corte Suprema

Mientras miles se congregaron también para repudiarlo, el mandatario ultraderechista centró sus críticas en la corte suprema e instó a desobedecer sus fallos.

En Brasil queda menos democracia. Decenas de miles simpatizantes de la ultraderecha se movilizaron este martes, Día de la Independencia, para asistir a los actos golpistas convocados por Jair Bolsonaro en Brasilia y San Pablo. Fueron movilizaciones importantes aunque muy lejos de convocar a los hasta dos millones de personas prometidos por el gobernante.

"No podemos aceptar más presiones políticas en nuestro Brasil, o el jefe de ese Poder (Judicial) no encuadra a los suyos o ese Poder puede sufrir aquello que nosotros no queremos", amenazó el capitán presidente. Se dirigía al titular del Supremo, Luiz Fux, exigiéndole que ponga en caja a los jueces levantiscos, es decir independientes.

El Partido de los Trabajadores, movimientos sociales, sindicatos y la Iglesia católica realizaron movilizaciones por el impeachment de Bolsonaro y en defensa de la democracia en San Pablo, Brasilia y otras ciento sesenta ciudades (Ver nota aparte).

Partido militar

A las diez y media de la mañana, subido a un camión con parlantes, Bolsonaro pronunció un discurso breve destinado, principalmente, a intimidar al Supremo Tribunal Federal. En el mismo camión se encontraba el general Walter Souza Braga Netto, ministro de Defensa, ubicado dentro del ala más bolsonarista de un partido militar leal al gobierno y al régimen autoritario, aunque estaría atravesado por algunas divergencias internas como la manifestada por el vicepresidente, Hamilton Mourao.

El general Mourao expresa las mismas convicciones neofascistas que el jefe de Estado del que lo diferencia un estilo sobrio y su interlocución con grupos económicos y políticos desencantados del jefe de Estado obsesionado en generar una crisis tras otra, y atacar a los Poderes de la República.

Desde el llano, sobre la avenida Explanada de los Ministerios, miles de incondicionales del gobierno pedían acabar con la "dictadura de la toga", por el cierre del Supremo y/o la invasión del palacio de justicia ubicado a unos trescientos metros de donde se realizaba el acto. A media mañana la temperatura en Brasilia había trepado a los 30 grados centígrados con una humedad propia del desierto del Sahara, 13 por ciento.

Horno seco

En ese horno seco a cielo abierto las estocadas del orador contra la justicia, pero sobre todo contra la democracia, parecían ser más hirientes. El público se protegía con paraguas blancos o banderas brasileñas del sol agresivo aunque no lo suficiente como para aplacar la euforia expresada a los gritos: "mito, mito". Se observaba un buen número de personas con 50 o más años de edad, en gran parte llegadas de otras provincias como Goias y Mato Grosso do Sul, cuyos estancieros financiaron el traslado de cientos de colectivos hasta la capital. La Explanada de los Ministerior atraviesa una parte de la ciudad en sentido oeste-este culminando en los palacios de la Presidencia y el Supremo, uno frente al otro.

Bolsonaro eligió golpear al Supremo, instando a la desobediencia de sus fallos. Como blanco preferencial, dentro del Supremo, escogió al juez Alessandro de Moraes al que atacó a la mañana en Brasilia y por la tarde en San Pablo, donde el mandatario se trepó a otro carro inmenso estacionado cerca del parque Trianon-Masp, una isla de densa vegetación semiselvática en medio de la neoyorquina Avenida Paulista. Allí lo acompañaba el capitán Tarsicio Gomes de Freitas, ministro de Infraestructura.

"No es posible admitir que un solo hombre perturbe nuestra libertad. Alexandre de Moraes dejá de ser un sinvergüenza", disparó Bolsonaro. "Alexandre de Moraes dejá de oprimir al pueblo, de censurar (...) que todos los presos políticos sean liberados".
En rigor los arrestados no son presos políticos sino sospechosos de promover el golpe de estado e incitar al asesinato de magistrados.

