2da. Entrega: Democracias custodiadas

 


Mónica Peralta Ramos escribe en “El cohete a la luna”

Los recientes ataques cibernéticos a grandes corporaciones norteamericanas –Solar Winds, Colonial Pipeline, JBS y Kaseya– han colocado al espionaje cibernético en el centro de la escena política mundial. El martes pasado, al visitar las instalaciones de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (Office of the Director of National Intelligence, ODNI), el Presidente Joe Biden advirtió sobre la posibilidad de que “un ataque cibernético en los Estados Unidos derive en una guerra abierta (shooting war) con China y Rusia. “Creo que este es el resultado más probable, si es que terminamos en una guerra” (usnews.com 27 7 2021). En un mundo plagado de armas nucleares, una “guerra abierta” entre potencias implica el posible fin de la vida humana en el planeta. El tono casual de la advertencia de Biden convierte a la guerra cibernética y a la extinción de la vida en fenómenos naturales, algo que es dado desde siempre y no admite posibilidad de cambio. Así, de un modo subrepticio, se construye a un enemigo cuya mera presencia siembra el miedo y el odio, sentimientos que bloquean a la reflexión. Se busca así detonar comportamientos de “manada” que facilitan la obediencia al dominio de una elite política.

En los últimos meses, Biden ha acusado a China y a Rusia de ser los instigadores de los ataques cibernéticos ocurridos en los Estados Unidos. Sin presentar prueba alguna que fundamente esos cargos, ha logrado que la OTAN incorpore los ataques cibernéticos a su artículo 5, que habilita una respuesta colectiva si un miembro del grupo es atacado. Paralelamente, en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en Inteligencia Artificial realizada el 13 de junio pasado en Washington D.C. y con presencia de autoridades europeas, el general Lloyd Austin, secretario de Defensa, se explayó sobre la necesidad de impedir que China “domine en un futuro las reglas del juego de la inteligencia artificial” señalando la importancia de estas tecnologías para “garantizar la superioridad militar norteamericana y los valores democráticos en el mundo”. A su vez, la vicepresidenta de la Comisión Europea expresó preocupación ante la utilización de estas tecnologías en el espionaje masivo “como ocurre en China, donde los individuos son considerados meras entidades creadoras de datos en lugar de ser el origen de la democracia y la fuente de todo poder” (zerohedge.com 17 7 2021).

Censura e industria de la inseguridad

Esta preocupación oficial contrasta con la revelación de “la existencia de un instrumento que destruye los códigos de la civilización”: el software Pegasus. Luego de una cuidadosa y ardua investigación, un grupo internacional de periodistas (el Proyecto Pegasus) descubrió que este software, licenciado por el grupo israelí NSO, era vendido con el aval del gobierno israelí a gobiernos autocráticos que lo utilizaban para espiar y destruir a opositores políticos y periodistas. El software opera como un caballo de Troya en los celulares, convirtiéndolos en una poderosa máquina de espionaje que puede ser activada y desactivada remotamente y sin conocimiento de sus titulares. La información obtenida fue funcional para eliminar a la oposición en varios países, incluyendo el sangriento asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ejecutado por agentes del gobierno saudí mientras tramitaba documentación en la embajada de este país en Turquía (citizenlab.ca 2 3 2017, washingtonpost.com 20 7 2021; zerohedge.com 22 7 2021).

Para Edward Snowden, el Proyecto Pegasus expuso el mayor peligro a la seguridad de los Estados nacionales: la existencia de una “industria de la inseguridad” constituida por empresas que lucran con la seguridad nacional inventando métodos destinados a “infectar” teléfonos y aparatos de uso diario, generando así crecientes vulnerabilidades que luego pretenden ser solucionadas con medios o “vacunas digitales”, producidos por las mismas empresas. Esta situación deriva de la mayor crisis de seguridad que registra la computación desde su orígenes como consecuencia de problemas técnicos relacionados al funcionamiento de las computadoras, a la interconectividad y homogeneidad de las redes sociales, a los tiempos y la rapidez en que los códigos son escritos, a la necesidad de cambiar constantemente los lenguajes para protegerlos y a la total falta de regulación estatal de las prácticas monopólicas de las corporaciones tecnológicas. Esto último explica las maniobras dudosas que estas cometen para controlar y ampliar sus mercados (edwarsnowden.substack.com 26 7 2021).

Monopolios tecnológicos y corporaciones farmacéuticas

La pandemia ha acelerado la digitalización de la vida social, desnudando la creciente conexión entre los monopolios tecnológicos y las corporaciones farmacéuticas. Esto ocurre en la investigación de enfermedades, la recolección y acopio de todo tipo de datos clínicos, biológicos y psicológicos, el monitoreo del comportamiento colectivo y la censura de la oposición a la vacunación. Esta conexión otorga a estas corporaciones mayor poder de control social. Más allá de las teorías conspirativas que puedan existir y de la presencia de un nacionalismo de derecha que pueda aprovechar las circunstancias, la implementación abiertamente coercitiva de este control social erosiona su legitimidad y siembra en los países ricos desconfianza y resistencia de la población a la vacunación, a las medidas impuestas para restringir los contagios y a la censura de la información en las redes y medios de comunicación.

La existencia de cerca de 100 millones de personas que son reticentes a la vacunación ha llevado al gobierno norteamericano a proponer premios y castigos y a impulsar esta semana la vacunación obligatoria de empleados públicos y militares (zerohedge.com 28 7 2021). Algo semejante ocurre en otros países ricos. Esto ha activado a la oposición y el 24 de julio una Protesta Mundial por la Libertad movilizo a importantes segmentos de la población de países europeos y de Australia para repudiar la vacunación obligatoria, la imposición de nuevas medidas restrictivas y las dificultades económicas, expresando la desconfianza hacia las corporaciones farmacéuticas. El texto de una pancarta resumió esto último:

Explícame esto: si el test es bueno, ¿por qué hay falsos positivos? Si las máscaras sirven, ¿por qué el distanciamiento? Si el distanciamiento sirve, ¿por qué las máscaras? Si los 3 funcionan, ¿por qué el lockdown? Si todo esto sirve, ¿por qué la vacuna? Y si la vacuna es segura, ¿por qué no existe responsabilidad judicial de las corporaciones farmacéuticas?

Las recientes dudas de los gobiernos, incluido el estadounidense, sobre la eficacia de las vacunas ante las nuevas mutaciones del virus, contribuyen a sembrar la desconfianza (zerohedge.com 27, 28, 7 2021). Esto se ha agravado en los Estados Unidos por la publicación de los mails que comprometen a Anthony Fauci, director del NIAID/NIHAR (National Institute of Allergies and Infectious Diseases / National Institute of Health) en la financiación de una investigación de científicos norteamericanos y chinos para modificar la genética de un virus (gain of function) en el laboratorio de Virología de Wuhan, China. Esto ha dado nueva fuerza a la investigación de los orígenes de la pandemia, algo que los demócratas no aceptan.

