Martes 20 de Octubre de 2020

En el mundo: 39.944.882 casos confirmados y 1.111.998 muertes. Ayer se confirmaron 338.096 casos nuevos (OMS).

En Argentina: 1.002.662 casos confirmados y 26.716 muertes. Ayer se confirmaron 12.982 casos nuevos y 451 fallecimientos (Ministerio de Salud de la Nación y Sala de Situación).

Caen los casos por séptima semana consecutiva en el AMBA. Jujuy evalúa el regreso a las aulas para noviembre. San Juan ya tiene circulación comunitaria. Los casos en Capital Federal descendieron un 38% desde septiembre. Habrá temporada de verano en la costa bonaerense desde el 1° de diciembre hasta Semana Santa. 

Aerolíneas Argentinas anunció la nueva programación de vuelos a partir del próximo jueves. El primer vuelo será hacia Jujuy y ese mismo día se sumarán trayectos a Corrientes, Iguazú, Mendoza, San Luis y Ushuaia.

Expertos del INTA y Conicet lograron neutralizar el coronavirus con anticuerpos provenientes de llamas y huevos de gallina. Es el primer desarrollo de este tipo en Sudamérica. El próximo paso será probarlo en ratones.

Ante todo el caos y destrucción de este 2020 siento que el miedo ya no es alarmista, sino algo que llegó para quedarse y que entonces ya no funciona como un aviso efusivo sino como un ruido de fondo. El miedo ya no es motivación para hacer algo (aunque sea escaparse), sino la aceptación del horror.

Sin embargo, el miedo no es el único impulso para hacer cosas. Ya sea el coronavirus, el cambio climático o Virginia Woolf, haber aceptado eso que tememos no significa que haya dejado de existir. Así que te propongo seguir charlando sobre lo mismo a ver si se nos ocurre algo nuevo.

Todos creen en Dios ante el miedo incontrolable


Como alternativa a la aceptación indiferente, siempre podemos contar con otro método de control del miedo: la anticipación. Si el peor escenario posible nos golpea la puerta, tener un plan puede ayudarnos a hacer otra cosa que resignarnos. Y para eso, hay que disipar dudas.

¿Tengo que seguir encerrado?

La semana pasada, Infobae publicó una nota titulada “La OMS pidió ahora evitar las cuarentenas como método principal para controlar el avance de coronavirus” y las redes estallaron. El artículo, redactado con base en declaraciones de David Nabarro, un enviado especial de la institución, generó numerosas desmentidas que lo tildaron de tendencioso.

La cosa es que Nabarro volvió a decir lo que la OMS sostiene desde el principio: que los confinamientos no deben ser la principal medida de control y que debe tenerse en cuenta que su principal consecuencia es un mayor empobrecimiento de las personas pobres. Las restricciones a la circulación son propuestas como un último recurso para ganar tiempo y elaborar planes, capacitar trabajadores de la salud, aumentar la capacidad de testeo, comprar suministros y otras medidas para fortalecer los instrumentos de contención. Por otro lado, la OMS reconoce que algunos métodos de control no están al alcance de todos los países y que en esos casos los confinamientos son una medida de contención válida.

El titular de Infobae, entonces, fue acusado de malicioso por varias cosas: la OMS no cambió de postura, tampoco instó a los países que aplican medidas de confinamiento a dejar de hacerlo y, por último, confunde cuarentena (que se aplica  a individuos expuestos a un potencial contagio) y confinamiento (que se aplica a toda una comunidad). Si bien esto último en el lenguaje coloquial es equivalente y un medio masivo podría alegar que se expresa en los modos de su público (en este news le dijimos cuarentena al aislamiento mil millones de veces), la elección de un léxico impreciso para interpretar mensajes técnicos en un sentido determinado pone un manto de duda sobre las intenciones detrás del uso de esas palabras.

Como si los titulares no fueran lo suficientemente confusos, recientemente se dio a conocer La declaración de Great Barrington”, un documento firmado por tres prestigiosos epidemiólogos en el que señalan que “Las actuales políticas de confinamiento (lockdown) están produciendo efectos devastadores en la salud pública a corto y largo plazo. Los efectos (para mencionar sólo algunos) incluyen tasas de vacunación más bajas, empeoramiento en los resultados de enfermedades cardiovasculares, menores detecciones de cáncer y deterioro de la salud mental—lo que conducirá a un mayor exceso de mortalidad en los próximos años, siendo la clase trabajadora y los miembros más jóvenes de la sociedad aquellos sobre los que recaerá el peso más grande de estas medidas. Dejar a los niños sin escuelas es una grave injusticia. Mantener estas medidas en pie hasta que haya una vacuna disponible causará un daño irreparable en los menos privilegiados, quienes terminarán siendo afectados de manera desproporcionada”. 

