Etica y moral pública y privada ...

 

El análisis del populismo desde nuevas perspectivas de las ciencias sociales, ayuda a despojar su estigma conceptual y a superar la confusión terminológica que su uso ha provocado. Esas perspectivas centran en los sectores populares y en sus culturas, la activación, producción y circulación del populismo. Al tratar de comprenderlo como un fenómeno comunicacional de tipo simbólico que da cuenta de la realidad de la exclusión social, van más allá de los límites alcanzados por el análisis político y económico convencional de dicho fenómeno.

(…) comprender el populismo como fenómeno comunicacional de carácter ascendente, que se articula y exhibe desde múltiples formas expresivas. Las manifestaciones contemporáneas del populismo no pueden despojarse del mensaje como unidad persuasiva que busca cohesionar o identificar al adversario político-cultural, situando la lucha política en una tensión bipolar extrema, mítica y reduccionista. En medio del desarrollo de una cultura digital, que espectaculariza el poder y amplifica las formas tradicionales de los discursos, el populismo ingresa al espacio público de la virtualidad y traspasa sus inquietudes al territorio de las redes sociales, con una nueva expresión que se denominará Meme-populismo.

Sintetiza imágenes y textos que buscan una viralización desde la lógica comunicacional y las características propias del neopopulismo. 

(Meme-Populismo: La nueva frontera digital de la expresividad política Claudio Elórtegui Gómez - Escuela de Periodismo 

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso)

Cualquier asunto de relaciones humanas que involucra aspectos de las vidas en común de los individuos en una comunidad o en un territorio psiquico (De pertenencia afectiva, identataria, simbólica) o real (Geográfico, político, Económico, cultural), ambos entrelazados en el presente en el “cada quien” propio y personal, anuda cuestiones del “yo”, del “nosotros”, con las del “otro” y las del “ellos” (dónde aparece la despersonalización y la idea del enemigo, aquel que provoca el temor a que “yo” no pueda “ser yo”).

Ahora bien, y en tiempos electorales esto debería ser considerado de importancia, más allá de que toda representación de ideas de lo común deben encarnarse en “individuos” que en sus comportamientos individuales y privados sostengan una ética mínima respecto de los valores comunes que supone representa, los aspectos que mas deberían considerarse a la hora de las elecciones de representaciones no es tanto el de la ética personal del candidato sino mas bien el de la ética pública.


Si bien las diferencias entre ética pública y ética privada es uno de los debates mas ricos que se dan en el ámbito del derecho y de los estudios sobre la conducta humana, poco es lo que trasciende de estos.

No intentaremos aquí profundidad alguna al respecto ya que solo se trata de encuadrar algunos temas que en estas últimas semanas e inmersos en el clima pre-electoral, atizan los debates públicos.

Unas pocas consideraciones al respecto.

Los debates sobre estas cuestiones se enmarcan dentro de dos corrientes predominantes.

1. Las que consideran, con diversos matices, arbitrario juzgar y diferenciar las conductas de las personas según el ámbito en que se desempeñen.
Para toda persona los valores serán los mismos con independencia del contexto en que se desempeñen.
Los valores son los que permiten juzgar a una acción como ética o falta de ética, con independencia del contexto.
Y quien la ejecuta no puede cambiar si la circunstancia lo hace.

2. Las que, por contrario, consideran en las conductas humanas individuales, los cambios producidos por los contextos. Esto es que las conductas no son las mismas entre el individuo en su ámbito y quehacer privado, respecto a aquel expuesto a la consideración y el juicio público.

Solo para tomar en cuenta elementos que entran en juego en estos debates, mencionaré que, tanto las conductas individuales como públicas, están sometidas a algún juicio público que en tanto formación (Educativa, cultural, religiosa ...)se es aprehendida desde el comienzo mismo de la vida en los ámbitos familiares y de relaciones, y/o “control” (En esos mismos ámbitos educativos, culturales y religiosos en lo familiar o de las relaciones en las que los individuos van adquiriendo la percepción de su “yo” respecto de la diferenciación posible con “otros”).

Las “mentalidades de época” establecen un marco referencial irreductible y dificil de atravezar en esos elementos que forman parte de las “estructuras” psiquicas respecto a “lo bueno” y “lo malo” de las acciones humanas para consigo mismo o con “otros”, referenciadas en lo que distinguimos como ética y moral.

Tampoco vamos a entrar en el debate que diferencia ambos conceptos. Solo para saber a que nos estamos refiriendo, sostendremos la ética como el espacio de la libre decisión del “yo” respecto de la moral, que invoca a los “preceptos y reglas” que se imponen por ley o por costumbre como definiciones enseñadas y aprendidas en un individuo en su ámbito de formación de su consciencia. Ambas no siempre coinciden en tanto la ética es mas individual que la moral colectiva.

Por último y para comenzar a desandar las informaciones y los textos elegidos para este sábado, introducir la cuestión de los territorios que, como algo decimos al inicio, en estos tiempos tienen dos ámbitos que se entrelazan, el de las redes virtuales y el de los espacios goegráficos y territoriales que constituyen materialidad y áspectos físicos concretos. La virtualidad quizá mas asociada a la temporalidad y a como los psiquico sitúa cuerpos en su tiempo/espacio. Y las geografías en su doble dimensión: 1 limitante, que impone una moral y una ética a lo propio 2.- expansiva, aquella que considera la universalidad de “lo humano” en su aporte “territorial” particular como la necesaria “localización” de toda expresión humana con lo que “lo universal” se nutre y de cuya construcción depende.

Como sea, estos elementos para la reflexión proponen debates mas ricos e inteligentes que aquellos que pretenden reducirlos a “fotos de cumpleaños en tiempos de cuarentenas laxas” o “enojos de docentes en discusiones políticas en un aula”. 

Donde antes crecían pastos duros 

Fernando Bercovich Escribe sobre temas urbanos. Vivienda, transporte, infraestructura y espacio público son los ejes principales de su trabajo. Curso estudios de Sociología en la UBA y cursó maestrías en Sociología Económica (UNSAM) y en Ciudades (The New School, Nueva York). Edita el News “Trama Urbana” en Cenital

Los carpinchos son la punta del iceberg de una forma de crecimiento urbano que entra en conflicto con el ambiente y tiene consecuencias sociales concretas. Nordelta, su historia y su actualidad, como reflejo de una dinámica urbana que no empezó ayer y que tiene al Estado como actor imprescindible.

