Matria, patria, lo que nos hace pueblo ...


Un día como hoy hace 22 años

El periodista y escritor Jorge Giles realiza un racconto histórico por los hechos e ideas que permitieron las Independencias en Latinoamérica, para luego meterse en esos días que fueron un hito para toda la Patria Grande.

Cuatro primeras consideraciones:

a) La explosión popular vivida en la celebración del Bicentenario patrio habría que leerla e interpretarla en clave de memoria popular y revolución inconclusa.
b) Ese pueblo volcado en las calles, en Mayo de 2010, demostró que hay una latencia y pulsión transformadora que atraviesa la historia argentina y latinoamericana desde su misma génesis.
c) Las batallas culturales no se ganan ni se pierden de una vez y para siempre; se libran todos los días. 
d) Ninguna revolución, ninguna transformación, ningún cambio de modelo socio económico a favor de las clases populares se hacen con miedo. “El miedo sólo sirve para perderlo todo”, enseñó Belgrano.

No hay revolución que no se reconozca en los antecedentes que la precedieron. Entender la masividad popular, con sus rasgos peculiares de libertad y de alegría plebeya, que se manifestó en las calles de Buenos Aires del 21 al 25 de Mayo de 2010, implica necesariamente entender que esa masividad era la expresión de un pueblo que se reencontró a sí mismo en las políticas públicas del gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner.

Con el mismo prisma deberíamos leer lo ocurrido en el Centenario de la Revolución (1910) y en la propia Revolución de 1810. Allá vamos.

Cuando nuestros patriotas fundadores declararon aquel primer grito de libertad ese frío 25 de Mayo de 1810, no estaban sólo aprovechándose de la coyuntura propicia que brindaba la invasión napoleónica a España y el desalojo de Fernando VII del poder; esa fue la circunstancia más propicia del momento; pero mucho antes, en 1804, se había producido en América la consagración de la Revolución del pueblo negro y mulato en Haití, de la que llegarían noticias al Rio de la Plata.

En 1806 y 1807 sucede la resistencia criolla triunfante contra las primeras dos invasiones inglesas; un rasgo de identidad común había nacido en ese pueblo.
Pocos años después, en 1815, el Libertador Simón Bolívar, así como antes Francisco Miranda, estuvo en Haití y desde allí, con el apoyo de las autoridades locales, organizó y emprendió la campaña militar para liberar por segunda vez a Venezuela de la opresión colonial española.

El presidente haitiano, Alejandro Pétion, también dio asilo y apoyo a nuestro Manuel Dorrego.

Hay una carta escrita en abril de 1817 por Juan Martín de Pueyrredón dirigida al presidente Pétion en la que el Director Supremo de las Provincias Unidas, amigo del Libertador José de San Martín, le propone al haitiano aunar esfuerzos para consolidar la revolución americana y especialmente nuestra independencia, tan amenazada en esos años.

Saltando en el tiempo, diremos que el segundo jefe del General Juan José Valle en el levantamiento del 9 de junio de 1956 contra la “revolución fusiladora” de Aramburu y Rojas, el General Raúl Tanco, recibió junto a otros compañeros suyos el asilo hospitalario de la embajada de Haití en Buenos Aires. Nada es casualidad.

Nos detuvimos en señalar estos datos casi olvidados, no por una digresión histórica de ocasión, sino para hacer, al menos, un modesto homenaje a la eterna deuda que la Patria Grande guarda con el sufrido y heroico pueblo de Haití desde los albores de nuestra revolución y nuestra independencia.

Las rebeliones de Túpac Amaru y Túpac Catari en el Alto Perú y años después la Revolución de Chuquisaca del 25 de Mayo de 1809 con el protagonismo de Juan José Castelli y Bernardo de Monteagudo; las victorias criollas de Bolívar en Venezuela; la del Cura Miguel Hidalgo en México al grito de “Libertad e Independencia”; la de Bernardo O’Higgins en Chile; el proyecto de nación soberana del Paraguay, aplastado luego por las fuerzas reaccionarias de la Triple Alianza comandadas por Mitre, son algunos de los eslabones de la historia a mencionar para comprender que la victoriosa, y más tarde derrotada, Revolución de Mayo nació y se desarrolló a lo largo del siglo XIX de la mano de esos procesos liberadores en la América criolla.

Quizá por eso mismo la derrota de gran parte de esos procesos de cambio radical se hizo sentir por muchos años; hasta más de un siglo después.

En ese período de la historia, por acá pasó el fusilamiento de Dorrego; pasó la usurpación inglesa en Malvinas; pasaron los unitarios del centralismo porteño triunfantes después de la batalla de Caseros; pasó la represión al campo federal y popular; pasó la masacre de los gauchos y caudillos del norte, como el Chacho Peñaloza, ejecutada por los coroneles de Mitre y festejada por Sarmiento; pasó el genocidio de los pueblos originarios en la “campaña del desierto” del general Roca; pasó la represión salvaje de los obreros y peones rurales de La Forestal en el norte santafesino y de la Patagonia Trágica; pasó la entrega colonialista y cipaya de los conservadores y oligarcas a la corona británica. Antes y después del Centenario de Mayo pasó la muerte en este país que se vendía como “crisol de razas”.

