De pájaros y política ...

 


María Esperanza Casullo escribe hoy en su “news” del portal de noticias CENITAL

Todavía falta para las elecciones, pero ya estamos en plena campaña electoral. Están armadas las listas, algunos ministros renunciaron a sus cargos (o fueron renunciados), ya se puso todo más picante. Las encuestas marcan que partimos desde una situación competitiva, sin un ganador predeterminado, que se definirá por pocos puntos de diferencia y en donde tanto la oposición como el gobierno tienen, al menos, la posibilidad de esperanzarse con poder ganar. (ZubánCórdoba ponía en julio a gobierno y oposición en casi paridad: 33% de Juntos a 30% del Frente de Todos a nivel nacional. Proyección Consultores da empatados a Juntos y al Frente de Todos en una encuesta para diputados en CABA. Un estudio nacional de la Universidad de La Matanza revierte el pronóstico y da 34% a FdT y 30% a Juntos a nivel nacional) Las encuestas marcan una paridad “hacia abajo”, con bajos niveles de satisfacción y entusiasmo en ambos lados del clivaje partidario.

No hay entusiasmo en la sociedad, más bien desazón y enojo; sin embargo el enojo está distribuido bastante equitativamente: hay enojo contra el gobierno, contra la oposición, contra todo el mundo. (Según Proyección Consultores, sólo Horacio Rodríguez Larreta tiene un diferencial positivo de imagen en la Ciudad de Buenos Aires.) Tres temas son los que preocupan a la sociedad: la inflación, el desempleo y la pandemia, más la corrupción. Si la pandemia recrudece, sube la preocupación por la situación sanitaria; si la pandemia se aplaca, suben en importancia los otros dos y la salud cae en la preocupación. 

Un dato llamativo es la notoria distancia entre los temas y, diríamos, la estética que ha elegido la oposición para esta campaña. La pregunta de este newsletter es por qué la oposición ha elegido, en esta situación, una campaña tan homogéneamente negativa y agresiva: no agresiva hacia el gobierno (eso está bien, es la oposición, después de todo) sino tan agresiva hacia la misma sociedad. No hay un diagnóstico de los errores de gobierno seguido de una propuesta positiva de mejoría: el mensaje es que todo está absolutamente mal en el país, que estamos a punto de convertirnos, ya no en Venezuela, sino directamente en Haití, y que la mejor opción es emigrar lo antes y lo más lejos posible.

Paradójicamente, la oposición ha elegido concentrar su denuncia en el ítem que mejor mide el gobierno, el plan de vacunación: en las encuestas que mencioné antes, es el tema de la gestión de gobierno más valorado por la sociedad. Y, a la inversa, la oposición no tiene nada para proponer en los dos temas que concitan la mayor preocupación social por lejos: la inflación y el desempleo. Sobreoferta de denuncia institucional, sub-oferta de discurso económico. La recurrente discusión que proponen sus figuras (incluso Vidal, que se había mantenido ajena a estos temas) sobre el número exacto de personas asesinadas por el terrorismo de Estado de la última dictadura es una cuestión absolutamente minoritaria, que Jaime Durán Barba seguramente habría prohibido mencionar en público en años anteriores. La denuncia constante de un temor “republicano” sobre el fin de la democracia y el ascenso de la autocracia dictatorial tampoco parece tener conexión emocional con las mayorías, que se encuentran hoy más preocupadas por poder avizorar un mínimo horizonte de mejoría de sus condiciones cotidianas de vida. Esperanza, luminosidad, algún indicio de bienestar es lo que parece demandar en este momento. ¿Significa esto que esté contenta con el gobierno del Frente de Todos? No necesariamente. ¿Significa que lo va a votar? No necesariamente. Pero puede decidir votar en blanco, o directamente quedarse en su casa, si nada lo entusiasma. 

Un dato que puede ser interesante en este sentido es la verdadera crisis en la que parecen estar sumidos los productos político-culturales que signaron lo que podemos llamar “la era de la grieta”. Jorge Lanata, Juana Viale (heredera del programa de Mirtha Legrand), Alejandro Fantino, Jorge Rial: todos tienen problemas de audiencia. El programa de Mariana Fabbiani salió del aire, y se rumorea que lo mismo le sucedería a la nave insignia de la TV argentina, el show de Marcelo Tinelli. El público prime time se vuelca a ver realities de cocina o pastelería (Santiago del Moro hizo tempranamente el cambio del populismo al reality amable), o programas con música y diálogo distendido. Esto ocurre a ambos lados del dial: Gustavo Sylvestre debutó en un programa de cocina. Se busca un respiro, algo para ver con una bebida reconfortante en la mano, que pueda comentarse en Twitter sin tener que pelearse con todo el mundo. 

