Datos, información, modelos de interpretación en los días de la peste.

 
La información y los datos permiten interpretaciones en torno a la realidad. Esta solo es posible si se reflexiona y se ordena con algún sentido, conceptos que modelan los pensamientos. He aquí alguno datos e información y alguna de las interpretaciones posibles desde el psicoanálisis, el marxismo y algunos idearios de “lo popular” en sus luchas cotidianas.

En medio de la incertidumbre que genera la aceleración de contagios en Europa por la aparición de la variante Delta, el oficialismo debate sobre qué tipo de campaña encarar, fundamentalmente, en la Provincia de Buenos Aires. Los actores están claros: Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa serán las caras visibles, pero ninguno de ellos encabezará la lista de diputados nacionales. Según un sondeo de Poliarquía que giró en Juntos por el Cambio, la figura frente a la que peor performance tendría la oposición es Santiago Cafiero. Sin embargo, el Presidente no quiere desprenderse de su jefe de Gabinete a quien considera, naturalmente, una pieza clave en la gestión de gobierno. Una decisión de esa naturaleza, además, abriría una disputa sobre quién podría ocupar el lugar de Cafiero y es difícil pensar en un elemento que no posea las tres nacionalidades del Frente de Todos o,  al menos, conviva armónicamente con todas las tribus. 

En la Ciudad de Buenos Aires el escenario es un poco más claro. Leandro Santoro se encamina a liderar la lista de diputados nacionales y el debate está en su acompañante. Los nombres que trascendieron son los de la asesora presidencial Cecilia Nicolini, la dirigente porteña María Rosa Muiños y Gabriela Cerruti aunque, dicen, esta última ya le habría anunciado su retiro de la política en términos institucionales a los jefes del FdT. Al margen de los nombres, el debate hoy en el seno del oficialismo tiene que ver con el funcionamiento integral de las áreas de gobierno. Algo de esto plantearon los gobernadores en una reunión que mantuvieron el viernes en Olivos junto al Presidente, el jefe de Gabinete, Máximo Kirchner y Wado de Pedro.

Gildo Insfrán, Juan Manzur, Ricardo Quintela, Gerardo Zamora, Raúl Jalil, Sergio Uñac, Jorge Capitanich y Sergio Ziliotto mostraron su preocupación por la demorable, pero no evitable, circulación comunitaria de la Delta, celebraron el avance de la obra pública en sus provincias y sostuvieron que, al menos en sus territorios, esos logros de gestión no estaban siendo capitalizados, en términos de imagen, por Fernández. “En general es normal que el gobernador esté unos puntos arriba que el Presidente, pero acá en la última encuesta la diferencia es demasiado grande”, reflexionaba, ya en su provincia, uno de los mandatarios presentes ante #OffTheRecord. Esta postura fue acompañada por críticas a la comunicación oficial junto a un reclamo de los gobernadores del Norte Grande: la dificultad en la convivencia con las organizaciones sociales como el Polo Obrero, FOL o el propio Movimiento Evita en sus provincias. “Usan la plata que le dan ustedes para hacernos lío a nosotros y allá no es como acá, esos son votos de JxC, no de la izquierda”, relató un mandamás provincial en Olivos. El tema, naturalmente, será abordado luego de las elecciones. 

Mientras tanto, y tras perder la presidencia del BID con la candidatura de Gustavo Béliz frente al estadounidense Mauricio Claver-Carone -en lo que parecía más una postura de principios- Argentina fue nuevamente desairada en la elección del otro gran banco de desarrollo regional, la CAF, donde el segundo de Béliz, Christian Asinelli, fue postergado por el colombiano Sergio Díaz-Granados. Al haber llegado a un acuerdo, nuestro país no cosechó siquiera un voto entre sus socios del Mercosur y depositó esperanzas en Perú, a pesar de los choques que el gobierno de Francisco Sagasti había tenido con el argentino en función del apoyo del presidente electo, pero aún no asumido, Pedro Castillo. El gobierno argentino apenas logró salvar las formas y obtener una elección unánime en la que Asinelli será vicepresidente de Díaz-Granados y tendrá una oficina en Buenos Aires. Un caramelo de madera. 

En paralelo, mientras Martín Guzmán viaja a Italia en el contexto del G-20 y se reunirá con la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, para avanzar en el acuerdo con el organismo multilateral, Econojournal llamó la atención sobre la renegociación de la deuda con China por la construcción de las represas Kirchner-Cepernic en Santa Cruz, una inquietud que fue recogida el fin de semana por el diario Clarín. La Argentina debería comenzar a desembolsar parte del dinero recibido hasta el momento para la obra de las represas que, de acuerdo a la planificación original, ya deberían estar funcionando. Modificaciones al proyecto durante el gobierno de Macri y problemas técnicos motivaron demoras en la negociación donde las partes no terminaron de acordar una adenda en el contrato que recoja las nuevas condiciones. 

Por la parte china se suman dificultades, ya que la constructora Gezhouba y los financistas -un grupo de bancos de mayoría estatal- parecen tener intereses diferentes en relación a la obra. El país deberá renegociar con las partes chinas en un contexto donde la prioridad y los mayores montos en la negociación financiera están en occidente. Se ha advertido en esta columna sobre las condiciones que acompañan los financiamientos chinos, como las cláusulas de cross-default -que ponen en riesgo otras obras ante cualquier impago- y la posibilidad de apoderamiento de las obras de infraestructura ante incumplimientos, pero en el caso es poco probable que la situación escale. En un marco de dificultades financieras del país con sus acreedores, la publicidad de conflictos y dificultades es esperable, pero ni Argentina tiene incentivos para romper lanzas con un socio estratégico "integral", ni China los tiene para asumir el papel de acreedor hostil ante un socio relevante y confiable de una región en la que los interlocutores de ese tipo no abundan.