Respecto a este panorama, entonces, recomiendan: “La manera más humana de abordarlo, midiendo los riesgos y los beneficios de alcanzar la inmunidad de rebaño, es la de permitirle a aquellos que están bajo un mínimo riesgo de muerte, vivir sus vidas con normalidad para alcanzar la inmunidad al virus a través de la infección natural, mientras se protege mejor a aquellos que se encuentran en mayor riesgo. Esto lo llamamos Protección Enfocada. Adoptar las medidas para proteger a los vulnerables debería ser el objetivo central de las acciones de salud pública dirigidas contra la COVID-19. Por ejemplo, los asilos de ancianos deberían emplear personal con inmunidad adquirida y realizar test PCR al personal y los visitantes con frecuencia. La rotación del personal debería limitarse. Las personas jubiladas que viven en casa deberían contar con provisiones y otros elementos esenciales enviados a sus casas. En cuanto fuera posible, deberían reunirse con sus familiares en exteriores en lugar de interiores. Una lista exhaustiva y detallada de las medidas, incluyendo un abordaje particular para hogares multigeneracionales, puede ser desarrollada, lo que se encuentra perfectamente dentro del ámbito y las capacidades de los profesionales de la salud pública”.

Las respuestas a esta declaración no se hicieron esperar. Por un lado, la reunión que culminó con la declaración fue organizada por AIER, un think tank liberal que coquetea con el negacionismo del cambio climático. Por otro, se encontraron firmas falsas en el documento y salió a la luz un video donde se ve a los 3 epidemiólogos brindando con champagne al cierre del evento, cosa que tras la firma de un documento acerca de una pandemia que ya mató a más de un millón de personas podría parecer un poco insensible y, de mínima, desubicado.

Y aunque en este newsletter insistimos con que la ciencia es una expresión cultural y política, tampoco estamos de acuerdo con los reduccionismos. Que algo se diga en un contexto determinado no implica que sea falso. Caracterizar el marco en el que se produce una declaración no basta para generar un argumento a favor o en contra, en todo caso es una parte. Por eso, lo que más preocupa sobre la declaración es la definición de “inmunidad de rebaño”.

Hay varios aspectos del coronavirus que aún se desconocen y que son cruciales a la hora de afirmar que tal cosa es posible: cuánto dura la inmunidad luego de una infección, cuán efectiva es y qué cantidad de la población debería infectarse para alcanzarla. Además, la declaración no detalla quiénes serían considerados vulnerables y cómo se haría para separarlos efectivamente del resto de la sociedad. Por último, todo el documento se presenta como una contrapropuesta a algo que nadie plantea: un confinamiento total hasta que esté la vacuna.

El mayor problema con la difusión de información confusa es que separar la paja del trigo (qué expresión que siempre me pareció repugnante) no está al alcance de todo el mundo. En general, nos basta con combinar la presencia de términos como “OMS” o “epidemiólogo de Harvard” con nuestra afinidad o antipatía por el medio en el que aparecen para dotar de veracidad o falsedad las afirmaciones de la noticia, y la terminamos pifiando. Porque, como siempre, las cosas son más complejas.

Para abordar esta complejidad podemos decir cosas como “el problema es la educación”, proponiendo algo así como que si todo el mundo supiera acerca de todas las cosas los medios no podrían forzar interpretaciones maliciosas. O podemos pensar que, si el problema es la forma de comunicar, entonces hay que mejorar la comunicación.

Al principio de la pandemia, también estaban presentes la directora de salud y la primera ministra y contestaban preguntas. Esto fue fundamental para mostrar que las decisiones del ejecutivo se tomaban según los consejos del Ministerio de Salud y la ciencia disponible. En todos sus discursos, la primera ministra daba argumentos detallados sobre por qué se tomaba cada decisión y cuáles eran las metas a alcanzar. 


 En segundo lugar, la isla creó un sistema de alertas con 4 niveles que dejó en versión impresa en cada hogar y, cuando los casos estaban creciendo Defensa Civil enviaba una notificación a todos los celulares con instrucciones claras para maximizar la prevención.

En tercer lugar, tanto el ministro de salud como la primera ministra son activos en redes sociales. El primero postea un informe diario con los nuevos casos y su trazabilidad, información sobre testeos y consejos. La segunda hace vivos en Facebook donde responde preguntas de la gente.

En cuarto, se crearon varios recursos digitales para profesionales de la salud: una app con las últimas novedades y un mapa de vigilancia epidemiológica. 

Por último, los medios extraen la información de las fuentes oficiales y publican recursos elaborados por comunicadores especializados.

¿Es gripe o COVID?

La similitud entre los síntomas de ambas enfermedades hace que sin tests específicos sea muy difícil saber si es una u otra, pero en esta nota de Donald G. McNeil, Jr., un periodista científico especialista en epidemias, hay algunas pistas útiles:

  1. Antes que nada, vacunate contra la gripe. Aunque los casos de influenza bajaron muchísimo, ya que las medidas de prevención de la COVID también funcionan para la gripe, la vacunación se recomienda porque disminuye mucho las probabilidades de hospitalización o muerte en caso de que te la agarres igual

  2. Aprendé a distinguir entre resfrío y gripe. La gripe se siente “como si te hubiera atropellado un camión”. O sea, un poco de agua en la nariz probablemente sea un resfrío. Si tenés fiebre alta o migraña intensa, se parece más a la gripe.

  3. Identificá la COVID-19 por su semejanza con la gripe pero también por sus síntomas particulares. ¿Pérdida de olfato y gusto que no se debe a una congestión nasal? COVID-19. También hay pacientes a los que se les enrojecen los ojos o que presentan “dedos de COVID”, que son bastante parecidos a los sabañones.