Sin embargo, esto no es acompañado por la estética o el mensaje opositor. Lo cual es llamativo, porque la estética amable, cálida y cercana, fue la marca de la exitosa campaña presidencial de Mauricio Macri en 2015 y de la legislativa de 2017. Los globos de colores, la música de Gilda, el baile descontracturado, el “Sí se puede” y la “Revolución de la Alegría” conformaron una narrativa que conectó con algunos deseos profundos de la sociedad argentina. Fuertemente opositora, sí, pero con una visión optimista de futuro. Facundo Manes parece intentar apuntar en esa dirección con su slogan de “un médico para curar la Argentina”; sin embargo, su campaña es bastante heterogénea todavía en cuanto a sus mensajes.

¿Significa esto un problema para Juntos? Seguramente no. La situación está tan polarizada, y la base de sustento de cada una de las coaliciones es tan sólida, que es probable que ni los mensajes ni las imágenes de una campaña electoral puedan cambiar a un núcleo importante de votos. Todo el mundo da por sentado que Juntos va a ganar CABA, Córdoba y Mendoza: es casi impensable pensar que una campaña pueda alterar eso. Lo mismo, en espejo, para la provincia de Buenos Aires, el norte y la Patagonia. Tal vez éste sea un costo que la sociedad tenga que pagar por la estabilización de las identidades políticas, las campañas electorales transformadas en una actividad performativa y a desgano, basadas en la confianza de que hay un piso que está ahí para siempre, no importa lo que cada partido haga.

Pero la sociedad argentina sigue hambrienta de un relato de futuro. No de fantasías ni de espejitos de colores, eso está claro, pero sí de un horizonte de solidaridad y de esfuerzo compartido, un “es por acá”. Eso, a mediano y largo plazo, sólo puede darlo la política.

Horacio Vertbizky nos adentra en la “interna” del Frente Gobernante y el desempeño de aquellos pocos que “armaron” internas para las PASO en el “Frente de Todos”.

En Tucumán y Santa Fe tanto el gobernador como su vice presentarán sus candidaturas en opciones opuestas. La pugna entre Juan Manzur (que se anotó como suplente en la nómina para el Senado) y Osvaldo Jaldo (que encabeza la oferta para diputados) no tiene repercusión significativa más allá de Tucumán. Distinto es el caso de Santa Fe, porque involucra al Presidente Alberto Fernández y a la Vicepresidenta CFK. En cambio, la oposición tendrá listas enfrentadas en una docena y media de provincias. Lo que para Juntos es la regla, en el Frente de Todos constituye la excepción.

El gobernador de Santa Fe Omar Perotti integrará la lista oficial, junto con la camporista Josefina González, ambos como suplentes para el Senado, mientras la vicegobernadora Alejandra Rodenas acompañará a Agustín Rossi como postulante titular al Senado de la Nación, en una nómina que también incluye a dos representantes del Movimiento Evita. Rossi es, además, el único ministro del gabinete nacional que competirá en las elecciones primarias de septiembre y, si prevalece, en las generales de noviembre. Pese a la solicitud presidencial de declinar su postulación, decidió mantenerla, y Fernández anunció desde Perú que debía dejar el ministerio de Defensa. Otro tanto ocurrió con su colega de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien integrará la lista única del FdT en la provincia de Buenos Aires. Eso prueba los valores éticos del Presidente, dijo Rossi. Pero omitió agregar que crea un problema innecesario, que incluso afectaría al propio Fernández si dentro de dos años aspirara a la reelección. Siguiendo su propia norma, debería entregar la banda presidencial a Cristina en agosto de 2023. Esto no sucede en otro lugar del mundo. Es el problema de presentar como opciones abstractas de principios, las que en realidad son cuestiones políticas específicas.

Muy natural

El Chivo intentó desdramatizar lo sucedido, instó a tomar con naturalidad las elecciones internas que en su provincia eran habituales aún antes de la ley nacional. Agregó que la disputa dentro de un partido nunca fue conflictiva, lo cual es más difícil de sostener. En 1995, Carlos Reutemann sólo pudo evitar el fraude que el menemismo intentó hacerle a su candidato Jorge Obeid en favor del Tigre Héctor Cavallero, guardando las urnas en un edificio con custodia de la Gendarmería, iluminación a giorno y control con cámaras de televisión por circuito cerrado, mientras avanzaba el escrutinio manual que duró un mes y se definió por una diferencia quasi peruana del 1%.

Pero el caso actual expone una acumulación de equívocos de los distintos protagonistas, que llevan a una encrucijada que no conviene a nadie. Rossi fue una de las principales figuras del kirchnerismo, como presidente del bloque de diputados nacionales bajo las presidencias de Néstor y de Cristina, y como ministro de Defensa, desde agosto de 2014 hasta la asunción de Maurizio Macrì. En 2019 anunció su precandidatura presidencial, condicionada a que Cristina no proclamara la propia. Alberto quiso que volviera a Defensa como persona de su confianza. Su desempeño fue de lo mejor del gobierno:

  • anuló la intervención militar en seguridad interior que había dispuesto Maurizio Macrì;

  • organizó el mayor despliegue del Ejército que se recuerde después de Malvinas, en apoyo a las medidas sanitarias por la pandemia y de distribución de alimentos, con 14 comandos conjuntos y 10 fuerzas de tareas;

  • consiguió que el Congreso votara los anhelados fondos para el reequipamiento y la modernización de las Fuerzas Armadas, dentro de lo posible con producción nacional;

  • puso fin al humillante pago en negro de una parte de los estipendios castrenses;

  • consecuentemente, mejoró los haberes previsionales;

  • recibió la obra social con un déficit de 5.500 millones de pesos, que redujo a 300;

  • presentó al Poder Ejecutivo una nueva Directiva de Política de Defensa Nacional, que fue adoptada hace dos semanas (sobre cuyas virtudes hay tres notas en esta edición del Cohete).