En Juntos por el Cambio el escenario no es mucho más armónico. Si bien los actores principales de la coalición pretendieron mostrar unidad luego de la renuncia de Patricia Bullrich a su candidatura, la herida tardará en sanar. La reacción de la titular del PRO pareció evidenciar que no supo asimilar el golpe, tal vez producto del fastidio que tenía con un Mauricio Macri que, ella esperaba, la respaldara en su aventura capitalina y en cambio se fue a España. Bullrich, los días siguientes del anuncio, confirmó que quiere ser candidata a Presidenta en 2023, presentó un seductor equipo conformado por Florencia Arietto, Fernando Iglesias, Waldo Wolff y Gerardo Millman y subió un video a su cuenta de Instagram junto a Horacio Rodríguez Larreta en el que los votantes de JxC se acercan sólo para celebrarla a ella y el jefe de Gobierno parece un convidado de piedra. No parece la reacción de alguien que ganó. Ni que podría haberlo hecho como sentenció minutos después del anuncio. 

El ideal de Bullrich era encabezar una lista de unidad en CABA para, con un resultado que supere los 50 puntos, pavimentar su camino de la candidatura presidencial. No pudo y, entonces, eligió no competir. Bullrich perdía con María Eugenia Vidal. Eso le hubiera costado la presidencia del partido y obstruía su sueño hacia la Casa Rosada. A pesar de la frustración del cineasta Juan José Campanella, la jefa institucional del PRO no entregó la PASO a cambio de nada. Dirigentes que participaron de las negociaciones le confirmaron a #OffTheRecord que “a Patricia le garantizaron estructura para recorrer el país durante este año y también en 2023”. Como dijo Miguel Ángel Pichetto en este mismo espacio, “la promesa de hoy puede ser la ruptura de mañana”.

Macri, por su parte, reclamó una supuesta venganza que, dice, traería aparejada la declaración de la quiebra de Correo Argentino SA, la sociedad con la que la empresa familiar SOCMA operó durante algunos pocos años el correo oficial, cuya gestión le fue adjudicada durante el menemismo. El motivo de la rescisión del contrato no fue otro que la falta de pago del canon que la sociedad se había comprometido con el Estado y que (casi) nunca cumplió, motivando una puja con el gobierno de Fernando de la Rúa que inició procedimientos para quitarle la concesión, algo que finalmente se produjo durante el gobierno de Néstor Kirchner. El proceso concursal en el fuero comercial, a pesar de lo que dicen Elisa Carrió, Bullrich y hasta las figuras más moderadas de la coalición, como Larreta o Vidal, es -excepto por su extensión- bastante ordinario. El principal acreedor, el Estado argentino, no aceptó la propuesta de pago de capital de 1100 millones de Correo Argentino SA debido a su diferencia con el monto reclamado como deuda,  de 4500 millones. El rechazo es lógico y la diferencia es grande. La declaración de quiebra es algo relativamente normal en procesos concursales y no supone más que la liquidación del patrimonio de Correo Argentino. La denuncia de persecución de Mauricio Macri apunta a la segura próxima instancia. Si se determinara que la quiebra fue, de algún modo, fraudulenta, se podría avanzar en el cobro de la deuda sobre SOCMA -la sociedad controlante- bajo una figura de larga tradición en nuestro derecho que es el corrimiento del velo societario. Si la Procuración del Tesoro, comandada por Carlos Zannini, actúa en forma diligente, es de esperar que busque las herramientas para que el Estado cobre la deuda. En ese esfuerzo, seguro acuda a las numerosas denuncias públicas que existían al momento de la pérdida de la concesión. De hacerlo se encontraría con los testimonios de Patricia Bullrich y Elisa Carrió.

OFF THE RECORD Iván Schargrodsky https://www.cenital.com/

La Sindicatura General de la Nación (SIGEN), junto a la Red Federal de Control Público y el Ministerio de Salud de la Nación, desarrollan un proyecto de control sobre el Plan Estratégico Nacional para la Vacunación contra el COVID-19. Las 24 jurisdicciones avanzan en los monitoreos y relevamientos de las más de 22 millones de vacunas distribuidas y más de 19 millones aplicadas en todo el territorio.

Es un trabajo sustantivo que nos encomendó el Ministerio de Salud en cada una de las 24 jurisdicciones, con toda la responsabilidad que demanda el plan de vacunación más importante de nuestra historia como Nación”, expresó Carlos Antonio Montero, síndico general de la Nación

El rol de la Red Federal de Control Público es clave en el proceso de fiscalización. “Desde que asumimos la tarea tuvimos en claro que el fortalecimiento de la Red Federal tendría impacto directo en un control absolutamente integral, con presencia en cada rincón del país”, añadió Montero. 

El control en las provincias

Los Tribunales de Cuentas (TC) y órganos de control que integran la red asumieron el compromiso y la tarea de monitorear la vacunación en sus provincias. El procedimiento consta de registros bimestrales, en las primeras etapas, para pasar a informes mensuales. El primer período es de diciembre de 2020 a marzo de este año y el segundo de abril a mayo. Muchos tribunales se encuentran comenzando, otros en la segunda etapa y algunos, como Tucumán, ya entregaron registro hasta mayo.  

 


Nos dieron lineamientos, un instructivo y un programa de trabajo para que podamos verificar la trazabilidad de las vacunas que manda la Nación a las provincias. Ya cumplimos la primera etapa, ahora estamos haciendo la segunda. Afortunadamente encontramos todos los circuitos muy bien aceitados y nos brindaron toda la información que les solicitamos”, comentó Paola Marotta, directora de Cuentas Descentralizadas del Tribunal de Cuentas de Mendoza, donde ya recibieron 974.402 dosis.