El primer Centenario se dio en ese marco de hegemonía de esas clases dominantes, por un lado y la resistencia de los excluidos, por el otro. Esa élite se sentía tan afrancesada como británica y tan herederos de Rivadavia como de Bartolomé Mitre. La oligarquía consolidaba su modelo de país exportador de productos primarios, con una macro economía que no cesaba de crecer, especialmente en la exportación de carne y cereales. Pero ese crecimiento no era con el pueblo adentro, sino afuera. Sobraban los trabajadores, los proletarios inmigrantes, los artesanos, los sobrevivientes de los pueblos originarios; sobraba el pueblo. Y el modelo se sostenía a base de miseria, explotación sin disimulos y represión militar y policial. Un año antes de la anunciada fiesta del Centenario, el tristemente célebre Coronel Ramón Falcón, jefe de la policía de Buenos Aires, encabezó la represión sangrienta contra los trabajadores que se movilizaban ese 1° de Mayo de 1909. El saldo reconocido fue de 8 trabajadores asesinados y 40 heridos. Se declara de inmediato una huelga general y del 3 al 10 de mayo se vivirá la más importante y combativa movilización de esos años. La llamaron “La semana roja”. El gobierno conservador, pese al repudio popular, ratificó en su cargo a Falcón y provocó que el 14 de noviembre de ese mismo año el anarquista de origen ruso-ucraniano, Simón Radowitzki, haga “justicia por mano propia” matándolo en nombre de sus compañeros mártires obreros. Para vergüenza ciudadana, en pleno siglo XXI, una de las principales avenidas porteñas se sigue llamando Avenida “Coronel Ramón Falcón”; es de desear que esto no siente un precedente y así nos evitamos que dentro de cien años alguna arteria principal se llame “avenida General Videla”, por ejemplo.

En ese clima de rebeldía y exclusión se dicta el Estado de Sitio y se aprueba la “ley de defensa social” que incluía la pena de muerte a los que se manifestaran contra las autoridades. Mientras la oligarquía celebraba encerrada en los salones fastuosos su exclusivo y excluyente Centenario, las clases populares eran ferozmente reprimidas en las calles de todo el país.


Estos antecedentes deben ser observados inexorablemente para hacer el contraste con lo que iba a suceder en el segundo Bicentenario patrio y valorar así la verdadera dimensión histórica de ambos acontecimientos.

Suceden después los gobiernos de Hipólito Irigoyen y Juan Domingo Perón. Suceden los golpes sangrientos cívicos militares de 1930, 1955 y 1976. Sucede el bombardeo a la Plaza de Mayo.

Sucede la Resistencia peronista. Sucede la desaparición de nuestros 30 mil compatriotas. Suceden las primeras rondas de las Madres de Plaza de Mayo. Sucede la guerra de Malvinas y los 649 combatientes muertos por el ejército usurpador inglés. Sucede el neoliberalismo y la hiperinflación. Sucede Menem. Sucede De la Rúa. Y sucede en este brevísimo conteo, la rebelión civil del 19 y 20 de diciembre de 2001.

Fue entonces, cuando parecía que la derrota popular era en toda la línea y se imponía como un latigazo el “que se vayan todos”, que apareció en el horizonte político Néstor Kirchner, primero y Cristina, después. 

Ellos dos patearon el tablero de todas las convenciones del “posibilismo” y el “acuerdismo” político y presentaron un nuevo formato de gobierno con contenido latinoamericanista, democrático, soberano, participativo, nacional y popular. Fueron dos presidentes distintos con un mismo proyecto de país inclusivo. Le dijeron “No al ALCA” en la cara del mandamás del imperio. Néstor en Argentina y Lula en Brasil, liquidaron a dúo sincronizado la deuda externa con el FMI; y nos desendeudamos de esas cadenas de la dependencia. Re Malvinizaron la Causa por nuestra soberanía en el Atlántico Sur. Mandaban y se unían en la UNASUR con los presidentes que se parecían a sus pueblos: Hugo Chávez en Venezuela; Manuel Zelaya en Honduras; Evo Morales en Bolivia; Rafael Correa en Ecuador; el Obispo Lugo en Paraguay; Tabaré Vázquez y José Mujica en Uruguay; Néstor recupera, para la memoria, a la ex ESMA y baja los cuadros de los genocidas; Memoria, Verdad y Justicia es una política de Estado; Cristina enfrenta decididamente la rebelión de la pata sojera-ganadera del poder real; los oligarcas del campo se oponen a que el Estado aplique retenciones a la soja; se manifiestan en las rutas violentamente; la prensa de los poderosos medios de comunicación, encabezados por Clarín, los aplaude y estimula y a la vez atacan indecorosamente a la presidenta de la democracia; y contra lo que aconsejan los mediocres que acatan sin chistar los manuales de la “corrección política”, Cristina y Néstor redoblaron la apuesta y fueron por más.

Así fue que se aprobaron leyes y políticas estatales como la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Matrimonio Igualitario, la re estatización del Sistema jubilatorio y la consecuente eliminación del despojo a los trabajadores que ejecutaban las AFJP; la apertura y continuidad de los juicios de lesa humanidad contra los genocidas de la dictadura; la democrática Ley de Medios; la justa distribución del ingreso que nos permitió llegar al ansiado fifty-fifty; la recuperación de YPF y Aerolíneas Argentinas, entre tantas otras medidas que moldearon y encarnaron el proyecto político liderado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Fue justamente ella junto al Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, los arquitectos de los Festejos más multitudinarios que recuerde el país en toda su historia.
En todo el país fueron 106 los eventos realizados.