Rossi se retira de la gestión con una imagen inmejorable. El viernes, al despedirse de las Fuerzas Armadas luego de la ceremonia de lectura de la orden de zarpada de la Fragata Libertad, fue aplaudido de pie por generales, almirantes y brigadieres, hecho sin precedentes en la democracia post-dictatorial. Luego, ante el personal del Ministerio, recapituló sobre los hitos de su gestión,  y dejó un concepto sobre la conducción política de la Defensa que demuestra una comprensión que no todos en el peronismo han tenido. Para El Chivo, el gobierno político de la defensa se consolida a través de la profesionalización militar y no de un «ejército nacional y popular». Puso como contraejemplo en ese punto la experiencia de Evo Morales en Bolivia, cuya opción por el otro camino no le garantizó la lealtad militar ante el golpismo.

Quien también lo entendió fue Néstor Kirchner, quien en el primer año de su gobierno le dijo al jefe de Estado Mayor del Ejército, general Roberto Bendini:

No quiero que me armes un Ejército nacionalista porque entonces nos van a contestar con un Ejército liberal, y ellos son más.

Es difícil imaginar que hubiera optado por César Milani.

La actitud oficial sobre la sucesión no es de urgencia. Rossi deja un equipo bien asentado, que podría mantener el funcionamiento ministerial hasta diciembre, cuando el Presidente decida acerca del gabinete que lo acompañará en los próximos años. Lo encabeza el Secretario de Estrategia y Asuntos Militares, el ingeniero Sergio Rossi, con rango de viceministro, quien acompañó todas las gestiones del Frente de Todos desde 2005. El Sapo Rossi es primo del Chivo.

Incluye también a la jefa de Gabinete, Ana Clara Alberdi; al secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero; a las secretarias de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Daniela Castro; de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; las subsecretarias de Investigación Científica y Política Industrial, Fernanda Llobet; de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico de la Defensa, Lucía Kersul; el subsecretario de Asuntos Internacionales, Roberto De Luise; la coordinadora de Salud y Bienestar de las Fuerzas Armadas, Marcela Ovejero; junto al director de Fabricaciones Militares, Iván Durigón; los presidentes de TANDANOR, Miguel Tudino; del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), Guillermo Carmona; del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA), Dario Díaz Pérez; y rector de la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF), Jorge Battaglino.

La cumbre de Olivos

Hace un mes, Cristina y Alberto analizaron las candidaturas bonaerenses en RPO, junto con Axel Kicillof, Sergio Massa, Wado de Pedro, Máximo Kirchner y Gabriel Katopodis. Kirchner mostró un estudio detallado sobre las elecciones legislativas de las últimas dos décadas, en el que se apreciaba que los allí reunidos representaban en forma estable la mitad del electorado provincial, en configuraciones distintas cada vez. Si bien se reducirían las ventajas obtenidas en los comicios de 2019 (18 puntos en las primarias, 14 en las generales), el dato que manejaba era una victoria por un mínimo de 4 y un máximo de 8 puntos. Citó el diálogo con un dirigente de la oposición, quien le dijo que para Juntos perder por no más de 6 puntos sería un buen resultado. Luego, Kirchner formuló una propuesta para la lista de diputados, representativa del universo oficial:

  1. Santiago Cafiero, en nombre de Alberto,

  2. Luana Volnovich, por La Cámpora,

  3. Carli Bianco, en representación de Axel, y

  4. Malena Galmarini, compañera en la política y en la vida de Sergio Massa, quien había prestado su acuerdo para ello.

En tal caso, Kirchner cedería a Cafiero su actual cargo en la Cámara de Diputados. Lo dijo con una expresión llamativa: “Yo no nací presidente del bloque”. También sugirió una alternativa: Sergio Massa y Luana Volnovich, aunque Massa tiene mandato hasta 2023.

Nadie hizo ningún comentario, pero a través de notas en Clarín, se instaló que el Presidente quería que la lista fuera encabezada por Victoria Tolosa Paz. Esto fue reforzado con una foto de Alberto y Victoria con sus respectivas parejas, festejando el triunfo de la Argentina sobre Brasil en el campeonato sudamericano de fútbol.