Para combatir ese mal humor que tengo últimamente llegó ese héroe popular que nunca desilusiona: el carpincho. Si Carlos Marx reviviera en la Argentina de 2021, además de preguntarse unas cuantas cosas, seguramente incluiría en El manifiesto comunista un capítulo sobre los carpinchos intentando recuperar sus tierras en Nordelta.

Ya varias veces te mencioné las consecuencias -ambientales, pero también sociales y económicas- de la proliferación de barrios cerrados en el territorio. La expansión de las aglomeraciones urbanas de Argentina durante los últimos años se dio en gran medida bajo la forma de estas urbanizaciones, y en muchísimos casos esos barrios aprovecharon formaciones naturales como humedales para hacer más atractivos sus paisajes. No sólo eso, incluso avanza sobre los cinturones frutihortícolas en las inmediaciones de la centralidad urbana, obligándolos a trasladarse más lejos y a aumentar sus costos de logística, lo que termina impactando en el precio de los alimentos.  

Según CIPPEC, casi un 30% del crecimiento de los grandes aglomerados urbanos del país entre 2006 y 2016 se dio en forma de urbanizaciones cerradas. Pero en áreas metropolitanas como las de Buenos Aires y Córdoba, un 46% de la expansión corresponde a countries. En cambio, en otras aglomeraciones como Rosario (24%) y Santa Fe (10%), los barrios cerrados pesan menos en la expansión de la mancha urbana. 

El caso de Rosario es particular. En 2010, una ordenanza impulsada por la agrupación política Ciudad Futura, prohibió que se desarrollen barrios privados dentro de la ciudad. Pero en la zona norte del AMBA la presencia de barrios cerrados es particularmente alta. En los partidos del conurbano donde más countries se registran es donde también hay mayores índices de pobreza y desigualdad. Pilar es, quizás, el caso más paradigmático: el que más territorio cercado posee y al mismo tiempo el distrito que ostenta el mayor índice de Gini del país. 

En Tigre, casi la mitad del territorio continental ya está ocupado por este tipo de urbanizaciones. Nordelta es una de ellas, pero no es una más: es de las llamadas “mega-urbanizaciones” y contiene 24 barrios con distintas características. Es el conjunto inmobiliario cerrado más grande del país, a sólo 30 km. de la Ciudad de Buenos Aires.

Una ville nouvelle en el conurbano

Si bien Nordelta hoy puede ser señalado como lo opuesto a lo público, su origen está totalmente entrelazado con el Estado. En 1972, dos empresas (Dragados y Obras Portuarias Sociedad Anónima y Supercemento) le compran al Municipio de Tigre un predio pantanoso de 1.600 hectáreas. Las empresas no tenían demasiada experiencia en la construcción privada, sino que habían crecido al calor de la obra pública: habían ganado licitaciones para hacer acueductos, plantas potabilizadoras, gasoductos, hospitales y hasta grandes conjuntos de vivienda pública para sectores de ingresos bajos.

El primer masterplan de Nordelta confeccionado por Julián Astalfoni -el ingeniero detrás de Supercemento- en 1972 se parecía más a las ville nouvelles de la París de la posguerra, donde explícitamente se busca la mixtura social, que al barrio de lujo que es hoy. De hecho, los ingenieros que desarrollaron Cergy-Pontoise, una ciudad planificada en las afueras de París por arquitectos influenciados por el Mayo Francés, asesoraron a Astalfoni. 

Recién en 1992 el gobierno de la Provincia de Buenos Aires (Duhalde) y la Municipalidad (Ubieto) aprobaron el masterplan de la ciudad. Pero los compradores no tenían los fondos suficientes para encarar toda la obra. Unos años después, en 1998, entra en escena Eduardo Costantini, fundador de Consultatio S.A., quien le imprime otro carácter a Nordelta y comienza a morir lentamente el plan de diseñar una ciudad jardín socialmente inclusiva. No era una idea tan novedosa. En San Pablo ya existía Alphaville, una ciudad compuesta por muchas gated communities.

Además de modificar la morfología de la ciudad pueblo y descartar la idea de un centro comercial funcional en el área central de la urbanización, el empresario propuso bajar las proyecciones de densidad poblacional que había propuesto Astolfoni. Si la baja densidad no era suficiente para pasar de la utopía casi socialista original a un barrio de lujosos chalets, el cierre perimetral, también propuesto por un joven y ambicioso Costantini, terminaría por sepultar lo que quedaba del proyecto original.

La tranquilidad de la naturaleza y la comodidad de la ciudad

Lo que también quedó sepultado con las inversiones que atrajo Consultatio S.A. es el gran humedal sobre el que se asienta Nordelta, el hábitat natural de los carpinchos que fueron noticia durante las últimas semanas. La antropóloga María Florencia Girola cuenta que “con la conformación de un equipo interdisciplinario encargado de elaborar el plan director de la nueva centralidad tigrense se sentaron las bases para la reconversión de un espacio que contaba con inigualables valores estratégicos: su proximidad a la ciudad central y sus cualidades paisajísticas (con los canales de agua como elemento distintivo)”. La conexión con la naturaleza aparece hasta hoy como uno de los valores positivos para atraer familias a los barrios de Nordelta.

La urbanización se concibió desde un principio como una ciudad pueblo, donde se rescatarían los valores y costumbres de los pueblos de antaño pero con las comodidades de la ciudad. El lema de Nordelta refleja esa combinación: la tranquilidad de la naturaleza y la comodidad de la ciudad.

Sonia Vidal-Koppman escribió sobre Nordelta y otros mega-emprendimientos similares: “En la estrategia armada por los emprendedores inmobiliarios se impuso a mediados de 2004 un objetivo muy firme: hacer ciudad. Esto significa no contentarse con construir grandes barrios cerrados, sino buscar un producto inmobiliario que emulara la ciudad abierta y que ofreciera condiciones de confort urbano, de seguridad y de calidad de vida superiores”.

Esa comodidad de la ciudad no se ve reflejada solamente en el equipamiento de Nordelta (escuelas primarias y secundarias bilingües, clubes, centros de salud, shoppings, supermercados, farmacias) sino en el acortamiento de la distancia con la Capital que propició, por ejemplo, el corredor Bancalari-Benavídez, que conecta el emprendimiento con el Acceso Norte y fue financiado parcialmente por el Municipio. Diego Ríos y Pedro Pírez, que estudiaron distintos barrios asentados en Tigre, mencionan además la relocalización y refuncionalización de estaciones de tren y fluviales, la construcción de caminos que dan acceso a los diferentes barrios, el mejoramiento de la ruta provincial 27, entre otras. 