Estado y monopolios tecnológicos chinos y estadounidenses

La caracterización de China como el enemigo de la humanidad se da en un contexto de fuerte integración de los mercados financieros chino y estadounidense. La ofensiva del gobierno chino para controlar las actividades monopólicas de las corporaciones tecnológicas chinas, “su uso de los mega datos obtenidos y su manejo arbitrario para obtener ganancias” ha generado esta semana fuerte inestabilidad en el mercado financiero internacional.

Iniciada hace algunos meses, esta ofensiva obligó a Alibaba y a Tencent –las plataformas que dominan las finanzas y el comercio digital– a reprogramar y cerrar actividades, y a pagar cuantiosas multas. El 30 de junio pasado, severas sanciones aplicadas a Didi (un gigante al estilo Uber) luego de que se inscribiera en la bolsa de Nueva York provocaron la pérdida del 43% del valor de mercado que tenía cuando salió a la bolsa. Acto seguido, el gobierno chino introdujo sanciones en los mercados financieros de Hong Kong y Macau prohibiendo la actividad de corporaciones que aceptan las sanciones europeas y norteamericanas contra China. Por último, esta semana prohibió la actividad de las corporaciones y plataformas de educación privada que operan tanto en China como en el extranjero impidiéndoles realizar ganancias, buscar nueva financiación y cotizar en bolsas del exterior.

Estas medidas impactaron seriamente sobre el valor de las acciones de las corporaciones tecnológicas chinas en todos los mercados financieros, amenazando con desencadenar una seria inestabilidad en el mercado financiero internacional. A mediados de la semana el gobierno chino convocó a los grandes bancos y fondos financieros estadounidenses a una reunión secreta en la que se habría explicado el sentido y los límites de estas políticas. Esta reunión y otras medidas adoptadas contribuyeron a restablecer momentáneamente la calma en el mercado financiero. Hoy se sabe que los mega bancos estadounidenses tenían inversiones equivalentes a más de 6.000 millones (billions) de dólares en dos de estas plataformas educativas chinas, perdiendo esta semana el 96% del valor que tenían en marzo último. Los principales perjudicados fueron Morgan Stanley y JP Morgan (zerohedge.com 22, 24,27/ 7 2021; wallstreetonparade.com 27. 7 2021 wsj.com 28, 7, 2021).

En este contexto, la Reserva Federal tomó esta semana dos medidas para prevenir una posible crisis de liquidez en el mercado de pases interbancarios (repo), donde actúan estos mega-bancos. Por un lado anunció la creación y puesta en operación inmediata, con carácter permanente, de un fondo de 500.000 millones (billions) de dólares a tasas de interés más bajas aun de las que rigen en el mercado financiero. Paralelamente anunció la creación de otra facilidad financiera, para abastecer de liquidez a las autoridades financieras internacionales.

Campaña electoral en la Argentina

Formadas las listas de los candidatos que competirán en las PASO, la campaña electoral del macrismo entró en una vorágine de barro y sangre mientras Mauricio Macri permanece varado en el exterior para escapar a sus causas judiciales y al nuevo escándalo del contrabando de armas a Bolivia. Buscando despegarse del pasado, los máximos dirigentes del macrismo se canibalizan sin que se les caiga una idea original. Después de haber agotado el verso anti-vacuna, en versión fascistoide y mintiendo a cara descubierta, ahora se desangran rabiosamente y prometen un “código de conducta” interno, algo difícil de imaginar luego de cuatro años de gestión desastrosa y corrupta. Ahora enfrentan a un caballo de Troya “de pura cepa radical” que viene a “renovarlos” olfateando las presidenciales.

El Frente de Todos se prepara para las legislativas consolidando la unidad y apoyándose en el enorme esfuerzo realizado para superar la pandemia. La conformación de las listas, sin embargo, no es representativa de las fuerzas populares que constituyen su base social. La falta de presencia significativa de los movimientos sociales; las maniobras de muchos intendentes de la provincia de Buenos Aires que buscan revalidar su gestión en las legislativas poniendo a sus funcionarios (especialmente de la ANSES) en las listas de concejales, y la imposición a dedo de la lista definitiva en La Matanza contribuyen a enturbiar la transparencia democrática que exige la actual emergencia nacional.

El futuro no puede estar ausente de la campaña electoral. Debería existir un plan para después de las elecciones que incorpore políticas inmediatas y mediatas que permitan: desarrollar al mercado interno incorporando a los sectores excluidos; garantizar su acceso a la educación, a la salud, a las nuevas tecnologías y al crédito subsidiado; controlar efectivamente la formación monopólica de precios, las cantidades exportadas y las divisas efectivamente liquidadas. La inexistencia de un plan permite al modelo extractivo agro-industrial afianzarse “naturalmente”. Este no incluye socialmente, no reactiva a la economía y condena al endeudamiento ilimitado. El avance reciente sobre el control del comercio exterior por parte de Glencore es consecuencia de la falta de un plan y muestra que los errores de política no son gratis. Glencore, un conglomerado controlado por el fondo de inversión BlackRock, ha sido el principal beneficiario de la incapacidad del gobierno para crear una empresa “testigo” en el comercio exterior de granos aprovechando la debacle de Vicentin. En su lugar, avanza la extranjerización del comercio de granos y pareciera que la triangulación para truchar las cantidades exportadas y las divisas ingresadas continua viento en popa.

Si el gobierno no aprovecha la campaña electoral para definir políticas inmediatas y mediatas que marquen un norte claro para su base social, no sólo no podrá detener la arremetida de los monopolios haciendo saltar precios y tipos de cambio sino que descorazonará a sus bases generando tensiones y desestabilización política. ¿Cuánto tiempo más se puede aguantar sin trabajo, con comida insuficiente, sin un norte claro ni participación efectiva en las decisiones que se toman para poner fin a la miseria que se vive? Correr detrás de la inflación con planes y ayudas que se devalúan constantemente, multiplicar medidas cambiarias que reproducen “rulos” de todo tipo, fuga de divisas y sobrefacturación de importaciones, esperar que las recetas del FMI permitan capear el temporal implica más dolarización de la economía, más extracción de recursos y más tensiones sociales. Sin embargo, todo está en perpetuo movimiento y nada es definitivo. El gobierno puede movilizar a sus bases sociales en la campaña electoral y crear condiciones para el éxito electoral y para aplicar políticas tendientes a desatar el control social que hoy ejercen los monopolios sobre la vida de los argentinos.

