Datos, Información, Marco de interpretación y las imprescindibles participaciones ...

 

El Reino de la Incertidumbre

 

 “Estamos cabeceando granadas en un gasoducto.” La reflexión del dirigente oficialista contiene dos preocupaciones: la evidente y la tácita. La primera tiene que ver con el costo simbólico que acumula la Casa Rosada luego de incontables idas y vueltas de declaraciones “on the record” entre el Presidente y sus ministros. La segunda, como un anverso de la primera, refiere a que el gobierno, según el interlocutor, “tiene 70 noticias buenas para dar” que no son aprovechadas. En algo le asiste la razón: esta semana el plan de vacunación alcanzó a más personas con dos dosis que solo con una y los números de la economía superan a los de 2019 y, en algunos sectores, a los de 2018. Sin embargo, desde hace cinco días la agenda, aun la oficialista, es la de un video que difundió la plana mayor del espacio opositor. “En 2015 nos acusaron de matar un fiscal, de narco a nuestro candidato y ahora nos pone a la defensiva una foto,  ¡porque en este caso es verdad!”, se lamentaba enfático un intendente

Enredado en su propio desorden interno, en el Frente de Todos los guarismos migran desde quienes auguran un triunfo que orilla los diez puntos en PBA y otros que temen un cisne negro que alcance una derrota que ya se materializó en la gestión política de la coalición. El gobierno tiene una herramienta luminosa a la cual aferrarse: al igual que en 2019, el mercado ya descuenta un triunfo del macrismo, motivo por el cual -además de la inminencia que no es tal del acuerdo con el Fondo- volaron las acciones las últimas semanas. Esta vez, sin las encuestas de Luciano Cohan.

Si bien en todo el sistema dan por hecho un entendimiento con el organismo que preside la búlgara Kristalina Georgieva, las diferencias habitan en el revoque fino. Sin resolución hasta después de las elecciones generales, uno de los puntos sobre los cuales hay discusión aún tiene que ver con la sobretasa. El FMI determina una tasa base que tiene un sentido de cubrimiento de gastos operativos y compensación por el capital. A partir del momento en que los países miembros empezaron a pedir una cantidad de dinero exagerada en relación a su cuota, el Fondo decidió poner estos sobrecargos. El número a partir del cual se gatilla ese sobrecargo es el 187.5% de la cuota de capital. En el caso de Argentina, el préstamo de 57 mil millones de dólares representa el 1300% de esa cuota. 

Para evitar estos pagos debería haber un cambio de reglamento en el Fondo. Nadie se atreve a descartar que pueda ocurrir. Esto lleva la penalidad del 1.05% al 3%. El otro punto es el sendero fiscal. Una noticia virtuosa del mundo financiero se consolidó el viernes a la tarde, pero se anunció ayer. Axel Kicillof logró la reestructuración del 98% de la deuda en moneda extranjera gracias, en parte, a dos incentivos perversos: una penalidad muy alta a quienes decidieron no ingresar y un perjuicio para los que sí lo hicieran en caso de no alcanzar las mayorías.

Sin embargo, una de las novedades más importantes de la semana llegó desde Santiago de Chile: el gobierno de Sebastián Piñera ordenó, por decreto, incorporar íntegramente a los mapas chilenos los límites reclamados por ese país, tanto en relación a la plataforma continental marítima al sur de Tierra del Fuego, como en el pequeño sector de Hielos Continentales a la altura del Monte Fitz Roy aún pendiente de demarcación limítrofe. Las autoridades argentinas protestaron enérgicamente.

La plataforma continental reclamada por Chile se superpone en buena medida con la reclamada por Argentina que, a diferencia de su vecino, obtuvo el aval de la Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental -un organismo creado por la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar. La obtención de aquel aval debería estar entre los logros de las mentadas políticas de Estado. La plataforma continental es la que se extiende, como prolongación geológica del continente, antes del océano profundo. Los países que tienen una plataforma continental extendida más allá del límite de 200 millas náuticas pueden hacer reclamos a partir de los diez años de ratificada la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar y la obtención del reclamo daría derecho a una explotación de recursos vivos y no vivos presentes en dicha plataforma. 