En la inauguración festiva del 21 de Mayo de 2010, en la Ciudad de Buenos Aires, señaló Cristina: “Este va a ser un Bicentenario con un sesgo de pertenencia y de identidad a nuestra región, a la América del Sur…Yo quiero convocar en estos 200 años a todos los argentinos a construir un país en el cual todos podamos sentirnos parte de él”.

Desde ese primer día y hasta el maravilloso cierre del 25 de Mayo una multitud llenó las calles, las plazas y las avenidas circundantes con el Paseo del Bicentenario en la avenida 9 de Julio en Buenos Aires. El espíritu revolucionario se percibía en el aire, en las miradas, en los cánticos, en la actitud de esas diez millones de personas movilizadas durante esos cinco días. Brillaron los artistas populares y las distintas muestras artísticas que desfilaron.

Participaron delegaciones de todas las provincias argentinas y delegaciones hermanas de América Latina y el Caribe. Tres escenarios montados sobre el Paseo del Bicentenario, el escenario principal en la Plaza de la República. Dos millones y medio de argentinos en el cierre. Se realizaron los desfiles federales, de integración regional, de los transportes de ayer y hoy, de la Constitución y la Democracia, de la Industria nacional, de los Inmigrantes, de los Pueblos Originarios y Afro descendientes, del Cruce de Los Andes, de la Vuelta de Obligado y el gran desfile final del Bicentenario que estuvo a cargo de los y las artistas del grupo Fuerza Bruta. El paso de la carroza doliente de las Madres de Plaza de Mayo y la intervención artística dedicada a homenajear a los Héroes de Malvinas que pelearon en la guerra contra el usurpador inglés, arrancaron tanto aplausos como lágrimas de emoción de la multitud.

Al recordar a esa muchacha llamada “la Argentina” que, sostenida por una grúa mecánica, volaba sobre la multitud nos volvemos a conmover y a esperanzar en que alguna vez será posible volver a ese país inclusivo que tuvo su Fiesta en el Bicentenario.

En el cierre de la última noche actuó Fito Paez acompañado por una gran orquesta y los otros artistas que habían participado de los Festejos. Cuando terminaron de entonar las canciones del músico rosarino y después el Himno Nacional argentino, con ese coro de millones de compatriotas, Fito exclamó a viva voz varias frases que quedaron para siempre en nuestros corazones: “Somos millones y ni un solo incidente. Esto es una maravilla. Nos sentimos parte. Nos sentimos una patria. Ganamos las calles. Nos merecíamos ser felices como hoy”. “Argentina, Argentina”; “Y ya lo ve el que no salta es un inglés” fueron las consignas entonadas por la multitud. Y estaba todo dicho.

Tarde en la noche, Néstor Kirchner mostró en la intimidad de su hogar su convicción de que esa vez el pueblo argentino ganó la batalla cultural contra sus enemigos históricos. Apenas cinco meses después, su corazón dijo basta y se quedó para siempre entre nosotros.

Una vez más, el pueblo movilizado resolvió las contradicciones y escollos de la coyuntura, apuró los pasos de la dirigencia, clarificó el panorama a sus amigos y sus enemigos y señaló en fin, el horizonte de la revolución inconclusa. 

Así lo hizo también el 19 y 20 de diciembre de 2001; y en la Plaza colmada que el 27 de Octubre de 2010 despidió a Néstor Kirchner; y en esa otra Plaza colmada que agradeció a Cristina por su gestión de gobierno el 9 de Diciembre de 2015.

Como se demostró en 2010, el espíritu popular revolucionario de la Revolución de Mayo sigue latente entre nosotros. Aunque muchos dirigentes, por ignorancia, por miedo o por complicidad con los poderosos, lo sigan negando.

(Agencia Paco Urondo (APU))

El video en el que recordó al expresidente

Cristina Kirchner a 19 años de la asunción de Néstor Kirchner: "Honrar el juramento ante el pueblo argentino"

La vicepresidenta compartió palabras del exmandatario en las que recuerda las condiciones en las que llegó a la Casa Rosada. "Para nosotros una locura era seguir haciendo las políticas del Fondo en el país", se escucha en la voz de Néstor Kirchner.


La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó este miércoles la asunción como presidente de su compañero, Néstor Kirchner, quien el 25 de mayo de 2003, hace exactamente 19 años, iniciaba su primer y único mandato presidencial, luego de que Carlos Saúl Menem diera de baja su candidatura a pocos días del balotaje.

"A 19 años de aquel 25 de Mayo quiero compartir con ustedes el recuerdo más conmovedor y exacto de Néstor Kirchner, el militante que llegó a Presidente", escribió en su cuenta de Twitter, junto a un video de La Cámpora con imágenes de Néstor Kirchner, musicalizado con la canción Argentina interpretada por Trueno y Nathy Peluso.

El video con el que La Cámpora eligió recordar a Néstor Kirchner incluye partes del discurso que el expresidente dirigió al pueblo el 25 de mayo de 2006, a tres años de iniciado su mandato.

Los fragmentos elegidos recuerdan cómo Néstor hizo frente al Fondo Monetario Internacional (FMI) y tienen una lectura en el marco de la discusión que en este tiempo atraviesa al Frente de Todos. El mensaje también va en línea con el discurso que la vicepresidenta pronunció en Chaco el pasado 6 de mayo, donde señaló la necesidad de “hornar” la confianza, el amor y la esperanza” que en 2019 depositaron los votantes en el oficialismo.

