Miércoles 13 de Mayo de 2020

El día que los porteños volvieron a la calle

Buena parte del comercio minorista reabrió ayer sus puertas y mañana se sumarán nuevos rubros. En la calle hay más personas y vehículos. Para medir resultados, habrá que esperar. 
 

casi dos meses de decretarse el confinamiento social, preventivo y obligatorio, (cuarentena para los amigos), el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entró ayer en una nueva fase con la autorización para el funcionamiento de nueve rubros que hasta  el momento no estaban permitidas. 

Retomaron la actividad librerías, jugueterías, perfumerías, casas de decoración, electrodomésticos, instrumentos musicales y bicicleterías. También volvieron a abrir las ferias de abastecimiento barriales en las calles y se pueden hacer mudanzas los sábados y domingos. 

Las disposiciones para abrir locales comerciales son extensas; desde los habilitados para comprar insumos no esenciales, hasta las modalidades de atención en locales gastronómicos o las salidas de menores autorizadas. Toda esta reglamentación se encuentra pautada por criterios sanitaristas y pretenden generar hábitos para convivir con el riesgo de infección.


En todos los casos, los comercios deben abrir de 11 a 21 de lunes a viernes y contemplar que haya una persona cada 15 metros cuadrados en el interior del local, de acuerdo a lo dispuesto por el gobierno porteño. Además, el ingreso de las personas para comprar se organiza según la terminación del número de DNI, con la finalización par los días pares y la impar, los impares.

Con respecto a los comercios, mañana será el turno de abrir de las joyerías, relojerías, bijouterie, mueblerías, concesionarias de autos y motos, y el resto de los minoristas, con la excepción de locales de indumentaria y calzado. 
Ayer el número de circulación de vehículos y de personas aumentó notablemente y ahora queda esperar qué impacto tiene esto en las semanas a venir.

El jefe de Gabinete Santiago Cafiero defendió hoy los artículos del Decreto de Necesidad y Urgencia que restablecen facultades a la Jefatura de Gabinete, y dijo que no se trata de "superpoderes", al tiempo que afirmó que "en momentos extraordinarios" se requiere un Estado "activo y flexible"

"No se trata de 'superpoderes'. En momentos extraordinarios, necesitamos un Estado activo y flexible para poder proteger a todas y todos los que habitan este territorio", dijo Cafiero a través de su cuenta de Twitter.

Se refirió de esta manera a los artículos del DNU 457/2020 de ampliación del Presupuesto, que suspende por este año la limitación que tiene el Jefe de Gabinete para reformular las partidas presupuestarias, facultad que fue cuestionada desde Juntos por el Cambio.

"En el mismo DNU se me otorgaron facultades para transferir dinero de una partida a otra únicamente cuando estas modificaciones estén relacionadas con la emergencia sanitaria y para destinar los fondos reservados de la AFI a políticas nutricionales, educativas y de salud", explicó Cafiero en un hilo de tuits que escribió esta mañana.

Se viene una doble jornada de sesiones en el Congreso nacional que por primera vez en su historia sesionará a distancia de manera remota. No será  por separado sino que ambas Cámaras sesionarán el mismo día en lo que será  un súper miércoles “virtual”  donde comenzará a las 14 el Senado y continuará Diputados a las 18.

Tras días frenéticos de negociaciones y pruebas del sistema, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, cerró un acuerdo político con los presidentes de los bloques parlamentarios de avanzar en la sesión mixta en una nueva reunión de labor parlamentaria que se realizó  este martes en el Salón Delia Parodi.


Allí se hicieron dos modificaciones al Protocolo de Funcionamiento Remoto que se elaboró en la Comisión especial de Modernización que presiden la diputada oficialista Daniela Vilar. La primera, tiene que ver con un agregado al capítulo de votación digital en donde se aclara, con  base en el artículo 176 del reglamento interno de la Cámara Baja en donde se establece que “antes de toda votación, el presidente llamará a tomar parte de ella a los diputados que se encuentren en la antesala”,  dando como plazo un máximo de 30 minutos. Según comentaron fuentes parlamentarias a Tiempo Argentino,  luego de las pruebas piloto que se desarrollaron el fin de semana, se llegó al resultado de que esto evitaría el cuello de botella que terminó colapsando la red el día del primer simulacro en Diputados.

