Lunes 18 de mayo de 2020


El Grupo Clarín, Techint, Arcor, Pampa Energía y Aceitera General Deheza están entre los mayores responsables de la fuga de capitales durante el gobierno del ex Presidente Maurizio Macrì, sostienen personas que vieron no sólo el informe dado a conocer por el Banco Central el jueves, que estima esa fuga en 86.000 millones de dólares, con “una notable concentración en unos pocos actores económicos”, sino también los nombres. La fuente de los ingresos de divisas cambió: hasta principios de 2018 provino de deudas del sector público, de capitales especulativos que aprovecharon la bicicleta financiera y, en ínfima medida, de la Inversión Directa Extranjera, que el informe llama no sin ironía “la lluvia de inversiones”. Cuando esos mercados se cerraron ante el pésimo desempeño de la economía argentina y el riesgo de incobrabilidad, la única fuente de financiamiento fue el FMI. Sin embargo, los egresos de divisas fueron homólogos en ambos periodos. En el primero, la fuga fue de 41.000 millones de dólares, en el segundo, de 45.000. Una línea de conducta.



En el caso de las empresas y fondos comunes de inversión, 8.527 personas jurídicas demandaron 51.742 millones de dólares para fuga, o el 92,9% de los montos totales adquiridos por empresas). Y el 1% de las mayores empresas compradoras (853 firmas) adquirieron divisas por 41.124 millones (equivalente al 73,8% de las compras netas de las empresas). La concentración es menor entre las personas físicas: más de seis millones de personas compraron el 36% del total de ese sector, y 67.000 personas el 22%.



Los principales accionistas de Clarín, Techint, Arcor, Pampa Energía y Aceitera General Deheza —Héctor Magnetto, Paolo Rocca, Luis Pagani, Marcelo Mindlin y Miguel Acevedo—, forman parte de la Asociación Empresarial AEA, participan de IDEA y de la Unión Industrial, las entidades de lobby patronal que presionan al gobierno para que mejore la oferta a los bonistas bajo ley de Nueva York, pague los salarios de sus trabajadores, permita despedirlos, suspenderlos y reducirles su retribución; elimine las retenciones a las exportaciones agropecuarias, reduzca el déficit fiscal y archive el proyecto de ley de contribución extraordinaria para las grandes fortunas.



No es aventurado conjeturar que una parte del dinero que sacaron de la Argentina esté invertida en los bonos cuyos plazos, capital e intereses quiere discutir el gobierno, para que esa deuda sea sostenible y no impida la salida de la crisis generada por el tercer gran ciclo de endeudamiento argentino.
También tiene un lugar destacado entre los apostadores contra el desarrollo del país el heredero de FIAT, Cristiano Ratazzi, a través de FIAT Auto, que preside, y de la subsidiaria que fabrica los camiones IVECO. Ratazzi, que nació en la Argentina pero no se le nota cuando habla en un cocoliche tan marcado como el de Paolo Rocca y Franco Macrì, fue fiscal de Juntos por el Cambio en las últimas dos elecciones y es uno de los grandes críticos del peronismo posterior a Menem, de quien fue íntimo. En el libro La Fiat in America Latina 1946-2014, que acaba de publicarse en Roma, la historiadora italiana Eugenia Scarzanella afirma que Fiat es un caso paradigmático del uso de las disposiciones del Banco Central para liquidar las propias deudas y otorgarse autopréstamos mediante los seguros de cambio.



En 1978, Fiat Concord cambió de razón social y se convirtió de empresa automovilística en financiera y por medio de una sociedad panameña se condonó deudas por casi un millón de dólares de entonces. “Otra empresa fantasma creada por Fiat para obtener autopréstamos, que luego pasaban al Estado argentino era ISIN SA.  Propiedad al 99% de Cristiano Rattazzi, obtuvo préstamos de Impresit Sideco [donde Fiat era socia de los Macrì] y los utilizó para adquirir sus propias acciones. En 1982 recibió un préstamo del Banco de Gotardo con el mismo propósito. Luego, todas las acciones adquiridas así fueron transferidas a Franco Macrì”. Scarzanella destaca la confusión entre deudor y acreedor en estas “complicadas maniobras” y recuerda que, durante el gobierno de Alfonsín, «el Banco Central acusó a Fiat de delitos cambiarios”, pero no consiguió que la Justicia defendiera el interés público. Tres décadas después el mismo know how se aplicó al saqueo del país, ya desde el Poder Ejecutivo.
Un número significativo de los clientes del estudio que atendió Carlos Rosenkrantz hasta que Macrì lo envió en comisión a la Corte Suprema de Justicia, está representado en la nómina compilada por el Banco Central: el Grupo Clarín, la Cervecería Quilmes, Pan American Energy, Claro, YPF SA, Barrick Exploraciones Mineras, entre otros.