Argentina presentó su reclamación de plataforma marítima en el 2009 durante el primer gobierno de Cristina Kirchner. El gobierno de Chile, notificado de la presentación argentina, no protestó. El trabajo continuó durante el siguiente gobierno y durante el de Mauricio Macri; el aval de la Comisión del Límite Exterior llegó en 2017 con un reconocimiento aún mayor al presentado en 2009. La entonces canciller, Susana Malcorra, festejó aquel aval y pidió incorporarlo a la normativa interna para dar cuenta de los nuevos límites. Aquello se hizo recién en 2020 con una ley que el Congreso aprobó por unanimidad.

La respuesta chilena es tardía. El gobierno de Chile no objetó el reclamo argentino hasta el aval de la Comisión del Límite Exterior, en 2017 y, sin un pronunciamiento equivalente a la Argentina y absorbido por su dura conflictividad interna, tampoco dictó en ningún momento una norma legislativa similar a la nuestra. Piñera salteó el paso con un decreto, una medida meramente administrativa, que avanza sobre sus propias posturas nacionales y las contradice. De acuerdo a la postura chilena, no hay en el Tratado de Paz y Amistad delimitación marítima al sur de la isla de Tierra del Fuego y por ello es que objetaba la postura argentina. El decreto, lejos de limitarse a objetar la posición de nuestro país, avanza el límite chileno al sur de la isla de Tierra del Fuego hacia el este, internándose fuertemente en el Atlántico, y, quizás peor, fija límites incluso en hielos continentales a la altura de Santa Cruz, en un área que ambos países reconocen como parte de una negociación que estaba prevista continuar en octubre.

La agresividad del decreto es inexplicable desde las relaciones bilaterales. La cuestión de fondo se venía conversando en negociaciones que fueron parte de la visita de Alberto Fernández a Santiago en enero, cuando se resaltó -de ambos lados- la "hermandad" construida a lo largo de los años. La excusa chilena sobre algún fraseo poco feliz en la Directiva Para la Defensa Nacional también parece extraña: dados los años de medidas de construcción de confianza entre las Fuerzas Armadas de ambos países y las escasas capacidades ofensivas argentinas, se corporiza pobre. Aparenta ser en línea con el momento electoral que vive Chile. El 21 de noviembre, el país elegirá presidente. El candidato de Piñera, Sebastián Sichel, de perfil relativamente centrista, debe evitar la fuga de votos hacia el pinochetista José Antonio Kast si quiere tener chance de llegar a la segunda vuelta y aspirar a imponerse. Y el nacionalismo es un buen aglutinador. Con un poco de cinismo, podría pensarse que, aun perdiendo, un diferendo  limítrofe de alto perfil sería un presente troyano para un futuro gobierno de izquierda o centroizquierda que busque acercarse y aumentar la cooperación con Argentina.

Las respuestas de este lado de la cordillera deberán ser calibradas de forma cuidadosa y estratégica. Se necesitará muñeca y la misma visión de Estado que orientó el reconocimiento de la Comisión de Límite. El comunicado de llamado al diálogo del PRO, firmado por Patricia Bullrich y Fulvio Pompeo, que no menciona aquel reconocimiento y se para en un lugar neutral entre Argentina y otro país, es una mala señal cuando enfrente Piñera habla de una "política de Estado, acordada con Frei, Lagos y Bachelet".

Las diferencias sobre límites son comprensibles y esperables, la importancia de las plataformas continentales, a medida que la tecnología permite la explotación de los recursos submarinos es un llamado a su crecimiento. Lo que sería incomprensible es que dicho diferendo dañara una relación que pasó de la pugnacidad a la amistad de la mano de la democracia en ambos países, un logro que tiene escasos ejemplos similares a nivel mundial fuera de la Europa de posguerra. 

Dado que la Comisión de Naciones Unidas no se pronuncia sobre delimitaciones bilaterales, será responsabilidad de los gobiernos volver a encaminar las diferencias en un diálogo constructivo y aislado del resto de la relación bilateral. Alberto Fernández y Felipe Solá deberían jugar en una cancha distinta de la que marcó Piñera.