Delitos

El encono de Bolsonaro con ese magistrado va a caballo de la campaña para initimidar a una corte que se ha distanciado del ejecutivo. Moraes se tornó persona especialmente non grata desde que incluyó al mandatario en una investigación sobre una "organización delictiva" que divulga fake news desde el "gabinete del odio", el cual que funcionaría en el propio Palacio del Planalto.

Si esa causa prospera podría poner al desnudo los pactos entre el presidente y la industria de la desinformación y enviar a prisión a Carlos Bolsonaro, uno de los hijos del mandatario a cargo del cual está la estrategia de desinformación del gobierno y, antes la campaña sucia electoral de 2018.

Los Bolsonaro habrían cometido varios delitos comunes desde su llegada al poder en 2019 sumados a otros perpetrados cuando la familia montó una red de desvío y lavado de dinero que le permitió acumular un patrimonio que no se condice con sus ingresos declarados y comprar más de diez inmuebles y terrenos al contado.

A través de las redes sociales Moraes, haciendo hincapié en la institucionalidad, le respondió a Bolsonaro. "En este 7 de septiembre conmemoramos nuestra independencia, la que garantizó nuestra libertad y la que solo se fortalece con un absoluto respeto de la democracia".

Patriotismo

En San Pablo Bolsonaro tocó bastante el sentimiento patriótico a tono con el Día de la independencia. "Este es el despertar de una nación, tengo la certeza de que seremos grandes allá adelante (cuando) colocaremos a Brasil en un lugar destacado en el mundo", proclamó a casi a las cuatro y media de la tarde. Fingiendo ser víctima de una persecución afirmó que no cederá a las presiones. "Quiero decirle a aquellos que quieren verme inelegible, allá en Brasilia, que sólo Dios me saca de allá (Planalto)". “Quiero decirle a los canallas que yo nunca iré preso", reforzó en otro desafío a la justicia.

Los embates de este martes contra la democracia, ante decenas de miles de seguidores, posiblemente hayan sido los más graves realizados por el líder autoritario desde su llegada al Planalto y seguramente darán lugar a respuestas en los próximos días desde la oposición y el Supremo.

El excandidato presidencial petista, Fernando Haddad, sostuvo que los dichos de este 7 de setiembre del ex militar son más que suficientes para abrirle un proceso de impeachment.

Asalto al Capitolio 

El presidente y sus hijos, integrantes del Clan Bolsonaro, se imaginan a sí mismos como el espejo tropical de la familia Trump. En la primera semana de enero pasado el diputado e hijo presidencial, Eduardo Bolsonaro, fue hasta la Casa Blanca a presentarle a su hija recién nacida a Ivanka Trump (hija de Donald), con quien se tomó una foto de familia. Durante su paso por Washington Bolsonaro hijo mantuvo reuniones con activistas vinculados asalto al Capitolio, del cual habló positivamente en las redes sociales.

Este fin de semana el diputado organizó una cumbre de extrema derecha internacional en Brasilia, que contó con la presencia virtual de otro de los hijos de Trump, y en la que hubo comentarios más o menos explícitos sobre el ataque al Capitolio. Este lunes a la noche Bolsonaro junior se sumó a un grupo de sediciosos brasileños que violó el cordón de seguridad establecido en el centro de Brasilia y avanzó hacia el el palacio de justicia amenazando invadirlo y reivindicando un golpe.

Es posible que el diputado desee ser quien siga los pasos de los golpistas de Washington en Brasilia. La amenaza contra la sede del Supremo no se concretó este 7 de setiembre pero sigue en pie.

