Sábado
30 de mayo de 2020
Nuevamente
conectado a full … solucionado el inconveniente técnico que me
impidió publicar diariamente en esta bitácora de viaje en tiempos
de pandemia en la bella y populosa ciudad de Buenos aires, Capital
de la República Argentina…
Existe
un debate creciente (y emocionante) sobre cómo gobernar las áreas
metropolitanas. Los problemas metropolitanos son complejos , ya que
tienen que ver con temas de sostenibilidad, prosperidad, equidad , y
calidad de vida , y en muchos casos involucran cuestiones de
desarrollo nacional y transnacional.
Las
discusiones sobre un área metropolitana pueden ser a nivel nacional,
regional y local, así como involucrar espacios urbanos y rurales
(UE, 2013). La gobernanza metropolitana puede estar fuertemente
condicionada por la competencia, el conflicto y la fragmentación, y
al mismo tiempo ser un testimonio de cooperación, colaboración y
acuerdos concertados (Feiock, 2004).
Tal
complejidad es uno de los factores que llevaron a la elaboración de
Gobernanza Metropolitana un proyecto que comenzó en 2015 , y a un
debate que permanece abierto. El otro es el impulso que los Objetivos
de Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana crearon para
discutir cuestiones urbanas y metropolitanas. Los Objetivos de
Desarrollo Sostenible reconocen explícitamente la importancia de los
gobiernos subnacionales en el logro de la Agenda 2030. Uno de los 17
ODS, el Objetivo Global número 11, busca “hacer que las ciudades y
los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes , y
sostenibles . ” El desarrollo sostenible global requiere un
desarrollo urbano sostenible, especialmente ahora que la mayoría de
la población humana vive en áreas urbanas.
El
drama de los asentamiento y villas de emergencia no comenzó con la
pandemia y como en casi todo, su triste visibilización se produce
cuándo otros sectores sociales les producen efectos mas negativos a
sus negatividades …
Tras
destacar que la solidaridad es lo mejor del "alma
argentina", el primer mandatario afirmó que "lo que peor
me cae es la política tuitera, los trolls, que desgastan, y los
pensamientos absolutos".
El
Presidente habló tras el acto que compartió con autoridades de
Aysa. "Es una obra que comenzó en 2018, la retomamos, y da agua
a 2,5 millones de personas, gente que se cuelga o va a la canilla",
precisó en Detrás de lo que vemos.
El
jefe de Estado abordó también acerca de la la situación de Villa
Azul, centro de la pandemia de coronavirus en el Conurbano. "Villa
Azul es el ejemplo más claro de la injusticia", dijo acerca del
barrio que comparten Quilmes y Avellaneda, y las diferencias de entre
las dos administraciones administración.
"Jorge
Ferraresi es un extraordinario intendente de Avellaneda, sale poco en
los medios. Del lado de Avellaneda hay luz, cloacas, cruzás la
calle, vas a Quilmes y te das cuenta la diferencia", subrayó en
alusión a la ineficaz gestión de Martiniano Molina. "Testeás
en Avellaneda, hay contagios mínimos; en Quilmes, no. Es enorme la
diferencia, son cosas que repercuten en la salud de la gente".
"Estamos en el siglo XXI -agregó- y no es posible que haya
gente en situación de hacinamiento, sin cloacas, compartiendo baños,
hay que remediar eso que la pandemia dejó expuesta".
Respecto
de la cuarentena, consideró que "se ve es una sociedad que se
disciplinó a sí misma para evitar efectos que uno quería que no
ocurrieran. Somos indisciplinados, nos cuesta respetar las reglas,
pero tengo gratitud con los que han cumplido". Fernández dijo
que valora "la solidaridad", y recordó que "en marzo
se discutía que no alcanzarían los barbijos, y hoy hay gente que
hace barbijos y alcohol en gel". También afirmó que "los
más necesitados son los más solidarios". Y destacó que "hay
24 gobernadores que remamos para el mismo lado".
En
contraposición subrayó que "lo que peor me cae es la política
tuitera, los trolls, que desgastan y los pensamientos absolutos, que
dicen que vamos a ser como Venezuela, gente preparada que compara
Villa Azul con el ghetto de Varsovia. Me genera pena, se tergiversan
las cosas".