  1. Recordá que los síntomas en niños son similares a los síntomas en adultos.

  2. Preparate para que te diagnostiquen sin test. Cuando una enfermedad anda circulando y un paciente tiene síntomas, es común asumir que es eso lo que tiene y comenzar con el tratamiento antes de que se ponga peor. Además, por la alta demanda, puede pasar que los resultados tarden mucho en llegar o que tengas un falso negativo.

¿Y si tengo COVID-19 qué hago?

Recientemente, el ministro de salud Ginés Gonzáles García y el presidente Alberto Fernández anticiparon que prontamente habrá dos medicamentos disponibles para pacientes con COVID-19: ivermectina y suero equino. Los dos desarrollos fueron financiados con fondos públicos.

La ivermectina produce la eliminación del virus en la primera etapa de la infección, mientras que el suero equino bloquea su propagación. Ambos desarrollos muestran ventajas sobre el tratamiento con plasma de pacientes recuperados, que no funciona en cuadros graves.


Su mal los condena aunque ellos no lo advierten

Entre la indiferencia y la superación como caras antagónicas de la eliminación del miedo hay un lugar gris en el que tal vez podamos conservar cierto decoro temeroso. Para llegar ahí, tal vez debamos preguntarnos si hemos dejado de temer o estamos temiendo mal. Si tenemos suficiente miedo, si tenemos el miedo correcto.

Si, como siempre, insistimos en que esta pandemia es el resultado de la desidia sobre las numerosas advertencias que la comunidad científica y los mismos ecosistemas nos han dado sobre el cambio climático, tal vez la apatía actual sea un preámbulo del miedo. El verdadero terror está por venir. Y entonces, ¿qué hacemos mientras llega? ¿Hacia dónde miramos en ausencia de un futuro? (Cenital)

La pandemia de COVID-19 representa una “doble crisis” para los más pobres. Las consecuencias de la crisis social y económica del coronavirus empujarán a la pobreza a unos 115 millones de personas, y aquellas que ya vivían con menos de dos dólares al día, más de 700 millones, serán afectados aún más profundamente. La ONU pide que se utilicen mecanismos de protección social para aliviar su situación.

Para las personas más pobres del mundo, la pandemia de COVID-19 representa una doble crisis”, advirtió este sábado el Secretario General en su mensaje oficial para el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

António Guterres explicó que las personas más pobres son las que corren mayor riesgo de contagiarse del virus y las que tienen menos acceso a una atención de salud de calidad.

Además, las últimas estimaciones indican que este año la pandemia podría sumir en la pobreza a 115 millones de personas, lo que supondría el primer aumento en décadas. Las mujeres corren más riesgo porque tienen más probabilidades de perder el trabajo y menos probabilidades de gozar de protección social.

Vivimos tiempos extraordinarios que requieren esfuerzos extraordinarios para luchar contra la pobreza. La pandemia exige medidas colectivas enérgicas. Los gobiernos deben acelerar la transformación económica invirtiendo en una recuperación ecológica y sostenible”, expresó Guterres.

El titular de la ONU dijo que es necesaria una nueva generación de programas de protección social que cubran también a las personas que trabajan en la economía informal.

Solo lograremos superar esta pandemia si hacemos causa común. En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, solidaricémonos con las personas que viven en la pobreza, durante toda la pandemia de COVID-19, pero también después de ella”, concluyó.

Justicia social y medioambiental


Este año, el tema del Día Internacional aborda el desafío de lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas. Ambos elementos están inseparablemente entrelazados, la justicia social no puede realizarse plenamente sin abordar simultáneamente y de manera drástica las injusticias medioambientales.

Las personas que viven en la extrema pobreza, a menudo por pura necesidad, son las primeras en actuar de manera concreta dentro de sus comunidades contra el cambio climático y los desafíos medioambientales.

Sin embargo, sus esfuerzos y su experiencia suelen pasar desapercibidos y no se aprecian; no se toma en consideración su capacidad para contribuir positivamente a la búsqueda de soluciones; no se les reconoce como impulsores del cambio y sus voces no se escuchan, especialmente en los órganos internacionales.

Según la ONU, esto tiene que cambiar. La participación, los conocimientos, las contribuciones y la experiencia de las personas en situación de pobreza y a quienes se deja atrás deben ser valoradas, respetadas y se deben reflejar en los esfuerzos por construir un mundo equitativo y sostenible en el que haya justicia social y medioambiental para todas las personas.

Datos sobre la pobreza

  • Unos 736 millones de personas vivían con menos de 1,90 dólares diarios en 2015.

  • En 2018, el 8% de los trabajadores de todo el mundo vivían con sus familias con menos de 1,90 dólares diarios por persona.

  • La mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza se encuentran en dos regiones: Asia meridional y África subsahariana.

  • Las altas tasas de pobreza se encuentran a menudo en los países pequeños, frágiles y afectados por conflictos armados.

  • En 2018, el 55% de la población mundial no tenía acceso a ningún programa de ayuda social de dinero en efectivo.