También se informó por esa vía que el comando de campaña sería presidido por Cafiero e integrado por De Pedro y Katopodis, cosa que no se había analizado en la cumbre. Si el Presidente hubiera aceptado que Cafiero fuera candidato en las elecciones legislativas bonaerenses de este año, Rossi era el número puesto para sucederlo. Eso pensaba Cristina, quien nunca se lo dijo al interesado. Alberto fue quien alentó a Rossi a que compitiera por una senaduría en Santa Fe. ¿Cómo fue posible entonces que terminara disgustando al Presidente y a la Vicepresidenta con la postulación para el Senado que se negó a bajar? A la inversa, él sólo tuvo palabras de agradecimiento para Alberto y Cristina.

El Presidente parece creer que la estabilidad de Cafiero garantiza la suya.  En doce años de presidencia, los Kirchner tuvieron seis jefes de gabinete:

  • Alberto,

  • Massa,

  • Aníbal Fernández,

  • Juan Manuel Abal Medina,

  • Jorge Capitanich y

  • Aníbal de nuevo.

Además, los acompañaron ocho ministros de economía:

  • Roberto Lavagna,

  • Felisa Miceli,

  • Miguel Peirano,

  • Martín Lousteau,

  • Carlos Fernández,

  • Amado Boudou,

  • Hernán Lorenzino que se quería ir y

  • Axel Kicillof.

Por eso creen que el liderazgo no depende de la conformación del gabinete.

La cancelación

Cuando impulsó la candidatura de Rossi en Santa Fe, Alberto Fernández no sospechó la resistencia que provocaría en Perotti. Su idea no era que se enfrentaran, sino que compartieran la oferta. Rossi planteó tres alternativas, pero Perotti las rechazó todas. No quería que Rossi apareciera en la campaña ni siquiera por medio de terceros y, ante la posición conciliadora de Alberto, recurrió a la Vicepresidenta. Cristina está interesada en la reelección de Marilyn Sacnun, quien es una de sus principales agentes en el Senado, y aceptó la idea de Perotti, que la incluye como segunda candidata a senadora, detrás de un periodista deportivo, que no debe ser confundido con el goleador del Bayern Munich, aunque cuente con la simpatía de la hermana de Marcelo Bielsa.

Herido por la intransigencia cancelatoria de Perotti, Rossi decidió competir así se cayera el cielo. Santa Fe, como Mendoza, no permite la reelección consecutiva del Poder Ejecutivo, una disposición de republicanismo explícito, que provoca estos enredos y dificulta el ejercicio democrático.

Todos pagan precios y corren riesgos que hubiera sido mejor evitar:

  • Si Perotti pierde la interna será menos que un pato rengo y Rossi quedará instalado como el candidato obvio a sucederlo en dos años.

  • Para conservar a Marilyn, Cristina necesita dos victorias de la fórmula de Perotti, una en septiembre y otra en noviembre, sobre el revoltijo de fórmulas liberal-radical-socialistas que solo un egiptólogo de la Universidad Nacional del Litoral podría desencriptar.

  • Alberto se ve obligado a prescindir de uno de sus ministros que mejor funcionan.

  • El Chivo incomodó a las dos jefaturas que lo distinguían con su confianza y se juega todo a una sola carta.

Pero más allá de  estos chisporroteos, el episodio no afectó la relación entre el Presidente y la Vicepresidenta.

En todo el trámite que condujo a este desenlace, Rossi fue el único que suministró argumentos políticos. Recordó que hace dos meses, Perotti lanzó una línea interna del PJ provincial, denominada Hacemos Santa Fe e intentaba instalar como sucesor dentro de dos años a su amigo Roberto Mirabella. “Subsumía a todo el PJ detrás de un hecho hegemónico, provincializaba la elección para ocultar a Cristina y Alberto, y el próximo paso era sacar al peronismo del Frente de Todos y emparentarlo con el peronismo cordobés”. (La alianza de Juan Schiaretti se denomina Hacemos por Córdoba. El original fue Haciendo Buenos Aires, creado por el publicista Ernesto Savaglio para Horacio Rodríguez Larreta.) En una entrevista con la señal de cable del Grupo Clarín, Rossi dijo que va a seguir siendo cristinista en Santa Fe y que cuando haya que defender a Cristina, el único que lo hará en la provincia será él, y no Perotti, quien votó el pago de Maurizio Macrì a los buitres y dio quorum para allanar el domicilio de la ex Presidenta. Concluyó que tenía la conciencia tranquila porque sabía dónde estuvo ayer, dónde está hoy y dónde va a estar mañana.

Cada cual atiende su juego

Nada de esto es discutible, pero la presencia del Movimiento Evita en la oferta de Rossi y la de Sacnun y La Tana González en la de Perotti dan la medida de la complejidad del tema. Más allá del caso santafesino, donde los representantes del Evita, Eduardo Toniolli y Lucila De Ponti, son de lo mejor de la política provincial, a la conducción de Emilio Pérsico y Fernando Navarro no le disgusta fastidiar a Cristina, lo cual no implica lealtad hacia Alberto, de cuyo gobierno forman parte en sendas secretarías. En Córdoba, por ejemplo, Navarro no tuvo en cuenta la decisión presidencial y anotó a Rosalía Cáceres novena en la nómina de diputados nacionales que encabeza Natalia De la Sota, en tándem con la candidatura al Senado de la esposa del gobernador Schiaretti, Alejandra Vigo. La decisión de Alberto y de Cristina era apoyar a la lista del FdT, que encabezan Carlos Caserio, quien busca la reelección en el Senado, y el secretario de obras públicas Martin Gill, intendente de licencia en Villa María. Pero el robusto Navarro dispuso lo contrario, aduciendo que el peronismo está en Hacemos por Córdoba, tal como afirma el matrimonio Schiaretti-Vigo. La novena candidata no tiene chances de ser electa, pero la conducción del Evita marca así su coincidencia con el cordobesismo en la aversión a Cristina.