El video, con varias imágenes del expresidente y del contexto que vivía Argentina en esa época, comienza con Néstor diciendo: “Nos tocó asumir la responsabilidad de la conducción de la Argentina siendo el presidente menos votado de la historia, porque el que tendría que haber ido a segunda vuelta lo único que le importaba era su destino y nos dejó con el país en llamas en nuestras manos".

En esa época, recuerda el entonces presidente, Argentina tenía "60% de pobreza, 26% de desocupación y casi 30% de indigencia". "Nuestros hermanos estaban con los brazos caídos (...) Parecía que la Argentina se derrumbaba, pero con la fuerza del pueblo, que nunca se resignó a que este país se derrumbe, empezamos la reconstrucción", destacó entonces Néstor Kirchner.

"Estábamos acosados por deudas, estábamos acosados por sectores de privilegio que no querían dar un solo paso atrás, estábamos acosados por aquellos que querían hacer lo que ciertos grupos económicos querían hacer en la Argentina. Y decían que la Argentina no era viable si no satisfacía los intereses de esos grupos", repasó.

Sin embargo, remarcó Kirchner, "Nosotros nos pusimos firmes: le dije chau al Fondo Monetario Internacional. Para nosotros, una locura era seguir haciendo las políticas del Fondo en el país, una locura era seguir llevando a la Argentina a los niveles que se la llevó por esas políticas dependientes".

"Dicen que yo me peleo mucho, y no es que yo me peleo mucho. Es que negocio poco con ciertos intereses. Hay algunos intereses que me quieren ver de rodillas y yo voy a honrar el juramento ante el pueblo argentino: siempre de pie, siempre luchando, siempre peleando por la patria", cerró Kirchner. (Página 12)

Fernández pidió "más unidad que nunca"

Esta es la primera vez que Fernández asiste en forma presencial a un Tedeum en su carácter de mandatario, ya que en los dos primeros años de su mandato la ceremonia se realizó en forma virtual por la pandemia.

El presidente Alberto Fernández envió este miércoles un mensaje a los argentinos por el 212ª aniversario del Primer Gobierno Patrio de 1810 para que haya "más unidad que nunca, porque es un tiempo muy difícil" a nivel mundial y además pidió a la clase política "unir esfuerzos" porque "primero está la gente".


Al salir de la Casa de Gobierno para participar del tedeum en la Catedral Metropolitana, Alberto Fernández dialogó con los periodistas acreditados y dejó un mensaje para la sociedad en la fecha patria.
"
Hay que tener más unidad que nunca porque es un tiempo muy difícil en el mundo, que después de la pandemia que tanto dolor nos trajo, ahora nos somete a una guerra cruenta que nadie hubiese querido", remarcó el jefe de Estado.

Y continuó: "Tenemos que seguir trabajando por la paz y a donde vaya voy a pedir por la paz, porque es un tiempo de reencuentro y donde no nos podemos dar el permiso de someter a la humanidad a más daño y más dificultades".

"A donde voy lo diré. Lo digo en el G20, lo diré eventualmente en la Cumbre -de las Américas- y lo diré en el G7 a donde me invitaron", agregó.

Fernández aseguró que "la unidad depende de nosotros" y remarcó que "lo que más necesitamos, en este mundo tan convulsionado y muy daño donde la humanidad corre el riesgo de sufrir grandes hambrunas, es unir esfuerzos".

En un mensaje a los dirigentes políticos oficialistas y opositores, planteó: "Hay que unir esfuerzos. No quiero que piensen como yo, solo que sepan que primero está la gente", concluyó.

A través de un posteo por la red social Twitter, el Presidente afirmó: "Pasaron 212 años del #25DeMayo de 1810. Aunque parezca lejano, el esfuerzo de cada argentina y cada argentino hace que esté mucho más cerca"."Celebrémoslo con el orgullo de saber que la patria está más viva que nunca", completó el jefe de Estado, quien acompañó sus palabras con un video donde el propio Presidente afirma que el 25 de mayo de 1810 "puede parecer algo muy lejano, pero está mucho más cerca de lo que pensamos".
"Está en Alejandro, el docente que lanzó el primer picosatélite argentino al espacio para darle conectividad a zonas rurales; está en Raquel, la bióloga que desarrolló las primeras semillas de soja y trigo resistentes a la falta de agua y cambió así el futuro de la producción de alimentos", continúa Alberto Fernández la enumeración de casos de argentinos destacados por sus logros.
Tras citar otros ejemplos similares, el jefe de Estado concluye que "hoy sabemos que las argentinas y argentinos somos más de 47 millones. El esfuerzo de cada una y cada uno hace que el 25 de Mayo esté mucho más cerca".
"Celebrémoslo con orgullo. Viva la Patria", finaliza el texto leído por el Presidente. (Telam)

La Patria es el otro

Poli llamó a "pensar en el prójimo" y en sus necesidades de educación, salud y justicia

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, hizo este miércoles un llamamiento a “pensar en el prójimo” y advirtió sobre las “tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos” al encabezar la tradicional ceremonia religiosa del Tedeum en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires por el 25 de Mayo.
En un oficio religioso que contó con la presencia del presidente Alberto Fernández y de gran parte de su gabinete, además del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, Poli pidió “renovar nuestra fidelidad a la noble herencia que nos urge reivindicar para todos los que habitamos ´la tierra bendita del pan.
Cuando éste falta en tantas familias, es cuando más tenemos que pensar en nuestro prójimo y en sus necesidades básicas: educación, salud, justicia”.
Asimismo aseguró que “en medio de las tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos, el Papa nos dice: ´Con sus gestos, el buen samaritano reflejó que la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro´”.