 
El ranking



Todos ellos integran la lista de las 50 personas más ricas de la Argentina compilada por la revista Forbes. En el caso de Acevedo, figura dentro de la familia Urquía. (Por su cuñado, el principal accionista de AGD y ex senador Roberto Urquía. Según el bisemanario Perfil, Urquía aspira a volver a presentarse dentro de un año en las listas del Frente de Todos, cuya elasticidad pondría a prueba.) El gobierno nacional no dio a conocer el top 100 de los fugadores compilada por el Banco Central, mas El Cohete a la Luna pudo reconstruir algunos datos parciales pero significativos. En varios de ellos (como Telecom, Galicia, YPF o Pampa Energía) tiene participación accionaria el fondo BlackRock, el principal acreedor de la Argentina.




Precisamente encabeza el ranking de la fuga Marcelo Mindlin, con cerca de 1.600 millones de dólares, repartidos entre varias de sus empresas, como Pampa Energía, Petrobrás, Transportadora de Gas del Sur y Edenor. Mindlin, quien blanqueó 44 millones de dólares en 2017, figura como comprador de la empresa familiar de los Macrì, IECSA, pero la investigación del fiscal Franco Picardi determinó que la venta fue simulada y que Mindlin es socio de los Macrì en una compañía offshore establecida en el Estado norteamericano de Delaware, que a su vez es accionista de SACDE (el nombre con que renació IECSA, para que se perdiera mejor el rastro, una costumbre inveterada de los Macrì en sus negocios en todo el mundo). Tampoco la veracidad de la transferencia previa de Franco Macrì a su sobrino Angelo Calcaterra estuvo libre de sospechas. Se realizó en 2007, días antes de que Maurizio Macrì asumiera como alcalde porteño, para evitar ostensibles conflictos de intereses. Franco Macrì denunció que entre sus hijos y sus sobrinos lo habían despojado de las empresa que creó y la familia se enzarzó en una disputa judicial. Los hijos pidieron que se declarara demente al padre.



La misma técnica del cambio de nombre practica el hermano de la vida de Macrì, Nicolás Caputo, que junto con el heredero de SOCMA fundó Mirgor. Hoy Mirgor se llama IATEC, Industria Austral de Tecnología, es una de las armadurías de electrónica de Tierra del Fuego y ocupa un lugar en la mitad de la tabla del Top 100 de la Fuga, con unos 250 millones de dólares.



El Grupo Clarín formó activos en el exterior por unos 650 millones de dólares, por medio de Telecom, la empresa que adquirió en 2017. También integra el pelotón puntero la española Telefónica, con más de mil millones de dólares fugados. Entre Fiat Auto e Iveco, restaron a la producción y el consumo locales cerca de 500 millones de dólares. Una suma similar se inscribe en el haber de los Rocca, a través de distintas empresas de la transnacional italiana con sede en Luxemburgo, como Tecpetrol, Siderar y Transportadora de Gas del Norte. Tanto Arcor como Aceitera General Deheza fugaron 250 millones de dólares cada una.



Barany



En el top ten figura con más de 600 millones de dólares un menos conocido Grupo Cohen, que su fundador, Jorge Cohen, delegó ahora en su hija Anna Cecilia y en su hijo Julián. De muy joven trabajó varios años en la bolsa de Nueva York, donde hizo los contactos para representar en Buenos Aires a Merrill Lynch. En una entrevista con el diario de negocios El Cronista, Cohen contó que se asoció como agente de bolsa “en el Merval con Julio Pueyrredón (dueño de la compañía de seguros La Rural” y “también del Banco Popular Argentino») y con Jorge Garfunkel, titular del Buen Ayre, a quienes les compraría sus partes al año siguiente. Pero «tenían una gran clientela, que abarcaba a Merrill Lynch, con todos sus negocios, al Banco Popular y al del Buen Ayre”.