Otra paradoja es que Constanza San Pedro, del Frente Patria Grande, rechazó el sexto lugar en la lista de Caserio y Gill, y en abierta discrepancia con Navarro denunció que el FdT se había peronizado (sic). San Pedro aspiraba al segundo puesto, que fue para la competitiva ex candidata a la intendencia de la Capital, Olga Ruitort. También en varios municipios bonaerenses los eviteros sostenían listas opuestas a las de los intendentes peronistas, que fueron dadas de baja por las juntas electorales. En La Matanza,  la compañera sentimental de Pérsico encabezaba la lista, que ahora insta a votar en blanco en el tramo municipal. Consultado para esta nota, sobre el cierre de las listas y la política del Movimiento, Navarro no respondió, lo cual limita el análisis a la visión del autor.

La celebración por haberse desembarazado del ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo le duró al MEV apenas lo necesario para aprestarse al esmerilado del nuevo ministro. Al tanto de tal disposición, Andrés Larroque declinó el convite presidencial para trepar a ese palo enjabonado, que quedó para Juan Zabaleta. Igual que en 2017, Zabaleta amagó con enfrentar a La Cámpora en su municipio de Hurlingham, pero ante la posibilidad cierta de una derrota dio marcha atrás y comenzó el entrenamiento para resistir lo que le espera. Sucederá a Zabaleta el presidente del concejo deliberante, el camporista ilustrado Damián Selci.

Hasta les Manes

A los opositores les cuesta ordenar el Todos contra Todos que ha reemplazado a Juntos por el Cambio y, tal como vaticinó Más Jorge que Macrì, se están despedazando entre ellos. Hasta Mario Negri y Martín Lousteau se cruzaron agravios, y Margarita Stolbizer fulminó a la automovilista pro-kelper Sabrina Ajmechet, quien fue defendida por Patricia Bullrich y el Hada Buena. Ajmechet llegó a explicar la Noche de los Lápices por la militancia montonera de las víctimas, al mismo tiempo que Ricardo López Murphy retomaba el pérfido cuestionamiento a la cifra de detenidos-desaparecidos durante la dictadura. Lo refutó su correligionario Facundo Suárez Lastra. El panelista Martín Tetaz de Lanata, segundo candidato en la lista de María E. Vidal, anunció un proyecto de ley para acabar con la inflación, limitando la facultad emisora del Banco Central y disponiendo mayorías especiales para la designación de sus directores. Está tan en línea con las fantasmagorías económicas del neoliberalismo, que su orientador es Federico Sturzenegger, uno de los grandes especialistas en inflación (altísima).

La lógica con que el oficialismo observa el cruce de jurisdicción del Hada Buena no coincide con los matices que aprecian quienes militan en la alianza Juntos (por Algo). Para los dirigentes y candidatos del FdT, María Eugenia Vidal procura que se olvide su gestión bonaerense, que fue repudiada en las urnas hace dos años con una derrota tan contundente que también selló la suerte de Maurizio Macrì, quien ni siquiera pudo disputar una segunda vuelta. Pero dentro de Juntos se acentúa otro aspecto: la voluntad de Horacio Rodríguez Larreta de asegurarse la sucesión en la Ciudad Autónoma, que el PRO gobierna desde 2007, e impedir que crezca la alternativa de Martín Lousteau, el ex ministro de Felipe Solá y CFK, ahora reconvertido al UCeRreismo. La respuesta radical fue el lanzamiento del mediático Facundo Manes en la provincia, quien cuestionó el enroque Vidal-Diego Santilli, en forma tan o más dura que el oficialismo.

Por un rebrote del optimismo de la voluntad, la UCR piensa que el poco conocido Manes le permitirá volver a jugar en las grandes ligas. El médico y filósofo Juan Carlos Tealdi, director del comité de Bioética del Hospital de Clínicas, quien ha seguido con atención la trayectoria de Manes, sostiene: “Inicialmente se limitaba al dominio restringido de la neurología y tuvo algunos aportes interesantes sobre un cuadro conocido como Estado de Conciencia Mínima, cuando todavía se seguía hablando en general de estado Vegetativo Persistente. Después fue haciendo, como otros en medicina, el salto desde la neurona al intento de explicar la totalidad de la conducta humana y la razón desde la neurociencia, lo neurocognitivo, etc, y por qué no la pobreza y la política. Ese salto se potenció cuando tuvo el respaldo de acompañar la intervención a Cristina por su hemorragia subdural. Hoy es de la corriente de los poco serios que mezclan verdades con intereses. Mi parecer es que en política va a ser lo mismo: saltar de una categoría a la otra, o sea, de lo verdadero a lo falso”. En ediciones anteriores mencionamos su pedido de 2002 a George W. Bush de que el FMI presionara a la Argentina por la reducción del gasto público y la reforma política para asegurar “que se vayan todos”, y cómo hizo la acumulación primitiva, firmando un certificado falso para encerrar por demencia a una millonaria en un manicomio. Con una soberbia que los años no han atenuado, entonces dijo que bastaban seis días, como en el Génesis, para hacer las transformaciones necesarias. Seguramente le resultaría tan fácil como a Macrì el control de la inflación.