Pero volvamos a la relación con la naturaleza. El antropólogo y urbanista Ricardo Greene que escribió su tesis de doctorado (en inglés, pero pronto se va a publicar en castellano) sobre Nordelta, donde hizo trabajo de campo por más de dos años, señala que los nordelteños describen su lugar de residencia como un espacio que antes de su llegada estaba vacío, como una conquista del desierto. En esas declaraciones, Greene cree que hay dos movimientos: la negación de lo que había y la identificación con lo que está surgiendo. Uno de los videos promocionales de la mega-urbanización refleja esa idea: “El espíritu de los pioneros y el coraje de los colonizadores logró fundar una comunidad allí donde antes crecían pastos duros”.

Pero esa conquista de la naturaleza no es gratuita. El rellenado de las tierras pantanosas de Nordelta y muchos de los barrios cerrados provocan alteraciones en el ambiente que repercuten en la flora y fauna del lugar, pero también en los barrios aledaños que, por lo general, están habitados por familias de ingresos bajos. En este caso los dos barrios más afectados son El Garrote y Las Tunas, que se inundan constantemente desde la llegada de Nordelta. Es que los humedales, al ser rellenados, dejan de cumplir la función de esponja. 

(Cenital)

Carolina Vazquez Araya en Iberoamérica Social.

El abuso del poder

Durante mucho tiempo las sociedades occidentales creyeron a pies juntillas en la prevalencia absoluta de sus valores democráticos, bien establecidos en sus textos constitucionales y, mejor aún, fuertemente impresos en el inconsciente colectivo. Sus derechos, sus espacios de libertad y sus responsabilidades sociales han sostenido -durante generaciones- un ideal sobre el cual se erigen proyectos de nación y se alimenta la ilusión de lograr sus aspiraciones colectivas. Dentro de ese marco ha tenido cabida la creación de instituciones confiables para la defensa de los valores cívicos, gracias a innumerables batallas en función de esos objetivos.

Hoy ya nadie está tan seguro de esa realidad. Poco a poco, y gracias a un estado de emergencia consecuencia directa de un sospechoso brote viral, ciudadanos de cualquier punto del planeta han visto cómo sus entornos vitales se han transformado, así como cuántas de sus libertades y derechos han pasado a ser objeto de medidas restrictivas; pero no desde las autoridades científicas y sanitarias, sino desde las plataformas políticas y los centros de poder económico, que han visto en esta catástrofe la oportunidad para ejercer un control absoluto.



La nueva realidad de hoy constituye una amenaza real a los sistemas de gobernanza fundados sobre el equilibrio de poderes. La imposición de medidas, en el contexto actual, se ha convertido en la nueva normalidad, dejando prácticamente sin recursos de oposición a millones de personas alrededor del mundo. Estas, sometidas a decisiones que muchas veces atentan contra los sagrados derechos establecidos en normas y tratados, en textos constitucionales y tradiciones, se ven atrapadas en una red de la cual les resulta difícil escapar.

En la actualidad, se observa con estupor a gobernantes carentes de autoridad científica alguna, establecer prohibiciones para el uso de medicinas o tratamientos, basándose en criterios de interés económico y en sus vínculos con grandes consorcios farmacéuticos. Se observa, también, la manera cómo con la mano derecha restringen la movilidad de la ciudadanía en áreas públicas y en horarios determinados, mientras con la mano izquierda se permiten favorecer a sus aliados del sector empresarial y ejercen una férrea represión contra cualquier intento de protesta ciudadana.

El tema de las vacunas, por otro lado, un elemento objeto de innumerables discusiones en el campo académico científico y sobre el cual, después de más de dos años, aún no existe consenso ni un flujo de información totalmente confiable para la población, es hoy una piedra de toque capaz de provocar una grave escisión entre gobernantes y gobernados. Por un lado, porque los primeros poseen el mecanismo de la obligatoriedad y, por el otro, debido al criterio de libertad individual para decidir, cada quién, sobre lo que mejor le convenga en lo referente a su salud, de acuerdo con los valores democráticos.

La crisis está servida. El pulso entre los gobiernos administrados desde una visión incompatible con los valores democráticos y ciudadanías conscientes de cómo esos valores se evaporan bajo la amenaza de restricciones orientadas hacia el control absoluto, es el germen de un peligroso giro hacia sistemas dictatoriales ajenos a sus principios democráticos y, por supuesto, alejados de la búsqueda de diálogos y consensos. Lo que hoy espera a la ciudadanía es un verdadero enigma, dado el escaso espacio permitido a su participación en algo que le compete de manera tan directa. En esta delicada coyuntura se esperaría un mejor manejo de la crisis, pero desde las instancias científicas y no desde los intereses espurios de gobernantes cegados por su ambición de poder. Un objetivo nada fácil, pero indispensable para garantizar, a tantos habitantes de este planeta, que su vida vale.

El poder absoluto es un ideal capaz de convertir a democracias en crueles dictaduras.

(Iberoamerica Social)

Jerome Powell, Presidente del Sistema de la Reserva Federal es un miembro de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal desde 2012. El 2 de noviembre de 2017, el presidente Donald Trump nominó a Powell para ocupar el cargo de presidente del Sistema de la Reserva Federal.​ Juró el cargo el 5 de febrero de 2018, pronunció el siguiente discurso en el simposio de política económica "Política macroeconómica en una economía desigual" patrocinado por el Banco de la Reserva Federal de Kansas City, Jackson Hole, Wyoming (vía webcast).

Han pasado diecisiete meses desde que la economía estadounidense enfrentó toda la fuerza de la pandemia de COVID-19. Esta conmoción provocó un declive inmediato y sin precedentes, ya que gran parte de la economía se cerró para contener la propagación de la enfermedad.

El camino de la recuperación ha sido difícil, y un buen lugar para comenzar es agradeciendo a quienes están en la línea del frente que luchan contra la pandemia: los trabajadores esenciales que mantuvieron la economía en marcha, los que se han ocupado de otros necesitados y los que están en el área médica. investigación, empresas y gobierno, que se unieron para descubrir, producir y distribuir ampliamente vacunas eficaces en un tiempo récord. También debemos recordar a aquellos que han perdido la vida a causa de COVID, así como a sus seres queridos.