Operadores del mismo mercado sostienen que Cohen, ahora de 74 años, constituyó la mayor banca privada del país (que es la denominación para el servicio de transferencia ilegal de capitales de la Argentina a guaridas fiscales y otras jurisdicciones) y abrió la mayoría de las cuentas barany. Esa es la palabra en árabe por sucio o negro, que usan los judíos sefardíes, es decir aquellos que luego de la expulsión de España se radicaron en Siria, Líbano, Irak o Egipto.
Vicepresidente del Grupo Cohen es Silvio Becher, un ex funcionario de las últimas dos dictaduras, quien fue vicepresidente de Industrias Mecánicas del Estado (IME) en 1976 y 1977 y vicepresidente del Banco Provincia de Buenos Aires en 1982 y 1983.



Las redes sociales de Jorge Cohen son un catálogo de fake news, agresiones contra el gobierno nacional, posiciones racistas y machistas, Reivindicaciones de la violencia institucional por parte de Fuerzas Armadas y de seguridad,  Además reproduce posteos de políticos de Juntos por el Cambio, comunicadores de la derecha dura y economistas neoliberales. 



Por sector



El informe difundido el jueves por el Banco Central sostiene que “los Inversores institucionales y otros, junto a las firmas del sector de Energía se ubican en los primeros puestos del ranking. Por detrás de ellos se ubicaron los sectores de Químicos, Caucho y Plástico, las Comunicaciones, el Transporte, Alimentos, Bebidas y Tabaco, Maquinarias y Equipos y la Industria Automotriz. Este patrón de distribución se verifica tanto para el caso del decil de mayores compras, como como para el caso del 1% que concentra mayores operaciones”.




La formación de activos en el exterior, como se denomina en lenguaje técnico, fue una operación legal entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019, por lo que la mención de quienes fugaron del país los millones de dólares que el gobierno de entonces obtuvo en préstamo en el mercado voluntario de crédito hasta febrero de 2018, y del Fondo Monetario Internacional cuando aquella ventanilla se cerró, no implica atribuirles ninguna infracción a la ley penal. Cuando el propio gobierno se convierte en algo parecido a una organización delictiva, las actividades realizadas a su amparo gozan de la protección de la ley. No es necesario poner ejemplos de la historia universal y de la propia para reforzar el concepto.



El Presidente Alberto Fernández anunció en su primer mensaje a la Asamblea Legislativa, aunque cueste creerlo hace apenas dos meses y medio, que había ordenado al Banco Central elaborar un informe con el detalle de quiénes habían sacado del país el dinero que ahora reclaman los acreedores externos. “Esas prácticas son absolutamente reñidas con cualquier idea de progreso. Es la especulación más dañina que puede enfrentar una sociedad: endeudarse solo para el beneficio de los especuladores y del prestamista. Debemos saber lo que pasó, quiénes permitieron que ello suceda y quiénes se beneficiaron con esas prácticas. Necesitamos no hacernos los distraídos ante lo ocurrido, porque el riesgo que acarrea tal distracción es la concreción de un daño inmenso que deberían soportar varias generaciones de argentinos. Nunca más a un endeudamiento insostenible. Nunca más a decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas de la noche a la mañana, y de espaldas al pueblo. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso”, dijo aquel 1° de marzo Fernández.



No por casualidad, el informe fue presentado al Presidente cuando faltan pocos días para que venza el plazo para la aceptación o el rechazo de la oferta de cancelación de esa deuda presentado por la Argentina, y que contó con la aprobación del Fondo Monetario Internacional, los países de la OCDE, varios premios Nobel de Economía, parte de la oposición interna, sindicatos de trabajadores y de patrones. No obstante, los acreedores no aceptan la propuesta de la Argentina que, a su vez, rechaza la contrapropuesta de los Fondos de Inversión. La que comienza mañana es la semana decisiva, en la que se confirmará si la Argentina logra salir del default en que la dejó Macrì en agosto de 2019 o profundiza ese camino.



El informe completo del Banco Central puede leerse aquí : http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Informe-Mercado-cambios-deuda-%20formacion-de-activos%20externo-%202015-2019.pdf
( https://www.elcohetealaluna.com/los-conocidos-de-siempre/ ) 




 

 En tiempos de pandemia todo parece posible. Las semanas vuelan y llevan consigo las certidumbres sobre el contexto que nos rodea. El virus reaparece en los lugares del mundo que lo habían eliminado. Ha llegado para quedarse más tiempo de lo esperado. La cura que se creía tan cercana se aleja en el tiempo. En medio de esta nebulosa una certeza brilla en el horizonte: después del coronavirus el mundo no será el mismo. En esto hay consenso a lo largo y a lo ancho del planeta. La índole del futuro que nos espera está, sin embargo, estrechamente ligada a las acciones que se toman en el presente. En tiempos remotos se creía que los dioses decidían por los seres humanos y que todo estaba definido desde un principio. Hoy sabemos que el conocimiento y la acción pueden modelar las circunstancias y aproximarnos a los fines que nos proponemos. También sabemos que nada está decidido de una vez y para siempre.