En la misma situación se encuentra el TC de Entre Ríos. Según indicaron desde el organismo, lograron cumplir con el primer paso en tiempo y forma. “El informe lo hicimos con datos que el Ministerio de Salud de la Provincia nos dio. Ahora trabajamos en un segundo informe que es un avance y se siguen analizando cada uno de los puntos. Aún no hay conclusiones, se están haciendo auditorías del tipo registral”. En la provincia recibieron al momento 688.853 vacunas y aplicaron 132.128 con dos dosis.

Córdoba y Tucumán

En tanto, en la provincia de Córdoba están realizando una validación de la documentación, del stock y de la distribución. También verifican que las vacunas que se envían coincidan con las que llegan y que el proceso sea adecuado en los centros de vacunación. “La idea es ponerse al día para después empezar mes a mes con estas evaluaciones y tener información más oportuna. No estamos teniendo ningún inconveniente, hay mucha predisposición del personal de salud para brindar información”, señaló Andrea Abramo, presidenta del Tribunal de Cuentas cordobés.

Con 1.817.000 vacunas recibidas, desde el TC se sumaron rápidamente. “No dudamos que era un trabajo que teníamos que hacer. Esto sirve para transmitir tranquilidad a la población en un tema tan sensible. Es una manera de fortalecer la transparencia en lo que hace a la distribución de vacunas”, concluyó Abramo. 

Por su parte, Sergio Díaz Ricci, vocal segundo del TC de Tucumán, remarcó la importancia del trabajo. “Es dar transparencia y credibilidad a todo esto. Es una tarea de importancia central porque se trata de salvar vidas. Controlamos que lo remitido sea igual a lo recibido, en stock y aplicado. Estamos controlando recursos nacionales, no tenemos control sobre fondos de este estilo, salvo que nos habiliten como ahora. Esta es la utilización de la Red Federal, sino no podríamos participar”.

No todos los tribunales van al mismo ritmo. En Santa Cruz, el organismo de control provincial aprobó en junio el cronograma de control, por lo que todavía no comenzaron, pero esperan poder avanzar pronto, según informaron desde el ente. 

El caso de La Pampa

Desde marzo de 2020, con la llegada de la pandemia, el gobernador de La Pampa Sergio Ziliotto acordó con el Tribunal de Cuentas local fiscalizar las compras y contrataciones destinadas a la emergencia sanitaria. “El 89% de las compras que se hicieron en forma directa, pasaron por el control previo. Y el 10,39% que no pasaron fue porque eran cosas menores”, mencionó María Alejandra Mac Allister, presidenta del TC de La Pampa.

El Tribunal está monitoreando permanentemente que no haya sobreprecios, que las obras públicas se hagan en tiempo y forma y tengan el menor precio. Al cierre del año pasado, presentamos el informe al Ejecutivo sobre todas las compras y contrataciones que se habían hecho en el año, con sus distintas fuentes de financiamiento”, aseveró la presidenta.

Hasta el momento en La Pampa obtuvo 182.502 vacunas. En cuanto a su control, Mac Allister aseguró que están por mandar el primer informe y comenzar la segunda etapa. “Todas las provincias están comprometidas con la realización de esta auditoría. Demuestra la relevancia que es necesario darle a los organismos de control en el ciclo de políticas públicas. Es necesario que nos involucremos cada vez más, que tengamos más competencias y capacidades porque el ciudadano lo demanda”.

El rol de la Auditoría General de la Nación

La Auditoría General de la Nación está auditando las compras de vacunas y las contrataciones relacionadas a ellas. A su vez, y para consulta de la ciudadanía, la página Monitor Público de Vacunación ofrece información actualizada sobre cómo avanza este proceso de inmunización en todo el país.

(El Auditor Info)

Salario mínimo 

El gobierno adelantará el aumento del salario mínimo a septiembre, según publicó Mariano Martín en Ámbito. El salario mínimo llegará a 35% de aumento para septiembre, cinco meses antes de lo que estaba previsto.  

En abril, el Consejo del Salario había votado la mejora del 35% en siete tramos: ya se pagaron tres y los próximos cuatro aumentos serán en tres: 9% en julio, 4% en agosto y 5% en septiembre. Así, en julio quedará en $27.216 y para septiembre en $29.160. En ese momento se reabrirá la discusión salarial en el marco de los nuevos ajustes paritarios. El aumento impacta en jubilaciones, plan Potenciar Trabajo y Progresar. 

Hoy se paga la primera cuota del bono a 725.000 trabajadores de la salud.

DEG 

Los Derechos Especiales de Giro del FMI que le corresponden a la Argentina podrían ser girados a fines de agosto. El monto total de los DEG es de 650.000 millones de dólares y Argentina recibirá en agosto algo más de 42 mil millones. 

La semana pasada el vocero del FMI, Gerry Rice, aseguró que la decisión de los miembros del FMI (la Junta de Gobernadores) podría estar para fines de agosto. Esta semana, Guzmán viajará a la cumbre de los ministros de Finanzas del G20 en Venecia, con el objetivo de impulsar una redistribución de los DEG de países con ingresos altos a países de ingresos bajos y medios. 

Hoy el gobierno buscará colocar deuda por $20.000 millones para refinanciar vencimientos del mes, la primera de tres operaciones. 

CAF-Banco de Desarrollo de América Latina

El candidato colombiano, Sergio Díaz-Granados, será el nuevo presidente de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. De acuerdo a los estatutos de la CAF las decisiones se deben tomar por consenso -sin votos en contra- por lo cual Argentina retiró la candidatura de Christian Asinelli ante la imposibilidad de reunir los apoyos necesarios. Asinelli estará a cargo de la Vicepresidencia Programática.