(http://www.sela.org/es/prensa/servicio-informativo/20201019/si/69376/pobreza )

GESTIÓN DE LA PANDEMIA: El mundo desarrollado no reconoce el éxito de los países menos ricos

Europa sigue siendo una de las regiones más afectadas por las infecciones de Covid-19. Diez de los veinte países con el mayor número de muertes por millón de habitantes son europeos. En el continente americano, Estados Unidos tiene el mayor número de casos y muertes confirmados en el mundo. En cambio la mayor parte de África y Asia, presentan una situación bien diferente:  los diez países que presentan las menores cifras de muertes por millón de habitantes, se encuentran en esos continentes. Además, África, no sólo tiene que ocuparse de la pandemia de Covid-19, sino de la fiebre de Lassa, la fiebre amarilla, el cólera, el sarampión y muchas más enfermedades, y con escasos medios. Países con muchísimos menos recursos que Europa, como Ghana, Ruanda, República Democrática del Congo o Sierra Leona, gestionan mejor la pandemia. Pero esa información se oculta a los ciudadanos de los países ricos. MM

(https://pajarorojo.com.ar/?p=50810)

DRA. MARU MORMINA – DR. IFEANY M. NSOFOR / THE CONVERSATION

La Dra. Maru Mormina es investigadora principal y asesora de Ética de Desarrollo Global, en la Universidad de Oxford. El Dr. Ifeanyi M. Nsofor es Investigador principal del Programa del Atlántico para la Equidad en Salud, de la Universidad George Washington

Nueve meses después del inicio de la pandemia, Europa sigue siendo una de las regiones más afectadas por Covid-19. Diez de los veinte países con el mayor número de muertes por millón de personas son europeos. Los otros diez están en América. Esto incluye a Estados Unidos, que tienen el mayor número de casos y muertes confirmados en el mundo.

La mayor parte de África y Asia, por el contrario, parece que todavía se salva. De los países con muertes relacionadas con Covid-19, los diez con el menor número de muertes por millón se encuentran en estas dos partes de mundo. Pero el éxito en la gestión de la pandemia de gran parte del mundo en desarrollo sigue sin ser reconocido.

Por supuesto, una serie de factores pueden explicar los niveles más bajos de la enfermedad en el mundo en desarrollo: diferentes enfoques para registrar las muertes, el perfil demográfico joven de África, el mayor uso de espacios al aire libre, o posiblemente incluso los altos niveles de anticuerpos potencialmente protectores obtenidos de otras infecciones.

Pero la incertidumbre estadística y la biología favorable no son la historia completa. Es evidente que algunos países en desarrollo han mejorado su situación en responder antes y con más fuerza contra Covid-19. Muchos tienen el legado del SARS, MERS y ébola en la memoria institucional. A medida que los países industrializados han luchado contra la enfermedad, gran parte del mundo en desarrollo ha mostrado silenciosamente notables niveles de preparación y creatividad durante la pandemia. Sin embargo, el mundo desarrollado presta poca atención a lo que hacen y los resultados que obtienen.

Cuando se analizan las estrategias exitosas, son las experiencias de otras naciones desarrolladas -como Alemania y Nueva Zelanda- las que son citadas predominantemente por periodistas y políticos. Hay una aparente falta de voluntad de aprender de los países en desarrollo, un punto ciego que no reconoce que “sus” conocimientos locales pueden ser igual de relevantes para “nuestros” problemas del mundo desarrollado.

Dado que es probable que los brotes infecciosos se hagan más frecuentes en el mundo, esta actitud tiene que cambiar. Hay mucho que aprender de los países en desarrollo en cuanto a liderazgo, preparación e innovación. Pero la pregunta es: ¿qué impide a las naciones industrializadas prestar atención a las lecciones del mundo en desarrollo?

Dirigentes comprometidos

Cuando se trata de gestionar las enfermedades infecciosas, los países africanos muestran que la experiencia es el mejor maestro. El boletín semanal de la Organización Mundial de la Salud sobre brotes y otras emergencias mostró que a finales de septiembre, los países del África subsahariana se ocupaban de ciento dieciséis casos de enfermedades infecciosas en curso, ciento cuatro brotes y doce emergencias humanitarias.

Para las naciones africanas, el Covid-19 no es un problema único. Se gestiona además de la fiebre de Lassa, la fiebre amarilla, el cólera, el sarampión y muchas más enfermedades.

Y esta experiencia hace que estos países estén más alerta y dispuestos a desplegar sus escasos recursos para detener los brotes antes de que se generalicen. Su lema podría resumirse en: actuar con decisión, actuar juntos y actuar ahora. Cuando los recursos son limitados, la contención y la prevención son las mejores estrategias.

Esto es evidente en la forma en que los países africanos han respondido al Covid-19, desde el rápido cierre de las fronteras hasta la demostración de una fuerte voluntad política para combatir el virus. Mientras, por ejemplo, Gran Bretaña vacilaba y se dejaba llevar como un sonámbulo hacia la pandemia, Mauricio -la décima nación más densamente poblada del mundo- comenzó a examinar las llegadas a los aeropuertos y a poner en cuarentena a los visitantes de los países de alto riesgo. Esto fue dos meses antes de que se detectara su primer caso.

Y a los diez días de que se anunciara el primer caso en Nigeria, el 28 de febrero, el presidente Muhammadu Buhari ya había establecido un grupo de trabajo para dirigir la respuesta de contención de país y mantenerlo a él y al país informado al día sobre la enfermedad. Compare esto, por ejemplo, con el Reino Unido donde el primer caso fue el 31 de enero. Su plan de acción contra Covid-19 no fue revelado hasta principios de marzo. Y en el período intermedio se dice que el primer ministro, Boris Johnson, no asistió a cinco reuniones de emergencia sobre el virus.