El cardenal Poli se mostró confiado en que “hay un mañana esperanzador si no renunciamos a los valores auténticos que nos vienen del pasado. Siempre habrá destino si somos capaces de renunciar a nosotros mismos, por algo que está más allá de nosotros mismos. Cuando pensamos en los demás, antes que en nosotros, el Dios de la Constitución actúa en forma soberana”.
El arzobispo porteño y primado de la Argentina consideró que “la democracia, que nos sostiene como cuerpo social organizado en instituciones, da lugar a la fraternidad, pero además requiere de la ética, la bondad y la solidaridad, la honestidad, el diálogo siempre beneficioso para el acuerdo y el compromiso por el bien común de todos”.

“Sin estos valores que dan fundamento a la vida social, surge el enfrentamiento de unos con otros para preservar sus propios intereses”, argumentó.

“No nos cansemos de promover el bien, la justicia, la paz, cuidando de transmitir a las actuales generaciones de niños y niñas, adolescentes y jóvenes los valores más auténticos y el acervo cultural que nos identifica, para que ejerzan el derecho de saber que hay futuro y razones profundas para seguir viviendo y amando en nuestra Patria. Confiamos a las buenas manos de las familias y de la educación pública este deseo cordial”, finalizó monseñor Poli. (Telam)

Las raíces de la matria


Alejandra Graciela Ciriza, Doctora en Filosofía, Licenciada en Filosofía, Profesora de Enseñanza media y superior en Filosofía, docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, directora de la Maestría en Estudios Feministas- UNCuyo, investigadora del CONICET-INCIHUSA-CCT Mendoza.

¿Y si el 25 de mayo fuera el "Día de la Matria" y no de la Patria? Sobre si el término matria podría iluminar otra forma de leer el pasado y de construir relatos históricos, donde puedan ponerse en juego politicidades que no sean patriarcales.

¿Qué implicancias tiene vivir-sentir-pensar este territorio como nuestra matria, un suelo con una historia larga, donde arraigar sin que nos pertenezca? Del que formamos parte. Una tierra para criar y respetar, un territorio en continuidad con nuestros cuerpos y nuestras variadas historias humanas en este lugar, las tierras de Abya Yala.
En este territorio viven
nuestras raíces, esas que duelen con las múltiples formas del desarraigo, como hubiese dicho Gelman, esas que se hieren a diario con las variadas formas del saqueo y la desmemoria; alimentadas por los ríos, los humedales, los algarrobos, el monte, mutiladas por las talas y otras indecibles e incontables formas del maltrato y la violencia. Son raíces humanas también, que se niegan y a veces ni siquiera se nombran.
Los ejercicios de la memoria y los rituales que la acompañan forman parte de ese complejo vínculo de arraigo y desarraigo en/con esta tierra. De allí la pregunta por las formas de construcción de ese lazo, por lo que no se dice, la inquietud por hurgar en los rumbos de las raíces buscando a contracorriente, cepillando a contrapelo. Y es que l
a historia patria se hizo de negaciones y borramientos, de recortes y expulsiones, de genocidios y arrasamientos. Mujeres, otredades, territorios, como espacios de guerra, saqueo y conquista.
El 25 de mayo es una fecha emblemática, una suerte de nudo y a la vez un corte en el lazo colonial que ligaba estas tierras de ultramar, el llamado Virreinato del Río de la Plata, a la metrópolis española. También es un nudo entre territorios diversos vinculados por el proyecto político de la primera emancipación, imaginada como continental.
Durante muchos años esa historia nos fue narrada en términos criollos y masculinos. Nada de los relatos permitía avizorar la presencia de otros sujetos, nada las continuidades territoriales con el Alto Perú, y bastante más allá. Si personas afrodescendientes y nativas aparecían en escena era en su condición de sirvientas y esclavas, pasivas en una historia que ocurría en otro escenario, ocupado por los verdaderos protagonistas: varones, blancos, letrados, hispanohablantes, convocados por un proyecto mercantil.

Y sin embargo, por decirlo
en las palabras que empleara Manuela Sáenz en una carta a Bolívar de 1825 para defender la libertad de América y la libertad de las mujeres en tiempos de revolución, "la historia cambia, la América cambia". Esos cambios habilitaban a las mujeres, a Manuela misma, a la autodeterminación, pero también a Jonatás y a Natán, mujeres afros, habientes de una nueva libertad. Traigo a la Sáenz porque las mujeres fueron borradas de la historia de estas tierras. Suprimidas de la memoria, de los rituales y de la historia, del mismo modo que lo fueron chiriguanos y tarabucos, parte fundamental de las tropas guerrilleras que durante años contuvieron las avanzadas realistas en el Alto Perú al mando de Juana Azurduy, hoy reconocida como generala del ejército en los territorios de Bolivia y Argentina. Otra olvidada fue Remedios del Valle, mujer afro, capitana del ejército del Norte, al final de su vida mendicante, ninguneada por quienes edificaron la patria en tiempos de retorno al orden.
Estos tiempos que corren, de venas abiertas y desgarramientos, pero también de recuperación de algunos lazos y afectos con nuestro territorio y nuestrxs ancestrxs, deberían invitarnos a senti-actuar y pensar acerca de los posibles rumbos, de las formas de anudamiento que sostenemos con el pasado, entre lxs sujetos, en estos, nuestros territorios: algo así como remontar las raíces en el espacio y en el tiempo. (Telam)

Acto en Italia

Se realizará en Italia con motivo del 45 aniversario de la creación del organismo que preside Hebe de Bonafini

Instalan un mosaico en Roma en homenaje a Madres de Plaza de Mayo

La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, agradeció al embajador argentino en Italia, Roberto Carlés, por el homenaje que realizará el próximo jueves a esa organización por el 45 aniversario de su formación, mediante la instalación de un mosaico con el diseño del pañuelo blanco en la ciudad de Roma.