Mientras tanto, el jueves se festeja el Día de la Industria en un año muy singular. El principal motivo, político. La Unión Industrial Argentina está atravesando un momento de falta de armonía con el oficialismo. El evento se iba a desarrollar en Entre Ríos y lo iba a presidir la familia Baggio, atravesada desde hace muchos años por un conflicto familiar luego de la muerte de Rufino Pablo en una clínica en Londres por culpa de un cáncer de lengua. Tuvo que ser cancelado. ¿Los motivos? “Problemas con el BCRA”, dicen desde el gobierno. Hagamos historia. Una mala cosecha de tomate durante el año pasado obligó a Baggio -voluminoso exportador de puré de tomate a África, India, Rusia, China, Nicaragua et al- a importar el producto de Perú y Chile para poder cumplir con las exportaciones. Debido a las restricciones de la autoridad monetaria, la compañía no pudo pagarle a proveedores y fue embargada a través de seguros de caución. Tampoco puede honrar sus compromisos vía CCL porque eso implicaría que el Banco Central le restrinja las importaciones.

Ante ese escenario, la UIA recalculó, pero con el GPS descalibrado: la nueva sede será, hasta el momento, Cerámica Alberdi de Martín Rappallini, investigado en la justicia federal por María Romilda Servini de Cubría -junto a Mauricio Macri, Guillermo Dietrich y Javier Iguacel- por intentar apropiarse de un contrato del Grupo Indalo. Enfrentado, además, con Axel Kicillof -que no asistirá al encuentro y hará su propia celebración con Víctor Fera-, Rappallini es un collar de sandías que le pesa más de lo que está dispuesto a tolerar a un Daniel Funes de Rioja que, hasta el momento, no logró resolver el enredo.

(Cenital)

Reactivación: la construcción recuperó los niveles de empleo previos a la llegada del Covid

De la mano de la recuperación que está viviendo el sector, la cantidad de puestos de trabajo en la construcción alcanzó los niveles previos a la pandemia. Asimismo, las perspectivas del sector de cara a los próximos meses son positivas y están fundamentadas tanto en el crecimiento de la obra pública como en el impulso de la obra privada.

Según confirmó ante El Economista el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Iván Szczech, “el empleo de la construcción superó levemente los guarismos de febrero de 2020”. 

El empresario destacó que en julio se habrían alcanzado los 336.000 puestos de trabajo mientras que en agosto quedaría cerca de los 340.000 debido a que la tendencia es “al alza”.

Los números

El último reporte disponible del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) consignó que hasta junio de este año se habían alcanzado los 331.532 puestos de trabajo registrados en el sector, es decir, un aumento del 1,9% en relación a mayo. A su vez, ese guarismo se encontraba 1,6% por debajo de los 337.208 empleos que había en febrero de 2020, antes del comienzo de la crisis sanitaria.

Vale recordar que, en base a datos del Ieric, entre febrero y julio del año pasado la construcción perdió casi 70.000 empleos registrados y el saldo fue de 268.588 trabajadores que pudieron mantener su trabajo. Esa caída se explica por las restricciones que surgieron en el marco de la primera ola de Covid-19 que sufrió nuestro país. 

A partir de tocar ese piso, la cantidad de empleados fue aumentando a medida que transcurrían los meses. “El empleo viene creciendo en niveles bajos, pero sostenidos. La prepandemia ya está superada”, comentó Szczech. “El desafío ahora es apuntar a llegar al máximo histórico de 435.000 trabajadores registrados que tenía el sector en 2017”, agregó el empresario. 

Recuperación

El repunte en los niveles de empleo van de la mano con la recuperación que está mostrando el sector luego del duro golpe que implicó la pandemia. Los últimos datos del Indec mostraron que la actividad de la construcción revirtió cinco meses con variaciones mensuales a la baja y tuvo un crecimiento del 6,8% respecto a mayo. Junto a la industria, la construcción es la punta de lanza que el Gobierno tiene para sostener el nivel de actividad. 

En tanto, los datos adelantados de julio son optimistas en cuanto a un sostenimiento del repunte. Los despachos de cemento tuvieron el mejor julio desde 2015 y el Índice Construya, que nuclea la actividad de las grandes empresas del sector, se ubicó el mes pasado cerca de los máximos históricos de 2013, 2015 y 2017, y 21% por encima del promedio de 2019.