El fuerte apoyo de las políticas ha impulsado una recuperación vigorosa pero desigual, que es, en muchos aspectos, históricamente anómala. En una inversión de los patrones típicos de una recesión, el ingreso personal agregado aumentó en lugar de caer, y los hogares cambiaron masivamente su gasto de servicios a bienes manufacturados. El auge de la demanda de bienes y la fuerza y ​​velocidad de la reapertura han provocado escasez y cuellos de botella, dejando al lado de la oferta restringido por COVID incapaz de mantenerse al día. El resultado ha sido una inflación elevada en los bienes duraderos, un sector que ha experimentado una tasa de inflación anual muy por debajo de cero durante el último cuarto de siglo. (Las condiciones del mercado laboral están mejorando pero son turbulentas, y la pandemia sigue amenazando no solo la salud y la vida, sino también la actividad económica. Muchas otras economías avanzadas están experimentando condiciones igualmente inusuales.

En mis comentarios de hoy, me centraré en los esfuerzos de la Fed para promover nuestros objetivos máximos de empleo y estabilidad de precios en medio de esta agitación, y sugeriré cómo las lecciones de la historia y un enfoque cuidadoso en los datos entrantes y los riesgos en evolución ofrecen una guía útil para la política monetaria única de hoy. desafíos.

La recesión y la recuperación hasta ahora
La recesión pandémica, la más breve pero más profunda jamás registrada, desplazó aproximadamente a 30 millones de trabajadores en el espacio de dos meses.
(Esta cifra incluye tanto la disminución en el número de personas que se reportan como empleados en la Encuesta de Hogares, así como la estimación de BLS de aquellos que se declararon mal como empleados pero no en el trabajo en lugar de en un despido temporal.) La disminución de la producción en el segundo trimestre de 2020 fue el doble de la disminución total durante la Gran Recesión de 2007-09. (Desde el trimestre máximo al mínimo, el producto interno bruto cayó un 10 por ciento el año pasado, en comparación con el 3,8 por ciento en la recesión de 2007-2009.) Pero el ritmo de la recuperación ha superado las expectativas, y la producción superó su pico anterior después de solo cuatro trimestres, menos de la mitad del tiempo requerido tras la Gran Recesión. Como suele ocurrir, la recuperación del empleo se ha retrasado respecto de la producción; no obstante, el aumento del empleo también se ha producido más rápido de lo esperado. (Por ejemplo, el pronóstico de consenso informado por Blue Chip Economic Indicators en abril de 2020 colocó la tasa de desempleo en el segundo trimestre de 2021 en 7.4 por ciento, en comparación con el valor real de 5.9 por ciento.)

La recesión económica no ha afectado por igual a todos los estadounidenses, y los menos capaces de soportar la carga han sido los más afectados. En particular, a pesar del progreso, el desempleo continúa cayendo desproporcionadamente en los trabajadores con salarios más bajos en el sector de servicios y en los afroamericanos e hispanos. 

La desigualdad de la recuperación se puede ver además a través de la lente del cambio sectorial del gasto hacia los bienes, en particular los bienes duraderos como electrodomésticos, muebles y automóviles, y lejos de los servicios, en particular los servicios presenciales en áreas como los viajes y el ocio. Cuando se produjo la pandemia, las comidas en restaurantes cayeron un 45 por ciento, los viajes en avión un 95 por ciento y las visitas al dentista un 65 por ciento. Incluso hoy en día, con el producto interno bruto general y el gasto en consumo más que recuperados por completo, el gasto en servicios se mantiene alrededor de un 7 por ciento por debajo de la tendencia. El empleo total está ahora 6 millones por debajo de su nivel de febrero de 2020, y 5 millones de ese déficit se encuentra en el sector de servicios aún deprimido. Por el contrario, el gasto en bienes duraderos se ha disparado desde el inicio de la recuperación y ahora está un 20 por ciento por encima del nivel anterior a la pandemia. Dado que la demanda supera a la oferta afectada por la pandemia, el aumento de los precios de los bienes duraderos es un factor principal que eleva la inflación muy por encima de nuestro objetivo del 2 por ciento.

Dada la actual agitación de la economía, algunas tensiones y sorpresas son inevitables. El trabajo de la política monetaria es promover el máximo empleo y la estabilidad de precios mientras la economía atraviesa este desafiante período. Pasaré ahora a una discusión sobre el progreso hacia esos objetivos.

El camino por delante: empleo máximo
Las perspectivas para el mercado laboral se han mejorado considerablemente en los últimos meses. Después de tambalearse el invierno pasado, las ganancias de empleo han aumentado de manera constante durante el transcurso de este año y ahora promedian 832.000 en los últimos tres meses, de los cuales casi 800.000 han sido en servicios. El ritmo de contratación total es más rápido que en cualquier otro momento en los datos registrados antes de la pandemia. Los niveles de vacantes y renuncias están en niveles récord, y los empleadores informan que no pueden llenar los puestos lo suficientemente rápido para satisfacer la demanda que regresa.

Estas condiciones favorables para los solicitantes de empleo deberían ayudar a la economía a cubrir el considerable terreno restante para alcanzar el máximo empleo. La tasa de desempleo ha disminuido al 5,4 por ciento, un mínimo posterior a la pandemia, pero sigue siendo demasiado alta, y la tasa informada subestima la cantidad de holgura del mercado laboral. (Una medida alternativa que se ajusta a la clasificación errónea de algunos trabajadores desempleados como empleados pero no en el trabajo (según lo informado por la Oficina de Estadísticas Laborales) y por la participación disminuida en la fuerza laboral inducida por la pandemia (según lo estimado por el personal de la Junta de la Reserva Federal) actualmente se sitúa en el 7,8 por ciento, también un mínimo posterior a la pandemia). El desempleo de larga duración sigue siendo elevado y la recuperación de la participación en la población activa se ha quedado muy por detrás del resto del mercado laboral, como lo ha hecho en recuperaciones pasadas.