Los dirigentes africanos también han mostrado un fuerte deseo de colaborar en la lucha contra el virus, una actitud heredera del brote de ébola en África occidental de 2013 a 2016. Aquella epidemia puso de relieve que las enfermedades infecciosas no respetan fronteras y llevó a la Unión Africana a crear los Centros de África para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

En abril, los CDC de África pusieron en marcha la asociación Partnership to Accelerate Covid-19 Testing para acelerar las pruebas de Covid-19. Y la asociación se esfuerza por aumentar la capacidad de realización de pruebas y formar y desplegar trabajadores sanitarios en todo el continente. Ya ha suministrado equipo de laboratorio y reactivos para pruebas a Nigeria, y ha hecho llegar trabajadores de salud pública del Cuerpo de Voluntarios de Salud de África a todo el continente para luchar contra la pandemia, aplicando los conocimientos adquiridos en la lucha contra el ébola.

La Unión Africana también ha establecido una plataforma continental para la adquisición de suministros médicos y de laboratorio: la Plataforma de Suministros Médicos para África (AMSP). Esta plataforma permite a los Estados miembros comprar equipo médico certificado -como equipos de diagnóstico y de protección personal- con una mayor eficacia en función de los costes, mediante la compra a granel y una mejor logística. Esto también aumenta la transparencia y la equidad entre los miembros, reduciendo la competencia por suministros cruciales. Comparemos esto con las tácticas solapadas que utilizan algunos países desarrollados cuando compiten por los envíos de equipo médico.

La plataforma AMSP no es única. La Unión Europea tiene una plataforma similar: el Acuerdo de Adquisición Conjunta. Sin embargo, un comienzo accidentado junto con procesos lentos y excesivamente burocráticos llevó a algunos países a establecer alianzas paralelas en un intento de asegurarse el acceso a futuras vacunas.

El éxito de Vietnam

El liderazgo acertado de la situación creada por el Covid-19 no se ha limitado a los países africanos. El gobierno vietnamita ha sido ampliamente elogiado por su clara campaña de salud pública. Se le ha atribuido el mérito de haber unido el país y de haber conseguido una gran aceptación de los esfuerzos para controlar el virus.

Vietnam también ha demostrado que un buen liderazgo implica actuar sobre la base de las lecciones del pasado. El brote de SARS de 2003 propició una fuerte inversión en infraestructura sanitaria, con un aumento anual medio del 9% del gasto en salud pública entre el 2000 y el 2016. Esto dio a Vietnam una ventaja durante las primeras fases de la pandemia .

La experiencia de Vietnam con el SARS también contribuyó a la elaboración de estrategias de contención eficaces, que incluían medidas de cuarentena basadas en el riesgo de exposición y no en los síntomas. Los países europeos, que recibieron advertencias de que su preparación para la pandemia hacía años que ya no estaba a la altura, deberían sentarse y tomar nota. Vietnam tiene uno de los índices más bajos de mortalidad por Covid-19, sólo treinta y cinco personas han muerto hasta ahora.

El ejemplo de Uruguay

Finalmente está el ejemplo de Uruguay. El país tiene el porcentaje más alto de personas mayores de sesenta y cinco años de América del Sur, una población mayormente urbana -sólo el 5% de los uruguayos no viven en ciudades- y una frontera terrestre difícil de controlar con el Brasil, por lo que debería ser un probable foco de infección. Sin embargo, ha logrado frenar el brote sin imponer el bloqueo.

Entre los ingredientes de su respuesta exitosa se encuentran las estrategias de pruebas agresivas y tempranas y la humildad de pedir a la OMS información sobre las mejores prácticas.

Junto con Costa Rica, Uruguay también introdujo una reducción temporal de los sueldos de sus funcionarios públicos mejor remunerados para ayudar a financiar la respuesta a la pandemia. La medida fue aprobada por unanimidad en el Parlamento y contribuyó a alcanzar altos niveles de cohesión social.

Por supuesto, el liderazgo fuerte no se limita al sur global -Alemania y Nueva Zelanda obtienen las mejores calificaciones-, ni todos los países del sur tienen un liderazgo efectivo -pensemos en el Brasil. Pero los ejemplos anteriores muestran que un buen liderazgo -actuando ahora, actuando con decisión y actuando juntos- puede contribuir en gran manera a compensar la relativa falta de recursos de los países.

Hacer más con menos

Se dice que la necesidad es la madre de todos los inventos -donde el dinero es escaso, el ingenio abunda. Esto ha sido tan cierto durante la pandemia como en cualquier otro momento, y es otra lección que el mundo desarrollado haría bien en considerar.


 
Al principio de la pandemia, Senegal comenzó a desarrollar una prueba de Covid-19 de diez minutos de duración que cuesta menos de un dólar y que no necesita un equipo de laboratorio sofisticado. Asimismo, los científicos de Ruanda desarrollaron un algoritmo ingenioso que les permitió probar muchas muestras simultáneamente al ponerlas en común. Esto redujo los costes y los plazos de entrega, lo que en última instancia hizo que más personas se sometieran a las pruebas y que se obtuviera un mejor panorama de la enfermedad en el país.

En Latinoamérica, los gobiernos han adoptado la tecnología para monitorizar los casos de Covid-19 y enviar información de salud pública.