El viernes se conocerán los datos de despachos de cemento de agosto y el próximo 7 de septiembre el organismo estadístico oficial dará a conocer los Indicadores Sintéticos de la Actividad de la construcción (Isac) correspondientes al mismo mes. Los especialistas auguran que los guarismos serán positivos, aunque no tan buenos como los de junio.

Push electoral

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el Gobierno todavía tiene recursos para volcar en lo que respecta a obra pública y construcción de viviendas. Volcar ese dinero a esos sectores forma parte del “push electoral” para generar una sensación de mejora en la situación económica a través del crecimiento en el empleo en un sector que generalmente aglutina sectores de ingresos más bajos. 

Fuentes del Gobierno adelantaron a El Economista que el año próximo habrá todavía más inversión en obra pública. En concreto, buscarán llevar la participación del gasto de capital del sector público nacional a los niveles previos al 2015, no menor al 3% del PIB en los próximos períodos. Vale recordar que ese ítem llegó a un piso del 1,1% del PIB en 2019 y se estima que este año alcanzará el 2,2%.

De todas formas, tanto el Ministerio de Obras Públicas como la cartera de Desarrollo Territorial y Hábitat aún cuentan con buena cantidad de recursos para volcar al impulso de obras hasta fin de año. Entre los dos suman casi $147.000 millones, según los últimos datos de ejecución presupuestaria que publica el Ministerio de Economía. 

En primer lugar, Obras Públicas ejecutó el 60% de los $288.163,5 millones que tenía presupuestado para este año. Esto significa que la cartera dirigida por Gabriel Katopodis todavía cuenta con un margen de $113.264,7 millones hasta diciembre.

Por su parte, Desarrollo Territorial y Hábitat utilizó casi el 71% de los $115.936,7 millones que tenía de crédito para el ejercicio 2021. No obstante, el ministro Jorge

Ferraresi tiene para gastar $33.723 millones en la construcción de viviendas hasta el 31 de diciembre.

Entendemos que será vital la inversión pública para sostener la actividad de la construcción. En el marco de un posible cierre con el Fondo Monetario Internacional, estamos conversando con el Gobierno para que eso no implique una reducción de los recursos disponibles para nuestro sector tal como sucedió en el último acuerdo”, argumentó el presidente de Camarco. 

Más drivers 

El crecimiento de la brecha cambiaria en los últimos meses también ha fomentado el desarrollo y la inversión privada en obras de reparaciones particulares. “Los principales drivers favorables en el futuro para la construcción serían los bajos costos en dólares, aunque crecientes en pesos en los últimos meses, tasas de interés reales bajas”, consideró la consultora ACM y agregaron que los controles cambiarios también podrían impulsar la demanda inmobiliaria y de otros bienes durables.

Desde Reporte Inmobiliario explicaron que, si bien los costos de la construcción siguen aumentando en pesos, medidos en la cotización del dólar blue se redujeron 3,53% durante julio. El promedio mensual del costo en dólares del metro cuadrado de construcción del modelo de edificio en propiedad horizontal, que presupuesta todos los meses Reporte Inmobiliario desde el año 2008, fue de US$ 639. 

Durante los últimos tres años, desde agosto de 2015 a julio de 2018, ese valor fue un 63 % más elevado, alcanzando en promedio para ese período trienal los US$ 1.040 dólares por metro cuadrado”, resaltaron.

Convenio con Holcim para garantizar la provisión de materiales 

Con el fin de asegurar la provisión de cemento necesario para los distitos programas que lleva adelante el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, el ministro Jorge Ferraresi y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, firmaron ayer un convenio con el CEO de la cementera Holcim Argentina, Christian Dedeu. 

En base al acuerdo, la empresa se comprometió a comercializar a las unidades ejecutoras de los planes y programas de vivienda que oportunamente determine la Secretaría de Hábitat, que conduce Santiago Maggiotti, de forma constante e ininterrumpida la totalidad de los materiales e insumos de la construcción. 

Las partes acordaron que la venta de los productos no podrá estar sujeta o condicionada por parte de la empresa a la compraventa de otros productos, volúmenes mínimos o a cualquier otra condición no prevista, sino que deberán cumplir con las condiciones comerciales requeridas. 