El coronavirus no ha provocado la crisis que hoy vivimos. Solo la desnuda cotidianamente exponiendo a la luz del día la irracionalidad de un sistema de vida que conduce al canibalismo social. Esta organización social, extendida planetariamente, genera conflictos antagónicos que esconden en su seno el germen de lo que viene. El mundo que viene dependerá entonces del modo en que estos conflictos se resuelvan. Esto implica que tanto las élites gobernantes como los ciudadanos de a pie tienen algo que decir al respecto. Los primeros corren con ventaja: toman decisiones con el objetivo de marcar el territorio y condicionar al futuro. Los segundos, desparramados por el mundo y confinados al aislamiento individual, tienen la oportunidad de constatar que no están solos, que su fuerza reside en su cantidad y en su capacidad para comprender las razones de su desamparo. Esto no es poca cosa. Mas allá de la pandemia y de sus secuelas de miedo y cuarentena, los ciudadanos de a pie tienen la oportunidad de conocer que son los más, que pueden transformarse en una fuerza social e imponer su impronta al mundo que viene. La mera existencia de esta posibilidad influye hoy en las decisiones de los que, desde la suma del poder político, quieren reproducir el status quo.




La pregunta sobre lo que viene ya genera algunas respuestas entre intelectuales y académicos. Así, crecen las dudas respecto a la eficiencia de la supuesta mano invisible del mercado y se empieza a aceptar la importancia de la intervención abierta del Estado en la economía. Paralelamente crecen las dudas sobre la continuidad de la globalización en un mundo donde se intensifica la confrontación política entre los Estados Unidos y China. El apagón económico como consecuencia de la pandemia y el rápido deterioro de la economía y las finanzas globales intensifica el agrietamiento del entramado productivo mundial forjado a lo largo de décadas de integración mundial en cadenas de valor global. 



La mayor intervención del Estado en la economía en una situación de resquebrajamiento de la producción global abre la oportunidad de un futuro crecimiento económico orientado por las necesidades locales. Se abre así la posibilidad de un desarrollo nacional con inclusión social en los países de la periferia. Esto, sin embargo, esta estrechamente ligada a una problemática que todavía no se cuestiona claramente: la del endeudamiento ilimitado.
En estos tiempos signados por el capitalismo global monopólico rige la lógica de maximizar ganancias a cualquier precio. Estas no son solo económicas. Hay en esencia una permanente búsqueda de aumentar el control sobre todos los aspectos de la vida social. Para ello, uno de los mecanismos utilizados es la imposición de un sentido común que naturaliza la acumulación predatoria de todo tipo de bienes: desde los económicos a la información y los símbolos. Esto no es casual. Detrás de la concentración del poder se esconde el paradigma de la usura, una practica de endeudamiento, donde la acumulación sin limites de bienes y dinero por parte de un individuo tiene como correlato la expoliación y destrucción total del otro.



La capacidad destructiva de esta relación explica que desde tiempos remotos haya coexistido con la condena moral y la sanción colectiva expresada en las religiones más antiguas, en escritos filosóficos, en códigos legales, en la literatura y en el arte. Desde 2.500 años antes de Cristo la condena social a la usura ha dado lugar a revueltas populares contra los acreedores derivando periódicamente en cancelaciones de cierto tipo de deudas. Por aquel entonces se percibía el peligro de desintegración social implícito en la usura. Sin embargo, el endeudamiento sin límites a través de tasas de interés abusivas, capitalización de intereses y crecimiento exponencial de la deuda originalmente contraída constituyen el eje en torno al cual se acumula poder y riqueza en el mundo moderno. Este abuso de una posición dominante hoy se presenta como algo natural. En esencia, es una relación que vehiculiza coerción, violencia y canibalismo social. Tanto las relaciones del hombre con la naturaleza como las distintas formas de interacción social han sido erosionadas hasta el hueso por un comportamiento predatorio que busca acumular sin límites poder y riqueza en todas sus formas.