Carlés le envió una nota a Hebe donde le contaba del acto y homenaje: "La lucha de las Madres nos inspira y es un motivo de orgullo para todos las argentinas y argentinos, donde sea que nos encontremos". El mosaico se instalará este jueves en la Piazza dell'Esquilino, en Roma, Italia, frente a la sede de la Embajada argentina, para "celebrar su 45° aniversario como incansables luchadoras por los derechos humanos y la justicia social", según detalló Carlés.

"Desde la 'Casa de las Madres', le mando un agradecimiento enorme, por la inauguración de ese pañuelo maravilloso, que para las Madres significa el abrazo de sus hijxs y la reivindicación de su lucha revolucionaria", escribió Hebe en una nota dirigida a Carlés, publicada en la cuenta de de Twitter de Madres de Plaza de Mayo.

En ese sentido, sostuvo que se trata de "el pañuelo que cubre el mundo, que camina por el mundo, que está en todas las plazas, pero que hay que saber usarlo, hay que saber llevarlo, apretado como el abrazo de lxs hijxs".

"Gracias Sr. Embajador, por inaugurar el símbolo mundial que creamos las madres y que usamos siempre durante 45 años con tanto orgullo", manifestó la presidenta de Madres de Plaza de Mayo.

En el acto de instalación del mosaico conmemorativo también estará presente el alcalde de la ciudad de Roma, Roberto Gualtieri.

El imaginario histórico y la ficción


Se supone que la verdad histórica es incontrovertible, está basada en documentos. Sin embargo, más allá de las interpretaciones que puedan hacerse de ellos, muchos documentos tienen carácter ficcional. Cómo nos contaron el 25 de mayo desde la subjetividad de imágenes y relatos.

Mónica López Ocón, Editora de Cultura y temas de Literatura en el diario cooperativo Tiempo Argentino. Fue colaboradora del Suplemento Cultural de La Opinión, del primer Tiempo Argentino, Ñ y otros. Trabajó en varias revistas de Editores Asociados y en Noticias. Está en Tiempo Argentino desde 2010. Es autora de Pichon Rivière, el hombre que se convirtió en mito.

Desde el año 1919 en que fue fundada, la revista Billiken formateó el imaginario histórico de los niños argentinos. El 25 de Mayo de convirtió así en la imagen del Cabildo rodeado de gente con paraguas. Los héroes, por su parte, eran marmóreos e impolutos y a fuerza de perfección casi no parecían mortales. Esto no significa que Billiken falseara la verdad, sino que el concepto de “verdad” y, sobre todo, de “verdad histórica” no es absoluto y deja un amplio margen no para la mentira, sino para la ficción.

Dado que no existía la fotografía, el Buenos Aires colonial e incluso el posterior a la Revolución de Mayo, solo se conoce a través de imágenes que pintaron creadores del momento con la carga de subjetividad que tiene cualquier relato.  Muchas de esas imágenes, incluso, fueron pintadas cuando ese Buenos Aires donde se parió la independencia de España ya no era el mismo.

El historiógrafo francés Jacques Le Goff afirma que la memoria colectiva, que separa de la memoria de los historiadores, es esencialmente mítica.

El historiador Oscar López Mato señala que el icónico cuadro de Ceferino Carnacini sobre el 25 de Mayo que muestra al pueblo agrupado frente al Cabildo munido de sus paraguas y cuyo título es El pueblo quiere saber de qué se trata  es una “mitología iconográfica”.  “En primer lugar –dice-, la concurrencia estaba limitada por los “chisperos” de French y Beruti que se aseguraban que solo los leales a la causa libertaria se acercaran a la plaza. Este cuadro, El pueblo quiere saber de qué se trata, que en algún momento ilustró nuestras monedas, encierra verdades a medias.”

Había paraguas en Buenos Aires, pero eran para los ricos que estaban deliberando dentro del Cabildo y no esperando afuera.”

Además, si llovía, las damas no salían por miedo a un enfriamiento que entonces podía ser mortal. Si bien las versiones escolares hablan de las famosas cintas celestes y blancas, existe una larga controversia, pues si eran de ese color, era para honrar a los Borbones, ya que desde entonces muchos de los actos de los primeros gobiernos patrios -que se sucedían a una velocidad alucinante al ritmo de los disensos de los distintos bandos- eran vivo ejemplo de nuestras primeras grietas. ¿Se gritó la consigna `el pueblo quiere saber de qué se trata`? Pues así fue y consta en actas. ¿Quiénes estaban fuera del Cabildo? Unos 100 chisperos, gente reclutada por French y Beruti que estuvieron desde el 22 al 25 de mayo fogoneando para sacar al virrey.”

Carnacini nació a fines del siglo XIX en el barrio de La Boca. Era hijos de inmigrantes venecianos y, como no podía ser de otro modo, su cabildo fue una escena que armó mucho después de ocurridos los hechos, hecho que pone más en duda aún su valor testimonial. Sin embargo, como lo señala López Mato, esta reconstrucción fue tomada como emblema del nacimiento de nuestra nación y  figuró en los billetes de 5 pesos moneda nacional y en el de 1.000.000 de pesos ley.