Este convenio permite tener estabilidad en el plan de construcción de las viviendas, una cualidad muy importante a la hora de iniciar un proyecto porque permite hacer un uso más eficiente de los recursos”, dijo Español sobre el acuerdo. 

En tanto, Ferraresi explicó que “firmar este tipo de convenios nos permite seguir articulando con todos los sectores que llevan adelante el proceso de construcción de viviendas y lograr que cada vez más familias argentinas cumplan el sueño de tener su casa propia”.

( El Economista)

Corte Suprema

El máximo tribunal dejará para después de las PASO la elección de su próximo presidente. El próximo 30 de septiembre termina el mandato de Carlos Rosenkrantz como presidente de la Corte. Según el diario La Nación, el sucesor podría ser Horacio Rosatti, con vicepresidencia del propio Rosenkrantz, una fórmula que contaría con el tercer voto de Maqueda.

Hace algunos días, los diputados Ritondo (PRO) y Yacobitti (UCR) presentaron un proyecto de ley que regulaba la presidencia del máximo tribunal por orden de antigüedad. Pero el proyecto fue descartado y el propio Ritondo quitó su firma

(Cenital)

Juicio por la “Balacera”

Este martes, en el marco del juicio que se le sigue a Ariel Máximo Cantero y otras 5 personas por las balaceras contra el Poder Judicial ocurridas en el año 2018, fue el turno de sentarse ante el tribunal como testigo, del ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro.

El actual diputado y precandidato a senador, explicó ante los medios que citado a declarar como ministro de Seguridad y que su declaración se basó en el perjuicio que le causaron al Estado los diferentes atentados «que se llevaron adelante durante más de 100 días y que tenían un claro objetivo: atentar contra las instituciones democráticas de la provincia de Santa Fe y quebrar la decisión del Estado santafesino de tener condenas ejemplares sobre esta organización criminal».

Pullaro detalló que durante su declaración también habló sobre el perjuicio que significaron dichos atentados para la ciudad, no sólo económico, porque la mayoría de los operativos se disponían con horas extraordinarias de la policía de Santa Fe, para no descuidar las tareas preventivas, sino del perjuicio a la ciudadanía en su conjunto por la cantidad de hombres que hubo que disponer en función de la peligrosidad de estos atentados, cuyo objetivo que era quebrar las instituciones democráticas».

El ex titular de Seguridad se mostró extremadamente crítico con la actual gestión y afirmó que no le sorprende que «Guille» Cantero siga actuando desde la cárcel, ya que «hay un nivel muy bajo de cuidado de los presos de alto perfil por parte del Servicio Penitenciario Federal y también del provincial». Además, aseguró que esta administración disolvió muchas herramientas que se habían coordinado con los distintos poderes, como las celdas de alto perfil. «Si ven lo que está ocurriendo en el Servicio Penitenciario de Santa Fe, donde prácticamente hay una fuga por semana, eso sucede porque todos los recursos que se habían destinados para aislar a los presos de alto perfil, que hacían que estén con un cuidado y resguardo mayor, eso también se disolvió».

 

En relación al episodio en que fue baleado el auto en el que se trasladaba su secretario privado, en aquellos años, Pullaro recordó que fue un momento que se vivió con mucha angustia. «Fue un momento muy difícil, la provincia estaba viviendo mucha preocupación y mucha angustia, y entendimos que no teníamos que victimizarnos y avanzamos con la investigación en forma reservada».

El exministro recordó que en esa época tenía asignados tres vehículos, «un Focus, un Vento y una Amarok». «En esos días me habían  asignado la Amarok y, cuando a mi secretario se le rompe el auto, le dejé la camioneta y use el Vento. Y lo que pasó es que cuando él iba manejando en una zona vulnerable, se le puso una moto a la par y cuando la camioneta se detuvo en una vía, le dispararon. Tuvo mucha suerte porque el balazo le pasó muy cerca. Nunca se esclareció el hecho y no se dio con el responsable. Fue un momento muy difícil».