La cotización marginal es una variable política para influir en el clima social en un año electoral 

Dólar blue: la campaña para forzar una fuerte devaluación

Escribe Alfredo Zaiat en Página 12 de hoy

En estos días ha quedado en evidencia el éxito de la campaña nacional de vacunación, pese al deseo de que no sea así por el dispositivo de confusión y angustia de la derecha. La prueba está a la vista: sin capacidad para apelar al miedo a no acceder a la vacuna, comenzó la temporada de atemorizar a la población con la cotización del dólar blue y la eventualidad de una fuerte devaluación del tipo de cambio oficial posterior a las elecciones legislativas.

Resulta una apuesta arriesgada, con probable destino de fracaso, porque existe un régimen de control de cambios muy estricto, más firme que el que dejó el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y más aún del desesperado aplicado al final del gobierno de Mauricio Macri.

 

Después del fiasco de un dólar blue por encima de los 200 pesos, cuando a fines de octubre alcanzó un pico de 195 pesos, el mercado cambiario acumula nueve meses de estabilidad.

El quebranto acumulado de quienes apostaron al desborde de esa cotización se observa en la dificultad que exhiben para sentarse. Ahora van por la revancha pero deberían aprender de la experiencia reciente.

Cuáles son las fortalezas del Gobierno para controlar el mercado del dólar

Para muchos puede parecerle disonante esta definición porque es tal el bombardeo de alarmas con el dólar que hasta cuestiones objetivas generan desconfianza. Entre esos factores más relevantes, en un cuadro estrecho por los conocidos límites estructurales de la restricción externa, se destacan los siguientes:

1. El Banco Central ha acumulado reservas en lo que va del año, al sumar más de 7000 millones de dólares, divisas que le permitieron pagar deudas y manejar el sector externo con tranquilidad. De esa forma incrementó la cantidad de reservas netas, muchas más que las previstas.

2. En las próximas semanas incorporará unos 4400 millones de dólares a las reservas por la distribución global de Derechos Especiales de Giros (DEG), la unidad de cuenta del FMI. Existe la posibilidad además de anotar otra suma importante si avanza el proyecto en debate en el directorio del padre FMI para que los países desarrollados redistribuyan los DEG que recibirán y no necesitan. Argentina está incorporada en esa lista de espera.

3. El Banco Central administra con firmeza la entrega de divisas a importadores.

4. Muy pocos dólares se destinan a los compradores individuales para ahorrar, con un límite de 200 dólares por persona. La demanda total fue de apenas 76 millones de dólares en junio pasado, 88 por ciento menos que en el mismo mes del año anterior.

5. El Banco Central regula el giro de dólares para pago de deudas externas privadas, como así también para la remisión de dividendos y ganancias de empresas al exterior.

6. La cotización del tipo de cambio oficial es definida por el equipo económico sin capacidad del mercado para forzar un ajuste no deseado.

7. Otras cotizaciones de dólares (contado con liquidación y MEP) son reguladas también por la autoridad monetaria y la Comisión Nacional de Valores.

8. No hay exigencias importantes para el pago de deuda en moneda extranjera con acreedores privados por la favorable reestructuración del año pasado, que extendió plazos con una muy fuerte reducción de la tasa de interés.

9. Avanza en buenos términos la futura renegociación de la peor herencia del gobierno de Macri: el insólito crédito de 45 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

10. Se postergó el pago para una posterior renegociación de la deuda con el Club de París por 2000 millones de dólares.

11. La balanza comercial es superavitaria. Esto significa que se registra un flujo positivo de dólares comerciales.

12. No aparece un horizonte inmediato de fuerte pérdida de dólares por turismo al exterior por el lento proceso de salida global de la pandemia.

13. El tipo de cambio real no está atrasado, y mucho menos con la ventaja competitiva exógena proveniente de la extraordinaria suba de los precios internacionales de las materias primas de la canasta de productos de exportación.

¿Quiénes apuestan, entonces, a una fuerte devaluación poselecciones pese a este cuadro económico-financiero?

Apostadores obsesionados con las cuentas públicas

Existen jugadores que observan el recorrido fiscal y monetario con sus respectivas proyecciones para la segunda mitad del año para decidir la cobertura cambiaria de parte de sus excedentes. Especulan, con lógica ortodoxa, que un alza del gasto público y emisión monetaria se traducirá en presión sobre las cotizaciones del dólar, ya sean las bursátiles del contado con liquidación y del MEP o la del marginal blue.

El razonamiento sería de este modo: la expansión fiscal y monetaria para impulsar el crecimiento económico, que serviría para mejorar los indicadores laborales por la creación de empleo y los sociales por la mejora de los ingresos de las mayorías, provocaría una ampliación de la brecha cambiaria. 

Este resultado se daría porque los pesos adicionales en circulación se canalizarían a la compra de dólares en las plazas bursátil o marginal. Sostienen, además, que la diferencia entre la cotización oficial y las otras es un componente que limitaría el alza del Producto Interno Bruto por el desaliento de la inversión privada.

Puede ser que algunos no lo puedan interpretar y otros porque lo ocultan deliberadamente, pero este tipo de análisis propone, en última instancia, congelar en los actuales niveles la pésima distribución del ingreso y el marcado retroceso relativo del ingreso de los sectores populares.

Sin embargo, a ese listado de factores mencionados para desarticular la campaña a favor de una fuerte devaluación se le debe agregar el prudente manejo fiscal y monetario realizado por el equipo económico en este año, un activo defensivo de un gobierno acechado por la conducción política del poder económico.

La administración ordenada de las cuentas públicas es un escenario que no fue previsto por la secta de economistas dedicada a comercializar información económica, en general distorsionada y errada. Es lo que permitirá una estrategia expansiva en esta segunda mitad de año en coincidencia con las elecciones de medio término.

De todos modos, es necesario mencionar que luego de tantas crisis económicas es una obviedad que el sector externo es el talón de Aquiles de la economía local, y que un incremento de la actividad con la presente estructura productiva derivará en un aumento más que proporcional de las importaciones que pondrá bajo tensión el panorama cambiario.

El desafío del Gobierno entonces es encontrar estrategias creativas y progresivas para relajar la restricción externa, evitando el convite de la ortodoxia de convalidar un cuadro sociolaboral dramático que, a la vez, se traduce en costos laborales en dólares bajísimos que entrega un esquema de rentabilidad elevada para el sector privado.

Apostadores que juegan en el paño político-electoral

En el mercado cambiario participan también jugadores que no sólo intervienen en el terreno de la obsesión ortodoxa con las cuentas públicas, sino que se despliegan con intensidad en el campo de la disputa política-electoral.

Este juego es la principal pieza para entender la actual dinámica del mercado de cambio, más que las perspectivas económica-financiera.

La sucesión de crisis ha incrementado los rasgos bimonetarios de la economía, lo que genera comportamientos preventivos por el temor a padecer las consecuencias de una debacle.

La cotización del dólar, por lo tanto, se ha convertido en una variable muy sensible en la generación de expectativas sociales, económicas y políticas.