Díaz-Granados fue ministro de Comercio durante la presidencia de Juan Manuel Santos y era hasta ayer director por Colombia en el BID.

El CAF-Banco de Desarrollo es la segunda institución bancaria para América Latina (luego del BID) con aprobaciones anuales superiores a los U$D 14.000 millones. 

(Cenital)

Organizaciones sociales, políticas y sindicales iniciaron el acampe en Plaza de Mayo para visibilizar "la detención arbitraria de Milagro Sala, quien el 9 de julio cumple 2 mil días como presa política", y de otros nueve compañeros y compañeras de la Tupac Amaru que también están detenidos. Hasta el 9 de julio, en este marco, se realizarán distintas actividades.

En la plaza conviven desde pasadas las 13 los gazebos de algunas organizaciones de derechos humanos, políticas y sindicales y muchísimas carpas de distintas dimensiones. Allí dormirán los integrantes de agrupaciones que llegaron de barrios del conurbano, con fuerte anclaje territorial.

En el pasto se ven mesas en las que se acumulan pan, puré de tomate, paquetes de fideos, carne picada y otro tipo de alimentos para los guisos que se están preparando para las próximas horas y los siguientes días. Muchos pasarán la noche aquí, porque consideran que Milagro, presa injustamente, fue la "inspiración" para su tarea con los más humildes, como define Nicolás Sosa, coordinador de La 13 de Abril.

La música de la cumbia y la salsa que sale de los parlantes del gazebo del Movimiento Popular La Dignidad se mezclan con los bombos y redoblantes y el sonido del tráfico. Muchísimas banderas de las agrupaciones flamean a ambos costados de la Pirámide de Mayo. Hay vendedores de garrapiñadas, alfajores, choripanes, hamburguesas. Varios de los manifestantes están tomando mate.

En la carpa “Milagro Sala” se desarrollarán paneles de debate de la militancia. La carpa “Floreal Ferrara” será utilizada por promotores de la salud que estarán tomando la temperatura. El espacio de prensa y comunicación, a cargo de medios cooperativos, lleva el nombre de “Rodolfo Walsh”.

El coordinador nacional de la Tupac, Alejandro Garfagnini, explica a Página/12 que este acampe tiene el sentido de “volver a organizar a la militancia” para “darle la fortaleza necesaria al Gobierno” y que “tome las decisiones que tenga que tomar, enfrentando a los poderosos y beneficiando a los humildes de esta patria”. Agrega que “vemos cierta pasividad de nuestro Gobierno, una neutralidad ante las barbaridades que suceden en Jujuy, donde no existe la democracia”.

Con banderas y carteles, manifestaciones similares, solidarias con Milagro Sala, se realizaron durante el fin de semana en distintas ciudades europeas como París y Bruselas. 

A mediados de junio, la justicia provincial agravó la pena contra la dirigente de la Tupac, quien cumple prisión domiciliaria, justo antes de las elecciones en Jujuy. Retomó una causa de 2009 por una protesta contra Gerardo Morales en la que Sala no había participado y la condenó por amenaza, agravando la pena a tres años y medio de prisión.

(Página 12)

Hay algo que se desarrolla paralelamente al fetichismo de la mercancía estudiado por Marx (1867/2014). Ese algo, que he denominado fetichismo de la psique en otro lugar (López-Ríos, 2020), proporciona las coordenadas de la dominación capitalista en las últimas décadas. Lo que se había argumentado hasta entonces, era un desplazamiento de lo teorizado por Marx al campo de lo psicológico y la psicologización, consideradas estas últimas como armas de sometimiento. Sin embargo, he quedado más que convencido que hizo falta aportar algo más, y es que, si se habla de lo psíquico y de la crítica a la psicología (que sostiene y hace posible tal fetichismo psíquico), no se puede pasar por alto a Freud. Pretendo en esta ocasión, complementar lo que tal vez dejé incompleto y que solo podría encontrar a través de la fórmula Marx-Freud.

El marxismo, que ya es en sí subversivo, no puede ignorar las repercusiones que el sistema actual tiene en la vida individual de los sujetos; de esto Marx estaba bastante enterado. No obstante, limitarnos al marxismo podría, no solo dejar de lado aspectos importantes de las vidas individuales, sino también, nos conduciría a cobijarnos en un dogmatismo que ni Marx o Engels hubieran concebido. Pero también hemos visto, que la subjetividad no se puede abordar desde la psicología, puesto que esta juega con la parte más superficial de nosotros, a saber, con lo consciente, lo yoico.

Es por lo anterior por lo que se ha propuesto, desde el siglo pasado, la articulación marxismo-psicoanálisis. En concordancia con lo mencionado por Reich (1934/1986) y Vainer (2009), el marxismo podría darle a la teoría del inconsciente el elemento de la realidad actual, y el psicoanálisis, por su parte, podría dar cuenta de cómo esa realidad se instaura en la vida psíquica, en nuestra subjetividad. Así, nuestro intento complementario en este espacio pretende también aportar (aunque sea de manera incompleta) a la reivindicación de lo que se ha denominado izquierda freudiana, en los que encontramos importantísimos autores del siglo pasado como Reich, Fenichel, Bernfeld, Fromm, Marcuse, etc., así como autores de este siglo, tales como Carpintero, Vainer, Pavón-Cuéllar, Páramo Ortega, entre otros no menos importantes.

El problema de la psique

¿Qué entendemos por “psique”? o más bien, ¿qué nos han enseñado que es la “psique”? Resulta bastante problemático responder a estas interrogantes, pero, increíblemente, hay quienes se han empeñado en contestarlas sin mayor dificultad y sin mayor explicación, entre ellos podemos invocar a los psicólogos, a los psiquiatras y a uno que otro gurú de motivación o coach de inteligencia emocional.