(Conclusión)

Sontodolomismo

Jorge Ricardo Halperín ​​​​ es un periodista y escritor argentino, en actividad desde 1967, escribe en Página 12: “Sontodolomismo no es un empate”

El clásico del domingo Boca-Racing terminó con el más mentiroso de los resultados: un empate. Y no es que un equipo hubiera arrasado al otro sin suerte en el arco. No.

Pero el “cero a cero” está bien lejos de ser recibido como un resultado salomónico por cada rival. Invariablemente, un equipo siente alivio y el otro frustración.

Depende de quién ha sido local y quién visitante. Depende de quién asumió más tiempo una actitud ofensiva o cree que lo hizo. Depende de las urgencias de cada uno (Boca necesita alejarse del fondo de la tabla).

Y depende de muchas otras circunstancias del juego (Boca “perdió” con los empates por la Libertadores contra Atlético Mineiro porque le anularon erróneamente un gol en cada partido, pero “ganó” en más de un empate reciente del campeonato local contra equipos chicos que merecían derrotarlo.

De todas maneras, no importa quién mereció ganar en el clásico del domingo porque me estoy valiendo de esta anécdota futbolera para hablar del papel que juega la imagen del empate en la escena política.

El peronismo y la alianza de centro derecha de Juntos por el Cambio se alternaron en el gobierno en los últimos veinte años.

Cuando Macri dejó la presidencia el saldo fue tan aplastante que algunas personas que lo votaron, ante la lapidaria evidencia, sólo atinaron a decir “Al final son todos lo mísmo”. Con lo cual privaron a su interlocutor peronista de un sentimiento de superioridad --igualan en lo negativo--, se desentendieron de haber apoyado a una fórmula tan dañina, y, de yapa, no resignan su antiperonismo.

Muchos de ellos encontraron una nueva ocasión propicia para el “Sontodolomismo” a partir de los cerca de veinte vacunados por acomodo del ex ministro Ginés González García, y, últimamente, en la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez en 2020 con once personas en la quinta presidencial.

Así, una cuestionable celebración de un cumpleaños en plena cuarentena pasa a ser equivalente al boycot permanente a las medidas sanitarias, marchas anti-cuarentena y rechazo de las vacunas desplegado en forma sistemática por JxC.

De esa manera, “Sontodolomismo” decreta un supuesto empate entre una fuerza política que, sin pandemia, desmanteló y devaluó el sistema de salud, multiplicó la pobreza y la inflación, y sometió al país a una deuda imposible de pagar, contra otra fuerza que se encontró con semejante cuadro y recibió el mazazo de una pandemia ni bien empezaba a gobernar.

Sontodolomismo” pretende reducir a nada los activos del Frente de Todos  (FdT) de haber impedido el colapso sanitario, vacunado al 60% de la población, por encima del promedio mundial, renegociado una deuda privada de 65 mil millones de dólares, destinado enormes recursos a los sectores vulnerables, aliviado a las clases medias congelando tarifas y alquileres e imponiendo un piso de ingresos de 150.000 pesos mensuales para exceptuar el pago de ganancias, y aplicado un impuesto a la riqueza.

El “Sontodolomismo” se metió, incluso, en la interna de la alianza de centro-derecha, porque el radicalismo hace un esfuerzo extraordinario por dar a entender que es algo diferente del peronismo y de Mauricio Macri, como si se hubiera ausentado del país desde 2016 y no hubiera co-gobernado y votado en el Congreso las políticas de centro derecha de JxC, y boycoteado ahora desde la oposición.

Lo cierto es que alguien gana y alguien pierde con ese imaginario empate.

Pierde el FdT porque derrotó al macrismo en 2019 presentándose como una alternativa opuesta al gobierno para pocos, y sus logros quedan invisibilizados por esta suerte de “no son alternativa”.

Gana JxC, porque queda velado el hecho de que no tiene logros para mostrar –todo se `gual– y porque sus contenidos se nutren de la anti-política, de incorporar a sus filas personajes que subestiman a los políticos y los criminalizan, de propagar un ideario muy propio de las corporaciones para las cuales el Estado y los políticos son siempre un obstáculo.