O sea, la paridad cambiaria no cumple la exclusiva función de fijar condiciones macroeconómicas básicas, sino que es una variable fundamental para crear un determinado clima social vinculado con la situación económica.

La capacidad de intervenir en un proceso de desestabilización, generando miedos colectivos por eventuales desbordes, se potencia por la existencia, en una economía bimonetaria, de un régimen de control de cambios estricto que limita el acceso a dólares.

La cotización del dólar blue adquiere, en este contexto, una relevancia desmedida teniendo en cuenta la dimensión de los montos involucrados en las operaciones de cada día en ese mercado.

El alza del precio en la plaza marginal influye en la formación de expectativas de devaluación, pese a que esa cotización no tenga nada que ver con esa posibilidad, y actúa, especialmente, en crear la idea de una situación de desmanejo de la economía. Esto último tiene el objetivo abierto, en meses previos a elecciones, para afectar las chances de triunfo del oficialismo.

La estrategia es vulgar porque no oculta las intenciones. Cuando la cotización del dólar blue descendió o se mantuvo estable, o el Banco Central compraba diariamente dólares  sumando reservas en cantidad, no había titulares informando qué estaba pasando en el mercado, y cuando había algún análisis apuntaba a conjeturar acerca de cuándo terminaría el "veranito" cambiario.

Más que el seguimiento del dólar blue en estas semanas habría que redefinir el rastreo diario de su evolución como la del "dólar electoral".

El tipo de cambio no está atrasado, hasta lo dice The Economist

El índice Big Mac es un indicador que sólo es utilizado por el discurso económico convencional para destacar que el tipo de cambio real está atrasado. Como ahora no lo está, este indicador no es mencionado.

Resulta interesante entonces rescatarlo para identificar qué significa en términos de "competitividad internacional" una paridad oficial de casi 100 pesos por dólar.

La revista conservadora británica The Economist elabora el índice Big Mac hace 35 años. La tradicional hamburguesa de McDonald's costaba solo 1,60 dólares en Estados Unidos en 1986 y ahora, 5,65 dólares, según el promedio de precios de cuatro grandes ciudades de ese país. El índice compara ese precio con el que se registra en otros 70 países.

Para hacerlo considera que cada uno de los ingredientes del Big Mac es igual en cada uno de los locales que tiene la cadena de comida rápida en el mundo. Las diferencias de precios en relación a la base de Estados Unidos mostrarían la apreciación o depreciación de la moneda de cada país con el dólar.

La revista aclara que el índice no pretende ser una guía para los compradores de hamburguesas, sino una referencia irónica sobre las valuaciones de las monedas. Es obvio que no tiene la intención de ser un indicador preciso de la desalineación monetaria de los países, sino simplemente una herramienta para hacer más comprensible el concepto de competitividad del tipo de cambio. 

En principio, el valor de una moneda debería reflejar su poder para comprar cosas, según la doctrina de la "paridad del poder adquisitivo", término acuñado por el economista sueco Gustav Cassel, en 1918. Pese a esas restricciones teóricas, el índice Big Mac se ha convertido en una variable estándar mundial, incluido en varios libros de texto económicos y de estudios académicos.

El último registro del índice Big Mac The Economist para Argentina muestra que el peso está depreciado 30,2 por ciento, tomando el tipo de cambio oficial. O sea, no hay atraso cambiario. Si el cálculo se hace con la paridad marginal del blue (180 pesos), el peso estaría todavía más subvaluado, al anotar 62 por ciento, ocupando el podio de las monedas más depreciadas de ese ranking, sólo detrás de la del Líbano y Rusia.

Una fuerte devaluación condena a los Gobiernos

La experiencia argentina revela que los Gobiernos que dispusieron un ajuste cambiario de gran magnitud perdieron legitimidad política hasta terminar abandonando la Casa Rosada.

El antecedente reciente fue el tercer ciclo político neoliberal de los últimos 45 años. La alianza macrismo-radicalismo perdió ampliamente los últimos comicios en primera vuelta, dejando sin chance de reelección a Mauricio Macri pese a contar con un inmenso dispositivo de apoyo externo, económico, financiero, mediático, político y judicial.

El descontrol cambiario lo condenó, como lo hizo antes con Raúl Alfonsín, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde; no así con Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner puesto que ninguno se tentó con instrumentar una fuerte devaluación.

Si el mundo empresario y financiero especula con un ajuste cambiario poselecciones es admitir que no aprendieron nada del recorrido de doce años y medio de kirchnerismo, período que en los últimos ocho, en los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, convivió con una corrida cambiaria permanente resistiendo una devaluación descontrolada.

No es secreto que si el gobierno de Alberto Fernández aplicara una devaluación se estaría cavando su propia tumba, como aspira la conducción política del poder económico.

Si lo hiciera porque gana las elecciones, dilapidaría ese triunfo en forma inmediata.

Si lo hiciera porque el resultado electoral no lo acompaña, sólo se aseguraría un tránsito traumático en la segunda mitad del mandato sin capacidad de recuperar consenso social para las próximas elecciones presidenciales.

Además de este componente político, después de tantas crisis se saben dos cosas:

1. En el actual cuadro económico-financiero no es necesario una fuerte devaluación porque el tipo de cambio no está atrasado.

2. Está demostrado, con evidencia empírica, que ese tipo de ajuste cambiario no mejora las cuentas del sector externo y sólo sirve para provocar una redistribución regresiva del ingreso.

Con la pesada mochila de un endeudamiento insoportable, tradicional legado de ciclos políticos de derecha, y con un estrecho sector externo, el control de cambio deberá necesariamente continuar por un tiempo prolongado.

Por lo tanto, los agentes económicos y, en especial, los responsables de la gestión económica deberán aprender a convivir con la brecha cambiaria, que será un indudable elemento de perturbación.

La clave entonces será saber administrar e intervenir con todas las herramientas monetarias y financieras disponibles para minimizar el costo de las diferencias entre las cotizaciones del dólar.

La seguridad en las democracias es un asunto de gobernanza global 

Resumen del Consejo de Seguridad: julio de 2021

En julio, el Consejo de Seguridad escuchó seis exposiciones informativas en una sala abierta y cinco a puerta cerrada sobre la labor de las misiones políticas o los procesos de paz bajo la competencia del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz (DPPA). Los problemas iban desde la necesidad de un alto el fuego en Etiopía, los desafíos electorales en África Occidental y el Sahel, los derechos y responsabilidades sobre el uso del agua del Nilo, los hitos para la reconciliación en Colombia, la falta de voluntad política en Libia y la crisis humanitaria en Gaza.