Lo que solemos entender por psique, en el sentido común actual, es bastante simple. Es algo (sin una definición clara) que se encuentra “en la cabeza” (quién sabe dónde, pero ahí está), o que tiene su expresión en la “conducta observable” y, por ende, la psique es sin lugar a dudas, “objetiva”: se puede medir y también se puede evaluar con alguna escala de inteligencia o de depresión, incluso con resonancia magnética. Eso es nuestra psique: una psique individual que tiene por objeto la consecución de tareas abstractas y concretas, algo que de vez en cuando, tal como lo señala Fernández Christlieb (2019), se reúne con otra psique individual para conversar e intercambiar estados emocionales, resultados de pruebas psicométricas, o algún trastorno padecido.

Somos entonces, por un lado, individuos con “algo” (que no sabemos realmente qué es) en nuestra cabeza (que tampoco sabemos dónde está exactamente), que contiene nuestras emociones (?), nuestros deseos (?), nuestro lenguaje (?); por otro lado, somos individuos “objetivos” porque tenemos una conducta que expresa eso que no sabemos qué es y que no sabemos en dónde se encuentra.

¡Ese eres tú!” dice el neuropsiquiatra o neuropsicólogo al señalarle a su paciente las zonas cerebrales activadas por algún estado emocional o alguna conducta realizada (suya, por supuesto). ¡Eso es nuestra psique! Un cúmulo de zonas cerebrales activadas, emociones expresadas en conductas y un cierto C.I. que nos dice qué tan inteligentes somos. Así, todo es sencillo. Llegamos a una (absurda, pero bastante consensuada) conclusión: la psique es independiente de lo exterior.

Algunos profesionales del dispositivo psi podrán objetar de manera instantánea: “¡Es que la psique recibe estímulos externos!” Efectivamente, recibe estímulos, pero al considerarlos como tal, como estímulos, es algo pasajero, algo que la misma psique puede moldear a su gusto, desechar con facilidad, y recibir otro estímulo, así una y otra vez, un movimiento circular en el que la psique sigue estando intacta a la luz de lo “externo”, de lo real (Pavón-Cuéllar, 2014). Esta, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, es la concepción que domina, precisamente, nuestra psique (lo cual resulta bastante irrisorio).

Lo que podemos observar en esta descripción de lo que se entiende, comúnmente y en gran parte del gremio académico psicológico (y no psicológico), por lo “psíquico”, es que está estrechamente relacionado con la parte perceptiva consciente, es decir, nuestra psique es la que percibe, la que desecha y recibe estímulos de manera selectiva, a nuestra propia conveniencia. Bajo esta concepción, no es ello lo que elige por nosotros, sino el yo. No es el más allá (sin caer en algo metafísico), sino el más acá. Veremos esto más a detalle.

Ficción del yo

Mucho se ha hablado de que todos tenemos un yo. Podríamos decir que es prácticamente la base de la psicología moderna. No hay que complicarnos tanto en este momento para explicar este yo: basta remitirnos a la manera en la que hablamos. Siempre emitimos enunciados en la primera persona del singular, ya sea con un pronombre personal o posesivo: “Mi trabajo es para que yo esté bien”. Nuestro yo es lo que efectúa cualquier acción, tal como lo vimos anteriormente con la psique. En estas conceptualizaciones del sentido común del mundo en el que nos encontramos (aquí nos empezamos a poner más serios) podemos decir que psique y el yo son uno mismo: el yo es lo psíquico y viceversa, o, en otras palabras, nos encontramos frente a un yo consciente.

El que habla en la primera persona del singular produce ciertos efectos psíquicos como emociones y activa ciertas zonas cerebrales que hacen notar que hay algo (quién sabe qué cosa), al mismo tiempo que estas emociones y zonas iluminadas en la resonancia magnética, presentes y accesibles en la consciencia-percepción del yo, hace que se exprese bajo la forma yoica: “¡Ese de ahí soy yo!”. Visto de esta manera, la cosa es muy sencilla y no exige mayor examen. Es, como ya lo dije, la forma del sentido común para entender-nos como individuos (el uso de esta palabra es provisional).

La cosa se torna complicada cuando alguien introduce un corte en la línea argumentativa de lo que entendemos por el yo, o, en otras palabras, es como si algo cortara al yo directamente. Esto ya es, en sí, bastante problemático para quienes, hasta ahora, habían concebido al que habla en la primera persona del singular como ente independiente con su psique consciente localizada anatómicamente y expresada en actos del habla. Podemos decir, que los que introducen este corte son Marx y Freud, pero detengámonos en el segundo.

En efecto, fue ni más ni menos que Freud el que dio cuenta que en este yo consciente que tanto se alaba hoy en día y al que se dirigen los medios de comunicación, las redes sociales, etc., no es lo único psíquico (Freud, 1923/2012), y al no ser lo único, entonces, debe haber algo más en la malentendida psique que hasta ahora hemos descrito. Si antes con el yo y su psique estábamos más acá, con el corte freudiano (y marxista) nos posicionamos más allá. Si lo consciente es lo positivo, es decir, lo que está y que podemos ver como tal, debe existir su contrario, su negativo, aquello de lo que no podemos dar cuenta. Existe entonces, lo inconsciente que opera y tiene efectos en y sobre el yo consciente (Freud, 1915/2010). Lo que vemos activado en nuestro cerebro cuando somos sometidos a una resonancia magnética o cuando hablamos en la primera persona del singular, es solo una parte de nosotros, sigue siendo lo consciente, nuestro yo, es decir, es el efecto de lo que no se ve.