El galope del coronavirus ha detonado una crisis económica y financiera de magnitudes desconocidas. La gestión de esta crisis en los Estados Unidos, centro del capitalismo global monopólico, expone la irracionalidad de un endeudamiento sin límites que conduce a la autodestrucción social.



Endeudamiento en los Estados Unidos



A fin de mitigar el impacto económico y financiero de la pandemia, la Reserva Federal ha adoptado medidas que prolongan y profundizan las políticas adoptadas para superar la crisis financiera de 2008. A través de tasas de interés cercanas a cero, facilitación financiera y estímulos fiscales, estas nuevas políticas buscan salvar a grandes corporaciones y bancos multiplicando el endeudamiento, profundizando el control directo de la Reserva Federal sobre el mercado financiero, y aumentando la concentración económica.
Desde la crisis financiera de 2008 las políticas adoptadas por los bancos centrales de los países mas desarrollados del mundo derivaron en un crecimiento del endeudamiento global, que hoy representa el 322% del PBI global. Desde ese entonces, el crecimiento del endeudamiento norteamericano ha sido incesante y el crecimiento anual del PBI norteamericano, descontada la inflación, ha sido un 45% inferior al ocurrido en los 60 años previos, periodo que incluye once recesiones. Paralelamente, el S&P 500, índice de la capitalización de mercado de las principales corporaciones, creció un 159% desde el 2008 (zerohedge.com 11 5 2020). Entre 2012 y 2019 las ganancias de las corporaciones crecieron 1.6% mientras el precio de las acciones (earnings per share) creció un 68% (zerohedge.com 13 5 2020). Esto último se logró a partir de un aumento del endeudamiento corporativo destinado a la recompra de acciones para la especulación financiera (IMF global financial report october 2019).



Después de cada una de las crisis de las últimas décadas (punto.com, hipotecas sub prime y actual), el endeudamiento de las corporaciones norteamericanas ha aumentado. Hoy la deuda del sector representa el 84% del PBI de los Estados Unidos, y el porcentaje de deuda corporativa de tipo basura (junk, con alto riesgo de default) ha alcanzado niveles récord. Asimismo, por primera vez los bonos corporativos clasificados como (BBB) —a un paso de ser bonos basura— representan la mayor parte de la deuda corporativa considerada de alta calidad (IG investment grade)(bloomberg.com 1 12 2019).



La decisión de la Reserva Federal de intervenir fue suficiente para impulsar una reversión de tendencias en el mercado de acciones. Hacia mediados de abril el Nasdaq —índice bursátil con alto peso de empresas tecnológica— había recuperado todo lo perdido desde mediados de marzo (zerohedge.com 17 4 2020). Cinco grandes corporaciones tecnológicas fueron las principales beneficiarias de la recuperación bursátil. Hoy representan el 22% del valor de capitalización de mercado del S &P 500 (zerohedge.com 3 5 2020).
La inminencia de defaults corporativos está, sin embargo, a la orden del día. Larry Fink, titular de BlackRock, brazo ejecutor de los nuevos programas de intervención de la Reserva Federal en el mercado financiero, así lo ha dejado trascender (zerohedge.com 6 5 2020). Esto ocurre al mismo tiempo que los conflictos de interés están expuestos a la luz del día. El titular de la Reserva Federal tiene inversiones por más de 11 millones de dólares en los fondos de BlackRock (wallstreetonparade.com 5 5 2020). Paralelamente, la implementación de las nuevas políticas de la Reserva Federal ha tenido un impacto positivo en el desempeño de las acciones de LQD uno de los instrumentos financieros más grandes con múltiples bonos corporativos (ETF) controlado por el propio BlackRock (zerohedge.com 14.5 2020).
 


Endeudamiento y miseria 



El endeudamiento corporativo se ha dado en un contexto de tres décadas de caída o estancamiento de los salarios reales de los sectores de ingresos bajos y medios de la población. Esto contrasta con el crecimiento de los ingresos del 10% más rico. Esta situación se intensificó a partir de la crisis de 2008. Diez años después el ingreso medio familiar, descontada la inflación, era solo 3% superior al registrado en el 2000. Los ingresos del 20% de la población mas pobre habían caído en el mismo periodo un 2 % (wsj.com 15 4 2020). Por otra parte, los activos financieros (dinero en el banco, fondos de retiro etc.) del 20% más pobre de la población perdieron el 34% de su valor desde entonces. Los sectores de ingresos medios solo vieron un crecimiento del 4% en el valor de estos activos financieros mientras el 10% más rico de la población, que posee el 88% de las acciones, fue el principal beneficiario de los aumentos ocurridos en los activos financieros durante todo el periodo (wsj.com 15 4 2020).