La segunda modificación, es la incorporación de un artículo que otorga a los representantes el derecho u obligación de ejercer el voto. En este sentido, lo que se permite es que cada legislador pueda dar el quórum, pero a la hora de votar pueda salir de la sesión si lo prefiere. El protocolo será aprobado por las tres cuartas partes de los diputados una vez que empiece la sesión y deberá ser renovado cada 30 días de la misma manera.

En declaraciones a la prensa, Vilar explicó que “desde una mirada analógica el ingreso a lo digital al principio es complejo y hasta puede generar cierto temor, pero con la voluntad de poder llevar adelante este trabajo colectivo y participativo es que entendemos que mañana vamos a poner todos la mayor de las voluntades para que esto salga de la mejor manera posible como todos los habitantes de nuestro pueblo están poniendo lo mejor de sí para poder cumplir con esta cuarentena”.

Por otro lado, se acordó también en la aceptación de la renuncias de los diputados salientes: Elisa Carrió, Daniel Scioli y Andrés “Cuervo” Larroque, respectivamente y el ingreso de sus respectivos suplentes que prestarán juramento en el recinto: José Luis Patiño, Claudia Bernazza y Lisandro Bormioli.


En cuanto al temario, será muy reducido, sólo se avanzará en el tratamiento del proyecto de ley de exención del Impuesto a las Ganancias para el personal de salud y de seguridad, en el marco de la pandemia por COVID-19.
Así como también en la iniciativa presentada por Eduardo “Bali” Bucca, titular del  interbloque Federal, que cuenta con el aval de la Casa Rosada y que establece un plan integral para que todo el personal del Sistema de Salud disponga de los materiales de protección necesaria para trabajar durante la pandemia.

El interbloque de JxC aceptó lo propuesto por el oficialismo pero anticipó que el mismo día de la sesión brindará una conferencia de prensa a las 12.30 el Salón Delia Parodi de la Cámara de Diputados donde dará a conocer públicamente su  rechazo al reciente decreto de necesidad y urgencia que extiende las facultades delegadas al Poder Ejecutivo, su postura sobre la aplicación Cuidar y sobre la compra de test defectuosos para el Covid 19 llegados de China.

En las últimas horas, el titular del espacio, Mario Negri presentó junto a los diputados del radicalismo Alfredo Cornejo y Gustavo Menna un proyecto de ley que pide la derogación de los artículos 4 y 6 del respectivo DNU por considerar que significa “el regreso de los súperpoderes en donde el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, puede modificar el presupuesto a su antojo”.
Al cierre de la jornada, se preparaba el Salón de los Pasos perdidos para ubicar a la prensa, ya que desde allí se podrá hacer la cobertura de ambas sesiones.

En el Senado, por su parte, tratarán este miércoles los 20 DNU firmados por el presidente Alberto Fernández en el marco de la pandemia por coronavirus. 
Cristina Fernández de Kirchner presidirá la sesión en forma presencial en el recinto junto con las autoridades de Cámara: los secretarios Marcelo Fuentes (parlamentario) y María Luz Alonso (administrativa). La titular del Senado extendió el permiso de asistencia a la presidenta provisional del Senado, Claudia Lesdesma Abdala de Zamora; al vicepresidente, Martín Lousteau, y al vicepresidente primero, Maurice Closs.

El comercio mundial de bienes se desplomará a un ritmo no visto desde la crisis financiera en 2009, con estimaciones que en las últimas semanas se han vuelto cada vez más sombrías, dijo el miércoles la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), respecto al impacto de la pandemia por el coronavirus.

La agencia de la ONU calcula un descenso de 3% en el primer trimestre respecto a octubre-diciembre de 2019 y una baja adicional de 26,9% en el segundo trimestre. Haciendo la comparación entre años, las cifras representan caídas de 3,3% y 29,0%, respectivamente.


"Hubo declives de una magnitud similar en 2009 en la crisis financiera mundial, aunque la disminución no fue tan fuerte como en 2020. En ese momento, el comercio mundial se recuperó con la misma rapidez, en línea con el repunte económico mundial", dijo Steve MacFeely, jefe de estadísticas de UNCTAD.

"En este momento, la forma de la recuperación aún no está clara, dependerá de qué tan rápido las economías vuelvan a un crecimiento positivo y de que su demanda de bienes comercializados vuelva a crecer", agregó.
UNCTAD dijo que su visión del primer trimestre había empeorado sostenidamente desde el 24 de marzo, cuando pronosticó un crecimiento modesto del comercio en términos de valor de alrededor del 1%.