El
número de muertos va en más de 360.332 mientras que el número
de contagiados va en más de 5.808.946 en todo el mundo.
En España el número de los contagiados nuevamente han disminuido en
un total de 237.906 y 27.119 muertes. Los casos continúan
aumentando en Rusia y Brasil, siendo este el segundo pais con mayor
número de contagiados en el mundo, y las cifras van
subiendo en Perú, Chile, México y otros lugares, aumentando la
presión sobre los hospitales y las poblaciones pobres. Perú va
subiendo de forma alarmante los contagios, presentando más de 141.000
casos confirmados y más de 116 decesos en las últimas 24
horas.
Se
espera una crisis que llega tras siete años de bajo crecimiento, con
una media por debajo del 0,5 por ciento y que la economía en
América Latina y el Caribe se contraiga un 5,3 por ciento este año,
posiblemente un descenso más brusco que durante la Gran Depresión.
América
Latina tardó 25 años en recuperar la renta per capita de 1979.
El
número de infectados con el nuevo coronavirus ha sobrepasado los
cinco millones de personas en el mundo. Sin embargo, un número
importante de países está entrando en una nueva etapa en la lucha
contra el SARS-COV-2, como se conoce al virus que causa la COVID-19.
Como
muestran estos mapas realizados con datos de la Universidad de
Oxford, las restricciones a la
circulación están disminuyendo. El fútbol ha
vuelto en Alemania, el béisbol a Corea del Sur, y las carreras de
autos (NASCAR) en los Estados Unidos. Estos son sólo algunos
ejemplos de una mayor apertura que están
siguiendo los países.
El
levantamiento progresivo de las medidas de confinamiento está
ocurriendo en un contexto que no es ideal
para prevenir futuros contagios: los testeos son todavía escasos, la
infraestructura del sector de salud es inadecuada, las condiciones
económicas de los países y de los individuos son complejas, y
muchos muestran cansancio por estar encerrados (en muchos casos en
condiciones de hacinamiento) y sin capacidad de generar ingresos.
Mientras se desarrollan vacunas y tratamientos efectivos contra el
virus, el éxito de esta etapa requerirá que se mantenga la
adherencia a las recomendaciones de higiene
personal y distancia física que ya se vienen poniendo en práctica.
La
comunicación y la participación de la comunidad son esenciales
para reducir la transmisión de la infección y facilitar las medidas
sanitarias que previenen el contagio. Los mensajes claros y
coherentes de las autoridades infunden confianza, generan solidaridad
y movilizan a los individuos y a las comunidades para adherirse a las
medidas requeridas para desacelerar la propagación de la COVID-19.
La
sociedad ha tenido un período de práctica para convertir estas
recomendaciones en hábitos y algunos de ellos serán nuevos modelos
mentales que se transferirán a la nueva normalidad. Sin embargo,
con la reapertura de las economías, deberán comunicarse nuevos
lineamientos a fin de detener el contagio. Entre ellos:
- usar más intensivamente implementos de limpieza en lugares comunes/públicos;
- cumplir los límites de capacidad en fábricas, estadios, restaurantes, transporte público, etcétera;
- trabajar remotamente, por turnos o con horarios desfasados;
- adoptar nuevas tecnologías para facilitar la identificación de casos de COVID-19;
- compartir información privada (síntomas, contactos) relevante para que las autoridades puedan informar sus decisiones de política.
Para
cumplir con estas y otras recomendaciones, los
ciudadanos tendrán la difícil tarea de superar profundos sesgos de
comportamiento y barreras que guían sus decisiones, las cuales,
lamentablemente, se acentúan en condiciones de estrés, cansancio e
incertidumbre.
A continuación, se presentan ejemplos de comunicaciones informadas
por las ciencias del comportamiento para promover estos lineamientos.
La
pandemia ocasionada por la COVID -19 presenta cifras alarmantes.