Etiopía

Romero DiCarlo, Under Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos y la consolidación de la paz, en un informe al Consejo sobre la situación en Etiopía, dijo que un alto el fuego observado por todas partes, no sólo facilitaría la prestación de ayuda humanitaria pero también sería un punto de partida señalan los esfuerzos políticos necesarios para trazar una salida a la crisis. “El conflicto en Tigray es el resultado de agravios políticos profundamente arraigados que solo pueden resolverse mediante el diálogo y un proceso político creíble”, enfatizó.

Etiopía se encuentra en una coyuntura crítica, continuó, y pidió a las partes que pongan una preocupación primordial en la protección y el bienestar de los 1,7 millones de personas que han sido desplazadas por el conflicto de ocho meses, incluidos más de 60.000 refugiados que han cruzó a Sudán. 

En las recientes elecciones nacionales, DiCarlo las calificó como un "hito importante", celebrado de manera generalmente pacífica, pero afectado por la inseguridad y los problemas técnicos. Expresando su esperanza de que las elecciones puedan celebrarse en un entorno pacífico y seguro, propuso varias áreas para el apoyo internacional concertado, incluso pidiendo un alto el fuego permanente que sea respetado por todas las partes e instando a los líderes de Etiopía a restaurar rápidamente la unidad nacional a través de un diálogo inclusivo y proceso de reconciliación.

África occidental y el Sahel

El 8 de julio, el Jefe de la Oficina Regional de las Naciones Unidas para África Occidental y el Sahel (UNOWAS) y Representante Especial del Secretario General (SRSG), Mahamat Saleh Annadif, en su primera exposición informativa al Consejo de Seguridad después de asumir el cargo, señaló que los desafíos de seguridad, las cuestiones relacionadas con la participación de las mujeres y los jóvenes en los órganos de toma de decisiones, así como los desafíos relacionados con el cambio climático, son obstáculos importantes para la paz y el desarrollo en África occidental y el Sahel.

Annadif enfatizó que "los actos terroristas en Liptako-Gourma y en la cuenca del lago Chad, y la delincuencia a lo largo de las costas del Golfo de Guinea deben abordarse desde una perspectiva regional". Señaló la coordinación significativamente mejorada entre el plan de acción de la CEDEAO, la Estrategia de Estabilización Regional de la Cuenca del Lago Chad y la Estrategia Integrada de las Naciones Unidas para el Sahel, y agregó que los desafíos electorales en la región se derivan de un déficit de diálogo político y la falta de consenso sobre los principios que sustentan las elecciones.

En el tema de la inclusión, el SRSG acogió con satisfacción los avances de la legislación nacional, como las leyes de cuotas y de paridad, y pidió más esfuerzos para consolidar una dinámica positiva en términos de participación de mujeres y jóvenes.

Gran presa del Renacimiento etíope (GERD)

Parfait Onanga-Anyanga, Enviado Especial de la ONU para el Cuerno de África, dijo durante su exposición informativa al Consejo el 8 de julio que la Gran Presa del Renacimiento de Etiopía (ERGE) “encapsula las narrativas, esperanzas y temores, desafíos y oportunidades contradictorios relacionados con el uso del agua , seguridad y energía en Egipto, Etiopía, Sudán y el Cuerno de África en general ”. A pesar de varios intentos de negociación, las partes hasta ahora no han podido ponerse de acuerdo sobre un marco de compromiso para resolver las cuestiones contenciosas restantes, afirmó.

Onanga-Anyanga enfatizó que “cada uno de los países que comparten las aguas del Nilo tiene derechos y responsabilidades, y el uso y manejo de este recurso natural requiere el compromiso continuo de todas las naciones involucradas, de buena fe, con miras a alcanzar un terreno común. "

El Enviado Especial exhortó a todas las partes a participar de manera constructiva y evitar pronunciamientos que pudieran aumentar las tensiones. Hizo hincapié en que "la cooperación no es un juego de suma cero y un esfuerzo colectivo podría ayudar a aprovechar el potencial de desarrollo de la región en su conjunto".

Colombia

El 13 de julio, Carlos Ruiz Massieu, Representante Especial y Jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, informó al Consejo sobre el del Secretario General último informe y señaló que el proceso de reconciliación logró un nuevo hito en abril, cuando siete excomandantes de la El máximo órgano de decisión de las ex FARC-EP aceptó oficialmente su responsabilidad por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, relacionados con la toma de rehenes y otras graves privaciones de libertad.

Ruiz Massieu también se refirió a los cientos de cadáveres de víctimas que han sido encontrados gracias a información proporcionada por exguerrilleros, actores paramilitares y agentes del Estado, que ha brindado a sus familias “tranquilidad luego de años de dolorosa incertidumbre”. Dijo que todos esos desarrollos, que hasta hace poco eran impensables en Colombia, han sido posibles gracias al Acuerdo Final de Paz.

El Representante Especial mencionó con preocupación la persistente violencia y estigmatización contra excombatientes y miembros del partido Comunes, especialmente antes de las elecciones de 2022, cuando esperan participar activamente en el trabajo político en todo el país.

Continuó señalando que, a pesar de un panorama de reintegración desafiante, los excombatientes continúan demostrando su compromiso de construir una nueva vida. Los partidos deben continuar trabajando juntos para brindar mayor certeza a los exmiembros de las FARC-EP y sus familias, especialmente ampliando el acceso a la vivienda y la tierra. Al subrayar que la implementación integral del Acuerdo Final de Paz proporciona una manera de abordar las causas profundas del conflicto, instó a la sociedad y las instituciones colombianas a ver el acuerdo como una oportunidad para ayudar a abordar muchos de los problemas de larga data que enfrenta el país.

Libia

El Enviado Especial y Jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) Ján Kubiš, el 15 de julio, informó al Consejo sobre la situación en Libia. “La situación en Libia se está volviendo más difícil, conflictiva y tensa”, con intereses institucionales, políticos e individuales que se interponen en el camino de acordar el marco legal necesario para la celebración de las elecciones el 24 de diciembre de 2021. Si este estancamiento sobre la base constitucional de Las elecciones no se resuelven rápidamente, y si los líderes no demuestran voluntad política, entonces el impulso positivo visto hace apenas unos meses se revertirá, advirtió. 

La presencia continua de fuerzas extranjeras y mercenarios también amenaza el alto el fuego, dijo, y enfatizó que los actores libios e internacionales deben acordar un plan para su retirada.

Concluyó celebrando los resultados de la segunda Conferencia de Berlín sobre Libia y los esfuerzos colectivos de los Estados Miembros y las organizaciones regionales e internacionales para ayudar al pueblo libio en su búsqueda de la unidad, la paz, la estabilidad y la prosperidad. La aplicación del acuerdo de alto el fuego y el progreso en los ámbitos político y económico son interdependientes. “Ahora se necesitan pasos positivos para evitar retrocesos en todos los caminos”, enfatizó Kubiš.

La situación en el Medio Oriente

El 28 de julio, Lynn Hastings, Coordinadora Especial Adjunta para el Proceso de Paz del Oriente Medio, informó al Consejo de Seguridad sobre los acontecimientos más recientes sobre el terreno.