Con el aumento de las vacunas, la reapertura de las escuelas y el fin de los beneficios por desempleo mejorados, es probable que algunos factores que pueden estar frenando a los solicitantes de empleo estén desapareciendo. ( Los factores que frenan las ganancias laborales se analizan más a fondo en el julio de 2021 Informe de política monetaria de , que está disponible en el sitio web de la Junta en https://www.federalreserve.gov/monetarypolicy/files/20210709_mprfullreport.pdf .) Si bien la variante Delta presenta un riesgo a corto plazo, las perspectivas son buenas para un progreso continuo hacia el empleo máximo.

El camino por delante: inflación
La rápida reapertura de la economía ha provocado un fuerte aumento de la inflación. Durante los 12 meses hasta julio, las medidas de inflación general y básica de los gastos de consumo personal se han situado en 4,2 por ciento y 3,6 por ciento, respectivamente, muy por encima de nuestro objetivo de 2 por ciento a largo plazo.
(Estos valores reflejan datos hasta julio publicados el 27 de agosto de 2021. Todas las demás declaraciones sobre gastos de consumo personal y precios asociados reflejan datos hasta junio y no incluyen el lanzamiento del 27 de agosto de 2021 que cubre julio.) Las empresas y los consumidores informan ampliamente sobre la presión al alza sobre los precios y los salarios. La inflación en estos niveles es, por supuesto, un motivo de preocupación. Pero esa preocupación se ve atenuada por una serie de factores que sugieren que estas lecturas elevadas probablemente resulten temporales. Esta evaluación es crítica y continua, y estamos monitoreando cuidadosamente los datos entrantes.

La dinámica de la inflación es compleja y evaluamos las perspectivas de inflación desde varias perspectivas diferentes, como analizaré ahora.

1. La ausencia hasta ahora de presiones inflacionarias de base amplia
Hasta ahora, el repunte de la inflación es en gran parte producto de un grupo relativamente reducido de bienes y servicios que se han visto directamente afectados por la pandemia y la reapertura de la economía. Los bienes duraderos por sí solos contribuyeron alrededor de 1 punto porcentual a las últimas mediciones de la inflación general y subyacente de los últimos 12 meses. Los precios de la energía, que repuntaron con la fuerte recuperación, agregaron otros 0,8 puntos porcentuales a la inflación general y, por una larga experiencia, esperamos que los efectos inflacionarios de estos aumentos sean transitorios. Además, algunos precios, por ejemplo, las de las habitaciones de hotel y los billetes de avión, se redujeron drásticamente durante la recesión y ahora han vuelto a acercarse a los niveles previos a la pandemia. La ventana de 12 meses que usamos para calcular la inflación ahora captura el repunte de los precios, pero no la caída inicial, lo que eleva temporalmente la inflación informada. Estos efectos, que están agregando algunas décimas a la inflación medida, deberían desaparecer con el tiempo.

Consultamos una serie de medidas destinadas a captar si los aumentos de precios de determinados artículos se están derramando en una inflación generalizada. Estos incluyen medidas de medias recortadas y medidas que excluyen los bienes duraderos y se calculan justo antes de la pandemia. Estas medidas generalmente muestran una inflación en o cerca de nuestro objetivo de 2% a largo plazo. Nos preocuparían las señales de que las presiones inflacionarias se están extendiendo más ampliamente a través de la economía.

2. Moderación de la inflación en rubros de mayor inflación
También estamos monitoreando directamente los precios de los bienes y servicios particulares más afectados por la pandemia y la reapertura, y estamos comenzando a ver una moderación en algunos casos a medida que la escasez disminuye. Los precios de los automóviles usados, por ejemplo, parecen haberse estabilizado; de hecho, algunos indicadores de precios están comenzando a caer. Si eso continúa, como predicen muchos analistas, los precios de los automóviles usados ​​pronto reducirán la inflación medida, como lo hicieron durante gran parte de la última década.
(Las caídas en los precios de los automóviles usados ​​comenzarían a contener la inflación de 12 meses una vez que la mayoría de los aumentos de precios anteriores se hayan salido de la ventana de 12 meses.)

Es probable que esta misma dinámica de disipación de la presión inflacionaria alcista y, en algunos casos, reversión se produzca en los bienes duraderos en general. Durante los 25 años que precedieron a la pandemia, los precios de los bienes duraderos en realidad disminuyeron, con una inflación promedio negativa del 1,9 por ciento anual ( La menor inflación de los bienes duraderos probablemente se deba a varios factores, incluido un crecimiento de la productividad más rápido en los bienes duraderos que en los servicios y la globalización). A medida que los problemas de oferta han comenzado a resolverse, la inflación de los bienes duraderos distintos de los automóviles se ha desacelerado y puede estar comenzando a caer. Parece poco probable que la inflación de los bienes duraderos continúe contribuyendo de manera importante a la inflación general a lo largo del tiempo. Buscaremos evidencia que apoye o socave esa expectativa.

3. Salarios
También evaluamos si los aumentos salariales son consistentes con una inflación del 2 por ciento a lo largo del tiempo. Los aumentos salariales son esenciales para mantener un nivel de vida en ascenso y, en general, son, por supuesto, un avance positivo. Pero si los aumentos salariales se movieran material y persistentemente por encima de los niveles de aumento de productividad e inflación, las empresas probablemente traspasarían esos aumentos a los clientes, un proceso que podría convertirse en una especie de "espiral de precios y salarios" que se ha visto en ocasiones en el pasado.
( Si los salarios aumentan en línea con la inflación y el crecimiento de la productividad laboral, entonces los costos laborales unitarios reales (o el costo laboral de producir una unidad de producción) para las empresas son constantes. Los salarios pueden crecer más lento o más rápido que la inflación más el crecimiento de la productividad durante períodos prolongados debido a factores estructurales cambiantes sin reflejarse en la inflación. Sin embargo, en última instancia, el aumento constante de los costes laborales unitarios reales ejercerá una presión al alza sobre los precios.) Hoy vemos poca evidencia de aumentos salariales que puedan amenazar una inflación excesiva. Las medidas de base amplia de los salarios que se ajustan a los cambios de composición en la fuerza laboral, como el índice de costos del empleo y el Rastreador de crecimiento salarial de Atlanta, muestran que los salarios suben a un ritmo que parece consistente con nuestro objetivo de inflación a más largo plazo. Continuaremos monitoreando esto cuidadosamente.