La Pandemia y los recuerdos de la Argentina “Memoria-olvido”

Noé Jitrik, Crítico literario y escritor, autor de numerosos cuentos, novelas y ensayos críticos, literarios e históricos, escribió la contratapa del diario Página 12 de hoy

En las incesantes conversaciones que mantenemos para combatir los embates del tedio que causa el prolongado encierro antipandémico, mi hijo Oliverio tensa las cuerdas de su excepcional memoria, como si fuera un Yupanqui puntuando su guitarra, y hace surgir temas que sobrevuelan los obvios de la pandemia; por momentos, atentos y habiendo arrinconado triunfalmente al tedio, sus evocaciones nos hacen sentir en esos momentos privilegiados que no pasa nada y que todo es normal, hay un pasado, hay una historia que vale la pena recuperar. Los temas que brotan en cada ocasión remiten a viejas cuestiones inherentes a la vida y a la historia de este país cuyo pasado y sus enigmas nos siguen apasionando. Eso dura lo que dura la conversación, es normal, los días son largos, no hay muchas decisiones que haya que tomar pero algo queda y darle cuerpo tiene sentido, después de todo, mientras no estamos afectados, el futuro tampoco lo está y esto va a pasar y lo recordaremos, acaso surja un Daniel Defoe que lo describa y lo eternice.

En una de ésas y como desafiando a mi memoria me interroga sobre algo que supone que puedo, o debo, recordar: la delantera del equipo de Independiente de su época de mayor brillo. Me esfuerzo y lo saco, Sastre, Erico, de la Mata y por ahí Zorrilla. Se destaca la figura de Erico, su elegancia, su discreción, sus virtudes, comparables, en otro plano, con lo que pasaba en el país en plena “década infame” y en eso nos detenemos, hay más junto a Erico y no sólo en el deporte: estaba lleno de excepcionalidades en los años 30: Borges era Borges y lo acompañaban otros escritores no menos sólidos, Arlt, la revista Sur y la infatigable Victoria Ocampo y qué decir de Gardel y junto a él del tango que cubría el imaginario nacional y más allá, de Spilimbergo y Berni y la secuela de inolvidables pintores y escultores, de las investigaciones de Houssay, del rigor de Amado Alonso y de la audacia de Ángel Rosenblat, del ingenio de los Discépolo, de Nini Marshall y la cohorte de humoristas que alegraban la existencia, de los hermanos Finochietto, del sainete que movía multitudes, hasta del mitológico y adorado Justo Suárez y de Luis Ángel Firpo, en todos los órdenes de la vida un esplendor de talento e imaginación, héroes individuales de un momento que probablemente no tenga igual, enceguecedora luz pese a lo sombrío de la vida política, el auge de la pobreza y las grandes migraciones del campo a las ciudades y el oscuro nacimiento de las villas.

En ese contraste, del que un ejemplo son las actuaciones más que estridentes de un Liborio Justo, ese díscolo hijo del presidente de la entrega, que enfrenta al parlamento con una espectacularidad inesperada, un hijo de la oligarquía antinacional que aterra a su familia, nuestra conversación cambia de rumbo: esas contradicciones son muy difíciles de entender pero, en todo caso, ambos lados de la contradicción están vinculados con la central cuestión de la identidad nacional: el esplendor de esos “héroes” como manifestaciones de una afirmación, las ominosas situaciones sociales como la imposibilidad de esa misma sociedad de ser.

Hablamos de la afirmación: se diría que está en una fe y en el orden de un deseo complejo, heredado de las utopías sarmientinas y alterado por los resultados de una inmigración ansiosa de comprender en dónde está, por qué está en este lugar tan alejado de su origen. La imposibilidad engendra la potente idea del nacionalismo, tan confundido en tantos aspectos, y, posteriormente, explica el peronismo y su duradera implantación. Como se ve, del inocente juego de la memoria, de Arsenio Erico y sus inolvidables gambetas, llegamos a un punto nodal, a una cuestión que nos sigue percudiendo en el pensamiento y que tiene todo el aspecto de estar hoy en crisis, con pandemia o sin ella, privatización, tecnologización, palidecimiento cultural, despersonalización, pérdida de soberanía frente a tentativa de reconstrucción, autonomía, lenguaje propio, recursos legítimos, mayor distribución. O sea ¿de qué hablamos cuando hablamos? ¿Hablamos de la actualidad, de un expresivo 48% frente a un incomprensible 40?