Otras reuniones

El 7 de julio, el Consejo de Seguridad escuchó a Bintou Keita, Representante Especial y Jefa de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), donde destacó que los esfuerzos en la República Democrática del Congo ahora deben unirse en torno a poner fin al recrudecimiento de los combates en las provincias orientales de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur.

El 9 de julio, el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad la resolución 2585 (2021) , por la que se prorroga el uso del paso fronterizo de Bab al-Hawa, en la frontera de Siria con Turquía, para la entrega de ayuda humanitaria durante seis meses, con la expectativa de una renovación posterior. durante otros seis meses, hasta el 10 de julio de 2022.

Con la aprobación unánime de la resolución 2586 (2021) , el Consejo de Seguridad decidió el 14 de julio prorrogar el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para apoyar el Acuerdo de Hudaydah (UNMHA) hasta el 15 de julio de 2022. La misión supervisará la cesación del fuego en toda la gobernación. redespliegue de fuerzas y operaciones de remoción de minas, y supervisar el cumplimiento del alto el fuego en los puertos de Hudaydah, Salif y Ras Issa en el Mar Rojo. Posteriormente, el Consejo fue informado, en consultas privadas, por la Secretaria General Adjunta Rosemary DiCarlo y Abhijit Guha, jefe de la UNMHA, sobre los últimos acontecimientos en Yemen.

Durante la sesión informativa sobre 'Preservar el espacio humanitario' el 16 de julio, Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, dijo que los incidentes de seguridad que afectan a los trabajadores humanitarios se han multiplicado por diez en todo el mundo desde 2001. Reiteró los llamamientos del Secretario General para que El Consejo debe tomar medidas firmes e inmediatas para apoyar sus resoluciones diseñadas para proteger a los civiles y el espacio humanitario.

El Consejo de Seguridad celebró consultas privadas el 19 de julio sobre la situación política en Siria. Durante la reunión, el Enviado Especial Geir Pedersen instó a todas las partes a definir, con mayor precisión, qué tipo de reformas y pasos están dispuestos a tomar, si se toman pasos concretos del otro lado. El Enviado señaló que todas las medidas deben ser recíprocas y mutuas, realistas y precisas y deben aplicarse en paralelo.

En una reunión a puerta cerrada celebrada el 21 de julio, Elizabeth Spehar, Representante Especial y Jefa de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP), informó al Consejo sobre la situación en Chipre. Expresó la profunda preocupación de la Secretaría por los acontecimientos recientes con respecto a Varosha y su impacto negativo en las relaciones entre las partes y las posibilidades de volver a conversaciones de solución viables.
El 22 de julio, Joanna Wronecka, Coordinadora Especial de la ONU para el Líbano, Jean-Pierre Lacroix, Subsecretario General de Operaciones de Paz y el Comandante de la Fuerza de la Fuerza Provisional de la ONU en el Líbano (FPNUL), Stefano Del Col, informaron al Consejo sobre la implementación de la Resolución 1701 Centrándose en los acontecimientos recientes en el Líbano, el Coordinador Especial Wronecka destacó las múltiples y acumuladas dificultades socioeconómicas, financieras y políticas del país y su impacto en la gente.

El 26 de julio, la Representante Especial y directora del Centro Regional de las Naciones Unidas para la Diplomacia Preventiva para Asia Central, Natalia Gherman, informó al Consejo de Seguridad a puerta cerrada sobre el trabajo de su oficina con sede en Ashgabat, Turkmenistán.

El mismo día, en consultas privadas, el Subsecretario General Oscar Fernández-Taranco informó al Consejo sobre los desafíos actuales del acceso a la vacuna COVID-19 en las áreas afectadas por el conflicto. 

Atul Khare, Secretario General Adjunto de Apoyo Operacional, informó el 27 de julio al Consejo de Seguridad sobre el cierre de la Misión Híbrida de las Naciones Unidas y la Unión Africana en Darfur (UNAMID). Khare dijo al Consejo que todo el personal uniformado, excepto una Unidad de Guardia uniformada, había sido retirado y que el antiguo cuartel general de la misión y las bases de operaciones se habían cerrado y entregado a las autoridades locales para uso civil en los estados de Darfur Central, Sur y Norte.

El 29 de julio, los miembros del Consejo de Seguridad votaron a favor de prorrogar el mandato de la Misión de Mantenimiento de la Paz de la ONU en Chipre (UNFICYP) por otros 6 meses. También votaron para ampliar el régimen de sanciones en la República Centroafricana.

(Hablando Politicamente en Medium)

Virginia Eubanks, autora de 'La automatización de la desigualdad, herramientas de tecnología avanzada para supervisar y castigar a los pobres' (Editorial Capitán Swing). Escribe en “El Salto”

Durante tres años, Virginia Eubanks realizó una investigación sobre la privacidad digital, desigualdad económica y discriminación basada en los sistemas de minería de datos, políticas del algoritmo y modelos de riesgo predictivo. Fruto del estudio, esta profesora de Ciencia Política de la Universidad de Albany (Estados Unidos) publicó el libro La automatización de la desigualdad, herramientas de tecnología avanzada para supervisar y castigar a los pobres, que en España ha editado Capitán Swing, con la traducción de Gemma Deza. La lectura es amena —explica a través de casos concretos cómo las decisiones que los ordenadores toman tienen consecuencias directas sobre personas y familias— y arroja luz sobre un asunto complejo que intencionadamente pasa desapercibido.

¿Adónde estamos yendo como sociedad?
[Se ríe] ¡Empezamos con una pregunta chiquitina! Una de las cosas que pretendo en el libro es contextualizar históricamente los cambios que estamos viendo en los Servicios Sociales públicos de Estados Unidos mediante la automatización de las decisiones. El futuro es muy importante, pero en el pasado encontramos muchas claves. Cuando hablamos de tecnología, tendemos a pensar que las nuevas herramientas han aparecido de la nada, como si hubieran caído del cielo creando una disrupción en todo. Pero no es así. La tecnología se diseña y se implementa en contextos moldeados por decisiones políticas, así como en las costumbres sociales y culturales que hemos adoptado. 

¿Y qué has hallado en el pasado?
Durante años y años, en Estados Unidos, los antiguos asilos para menesterosos atendían —y encarcelaban— a pobres y personas de la clase trabajadora que les pedían ayuda. La razón por la que hablo de ello en el libro es porque seguimos mostrando sorpresa por lo que ocurre en el presente, cuando las nuevas herramientas tecnológicas obtienen resultados muy similares a las herramientas del pasado. La sorpresa, en el mejor de los casos, es ingenua y, en el peor, es falsa. Así que la respuesta a tu pregunta de hacia dónde vamos como sociedad, sería que, ahora mismo, los Servicios Sociales públicos de Estados Unidos están volviendo hacia el pasado. 