Es en el yo en el que recaen las acciones no vistas, no percibidas, y, por tanto, no es un ente totalmente activo como se piensa, es decir, el yo no vive, es vivido (Freud, 1923/2012). Es como si existiera alguien o algo más que nos controla sin nosotros saberlo. En este sentido, el yo queda, de cierta manera, sometido al proceder de lo inconsciente. La psique, entonces, se escinde (si me permiten hacer uso de esta palabra), y, por tanto, la verdad del yo tal como lo conocemos se va desplomando.

Con el corte freudiano quedaría claro que no hay un yo absoluto, y que hay “algo” o “alguien” más que ejerce cierta influencia en nosotros, en nuestra manera de hablar, en nuestras acciones (lo veremos más adelante). Incluso sería un poco extraño utilizar la primera persona del singular o del plural: ¿realmente somos nosotros los que hablamos? ¿son nuestras las acciones que llevamos a cabo? ¿realmente mi trabajo es para que yo esté bien? Podemos decir que es gracias a Freud que descubrimos la ficción del yo, ese yo con el que la psicología fantasea. El propio Freud nos dice que debemos “emanciparnos” del “síntoma conciencia” (Freud, 1915/2010). Como síntoma no representa nada por sí solo, no es la realidad, es algo ficticio, un velo que encubre, en este caso, lo inconsciente.

Es cierto que, gracias al descubrimiento de lo inconsciente, en el sentido freudiano, nos abrimos paso al más allá del yo. Pero también debemos proceder con cautela, para no incurrir en el mismo error que se ha cometido en la psicología al concebir lo psíquico-social como una charla entre psiques (ahora ya concebida como aparato en el que existen sistemas, a saber, lo inconsciente y lo consciente), es decir, como psiques independientes que se juntan de vez en cuando. De ahí entonces que tengamos que partir desde Marx y el marxismo.

Decíamos en líneas más arriba, que algo o alguien ejercía acciones en nosotros de manera inconsciente. Podemos decir que en este inconsciente existe una “estructura pulsional” que ha sido heredada a lo largo del tiempo, es decir, que es constante (Fenichel, 1934/2017). Esto no es falso, por supuesto, pero nos atrevemos a decir que una concepción de lo inconsciente como algo simplemente pulsional, interno, biológico y constante sería caer en un error muy grave (al menos para nuestro objetivo). A la par de esta estructura constante, se presenta una determinación de las condiciones reales de vida, es decir, de la realidad objetiva de producción; esto es, el mundo social en el que el individuo se encuentra (él/ella y su psique). Esto no es ni siquiera nuevo, ni una idea original de los que podemos ubicar en el freudomarxismo o en la izquierda freudiana. La idea la podemos encontrar directamente en Marx.

Antes de pasar a la exposición de lo anterior, me quiero detener en una parte de un tuit que el mexicano multimillonario y cínico, Ricardo Salinas Pliego1, escribió hace unos días: “…estamos como estamos, porque somos como somos”. Para el lector marxista o freudomarxista, la frase anterior no representará dificultad alguna. Lo que la frase escrita por Salinas expresa es bastante sintomático y es un reflejo de lo que hasta ahora hemos venido desarrollando. Lo que nos deja ver la frase es que lo que soy yo determina la situación social actual; no hay que hacer ninguna explicación rebuscada a la frase: estamos así (socialmente hablando) porque somos (del ser, del yo) así, o en otras palabras más sencillas: el yo antecede a lo social. Si nos ponemos freudianos, podremos decir que hubo algo de su inconsciente que se manifestó en esa frase. Pero la pregunta que nos queda ¿qué clase de inconsciente es? ¿el freudiano lleno de pulsiones? Esta es una respuesta que no se puede dar exclusivamente desde el psicoanálisis.

Marx, en conjunto con Engels, responden a las preguntas formuladas anteriormente: “no es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia” (Marx y Engels, 1846/2012). Si en vez de “conciencia” remplazáramos por aparato psíquico, la cosa no cambia, es solo una modificación conceptual para adecuarla a lo que hemos venido trabajando. En este sentido, lo inconsciente explorado por Freud, quedaría también determinado, en última instancia, por la vida real, por el modo de producción. Lo inconsciente ya no sería únicamente pulsional, sino también social. Esto no quiere decir que sea un inconsciente compartido por todos y todas, sino que más bien, al estar determinado por lo social, por la vida real, se piensa, se habla, se bromea, se olvida de cierta manera, acciones que responden a los intereses del mundo actual.

La cita de Marx y Engels, si la consideramos de manera aislada, no tiene mayor dificultad. El problema es que, esa vida a la que se refieren ambos, es la vida de producción capitalista, del capitalismo. El yo consciente y lo inconsciente, pasan a formar parte de la estructura real, o, mejor dicho, pasan a formar parte de la superestructura. La ficción aquí no se ha ido, pero le hemos concedido otro valor más importante. La ficción de la que hablábamos anteriormente se limitaba al nivel individual: un yo que era pura ficción porque su verdad se hallaba en lo inconsciente. Ahora, la fórmula conserva su esencia, pero con una adición: el yo ficticio como efecto de lo inconsciente y lo inconsciente propiamente, son incluidos en el todo social. Ahora el yo como efecto del inconsciente, deviene en el síntoma perfecto, puesto que encubre dos cosas en una sola: el inconsciente pulsional del que no da cuenta sino a través del síntoma neurótico o de los lapsus, y lo social que también tiene efectos sobre lo inconsciente, manifestándose entonces, como actividad del habla en la forma de la primera persona del singular, sea en pronombre personal o posesivo. Si pudiéramos expresarlo resumidamente y de manera puramente provisional y quizá erróneamente, quedaría más o menos así:

Capitalismo →|(Icc: P-R-NR) →/ Yo consciente(FP)|

Siendo Icc lo inconsciente, P lo pulsional, R lo reprimido, NR lo no reprimido; las flechas indicarían el efecto sobre lo posterior. La diagonal (/) que se encuentra después de la flecha que va hacia el yo consciente responde a la ficción que hemos venido enfatizando desde el corte freudiano, lo que, a su vez, da como resultado lo ya analizado anteriormente y que denominé como la producción del fetichismo de la psique representado por FP (entendida la psique como en la primera parte de este escrito y lo criticado líneas más arriba). Las barras laterales en vertical (||) que comprenden del Icc al yo consciente, representa la noción de sujeto, que veremos más adelante.