Salvo algunas excepciones, los gobiernos nacionales se han dedicado exclusivamente a gestionar la crisis pandémica y los resultados varían de un país a otro. Comienzan a discutirse ciertas cuestiones generales. 

Disfrazamos con gráficos y estadísticas todo nuestro desconocimiento sobre la dinámica de la pandemia, sobre sus causas próximas y lejanas, sobre la eficacia relativa de las diferentes políticas de contención y mitigación. 

Confiamos en la ciencia y la ciencia confía en que nuestro comportamiento confirme las estadísticas. Pero tanto los científicos como nosotros sabemos que los números están forzosamente viciados. No sabemos el número exacto de infectados (debido a la falta de pruebas) ni de fallecidos (debido a la subnotificación de casos). E incluso dando crédito a los números, no nos dicen nada sobre los criterios insondables con los que el virus selecciona a sus víctimas, tantas veces respaldados por las actuales o anteriores políticas estatales. Tres preguntas serán suficientes. ¿A qué clase social pertenece y qué color de piel tiene la mayoría de los que están muriendo en Brasil? ¿Cuál es el porcentaje de inmigrantes y refugiados entre los fallecidos por el virus en Suecia? Las olas de calor de años anteriores, ¿no habían advertido a las autoridades de los países europeos que las residencias de ancianos, tal como existen, serían una peligrosa zona de riesgo? Nos comparamos con los países más cercanos, que a veces presentan indicadores peores que los nuestros. En Europa, no se nos ocurre compararnos con Vietnam que, con 91 millones de habitantes y con una frontera de 1281 kilómetros con China, al día de hoy no tiene ningún muerto. 


Actuamos en la sombra y en la oscuridad hay poco espacio para la política, especialmente para la política democrática. Esta es también la razón por la cual el consenso político se vuelve más fácil, y afortunadamente es así durante la emergencia, pues lo contrario resulta catastrófico. Basta pensar en los casos trágicos y patéticos de Estados Unidos y Brasil, donde la gestión de la crisis pandémica se ha convertido en la gestión de la crisis política.
¿Pero cuánto durará la emergencia? Por ahora, está claro que lo que llamamos pospandemia es, de hecho, el comienzo de un largo periodo de pandemia intermitente. Un periodo que ni siquiera termina con la distribución generalizada de la vacuna, ya que, si el modelo vigente de desarrollo y consumo continúa, la matriz energética actual (en resumen, el patrón civilizatorio imperante), vendrán otras pandemias y ciertamente serán más letales. De ser así, ¿tendremos que vivir en un estado de emergencia intermitente o permanente? ¿La protección de la vida será en el futuro incompatible con la democracia? Sabemos de varios Estados asiáticos que han logrado buenos resultados confiando en la disciplina de los ciudadanos. ¿Por qué en Occidente tenemos que imponer multas para que las personas se protejan? ¿Supone esto el fracaso de nuestros sistemas educativos, de una educación centrada en la falacia del individualismo y el espíritu emprendedor, que no educa para la solidaridad y la cooperación, para los bienes comunes y para todo lo demás que constituye nuestro destino común?

Decir que durante la pandemia las acciones del Estado se ejercen en la sombra significa que no se conocen todas las consecuencias de las acciones. Evidentemente se conocen algunas, y es a partir de su análisis que podemos comenzar a sospechar cuáles serán los escenarios posteriores a la pandemia.

Los países que decidieron pronto el confinamiento lo hicieron en general por una cuestión de principios (defensa de la vida) y por una cuestión práctica (evitar el colapso del sistema público de salud). Cuál prevalecerá lo sabremos próximamente. La cuestión es saber si la vida prevalece siempre sobre la economía o solo durante las pandemias. Durante la pandemia, el Estado ha mostrado una notable autonomía en relación con los mercados, que fueron eclipsados, y con los intereses económicos que, de repente, abrazaron (¿interesadamente?) la idea de la importancia del Estado en la regulación social. ¿Se trata solo de una tendencia fugaz? Veamos las señales.

El confinamiento tiene una lógica contracorriente de modo que su duración tiene que ser limitada. Para los países que recurrieron pronto a él, la política comienza con la flexibilización del confinamiento y, con ella, el fin del consenso. Durante el confinamiento, si los números aumentaban era culpa del virus, y si los números disminuían el crédito era del gobierno. De ahora en adelante, cualquier resultado negativo se atribuirá a las acciones del gobierno, mientras que cualquier resultado positivo se atribuirá a la disciplina de los ciudadanos.