Sontodolomismo” es una victoria para quien no tiene propuestas para estos comicios y medra sólo con los errores del adversario, y es un castigo para quien las tiene. Victoria para JxC porque no le conviene debatir de políticas ni puede prometer cambios por su nefasto balance 2016-2019.

Y derrota para FdT porque, como dije, reduce a nada el activo de su gestión de 20 meses y provoca que no se escuchen sus propuestas.

Y, sobre todo, “Sontodolomismo” es una derrota para la democracia porque esparce la enfermedad de la apatía sostenido en la coartada de “¿Para qué voy a votar si no hay verdaderas opciones?”

Mirado desde otro ángulo, es una fácil justificación de votantes antiperonistas para devaluar a la fuerza gobernante, pero impacta mal en los “independientes” y los indecisos.

Inocula veneno en el votante que no abraza una fuerza política y a quien se le persuade de que, haga lo que haga, nada va a cambiar.

Por eso no se escucha indignarse con este falso empate a quien vota siempre por una opción progresista, sino al derrotado de 2019.

Pero está claro que, más allá de las apariencias, unos ganan y otros pierden con semejante fake news…

Coronavirus

Otras 205 personas murieron y 6.731 fueron reportadas con coronavirus en las últimas 24 horas en la Argentina, con lo que suman 111.812 los fallecidos registrados oficialmente a nivel nacional y 5.185.620 los contagiados desde el inicio de la pandemia, informó el Ministerio de Salud.
La cartera sanitaria indicó que son 2.672 los internados con coronavirus en unidades de terapia intensiva, con un porcentaje de ocupación de camas de adultos de 44,8% en el país y del 46,9% en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
De acuerdo al Monitor Público de Vacunación, el total de inoculados asciende a 42.693.169, de los cuales 27.976.268 recibieron una dosis y 14.716.901 las dos, mientras que las vacunas distribuidas a las jurisdicciones llegan a 48.148.449.
Un 29,01% (1.953 personas) de los infectados de este martes (6.731) corresponden a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires.
De los 5.185.620 contagiados, el 93,99% (4.874.141) recibió el alta y 199.667 son casos confirmados activos.

(Telam)

Un encuadre posible

Mal que les pese a los “dueños de la verdad”, la realidad no se expresa en datos e informaciones que “hablan por sí solas”. Exigen de las mentes humanas responsables y decisorias, un marco conceptual que le asigne sentido y de dirección a las conductas que resultan de su responsabilidad y decisión. 

En un escenario pre-electoral, aún pándemico, con serios problemas sociales y económicos, tal encuadre, siempre resultado de las relaciones de los individuos que se definen “a si mismos” en sus relaciones con “otros”, aún y cuándo esos “otros” no aparezcan en sus “registros mentales” y se considere que todo es fruto del esfuerzo personal y la dedicación individual y lo buena persona que uno es porque hace lo suyo y no se mete con nadie …, es necesariamente producto de época. Sin embargo, no exime al individuo de realizar su esfuerzo y aporte. Por eso en estos tiempos es imprescindible recuperar la honestidad intelectual y precisar desde “donde” se interpretan los datos y los hechos que se producen y que, como información, van delineando el universo de comprensión de la realidad en la cual cada quién se va definiendo a si mismo e interpretando las acciones de los “otros” y tomando responsablemente las propias decisiones. Quizá sea esto de lo que trate la libertad posible y no la ilusoria que sostienen quienes se aferran a ese concepto para sostener privilegios e injustas acumulaciones y apropiaciones de riquezas mal repartidas.

Porque hemos vivido otros tiempos aún mas oscuros que estos, es que reivindicamos el sistema democrático y lo defendemos y sostenemos responsablemente en la acción y decisión electoral. Pero la defensa de la democracia y de las instituciones de gobierno de un Territorio, de un Estado/Nación y de las formas que en el, históricamente se han ido construyendo, no se limita al acto electivo, sino que impulsa las decisiones diarias que tienen que ver con lo común, lo público y ese marco en el que interpretamos la propia vida en relación con “otros” y que le da sentido y dirección a lo que hacemos a diario parauno mismo”, para la familia y los afectos, para quienes conviven con uno en un territorio y con quienes compartimos presente y futuro en esas realidades que se representan de modos mas abstractos … Patria, Nación. Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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