Desde mediados de los ’80, el creciente endeudamiento de la población de bajos y medios ingresos mitigó el estancamiento de los salarios y fue funcional para estimular la demanda. Esta política derivó, sin embargo, en la crisis financiera de 2008. Desde ese entonces, la capacidad de consumo de la población ha esta cada vez más aplastada por un creciente endeudamiento. Este ha alcanzado niveles inéditos, superando hoy los 13.5 billones (trillions) de dólares. En 2019 casi la mitad de los consumidores tenia ingresos que no alcanzaban para cubrir sus gastos mensuales (bloomberg.com 8 10 2019). Cerca del 78% de la población vivía al día, sin poder afrontar un mayor endeudamiento (forbes.com 11 1 2019). Hoy la pandemia ha agravado drásticamente las condiciones de vida de los sectores de ingresos bajos y medios.



El cierre de empresas de todos los tamaños en distintos sectores de la economía ha provocado desde principios de marzo un rápido y masivo crecimiento del desempleo. Ya hay 36 millones de personas que califican para un pequeño y fugaz subsidio de desempleo. A esto se agrega la masa de trabajadores informales que no pudieron acceder a beneficios sociales (zerohedge.com. 10 5 2020). Esto explica la masiva afluencia a puntos de distribución gratis de comida, en distintas partes del país desde que estalló la pandemia (zerohedge.com 12, 17 y 27/ 4 2020).



Así, la otra cara del endeudamiento ilimitado ha sido la masiva transferencia de ingresos desde los sectores más pobres y medios de la sociedad hacia un reducido núcleo que concentra los mayores ingresos. Esta política, sin embargo, parece estar llegando al límite de lo socialmente tolerable.



Crisis del sistema



Desde que la Reserva federal inicio su intervención en el mercado financiero a mediados de marzo, los inversores en acciones han ganado 100 millones de dólares por cada víctima fatal de Covid-19 (zerohedge.com 5 5 2020). A su vez, la intervención de la Reserva Federal facilitando nuevo endeudamiento y absorbiendo activos tóxicos tendrá fuerte impacto sobre el crecimiento de la deuda pública norteamericana. Esto, sumado a la creciente crisis de liquidez de dólares en el mercado financiero internacional, que hemos analizado en notas recientes, potencia la posibilidad del default tanto de corporaciones como de países altamente endeudados en dólares. Al mismo tiempo estos fenómenos erosionan el valor del dólar como moneda internacional de reserva. Esto último ha sido advertido por Larry Fink y otros ejecutivos de grandes fondos de inversión (zerohedge.com 7 11 2018, 12 5 2020). En este contexto se escuchan las voces de líderes políticos y empresariales que, liderados por Bernie Sanders, ex candidato a la presidencia de los Estados Unidos, reclaman la cancelación de deudas de los países periféricos afectados por la pandemia. Esto es resistido por el Tesoro norteamericano y utilizado por el FMI para tratar de imponer los Derechos Especiales de Giro como una nueva moneda de reserva internacional de amplia circulación especialmente entre los países mas endeudados.


 
Crecientes tensiones en la Argentina 



Esta semana se tensó el clima político al mismo tiempo que aumentó en forma preocupante la cantidad de muertos y de infectados con Covid-19 en la Capital Federal. Casi un 30% de las nuevas infecciones ocurrieron en barrios carenciados, especialmente en la villa de Retiro donde todavía continua la escasez de agua potable, algo que es difícil de explicar.



 

El lunes el gobierno extendió el tiempo de negociación con los acreedores internacionales hasta el 22 de mayo, luego de que su propuesta de reestructuración fracasara al recibir menos del 20% de aceptación. El Presidente aclaró en diversas oportunidades que “si hay una contraoferta, que los acreedores digan… Nosotros lo que queremos es buscar un acuerdo y que la Argentina no vuelva a caer en default… y que no se pague a costa de los argentinos… sólo podemos tomar una deuda que podamos pagar” (ámbito.com 11.5 2020 y c5n minuto1 10 5 2020). La contraoferta todavía no ha sido presentada.