Sus primeras declaraciones actuales como candidato desataron todas las furias:

  • Esta interna es David contra Goliat. Espero que no se gasten los impuestos de los porteños en la campaña”.

  • La doctora Carrió vino a ofrecerme ser candidato a Vicepresidente de ella en 2015. Yo no cambié nada desde 2015 hasta acá”.

  • No me parece bien que el vicejefe porteño en una pandemia vaya a la provincia ni que María Eugenia haya venido a la Capital. Eso desprestigia a la política y hace que la gente crea menos por la especulación electoral”.

  • Yo no fui parte de Cambiemos, no pertenecí al gobierno de Macri ni de Vidal. Me estoy incorporando a una coalición y quiero plantear un salto cualitativo”.

Desde el PRO responden que:

  • Macrì lo contrató en 2016 como asesor en cuestiones educativas, y

  • al año siguiente el Hada Buena lo designó al frente de la Unidad de Coordinación para el Desarrollo del Capital Mental, de lo que hay incluso testimonios gráficos.

Decís que llegás para sacar lo mejor del potencial argentino pero solo sembrás desconfianza y dudas en tu propio espacio. No caigas en las peores costumbres de la vieja política si querés renovación”, le respondió Cristian Ritondo.

  • No contesto chicanas”, quiso desentenderse Rodríguez Larreta.

  • «Estas palabras lastiman a la gente que nos quiere ver unidos y trabajando. Los únicos adversarios que tenemos son la inseguridad, el sueldo que no alcanza para llegar a fin de mes, la inseguridad y la inflación. Tenemos que recorrer los municipios y hablar con la gente», dijo Santilli.

  • «Me enteré de la composición de la lista después de que estuviera hecha, obvio que también me sorprendí pero Cariglino ya formaba parte de Juntos, del gobierno de Vidal. Soy la única incorporación novedosa», dijo Margarita Stolbizer.

  • Dicen que son la nueva política, pero llevan en la lista a Jesús Cariglino y a Stolbizer”, replicó Elisa Carrió, quien se enconó con Manes aún antes de que oficializara su candidatura. Por ejemplo:

  • Una cosa es ser neurocientífico y otra es tener cultura (…) Quiere ingresar a la política para llegar a la presidencia en dos años, llegar a la Casa Rosada en helicóptero, como una cuestión religiosa. Quieren que todos nos pongamos a disposición de ellos”.

  • Es un mentiroso y un mitómano. Si recuerdan, Manes estaba con el radicalismo desde siempre, con Ernesto Sanz, y yo, que soy parte de la Coalición Cívica, estaba con Toty Flores, mi candidato a vice desde 2013. Nunca pude pedirle algo así. (…) Los que están en el campo científico real de la Argentina saben quién es Manes”.

Con su habitual sutileza, el carcelero de Milagro Sala se hizo escuchar desde Jujuy:

  • El responsable de esta campaña para desprestigiar a Facundo es Horacio Rodríguez Larreta, quien se cree el dueño de Juntos por el Cambio y se ha puesto el traje de Presidente antes de serlo. (…) Tiene una lógica muy compleja de construcción. Debería revisarlo. Por este camino vamos a debilitar Juntos por el Cambio y a ponerlo en riesgo. El radicalismo va a avanzar y a sostener a Facundo (porque) tomó la decisión de dejar de ser furgón de cola. Espero que la paren y que en todo caso confrontemos ideas. Esto es un análisis de la política y de la lógica de construcción que tiene una persona que hasta acá es responsable de cómo se vaya deteriorando el vínculo dentro de Juntos por el Cambio, que tiene nombre y apellido y es Horacio Rodríguez Larreta”, dijo el contador Gerardo Morales.

La confrontación se inició con tal salvajismo, que los Juntites empezaron a preparar un código de convivencia, con obviedades como no insultar al compañero, porque el adversario es el kirchnerismo, ni mentir, porque así lo exige Carrió. Pero la disensión es tan profunda que no consiguieron ponerse de acuerdo. Carrió anunció que denunciará a Manes ante la justicia (se supone que con una experiencia de cuatro décadas en los tribunales ya debe haber identificado en qué delito incurre alguien que recuerda un hecho de otro modo que ella) y el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo pidió una reunión de urgencia para mañana.  Alguien recordó la famosa frase de otro médico, que no se dedicaba a la política sino a dirigir el combinado argentino de fútbol, quien en el entretiempo de un partido decisivo con Brasil en el campeonato mundial de 1990, sólo le dijo a sus jugadores:

Tratemos de no dársela a los de amarillo—, un color que aún no había perdido su ingenuidad.