4. Expectativas de inflación a más largo plazo
Los formuladores de políticas y los analistas generalmente creen que, mientras las expectativas de inflación a más largo plazo permanezcan ancladas, la política puede y debe analizar los cambios temporales de la inflación. Nuestro marco de política monetaria enfatiza que anclar las expectativas a más largo plazo en 2 por ciento es importante tanto para el empleo máximo como para la estabilidad de precios.

Monitoreamos cuidadosamente una amplia gama de indicadores de expectativas de inflación a más largo plazo. En la actualidad, estas medidas se encuentran en niveles ampliamente consistentes con nuestro objetivo del 2 por ciento. Debido a que las medidas de las expectativas de inflación son ruidosas individualmente, también nos centramos en patrones comunes en todas las medidas. Un enfoque para resumir estos patrones es el índice de expectativas comunes de inflación (CIE) del personal de la Junta, que combina información de una amplia gama de encuestas y medidas basadas en el mercado. ( La forma en que el CIE combina las medidas subyacentes significa que tenderá a no verse afectado por movimientos subyacentes que son exclusivos de las medidas individuales; el CIE reflejará movimientos que son más comunes entre las medidas subyacentes). Este índice refleja un movimiento general a la baja en las expectativas a partir de 2014, una época en la que la inflación se mantuvo persistentemente por debajo del 2 por ciento. Más recientemente, el índice muestra una reversión bienvenida de ese declive y ahora se encuentra en niveles más consistentes con nuestro objetivo del 2 por ciento. 

Las expectativas de inflación a más largo plazo se han movido mucho menos que la inflación real o las expectativas a corto plazo, lo que sugiere que los hogares, las empresas y los participantes del mercado también creen que es probable que las lecturas actuales de alta inflación sean transitorias y que, en cualquier caso, la Fed mantendrá inflación cercana a nuestro objetivo del 2 por ciento a lo largo del tiempo. (Sobre una base del cuarto trimestre al cuarto trimestre, la Encuesta de pronosticadores profesionales del 13 de agosto de 2021 informa un pronóstico de consenso para la inflación total de gastos de consumo personal de 4.1 por ciento, 2.2 por ciento y 2.3 por ciento para 2021 a 2023, respectivamente. Las cifras correspondientes a la inflación básica son 3,7 por ciento, 2,2 por ciento y 2,1 por ciento, respectivamente. El Pronóstico de Indicadores Económicos Blue Chip del 10 de agosto de 2021 presenta pronósticos de consenso similares para 2021 y 2022.)

5. La prevalencia de las fuerzas desinflacionarias mundiales durante el último cuarto de siglo
Finalmente, vale la pena señalar que, desde la década de 1990, la inflación en muchas economías avanzadas ha estado algo por debajo del 2 por ciento incluso en los buenos tiempos. El patrón de baja inflación probablemente refleja fuerzas desinflacionarias sostenidas, incluida la tecnología, la globalización y quizás factores demográficos, así como un compromiso más sólido y exitoso de los bancos centrales para mantener la estabilidad de precios.
( . Para obtener opiniones sobre esto, consulte Canon, Kudlyak y Reed (2015), Forbes (2019), Goodhart y Pradhan (2020), Obstfeld (2020).) En los Estados Unidos, el desempleo estuvo por debajo del 4 por ciento durante aproximadamente dos años antes de la pandemia, mientras que la inflación fue del 2 por ciento o menos. Los salarios subieron a lo largo del espectro de ingresos, un desarrollo bienvenido, pero no lo suficiente como para elevar la inflación de precios de manera constante al 2 por ciento. Si bien es probable que los factores desinflacionarios globales subyacentes evolucionen con el tiempo, hay pocas razones para pensar que se hayan revertido o disminuido repentinamente. Parece más probable que sigan pesando sobre la inflación a medida que la pandemia pase a la historia. (Para una visión opuesta, ver Goodhart y Pradhan (2020), quienes argumentan que la globalización y los factores demográficos que habían estado alimentando las fuerzas desinflacionarias globales ahora se están revirtiendo y podrían dar lugar a un período inflacionario. Incluso si estamos cerca de un punto de inflexión, como afirman Goodhart y Pradhan, las fuerzas demográficas se mueven lentamente en relación con el horizonte de política a corto plazo que estoy discutiendo hoy aquí).

Continuaremos monitoreando los datos de inflación entrantes en comparación con cada una de estas evaluaciones.

En resumen, la perspectiva de referencia es de un progreso continuo hacia el empleo máximo, con la inflación regresando a niveles consistentes con nuestra meta de inflación promedio del 2 por ciento a lo largo del tiempo. Permítanme pasar ahora a la forma en que las perspectivas de referencia y los riesgos e incertidumbres asociados figuran en nuestra formulación de política monetaria.

Implicaciones para la política monetaria
El período comprendido entre 1950 y principios de la década de 1980 ofrece dos lecciones importantes para gestionar los riesgos y las incertidumbres que enfrentamos hoy. Los primeros días de la política de estabilización en la década de 1950 enseñaron a los responsables de la política monetaria a no intentar compensar lo que probablemente sean fluctuaciones temporales de la inflación.
( Como comenté aquí hace dos años, Milton Friedman presentó este argumento por primera vez refiriéndose a las políticas intermitentes de la década de 1950. Ver Powell (2019) y Friedman (1958, p. 241). Bodenstein, Erceg y Guerrieri (2008) y Mishkin (2007) ilustran los problemas que puede causar la reacción a fuentes transitorias de inflación utilizando dos de los modelos del personal de la Junta). De hecho, responder puede hacer más daño que bien, particularmente en una era en la que las tasas oficiales están mucho más cerca del límite inferior efectivo incluso en tiempos buenos. La principal influencia de la política monetaria sobre la inflación puede producirse después de un desfase de un año o más. Si un banco central endurece la política en respuesta a factores que resultan ser temporales, es probable que los principales efectos de política lleguen después de que haya pasado la necesidad. La política inoportuna ralentiza innecesariamente la contratación y otras actividades económicas y empuja la inflación a un nivel más bajo de lo deseado. Hoy en día, con una holgura sustancial en el mercado laboral y la pandemia continua, tal error podría ser particularmente dañino. Sabemos que los períodos prolongados de desempleo pueden significar un daño duradero para los trabajadores y la capacidad productiva de la economía. (Ver, por ejemplo, Davis y von Wachter (2011)).