Estas declaraciones del Presidente fueron acompañadas de claras definiciones sobre las motivaciones que empujan a un sector de JxC, a los grandes empresarios, dirigentes y periodistas que apoyaron al gobierno de Macri a presionar al gobierno para que levante la cuarentena, cambie el rumbo de sus políticas y acepte las demandas de los acreedores. El Presidente dijo que “no lo doblegarán” y relacionó a estas maniobras políticas con las presiones sobre los tipos de cambio: el CLL y el MEP y sobre el dólar paralelo o blue. Dijo que el aumento de estos tipos de cambio era el resultado de la especulación de un pequeño grupo y no descartó que intenten ejercer presión por este medio sobre la negociación con los acreedores. Sostuvo que el BCRA estaba estudiando medidas para frenar esta especulación, que pronto se darán a conocer.
La especulación con los tipos de cambio continuó, sin embargo, esta semana. En ello también parece haber incidido la reticencia de la Comisión Nacional de Valores a hacer cumplir en su totalidad las regulaciones ya emitidas por el BCRA (ámbito.com 13 5 2020). Si a esto se agrega la “escasez del crédito otorgado por los bancos a las pymes”, circunstancia que agrava —según CAME— “la situación de las empresas por que cortaron las líneas de descubierto” (bae.com 11.5.com), pareciera que el BCRA debería ejercer un control más efectivo sobre las regulaciones y políticas que emite.



El gobierno cree que cuando se reestructure la deuda se pondrá fin a las tensiones en el mercado de cambios. Sin embargo, la corrida cambiaria, junto con la inflación, han sido los mecanismos tradicionalmente utilizados por los sectores más poderosos de la economía para imponer sus intereses a los distintos gobiernos democráticos. Esta situación no se ha alterado y el control monopólico sobre sus respectivos mercados permanece inalterable. Asimismo, la actual coyuntura internacional es propicia a la salida de capitales y a la dolarización de activos. De ahí que, al no adoptar drásticas medidas, es difícil esperar una desaparición a corto plazo de la corrida cambiaria y de la inflación de los bienes alimenticios, que todavía persiste a pesar de la caída del consumo por la cuarentena, la desaceleración de la inflación general y el congelamiento de tarifas y combustibles.



Las definiciones del Presidente cambiaron el clima político. Fueron acompañadas por el anuncio de un plan de construcción y reparación de viviendas populares con participación de los movimientos sociales y destinado a crear más de 700.000 empleos. Este plan implica comenzar a marcar el futuro de la pos pandemia tomando medidas que contribuyen a implementar el proyecto de inclusión social votado en octubre del año pasado.




La enorme emisión monetaria del gobierno para sostener a la economía en tiempos de pandemia brinda la oportunidad a los sectores mas concentrados para dolarizarse e intentar poner limites a políticas que buscan terminar con el hambre en el país y cambiar la distribución de ingreso. En estas circunstancias, se acrecienta la importancia de la participación organizada de la ciudadanía en el control de precios y en el seguimiento de las políticas de inclusión social y reactivación económica.
( https://www.elcohetealaluna.com/endeudamiento-y-canibalismo-social/ ) 



Mas allá del personal de la salud que se enfrenta en la primera linea de contacto con el virus, siguen siendo la pobreza, la ancianidad y el hacinamiento carcelario las fuentes principales de propagación y muertos por el Covid19 en Argentina.
La desigualdad no es un asunto de “envidia” o “castigo a los que tienen” sino de marginación, exposición a la muerte evitable y situaciones de vulnerabilidad evitables. Justicia social e igualdad de oportunidades no son slogans de “progres” que teorizan sobre la realidad social, sino evidencia de condiciones diferentes producidas por las diferentes posibilidades entre los que mas concentran riquezas y recursos y quienes quedan en los márgenes o fuera del sistema de reparto.



El ministerio de Desarrollo Social llamó a los movimientos populares a una reunión de trabajo para armar mejores respuestas ante el ingreso del coronavirus en las villas y asentamientos. La multiplicación de casos en las villas de Retiro y el Bajo Flores generan preocupación en el gobierno sobre cómo frenar el número de contagios en las zonas del AMBA que tienen condiciones de hacinamiento y falta de agua potable similares a las villas porteñas. Entre las medidas que propondrán a las organizaciones barriales están la instalación de postas sanitarias en los barrios, que repartan artículos de limpieza y alcohol en gel, así como el armado de un protocolo de actuación para aislar rápidamente a las familias que tengan afectados. Son políticas que, para concretarse, necesitarán de las redes de militancia.