No suena bien.
Estamos creando una versión digital e invisible de los antiguos asilos para menesterosos, sobre un diagnóstico moral de quién merece o no recibir ayuda. Quizá esto pueda sonar un poco fuerte desde Europa, pero para entender los derechos sociales de Estados Unidos es necesario saber que tenemos un sistema que no se basa en los derechos humanos, por lo que cualquier persona por cualquier razón podría solicitarlos, sino que nosotros decimos, en primer lugar, que si eres pobre, es por tu culpa. Y si es tu culpa —y nosotros pensamos que es tu culpa—, es porque creemos que hay algo mal en ti, como puede ser haber tomado malas decisiones, por lo que bajo este paradigma bloqueamos de alguna manera el derecho a ser atendido, al mismo tiempo que limitamos las oportunidades de movilizarte políticamente. Este es el legado que hemos heredado de una América racista y supremacista blanca. 

Nada cambia con el paso de los años y la revolución digital.
Mi argumento es que actualmente estamos recreando nuevas versiones de esas antiguas maneras de pensar la pobreza, los pobres y la clase trabajadora, revistiéndola de una pátina tecnológica, como si fuera más eficiente, más objetiva, más racional, menos desviada. Y bajo ella se toman esas decisiones —políticas—, que tienen consecuencias —políticas— sobre cómo gestionar la falta de equidad. Es una especie de math washing.

¿Math washing?
Como el green washing, pero con las matemáticas y con personas.

¿Un lavado matemático de la pobreza que nos hace sentir una sociedad más limpia, si los ingresos nos dan de sí?
Sí, así el proceso parece limpio, eficiente y objetivo, cuando no lo es. Estos sistemas tecnológicos son en realidad sistemas humanos que reflejan nuestro sistema de valores y nuestras decisiones políticas, independientemente de si admitimos que las tomamos o no. 

Algunas personas sueñan con un mundo gobernado por ingenieros, un mundo racional. ¿Qué les dirías?
Uno de los ingenieros que creó la herramienta para el cribado de familias en Allegheny escribió un paper para Nueva Zelanda, país que rechazó el cribado, en el que básicamente se preguntaba qué podemos hacer con el data. Si podemos despegarnos de los horrores de la burocracia. Y básicamente su idea fue que, dado que las trabajadoras sociales mayoritariamente dedican su tiempo a recoger y procesar información, y como los ordenadores pueden hacer eso mejor, quizá no necesitamos a estas personas y los trabajadores sociales pueden ser reemplazados por ordenadores. Así, supuestamente, el Gobierno trabajaría de forma más efectiva y trataría a las personas de un modo más justo. Pero la realidad no es así. Una de las cosas que más miedo me da es que se piense que el data actúa de forma rápida, transparente y eficiente, cuando las máquinas toman decisiones políticas basadas en un sistema construido sobre decisiones políticas.

¿Por ejemplo?
Políticamente se ha asumido la escasez. No hay suficiente para todo el mundo, dicen, por lo que la austeridad es la respuesta a la escasez. Pero empíricamente no existe una verdad sobre ello. En mi opinión, vivimos en un mundo abundante donde hay suficiente para todas las personas. En vez de asumir esa máxima, asumimos la escasez y a la hora de tomar decisiones duras, basadas en la austeridad, confiamos en las herramientas tecnológicas para que las tomen por nosotros. Es una especie de triaje digital: se hace un ránking de personas en orden de quien merece, cuándo, cómo y dónde recibir ayuda, o si deben ser intervenidas y vigiladas. Esto son decisiones políticas que escondemos detrás de unas máquinas cuando ni siquiera somos capaces de hablar de ellas como comunidad y entorno político, aunque ese debe ser el trabajo de la democracia. Bregar con temas complicados, incluido este. 

Has dicho suficiente para todos, eso implica repartir, cosa que no suele gustar a la clase pudiente.
Sí. Cuando escribí sobre la herramienta digital para otorgar ayudas a personas sin hogar de la ciudad de Los Angeles había unas 55.000 personas en esta situación, que hoy se elevan a 60.000. La crisis habitacional es una locura. Pero fingir que nunca habrá suficientes casas para todos tampoco es la solución. Simplemente nos enmarca en un ciclo de austeridad en el que asumimos que nunca habrá suficiente, por lo que no hay manera de empujar hacia esa dirección. Eso ha creado un clima en el que ahora hay vecinos que se han querellado contra la construcción de almacenes públicos para hospedar las bártulos de los sintecho. No son espacios para los sintecho, ¿eh? Solo son espacios para sus mochilas, sus bolsas, sus carros. Y hay vecinos que lo han denunciado mandando un claro mensaje: aquí no queremos ni siquiera vuestras mochilas. No puedes enfrentarte a la herramienta que gestiona la escasez de viviendas para sintecho y los huecos para el almacenaje de los bártulos si no es enfrentándote a la cuestión que subyace. Como me dijo uno de ellos: este no es un problema de matemáticas, sino de carpintería. No hay suficientes casas y necesitamos producir más.

En el libro abordas otro ejemplo: la herramienta para clasificar la potencialidad que tiene un niño de ser abusado, y destacas que ninguna madre de clase media se siente aludida porque Servicios Sociales no tocará a su puerta, aunque cometa errores.
El sistema de Pittsburgh es un modelo que supuestamente predice qué niños podrían ser víctimas de abuso o negligencias en algún momento en el futuro. Existe una gran diferencia en la forma en que se recopilan los datos sobre diferentes familias. Las familias pobres y trabajadoras son prácticamente las únicas personas que alguna vez entran en contacto con los Servicios de Protección Infantil, y eso se debe en gran parte a la cantidad de ojos que están puestos en esas familias. En Estados Unidos tenemos un sistema llamado informes obligatorios. Las personas que tienen profesiones en las que interactúan con niños, como escuelas, médicos, consejeros, si aprecian que un niño está siendo abusado o descuidado, la ley les exige que informen al Estado.

¿Cómo se traduce esto?
La realidad es que las familias pobres y trabajadoras entran en contacto con informes obligatorios mucho más a menudo que las familias de clase media y profesionales, reflejan los datos de este modelo. Por eso familias como la de Patrick y Angel han estado navegando por programas públicos durante generaciones. Hay una gran cantidad de datos sobre ellos, pero estar en el sistema no implica ser un padre problemático o peligroso. Sin embargo, cuanto más apoyo o ayudan buscan en el sistema, más sube su puntuación como problemático. Y si su puntuación aumenta, es más probable que vuelva a interactuar con el sistema. Es un círculo vicioso. Por eso la gente con la que hablé en Pittsburgh lo llama sistema de perfiles de pobreza, porque la realidad es que simplemente no existen datos sobre familias de clase media y profesionales, ya que mayoritariamente acuden a médicos privados si tienen un problema de salud mental o a clínicas privadas de rehabilitación si tienen un problema de adicción, por lo que sus datos nunca terminan dentro del sistema. Lo mismo ocurre si tienen necesidades para los cuidados de los niños. Unos pagarán de su bolsillo a una niñera y otros tendrán que pedir al Estado asistencia, y pasará un tiempo señalado por el sistema. Los padres y madres de clase media y profesionales que representan una amenaza para sus hijos sencillamente no están en el radar de sistemas como este. 