La historia también enseña, sin embargo, que los bancos centrales no pueden dar por sentado que la inflación debida a factores transitorios se desvanecerá. La década de 1970 vio dos períodos en los que hubo grandes aumentos en los precios de la energía y los alimentos, lo que elevó la inflación general durante un tiempo. Pero cuando disminuyeron los efectos directos sobre la inflación general, la inflación subyacente siguió siendo persistentemente más alta que antes. Un factor que probablemente contribuyó fue que el público había llegado a esperar en general una inflación más alta, una de las razones por las que ahora monitoreamos las expectativas de inflación con tanto cuidado. (Véase, por ejemplo, Orphanides y Williams (2013) sobre el papel de las expectativas de inflación desancladas. Este documento está en Bordo y Orphanides (2013), que analiza una amplia gama de temas relacionados).

Los bancos centrales siempre se han enfrentado al problema de distinguir los picos de inflación transitorios de desarrollos más problemáticos y, a veces, es difícil hacerlo con confianza en tiempo real. En esos momentos, no hay sustituto para un enfoque cuidadoso en los datos entrantes y los riesgos en evolución. Si la inflación más alta sostenida se convirtiera en una preocupación seria, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) ciertamente respondería y usaría nuestras herramientas para asegurar que la inflación se mantenga en niveles consistentes con nuestro objetivo.

Los datos entrantes deberían proporcionar más evidencia de que algunos de los desequilibrios entre la oferta y la demanda están mejorando, y más evidencia de una moderación continua de la inflación, particularmente en los precios de bienes y servicios que han sido los más afectados por la pandemia. También esperamos ver una creación de empleo sólida y continua. Y aprenderemos más sobre los efectos de la variante Delta. Por ahora, creo que la política está bien posicionada; como siempre, estamos preparados para ajustar la política según corresponda para lograr nuestros objetivos.

Eso me lleva a unas palabras finales sobre el camino a seguir para la política monetaria. El Comité se mantiene firme en nuestro compromiso frecuentemente expresado de apoyar la economía durante el tiempo que sea necesario para lograr una recuperación total. Los cambios que hicimos el año pasado en nuestra Declaración sobre los objetivos a largo plazo y la Estrategia de política monetaria se adaptan bien a los desafíos actuales.

Hemos dicho que continuaríamos con nuestras compras de activos al ritmo actual hasta que veamos un progreso sustancial adicional hacia nuestros objetivos máximos de empleo y estabilidad de precios, medidos desde diciembre pasado, cuando articulamos por primera vez esta guía. Mi opinión es que se ha cumplido la prueba de "progreso sustancial adicional" para la inflación. También ha habido un claro progreso hacia el máximo empleo. En la reciente reunión del FOMC en julio, yo opinaba, al igual que la mayoría de los participantes, que si la economía evolucionaba ampliamente como se anticipó, podría ser apropiado comenzar a reducir el ritmo de compra de activos este año. El mes intermedio ha traído más progreso en la forma de un fuerte informe de empleo para julio, pero también la mayor propagación de la variante Delta. Evaluaremos cuidadosamente los datos entrantes y los riesgos en evolución. Incluso después de que finalicen nuestras compras de activos, nuestras elevadas tenencias de valores a más largo plazo continuarán respaldando condiciones financieras acomodaticias.

El momento y el ritmo de la próxima reducción en las compras de activos no tendrán la intención de transmitir una señal directa con respecto al momento del despegue de las tasas de interés, para lo cual hemos articulado una prueba diferente y sustancialmente más estricta. Hemos dicho que continuaremos manteniendo el rango objetivo para la tasa de fondos federales en su nivel actual hasta que la economía alcance condiciones consistentes con el empleo máximo, y la inflación haya alcanzado el 2 por ciento y esté en camino de superar moderadamente el 2 por ciento durante algún tiempo. Tenemos mucho camino por recorrer para alcanzar el máximo empleo, y el tiempo dirá si hemos alcanzado una inflación del 2 por ciento de manera sostenible.

Estos son tiempos desafiantes para el público al que servimos, ya que la pandemia y su costo sin precedentes en la salud y la actividad económica persisten. Pero terminaré con una nota positiva. Antes de la pandemia, todos vimos los extraordinarios beneficios que un mercado laboral fuerte puede brindar a nuestra sociedad. A pesar de los desafíos de hoy, la economía está en camino hacia ese mercado laboral, con altos niveles de empleo y participación, ganancias salariales ampliamente compartidas y una inflación cercana a nuestro objetivo de estabilidad de precios. Muchísimas gracias.

Discurso pronunciado el 27 de Agosto y publicado en el Blog de la Reserva Federal norteamericana

A las cuestiones meramente técnicas, subyacen las “interpretaciones políticas” y de como las decisiones de organismos como la FED, repercuten en las economías de los otros Estados/naciones del planeta, dado que, por ejercicio de poder, EEUU logró imponer su moneda como móneda de los intercambios de bienes y servicios en la globalización neoliberal actual.

Alejandro Mosquera editorializa en “La Barraca”

Oficialismo y oposición fueron a rendir examen ante el Council of Américas, la asociación del establishment donde se integran grandes grupos y corporaciones del capital financiero, bancos, de la energía y la tecnología, entre otros rubros. El grupo fundado por David Rockefeller para defender el libre mercado y la gran empresa privada, es decir, para defender sus intereses y socavar la autonomía de los estados de américa latina.

Entre las exposiciones estuvo la de María Eugenia Vidal, que además de pedir inversiones como todos y en tono de campaña electoral como la mayoría, en su renovada alianza con el expresidente Macri sostuvo sin sonrojarse la defensa de los dueños de Vicentín frente al estado que intervino la empresa y amagó con recuperar, vía nacionalización, las deudas que tienen con el pueblo argentino. Con cara dura de “libertaria” defendió a empresarios acusados de estafar al estado, a los productores que son acreedores y al país. Por supuesto que todos sabemos que está comprometida en defender y lograr la impunidad de Macri y funcionarios del Banco Nación por las ilegalidades de prestar el dinero de todos a los propietarios de Vicentín.


Para ser coherente la exgobernadora dejó claro que enfrentará cualquier intento de cambiar la justicia. Es decir, en nombre de la república se sostiene un poder judicial vaciado de independencia, colonizado por intereses de las corporaciones, alejado de los intereses de la Nación. Un poder judicial que en puestos claves está dispuesto a sostener la impunidad de Macri, de los ministros y ceos.