El propio Manes terció en su descargo:

Yo me entrené para curar, no para lastimar.

¿Habrá oído hablar de la iatrogenia?

(El Cohete a la Luna)

Guillermo Saccomanno, escritor y guionista de historieta argentino. Colaborador habitual del diario Página/12 de la ciudad de Buenos Aires, escribe hoy la contratapa: 

Nunca disfrutamos de nada puro”, dice, sentencioso, Montaigne, en uno de sus ensayos. “La flaqueza de las cosas en su simplicidad y pureza naturales no pueden servir a nuestro uso”. Y, sin ingenuidad, completa: “Nuestro extremo placer tiene algo de gemido y de queja. El dolor y el placer, tan disímiles en su naturaleza, se asocian por una rara unión natural”. Nacido Michel Eyquem, señor de Montaigne en 1571, a los treinta y ocho años, se retiró de la vida pública hacia el horizonte de su “opera magna”. Es probable que no advirtiera que, al denominar “ensayos” sus escritos, fundaba un género, un modo de pensar que requiere una experiencia antes de arriesgar una verdad. Al leerlo en este tiempo nuestro puede añorarse su certidumbre y sentido común. Y Montaigne opinaría: “Hay algo de deliberación y complacencia en alimentarse de melancolía”.

Sin embargo, en la contemplación de un río, en el temblor de unos gorjeos puede encontrarse, una verdad olvidada. Y me pregunto si esta verdad, similar a una fe, no era la búsqueda de Juan Laurentino Ortiz (1896-1978), que a los cuarenta y cinco cobró una jubilación y se fue a vivir a la orilla del Paraná, a concentrarse en su caligrafía de letra mínima, delicada, cincelando sin apuro su poesía, corregida una y otra vez, en la soledad de una existencia impregnada por ese sentimiento de pureza del que Montaigne, racionalista, pragmático, desconfiaba.

La entrada a Gualeguay tiene, en menos de tres kilómetros, ocho puentes que sortean canales y riachos. El último es un puente largo, que corre paralelo al puente viejo (1892) quebrado a la mitad sobre el lecho del río. Estoy otra vez en Gualeguay. ¿Cuántas veces ya? Siete, nueve, diez quizás. Me tomo un café en la YPF del pueblo antes de encontrar al Dr. Beracochea. Espero que hoy pueda ver finalmente la casa de los pájaros”. Con esta brevísima introducción empieza Mario Nosotti “La casa de los pájaros”, un intento moroso de biografiar un enigma que puede leerse como novela del camino. El introito se titula “Ruta de acceso”. Pero de qué clase de camino se trata. El camino de una escritura, en principio. Pero también es la reconstrucción de un itinerario, el de Juanele, que se inicia con una infancia en la selva, la memoria de la Guerra del Paraguay, las chacras judías pioneras, la luchas del anarquismo, los primeros esbozos poéticos, la Buenos Aires de los 20, el contacto con el pecé, la relación entre los grupos literarios porteños, un viaje súbito a Marsella, el retorno decisivo al pago, la militancia, la persecución política, otro viaje, ahora invitado a China, y después la determinación de recluirse sumido en el aura de esa orilla que, valga la metáfora, dejaría de ser periferia en el territorio literario nacional para convertirse en un centro. Todos estos datos refieren una intensidad que poco tiene que ver con la imagen posterior del gurú que el mismo cultivaría.

Entonces, si alguien adhiere a la autonomía de los textos como dicta cierta crítica, uno puede también preguntarse si los datos agregan algo a la lectura y el goce de sus versos. Obvio, suman, porque Nosotti, en su investigación, pone en tela de juicio la autonomía del texto, su prescindencia de la historia individual y colectiva.

Habíamos despertado a los pájaros que dormían entre las hojas de las palmeras. / Ya el crepúsculo cuando los tordos se abatían sobre el bebedero, / y posados sobre los bordes conversan – de qué cosas vistas en los vuelos/ y desde los lomos de los caballos, de qué cosas de la luz, de qué cosas de las ramas, / de qué cosas terribles de los pasos?-, /ya el crepúsculo cuando los tordos conversaban”. Citar el texto no es gratuito en la medida que ancla el punto de vista desde el vuelo. “El mundo es un pensamiento/ realizado de la luz”, pensaba Juanele. Y así nos recuerda “Los años luz”, aquel film del suizo Alain Tanner en el que un viejo intenta armar en un galpón un aparato que vuele imitando los pájaros. Nosotti define el poema de Juanele “como una subjetiva que descubre la escena, el sujeto poético adopta la visión de los pájaros, y en ese sobrevuelo, ora alto (desde los lomos de un caballo, desde las ramas de un árbol), ora rasante, nos acerca a los misterios de la luz. La acechanza innominada de los pastos. Desde marzo hasta octubre, palomas, tordos, tijeretas, chingolos, loros, gorriones y otros “que no sé”, que ya son sólo alas, vuelo, el murmullo variable, la música de fondo de esos días”. Pero Juanele no se deja hipnotizar por el sortilegio: lo poético no oculta la realidad dura de lo rural. Porque desde el vuelo, como señala Nosotti, se tiene la conciencia del frío de los ranchos, el dolor de los pobres. En otro poema, Juanele habría de redondear su concepción lírica: “Pero cuidado, mis amigos, con envolveros en la seda de la poesía/ igual que un capullo…/ No olvidéis que la poesía, / si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva / es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin”. Nosotti puntualiza: “La impresión que producen en él los fenómenos de la naturaleza ya no tienen que ver con la abstracción de una escena sino con el efecto de la materialidad”.