La clase media cada vez se acorta más, ¿debería ser consciente de su vulnerabilidad y no pensar que esto no le afectará?
Las familias pobres y trabajadoras son una especie de canarios en la mina de carbón. Con ellos se prueban estas cosas. En Estados Unidos experimentamos con familias trabajadoras extranjeras y otras poblaciones marginadas —inmigrantes, personas de color, minorías sexuales— y luego los sistemas a menudo llegan a más personas. No creo que la única razón por la que se deba responder a una amenaza potencial sea porque podría afectarte, deberíamos preocuparnos de que le pase a cualquiera. Pero te diré que los datos muestran muy claramente que más de la mitad de nosotros, el 51% de las personas, estará por debajo del umbral de pobreza en los Estados Unidos en algún momento entre los 20 y 64 años. Eso no significa que todos los estadounidenses sean igualmente vulnerables a la pobreza, pero muchos de nosotros usaremos estos programas, por lo que tiene sentido que prestemos atención a cómo se trata a las personas en esos programas, porque lo que estamos haciendo ahora es construir un sistema punitivo que no es lo suficientemente generoso como para ayudar a las personas que están en crisis y que luego las castiga por estar en crisis, por lo que hace que sea mucho más difícil salir de la crisis económica. 

Durante la pandemia, el Gobierno de España activó un subsidio llamado Ingreso Mínimo Vital cuya implementación ha sido un desastre. Los documentos debían enviarse online, para ser tratados no por trabajadoras sociales sino primero por personas contratadas para ello, y luego reciben la validación de un funcionario de Trabajo. Creo que ese ha sido nuestro propio experimento y el resultado ha sido nefasto.
Desde la pandemia ha habido una explosión extraordinaria de conversaciones sobre estos temas y estoy feliz de que suceda, porque creo que son debates que realmente necesitamos tener. Hay patrones, y hay empresas como Deloitte y otras grandes empresas transnacionales, que traspasan las fronteras para implantar sus propuestas.

¿La pandemia ha sido un punto de inflexión?
Rebecca Solnit construyó el concepto de paraíso en el infierno. Justo en momentos de grandes crisis —terremotos, volcanes, catástrofes de todo tipo, tanto humanas como naturales—, la gente a menudo tiene este momento en el que dice: Oh, la forma en que hemos configurado las cosas no es natural e inevitable, podemos cambiarlo. Es un momento paradójico de libertad que se da cuando las cosas están en su peor momento y podemos tomar diferentes decisiones sobre cómo hemos estructurado nuestro mundo. Hay muchos ejemplos durante la pandemia, y decisiones —subsidios— que políticamente eran imposibles en Estados Unidos o Australia, han pasado a ser posibles. 

Pero nos hemos topado con este tipo de sistemas de gestión. 
Quizá en momentos de desastres la gente necesita acceder de forma rápida a un sistema, pero el Estado debe desempeñar siempre un papel importante a través de los trabajadores sociales que consiste en acompañar a las personas en uno de los momentos más difíciles de su vida. Y el verdadero peligro de estos sistemas tecnológicos es que no acompañan. Es como si un maestro o un médico no te acompañaran en tu educación o enfermedad. El verdadero peligro de estos sistemas tecnológicos es que interpretan la realidad como un procesamiento de información, cuando la realidad no es esa. Estas herramientas son statu quo, herramientas de mantenimiento para el control social a través de la policía, los servicios sociales y lo que hay de estado de derecho. Creo que debemos y podemos abordar la realidad de una manera mucho mejor y de forma más directa, con una visión de un mundo más justo y equitativo. Por lo que este tema, debería situarse en la agenda de las activistas, personas, vecinas y comunidades.

¿Te resultó difícil que las personas te contaran su historia?
Me gustaría destacar lo generosas que han sido. Aparecen con sus nombres y apellidos. Una de las personas que hablé en Indiana me dijo que no le importaba si usaba su historia o no para el libro, que estaba contento de que alguien le hubiera escuchado. Es frustrante pasarte horas colgada al teléfono interactuando con máquinas.

En el libro, dices que hace diez años eras moderadamente optimista sobre la tecnología. ¿Y ahora?
Nunca he dejado de ser optimista sobre la capacidad de las personas para cambiar las condiciones de las vidas. Pero creo que durante mi juventud fui bastante cínica. Luego me involucré en organizaciones activistas en derechos de asistencia social y encontré a personas realmente valientes en situaciones muy difíciles. Ahí rechacé el cinismo y escogí la esperanza. Creo que podemos cambiar absolutamente la forma en que funcionan estos sistemas y construir tecnología para las personas. Pero mi teoría del cambio no pasa por educar a los ingenieros o pedirle a Facebook que sea más agradable. Ni tampoco creo que instituciones, gobiernos y poderes cambiarán de motu proprio, sin demanda social. Creo que los cambios provienen de los colectivos, de los movimientos sociales, de las comunidades que dicen “esto no lo aceptamos”. Ahí radica mi optimismo. La justicia social no ocurre por accidente. 

La globalización como proceso social constituye dimensiones complejas y entramados varios que sostienen negociados, intereses de grupos y corporaciones, y principalmente, el sostenimiento de privilegios de unos pocos respecto del resto de la humanidad alejados de las posibilidades reales de participación en la toma de decisiones y de la comprensión de como lo cotidiano impacta y es impactado por las relaciones geopolíticas y las operaciones de grupos que intentan aventar todo “peligro” que ponga en cuestión el orden que les permite el ejercicio de poder y el sostenimiento de esos privilegios. Guerras, rumores de guerras, acciones “terroristas” y “defensas encubiertas” que alientan el “secretismo” y el imperio de “lo oculto” por sobre las democracias transparentes, deliberativas y que no encubren los conflictos sino mas bien alimentan los debates racionales en torno a las soluciones consensuadas y lo mas equitativas posibles, tienen en estos tiempos, a la concentración de la riqueza especialmente en sus formas financiarizadas, como el principal escollo a cualquier intento de transparencia y que evite “Teorías conspirativas” y disuelva la fuerza de las “conspiraciones reales” que atentan contra los procesos de demandas colectivas de mayor democratización de toda instancia de gobierno (Local, Estadual, nacional, regional y global). Las democracias custodiadas por las elites, no son democracias.

Daniel Roberto Tavora Mac Cormack


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