De nuevo la candidata que trata de ganar los votos de la ultraderecha repite el mantra del dogmatismo neoliberal sobre que la inflación tiene que ver con el déficit fiscal, haciéndose cargo así de que la propuesta de Juntos por el Cambio es profundizar las políticas de ajuste del gasto público.

Queda claro que la derecha y ultraderecha no tienen nada nuevo para ofrecer, son las viejas recetas que una y otra vez impusieron en el país y llevaron a desastres para los argentinos y ganancias para un 1% poderoso y concentrado. Se disputan quién porta mejor las banderas de las políticas ortodoxas, hablan en forma altisonante para disimular que son lo peor de la historia nacional. Declaran, una vez más, la guerra contra el estado y la posibilidad de políticas igualitaristas.

El poder concentrado, las empresas poseedoras de medios de comunicación hegemónicos en alianza con la derecha política marcan la agenda pública. Y cuanto más se cierra el Frente de todos en hacer una campaña solo en los medios , sin la potencia y creatividad popular que a la vez de apoyar le va a exigir, más acepta las condiciones de quienes construyen el intento de su derrota.

Todos los días surge un nuevo tema que distrae y evita la real discusión del rumbo del país para poner para que no se discuta el rumbo del país. No es solo para que no se discuta la responsabilidad de Larreta, Vidal, Santilli en la catástrofe económica, social, productiva y educativa del gobierno anterior, sino para que el debate sea intrascendente, que no se recreen las grandes causas que impulsan a los pueblos y las mayorías a ser protagonistas.

Ahora el “problema” nacional es una maestra que discute enojada con un alumno sobre la historia reciente. Puede ser que el tono no haya sido correcto, pero esa maestra (y seguramente su alumno, aunque no comparta), como millones es una víctima de tanta agresión del macrismo a nuestro pueblo. Una víctima que comparte con tantos compatriotas que una parte de la justicia ha sido un instrumento de persecución contra opositores políticos y sociales. Víctima de la época de la posverdad, de la agresión sostenida diariamente contra la subjetivad de los argentinos.

Los estafadores, los industricidas, los endeudadores y fugadores, los victimarios libres hablando en los medios de comunicación, en muchos casos con periodistas que son sus empleados, con jueces y fiscales amigos que los protegen… y una maestra de La Matanza que se enoja, es la investigada. ¿Ese es el país que queremos?

El presidente Alberto Fernández lamentó que los medios de comunicación hayan creado un show con el video de la docente que debate con un estudiante de La Matanza acerca del macrismo y el peronismo. Para el jefe de Estado y profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) el debate es necesario y abre cabezas.

"Ayer pensaba qué manera de distraer a la gente cuando están todo el día hablando de una maestra que se tensa en un debate con un alumno. Yo soy profesor de la UBA desde hace 37 años y siempre he dicho que a los alumnos lo primero que tiene hacer un profesor es sembrarle dudas, no darle certezas", sostuvo Alberto Fernández. 

En una entrevista en Radio 10, el Presidente hipotetizó que "si esa maestra como consecuencia de esa discusión le puso un uno al alumno  merece todo el reproche, pero que haya tenido ese debate es formidable. Es una forma de invitar a pensar, a discutir y abrir la cabeza de la gente". 

El presidente comparó el tratamiento que le dieron los medios al video de la docente con otros casos ocurridos en la Ciudad de Buenos Aires y expuso la doble vara. "Veía todo el ruido que hizo el video y acá en la Ciudad de Buenos Aires hay un director de colegio que defendió la dictadura militar, un golpe de Estado y nadie le dedicó un renglón", opinó.

"El chico tiene una idea formada en la cabeza de escuchar por ahí y la docente sabe que no es así", indicó Fernández. 

Alberto Fernández se refirió a la imputación en su contra por el cumpleaños de su compañera, Fabiola Yáñez, e insistió en que en el evento "no se configuró un delito" ya que "no hubo contagios" tras la celebración en la Quinta de Olivos. 

"Que los argentinos sepan que cometí un desliz involuntario", dijo el mandatario en diálogo con Radio 10 y apuntó contra los dirigentes del macrismo que realizaron celebraciones similares en medio de las restricciones sanitarias y que no se presentaron voluntariamente ante la Justicia. "Estamos los verdaderamente republicanos y los otros", sentenció Alberto Fernández. 

(El Destape)

Deje para el final un aspecto negado en todo debate, ya sea político, de ética pública o ética individual, de relaciones humanas en general. Es la cuestión del poder. Indefectiblemente el poder como ejercicio de la posibilidad impone otro tipo de referencia para “lo ético” o “lo moral” ¡¿Está la concepción de lo bueno asociado a la posibilidad de hacer, pensar, decir, imaginar?! ¡¿O es “lo bueno” distinto de “lo malo” condiciones “En sí” como mero resultado de las conductas en sus relaciones?!¡¿Hay intencionalidad cuándo se esgrime que “lo bueno sucede al igual que lo malo”, para naturalizar acciones que quienes pueden van a producir por mas ética o moral que indique lo contrario?! ¡¿o es la ética, la condición que permite a individuos y grupos sostener conductas a pesar de que la moral del poder indique lo contrario?!

En las relaciones humanas nada es estable y duradero. Lo que si se sabe es que cualquier conducta que ponga en peligro la vida y el “bien estar” de cada persona en la relación que fuere, sería éticamente mala, aunque moralmente estuviese establecida como buena o neutra. Definir si “algo” es bueno o malo para alguien es relativamente mas fácil que definir que es lo mejor para el conjunto. No se resuelven estas tensiones exclusivamente con buenas intenciones. Por eso la democracia se muestra, aunque imperfecta, como la forma posible hoy que mejor puede distribuir el ejercicio del poder (De la posibilidad) en la medida que sus actores políticos, se ofrezcan representaciones genuinas de las éticas que enfrentan morales represivas y sostenedoras de un status quo que entroniza las “ganancias personales” y la “acumulación de riquezas y dinero” por encima de relaciones humanas mas humanizadas y justas. No es lo político sino lo económico, en definitiva, lo que determina el comportamiento de los actores sociales y que pugnan ya por repartos mas equitativos de riquezas y poder, ya por concentraciones minoritarias y de élites que se reservan para si todo ejercicio de posibilidad que impida esas injustas diferencias.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack


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