Pero la alimentación quizá fantasiosa de nuestro imaginario histórico viene de mucho tiempo atrás. Mucho antes de poder narrarnos nosotros mismos, aunque ese “nosotros” también esté conformado por ideas que no nos pertenecen del todo, fuimos narrados por otros. Y los primeros que nos contaron como americanos fueron los extranjeros, más precisamente,  los cronistas de Indias.


Ulrico Schmidl, por ejemplo, de origen alemán, participó, sin embargo de la llamada “Conquista” española, un término que le arrebata la carga de suma violencia que implicó la invasión del territorio americano y el exterminio de sus pobladores que se prolongó mucho más allá del siglo XV y fue continuada por quienes no eran europeos, sino que había nacido en este suelo.  

El libro de Schmidl se llamó Derrotero y viaje a España y las Indias y fue publicado en Frankfurt en 1557. Aunque se habla de una “verídica crónica”, en ella alternan elementos verosímiles como relatos de las batallas, la hambruna sufrida en el Río de la Plata, pero también se describen seres mitológicos que irrumpen de forma natural en la narración sin que el autor haga un distingo entre lo mítico y lo real.

Es probable que el barroquismo de buena parte de la literatura latinoamericana, sobre todo la relacionada con el boom y lo que se dio en llamar “realismo mágico” tengan su origen en algunas crónicas de Indias. Ulrico Schmidl relataba pretendiendo decir la verdad, dado que utilizaba criterios de verosimilitud que eran propios de la Edad Media. Gabriel García Márquez, en cambio, convierte el mito en literatura.

Pero no hay que remontarse al siglo XV para comprobar que hemos sido narrados por otros incluso en aquello que reconocemos como el origen de nuestra nación. Uno de nuestros grandes narradores, la mayor parte de las veces en clave paródica, fue el suizo César Hipólito Bacle, quien llegó a estas latitudes en 1828 y se estableció en Buenos Aires con su esposa Adrienne.

Su obra más importante es Trages y costumbres de la Provincia de Buenos-Aires, fue editada por él mismo, en Buenos Aires, en 6 cuadernillos de 6 litografías cada una, entre 1833 y 1835. Si bien la Revolución de Mayo ya había sucedido, nuestro imaginario respecto de la vida en esa época está íntimamente relacionado con su creación. Si bien la litografía era una forma del grabado que ya se conocía y se practicaba en el Río de la Plata, Bacle fue quien le dio carácter artístico. Y es precisamente su mirada artística sobre la realidad que lo rodeaba lo que hace más subjetiva su mirada y, en consecuencia, nuestro conocimiento. A esto se suma que la suya, necesariamente, como la mirada de los cronistas de Indias, era una mirada extrañada como lo es siempre la mirada de un extranjero que se encuentra con una realidad muy diferente de la suya.

Los científicos dicen que estamos hechos de átomos –afirmó alguna vez Eduardo Galeano- pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias.” Y sí, es cierto, estamos hechos de historias, de relatos con toda la carga subjetiva que conllevan.

(Tiempo Argentino)

Lesa Humanidad

Juicio Brigadas: tres testigos relataron los tormentos que sufrieron en la última dictadura cívico militar

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el 31 de mayo, cuando se escucharán cinco testimonios. Por esta causa, son juzgados 17 represores por delitos cometidos en los centros clandestinos de detención y exterminio conocidos como Pozo de Banfield, de Quilmes y El Infierno.


Nahuel De Lima, periodista del diario cooperativo Tiempo Argentino y se mueve con sus muletas. Está a cargo del departamento de Discapacidad del club de Lomas de Zamora. Vecino de Crianza de nuestro Diego Armando Maradona, nacido en Villa Fiorito.

Se realizó este martes una nueva audiencia del Juicio Brigadas, en el que son juzgados represores por delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención y exterminio conocidos como el Pozo de Banfield, el de Quilmes y El Infierno. Ramón Raúl Romero, la sobreviviente Norma Leanza y la compañera de Roberto Fidel Yantorno, asesinado, prestaron testimonio.

Toda esa gente, que tiene poder, está con prisión domiciliaria”, advirtió Ramón Raúl Romero, el primero en declarar ante el tribunal TOF N°1 de La Plata y recordó la desaparición de Jorge Julio López en plena democracia.

Ramón Raúl Romero fue secuestrado el 21 de septiembre de 1977 junto a su pareja (Elena Beatriz Abraham) en su casa de Miguel Cané al 3000 de Lanús, en la cual estaba su pequeño hijo de 2 años. Era cabo de la Policía Federal. Estuvo detenido en el Pozo de Quilmes.

Contó cómo fue su secuestro y su paso en el centro clandestino de detención, pero lo más llamativo de su testimonio fue el temor que aún hoy siente de contar lo que pasó. “Tengo miedo por la gente que estuvo en ese lugar, a los uruguayos los liberaron se fueron a Uruguay y los secuestraron devuelta, nunca más aparecieron”, mencionó y apuntó que “El pintor García acusó a Camps y desapareció”. “Toda esa gente está con prisión domiciliaria y esa gente tiene poder. En democracia hicieron desaparecer a un testigo“, apuntó en referencia a Jorge Julio López.