El escenario en Portugal

El alcance de la disidencia dependerá de la explotación de resultados negativos por parte de la ultraderecha que en España nunca se desarmó, incluso durante la pandemia. En Portugal, la ultraderecha troikificada no solo existe, sino que de manera intrigante el canal de televisión pública continúa dándole amplio espacio.

Con respecto a la relativa autonomía del Estado portugués en el próximo periodo, las señales son preocupantes. Puede que incluso tengamos que concluir que el consenso entre los órganos de poder público, saludable durante la pandemia, puede llegar a cobrar un alto precio en la pospandemia inmediata. La cuestión fundamental es la de los cambios en el modelo social y económico, cuya urgencia fue expuesta con particular vehemencia durante la pandemia. Habrá cambios en la medida que el gobierno tenga fuerza para valorar los intereses nuevos o renovados revelados por la pandemia e imponerlos a los viejos intereses de siempre. Algunos ejemplos. 
 

Durante la pandemia, se generó un gran consenso sobre la valorización del servicio nacional de salud (SNS). Este consenso se basó no solo en lo que hizo el SNS, sino también en cómo se comportó el sistema privado. Al no poder beneficiarse indebidamente de la crisis, el sistema privado se retiró a una posición que yo clasificaría como parasitaria, esperando que pase la tormenta y que el sistema de salud vuelva a caer en sus manos. Con cierta perplejidad, vemos que esto es exactamente lo que sucederá cuando la ministra de Salud anuncia el uso del sistema privado para reducir las listas de espera en lugar de tomar medidas urgentes para fortalecer el SNS. En otras palabras, volvemos al pasado, disfrazado como beneficio a corto plazo para los ciudadanos. Por lo tanto, estamos dejando de prepararnos activamente para la próxima pandemia.

El regreso de lo viejo también puede estar presente en la forma en que intentamos lidiar con TAP (Transportes Aéreos Portugueses), una intervención del Estado que en el momento de la privatización se hizo (y bien) al borde del abismo, pero que ahora podría corregirse siempre y cuando no se desperdicie la oportunidad.

Otra señal inquietante es la continuidad de la lógica de los subsidios e incentivos otorgados a las industrias y servicios que alimentan el modelo actual de producción contaminante, de consumo masivo basado en transporte sin condiciones de seguridad sanitaria, energía fósil, agricultura industrial y en inmensos centros comerciales que pronto se considerarán áreas de alto riesgo si, entre tanto, no son redimensionados. Este modelo está estrechamente relacionado con el cambio climático y la inminente catástrofe ecológica que, según el último informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), están directamente relacionados con la recurrencia de pandemias En otras palabras, subsidiar el modelo actual de producción y consumo significa subsidiar la aparición de nuevas pandemias.

Para no desperdiciar las oportunidades que ha creado la pandemia del coronavirus, sería necesario que el consenso político esté sujeto a la condición que la experiencia reciente nos ha enseñado: si la izquierda hace la política de la derecha, los ciudadanos concluirán, tarde o temprano, que la derecha lo hace mejor.

El autor de este texto: Boaventura de Sousa Santos es Doctor en Sociología del Derecho, director emérito del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra (Portugal). 

El mundo atravieza un suceso inédito que pone de relieve contradicciones, desigualdades, paradojas y falacias de un orden globalizado de ser humano en el planeta, que no tanto por sus injusticias, desigualdades, ejercicios violentos de poder e imposición de formas,ideas e instituciones que “normalizan”la vida de personas y comunidades, como resultado histórico, sino mas bien de como, las mentalidades e ideas actuales las han gestionado como realidad única e impide un pensar transformador y critico que de modos activos impacten, promuevan y generen formas alternativas y utópicas, que indican la posibilidad de otro mundo.



El asunto no discurre tanto por las evidencias de los defectos sino mas bien de como se piensa lo alternativo o transformador cuando en esas formas de pensar, se han instalado mitos y creencias que sostienen las formas que producen tales defectos pero se encubren en miles de métaforas y falacias que las hacen creer que obedecen a culpas o razones que no tienen que ver con esas que históricamente las han producido e instalado.

Estos tiempos de peligro extramo e incertidumbre nos ofrece la posibilidad de cuestionar no solo las formas que la evidencia nos devuelve como defectuosas sino de como se han producido y como producir algo diferente para nosotros, nuestros hijos y loa hijos de nuestros hijos.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack



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