El problema de “dónde” podemos encontrar a la psique se ha esclarecido en gran medida. Primero, con el corte hecho por Freud, entendemos que lo que hasta ahora se ha conceptualizado por psique o psiquismo, no es sino una parte sintomática, puesto que hacía referencia exclusivamente al yo consciente. Segundo, y esto resuelve la duda principal sobre el “lugar” de la psique, decimos que aun incluyendo lo inconsciente como parte de lo psíquico, estos no pueden ubicarse dentro del individuo en un sentido restringido o exclusivo, y, por lo tanto, lo psíquico es social, está fuera de nosotros, y no dentro. Si es necesaria una aclaración, sería únicamente para decir que no estamos diciendo que lo psíquico se encuentra en un lugar propiamente tópico ubicado fuera de nosotros.


 

Frente a cualquier interpretación idealista de lo anterior, sostenemos junto con Marx (1845/2012) que la psique es práctica, determinada por el modo de producción: desde el momento de nacer, nuestro psiquismo se irá determinando por la clase de nuestra familia, por la división del trabajo, por cuánto gane el padre o la madre; no venimos al mundo con una cabeza aislada que se constituye por sí misma. Lo psíquico es el resultado de las condiciones de existencia, y al mismo tiempo, el “individuo” psíquico puede modificar sus condiciones dentro de los límites dados por la sociedad capitalista, llegando así a una reproducción de lo psíquico capitalista y el capitalismo simultáneamente.

Volviendo al ejemplo de Salinas Pliego, vemos entonces que su posición social, es decir, su posición en la producción capitalista, a saber, dueño de Grupo Salinas, el segundo (o tercer) hombre más rico de México, determina su yo consciente, ese que escribió esa parte del tuit que revisamos anteriormente. Aquí ocurren dos cosas. En primer lugar, en tanto psique práctica, es decir, un psiquismo determinado por las condiciones reales, deja ver su posición en la división social del trabajo bien explicada por Engels (1876/2008), al pensar que bastaría con cambiar lo que somos para cambiar las condiciones actuales o que todo sería producto del ejercicio intelectual o de los axones, somas y neurotransmisores. Segundo, se fetichiza lo psíquico, pero esto último entendido como en la primera parte de este texto, a saber, lo psíquico conocido, lo consciente, lo yoico: es gracias a la cultura de la psicología, de su saber, de la psicologización, que permite reforzar este fetichismo, ocultando así el orden existente. Como es sabido, el yo siempre será un orgulloso, pero en su orgullo estriba su ignorancia de lo real, de la determinación por lo inconsciente, y en última instancia, por el capitalismo.

La manera de expresarse de Salinas puede ser examinada por el psicoanalista, siempre y cuando este tenga presente que no es únicamente el inconsciente (freudiano) lo que se manifiesta en el habla común. Su expresión “estamos como estamos porque somos como somos” no es exclusivamente síntoma de un inconsciente puramente pulsional, sino social y económico.

De la ficción a la dominación: del yo consciente al sujeto capitalista

Ya adelantamos que la psique, desde el punto de vista marxista-freudiano, no puede ser sino un producto de las condiciones reales de existencia que el yo no puede percibir sin los elementos necesarios, es decir, en las condiciones dadas para él o ella. El problema es que esta ficción no nos lleva a otra cosa que al sometimiento y dominación de todos y todas por el capital.

Si decíamos que el individuo-yo-consciente es el síntoma perfecto puesto que se encuentra producido por y en el capitalismo, ya no hablamos entonces de un individuo, porque no es alguien aislado; hablamos entonces, de un sujeto, un sujeto interpelado, como nos recuerda Althusser (1970/1974). La interpelación que se le hace al sujeto no es más que una orden para adquirir una identidad necesaria (pero falsa) para el capital, es decir, la interpelación ideológica “proporciona-solicita los documentos de identidad al interpelado” (Althusser, 1966/1996): le exige ocupar un lugar en la producción. En un movimiento particularmente interesante, esta interpelación produce un efecto-inconsciente (Althusser, 1966/1996), aunque con esto no quiera decir que produce el inconsciente como tal, es decir, no es la génesis del inconsciente propiamente estudiado por Freud, sino que más bien, es una articulación, y a su vez, ese inconsciente produce el desconocimiento del sujeto interpelado porque existe en lo “vivido” del discurso ideológico (Althusser, 1966/1996).

Luis Pablo (quien escribe) ya está interpelado en el capitalismo desde el momento de su nacimiento, produciendo así un efecto-inconsciente que se articula con mi discurso ideológico (mi yo) y mantiene ciertos efectos a su vez en ese discurso. Podría decirse, que uno queda preso del capitalismo y de lo inconsciente. Uno se convierte en sujeto capitalista con un psiquismo capitalista2, y sí, la única distinción que habría entre nosotros, todos sujetos capitalistas, es la clase en la que uno se encuentra determinado: proletario o burgués, aunque como sabemos, y como nos lo recuerda Fenichel (1934/2017), el yo consciente del primero casi siempre se parece, en sus valores, al segundo, como ya lo adelantaba Marx y Engels (1846/2012): las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en la sociedad.