Pero no es sólo eso: la conversación llega, como desprendiéndose fatalmente de los términos que hemos apuntado, a un punto de sorpresa en mi hijo y respecto del cual mi respuesta es apenas un borrador: se pregunta por qué los descendientes de los muchos, muchísimos, que proceden de variados lugares del mundo, parecen haber borrado totalmente todo rasgo de su origen, no se les nota lo que queda de lo gallego ni de lo calabrés ni de lo judío ni de lo ucraniano ni de lo polaco, lo que no quiere decir que haya desaparecido toda presencia de todas esas etnias en esta ya compleja sociedad; al contrario, hay “Centro Gallego”, hay “Hospital Italiano”, hay “Daia”, hay “Club Sirio-Libanés”, hay “Centro Armenio”, pero ninguno de ellos es un reducto del origen, casi todos son empresas abiertas a tutti quanti, no se habla italiano en el Italiano ni alemán en el Alemán y así siguiendo. Pero no se trata de eso, son vibrantes recuerdos de un momento de anclaje pero lo que observamos, si es que eso tiene un sentido, es que no hay restos en los seres que ya se han fundido y confundido con esta sociedad.

Trato de explicarlo. Somos, la mayoría, la primera o la segunda generación y hasta la tercera de los que fueron llegando a estas tierras: los de la primera, con esfuerzo, recuerdan y evocan a sus progenitores, más abuelos que padres, yo mis padres y mis abuelos; algunos, incluso, viajan para ver de dónde salieron sus padres o abuelos con la esperanza de determinar por qué lo hicieron y por qué a este lugar; muchos, también, evocan la gesta de la llegada y de la integración, hay una literatura nostálgica y reverencial sobre los que primero pisaron este suelo. En los de la segunda el origen es un eco lejano, casi inaudible, el aquí y el ahora predomina, la memoria se detiene. Pero, en todos los casos, no hay rastros en el lenguaje ¿Se ha perdido el linaje, ha desaparecido el interés por recuperarlo? ¿O no hay nada de qué jactarse?

Podría decirse que la fusión ha sido en ciertos casos tan completa que herederos de los inmigrantes han asumido el olvido con tanta naturalidad que no se distingue en ellos nada del origen: ¿se recuerda lo italiano en los Frondizi, se convoca a lo sirio en los Menem, se recuerda lo español en los varios Fernández, todos primeros actores en este complicado devenir que es la vida política y cultural del país?

Por otro lado, según cierta manera de ver, es como si se hubiera realizado el sueño de conformar una nueva etnia, un objetivo que acaso se plantearon Alberdi, Sarmiento, con sus grandes decepciones, y los constituyentes de 1853. Eso no quiere decir que todo transcurra como miel sobre hojuelas: cuando el atentado a la AMIA se hablaba de judíos en exclusiva, no de argentinos que podían ser judíos o lo que fuere y también se sospechaba que Menem protegía a sirios sospechosos de ser los autores y ni qué decir recordar que Kicillof era nieto de un rabino. Ése es otro capítulo, no me voy a internar en él, lo que para culminar esta nota quiero decir es que quizás el momento del olvido de los vástagos de la inmigración comienza el día en que sus antecesores miran, como lo hizo Martín Fierro, las “últimas poblaciones” y tienen fuertes razones para no querer evocarlas, la miseria, las persecuciones, los sufrimientos, la falta de porvenir, el hambre, arrasan con la nostalgia y borran los sueños, se abre un presente incierto pero infinito que se hace futuro y la memoria se puebla de otras impresiones, raras, difíciles pero muy diferentes a las abandonadas y nada cuesta disiparlas. ¿Evocarán los gallegos con morriña y llanto la sequedad de sus campos, los judíos los pogromos, los italianos el terror, los chinos la explotación? Y eso, los riesgos del ser, eso es lo olvidable y se transmite y se encarna, el lenguaje lo muestra, quizás lo padezca y sea una pérdida, pero quién sabe. 

Hoy prefiero dejar que las reflexiones compartidas hablen por si mismas

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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José David de Jesús Alfaro Siqueiros, más conocido como David Alfaro Siqueiros​, ​ fue un pintor y militar mexicano. Es considerado uno de los tres grandes exponentes del muralismo mexicano junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco.

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