En el autoconfinamiento su casa se convirtió en una variación, aunque más modesta, de la finca tolstoiana de Yasnaia Poliana. Mientras su poesía empezaba a ser de culto y difundirse lentamente y ganaba lectores jóvenes crecía su imagen de gurú del interior. Juanele proviene no sólo de un interior geográfico (Entre Ríos, el Gualeguay, una flora y fauna que trascienden lo concreto y se transforman en simbólicas) sino de un interior político que no es tanto paisaje como cuerpo. En este señalamiento, el objetivo de Nosotti consiste en deconstruir el mito y legitimar la voz que fortaleció, como argumento, a los jóvenes intelectuales provincianos para plantarse ante el colonialismo porteño.

A medida que la investigación avanza (los viajes sucesivos a Gualeguay, casi peregrinaciones, hasta llegar por fin a “La Casa de los Pájaros”), lo que el biógrafo investiga es otra cosa. Del mismo modo en que Montaigne se dedica a sus ensayos, Juanele también se aparta del ruido para estar en la suya. Y Nosotti, por su lado, se cuestiona la necesidad, a esta altura, de una biografía del consagrado. Por tanto, su proyecto, en su hibridez afortunada, tantea, al modo Montaigne, una forma que es, en sus derivas, ensayo narrativo que va desde la teoría literaria al diario de trabajo y más acá, a su historia personal: “Escribo para saber quién soy”, escribe Nosotti. Y lo que nos entrega es confesión, deseo del yo escritural que, al espejarse en el personaje, en su constante interrogación de un sentido sólo puede encontrarse en ese poema que vuela como los pájaros y vale la pena leer una y otra vez planeando sobre la imposible pureza – no la hay, no puede haberla – del idealizado escenario natural. 

La Casa de los Pájaros” (Página 12)

La política nos confronta a esas dos máscaras que encubren la verdad imposible … ¿Quién, Que soy?. El individuo hace política en tanto imposible separarse de sus relaciones afectivas, de intereses, de necesidades mutuas, Hasta el discurso mas “anti-político” encierra conceptos políticos y los pone de manifiesto aunque expresen algo que le “falta” a la política en ese escenario dónde lo no-político parece un esfuerzo inútil. Parte de la confusión reinante en estos días de la peste, surge de una imposibilidad por pensarnos individuos políticos en sociedades políticas haciendo política aún y cuándo expresemos cierto hartazgo por la política o intentemos de todas formas despegar de ese interés por lo común, por los modos y los contenidos con que evocamos ese orden común.

La política en tanto ese “orden” de las relaciones públicas y de la organización colectiva como construcción social de la realidad. “Lo político” como aquello instrumental o institucional que lo “vehículiza” en las sociedades actuales, democráticas y neoliberales, (Casi un Oximorón producido por el devenir de economías Capitalistas en sociedades que enfatizan la libertad individual como valor primordial, pero las concentraciones y agrupaciones monopólicas y oligopólicas de poder concentrado como “regla sistémica”), y las políticas partidarias mínimas, electoralistas, clientelístas, que desnuda la fragilidad del sistema en sus contradicciones fundantes. Un Sistema que supone libertades individuales pero necesita de la participación ciudadana expresada en representaciones y organizaciones que las identifique y que pongan en juego los diferentes intereses, expectativas, deseos y formas de gestionar y administrar los bienes comunes y repartir derechos y deberes y las riquezas producidas por el conjunto del esfuerzo de cada uno.

En estos escenarios, las elecciones no son un suceso más de la vida democrática e institucional de la república, sino más bien el gesto dónde tales cuestiones se dirimen a pesar de lo que cada quién construya y sostenga en su conciencia. Nombre propios e ideas comunes. Representaciones y no tanto. Elecciones y el mero acto de votar aún y cuándo no haya genuino interés en ello y no se sepa demasiado que y porque se elige a quien o cual, para que cargo o función. A pesar de sus imperfecciones, las democracias permiten al menos que este tipo de textos puedan ser leídos, pensados y compartidos. En otros escenarios, estos podrían costarte hasta la vida misma.

Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack


Comentarios

Entradas populares de este blog