El sujeto (siervo del capitalismo y de lo psíquico producido en este sistema) no podrá dar cuenta de su condición de sujetado. Esto es así porque, es un hecho que cada vez más, como lo dijimos anteriormente, los medios de comunicación, las redes sociales, los comerciales, las frases como la de Salinas y otros, todo eso, se dirigen siempre al yo e indirectamente a lo inconsciente, reforzando así el lugar que teníamos asignado desde nuestro nacimiento. Asegurado todo por el capitalismo, quedamos en un total desconocimiento, desconocimiento que nos lleva a nuestra miseria.

La ficción del yo lleva consigo la condición necesaria para que exista la dominación. Lo único que está sucediendo es una reproducción incansable de lo psíquico entendido como lo consciente y lo yoico, tal como sucede en el movimiento circular y vicioso del capital (Marx, 1867/2014). Las repercusiones son claras. El yo, ahora sujeto capitalista con un psiquismo capitalista, se encuentra encerrado en su sentido común y psicológico que presume inocente y suyo. Es un ser, pero no siendo. Un siervo que lo tratan como de la familia real para que no se vaya de ahí. Su deseo no es su deseo, su emoción no es suya, su lenguaje no es suyo: son todos del capital. Volviendo a la frase de “Mi trabajo es para que yo esté bien”, en la realidad, significaría todo lo contrario: no es mi trabajo, sino el trabajo que necesita el capitalista, y no es mi vida la que estará bien, sino la vida del vampiro capitalista. Está por demás decirlo, pero es necesario: el sujeto capitalista no sabe que es sujeto capitalista. Es decir, el hecho de que demos cuenta que existe un psiquismo capitalista, no cambiaría mucho la cosa, puesto que los que están en el poder no irán por la vida diciendo que es un psiquismo capitalista; de ahí que recurran a la fetichización.

El fetichismo de la psique producido por el discurso ideológico, por la palabra del yo consciente, reforzado por la psicología, la psiquiatría, las resonancias magnéticas, los manuales diagnósticos de trastornos mentales, los gurús de motivación o inteligencia emocional, impide la revolución, impide la toma de conciencia de clase, puesto que la única conciencia existente es la psicológica y capitalista: aquella que promete un bienestar que nunca llega, y que en la realidad genera miseria.

Comentarios finales: marxismo y psicoanálisis

Lo que aquí se escribió no es sino un complemento a lo ya expuesto en otro lado, quizá hasta repetido. Podemos decir, a diferencia de los que radican cómodamente en el dispositivo psi, a saber, psicólogos, psiquiatras y gurús de motivación, que lo psíquico no está al margen de lo social, o, en otras palabras: lo psicológico se determina por las relaciones de producción capitalistas. Es por esto que el problema de la subjetividad en nuestro sistema no pueda ser abordado por la psicología: en primer lugar, porque la psicología es también un síntoma del capitalismo; en segundo lugar, al ser un síntoma del sistema, encubre lo real al solo abordar lo yoico, el discurso ideológico, fetichizando lo psíquico consciente, a saber, los “diagnósticos”, las emociones “internas”, los coeficientes intelectuales, entre otros. De ahí que se tenga que pensar en otra cosa que no sea psicología y que no descuide ni el sistema real-evidente ni lo propiamente psíquico. La alternativa se encuentra en la articulación Marx-Freud, marxismo-psicoanálisis.

Lo más importante que se puede rescatar en este breve ensayo, es lo ya iniciado hace un siglo: el freudomarxismo o la izquierda freudiana. Tal como lo menciona Páramo Ortega (2009), los primeros freudomarxistas fueron los propios Marx y Freud. Y es que, por más divergente que pueda parecer su pensamiento, ambos se compenetran. Esta compenetración es la que necesitamos hoy.

Por un lado, pienso que el marxismo, por sí mismo, es de fácil acceso para la clase proletaria, lo que implica una gran ventaja para todos y todas, ya que nos lleva inmediatamente a comprender el todo social y el mundo en el que vivimos; por el otro lado, el psicoanálisis pienso que se ha encerrado en su burbuja muchas veces (una característica de los burgueses, a saber, es formar élites socioeconómicas en la que solo entran unos cuantos), negando así, el acceso a su comprensión, otras veces siendo reaccionario y por ende, rechazando la articulación con el marxismo. Pero tacharlo de burgués no es sino descartar el potencial crítico que tiene consigo, e incluso, tacharlo con ese adjetivo sería de lo más infantil. La sensibilidad política y teórica marxista puede darle eso que le falta al psicoanálisis, pero también este, tiene mucho para ofrecernos a los marxistas, eso que a veces se nos ha escapado: es esto lo que nos ha ofrecido la izquierda freudiana. Así, en acuerdo con Pavón-Cuéllar (2019), el psicoanálisis puede convertirse en un medio para el marxismo, un medio para la revolución, para la subversión en el sistema capitalista, tanto a nivel individual como social.

Luis Pablo López-Ríos
Psicólogo por la Universidad de Guadalajara, México. Interesado en el marxismo, psicoanálisis y la psicología crítica

(Revista Topía)

Esta etapa neoliberal del Capitalismo tiene en la lucha por los relatos que de alguna manera la comprendan y la expliquen, parte de como se resuelven sus tensiones. En los controles de la acción pública, el desbaratamiento de tanta manipulación “ideológica” en torno a la “corrupción” política. En el ejercicio de la justicia y las demandas porque esta prescinde de intencionalidad política se suscriben reclamos en torno a fallos teñidos de esa “politización” que impide imparcialidad. La declaración de quiebra del Correo Argentino y la prisión de Milagro Sala se inscriben en esas pugnas en los espacios judiciales y los fallos controvertidos a uno y otro lado. La subjetividad y los métodos que permiten las reflexiones que ordenan e interpretar datos e información escriben parte de las tensiones de estos días de la peste.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack



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