Hasta el 5 de mayo de 2020, se contabilizaron más de tres
millones y medio de casos confirmados en todo el mundo y casi 254.000
muertes. Aunque los primeros casos confirmados en América Latina y
el Caribe fueron identificados recién a fines de febrero, su tasa de
crecimiento ha sido exponencial: hasta el 5 de mayo, los países de
la región reportaron 269.188 casos confirmados (una cifra catorce
veces superior a la registrada al inicio de abril) y 14.967
fallecimientos, lo que representa una tasa del 2,39% por cada
100.000 habitantes. Ante la imparable propagación del virus, la
mayoría de los países de la región impuso medidas de
confinamiento, pero hay mucha heterogeneidad en cuanto a los
plazos y a la naturaleza de dichas medidas. Algunos países,
como México, Jamaica, Uruguay y Belice, no introdujeron
medidas obligatorias, sino solo recomendaciones de cumplimiento
voluntario. Otros países, como Chile, República Dominicana, Brasil
y Guatemala, han decidido realizar aislamientos localizados o
ceder a las autoridades locales —ya sean municipales o
estatales— las decisiones sobre el confinamiento. Esto
sugiere que, dentro de estos países e incluso en el interior
de las áreas metropolitanas, conviven distintas medidas. Por otra
parte, hay países que comenzaron con recomendaciones de
distanciamiento social, pero, a medida que aumentó el número de
infectados, pasaron a implementar aislamientos obligatorios, ya
fueran localizados o a nivel nacional (por ejemplo, Ecuador, Panamá
y Paraguay). Por último, otro grupo de países, como Perú y Haití,
tomó, como primera y única medida, el aislamiento obligatorio a
nivel nacional. Aproximadamente, la mitad de los países han
declarado confinamiento total, mientras que la otra mitad lo ha hecho
solo de forma parcial. En todos los casos, la cuarentena se ha
extendido más allá de las fechas originales.
Las
medidas de confinamiento han resultado efectivas a la hora de reducir
la movilidad de las personas. Los datos confirman que los movimientos
de las personas desde y hacia el lugar de trabajo han disminuido
considerablemente en la región durante las fechas en que se
impusieron las medidas. Otros aspectos, como la movilidad
hacia el transporte público o hacia los parques, o el número de
personas que se desplaza al menos un kilómetro al día, han sufrido
caídas similares 3 . Algunos países, como Bolivia, Ecuador y Perú,
que implementaron medidas de confinamiento total, registran cifras de
hasta un 80% de reducción en los desplazamientos de las personas. En
otros casos, como el de Haití, se observa un descenso mucho menor, a
pesar de haber decretado también el confinamiento total.
Hay
indicios de que las medidas de confinamiento han tenido un impacto
positivo en la reducción de la incidencia de los casos registrados
de COVID -19 y en la mortalidad. Muchos de los países
desarrollados, incluyendo algunos de los que se han visto
más afectados por el coronavirus, como Italia y España, han
superado el pico de la enfermedad. Tanto el número de nuevos casos
(que se mide con mucho error) como el número de muertes
por día (una medida más precisa) están en claro descenso. La
reducción en el número de fallecimientos en estos países es
bastante generalizada e incluye, más recientemente, a Francia,
Alemania, el Reino Unido e, incluso, Estados Unidos. Esta es una
señal clara de que la cuarentena está funcionando. Tras el
confinamiento, el coeficiente de reproducción del virus (R)
en China, Corea del Sur y la mayoría de los países europeos ya se
encuentra por debajo de 1. Esto se refleja también en una creciente
literatura sobre los efectos de las restricciones, que muestra que
estas reducen la propagación de la enfermedad y ayudan, por tanto, a
preservar vidas. En América Latina y el Caribe, el ciclo de la
enfermedad comenzó varias semanas después que en Europa y en
Estados Unidos. En los países desarrollados, los primeros casos
fueron confirmados en enero (el 20 en EEUU, el 22 en Francia, y el 31
en Italia). En la región, el primer caso confirmado, en Brasil,
corresponde al 26 de febrero. En parte por este motivo y porque
las medidas de distanciamiento social se iniciaron mucho más
temprano en relación con la aparición de los primeros casos, el
número de muertes per cápita por día en los países de América
Latina y el Caribe tiene un orden de magnitud menor que en el caso de
los países europeos. Sin embargo, al 5 de mayo, en varios países de
la región, el número de muertes per cápita continúa en aumento 6
. Y, aun en aquellos países en los que los nú - meros de nuevos
casos y de fallecimientos empiezan a declinar, la transmisión
comunitaria en ciudades y regiones particulares continúa causando un
considerable número de muertes y altos niveles de estrés. Al mismo
tiempo que reduce la movilidad y la propagación de la
enfermedad, el confina - miento y sus efectos sobre las
economías del mundo ya se sienten de manera intensa. En
Estados Unidos, más de 30 millones de personas han perdido su empleo
en apenas seis se - manas, una cifra que no se ve desde la Gran
Depresión. Según el informe Panorama económico mundial del Fondo
Monetario Internacional ( FmI ), el crecimiento a nivel global se
verá gravemente afectado, pasando de una cifra de 2% en 2019 a un
-3% en 2020, con un promedio de un -6 % en las economías de alto
ingreso y -5% para el conjunto de América Latina y el Caribe.