Colombia ha desarrollado el CoronApp, que permite a los ciudadanos recibir diariamente mensajes gubernamentales y ver cómo se propaga el virus en el país. Chile ha creado una prueba de coronavirus de bajo coste y no patentada, lo que permite que más países de renta baja se beneficien de la tecnología.

Los ejemplos de iniciativa empresarial e innovación en el sur global no se limitan al campo biomédico.

En Ghana, un antiguo piloto, cuya empresa se especializa en la fumigación de cultivos, volvió a utilizar sus aviones teledirigidos para desinfectar mercados al aire libre y otros espacios públicos.

Con ello se logró hacer rápidamente y a bajo costo un trabajo por el que normalmente habrían hecho falta varias horas y media docena de personas. Y en Zimbabwe, la puesta en marcha de tiendas de comestibles en línea ofrece nuevas oportunidades a los vendedores de alimentos para mantener los clientes que desconfían de las compras en persona.

Si bien se trata de ejemplos cuidadosamente seleccionados, ilustran la importancia de la capacidad de innovar en condiciones de escasez: la innovación frugal. Demuestran que las soluciones simples, baratas o improvisadas pueden resolver problemas complicados.

¿Por qué no seguir estos ejemplos?

Esta pandemia es una nueva llamada de atención al mundo. Desde el ébola y el Zika, los gobiernos de todo el mundo han sabido que necesitan aumentar el programa de preparación mundial. A menudo se dice que cuando se trata de pandemias, el mundo es tan débil como su punto más débil.

Sin embargo, la acción global requiere ir más allá de los intereses nacionales para identificarse con las necesidades de los demás. A esto le llamamos solidaridad mundial. A diferencia de las relaciones de solidaridad dentro de los estados nacionales -que se basan en un idioma, una historia o una ètnia compartida- las relaciones mundiales deben reconocer la interdependencia de los diversos actores. La solidaridad mundial es tan difícil de conseguir porque tiene que dar cabida a las diferencias en lugar de basarse en el hecho común.

La pandemia ha demostrado por qué necesitamos la solidaridad mundial. La globalización ha hecho que los países sean interdependientes, no sólo económicamente sino también biológicamente. Sin embargo, en los últimos meses han prevalecido las posturas aislacionistas. Los países siguen estrategias de “sálvese quien pueda”. Dentro de este contexto de prevalencia de lo propio, no es extraño que las naciones industrializadas no aprovechen las lecciones de África, Asia y América Latina.


 
No se trata de una falta de reconocimiento de que hay conocimientos y experiencia fuera del mundo desarrollado; es sólo que estos conocimientos no se consideran relevantes dadas las diferencias estructurales entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Sobre este punto, consideramos este último ejemplo.

Entre principios de abril y finales de junio, la Fundación de Desarrollo Rural con sede en la provincia de Sind, en Pakistán, redujo por sí sola la propagación de la infección en la región en más del 80%.

Lo hizo involucrando a las comunidades mediante campañas de información y medidas de saneamiento. También se han desplegado con éxito enfoques a escala comunitaria en la República Democrática de Congo y en Sierra Leona. Durante los brotes de ébola de estos países, en vez de depender de la tecnología y las aplicaciones, las autoridades capacitaron a la población local para realizar en su lugar el rastreo de contactos en persona.

Estas estrategias a escala comunitaria fueron defendidas por expertos del mundo desarrollado. Sin embargo, a pesar de la clara necesidad actual, los enfoques de bajo coste probados y comprobados como éste siguen siendo poco utilizados en los países de altos ingresos. Se han desestimado en favor de las soluciones de alta tecnología, que hasta ahora no han demostrado ser más eficaces.

El problema, como ilustra este ejemplo, es la persistencia de una narrativa omnipresente en la salud mundial que presenta los países industrializados como “avanzados” en comparación con el mundo en desarrollo “atrasado” o “pobre”. El fracaso de Europa a la hora de aprender de los países en desarrollo es la consecuencia inevitable de las narrativas históricamente arraigadas de desarrollo y subdesarrollo que mantienen la idea de que el llamado mundo desarrollado tiene todo a enseñar y nada que aprender.

Pero si el Covid-19 nos ha enseñado algo, es que estos tiempos exigen recalificar las percepciones sobre el conocimiento y la experiencia. La segunda ola de Covid-19 impacta Europa pero muchos países del hemisferio sur están aún en medio de la primera. El tan discutido programa mundial de preparación requerirá que las respuestas sean gestionados de manera muy diferente a como hemos visto hasta ahora, con la solidaridad y la cooperación mundial al frente. Un comienzo saludable sería que los países desarrollados se deshicieran de su mentalidad y cultivaran la humildad de comprometerse con países a los que normalmente no miran, y aprendan de ellos.(https://revueltaglobal.home.blog/2020/10/19/gestion-de-la-pandemia-el-mundo-desarrollado-oculta-el-exito-de-los-paises-menos-ricos/ )

El Presupuesto 2021 prevé el mayor aumento de las exportaciones argentinasen una década.

Un nuevo informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) sostiene que:

Analizando la balanza comercial acumulada entre enero y agosto de cada año, se observa que el superávit acumulado más alto se dio en 2009, en plena crisis financiera internacional de las sub-prime, siendo de US$ 12.456 millones. Luego le siguió el año 2003 (US$11.966 millones), el 2002 (US$ 11.110 millones) y en cuarto lugar se encuentra el actual 2020 (US$ 10.984 millones).La particularidad es que los grandes superávits coincidieron con periodos de grandes crisis o salidas de las mismas, dado que la explicación principal es la caída abrupta de las importaciones, a una velocidad mucho mayor que las exportaciones.