También contó que “torturaban a los chicos”. “A dos chicos escuché que torturaron, el olor a carne quemada me duró no se cuanto tiempo. Anduve con ese olor en el alma. Calculo que serían chicos de 8, 9 ó 10 años. Eran criaturas“, manifestó el hombre, que sufrió la “rotura del nervio auditivo central del oído derecho” durante su paso por el centro clandestino, producto de los golpes. No pudo volver a incorporarse a la fuerza y estuvo varios meses con “carpeta médica” y luego le dieron el “retiro obligatorio por exceso de carpeta médica”, a la que nunca tuvo acceso porque “había sido quemada”.

Norma Leanza fue secuestrada el 15 de octubre de 1977, primero llevada a Puesto vasco, donde permaneció hasta la primera semana de noviembre y luego trasladada al Pozo de Quilmes, donde estuvo hasta abril del 1978. Allí compartió cautiverio con María Artigas, secuestrada embarazada de dos meses y medio; y con Aida Sanz, secuestrada embarazada a término. Norma vio a Aida luego de que diera a luz a su bebé, por lo que supo que tuvo a una niña a la que llamó Carmen. Tanto la hija de María Artigas como la de Aída Sanz fueron restituidas por Abuelas de Plaza de Mayo: María Victoria Moyano Artigas fue restituida en 1988 y Carmen Gallo Sanz en 1999.

Fuimos tres los privados de la libertad, yo, mi marido Alcides Chiesa y su padre”, contó ante el Tribunal. Su marido estuvo casi cinco años hasta recuperar la libertad, porque pasó a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, tanto ella como su suegro fueron liberados. Según dijo, a su marido lo entregó Manuel Oliveira, con quien había trabajo en un film. Su pareja fue secuestrado y ella, junto a su suegro, salió a buscarlo. Cuando retornaron a la casa, los represores estaban allí y fueron secuestrados. “Nos llevan a un lugar, que con los ojos tapados pensé que era la Comisaría segunda de Bernal, y nos llevan a distintas celdas. Perdí contacto con él, no supe más nada y con el correr del tiempo me enteré que era Puesto Vasco”, precisó.

Luego, Alcides fue trasladado a la celda, donde le contó cómo lo torturaron. “Era un fin de semana, al lunes siguiente me retiran y me llevan al Pozo de Quilmes, que lo reconozco porque Alcides me había contado cómo era, cómo funcionaba y todos los secuestrados que había”, relató. Estuvo en el garage esposada al asiento de un coche y luego la suben por la escalera caracol y la dejan con los ojos tabicados en una celda. “Después de un tiempo de estar allí, con el pabellón lleno de compañeras, nos comunicamos y con el correr del tiempo empiezo a enterarme de quienes son las personas que estaban allí“, mencionó, y leyó una lista con sus nombres.

Precisó que ella no sufrió tortura con picana sino que fue psicológica, también padeció latigazos, golpes y estuvo esposada a la espalda. El 18 de abril de 1978 fue liberada. “Me sacan escondida en la parte de atrás de un automóvil tapada con una manta y empiezan a recorrer… me dejaron a 12 cuadras de mi casa, alrededor de las 12 de la noche”, relató. Su pareja -que pasó a disposición del PEN- salió en libertad el 22 de junio de 1981, luego estuvo seis meses en un régimen de libertad vigilada. Recién en febrero del 82 tuvo la libertad total.

Diana Guastavino, compañera de Roberto Fidel Yantorno, secuestrado el 5 de diciembre de 1977, y llevado al pozo de Quilmes. Diana estaba detenida cuando se llevaron a su compañero. Sufrió torturas como “simulacro de fusilamiento, golpes, picana eléctrica y submarino”, precisó respecto a su propia detención, antes de llegar a la cárcel de Devoto. Su pareja, según pudo saber, murió durante las sesiones de tortura.

Era una persona muy divertida, cuestionador, todo lo preguntaba. Era como una esponja. Leíamos mucho, charlábamos de cuestiones relativas al conocimiento y la política”, recordó. Y cerró su testimonio reclamando justicia y verdad. “Ojalá no se lleven los datos a la tumba, los pocos que quedan ya”, dijo la mujer en relación a los represores que son juzgados. “Hemos visto a lo largo de todo este trayecto que muy poco se ha logrado”, lamentó Diana.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el 31 de mayo, cuando se escucharán cinco testimonios (Tiempo Argentino)


Mas que “sentido común”, una identidad que nos hace pueblo.


Decíamos en mayo del años pasado (El peligro de no ser Nacionales ...)

No se trata de retórica o “arengas populistas” como gustan llamar ahora. La cuestión de la identidad social y del sentido de pertenencia a una comunidad organizada, a una nación, a un Estado y sus formas representativas de asociación son las únicas herramientas conocidas para evitar el “sálvese quién pueda” e impedir el caos y la anarquía o alguna dictadura que se imponga en nombre del “orden perdido”. Solo la política producida y ejecutada por habitantes conscientes del rol social y de su lugar en esa comunidad organizada, que se le confiere como delegación para administrar y gobernar, puede evitar esa “espada de doble filo” que se cierne sobre casi toda la actual globalización en estos días de la peste … Y como si fuese necesario seguir mostrando de que no se trata de “tercera posición” sino de opciones, tanto individuales como grupales, de como queremos vivir en relaciones humanas con otros humanos. La política en la democracia evita la violencia irracional y la anarquía, tanto como la violencia organizada, racional y dictatorial. Ya no se trata de Civilización o Barbarie sino de comunidad democrática, comunidad sometida a dictaduras, o individuos creyendo que se pueden salvar a si mismos sin otros.”


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Comentarios

Entradas populares de este blog