Asimismo, según las estimaciones del Banco Interamericano de
Desarrollo ( BID ), la COVID -19 puede generar una pérdida de hasta
17 millones de empleos formales en la región, dependiendo de la
evolución de la pandemia y de las medidas de mitigación adoptadas.
Por ello, a medida que el número de muertes por COVID -19 empieza a
disminuir, gana relevancia en todo el mundo la pregunta de cuándo y
cómo relajar las medidas de confinamiento y distanciamiento social.
En
Argentina el
Decreto
de Necesidad y Urgencia por el cual se prorroga el Aislamiento
Social, Preventivo y Obligatorio hasta el 7 de Junio de 2020
inclusive, fue
anunciado por el presidente Alberto Fernandez y promulgado el 25 de
mayor por Boletin Oficial (http://www.saij.gob.ar/DN20200000493
)
La
directora gerente del Fondo
Monetario Internacional (FMI),
Kristalina Georgieva, advirtió hoy en las Naciones Unidas (ONU)
sobre una posible ola de bancarrotas, sobre todo en los bancos
“débiles”, debido a la crisis generada por la pandemia de
coronavirus.
Georgieva
encabezó ayer porla mañana un panel que debatió sobre la
“devastación financiera” que genera el Covid-19 en la economía
global y destacó que la contracción será más grave del 3%
estimado inicialmente por el FMI, aunque se espera una “recuperación
parcial en 2021”.
En
ese sentido, encomendó las acciones de los grandes bancos centrales,
que recortaron las tasas de interés y compraron activos por valor de
unos US$ 4 billones para “reducir masivamente la presión en los
mercados financieros”, pero aseguró que el mundo aún “no está
fuera de peligro”.
“Las
condiciones financieras siguen dependiendo de desarrollos económicos
y sanitarios inciertos y los países se enfrentan ahora a la
perspectiva de un aumento de bancarrotas que podría afectar a los
bancos, particularmente a los bancos con búferes débiles”,
sostuvo.
Por
tal motivo, subrayó “la necesidad de medidas fiscales para seguir
construyendo un puente sobre el parón” económico y especialmente
para ayudar a los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas.
Por
último, señaló que los mercados emergentes y en desarrollo
perdieron unos US$ 100.000 millones debido a la “búsqueda de
seguridad”, tres veces más que durante la crisis financiera global
de 2008, pero que gracias a las acciones de incremento de liquidez de
los bancos centrales hubo una “reversión de la tendencia”.
El
panorama hacia delante no es alentador ni mucho menos. Los agoreros
del fin del Capitalismo por un lado y quienes sostienen que nada
cambiara en el mundo por el otro, se desentienden de analizar la
multiforme realidad que la globalización intenta vender como
universo único. Las mismas políticas no surten el mismo efecto en
todos lados y lejos de acertar, la globalización solo unifica en una
cosa … las brechas de desigualdades crecientes y concentraciones
monopólicas. El Capitalismo ya no es el mismo. Ya es otra cosa. Pero
no hay modelo que se pretenda alternativo a esta “otra cosa” en
tanto y en cuanto no es definido como algo distinto. El problema como
siempre es que los intereses van por delante de la inteligencia ...
Daniel
Roberto Távora Mac Cormack
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