Con respecto a las exportaciones mensuales (serie desestacionalizada), se viene observando cierta dinámica positiva luego de la gran retracción de marzo (-12,1%), producto del efecto de la pandemia global. Ya en abril se desaceleró la caída (-6,4%) y a partir de mayo, las exportaciones se recuperaron un 6,8%. En junio y julio apenas retrocedieron (mantuvieron los mismos niveles, con una variación de -0,2% y -0,8% respectivamente) y el último dato de agosto muestra un crecimiento mensual

Analizando la canasta exportadora nacional, el sector que más exportó en los primeros seis meses del año fue el sector oleaginoso, aportando el 31,3% de las divisas de las exportaciones, seguido del sector cerealero (20,8%), el bovino (7,4%), el complejo petrolero-petroquímico(7%), el sector metalero, metalífero y litio (6,4%) y el complejo automotriz (6,3%), siendo el conjunto de estos sectoreslos aportantes del 79,2% de las divisas totales de exportación.

Dentro del sector oleaginoso, el más importante es el complejo sojero, que aporta casi el 90% de las divisas del sector. En el primer semestre del año, dicho sector aumentó en un 1% sus exportaciones de manera interanual. De manera desagregada, se observa que los porotos de soja aumentaron sus exportaciones en un 57,1%interanual, mientras que el aceite de soja en un 6,1%. Por el lado de las harinas y pellets de soja, cayeron un 9,5%, los biodiesel un 41,9% y otras exportacionesde soja un 1,1%.

En términos de volumen físico de las exportaciones, en comparación con el 2do trimestre del 2019, la cantidad de productos primarios exportados aumentó un 21,5%, mientras que los combustibles y energía aumentaron su volumen en un 55,6%. Por su parte las MOA retrajeron sus exportaciones en términos físicos un 5,1%, mientras que la cantidad física de MOI se redujo enun 50% en relación a 2019.

Finalmente, en términos de proyecciones, en el Presupuesto 2021el gobierno proyectó una caída de las exportaciones de 16,1% y de las importaciones de 25,7% este año, mientras que apuesta a que el año que viene comiencen a traccionar positivamente ambas variables, con un crecimiento de las exportaciones de 11,9% para 2021, 8,7% para 2022 y 6,4% para 2023, mientras que las importaciones esperan que crezcan 20,4% en 2021, 12,2% en 2022 y 9,9% en 2023.

La cuenta corriente, por su parte, muestra que, en base a los saldos de cuenta corriente acumulados al segundo trimestre de cada año, seobserva un paulatino déficit desde 2011, llegando en 2018 a un déficit de cuenta corriente al primer semestre del año de US$ -17.849 millones, el más alto registrado (aunque en el agregado, 2017 presentó finalmente un mayor déficit anual). Este año, el acumulado de los primeros 6 meses del año marca un superávit de cuenta corriente de US$ 3.076 millones, situación muy distinta a los grandes déficits registrados tanto en 2017 como en 2018.

De la misma manera, si analizamos dos de las principales cuentas de la cuenta corriente, la cuenta servicios y la cuenta de inversión de cartera, se observa una tendencia similar: crecieron los déficits de ambas cuentas durante el periodo 2016-2019, mientras que este año, ambos déficits son mucho más bajos. La cuenta de serviciosredujoen 2019el déficit de servicios a niveles previos del 2015, luego del record del 2018 (US$ -5.949 millones), mientras que este año el déficit acumulado es deUS$ -1.123 millones, menos de la mitad que el del año pasado. Con respectoa la cuenta de inversión de cartera, se observa una tendencia similar: crecióel déficit en el periodo 2017-2019, llegando a un déficit acumulado al primer semestre del 2019 de US$ -5.088 millones, mientras que actualmente se redujo a casi la mitad, acumulándose en 2020 un déficit de US$ -2.736 millones.

Finalmente, en relación al stock de deuda externa total, entre fines de 2015 y 2019 el stock de deuda se incrementó un 66,3%, pasando de un total de US$ 167.412 millones a uno de US$ 278.489 millones, mientras que ya este año se observa, al segundo trimestre, una reducción de 2,8% en relación al cuarto trimestre del 2019 (quedando en US$ 270.825 millones), a partir de los canjes exitosos logrados por el gobierno, que permiten descomprimir los vencimientos de pagos de los próximos años 

(https://mcusercontent.com/219db79b15bd598643ad6537b/files/8bd08fab-4c45-4eab-903a-64bc0892948c/Infograf%C3%ADa_Sector_Externo.01.pdf )

China está demostrando que es posible una rápida recuperación económica cuando el virus está bajo control. Su economía creció casi tan rápido este verano como antes de la pandemia.

En EEUU parecen no entender. fue el evento más grande del país desde que comenzó la pandemia: en Dakota del Sur hace dos meses, casi 500,000 personas asistieron a un rally anual de motocicletas que incluyó eventos en interiores llenos de gente. El evento parece haber provocado brotes en el Medio Oeste , explica The Washington Post.