El encuentro fue convocado para las 18.00 horas de este lunes. Está previsto que participen los ministros Daniel Arroyo y Ginés González García, acompañados por referentes sociales con cargos en el gobierno como Emilio Pérsico (dirigente del Movimiento Evita y secretario de Economía Social) y Daniel Menéndez (titular de Barrios de Pie y subsecretario de Políticas de Integración). También fue invitado el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Andrés Larroque. Del lado de las organizaciones barriales, fueron citadas las que vienen coordinando acciones con el ministerio: la CTEP, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y el Frente Darío Santillán.



En el ministerio consideran que en las villas porteñas “se actuó tarde y con muchos errores”, según señaló Daniel Menéndez en su doble condición de funcionario e integrante de un movimiento barrial. ¿Qué tienen de distinto los asentamientos del Conurbano? ¿Se podría esperar que cuando el virus ingrese no se repita lo que en la villa 31? Para el referente, sí: se puede disminuir su impacto.


“Hay lugares que van a estar muy complicados si llega el virus, pero la verdad es que hay zonas humildes donde ya tuvimos casos, por ejemplo de enfermeras que se contagiaron haciendo su trabajo y que residen en barrios populares, pero en los que no hubo una propagación como la de Ciudad de Buenos Aires”, apuntó.




La intención es armar una red con los movimientos populares y promotores de la salud que permitan “atemperar las consecuencias” o “acolchonar” el impacto de la Covid-19. Son medidas que harán pie en la red de comedores comunitarios de las organizaciones y los curas villeros.



La convocatoria pone sobre la mesa no sólo la necesidad de que el estado despliegue una red de cuidados en los barrios populares, sino también qué tremendamente difícil --aún en una situación como la creada por la pandemia, donde es tan evidente la necesidad de medidas contra la desigualdad-- les resulta a las organizaciones sociales cambiar las políticas públicas. Incluso siendo parte del gobierno. Y es que buena parte de la red que se está armando contrarreloj son propuestas que los movimientos vienen formulando desde hace años, como el trabajo con agentes de salud.



Las organizaciones barriales vienen siendo claves, desde el inicio de la cuarentena, para asegurarle al Estado la distribución de viandas y bolsones de alimentos en las villas y asentamientos. Como se sabe, han denunciado también las demoras en los envíos o directamente la no llegada de alimentos, una situación relacionada a que en las licitaciones, las grandes empresas no cubren los volúmenes requeridos, como mecanismo de presión para obtener más ganancias. Aún sin que ese problema se haya resuelto, los movimientos barriales sumarán  ahora otras  tareas vinculadas a la prevención. Seguramente en el encuentro los referentes de los movimientos expresarán sus quejas, pero no evitarán asumir nuevas medidas, ya que de hecho, las están reclamando. 




 

En muchos de los  asentamientos ya viene funcionando el programa El Barrio Cuida al Barrio,  con promotores y promotoras comunitarias que se encargan de identificar a la población de riesgo para acompañarlas: personas mayores de 60 años o con patologías crónicas como enfermedades respiratorias, cardíacas o renales, con inmunodeficiencias o diabetes. Su trabajo es asistirlas para que no tengan que salir, así como difundir medidas de prevención comunitaria.
El programa está abierto a todos los movimientos, aunque los que vienen implementándolo son las organizaciones de la UTEP. En otras consultadas por Página/12 dijeron que aún no se sumaron porque no les llegaron los recursos para trabajar. Las medidas de prevención tienen poco margen de tiempo para implementarse, porque el virus ya apareció en muchos de los asentamientos del conurbano. Pero si combinan con los operativos de seguimiento casa por casa que la provincia está desplegando, podría hacer la diferencia con la situación de las villas de la Capital Federal.
( https://www.pagina12.com.ar/266546-coronavirus-desarrollo-social-convoco-a-los-movimientos-soci ) 


La vulnerabilidad de estos sectores no es producida por la pandemia. El virus solo pone en evidencia aquello que se ha intentado ocultar y minimizar desde siempre. Un Sistema que reparte mal y excluye debe ser modificad, salvo que sigamos hipocritamente y sinicamente alimentando la mala distribución de esfuerzos y riqueza en la ilusión de formar parte de los que ganan.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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