Y el clima electoral en el gigante del norte va subiendo temperatura. Otro senador republicano, John Cornyn de Texas, que está en una dura carrera por la reelección, trató de distanciarse del presidente Trump. Cornyn comparó su relación con una en la que uno de los cónyuges no cambia el comportamiento del otro.

Con los periódicos locales reduciéndose y cerrando, los operativos políticos conservadores están tratando de disfrazar la propaganda política como periodismo local , según una investigación del Times.(https://messaging-custom-newsletters.nytimes.com/template/oakv2?campaign_id=9&emc=edit_nn_20201019&instance_id=23266&nl=the-morning&productCode=NN&regi_id=60837825&segment_id=41476&te=1&uri=nyt%3A%2F%2Fnewsletter%2Fb5f00c93-ab1a-5e2c-b448-33f458cbd99d&user_id=4dc85dc9a59f095fe47f10de1504097e )

Mientras tanto, lentamente América latina recupera su camino de gobiernos populares dispuestos a abordar estas nuevas “normalidades” de modos mas democráticos e inclusivos …

Ya descontada la victoria de Luis Arce, se siguen cargando los datos oficiales. La participación fue del 87%. En Argentina, el MAS llega casi al 90%.

Arce ratificó que su primera medida de gobierno será garantizar el pago del Bono contra el Hambre en el marco de la pandemia. Un perfil del nuevo presidente de Bolivia en la BBC. Evo Morales anunció que su regreso a Bolivia se dará tarde o temprano pero no tiene pensado ocupar un cargo en el gobierno. 

Los resultados cuestionan la tesis del fraude que impuso Luis Almagro desde la OEA, sostiene Francesco Manetto en El País.

Hay otra Arce que también ganó: Patricia Arce. Quizás de nombre no la recuerden pero fue la alcaldesa de Vinto, Cochabamba, que durante el golpe del año pasado fue arrastrada por las calles, rapada y embadurnada con pintura roja. Ahora fue elegida senadora por el MAS. 

En Ecuador, un fallo del Tribunal Contencioso Electoral dio luz verde a la fórmula Arauz-Rabascall, este último reemplazo de Rafael Correa luego de ser inhabilitado por la justicia ecuatoriana. Mañana el Consejo Nacional Electoral oficializaría la postulación y el correísmo se inscribe en las presidenciales de febrero de 2020.

Los caminos de los pueblos en tiempos de la peste comienzan a mirar el futuro con otros ojos y otras sensibilidades donde la cooperación y las certidumbres en torno a mejores y mas justas y diversas organizaciones que se articulen en Estados que respondan efectivamente a necesidades y demandas … El triunfo del MAS en Bolivia, sigue al eje del acuerdo de Puebla celebrado por nuestro presidente Alberto Fernandez, antes de ser electo presidente en nuestro país, y los acuerdos con el gobierno de López Obrador (México) y dirigentes notables de los gobiernos populares que cedieron posiciones en el, cada vez mas notorio fallido, retroceso al neoliberalismo que se dió en los últimos 8 años en el continente.


  Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Imágenes:  Cândido Portinari (Brodowski, Brasil, 29 de diciembre de 1903 - Rio de Janeiro, 6 de febrero de 1962) fue un pintor brasileño con obras muy reconocidas entre las que se encuentran sus frescos Guerra y paz, ubicados en la sede de la ONU en Nueva York.
Nació en una hacienda cafetalera en la ciudad de Brodowski, estado de São Paulo, el 29 de diciembre de 1903. Hijo de Giovan Portinari y Domenica Torquato, fue el segundo de doce hijos.

De familia pobre, Portinari se impresionó desde pequeño por los pies de los labradores, a los cuales describía como "pies deformes, que pueden contar una historia, semejantes a los mapas con montes, valles, ríos y caminos". Estas imágenes marcarían su obra en la que contaría al mundo la realidad del trabajador del campo. A los quince años, Portinari ingresó  a la Escuela Nacional de Bellas Artes, en Río de Janeiro, y vendió su primer cuadro (Un baile en el campo) a la edad de 18 años. Al año siguiente (1922) recibe su primer premio: la medalla de bronce del Salón de Bellas Artes.
Con el fruto de varios premios del Salón de Bellas Artes, Portinari viajó a Europa en 1929, y se establece en París después de recorrer España, Italia e Inglaterra. El choque con la efervescencia plástica de la Europa de los años 1930 define el rumbo que Portinari seguiría al volver a su país. Al llegar a Brasil, en 1931, lo hace casado con Maria Victoria Martinelli, con quien tuvo su único hijo, João Cândido.
En 1935, su cuadro Café recibe mención honorífica en la Exposición Internacional de Arte Moderno del Instituto Carnegie, en Nueva York. Este hecho le abre la conquista de espacio en el continente y el mundo, la cual tendría un momento especial en 1940, cuando Portinari fue el primer artista sudamericano en tener una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con la exposición Portinari of Brazil.
Recibió, entre otros honores, la Legión de Honor de Francia (1946), el Guggenheim´s National Award (1956), y la medalla al pintor del año 1955 por el International Fine Art Council. Estuvo afiliado y nunca se desligó del Partido Comunista Brasileño. Se presentó como candidato de este partido a diputado federal en 1934 y a senador en 1946. No tuvo éxito en política y fue derrotado en ambos casos. Portinari murió a consecuencia de intoxicación plúmbica, el 6 de febrero de 1962.


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